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Colección institucional

DeJusticia

En esta colección encontrarás publicaciones de la Editorial Dejusticia, incluyendo investigaciones académicas, ensayos, guías  y materiales pedagógicos, las cuales abordan temas referentes a la promoción de los derechos humanos.

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    • 15 de Julio de 2019
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Imagen de apoyo de  EL PROCESO DE EXTINCIÓN DE DOMINIO. Cartilla explicativa enfocada en las conductas relacionadas con los cultivos de uso ilícito

EL PROCESO DE EXTINCIÓN DE DOMINIO. Cartilla explicativa enfocada en las conductas relacionadas con los cultivos de uso ilícito

Por: David Filomena | Fecha: 2020

Esta cartilla explica el proceso de extinción de dominio enfocándose en las causales en las que se pueden ver inmersos los bienes de campesinos y campesinas que derivan su subsistencia de la producción de cultivos de uso ilícito. El documento sigue la estructura de la acción de extinción de dominio establecida en la Ley 1708 de 2014, incluyendo las modificaciones de la Ley 1849 de 2017 y cuenta con dos infografías en las que se busca explicar 1) a qué tipo de bienes debe dirigirse la figura y, 2) cómo el Acuerdo Final de Paz afectó su uso cuando se trate de bienes de propiedad de campesinos que derivan su subsistencia de los cultivos de uso ilícito.
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EL PROCESO DE EXTINCIÓN DE DOMINIO. Cartilla explicativa enfocada en las conductas relacionadas con los cultivos de uso ilícito

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La imaginación moral en el tránsito hacia la paz

Por: Ivonne Elena Díaz García | Fecha: 2020

El documento pretende contribuir al debate sobre la paz territorial a través de la clarificación conceptual de la categoría de imaginación moral desarrollada por Jhon Paul Lederach. Esta categoría se pondrá en diálogo con dos ejercicios de convivencia pacífica que se vienen desarrollando en la subregión de los Montes de María: la Mesa de Interlocución y Concertación, y el Espacio Regional de Construcción de Paz, a fin de conocer los alcances que puede llegar a tener la imaginación moral como herramienta de construcción de paz en el posacuerdo.
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La imaginación moral en el tránsito hacia la paz

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Entre la bata y la toga: el rol de los Tribunales de Ética Médica en la garantía de los derechos sexuales y reproductivos

Por: Nina Esmeralda; Dávila Contreras Chaparro González | Fecha: 2020

Los Tribunales de Ética Médica (TEM) fueron creados mediante la Ley 23 de 1981 y cumplen una función crucial en el orden jurídico colombiano. Son los encargados de juzgar las faltas ético-disciplinarias de los profesionales de la salud y, de esa forma, asegurar estándares éticos para el desarrollo de la medicina. Sin embargo, la importancia de su labor contrasta con el lugar invisible que ocupan en la discusión pública. No hacen parte de ningún debate jurídico, no se han realizado estudios sobre su labor y sus decisiones no son objeto de atención ciudadana. Desde Dejusticia decidimos indagar cuál es el rol que ha cumplido el Tribunal Nacional de Ética Médica (TNEM), el principal órgano de este entramado institucional, para garantizar los derechos sexuales y reproductivos en Colombia.
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Festín de datos. Empresas y datos personales en América Latina

Por: Vivian; Ospina Celis Newman Pont | Fecha: 2020

En una conversación con Mark Zuckerberg, en abril de 2019, Yuval Noah Harari (historiador y filósofo israelí) se pregunta por los peligros que entraña la existencia de sistemas computarizados distantes que nos conozcan mejor que nuestra propia madre, sistemas cuyos intereses no están necesariamente alineados con los intereses de las personas. La acumulación de información a gran escala, afirma, supone la emergencia de un tipo de poder sin precedentes en la historia de la humanidad. Un poder que desafía los presupuestos del libre albedrío y de la libertad de elección de las personas, como individuos, consumidores o ciudadanos. Este libro se inscribe en una de las líneas posibles para abordar los múltiples desafíos de este nuevo tipo de poderosos sistemas. Pretende mostrar cómo las empresas en la era digital adelantan prácticas de captura masiva de datos personales y cómo están lidiando con el poder que otorga la acumulación de información, mientras intentan, a la vez, avanzar su estrategia de negocios y, en el caso de los gigantes de internet —Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft—, remodelar el comportamiento de individuos, clientes y ciudadanos por fuera de las fronteras territoriales de los Estados-Nación. En específico, el libro analiza las políticas de privacidad de algunas empresas con modelos de negocios basados en datos en cuatro países de América Latina: Brasil, Chile, Colombia y México. Asimismo, evalúa qué tan preparado se encuentran estos Estados para proteger a sus ciudadanos frente a la explotación de los datos personales y para hacerle frente a los desafíos legales y técnicos del tratamiento automatizado de grandes cantidades de datos (big data) en un contexto trasnacional, en constante transformación y con actores tan o más poderosos que los propios Estados-Nación.
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Información en emergencias: un salvavidas

Por: Vivian; Ospina Celis Newman Pont | Fecha: 2020

Sin información no hay conocimiento. La transparencia sobre información relacionada con el brote de SARS CoV-2 en Colombia es fundamental para la garantía de los derechos humanos. De hecho, la gran mayoría de las soluciones a los problemas ocasionados por la pandemia depende de la transparencia y del acceso efectivo a la información. Su ausencia nos hace perder oportunidades valiosas, de las cuales en ocasiones depende la vida. La información puede ser determinante para el goce del derecho a la salud y para promover el bien común en circunstancias como las actuales. En este documento la autora y los autores se centran en cuatro facetas del acceso a la información, con sus respectivos riesgos, que deben tener en cuenta los tomadores de decisión en la coyuntura actual. Asimismo, buscan ofrecer soluciones o recomendaciones que puedan implementar tanto el Gobierno como el sector privado, tendientes a la garantía de los derechos humanos y la protección de las comunidades más vulnerables. Primero, discuten el impacto de la información sesgada o discriminatoria en relación con los grupos más vulnerables de la población. A continuación, presentan un breve diagnóstico sobre la desinformación por noticias falsas. En tercer lugar, comentan la importancia de entregar información de manera proactiva. Por último, analizan el impacto de modificar los tiempos de respuesta a las peticiones elevadas ante las entidades estatales.
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Catastro para la paz: Tensiones, problemas, posibilidades

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El daño que nos hacen: glifosato y guerra en Caquetá

Por: Luis Felipe; Malagón Pérez Cruz Olivera | Fecha: 2020

Dentro de un proceso de investigación que realizamos con el apoyo de la Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria (Fensuagro) en el departamento del Caquetá, hicimos memoria sobre algunos daños que sufrieron las poblaciones campesinas a causa de las fumigaciones aéreas con glifosato. El informe que se titula “El daño que nos hacen: glifosato y guerra en Caquetá” recoge un ejercicio de memoria histórica a través de las voces de cuatro campesinos sobre el territorio, la presencia de la coca, la guerra y los daños del glifosato en Caquetá. Este informe pretende recordar, en el marco de los procesos ante la Comisión de la Verdad, que bajo las avionetas quedó silenciada la población campesina sobre los daños que causa el glifosato en sus cuerpos y en sus tierras. Por esta razón, el texto cuenta con cuatro relatos escritos en primera persona, tejidos a partir de las observaciones, las entrevistas, los talleres y las conversaciones realizadas durante el trabajo de campo. A partir de las principales conclusiones extraídas de los relatos, el informe da algunas ideas sobre las aspersiones aéreas y su relación con el DIH para pensar las afectaciones como parte de infracciones al derecho internacional humanitario cuyas víctimas deben ser atendidas bajo los estándares del derecho internacional reconocidos por Colombia.
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El daño que nos hacen: glifosato y guerra en Caquetá

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Aliviar el hacinamiento carcelario: salvavidas en tiempos de COVID, núm. 2

Por: | Fecha: 09/04/1859

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL MOSAI(JO. TRIllr.5TRE 2. o BOG01'A , 9 DE .\URI!. IlE ~ 859. N ÚMEIIO .fIJ. m::ru:31.l\ :D'~ :!;.l\ ll"-liI.i\lI.'I.. Osadía cxnjcrada pil. rcccr!\ sin uuda que, [\ fnlta de voz dulce o de lira hmoro~a. emplee yo mi pobre pluma en discribir la belleza, ítem IMS, la tx>llczn bogotana; de~ . ¡,ues de (llIe hnta! ~alero,os ¡áticos p{wni.'llIs la han ,'usalzado, dnpuc! de que ln~ primeros galanes de !lues_ HG! od/() EstadOIl le hao relldido el debido hOlllcllfIje de "dmirncion. ::\la5, 111) es pn.iblc dejar pa~ar \(1 hi~toria de los últimos siete días. Cuundo él carro del amor!c le tan desprovisto de lauro!; ('liando son 'tun pocos lo~ que rindell la cah(>za en $US blando~ ultares; cuando ya ~i hace tna~ cuman i mas Cncil el ~5i~tir a un entierro de Obi~po que a unas boda~. In neueíon no es para dl'S­pcrdieiooa, por cierto, Los I>ogolanas lienen fama de enamorados; i COI\ ra· l.:m; porque, como oice un reflan de antigua fecha, "1.1 uCflsion hace al ladran," J.~ bunda tic coloreaous i lu­cientes mllriposa! 'lILe, al brillar el C're]lusculo o\: b tarúe, se cierne ,·"I>re las cnmpiulI!> lloridas dc Muzo no e~ tan Mumerusa ni tan I>elb como el coro O" f>venes muj~re. que dc cuando en cuundo c~lenta Bogotii. ClI sus salones, I l¡¡ E~paiia de otro tiemllO, la I::~paila nr«biga, la E~pa. ¡In :lrdicnte i cab:lllcrcsc,\ no a.:tentuba tai ... ez eo sus tOllll'OS !llujeres mas lindas, mas (lura~, mas dignas dc \:oronar el \'ulor i d t'llento, (2uión no cOlloce en Hogo_ tá bellc~Cl8 h.rrúirl/s que IIOS inspiran sentimientos ro· mánticOIl) btllezas melancVliras que nos Hrra~t rlln a la eontemplacion i ul delirio? I>ellezas uráficas Iwjo sus lindas muntillas de g rot Ilapolitsno, que no~ I~lllan en k,s UlOles del mistiebmo i nos h~cen de,ear con ansia el rielo. el cielo de su amor i su t('flluTa? bdlclas l'e- 1I~I!Qsas como' la sierpe dl' brilladulDs franjnq que ca~i Ita~i \lOS impelen al erimen? bdlezus ¡JQm':~'lica,~ que nos inspiron el \'ehcmente M;eo de ser p¡Hlre~ de familia (i tambien de la Pal ria) i cn fin, bel!c¡a5 pII.stQr alcs que nos Ilfcen dcsc(r LL paz i el júbilo del campo? $' iu josse pillore.' dí rD con no sé quien, ai yo fuese pintor, qu(, ga!cri,\ tan bella no harí,,! E,toi ~eguru de deHro· llar en un mes a \'lIu-Dl'ck i a \\"attcllu, La fotogTafía ha con·,rguido triunfos de que se glo. riarIÍ. con jUoticia el siglo XIX, eh!": ~ig!o de h, luz i dc In luee~. ),lercc,ln ella, nada ha¡ t;m flcil como saenr dos inllljencs i colocarlas tras un 1('llte para que nos mUht rcn de bulto, ell toda ~u redonde?:, ~u fre~cura i sa gracis, los objcto~ quc n(l~ encantan li los que no tam. bien), .-\h! ~¡ el ~ci"IG r O" ,qoi,icra eolncar en su bella galerin la in:új\:'1l de la mujcr (IUl' mati\'lI mi histo_ ria! Cuanto gotatian nI \"Crla mi, u n<.bdo'o~ lectores. Entre los mi.mas Heddet(lfC'5 dd ),1" I¡, o Imi nlguno que qui,icrll pa¡r-.r1o a ¡)reeio de oru, f 1'011 r~1.on : por c¡ue e~ UIllI muj('f dI:' aquedl<~ que lJio! no forma todo~ los diu i que 5:,10 I'ue.kn !,j·,~r nar"o.! o Tiriano; de :<'lue][a~ únjelct (lnl<: qUicUl'Ó ,. ol,-id~1l 105 inteleses, los eLc~, las aml¡ioues de 1,. t[crrn i del ciclo pUla no ,i. vir sino de amor, Qué IlOnlUre lu dann:os' el mre' que la Qu~to~li ", d!ll1dole el nombre de I,adre; l1>i pa .. a tambicn el canario las cortas horas de su \'ida canta ~ i Ir Ilonia la llaca mnllo sobre el corazon queriendo npagar en él In llama de su amor, como la muelle cstin. gue 11 su contacto la existencia: 5e alzaba otra im:.jen jendosa i simpática, Tra! ' liS columnas dcllemplo escu. ro discernia C, el azul de la I>arba i el brillo de los ojo dcl nuc\'O Riosanto, t:n el paseo i cn el lJaile. a pie í cru.~ando I>ajo sus balcones en un ]lotro elegante, ~iem_ prc estaba dclaute de ell (l admirtl.ndala i nm¡indoln , hu. Lhiudole siempre con 108 ojos, quc son el tel6grafo del ¡lIma, EMraiio par(!cer¡'" ~in ouda, qne UI1 jó\'cn de \l1!as dotes se \'ie5e obligado A proceder do tal modo, hoi (lile nueslr,¡ sociedad, culta i adelantadA ,uficientemente. ha roto esos misterios bárbaros de los 1Il0nlallC"es, i ha abie rto In cOlllunicaeian frou cn i digna entrc lo~ jóven':B de una i otro !exo, hIa! esa es la \'erdad. ¡\ quo::l jó\'cn tcnia cerradas In put!rtns c.n la cllsa_ de ~u amada. I pur que?, ,Ah! porqoe hablll cometIdo un gr~1l cr¡n,en , un crimen eS¡lantoso , un clÍmcn que no pcrtlonan..nque_ Itas humbr~s cuyo horizonte cHillimitado pvr le, rotan tes de HI.2-lmoccn ! ! .\quel ji)l'en d~ cor~¿Jn pur ¡ d eiviritu ilitminado habia conleti!'" el crím.l1 dl .. u :.nc, do~c¡cntos mil pesos, La corderil", ,ill('Ul]wr¡;¡;, ,', mpiD cI yugo i todo está arreglado, Pr1j"lo, 11 L'll'n,¡¡t,. h:.UI do~ lIUCVOS esposo!, i )!1 no dud, ',"¡C I Ir.L :l" d" EL ).lo'Alco ~r rán 105 primerM e"" \ :\~;,dn' Ihjo, !'Ut ti cuallluier~ de ellos In rclaciun ti uqnclla ,iml'iI¡ic, fiesta con "U! rien tes i tíerno~ epi. en bu~ea dI' UI! "e(llIk ,luiu,I, notable I'te prlÍctico atleta dc la disolubilidad conyugal? -Un inglel pacienzudo ha calculado, qne los hom. 11Ies hacen (t~rmino medio) tres horll8 d~ COI1\'er!8cion por dia, a rozan de cien palabras por ,ninuto, o 29 11:\' jinas en 8° por hora. Segun e~to cnda intliYiduo hahla ('1 "alor de 100 pájinas por scmana, o cincuenta idos volúmell1!8 llor aiio. [nlltil C3 aílUdir (dIce el ingles) que este cú!Culo no se aplica a las mujeres. BARDO. -,- ... ~.t La eomposícion que ÍllScrtaruos a continuacíon ~ahó en el número 105 del TllulPo. La reimprimimos, ~i_ guiendo el .íslema que n')5 hemos propuesto de reunir en ~I MOSAICO la mayor suma posihle do buenos mate. riares literarios. I ,uál mejor que la poesitl selecta que in!eltamos? ~o se ha acabado la emueion que produ­¡ eron desde la primer lectura estos yersos que nyron hubiera leido con 5ill1patla !--Los EE. TODAVIA! Longue nuit .... V. JlUGo. Todavia tu imájen rcfuljente Viene a turbar mis sueños, i mi mente Vueh'c a incendiar con su abra!ante luz' I'oda\'\a palpito tol olr tu Ilombre, 1 al min,rte sucumbo, dilbil hombrc, ('omo al soplo dd aus,lro el abedlll'! Oh! aquel tomor que me ofreci,te UD ~ia En ~u cop~ celelt(" refundia Cuant!) ho.Ilo i jentil el mundo da ; 1 tus lahios doquiera que ellos ehocall\ Donde un instante, un solo in!tante tocan Indeleble alll dejan la ,e¡¡aL ¿ I te amo aún? Yo no lo sé. Mi vil/u De la tuya hace tiernpo de!prendida ~ I e parece rebelde a la puion ; Pero h~i horas, hai horas en que al "erte No pudiendo ya unir a ti mi suerte Prcfiriera \'i~ir sin cornzon. i Quien pudiera lraertc una VtZ !ola Aqui a mi pecho, a encadenar la ola De este que encierra tUI bulento mar! i Quién pudiera borrar lo que ha puado, 'fu hado funesto i mi funestO kído Qui6n pudiela un instantc revocar! Yo soí tuya - Yo tuyo. thí dijimos, 1 al hacer este ,oto no crcimo! Que otlO nunca pudiéramo! hacer. 1 10 hemos hecho, lo hemos hecho! Impía. Tú 10 hiciste primero; tu falsía Me arrastrü Il pronunciar otro tambien .... ¿ Cu6.nto, añoa pasaron ya, !eñora, De Cl!te dohle perjurio? En esta bora :\1e pale~e que ayer fuera no mas. Pero no; es imposiblc; que a tu la\lo Juega i sonde i canta alborozado El fruto aCIago de lu union fatal, Quién pudiera anulor I o !lIccdido! -fo;se niño a tu lado entretenido ?le llamarn su padre entonces, 8i; l'ero no; es imposible; ese iaocente, Odio, dolor frenótico, creciente, E$lo que escita, a mi penr, en mi. ¿ 1 e!to es amor.l ¿.El paso de los añol. La luz de lo razon, los desengaño~ )lo han vencido el ()Oder de la pasion? ¿ El beso de la csposa, eriaturo No ton bella cual tú, pero mas pura, ~o ha horrado de! tu)'o la impresion ! Yo no lo sé. Yo la amo ccn mi ,'ida, :\1 mirarla de Rmor estremecida Me estremezco tamhien, ¿ no es esto amor lo Quisiera le"antollc un l'araiso, COlno aquel que por E\'¡¡ Adan dethizo, Tanto, a5i tanto la id(\latro yo. Mas ai! cuando la miro yo te miro, Yo escucho tI1 suspiro en su suspi ro, De tu acento la Inlísica en su voz; El puo de sus plantas es lu pa!o, Su lahio cl mismo perfumado \'a50 Que tu amor de un instante me ofreció. I sincmbargo, ai! tu no eru ella, Lo recuerdu mui bien. La tibia estrtlla Jamas ablasa como abrua el sol. En ti hailo al mar que proceloso brama En ella al lago que apacible dama, Til ere, el huracan, ella el rumor. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. U MlOSAIClO i Te amo por fin? Yo no lo 56; lo iglloro ; SUei"IO contigo i en mis sueños lloro, I despierto pensando solo en tí ; Quisiera \'CI te i no l!ejartc nunca, IJ.:! nucstrn historia de8garradll ¡trunca Lu ~ucltns hojas yo qu¡~iera unir; ¿ Pero scrll.Of!tn amorib Xo !i,. responde: l U.i si este cundro Iras de si no esconue La cSJl~nto5n "crdad de una I)a~ion? ¿ Di si no iloTa el alma con el llanto Que derraman los ojos ¡ - si en su cn~~nto Quimeras o verdad los sueilos son 1 1)110 mujer! Los ecos de mi lir~. ('ud los IUyOS ~angricntos de un pira, 'lo llc\"an hasta ti su vibracion? t 1 clln qué lignifica? ¿ In dife rcnc)~. O,lia, desden o la nlOrlal Jerncncill De una fiebre que agosta el cc.razon ? Dilo, mujer! Itcspondc si el ddirio 1-:5 un juego vulgar, o si el martirio, l::! martirio del alma está con él. Dime si ~.1ede sucumbir la Il'ente Sin que ánte! se haya en nuestro ser doliente Confundido a la sangre fuego i hie!! Dilo: " " pero mas bien, dime $1 tu alma Duerme 111 roelo de la dulce calma En estas heril! en que \'elo yo, Dime si el nombre de tu amor primero ';'0.'0 es a tu eorazon mas placentero Que el nombre odioso que el deber te dió, Dime ~i me amas, Dilo, ¿ a que ocultarlo, Si 110 Jluede mas ticmpo disfrazarlo La ,oz~c tu alma, tl.l mirada azul; Si en tu parpado casi adormecido Yo descubro el secreto bendecido Que en ,'ano intenta! ocultarmc tú ? ¡ Oh n05 amamos, si! Pero es precilo Separarnos, que tr.n del Paraíso Un infie rnu se esconde; la cfipiaeion ! Es preciso alcjalnos, nunca vemos. Que es ¡melisa el peligro de perdernos Si al deber no sucumbe la rasion. nogolM. I SJ3. W, -,- l:.Il.llIIU\ 1rll::1 MI. Quieren rtir ustedes preciosisimn lectoras? :\Iircn esta I;¡mina ; es hecha por UII ingles. penona mui l\parcnte p~r¡l. el taso; ]luel, como ustedes s¡¡ben,~on los a Jlropó~ito para hacer de un diablo otro mayor, - Jesus! quó laberinto tan horrible! Son gmpos de Goya? -No, mi ~e ¡¡or¡t(\, e~ un Congreso reJlrcsentndoeon earicaluru de lIluchlsimo mérito, Por ejemplo, mirc U: e~le es el Presidente, -Eso iba )'0 a preguntade, quién e! ese delgado co­mo un varrjoo i que se fija con tanto ahinco en este que e~tll parado junto. -Si, leuora, es que como el Presidente titne Que "01- ver a mirar al '!ue habla por hacer ver q,¡e le atiende, a \'&Cel le queda mirall.do para e:¡e lado, CD tanto que el que le ditijia la llalabea ya ni piensa cn voll'er a ha­blar. -Es decir que el l'rc,idcnte vu¡,h'e a mirar, Ilero no sabe qué le estll.n uiciendo l1i cuando acaban? _Nada de eso ; el diputado grita ¡manotea i diec a cada instante, ~eíi¡H Presidente por aquí, i seíior Presi, dente ¡lOr nUí, en \aoto que él está pensando en lju," tra tar:'~ a esas horas d I'ei de los l\Iormones, Prru notell ustedes la e8Jlresion de es te que está hablando; doblado por la cintura parece que ya se parte i con SUil brazos largus llel'ado8 {Icia adelante. i con su cabeza ala rgada eOlllO un hue\'o, sus ujos brotados. ~us orejas disformes, i en fin, con todo ele aire de uo peroeador , discute, con_ tradice , rebate, argumenta, I'ropone. ataca , defiende, regaña, suplica, l ie de las imbecilidades de IU antago_ nista i llora las de3gracills dc los su~ os. E~e hombre habla dos horas, i l.t_eurstion que piensa ganar con IU discurso ¡;s la de si debe decirse en una lei ,.{ o (o, de. litas. -1 por esa majaderia discuten tanto? -Dios enteros, mi !ciiorn, -1 !os que es\{,n en c~as meSas unos con papele~, i otros en lall di. tintas actlhtdes ? - Esos son los dema! dipotado! ; acaba ti Ilorlero de traerles uoa hoja suelta i otros periódicos, todo! leen a un tiempo i en lo que lII{,nos pienslln e6 en oir a ese ~u_ jeto a quien le va a dar IlUlmonia de gritar. No, señor Presidente, grita d ; es necesario no consultar el setllido literal de la frase tal como quedará ~i llega a p35ar a~i como lo ha pre~eulado la cumision i si el Congr e~o llega II cometer tal absurdo, yo no respondo de los males que le vcndrán a la Heplíhlica, -Yo vinc esta nmi¡¡lI1a de lni hacienda, dice en e~" momento un dilHltudo a otro que tiene junto, _1 quó tal va eso? -Pienso sembrar cnrrcton i asi me irá bien. - Linda e.laba anoche. \'0 me estu,"e huta mui taro de, i gocé tauto como no puédes figurnrte ; es Jlrrcio~a i amable la muehat'ha; dice el de Cltro banco a uno que tiene junto, __ \h! pero cUas IOn los que pierden. dice otro abrien. do lamallos oJos. Suponga U, que fueran vencidos, ¡ que hai con eso? Seria un triunfo momentáneo, -Es porque U. 110 Silbe con quienes se h,m metido eonlcstll el compuñcro; ¡ todo~ estos diálogos 8011 II grito eutero sin que aticndan ni entiendan quó eucstio¡. hai entre m31l08. _Imposib!e ! Idior Presidente, dice el perorador, que se Illue,'e i zapatea i camado de hablar .in que k oigan , da un fuerte golpe sobre la mesa; tGdos alzan a mirnr i "uehen a su ocopaciun como dicieado : .\ h ! ,~ que un diputado está hablando_ -Pero bien , cspliqucn05, quienes son estas figur~~ intere~alllÍsima' que ~e \'en aqui. -Este hombre euya cabeza i figura toda es accesoria a las m\lic~s que por fuerza apo~'a sobre la mC5a es d estadistll. mas comumlldo, huele desde lójos 108 negoci\)~ mejor quc un sabueso, Mire este otro cuyo cuerpo es un barril, i cuya eabeziol forma la lapll de eta pipa, - Pudieru decir, mi señora, que ba habido muchl~ de esta clase, cuyo estómago ~ell una cuba, i cuya ca_ beza sea la tnpa, - 1 estos tres ligurillcitos que conversan equi1 -Dios los cria i dl!)s !e juntllll; esos ton los dipilta-dos que vienen por primem ,'ez al Congre!o; niíios (11Of mandaD a una escuda i a quienes les p8gBn porque aprclI-U aprclI- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. El MOlSi1tECOl dan: esos regularmente no hacen mas que palan~ í ~enta r;e. o golpean lobl-e la me~a , legun el maefltro In indica. -Quó Congreso , Ilor Dios! -Pero fljen,e en este cuyos bigotes pueden anudar!e a la nucO!. i en cuya frente se pueden echar carrerM de eaballos ; es un hombre g ran'. cuya mirada profundu i escrutadora aterra: qué hombre tan digno i circuu~pcc. to ! es uno de loa d~ean08 en el Congreso; i, !abcn ustedes quión es l Uu 50lemuc lI1!ljadero 11 un:¡ pomposa nulidad, como dije ron de otl O. Actualmente, como se \'Ó ahí ha cerrado los ojos como pala contemplar; pero a un insta lite ronca como un mili acostado i tienen que de6pcrtorlo para que I'ote en pro o en contra . Este ~olo homb¡e pudiera repre~ental un Congreso. - 1 ellO! que escriben ~obre la mesa del frente? -Son diputados quc, como tienen que venir 11 la sellUII no tienen en ~u¡ casa! lugar de hacer un escrito par\! el Tr ibunal o el editorial o cr,)nica de un peri6dieo. -- I':""lecir que los que est:in ahi • eu lo que mimos e5t'llI e~ en Congre.o~ No 8eíiora; uno habla a grito cntero, i los demas con,'enan ,rien i duermen a la bartola, i cuando el Presidente dice: "1\prueba etc." unos golpean sobre las meSM i ot roa no hacen nada por pereza. EntrAr al Congreso C8 como entrar a una fonda: nnos juegan, c¡tTOS comen o beben, otros eom'euan, unos falen, otros entran i los mas no hacen nada. - Pero mire, yo no habio repurado el\ este que estli. tobillo CI! un tuhurele por ser tan chiquito i que junto al quc habla parcce que le quiec-e meter 10h uedos en los ojos. -F:se e~ QI advcroario i que a c.tda fIase que dice el que habla en contra di lo que {·I ha dicho, le deemientr, le argu~'e i lo regal. os, _Qué feo modo d~ , :mentar; porque no deja que rl utro acabe i le rebate ,~a rgumcntos,-~o? -SI ~efioritn. esu cs Jo untural i conforme COn Ins regla! de urhanidad. Si no fuera porque temo herirlM, r!lis seiíorltus, diria que un ('ongreso es una \'i~ita de mujeres, -Eso faltaha, que los cOmp~ rQl a con nosotra~; pero ,liganos , siempre son así? -Ah! no ~ Tr6.tese de presupuesto de gastos del año entrante i entónces verán quó ~teneion, qu~ argumen_ tos, i quÓ razone- t:n sólida~. _1 eso por 'O que incnsas en eanrte? _Verdad i mui "crdad, mi querido . -Con Justioa 1 -Con ella misma. -No lo creía. - Por quÍl no. Lizandlo? . _Porque juzgo que es UII dIsparate. _ Disparate? .' . -Esto es di.parale, mI quendo nmlgo. _¿ Soi el primero que pieo$a 1.'11 CMarae? _ )lo. _.\' aya, i por qué pUCiI dis\larate 1 ¿ Sen\' porque cuoi IIlui pobre? -No, me' re~pon(lió ól con preei¡litacion, no es por eso, el ~Igo mas ~erio lo que ten&,o que O]lOncr a es~ enlae~ . _Habla. ]lue~, le dIje, UO.R m.~uletud!e apodero de mi. Sicmpre he rensado. nnadiu ~Oll gra,·edad:. q~e es muí P.!.eil c1ejir uua mala e~po!O: I yo 110 l'(lrmltlrOJ q~e te suceda en de~graeia jamas, $lell1pre que lo pueda en· bl. Justillll ha SIdo mal dir~ida, lLa \"Ivldo mal relacio­nada desde sus pnmeros allOS, Su madre la lanzó sin cam]luioll o bio cuidado. al mulldo. como se ecl,la el a~'e cuando tiene alas: ha IlllTada COII de~dcn n J ustma, baJO 1ft! apariencias de un tierno amor i.~c una cie¡;~collfiaL\ ' za. Tú lo aabcs. Santiago. Esta Joven ha \1\'ldo como IlIIa cortesana i 110 sera estraiio quc ha~'a rcsbahdo. -Oh! c~o 110, e!!CI:unÍl yo, delinllltc: 1.'50 no es IlOsible! . ". . -Si, mi qucndo, es IOJlco: es precIso ~ue eso haya ~ucedido. Doa aúo~ hace que 01 hablal de ciertos amores ,uvos con HiCtlrdo. 'Supe dcspuell que se queril ton .. \utonio. Oí decir luego que !e moria por Alberto, lIace dos mcsl.", era MOlnuel ~u predrlecto. 1 al fio, h:ri, como una dcsgraei;:l., como una f,ltalidlld , escuche de boc~ de Luisita, tIli hermana, que Ju!tina ee caaaba cOlltigo. }{eeorri entónces mi memoria i lO!! leeuerdos que dorminn se dcspeltaron. D~3cntcrré la' crónicas, aabl6 con esa ca terva de amantes consecutivo' de tu novia, i de cada uno he rcca\'ado dOCUIllClltos 'IU~' tengo aquí en los bolsillos de la levit~. Ellos te halán abrir lo! ojos, Santiago. \'eamosl09. Cucota esta! (lalh~, son \'einte, :'Illr. lai firm~,. ,. Jus\ina 0Ii,·c r08." Bien, mir:l el lema de cada u, "A Riealdo," .. A mi il lanuel." !hsta, leamos alguna!, leamo! dice ; .. :\!i ehinito, ")1e dices que te \'as mallQn" I';U~ Honda, e~~ t~ una crueldad &.' &.' .. E~ta otra: .. :\Ianucl mio. " No puede!! ~Ullone¡(c lo conten~ 1 qle estoi con tu retrato; e~ rei compallero i mi únilo;) COLl!ul'lo cunndr, no e~toi coutigo. " Dura.nte la, silcncio!as horas 11 1 noche, cuando tu auseuóa me oprime el corazor bro el retrato, 1~ miro largo rato, llego a rensar qu' ~, 5 tú mismo i lile rio con la sOllrisa {ILle él tiene. \"oi Je,alte i la lamina frin que toca mis I~bios me despicrt.. ': ,Hemente DEjémosla hablor, ¿ para qué leer mas ()Crjuriol? '\0 es "erdad tialltiRgo ? Yo guard.í el ailencio de ulla fiera rabiosa. :\Iir~, C')1\till11/) Lilandro, mlla este retrato, (lo reeo. noces? Es de J U$liLla a lo~ quince ailOS. Este fUI\ .. ! primero que regal<" lile lo pre.to lticardo. -:ll ila Santiub'O que es ideal, cOll\"cllgamO! eo que la inocencia \"h'e I.'n esta imáJen -Este ot ro, (l(lntilluó, sacando uoo lluevo, se lo regaló a :\Iauuel, hace do! meses solamente. i QuÓ di{erenlt esta ~qui Justinn, g lnll .l)ios! ... ' ... Dejemos, aÍladió, dcjl.'lIloS eso i "camos esto: mira qué trenza tao f,¡mosa de C1Ibello eaHaÍlo, con e!to hal para poner redc. a mAS de mil coralones, ¿ reconocu e~te cabello, Santiego ? -Sí, dije eotónces sofocado, es tambien de e!1I inf~m~. El recuerdo de estos hechos vive sangriento en mi espí ritu. mi mauo tiembla al escribir es tas lllleas, i IIUII_ (la 0\vidar6 lu alléedotas que Simon 01"0 me refiri" respectll de J ustinn i que entrnron a cincel en mi coralon. Se apodero entÓtlces dc mi alguaa C0511 cstraiia. L'na ita sin piedad i sin limites me de\'orah", el alma; el odj¡, corria por mis ven~s a borll;otones, como la sangre UI.'I despecho; yo sentía n!cesidad de arrancar el corazon 11 J ustina. Iba a ~a\ir, pero Lizandro me detuvo ¡ con \'oz solemne me iln]luso quietud. -Está hien, aqui mOTi r6, le contesté, - Mas bien que IIlneras aquí, alltes que hacerte a!eSlnu e infame, mntando IL una jÚl"en desgraciada que e$ tah culpable de sus e~travios, eOlLlo tú lo bas ~ido de t ll ~ calaveradas. - De mis cpl:lI"eradas, responderó yo r l) este muodú. que me matará 11 deae ngafiOll, pero el r<:sponsable de mi' desdicha! es mi padre que no guió mis primeros 1111.5011. que autorizó mis dC:6(lanÍo!. -1 bien, Sontiago, l qué jU1:gas de J ustina ~ Eres in_ grato. J usti ll O!. era como "09, muí jÓ" cn, bella como una vi~ion cde!tial, ino.::ente romo E,·o, en 11,1 PI illler rut •. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. mento, romo Alimo en su etel!la soledad. Un únjclle do!tinó Dios en ~ mundo, pero ese ánjel recojió ~us alllS i la dejó sin amparo, pelO ese únjel durmió cuando debía valar: pHa Ju~tina ese ánjel era su madre, pero el!a lanzandola al mundo, voh·jó 108 ojos i le dijo "~hrchao.l!·, Contemp!.ld ahora Santiago, pero no con ira, contem­~ lo.o.I con piedad a eSa infeliz deapnes de su peregrina­eioll. Su coralon eShi en ruinas; de su belleza ¡ quó queda? ruinas. ¿ En quó soiiaban tus esperanzas? en 1 uinas ! El porvenir pa~':' ya, pues, pHra Justina, i digna es ella de compasion. El mundo no se aCOIdarfi. de Justl'M, cuando a los cincuenta años vague sola por el mundo, ,in enc~ntos en su faz, sin espermu.3S en el corazon, sin tranquilid~d i:n el alma. Aquello serfi. tri~te i conmovedor, pero co¡ando suceda, (lue ya toí conozcas esta tierra me· jor que hoi, acórcate a esa mujer i preglÍntale el orijen de ~us infortunio~: ella te responderit. como tu me con' te~tas ahora a mí: "La 1;Csponsable de mis de~diehas es mi madre, que no guió mis primeros pasos, qne autOTizó mi~ c!travios.·' La noche de e!e dia leía l.isandro para distraerme, cierta obra sin mérito. Alli escuché por la primera vez C5ta~ palabrAs: " El corazon de la mujer es una rosa da que cada ¡¡m:lllte sc lleva una hoja, dejando al pobre marido las e~pínas." Un peíisAmiento sombrio golpeó sobre mi frente. ~'o me casaré jamas porque deseonfio de la3 mujeres, me dije. Esas Qspinas reservudlas, Justina, para recompensar todos mis sueños i todus mis esperan7.as! Yo siento que le amo todavía, pero tu cor"zon eriz~do de espinas me rech-aza, dejando sangrientas mis mas queridas ilusiones! Yo nunca temí soñ&.ndote mio.. Tu "irtud te habria hecho Icsignada en nuestra pobrez.l. i tu amor por mí ,icaldo el plÍlnero, feliz. Uoi comprendo que hai entre los dos un mar de infortunios: sus ondas nos sepultarian ~i quisieramos unirno~. - Adios, pues, J ustina! en cuanto a tus cstravios, pobre jóvell inf!'liz, yo por mi parte los perdono; en cuanto a tu madre, Dios la perdonani.. De la mala educacioll que Tl:cibe la juvcntud en esta ciudad, ~urjen mil desgracias; la tuya i la mio. Sillan con lágl'imas esta \·crdad. Marzo 29. AS,I<€LO. -,- A la capital Tino, De Colombia en los ti"empo5, De un casi pueblo, un JÓYen A !'studiai- del Rosario en el Co!cjio. El p0bre a les eachifo~ Serv!a de muñeco: U no Ull batlm le daba 1 otro, lua! conlpasivo, un pastorejo. Mas un tunante un dia, l:n tono lastimero Le dijo: "Usted que tiene Que la ca ra hinehadísima le veo"!" -Señor, usted ~e engaña; Yo ningun dolor tengo; J tentándose el rostro L. dijo,: 'h ueno i i allO yo me .iento. l'lísole el otro al punto Un espejo. de aumento: I el pobre campesino Al verse tsn caron, dljO, me muero! Sin aguardar respucsta, Accidentado, enfermo, E:ntróse al dormitolio 1 reeojió su cosas al momento. A la !lectoral sala Fuó presuroso luego 1 &1 super!o:.r le dijo, Del moribundo con el triste acento: -A usted vengo a decirl. Que a mi tierra me vuelvo -Pero por (ju6, muchacho? -Pues no ve que carasa la que tengo? --,-- CUE:-iTO DE COLon DE nOSA ( /';'r dos par/eJ.) PARTI,; l'nl1dKRA (Continuaeion .) IV. Era una ma¡iana ele Otoño. Pedro estAI)o.1 leycndo en la biL)¡oteca encomenda •. b n su cuidado. El sol b3iiaba ya por completo cl horizon.le, i sinembargo, delAnte de Pedro antia un candil. El jÓ"cn no habia lIotado aun que era de dia. ~lila.i cstarlA embebido en m let:tura ! Habia pasado la noche leyendo. Plutarco i lIon~., habian nrrastrudo su alma a Grecia; el ignorado aut!Jr de las Mil i W!II nO"hes la habia lle\'ado por las rejion~, nsiáticas de delirio en delirio ¡ de asombro en asombro ¡ Chateaubrinnd J;¡ habi.1 paseado ]lor las ,,¡rjenes soleda. des de Am.:r,l'a: Cook l., habia hecho dar la ''\I.clta al mundo, sumt8mcnte . 1,:,tJbas di~traido i le he asu"lado, ¿ no c~ ,,,rdad? :\Iira. h¡¡ ,ido sin querer , , . X o vulnré a asnstarte , yo te lo a~cguro. .\lld~. vente conmigo, que tu madre te está perando, -Xo neC!'~it() compar!!a. i la tuya mucho mimos , ntc,;tó Pedro con tono d~,d~íio~o i amenazador. Ll niiia se pu~o ¡¡alida como UUll azucena, i bajó la 'Ibeza con los ojos 111 rasado., (1\ ¡"Igrimas. ],a desde¡¡o~ll e6p re~lon q\le rlominaba en el ro ~t)o ¡ I! la mirada de l'~dro. se dukificó un poco. -:Quu tienes! .. Por que lloras. Rosita? prcguntó el Jól'en con cierta solicitud. -Porque ya no lile quier,"! contehló la oiña. euya purisima voz ahogabun los ~olloz os. -Si, te quicro. Hosa; pero tri ticnes la. cul¡ltI de c.tos arrant¡acs de mal humor que en mi \·es. -Pues dime qUl: he de hacer pam que siempre e!tés JlltcutO. -Lo quc has de hacer es comprender mi alma. - 1 quó quiele decir e~o? plrguntó la niño coa ado· rabie injclluidad. Comprender lu ~lma les quererte muo dIo? -:-':c es Bolo 0.:30, contestó Pedro, cuyo rostro \'oh'in ¡¡nublarse; comprender mi alma es . en primer lugar . "Iivinar mi~ dcS(!os .... -Yo crei quc desellbas va almorzar .... I'edro di':' otr,j pat~ua e~ el slIclo esclamando - i Rosa! vco que tu almu nunca podrá comprender a lo mia; qu'! hablarle de {'SI' ¡¡mor delicado. grande, ,kal • sublime . qUt, se cierne entre el ciclo i la ti~rra , quercr echar margariw, a 101 mar..... ¡ .\h! bien se e Hoce qu~ I!\l:lca h~; abierto un libro. -Pero si yo erci~ que no eran menester libros para ~~bcr (¡uercrte .... :\tira, Pedro, miro lo que me figuraba yo (\ue era tI'IC!..:r ..... E~tar siempre pensando en ti : un C'lcontlarme a gu-to liuo a tu Iadu; ]Jedir a Oio!t]ue te dó ,,,luu i fortuna: dc'cal que mI' qui~rlls como ~'o te quiero a ti; pon~rme tri,te i llorar i desesperarme si tu¡crc~ a otr.l; aprII· tirse dominado por d enojo que IlInto habia aftijido a lu iuoctnle murhacha. - \'ues mira, repuso e~ta , el ~eiior cura i el maestro. que lanto saben, asi dic~n I:.~ e osa~ .... -Porque IIqui el quc mas sabe es un ul\'nje. 1'''1 c~o aborrezco 1\ e"le miserable \·alle .... _¡ :\Ii.emble e~te \ ulle! ; Si. qur habr:. muehl" donde se coja tanlo grano llanta frutn C011l0 en él! _Grano .... fruta .... murmuró Pedro con ~oberanll desden. _.; Pues que, C! e~o tambien malo: :\Iir~. Pedro. e~ta ma.íialla. hemos estado tu madre ¡ yo hablando ,J.. lo que hemos de hacer con la hacienda en cuanto tu i ~-o nos casemo~. Dice tu madre lIue si cuel'IUCS unca!cro. allegamos toda la hoja de! rebo\1RT i hacemos una roza· da (1). de ~egu ro C{'jlrCmOS grano p:.ra todo el año. como ell vida ue tu IH\(lrc, que e~té en gloria .... -No seró yo qUÍ<'ll eultil'e la~ tierras que cul~:\ó mi padre. -( QutÍ dices. Pedro: -Que no me enterrnrún en estos n\l('s. -i ])ios mio. esehmó ]{osa llena ue a!ombro. : p ('TI) a dónde has de ir? -A ¡joode mi alma m~ llama. -i. Pero dónde es e~o? _¿ Para que te lo he de decir si 110 me hu de eom· prendu? Hosa. dl'jnme. déja.me. que Dios 110 ha f ... lmado tu alma. para. t¡ue comprendll la. mia, -i Pcro si yo te qui~ro , Pedro, ~i yo tc quie ro mu· cho! ... esdamó Rosa con infioita ternura. bU5eando ('11 los ojos de Pedro una mirada que corre spondiese a aquo.:­! la sencilla i n la par elocuente espresion de su cariño. _Oiljame en paz! re~pondió Pedro con inmenso dc" pego. i \'ol\'ió a HOBa la. c'IIalda. 1.n illoeente niíia prorrumpiQ en I{¡grimas I bajó la escalera murmurando; -¡Ai Dios mio . Dios mio L .. i Quó 110 me quieTl\ ~a I ¡Qué sin uuda lJuierr a otra! --,-- 50nnl~.\ ,\ !.Os Sl'SCRI'fOHES! Illlbiu!!w." !,en~ado c!nr una I'nl!I.\ a nuc'tro' g~!lInh" ~u,n¡t",,· ; l'~ru ml',litall,lo d""plleio c~te hU¡lOrtante n~· goci", hrulO! v¡,to 'Iur "'ria una iniquiJau ,hír una ll~ unr_lm_ prim 1$ qlh·. \'rlauoz.o~a~ por lo ~anl'lferefi!\~, no. t·,!,;n !\ la. alturn d", los su."Crilorc~, lit c~tl>~ ~e encu~Z!tr;¡lI a Jn ¡¡Jtunl d .. ella' .• bi \,ur~, Ir, d;\rrnws HnQ s!Jbrina, que sen" !Inda U!éU05 t¡ut' un cuadernito J(l I,rimoro~~ e,¡i~ioll con t',do'l 1,)'1 ,()neto~ dI' nombru 'HU: HlU ~alhlo ~n El. :\los,\Icu, i llguno.:! olrus n, 1 • - (1) En ,~, Enrat!a"¡'-'ne~ dondE' abundan Ini tiertM ¡j.­I'rrn~ i fri ", el' pbonan C~j~~j",n,.rahn.'ntc con cal ¡ eI:Hi~r· CtIlt·~ w:el"I".,~n lO$t¡u,' t'Ulnlllllor lo cor.ouu Ja hOJa ,le IQ" ,írbole~, d helecho, "1 \¡r~,o ¡ las auluow." llamada! 1I1ti argll/ll(l&. llll'. 08 J. _o\.. Ct:AtU,

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El Mosaico - Año I N. 16

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Justicia fiscal como una oportunidad ante la pandemia

Por: Alejandro Rodríguez Llach | Fecha: 2020

Los países del Sur global, que estaban menos preparados para proteger los derechos de su población ante la pandemia, enfrentan enormes retos en estos momentos para contener el virus y no provocar un colapso sin precedentes de su economía en el intento. Esto ocurre en gran medida por dos factores característicos y fundamentales: la desigualdad y la poca cantidad de recursos públicos con los que cuentan estos países. Estos dos factores han dejado a los gobiernos de estos países frente un dilema. De un lado, si se mantienen las medidas de cuarentena por mucho tiempo, el Estado cuenta con recursos muy limitados para mitigar los impactos económicos que recaen –y que se intensifican por sus altos niveles de desigualdad– en la población de menores ingresos y con mayor vulnerabilidad en cuanto al goce efectivo de derechos fundamentales. Por otro lado, si se relajan las medidas de distanciamiento social, la alta desigualdad e informalidad provocará que la población más expuesta a los impactos del virus sean nuevamente las personas en situación de vulnerabilidad socioeconómica. Ambos casos, un escenario de injusticia evidente. Este documento tiene como objetivo, entonces, abordar brevemente las razones estructurales y de economía política que han llevado a los países del Sur global a esta situación; asimismo, busca plantear propuestas y oportunidades para mitigar los impactos de la pandemia y cambiar el paradigma dominante que ha llevado el escenario actual.
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Espacios democráticos en tiempos de pandemia: desafíos y respuestas, núm. 4

Por: Jessica Corredor Villamil | Fecha: 2020

En este texto se analizan los efectos de las medidas tomadas por los gobiernos para contener la pandemia del coronavirus en los espacios democráticos. En la primera parte se hace un recuento de las afectaciones más graves al espacio cívico por causa de las diferentes respuestas que han tenido los gobiernos, con un enfoque especial en los del Sur Global y, en particular, en los países donde las democracias son frágiles o están bajo un Gobierno autocrático o populista. En la segunda parte, se presenta una serie de recomendaciones dirigidas a la sociedad civil, teniendo en cuenta las diferentes iniciativas de movilización social y de solidaridad que han surgido desde el comienzo de la crisis sanitaria.
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