Por:
Janet Iwasa
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Fecha:
2019
Estamos hechos de células. Estas forman nuestra piel, nuestros órganos y nuestros músculos. El cerebro, el asiento de nuestros pensamientos y deseos, está hecho de células. Nuestros vasos sanguíneos se forman con células. La fertilización no es más que la unión de dos células para crear una sola célula nueva, que luego se multiplica para producir el embrión. Este crece hasta convertirse en adulto, al agregarse más y más células. Cuando nos enfermamos, a menudo es porque nuestras células se comportan de manera errática. Y cuando envejecemos, es porque nuestras células pierden gradualmente su fuerza. Después de que morimos y somos enterrados, los únicos restos de nuestra existencia son huesos, dientes y cabello, estructuras que fueron esculpidas en la vida por la actividad incesante de las células. Muchas medicinas funcionan cambiando la forma en que se compártanlas células y, en los últimos años, las células mismas se usan como medicamentos para curar a las personas enfermas. Debido a que todos los seres vivos están hechos de una o más células, el origen de la vida corresponde al origen de las células. Para comenzar, en este capítulo exploraremos qué son las células y cómo funcionan, temas que se ampliarán a lo largo del libro.