Por:
José Luis Bertram
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Fecha:
1998
El libro está impregnado de humanismo. El ser humano, como individuo, con sus fuerzas y debilidades, ocupa siempre el centro. ¿Existe una lógica en la trayectoria humana o vivimos sometidos al arbitrario dictado del azar? La división de opiniones ha sido siempre una constante. Pero la búsqueda de leyes que expliquen el proceso humano ha fascinado a muchas personalidades destacadas. Entre ellas, el autor ha elegido a Heráclito, Platón, Vico, Kant, Hegel, Marx, Spengler, Toynbee y Jaspers, a los que dedica la primera parte del libro. El territorio perteneció durante mucho tiempo a los hombres de letras. Sin embargo, desde Darwin, la ciencia ha abierto nuevas perspectivas, enriqueciendo el debate. Y ello hace inevitable que la filosofía, recuperando una antigua tradición, no pueda prescindir del abrazo científico.