Por:
José Manuel Otero Novas
|
Fecha:
2005
Aunque se mantienen las apariencias, el Estado español es ya sumamente débil, en poderes y en voluntad de sobrevivir. Y aun se le quiere más inoperante. Ello será un gran perjuicio para todos los ciudadanos, que están perdiendo su gran palanca de fuerza y progreso, pero es también un grave riesgo, porque la historia enseña que las naciones se crean con sangre y se desintegran con sangre. El autor, que se confiesa corresponsable del diseño del Estado de las Autonomías, además de estudiar la nación española desde sus orígenes bajo Roma, los modos de reintegración tras las diversas crisis, los...