Por:
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Fecha:
30/04/2022
Foto: Miguel Ángel Beltrán
Temporada Nacional de Conciertos Banco de la República 2022
MANUELA TAMAYO
(Colombia)
soprano
VADIM PARRA TROUCHINA
(Colombia)
piano
Miércoles 18 de mayo de 2022 · 7:30 p.m.
Bucaramanga, Teatro Santander
PULEP: JZG135
SERIE DE LOS JÓVENES INTÉRPRETES
TOME NOTA
Los conciertos iniciarán exactamente a la hora indicada en los avisos de prensa y en
el programa de mano. Llegar con media hora de antelación le permitirá ingresar al
concierto con tranquilidad y disfrutarlo en su totalidad.
Si al momento de llegar al concierto este ya ha iniciado, el personal del auditorio
le indicará el momento adecuado para ingresar a la sala de acuerdo con las
recomendaciones dadas por los artistas que están en escena. Tenga en cuenta que
en algunos conciertos, debido al programa y a los requerimientos de los artistas, no
estará permitido el ingreso a la sala una vez el concierto haya iniciado.
Agradecemos se abstenga de consumir comidas y bebidas, o fumar durante el
concierto con el fin de garantizar un ambiente adecuado tanto para el público como
para los artistas.
Un ambiente silencioso es propicio para disfrutar la música. Durante el transcurso
del concierto, por favor mantenga apagados sus equipos electrónicos, incluyendo
teléfonos celulares y alarmas de reloj.
Por respeto a los derechos de autor de los compositores e intérpretes, no está
permitido realizar grabaciones de audio o video ni tomar fotografías durante el
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Los artistas interesados en presentar una propuesta de concierto pueden visitar el
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el que encontrarán información pormenorizada acerca de este proceso.
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ingrese a www.banrepcultural.org/servicios/listas-de-correo y suscríbase a las listas
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Sala de Conciertos @Banrepcultural Banrepcultural Banrepcultural
Luis Ángel Arango
1
ACERCA DE LOS INTÉRPRETES
Manuela Tamayo, soprano
Inició sus estudios musicales formales en el Programa infantil y juvenil de
formación musical de la Universidad de los Andes, en donde cursó cinco
semestres de guitarra clásica y tres semestres de canto lírico.
En 2015 comenzó sus estudios universitarios con énfasis en canto lírico
en la Pontificia Universidad Javeriana, bajo la dirección de Carolina Plata y
María Olga Piñeros. En 2017 participó como solista junto al coro de la carrera
de Estudios Musicales de dicha universidad, en el montaje de La creación, de
Joseph Haydn; y, en 2018, junto con la orquesta y el coro de cámara, participó
como solista en el montaje del Oratorio de Navidad, de J. S. Bach. Asimismo,
hizo parte del elenco del Ensamble de Ópera Javeriano, en donde desempeñó
el rol de Serpetta en el montaje de la ópera La finta giardiniera, de W. A.
Mozart. En 2019 participó, con este ensamble, en el montaje de La voz sublime,
interpretando obras de Ernest Chausson, Gabriel Fauré, Johannes Brahms y
Robert Schumann. Ese mismo año fue finalista del Premio de Canto Ciudad
de Bogotá en la categoría de excelencia y en la reapertura del mismo premio en
la categoría de formación, unos meses más tarde, ganando el premio ‘Victoria
de Los Ángeles’ al mejor intérprete de canción.
Manuela Tamayo fue una de las ganadoras de la beca que ofreció el Teatro
Mayor Julio Mario Santo Domingo para participar en un taller de dos semanas
dedicado a óperas de W. A. Mozart, bajo la dirección del cantante y director
escénico argentino Marcelo Lombardero. Posteriormente, participó en la
muestra pública de dicho taller en el Teatro Estudio del Teatro Mayor, en 2019.
En 2020, tras obtener la mención de honor al quedar en segundo lugar
en el Premio de Canto Ciudad de Bogotá en la categoría de formación, se
graduó como Maestra en Música con énfasis en canto lírico de la Pontificia
Universidad Javeriana.
Conozca más acerca de Manuela Tamayo
manuelatamayo.com/
youtube.com/channel/UClah6MRk6KVe8bjxNcOuVpQ
soundcloud.com/user-701564795
2
Vadim Parra Trouchina, piano
De nacionalidad colombiana y rusa, Vadim Parra inició sus estudios de piano
con Irina Viritch en el Programa infantil y juvenil de la Facultad de Artes de la
Pontificia Universidad Javeriana, y después con Sergei Sichkov. Ha participado en
clases magistrales con pianistas de renombre internacional, como Blanca Uribe,
David Kuyken, Larissa Mögel, Valentina Lisitsa, Frank van de Laar, Brian Ganz,
Anne-Marie McDermott, Tatiana Tessmann, Richard Egarr y Ralph van Raat.
En 2012 obtuvo el título de Maestro en Música y recibió mención honorífica
en la Pontificia Universidad Javeriana. En 2014 se especializó en Metodología de
la enseñanza del piano en el Conservatorio de Ámsterdam, y complementó su
experiencia en proyectos sociales y culturales en Holanda, Portugal y Colombia.
Adelantó estudios de maestría en Educación Musical en la Universidad
Internacional de Andalucía (UNIA) y en la Fundación Barenboim-Said, en
Sevilla, España. Asimismo, obtuvo el título de acompañante correspondiente de
cantantes (Liedklass) con los profesores Frans van Ruth, Pierre Mak y Jeff Cohen
en el Conservatorio Nacional de Música de París. En 2016 completó sus estudios
de piano en el Conservatorio de Ámsterdam, en la clase de Naum Grubert (piano),
Richard Egarr (fortepiano y clavicémbalo) y Ralph van Raat (piano contemporáneo).
Parra recibió el VI Premio Jóvenes Solistas en 2009, cuando actuó como
solista con la Orquesta Sinfónica de Colombia. En 2009 y 2010 representó
a Colombia en el ciclo internacional de grandes pianistas organizado por
Colsubsidio; y fue seleccionado para participar en la Serie de los Jóvenes
Intérpretes del Banco de la República. Fue invitado a participar en el VI Festival
Internacional de Música de Cartagena en 2012. En 2014 participó en el Festival
Suonarte, en Lovere, Italia. En 2013 y 2014 realizó una gira de conciertos en
Portugal, y en 2014 obtuvo el primer premio de música de cámara en el Festival
de Verano de Música Clásica de Lisboa, bajo la dirección del pianista Felipe
Pinto Ribeiro y el violista Gerard Caussé.
Forma parte del Trío Raíces, agrupación creada en Ámsterdam en 2015 y
que trabaja sobre el repertorio histórico de piano, clarinete y violonchelo. Ha
sido músico invitado en las orquestas Filarmónica y Sinfónica de Colombia
y en la orquesta CvA de Ámsterdam, en Holanda. Ha participado en varios
programas orquestales bajo la batuta de los directores Andrés Orozco-Estrada,
Ed Spanjaard, Rossen Milanov y Rodolfo Saglimbeni. Actualmente es miembro
de la Fundación JVF.
La realización de este concierto
cuenta con el apoyo de
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PROGRAMA
Selección de Seis lieder, Op. 13 (1844)
Ich stand in dunklen Träumen
Sie liebten sich beide
Der Mond kommt still gegangen
Die stille Lotosblume
CLARA SCHUMANN (1819-1896)
Siete melodías, Op. 2 (1879-1880)
Nanny
Le charme
Les papillons
La dernière feuille
Sérénade italienne
Hébé
Le colibri
ERNEST CHAUSSON (1855-1899)
INTERMEDIO
Oh! quand je dors, S. 282 (1842-rev. 1849)
Pace non trovo de Tres sonetos de Petrarca,
S. 270/1 (1842-1846)
FRANZ LISZT (1811-1886)
Ojuelos de miel (1992) JAIME LEÓN FERRO (1921-2015)
Cancioncilla (1976)
Algún día (1982)
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NOTAS AL PROGRAMA
Por Alexander Klein
Cuando se piensa en los orígenes de la música es común encontrar debates
que buscan resolver el misterio de cuál fue el primer instrumento musical
de la historia. Hay quienes piensan que los primeros instrumentos fueron de
percusión, mientras que otros se inclinan por los instrumentos de viento. Ante
tales hipótesis, suele pasarse por alto un hecho incontrovertible, y ese hecho
es que el primer instrumento musical de nuestra especie –un instrumento con
el cual todos nacemos– es la voz humana. Esa misma voz con la que un bebé
recién nacido acompaña su llanto, y esa misma voz que despide a los muertos
en una misa de réquiem o en un simple y sincero lamento.
Más allá, sin embargo, de su antigüedad, la voz humana es el instrumento
más versátil del mundo, capaz de reproducir un sinnúmero de palabras y de
sonidos que incluso pueden imitar a otros instrumentos musicales. A esta
cualidad, desde luego, se suma el dato siempre sorprendente de que ninguna
voz suena igual a otra en un planeta que hoy cuenta 7,9 billones de personas.
Es por este motivo que todo concierto vocal es un acontecimiento único, una
oportunidad de escuchar un instrumento cuya caja de resonancia es el cuerpo
y cuya vida útil es la propia vida del cantante. No en vano la voz humana
dominó la música europea por miles de años (hasta bien entrado el Barroco),
y hoy ha vuelto a hacerlo a través de múltiples formas y géneros.
En el concierto de hoy, ese género es el Romanticismo, corriente ideológica
que tuvo su apogeo en el siglo xix y derivó en varias manifestaciones culturales
todavía vivas. Descrito en términos simples, el Romanticismo puede resumirse
en el enaltecimiento de las emociones, en la lucha por un mundo igualitario y
en la liberación del ser humano de las ataduras de la monarquía y la teocracia,
instituciones políticas que sufrieron su mayor cuestionamiento y derrumbe
con la Revolución Francesa (1789) y con las revoluciones independentistas de
América (1810-1840). En este sentido, al Romanticismo hay que considerarlo
un precursor de todas las luchas sociales que siguen vigentes hoy en día, entre
las cuales sobresale el feminismo.
Resulta apropiado, entonces, que las primeras obras del programa de hoy
sean no de un compositor, sino de una compositora, Clara Schumann (1819-
1896), cuyo nombre de soltera era Clara Wieck. Nacida en Leipzig, Wieck
desafió todos los códigos sociales de su época, hazaña que logró por medio de
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una extraordinaria carrera como pianista y una obra musical que ha empezado
a reevaluarse después de más de un siglo de olvido.
Educada desde temprana edad por su padre, el pianista y pedagogo
Friedrich Wieck, Clara hizo su debut como concertista cuando apenas contaba
nueve años, tras lo cual siguió una gira por Europa a los doce. En un hecho
normal para la época, pero muy controversial hoy, Clara conoció a su futuro
esposo, el compositor Robert Schumann (1810-1856), cuando ella tenía
nueve años y él dieciocho. Un día antes de cumplirse su mayoría de edad (que
en Austria era a los veintiún años), Clara contrajo matrimonio con Robert,
no sin antes acudir a un juez, puesto que el padre de la compositora se oponía
a la unión. De este modo se selló uno de los matrimonios más famosos de la
historia de la música europea.
Iniciada su vida matrimonial, Clara se constituyó en la principal
proveedora económica de su hogar, hazaña que logró gracias a su carrera como
pianista –una de las únicas oportunidades laborales disponibles en la época
para una mujer–. Este privilegio, sin embargo, se convirtió en una necesidad
para Clara en 1854, año en que Robert fue internado en una clínica de reposo
luego de acusar síntomas de esquizofrenia. Dos años después, Robert moriría
en la clínica, dejando a Clara a cargo de siete hijos. Y aunque existen pruebas
contundentes de que Clara tuvo acercamientos emocionales fuertes con
Johannes Brahms, la pianista y compositora nunca se casó de nuevo y optó
más bien por sostenerse sola, acto que podríamos considerar heroico, dado
el contexto de la época. Llegado el año de 1896, Clara murió a los setenta y
seis años, no sin antes dejar un nutrido recorrido internacional como pianista
y editora musical.
Ante tal trayectoria, las composiciones de Clara Wieck parecen solo
un apéndice de su carrera, pero un apéndice valioso dada la rareza que era
encontrar una mujer compositora en el siglo xix. Aunque la propia Clara
alguna vez declaró que ‘nada’ le producía mayor alegría que ‘crear’ música,
dejó de componer a sus veintinueve años, acto triste que fue acompañado con
esta famosa y muy diciente declaración:
Alguna vez creí que tenía talento creativo, pero ya renuncié a esa idea. Una mujer no
debe desear componer –hasta el día de hoy no ha habido una que pueda hacerlo–.
¿Cómo podría pretender lograrlo yo?1.
1 Traducción al español de Alexander Klein.
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No obstante, este derrotismo, la obra de Clara sobrevive hoy como un
valioso testimonio del Romanticismo germano visto desde la perspectiva
femenina, siempre condicionada por la dominación del hombre, pero lo
suficientemente libre para darnos una idea de sus motivaciones estéticas, a lo
cual se agrega una técnica impecable. Es así como aparecen sus Seis lieder, Op.
13, todas musicalizaciones de textos escritos por poetas románticos.
Escritas en 1844, las dos primeras canciones tienen un tema en común:
la pérdida de un ser querido o de un amor. La primera de ellas, que carga el
título Ich stand in dunkeln Träumen (En oscuros sueños me detuve), describe
el momento en que un hombre contempla con nostalgia un retrato de su
amada; este cobra vida momentáneamente, tras lo cual el hombre rompe en
llanto porque ella ya no está con él. La compositora utiliza acordes mayores
para describir la alegría mientras el retrato cobra vida, y acordes menores para
describir la pérdida del ser querido. Es de notar que el acompañamiento en el
piano trae a la mente la obra de Franz Schubert: los acordes se presentan en
bloques sencillos, para resaltar la voz de la cantante.
La segunda canción, Sie liebten sich beide (Se amaban uno al otro), es
mucho más oscura en su tono emocional, a lo cual se suma que el texto no
presenta un contraste de emociones. En este contexto, la compositora enfatiza
las sonoridades menores para describir la tragedia del texto: dos personas que
se miran mal pero que en realidad están enamoradas mutuamente, y aun así
renuncian a la idea de estar juntas, posiblemente porque su amor es prohibido.
Es de notar que la propia Clara Wieck había vivido un amor prohibido con
su esposo, aunque ella, a diferencia de los personajes del texto, decidió luchar
contra las convenciones sociales de su época para casarse con él. La canción,
por su parte, nos deja una lección desgarradora: los personajes están muertos
en vida, puesto que renunciaron a entregarse al amor.
Como contraste, la siguiente canción en el programa, Der Mond kommt
still gegangen (En silencio se va la luna), mezcla la temática del amor con otra
que fascinaba a los románticos: la glorificación de la naturaleza. Acorde con
este concepto, Clara escribe una melodía optimista cuando el texto describe
el momento en que la luna asciende e ilumina el mundo con su ‘brillo de
oro’. Aun así, la belleza toma un aire levemente melancólico cuando nos
enteramos de que el personaje del texto está solitario, pensando en su amada,
cuyo amor parece no ser recíproco. De este modo, la canción nos revela otra
de las temáticas preferidas del Romanticismo: el amor no correspondido, que
causa un dolor como ningún otro, pero al que hay que resignarse. No en vano
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la compositora termina la canción con un acorde mayor, que nos aleja de la
oscuridad de los tonos menores para recordarnos que la vida debe seguir.
Por último, Clara Wieck termina su ciclo de canciones con una obra que
hace un juego de contrastes similar al anterior. Titulada Die stille Lotosblume
(La callada flor de loto), la canción inicia con otra oda a la naturaleza, esta vez
a la flor de loto, de nuevo a la luna y también al cisne. Aun así, la imagen del ave
es trágica: en medio de su belleza, quiere morir. En este sentido, es de notar
que el cisne podría referirse alegóricamente a muchas mujeres en el siglo xix,
en quienes ni la belleza ni la adulación masculina podían esconder el hecho de
que vivían reprimidas –como la propia Clara Wieck, quien consideró que su
sexo no era el correcto para poder ser compositora–. Como reflejo apropiado
de esta afirmación, las tres siguientes obras del programa pertenecen al mismo
siglo en que vivió Clara, pero todas son de autoría de hombres.
Hébé forma parte de un ciclo de siete canciones que lleva el título de Siete
melodías, Op. 2. Escrita por el compositor francés Ernest Chausson (1855-
1899), la canción musicaliza un texto perteneciente al parnasianismo, género
literario surgido a mediados del siglo xix, cuyo objetivo era alejarse del
personalismo romántico y limitarse a la descripción, usualmente de imágenes
reminiscentes de la antigüedad clásica. Aun así, dentro de esta descripción
también cabían las emociones, y Chausson elige para Hébé la obsesión humana
con el envejecimiento. De esta manera, el tema central de la canción es la
búsqueda del elíxir de la juventud, que se hace esquivo, a la manera de una
diosa –‘la copera divina’– que alguna vez vimos pasar, como la juventud
misma. Por esta razón, Chausson recurre al uso de escalas de la Grecia antigua,
las cuales crean un aire incierto y exótico, entre melancólico y alegre, que nos
recuerda el destino que todos los seres humanos compartimos: la mortalidad,
que no obstante está acompañada de breves pero alegres destellos de juventud.
Fiel a esta realidad, las siguientes dos obras del programa pueden
describirse como odas a ese contraste perpetuo de emociones que conforman
la existencia. Escritas por el compositor austrohúngaro Franz Liszt (1811-
1886), ambas son un reflejo muy apropiado de su vida, la cual tuvo de todo:
amoríos con estudiantes y condesas, muertes prematuras de varios de sus
hijos, pobreza y riqueza material, y una fama desbordada que, aun así, estuvo
acompañada de un confinamiento voluntario en un convento.
En este orden de sucesos, ambas canciones parecieran describir la
propia vida del compositor: la primera, titulada Oh! quand je dors (¡Oh!
Mientras duerma), habla del éxtasis que siente un hombre cuando una mujer
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lo besa, acto que es percibido como una fuerza divina. La segunda, Pace
non trovo (No encuentro paz), es todo lo contrario: un grito desesperado
que describe el martirio de quien no se halla y no sabe qué hacer consigo
mismo. Musicalmente, Liszt no ahorra medios para describir este mundo de
emociones: las palabras más apasionadas son acentuadas con notas agudas
en la voz de la cantante, pero estas, a la vez, son complementadas con varios
contrastes de volumen. Más que canciones, ambas parecieran fragmentos de
obras de teatro –tal como el propio Liszt vivía su vida y tocaba su piano–. No
en vano el compositor percibió su propia música como un reflejo directo de
su existencia, cuyo caudal de emociones buscó traducir, según él, ‘en sonido’.
Cien años después, esta relación íntima entre la emoción y el sonido fue
la que el compositor colombiano Jaime León Ferro (1921-2015) siempre
buscó explorar en sus canciones. Según él, la voz humana era el instrumento
‘más perfecto’ y ‘más expresivo’, por lo cual la canción fue el género predilecto
del compositor en una carrera que produjo una muy variada y voluminosa
obra.
El programa de hoy ofrece dos musicalizaciones de poemas de Eduardo
Carranza (1913-1985) y una musicalización de un poema de Dora Castellanos
(n. 1924). Fiel al espíritu romántico, en todas las canciones se advierte un
hilo conductor que puede describirse como una celebración de la vida y del
sentimiento primario que la guía: el amor. El amor que un hombre siente por
una mujer (Ojuelos de miel), el amor que un padre o una madre sienten por su
hija (Cancioncilla), y el amor que una mujer siente por su pareja (Algún día).
Dada la amplia influencia que el musical norteamericano y el género popular
ejercieron en la carrera de Jaime León –quien vivió y trabajó en Estados
Unidos por muchos años–, todas estas canciones nos traen a la mente el
género teatral, como si cada una no fuera más que un fragmento de un drama
o de un musical.
Bien podría decirse, entonces, que ese drama no es más que la vida misma,
cuyo goce máximo fue descrito por Lord Byron –otro romántico– como un
acto de entregarnos a todas sus sensaciones, incluso las dolorosas. Solo así,
decía el poeta, podemos sentir realmente que estamos vivos.
9
Referencias
Davies, J., (ed.). (2022). Clara Schumann studies. Cambridge: Cambridge
University Press.
Duque, E. (1998). Notas al programa. Música y músicos de Colombia. Bogotá:
Biblioteca Luis Ángel Arango.
Walker, A. (1996). Franz Liszt: The Final Years, 1861-1886. New York: Cornell
University Press.
Alexander Klein es profesor de cátedra de la Universidad de los Andes,
instituto donde obtuvo pregrados en Composición y Teoría de la Música
(2013). Sus obras musicales han sido estrenadas y ejecutadas en diversos
escenarios nacionales e internacionales, entre los cuales figuran la Sala
Alberto Castilla del Conservatorio del Tolima, en Ibagué, y la Royal Academy
of Music, de Londres. Como musicólogo, Klein es autor compilador de las
Obras completas de Oreste Sindici (Ediciones Uniandes, 2017) y autor de El
sastre de dos mundos (Ediciones Uniandes, 2022), una obra de cuatro tomos que representa la
primera historia comparativa de la ópera en América. En el campo de la crítica, sus artículos
sobre música, cultura y política han sido publicados en periódicos y revistas colombianas,
como el diario El Espectador y la revista Arcadia, a las cuales se suman las publicaciones
estadounidenses Film Score Monthly y The People’s World.
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Selección de Seis lieder, Op. 13 (1844)
Clara Schumann (1819-1896)
Ich stand in dunklen Träumen
En oscuros sueños me detuve
Texto de Heinrich Heine (1797-1856)
Ich stand in dunklen Träumen
Und starrte ihr Bildnis an,
Und das geliebte Antlitz
Heimlich zu leben begann.
Um ihre Lippen zog sich
Ein Lächeln wunderbar,
Und wie von Wehmutstränen
Erglänzte ihr Augenpaar.
Auch meine Tränen flossen
Mir von den Wangen herab –
Und ach, ich kann’s nicht glauben,
Dass ich dich verloren hab!
En oscuros sueños me detuve
y miré su retrato,
y el amado rostro
en secreto comenzó a vivir.
En sus labios se extendió
una sonrisa maravillosa,
y con tristes lágrimas
brillaron sus ojos.
Mis lágrimas también fluyeron,
rodaron por mis mejillas,
¡ay, no puedo creer
que te perdí!
Sie liebten sich beide
Se amaban uno al otro
Texto de Heinrich Heine (1797-1856)
Sie liebten sich beide, doch keiner
Wollt’ es dem andern gestehn;
Sie sahen sich an so feindlich,
Und wollten vor Liebe vergehn.
Sie trennten sich endlich und sah’n sich
Nur noch zuweilen im Traum;
Sie waren längst gestorben
Und wussten es selber kaum.
Se amaban uno al otro, más ninguno
al otro lo quiso confesar;
se miraban como adversarios,
y querían expirar por amor.
Al fin se separaron, para verse
en sueños unas pocas veces;
muertos estaban hacía mucho,
pero ellos apenas se enteraron.
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Der Mond kommt still gegangen
En silencio se va la luna
Texto de Emanuel Geibel (1815-1884)
Der Mond kommt still gegangen
Mit seinem gold’nen Schein.
Da schläft in holdem Prangen
Die müde Erde ein.
Und auf den Lüften schwanken
Aus manchem treuen Sinn
Viel tausend Liebesgedanken
Über die Schläfer hin.
Und drunten im Tale, da funkeln
Die Fenster von Liebchens Haus;
Ich aber blicke im Dunklen
Still in die Welt hinaus.
En silencio se va la luna
con su brillo dorado.
Duerme entre encantadoras galas
la fatigada tierra.
Se mecen en el aire
con una suerte de fidelidad,
miles de pensamientos amorosos
sobre los durmientes.
Abajo, en el valle, relucen
las ventanas de la casa de la amada;
pero yo miro desde la oscuridad,
en silencio, fuera del mundo.
Die stille Lotosblume
La callada flor de loto
Texto de Emanuel Geibel (1815-1884)
Die stille Lotosblume
Steigt aus dem blauen See,
Die Blätter flimmern und blitzen,
Der Kelch ist weiß wie Schnee.
Da gießt der Mond vom Himmel
All seinen gold’nen Schein,
Gießt alle seine Strahlen
In ihren Schoß hinein.
Im Wasser um die Blume
Kreiset ein weißer Schwan,
Er singt so süß, so leise
Und schaut die Blume an.
Er singt so süß, so leise
Und will im Singen vergehn.
O Blume, weiße Blume,
Kannst du das Lied verstehn?
La callada flor de loto
se yergue en el lago azul,
las brillantes hojas parpadean,
el cáliz es blanco como la nieve.
La luna entonces vierte desde el cielo
todo su brillo dorado,
derrama sus rayos
en su regazo.
En el agua que rodea la flor
gira un blanco cisne
que canta dulcemente, suavemente,
y mira la flor.
Canta tan dulcemente, tan suavemente,
y quiere morir cantando.
Oh flor, oh blanca flor,
¿comprendes esa canción?
Para una mejor audición recomendamos pasar
la página una vez haya finalizado la obra.
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Siete melodías, Op. 2 (1879-1880)
Ernest Chausson (1855-1899)
Nanny
Texto de Charles Marie Leconte de Lisle (1818-1894)
Bois chers aux ramiers, pleurez, doux feuillages,
Et toi, source vive, et vous, frais sentiers,
Pleurez, ô bruyères sauvages,
Buissons de houx et d’églantiers.
Printemps, Roi fleuri de la verte année,
Ô jeune Dieu, pleure! Été mùrissant,
Coupe ta tresse couronnée,
Et pleure, Automne rougissant.
L’angoisse d’aimer brise un coeur fidèle.
Terre et ciel, pleurez! Oh! Que je l’aimais!
Cher pays, ne parle plus d’elle;
Nanny ne reviendra jamais!
Bosque querido por las palomas, llora, dulce enramada,
y tú, manantial vivo, y vosotros, senderos frescos,
llorad, oh brezos salvajes,
acebos y rosales silvestres.
Primavera, reina florida del verde año,
¡oh joven diosa, llora! Maduro verano,
corta tu trenza coronada,
y llora, otoño sonrojado.
La angustia de amar rompe un corazón fiel.
¡Tierra y cielo, llorad! ¡Oh! ¡Cómo la amaba!
Querida tierra, no hables más de ella;
¡Nanny nunca volverá!
Le charme
El hechizo
Texto de Paul Armand Silvestre (1837-1901)
Quand ton sourire me surprit
Je sentis frémir tout mon être,
Mais ce qui domptait nous esprit
Je ne pus d’abord le connaître.
Quand ton regard tomba sur moi
Je sentis mon âme se fondre,
Mais ce que serait cet émoi,
Je ne pus d’abord en répondre.
Ce qui me vainquit à jamais
Ce fut un plus douloureux charme;
Et je n’ai su que je t’aimais,
Qu’en voyant ta première larme.
Cuando tu sonrisa me sorprendió
sentí vibrar todo mi ser,
mas eso que dominó nuestro espíritu
al principio no lo reconocí.
Cuando tu mirada se posó en mí
sentí fundirse mi alma,
mas ¿cuál era esa emoción?
Al principio no pude responder.
Lo que me conquistó para siempre
fue un hechizo más doloroso;
yo no sabía que te amaba
hasta ver tu primera lágrima.
13
Les papillons
Las mariposas
Texto de Théophile Gautier (1811-1838)
Les papillons couleur de neige
Volent par essaims sur la mer;
Beaux papillons blancs, quand pourrai-je
Prendre le bleu chemin de l’air?
Savez-vous, ô belle des belles,
Ma bayadère aux yeux de jais,
S’ils me pouvaient prêter leurs ailes,
Dites, savez-vous où j’irais?
Sans prendre un seul baiser aux roses
À travers vallons et forêts,
J’irais à vos lèvres mi-closes,
Fleur de mon âme, et j’y mourrais.
Mariposas de color nieve
que vuelan en enjambres sobre el mar;
bellas mariposas blancas, ¿cuándo podré
el camino del aire azul tomar?
Sabes, oh bella entre las bellas,
mi bayadera de ojos de azabache,
si ellas pudieran prestarme sus alas,
dime, ¿sabes a dónde iría?
Sin tomar un solo beso de las rosas
a través de valles y bosques,
iría hasta tus labios entreabiertos,
flor de mi alma, para morir allí.
La dernière feuille
La última hoja
Texto de Théophile Gautier (1811-1838)
Dans la forêt chauve et rouillée
II ne reste plus au rameau,
Qu’une pauvre feuille oubliée,
Rien qu’une feuille et qu’un oiseau.
Il ne reste plus en mon âme
Qu’un seul amour pour y chanter,
Mais le vent d’automne, qui brame,
Ne permet pas de l’écouter.
L’oiseau s’en va, la feuille tombe,
L’amour s’éteint, car c’est l’hiver.
Petit oiseau, viens sur ma tombe,
Chanter quand l’arbre sera vert.
En el bosque pelado y marchito
apenas queda en una rama,
una hoja pobre y olvidada,
solo una hoja y un pajarito.
En mi alma apenas queda
un solo amor que cante allí,
pero el viento otoñal, que aturde,
no permite que se pueda escuchar.
El pájaro se va, cae la hoja,
el amor se apaga, es el invierno.
Pajarito, ven a mi tumba,
canta cuando el árbol reverdezca.
Para una mejor audición de la obra
recomendamos pasar la página con cuidado.
14
Sérénade italienne
Serenata italiana
Texto de Paul Bourget (1852-1935)
Partons en barque sur la mer
Pour passer la nuit aux étoiles.
Vois, il souffle juste assez d’air
Pour enfler la toile des voiles.
Le vieux pêcheur italien
Et ses deux fils qui nous conduisent,
Écoutent, mais n›entendent rien
Aux mots que nos bouches se disent.
Sur la mer calme et sombre, vois:
Nous pouvons échanger nos âmes,
Et nul ne comprendra nos voix
Que la nuit, le ciel et les lames.
Vayamos en bote por el mar
a pasar la noche en las estrellas.
Mira, apenas sopla el aire
que hincha el lienzo de las velas.
El viejo pescador italiano
y sus dos hijos, nuestros guías,
oyen, pero no escuchan bien
las palabras que nuestras bocas dicen.
En el tranquilo mar oscuro, mira:
podemos intercambiar nuestras almas,
y nadie comprenderá nuestras voces,
salvo la noche, el cielo y las olas.
Hébé
Hebe
Texto de Louise-Victorine Ackermann (1813-1890)
Les yeux baissés, rougissante et candide,
Vers leur banquet quand Hébé s’avançait,
Les dieux charmés tendaient leur coupe vide,
Et de nectar I’enfant la remplissait.
Nous tous aussi, quand passe la jeunesse,
Nous lui tendons notre coupe à l’envi.
Quel est le vin qu’y verse la déesse?
Nous l’ignorons, il enivre et ravit.
Ayant souri dans sa grâce immortelle,
Hébé s’éloigne; on la rappelle en vain.
Longtemps encor sur la route éternelle,
Notre oeil en pleurs suit l’échanson divin.
Con ojos bajos, blanca y sonrosada,
cuando Hebe se aproximaba al banquete,
encantados dioses extendían sus copas,
y de néctar las llenaba la muchacha.
Nosotros también, cuando pasa la juventud,
le tendemos nuestra copa al deseo.
¿Qué vino vierte allí la diosa?
Lo ignoramos, embriaga y deleita.
Habiendo sonreído en su gracia inmortal,
Hebe se aleja; uno recuerda en vano.
Por largo tiempo en el camino eterno
va llorando nuestro ojo tras la divina escanciadora.
15
Le colibri
El colibrí
Texto de Charles Marie Leconte de Lisle (1818-1894)
Le vert colibri, le roi des collines,
Voyant la rosée et le soleil clair,
Luire dans son nid tissé d’herbes fines,
Comme un frais rayon s’échappe dans l’air.
II se hâte et vole aux sources voisines,
Ou les bambous font le bruit de la mer,
Ou I’ aoka rouge aux odeurs divines
S’ouvre et porte au coeur un humide éclair.
Vers la fleur dorée il descend, se pose,
Et boit tant d’amour dans la coupe rose
Qu’il meurt, ne sachant s’il l’a pu tarir.
Sur ta lèvre pure, o ma bien-aimée,
Telle aussi mon âme eut voulu mourir,
Du premier baiser qui l’a parfumée.
El verde colibrí, de las colinas rey,
mirando el rocío y el brillante sol,
reluce en su nido tejido con finas hierbas,
como un rayo frío que escapa por el aire.
Se apresura y vuela a las fuentes cercanas,
donde los bambúes suenan como el mar,
donde la roja cayena con aromas divinos
se abre y lleva al corazón un relámpago húmedo.
Hacia la flor dorada desciende, se posa,
y bebe tanto amor de la copa rosa
que muere, sin saber que la puede agotar.
En tu labio puro, oh amada mía,
así también mi alma ha querido morir,
desde el primer beso que la perfumó.
Oh! quand je dors, S. 282
[¡Oh! Mientras duerma] (1842-rev. 1849)
Franz Liszt (1811-1886)
Texto de Victor Hugo (1802-1885)
Oh! quand je dors, viens auprès de ma couche,
Comme à Pétrarque apparaissait Laura,
Et qu’en passant ton haleine me touche …
Soudain ma bouche
S’entr’ouvrira!
Sur mon front morne où peut-être s’achève
Un songe noir qui trop longtemps dura,
Que ton regard comme un astre se lève …
Et soudain mon rêve
Rayonnera!
Puis sur ma lèvre où voltige une flamme,
Éclair d’amour que Dieu même épura,
Pose un baiser, et d’ange deviens femme …
Soudain mon âme
S’éveillera!
¡Oh! Mientras duerma, acércate a mi lecho,
tal como Laura se apareció a Petrarca,
y que me toque al pasar tu aliento...
De repente mi boca
¡se abrirá!
En mi frente triste donde quizás termina
un sueño oscuro que duró demasiado,
que tu mirada como un astro se eleve...
Y de repente mi sueño
¡irradiará!
Luego en mi labio donde revolotea una llama,
destello de amor que Dios mismo purificó,
pon un beso, y de ángel pasa a ser mujer...
De repente mi alma
¡se despertará!
Para una mejor audición recomendamos pasar
la página una vez haya finalizado la obra.
16
Pace non trovo [No encuentro paz],
de Tres sonetos de Petrarca, S. 270/1 (1842-1846)
Franz Liszt (1811-1886)
Texto de Francesco Petrarca (1304-1374)
Pace non trovo, et non ò da far guerra;
e temo, et spero; et ardo, et son un ghiaccio;
et volo sopra ‘l cielo, et giaccio in terra;
et nulla stringo, et tutto ‘l mondo abbraccio.
Tal m’à in pregion, che non m’apre né serra,
né per suo mi riten né scioglie il laccio;
et non m’ancide Amore, et non mi sferra,
né mi vuol vivo, né mi trae d’impaccio.
Veggio senza occhi, et non ò lingua et grido;
et bramo di perir, et cheggio aita;
et ò in odio me stesso, et amo altrui.
Pascomi di dolor, piangendo rido;
egualmente mi spiace morte et vita:
in questo stato son, donna, per voi.
No encuentro paz y no sé hacer la guerra;
temo y espero, me quemo y me congelo;
vuelo sobre los cielos, caigo a tierra;
nada sujeto y al mundo entero abrazo.
Prisionero me tiene, ni me abre ni me encierra,
ni me sujeta ni me afloja el lazo;
y, Amor, ni me asesina ni me arroja,
no quiere que yo viva, más me ignora.
Sin ojos veo, sin lengua lanzo gritos;
y deseando la muerte pido ayuda;
me odio a mí mismo y amo a otra.
Me nutro de dolor, llorando río;
tanto me desagradan muerte como vida:
en tal estado, señora, estoy por vos.
Ojuelos de miel (1992)
Jaime León Ferro (1921-2015)
Texto de Eduardo Carranza (1913-1985)
Ojuelos de miel, cantaba la madre.
Frente de rocío, duérmete mi bien.
Tú, capitán de submarino,
tráele un ramo de coral
atado con la nueva luna.
Azul y verde, bajo el mar.
La rosa rosada, bajo del rosal,
y con pies de aroma hacia el niño va.
17
Aventurero de las nubes,
tú de los mares capitán,
tráele un ramo transparente
como la luna matinal,
con alas de aroma vuela por la luz.
La dulce violeta de mirada azul.
Tú, marinero desvelado,
tráele de tu soledad.
La orquídea nácar de la espuma
en una armada de cristal.
Ojuelos de miel, cantaba la madre.
Por el mar y el aire
ya llegan los tres.
Cancioncilla (1976)
Jaime León Ferro (1921-2015)
Texto de Eduardo Carranza (1913-1985)
Duérmete mi niña,
mi niña no llores,
irás a la luna en tren de flores.
Niña que no duerme,
sueños no tendrá.
Si no tiene sueños.
Nadie la querrá.
La luna se duerme del cielo en la cuna.
En avión de nácar irás a la luna.
Jugar con mi niña un ángel quisiera,
en la plazoleta del sueño la espera.
En un tres de flores
llegas a la luna.
Mi niña dormida,
el cielo es tu cuna.
Duérmete mi niña.
Mi niña no llores.
Algún día (1982)
Jaime León Ferro (1921-2015)
Texto de Eduardo Carranza (1913-1985)
Un día llegarás.
El amor nos espera
y me dirás, y me dirás:
Amada, ya llegó la primavera.
Un día me amarás.
Estarás de mi pecho tan cercano
que no sabré si el fuego que me abraza
es de tu corazón o del verano.
Un día me tendrás.
Escucharemos muchos
latir nuestras arterias
y sollozar los árboles desnudos.
Un día, cualquier día,
breve y eterno,
el amor es el mismo
en verano, en otoño y en invierno.
Textos traducidos al español por Alberto de Brigard.
Betty Garcés, soprano (Colombia) · Foto. Cristóbal de la Cuadra
TEMPORADA NACIONAL DE CONCIERTOS
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