Más de un siglo después de que el primer balón rodara en Colombia, la pasión y la devoción por el mismo siguen más vivas que nunca.
Cuando suena el pitazo final, cuando el balón deja de rodar, cuando las tribunas quedan en silencio y las redes dejan de temblar… ese es el instante en que la soledad y la quietud, aparentemente, se apoderan del aficionado; el momento en que las sillas quedan vacías y la grama inmóvil. Aunque, en realidad, para el auténtico seguidor, para el entusiasta adorador de la pelota, el fin de un partido es tan sólo la antesala del siguiente. Porque para este apasionado, el fútbol existe más allá de los 90 minutos que componen un encuentro oficial –mera formalidad impuesta por las reglas del juego. Su pasión es permanente, razón constante de ser, en definitiva, un juego infinito, uno que le da identidad. El fútbol desafía el orden, los límites del tiempo y del espacio, las ambivalencias sujetas a la victoria o la derrota.
Las superpoderosas
Alimentadas por cada uno de los instantes registrados en su extensa y vibrante historia, por cada uno de los personajes que han engrandecido a través del tiempo el nombre del fútbol colombiano, por cada uno que le ha dado significado con cada victoria y con cada gol.
Y así empezamos a recorrer el nuevo milenio con una nueva generación, una sin la ingenuidad de décadas pasadas, pero con la gratitud y las enseñanzas que la historia y la memoria les ha brindado. Esta nueva Colombia tiene una identidad distinta, marcada por la globalización y las oportunidades, por la televisión y el internet, por la importancia no sólo de marcar goles sino de sumar seguidores en redes sociales. Una nueva Colombia que con la llegada del nuevo siglo le abrió la puerta a aquellas mujeres, que desde los años 70, venían reclamando su espacio en un campo de fútbol.
El fútbol femenino en el siglo XX incursionó en el mundo sin avisar ni pedir permiso y se instaló como un intruso en la confortable sala de estar. En Colombia (aunque venía jugándose de manera más o menos organizada desde los años 60 y 70) tuvo su consolidación con las llamadas Superpoderosas, que clasificaron a los Mundiales de mayores de 2011 y 2015. Posteriormente, de manera rebelde y talentosa, las mujeres que juegan fútbol se abrieron un espacio, literalmente a las patadas, con la Liga profesional que dio inicio en 2017 y luego conquistaron al país tras llegar a cuartos de final en el Mundial de 2023, poniendo a todos a cantar el himno nacional en la madrugada.
Hoy en muchos lugares del mundo el fútbol femenino es una realidad completamente nítida, presente y permanente. Y en Colombia, cada día, es un ente vivo que se reinventa en cada cancha, cada barrio, cada escuela y colegio, cada universidad y cada estadio del país donde una niña con un balón pegado a sus pies sueña con un juego que, también, le pertenece y es más visible que nunca. Aunque aún faltan muchos partidos por ganar.
Hoy en Colombia, con un siglo de historia, estoy convencida de que es posible jugar al fútbol por el simple placer del juego, por la esperanza de un futuro mejor, por cumplir ese sueño de niños y niñas, sin juicios ni etiquetas y con la confianza de un mundo donde todos nos necesitamos y nos merecemos nuestro lugar en una cancha.
Y al final del partido… el fútbol sigue allí, intacto, permanente, como testigo viviente y confesional de un país cosido a un balón de cuero.
Mujeres en las gradas
Poco y reciente es el reconocimiento que las mujeres están teniendo en las barras de los equipos de fútbol. No como acompañantes o cuidadoras sino como hinchas que viven la pasión del fútbol con sus equipos. De la mano del programa Goles en paz, tres mujeres cuentan sus procesos de resignificación dentro de la hinchada.
Recursos recomendados
El fútbol se lee
El fútbol no solamente se juega y se vive, también se lee. Profesionales, hinchas, expertos y apasionados han escrito sobre él. La pasión que mueve y su poder democratizador es tan grande que millones de historias se han dedicado en su honor. Conoce alguna acá y comienza a leer el fútbol.
El fútbol es, quizás, de las pocas actividades que todavía congregan multitudes. Es cierto que es el deporte de las mayorías, que su alcance mediático es global y que mueve las pasiones de miles de personas. Pero también es verdad que ha sido un terreno eminentemente masculino en el que solo, hasta hace pocos años, las mujeres en todo el mundo empezaron a ocupar el lugar que venían reclamando desde décadas atrás. En Colombia, el desarrollo del fútbol femenino ha estado lleno de obstáculos y discriminación; también, y por fortuna, de reivindicaciones y triunfos. Este libro presenta un recuento vibrante, documentado, que además recoge la voz de las protagonistas, de cómo se inició la práctica aficionada del fútbol femenino en nuestro país y de qué manera, pese a los escollos, se ha profesionalizado en la última década. Balón de cristal es un aporte necesario en un camino en el que aún falta mucho por recorrer para lograr una genuina equidad, aceptación y respeto por las mujeres que han decidido romper los estereotipos y lanzarse a las canchas.
La colección Visor de Poesía tiene la costumbre de celebrar con un libro especial cada centena de títulos que alcanza su catálogo. Con motivo de la aparición del número 800 se presenta ahora "El balón envenenado", una antología de poemas dedicados al fútbol. El lector encontrará aquíhermanados los nombres dePlatko,Di Stefano,Pelé,Messio elNiñoTorresconRafael Alberti,Miguel Hernández, Mario Benedetti,Mújica LainezoEduardo Galeano. Un partido de fútbol resume en 90 minutos muchas preguntas sobre la memoria, el futuro, la identidad, la suerte, la justicia, el yo y el nosotros. No es extraño que los poetas se hayan interesado por este deporte rey, sin duda el más republicano de todos, desde los años de la vanguardia hasta nuestros días.
Leer también es una pasión dicen en algún país. El fútbol es palabra viva, dentro y fuera de la cancha. Por eso esta antología es una manera de devolver la pared que, hace más o menos doce años, me tiró un viejo amigo al enseñarme por primera vez los textos de Osvaldo Soriano. Entonces vi que el fútbol se podía jugar en una cancha diferente: el libro, y con una pelota igual de hermosa: la palabra. Esta Antología de cuentos encierran fracaso, dolor, recuerdos, gloria, amistad, juventud, miedo, pasión, goles, sexo, infancia y muchos sueños. Acá no hay pitazo inicial ni pitazo final, no hay árbitro ni comentaristas, lo único que hay es alguien con un balón debajo del brazo, perdón, con un libro debajo del brazo.
El fútbol es mito, el fútbol puede ser literatura. Un deporte que apasiona y conmueve a millones de personas como ningún otro juego a lo largo de la historia no puede permanecer al margen de cuentos, poemas y novelas. El fútbol es un fenómeno que, en contra de lo que pueda parecer, en contra de los prejuicios acumulados, ha recibido una atención notable por parte de algunos de los mejores escritores en lengua española. De Cela a Delibes, de Bolaño a Villoro, pasando por los clásicos futboleros como Fontanarrosa o Soriano, este ensayo rastrea la evolución del fútbol en la literatura hispánica a través de los principales motivos que han servido para fijar y anotar el gol en la palabra.
Para quienes les encanta el fútbol, para aquellos que lo viven, para los que lo estudian, para los que lo critican..este libro les permitirá adentrarse en diferentes visiones del deporte más popular del mundo. El lector encontrará una serie de ensayos desde diferentes perspectivas: (1) los inicios del fútbol en Colombia; (2) el surgimiento y consolidación de las barras bravas; y, finalmente, la experiencia de uno de los autores, sociólogo y participe de este fenómeno.
Siempre he pensado que el fútbol es un animal que se resiste al cine, sin saber muy bien las razones que repelen a los dos grandes elementos de ocio y cultura de nuestro tiempo. Es cierto que en los últimos años se ha producido un renovado intento por reconducir las difíciles relaciones entre los dos universos. El futbol ha perdido definitivamente su condición de pasatiempo de la clase obrera y ha sido abrazado por los intelectuales, especialmente en Inglaterra, donde no hay escritor o cineasta que no proclame su pasión por un juego que ahora resulta chic. Ya se sabe que los ingleses son grandes comerciantes, tienen excelentes escritores y manejan con maestría el arte del negocio. Como ademas disponen de un sentido patrimonialista de la vida, estaba claro que el futbol, uno de sus grandes inventos, era un territorio fetén para la industria del libro y del cine. En los últimos diez años, aproximadamente desde la aparición de Fever Pitch (Fiebre en las gradas), el magnifico relate de Nick Hornby sobre las peculiares relaciones de un hincha del Arsenal con su equipo y con otros dos costados trascendentales de la vida -o sea, las mujeres y la musica-, el fútbol ha asistido a una ofensiva del cine que ha producido algunos éxitos estimables, al menos en las taquillas. Películas como la española Dias de fútbol o la británica Quiero ser como Beckham han sido habilidosas y eficaces demostraciones del rédito que puede ofrecer el poco explorado territorio del futbol. O eso pensaba yo.
Los que prefieren el ballet al fútbol es que no han visto correr a Zidane. El fútbol bien jugado tiene una belleza y una armonía muy difícil de igualar porque va servida con pasión. José Antonio Martín Petón, magnífico narrador y futbolista "hasta la muerte", extrae la música que este deporte lleva dentro. Este libro es una colección de historias sagradas del fútbol que deberían figurar en el altar de los mejores aficionados. Desde la desgraciada tragedia del Torino, la desmedida vida de George Best, el sorprendente Barcelona de Guayaquil, el gran Quini, los "carasucias" de San Lorenzo, Kubala, el Manchester United, el derbi madrileño, Puskas, Garrincha, el niño Torres... Historias conocidas y olvidadas, antiguas y actuales, para futboleros y no tanto, con su punto de magia o de sinfonía trágica, algunas poéticas, otras divertidas. Todas, una detrás de otra, con su ritmo, con la música del maestro Petón.
Un clásico de la literatura deportiva. Mencionado constantemente como el mejor libro jamás escrito sobre el fútbol.Publicado en el año 1968, cuando el fútbol estaba en el zenith del momento, este estudio, magistral y definitivo sobre este deporte y sobre la sociedad incluye entrevistas con todas las grandes estrellas de la época como Bobby Charlton, Geroge Best, Alf Ramsay, Stanley Matthews, Matt Busby y Nat Lofthouse. Una fotografía instantánea de una era que sirvió de pivote en la historia del deporte; los grandes cambios y las decisiones más importantes se realizaron en los sesentas, y dieron pie a la creación del juego tal y como lo conocemos hoy en día. Para muchos que puedan estar desencantados del fútbol moderno –la importancia del negocio, la irrupción de las grandes empresas, el dominio de la publicidad, el elevado precio de las entradas a los estadios o de los jóvenes multimillonarios que se han apoderado del deporte- Hombre de fútbol es un libro que llevará al lector de vuelta al corazón y al alma de este gran deporte, cuando los jugadores eran futbolistas y no marcas.
¿A qué responde el sentimiento nacional suscitado por la selección colombiana de fútbol? En el Mundial Brasil 2014 el equipo nacional clasificó por primera vez en su historia a los cuartos de final tras vencer a su similar uruguayo por 2 a 0. El segundo gol llevó al clímax a gran parte del país: la gente, una vez acabado el partido, salió a las calles como nunca lo había hecho, a abrazarse, a sentirse parte de una nación, mientras el país político (instituciones, congreso, presidencia) estaba paralizado en función de ese encuentro. Sin embargo, tras esas emociones y sentimiento de amor, aparentemente, a un país, se encontraba una confluencia estratégica entre márquetin deportivo, medios de comunicación y poder político. Desde el nacimiento del fútbol y en diálogo permanente con el poder también se han gestado los elementos del discurso nacionalista en Colombia. En este libro se analizan los mecanismos internos de esa relación que se ensambla en los andamiajes del mercadeo y la publicidad. De igual manera, aquí se recuerdan eventos que el país ha olvidado o, al menos, ha separado quirúrgicamente de la memoria, como si la ocurrencia de un factor velara la ocurrencia de otro. Ese es el efecto fundamental del fútbol en la vida social: servir de anestésico sobre las cosas que duelen y separan. Ese es el origen de su utilización explícita, jamás ocultada, por parte de la política. Bienvenidos a nuestro Estadio-Nación.
Hernán Peláez cumplió 75 años el pasado 29 de enero. De estos, 54 años ha estado vinculado al mundo de la radio y el fútbol. Jorge Hernán Peláez, su hijo mayor, se dedicó durante meses a escribir una biografía de su padre a partir de sus propios recuerdos, de los de otros familiares, colegas, jugadores, técnicos, humoristas y amigos. Todos destacaron del comentarista su rectitud, independencia, profesionalismo, franqueza y calidad humana. Este libro es una suma de cariño y anécdotas sobre un hombre que, con justa razón, es considerado un crack, una leyenda viva, y se ha ganado el corazón de millones de colombianos que cariñosamente lo oyen y lo llaman "doctor Peláez".
Hablar de fútbol en Colombia o en cualquier parte del mundo parecía un mundo recóndito reservado para los hombres. Sin embargo, nosotras, las pocas que hemos venido durante años ganando espacio para poder hablar con propiedad, quitándonos el estigma de que estamos hechas sólo para hablar de "noticias light" que nos distancian de la opinión.Desde que comencé este camino del periodismo deportivo, no ha sido fácil; y no solo por ser un espacio del que los hombres se apropiaron, también por las repercusiones que tiene hablar de algo "exótico" en eventos sociales. Con el paso del tiempo he tomado distancia de los momentos en los que los hombres deciden interrogarme; por curiosidad, por probarme o simplemente por la sorpresa que genera poder hablar con propiedad de un fuera de lugar, de que no fue gol de Yepes o del proceso de un técnico. A eso, súmenle la predisposición de nosotras mismas, las mujeres que creemos que llegó una intrusa robarse la atención. Pues niñas, eso se acabó… Esas situaciones incómodas me inspiraron a compartir con ustedes el secreto mejor guardado.
Estas publicaciones periódicas, a modo de revista, cuenta pequeñas historias sobre cada uno de los mundiales de fútbol que se han realizado hasta la fecha. La historia política del momento, estadísticas de los equipos, relatos, imágenes de sus mascotas y afiches oficiales, etc. Esta edición es sobre el primer campeonato mundial realizado en Uruguay en 1930.
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