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 Imagen de referencia Libros
Colección institucional

Libros

En esta colección encontrarás libros especializados en biodiversidad colombiana; libros de divulgación con información sobre la biodiversidad continental del país, con metodologías y estudios de caso replicables y escalables; guías y bitácoras de especies que proveen información a nivel taxonómico, ecosistemas, ecológico o de información.

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  • Creada el:
    • 12 de Octubre de 2023
Logo Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt
Creador Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt
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La biodiversidad en tus manos

Por: Henry Mance | Fecha: 2017

No. 1: ¿Cuánto vale la biodiversidad?. No. 2. 6 razones por las cuales nuestra salud depende de la biodiversidad. No. 3. Los ecosistemas que nos sostienen. No. 4. ¿Podemos reducir nuestra huella ecológica? No. 5. El cambio climático desde otra perspectiva. No. 6. ¿El mundo tiene cómo proteger la biodiversidad? No. 7. Los murciélagos: algo más que temidos y perseguidos. No. 8. Energías renovables: ¿una opción de bajo costo y de bajo impacto para la biodiversidad? No. 9. Profetas en tierras ajenas. ¿Qué tanto sabes de las especies invasoras? No. 10. Espacios verdes de la ciudad. No. 11. ¿Transgénicos? ¿Organismos genéticamente modificados? ¿De qué estamos hablando? No. 12. Biodiversidad en la mesa.

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La biodiversidad en tus manos

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Planificación ecorregional para la conservación de la biodiversidad en los Andes y el Piedemonte amazónico colombianos

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Copa mundial Humboldt biodiverso 2018

Por: Diana Carolina Rengifo | Fecha: 2018

Después de una larga espera, los fanáticos futboleros reciben con gran emoción la Copa Mundial Biodiverso 2018. En este cuadernillo de colección, hemos reunido la fauna más selecta, representativa y competitiva de la biodiversidad continental de Colombia enfrentándola a un equipo conformado por especies que, aunque llegaron involuntariamente desde diferentes continentes, ahora ocupan de manera permanente algunos estadios de nuestro país.
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Copa mundial Humboldt biodiverso 2018

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Manual de métodos para el desarrollo de inventarios de biodiversidad

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Imagen de apoyo de  Especies de plantas y hongos. Útiles y de interés para las comunidades de tres lugares biodiversos de Colombia

Especies de plantas y hongos. Útiles y de interés para las comunidades de tres lugares biodiversos de Colombia

Por: Rocío Peña | Fecha: 2022

Esta publicación recoge las principales especies priorizadas, con su nombre científico y sus nombres comunes, sus características morfológicas, su origen y distribución geográfica, información sobre sus usos y estado de conservación. Esperamos que de esta manera podamos ofrecer una guía de fácil acceso y lectura, que pueda permanecer en las comunidades locales y facilite la transmisión de este conocimiento a las generaciones futuras.
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  • Vegetación

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Especies de plantas y hongos. Útiles y de interés para las comunidades de tres lugares biodiversos de Colombia

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Imagen de apoyo de  X. Humedales interiores de Colombia. Identificación, caracterización y establecimiento de límites según criterios biológicos y ecológicos

X. Humedales interiores de Colombia. Identificación, caracterización y establecimiento de límites según criterios biológicos y ecológicos

Por: Mónica A. Morales-Betancourt | Fecha: 2016

Con la presente obra, el Instituto Alexander von Humboldt busca difundir múltiples aportes de reconocidos especialistas y con ello propone una serie de criterios conceptuales y metodológicos asociados al estudio de la biota acuática, para la caracterización e identificación de límites en los humedales interiores de Colombia.
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X. Humedales interiores de Colombia. Identificación, caracterización y establecimiento de límites según criterios biológicos y ecológicos

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Imagen de apoyo de  Páramos y humedales. Construcción de insumos técnicos para la gestión integral del territorio y la adaptación al cambio climático en ecosistemas estratégicos

Páramos y humedales. Construcción de insumos técnicos para la gestión integral del territorio y la adaptación al cambio climático en ecosistemas estratégicos

Por: Carlos Enrique Sarmiento Pinzón | Fecha: 21/08/1858

• ANo I. ~ Bogotá, 21 de agosto de 1858. NUM. 33. Boletin semanal. ' i d e jado su riqu e za o parte d e e lla a l os h o~p itul e s , l :ro quisiéran1 os hablar tnas d fi es tas, pero cómo a la ~ es cu e la .. , o a cualqui e ra o tra obr ~ ~ u cn a .. Así evitarlo? Jas ha habido i e s pre c iso hablar de llas; ~ura e ron las fi es ~a s , con ... e1 g rndo las uluma:s d t ve r - ues a í corr10 para l os in g le ses e l prim e r alimento ~101_1 c s en b e n e fi ~ Io de do,::, p\~ c nt c ~ que van a ca n s ­es el ro .. tb ce f i la cerv :1 za; para lo s fran ce ses, fa trn1rs~ so bre ~ r1o san F ranc1 sc o, 1 qu e so n d e s um.a sopa i el vino tinto ; para Jos al man e , la co l agria n c ce_ ... Id ad, d c .. Jando un pro flu c to d e ~ e r c a d e 1n1 l i la achicoria d ¡~fraz a da de café ; para l os ru ... o ~ , el d o sc ie ntos fu e rt e s p a.rn e l [i :.c to. r o (hr c ~ o ... , pu es., caviar¡ el bacalao; para lo yanhees, Jo hispano- que l o .. usure ro s n1 la s fi e stas 1nu c r e ~ n s u le 1, am e ricanos cru los, i, hablando de p e ri ó dicos , para co~o los b o rra c ~t o .. , que has ta ahora s1en1pre han El Tie1npo, la crónica de los Estados; para El esptrado con el ulttmo trago. Oonzercio, los avi ... os 1 precios corriente~; para El. !\las se acabaron las fiestas Pntvenir, todo Jo serio, grave i m esurado, i para . I se van los para m e ros_ El Catolicis1no las n1isas j lo ... ayunos; así es para A tener cu e nta los bu1tres nosotros, pobres i desvalidas criaturas, nue ~ tro cal. No se coman los terneros. .. do de sustancia, nuestra sustancia de pollo, nuestro I nosotros cambiamos de tono tambien, para c¡uo sagucito, nuestra mazamorrita do . arroz, nuestro nuestros suscritores, entre Jos cuales los hni e n e s­cuchuco de cebatln, la crónica fútil i lij e ra de lo tremo quisqu1llo5os i susceptibles, no nos v a yan que pasa en la capital, que, bien ape~ar nuestro, a co1ncr crudos1 con1o los xanke es. f>unto final, casi jan1as tira a alegrona i de véras fi stiva, las pu e s. mas veces a monótona i lánguida, i casi sien1pre a on motivo de la indisposicion de la señora de insípida i desabrida. P ro ese es el de~tino de 1irándola, no se pudo dar ni el d o min g o, ni e l nuestro desventurado p e rió dico, en pos del cual jnévPs a Ernani, ó pera d e l mod e rn o co rnp osi t o r nos arrojaRlos con toda la fe i el vigor con qu e Vcrcli, que d e sd e Rossini, B e llini i D o nizr tti ha · El Tie11tpo, El Porvenir, El Clnnercio i la Gacela ido la e~trella re fu lj e nte de la p era llaliana, . i que Oficial, se lanzan, ciegos i denodados, en pos del d esd e hac e rnu c hos años ha h ec ho lns d li c ia s de suyo, sin tregua ni descar•so, sin arredrarse jamas, todos los teatros de Europa i lo "' 4 s taclos U nid o c o n sin pararse en pelillos, i sin que lo~ detenga nada, .. us ope ras '' 1 Lo1nbardi," "Nabucco," '' Attila," ni el cierzo, ni el vendaval, ni el aquiJon, ni el '' Jlfacb etto,'' '~ R ·igoletto,, "ll 11-ot'alorc" i '' La huracan, Tra viatta,'' i otras, siendo " Ernf¿ni" una de las Ni el arjentino patnpero, 1 mas populares. Pero en cambio, 1 variado espec· (Aunque, por ser arjentino, táculo del domingo, es uno de los gue m ejore s que Carnbiar pudiera el destino se nos han ofrecido hasta ahora. El l e ctor puede Del mas denodado i fiero.) juzO"ar de él al sabe r que oímos casi todo lo m ejor Mas se no' olvidaba una importantísima cosa: el de~ orma" ·i de "Lucreaia" i el fan1oso duo de destino de la Gaceta Oficial, otra L"·riatua ra desva- '~ 1 Pu1 itani" : lidn, que no sabemos cómo ha venido a enredarse ._ ouni la tro1n l/a int ~r épi rlo, (.r tambien en los dientes de nuestra pluma. En mala ej e cutado por Jos se ñores Luisia i Mirándola, i en hora se nos vino a atmvesar en el papel. el que aqu e l ganó co mo c antor e straordinariam e n- Lectorcs se halJarán muchos . te en la opinion de un público r e du c ido p e ro se l ec to. Que digan que su d e stino Pu e de decirs e r¡ u e el s e ñor r 1 irándola h1zo c·l g ns· Es instruir de continuo, to toda la noche, como s e dice , con su s eg ura, ro- Pero los "l e ctores duchos busta i adrnirabl e voz, la que, al fin, d e"' pu e s de Dirán que el de hacrr cartuchos. cuatro 0 citH .. :o h oras de continua tare a, rstaba tan I no les faltara razon, pues eso viene a ser en fresca i pura como al principio. La señora de Lui­ren1ate de cnentas, o en definitJva, cotno ahora se sia nos encantó aún mas, si en be, con us bl ·1ndos us~ decir, el fin final de todos nuestros periódicos, , i vigorosos acentos; i no exaj c ram os en d e cir que, que algunos compran por patriotismo, i sin SÍC]uicra como cantarina i actriz, se ha exedido a s1 n1isrna ojearlos los entregan a su de tino; otros por serles en e ta ocasion. indiferentes los dtez o doce real es de la su ... cricion, Recomendamos a los aficionados qne no pierdan obrando con ellos deltnismo n1odo, i algunos pocos funciones como la de que hemos dado cuenta; i a para leerlos, formar colecciones i l1acerlas e1npastar los entusiastas'- uplioamos de nuevo no .. Qan atolon­a la rústica. drndos para aplaudir, i gue entiendan que,' a i co- Ma~ volvamos nrriba, para dar cuenta de ]os rno dos i dos son cuat~o, no ' S aJ prin~ipio de los últimos instantes de las fie!'tas, pues por fin mu- bellos trozos que se palnlotea i aun se grita, si110 al ·rieron; mas como aquellos judios i usurero~, que, fia, i esto con el lau{labil ísirno objeto Cle no desper­despues de haber empleado su vida entera eB estor- diciar nadita de lo q ne debe o irse, i lo que, con mo. cionar a los pobres, u los perdidos. a Jos arrancados, ~ tivo de lo esten1poráneos aplausos, se desperdicia . a los quP.brados, a las viudas, a los huérfanos, eles- I=>ara servirnos de térn1inos tnúsicos, debe aplaudir­pojándolos sin misericordia del último óbolo de su dirsc a ternpo B·iusto. bolsillo i del último sustentáculo de su honra, ya al E u cuanto a los fumadores en el teatro, no hai morir, movidos quizá por el remordimiento, o mas ya ciertan1ente mas rernedio, como dice .El Ttiem¡1o bien por la van&¡loria, han borrado 3U testamento \ a tcmpo giu.$to, que entregarlor; a los capuces. J n o· • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • • • • 2 f:JlBLIOTECA DE SERORITAS. sotros los entregamos con alma, vi i corazcm, ro todos Jnos de por u acriso-aunque nos desafíen. Parará en tres o ualro b 1 lada hon , por lo bueno de obra , i sobre zos de corcho, o corchazos, a treinta, veinte, diez o todo, por su esnctitud, cualidad nada comun entre cinco pasos, que por la distancia no se disputa ja- nuestro! artesanos. mas. El jóven Rafael ArnlE~ro, hermano de la desgrs- El domingo fué di a grande en Bogotá: fiestas ) ciada cuanto hermosa J_,uiso, cuya historia odos co­a beneficio de Ja constniccion de dos puéntes; fun- ocemos i todos lamentamos aún amargamente, mu· cion vaiiadísima en el teatro; una fatnosa soirée de rió como su herrnana: en una eazerfa en Saldnfta, bodas, i la fiesta de San apoleon, para cuya cele- una bala Jo atravesó casualmente. Unoa dicen q,ue bracion dió el ministro frances una espléndida co- él mismo, al tom~r la escopeta que traia tercitda, mida, a que fueron con\·irlados el cuerpo diplomá- para tirar a un moDo que se le presentó eon suma 1ico entero, los altos funcionarios de la Confedera- rapidez, se ent·edó en nJgo i la bala alió i le afla­eion, del Estado de Qundinamarca i de la ciudad vesó la cabeza por la nuca; i otros afinnan que de Bogotá. He aquí el programa de los diferentes fué alguna bala casual de los demas ca~dorea. as platos i viD&S, qoe publieamos a peCicion de varios ~ sea J.o qae fuere, el acentecimieRtO eS" sumamente t'&&tr6nomos: klmentable i tiene consternados a sos D meroaos Díner du 15 aotil. amigos i a su infortunadfsima famiJ.¡a. La &e!iora Mereédes Cordovez, esp0Sa dpa.de ha­. cia diez meses J~pénas de nuestro jo"fen a igo el señor Guillermo a·,in, es la víetiaa te­mana, que, sin duda alguna, i con la ma,ar razoD del mundo, ha .eonsternade mas universaJmebte a Bogotá : buena amiga• bonda.dosa, JJena de espíri­tu, anjelical, f;~Yorita de una fam "Jia que, por aus Potagf~. Potage de Riza 1a Crecy Potage a la €albera. · rs d'mnvres. • Petits patés chauds aux 'l1 ru1fes. Rele\?és Poisson en Cai Filets de bmuf a la Peysaane • • Entrées. Filets d"e volaille a la HollOndaise. Cotelettes d' agneau á Ja Pérjgueu%. Canetong aux olives. BscoiGppes #le :vea o sauce Gendarme Rótis. Béea•ineB gamies de Crouton,. Di11des Róties. Jambon a la Geleé. Saladea. Légomes. Artichaux· glacés. Petits pois a l'angJaise. Epinards au lieurre Douceurs. Gel~es d'orange. Genoises glaceés. Dessert. Fanchonettei. F uits glacés. ~ ru1ts. Vine. Haut Sauterne. St. E ... téphe. Chateau aut Bryon. Ohtíteau Laroee. • • Ults Oham Champagne ,.,.&"'••• Opo to. virtudes, su amenidad,. u buen tono, su cempla cia,.e&nsecueDcia i jenerosidad, oeupa unlughr tigu.ido en nuestra sociedad, la sefiora de ManiD ha dejado en eJla un va~ío dificil de llenar. • • Hemos recibid · te emitido forma de car de una a , al puhliear. , tenemos que hacer aJgmoos obso Yaeion a sati(jr; ue no somos los autores de lbs a fi os · ; que no pmbemos quien sea al que se ocalta bajo ese eud0nimo; ni h\mos caidado de saberlo, poes cormrantemente rectbitnds artículos, sin salle.T de ,d .- de ierte nuestra tarea ent9nces no es mas que ~minar · erecen o no ser publicados, como ha cedido cbn e} de hoi, firmado Rufina, nb tenia; do Ja menor idea de quién pueda ser tan gall r~a i pa · finalmente, que p todo,s • eulos, anónimos o no que nos e contra de las ma tJfBbre d~ los Q 1 aán mas, que les cprrejir~moe,. ea pto os Beft po ~blo, corno ha suc dido co ue oi )usttrtamos los errores ortograti,qQ puedan aiJ 1 eer. eria lástima · Ruñna !llo siguiese leyendo .{.a ·~ria df gozar con artículo E · ·to Zema, Pilár · --""" favor···- , Le aconseja es que tl pósito, como con e IJo tan exajeradamen od , lo Qléjor e e Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • BIBLIOTECA DE SE~ORIT AS . Figúrate que ncabo de lee r en In B iblioteca de .efiorit,Js un artÍclllo, cuyo mot e es '~ 'l'rnjcs detna­' Stad~ d scotados ,, : et é l se permite el articulista leen· que ya las s no rita · no He van j u bon pren d ido ~\ las e n ág uas, e .. -aje rando a si n uc-tra moda de raje ~ d ~cotadGs: este es un atrc •.rimicnto sin l í mi· te~, i d ic.e que no comprende cómo l os cscritorPs de o . ..:turnbres h.a n podido pertnanecer callado en pre cncia de una n1oda qu e no se atreve a calificar; , . yo s J, crertatneBte no cotnprendo cótno el redactor de ese periódico ha podido perrnitir que su col utn­nas se Jlenen con sandet:es d e e sa clase. P e r o ya se 1.::é, ~ falta de nlgo su;:)tancinl con que ll e nar s .. us per16d1co~, que nos entretu,.,iern) hnu cojido por d e lante las tnayorPs futileza , pnra íil::!lidiarnos i hacernos perd e r el gu~t@ por la lectura. Ya yo le dije a pnpá qu e r e tirara ~u su~cricion de un perió-dico que no hacia sino insultarn os; i aunque él dice que no lo hnrá porque a él le parece bu e no i (}Ue así es cozno le gu.-ta que esrril:>an, yo he jurado que si lo traen no Jo leo. iVl ira, Carlota, es tal la indignacion que me ha causa lo el ar·t Ículo, que si yo viera a su autor., f e ha brin de dar mate ria para '1 u e escribiera. }' n el priruer nlotne nto tu\· e intenciones diab ó licas; pero al pensar que e~ta sociedad ii1justa n o nos p er1nit c l a defe nsa cua n do se n o:s a-tncn, ni la vindicacion cuando se nos in .... ulta, me calrné , i h e r esuel to OlaS bien que conve ngamos todns , Í te Jo uig·o desde ahora, e n ir a Ja próxima tertulra co n !lUe~tros trajes de cuello bien alto..,, i . i es posible con u na corvata de c uatro d edos d e ancha, para ver si así están contentos Jos señores n1 o ralizador e s de c-os ttl n1 b res. Tarnbi c n habla el tal articuli'"'ta del poco aseo , porque sien1pre 1 ~ ha enviado sus artículos con es ta firma, i que él jamas se ha cuidado de saber qu1én cs., bastándole solarnentc fijarse en si los artículos 1n c recen o no la publiL~acion; pero yo estoi bi e n segura de que él sabe n&ui bien quien es e~t e señor, i aún mas, creo que lo,;i él misu1o no es el autor, él es por lo n1énos quien lo ha invitado a ~ue e~c•:iba contr~ las rnujer cs; i si rto, npo~tetnos S a que sa yo escnbo un artículo contra las malas ~ costuanbres de los honlbres, i se Jo envio sin mi firma, no lo ad1nite i exije el nombre d e l autor, i despue$ no Jo pu bliea, diciendo que no le parece adecuado, solo porque no es contra las tnujeres, único blanco de sus sandeces? Para nosotras no hai S j ustieia, querida Carlota; así es que debemos re!ig- < • • narnos lin1itándonos a nuestros en tre nosotras mismas. pocos desahogos Adios mi buen· amiga, hasta prometo darte un buen abrazo. mañana que me R U F!NA. El chocolate. (Fragn1ento de un poema épico.) Cantó con r o n c a voz el ciego Homero D e_ l aturdido Aquiles la ve nganza; 1 SJendo un viejo c hocho i majadero, J uzg·alo el puco lo digno de alabanza; Un a~ un to mas noble yo prefiero ~?nde u o habrá ni guerra, ni matanza, 1 una sola t orme nta., ni un con1bate : ui ero can ta r el dulce chocolate .. En los jardines del Eden habria D e chocolate bienhecl1ora fuente, Que, salpicandG espu ma, correria De qu es en hondo cauce blandamente· l des pi di L ndo a ro1na, arrastraria , lrnpetuosa la rápida eo rri c nte, Entre areuas de blando bizcoc hu e lo, • L os d ese u ajado -:- tr o n co ~ del canelo .. El blando ruid o de antoroso viento Que sopta de un j a rd in en tre las flores; D e l trovador e l arrnon ioso acento · EL du!c~ l anu~ntar de los 1Uf. orq u e s i e l o r o vil n o rn as pu siera , Grn nde cu a l tu e spl e n do r tu infa mia fu e ra. r~ s t as que escribo, intré pidas i bravas, No , ilu sos, las llatn e is o c ta vas r e ale s, S e n ci lla m e nte las llamad o c tavas, 9, si os pare ce , o c tavas nac ion a le s; Qu e n o ya de la s r eg las so u e sc lavas, S in o qu e s on libé rrimas, i g· n a le s; Ni son el monop o lio d e l tal é nto, Pues ya rebuzna octavas un jumento. ••• • Hasta . Lóndres. ( C ontinu a cton) • En e l d e partame nto de Jas joyas de la corona se lleva la pre fe r e ncia, entre los cuarenta obj e tos qu e una mnj e r e spre same nte e mpl e ada ahí s e fíaJa dia­riam e nt e por lo n1énos ci e n vec e ~, la pila d e agua b e n di ta de puro oro i qu e ti e n e c e rca d e cuatro p1és d e pro f u n d id a d . 'l,ambie n m e r ece parti c ular ate n­cio n e l b ast o n de San Eduardo, rei i confesor, d e oro 1na c izo , que ti e ne cuatro pi é s i medio de largo i ocho hb r as nueve onzas de peso. Una cruz forma l a cabe za del baston, en cuya mitad se h a lla una bola que enc ierra una astilla de la cruz del Salva­dor. Es de notarse ademas el águiln de oro, que conti e ne e l santo ó l e o que sirve para la coronacion d e lo s r e y e s de Inglate rra i la cu c hara d e l mismo m e t a l e n Jon d e s e va c ia aquel. Esta á g uila fu é trai d a por un obis po d e la abadía fa·anc e sa S e ns a In g latcTra. Por mu c ho ti e n1po fué adorada con1o un mi l agr o, pu e s se c r c ia que una á g uda viva Ja h ab i a tra ido cl e'l ci e l o. Finalme nte so n de n o t a r se tatn bie n )a s d ife r e ntes coro na s qu e h a n s e rvido para c o r ona r l os d ife r e n te s r e y e s d e In g laterra, entre la s cual e s b r illa p o npos am e nte Ja qu e adornó las si e ­n es d e la r e i~ a Vi c to r ia, ll e na d e p e rlas i piedras precio a s; la fu e nte d e oro , que ti e ne casi tres pi é s de n hura, i d e la cual, e n l o s banquetes de la fi esta d e la c o r o na c 1on i otras fi e ~tas na c ional e s, e l vino brota a Jo alto e n dife r e nte s rádios; i l os dos vasos de oro divinam e nte labrad o s, en uno de los cuales b e bió tarnbien Guille rmo IV en el fe stin de su co· • ronac1on . C o n e l g rand e ince ndio d e la Torre a fines d e 1 8 41 , la s alg. de ]as j oyas corrió el n1ayor riesg o ; pue s el vi e nto soplaba con fuerza hacia allá, i nadie podia prest ar ausilio ninguno para salvar tantas pre­ciosidades. El guardian de la 'l,orre no tenia aino la! llavee esterióres ; lae de la peaada i artisf ca reja d e hie rro estaban en manos del Lord mayordomo . Fué pre ciso rompe r esas r ejas, desRues d e un titáni ­co trab ajo d e v e inte minuto! ; i e ntónces los cua ­r e n t a g uardias d e la T o rre ll e v r o n todas las j o yas d e l a coro na d e In g l a t e rra a la ca s a d e l go bi e rno. Ni l o m a s m í nim o se p e r d ió ni s e dañ ó. La sala de las joyas n o s e nrd ió por fin, p e ro e n lo d e mas d el edificio hubo una pérd ida calc ulad a e n 250,000 l ibras es t e rl i na~. Y a e l 16 de o c tubre d e 18 34 las casas de lo s L o r e s i d e l o s C o mun e s habian sido pre sa de Ja s ll á rn ns ; i d es tle e ntón ,: es s e ocupan e n la cons ­tru c ci o n d e un sob e rbio e difi c i o , c u yo fr e nte ti e ne 600 pié~ de es t e n~ion, i a 1 fin d e est e fr e nte vi e ne una tórre d e 3 0 0 piés d e altura e d i fi c ada s obre una ba se d e 100 pi és .En las cas a s d e l par lame nto de­tre s altos , di cen que van a l e vantarse torres octago­nal es cubi e rtas d e estaño. Otro g·rande i nuevo edi­fi c io , qu e no pue de uno ménos de ver desde la ca­lle, al pasar: e s la b o lsa, ruya ptimera ptedra fué colocad a en 1 8 42 por el príncipe Alberto, despues de que la antigua bol s a real, que fu é por n1ucho ti e mpo e1 punto medio d e l comercio del mundo e nt e ro, fué d estruida por un incendio en enero de 1838 . Para un di a en I..~óndres i qué otra cosa ~odría · mos visitar sino el Túnel. Allá, pues. U na de las aplicaciones tnas admirables deJa fuer­za me c ánica es sin duda el célebre Túnel por deba· jo d e l 1'ámesis. En 1799 se hizo un plan para cavar uno cerca de Grnvesend; pues se reconoció la nece sidad i ia enorme ventaja de una comunica­cion mas f ,ícil entre una i otra ribe ra, la que, por no poder haber en esa part e pue ntes con motivo d e l gran movimiento de buqu e s, era dificilísima. Pero la ejecucion fu é abandonada por grandes di­ficultades que se prese ntaron ; lo g¡ismo sucedió con otra empresa igual e n 1 8 04 para abrir un túnel por cerca de d o nde e xiste hoi . P e ro ape sar de todo no p e rdieron el ánimo los inglese s ; i el plan he­cho por Sir lsarnbert Brunel, frances de nacimien­to, fué aprobado por el parlamento en 1824 i la obra mandada comenzar inmediatamente; obra que, a pesar de grandes trastornos, d ificultades i de· rrumbes, que orijinaron en el trabajo una ~uspen­sion de siete nños, fué victoriosamente concluh.la. El Túnel se compone de dos pasadizos o corredo­r e s d~ arcos de Jadrillo, de los cuales el uno está d e stinado a servir para !os carruajes que van de norte a sur, i el otro para los que van de sur a nor­te. El largo d e l T 1ínel, que está constante mente iluminado por grandes reve rb e ros de gaz, es de 1,300 piés; cada pasadizo ti e ne 14 p i és de ancho, con las ace ras o enlosados que hai n los lados para los de a pié. Entre el fondo d e l rio i las cima de los are~ hai 15 pi é s de ti e rra d e espesor. A ios lados hai tendales de mercachifle s, que venden por- . ' • tamonedas, cigarros, aguJas, almanaques, dulces, guias de Lóndres; i, puede d e cirse, que en el Tú· nel es el cuartel jeneral d e l o s ladrones de bolsillo, a pesar de cuatro o mas jenuarmas que hai nhí cons· tante tnE:'nte ... Pi e nse el l e ctor que la dicha obra es­tá he c ha por d e bajo de un rio tan grande como el Magdal en a casi, i que constantetnente pasan por encima los buques mas pesados del mundo; 1 lo que es mas de notarse, que ni una gota de agua del rio se resume abajo. Era ya tarde, nos fuimos a comer al hotel i resol­vimos no irnos esa neche pata Par· sino ft J di a si -. • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • BIBLIOTEOA DE ~ERORITAS . Una de vi no tinto. • • • • • • • • • • • 5 Gastos de cocheros, &. &. . . • • • 7 ~ 50 Ad etnas: Visi tn s a los monumentos de que " " guiente mui temprano. Era preciso ir a pasar la noche a alguna parte: al Coliseo a ver el panora­ma de Lóndres· a donde madan1a Tu~saud a ver sus estatuas de ~era; a un Casino a ver bailar,o n la ópera. A la ópera, dijeron mis compañeros. ~llá nos fuímos, dcspues de habernos puesto de trros largos, esto es, casaca i guantes blanco~. .... q u ella me la prestó un compc:1triota, estos los cotnpré al pasar en la primer tienda de guantes que encontré, por dos chelines omo 1· casaca me ve nia derna­siado apretada i era la primera vez de mi vida que me ponia guantes, estaba yo de la figura del diablo i tan incómodo que no sabia que hacerrne, gruñen­do contra esos e~ttra9o" ingles··s, que no pe~·mit~n otro vestido p,ara su opera, bien que, para evitar In­convenientes, tienen en la puerta casacas de alqui­ler. Despues de estar ya instalado en mi asiento~ la casaca ernpezó a interrumpir Ja circulacion de la sanc:rre por tni cuerpo, i empecé a sentirme n1al. RÓ hablad o, coches,&. & ..•••.. 15 chelines. El ciccroni ••••••••.•••••••• 9 L os guantes .. • • • • • • • • • • • • • • 2 .La C<'l ... aca .••.••• , • • • • • • • • • • 4 Entrada a la ópera ••••••••••• 30 ,, , ,, , · Suma total •••••••••• 60 , P or todo 5 libras esterlinas i lO chelines, esto es, 1 7 pesos fuertes. ( Continuará. ) • Recuerdos de ahora seis aftos. Le ~onte el afan en que me hallaba a Bastida, e l TORos EN PLAZ.t\. ciceroni, i este tne llevó a la puerta, i por cuatro l. chelines de alquiler me dteron una casaca que m e No era bastante que D· Santiago de Garzaláin i venia bien, recibiendo e n prendas la de mi campa Almecántariz tne probara con do ... horas de tru e nos triota. ¡Qué tan oprimido estaría· cuando n1 e r esol· que mentí corno un beJlaco nl decir que é l está ví a ponerme una casaca alquilada! Los guantes cornpletamente en, sns ci,¿co, pues ensord _, ció üe un tatnb1en hubiera querido. quitármelos, pero no era oi lo a una de las espl,)siones del combate de ,.l'ra­posible. R esignacio n, pues, que ''El Profe ta," falgar, sino que tambien Mngdnlenn me habia de óp era de ... feyerbeeer, va a indemnizarme comple- rec1bir con dos piedras en Ja mano, i gracias! que tamente de todas mis penas i humillaciones. con cuatro hnbria sido st no 1n e hubiera ocurrido Se ha élado la señal; la orquesta comienza la hablar de la titáni ca influencia de sus ptcantes in..,­obertura: ¡cuanto nlú ... ico, Dios rnio! Qué dulzura, gros ojuelos; porque iernpre la voz que halaga, qué armonía 1 parece un sueño! 1 el t e atro 1leno aunque sea con la verdad, hace vibrar suaveanen­ae jente de alto rango. La reina Vic.toria en su te la cuerda de la sat1sfaccion. palco real, Lord Palmerston, Disraeh con su fa- Entraba yo pues a e-.;a casa que, merced al n1ag­milia i mil mas. P.ero eso no es nada ; cesa ya Ja n e tismo, a ciegas e n contraria , cuando me sale al en­obertura, se alza el telon. Qué canto, qué artistas, cuentro l\1agdal e na, con una bata moradc1 n1al ce­qué decoraciones, qué to o! l\tle atuPdo, me des va- ñída, snelto el cabeJlo i una peineta en la rn a n o a nezco, me he quedado con la boca aoierta tres cuar- guis, de desafiarme, que en v e rdad aceptara e l re­tos de hora que duró el primer acto. 1 en los dcl- tosiendo a peinetazos, i peinetazos de un:-ts manos mas me ha sucedido lo n1ismo. Los anabaptistas me por las cuales sin hacer. un jesto me deja ría arran­han" gustado estraordinarian1ente: ese canto ron co, carel eorazon. ''Es po-.;ible 1 me dijo, con que a lúgubre, severo como si viniera de otro mundo; estos cachacos no se les puede d eci r palabra s1n que esa marcha de la coronacion del profe ta, tan lenta, Lo cuenten j lo publiquen en el acto i lo pongan a eircunspecta, imponente i melodiosa; esa cucHfrill~ uno en exhibicion?, · de los patinadores, cosa nunca soñada por un semt- ¡Cupo en tal belleza tánta alevosía t salvaue, es encantadora: los techos están llenos d e H d.. · d 1 ·rt nieve0 los árboles s1n naja! i cubiertos tambien tlc . orrores me 1] 0 , 1 a mo 0 e e e~perto mt 1 ar, · '1 · J d . alJ, de~pues de temiendo aplacar .. e, o lo que es lo m1srno, que se le nieve o ffilsmoqu e os pra os. 1, ~ ) b l . . JI , e . . 1a coronacion se baila sobre el hielo una cuadrilla ) aca ar~n as. rnunicJones, amo a oncepcton 1 1ne · ' - · . · b 'l .· · ~ la echo enctmu como lanza sus perros el cazador. por vetnle o treJnta balladotes 1 aJ aunas con patl- ~ " e " d h . u d" , ?, f , ne~. Es· una escena que no pu edo describir. Fides la . uan ° a VlSt~ , · que_. m e e pata tus· u e d d 1 [1 t h. ~ 11 Qué bi~n ' su exabrupto.'' Senor1tas, ÜIJe yo un tanto r epues- !Da re e b pr 1 o e a, mt e. tzo caslt orar. i t b 1 .. 1 to ya de setnejante sorpresa, señoritas, desde aquella Interpreta a a can art na que a represen a a o::s ~ M d 1 UU b · b · · 11 sentimientos de una madre negada é insultada por e ag nena que d sa_ ef.l mrl Jten,~ ~ub~d a ,gu nijo, pero resignada a todo, aun a desprenderse del . hon_cep c ionMqu c dreclor ar~Cn 1gun rll:en e, a 1 a 1 0 , 1 d d l 1 E d · · 1 a1 tantas ag a enas 1 oncepcJones en e mun- tJtu 0 e ma. re para sa varo. aa ecorac1on d ll d · bl d B t ' de la salida ne1 sol por entre la nieve es mara- o, que con e _as no mas que arta P0 a a ogo a villosa; i el incendio de la últirna escena itnpresio- de hnda.s, ~eJorando lo ~tesente. •.• • • • • • • • 1 1 t d 1 t 1 e~ ctáculo de 1 aqu1 fue Troya: mts cotnpettdorns tomaron na e. a m~. con °d o de error }ue _e E; pe ucho una aliento durante esta peroracior., el perro me cayó ~n meen 10 1 v~ ~tero pro 1 u ce.. m A .. t encima, la madre, el padre i los h er manitos me hi· opera com~ e ·role d p~ra t ~p~·tme[a- v~z. JI/'' cieron en círculo coro de música infer nal, a mí se con~ueEe 1 sor~ren e a~ al eJ~r e lt~o d~s e· me cayó el sombrero, i, lo peor de todo, se le cayó rua oh sa ~oc e~? pegu~ ~S OJ~:t 0 • ;o la a a Magdalena la pein eta, que hice pedazos de un t asc.loc ~ me t espe 1 padr.a . arLas ..... de aqut a cuen- brutal pisoton por alzar mi prenda. a e mas gas os en un 1a en · on res : , Cuenta de Clemente: ¡ Amando tanto obstaculos tan grandes 1 Habitacion dos noches ••••••••• 16 chelines. _ En fin, 1ne dije, mujeres son, mujeres las canten­Dos almuerzos idos comidas •••• 20 , tarán ; un clavo saca otro clavo o ámbos se quedan Dos botellae de ale-ale ...•.•• 1 l ,, ~ adentro : si yo estampo en mis cuadro a toda" la~ • • • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • • • • • • BIBLIOTECA DE SE ORlTAS. • damas de Bogotá, peleo con todas, o por bien ser- 5 call~ndito el dia de ellos ''~ira, me dijo Pepe, vida s e dá la que me itnporta se contente contnigo. > ( qtn e ~ con unos pantalones. Jadr~llo, un chulee~ la­H e cho tni plan, hice una despedida del caso, es de- S gurto 1. un saco raton, parec1a caJa de col_ores, 1 .es­cir, desp e dida tic mártir, azorada i amenc~zante i, taba ~l1sfrazado a su v e z de ave del pa,ra_Jso) 1n1ra siendo l/en ·ada la Jzo~·a tres de la tarde fu1 n sacar d e bnJO de aqu e lla colcha azul (acaso untca colcl1a a U. Sa~tiago ( quiet~, hombre al fin _,'Sc _pacificó l d~ única car~1a, de único dormitorio);:- c\h ! sí; pronto) para marchar a toros a S. V1ctonno. no 1 ~a ven.terlta de 1;'1 casa en que dorm1mos hnrá :\1ucllas cosas vimos en el trayecto ••.• personas año 1 mcd1o; mal cal~ulo es r.ara ella meterse en­tatnbien vimos •••. personas-cosas tnmbi_en ; a que- ~ tre una go_rra de raso 1 un traJe de ~e~la, a pesar Ua5 niñas, v.gr., que no saben masque ?uscar P?S· ~ de que quzen te cubre te d~scubre,-f!ero ~e mas allá: turas a las azoo-adas formas i alzar los OJOS a gu1sa recuerdas aquella andraJosa, an_?el caulo que por de Dolo1osas ~n manera que llatnan romántica i nat7tr c.ll conclusion ll e varon al hospital hace diez ola­que decretnn sea melancólica, cua11tlo rornánticis- s e s 1 .D~ véras~ _hombre! pe. r~ al traves de tánto mo, que no es romanticisn1o, i rneJancdJía. que punto 1 tant~ t~rc1opelo se ad1v1nara el gato por esas no es melancolía son la precisa i esacta esposiclon maneras estup1danlente afectadas, por esas manos ' . d 1 . del ridículo que es ridículo en el o-rado tnas emi- amarradas cotno para que no uren e a navaJa, nente. ' 5 por ese chal que en ella pn rece una gu i lloti u a, ·por ~ Señoritas, dijo D. Santiago a unas damas ya esas caderas en que . sien1pre ~na mtí.cu 'ra d ·e agua relacionadas con éJ qu.c estaban al balcon, no van sentara a las dos mll maravillas. En Ja darna el UU. a toros'? pues segun entiendo es hora. traje es esclavo, en la guaricha dueño: ni una ni -Sj, señor, allá vaanos: es que estamos espe- otra puede ni debe protestar contra los pañales en rando a mi papá que fué a hacer colgar el tabla~o que la. envolvieron. Déjal~s así, tonto: b~stant~ i dispon e r los asientos, dos de los cuales esperamos ~ divers1on no~ daf\ en su calt~ad de matachtnes ;. 1 serán ocupados por ustedes. adetnas, amigo, la democracia ! ...• la dentocracia -':Val vez tendré el honor de ace ptar, s e ñoritas; es delicio~a! déja que la saboreen. beso a UU. los pies.-l\1il gracias, señoritas; servir Siguiendo nuestra vuelta por el pentágono irre-a UU. guiar del cercado, observamos rnucha gorda i mu- No habíamos avanzado cuarenta pnsos, eso sí, lo gordo o flaco, lindo o feo; de esas en cuyo re· lentos, pasos de observador., cuando nos alcanzaron chazo o aceptacion entran ya los humanos capri­nuestras interlocutoras, rematadan1ente apostadas, chos. En cuanto a varones, aquello era una feria: de gorra de terciopelo azul con una pluma blanca, ya reconocíamos al neivano por sus sendas i rolli­chal de an1biguo é indefinible color i elegantísimo : zas pantorrillas i sus carrillos pálidos i enjutos, ya traje de muselina rayada de violeta, vagaroso i ~ al tunjano por sus anchos pantalones i prorogada flotante. levita, )ra al tundama por su cobriza tez i anchas es. -Eh! me dijo paso D. Santiago, deben haber- paldas, ya al antioqueño por su barba negra i ta· se saJ ido por el balcon. (ante robusto, & ; en cuanto al bogótano, no hai -Es que tienen furor de balcon i furor de toros tipo: Bogotá es.n¡¡da o es la República . I~ero, ah! i resuelven ámbos a carreras i atropellones. Al en- señor! campeaban unos figurines ( entre Jos cuales trar al cozo el últ1mo toro . podrá U. verlas entrar a mi adlátere podria sacarse Ja lotería ), figurines la casa~·¡~ si aguarda un instante, entrar al balcon. tan sui géneris, que por serlo tanto no hai palabras Es una preciosa ventaja para nosotros Jos que va- para descr·ibirlos: u nos parecian cosa de ídolos chi­nlos a toros por contemplar a las bellas, esto de no nos, otros como. tr.aspapelados en los archivos del perderlas de \'i~ta ni en el palco, ni en Ja calle, ni pasado, otros como precursores abortados del porve­en el balcon: lá~tirna fuera en verdad. nir; pero ninguno parecia cumplidamente ningü- Pero ellas venían sin el papá, con un hermano na cosa: tal vez parecerán i los podrán describir por único ayudante de campo, i al ver despropor- nuestros bisnietos, o l1abrán parecido i podido des­cion tal entre los sexos hcfrnoso i feo ( i allí nomen- cribirlos nuestros bisabuelos. tian les nomb1·es) comprometidos nos vimos a de- No ya, como en ménos políticos· tiempos, sempeñar el dulce papel de conductores. No os De rrias provecho i de menor estruendo, asusteis, lectores mios, ninguna vieja era de la co- cuando se hacian ménos versos i se peroraban mé­mitiva. nos discursos, se ostentaba nuestra cachaqueria cuol Ll e gados al palco, D. Santiago se hizo el flo- una con1pacta\ soberana falanje. Desparran1ada en jo deber de no desan1parar tal atrincheramiento; grupos, de in1berbes aún por lo jene ral, pues l1a si­yo, que a mengua Jo tuviera ante aqu e llos que ha- do derogada la djsposicion sobre mayoría . de edad ciendo de tripas corazon solo acuden a la barrera en el cachaco, aquí discutian unos sobre si la ro· de vez en cuando, n1e resolví a bajar para instalar- rnántica X preferirá al estranjerito por ser estran­me en la plnz1. Con trabajo pasé po1· entre jcnte i jetito; allí esponia otro que en tal baile un ruhan mesas de Rueda de la fortu .. ¿a, Cachin1ona, Blan- espirituaLizado ~otestó que ya no ponia cierta can­eas i coloradas, 13ishi.~ ~- lll~ gué a la pu e rta trieolor tradanza, i colocándose de segunda pareja en vez i desde aJlí \!omtemplé unus 200 palcos con unas de pasar a la cola, dejó al que hablaba, de galan 2,000 personas~ dan1as sensihilísi1nas la mayor par- de la tercera, siéndoto de la segunda ; que éste, en te, que iban nn~io~as a ver tnatar i estropear' sus venganza, babia cedido al truhan la puesta de otra hermanos, i con el único, unániane d seo de que contradanza, cesion que inciviln1ente aceptó, por lo fueran bastantes los muertos i bastantes los estro- cual se expatrió \'oluntariamente el orador, deses­peados: he aquí la raza humana, me dije, he aquí perado por.que no le hubieran enten4ido la sátira: su sola i e~clu!iva n1ision, LA MISION DE DESTRUIR~ cuando tal \'eZ el otro aceptó kPorque se la entendió ~splicatla ~in d isfrnz de ci vilizacion. .demasiado, gracias a la ~sp1rituaJizacion ;-acullá Pero disfraze! ~¡ habin, aunque hubiera p~sado deelara un terrorista en política de uroanidad que • • • • - • • • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • BIBLIO,.fECA DE SE ORITAS. 7 e sa noche n o iría al baile deJas Fs. porque ya no , Jjt o. R esolve r se , bajar, tore ar i ra e r, todo fu é uno: s~ podia ?ailar e n Bogot á: que ci e rtos pa~a~1 r s ha- e l to r o l e r e v o lc ó e n e l p o lvo lin<.lam e ntc , i, ca so c1an un s1 te d e marzo a las mu c ha cl1a s c1t a nclola s g-ravc l Je r a~gó los calzo n es sin r e p p ere n n o r spe re n, l os qu e es p e r e n n o d esc ':)p e r e n : cho rne fa Ita p o r d e cir,, i ) ra s e can .. Aln rn is man o s para m i es cas o d e co n c ic n cH\ d a r al o- u n a n1 o ra to­de dar vueltas al c igarro i tni s oj os ~e c nn ·nn d e ria al r e vol c a d o atnnnte :.tniéntra s c o'"~ los ca lz o n es ver al cigarro dando vu e ltas: i l o s lec t o r e s d e v e r i s e p o n e e n es tad o d e seg uir vi e ndo t o r o s con en· cotno tardo e n hacer s al ir el toro. P e r o ya cerra r o n t e ra c o tnodidad. ELo. las puertas tricolore s (ya me dí un golp e en la fr e n- -- te i cerré cual bra\·o c o n c~te artícu !o)! i ya s e Señor Director del colejio de la Paz. acercaron los vaqueros al cozo ( i ya ace rqué entu· B ogo tá, 12 d e a g o s to d e 1 58. siasmado el asi e nto. a la m e sa, i al pupitre las p e - I-I e r ecibid o la nota circular qu e , con fe cha de chugas) ; i ya com e nznron a e cl1ar l o s cha1nbuques 20 d e julio, ha t c nicl o U. a bi e n dirijir ''a los dire c­( i ya comenzé a echar l e tras con v e lo cidad d e ta- t o rc s d e Jos rol j io s d e Sur Am é Tica," i o b e d e cien· quígrafo ). Pero, oh dolor! _en lo mas c é ntrico é do al deber d e urbanid ad qu e con tanta mouc tia re­inespugnable de n1i espalda se ha atrave sado u.na clatna U. al fin de eJla, paso a contestarle, aunque pulga, i en lo mas c é ntrico o inespugnable de una sucintam e nte, porque mis diarias ocupaciones esco­vara de premio se ha atravesado un muchacho que lares no m B d ejan ti e mpo al g uno que dar a otras con la sorna i filosofí a de un D. l\1a riano va len tí- tareas . .. simarnente escojtendo i d esprendiendo pañu e los, , Acojo con ·aplauso todas Jas ideas realiza bies que sombreros, alpargatas i mochilas, i e ... tudiando cómo conti e n e el m e n c ionado escrito de U, tale s como la reducir Jos a su mínima e~pr e t..;ion, i cómo adh e rirlo ~ de "aus djnrnos r ec íprocnme nte con Jos te stas que a su cuerpo tan fuertemente que para q u itarJe una por su m é todo, por su doctrina, por su escelencia, en hebra tengan que pasarlo por una rueda d e molino; > fin, nos pare zcan pre feribl e s i recom e ndable s:'' i la mas el muchacho ¡ rasgo de mngnanimidad ina u- de '' comunicarnos los rn é todos de ense ñanza, las dito en magnátes 1 abre una mochila i arroja al mé- simplific aciones i ade Jantos que s e hagan en estos, nos bien intencionado pueblo un aspe1jes de reales, las conquistas d e la cienc ia, &.a, &.a" Mas, como i resuelven Jos vaqueros d ejar al muchacho en sus pru e ba del apre cio con qu e r e cibo e sas nobl e s i pa­empíricas elucubraciones i sacar el toro en obse- trióticas inspiraciones suyas, me p e rmitirá que le quio de los desesperados circunstantes, i yo resuel- manifi e ste tni ninguna disposicion a secundar las in­vo, en obsequio de los lectores, figurarme que es dicaciones qu~ hace U. bajo Jos núme ros 1 i 4. Son una preocupRcion esto de que una pulga ruin me estas: e~té disecando prevalida de su pose cion; i escribo: '' l. Si no hubi e seis adhe rido aún al estableci-u ya sale el toro! el toro! el to1to! " mi e nto que dirij ís, una imprenta, s e ria sobre manera Regla jeneral: todo toro al salir es .el mas brat"o conve ni e nte que Jo hiciesPis cuanto ánte s. Vamos a de todos ; porque obedecjendo a la Jei de que el ra- ~ t~j e r una r e d de luz para cobijar e l continente! Va­ton preso corra a buscar si hai algun agujero e n la S mos a r ec ojcr en ella la juventud actual, con un so­trampa, el toro saJe a escape· a buscar si por donde lo propósito i con una sola anto rcha, van1os a pene­entró le es dado volver a su d e hesa, i como·la pla- trar por las t e n e brosas s e ndas de Jo venidero." za está llena de jente i él no puede irnpeclir gue Contrayéndome naturaltnente a la primera parte sus cuernos Jo anuncien aunque lo exijiera la bue - d e l párrafo trascrito, contes to a U. que nún no he .. na educacion, tiene que tropezarse con algun cu- ). adh e rido, ni pienso adh e rir imprenta ninguna al Es­rioso i ese curioso cae, i medio pueblo gr!ta i otro stablecin1icnto que dirijo; i mas todavía, que no medio rie. 'ral sucedió con el que traigo entre ma- _concibo la posibilidad ni la conveniencia de hacer­nos, escribiéndolo, se entiende, pues aP.esar de que lo ahora ni nunca, miéntras conserve dicho estable­soi bien estravagante no han pintado todavía por lo cimiento el caracter que ti e ne; i de paso digo a U. heróico mis estravagancias que e] pri n1er instante en que no pueda conservarle Cón1o se prendia de la barrera la jente al pasar < ese carácter, s erá el último ele la duracion de él. el toro! qué susto 1 ¡qué apuros f i a(]uel venia < Mi colejto se cornpone hoi d e 84 alumnos que orillando i prtciso era que infinito8 piés hermanos ? estudian lns lenguas española, latina, francesa e in­de infinitas manos mal sobrepue'"" tas exedieran la al- gle~a, la aritrn é tica, cJ jiro i descuento, la contabilir tura de los cuernos del animal; a1lí fueron )as pe- dad mercantil i oficial, ]a jt;ornctría, la j e ografía leas de unos con otros i de todos con los dueños de univers al i la R e lijion católica, habiendo de ~ada tablados que no permitinn que nadie se 1Jasara de lllateria Yarins clase s diarias i una diaria tambien i su esfera. Aquel cachaco vió que no podia pasar, i jene ral de escritura i de ortografía castellana. En haciendo de necesidad virtud resolvió, nuevo l). )a aperturn de estos cursos i en la de los otros que Quijote, aconleter una aventura en obsequio de la proyecto, me han s c r\'·ido de guia las que yo creo dueña de sus pensamientos. Esta no se opuso, tán- verdaderas neces idades deJ pais, Jas indicaciones de to así lo queria ! i él remachado a] compromiso ya, los padres de fan1ilia i rni de.ber de procurar a los saltó a la arena i enarboló un sucio i tr1ste pañue- ~ nii'ios cuya educncion se me confin, una instruccion • • • • • • • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • • • \ .. • 8 BIBI.~IOTECA DE BE~ORIT AS. fitil de inmediata nplicacion i que les sirva de base las insustanciales i viciadoras elucubrncioncs de un sufi'cic nt e para cualesquiera estudios a que hayan de injenio qne desvía i agota en derrames prematuro' con sao- rarse en lo sucesivo. el cauda l de su savia i Ja fu e rza de su corriente. Sie~1 do esto así ¿para qué habia de servir una Una v e z entre mil sucederá que el espíritu ju· imprenta a mi establ e cirni e nto 1 venil que ha saboreado t e mpranamente el deleite ¡Para la impresion de Jos t estas d e enseñanza? de vanidad, resultante de ver en l e tra de molde su E sa seria una tare a aparte, que ni está e n mi mano nombre i sus e nsayos que el amor propio i la be· emprender, ni E:S fuerza que lo sea por los directo- nignidnd d e l público para con sus ti e rnos años, l e r e s de . colejio. Libros estranjeros buenos para ense· h~rán tomar ... por obras m,aJistrale~, una vez entro fiar nos vi e t~en h o i a un J'recÍo Jll e nor d e J qu e t e n· m1l SUcedera que ese_esptTltU reCOJa SUS fuerzas~. Jas drian si fu ese n itnpresos e n el pais; i en cuanto a conce~tre en el estudio, l~s tem~le en la r e fl e x1o.n, los nz. ejore s que se pudieran componer por nu estros ~ las ad1estrc en_ la pru eba .1 las m19a_ ~on prudencJa, conciudadanos h á biles, su publicacion corre~pon_de ánt e s de r epe ~1r l~s suces1~~s ex hlbH;Jon e~, a que el natural i leo-aln1ente a ellos sin que de lo:~ colej1os aplauso obte n1do 1 la nn1bic1on despertadn lo llan'la· se pucrla ayudarl es con rna~ que con el con~umo de rán con afan i. sed~ccion. Pero Io. ~atural, J? co- _ ej e mplares n ecesarios s eg un las circunstancias . ~ m un_ es q~e s~ Infatue, que se_ prec1p1~e, que. c1e_rre i Serviria la in1prentu a mi establecimiento para ~ Jos hbros 1 est1enda e.l papel, 1 moJe 1 remoJe CJ~D la publicacion p e riódica de las notas buenas o ma1a_s , veces su_ plum_a,_ h~c1cndo ~oco a. p_oco 1~ auda~1a a que, por s u conducta en cualq nier sentido, se h1- ~ suple tona _del mJemo, 1~ supedic1al1dad s:mulatt~a eieran acreedor e s los alumnos~ deJ saber 1 la abundancia coll?pañera de la medio- Sobre este particular mi convicciones única tal cridad. Esto es, que haga lo qu e el héroe del1>a­vez, p e ro profunda. Nada me ha parecido nunca dre I s la, cerrar sus estudios i n1eterse a predicador. p eo r en cualquier sisten1a p e nal que Jas manchas En Jos paises libres, en que la opiniones el ver­indeleb le s, i bie n sabido e s qu e la tinta de Gutem· dad e ro soberano i en queJa prensa es el órgano de b e rg no se borra jamas. A Ja r e habilitacion se de- < la· opinion, hni que crea r i conservar Hara esa pren· b e n d ejar abiertas de par en par todas las puertas. ~ sa, cierta dignidad~ cierto santo carácter que haga ¿Con CJUé fin ilnpone r al público en las naturales , mirar su uso como un alto sacerdocio socia) que debilidades i faltas de unas cuantas .criaturas, que exije aptitudes completas i fines honorables. Léjos acaso no distinguen aún el bien del tnal, cuando el de arrastrar de la mano a los niños a que huellen conocimiento de esas faltas solo es necesario a los la arena sagrada de ese c~mpo, sin conciencia de padres i a los institutores, i esto para que las corri- que lo hacen ; hai que mostrárselo de Jéjos como el jan, siernpre con el rnenor escándalo posible? 1 no teatro del saber i del patriotismo. Pero es claro que se diga f1Ue e s e rnal se rernedia con la publ icacion con mas facilidad profanará ese teatro el que entra a de l o.., pre ru ios "'ola m e nte; pues claro es que publi- él sin saberlo i que estará tentado a creer en su igual­cacion de pren1ios, es publicacion de castigos; por- dad con los jenios que verá frente a frente de él en que la aus e ncia de un nornbre en la lista de honor, sus columnas; en Jo alto de Jas cuales nada raro equivale a la colocacion d e e se nombre en la lista será que se d e svanezcan algunos/ niños, cuando dada a la Ye rgüc nza publica. se han desvanecido tantos hombres ••.• Lo~ prernios i. Jos castigos creo que d~ben ser En una palabra, el injcnio tiene tambien ~u pu· ~es e_nctal~en_te pnv~~os con respecto~ los niños. La dor, i acabar con ese pudor, es acabar con la mas sat1sfacc1on I el car1no de 5us padres 1 maestres has- segura P.renda de la lejitimidad i madur-ez de sus tar.• ?1 alumno, co-? tn~to _mayor razon cuanto mas frutos. Si entre ci~n niños que lidian como buenos mer1to tenga. El publtco e~_para el hombre: el disputándose en el aprendizaje i en la conducta hogar pa_t e.rno e~ el foro del ~Ino. . . n 1oral la primacía, se !Jama algunos de ellos apar-t Servtrta Ja Imprenta a mt establecimiento para te j se les da la palma mns o rnénos justamente por la pu blicacion de Jos trabajos literarios de los al u m- uno u otro ensayo con1o poetas o como orad~res, nos~ . . . . se espone a esos llatnados i a los dernas, a que Esta pregunta pud1e~a _llevarme,. s1 tuv1era tle~- ocurran al fraude del plajio i de la espoliacion, po. para dar va.ga_r a m1s 1dea~, mu1 fuera de los lt- porque en Ja dese~peracion de esa Iucha 1 lo falso i rn1tes de una simple contesta:J~n. . . p e ligroso de esas ar,mas se ve ménos que su in- , _.~so. que , suelen llarr,tar ret'?rJca, poétic~, oratoria, mediata utilidad. i Quién no ha hecho un discurso loJICa 1 que se Y? q~e mas, 1 que se ha 1nve~ta~o i aca~o unos versos parp algun alutnno a ~uien se ~olo para las m ed Jan•a~, porque sobra para ~ 1 ~en1o ha exijido el uno 0 los otros, sin v e r que )a nntum- 1 no basta para las n u I_Jdad e~; eso, to~o eso 1 1? de- I e zn no Jo• dotó para produci~ esas obras, aunque, ma.s que s.e Je parezca 1 que Jamas dice relacton a por otra parte, le haya dado egrejias cualidades de la 1dea, stno s!empye a la forma, es lo que sueJ~ en- matemático, de naturali$Ul, 0 dé otra cosa que, sin señarse a Jos n1íios 1 lo que pone a estos precoz 1 por ser mas brillante, sea 1nas sólida, pero del toJo 'in­eso fat~lmente e~ el ~endero de lo que el vulgo s e conducente e n la elaboracion de un exordio o de Jlama literatura 1 poes1n. · . un acróstico 1 1 es de esfe lugar la observacion de 1 c~nndo se provocan esos abortos 1nt e l ec tua~es que hoi en nuestro pais por cada espíritu serio hai co~oc1dos 7~n el nombre de ensayos, obra por !o Je- mil de esas mariposas intelectuale.s lijeras, impal­neJaJ_ de nn~o ~ue no pueden t e ~er e ... pontane1dad, pables i atrevidas que vuelan sin ceEar; pero en esac!Jtud n1 · VJg?r en el pensamiento, porque ~sras ~ cuyas alos no hai fuerzas para nada. 1 precisamente c.uahdad e s ~o V_Je.nen al :o1nun de Ja humanidad Jlllra esas mariposas serian todas las flores de un co­stno con el ~J~r~tcJo largo 1 acertado de las. faculta- lejio en que se hiciera de lo~ consonantes i los pe· des de adquJstcJon; cuando se provocan, d1go, esos l·orntas los títulos mas honorificos. ~ bort~s, nada ménos conveniente que ofrecerles e ir- · eulacio!l por medio de un papel que esté periódica· S. PEREZ. tnente 1ncitando i satisfaciendo a un mismo tiempo (Continuará) .. • • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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Biblioteca de Señoritas - Año I N. 33

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Biblioteca de Señoritas - Año I N. 34

Por: | Fecha: 28/08/1858

• o • • AN"o 1. Bogotá, 26 de agosto de 1858. NUM. 34. Boletin semanal. Reproducin1os el siguie nte r e tnitido, publicado en el ni"Jmero 154 de El P o rv e nir~ para que 1 lector juzgue si la razo n ... tá de parte d e l s e ñor Público Sensato o de n o ... otros. •on este obj e to nuestra respuesta le s e guirci inme d i atan1 e ntc . Aprovechan1os e ta oca s ion para o fr e c 0 r a dicl1 o señor las columnas de nu e stro p e ri6 ~i co para qu e , en caso de que no se corrn, n os diga cnanto n1a s tenga a bien decirnos i e n "-' l e "tilo que qui ra, pu e s vi go r d e todos los nir es qu e con s titll y~ n lo tna s im· orta ntc d e la o bra, t odo Jo g r a n d e i b e ll o de la Lu~c re c ia no entu s ia s mó i sati s fizo al públi co sen ... sa t o 1 t ó nd e s e e ncontraron los s e ñores l {edact o· r es co n l ptíblic o 'run?·u n ? h o r a, e n cunnto a Ja d e li c ios a aria co rn' e soa ·e qucst' or a cli s i len=io '-5 .. . n, 4' . •, l s di r c tnos a los scí1o · re s R e.da ct o r es, qu e ese p a a j e, de puro o r na t o i co tn o una d e d ic ato ria d e o niz e tti a s u am igo e l d is tin g uido te n o r s~ñ o r Iario, no c o n s t itu ye una p a rt e n eces ar ia d e la ó pe ra i que fu é c o mpu es ta spea ebstcdde ]Jla layal que lfu ~ rei. no nos ;orlr e retnlo~. rn n c ho d es pu e s de hab c rs~ r e pre s e ntado dic ha. rue a e e o es e que e .. Jo-u lente nrt1cu o sa p1· ·d · 1 l d 1 d , d t> • t ·' d ópe ra rep e t1 as ocas ion es, en os t ea tr os e uro p e o s . cae o e sn za e _eso ~, e naczone~ es ra 1~1~1'~~' e · · 1 noran los se ñ ó r c s R e dactores ue S i l v a en su po,.sur}uestos, de sz1nplones ele no ·vec'tcntos 1nzl est1nos ~ g. t. l E . t"ln 1· cont'tenc uq11 Pt"l "a ·e ' 1 ,¡;n d l · · d · · ·11 C t'\ V e\ 1 t1 él ( C T n u , c. t... c. J , 11:J 1., e e~, 1 e otras pocas Inocentes sallrt as, no nos r b. z . · d.; ce ~.a ~.a que 11 0 hac e un· a h · d c1te 'Un 1 aur. o Vt ll, " , "") . , "J . , a corn °· parte indisp e nsable, i qu e cotnpu s o \ Tc rdi para fa- LueRECIA DORJIA 1 LA ''BIBLIOTECA DE SEÑOiliT.AS." vore c c r al d istin g· u ido bajo s e ñor iarini1 z) g nora 11 Los señores Redactores de la Biblioteca de Se- que e n la Je,·usal eJJL i e n tantas otras exi..:t en pasajes ñoritas, en el número 31, d l di a 7, ''por no cspo- d e la mis1n a natural e za? nJerse a pasar en el estranjero por su pi nos ignor~ n- S e d ju._t os e itn parci a le s, s e ñore s R e d ac t a r e ~, e tes o ~implones de noveci e ntos milf, simo"' de lei," in~o rmaos d e la s co s as ántes d e esc ribir al públi eo, censuran la primcr:t ej e cucion de la ópe ra Lucrecia pnra qu e cutnplais vuestra 1nision d e p e ri o Ji ... t as ! Borjia,, representada el domingo 1. 0 del corri e nte; para qu e cumpli é ndola, vu e ~tro p e riód ic o pu e da ñ en prueba de su intelij .. ncia i habilidad en el arte , lu c ir digname nt e en la Biblio t eca de s e fíorita s ; declaran, para ante las naciones estranjeEas porsu- para qu e cumpliéndola, n fin, n o os e spo n g ai s a puesto, gue la ejecucion "no l e s satisfizo; i que el p< s nr en e l estranj e ro c o tno supi nos ig n o rantes o público .,-unrun se espresa del mismo mod o , p e ro ~ s implon es d e n o v eci e nt o s mil és imos d e l e i. que htlbo cosas mui buenas, eso sí, como lo ft1é la P e ro si c o nte stnis esa répli ca , n o ap e l c i ~ al es til o parte de la Lucrecia que hizo la señora de I_Jni "'i a, chi ~ t oso : snrcás tic o , al eg r e o bufa n . ro ; p o rqu e i el final de la ópera, en que esta señora i el señor ento nces abandonamos la !iza; no luchamos: nos Rossi Guerra dieron vuelo a todo su talento." No corre mos J •••• mas ! \ 1 u estro se rvid or, EL P U DLTCO SENSATO! Pero es cierto que los señores Redactot·es han · probado tene~ esa inte bj e ncia, o poseer los conocí· I-Ie aquí nues tra r e spu e sta. Cuatro palabras no mientos at·tísticos necesarios para hacer esa cen s ura~ tn a s, pe ro s érias i g rav e ·, co 1no s e la~ pide e l c u e rpo Pero es cierto ese runrun, que solo ellos ftan al s e ñor I 1'(tblico S en sa to , pu e~; ~ i n o lo ... a b e , sépalo, percibido i a c¡ue apelaf.l para apoyar su gusto o su no e s nue s tra c ostumbre u sur '' e stilo cl1i s to~o, sar­opinion ''no nos satisfizo?" cás ti c o, al egr e o buf0 n" e n cu esti o n e s qu e , cotno Pero es cierto, en fin, que entre ]as co s as buenas, la prese nte , so n d e s uyo g rav ~s i sv rias, para lo que eso sí, i G¡UC nosotros llatnamos soberbia1nente mag - basta i ~obra la circunst~1n c ia d e t e n e r que hab e r­níücas, bellezas imponderables, encant0s inefable s noslas con dicho s e nsatL.üno seño r. de una armonía riquísima, solo rncrecian una es- Va¡n o s por p a rt e s. • pecial mencion las partes que espresan los señores Dijim os on nu e~ tro bol e tin d e l 7 de a g o s to qu e Rednctores 1 la r e prese ntacion d e LucT ecia Bo1jia no nos babia No, decididamente no. satisfe cho, i qu e el público runrun (que es, a nu es - i No oílnos con placer i con interes como sien1- tro modo c!e ver, e l d e l Ye rdadero JJ Úblico se n snlo) pre, con satisf:accion i entu iastno, al señor lirr1n· se es pre s a ba d e l rnismo. E ~ to dijimos,i hasta ahora dala, cuando con su voz sonora e imponente cantó no h e mos variado de opin1on ( e nti é ndase qu e n o la famosa cavatina vil'ni la tnia 'Vendetta, e 1nerlitale hnblan1os sino d e su prirn e ra reprc sc ntacion en e l e pronta; aquel alegre i delicio~o pasaje Qllalunque t e atro de B o g o tá). 'rene mos muchos cornpro bante 5 sia, l' evento cite JH"o ~recar fortuna,; i por últirno, en favor: d c nu es tra a s ercion, tnuch o s nombre s pro­aquel duo admirable i sublime con Lucrecia ~ pios r es p e tabl es qu e pudiéram os c itar; n1-a . nos i o oímos tambien con g·usto i cornpleta satis- contentare mos con copiur lo que dijo El Tie1n¡Jo faccion a Ja señora de 1\'Iirúndola, caando cantó d e l dia 10 d e l pre s e nte , dando cuenta de la segun­aquel pasaje NeL/a fatal di Rirnini, i sobr&. todo, da i tercera repre scntacio n d e Lucrec ia: e: El efe cto cuando, con una gracia verdaderamente jnirnitabJr, que esta ópera ha produci do en Jas dos últitnns re· levantó la copa i brindó en la terible escena del peti c ion e s hn sido infinita m e nte tnnyor que en su último acto~ i Por qué el farnoso lt segreto per e streno." E ~ te i -.ifin7:ta ·JJt en tc 1nayor quiere decir ustrfelice, ~.", 4-.a, no correspondió a las esperan- rnucho, muchísimo. I es preci s o que se sepa que zns del auditorio~ i No vi mes todos que en ese si en Bogotá hai alguna persona de véras idóncn momento los concurrentes arrojaron flores i colma-' con1petentc para juzgar de lo bueno o 1nalo de una ron de arlausos a la feJiz artista~ 1 finalrnente~ e l 1 representacion de ó pera; cl l:\ 1 tn ayor o. n1 e nor e ~ cto • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. e · q d be mos hn r h ho o otros, por upue t .. · 1 u bi r m o cr ido ne· i n l mo , pot·q , n coano en i qt1e igo,ro don ri no , i ai Jeru,nsco, don od iSto de l i o modo n i ignor n tod 1 r n d que l ~UJndt., amo 11 i O el' a ello ieedo ~a , nu ~tr prirner bre i lit roto; Emi•·o a to , 1 ios tr po, i Juancho Blanco tno comenz do repred lo d t m fogr do comp tri e ir ut ro mui poco cu n· d i poco por consiguient lo con rft.. bien ser conocido , i por· q mos for or t'n un tomo un coleccion de ello lo m complet q e e pued ice : " J u o o L • · • eca ck e~oritc~ pub · de r {e lo de eo u b , que h e · po re'ffero bajo el ~e dn•mo que e de ep g e e t p rrnfo, 1 q e lle par itt lo' 1 q nda , "L mujer" j" las br .u o L1 ' rticulos son orijinale de e cri o a de costumhr s, bre b i l d 1 m - onz z, ll n1os J de L, jbllottca 1 os e se hall n en los n6m ro ~o todo e 1 pe ...... al e i dico, ( i bieti, • • p r lo útil i d v ' rns serio-. 1 sto no sorprendo ! o otros no 1 echnrno de crio i hemos reprodu­cido, inen~bnrg tttn ianpot·tante cul·to, npesar do Ja nde ta·och z de nuo tro 1 eriódico. ( ) e" 1., f anca'll&cntc; ftO ]Jocle1nos contit¡ua?· ," nos hn. hecho end [lr d 1 n1úrtos pnru e tnn. d cien . j mplores de JlUosta·o nútnero 32. Si es annlo t pn­r qué e 11 m la curio idud ácin ~1 ? M ~jor s ría que hubieran continuado i usí hnbrinn coanpr n­dido mejor 1 id nt ~r u 1 utor, noblo en n fin, pel'o de gr ci d mente dcsnrrollnd , i nudn rnus. eouerdos de ahor seis a os. TOROS E LAZA. • nfrente ni t bl do do nucstrns conducidas c-s tn-b , cunndo el toro, n ro imándo e, Jlan16 n In. puert S de mi miedo. n jóV n hubia dicho qttO e td d dnr~e n no por eguro en 1 b ra·ern, es pura preor.upncion, i v rdndernanonte, n do uartus 1 ~1 u e lo, cunlqu i -'rn se per, nnde de q u . ninn unn fio­r lo pnedc nlcnnz a· 1 "ro no ~o prt'O '' u ptt ron n. í do ~nnti go ni nqnellns Jc nel·n a dntnn ; pu s viéntlotne e puesto n tod clns • de e Jntratie•npo , me obl igna·on u bir nl tnbl· do. o '"oi, no e por-qu , mui n6cionndo d Jos ojos hpg·ros, i po o ojo erdn t n n gros cdmo lo de nanliu Sent.nclo n su p Ido , In contemplab, dando gt·ncias n mt bt~ena fortuna, cunndo tnc distrojí'ron Jos itnpropo­rios bot·n blc el frij ido por un ho\n !,re do ruaua ft u nn gu,arickas qu , e o lo ndns detl'n~ do 1 n ba n·t rn, debajo <.le nuo:stt..o tnbln~o, no querian quo 11utl1 , ni en lns mll ct"íticns cia·cun tnncia , lus imptdi e a·~t disft· tnr ele 1 vi tn de Jq pinza. n e tnbn nlll ol tctr , i llns a todo ta·aneo q uerinn vorlo i znfu han los pié i picaban con oguj ol cuerpo d 1 infeliz refü­ji do lll: cmpen d 1 lucl1 entre él i elln , bnrre­r de po eclio, natur hnente triunfnron ciJa , i yo record a U ll e pre ion de ~ ontonelle : La gracia i la1 u tia on del mismo $eX O. 1 ho tn bre ca 6: 1 toro le di una Jijer trompada, i iguió . " to toros de a l no m tnn, deci un e ueano, e i ·e r l que s cojido por el tot·o, hí quPda o est b tnd vía la pln~n en su má itnum jente de a ¡Ji6 i jente de n cnb lfo ¡ pero poco n po-co se f ' llennndo. uadrHI s do cachacos dnbnn · ueJta p ~tlo revist n lo tublados, i tnanbicn lo hacian nlgunos fa·nncosP.s que, arostumdrados ya n tah~s tiregas, ol idnbnn el e hficativo de b l'hnroa con que nos regalnn iemprc que ~o habl de toro n e~l centro de 1 pfnzn t b In pll , cuajndn d jente i coron d po n seis u o~ho bond t·ilJa~; i un tabl o cnno el 1 cozo, tocabn una bnndn d siea vatsé bambuco, b mbuco i val es. l eua t~ de hor l y el toro n cuestJon er presa d los eAino • e rrs dd i atnrdido por J griterí habin dido tod feroe1Clad j se ntr gnba a tur- ~itt.ft'nJI ~rapos i ih orazon. nos le coji n d O é nos, Otrt1s d 1 bo, O ros tle las piern S j ~,··ehó n n 1 co In ~ be:l p ra ntrns n p r d dt ctl t el or tuvo de rn rti· ro, que e e e 1 zadores bastardos qui-ei ro enlaz r, f or poqo lo nlior-· li J del é gt.tndo to > ubo una sce- ·~·"" ·AI-t ic . echa tr pedazo 1 t blado, eayoron 1 z ic qu o Ja r rod ce por fi Ita de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • 1 • " ~~- • BIBLIQTECA DE SE~ORJT AS . c u a nta s p e r so nas lo o c upaban , muj e r es chs i t od a~, r e dn dos e n los r ejos de los baquianos; pero buenós de Ja 1n a ne ra n1 as tri s te q u e se pu e d e in1aj in a r : Si a u o 5 s e l e vantaban todos. e ra u n c h or ro de j n t e. l.,c1 de l t ~ bl acl e b aj o p a rl e - o hu b o scs to toro, c o mo era de ordenanza en ció por s u pu est o, de l n1 odo co n t rari o: n o que otros t i ern p os: t odo , -a di s rninuye ndo en igual pro· go 1 ~ ra n i so mbre r o a vida: ni c u e rpo c o n1p l e tu rn en- S porc io n ; ·i n o no s qu e dó n1as entretenimiento que te i l eso. J\. d esp echo d e l toro se inun d ó de j e nte , con t e rn p la r .e l n1al gusto _de lllUc_hns danu1s recarga­ese peda z o d e la plazn: unos iban por c ari d ad , o tr o~ das d e zarc d! os, g arg antdlas, pe•netones escandala­p o r curios id a d: e l l1 echo es qu e a ning un o d e lo" 1 sos, a rand e lon e s i nta~í o s de t_odos :olores. ~ad~e, c a i do s suc edi ó nada. "Aquí nl qu e se c ae d e m os ~ tnu c hnc ha s , don Santrag o, cr1ndas 1 yo (yo 1 ct!~­d e cuatro v a ra s d e altura n o l e ... u cedc na da : " pu d o < das; seg un Larra) pa""a1nos por entre dos larguisl­< t g regnr 1 c au ca n o e n s u li b r o d e o b se rva cio n c ~. ~ m~ s fila~ d e ca7hacos que analiza.b~n a gt!tos, enl- U n c h a la n tn o ntó e n e l t e r ce r to ro: los c n o rm c·s puj o n es 1 carcaJadas a todo s e r cr1sttano; 1 con esa b r in co s qu e da ba, apé n ns h a cian in clinar al jin ~ t c carre ra ele tijera, no de baqueta, nos despedimo~ p a ra atr as o parn a de lante : parecia qu e form aba d e Jos toros de Bogotá hasta dentro de un ano, SI cu e rpo co n e l anim nJ, i apénas se sos t e n ia d e un ~ Dios quiere i el tiempo lo permite. ELo r ejo apr eta do e n ]a ci n c h e ra. S e b ajó p or ntra s d e < _ C. P. un sa lt o, i tn ontado e n un caballo , sotn bre r o :\ n ma- < no i seg u ido de una i nj c ntc co 1n i tiva, co tn e nzó n ~ La paloma. p e dir p a l co p o r pa l co e l p r e mio d e l a ~· u ena 'IJlOn - ~ Pc.l l o rpa_ .d e los bo ~ ques, 1\lira que por tí solo t ada. El_ qu e hubi e ra v is to l os t a bl nd~s un m ome n- ~ ~ ~ ~~1 ~fa~~ ~;~ r~ ~uzando ~;~~h~~~~h.o tiempo, mucho, to ántes 1 un m o tn e nt o d espu e s, l1a b r1a n o ta d o u na S v ~s la prad_e r~: que no te veo; d c s¡1o bla c i o n J· e n e rall1ech a c o n1o p o r e n c a n to . Al- 1 b 10 11 .., d e rnt .vHla, i es una1nuerte, _ a ~dond e , dnn e , corres mi ado1 ada palonta, gu n os h o rn bres fl bandona han a s u s se n o ras, otros S ~ ol a i pPrdida 1 vivir sin verte. re so lvian h ace r un sa cri fici o p ec uniar i o a n o n1br e ) ] )~ t e n el vago vuelo Ven connligo: en el bosqu• d d n · otr s ~ :') o c ult a b a 1 tr a-- d e los ndv 1e rr c, adv1~ rt e , p a ra tí guardo e s u 1nn o n a 1 O ._,e; , (; 1 ::s 1 que r ~ in a e n la ll a nura un nido de jazmines, asie ntos ; aqu e 1l os r e unia n llll fo n d o co mun d e c ua- < tr~~ t eza . i tnu ~ rt e ; c lavel i nardo; tro a d oce r ea les · i t e ninn un rato d e tu teos so bre ~ n~ 11 ·n , bi e n ~110, todo de ,flores. . . ' l . . . < co n1 o ncro~ to la s flores que sera nuestro puro qu1 e n e ra Ja qu e os l1ab1a d e atTOJnr: p o rque 11111- < el .o l d ~ c ~ tío. lecho de an1ores. ¿ una qu e rja serlo. El de la 'ln. on.ta da r e unió c os a S 9-~!izá.: ~atnb~ e n tnarchites ·v en, i el man~o arroyuelo de cincu enta pesos, entre ellos u nos tr es r e al e s i d~J ~ 1 d~J a~~: c'anlpos ~~~i~~inu:~t~~0Julce m e dio qu e formaban todo tni ca pila] i que arrau- pleg~ las alas. : ' plácido arrullo: caron un paln1ot e o a la ávida multitud. vu e l\' e a t~ tlldo, 1, noche idia, , . . d o nd e an s t oso te espera si e mpre e~taré a tu lado Uno de l os nlfe re c cs del d1a, echaba cuarti llos 1 tu bi e n querido. palon1amia. confites a los pi é s d e l toro; d ebajo de este los cojian los chinos, porque en e llos el han1bre es ma)ror que César Borjia. el miedo. Entre tanto d o n Santiag·o m e e ntreter Jia con- • * ~ De~ pues de ]a sensacion causada en Bogotá tándon1e cómo s e ju ega n los toros n I\Iadrid. 1\le por la r e presentacion de la ópera h ~ucrecia Bor­r efe ria el apura do lan c e d e l al c ald e: d ánl e siem· jia, '' h e mos creido con1p:acer R nuestros lectores pre e l p e or matal ot e qu e eueu e ntran : e n ' l r e ro- traduciendo i publicando la biografía de Césa'r Ire la plaza s n lun d and o a las aut o ridad t s~ i r e cib e Bo1jia, duque de Valentinois i segundo hijo del d e l c o rr ej id o r la llav e d e l toril, pura f6 rn1ula; ll e - papa Alejandro VI, que merece, por sus malda­ga al toril i s e e n c u e ntra d e n1an os a b oca c o n e J d e s, ser colocad0 a la cabeza de la familia Borfia, toro: p orqu e e n ese n1om e nto nbre n Ja pue rta. D e la familia mas i~fame, mas corrompida i mas mons­ntado sal e a esc ap e e l infe liz p c rsPg ui d o por l::l truo sa que tal vez rejistran los anales de Ja huma­fi e ra, qu e a v e~e s le alca nza i otra s l e p e rrnitc sa- nidad, si bien cuenta entre sus n1iembros a un $a?& l i r sano i salvo. 1\1 e hablaba d e los prog rn rna::) que Ftancisr..o de Bor}ia ( Borjn") i a un F ·rancisco Bor­es pli cn n e l ó rd e n d e lo s lanc es i los p u e ií os de Jo "' _i ia, príncipe de Esqu1lache, bi~nieto de un papq; t or os , de l a s 1nul it ns qu e arrastran lo,s anunales (Alejandro Vl) i ni e to de un jeneral de jesuitas i mu e rto s , de los lujosísitnos traj e s d e l os t o r e ro ~ , &. a" santo (san Francisco de Borja) que fué virei del i m e con ta ba c ó 1no al o s cure c e r, qu e da alumbrada Perú en 1514, i cont-ribuyó con sus talentos a la la plaza p erfectnn1 e nt e nacla ma s qu e con Jas pie- civilízacion del Nuevo Mundo, en donde dió el dras d e chis pa d e lo s circun stant e s. nonlbre de Bo1:ia a una ciudad a orillas del Anla· Elquinto tor o era el n1 cj o r; a l salir t o do e.l mun - zonas~ en la pro:vincia de Maynas. • do g ritó: ese sí! ese sí! Por prin1 e ra op e racj o n co· rrió a la pila i s e paró m a tre ro al pié de sus gra- C é 8ar. Borjia fué el segundo hijo del papa Alejandro das. Esos cerníc alos d e los chinos, Jos chinos l ej J'ti- VI i de la impúdica Vanezzu. J..Ja época i el Jugar n1os, patoJos, d e sombrero d escopado i ruana hecha de su naai miento no pueden fijat·se con e8actitud-: pedaz os, lo provocaban b o jn ndo i su bien do i ti rán- u nos lo creen nacido en Valencia i otros en V ene· do le t oda es p e cie de proy·ectiles. El toro al fin par- cia; pero consitlerando a su padre al principio de ti ó : subió n la pila despoblándola malam e nt e i se su carrera como abogado, esto es en 1447; dándole e ntretuvo con un infe liz que no pudo correr por lo tiempo de haaerse a una brillnnte. fortuna con ella; larg o de su ruana d e baye ton. P e ro hai jente para iaui€ ndolo luego en el oficio de las armas, que le víc tirna. Un bárbaro despu e s ens ny ó hace r d e es- d e "'" anozza: haciéndolo pasar despues de la muer· t á tua i e sp e ró al t o ro con los brazos cruzados i sin S te Je esta vi u da a los brazos de su hija; conside­ln o v e rse: a qn e ] Je tumbó i pasó de carrera sobre ~ rado luego qne César Boajia no fué sino el segundo é ] : e ntó n c es Je g- ritó un catnarada: "Para que Jo ~ híjo de Alejandro VI, i que fué en 1456 que el vea s ; n o t e babia di cho que la chicha d e los toldos S p~pa Cnlisto 111, tio de Alejqndro, lo trajo a Roma, es tn a la 1 ,, 1 uchos caian de miedo i mucho.s en- eR ev.idente que si~te aftos .no 10 demasiado• para • - - • • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • • .. • • l3IBLIOTE0.A E SE~ORI'FAS . • tantos acontec i.mientos; i como ln anécdota escan - ~ neficios de su padre; participacion f]Ue no pudo dalosa ~e Jubo 11, de .que l1ablnrémos al fin d~ sufrir C~ésar Borjia, lleno de envidia por la fortuna este art1culo, no t~ndrta fnndamenlo al~nno st de su hertnano, a quien e l rei de Népoles, por yanozza no se hubtera ·encontrado en Italrn ~n Jn acceder a Jos empeños del papa; habia investido epa~~ de a9. .. uella anecdota, es prob.nb le que C é~a ~· con 1?s ducados de Bcnevcnto i de Pontecorvo, e¡ u e B orJtU nnczo. n enec1a, adonde su rna ch~c se re~n·o , tr~s s1glos rnas tarde otros in ~iden tes políticos, de­cuand? AleJa . ~dro .VI) qne no era entonces stno bu1t~.dar a dos franceses que v1ven todavía. Cesar Rodenco BorJia, vtno a Roma. l~u é, pues, poco 1 B orJla miró con soberbia el rico establecimiento mas o 1n ~nos en 1457, que su n1adre lo echó al ) procurado a su h ermano, i un motivo mas infame n1undo. U na cdurarion brillante desarrollo sus vino a llevar al colmo sus celos. Lucrecia, su h er· facul_tade~. nat~rales. Teni~ una imajinarion viva_, I?ana comun, era al propio tiempo concubina de una ln~eltjel~cta penetra?te ~ suelta, a ~ o q.ue ~grego ~ a1nb.os. ·El cardenal Val e nti~o lo descubrió e hizo con el estud to una elocuencJa p,ersuas1va 1 annnacla, asestnar al duque de Gand1a, cuyo cadáver fué que Jo dotó de medioe de seduccion irresit..; tibJ es. encontrado en el 1.'tber trnspnsado por nueve pu­Pero su inclinacion al critnen se fortificó con Ja celad, ñalndas. El p1.pa se mostró inconsolable por esta de tal modo que hizo un sistema de él, por decirlo ~ pérdida i meditó venganzas terribles contra el ase­as!, lo calculó friamente i lo con1etió sin escr úpulo sino, que le era desconocido; pero muí pronto snpo i sin remorditniento. Vanozza i sus l~ij os no se que era su propio hijo, i como no podia resolverse n.trevieron a presentarse en Rorna in o bajo e l pon- a privarse de él, lo llamó de N ápoles, adonde el t1ficado de Inocencia VIII, en donde vivieron er.. ~ mo nstr uo se l1a bia refujiado, le p erdonó el fratrici· la tnayor oscuridad hasta la exaltacion de Alejan- dio i lo vol vjó a colmar de fa vares. La necesidad dro \7 1. César Borjia fue colocado entónccs en el ele conservar para su casa los feudos que e l rei de número de los príncipes de la iglesia, promovido a l ápoles babia concedido al duque de Gan dia, arzobispado de Valencia en lugar de su padre, en < oblig·ó al papa a substituir al cardenal Valentino a setiembre de 1473, i conocido desde aquel momen- lo hizo morir en un calabozo i se apoderó de todas ménos que aceptar los trescientos mil ducados que sus riquez as. El matrimonio que él aguardaba co· el sultan Bajazet les ofreció por la cabeza del prín· ~ mo premio de este nuevo crimen, le fué rehusado cipe Zjzim; su he ~·ma~.o; i cuando ~ár~os VIII se < por el r ei de Nápo~es, i el card_enal Vale nti~o tuvo adueño de R on1a 1 eX1JIÓ que este pr1nc1pe musul- que conservar su btrreta todav1a por algun t1empo; man le fuese entregado, se dice que fué César ( pero el advenimiento de Luis VII a la corona de Borjia quien aconsejó al papa que lo e nvenenara ~ Francia le dió ocasion de reparar este contratiempo. ~ntes de entregarlo, llevando su audacia h asta el < Este rei pedia en Ja corte de R oma la ruptura de punto de darse él mismo en rehenes a l rei de ) su matrirnonio con Juana la Coja, hija de Luis XI, Francia· pero cuando eJ veneno lento dado a ~ Jo que le fué concedido por el papa, encargando Zizim iba a producir su efecto, el cardenal V alen- ~ a su h ijo César de ir a llevar a P arís el breve que tin tuvo la astucia de escaparse del t:ampo de Cárlos, volvia s u libertad a Luis XII. Este príncipe de que marchaba entónces sobre NápoJes, i volvió a la jglesia ostentó en su viaje i durante su perma­Roma para concertar con su padre los m edios de nene-la en París e l f 1-. ·-~-· Qr 151 tal vez qarf9 &ra~sp IDC)n~ · •rta i tal v.e~ por sus co11 e~ $8 P.~rdiJrG las · El aconsejó in duda .a Juana la .Belti'Aoeja, • al bue rei á lBS ~O!'R de ea · , . G f.Ri 1 11'J ~u viejo qu~ la . , UJO en epoc¡¡ ipu~daGibn del i ,.~, 4~ 110lflt rar~da tarr.e.motq de oi ea favo • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - . • JaiBLLO~rEG DE SE~ · Rl'I'A . 7 • del nido de su excelencia, miéntras mojaba la pluma . , . . en una Jtcaru vieJa, como u an Jos escritorea en esta bendita ti e rra. l\1ANUEL DEf., PALACIO. / C. P. Señor Director del colejio de la l'az. ( Conclusion.) Yo no tengo mi edo en declarar que el espíritu de 1·esuntas tan dominante hoi entre nosotros para tod0~ me parece ridículo, petj ud icinl, execrable. P.or otra parte, si Horacio ti e n e razon en acon­sejar al hombre que guarde i 1nadure por diez años sus obras ántes de darlas al püblico, i se hará bien, hoi que no se trata de estilo i de tablillas, sino de prensa i de libros, en arrancar medio viva Ja pri­mer criatura de un pensamiento aún no formado para lanzarla a que muera quizas de desamparo, dejando viciada la intclijencia jener.ad0ra a que bo· te sus hijos ántes de tiernpo, como sucede a aque- , flas mujeres, mas desventuradas gue las e .. ériles, e quienes un primer alumbramiento inmaturG deja c0rno or-gánicamente incapaces de nutru· i ca 1 ") ntar sus hijos que siguen naciendo tnuertos? > No ni go e l influjo que tiene sobre el desarrollo del esplrit u humano Ja libre discusion · sin esta ni la civilizacion habrin alcanzado el pt~nto en que se l~alla, ni tcndria progreso alg·u no. Deseo, pues, ard!entem~ntc que l?cs sabios discutan; pero me ~ darJa verguenza e l d1a en que mis alun1nos, casi ~ todos r.le corta ed~d, i que, P?r el hecho de ser al u nl-nos tn 1os, se ve b1en _q u~ a pe_nas se están instruyen­do en lo elemental 1 pr1mar1o de a] o-unos ramos del sab e r,me daria Ye r güenza, r epito,e J di a en que elJo s, en vez de aprender su Jeccion, iniciaran debate so­bre ella, ya entre ellos mistnos, ya con los alum­nos de otras escuelas. l\1íéntras un alun1no mio esté apénas in struy éndose n lo que una ciencia u otra tien e de averiguado e incontrovertible yo le impediré que charle sobre esa ciencia, i lo t;aeré a) terreno de simple escolar, respondiendo a sus dudas, i sofocando los ímpetus de audaz contra­diccion que puedan acometerle. I cuando, sobre la base de l0 conocido i demostrado, él se halle capaz de hacer dar un paso mas a la ciencia, de­jando atras a maestros i líbros, entónces de hecho i de derecho no será ya alumno mio; i si discute, será como sabio i con los sabios, i yo lo oiré con respeto i admiracion. Esto en cuanto a Jas ciencias que hacen paFte del programa de mi colejio. Pero U. me escita adetnas a que pongamos en relacion nuestros alumnos mas distinguidos i capa­ces para que "controviertan Jas cuestiones cientí­ficas i sociales que ruedan hoi sobre la gran mesa de la discusion pública." 1i opinion es, pues, que si, entre nuestros alum­nos, por una gran casualidad i por una gran fortu­na, apareciere algun niño-jenio, como llumó Cha· teaubr:iand a Víctor Hugo, le cedamos el paso des­cubri é ndonos, como se lo cedian los patriarcas a los ánjeles i a los profe tas; pero que en cuanto a la jeneralidad, instruyamos al niño; i aguardemos a Vuelvo a decir que ignoro cuál sea el alcance que el hombre en la pleninitud de sus fuerzas, ar- filosófico de los alumnos del colejio de la Paz. En­ranque, sin volver atrasa recoj e r pasos impruden- tre los mios no hni uno solo que pueda tratar nin­tes, ácia las alturas que le señalen sus fuerzas i guna gran cuestion científica ni social. 1 reconozco su destino. esto al mismo ti e mpo que abrig·o la fundada espe- No es, pues, ninguna la utiliJad de adherir una ranza de que la mayor parte de ellos: continuando imprenta a tni colcjio. I tan cierta i tan profunda con la modestia i asiduidad que hoi tienen en sus es esta conviccion en mí i en mis hertnanos, que estudips, llegarán, cuando sean hombres, no s0lo a me acompañaron en · la fundacion del Establecí- tratar, sino a resolver mas de una de esas grandes tniento, que cuando uno de ellos se puso al fren- cuestiones sociales i científicas. te de una enapresa tipog .. áfica, fué su primer pa- [>ero precipitarlos yo, a ellos, felices niños, de al· so el de separarse de toda intervencion- directa o ¡nas sed1entas de ~uz, de corazones descansados de indinecta en el colejio tnismo que lleva nuestro odios, a que se quemen en Ja llama en que arden nombre comun. las cuestiones políticas, a qu e se f;l tigu e n bajo el Siguiendo el hilo de mis re:flexi0nes, puedo ya p es o de todos los enconos que forman l os datos i ca­enunciar algunas de las que me sujiere lo que U. rolarios de cualquier cue ti on socja[, eso no d ebo: no dice en el citado número c.le 4 su nota: quiero, no puedo hace rlo. Sea rual fuere e J incendio "4 Vos sabeis que naila desarrolla tanto Ja in- político que abrase la casa pate rna, en esta debe telectua]Jilad como la polémica i cque sus véntnjas haber siempre un ángulo sagrado a que ese incen­son tanto mayores, cuanto mas pulcra i profunda dio no alcance con ninguno de sus ardores; Jugar haya de ser, por razon del teatro en que se susten - fresco en qu e ~e levante el altna del niño i del ado­te; así es que me tomo la libertad de escita ros a lescente acaudalando te so ros de arnor para sus se me­que pongamos en relacion nuestr~s alumnos mas jantes de cualquier opinion i de cualquiera cla!e distinguidos i capaces~ para que controviertan , que sean, ·por lo mismo que nada tiene que ver las cuestiones científicas i sociale~ que ruedan hoi aún con ninguna cl:1se i con ninguna opinion. Una sobre la gran mesa de la discus1on pública." escuela, un colejio no debe ~er, a mi modo de p e n- Yo no sé, señor Director, cuál sea el número, sar, sino la reunion de esos ángufos sagrados de las cuál el alcance filosófico de sus alumnos; ni sé casas paternas, reunion de gue debe resu (tar un san­tahlpoco !as condiciones esplícitas e implícitas con tuario mas sagrado, si es posible, por no se r el de que se los hayan confiado sus padres. Por tanto me . Ja inocencia de una sola sino el de muchas alrnas. abstengo prudentemente de opinar sobre la libertad Pongamos a ]os alumnos n tratar lo que llaman cues­que ti. ~nga para llenar en su colejio esa parte de tiones sociales o políticas, es decir, lJevemos n los su programa i sobre la conveniencia relativa que claustros do Jos colejios el debate político i su inde· . tenga o no de llenarla. 1 .hng~ esta salv.edad por· fectibJe cortejo de pasiones, .i con esto solo, a pesar que no querría que Uf .. n1 nadre ~~eyelia hallar en .. d~ to~lo esfuerzo.en contrar1o,. Ja fiebre de la pl~za lo que voi a espresar 111 la mas hJera sombra de publica en los dtas de conmoc1on popular ~e hara el cen~ura a su proceder, o a sus propósito~. ) estado permanente del colejio~ reunion de nln1as 1m· • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • • 8 BIBLIG TE C A DE SE~OJliT.AS. .._,-.._,.- ~""'--"--"-'"~"-"'-~--- ------.- -- ...,-.,. - ~ - """ ..... ----- -......___ -- ~~~~ .. .,..._,..~......,....,,-....,..---~-- ,.. presiona bi e s por su n1 io.,¡rn a inoce n c i a, a pa iona o lcs ~ ofici a l s, seri. a n ins ufi c ient e s e n~ r.e a~utnn os de di ~: p or su misma vi r jinidnd. . . . ~ tint~ mora l 1 de d1 ve.r . o .~ •nt1do 1~tel c ~ual ." 81 u ando obs :. r vo l a profu J1da d 1 V ISJO n q u e d ~g-ra- Jnana n a, po r una f e h?; c u cuns tancta, ll __ g at a a ciadanH~ n te ~e h a 1nantcnido ent r e n1 is conci u dada - rr u \1 n Gra n ad a un ~u e n a lumno d e l col~J IO mas n os, d i V isio n n a e ida de u na deje n e r ac io n , v S cie ·to, di tan te de ~' u r .1-\.tn e rica, )10 Sé que hallarla e n to­pe ro de u n a dejeneracio n fg rzosa ~l e l d eba t e polit i- dos l o s bu e nos alun1nos de t o u o s los b~ e no~ col e ­co; divisio n q u e h a da d o a Ja p a tri a: su s p eo r es d i as ji os de Nue v a Gran a da otr o s tantos a1n1g o s 1 otros i a l a hi~t o ria us m ejore'" en...,e ñ a u zas ; cu a n do re - tan t os he rr n an o s. fl e xi o n o sobre esa divj :-; io t! i :--obre s u causa p ri nc i- 1\!l i éntras nu e stra p a tria l o gre conser,·ar en to­pal_," nl c co n~~n do. tl e 01r Jnch ca l: colno í~ h0s d e do~ sus hi jo!S la uni dad d e l se n t irni e nto .ame ricano, unu1 c ar In. n1n e z 1 In adol( scencta d~ t od~~ los p u n- q u e c o n s is t e ~ n e l g ran d og 1na d e la 1gunldad .de tos d l p a 1s, e l de l a n zar las a la d 1sc u ... Jon de las todos l o .. ho n1 b re s a nt e la I e i ¡la unidad del prln­g r a n des. c u e. ti o n es s oc ia le s . Esto n o me p arece ~d~ - ci p i o r e ! ij ¡ 0 o, l a ali anz a d e l o s b u e n o s s erá f~c i l. cuad

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Biblioteca de Señoritas - Año I N. 34

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Biblioteca de Señoritas - Año I N. 35

Por: | Fecha: 02/09/1858

----------~------------~~------------------------- .--~------------- • • • • ANO I. Bogotá, 2 de setiembre de 1858. .NUM. 35 . • Boletin semanal. , a dar, i al público a que asi sta a ella. Es intieo-a .. n amiguito i paisano nne tro , que no lr'a in ven- b~c que E1·nani es una opera de pri1n~r órden, que tado la pólvora, como se die , n os r efe ria una v ez bten puede parangonnrse con las m ejoTes de los sus ~1.:\sgT~c~as en los n egocios} i las calabazas que cotnpo"'itores italianos clá icos, por mns que se haa habta recll:üdo en sus atnot s, i concluin trist e tn \n- lo contrario. E s preciso no preocuparse contra l~s te u reJacion as(: "Ai 1 atnigo: n esta ti 1:\ rra ya obras dé st g'r an co mpositor rn otlei·no, por e l é ... ito no s_ab_e uno qué camino tomnr j si h ace trntos,pier~ no mui fitvorabl e cle la ejec uci o 1 de :Ernani, i los · de, 1 SI se enamora, tnmbi e n pi rd e !'' E sto mi .... rn o que asi .Aan a la r peticion de esta ópera, i a :Attila, n otro s e ntido os f!Htsa• n n osotro , qt-t e , ~s pr ec1'"'ó l lfu be"lto e I t Trov atorc, no podrán ménos r\e for - confesarlo sin falsa n1o 1 stia, tampoco l1 e n1 os in v e n- Jnarse una alta idea ele é l. " tado la pólvora. 1 Í no aproban1o ~ Jo qu e no m e r ece ~'i Vi•rnani produjo una impresion d esfavora bl e; aprobaci on, perdernos, i si elojihmO;::s ~ 1 ve rdad e ro con Luc.i'fl de Lammernloor ha sucedido todo lo con­mérito tambien perden1os. i Qné catnino tomar, trc.trio, i aun diremos ma s, ning')lla representr fe del ; mundo, hnga tnos los el o - · tia ció en F~ é r ga rno en 1799. D e'"' pues c.le hn ber jios que se merece algun cabafJero djstinguiJo¡ al- apre ndido l os ru di m entos ae la tnú ica e n el lic eo guna obra buena, o cualquier otra co a a í. Ni de aqu~IJa ciudad, t o mó lecciones del célebre 7Jl rle s­ap e larernos a aj e nas opinione para apo yarn os, pu0. tro rli C a,1h:.lla Simon Mayr, i despurs fué di.:cípulo aqu e llas de nada nos valdrán para dis,·ulpar cual- de Pil o tti i de i\l a lt e i en B o lo nin. Apé naste rmin6 quicr desacierto en que incurramos, ni para qttc de ~ sus estudios, e .. crib i6 oberturas, cuar t e tos para vio ­~ odos r:1odos sa]gamos_perdiendo. ~on g~e as ~ , tn e - < J ~ ~' can_tatHs, rni sa."' i otras piez~s de tnú s i ca ~agraJa . .JOr sera que arnos qtlletos,o,caso d e sPguJr p ecando ( 1~ ué btcn pronto despues obl1gndo a servtr e n · la (pués e~ tan fácil Qu e brantar propósitos) preferire- carrera militar, i tuYo qll e hac e r i esperar 1nu cho mas I,l e car tnas bien por carta de rnénos que por para obte n e r sn lib e rtad, co n e l fin d e d cd i c ar~ c carta de mas. V amos, puos, al e u nto con n1esu ra al objeto de su rnayor atn b icion, la cor:nposicion i en las puntas• de Jos pi é s, cotno quien anda sobre dran1ática. Apt' na s es tuvo libre di ó en rápida &u­huev "'. < cesion: e n V .eoecia, las óperas En'r ico , conrle di B or- 'I'enian!QS intencion de cc¡llarnos sobre la reprc- gng·na, La I/ollia, Le Noz:ze in l 'T"ill a, It Fal~·na1n e sentacion ele Et·nani ópera de Verdi ; n1as hemos de 'Livonia ; en Rorna, Z oraicle d i Granata; en pensado que nuestro sdencjo podría s e r mal inter- rápol cs) La Zingft?·a, La /J ettera Anoni~n¿c¿, i otras pretado.quc tal vez se atribuiria a una improbacion obras en otras ciudatles. En 1 8 :22 su ChiaTa e reclon é)~ <)e su ejecucion: i estarnos mui 1éjos de dar S e1·c¡firza fné ejecutada en T ... a Sea la d e Tároles. ese falto soore Ja rcpr~s e ntacion en nue tro teatro En todas estas obras ... e n o tab~n la s faltas d e una de una de las creacione ~ mas populare s del compo· <,gran facilidad d e. Í?.roclticcion, i las ~cñales e;viden­~ itor italiano que hoi llama mas Ja atenc1on de l os ~ t es d e s u inclinn ci o n a ir:nitar u l~o sinj. Una mul­ami go de la ópera en el viejo n1undo, sobretodo titud de otras ol)ras déoiles se d e~ pren d ieron . de su cu ando l1uou eh ella trozos perfcctarnente intc r- fá:c1l plun•a, notándosc , sinembargo, de cuando en pne_{a los. cnando, tln carácter mas grande i e levado en la No citaremos r.1ada de 'aquello que nos pareció cornppsicion. A s í es qu e , en el estilo sério, su 1obresulie nte, porque' s t:, bre este punto h e mos re- .lf1ta Bolcna e I sabel en l(en ilwrJJ·t h (representadas suelte no estenClcrnos sin0 hasta despues de su re- e n N áp.o les e n 1 828 ) i sobretodo, su L' Esule di peticion. Rollla ( 1829 ) contienen b e ll e zas reales. En el l\1ucllo se ha hablado en contra de la prirnera j é ner6 jocoso su Elisir rl' A1no1·e i 'otras, cstáq rcptese11tanion de esta céle:bre 6pera, pero van1os a llenas de :vjvcz~ i Cl e gracia. El jnterv:alo entre decir Cltá dloé la falta jeneral quo dominó en ella: estas i su Ilfa Tinn I?alieto (Paris, l e 35) fn~ llenado los c0ros no estaban bion ens?yados, la orqu sta lo co11 u nas catorce óperas, todas Jas cuales han. ca ido mismo. Esto produjo una ~eneral ltñpres16n d e a- cornpl e tntnente en la oscuridad. La pri~a i poco gradable; ·mpvesion que h'zo pasar desapercíbiaos cuidado d e s us cornpo ... ic io n cs e ran debidas en gran rnuchisimos trozos mui bie!l1 ejecutados por cada parte a l a m e zquina r e Jnun e racion que los cotnpo­uno de los artistas qne tot(laron part~ en dicha re- sitores r ce il5ian ; pu e s durante muchos años en que prcsentacion, i cada uno de los cuaJes tuvo n1omen- Donize tti se con1prometió con Barbaja, el i1n1Jre­tos felic~ in1os. Nos~tros cr~emo 9ue la rep ~ ticiofl < s~1·.io e~ Nápole , a escJ:ib,ir anualn1 ente dos ÓP.cras íle ~f: opera causara \n1a 1mpres1o hiu1· (hfeten- S s é rtns 1 · dos bufas, rec1b1a en recornpensa de" s11 te; i a~í escitan1oe a lR"Cotnpafiía a que la vuelv~ ~ trab11jo e~c asa1nente lo prec iso para hacer frente a • • .. • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • • • sagrándole RO un" recuerdo: " Jóven, · talentoso,- eonaider:ado el ¡,~ • se, al>ria a ~}te s · anchuroso i purpúreo. embargo, po el mo paquete se anuncia que d aquel nobfe i jeneroso jóven, tan lleno ae ilusio-siones i de un cadáver eiJ o q · 4ltt is. ,; aturf)rMDJe Qfty:djoso i o~orvador ~l:A hal)ia ~~~ do ~Et col~ji~ ni de pedp~ro . instrui se. · "Jip pull1ie.ó e loa pt Anti~qu,ia una ompoaicion poét1c&~ la irnajin,ci~ mas tiemna í multiplica4:as neg~ip de &u oo~ co¡percio, pr,o iQO e 1 qal eje · 6 een boe sqc~o i ll~~· 1 • agooJ fl\llt• 1 a rg eia ttn ~ie !o~o 1.1 t•AmR~ iao o~ ~ 4- ~ i (J~uirió .......... ~~~ ~~ . ·i h j Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • BIBLIOTECA t).E SE~ORITAS . el espíritn de rivalidad que existe entre los dos al campean, que acomete con denuedo i sin dar un sexos, no~ es porque queriendo contr1bu ir fruetuosa- p~so atrns. Es cosa de verse la facilidad el desem­mente a a moralizacion de la sociedad, creo que barazo i la. afluencia con que hace a la 1 pobr.e niña deb? at, carel mal en sus principios para curarlo la d e clurac1on de su atnor, porque ei nec snrio con­radicalmente. fe,ar que ellos para decir no ron nada cortos· la U no de los t emas mas con1u.nmente ndoptndos urjc, la ohJiga, la compromete a que dicte el falto para los art_ícu !os en cuestiGn, es el de la coquetería tretnendo que ha de decidir de su ~ida entera. Ella de lns - ~~UJ eres, contra la cual no ce_~ · n de l.ac er 9ue no comprende lo que pnsn, aturdida con ta~ brusqutsrmos ataqu~s, no solo los e~cntores sino el 1nesperada decJaracion, re ponde ~ola1nentc que no homb~e ?e los corrdlo~, o ~ea el .tn~uno de los ca- ~ cree nad~ de lo que se le_ hu dicho, ponque la é!uda chaco~, st~ q_uererse confesar a SI m1smos que son < en tnnt ena de amor nace con la mujer· el héroe no ello_s los umcos culpables de este desvío en las 1 se desalienta i sigue con los mas fuer: es arg ume n­muJeres. tos demostrándol e que no ha dicho sino la veruad i No sé s i debido al clima, a l os alimentos o a hi aunque no consigue convencerla, sí se persuade naturaleza del. t erreno en que habitarnos, lo cierto que J~ fortaleza es accesible, porque ha visto cierto es que la muJer en nu estro pais se desarrolla tan ~nn1~to de colores d urante el asalto, que es seílal precoztnente, que una niña de catorce años está 1nfaltble de bu e n éxlto. aquí tan . completantente forn1ada: como lo estaría Una vez ini:iada, dice el p e pito, no hai mas que una de diez i ocho o veinte en cunlquier par te ere tener _co~s~anc1a, que con esta t.odo se vence, i con Europa: segnn se nos cuenta. ro '3UceJe lo mismo ~ al pnnc1p 1 ~ .~n la cabe~za la pe~·sigue por toda parte re '"" p ecto de su parte intelectual pues cuando a los 1 lu ga r, dinJ •endoJe miradas tiernas i arnorosas · si catorce años éstá fú::icamente bi~n formada, de ma- 5 alauna vez a ~ iste al teatro, nu estro amiguito no' ha · nera q~e pueda Uamarse mujer, t odavía conserva ~ n11rado una soln vc,z a las tabJa s, a las que les vuel­la sencillez, la inoce n e ia i la falta de malicia que ve la pspalda para colocar s u anteojo e n dire ccion caracterizan al n i ño. 1'odo e to. se n1 e dirá no vi e - de la bella, porque los lorñetazos son de un efecto ne al ca~o; nada tiene que l1 ac~ r con la .coqnetería asombroso. En fin, al cabo de afgun tiempo de ha­de la muj e r, ni ron c ho tn é nos con que el hombre ber h ec ho ~u corte as1duatnente, alr.anza aquel si tenga la e u lpa; sinembargo,necesito de esta peque- tan d.es~a~o, por e J qu e se dan mas de tres ca idas ña reseña para qu e se vea, que cuando la rnuj e r los prtn cl p1antes e n amor; ha ll egado a la cúspide~ por su formncion física tiene ya t oc.los los atractivos ya .no l e queda qué ha cer:. es de rnui rnal -tono se­que arrebatan i enatnoran, carece to da v1'a de la g u1r l os amor< s con una n1ñn que ha soltado e l si; malicia que es necesaria para precaverse de los en- se acabnn Jas de \'ociones en la ig1esia, Jos p aseos por gaños i falsías de lo3 hombres. e l frente d e l balcon i !as 1niradas lánguidas. Cuando Cuando uno de estos pirnpollos se presenta en el la inocente e incsperta muchacha percibe el de$den mundo, el inagotable ejército de los pepitas desple- de su amante; cua~do se p ers uad e de. que ha sido ga sus bandera~, refa~c~ona sus fortificaciones, pre- cngañada,ya n o es tl ernpo,~ l pep1to Ja . tJene anotad a para sus armas 1 munJcJona sus cartucheras para ya en su Lbro de n1 en1onas. i Que hac e r e n tal entr~r ~n batalla .. l\Ias como la m mil suizos a .. us propias ec::pcnsas, obligó a e~tos veces efecto de la desconfianza que la falta de hi- dos señores a cederle por segunda\ PZ ~u conquista, daJcruía en los hombres ha hecho nacer en ellas, intünidú o sedujo a los dcrnas insurjcntes, arrebató per~ q\~e no han afectado en nada su cor~zon. Si nigaglia a Francisc? i\ •I~ría de la ~ov re he_r- Sed JUStos, fcñores hot:lbres de plurna, 1 sgbre to- ; mano del c.nrdcnnl Juhan, 1 el 31 de d1c1embre ae do lójicos, i si verdaderamente teneis las loables in- S 1402, hab1.endo logrado apoderarse de a]guno ba­tenciones de correjir la soeiedad con vuestros escri- rones, les l11zo dar la muerte. Estos eran itellozo tos, dirijíd las críticas a los de vuestro sexo; ens~- Vitelli, seiíor de CiLta-di-Cast .. uo, Olivcrotto de fiadles a respetar la debilidad i la inPsperiencia de ~crn1o, ~?bl? Or ... ini, duque de ~ravina, i 'i ran.; las mujere~, P?rgue elJns han de~~~· las compañe- c1~co de 1 od1. ... El 1:apa, que habla entrad? en el ras de su v1da 1las madres de sus h1JOS m1smo complot, hac1a por su parte prender 1 matar RuPJ.NA. n Roma a otros jefes de la familia Orsini. Unica-mcnte fué perdonado el cardenal de Jos Ur~.inos; a Qésar Borjia. que1n en cambio encerraron en el castillo de San n- ( Conclnsion.) jelo,i no ~alió de alh sino despues de haber firmado la Apenas entró a Italia, en la cotnitiva de Luis capitulaGion de todns las plaz:1s que hacían el patri­XII que reclamaba los derechos de su abuela Va- monio de su casa. Las 1njquidades de César Borjia, lentina de l\'Iilan, el nuevo duque de Valentinois, ~cuando estuvo de nuevo en la ~apital, no tu\·ieron envalentonado con la proteccion de un gran mo- n1cdida; pues, dicen los historiador s de aquella narca, continuó el curso de sus homicidios i usur- época, que, ro leado .de guardias i ue concubinas, pacioncs sobre las grandes fnrnilias romanas. El lo lo.)onlctia todo a sus caprichos. l\1ataban, asesina­tnismo rei de Francia le dió dos mil caballos i seis ban, envenenaban, arrojabnn al rríber a Jos que no tnil infantes para asegurar su triunfo i su fortuna. le gustaban; se confiscaban Jos bienes i Jos rnue­Comen2Ó por la toma de Irnola, de Forli i de Ce- bies de aquellos que él condenaba; Francisco Bar­sena, patrimonio de la familia Riario aliada del jia. su pritno, fue entóuces una de sus víctimas. papa isto IV. No se le escapó ni su cuñado, a f>andolfo Petrucci, Pab]o Baglioni de Perusa, no qujen quitó el 8eñorío de Pe:-;aro; pr.ro con1o se se le escaparon sino por rnedio de Ja fuga con tnu· apoderó al m isn1o ticn1 po ele los bienes de la fa mi- cho~ otros barones. lia Caye~ano, <.lió estos a su hern1ana Lucrecia 'l'antns esaccionts no l1abian saciado ni su atn­con la condicion de q u e enterase ochenta tnil du- bicion ni su codicia. Forn1Ó el proyecto de enve­cado~ en las cajas apostúlicas, lo que equi, .. alia a nenar a cuatro de los cardenales mas ricos en un darlos a Cc·sar Borj ia tn isn1o, pues q ne snc(. bu a fes ti n que les hizo prepn ra r en la viiía -ero Luis i de I esn ro. Los venecianos se armaron al mismo le prohibió que pasase adelante, i tomó a Florencia proteccion de sus armas, Pablo ;Baglioni volvió a i Ja R?mañn baj? su proteccion. Esta decl~racion ~ ~er.usa c.on el. resto de los ~ rsi nos i Jos condes. e­del ~e de F.tranc!n envalentonó a los enerq_Jgo~ de t1ghano 1 Alv1nno. Pero m1entras que los encrn1gos • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • • de César Borjia lo d pojaban fuera d0. l on1n ·. 1 era d n eño del a ti cano i del castillo de ... an Anjelo con doce anil hon1brt'' , i para sostenerse se aprovechaba de las divi~iones que se mauifa~tab an en el cón­clave, n donde la faccion C'"'paiiola, s o~ t q nida por Gonzalo de Córdovo por lo Ur:sinos i los 1 olon­nas, t enia que luchar contra la faccion franc <: sa cuyo candidato era el cardenal d 1\n1boise. Gon­zalo avanzaba por llado de Nápol r, i I_,.,ui ....... JI por el de Ja R otnaiia. é~ar Bo~jia e quilibró la dos fuerza gue lo o licitaban con 1gnal ardor, i se tleci'dio por Lui ~ ""r i [ 1 l card nal d ' 1\n1b oise, esperando cn(.;ontrar en ellos una protecc ion ma po­derosa. r> ~ ro como los rsinos habian r e uni do sus tropas en l.,otna, i la guerra civil pareci a inrninen te, los cardenales i el pueblo obtuvieron de lo s dos partidos que salieran de la capital para d ·jn r mas libertad a Ja eleccion. Este conv nio fué fatal a d' mboise i a Borjia qn e fué abandonado por gran parte de sus tr opns. e el1jió por fin un papa viejo i enfermo que to1nó el notnbre de Bio III. Bor­jla echó de ver que este n nciano no podria vivir 1nucho tiempo: i pre \'iendo la necesidad de una nueva eleccion que le era indispen - able a ... egurar en u no de su partido, ol:>tu ~o un salvo conducto de este papa para entrar a Roma con mil soldados. Atacado en su palacio por Jo. Ur.sino .. , fué ba,tante feliz para refujiarse en el castillo de San Anjclo; i se l1izo allí bnstaute formidable para ser mirado con re.., peto por el mas orgu lioso de sus ene1n igos. Pio III, despues de un pontificado de 26 días, dejó vacante la silla apostólica ; i como la influ e ncia del duque de Valentinois sobre los cardenales es­pañoles de la creacion de l ejandro XI. babia recobrado toda su fuerza, el cardenal de la Rovere, uno de l0s pretendientes al papado, creyó conve­niente reconciliarse con él para alcanzar el objeto de su ambician; i echó mano para eso de las disi­mulaciones mas infames: llevó su perfidia hasta hacer · comprender a César Bo1jia que él era su propio pac.lre, i que durante una ausencia de Ale­jandro XI, cnt6nces cardenal, habia obtenido Jos · favores de Vanozza, i que él, César, había nacido de ese adulterio. Borjia lo creyó, o no lo creyó; mas hizo que lo creía para capta·rse la ami .... tad del futuro papa, quien ]e prometió la dignidad de con­fa ion ero i de jeneral de las tropas de la iglesia. . ll.IT ; . . -- · - ~ - .... - el papa, .. ino por el cardenal, que no qniso qu e ~obre Juli o ll pesase esta nu eva infamia . Borjia se r et iró cntónccs cerca <.l e Gonzalo el iórdova, quien despnes de h abe rl o colma lo de h o nor es, lo trai­c io n ó co tn o los detnas, i lo n vió a E paña, e n donde l r i F rn an<.lo l o hr¿o encerra r en el cas ti­llo d e Icdinn d e l Catnpo. hi permaneció tre s año n 1 cq bo de 1 os c ual t:s con si o· u it> c.scapa rsc : i se r cfujió e n 1506 en Ja corte de Juun d' lbre t, su ~uíi ad o. I.J os hi s toriadores varían so bre la qpoc, de su n1u cr t e; p 'ro e~ proba blc qu e fn ó e l 12 de mal z o el e 1 5 16, e u n n o pe re~ i ó de u n b a 1 n z o fr ~ n te a J Cl1o.~tillo d e '\Tia nn, durante la guerra que Junn el' l b ret, r c i de nvarrn, tuvo que sostener contra 1~ e r na n do l ~a tu 1 i e o ; n1 u e r te qu e fu é m u i g lorio a para s crnejante monstruo, a quien la horca d eberia l1 abe r h cho justicia. o me atrevo a injuriar las bella letras diciendo qu e las cultivaba con esmero, i que prot j ia a los sabios i a lo s po e tas. S u hi~toria particular ha ._i do cscri ta por 'I'omazi, i su r e trato exi. te aun en Florencia . Ln pintura no ha conser­vado jarnas las faccion es de un tnalvado mas con· .... u m n do q u e • ésa r B o 1j in, q u e ha b i a na e i el o, di e en los mora1istas italianos, para l1ac c r a su padre el servicio de ~ e r mas criminal qu e é ], i para e vitar a Jn silla apostó lica la vergüe nza de haber sido ocu .. pada por el hon1 bre tna s perverso de aquel siglo. VJENNf'T. ( 'l'. D.) • Rafael Armero. Vibra de nuevo e n mi sensible Jira J_,a cuerda del dolor; I nuevamente el corazon su pira, 1 el alma se estremece de afliccion. Es, oh mi hermano, mi querido hermano, Que no escucho tu voz, Que ya no estrecho tu sincera mano, Que en vano, en vano te descara yo. Cuando una tarde ]a implacable suerto Con hórr1do furor, Lanzó a la tumba con funesta muerte La esposa de mi amante corazon ; Tú me quedabas, tú, i en tí vein Para consuelo yo, Su imájen i un h crznano; i vino un dia En que tambicn moriste, h e rmano, adios' MARIANO GoNz .iLEZ M ANRIQUE. Esta vez Ja astucia de Julio II fu é superior a la del hijo de Alejando .1. I) pues este fué víctima de los engaños i artificios de aqueL Al principio de su exaltacion, Julio JI aparentó cun1plir su palabra, i confió al duque de Valentinois el cuidado de deft: nder la Rornnña contra los venecianos, que acababan de apoderarse de Faenza, i que amena­zaban las detna~ plazas en donde César Borjia l1abia colocado gobernadores de su confianza; pero apé- • . nas estuvo emb~rcado en Ostia en una de Jas gale- Rlcaurte, o el Parque de San Mateo. ras Cle In iglesia, cuando dos cardenales se le pre- Motivos de_ deJicadeza ~e obJi~a~ a pro~es tnr sentaron exi jiéndolc la entrega de dichas plazas. ( contra la pubhcac1on que, s1n conoc.nniento mio, se Borjia i?digna~o. rehusó en vano la restitu~ion d~ ha hecho _:n la il!lprenta de la Nac1on d.?. e t e dr~­ellas; pues tra1~1onaclo P.Or sus tropas, se v16 obh- ma del ~enor E ... mt.ho Seg_ura~ de Ctt.}~O orlJ~naJ auto­gado a conse!lt1rl0; pero como los gobernadores O'Tafo so1 yo el untco du_cno, 1 que dJ al senor doctor de Cesena, Ostia Forli i Bertinoro r e hu ~ aron en- Lorenzo 1\11. Lléras, D1rector del teatro de Bogotá, tregar estas _ciud~?clas, Julio H . e~ m bio ?e to~o, con el escl~si vo ~bjcto de que se 1: ~rcsentase. ~>a­entró en cap1tulacJones con su pr1s1oncro, 1 lo h1zo ra esto fu 1 autonzad~ cuando rcct bt el manusc11to trasportar al castillo. de Ostia, ~ajo la guar~i~ del que su autor me en v1ó desd~ Panamá como ~ln .re­del cardenal CarvnJal, promet1endole stt l1bertad galo, mas no para que se dtese a ln prensa: 1 bten inmediatamente despues de que dichas plazas fue- 1 se comprende que _ al hacerlo se n1e ha colocado en sen_entregadas; tratado que fu ' cumplido, no por ~ una posicion deltcada, pu e~ que e l srñor Segura • • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - • • • 6 BIBLIOTI!:CA DE SE~ORITA~. pudiera cree r que yo estoi especuland? co_n su obra. Si a es to se agrega que en la publl cac10 n se han hecho al drama no pocas alteraciones, segun se me ha informado, mi r e~ ponsabilidad para con este amigo es todavía mayor. ' Ignorando dónde se halla al presente el señor Segura, creo de mi deb e r hacer esta protes ta por la prensa para que llegue a su conocimiento, no ere· yendo, por otra parte, que sea in diferente para el pÚ· blico el conocer este 10cid e nte r elacionarlo con uQa produccion lit e raria que tanto h a aplaudido por su mérito i por su argum e nto n acio nal. JO SÉ CAICEDO R. Ya me ausento. puede venir en un mes ni en un ai'i.o 1 aunque sí en medio siglo. D ejo tambi e n ya la pluma, para empuñarla a la vuelta en b e n eficio, si es posible, de la causa de las l etras; porque es aquel asunto que habrá de mere­cerme una media docena d e artículos cuando mé· nos, porque t e n go la oferta ya h ec ha al público i h ab r é de cumplir con elln; porque es materia de mi particu lar predi l ecc i o n, i sobre la cual, por lo mismo, hnllo gusto e n escribir; porque en algo ha· bré de ocupar los muchos ratos de ocio de que hoi dispongo; i en una palabra, porque a fuer de miem· bro de la asociaci o n granadina, t e ngo de cooperar en todo a su engrandecimiento i a su dicha. JUANCHO BLANCO . • Si fuera yo un Próspero Pereira Gamba o un Educacion. Jul io Arboleda; esto es, toJo un po e ta p rop iam e n- Señor Santiago Pérez. te dicho, ya estaría mi barbuda vertiendo armonio· 1 sos i s e nttd os ver., os, con que deleitar los oídos i Permítame U. que lo felicite por la buena eco­conmover el co ra z on d e m is l e ctores; pero ¡ ai de jida que han tenido e ntre los granadino sensatos míl que no s iendo smo un menguado p ro s ista 0 un las sanas ideas qu e U. ha manifestado sobre la pobre escritor. prosaico . si e qu 1ere, te n go por fu e r- et!ucacion de la juventud, en su JH'eciosa carta z a que escnbn est e que llamaré Ya me ausento en publicada en Et Comercio. U. ha probado que l a humilJisima prosa que acostumbro. i Qué re· comprende la mision de un ciudadano a quien m e dw 1 los padre s de familia han encargado de formar el J\le voi, sabe Dios a t!ónde ¡ como tmspillado de entendimiento i el corazon de sus hijos. Un ca­dolor el co?'azon, como en ocasion sol e mne dijo el lejio no está destinado a ser el semillero de secta­Príncipe de las m e m o ri as, a p:1sar unos pocos dias ríos políticos de la bandería en que esté afiliado fuera de este tristís imo convento que llaman capi· su Director, sino una escuela en donde se nutre tal de la R ep ública. la intelijencia con Íos principios de las ciencias, D ejo, pú es,e~ ta trist e ciudad, foco t e rrible de usu· i se inculquen a la juventud lo~ preceptos de la reros, que vivefl del sudor i ele la s :-mgre del hombre moral i las virtudes sociales. U. ha comprendido trab njaclor; porque si veis a e~e que e difica nlcáza- esto perfectamente; i es de esperarse que las res i palacios, a ese otro que esparta nuestros fru- reflexiones que sobre el particular contiene su tos para el estranjero, a los que comprnn i venden carta dirijida al encargado del colejio de la Paz, mercancías, a los que ceban ganados, a los que ua· tengan el ef~cto de modificar el sistema que aquel nan sueldo i pension, a ±a vi u da e¡ u e ji m e, al arte";a. apreciable jóven se proponia seguir en- la ed, u ca­no que llora, todos no son otra cosa que pobres víc- cion de los alumnos de su establecimiento. El ' no timas de la rapacidad del usurero. podrá ménos de convencerse de que jóvenes pro· D ejo esta triste ciudad, c¡ue no tiane mas indus- vistos de un buen caudal de principios científicos, tria que el campo, el ajiotaje i los empleos, entre- i penetrados de la importancia de practicar los gada a sus mi¡;erias, que no me es posible remediar. preceptos de la moral conservadores del órden i Esta triste ciudad, que como tantas veces he dicho · de la buena intelijencia entre los miembros de la no tiene mas importancia que la que le dnn las le~ ~ sóciedad, saldrán de su colejio . dispuestos a ser tras i la política, i que se habrá de destruir sin adua- buenos ciudadanos, que seguirán las ideas polí­na de depósito i sin camino de Honda. ticas cuya práctica tenga por resultado producir Dejo esta triste ciudad, abundante en mendigos el bien para todos, no entregar el poder a una han­de todos traj es, sexos i condiciones, propicia tan dería. sol? a unos pocos que, viviendo de sus rentas, sin U. ha toe!ado en su carta lo que se refiere al cuidado alguno por las cosas públicas, indife rentes cultü· o de la intelijencia i la formacion del cara­a t o~ o lo que no sea dut:lo propio, en una palabra, zon. Pero creo que hai ciertas cosas accesorias a declmando el E g o me i, sin conju ga r mas amo amas aquellas, a que debe atenderse con no menor cuí­que el cuido de sus doblones, pasan esta vida, si dado, porque son las galas que adornan la ciencia no como res de ceba, a lo ménos como míseros au- i las buenas costumbres. Hablo de las maneras tóma!as; máquinas de dij e rir, de andar, hablar i cultas, del porte i del buen trato social. La cien­do. rmlr; ar~atostes, en .fin, que nada valen i que cia i la virtud, !'in la civilidad i cultura de los rilo­para nada Sirven. dales, i sin cierta amenidad en el trato con los de- Dejo e ta trist~ ciu~ad, semejante a un T-unjar mas hombres, carecen de la educcion necesaria gmn~, como ~ec1a _el d1funto Duque. para hacerlas apreciables i formarles partidarios. DeJO est_a tnste ?mdaú, en donde apesar de todo Creo, pues, que, al mismo tiempo que se dén lo ~rnba_ d 1cho, ex1~t_en para mí los encan~os de la a los niños lecciones sobre ]as ciencias, i st; les a~u.stad 1 ?e 1~ faml11a; e~ d?n~e trascurnó alegre instruya en los principios de la moral, se debe ~~ mfa_ncJa, sm pensar m :nqu1era en lo que hoi cuidar con esmero de enseñarles a ser miembros p1enso 1 me atormenta; en donde viviera mi madre ao-radables de la sociedad. i viven todavía ~.1is ~eudos a quienes am? i des~o 0 Están en práctica aún enh·e la~¡~ personas que prospendnd. Dejola 1 la encontraré lo mt~mo, sm se Har:nan jente de buen tono, muchas ~osas que c1ue hayn en ello duda, por wanto au me,JGra no, hl soe1edad •erdaderamenté eulta no admite, ni • • • • • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • - • BIBLIO'fEC.A D.E SE~ORI'rAS . 7 debe admitir. Es, pues, prt>ciso hacerlas de~apa- ~ s~ ~ecu stan sobre el espaldar de la silla en que recer. est· ... entada a conv ' r sa rl e al oído· ni Jos qu e ha­Preguntar acerca de todo s ue 111al tono, prin- blan en voz rnui alta i dejan oír risotadas ruido­ci pa 1 r~enté e na nclo la pregu1~ta va del i t~ r ,rior a 1 sas; ni l~s q u ? acabando tle futnar un g ran ciga­sup erior, o a person a con quten no se ttenen r e- rro, :van llHned1atarnente a bailar un valz j mo- . laciones rnui csttecflas. '"'e pu de preguntar sobre le tara .. u par )ja con e l rnal olor del tabaco; ni el ~stad~ de la alud d e una pe_r~~na, sobre su l~s qu e csc\~pen en ot~?- parte que én su pañuelo; restil enCHl, so ore al gu n acont .le nrucnto notable 111 los que p1d en bran d 1 e n 1 u cYa r de vino cuando que llatna la atenc ion pública, i d c tnas cosas de se les irv ~ n rt.)f resco ; ni mt~cho tnén os los que igual natural e za, c¡uc l os hornbrcs no ti ene n nin- se P-Olp( .. fian n di · puta de cualqui e ra clase en gun inconveniente e n cotnunicarsc l o unos a l os 1nedio d e la concurrencia. o ro~. )ero preguntar sobre lo que se ha ce o se ¿ ué diremo · de e os jóven 0s que v:an a los conversa en una casa que se visita, s ob re l os ne- tetnplos a burlarse dt! los predicadores, dirijir gui-· gocios que uno hace, sobre la intencion con que ñadas a las rnuj e r es, i obstruirles despu c s el paso se pa ... ea po esta o por la otra calle, sobre lo qu e e n la puerta para ultra ja r el pudor ? ~sos, 0 no come o b ebe, sobre las simpatías o antipatías que han recibido ni las n1as sencillas lecciones de bue­esperi menta &. a, &. a es una grandisirna descor- na crianza, o son perdularios incapaces tle apro­tesía, que, por desgracia, e tá admitida cotno tno- vecharlas. neda corri_ente en nuestra socieüad. Son tnuchas El mi smo concepto t enemos de los que se reu­las personas que no tienen el n1enor escrúpulo en· nen en la tiendas cle licofe a beb r aguardiente, pararlo a U. en medio de la calle, i h'lcerle el si- j decir chist {lS groseros; i atto· tantó <.le lo8 que, guiente interrogatorio: ¿ \ 1 ien ti. d e tal casa? clespues de hab r pasado muchas horas en la or­ ¿ De qué le conversó la señora? ¿Quié n e . tabn JL• e n el café , o en la ta berna, .. aleo a rn edi a no­allí? ¿'A dónde va U. ahora? íga tne ¿ a dónde< che por la calles dando gritos uescompas~dos i va? ¿Por que pasa U. tantas veces por esta ca- de p e rlando con sobresalto a los que dormian lle? Cón1o arregló U. tal n g hr io ••••• ? " h! tran quilarnente. ~ señor, aseguro a U. que cuando tengo la de grac ia Hai ciertas co as qu e , usadas una vez, son cor­de tropezar con uno de esos hombres descor e~e~, te ·es, i rep etidas son de~cortes es . Ofrece r el paso que se creen con derecho a p onerlo a uno en con- a una pPtsona es un acto de corte ía; pero in7 fesion, no sé cón1o tengo paciencia para sufridos! si tiren que lo torn e la persona que lo ha rehu­Bueno seria que en los colejios se enseñase a los ... ado, soJarnente es p er mitiJo al dueño de ca ·a niños que, por lo Jeneral, toda pregunta es indis- cuyo hú .sped<_,s no q' i e ren salir de ella ántes que erecta, i que no se deben hacer sino aquellas que éL Luis Xl V iba una vez apa ·ear con el Ji_,lnba ­la necesidad justifica, o las rela ciones de a1nistad j<~dor de lnglat \l'lia. L ~ajaron JUntos lnduzcan en todo con cortes1a; I e e e.1emplo c~sa. Este audaz pasajero baj6 al gabinete de Pul­hará fnas efecto sobre ellos que todas Jas leccio- t · t ... 1 ·b· d · 1 ... l nes escritas. on a quien encon ro so o, escr1 1en o, 1 e pago e D . ( U h . . precio deJ :v,iaje, que se haoia fijado en seis dolares. rspen .. eme.. . que me a~y·a pertn1t1do ngregar · estas reflecciones a las mui juicio as que contie- Flllton permaneció inmóvil largo ti~mpo, c·on-ne su carta; i sír,rase verlas como la espresion del te1nplando el dinero puesto en sus n1anos; i te· buen deseo de pre ·tnrle n1i débil cooperacion en rniendo el pasajero haber cornetido alguna equivo .. la empresa de mejorar la educacion ele la juven- cacion, le preguntO: t No es e.sto Jo que me ha beis tud. UN ÜBSERVADOR. . pedido~ • lrt •* Al oir Fulton esta pregunta, salió tle su n1ed'i- :Fuiano, Zutano, etc. ~ tacion, dirijió sus miradas ácia el interlocutor,¡ , . . . dejó ver u nn 1ógTima roda11clo de sus ojos. · De estos celcberr1mos per~onaJes, tan conocHlos ..., ., coJno Napoleon i Alejand.-o, se sabe mui poco acer- Escusadme, le _contesto con alterada vozt. pen-ca de su patria i jenealojía_. Espondremos Jo que s~a en que es~os.se1s. dolares son el primer salario de ellos d1cen I_os autores~ 1 algo de nuestra propia que han obter11do rnfs largos trabajos sobre la nq:­cosecha. Roclr!g~ Üal'o, en sus !Jias Jeniales opina vegacion por vapGr. Q.uerria, agregó apretanf:lo la q ue Fahula~no 1 "ta~rtano eran d1oses de los Illltr>ha· d 1 · .. . '" ' mano e Ra, aJero • cons(}gTar el recuerdo de este chos enta·e los ]en tales; el uno, que los enseñaba a . ,. 1 u . . hablar, i el. otro, a andar¡ .i de aquí se pudo éleri- mor~ento su ph~l,:lPdoos partir conm1g~ una bo~lla var}.u.ta1zo 1 zutano, es decJr, unos séres de quiene'S de vu1o, pero m1 pobreza no me permite ofrece~os­solo se sabe que hablan i andan. Gonzalo de Ber- Ja. Espero, sin embargo, poder indelnni~aros laJtti­o~ o, en Jns coplas 642 i 7.36 de ~O! miJagros de mera vez que nos encoflU·emo~. uestrR Seftora: usa 18 palabra fulatto splicándo- J ' • tT. D.) • , -PUBLI f T CA LU S - t IGE A~ O • • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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Biblioteca de Señoritas - Año I N. 35

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Estado de conocimiento de especies invasoras. Propuesta de lineamientos para el control de los impactos

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