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 Imagen de referencia Hemeroteca Digital Histórica
Colección institucional

Hemeroteca Digital Histórica

En esta colección encontrarás publicaciones colombianas y extranjeras, editadas entre finales del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XX. Estas obras ofrecen una gran riqueza documental, derivada de piezas únicas y grupos de publicaciones de diversas ciudades, que abordan acontecimientos políticos, económicos, históricos y culturales específicos.

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  • Creada el:
    • 15 de Julio de 2019
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Imagen de apoyo de  Bogotá: bisemanario político, literario y noticioso - N. 80

Bogotá: bisemanario político, literario y noticioso - N. 80

Por: | Fecha: 10/12/1897

, 18iselnanario ~oIítico, 1Literario ~ lRoticioso ASo l.-SERIE 1 V. } Bogotá (R¡;;PÚBLICA DE COLOMJlUJ. \ I\' )'JI('R lO cI" j),,·ie llllll(· d I' j SD7. 1\ú:mmo 80 H:ffiogotá" DI I{E('TO ll, Eouaroo Espinosa tOuzmán. AU;\l l ,,--I~'1'HADO}{: LJircl:ciún tde~ráhca ! lJacrlta.-.'.pallado de corteo:-- ¡.HII·:I' 259- OFle! ~A: Calle nueva de Floritln, número 3Gu A y 360. Teléfono Sib. = ~aldd. :í lu.l t,)dos los jueves y domitlgo:>'. En ColollllJia, :'>u..,cripción ;¡delanl:l(ln (1')0 :111111~n):-.) __ ._.:!' .1 ." V na ~el ie t25 n I'¡ !:l'..:r-.)" l .. _ ..•.. _ . _ ... _ .. _ . J •• En el 1 .. xtt:rj(~~I~t~~~ril~Ü~1~~I~~~¿~~.;.~;)~~:: : ~ ~ :::~ .~.~ ~::: ~;5 Númt:rt) :-.uc!tn, t.:l día de la sa!t';\ le! (lcriódi..:o .. _ ...•.•. '. 05 Número atra,.ado. _____ •• ____ ..• _. ___ ... _ '_.'. ___ .... _ .. 10 Comunicados, columna .. __ _ .............. _ . • ..•...••.. .lO • Remitidos, columna. ---- . • ......• . __ ... _ .. : ...... 0... (5 .. Anuncios. forma comúa .....••..• ____ •.. 0_ •• __ ••• 0 0 _o' ••• 0 1 1\o:,c ocvuclvt:n originales. LWi :-;eliores Agentes tienen dt.:ft·Ci,.' al 111 I,of 100 dL"" lo que re· cauden. Cll<1.lIc!O se ha)':'I \,;()nlrat.\f!t, la pul,licacióll de un eOlllulllcndo, re­mitido, alllll1cio, t!1<;: ., no St: devolverá !'\u valor, lIi pane de él, aun cuando su du<:ilf) Tt:!'\ueh'n lo ct:nlrario. 'Toda corft:~p(,lHlt:ncia debe dirigir~e al .. \dmillbtrador. ITI¡\'ER I RIO DI, COA'A'EOS 11 dFICP.- J .lccn ]("1<'; Itll1c!'\ n las 4 p_ m., y c;a!e ,,, .. 1H{1!"(>" ~ las 2 p. nl o 1:1Iüm1ell({tu.-I/ay d'h t'1I c:ula Illt:~: 11t'~all t:J 3 yel IS. y ~alc:n el l o y el 25 á la:-; tí :l. In OCC1DE;\TE. -Llega 1'/:-; lunes:5. In~ JO a. lll . , ) .. ,ale I(J~ Illark:-; tí las 3 p. m. !:'llcfJlllitudnso - Llega los e\in:.; 14 Ó 15 :r 25. y ~:'Ilc t'n lf'~ (11 a:;. 6 y 1 k 1 UIJOESrE (Ambalema).-Lkga lo~ Jueve~ á :U~ 10 ¡.; 111., Y sale los vierne!i :í las 3 p. 111. OI{IENTE (Úrocllé),-Llegan correos 8, 18 v 28 de cada Ill t:s, y salen el JO, 20 Y 30. SGnr:STE (.i\Je1l.!ar jo Llega los jueves :'i la., 4 1'. m, Y s!le los viernes á las 2 p. m. ATLÁNTlco.-LJega á llogoti los dfas 5, , 1, 23 Y 29 de cada ll1e~, y sale en los días 1':', 7. 13, 19 Y 25 de cada mes. El do Encomiendas Ikga el 3' Ó I ~' y el 13. Y snle el6 y el 'S odo~~:'~~';;;e~.lega los jueves de ca(L1. st::maná á las 10,1. IlL, y ,,:\!e El de J .... ncomiendas llega el 9 Ó 10 y el 28 ñ 29. \ :--;dc d 7 Y 28. NOROI-:STE.-Llegn los viel'lll.:~· <1 1;).., 9 11. 111, ) "':lit:: lo,.; sáh~tdl'~ á las 2 p. m. El de Encomiendas llega el 1", y ~nle ~I ~5 n la ... 6 a . 111 . Sl:R . -Lle~:,;\ lo~ lunes :í la I 1'. 111 .. }' ~ .... Ie los miércolc:-i á las2p.m. Los de Ellco\llit'l1cb .... 'ion dos en t:1 .. \:-. ! k .... t\n el J I Y el 26627 Y salen d 13 Y 28:í la!. 6 a. m. V/a de la ,)nbano. Snlen los trclles, de FaC3Iativa 6 las 6 )' 30 a. 111. y a la I } 30 )'. ni . S::dcn de Bogot.l á Ins 9 a. m. y n 1,,:-; 4 1', ni. t~íil del Ar(l!,/t', ~al t'n lt)~ 111.:'.1lt":-- ~!t' la . 1~~tac i 6n Ctlllral á. las y H. Ih. i á. las 41,.11. Salen rle I;¡, b:, tdC¡Ón C3J IC:l á las 6 y 45 a. Ill. y á la f Y 45 p. m. BOTICAS DE TU/{NO (PERMAN Ei\T!-:S) La de Lombana J oaqufn, carrera 7~, número~ 409 P, Y 409 G. La de Sl\nmartín Roherto, calle 9~1 y carrera 1 0~ número 162 y 172. Telélono número 425, l\.UUll.cios Aníbal Galindo, asociado al distinguido jurista doctor R AMÓN CALDERÓN A TGE L, ejerce su profesión ante la Corte Suprema y Tribunal de Cunclinamarca. En la Vidriería Alemana FENICIA, Calle 22. arriba de los Tres Puentes, se compra permanente­mente tiestos de vidrio blanco, á cincucnta centavos la arroba, DIRECTORIO GENERAL CO~IERC I A L , (;E(K;IC\F l l·U. AI>\II:--'ISTi{AT I VO v ES­T.\ nísTIC() ,\utOI' l)l'oJlirtado, LI~I ;I:\CO P.\L \[ Estl' importante libro 1l 1,arpcl>rú Ú principios de 18DI::$ . .Precio de susc ripción, $ .'j. Dirigir los lwelillos al allt01'. Se aUlllÍ1ellllllllll['Íns;í ~ 10 pilgilla ,\I''\RT.\I>O 226.-IlUGOT.\ llVGEN1El<05 l" 1l Ili\ .. 1 l")I)lpld" (·¡.,t:l d(' \(·lltn. 1'1'I'cio cómodo. ( lt-111'1 id ¡! l., c\~,·It(; i ;¡ tlt· ('1'-1(' pCl'i()dil'o, " pOI' J"ulio de :E"'rancisco :1:", ~O'\ ETO:-i. 1,;nJCIO:\ 1m LU.JO á lIJ 0-80 el ej{)'Ilp/ar ¡nro ¡,('lItro y fl/fra de la ciudad, De "pllta ell Rog(¡tú en los siguien tes puntos : Jal'umillo Hpl'lllall os, 2: Oalle Real: Pacho .Jillll:ncz, t'alll' 13; Oigarre­ría dv HlIbio y l'tlsada; .EL Galo Ne[J7'o, Oa lle 12; l'n JaLi ul'ería C<.'llombiana ven la de Jorge Roa. ' I os pedidos de fuera lleben dirigirse al autor, quien los despachará bajo pa­quptp R ecomendado al reciho de su valor. DURA MAS QUE TODAS LAS OTRAS Lit si 1lI JI I i cithHl II r LA ~IAQU I NA DE ESOIUBl \( "CALIGRAPH" ltace que sea la 1náquinct más d1.trctble en el mundo, .y por consiguiente la más aJJ1'opiada pal·(t los países extranieros. HL"H I LAWJADEH NII TIENEN RIVAl, Pídase nuestm Catál"go il\lstrarlo y descripivo, Al\1ERICAN WRlTI G MACHI E C? 237 Broac1way, New York, E. U. A. I I EMPLASTos POROSOS.-Rest,urndor para el cabello y la har· ha. Velolltina finísima :í precios sin competencia en la Farmacia Normal de Bogotá. Calle 12, n(¡m eros 222 ~ Y 222 e, abajo pel Pasnjt H~ rl1álldtz . ~ENS SANA INCORPORE SANO! ESCUEL\ DE EDUCACION FISICA HALA ])L<~ AIDIAS, GI~[NASTIOA y CALISTENIOA ~e a visJ. f¡ I;I!-. personas de amuos sexos, ya rnat riculadas, lo mismo '1uc ~ las 'lile tie<;een inscribirse (siemlHe <]ue se ,ometan al re¡;lall1ento), que este Plar.tel ha sido trasladado á la carrera 12, nÍtmero 17+, es<]uina ele la antigua Calle de los Curas. h¿¡j .. s de la casa del señor Castillo Las c1<.:;nr de t'clucación ff ... ka)' m:t('~tro de armas. CALDEROS. vanos de hierro maleablc. N e e c-sitamos Pueden scr de diferentes tamaño, espesor, y usados. '""'7idI'ieI'ía .A..ler.n ana Cal!c 22, arriba de los Tres PlIflltes 8-[ te M6 f} t D .AJ} r~a'~A ~;~~O\~I:¿~:I~S~-;: cesiten trasladarse en carruaje de Facatativá á Agualarga, ó viceversa, pueden entenderse en la primera de estas po· blaciones con j{afael Malo B. ATENCION! 1:8 a" aria. - ~ í" o li Por mútiyo (Iel alza tan notable del cambio de letras sobro el ExteriQr, los precios ¿l como venderemos nuestros pro­duc( os desde el l.0 de Diciembre de 1897 en adelante, serán lo s siguientes: l'il sener, Lager, Bock ... .... __ ..... $ 3 D oppel-Stout. ........... . _ .. , .... 4 Tigre ....... __ . . ............... __ 4 80 Higiénica '" _ . _ .. _ .. .. , _ . _ ... ____ . 6 60 Tres Emperadores .... . . .. _ .. . . . . .. 7 80 la do"Cena de medias botellas. Pilsener, Lager y Bock, en botellas grandes ... _ . _ .. _ . _ ....... _ ...... . ' 5 40 Cerveza TIVOLI negra ... • _ . ... . . .. 1 80 la docena de medias botellas. Agua gdseosa, pura. _. _ .. _ .. _ ..... 1 80 Id, íd., con jarabes surtidos . ____ . . . .. 2 40 la docena de medias botellas. Las cerv~zas de barril HA VARIA Y TIVOLI continuarán vendiéndosc á los mismos precios de an­tes, sin alza alguna. DEUTSCH-COLmWTANISCHE-BRAUEREI G.nl.b.H. AGENCIA GENERAL: Bogotá, Calle Nueva de Florián, númo­ros 352,354 v256 8-1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Manuel A. Sanclemente y JOSE MANUEL MARROQUIN e A N D 1 D A T o S, RE!) P E e T 1 V A ~l E ='1 TE, PAI~A PIlB8lDElí1'E Y VlCtPRf;SlDBXTB ¡lB ¡,,\ ¡WI'¡;BI,I(),\ EN EL PRÓXIMO PERíODO DE 1 898 JÍ. 19 0 4 " :illo !J cr tel: " S/TUAC/ON La primera parte d e l debate e lecto­ral para la r enoyación del Ejecutiyo; la parte más importa nte y por lo mismo dis­putada con más ardor, ha terminado ya, y, como lo esperábamo s, el triunfo ha s ido nuést ro en toda la Repüblic a, á p esar de l a van~ palab.rería d e l os que no d ejaron pasar fecha S1l1 aturdirnos con el eco d e s us gritos d e victoria, como si bastara el inmod e rado deseo de mando y las fras es hechas de t.oda oposición apasionada para engañar el buen se ntido d el país y alcan-zar las alturas d el poder .... . . V e sorpresa en so rpre sa, si se quie­r e, y después de incidentes y peripecias, soñadas só lo por imaginaciones calen­turientas, se acentuó de tal m odo l a d errota del historicismo, que al g un os de sus principale s cori feos yotaron por can­didatos liberal eE', y so lamente llegaron á poco más de mi l los yotos obtt:nidos en BOgOt{I, su principal fortaleza y prin­cipal centro de flUS operaciones, por los que creían segura la pérdida del Nacio­nali smo, y se permitían exclamar con aire de completa seriedad qlle no deelinarÍa el sol del 5 (le Diciemure sin haber ilumÍI!a­do en ioda la Repüblica el triunfo de la causa conserYaclora q ne ellos pretendían repre~en~a~'! Sr lo iluminó, es ,·erdael, y los prmclplOs consenadores que informan la Constitución de 1886, están triunfan­tes, pero est{ll1 triunfantes con la bandera de los que los han clefenJido día {¡ día en toJo campo, y no con l a de los que pre­tendían defenderlos y no vacilaban en pos­ponerlos por mentidas promesas de refor­m as que jamús habrían cumplido y que fueron só l o llno de tA ntos ardides ve rgon- ~Dltetí1t OJEADA CR/T/CO-HISTORICA SOBRE LOS ORÍGENES DE LA LITERATURA COLO~IBIANA .9~dicado al sdior doctor D . Jos¿ lJIatttu/ Cottlaga G. (Continuación) naturaleza en la América, y á la tempestad de la guerra si· gUlóse la calma de esa misma libertad." D. U lpiano González hizo imprimir, en el año ante­riormente citado, un manual de Oburt'aciolles curiosas sobre Imglla castdlana, muy útil para difundir el conocimiento de las voces castizas que reempl azaban las de uso bárbaro ó capnchoso y prOVincial que se imponían con meng ua de los buenos escritores (1). Un comcnta?or de la obra del doctor González, pon· deran.do el servIcIo que á la juventud debía preslar ese lracaJo, decia que aun cuando no era muy viejo, recorda· ba perfectamente que en la escuela, cuando oían la campa· mlla con qu~ el maestro los llamaba á rezar, hubieran po· dldo aplicarse la copla que dice: "Ya tocan la campanilla. Ya nos llaman á relar; El maestro que nos enseña No se sabe persignar," y agregaba el caso del maestro que decía á sus discí· pulos: "Si 1/0 aprimrlm bien la lesión rI~ Gramática y 11/~ la tré". mariana q/" ni agua, z'aán lo qu~ lu va por la pierlla arnba." . 1 ) Entonves se :Iecía frecuent emente: A 1 ismt/tica, Tnurdt Aro- 11(ltillo, ~l:a!lugar, I~:ann, Rdós, Stpoltura, ChllTraltra, por dl~rnü. ras~' hsttoll,lor óaslloJZ/ tnCUrrUfar, clf map¿. ::a"llimlo, culua, disi· pda piano, paroguaJ dc. dc. zosos co n (pie qUlslCron enga ñar al país para arrancarle una yictoria que e n puri­dad d e yerclad sólo podía di s putal'se entre el partido nacional, que la ha obtenido, y el partido liberal, que contaba con elemen­to s propios para entrar en la lucha. La lección ha sielo dura, pero más que nunca merecida, y ella enseñará á los que se se paran de un partido por simples cau­sas d e ,'anidad herida ó d e aspiraciones no satisfechas, que sobre el odio y e l d es pe ­cho nada estable pued e fundarse, por mú s que sp trabaje, como h a n trabajarlo los his­tóricoR, sin di stinción dp armas ni d e pro­cederes. bueno s ó malos, y por más que se llegue e n la ceguedad del afún hasta arre­batarl e sus propios ca ndldato s al partiJo de que se han separa· lo. ( 'o nseg uirán la pérdida del que les creaó si(I ui era finja creer­les , pero no la de una agrupación política como el nacionalismo que vi \'e por s us idea­les y por el moclo como los de sarrolla, y no por los hombres qu e la fúrman. Y si algu­nos defienden esa bandera únicamente para medrar tÍ. su sombra, esos forzosa­mente la combaten cuando son descubier­tos sus maloR procederes. La ex pe ripncia lo enseJÍa . R ec iam e nte nos censuró la oposición cuando afirm¡lbamos que el señor General . Reyes había sielo y seg ura sie ndo nacio­nali sta; h oy la ültima carta d e su can­didato nos da completa rar,ón y nos permite de\·ol,'erle todas la s fra ses m¡l S Ó m en os hiri ent es con que e ntonces quisie­ron abrumarnos. De bulto queda compro­bado que es I1n graye e rror de los partidos, Ó slquiC'ra sea de las fracciones, acogerse ú candidatos que n o representan sincera­mente sus ideales ó sus ambiciones; V esto que en üí nta parte ha contribuíflo ',,11 de­sast r e de l os hi st ór icos, (l eb e sel'\'ir tam­l) il'n el(' e.·periencia ú iodos los demás que indican (í i'igucn idt-nticos caminos. ~ () l'l·a R igno de mayol" habilidad pre­eleci l' el (lcsastre final ele los disirlentes, que al fin y al cabo naela serio representa­ban y s<'>lo podía tomárseles su lab or como muestra del natural descontento en todo partido numeroso, que no puede de un so l o gol pe su tisfacer lo s deseos de todos sus adeptos; pero no sucedía l o mismo co n los liberal es, c uyo número es co n siderabl e y En .\ ntiuCjuia. país que por lo montañoso y por el ca· rácter indomable y un tanto exclusivista de sus habitantes en el sentido de no admitir e~t r aña Influencia, los provin­cialismos d ebían ser abundantes, era de: usanza y aún lo es, la caracterfstica fr ase de /lie¡¡ pueda, parü signincar proce· da usted como gus te. Empleábanse, y aun suponemos que hoy t ambién, los términos provinciales: qo sí, ~yo no, para afi rmar ó negar. Decia se: Kuy/ si Pedro es ta n haragán, queriendo manifestar qu e es cobarde; la señora e5tá de groja, por de buen humor ó chancera; estoy "'l/y tomao, por enfermo ó mal de negocio" y empleaban las palabras 11lagaJlÚellto, tonga, lom/n, en lugar de ana peseta, c/lilllbo, por m edio real. ¿Cuánto le costó á usted ese poncho, am iguito ele la cha marra? Diez tomines. contesta un C/tlalero. ¿Y la rlm· trodera en cuánto compró la pan ela? Una niña se bogaba una postrera de leche y se ponía POPOcllll . . \un en el día bog'llu la leche es bebérsela. Dm­trodera es la sirvienta de aelentro. BiCI) jlodían qucdar, y quecl.lban si n duda por entono ces, resabl"s de la época colonial, pero, con todo, flle muy grande la prt:pondera n cia que tomaron las ideas civiliza­doras, extendiéndose con impulso avasallador. El periodis· mo aumentó en órganos de publicidad, cn seriedad de pro· pósitos y en afluencia de vocablos y de locuciones con que los escritores se comunicaban con el público. Ortiz, obrero in fatigable de las labores del pensamiento, recogió con mano cariilOsa las primeras muestras poéticas que consti­tuyeron ul~a antología de vates colombianos; surgieron las primeras tentativas en el género ele la novela: El Afl/do, S~­crdos rI~ Bo.~otd, y NI/estro siglo X[X, eran manifestaciones sinceras de los usos sociales, pintura de caracteres muy bo· gotanos, quizás trazados con pi ncel.un tanto áspero , pero no por esto menos exactos ni verdaderos . J osé Marfa Samper y Santiago P¿rez reunían sus ensayos poéticos para lan· zarlos en brc\'e al viento de la ¡>.Iblicidad (2). }':I segundo apare c la de una vez c un la pluma demoled ora de innovador (1) La colección de Flor/s ¡Uarcllitas, del doctor Samper, primer que tienen programa co nocido y s impático para muchos, co n que ll evar ú buen tér­mino un d ebate el ec toral que contaba con ahsolutas garantías, según la palabra em­p e ñarla y cumplida d el Jefe d el Gobierno. Si el partido nacional n o obtuvo el núm er o el e el ec tores que debiera esperar­se, (léb ese e llo únicamente {\ las manio­bra s de los r eyIs tas, que impidieron la inscripción e n muchas localidades y que abusaron rle la influe n cia d el clero, no sólo para apoyar sus canrliclato s, sino para sostener la afirmación ridícula de que el actual régiltl e n es 1:1 en pugna con el catolicismo! En cuanto al partido radical, paten­tir, ó co n su triunfo e n Bogotú y con el que obtU\'o e n mucha s otras partes, no só lo la mag nitud el e su esfuerzo , s ino también la absoluta buena f e ele la s pro­me sas del señor Vicepres idente el e la Re­pública, que no sólo impidió el exceso de votos ele la tropa y de la policía, tan u sa­do en épocas anteriores, sino que só lo au­torizó el de la parte del ejército que no estaba de facción el día de las elecciones. Así, con ejemplos de tan franco repu­blicanis mo co mo estos, es la única ma­nera d e que lleg u e por fin el país ú la pu­r eza d e prácticas por que viene luchando desde principios d el siglo. Vaya nuestro humild e voto el e aplauso al .Tefe de un Go­bierno qae de tal' manera procede. En la historia d e. Colom1ia !l O hay ej em plo de elecciones mús libres y pacífi­cas Clue las que acaban de ,"erificarse. Es ,·erdad quo en e l Departamento Jd Call­ca y en al gunas. pro,'il lcial:l ele otr os las autoriclacles neo-conservadora::; t'j ercicron coacción, pero en esos punto::. tanto nacio­nalistas como radicales guardaron ejem­plar moderación, y en algunos de ellos, como Buga, Pasto y otros, la opinión pú­blica arrolló los oostúcnlos ;\C'llmulaclos contra ella. En el resto (\el país, clonde fueron obedecidas las ('mlcnes del Gobier­no general, las impel'feceiones aisladas no alcanzaron ú dañar la h<'l'l11osura consola­dora del conjunto. Las noti.cias que han llegado ele toda la Hcpública demuestran tI ue el noo-con­sen- atismo se exhibió tan raquítico como veleidosos y pequeños se han mostrado sns Jefes. Donde la antoridad no estuvo en sus político. En ese año de 1848 i:l discu sión de las i'leas, por medio üe la prensa, lIegel al apogeo: todo se discutía y coment aba CO II Jcsenfado y c.;ierto grado de ilustración y de filosofismo. viO la Entonces s est luz la importante obra, fruto de largos y perseverante natu udios y de prolij a investigación, no menos que de , Coral amor al suelo natal del señor D. J oaquín AcostaN" mpel/rlio histórico riel descubrimiento ~ co · Ionización de 1" ' e~va G/allarla, conSIderada como pnmer sillar del movim nto histórico contemporáneo. i Con cuánta energía, fuerza ele argumentación y luci­miento discutían asuntos de índole filosófi ca que preocupa­ban á la sociedad, plumas como la de Julio Arbolecla, ena­morado de la justicia, en admirable consorcio COII la liber­tad! Elocuente orador que bri1l6 muy alto en el Congreso. exhibiéndose con fuerza de lógica incontrastablt! ! Mariano Ospina, José E. Caro, Florentino Gonz:ílez y algunos ot ros publicaron folie tos de discusión sohré asuntos políticos, y el doctor Manuel Murillo lograba alénclón sos· l enida del público para el periódico que p"blicab.l en Santa Marta con el título de Gaat" jlfacantil tI). acervo poético tle su incan"al>le plumn. que vio la luzJ contiene la:; si· guientes compo:-.iciones: Dedicatoria, á D. M;¡nu e l Pomba, en v erSOj El Tequt1u!a!lla, La J lt1.Itlltml, El ludio de Adtin, La Espa-auza. El Dif' de difltlllos de 1846. .. ~ . TllsOjOS y tu sonrisa, A la lul/.o, A Wt ltr~¡', .E1t d a/!JI(f/I, tÜ .'t!­stllorila .. , La soü"ad (Ü ll/ario, Flores para. IlU ódltl, Al óartl/J {Ü :J (­quemlalll'lj mijo-.'uJI, amic" Icl10r Gr~t;o,i() CutilrrC':; GOllZtiltZ, Ayu tlOctllrlUJS. El t"tllunterio lit: i)ogo/tÍ, Las ,Vinfizs dt~ Tr(]"¿'ador, Amor, La 'fea/idai de la vida, Tu dia, El IIultdigq, A TdcinJ I-Ioy cumplo dúzy 1t1U"J( 0110S, Inconstallcia, An/es, ,!hora. dnl!ub, A AóigailLo­zallO, ¿.lIt amas aÚII.; Al re/nzl" de 1Jle padre, 1 ... / mUIlf{o y el I'oeta, fálllas/a,; VlV(fdi::, Suúros dd COTílr,ÓIl, La}' doce d~ 1,: lloclu, Ay~r y hoy, Entradas y Salidas, Dz critico/~lllllia. Volu/,tuoSllod, A Ofdmllut, Epistoltz lIl~ral, El CUlullfaio e/tÍSICO, !'Jlmbaj' y orgías, Rurunlos, Clara y Tllcia, Amory de¡dcfu" La Vlrt;fJt de 10$ Andu, leyenda dedicada al doctor Antonio:\larb. Pra.diJla, y B/Jylud. : ( 1 ) En e l mi,l\lo afio 10. prensa tIlO! jl)got:i contaba ,los ~iguiclltes Gou/a Olic z·al, El UOIl!/i/uciolla/ dt CIlIldillflmalc:il, 1:../ D~,~, La Epo ( COJlti1luará). Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ((EfjOGOTAJJ-Dicie7T/..bre lO de .189? manos, el triunfo del Nacionalismo fue so­lamente disputado por el partido radical. Así tenía que sucedel', porque son los ünicos partidos cuyas doctrinas estún per­fectamente definidas y cuyas banderas pueden distinguirse desde lejos. La Nación puede hoy decidir con en­tera certeza quiénes son los yerdaderos consenaJores y quiénes los híbridos; si los que sostienen la Constitución de 86 y luchan palmo A palmo con el radicalismo, ó los que reniegan de su obra y depositan en las urnas \"otos por candidatos radica­les, como sucedió en Bogotú, Estos ülti­mos merecen, ademúR, el calificativo que la historia ha aplicado á los conservadores que votaron por López en 1849. DOS CARTAS (SI" CO)IF"TARIOS) BIl~(ltó. Noviembro 13 do 1897. Sellores General Francisco J. Palacio. D. Rafael María Palacio J doctor J. :Franci ::!cCl IllsignFln,~ .-]3arranlluilla. ~lis estÍlllados amig-os: . Cumplo COII \111 deher de :lIl1igo y de copar­tidario al illfol'lll:Jl'll's, :J\\ll'llll' nípidalllente, lo que ha pn~ado aq \1 í de~p\\és de mi dt:cgada. Des­pués de mi di~cul'''(), pI día de IlIi l'lItr:ld:\, que fue aplnllllido pUl' todos IOf; allligos gobi('rllistas }' oposiciollista~: alO'unof; se propusieron desvir­tunrlo )' crear celos, y cOllsiguieron su objeto; y ya rl día ;: del l're;;ente ('stabau resueltos ¡í lallZar la calldidatllra Yélez-Quilltero üllderón, qne habría >pl!.uido el radicnlisl1lo en mn~a y un gral! IIlíltl('ro dI' cOII!;enndores. Para evita?' esto, di mi dCl'la ·aci')ll. que por el mOlllento Ili­ri,) ni K ¡¡('iona I i, mo, 1'0J(jur prod ujo la rci nte­gracióll d .. I(I~ Illléstl'ü~, deinnclo a islados ¡í los ;·adil'al(·s. E~(· Ilti~lllo día lo"signifiqué así al se­ñor Caro, c¡nien ya lo l(.'eO l1oe(', lo mislIlo <¡ue los Uell(°lall.''' Ca~,,\¡ial}('a, Snntos y el docto\' )Iolin,¡. y :11111 el doctor ]told,iu, qll'ienes tu\·i(·­rOIl ulla cOnfl.'rCllcl:t a, ('1' ('011 1.'1 señor Caro, v los tres 111 i\lll'ro,; 1 .. lIl'allifestarou que si !lO \'0- t¡\hau}()s nuillos COI 'r\'a¡]orrs ( iudependientes, 10b mdic:lIes triul, r ',ría ll,.'· eso sería la gue­rra; el1 eiito ('ouvillO ,,1 seJÍor Caro, y hablaré eOll (ll'al'll ('xeog:itar l'1 Illedio cI(O :seJl:11' la l'ein­tegraci, íll de nue;;tro partido, del que hizo la sah'ador:l obra de HG, como lo he declarado. Esta s(o ha hecho ya en espíritu en Antio­quin, Santander, :í donde !:ir dirigirá el doctor )[olil1a, en Boyac;Í y :tl¡Uí. Ojahí ustedrs prepa­ren ternmo para igualresnltndo. IIe escrito ;Í Itlis nl1ligos al Cauca y Alltio­quia y 10 hago á J301ímr, que al saberse p01' te­léqTafO lJue los arreglos se han hecho (¿lj1¿í, se esmerell en felicitar al sei¡or Caro. Soy Sil afectísimo amigo, RAFAEL REYES. Bo¡;otá, Noviem¡'r~ 18 de 1897. SeflOr General D. l\Iarceliallo \~ élez. Muy estilllado General y nlnigo : Nadie mejor que usted, factor importantí­simo en los acontecimientos políticos de los líl­timOl> tiempos, puede tran~mitir ¡Í lIuestros ami­gos la relación e_'actn de lo o<:tHrillo iUlsta el presente. A usted le cunsta cUiíles hall sido mis esfuerzos po\' ver de llegar :í ulla soluci(jll me­diante ln. cual pudie~e nuestra causa reintegrar­se de algunos elementos que por ahora se man­tiellen alejados, pero que se adherirán il ella \luís (l menos pronto. Todo mi conato estrib6 en busca\' un Illcdio honroso para que entrasen á forlllar en nuestras filas lns pocas fuerzas que quedan por fuera, aprovechando las patrióticas disposicioues de nlgunas importantes personali­dades de la polítiea aetunl, los Generales San­tos y Casabianca y el doctor Pedro Autonio Molina, quienes han abundado en los mismos sentimientos que nosotros. Pero todo fue inútil: mientras usted y las dellHís personas que COlll­ponÍlln la .Junta encargada de resolver las difi­cultades políticas relacionadas COI1 el debate electoral discutían las bases del pacto, insidio-salllente se desvirtuaban los heehos por los na­eioll: llistas, que hicieron saber, por medio de te­legrnmas á toda la Repúhlica, que lIosotros ha­híamos entrado en negociaciones indignas de un partido que tiene progra:ml definido que respe­tnr, é indignas de !tombres que sólo anhelnn la consolidación de la República." el mejoramien­to y corrección de un régimen que se fundó para obtener por su medio la prosperidad de In Na­ción. Usted snbe también C'lmo yo, njeno :1 ren­cores, como 10 ha estado usted tnlnbién \' otros muchos amigos cuyo desinterés es justo 'reconv­cer, he procurado que nli nomure, j¡.jos de sim­bolizar una tendencia exclusivista ~. lIIezq uinn, represente una aspiración generosa, un amplio campo donde puedan caber todos aquellos que husquen el hienestar social y el progl'csO de la Patria, incolllpatible siempre ('011 el interés per­sonal y con la falta de lealtad política. ~Iis ten­dencias como miembro de un partido 110 tienen los caracteres de una" reacción "ellgntinl," sino los de una reintegración 1'aviollal ~I deco/'o­sa fundada en el total olvido de lo pa~ndu y el firllle propósito de buscnr para el porvenir efi­caces remedios á los males que nos afligeo. Es­pero con los br¡¡zos lbiertos á aquellos que de­seen. conservar)' mejorar la obr:1 y uc ~e fund6 COIl t¡Ínto esfuerzo. Ha j>resell(:iado usted cOIl cu¡Ínta alegría hemos visto llegar :lIlU('stl'O canl po ,í muchos que ayer no más j>arl'<:Í:ul IIl\(·"tr()~ irreconciliables enemigos; el at:t0 de hOlll1tdl'z por ~l cual se han acogido ¡Í su antigua handera sení siempre digno de todo elogio , En el lugar que ocupo no he querido oír voces de reerilllilla ­ción sino de fraternidad. IIahielldo sido, pues, illfructuos\lS 11 uestros esfuerzos, no debemos, e!'ta es mi opini')Il, ltn cer otra cosa sino seguir firllles C11 d elllpeüo de sostener nuestros derecj¡o~ á todo tr,UI(;('; acab:n de organiznrtlos cOI1Yellielltelllellle, COIl­eurrir; Í las urnas, s('r prudentes y disciplina,los. escoger para electores h()", bres probadl's )' ti,· cnl'Úcter que repreS('lItell la opinión lleta de los puehlos que ios eligell. En cuanto á mí, si Illi nombre puedl' s('rvir de n 19o en csta obr'l. <¡ tll' sirva en bUl'lln hora ITI' h'llldel':L paJ'a que se libre al rededor suyo ('Sl:l hatalla de In opinitÍll pública: yo no aban­dOllaré á mis amigos. Triunfo y 110 pequeño, le diré Imra COII­c1uír, Ita sido ~ill duda alguna. el de b reinte­gr: t<:ión, rll' lllH~::.tro partido que considero COlll­pida y dl'fillitirtl, por ser rehtiyall nte escasos los elementos alll'o\'('ehables que quedan fuera de él. Esta cart::t puede usted mostrarla á aque­llas personas con quienes usted crea deba ha­cerlo, y pnra el easo de que deseen ver una manifestación mía acerca de lo que pienso deba ha.cerse en lo "en idero. Me es muy sntisÍil<.torio expresarle aquí mis agradecimientos por la deferencia de que ha usado par:\. conmigo; reconociendo, como 11Ie complazco en hacerlo una vez más, sus ele­vadas Jotes de hombre patriota y desinteresado, y presentarle mis respetos de amigo afectísimo, IÜl!'A.EL IlEYEs. '"" (fí.o 1 ab.oxa,.ci.ó u. DDCUMENTOS PARA LA HISTORIA El número 30 de El Combate, de 30 del pasado, apareció engalanado con un edito­rial titulalo Firmes que, junto con la destempla­da hoja que salió como a1canc:e al número an­terior, revisten excepcional importancia y deben reproducirse para que no se pierdan y se olvi­den, dado el carácter de Padre espiritual polí­tico del señor General Guillermo Quintero Calderón, que tan resueltamente ha asumido el señor Redactor de El Combate. Las confesiones contenidas en estos dos documentos, aunque a'dornados de consecuen­cias del caletre del señor Redactor de El Com­bate, no dejan de ser documento irrecusable de lo que pasa en la Dirección del partido oposi­cionista. Dice el artículo: "La voz de alerta que dimos á tiempo que se discutía la cuestión can­didaturas en la Junta reunida al efecto, compues­ta de dos de los principales Ministros del Ex-celentÍsimo señor Caro y dos de sus más con­notados Goberna:dore', por una parte, y por la otra, algunos miembros del Directorio Central del partido conservador, impidió los llamados ar7'eglos, principalmente por la notificación pe­rentoria que hicimos de que el señor General Quintero Calderón no contribuiría á ellos con la renuncia de su candidatura vicepresidencia!, porque ninguno habría querido atropellar á este benemérito Jefe del partido conservador, ni aun con la seguridad que él dio de que se some­t<" ría gustoso á cuanto el 1 )irectorio Consen'a­dor dispusiera en bien de la República." Esto es evidente; lo mismo sucede con el seiior MartÍnez Silva, que jJor no atropellar á este benemérito Jefe, l11uchos de los oposicionistas votaron por la lista liberal el domingo y se \'olverán fede­ralistas otros por no atropellar en sus intereses lugareños al señor General Vélez, yen fin, por no atropellarse entre sí, atropellan consciente­mente los principios fundamentales del partido que dicen quieren reintegrar de modo tan pere­grino, como se ve por los dos artículos citados es decir oponiéndose del modo más resuelto á cual­quier paso que tienda á atraer los elementos que antes componían el verdadero partido conserva­dor cu yos principios son hoy los del partido na­cionalista. Contiene el artículo otros conceptos que es preciso rectificar. Dice el artículo: "La abne­gación del señor General Quintero, ell esa oca­sión, ó sea la renuncia espontánea de su propia voluntad, estaba precisamente en conservar la posición que sus copartidario~ y, casi jJudiéra­mos decir, la Nación en general le ha asignado." Quíte1c usted, señor Redactor, ese "casi" y diga que toda la Nación; para usted no son nadie ni el0Jacionalismo ni el Liberalismo ni los mis­mos grupos dentro de ustede.;, que lanz'ln al seiior General Holgllín de cand idato Inr,l Vice­presiden te. Dice más abajo que <:1 Directorio nacio­naiista "maquillaba aCLi";¡mentc en cuntra del seiíor Gelwral Re,es, ;;i quien el tren oficial proponía, sin embargo. como candidat<) para la Viceprcsidpncia con d señor doctor Sancl .. - mellte ele Presidente, lo cual parecía asignar ;::l General Reyes la Jef.1tura efecti\'a dd Go­bierno por la avanzada edad del candidato presidencial." ¿ Cómo podrá caber en cabela humana que haya quicn Se exponga {¡ que le acepten la promesa hecha y tenga que entre­garse al hombre contra (luien ha ma(Jllinado? I\' o hay razón para figurarse que la dirección del partido nacional esté en manos ele suicidas tan desequilibrados. Luégo afirma que el Directorio nacionalista "ha levantado furibunda saña y el Liberalismo contra el señor General Reyes." 1\1e permito decir al señor Redactor de El Combate que la saña del partido liberal contra el General Reyes la ha levantado su campaña del año 85, y La Tribuna y Enciso en 95, y que estas son las razones por que los liberales lo han designa­do á él como único candidato de exclusión para cualquier arreglo. Concluye el artículo vaticinando los más espléndidos triunfos para los oposicionistas conservadores; pero la tremenda realidad del domingo los despertará C0l110 golpe eléctrico y verán que no hay más salvación para los con­sen'adores que agruparse al rededor del jefe reconocido del partido católico desde 1872. Mc.clto~; TI Pidtos Ecos electorales.-Por Ics telegramas y cartas que tenemos á:la vista, podemos asegurar á nuestros amigos que el pallido nacio,nal ha obten,"" triunfo completo en las poblaciones siguientes: . Buga, C.íqueza, Socorro, Chiquinquirá, Zapatoca, Pu­rific& ción, Sesc¡uilé, Zipaquirá, Garagoa, Chámeza, Páez, Ti­baná, Nemúcón, Chocontá, Sogamoso, Soledad, Pacho, Guamo, Tunja, Ventar¡uemada, Gua de Noviemhre. Agradezco á Vuestra Excelencia su felicitación cariño· sa y la leal v entusiasta cooperación que me ofrece para el desenvolvimiento de los programas próx!mos á establecer para lograr la paz y bi~nestar en esta hermosa isla. 2 de Noviembre. Tengo verdadera sat isfacción en participar á Vuestra Excelencia que la nueva política es recibida en esta isla con gran aplauso. El espíritu Pllblico está cada día más levan· tado. BLANCO. IMPRENTA DE EDUARDO ESPINOSA GUZMÁN Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. {{BOGOTA"- Diciembre 12 de 1897. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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Bogotá: bisemanario político, literario y noticioso - N. 80

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Es investigado el excomandante de la subestacion de Policia en Antioquia por vinculos con el clan del Golfo

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Imagen de apoyo de  Biblioteca de Señoritas - Año I N. 27

Biblioteca de Señoritas - Año I N. 27

Por: | Fecha: 03/07/1858

• 1 • • Bogotá, 3 de julio de 1858. ANO I. NUM .. 27. Boletin de la semana. G o n z alon. E s to es, que no te n ·í aJn os có m o comen - 1-\l comenznr nuestro pri1ncr bole tín semanal nos zar i era pre cis o corncn z ar p o r al go , pues l o qu e Ita v e nido, co1no encarg ado .. por el último paqu te \ jr!lp·o rta es el princ ipio, que Jo que si g u e di ce n que de Europa, el si g uiente cu e nt e cito: ~ s 1g u e . Un músico J e la Opera C ó mica d e ParÍ " hnbia ( O si s e qui e r e otra c splicacio n: supón g a se qu e empinado tan nmenudo el c o d o una n och e d c ~pues e l. c outrato I rran-Cas s o rt 'rrancas, c o tno ha ve ­de terminadas sus tar e as, qu e s e hallaba con la ca- ntdo a llamarse , ·es e l b o rra ch o , su ces ivam e nte bcza tnn alta así, dispen sánJonos la seña. A.l lJe- el e vado a todas las pote n c ias de la e m b riag acz fili­gar a su casa trop e zó con un prójin1o que e staba bus t c ra, i que eJ [>ocJ e r EJ e cutivo e s e l n1ú s ic o e l e ­en eltni ... mo estado que él, pero si el n1úsico esta- ~ vado .al c uadrado d e la e rnbria g u c ~ del mi e do. Es­ba cleYado nl cundrndo de Ja embriaauf'z este se te C OJ C e n hombros e l tratado, h e ndo por Ja cotn­llallnba precisnn1ente e n e l cubo. H:rido'el tnúsi- . pasion mas profunda á c ia los p o br e s yank ces, l o co de compasion al v e rlo, le dijo: '' r o es posible arroja en la blanda i e l ás.tica c átna- ru d e R e pr.e­que du e rma U. aquí, hombre; ven g·a a mi cuarto sentnnte s por tr e ~ v e ces 1 p o r tres v e c es c a e e n eJ i )e daré n1i can1a., 1 n empujones i tiron e s , corn o du r o S e nado, de dond ~ ~ ada Y C Z s al e I?as po s tr ~ ­pudo, lo condujo a su cuarto; subiendo nna altísima ) do, hnsta qu e dar por ulttma v ez r e du c id o a cad a­~ sca 1 e ra, abrió la col g adura d e su ~ ama i lo ano- ~ ve r ; pu es ¿ q u_é otra c osa q ~e c ad á v e r e~ e l trata ­Jó sobre elJa. l\1as s e guram e nte con Ja fati g a que do arra.nc a,s, stn el artt c ulo / 0 • ~ E s e artic ulo e ra habia tenid0 . para llevar e l cubo de sn propia situa- para. l o s . y anl e es e l trata~o e nte ro.; i si n o que cion hasta su cuarto, se vió aguijoneado por una s e d hub1era s1~0 to d.o Jo contrario, es d ?c1r, que ese ar­diabólica. Volvió a ~ali_r, para o placada en la ta- ~ tí culo h;1 b1 e ra s1do el a probado úniC~men~e i todos verna mns c e rcann 1 dio de nuevo con un borra- ( los dema qué atribuir el desfalJeeitnicnto de c8ta epidc n1ia. i de sentido co1nun! Les d1tria taJ vez vergüenza Echan de su lomo escama contra el tnodcrado in-ser reconocidos, i en eso teninn razon. ~ vierno de es~e año, que, no dando n1otivo para que • En medio de estas reflexienes, ve el músico que < nos hu medezcnmos. nos ha Jibrado de ella, i con­la ventana estaba abierta, se dirije a ella para to- ~ tra la castería de 1 os "íveres que nos ha hecho mar fres~o i ve i qué horror! el ca~áv.er de un hom· S gu~rdar di.eta .rigorosa! i por consig ui.ente con ... el . : bre hornblemente ensangrentado 1 estropeado. ~ estomago l1mp1o ¿a quién ' le dan las viruelas? No ~ • Era que el mús ico en vez de arrojar sobre la sotros no cre emos que Jos señores físicos ten g an ra­cama al borracho, lo habia arrojado por ]a venta· z o n para ncl1acnr n la 1nodcracion d e l invj e rno ni , na; i el cadá\'er que veia no era otro que el del a la carestía de los víveres el latncntabJc dcsfall c· # prin1er.o, el segundo i el tercer borracho, s1etnpre { cin1icnto do la cpidc 1nia; cre emos, por Jo que se uno m1smo, .que, elevado a la tercera, auarta i úl- S ve, que todas las viruelas fu e ron tnonopolizad as tima potencia sucesjvamcntc, en vez de arrojarlo ( i qu é no se monopoliza aquí1 ) por diez o d oce sobre su catna lo había arrojado siempre por Ja ~ individuos que nndan por ahí con la cnra n)n s t.: t> ~ ventana. ~ trellada que una noche de d1ci canbre i qn_e ll eva n i l por qué nos ha venido este cnr.nto como en -< orondarn e nte en clJa las señale s evidente s d e lnl o-cargado para crnpezar nuestro pritne r boletín~ ~ nopolio. e Puc3 por eso, cara lectora, rcsponderetnos c orno < ¡ Lo no obstante las altas dotes que lo caracterizan. ·¡Lo que es comenzar!·· • ..... · · , La contpafíía líl'icn ha dado dos veces la 6pe­Al Jlegar a este punto de nt~estra rev1sta nos ha ra Romeo i ~ulietn a contcntatniento Ele uh nbtne­c aido bajo los ojós no periódico de •aracas, en que rosísimo publico. En nuestro próximo número da-· ~e refiere un caso tanlrts t.aT?·acas! El hecho és el reinos una noticia circunstanciadt! del ihddo cón1o ~iguiente: ~~ diabl~, qu? en todo ee mete, ha veni- fué representada esta primera ópe'ra ~n el \eatro tle do a ~omphcar la s1tuac1on de Venezuela, ya harto Bogotá i de eómo fué recibida por el público. con1phcadn con Jos pa!3 os d e sa~ordados que han ,, L B"br t d S - "t , · • h · estado (fando tlesde la ca ida del Ozar de aquella .. _2 a 1 10 caad e en 1 orJ as co~tenza 01 R • bJ · r:1, 1 J h h 11 u l d · h v1ua nueva. con tan o con a cooperac1on de los epu tea. O( o o a ce nuo n peruer e JC o .. · · ] B , · ~ d" bl sf 1 1 cr bl él "t j" primeros escrJtores (e ogota, 1 aaemas con un b 1,a 1 . 0 coEn una cu.,:. 1011 ( e ta 1 °' 1 e v_erl ats' ( 1 .1a- corresponsal en Paris, la señora Annette Baresvi-o 1ca. s un a. .. '\.1omn que en Oto pa1s ca o tco 11 • , . hai que quemar al diablo ind1spehsablemente una e,que ha accedido ~o~i:ladosamente a la suphca que, 1 -- 1:. t · d h b 1. d para el efecto, 1e h1ctn1os hace cuatro meses. El vez a ano, o an es st esp~ra e a er pe 1gro e · d · · 1 il 0 al · 1nuerte. En Bogotá Jo queman los relijiosos del precio e suscrJcion es e e 1 re es por trJmestre. ConYento de San Franci~co todos los a"ños ocho dias despues del ocho de diciembre. Desde la torre de la iglesia dejan descolg·ar al diablo aréliendo, i Muestras de liter atura alemana. cae al suelo eJ zancnn·on con grande estruendo, en donde los muchachos con espantosa algazara; i Jos Con el intento de que nuestras lectoras conoz-verdadcros devotos con toda devocion, vuelven pe- can, aunque poco a poco i tan estensamente como da-citos lo qneno pudo· convertir en cenizas el fue- lo permitan la~ estrechas columnas de nuestro pe­go. Pue'"s bien, en Cart1cas tainbien queman al <.lia.. r1ódico, los literatos clásicos i modernos de la Ale­blo por de contado, i bien hecho que Jo quetnen; mania, publicaremos de cuando en cuando noticias mas la última vez ¡qué franqueza! el ministro in- acerca de ellos, aco1npañándolas de algunas de sus gles dice al gobierno venezolano, que él es el dia- 1nejores producciones, traducidas al castellano, ya bJo i que a él es a] que han quemado, a éJ, al propio por nosotros, ya por literatos como Harzembusch, n1inistro de su I\tlajestad Británica en cuerpo i nlma. Sanz i otros de los que mas han contribuido en Es- 1 protesta enérjica mente contra esta atrocidad i pille paña al conocimie"nto de la literatur.a alemana, qui­satisfacciones e indemnizaciones. Adviértase que zá la mas rica de cuantas existen. No seguiremos cltnismo diablo, el ministro en persona, dcspues de en esto órden ninguno cronolójico ni de categotías quemado i l'educido su zancarron a polvo por los sino que echaremos meno del primer literato que muchacho , es el mismo en cuerpo i ahna que pide se nos ocurra. Comenzamos por Luis UHLAND, satisfaccion e iDdemoizaciones. coque prueba que uno dQ los poetas modernos mas queridos en Ale­nada vale quetnar a) diablo, el verdadero Fénix, mania. Este insigne literato, con la fuerza j deoi­qoe · renace de sus propias cenizas. No es In primera sion que lo caracterizan, ha sabido Hevar la vida vez que se patentiza que es incombustible. Siempre real a Ja poesía, al mismo tiempo que ha hecho pe­se le quema i siernpre se Jc ve haciendo aiabluras netrar en el corazon de la juventud, i algunas ve­en todas partes. Los caraqueñas al quemarlo esta ces con so•1idos horrorizadores, punzantes, Ja fábula ~ez no ~abinn sin duda, lo juraríamos, que el mi- alemana i la l1istoria de su patria. A él debon los nistro ingles era el diablo, pues si lo hubieran sa- alemanes no solamente el conocin1iento de la mito­bid o no lo habrian quemado. ¡Quién a sabiendas lojía de sus pad1·es, sino la posesion de ella como rebulle un avispero de esa clase ! J>or aquí sí esta- preciosa propiedad literaria. Sus poe6ías como sus rnos acostumbrados a mirar a todo n1inistro de po- sentimientos están IJ~os de verdaá, i Ja realidad tenóia estranjera como al misme diablo, mas nos aparece en to~as Jas figurfts de sus creaciones. cuidamos mucho, al quemarlo todos Jos años, de Las com;po~iciones que jenerahnente son :consi­dejar trascender en el acto algo qóe no sea una di- deradas como las mejores de este poeta, son: El rei versidtl para muchachos puramente. En Carácas ciego Uos héroes moribundos El cabaltero de les ha cojido de nuevo la confe~ion del ministro; Castilla Ecos deJa muerte Quejas de amor-- aquí dicha confesion no habria hecho sino corro- Amor de trovadores, &. &. Comenzamos boi po1· borar la conviccion que todos tenemos de q ne, en la última de Jas citndas, por ser una de las mas élo­estas pobres repúblicas de Colombia, los ministros ~ jiadas. Consta de una_lijera introduccion i cinco ro­< le las grandes poteneins son el Pátas en cuerpo i < n1nnces, cada uno de Jos cuales refiere la triste vida alma. Lo que sí estrañamos en un diplomá'tice, amorosa de alguno,.de los trovadores, Rudel1o, Do­como el millistro i~gles en Cnnácas, es la ~r.anqueza ran, el Castel_lano de ~oucí, Don Macias i pante, con que ha procedido en la cuestion del d1abla, que todos eJlos b1en conoc1dos· entre nosotros, c1rcuns- ~ tiene ajitados ahora, mas queJa de Ja convencion i tancia que dá mayor interes a Ja composicion i que el {Qderalismo, a Jos pobres venezolanos. es precisamente la que nos ha movido a comenzar colejio de Santa Ana, bajo la direccion de la ~ por su traduccion Jas muestras de literatura nle-señgro frnncesa de Lassalle, se abrirá el lúnes 5 < mona. · • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • Blp ~IOTEtJA DE SE~ORITAS. Las poesías de Uhland están di vid idas del m o - >. do siguiente: poesías líricas; poesías de significa- { pañol a con las obras de los grandes 1 itera los estrnn-jeros, lo que se Han1a Tcfundir, a imilar, i que es lo que ha l1echo Andres Bello re~ccto de lus pocs1as ~ de Victor 1-Iugo; i otra cosa es querer dar a cono­cer el carácter peculiar de una literatura dada, lo que se lJan1a traducir, copiar en otro idioma. Es lo , , último lo que nosotros intentamos respecto de la li- ~ teratura alemana; i cotno no nos creemos litcratos,al S publicar nuestras traducciortes no necesitamos si- S quiera de salvar nuestra responsabilidad como tales . . ~ , AMOR DE TROVADORES. ( Desde que de amor herido S El gran Dios d.e las canciones, ~ De amor en las convulsiones · ; . Despedazado murió; Desde que en su sien augusta El laurel que la ceñ¡a, Señal era de agonía, Del mas desgraciado atnor : tA quién tnaravilla causa Que, del mundo los cantores, En cuya sien resplandores Del mismo laureJ se ven; En la senda que les lleva Del atnor en la árdua vida, . Una estreHa bendecicla Los conduzca rara vez~ ¿A quién maravilla causa Que su frente esté sombría 1 triste Ja R)elodía Que sus dalees cuerdas dan~ Que jamas ufanos canten, 1 que sus Jiras preciosas Sie1npre se inspiren quejosas, Solo en dolor i pesa~1 ¡Amor terrible, profundo Fué el amor de los cantare!, Del tiempo de los amores, De los nm~í·es sin fin! Rudello, Coucí el valiente, Dante, Duran i Macías, De amor vuestras agonías Ayudadmc a describir! l. ltUDELIJO. \ Ep los vaHos de Pro venza, Valles todos de hermosura, Del amor el dulce canto 'ruvo tambien dulce cuna. flijo de la primavera Que todo el or.be perfun1a ~ I del amor abrasado < Que en el pecho ardiente lucha; ~ (l) Epígramas i co1nposiciones ror ese estilo . • .. ,. • , Del cora¿on en Jos goJpes, De la voz en la dulzura, • n todo verse pod ia ' e; u e dió por padres fortuna A tal canto el amo r yi:vo , a prirnave ra fe cunda . ¡ -e e l iz v a ll e d e P1 o ve za u e da flor s co n 1s t rn, 1 que con su a ves aron1as ~~1 orb e todo p orFLttna ; Que ti e ne un s ol d Jicioso 1 una one antadora luna , l que 1nujeros ]7l r 0 du ne T e la rn n rara h crrno -.: t r n · 1 >ero es el tnu~or t sor · e todos cuantos o c ulta, e l u mor cJ d u lee canto Que n su iT rti l sen o arrulla. iVlil valientes aabaJleros Fog·osos j de alta alcurnia, Consagrados n los cantos e ) ntnor i la l1 c rtnosurn, Festejaban a las damas Con sus cnnc.i0ues no G turna ~ ; ( ~ancioncs n que eJ a moti o era amor sino locura, I las damas de esos seres Que vag·an en lns Alturas.· De ese gran coro de vates lludello es sin .(luda alguna El mas grande i.nfamado Por su fuego i su dulzura ; I Ja darna tnas dichosa, .a que tiene la for~una De cautivar en. tal grado . Su amor, su fuego, i su musa. Pero nadie ha conseguido 1'ener noticia segura, Ni del puebJo en donde vi ve, Ni d l Jugar que dió cuna A la h rmosa que tan dulce, ,.ran anj-el tea ( pi f.l tu Ta Arrancara de las cuerdas Mas dulces que el vate pulsa. P~es saJo es en g-ran secreto I en las noches 1uas 0scuras u e al cantor ella se acerca; Mas de pronte se le oculta. Ap(~ nas el suelo tocan De sus blances pirs la punta, Desapareciendo breve Sin dejar huella uinguna, 1 como in1újen de un sueíio '!,odas las veces .{o burla. V u e la el cantor a estrecharla~ Fcrmitirlo ella si m u la, ' I soJo encuentra una sombra, Si al pecho Jos brazos junta. De nuevo se le presenta, De léjos sn le insinúa, Con ojos do amor Jo llatna ; Sueña el vate en su fortuna, Mas eHa siempre la misma, 1'odas las veces Jo burla, I sien1pre desaparece De lns nubes en Ja bruma. De sus pi ros i sollozos, J.Jfantos i quejas profunda .. !c~ntónces de su arpa dulce • • .. • • \ ------~--------~--~----~--~----~--~----------------------- · Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 4 • • • • BIBI.JIOTECA DE 8E~Ol1ITAS. .. Canciones d u lees resultan. Marineros, peregrinos 1 de cruzados la turba, De Oriente recien Herrados, La nueva entónces divulgan, Que la condesa de 1'rípolis Es la flor, nata i espuma De toc]as cuantas bellezas El orbe entero deslun1bran, I que esa es la 1ni s1na datnn , A no dejar duda alguna, Que cautiva de RudelJo El amor i la ternura ; Apénas oye Rudello La nueva que se divu lgn, Cuando entre su pecho sienta T..Jo que no sintiera nunca. Al Este vuel \~ e los ojos {entre las nubes columbra U na ea..;trella que parece Mostrarle una senda oculta: La senda que entre los brazos De s u dama lo conduzca. La esperanza vuelve nl pecho i su cítara preludia , El final ele su desgracia I el albor de su fortuna. Vuela d e l 1nar a la orilla Que de cruzados la turba 1 ltunina con er brilJo De su lanza i arnladuru. Se abre paso por entre ellos I en el baj e l se aventura Que estaba al darse a la vela A la hora en qne el sol se oculta. ¡l\1ar espantoso, sin fondo, Cótno te a jitas, te tli11·bas f Cómo se quiebran tus olas Que embravecidas se encutnbrnn I luego al abisrno bajan En toibellinos de espuma ! lVlas, in1pávido Rudcllo De la borrasca en la furia, Solo en su adorada piensa, 1 ni sus ojos ofuscan La ansiedad de los pilotos; Ni las olas furibundas, ~ Que ora se hunden, ora se alzan En torb e llinos de espumo. Mira siempre ácia el Oriente I ac1uella estrella colun1bra Que no cesa de mostrarle La senda de su fortuna. Canta sie1npre i sus canciones I=>or entre el ruido i Ja furia De Jas olas ~ del viento Continuan1ente se escuchan. .--· Ya se calla la tormonta I al Oriente se colurnbran Altas to11res i U\1 palacio, Que muros j agua circundan : E de 'I,rípolis el puerto, I es e 1 palacj o Ja augusta Mo1·ada de la condesa, Que ya con ]a vista busca Entre todos los cruzados lJa estrella de su fortuna· J • • ' ) ~ \ ? ' ) • ) .E u es ha llegado la nueva Que un caballero de alcurnia I el vate mas afamado Del valle de la hcrtnosura, 1 ro ha ternido lo~ peligros, Ni de las olas la furia, Ni el hambre ni las fatigas Para venir en su busca. Baja la noble condesa ~ De su estancia i se a presu rn, .t\. encontrar al noble vate Que con tanto afan la busca; • ) ' ) ) ) Mas Rudello ya no es nada, Sino una osamenta enjuta Que el espíritu i la piel Apénas mantienen junta; Pues cf atnor i las pénas, I del vinjc las angustias, .A.pcsar de su constancia 1 de su rara bravura, Robaron a su ahna el brio 1 Los encantos a su rnusa, A su corazon el fuego 1 a su vista la J uz pura. Desde léjos la condesa Con los ojos lo saluda, V u e la a abrazarlo, i Rudello. Apénns vé su fortuna Cuando su alma ¡ai! se le escapa! De frio sudor se inunda ) Su faz, i la dama noble ) ) • ) ) ) • Llena de sorpresa suma, Entre ~us brazos no esrrecha Sino una osamenta enjuta! 1\.l cantor Ja. me Ita da1na •randes l1onorcs tributa, Colocando su cadáver De pórfido en una tumba, .Escribir hace sus cantos De oro en letras que deslumbran; I los lee todos los días De la hora en que el sol alumbra 1-lasta que sus arreboles Entre las nubes se ocultan. ¡Cuántas lágrimas ardientes Las bellas hoja:s inundan J 1 cuántas quejus amargas J>or entre el aire se cruzan A cada hora, a cada instante, Sin pausa ni tregua alguna' Al fin el dolor i el llanto 1,a1nbien la da1na estenúan, Que no es ya sino esqueleto En que el espíritu lucha, J\. pesar de la 1nateria Que, deshecha, lo r epu Jsa . Deja su rico palacio, La corte que la circunda .. [ dando descanso a su alma ] ~n un claustro se sepulta. Reflexiones de una mala cabeza. i Qué puede dar una mala cabeza, preguntais, bella lectora~ Nada mas que necedades unas sobre otras, me apresuro a contestaros, con la lójica n Ja rnano ; pero ántes de que prosigajs, fruncido eJ entrecejo i airada la figura, vuestro interrogatorío, • • ' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. l3II3J,IOrrECJA DI~ SE:N fil1, S. 5 q ui~ro presentaros mis escusas para prevenir Vtles­tro JUSto enojo. Sabed que tengo un buen nmig·o, si los hai, hom­bre tlc letras i arrndo inj é nio, que ha dado en la 1nanía de suponerme alcances, que no tengo, sino es para n1ed ir zarazas i Jienci Jlos ; i el tal se ha c1npcñndo en sacarme de Jas casillas en que c~toi plantado desde que nací para elcvarn1e al bufete de Jus letras. Vano empeño, le he rcp11cnCJlo iern­pre: pues no conozco otras letras que lns del alfa­beto: SI no son gótica ... , i Jns de ciertbs estrangula­dores de viudas pensionadas, de . rnilitarcs retirados, de m e rcachifle alcanzados i de muchos otros ados entre quienes yo rne cuento siete veces por se mana. nadie le es dado Yolar sin alas; i yo no las ten­go para salir de mi humilde condicion, ni 1nc es fácil hacerme ilusiones sobre la calidad de rni per­sona, que, si no, baria lo que tantos hacen, vestirme con plumas de pavo real i echarme a lucir el aj e no traje sobre mi triste figura. Pero nada na bastado a convencerlo de mi indu­dable nuJidad: vuelve siempre a la carg·a con mas brios; me espolea sin rnis e ricordia i tnc obl ig·a por último a prese ntartne . ante vosotras, lectoras de la Biblioteca, a deciros cuántos son cinco, aunque no esté m u i scgu ro de si son tres i dos, o tres i tres . Despues de hecha esta inj é nua i humilde espli· cae ion creo que rne tendrcis lá ... tin1a, que rnc trata­reis con induljencia i ..... n1e atrevo a esperarlo, qu e me l1areis palmadas si os protesto no ofreceros progranla: ni hacer largos uiscursos, ni intentar otra cosa de lo que debe esperarse de una mala cabeza : pequeñas reflexiones espla nadas en cortos párrafos a medida que me lns vayan inspirando las costumbres, los sucesos del dia i el trato con los prójin1os de árnbos sexos. REFLEXION 1.• f "". • •estas. Acércansc ya las del 20 de julio, i aunque no tan espléndidas como las pasadas, es indudable que serán buenas, si ha de juzgarse por los preparativos con que las esperan l¡1s reinas del 1 ujo i de la mo­da, i Jo que debe suponerse harán los empresarios para llatnar la atcncion i comprometer en ellas aún n los mas apáticos ; así como por el sinnúmero de elernentos fiesteros que encierra esta epicúrea ciu­dad. Nada nos falta a este respecto, pues abundan los borrachos i los licores, pululan los jugad es i los garitos, i rcgurjitan los amantes de toros, fuegos: globos, varas de premio, cenas i ciernas ingrcd ien­tes que entran en la cornposicion de Jo que llatna- Ino~ fiestas. , No la echarr1os de espartanos, i ántes creernos ganado, útilmente empleado, el tiempo que los ha­bitantes de este planeta gastatnos en los placeres inocentes. El mundo da de sí tantas Jágrin1as •.• i en l3ogotú es la vida tan monótona i llorona, que la cascada de Tequendama no puede ser sino una cortadura providencial para dar salida al caudal de lág-rimas que diariamente derraman los hjpo· co ndriacos habitantes de la Sabana; aunque a nl­g ·unos parezca ser mas bien una obra de Satnnas para invitarnos a terminar nuestra aburrida carrera precipitándonos en el abismo. Está dicho que a boga rnos po1· las fiestas, ya q n e no cotidianas, anuales siquiera, p~ro no lo está que nos hot-ripilan las locuras que_ ellos provooon entre los insensatos. Ahora Jo decimos, deplorando las irremediables, como eJ J ueg·o i las borracheras; i • haci endo ft·cntc con .nncstrns protestas n Jas que ~u ) puedan prevenir. eróguensc la seda i los dia­~ tnaut s, suprírnase la ruino5a i tonta multiplicidad ~ de lo s traj, s, <.l e ·tiérresc en una palabra ese lujo at?rrador qne, de pueril vanidad, ha pa sado a asu­n1u · el carácter de u na furiosa pasion entre ricos i poeres, i con esto, no mas, habrán alJanado las Inuchachns e l cntnino para n1uchas cosas .... Ya oigo la con tcstacion d e J uanita: si f.> e rico ~ me viera mal trazada me crceria indijente i .... , i S lu ego Ja de litnpin que en confianza me significa ~ su propósi to de no presentarse 1nénos que sus primas delaida i Sofía, i mns allá veo a don Simplicio replicando con la necesidad que hai de dar buc11.a a¡)(¿riencia nl j énero para ojrecc1·lo en cJ mercado, corno si lns mu c hachas fneran tnadapollanes o fu las de tnala calidad. 1 ero t no s e hacen carg·o sus mercedes, perlas \ de la 1-\.Jn é rica, i U. sei1or don Simplicio, de 'fUO } en Bogotá cada cual sabe las circunstancias perso-nales i pecuniarias de cada cual~ ¡Pues entónces < a qué fin gastar en trajes la subsistencia de uno o < mas años! Con ello no harán mas que procurarse ~ un arrepentimiento que Dios sabe cuánto durará, ? espantar a .las partes contrarias, i determinar en S ellos el quebrantamiento de los santos propósitos que habian formulado ántes de que una prueba tan­> jible las haya venido a convencer de que con cien ~ pesos tnensnal es no se puede ser mas que solteron ? en Bogotá. S Dejen Jos acreedores de perseguir a los deudores, ( los ladrones de acechar el bolsillo del prójirno, los S 1naridos de ser celosos, los pe pitos de ser va nidos os, ~ aunque sig·an siendo ridículos, las muchachas de ser dcsJeñosas, Jos ricos de ser avaros, los jóvenes de ser filósofos, yankces o mercaderes, durante los ~ seis dias de las fiestas; prcsén·enos Dios de palizas, puñaladas i porrazos; lleve cada uno su continjenta de buen hu mor: suceda todo esto, i las diversiones serán con1pletas, aunque sobre las elegantes i airo­sas crinolinas no relumbren la seda ni los variados trajes. No se bagan locuras i las fiestas no solo podrán : ser mas frecuentes, sino que tambien mas populares, j *"" • • pues no provocaran esas nun1erosas emigrac1ones a los catnpos de Jas familias, que no pueden hacer los enormes gastos que se deben hacer para no presentarse 1nénos que otras. Desde ahora protestamos contra los alferazgos, contra las banderillas i zocaliñas de toda clase. Los ~ empresarios están obligados a hacer los gastos de ) las fiestas i es una irregularidad inaceptable eso de . E LA BIBLIOTECA. ; París, 12 de n1ayo de 1858. ~ Confiada únicainente en la induljcncia que U. me promete de pnrte de Jos lectores de su periódico, en su carta de 10 de n1arzo últ~mo, es que me he resuelto a llenar sus deseos en cuanto nte sea posi- ~ ble, ob .. crvándolc eso sí que es mui probable que ) por. algunos correos no reciba correspondencia mia 1 pues, cotno U. eabe, yo acostumbro auaentarme por nada de intercs que referirle. 'i Las nubes que amagaban oscurece1.· las rc\acio- • , • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 • BIBI~IOTECA DE SE:NOI ITA~ . •• n~s entre Inglnterra i li.,rnncin, se han desvanecido al 1n 'nos por el momento. Joneraln1ente encuen­tran y;a en J>nris esplicabJc el resultado del proceso contra Bernard i la buena armonía entre los dos g¡obiernos se ha restablecido. Pero advierta U. que todo esto no es sino momentáneo. En Italia sí andan las cosas reciamente, i el conde Cavour ha declarado· nbiertan1ente que la Serdeña en sus pretensiones a venir a ser el contro del Reino de Italia, ha contado can la proteccion de Luis Napolcon. Digo que ha contado, esto es, que aun sigue contando, pues si el gabinete de 'furin no abrig·nse la esperanza de tener al Emperador. a su Jado ' siempre, Cavour no se ha­bría atrevido a deair lo que ha dicho. Por ahora el Empel!ador no aconseja la guerra, es seguro, i hnbrá paz por algun tiempo. Pero la nube que amenaza aquí, estará siempre amenazante, i si alguna vez se , . evapora no sera s1no para reaparecer mas negra. En estos últimos dins Jos temores se han aumen· tado, i en Francia, si,n contar con numerosos apri· sionamientos i fue1tes deportaciones a Cayena i a ArjeJ, que han ocurrido en la semana pasada i en esta, la política del gobierno en los negocios estran­jenros se ha rn0strado de lo mas alarmante, sobre todo en le tocante aJa península italiana. Existe so­bre este particular tal duda i nfan, que no exajera­ré a U. diciéndole que la conducta equívoca del Emperador en este asunto tiene en espectativa la Europa entera, Ya las relaciones de Francia con Austria han veniao o entibianse naturalmente, i aun se dice que han tomado un jiro amenazador .. En euanto a la v:ida de Paris en particular, no pueda deci~ a U. ma~ sino que ha habido algunos escándalos en r.lgunas familias de la aristocracia, con motivo de las enoEmes deudas que algunas condesas i marq\,\esas tienen en easa de las modista.s i joyeros. Ha hab¡do señora de estas que en sejs meses se ha endeudado por mas de treinta n1il pesos oo esa maner& Los maridos, por evitar el escándl\>­Jo públicam~Jlte, han convenido con los a~reedpres en pagar. mediante una rebaja racional La hidra de1lujo tiene, tan devo1;ada a esta sociedad, qqe Ja .toilette de laa $e!ioras es en realidad, como d~cía aquí un eetJmabla compatriota de U, para el rnari .. dot JG qae el ejército per104n~nte para las repúbli­eas: objeto de ~normes g-asto$ i de disturbios do- , . mesttcos. 'Famb~n trae aterrada aJa sociedad de Paris, la lei que se está elnbora•do sobre títulos de noble~, que prohibe usarlos a quien no le pertenecen. A$í, tanto baro.o, conde i marques de fabricneion perso­nal., temdrán que quedar avergonzadísimos. El sim· pie de que aquí usan se considera como seílal de sangre noble ¡cuántas familias no tendrán que suprimirlo! 1 si no ru.e~a mas que suprimirl~ no seria nada : habrá su1cJd1os. casos de locura 1 de , dese~peracion infinitos. U. no sabe el prestijio de esos de~s por aquí. A Jos pobres escritores tampoco les será permitido usar de seudánimos; i así Jctrje Sa1'1d ten(\rá que llatnarse Mad.ame du Devant i el gran Bplzac, fo:i vi iera, tendría que llamarse simple­mente Bul,znc, i no Horace de Sa1nt Aubin, como ea tan conoc:jda en el mundo literario. I de Biévi lle, el d' Artao-nan del vaudeville, que ha di vertido a Pa. ris con e;e nombre desde hace n1as de treinta aiios, tendrá que llamarse con su apellido, que es Desno­yers; lo que para él equivaJd1·á a ver ~mbroJJada su reputacion de tnnto tie1npo. llan puesto a v.endcr en pública subasta todas las cos 1s de la difunta Rnchel, creyendo obtener un gran precio ror. esas reliquias de la g~·and e act.-iz, mas ha sido ta la ingratitud, que ni por su valor real han sido vendidas. {.Jara concluir., referiré a U. la gran t;~ovedad, que el te]É:grnfo se ha encargado de llevar hoi a todas las partes del mundo, en sus &l~s de. relámpago, i que influirá sobre todo poderosamente sobre la suerte dtf Francia e Ingl~terra. ~n los trajes el saco ajustado con jaldas largas h~ abdicado en f&.vor de 1 talle rle cintu1·a i del de 1!Unta o cota ! t Quién puede calcular los resultados de este c~m­bio repentino 1 La crinolina sí c~t~ aún IQUi ense­ñoreada, mas su imperio es como el de 1 apoleon, que sin la ayuda de una fuerte policía secreta, no podrá sostenerse por mucho tiempo, i que el dia m~­nos pensado tendrá que a:pachurrarse tambien. En el álbum de ·la sefio:rita Paulin~ piaz Graoádos. t Por qué mi pluma, que tantas veees Corrió lij era sobre el papel, Bañando en flores a nuestras bellas, Diciendo chistes de mala lei, Echando estrofas, como llovidas, Mal unas veces, i algunas bien; Por qué mi pluma. tan obediente, Que, aunque en ef alma tuviera hiel, Sacc1me airoso de mil afane&..,.- . 1 Haciendo al mundo todo creer · Que nunca el diente de agu4a pena En mí se hincara con furia cruel; .. Por qué mí pluma vacila trémula En este instante ¡g-ran Dios ! por qué 1 . t, Quiéres saberlo, Paulina 1 Escúchame : Yo soi poeta,-tú eres mujer. Quizás mis versos, que por ~thí ruedan En un cuaderno que pu·bJiqué, Te barán ju~.garme i Dios me perdone P.­Al ver que he escrito lo ménos qiez Compesiciones de aqueste jénero,­Como a u.n ~oplero falaz, sin fé. 1 tú que uo álbum gastas por afio, 1 tú que tienes lo ménos ~ien Gompo~jciones de aqueste jénero, Q~e h~e.Ua acaso tu lindo pié, . PQrque l&a ju,gas rutnes lisonjas Que no merecen sinó desden, Tal ve~J. Paqlina, viendo estas pájin~ En que mi pluma tiembla,-tnl v~z En tos adentro$ dirás mofándote : " El es poeta,-yo soi m~jer., 11. Por eso no quiero caatarte, P~ulina, Alzando en tu elojio caneion o~l~; Por eso ha temblado la pluma en ~ mal)o, 1 aquello que pienso, i aq uellOt q~e siento, Por la v.ez primera no aciertll a deciJ-,. - ' Te han dichp mil veces que altift es hnte Que son tus mejillas de rosa i ja%min · Que eléctricas llama , tus negf&S pupftea, Brotando a torr~ntes, filscinan i mataD ; Que es dulce, $dora bit), tg. · • infan il. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ' BIBLIG'I'ECA DE SENOI~J 1'AS. 7 1 en fáciles versos, i en trovas süaves, Con Laura i El viro, J_,eonor i Beatriz, La palma te han dado tic a n1or i belleza, Cantanao dichosos tos vates preclaros Tu cuello de cisne, tu talle jcntiJ. crinolina a guisa ele cstandnrtc i han resistido, como lo hiciera un cuadro 'le suizos, a los te rribles ataques de sus rabioso s en c tnio-os .•• , ¡gloria i honor a las valientes hijas d e Col~ n J • Las mujere s han s a lido vi ctoriosas no con el po­~ dcr Üc sus e11can to s, ni con la dulzura de su voz ni Oh, no !-yo no pienso, no quiero pensarlo, con su cándida rnirada, ni con su nli e nto embalsa- Que iguales cantares tú aguardas de mí; 1nado, ni_ con sus lábios de coral, ni con c~ns palabras Oh! nunca te han dicho~i no es cierto?- Paulina, de an1or 1de ventura con que han vencido siempre al Al m'énos con frases que el labio tnodula, in ... domab!c roman?, al valiente i astuto griego, al Aquello que osado te ''oi a decir: S barbaro Jermano 1 a los héroes de todas las edndes; ~ no, las mujeres han salido victoriosas con el poder de esa voluntad de bronce que ha hecho tantas he­roínas, con esa voluntad que inmortalizó a Juana de Are, que hizo tan grande a Is~bel de Incrlaterra, que condujo a la guillotina la cabeza de Madama Ruland i de Carlota Corday. Sí, cuando la mujer quiere elevarse a las rcjiones del heroismo el ham· bre no puede superarla ; así vemos a las mujeres de los símbrios luchar heroicamente contra sus ene­rnigos ven<~edorcs i contra sus esposos fujitivos; ve­mos a las hijas de N umancia i de Sagunto sacrifi­Mrtlgrado tus flores, tus cintas, tu~ sedas, U.'us húmedos labios de puro carmin, .Tus ojos de fuego, tu tez, tus cabellos, 'l1 u risn de arcánjel, tu espíritu altivo •••• Paulina ••• ~ PnnJina •••• Tú, no eres feliz. i fre cstraña, señora, m"i tuda franqueza 1 t Te irrita que un hombre juzgue eso de tí? i 1,e ofende que un vate no mire en tu risa Sino Una cnreta, sino un b•llo aoorno, Que ostentas, por gala, si vas a un fcstin 1 • Si no ~e conozco, si una vez tan solo Tu vóz he escuchndo,-si solo te vi Rodca8a de jcntes, de flores, de luces, "' carse gustosas ántes de cansen tir en ser ese la vas ; i lo que es mas aún, vemos a las hijns de Cartago sacrificar sus joyas i todos los atavíos de sus encan­tos en los altares de la patria. Si esto es así i por q uó no habian de defender con igual heroismo i valentía Jos imperiales fueros de la crinolina~ ¡Gloria mil veces a vosotras hijas ele Colon, de Washinton, ele Pepino i Juan Sintie­rra! gloria a vosotras hijas de los hombres 1 Hasta ahora habiamos creído que las únicas armas de la mujer eran sus encantos; pero al fin ha llegado la era de la crinolina para convencernos de que en un corazon de mujer hai algo mas, capaz de luchar contra las nlas recias t cn1pestadcs. Engreidos los hombres con la pcrsunsion de que su tern eza por e1 bello sexo e ra lo que ocasionaba sus voluntarias derrotas, han visto ya que con voluntad o sin ella tienen que ser vencidos por esos lábios de cannin, por el esbelto talJe i por esa voluntad de bronce. i Porqué te comprendo? i por qué te adivino 1 ¡,Por qué no te llamo, cual todos, feliz? Este es mi sccreto.-Perdona, Paulina: Y o sé que eres noble cuanto eres jentil •••• t _Ninguna mirada penetró en tu almn ? .... Pues bien : yo he pasado Jnrguísi mas lio1<4as, Ya tri-stes, ya alegres, hablando de tí. • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • ••••••••••••••••••••••••••••••••• JoAQUlN P. PosADA. :Abril de 1858. • Las c:rinolinas i los fanticrinolistas. Sí, en esta vez han roto en vano sus lanzas Jos Consagrado este periódico casi esclusivamente partidarios deJas figuras escuálidas i enjutas, el es­al entretenimiento i recreo de las señoritas de nues- tandarte crinolínico ha triunfado ·i sus benéficos tro país, natural es que procuremos presentarles efectos, llevados en alas de la gloria, recorrerán el algun consuelo en sus pesares, brindarles proteccion mundo del uno al otro polo i del oriente al ocaso. en su desamparo i presentar a su encnntadora Mas, hablando en lenguaje sério i n1ui sério i ha oebilidlad algun npdyo. Abandonadas las Inujercs merecido la crinolina que las mujeres la sostengan por todo el mundo, co1nbatidas acerba i cruelmente con tanta heroicidad? No, no lo ha merecido por· por los escritores románticos i clásicos, insultadas i que ella no ]e ha dispensado al bello sexo gracia ni vejadas por el vulgo, no ha habido una voz jencrosa atractivo alguno. La mujer vestida con ropaje su el­que sostenga sus derechos, ni una espada de caba- to i flotante tiene n1ns scduccion que con v estidos llero que llame a la lid a sus contrarios •••• Oh! duros, resistentes aJ ~opio, no solamente del céfiro ~ué hermosos tiempos los de la edad media! qué apacible, sino ta1nbicn del huracan embravecido. hermosos caballeros los de cntónces! Si entónces La soltura l1a sido, es i será s1empre ur:lo de los se huoiera combatido a la mujer como se ha hecho rasgos, i sin duda el n1ns característico, del ropaje en los presentes (lias, en medio del siglo cliczinucvc, elegante, así cotno entra en gran parte en la elcgnn­él mlls brillante de todos los siglos; si entónces hu- cia de un cuerpo. Las beldades del pueblo hebreo hiera sucedido tal profanacion; ci\3n 1nil espadas ha- hnbrínn sepultado casi todos sus encantos si hu bic­} jrían hincado su acerada punta sobre el pecho de ran abnnrlonndo su traje aére o para cubrirse de telas todos los culpable!. Nosotros no nos presentaremos ríjidas i á~neta~, i entónces Judith, esa bella liber- . -ñrmados de celada, loriga i larga lanza porque no tadora de fsrael, no habría cautivado al jenernJ de tpodrfamos llevar su eno'rnie peso, pero sí ·nos pre- los asirios; la belleza jent1l de las griegas i de las sentamos arm:ados de la razon i del derecho. ron1anas antiguas habría tlcbilitado su enennto, si Mucho ~e ha escrito contra la infeliz crinolina: en lugar de adornarse con esas telas que aj itaba el el sexo fuerte se ba pronunciado contra ella i ha viento a su antojo, hubiera 'luerido realzar su pode­lanzado tiros crueles i sangrientos pnra ro1nbatirla; > río ro•leúndose de nc ero. ~ í, indudablemente, 1 Jo pero las mujeres impasibles, como siempre, se han ~ decitno s ron In u1ano. I uesta .obre e l cornzon! la organizado en escuadrone. , han t1narbolado una 1n od a de q u e h a bl tunos no h: nuxn cn tad o e l atrn ct i- 1 , • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • BII3LI()'l'ECA DE SERORI'l,AS . ..._..._, --- ~ -- .. - vo do las bcJlas bogotanas i, léjos de esto, las ha < I.Jn tnujer. esa rosa del desierto, ese delicioso per­hecho asen1ejarsc u corpulentos tnonstruos. Mits de fun1c de la vid~ d,el hotnbre, ese ánjel de Dios en­una vez el arnantc ha sentido helarse su cornzon nJ viado al munc.Jo para dispensar las mas sentidas nspecto de su a rnada; pues aquel adorno tnn re bus dicha~; la mujer es un niño, tan cándida i capricho­cado, tan l1ipcrbólico, tan mal usado, ha sido para · sa, tnu lijcra co1no la infancia. Si al niiíose le rehu­clla Io:quc son para la brillantez del .sol Jas nubes ~ sa un juguete, levanta los gritos hasta el ciclo, ncgFns i tristes que suelen ocultarlo. derrama Jágrirnas i se empeña en obte-nerlo: pobre 1 sinc1nbargo, quizá no hai 1nuchas que, despues < humanidad! condenada a luchar, a Juchar sin es­de haber colocado sobre su cuerpo el malhadado > perar reposo hasta que Ja vence Ja 1nuerte 1 Dicen mueble de que hablamos, no haya dcseauo las n1i- ? que un gricg·o, cuyo corazon estaba dotado de unn radas de los hombres, esperando hallar en ellas algu- ( esquisita sensibilidad i ardía sin descanso en el fue­nas chispas de amor o adrnirncion •••• ¡Qué ilusion! ' go del amor, ese grieg-o se postró setenta veces a Jos qué ceguedad! piés de alguna griega pidiendole por co1npasion su Es verdad, convenimos en que ha habido cm pe- > an1or; pero setenta veces tuvo que sofocar su pasion fío ciego en aferrarse a una n1oda combatida por los < bajo el peso del desde~. Admirado de tanta dcsdi­hon1brcs, únicos juezes impnrciales de la belleza ? cha, se pro}JUSO estud1ar profundamente los cau~as fclncuil. Si Ja moda hu hiera \~en ido a embellecer a ~ del mal, i cuando creyó l1al;>er hallado Ja solucion la esposa i a la cunada, el amante i el esposo les del problema gritó como Arquirnides: lo hallé! lo habrían dicho: estais hermosas, la moda os cm be- !tallé! Sale de su habitacion, atraviesa una parte de Jlecc, procurad estar así sicrnpre, porque 1nis ojos i Até nas i va a postrarse a las plantas de la mujer mi corazon sienten dicha al veros mns en cantadoras que lo tenia cautivo por entónces: "mi bella Aste­que nunca! 1 hasta los 1nis1nos padres hnbrían vis·~ nia, le dijo, por Júpiter 1,onante, por todos los djo- , to complacida su terneza 1 paternal al ver realzar ses del Averno, a~orrécemc, sí, Astenia mía." 1 esa nsí los ntrnctivos de sus hiJaS; pero ¡ ai! que bien nltiva griega que tantas veces se llabia burlado de Jéjos de e5to, el esposo, el nrnante i el padre han su atnor, se levanta Jijera i dulce COJDO el céfiro i gritado enojados contra un objeto que ha venido a < estrecha al astuto amante entre sus brazos. En cou \·ertir en feas a las que ántes eran bellas. adelante, jamas pidieron amor sus labios, siempre 1 sinembargo i ha habido justicia i tacto en com- pidió desden i sietnpre fué amado. batir !a 1noda de Ja manera que la han combatido No ha habido, pues, justicia ni tacto al tratar la to largos i multiplicados artículos, se ha lanzado el ta este dia. No ha habido justicia porque no se le sarcasmo i el ridículo contra ella i hasta el látigo hnn concedido a las mujeres los mismos fueros, las del pertiguero ha sido escitado contra las mujeres misrnas libertades que ellas han dispensado a los que ]a llevan al templo! Esta última parte ha l1u- ho~bres, ni ha l1abido tacto porque en lugar de medecido los ojos ele algunas bellezas poco sen~iblcs; combatir esa gran wanzana de la discordia, se ha pero lágrimas grades han caido de muchos ojos di- debido aejnrla entregada a su propio demérito i a vinos. Es mui posible .que el auto~· de estas palabra~ ? los infantiles c~pric~o .. s. de esas hijas predilectas ~el haya Horado arrepcnt1do a Jos p1es de su beldad 1 ~ Seiior. ro esta tnui leJOS la época de la decadenc1a, que lcas lágrimas del uno hnyan sido cnjugndns por ) pues ;-n se ha notado que algunas deJas mtts inte­cl otro . ... Dulce reconciJiacion, juramentos de ol· Jijentcs se están encaminando en busca de medios vido i Ja paz ha vuelto a ocupar su distinguido di..-tintos para Jlennr el mistno objeto: Dios lns lle· J?Uesto entre Jos dioses penates. vará, sin duda, por su santa mano i la. humaD dad La cuestion, en fin, se ha discutido co1no si fuera se salvará. la gran cuestion de Ja guerra de Oriente~ como si Como se ha visto en un periódico cstrnnjero~ la Ja moda fuera un gran drng·on pronto a tragarse el ~ moda en cuestion, que no es por cierto una novedad universo entero .... Puerilidad, puerilidad de los ~ en eJ mundo, l1a aparecido de tiempo en tiempo pobres descendientes de Adan! Las mujeres jan1as ~ como los cometas i ha sido (!onocida con diver~os han levantado tanta grita ni algazara contra las 5 nombres. Segun parece, se vió por ptimel"a vez en modas de los hombres: el pantalon e~ trecho Valladolid a fines del siglo XV con el nombre. de a~ravesó su período alegre i victorioso; el cu- t'erd?tgadas, mas luego se llamó eadcra1, despues bHete arriscado llegó feliz nJ fin de su carrera; el tontillo i polle1·as, mas tarde guarda infante i boi ridículo fraque terminado en punta de dia1nuntc i la hemos visto reaparecer baJO este último non1bre hasta el moño i la trenza que usaban los petimetres i el de crinolina. Siempre ha escitado la indignacion de nntnfio, todo ha sido respetado por el bello sexo, deJa ~ociedad i hasta el anatema eclesiástico cayó por mas estravagante, por mas indecoroso que hnyn sobre ella, lanzado por el obispo de Valladolid; pe- , sido. t Por qué, pues, tanto encono i tanta sana con- ro hni en la historia de esta moda un hecho mui tra la jóven que lleva crinolina~ tocante, una censura terrible cuya consideracion Por otra parte, l~s tnodas, de) ntismo modo que recomendamos mucho a las señoritas bogot~Qs: en las enfermedades agudas, tienen una duracjon de- tiempo de Felipe IV se ot·denó en Madrid, por me­termina nada, un período, concluido el cual deben dio de un decreto, que nadie usase guarda infa~te desaparecer. El gran peineton de carei, la enorme con escepcion de ciertas mujeres. tnpnten: Jas mangas en forma de inm\.:tlsos globos, Si despues de esta última censu1a no renuncian Jos aros de estera i de bejuco i hasta el vistoso pei- las señoritas a la crinolina,creemos que ni el cadalso nado de doria Anjelita Tafur, yacen fujitivos en los seria bastante para el triunfo de la opinion ppblica. don1inios del olvido. Las cosas de mal gusto i por S L. . consiguiente asaz perecedet·as, no merecen jamas Advertencia. la saña de románticos ni clá~icos, de chabacanos ni Cotnt_l pudiera creerse ~r alguoo11 _que lu WJ.oiale J?Ues-amenos escritores: las hoz del uempo j

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Biblioteca de Señoritas - Año I N. 27

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Es investigado el excomandante de la subestacion de Policia en Antioquia por vinculos con el clan del Golfo

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Imagen de apoyo de  Biblioteca de Señoritas - Año II N. 56

Biblioteca de Señoritas - Año II N. 56

Por: | Fecha: 14/05/1859

, Il. ' [. 56. -- - 1\evista parisiense. \'tuucnt' 'irtuoso , i en llo. uo bai nino·una ten- TE Tno 1 ÓI)t:-nA - O ~"dEDI \ T>'r j\(. , c 1:1 E-Er .. 1 uru \JE- 1 · """' Er.. M \t-:~ Ro o~ E ::-~c t r:r.; -- • nt.: r .. 1 .. 0 1\l.A'l'Rr 101 lo-· ÓPI<.. nAs- ( n la aJa iu tru ·cjon tnoral JPI público. ~·" l•EE ARABO "' 1!. -lh ~ n c nL u :\I -CR6 J \ PAHlsu:~sr· - 1 ~~. llra ·e una pieza que por ~í s dratnáti- E~T.\s DE Cl HtO ID .. \DE -lJ . C ' T D1{0 DI~. C O O ' IDO DE f{ J\- Ca l' tll{ re ant '> nerc } COl'aZOil i el PSJ)Írilu d -' } "'.1\EL-.ACAJ)J.: II \ J.'"HA -c ES -BI131IOG I< \FlA - L t\ I.JBEl~ 1 ~- 1 Rl N .. - :.r ~\DEJE - . u cn l c i o ·-L . :\tAl r 1 1 ~ . e:; pE'· tador 110 ha Jlarán en el]a nin )·una 'n' ' ñanzn; P~ ri, 31 den u rz o d 1 -9 . al ~'{ ntrarin, " ~lldrán del teatro 'Oll falsa jd ·a ... d~ , .. pz no n . neja· :\ ano~ p or falte d pi( ~ z , .s lo (fU dPbe ~er lc1 ~ocicuad. ~ e ncu --ntran allí ~u vas n lo t tt os pari..:i n t;) ~ . on ·1 e urna , ~ 1 ~ <.:::e n.n . OlllO ~ Qll v rdad .1ratn u te :J n la vid o, p }­' 1 a tlare~rua han a p, r e e id obra~ dra rn a ti ea, de ro de n Hl ru n rnodo una rápida oj()a.dc. !1\U:~ va~, 1odn. la n1i eria i ]a corrupcion el~ las vie-quí !Siernpr e hai di re r ione para todos los .1as ~uct<-!dad ~s europea . I~:~a so n las cost\nnbrPs gu--to , pero no otro"" uo an( lizarno ... ¡110 1· !; pie- que tr, ta de ·opi?r la juv Jntud <'r .rendo civili­za~ qu e repr· :\~ ntan 11 los teatro" a que una Z ~lt'. ~; sa e· la la er, t ra que Í!nitan 1 s jcni .: '"'eñora puede e n urrir. VJ . ~ levanta entr_e. las rocas i Sat_anás apar~ce. Lilia Olin1 pia, que vino de Oriente a l:-ápoles para vuelve en s1 1 lla~na a su nov.to; Satanas con un hacerse coronar, aparece con su l1ertnano Nica- a?e•nan h~ce .abrir las _rocas 1 le muestra el pal~.! nor (pro cónsul de Grecia) i seguida por todo el C_IO de Olunp1a. La reJna, recostada en un r1qu1- pueblo que la fe. teja i le presenta su · tributos. sun~ salon, se h_~lla rodeada por sus esclava~ con Los vestidos son de uua tnagnificencia digna de Helios a sus p1es que le canta una rnelod1a de la pompa de la antigua Parténope. amor. De repente se oyen gritos de : En el tercer acto se ven los jardines de Olim- D , d , ( . , t pia; en el fondo algunos templos, i a lo léjos N á-u s ang. u ang. , angre . sangre. l · le- H 1· -· .J d 1 1 Faites ju s tice! Ilaced justicia.) po es 1 su go 10. e Ios,ceniuO e a cor(\na rea , i entra una rnultitud que trae prisioneros a I-Ielios estáLal la~ o de Otlinlpial i rodeba?lol por toda~l~ cor:­. L'l" H r s , · d n e· 011 < te. a reina can a ur~ a egro ra ante que .1ue mu1 1 a _1d1a.. e '?s. e unLpl~Inc1pe ~ una a '. ·aplaudido: venc1 a,1 es cr1sttano; 1 1a, su novJa, es una pia-dosa jóven. Los dos cri tianos cantan una ária muí n·1elo­diosa en contestacion a la reina que les pregunta . , quienes son : Dan s une retra ite profonde Par la foi mou creur e t Jié, Et j'adore,loin de ce monde, Le vrai Dieu, partout oublié. Olimpia, que tiene la cristianismo martirizando (En un retiro profundo A la fe mi corazon Ligado, !éjo - del tnundo Con~agra su adoracion Al J)iosque todos olvidan.) n1ision de paralizar el o conquistando a los Ven, oh ! rubia diosa, Sonrie a nuestra orjía! • Las musas, gracias i sílfides bailan un interme­dio ; i multitud de ninfas entran por todas partes i danzan formando gruposgraciosísimos. En me­dio de todas se distingue una ninfa espigada i Ji­jera con1o un mimbre, es la afamada bailarina Emrna Livry. El coro de las bacanales: ''Gloria a Baco ETohé !'' • ' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 147 _.._.._._. ___ -J-- se considera como una obra maestra en :su jé- los conci rtos i otras div-ersiones dejan de ocupar nero . al alPgre pari.sien e. De repente, en medio de la danzas, lieo·a L.ilia ] ~1. tien1po n.o falta hoi para hablar del gran en bu "Ca d~ Helio~·. Una lucha se ernpeña )ntre conc1crlo rnu s tcal o coral que ha tenido luo·ar en las do. nlU Je r e · l..; tha d .. pr ·cia la tnuerte con l palacio de la Industria. I ablare1nos de bél de­q~ e la amen.az a l. a reina, i ntona. una especie de t e n idan1cn te en nuestra próxitna carta · basta de-hiinno puro 1 e rafico, la p rla de la ópera: cit hoi que ~e oyeron G,OOO voces cant'a r en coro "Yo creo en Dios & quie1¡ ~1 ciclo adol'n- varia::; melodías de los Jn ejores mt1sicos contem- En e~e Dio su¡ reruo i pod ~ro .... o ' I en ... u sangre \'ertida ea el Calvario ... , por a neos. - H el ios va a . eguir a u buen ánjel pde znoto a lo léjos. La escena C~llnbia, i e ve la a- Catarina de 'l édicis; otro ti ne la espec ialidad zotea d e l palacio de Olimpia. A la izqni e rda un Je lo .. rnanu ·critos de ci rta clase, i corre de ven­templo i una alarneda de e finjes; e n e l fondo ro- t a en venta bu "cantlo con qué alitnentar su rn anía ; eas áridas, i a Ja derecha el palacio . n cielo ne- otro corn pra totlas la, nntigua copas de porcela­gro i tenebt·oso, que va enrojeciéndo e por mo- , na de evres de cierta forrna, &.;; en fin, cada m e ntas cubre la escena. E de noche; H elio sabe ocioso de ~~ta cla .. e ti ene .·u loe u ra que l e pro­que la catástrofe ha eanpezado n lo , alre d e dore , p orciona 1nil Ji .. gusto i tat11bien tnucha diver .. i o n. i llama aterrado a Lilia ll o rando u crín1en. La ' 'rirjen lleo-a i le maldice . p e ro Helios irnplota j I .Jos arti ' tas i aficionado e tún llenos d e go-ella perd;na diciendo: - ' 1 zo porque se ha encontrado una de las mejores ' obras de l{afael, qu(_-\ ~e creia perdida: la 1nadonna, "Olvido a pesar tnio Su deshonor, mi llanto, di IAretto. A pénas se conocinn algunas eopias la ~u voz q ue suplica bastante buenas de este magnífico cu adro; una e a cab.a .mi.quebra nto. " de e llas e-.;tá en el L o u,~re i las otras e n Italia . El duo de reconcllaac1on es el colmo de la n1 e - La ~Iadonna orijinal ha s!<.lo enviada a R 0 ma. lo s e da la mano con Ja o-argantilJa. I por e te estilo ~ig uió el dono...,o escrutinio de aquella. 1nercc. ncía. tnucl1o IneJor que el qne hi­cieron el cura i la sobrina del tnanchego, e uando le jugaron a e te la n1ano de en1paredarJo. -l)u e sepan usted es , dijo al fin atnostazada nueslta interlocutora, que toda ~tas co ... as son d e 1ni hija . -Señora, perdone ust ed, no ha es ta do en nues­tra tnano ev itar •••. oltó aquí la carcajada uno de Jos tresilleros qu e e ta b a encendiendo un cigarro de los que lla­tn aban ántes de 1nanibus ang·e!oJU1n, i dijo: aya! que le .. ha uceuido a u tedes lo que al jeneral Bolívar con cierto pai '"ano u yo en un baile, cuan ­do le preguntó: ¿quién e ... aquella s eño ra tan fea de traje azul ? 11' 1 9 í! vatno ! n1anos a la ob ra ! dijo J t e r ce­ro eu tli. eordia. E.:pero ganar1ne e os trastajos, que con uno ratnos de flores de mano que gané anoche, nJe harán Ja olla gorda. Dicen que de g ra­no n grano ll na la gallina e l buche. -li n fecto, una rnano la va la otra, i e ntratn­bas lavan la cara. I echando tnano del naipe continuaron la ju­garreta. -In no 1nine patris, dijo e l clé ri go, i lu ego al re­ibir sus cartas añadió: e n tus man os señor en­cotni ndo lUÍ e...,píritu. rlabiencJo hecho una maJa jug da le dijo la seño ra: ¿ i por qué juega usted ]a P'" pada ? -El doctor no ti ene obligacion de Raber mane­jar la esp ada, di jo tni cotn paííero. Si fuera Ja co­pa o el oro, ~ya ! o lll e hablen a la 1nano, dijo e l clérigo, por que rne atutun2an . ~ iguió jugando 1nalísima m en te, i otro de los tre­silJero~ añadió : ¿ _rr o digo yo que las tnan os muer-tas no sirven para esto ? . í ! , a se ve que se n e e e. i tan 1n anos vi vas ! r epl icó. A l fin rn e .. aldré con las rnanos vac.ias, i si Jn suerte no n1 e favurece alguna vez, t e ndré que dar de n1ano a este oficio. --En e~ecto, m ejo r le cstaria el oficio divino, dijo a1gu no por lo bajo. -En qué tnanos ha caido e] doctor! dije yo. ué ! si aquí l e sacan a uno las pese tas de en tre 1 a tn anos ! -Porq u e lo dice usted? gr itó sériamente uno d e los cuartos. 1'ie ne al g un motivo de queja ? IIai j~nte a quienes se l es da el pi é i se toman la rn ano. Viendo mi compañero i yo que-la cosa iba~e sé­de- ~ rio, i que ... i continu ~ ,h an a. _í podrian v e nir "' e a las -Es tni espo a, le cont e tó e l olro. -o digo e a, sino la que está a man o re eh a -Es mi hija, ·eñor. --- o ! tá u ted e quivocado: hablo de agu e - Ha que <.-'stá cerca de ]a n1e ~ a, que parece que se ha dado una rnan o de barniz. -E~a es tni cuñada. -Pu es declaro, dijo Bolívar, sin poder ren1 e n-dat · e 1 chasco, que en la fa mi] ia de usted no hai , . que escoJer. , --E a an é cdota no es nueva, dijo el clérigo, que habia permanecido callado. J) esde el afi o .•• no sé si de 25 o de 35 .•.•• -Bien ! dije, desde e 1 año de no sé cu ántos . --=--E o e . , prosiguió el cl ér igo, desde ese año ]a publicó aquí un periódico que se JJatnabn La llf u no ele ll1.alco. I T o .,lo leyó usted ? o señor, en ese año no pensaba yo todavía en nacer. -Pero ya estaria usted in pectore, porque no . ·- me parece que sea mu1 n1no. -Aquí tiene usteu otro chistoso, dije a la se­ñora, i que siendo eclcsiá tico necesita que le va­yan a la tnano, no sea que se deslice, i diga algu­na herej ía; i 1nas, estando aquí mano a n1ano con la señora. -])ios m e tenga de su n1ano, dijo con sorna el pr esb ítero. -Ah ! no rneteria yo la tnano en el fuego por el señor do e t o r, dijo ella. Pero siga tn os esta rifa que tenemos entre manos, que se hace tarde, i nos estamos aquí rnano sobre 1nano. mano , no quisirnos ser te tigos d e una escena re­pugnante , en qu e tal vez se pu" ieran manos vio­l e ntas sobre un eclesiástico . .t\detnas, estábatnos trasnochados i vin1o qu e la n1an ec illa del reloj señalaba las once, por lo cual, echan1os mano de nue tras capas i nos marchatnos pian pianino, de­seándoles que tuvi esen bu e na n1ano. .t\detnas, si hubiéramos p e rtnan ec ido allí para pintar todo lo qu e pasó e n esta escena tr es ill e ra, habria sido n ecesario escribir una mano de papel. Ahora solo falta ba pa ar estos borron es a n1a­nos d e l itnpresor , i untarle la manl> para qu e se digna e publicarlo .. . l?or fortuna estatnos del codo a Ja rn ano. l\ i e traslad é , en efe e t o, al <.1 i a si g n i e nte a 1 a i tn-p r e n t a, i e o tn o esto i algo e ojo, u b i a t e n i é n do tn e de 1 pasamano de la escalera, cuando n1 e encontré de n1 cHl o "' a h o e a e o n a 1 g u no !: e o 1 abo r a el ores de periódicos i abonados a la t e rtulia de la in1prenta, que 111e dieron la mano i corn e nzaron a pr eg un- ~ tar1ne si llevaba algo para e l periódico. -l~ntre, seuor articul i ta, rne d e ci a u no ; hoi tendrernos un buen bocado, por lo tnénos seis co­lun1nas, decia otro ; .i a quién le carg ará hoi la 1nano ? añadia un tercero ; i todos n1e bureaban a n1ano salva, confiados en tni corrPa. Amigo , dij e al írnpresor, por evita.r el encuen­tro obJigado de e s tos caballeros pense enviarle a usted los borradore s por tercera rnano ; p e ro us­ted sane que tales e misjones son delicadas, i que lo s papeles suelen perder e ele una rnnno a otra . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .. 150 BIBLIOTECA DE .. Er ORI1"AS. sí es, dijo e 1 iau presor. Pero qué tiene us- ,. ted que viene tan cojo? S . -1 To sé, hace dias que estoi completamente > inváliJo . Creo que serán dolores nerviosos. ~ -En efe cto ! esos son nel'vios. A lgu n frio ~ que ha cojido el pié •••• O pueue ser tambien d e > calor. -),.Jí, dije, creo que es un frio calie nte. -Pu~s para eso •••• aguarde usted •••• ¿ o ~ se ha puesto usted el aguardiente alcanforatlo ? ~ -No! ~ -Pues sepa que es mano de santo. 1,aanbien ~ saca el frio el agua de llanten, con esa yerba que ~ llaman mano de gato. ~ -Ah ! sí ! la conozco. En casa del escribano ~ l1ai mucho de eso. M e lo haré con mucho gusto. ( Pero vea uste d esos papeles i si le parecen bien .. ) para e l próxi mo núm e ro •••• -Pues cótno no 1n e han de parecer bien ! Es­toi seguro que es mui bueno el artículo. A 1 fin cotno de su mano ! De~pedi1ne del impresor, i teniéndorne a dos manos a la baranda, bajé la escalera. El amigo me gritó desde arriba: mire que hágase el renle­dio, que se le quitará el dolor como con la mano. De camino encontré con un conocido i anti .. guo condiscípulo que iba a la imprenta a hacer tirar unas boletas dando parte de su c-asamiento. (No estaba todavía al corriente de la moda).; Có­mo ! le dije sorprendido, ¿se ha casado usted ? -No n1e he casado todavía, me contestó; pe­ro ya pedí la mano de Juanita, i puedo reputar­me su esposo. Es bueno ser previsivo i tener to· dl' a mano. -V aya ! me al~gro mucho. Me ha ganado usted de mano. Pero mire que de la 1nano a la boca se cae Ja sopa. El lector me dispensará, si roe he ton1ado la li-bertad cle ir intr-oduciéndolo con1o por la mano a una casa de tresillo, i a una imprenta. Lo que no 1ne podria perdonar seria que lo hubiese llevado a un garito de monte o dado, en donde bien pue­de decirse que juego de 1nanos es de viiJanos. 1\omance heróico. Hanme dicho, don MuriJio, Que habeis pretendido vos Arnancillar los blasones Del claro no1nbre Español. I corno tnis buenos padres Eran fidalgos de pro, Vasallos de Jos nlonarcas De Castilla i de Leon, N o he de sufrir en mi alcurnia 1 .. i sombra de deshonor; • 1 os reto a la faz del mundo 1 a la clara luz del sol, Sin que vos valga la astucia De mañero lidiador; , Porque a los homes que lidian Por su raza i por su Dios, Non ha de faltarles nunca Del cielo la proteccion. Pr.epara<.l, pues, don Murillo, La tizona i el troton, Que yo defiendo a pié firme ·¡.~( elal'o nombr.e FJSpañol. BANCO DE l \ r­'' suorEcA Ll' Para sal ir victorioso o h e de r eferi ros yo Las rnil fazañas que fizo El buen Cid 'ampeador, ri la gue rra anguinosa Que siete ~iglos duró; Ti cómo cin1entar pudo El artl i rni ento l~spaño l Los n obl.)s reino. ~ de Oviedo, D e Ca tilla i de Aragon ; Ni cótno el rei don l i"ern ando El c e tro a Boabdil quitó; Ni cótno su noble esposa A don Cristóval Colon Dióle naves con que hallara El mundo que adivinó; Ni cómo en nue tras edades De Austerliz el triunfador Vió sus águilas rendidas En las garras d e l leon : Nada de esto h e de contaros, Que doquier que su fulgor Lanza Febo, es conocido El claro nombre Español. De sabios i trovadores Tampoco a fablaros voi, Porque de achaque de letras Ni una letra alcanzo yo; Mas es odiosa falsía, 1 tamaña sin razon El decir que en la península, Que n1ira estático el sol, 1 que del sol es afrenta Por su gloria i su esplendor, Solo el manco de Lepanto, Que las fazañas contó Del hidalgo de la 1\!Iancha, Es fcunoso narrador. Cuando tal cosa afirrnasteis, Don J\'Iurillo, vive Dios! Que magüer vuestra hidalguía, Fablasteis como un breton ; Que mas jenios cuenta España Que marrullerías vos ; 1 en esta i otras edades, Con su númen creador, Han dejado mui bien puesto El claro nombre Español. Viniendo a lo de la raza Que habeis denostado vos, - o defenderé a los bornes, Que al fin ellos homes son, 1 sabrán vengar sañosos Las afrentas de su honor. Defenderé nuestras damas, Que un esforzado es pañol N a da tiene 1nas sagrado Sino su patria i su Dios. Las damas d~ vuestra raza Tienen la hermosa color De nieve i rosa, i de nieve Es tambien su corazon ; Su rnirada es apacible, I es apacible su voz ; Per,o conquistar no saben El pecho de un infanzon. • • ' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - • BILBIOTJi~CA DE SE~ ORI'rAS. 151 De mi raza las doncellas, S e gun un discreto aut o r, on tnore na porqu e tienen Llarnas en el coraz:>n I el humo suhiendo al rostro ]!. .. curece Ja color; 'J'an ardiente e su mirada, 'I'an falago a u voz, Que no hai roca que e niegue A darles adtni racion ; Do qui r que en hon e'-l ta danza Mueven Ja planta veloz Ro a .. , nardos i claveles Derra 1na el vendado Dios ; a de lo .... encantos todos , on que el ielo las dotó, Lo que rnas precio i adtniro on :su \'irtud i pudor. En fin, nuestras nobles damas 1'ale i tan bellas '"' On, Que un acento, un leve guiño, ·u na sonri " a veloz, Les ba ta a dejar bien pue. to El claro nombre l~spañol. us ! alerta, don .. 'lurillo ! 1:'\tnbriclatl ,·uestro troten, Requerid , .. uestra tizona, Buscad escuderos dos, Empuñad la dura adarga, Aferraos del arzon, Que yo os reto, i os etnplazo Cuerpo a cuerpo; i desde hoi 1 o depondré la celada, i el alfanje cortador Hasta que al orbe patente Haga vuestra sinrazon, Enderezando los tuertos Que hicisteis osado vos, I vindicando las glorias Del claro nombre Español. ~ granos i las demas piezas para fondas i hospe­' dería ·. ámonos, pues, a buscar otra ca~a por donde no sosp e che n que de aquí a dosci e ntos años van a pasar fe rrocarril e s por c ~ I ca. Ern p e cé a ver casas desocupadas i, qu é maravilla las qu e ví e ntónces: ahora, dontle una abu e la cuyo aj uar con s istía en 1nesa con patas d e águila, canap ~ s forrados en ~ pichinch:- i con tnolcl.uras que cr e o s e rian doradas, < cuadros tncompren 1bl e s, pu e s d e puro vieJOS se veían corno jatnon pue~to al hum ; la pu e rta de la alcoba con cortinas corr P dJza ~ d e saraza tan antigua que n o s e ' abia d e qu ' c ol o r s e ri a cu a n do n u e\' a , i a d e n t ro u n h i o m b o , que n u u e a fa 1 t a , o e ul­tando una catna de pab c llon d e manta s o c orrana · papaya " i libros forrados en pergarnino sobre 1~ mesa, caj ones de Niño Dios con cuanta cur1o .. i­dad se les babia imajinado que lo era, i en fin, tanta co a, f1Ue llegué a creer que estaba con una pesadilla. Allí, aquella pacienzuda i esplicadora m .. atrona,a quien no pinto por no haber ya de e as tintas, rne dijo que la casa que tenia para arren­dar era por Belen i que hacia alg unos m e ses e taba de ocupada por quién abe que capricho que tP.ndria la jente en no quererla tomar, siendo ~ tan bonita i cómoda, i teniendo lo principal que era el agua adentro. I esa era la verdad, porque, cuando en posesion del tnanojo de llaves que pe­saban mas que las del Escorial, fuí a ver la casa, caí en la cuenta de que no era de azúcar rosada, puesto que babia durado tanto tiempo .:;in desleirse. A una vara de alto se VP.Ía lo verde de la lama · que seguramente no seria sino del agua que tenia adentro ; ademas, aquello no era si no una coci­na con muchas piezas, pues segun se veía no le habrian vuelto a poner hi opo desde que la blan­quearon para hentlecirla cuando la acabaron. Pa­pa~ y·o s , creciendo i multiplicándose a todas sus an- 1 chas, sombreaban el patio lleno de malvas donde < cantaban las ranas i grillos a todo su sabor . . r\ hora, S por lo que hace a los cuartos, cada uno era un ) aljibe, hecho por las jentes trabajadoras que ha-bian arrendado aquella casa con el esclusiv·o oh- .. La casa arrendada. jeto de hallar el santuario o guaca, corno )Jaman Yo no ~é qué sagaz fué el que tuvo el acierto : en otras partes. I cuánto vale?- Veinte pesos? de decir que aquí al que no se ancla se lo lleva Bendito sea Dios que l1aya quien pic.la tanto así; la marea. La verdad de est~ dicho solo la sabe pero tnalclito el diablo que tentara a alguno a vi­quien tiene la de' gl'acia de no tener una casa pro- vir ahí de balde. pi a, aunque sea en ]a orilla del rio de San F ran- ' ' amos a ver otra, pues. Dónde hai mas? Pues cisco. una es por la Aguanueva, la otra por las Cruces, 1\'Ii familia no cons t a sino de veinte personas, otra en San .F"ason i una que p~ensan uesocupar en.tre rnadre, herrnan~s, s?b~i~os, tias, parientes~ < por el chorro de 1\1aría Teresa. Emprendo vi~je, cr1ados que han nac1do 1 VIVIdo con nosotros; 1 ~ 1 despues de haberla encontrado cerrada, vot a uesde que tuvimos que vender la única casa que ) donde el dueño que vive en los tres puentes, tne nos r¡ueuó, hemos andado, qué medio Bogotá iba ~ Já las llave~ i encuentro que la tal.casa de la a clecir, Bogotá entero. ~ Aguanueva ttene, adernas de ser reduc1da, un ca- En el mes de tnarzo tuvimos que abandonar la ~ ño que viene de la casa vecina c.londe echan has­casa en que vivíamos porque le aumentaron el < talo que no les sirve i que en cada creciente, que arrendamiento, por la sencilla razon de que se ~ regularmente e de todas las nocl1es, la corriente decia que por allí pasarian los ómnibus nuevos se entra a la sala. La otra tiene por vecindad una que iba a traer no sé quién, i que por consiguien- Jnultitucl de tiendas de las de junco parado, cada te las calles i casas mejorarian, puesto que San una con una docena de muchachos que lloran Diego iba a ser el punto de reunion de cuantos > como bienaventurados; la otra es una trampa de viajeros quisieran ir ácia el norte. Visto esto, o ~ número cuatro ; el n1as afortunado quedará de­mas bien diré, sospechado esto por el dueño, cal- ~ bajo en el próximo mes de invierno, pue~, aunque culó que haciendo tiendas de las salas i alcobas, ~ tiene rnas puntales i refuerzos c¡ue una Jei de elec­todas ellas serian ocupadas inmediatamente para , ciones, ella, a fuerza de gravitar ácia el centro, da­ajencias unas, otras para confiterías, otras para " rá con su figura en tierra. La del chorro de Ma- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • • 152 • • • r1·a 1" e r e a, no tiene n1as defe cto que el qlle decia < 1~a os petdidos, irritacion de callos i pérdida d~ L ·uTa d e otra, i ra, t ~ n c· r las paredes llltli juntas ti e 1npt f n é lo que;\ obtuve , i el plazo pa ... nndo a la nna s <.1 otra::> ; aq u e]J o era un n ir iñaque, una r - carr e ra. uatro tlias iban corridos i ni e peranza j ita J e c o nfeso nari o , un a g ujetero dond e 110 cabia dt .. C , I o ~ q u e se n e e sita n , n o , e en e u en t re u n a e as i t a ]a otra azotando lan a i 1· (tltirna, o prin 1ern , ... ntrc cuando e rnen e ter. una petaca jugando i l'i d i e n d o p a pa. \ ué curio- < ~í, se ñor p e ro 1ne dic e n rnuchus que hai es-sidad e s ! e ca ~ ez por e l Congre o. Qué hacen1os? ])or fin nos echnn los cor otos a Que ougre so ni qué nada ¿ pu e s no v e que la calle. ]~n ( st o s afan e s tne en con l r · c o n u no rp1 e ' los eongre istas --- e ría tan ctunplido, i que cuando dijo ocho días brian cuatro esconuiuos, con fia:nbre para una e ra s e guro que verdria al 1ne . Echábamos bár­revolucion; tnas trapos que e n una fábriea cle tulos una noche en ca~a acerca de en dónde nos pap e l, n1as ti e tos que en u na tintorería ; ga lápa- rnel e rí, tnos, e u ando gol pea ron, sonaron pisada g os que tuvieron h o r q u e t a , si li as de 1n i ::s a bu e 1 os de e n b a ll os, r u id o J e es tri b o~ i JI a n t o de niños q u e e o n caL e zas de es e u do i es p a 1 das de p o J trona, v e nia n a la e abe za de 1 a si 11 as, i en 1n é nos de petacas viejas, olla desfondada ... , palos de escoba~ nada s e inundó la casa de jente que jan1as había­artnazones de paráguas, brtrandillas, cunas, pe- n1os visto, i héten1e aquí, lector n1io,dando po- ada rros, gatos, toches i 1nirlas con jaulas desarrnada s , a lo s dueños. de casn. D-v-cl. i en fin tanto tanto con1o hubo qu0 echar al aire ~ en un cat'ro e irJo pas c .. ando desde San l)i t'go hasta • anta B ~írhara; a g r é guese n es to qn e e n el S Las pistola~. viaje l o Inej o rcit~ e ~ vap o ró. P?~' e l ca1nino _i , lo ~ En uno de los principales lugares de la provin-d; rnas se d{;) ¡.;arn1o con el t11ovuna e nto de tr p1aa- l cia de lVIariquita hubo una 1no le ·tia entre dos su­cion con que van los. carr o s por e tos etnpedrado .. ~j e t o . I~ l a ... unto llegó a tanto, que estuvo arre- Por fin acabarnos ~ no~ fu uno .. acoJn.odan<.lo C!ll g lado el duelo a pi tola. El lugar estaba njitado nu~stro~ cua rlos ; 11111 p1a n1o . 1 as ~oc 1nas, con1o_ on u na n 0, -ed ad tan fut-lra de uso en aquello qu1 e n .dtc~ los. ntuladare .. , barrun~ 1 de~~r lrvan1os ~ p a cíficos i 111 odP to pueblos. Por fortuna para la el patio, lun 1~1a rnos. las pared e.' ; 1 de ca ns á ha n1os ~ h tHllan idad el desaf1o ::;e e taba dilatando, i pre­de ~1~a · de g~1nce d1as de trab3Jos,_cuan.do .~ e apa- guntando uno de los padrinos la causa, su ahijado rec1o un senor a hacernos la not1ficac1on de qut le contestó: dentro de ocho dias desoc,~pásetnos,porqut~ hnbia Por falta de pi · tolas. compr_?do la casa a don Sanfor?so. I unas de de~afto rnagnificas que usted tiene? 1 o puede ser, le conteste, po_rque le tengo repuso el padrino. a de 1 an lados tres rneses de a rJ~et:damiento. . Esas . on para 1ni u o solan1eute. -Tan .rueue ser, que aqu1 t1ene usted la cop1a Gracia ... a Dios que de esto in~nperables obs-de la e~crtt~ra. . . táculos no faltan; que si no, tendríamos muchas -81, senor, t1ene razon, pero yo \rot a hacerle viudas ¡ huérfano:s que ccnnpadecer. cargo de Jafios i perjuicios a don Sinforo o. -Puede hacer lo que quiern, pero creo que lo que dPbe hacer prir11Pro es jr a buscar casa, por­que dentro de ocho di a~ estaré aquí con n1i fatni­lia, cp1e no tiene otra parte donde desrnontarse . -~ ~a, dije con Ja paeiencia que debe tener nn hotnbre que no tiene ca'"a, i Jne fuí otra vez a co­n o e e r r i neo n e . 'fu v· e no ti e i a de u n a , i e u a n Jo fu í y·a habían dado las lla\res; fuí a otra que hacia nlucho Pstaba desocupada, i n1e dijeron que no la a r 1 en daban por q u e 1 a iban a e o n ver ti r (' n f o n d as i billares, que es lo que n1as deja ~lquí; fuí a otra, otra i otra, i ninguna pude conseguir: dueños dés­potas, re~puestas groseras, proposiciones insulsas, Los lunes. ' l\1e n1olestaba mucho,cuando rnanejaba hacien­das, que en las fiestas abolidas mP. hiciesen falta los peon e s, los cuales sietn pre se acojian a igno­rancia del Breve de Su " antidad. Esto n1e hizo un dia leerles el tnencionado Breve, i cuandn ya l)u be acabado, uno de los peone:s, llarnado Agustín ázquez, n1e dijo : - -Pero en e e papel no verá que los lúnes los ha~Ta quitado Su antidad. El santificar los lúnes es una devocion que se aumenta de dia en dia. - • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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Biblioteca de Señoritas - Año II N. 56

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Biblioteca de Señoritas - Año II N. 66

Por: | Fecha: 23/07/1859

• ~O Il. o«ot ,í, ~ alHtdo 23 de julio pa se contaba entónces e o n 1 as n .. e ña n zas es tu p e nda d e 1 a e i vi 1 iza e ion griega i rornana, todav ia no su fici~nt e 1n e nte aho­gadas por el pa. o brutal d e los bárbaros del ep­tentrion; en noa palabra, alla habíase siquiera entrevisto una d e las face dPl semblante de Dios­lt luz intelectual; pero aquí en América no e conocia por e 1 tnorne nto rnas 1 u z que 1 a de 1 fuego: fuego hotnicida cl e speui\lo por la boca Je los ar­cabuces, i fuego terrible i solen1ne vornitado por el Orizaba i el Colopaxi a la salvaje arrnonía del Sangai! Escribir pues, i PScribir libros con el au. ilio de ]os sabios i de las bibliotecas, i despues d haber ... recibido una in truccion n1as o 1nenos perfecta en los colejios, es co .. a que deja de er fácil para trocarse en trivial; p e ro ~scribirlos co1no el señ\>r Fresle, a los 72 año de edad, sin rnas biblioteca que su n1e1noria, .. in n1as in .. truccion que la ad­quirida en tlll tardío viaje a la Península i cuando la pro xinlidad a Jos acontecirnic· nto~ que referia le qui t aba toda ilusion épica, partiendo en sus ma­nos e 1 p r L rn a de J a d i s t a n e i a , q u e tanto re a 1 z a a veces los hon1brPs i los h e ch o s, es, cotno dije atras i corno rep e tiré si e rnpre, una tnaravilla del talen­to, que merece 1nui bi e n los rnejores i mas cordia­les aplausos. Los sucesos inn1ediatam e nte anteriores a nues­tra conquista por los peonPs de Castilla, abrazan­do apénas dos monarquía , que eran las .. olas qne se poJian abrazar, forman, por decirloasí, e] pró­logo del ( J ARNERO . ... De lo perteneciente al pueblo Chibr.ha no hai tl)rts en él, porque nuestros proje­nitore"', bu~c~dore incansables de oro, no vinie­ron al ''Valle de los alcazare~" como van los sabio. al paL de las novedndes. Aventureros, su e rniuo no fué otro que Pl de la codicia. El oro era su fin i la espada su ·n1edio ; obtenerlo o pe­recer era Jlenar su rnision. Los que \"inieron de. pues no hallaron por tanto ninguna fuente pura o abundante ~n qué beber. IVIa ·, esta deficiencia con respecto a la narte política del CARNERo, e tá curnpl idarnente llenada con la esplicacion sotnera, aunque no falta, d~ las ceretnonias re]ijio as de los 1\·Iui~cas; i la .esplicacion o hi 'toria de la deslun1brante fábula del " Dorado, 'que 1narcó tantas cabezas i dado ha tnárj .an a tantos romances. lndudablem nte el .. señor Fresle es superior en e to a cuantos coro-nistas sP le han anticipado en la historia del in­encontrable pais . Delante de sus pájinas deja de huir esa rejion encantada, i e1 lector la ase i la mantiene entre sus manoP si no como una comar- • ca de oro, sí como un hecho de e larR esplicacion. rrrae d~~pues de esto el CARNEno la lista, uno a uno 1 tle toclos nue~tros projenitorP.s; i en ella pueuen ir ~ e a buscnr i ~ncontrarse los aboelos de la" fa mi 1 ias que pu~ bl an hoi el haz de nuestra de­mocrática Hepúblira. Allí pu e s h}tÍ motivos para tnas de un desengaño, o para anns de una orgullo­sa confirn1acion de linaje ! Pero donde Jn historia se nbre Pn toda su ple­nitud, i por con~iguiente puede intPre. ar 1nas a Jos curioso~, a 1 os Ji te ratos i hasta a los lll ismos erJe .. iasticos, es de. de la venidn al 1 1 uevo Reino de Granada d e Don Pedro Ji'prnándcz de Lugo, p ri rn e r gobernad o r de a o t a Marta , hasta Don Martin tle Saavedra i Guz1nan, octavo presidente de la l{eal A utl iencia. Cornpr ende este p~ríodo rua de cien a?ioJ, i está ilu trado con un sin fin de n nécdotas a cual lllas intPre ' antes i bien nar• radas. Sin forrnar trabajo aparte, i ántes bien confun­didas en el texto j e neral de la obra, se encuentran así rni " lllO ~n e) CA HNERo, la. vidas cle todos los obispos, deanes i prebendados de la~ dos catedra­les del vireinato, Santatnarta i Bogotá, de:--d e don Juan Fernández d~ Angula ha, ta J)on Cristóval de 1""órre, 7 nono arzobi po i piadoso fundodor del vol jio iln ·tre de uestra Señora del Rosario en esta capital. Cuénta .. e ta1n bien en el libro que recomiendo, la fundacion de las ciudades de la colonia, el por qué de sus nornbres, la ft'cha e ·acta de su oríjen i la denoaninacion de los que JR~ poblaron. Aquí debiera poner punto a e te e -- crito, pero me e~tenderé un poco rna , por rnerecerlo bien el de que pa o a ocupar1ne. Por n1as c0nsultas que he hecho para aYeriguar e] orijen del non1bre CARNERo puesto a la historia del seño1· Fresle, no be podido adelantar nada. Los libros que he con .. ultado a\ efecto rne han dejado con la. ducla, lo mismo flUe los eruditos mis arnigos a quienes me he d1rijido. ¿Se puso est norn brea tales obras por e .. tarde ordinario escritas o forradas en pieles de cnrneJo ? ¿Se quiere significar con él una tnezcla infor­me de cosas, por equivaler la voz- ca111ero anti­guamente en las itltprentas a lo que hoi se llama pastel? El diccionario cle la lengua no trae sino becerrt> en las siguientes tercera i cuarta acepciones, que tal vez han sido equivocadas por el volgo. "BECF.RRo-El libro en que las igle ias i nlonastcrios­antiguos copiaban su" privil~jios i pertenencia. para el uso manual i corrit»nte. Tambi e n hoi se lloman a s í los li bros en que ~lgunas comunir!a cf es t i e n ~ n s e ntadas s u pertenencias; i el libro en que e ~ tñ.n ~ nt nda ~ lt :, igles i-as i piezas del real p a tronato.IJ Libro en q e de órden del rei don A lonso Xl i de su hijo el rei don P e d 1 o se escribieron las behet rías de las n1eriudades de Casttlht, i los derechos que perteaecian en ellas a la corona, a lo · diversos i a Jos naturales." , Esto parece ser lo mas racional, pues¿ qué otra . cosa es el CARNERO que la historia de los dPre­chos de la corona, Jos diversos i los naturales en el Nuevo Reino de Granada? Algunos escritores antiguos usan de la voz ear­nero en el sentido de crónica, sirviéndose de locuciones como esta: " Tal hecho se refiere de distinta manera en otros carneros." . Debemos pues tomarla así, sin pasar a mayores ni mas profundas averjguaciones. Es creencia jeneralmente admitida Ja de que • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - • hai varios Carneros, por ejetn plo 1 <.le Tunja i el de Bogo tá. Esto no e, cierto. Lo qu e hai son varias .i ma o tn é no irnperfec ta copias d e l .. egundo, h e­chas por dif¿ rentes pendolista i en tliferente épo­cas . Pe l'o el que o he ten ido a la vi ' la s u no que rn~rece la rnayor fe por su nntigiiedad, pues está escliito en letra 7Jastrana i tiene tales carac-eres de vejez, que üien puJiera ser el misen o manuscrito a u t órr rafo. Yo n1e he litnitado a traducirlo 1 a variarle un tanto la puntuacion, que no era mui correcta; .p ro e l tex.to lo he re~ petado escru pu losarnente hasta en · us errore~, porque lo c¡ue he querido es dar a luz la obra del señor Fresle tal cual la escribió él, i no como a n1 í me hubiera venido el capricho de correjida o adicionarla .. # I pon: e ndo fin con esta e pJicacion, esp~ro que la obra sPa jeneralrnenle ncoji<.la en atencion a ~u indisputable n1érito. F&LlPE PÉREZ. Vn paseo a rontibon. En la casa ele don Zacarías se guardaba un profundo silencio, pues el sueño era allí respetado como la n1i .... tna muerte. Las eñoritas Dontitlla i Clelia e.ran las ünicas que se disponinn a gritar el surje del juicio final, porque tenian ucrecho a un servicio vinculado en la palabra de un honlbre, e iban i ,~enía n como los postas en vísperas de un cotnbate. Clelia se resolvió por fin a entrar, i con su entrada . e despertó don Zacarías. -lVIira, dijo, in \'Olver 'e del lado de la pared, anda i dile al ~eñor don Julian, que rne preste su criado para n1andar recojer todos los caballos que se necesitan para que rnis primas vayan a lc.,onti­bon, i f1Ue •••• n1e n1anue ••.. -S )i yo, contestó la señorita Clelia. -Creí que era la criada; dispen~e, querida • pr1n1a. -Pero y·o le diré el recado, i miéntras tanto levánte~e que son las nueve. -Mil gracias! •••• i que le diga que me man · de un buen tabaco de Ambalen1a, porque no ten­go sino <..le estos de Jiron, que no valen la pena -Con que nos dPjó sentadas primo, i tantas ganas que teníamos de pasear. ])esde Jas cinco estamos levantad as ¿ tne Jo cree ? -Cómo no? -1 qué fué ~ ¿Se le olvidó? -Que fuí por fio a la casa, i jugu6 basta las cinco <.Je la mafiana. -Sin plata? -Pues les peJate­ros a don R u perlo . - Los arnigos son para los casos árduos, le dijo. - lVI e ti Puc u~ted a sus órdenes. -Queriaa rni primns ir a un paseo a Funtibon. -Las ponderan de un tnérito estraotclinario. -1 no se les ajuslan las be tias; i si el quitrín de usted •••• -Por de contado: tnande ustetl por él a casa. ~~ o!o que u ~t~>J tn e pre · tara su criado •••• -Con n1ucho gu~to, porque u~ted es un aani-go a quien .. e d )be ervir. -lVIil gracias! s~ñor don Rup erto. r ifias! entró diciéndoles don Zétcarías n sus printas, e~tan zanjadas t oda~ las difieultndes. Nos Vt& tnos todos e n el q uitri n de don .H. u perto. -1 1'ornasa! -1.,ambien. -A v e rnaría! Lus criadas en el quitrin ) -Es que u . ted~s n o ' aben la biblia. Peinen a 1" o m a a a 1 a lVT a 1 í a tu n r t, p ó n g a n 1 e un pa ñ o lo n de los de ustedes i écheL.la al quitrín : el ahorro es de doce reaies del bugajc, que no es tan cual­qui~ r cosa! Dicho ; se procedió a los pr~parativos, i no se agua rdaua in o a 1'otnn n. Tornasa 1 1'onlasa ! gt itaban las señoras en el corredor. -..,..-.Es que no pu edo con estos burujos, nli seño­ra, porque tengo tantísirTlo pelo. -Qu é hacernos, Clelia? dijo Mamerta, se nos hace noch <.\ . ....:-Pue · ayudarle. -t o seria un mal precedente el peinar yo a la criada ? -Peor seri.a <.lejnrla sola en la casa, i a como está el tiernpo ¿no ves? -Cierto: ci~rto, contPstó la señorita. Cojtó 11atnerta un p e queño tocador i la peini­lla, i se fue a componer a 1"oanasa : la encontró en la despPnsa d e lante de un espejo redondo, del ta1naño de un peso fuerte, con la sarten junto, s, fuera de lo ' ' J ' 1 "1 . l. • - l res ro ados se habían mejorado con el peinaJo gue a J uston traoaJa por enganar, cuanCJo uno se de moda, i ~n pañolon cele -te de merino, que. su quiete eng.añar. En vi taJe la criada do~ 11uper­señorita le babia adjudicado. e babia convenH.lo to no hacta mas que celebrar la pegue.na seme­en aparentar por cconotnta> i desde subir Totna "' a janza que de paso. le ~a]~() con la senort ta de pa­al quitrin cojida de la tnano de don Zacarías c e - ñolon celeste, a quten JUro su atnor pocos nlotnen-menzó la obra. tos ántes. Sonó por fin el látigo, i un grupo de bellezas La visita era mui poco atnet~a para do,n Rupe~- bo picó adelante si-, o debe dár-ele gu , to, ~i(.,n0o para su b1en. guiendo sierr1pre por el mistno catnellon. < Ah ! yo debo verla en conciencia, corno facul- Las señora tuvieron de qué reir con el engaño tativo. · rla­usted ····A .. í lo he jurado. das de flotes. viendo casas tnui blancas entre -Pero como }"O no pi en o sino es en estar sien1- los arboloco~, cerezos i borrach~ros de lindas pre al lado deJas ~eñoras. flore i setnenteras brillante~, que todo el año se -Eso seria rnui fácil de allanarse. repiten en el mi n1o suelo, sin cscavar la tierra, La pre~encia dP. don Zncnrías que salió aman- ni abonarla, ni sacarle caiit,s subterráneos como darle echar mucho que corner al caballo, inte- en li~uropa. e encontró don Zacarías con un rrurnpió la clP.clarntoria tnas insustancial que se can1pesino que le satisfizo todos sus antojos, desde haya visto en el mundo. La señora improvisada ~ que siendo jefe de una oficina, le con iguió ei Ya­se fué al intel'ior de la casa, i don RupGrto se ins- ~ lor de dos caballos que el gobierno le habia to- • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BIBLIO'fEC DE ~E ORITAS . • '/S mad .. o en la r \vo 1 ucion ; le l1au ló con mucho ca- s éri a qu e ·la t·c part ic ion de 1 <:' nl p ré ti lo e n l as tres ririo i le exij ió qu e le s o licitara un rancho d e ecc i o n o lo n1 b iana : l o hu e v o~ e ran tres, i p~~cado vivo, qu e e ra ' O il J O ~ ~ g u taha, i que se cuatro l o .. int e r esaU O'. ¿ Qu é h ace r ? l o rnan d a,e a B ocrotá. V i r o n p o r p r in1 e r, vez Y o n o t or11o hu e v os nun ca e n e l altnu e rzo, una gallina c oc hin c h i n a, i se E-'tnp e ñ ó d o n Za c a- dijo d oña D o r ot . co n tnu c ha s an g t e fria . ría en qu e l a r cg, la · e n po r qu e d e eaba t e ner Y o le~ t e rno p o r l o bilios a, d ijo la s eñ o ra la cria. Esta s o l icitud obstinada s e tranzó con C'lelia . r e ibit .. tr .) s huev o s de la tni .. ma g allina . P e r o 1 yo solo frit os los pu e do con1 e r, espu so la entre todo l o anin1ales cle la ha c i e nda los ma- otra c ñorita. rranos fu e ron l o s qu e tnas l e gu "taron a d o n Za- 1 yo no puedo con t o d o s tr e s ; dij o d o n Za-c a ría . l) id i ó u no pe u e fi o i s e 1 e e o n e e d i 6 ; i e a ría . para e vitar el p e on, e pen só ll e va r lo d e bajo de lo , L os )] p vo? pr eg untó T o mas a, c o n una a c ti-a '"'i entos d e l quitrin . Oh! cu á nto inventa la gorra! vi d ad adn1irabl e . El quitt·in para evitar el ba g aie de la criatla; e l ' ' arno, dijo don Zac aría s , yo ~nti f' ndo p e r­quitrin para e l n1arrano •••• hai intelij Pncia · pri- [! ctarn nt e la ituac ion, co rno buen p ol íti c o. 1 ' o­yi ' ej iadas para f':st e rarno, corno las hai para tod o.. do tene n1o hambr e , i lo qu e hai qu e r e solve r es l o otro . ¡Dicho a " criatura "' las que e s t á n inicia- Ja. division i particion ¿Covi e n e n las partes en qu e da e n el .. ~ cr e to d e la l e , tan tllara villosam e nte ejec u.. s e ad j udique el cartu c ho d e man i c o mo hu e vo a tado por don Ruperto, habia sido una con . tanle , la qu e s e a mas amiga d e dulc e , o qu e s e d e cida c]j,•ersion para_Ja señoras, i ya e ra pre ci . o vol,· e r por la suerte la que no ha d e aln1 o rzar h o i? los ojos a ese Bogotá, centro d e ilu.siones i r e ali- 1e conforn1o con p} tnan•' , diJO 1\Iarnerta, i da d e s. Partieron catnellon arriba. r se procedió a las adjudicaciones. Un, uc.e ... o, que aunque comun para todos, no Concluido que fu é el aJrnu e rzo, se subió 1a babia llarnado la atencion cle nuestras viajer-as, jente al quitrin, i el caballo COJ lÓ e l paso picado. hubo de cortar la carrera: el almu e rzo, pritnera Las señoritas c tnp e zaron a r e irse , i nu e &tta lecto­nece iJad del aldeano i del cortesano . _Arritnaron rase figurará que era tal vez del almuerzo, pero las viajeras a una pequeña casa Je la orilla d e l no era a~í, p o rque. de sus propias mi erias nadie camino, e hicieron manifiesto el grande objeto d e se rie. Las .. pfioritas se reían df! la sonsera del J a Jlegada. señor de la p~e huga, i de sus floreos para con -Pero aq ní no hai qué poderles hacer, diJo ~oana. a ; pf•ro dice el adajio, que de tras de la una carnpe'"' ina jó\'en, que se ocupaba en barrer 1·1sa VIene el llanto. el p e qut'ño patio d~ su casa. Rabia Jos cir e un · tancias que, aunque diversas~ -La ho .. pilalidad e virtud de las buenas tno- se tocaban en us e~tre r no . Totnasa no babia zas: a ver! cótno complacernos aJas señoras? rnontado nunca a caballo, i rnucho n.énos en -Pues no hai rnodo. , quitrin, así es, que solo al paso corto podia ca- -Una sopa, chocolate; cualquier cosita •• • '- tuinar, i eso dando gritos corno loca. Ahota el Estas señoras son de rnui buen jénio. troton viejo Jel quitrin, que toleraba hasta que -Si traen chocolate i par}, se les puede hacer; durtniesen encima las gallinas, no tol e raba ruido porque aquí lo que hai es chorote, j nada mas. 1 de marranos, desde que lo en eñaron a los tiros A toJo esto, ya Ja j e nte se hallaba en la peque- en un trapiche, en donde cada vez que oía el podia ser cierta la penuria de aquella man!'ion. derrotado, i casi se voJvia loco. No obstante, la jóven sacó una torta, que era La tolerancia, o mas bien la brutalidad del ma-cuanto tenia, i un pedasito Je panela. rrano, lo habia traido como dormido debajo del -Tene1nos almuerzo ! dijo dota Zacarías ; se asiento de 1~ornasa, pero afectado por los recuer­hace agua de panela etl lugar de té, i se tibian los "dos dulces de la patria, o por las JigaJura , de sus huevos de la g allina cochinchina, i que sirvan el pié .. , hubo de pror-run1pir n Jo qu<.) jidos de su resto clP. maní, que se trajo de Bogotá. ¡ lVI Atajen! gritaba don Zacaría3; atajen, atajon! sentó al instante una cuestioLl financiera, ma~J > Huiete, huiste ! demonio, decian unos sabn - ' • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • .. 74 Bl ~BL10'l'ECA DE ~ E~ORI1'AS. nPros, es p onj ando lu · ruanas, cotno gallinazos drian absolver pn iones~ ao-oviadas de sueño i de e ... u 1 d o. e a n . a n e i o. ( ~ o n .. u n1 o d o l o r se i n f o r n1 ó q u e 1 a -l-1 1Í . t ! o· ·1 aba un. j Ó\" n fnntibo na, In cual sPñOI a 1 , ontasa estaba donraida, i P ·to lo inclinó s e n l a d a , n 1 a ~ n j t1 1 r ll a , e o ' n ) q u i t a 1 o r a , 1 e a t r a - a d e .' p e d i r se p 1 o n t o. I 4 n e r i a d a " a l i ó a e e r r a r 1 a ve~ a ba In y0gua por d<'lante, al soberllJo anitnal. puerta, cotuo era n1ui natural. Si nena uaro·o, e u ando los rPy es han tirado la : Las señoras habian auyentauo el sueño que las e~pada i 1 \)sb~aballos han peg auo Ja c~pantada, o in\'adia, con nuevas efusi o nes de risa a las costi- 1 o · re vol u e ion a r i o h a n dad o e 1 g r i t (, d e d e es pt~ - l J as del tonto de don J u a n Lá nas, e o m o 1 o 11 a m a­ra cio n, ya no bai hui te! que valga; i a Bogotá ban, miéntras que él decifraha todo el n1isteria. hub iera en trado el quitrin arrastrado e n pedazos, en el porton. si u n ha c..e n J n d o d e Fu n a no hubiera preparad o, C un qué está dormid a tu señorita ( le p re-d P de qu e \·ió de léjo la polvareda, su rej o ama- guntó el caball e ro a la criac..la. rillo, qll e e n p e qu e ñas chipa cargan todos a la i la señorita soi ) ro ! arz >n, i no l e hubiera acertaJo un charnbuque al Tú? ••• Qu é significa todo esto? EsplEcate. pe .. cu~zo, i amarrando a la cabeza de la silla, no > Pues que tuvierqn que di frazartne para lo hubi ese suj e tado. echarme en el quitrin. -Ve n ! d e e ia doña Taden, p o r ahorrar el flete Con razon que hallara yo un pare ciJo!. ... de un peon para Jle va r e P pu e rco gar todavía en su diccionario, s~gun creen1os, a en la f nda de su ornbrero, i in mas nplicncio- >la palabra guacltaraca, de orijen granadino. Este nes ni rna . nada, en el acto la puso buena, hasta vocablo ti e ne ha ta cuatro ac e pcione ~ diferentes, el punto de e ntarse i f',clarnar. que en obsequio deJa brevedad nos permitimos -A trabajo por no hab e r habiJo un caballo consignar aguí, por si este periódico, i por cbnsi­para 1ní! p e ro para lo que falta y·o rne voi a pata guienle este articulo, lleo-aren al guna \"ez a n•a-hasta B ogo tá. nos de aquel l iterato, co~a qu e <.lu n n s n ucho. ]~stuvo a pique de que se hubiera descubi~rto Gurzch.arrrca Un ave ( escusan1o~ los tecnicis-la farza dt! la criada di ' fr·azada, i peor todavía, el ll!OS ) cle nu-estras tierra calientes que tiene un que hu bies e sn c e dido una e atá ·trofe de ]o tnas , can lo, o rnas bi{:Jn graznido, á:.; pero i des~grada­horribiP, dPbido todo al ~e fior de la gorra; pero ble; con la particularidad de que el 1nacho co­la u e rte quiso pre ervar una herauo a farnilia, al rnienza el canto i la hernbra lo acaba, a rnanera n1i.. rno tien1po que no tiesta uia sus ilusiones del <.le lo qJe los tnü, icos llarnan fuga o canon. señor de la p e chuga. Guacha1·aca, por esten ion, a las 1nujeres que Los cantp ~s ino~ Je ataron la boca al marrano, i hablan rnucho i en voz alta. así pudo seguir el carruaje hasta el término del Guacharaca. Un in .. trun1ento ( ¿ ? ) rústico, da viaj e in novetlad ninguna. , nuestros paises cálidos, que con iste en una caña C~ u•nplieron las señoras sus deseos: conocieron , de superficie desigual i acanalada, sobre Ja cual a F"'ontib o n i e pasearon; tuvieron ratos de risa i ~e pa a a lo largo un pedazo de rnadera delgado, tambiPn de llanto; pero así es la vida. Si todas las i produce un sonido rnui .. en1ejante al dPl pájará acciones fu e ran pretnetlitatlas ningun drarna irn- ¡s·uacharaca, dé donde sin duda ha to1nado su portante t e ndrían1o para escribir: si el señor de nornbrP. Es n1ui ad~cuado i sabrosísirno para la gor ra hubiera pagado un flete i un peon, no se acon1 paííar el torb ci/ino i otros aires nacionales. hubi e t' U iucido el personaje ue la pechuga en Guacharaca. La patilla o favorita, prolongada nuetilra h i~ toria, ni 1'ornasa se hubiera desm~yaJo, por debajo de la barba, a n1anera de barbiqut'jo, ni el Sflbanero se hubiera lucido con .. u chan2buque, o n\as propiamente, la parte de la barba que se ni las .. e i1ora, se hubieran reido con la farza de deja cr .leer debajo de las rnandabulas inferiores. su criada; tal vez de ·un desenlace desagmdable ~ La única palabra castellana sem e jante a esta para llas ; pero cu 1 petnos en todo caso al señor es B·uácharo, que se aplica prinlero, las hni n eg ras, rnucha cachaza: ¿ 1 que IPs inlf><>rtPro, cuand4;; .. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • • • BJill .. l<) 'l ' EUA DE Sf~ ORITAS . t nandaha el ejérci to d e Ii: ji pto, tuvo Ja hnntorada esos carros iban hornbres de todas clases, sacer­d e d 'J ; u · ~ t ~ ere e p r e 1 bigote~ i fu é tan t o 1 o q u e s el)- do t es i mujeres. rrió cuando despues de Juuch os <.lin ' de separac i on J .Ja carnicería, cotno todos !'aben~ fué horrible; se pr<~sentó n su sPcretariCJ, i t'sle sonrío n1alicio.sa- la cabezas caían al go lpe d e la g \.lillotina si~ 1nente al , .. er l o~ cuutro pelos d1~t ribuidos sobre el interrupcion, i la s v íc tiruas no t e nían ti e n1po 111 labio . upp.rior, a rnanera d e barbas de gnto, qu e > aún para pronunciar el nouabre de Dios, al paso en el acto se los quitó, te1uiendo que, léjos UP in- que Ja multitud, con los pi és Jnetidos entre una fun d ir re~peto su· rno~ta c hos, , irviesen de irrision . cbn rca de sangre, gritaba a cada cabeza que ~1 po e ta ingiPs .. e carcon1ía interionn e nt e por caía: '''Tiva la R ep ública . " no tPn Pr una barba tan es pe ·a i tan nP g ra cotno las I)or J a tarde ll ega un hon1bre a la Abadía con qu e habia visto e n los pai~es oriental~s que babia una órtlen para que una rnujt'r sea pu es ta en li­, ·is itaJo, i en · ay ó varias vec es abandonar las na: bt'rtad porque es inoc e nt e . El conserje le tlice vajas por rn~:es enteros, pero en vano, pu e s sus que ha sitio conducida a la pl a za de la ej ec ucion. 1n ej illas eran tierra estéril. En vez de pelos lesa- ~ .. e honlhl'e es Antonio que tra e ]a órden de li­lian versos por los poros. b e rtar a su madre. Corre ácia la plaza a ver si . El poeta frances, segun rnalas lengu<.s, no tuvo aún puede salvarla, rornp e p <' r entre la rnultituu barbas rna .. que una vez, i fué con ntotivo de ci e r- i ll ega por fin, pero :la todas 4 1as n1uj e re · e taban , ta a\" f'llt u ra de. boardilla t:-n que ·e vió ubl igndo a guillotinada~. J~ n lltt'! dio de su ara nli padre." cár ·elas a tirones .. cuando de vuelta de Sierra lVIo - En otro papel, en que e~taba envuelto el pr.itnero rena, echó de tnénos la cartera en que venia la decia: "Antonio sa)\'a~te a rni paclre i mataste carta de su amo para Dulcinea i la libranza de los a quien arné; estoi vengada •••• '' Esa era LILA. pollinos. La noche anterior hahia logrado ~educir al 1 a. propósito, las barbas largas 110 serán cosa carcelero i convencer a Alberta de que debia mui buPna, cuando las doncellas que acornpaña- fugarse sin que a ella le suc e diera nada al dia han a l Jibre de Jos hurnbres que se afeitan cada sernana, i aun cada anes ! Lila. ( Conclusion del Capítulo 111.) A las once del dia siguiente iban muchos carros ~ eseoltados ácia la plaza de )a ejecucion : entre > , .. J. DA V 1 D G u.\ JUN. Para que hagan juego con el soneto de las rr que se publicó en EL 1\ios.-\Ico, ponemos a conti­nuacion las dos décin1as que irnpro\·isó Breton de los Herreros para que las recitase un 1\'Iini tro frances en España, que se preciaba de pronunciar rnui bien el castellano : ''Dijo un jaque de Jerez Con su faja i traj~ n1ajo: Yo al mas jaque el juPgo atajo Que soi jaque de ajedrez. Un jitano que el ja~z Afl ojaba n un jaco cojo Ccj1 J con terrible enojo · De esquilar la tijereta, lle di j o:- por la jeta Te t1 encajo si te cojo. " Nadie n1e nto ja la oreja ! Dijo el jaque i arrernpuja. El jih'n1o tan.bien puja; Corno aguija, el otro ceja. En jnrana tan pareja El jaco cojo se encaja, I tale. cozt'S baraja Con la punta del zancnjo Que hizo entraran sin trabaj() El jitan o i jaque en caja.'' • ' • • • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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Biblioteca de Señoritas - Año II N. 66

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Woman's Weekly - 03/09/25

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Imagen de apoyo de  Biblioteca de Señoritas - Año I Suplememto N. 18

Biblioteca de Señoritas - Año I Suplememto N. 18

Por: | Fecha: 01/05/1858

DE NUMERO 18. BOGOTA. l~iPRENTA DE OVAL LES 1 COMP.a 18 58. • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • . Vn dia en 1.6ndres. (Continuacion del número 14 .) En las calles mas ajitadas de la ciudad, desde l\1ilend en el oriente, hasta Westend i Sout\vark, se encuentran ajentes de policía, separados uno de otro 400 o 500 piés, con sus casacas de azul oscuro, an gos tas, que pare­cen pegadas al pellejo i bordadas de plata ácia la orilla de los parados cuellos, con sombrero r edondo de felpa, sin mas señales di~tinti vas que l et ras i núm eros en el cuello. D e dia no cargan mas arma que una cachiporra. Por la noche tienen ademas un far ol, un lazo de cáña n1o, una capa i, una vez que otra, un puñal. Tal ajente de policía tiene en Inglaterra estensísimas obligaciones Está bajo su cuidado la seguridad de las p ersonas i de las propieda­des. Se considera a sí mistno corno el enemigo de los pí­caros i el servidor de los h ombr es de bien, por lo que go za en todas partes de gran resp eto. A cualquier hora del dia o de la noche se le encuentra en la calle. Cierra las puer­tas de las casas cuando las han dejado abiertas, llama a fue­go i da la señal de acudir a eualquier catastrofe que haya aconte cido en la ciudad. Quita todos los estorbos i peli­gros que pueda haber en las caJies con motivo del atrope­llamien to de los carruaj es o cualquiera otro. Conduce a su casa a los niños que se hayan perdido, i aun a Jos vie­jos, con1o en tre otros, a una señora de Bogotá, que por ser interesan te el caso no lo dejo en el tintero. Salió un dia nuestra buena santafereña a comprar uno~ dulces a una tienda junto a su casa. Es de advertir que vivía en una de esas terrasses tan hermosas como aristocrá· ticam ente habitadas, cuyas casas, separadas unas de otras como 5fl a 60 pasos, están rodeadas de jardin por tres la­dos, i son todas iguales i todas igMalmente bonitas. Las ca­lles (sembradas de árboles a cierta distancia, pues no son otra cosa las t a les ter rasses) son r ec tas, anchas i una lo mismo qu e la otra, de suerte que sin el nombre que las distin gue, i el nútnero de cada puerta, seria difícil dar uno con Ja suya. No es estraño así, pu es, que a nues­tra santafer eña, miéntras que ataba la siguiente conver­sacion con la t ende ra, a pocos pasos de su habitacion, se le hubiese trabucado la cabeza. -Qué lindas cosas ti e ne U! Ah pastel hermoso! De los mistno hace en Bogotá Franftois; i una señora, amiga mia, tambien; pu es no crea U. que solo los es­tranj e ros saben hacer de esas cosas no mas. Antes en Bogotá no hacen mas porque no quieren. Como nuestra comp atriota Jo tocaba todo i recorria la tienda i todo 1~ Jlamaba la atencion, la tendera, que no en· tendia jota de lo qu e de<'ia, esclamó para sí en ingles: -Qué qu errá esta n1ilady! -De ·1nelado si no los hacen en Bogotá, señora, son de azúcar blanca como un copo de algodon, contestó estando tocando un pastel de frambuezas. Viendo Ja ventera que la señora hacia mucho hincapié, o mejor dicho, hincadedo sobre el pastel, lo envolvió en un papel i se lo alcanzó. -Sepa U, señora, que yo no compro pasteles de mela­do, replicó la paisana, rechazándolo con desprecio. -Es mui bueno, milady. -Cuaaándo, señora! No, no, guárdelo U 1 i deme mas bien un chelin de dulces, contestó mostrándole una moneda de este valor i haciendo hincadedo sobre los dulces que queria, almendras, dátiles, &. a La ventera comprendió, le hizo un cartucho, guardó 8U chelin i respiró, atafagada como estaba con una parro­quiana tan particular. -Esto es mui poquito por un chelin. -Yes! -¿Por qué me da, pues, tan poquito' A cuenta de - ques¡oi estranjera seguramente. En donde Frangois no va­le esto ni un cuartillo. -Yes! -De me, pues, mi chelin, que eso es robar. Jamas ba-ria nadie en Bogotá esto con un estranjero. La vent era viendo que la cosa no concluia, se sentó a su escritorio, sin hacer mas caso de su cada vez mas inin· telijible parroquiana. Esta, viendo tambien que tenia que habérselas con un tapia, pues un ingles en tal situacion no es otra cosa, resolvió tomar su cartucho e irse para su casa, re pi tiendo : -t Quié n creerá esta judia que soi yo, para que me quie­ra meter primero un pastel de melado, i Juego se quede con mis trueques~ Pero en vez de tomar por la derecha tom6 para la iz­quierda. No necesitaba mas para perderse. Anduvo la ceca i la meca, preguntándol es a tod os los que querian oirla, que no eran much os , en español, en dónde era su casa. Aburrida, d esesperada~ se sentó en un quicio a llorar i a comer dulces, i en la des espe racion hasta el papel del car· tucho se lo comió sin echarlo de ver. No era para ménos sem ejante situacion. Considérela el lector i echará de ver que hai en ella mas para llorar que para reir. Por fin i postre un ajen te de policía adivina lo que es: busca un cab, coloca a la señora adentro, i da órden al cochero de que la lleve a todas las embajadas. Van a donde el emba­jador de Rusia, el de Pru~ia, el de Francia, el de Tur­quía, el del Japon, &.a, &.a, i por último a donde el de Es­paña. -¡Por fin hai quien hable el español' esclamó la seño· ra como si hubiera agarrado el cielo con las manos. Le contó todo el cuento. -I bien, dónde es su casa? dijo el embajador español. -Mi casa es en una calle mui bonita con árboles; la casa es pequeñita, pero mui boniquitica i estamos mui aco­modados en ella. Tiene jardin i agua adentro. -Pero cómo se llama la ~al le? -Eso si no sé. Queda mui cerca de una confitería en donde le roban a uno por los codos. -iPero de qué pais es U., pues1 -De Bogotá, en dónde se hacen de esas cosas mui bien. -Bogotá, Bogotá! En dónde queda eso~ piensa el embajador i echa mano de su diccionario jeográfico. En la Nueva Granada. U. debe tener un cónsul. Pues bien, cochero, lleve U. a la señora a donde el cónsul de la Nue­va Granada. Esta es su direcion. Eran como las once de la noche. U na vez en su casa le dicen : -¿I la direccion que le dimos? -Esa 1 a tengo en La faltriquera. -1 por qué no se la dió al cochero~ La pobre señora babia perdido la cabeza. Pero apesar del afan que tuvo, de las angustias que pasó, no se arre­piente de h~berse per~i--do i de haber estado ~n día entero sin comer ni beber. V Jo lo que pocas han vJsto, los pala· cios de los embajadores. Entró a los mas suntuosos salo­nes ( en muchos de los cua_les encontró .g~an reunion) se sentó en muebles de príncipes, fué rec1 b1da por lacayos vestidos de seda i con pelucas blancas: en una palabra, desde que el ajen te de policía la colocó en el cab, se crey6 poseida de un sl:leíio, viendo palacios enca~tados, llen~ de turcos i de chinos, perfumados de ambros1a, con corn1· zas de oro, colgados con las telas mas ricas de la India i pobladas de ninfas i de gracias. Otro caso gracioso de un granadino perdido (en Lón· dres, se entiende ) ocurrió del modo siguiente: Partió nuestro antioqueño de la casa de Clemente, solo i a pié, creyendo poder volverse por el mismo camino que seguía. Llegó el tiempo de la vuelta, i despues de andar • ' \ • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. horas i horas, jamas en contró la posada. Los omnibus andan si empr e a la carr e ra~ no si e ndoles permitido dete­n ers e en un lu g ar mas de un minuto. Los condu ct ores d e es tos carruaj es a costumbran hac er se ñas a los que an dan a pi é , para in dicarles qu e hai aún pu es tos vacíos en el omni­bus. Can sad o cotno estaba nu es tro pa is ano i deses pe rado, ve que un condu ctor _lo llama haci end ole señas:-'' E stoi salvado, dic e, aqu el me con oce , es tal vez de lo s de la posada. ,, Su be en su omnibu s i se si enta r efr eg ándo se Jas manos de go zo. ilba para su ca s a~ No, señor , para el fin de la ciudad, una distancia como de B ogo tá al C edro . Llegado ahí, pe rmane ce aún se ntado, des pues de es tar se ­parados los caball os de l carruaj e , para que el coc h er o de s­canee ahí i remud e des pues de un a hora. L o ven , l e ha­blan, no e nti e nde , lo cree n desde lu ego perdid o, l e pi de n su dir eccion i di ce en mal in g les f our t y-fou r ( 44) pu es de la direcc io n R ed Lion Square 44, no sabia sino el nú­m ero, i con es te no mas era impo sibl e adivinar ; pu es fi­gúrese el lector cuántos 44 habrá en L óndr es! Lo ll evan a un cu e rpo d e pol icí a , ahí ag uar da ha sta qu e es de dia, i despues d e con s ulado en con sulado, Jl ega por fin al gra­nadino. Clemente me referia que muchos g ranadinos salian a pié para dar un vistazo de call e, con e l cuidado, eso sí, de ll eva r u na tarj eta de la dir ecci 0n de la posada. U na vez que e ~ tán cansados de caminar, dan la tarj eta a un cochero i vu e lv en sanos i salv os a la po sada. Pues bien, despues de andar horas i horas e ntera s, dado la ta1j eta al cochero, han totnado un co che en la mi sma puerta de la posada, aquel ha hecho dar una vu e lta al caballo, ha ba­jado, les ha señalado la puerta de la casa ; i aunque fu-riosos por la picardía del coch ero, que, vi énd olos en la puerta de la po~ada, en vez de indicárse lo, los hac e subir al coche, le han tenido que pagar por las buenas o las malas la montada en el cab, i él se lo ha reído a sus anchas. Volvarnos al principio. El aj ente de policía tiene el · deber de dar a los estranjeros todos los inform es posibl es acerca de la calle, ]a direccion de los habitantes, &.a, &.;; de protejer los contra Jos esc esos de Jos co ch eros i de amo­nestarlos para que se cuiden de los ladron es de bolsillos. Mui a menudo oye uno, al sentir al peso lij ero de algun ladron de esos qu e le tiene ya casi afuera el pañu elo. Sir, mind your po cket (ponga U. cuidado a su bolsillo, señor.) La rcspetabildau de que están investidos los aj entes de po­licía en Lóndres, es tan universalmente reconocida, que nadie, sin escepcion de rango, se deja dar una órden dos veces de un aj cnte, a la primera obedece ciegamente. Tambien es cierto que estos ajentes, aunque si e mpre gra· ves, jamas son ordinarios. El número de ellos es en Lón· dres el de cinco mil; pero sin el órden i la disciplina que · rije a este ejército de policía, no 'podria itnpedirse o casti­garse desde el mas 1 ijero delito hasta el crímen "mas atroz, como sucede, sea enmedio de la soledad de la noche, sea de dia entre la innumerable multitud que puebla las ca­lles de Lóndres. (Continuará.) Ultimas modas de l'aris. Traj~ de paseo. Vestido de glasé, color de café, con ador­nos escoceses. Falda lisa con quilles i costadillos, que los forma un rizado trasversal del mismo glasé, adornado en ambas ori­llas por una cinta escocesa i por un fleco, que tiene los mismos colores de la cinta, colocado de trecho en trecho aobre el rizado. Para evitar que las quiJles se escondan entre el plegado perdiendo su gracia, al armar Ja falda, se hace debajo de ellos una. gruesa tabla, a fin de que queden perfectamente sentadas, 1 ademas aquella· no lleva metido • -- -- e n la cintura lo qu e l e so bra d e l a r go por delant e, si no co rtado en e l bajo, para qu e n o se r euna n mu chas t elas al pl eg ado i de n pesade z a l a fald a. Cu erpo alto, abi ert o por delant e, i ter mi n ado por una pequeña ald.eta a Jo Lui s XV, qu e form a un poco de punta por d elante 1 por d etr as. E sta al de ta sa le d e l a mis ma e s .. palda por la part e de atras, i el r es to d e ella es pos tizo, unido al cuerpo por una cos tura. En el pec ho se r epit e el adorno de l os costadiU os e n fi g ura de pe to, co locan do la mitad de l rizado en cada lad o, i e n el ce ntro un jare ton li so, e n el cual se h ace n los oj ales par a ab otonar el c uerpo . El bajo de la ald eta ll e va una cinta i un fl ec o todo al r ededor. Manga larga i entr e an cha, r ecojid a po r al g unos p]i e­gu es en la san g ría pa r a q u e qu ede hu eca, i co n un puño escoc es, bastant e ancho para dejar pas ar las tr es guarni­ciones de en caje de la man g a interi or : una h ombr era adornada con cinta i fl ec o compl eta la man g a del vestido . S om br ero li so d e cres pon bl a n co con la co pa redonda : el co ntorn o de esta i los bord es del a la i bavolet, van ador­nados de un bi es de t erciopelo escoce s de tres centím etro s de an cho, i so bre el ala Jl e va otro bi es may or de terci opelo g rana, guarn ecido por delante de una puntilla que, sobre ­sali endo mas que e l ala, desc ansa e n el pelo, i por detras de otra puntilla, n egra tambi en, ig ual a la que guarnece el bavolet. U na escarapela de terciop el o, fi g urando amapola, cuyo bot an le forma un rizadito de puntilla n eg ra, va colo cada al lado der ec ho, con una an cha bl onda al rededor, que cae en echarpe sobre el hombro. Al l ado contrario Jleva un g rupo de frutas con h ojas de terciop elo grana, i en el interior del ala un rizado de puntilla blanca i negra. T r aje de baile . V es tido de crespan color de rosa, con tres faldas adornadas al pie por una cenefa i fl eco de mara­bú ; sobre cada una de las cenefas va colocada de tr echo en trecho una flor pensamiento, bastant e grande, repitién­dose en la falda de encima ]a cenefa i fleco sobre la hilera de pensamientos. Cuerpo m ui escotado con peto, u na drapería terminada con cenefa jgual a las de las faldas, forma 1a berta,i en me· dio de ella se coJoca un ramo de pensan1i e ntos. La man g a es un bullan recojido sobre el brazo por un grupo de las mismas flores, i adornado al pié por otra cenefa de marabú. Peinado de bandós vu eltos i lazo n1ui bajo: nn cordon de pensamientos forma corona sobre el peinado i moña por detras, de la que pende un fleco igual a los que ador­nan el traje. Verdades de Pero Grullo. Pero Grullo, i no Pedro Grullo, como algunos dicen, fué un asturiano mui sirnple, i por tal se hizo célebre, co­mo se hicieron en Bogotá Morola, Longaniza Curubit(J i otras notabilidades de imperecedera memoria. 1 Llá1nanse verdades de Pero Grul!o aquellas tan notorias que es ne­cedad afirmarlas, como las que refiere el poeta Quevedo en la Visita de los chistes : Muchas cosas nos dijeron Las antiguas profecías : Dijeron que en nuestros días Será lo que Dios quisiere. Volaráse con las plumas, Andaráse con Jo~ pies, Serán seis dos veces tres. &. &. &. • • •• Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BIBLIOTECA DE SENORITAS~ Este periódico consta de 8 pájinas en cuarto ma­yor a dos columnas, i for1na una serie indefinida de .. totnos anuales de 400 pájinas. Su edicion es esmerada. Consagrada la BIBLIOTECA DE SEÑORI­TAS al recreo e instruccion de la juventud neogra­nadina, no contiene mas que artículos de amena li· teratura, versos, biografías, juicios críticos, costutn­bres, modas, revistas de teatro i conciertos, nove­las i descubrimientos. Tambien entresaca de Jos periódicos las princi­pales producciones literarias, i les da cabida en sus col umnas. CONDICIO~ES DE SU-.CRICION. La s uscricion a la BIBLIOTECA DE SEÑORITAS será anual, pero el pago de ella puede hacerse por trimestres, a razon de 2 fuertes anticipados el trimestre. La suscricion puede hacerse en cualquier época del año, pero imprimiéndose un número determinado de ejemplares para formar otro igua l de tomos, habrá que tomar siempre }oC) números puoli­cados, empezando desde enero próximo anterior, por lo ménos. Se suscribe en l a imprenta de OvALLES i Co:i\IPAÑÍA, casa que fué del parque i en los portales de Anubla, número 28. En los Estados, en las ajencias que se indican. La cartas de los particulares pidiendo su criciones, se dirijnán francas de porte a ÜVALLES 1 COI\lPAÑÍA -Bogotá . La empresa no ha omitido gasto alguno para ha­cer de la BIBLIOTECA una obra digna del país, i para darle un carácter de per tnanenci a i duracion, que, por desgracia, no han tenido hasta aquí los periódicos literarios. Por fortuna e l presente es .. tá encotnendado a las datnas, quienes, estamos se-guros, le darán larga vida i honor. · CORRESPONDENCIA. SR. RAl\IO ~ SERRANo, San Jos é. Constantemente he­mos r etniti do a U. todos los números de la BIBLIOTECA; sinembargo, le remitimos los contpletos que nos pide. SR. MANUEL J. RonRIGUEz, l ba8 ué. Remitim os a U. la nueva suscricion que nos pide. SR. MANUEL GuERRERo, Clt ocontá. R emitimos a U. Ja nueva suscricion que nos pide. • COLEJIO . DE "EL SALVADOR." Partidarios decididos de la e~uc~~ion ~e lajuYentud, como que es la base indispensable de la soc1ab1hdad 1 el ele!nento l}ece~ano pa­ra el hon1bre que ba ~e vivir et~ t-1 n1un_do de In tlu s tracton 1 del pro· greso, hetnos aetermlnado los lnfrascntos, fun .dar un pl~ntel de en-señanza en esta c1u dad con e l nombre que arnba ~e de ... 1g!la · . l\1uéYenos, ~d~mas, para ac.ometer esta e_l!lpresa, )a con~1deract o.n de que Cipaqutr~, suelo q':le ndo que no~ vto nac e ~· 1 p~r el que abn­gan1os las tnas v1vasafeccJones, caree 1 ha carectdo s1e1npre de un t>stablecinuento de esta cla"e, digno .del el evado rango que. ocupa en la jerarquía dt- nuestros pueblos; 1 cuya falta se hace se n tu cada di a de unn manera mas palpable. Kada diremos sobre nuestra idoneidad, porque no nos cumple ha­ce. r .apreci3:,ciones proP.i~~; pero sí observarétn os ajos padres de fa­mtha a qu1enes nocs dH1Jlmos, que no so mo s estranos a. tan augusto mini~teri o, pues aunque jóvenes , ya a él nos hemos decltcado. 1\IATERIAS DE ENSEÑA~ZA. Relijion, moral, urbanidad . Gratnática castellana, in~lesa i francesa. Escritura, ortografía practica, taquigrafía i teneduría de libros. J e o grafía en toda sus partes. Aritmética, A ljebra, J eometría elemental. Trigonotnetría r ectilí­nia i e··-férica. J eon1etría práctica, agrimensura 1 levantan1iento de planos . Ciencias intelectuales. l\1úsica i dibujo lineal. CONDICIONES DE ADl\l!SION. Se admiten en el establecimiento dos clases de alumnos; a saber: I'(TERN0~ 1 cuya pension mensual será de doce pesos de le1, paga­dero s por tnmestres adelantados, suministrándoles el establecimien­to los alimentos, lavado i aplanchado de ropa; i EsTERNoc::, cuya cuota será de tres pesos 1n ensuales, pagaderos en los mismos términos, sinsuministrár eles mas que la enseñanza. Es de cargo de los padres de fa mi lía o sus recon1endados, proveer a los almnnos de los libros i útiles necesarios a su enseñanza, así como la catna, vestuario i enseres de aseo. El establecimiento puede proveer a los niños de estos útiles, siempr~ que se abone su v,alor: En caso de enfermedad, que sea de caracter grave, ·a dara a_v1so intnediatamente a los padres o recomendados para que determinen si el alumno enfermo debe permanecer en el Colej io abonando lo s gastos que ocasione, o si se re ~uelve su salida por el tiempo de la enfermedad. N o se admite niño que no sepa leer i escribir n1edianamente o que adolezca de enfetmedad crónica o contajiosa. , EXAi\lENES I VACACIONES. · Ilabrá dos exámenes en el año: el primero, de carácter privado, en e l mes d e junio, seguido de ocho dia" de vacaciones; i el segun­públicol e~ el m es de diciembre, con vacaciones hasta e l sie te d e enfro s1~1ente. · E sdc advertir que e l ti empo de vacaciones se computará, para el efecc to del pago de las pensiones, como si el alumno permanecie ra en el establecimiento; así como t amb ien que si un. niño saliese del Colejio ántes de terminado un mes escolar, no tendrá derecho a r e­clama r la parte de pension correspondiente al tiempo que falte para completarlo. E l establecimien to se abrirá el dia 15 de abril próximo , siempre que contemos con el número "uficiente de alumdos. Cipaquirá, l . o de marzo de 1858. EuJENio ÜRJUELA. 1\IIANUEL H. PEÑ'A. A NUESTROS AJENTES. ~ Suplicamos a UU. mui encarecidamente se sirvan remitimos el ;valor de las suscriciones al primer trimestre de la BIBLIO'rEC4., pues ha empezado el segundo i no queremos dejar ningun saldo pendiente. • .dmbalema ••..... Clemente Nieto. ..dntioquia .•... .•. Antonio Correa. Bananquilla ..... Arístide v· o igt. Bucaramanga .... J acobo D. G ómez . Buga •........... Anselmo B. ,Delga do. Call . . . . . . . . . . . . . Ce non F. Lemus. Cartajena .. .•.... Joaquín F. ' 'élez. Choc

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Biblioteca de Señoritas - Año I Suplememto N. 18

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Woman's Weekly - 03/09/25

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