Por:
Albert Berry
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Fecha:
2017
La historia agraria reciente de Colombia se ha desenvuelto en un ambiente de crecimiento económico adecuado. Las tres primeras décadas de la segunda mitad del siglo xx fueron de un rápido crecimiento (5,2 % por año), seguidas por dos décadas más lentas (crecimiento del 3,0 % en promedio) a causa de la crisis regional de los años ochenta y la recesión colombiana de finales de los años noventa. En la primera década del nuevo siglo apareció de nuevo un crecimiento relativamente rápido (con una tasa promedio del 4,1 %). El ingreso per cápita aumentó al 2,0 % anual en la segunda mitad del siglo xx, mientras que en promedio la población crecía un poco más rápido pero a una tasa que declinaba comparada con la máxima de aproximadamente el 3 % alcanzada en los años cincuenta. En cuanto al crecimiento del ingreso per cápita el mejor período (medido en promedios de cinco años) fue entre 1965 y 1979, pero, al usar este criterio, aun la turbulenta década entre 1985 y 1994 parece buena. La volatilidad del crecimiento en Colombia ha sido mucho menor que la de Latinoamérica, no solo durante la "década perdida" alrededor de los años ochenta, sino a lo largo de la mayor parte del siglo (Kalmanovitz & López, 2006, 209). Igualmente, la inflación ha sido más estable en Colombia en comparación con los otros países de la región. Sin embargo, la crisis a finales de los años noventa encontró al país mal preparado para el aumento dramático de la actividad financiera en la era post-Brady, y sufrió la caída más aguda del siglo.