Por:
Alan Edmundo Granados Sevilla
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Fecha:
01/07/2019
Este artículo presenta un primer acercamiento al trabajo y enmarcado emocional que realizan los manifestantes a través de dos expresiones sonoras centrales en las marchas de protesta: la consigna cantada y la música. Con base en la etnografía sonora, que recupera la dimensión acústica de la acción, las actividades productoras de sonido y sus significados, se analiza la producción sonora de distintos contingentes en once marchas que ocurrieron en la Ciudad de México entre 2015 y 2018; la finalidad es revelar algunas de las funciones emocionales que se realizan por medio de la música y la consigna. A la luz de los aportes teóricos de la psicología de la música y el enfoque constructivista de las emociones, nuestro análisis revela que la música y la consigna cumplen funciones emocionales que están condicionadas por sus rasgos estructurales y estilísticos. Por otra parte, a través de las consignas, las emociones se despliegan retóricamente, los procesos de enmarcado cognitivo se complementan con un discurso afectivo y se expresan las orientaciones culturales del movimiento. La música, por su parte, también verbaliza emociones; además, juega un papel central en la dinamización y modulación de los afectos necesarios para la protesta.