Por:
José Eduardo Rueda Enciso
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Fecha:
11/02/2011
El artículo narra y analiza los hechos de violencia interétnica sucedidos en los Llanos de Arauca, Casanare y Meta entre 1795 y 1806, cuando el adelantado Juan Francisco Parales, afrodescendiente de Barinas, Venezuela, intentó dos reducciones de indígenas guahibo-chiricoas en los sitios de Las Cachamas y el Zumi, las cuales, al menos en un principio, contaron con el apoyo de los hacendados y los pobladores de la zona, y luego, por el contrario, fueron violentamente atacadas por ellos mismos, lo cual generó permanentes hechos de violencia que derivaron en odio y resentimiento contra los indígenas de la mencionada etnia, y en una odiosa práctica cultural, conocida como “la guahibiada”, que desde entonces y hasta años recientes estuvo presente en la región. Parales no solo logró organizar a los guahibo-chiricoas, sino que a las bandas de indígenas se unieron blancos pobres, mestizos y mulatos que pusieron en aprietos a las autoridades.