Por:
Tomás Borrás
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Fecha:
2013
Tomás Borrás denominó "gnómicos"a los muy breves cuentos que, a partir de la guerra, incluyó en sus trece libros de narraciones, desde Unos y otros fantasmas (1940) hasta Agua salada en agua dulce (1969). Su extensión oscila entre unas pocas líneas y tres o cuatro páginas y, más que cuentos, se trata de miniensayos narrativos que, muy vanguardistamente, participan de la fábula moral, del caso ejemplar, del apunte poemático y hasta de la boutade. En ellos se encuentran varias de las mejores virtudes del escritos: su proteica cultura, sus dotes de observación, su original inventiva, su riqueza de vocabulario en el que, naturalmente, no faltan los neologismos y las piruetas vanguardistas y, otras veces, transita por el casticismo ola libre y rotunda flexibilidad de los clásicos.