Por:
Rosa Puente J.
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Fecha:
2013
Todos tenemos una opinión acerca de lo que es hermoso o atractivo, un color favorito o alguna preferencia por el diseño de ciertos objetos o prendas de vestir, por ejemplo. Esas elecciones, aunque reflejan nuestra personalidad y gusto, suelen ser intuitivas. Por el contrario, cuando reflexionamos acerca de las formas y analizamos su posición, su color, el objetivo que deben cumplir, el mensaje que deseamos comunicar, y valoramos otras posibilidades expresivas, elegimos con un enfoque intelectual. Así, aunque nuestro gusto personal siempre está presente, la reflexión acerca de los aspectos formales de lo hermoso o atractivo nos brinda más posibilidades de comunicar lo que queremos, entender el porqué de nuestras decisiones y argumentar en su favor. Eso significa adquirir mayores capacidades perceptivas.