Por:
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Fecha:
29/06/1886
REPÚBLIOA DE OOLOMBIA.
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r A S y E S YT' A. ! cho campo el derecho, á pesar de y contra 1M ide~ del
A...-< .Á '- l k .Á • ¡ sefior Caro; y adelantaríamos hasta poner de malllfies.
Z A N e A D 1 L LA. ¡ to que la huma~ida?, en todas las zonas,. á despecho .de I reacciones transltonas, busca Sil mayor libertad polítIca
Ot~a vez "_La Naci~n," y ~n ella no yá el sefior i y social, y que e~ la cienc!a, busca su mayor inrl~pen.
Caro, SIDO el senor Martmez SIlva, acoD?ete á ~uestro i dencia de lo maravIlloso; dmamos que es en la tierra
periódico. Hacemos entre los dos una dlferen~lU, y es j donde el hombre ha encontrado S11 felicidad, i Pero esto
que el prime:o sabe muchas veces lo que dIce, y el l sería aceptado, da?as ~as circunstan,cias actual~,s ~ cuan.
segundo dice SIempre lo ~ue ha oído; que el uno ,es un do tenemos autorIzacI6n para publIcar un penodlco qu,:
paladín, y el otro un reCitador, cuando n6 un cop!a?or, I no se avoque á la.~ discusiones ardientes ? y además, SI
como se lo proM el señor Merchán al tmtar de su hbr~ ¡ nuestra hoja es puramente literaria 1 Lo diríamos, lo
de Historia, y corno se. lo demostraríam?s I?o,sotros SI ¡ demostraríamos, pero en seguida los mismos redactores
nos ocupáramos de su lIbro de P7vuebas Jud'UJl,ales, Al 1 de "La Naci6n " pedirían la supresi6n de" La Siesta,"
uno le aceptamos la, letra,. que le pagarémos más tar?e, i y hé aquí que nos quedaríamo,s sin en rl6nde p~blicar
y la culpa no es nuestra SI ahora no lo ha?emos, slOo l nuestras ideas en literatura, y SlO poder, en cambIO, pude
la Constituci6n que el señor Caro, en um6n de otros ¡ blicar nuestras idea!! en política, No perdía el señor
c~balleros, des~a ver a~ep~ada en el p~~s. "La ~ies~a " I Caro; perdíamos nosotros, y ¡diablo I no queremos ser
tIene una 6rbIta restnogtda, cuando La NaCI6n la I acémilas de los académicos.
tiene amplia, y la discusión á ,que se n?s reta es sobre I En otra época el señor Caro public6 lo que quiso,
puntos trascendentes que necesItan espacIO y estilo fran- 1 t á b' 1 d'6 1 N
cos los que no podríamos tener y usar: el espacio, por- edn e tono ~ue UV?6d' len, corndo e
ll 1 da gadna. t o
, . , , b' 1'1 eseamos citar pen lCOS' pero e e o pue en ar es-que
no se nos permItIrla que aca .... ramos, y e estI o, l' . 1 1 b f l h
porque aun se nos prohibiría que principiáramos, Las tIIDomo os que o com a leron en a prensa, ,muc os
ideas ne combate el señor Caro han tenido sostenedo. de los cu.ales soI? nuestros gobernantes, Esas Ideas, no
res de;da la antigüedad - bien lo sabe el sefior acadé. e~an tan lDofeuslvas, cuando, provocaron una revoluCI6n ;
mico _ y los tienen ahora en el muodo científico, en DI eran aceptadas por el palS, cuando el país las puso
donde han alcanzado un espléndido triunfo, De modo en fuga en la gu~rra de 1877, Recordamos estos hecho~,
que no sería por falta de argumentos y de comproban. para que e~ ,senor Caro no se alarme cuando decI.
tes hist6ricos que nos callásemos; ni tampoco porque mas una mlDIma parte de lo que pensamo~" 6. nos
de ellas nos apartemos, ni porque temamos expresarlas, callamos del todo en asuntos clarll;mente. htlglO~OS,
gua yá l~ ,hemos hecho en bastantes periódicos y ,en P,e~o el señor Caro, p,ara ser persegUIdor, tIene,la ,ra.
epocas cntlCaa, El señor Caro ha luchado en el peno. ~lCI6n de su escuela, para temer la cou,troversIa, ,está
dismo yen un libro contra estas ideas, yen el campo de , Ju~t¡ficado por la flaqueza de sus doctrInas, ~I aIsla...
la discusi6n no sali6 bien librado; lo que prueba que en mI,ento, con todo ~l aparato de la !uerza, constI~ye el
nuestra escuela hay razones y método de razonar; y meto~o de .su partIdo; del contrano es la expansI6n, la
dado que no hubiese sido vencido, y sí se le hubiera so- amJlhtud, Ir por el mundo á merced de todos !os con_
lamente contestado, quiere decir que hay contestacio. tratlemp?S, de todos los ataques francos, defend~do con
nes que están hoy mismo á nuestro alcance, y las cua. I sus doctnnas solam~nte; que cuando se ~as deja álveo
les - ya que no tuviéramos otras _ podríamos repro-! ancho y profundo, tIenen rumores dulcí~Imos, ecos de
ducir, variando algo la forma, en lo que seguiríamos el tor,menta, l.a espuma d~ la c61era, pero SIempre, 6 tran.
ejemplo de· los campeones dogmáticos que copian y I qUIlas 6 agItadas, una hnfa fecunda,
nunca crean, que se suceden mon6tonamente y entre los i En otro artículo de "La Naci6n" se nos niega el
cuales hace mucho tiempo que no descuella un tipo ori. i derecho para saludar á Ricaurte en su sacrificio, por
ginal, ni como investigador, ni como razonador, Nosotros! cuanto tenemos ideas filos6ficas y morales distintas de
pondríamos de manifiesto los progresos de las ciencias ¡ las del señor Carlos Martínez Silva, En todo caso, nos·
naturales para descubrir el origen del hombre; todo lo I otros concurrimos con una modesta ofrenda al Centeque
de ello supiéramos, y lo que pudiéramos aprender I nario del héroe; y los señores Caro y Martínez Silva
en seguida; el criterio, único verdadero, para adquirir las '1 nada trajeron de su cosecha para ese gran día, Sería
ideas, y el método, único cierto, para juzgar de las ac. porque las ideas monárquicas del señor Caro no se como
cione~; deduciríamos el f.amento de la moral, y I padecían bien con las ideas republicanas de Ricaurte;
conOCIdo lo bueno y lo malo, expondríamos nuestro y sería porque las ideas ascetas del señor Martínez Silva
par~cer sobre las organizaciones políticas; haríamos la \ no estaban de acuerdo con las ideas despreocupadas del
crítIca de los procedimientos contrarios, y, ya con un héroe de San Mateo, un tanto hereje, según lo rezan los
guía segur~, co,ndenaríamos lo que merece execra. bi6grafos, El señor Carlos Martínez nos dice mucho de
Cl6n en ~a hlstona contemporánea y en otras épocas, y ¡lo que somos, pero de un modo zurdo, que es el que
ensalzan amos lo que naturalmente mereciera encomio,¡ gasta este académico sin ho,til1o literario. Y como ~abe
Podríamos muy bien demostrar de qué modo se ha he. que no podemos ni debemos ahora situarnos eu una
98 LA SIESTA
I
exposici6n ne principios, trae á colación problemas y 1
1
ue La Nación recaben del sefior Secretario de Guerra,
cuestiones arduas, con lo cual corte.ia al vulgo y nos 6 de quien corresponda, una orden auténtica en virtud de
sefíala., así indefensos, á la ira de los fanáticos. Se sabe! la cual podamos escribir sin ninguna cortapisa. Si a.sí
que los ignorantes asocian torpemente sus ideas en una! fuere, tampoco sería en" La Siesta" en donde expondría.
palabra, ya para amar, ya para aborrecer, y los califi. ¡ mos nuestras ideas, porque este peri6dico ha de ser pura·
cativos con los cuales nos regala el sefío! Martínez Silva '1 mente literario, sino en hoja de otra naturaleza, que
son de los que sugieren á los infelices los pensamientos vería la luz al día siguiente de recibir la orden del Go.
más estrafalarios y los deseos más odiosos. Cuando el ! bierno. Mientras tanto, si se nos insulta, si se nos como
encono vibra aún en todos los corazones, con motivo de ¡ bate, si se nos hostiga, por acabar con" La Siesta," ha.
la guerra, es c6modo, que n6 hidalgo, señalar á las tur· ! remos lo posible para no caer en la trampa.
bas á personas que tienen el honor de haber sido ven. ! .. ••
i OH MORTALES!
AL MÁS DIGNO.
Tost.oJnento de Alejaudro.
I CnlÍn hermoso es el sol en 01 Oriente
{loronado de nnbis centellantes J
y I cnán tristes sus últimos instantes
Al descender sumiso en Occidente!
La Gloria así: corona nuestra frente
Oon diadema de fúlgidos diamantes,
Mas disipa su luz, si vacilantes
Tiembla el brazo al obrar, ceja la mente.
Un instante la suerte nos depara,
En que al girar de la veloz esfera,
Anto nosotros á espel'ar se plÍra.
cidas. Trae á cuento el señor Caro " La Actualidad" y ¡
el señor Martínez Sil va "La Batalla," que defendieron:
cierto ordeu de ideas que no han triunfado, para llamar !
la atenci6n sobre el redactor, que es uno de los que es. ¡
criben en " La Siesta." Si el redactor nombrado escribe i
sobre literatura, sus páginas serán buenas 6 malas; pero ¡
si no escribe sobre política, no hay para qué hacer una ¡
confusi6n lamentable. Los que encuentran ciertas ideas!
en todas partes, como una pesadilla, dan á conocer que:
son de bulto, y con ellas se tropiez¡tn, porque al mísero!
insecto del prado lo pisan indiferentes los corceles. El i
señor Martínez Silva increpa al redactor snsodicho que!
no haya combatido en la. última guerra al lado de sus!
amigos, como si él se hubiera mostrado heróico en los ¡
retretes de su casa, como si alguno de los señores aca. !
démicos hubiera desafiado el bravo peligro de los como !
bates; mas el redactor de " La Batalla,"' que no conoce ¡ D tSacdudid cuall Josué la cabellera 1...
. ·1· 11 - 1II ' S·l 'di! i eene eso so conmanoava~a: la Vida mi Itar ~ ~ sen~r . artlDez I va, r¡1l~.n0 envI a! Vuéstra sel·á la eternidad entera l. ..
los lauros adqUlfldos, SI tiene orgullo leglhmo en las ¡ . .
Proezas de sus amigos, los cuales, sin ele. jar de ser. utili. i. Bogota, JunIO 20 de 1886.
taristas, fueron denodados en la arremetida, y her 61 005 en ! ANTONro JosÉ RESTREPo.
la muerte. Y estos combates recientes reKuelven el pro. ¡
blema que plantea el sefior Martínez, en cuanto prueban ¡
que en servicio de las ideas que él conclena, se hicieron los J
mayores holocaustos, se escaló la cumbre iumortal en 1donde fulgura el héroe, con aelmiraciún y aplanso de los I
utilitaristas sobrevivientes. LOR que en el otro campo!
hicieron proezas de valor innegables, procedían ajusta. !
dos al principio de utilidad, porque como creyentes en!
una vida más allá del sepulcro y persuadidos de que se~. ¡
vían á la causa ele Dios, calculaban que era co~a míDl. !
ma la muerte, en cambio de las eternas recompensas de 1
ultratumba; -lo que es utilitarismo pU?' sango ¡
" La Siesta" debía permanecer ale.iada de cuestio.¡
nes que pudieran hacerle perder su carácter entera. 1
mente literario, con lo que se defraudan las esperan.!
zas de los lectores y se contradice el programa del pri. !
mer número; pero hubo fuerza mayor dolosa. Se ha:
querido, al interpretar nuestros artículos, ir por una ¡
senda casi invisible hasta el lugar en donde están nue~·1
tras ideas filos6ficas y políticas: sefialarlas allí, horro1"1. !
zados, al pueblo y al Gobiern,o, para que el peri6dico I
acabara su ,.ida cuando todavla no está en la Juventud. !
Se quiso, con pertinaz empeño, que. el Gobierno~ ya ¡
que había tenido. á bien d~rnos. permiso .para publIcar!
" La Siesta," retuara la licenCia, como SI, por una par. :
te, ese fuera en algún país t;Dodo de. conte~ta~ á los es. !
eritores, y, por otra, como SI el Gobierno tuvleraalgun,a I
queja de nu~s~ra hoja! 6 f~era decoroso para la Repu. ;
blica que hiCiese solIdarla la causa del orden con la
causa personal de los seliores Martínez Silva y Caro,
Estas líneas y las demás quo contiene el n~mero presente
se hicieron indispensables, á pesar nuestro j pero
no mmos más lejos, á )lO Ber que los señores Redactores
EL HOGAR.
(DEL INGLES).
C01·azón! en tu hogar vive contento;
Feliz quien nunca lo llegó á dejar.
Quien su suerte confía á todo viento
Lleva en sí el aguijón del sufrimiento;
Es mejor no alejarnos del hogar,
El que se aleja de su hogar va triste
Aquí y allá: doquiera va al azar; .
Del viento de la duda que lo emblste
El empuje potonte no resiste;
Es mejor no alejarnos del hogar.
Reprime, inquieto corazón, tu anhelo,
Puede elavo en s\\ nido repQ.~ar.
A todo el que se alza por el cielo
Le persigue nn alcón con raudo vuelo;
Es mejor no alejarnOs del hogar,
1886 Ju C. ABBIILÁU, ...
EPIGRAMA.
Un usurero avariento
(Disimulad el pleonasmo)
Cobraba á ,zp/lll con sarcumo
El módioo 1!Rez por ciento.
-"Que me robes no oonsiento,
Deoía el ladrón al cuitado,
A pagarme anticipado
Te obligll8te con fiador,"
_" Si es asl, dijo el deudor,
¿Por qué oobras lo atrasado'"
J. 8v-ÁDS~.
LA SIESTA 99
liban proYistas las huestes de Faraón para sobre-
I a!l1l!lTSe en el consabido paso del Mal' Rojo.
D. D.o::;i la cosa eg así, 01 tal chisme es de indisputable
I mérito.
D. J. Figúrate si n~: una vejiga gentílicl!. á prueba de
Lo. al08no. pa8B ell una. trastiendA. de expendedur1a, en Bogotá, ! naufragio.
yen Junio de 1886. ID. D. Y de malos pIlSOS.
ID. J. Salvada quizá del furor de las ondas sulobrea por
PERSON A.S nlgún iguol'ado astrólogo.
Don Juan-Don Diego - Un criado. D. D. Y consumado nadador, que en paz doscanse.
-- 'D. J. O acaso arrojado tÍ la ribera por ...
(D. Juan .eut~ao delaute ele Ull" me.", con un papol dimiuuto D. D. Por algún camello sobreviviente.
en las m<>nos. -D. Diego ontr" por 011:1,10 de la oplstol,,). I D J. ¿ Y sabes que no es esto todo?
D. D. ¡Tú por aquí? D. D. Pues qué 1 ¿ hay más?,
D. J. Ya lo ves, amiO'o. 1 D. J. Y po~ ello estoy de placemes.
D. D. Pero noto que e~tás haciendo prodigios de digitaci6n. I D. D. Permlteme que me congratule muy de veras, y ade-
D. J. Y hasta de "cc"eación, amigo, pues no sabes lo que lIante. . .
me divierte el tmbajo que me está. dando el juntar y I D. J. 9mero oonf~sarte, pu~s, quo antes de la pI8ClOSa
remendar lo poco que queda tangible de esto papelu- ¡ veJiga, ya, habla conseguido ...
cho fiduciario de ,¡ diez centavos que, deshecho hasta i D. D. ¿ Otra vlscem pagana ¡. .,
más no poder, me propongo... . ! D. J. \ltr~ maravill~, h~s de ~ec~:~ de tan lllcr81ble cuan-
D. D. To pl'opones rehacerlo con l'emiendos de gaceta, l' to mdisputable leahdad histoIlca. ,
para lanzarlo nuevamente á la circulación. ¿ No es eso? D. D. ,Por lo VIsto, sobre tu museo llueven portentos a
D. J. Cabalmente. , cantal·OS.
D. D. Y dotado COll un item más en lastre y valor intrÍn_ i D. J. /. 'l'e burl~s 1 . .
seco, pues los ingredientes, el trabajo humano rncor- i D. D. No tal, 111 pOl·.plell~o~ porque has de saber, amigo,
porado, &0., algo vulell. ¡ que, en punto a antlgu?dades sagradas y profanas,
D. J. Es verdad; pero creo que con este diablo habrá! n~~a me pnreoe l~crelble, desde qU,e supe, por un
compensación de pérdidas y ganancias, p01'que, Ó yo ' ViajerO contemporaneo, ,que por aIla ~n R0n;ta se
me engaño, ó á la vista está que con él falla el prill-1 puede vel: y .~alpal: t?davla la tan socornda .varrta ~e
cipio axiomático de que la suma de las partes es i que se SU'Y10 liOlSOS para hacer aquel ~agro hl-igual
al todo. . dráulico que todos nos s~bemos de memona; porque,
D. D. Y viceversa. i al fin y al cabo, de algun modo han de saberse las
D. J. Ni aun así, porque el tal papelucho, por mús que ¡ cosas. Con que aSÍ, prosiguo.
hago, no l'ecupera su integridad oficial, ni al del'echo ¡ D. J. Decía que poseo utra maravilla, uua verdadera 1'e-ni
al revés. : liquia, en fin, granos contados, eso sí, del tl'igo aquel
D. D. Pierde cuidado, que en quedando bien pegadas y ¡ quo molía Sansón cuando le dió J¡¡ providencial via_
consistentes las alas de ese nuevo fénix, nadie ha do ¡ raza de calavel'eal'se C011 "todos sus filisteos."
parar mientes en rcmienditos, y ya lo echarémos á i D. D. Te felicito ponjua en esta ocasión si te fuiste al
volar por esos mllndos. Eutretanto, hablcmos de tus! grano, y pOI' cierto 'jUC ,í buena semilla te hiciste.
colecciones de tlntigüedades. ¡,Las has aumentado? iD. J. Ya lo creo, si los tales no estuvieron tan quebran-
D. J. Cómo J ¿ Qué si las he aumentado? Acaso ignoras i tados.
mi última adquisición... ! D. D. Y por qué manos, amigo I
D. D. Explícate, porque si la última de ahora es la misma i D. J. 1 Qué lústima J
que vienes ostentando de tiempo inmemorial... ! D. D. Cnlpa de ello á tu mula ostrella, que de otra suerte,
D. J. (Recapncitaf/do). ¿De tiempo illmemorial? Oh 1 ya ¡ ya pudieras vanagloriarte con el pomposo título de
caigo ... ¿ Aludes acaso ,¡ la cornamenta aquélla? . alhondiguero obligado del pueblo escogido de Dios.
D. D. ( Co" ... ·oltía). Lo has dicho. Aludo á la cornamenta D. J. Déjate do tonterías y de lisonjas, pues bien sabes
aquélla. que yo no aspiTo ......
D. J. i Qué lerdo estás, amigo I mira con qué vejeces mo D. D. Lo sé, sino IÍ dejarle ,¡ tu pobre familia una bonita
sales, cuando la adquisición de que te hablo os ente- hereucia, compuesta do un abundante acervo de za-ramente
l'cciente. mndajas, y por gananciales matrimoniales, cornamen_
D. D. lIIostrad cómo. . tas de quién SIlbe qué animaL ..... vejigas, &c.
D. J. Espera. i. Pero me prometes ir á verla '? ¡ D. J. Y qué dijeras si eutre esas zarandajas resultal'a la
D. D. Ouando gustes. 1 piel curtiLla é iutacta del Becerro de oro!
D. J. Para tener la satisfacción de decirto: : D. D. Oh J eso me haría entonar ,¡ todo pecho uu mag"i-
"PlÍsmate, querido 1IIÍo, y do~cúbl'0tc." Jicat 80uerbio.
D. D. ¿ Ante quién? i D. J. j Qué ruindad! t Hasta cuándo dejarás de posponer
D. J. Ante un porleutoso hallazgo, no ajJócrifo, siuo au- ! á todo tu infeliz po.itivismo Y
téntico, bíhlic':lllente uuténtico. ¿lo oyes? ID. D. Ahol':l mellos 'lue nuncu, amigo, pues la época es
D. n. Pero I.acabar~s o ,De qué prodigio se trata 1 de hacer papel .1' miÍs papal. Y á propósito te diré
D. J. (C?n solelllnldad). De una vejiga ogipcia, SCÜOl'! que, sin men08cnblll' en lu mínimo el mérito do tus
D. ~lego. _ i raTas adquisioiones, JO también soy aficionado n. ellas,
O. D. j Santas/ascuas, Sonar D. Juan!. .. ¿ y de cerdo, por I y puedo asegurarte que lus mías no van ,¡ la zaga de
supuesto. las tuyas.
D. J. i Qué sé yo Ji pero 08.10 cierto 'lile su origon egipcio D. J. (Indignado y pOl/iéllr/ose de Jlie). j A tlÍnto te atreves,
y. hasta fal'301llCO esta compl'oLado '''2/1e uc¡ cviden· , temerario!
llam . . ! D. D De gmdo ó nó, vus ,( convenceyte de ello.
D. D. QU ién l0. duda. I D. J. Dato l)1'isa, y ochn afuera.
D. J . La susodloho. es una de las t.antas de su clase de cIUC . D. D. (Con sOflln ). Adivina ......
'''PLÁTICAS DEL DrA.
COMEDIA INSTANTANEA
POR JOAQUIN.SUAREZ R.A,.MIREZ
100 LA SIESTA
D. J. ¿ Que adivine L.Acaso algún megaterio vivo Ó ••• \ D. D. (Di"'·giéndose al rnuchacho). Mira; lo que el señor
D. D. O muert? ~ No es verdad' P~e? .~i l~ uno ni lo te pide es alhucema & hay, ó no hay'
o~ro, q uen~o J uano~o. 1111 a~qUlslclOn tiene un no ! M. Sí hay; pero .... no hay vueltas.
se c¡.u?, ... asL .. oomo lUconceblble.( con viveza); casi, ID. D. Y quién te pregunta si hay vueltas, gaznápiro 1
Oasl tIene sus entronques con la pIedra filosofal. 1 M. Es que el patrón nos tiene advertido que cuando
D. J. Hom~re ¡ estás loco,! i algún parroquiano pida algo, le contestemos al ,'0711-
D. D. En mI caso, lo estar.las.. 1
1
pe ... así, de repente: "no hay vueltas."
D. J. Apura, no se me reviente la hiel. D. J. Pero eso no reza con nuestro exiguo billete, que
D. D. Sea, pues; pero á tu turno descúbrete y prostérna- se va IÍ invertir todo entero. Prepara, pues, la alhu-te,
porque vas á ver lo que ojos humanos yo. no ven; cema.. .
"as á ver, nó una vil vejiga, sino el más bello ideal D. D. Zl1humer.1O contr~ .las polillas, no sea que se engu-de
los ideales 1... Abre, plles, el ojo .... EstlÍs L. 1 llan la veJIga faraoUlca.
D J (O .,) S' t i D. J. Y tú, bien puedes ir sacando de los troqueles de tu
D' D' lLn ~rnoc~o"'l ~ ~St ay. t . , d 1 d I fantasía el peso de 0,900 para llevarlo á la Casa de
.: os "an o e o ~e o c?n p"es eza y "et"'an o o e 1 moneda á que le reconsideren la ley.
'gual rnanera l· Ahora, j, mll'~ y maravíllate liD. D. Y para qué' No te te?go dicho que es falso'
D. J. (OOIl a'Tebato) ¡Jesus mil veces 1 ¡ Qué veo' t Un I D. J. Es verdad, ... no habna objeto en ello. A/lon. !
peso fuerte de 0,900 .... pero nó, eso es imposible de
toda imposibilidad. (Dirigiéndose á D. Diego). Y tú, ! J1lN.
Mefistófeles, Asmodeo ó quien quiera que seas, por i -------
más que hagas, no 10grarIÍs ofusoar mi razón con tus 1 A M O R .
malas artes.
D. D. Sosiégate, hombre, no seas tan alharaquiento 1 .
D. J. (Empujando á D. Diego). Vade retro 1 ¡ Vade retro 1 ¡
Satanás. I
D. D. Pero, Juanito, si soy yo, tu amigo Diego. l No me I
reconocesf :
D. J. (Oon delirio). ¡Novecientos milésimos 1 I
D. D. (Apa.·te). 1 Cáspita 1 Si habni perdido el seso este i
cri.'~tiano.... i
D. J. (Volviendo en 8í). Disimula, mi querido Diego; pero 1
la emoción .... la rareza del objeto .... mi afición á la \
numismática, en fin.... i
D. D. Y algo, quizá mucho, del positivismo aquel que hlÍ 1
poco roe enrostrabas .... eh? i
D. J. No te hacía tall rencoroso. 1
D. D. Mil gracias por el concepto. !
D. J. Pero volviendo al asunto, ¿ eso. moneda es real?
D. D. ~ No viste que es peso' & quieres palparla'
D. J. No .... no me atrevo.
D. D. ,y aún dudas' hombre de poca fe. I
D. J. Perdona que te diga que sí; pero bien sabes que la i
credulidad también tiene sus límites. i
D. D. Pero al menos confiesa que te he dado buena sor-I
presa. 1
D. J. A qué negal'lo, amigo. I
D. D. Y si te dijera que todo ha sido pura ilusión ... una ... 1
D. J. Ésta es otra. ¡ Volvemos ti las andadas' !
D. D. ~No comprendes todavía' I D. J. Pero qué he d,e c~lUprender .... será ... ,
D. D. No es que se,.,l., SinO que e8 un verdadero peso .... \.
falso.
D. J. AcaMramos! Razón tenía yo en no dar crédito á
tus artes de taumaturgo. I
D. D: En fin, la charla estll sabroso.; pero ya debo ale-
Jarme. D. J. V nmonos, pues.
D. D. ~ Y dejas botado ahí el billetico, como si fuera un I
expósito'
D. J. Tienes razón; lo había olvidado.
D. D. Y como ya cstá seoo, te aconsejo que, por lo que te- 1
nemas de mortales, salgas de él incontinenti. I
D. J. Aceptado. (Llarnando). Muchacho! muchacho 1 ¡
(El rnttchacho enwando). 1 Mande, Meñor' 1
D. J. ,Aquí hay espliego' 1
M. Es .... es.... ¡
D. J. Pliego, hombre 1 ~
M. Si eso es cosa de papel, no hay sino por ouader-rollos.
D. J. Voto .t SllneB 1 qué ouadernillos 1 :
Ya por última vez en tu regazo
Reclinaré mi marchitada sien;
Recibe aquí mi postrimero abrazo,
Desatemos, señora, el dulce lazo
Que ligó nuestras almas en el bien.
N o vllelYan yá las tiernas alegrías,
Los suspiros. los éxtasis de amor;
Sua vísimas, fugaces melodías,
Que hoy vienen de encantadas lejanías
A esparcir en el alma BU frescor.
Rompamos las cadenas que estrecharon
Tu tierno con mi anlllllte corazón;
Olvidemos las horas que pasaron,
Ay 1 las que en su corriente arrebataron
Como hoja el huracón nuestra pasión.
Me llevo de tus lahios el aroma,
Que trasparenta el nítido coral;
Me llevo tus arrullos de paloma,
De tu jardín la codioiad" poma,
De tus ojos la luz primaveraL
Y te dejo un recuerdo solamenteEstrella
solitaria en cielo azu 1-
Las huellas de mis besos en tu frente,
Esos rayos de un Bol que en occidente
Descuelga yl' su pabellón de tul.
U n recuerdo iumortal por su fraganoia,
Su dejo melancólico y feliz; .
Que vencerIÍ del almo. la IncOnstanCIa,
Luchará con el tiempo y la distanoia
Oomo del firme oedro la raíz ....
Amor 1 amor 1 amor 1 manso. corriellte
Que se oye dentro el pecho murmurar;
De inacabable goce rica fuento,
Tú perfumas las flores y el ambiente,
Palpitas en las ondas de la mar.
A ti, rey de los mundos, soy venoido ;
El estandarte sigo de tu grey;
Me siento á tu oontaoto conmovido,
Y á tu influjo mil veoes he cedido
y besado tus plantas I que el'es rey I
El corazón humano ese es tu imperio,
La belleza tu augusta majestad;
•
LA SIESTA 101
La pasión es la luz de tu h~mis~erio,
La li bertad que das e~ cauttv~no,
Tu espaoio, la serena mmensldad.
Tus hijas son la gracia y la hermosura
En voluptuosas formas d..e marfil;
De suspiros y besos tu ar~adura,
El cielo azul tu aérea vestldura,
1'u oorona las flores del Abril.
Un tiempo fuá que Venus Citerea
Te miró de rodillas en su altar;
Venus, que el mundo antiguo señorea,
Venus desnuda, que en la playa orea
Crespos cabellos que mojó en el mar.
Entonoes, de la forma enamorado,
Fuá la oarne tu ciega esclavitud;
Fuá el Gineceo tálamo sagrado,
Fué tu festín la orgia <:\el pecado,
Tu saoiedad amarga la virtud.
Mas nueva llama desprendióse luégo
Del bntñido crisol de otra moral;
La flor de Egnido careció de riego,
Ardió el Olimpo al abrasante fuego
Que tornó el mundo antiguo en erial.
De improviso la tierra entumecida
Sintió en su seno rebosante hervir,
Savia de nuevo ser, de nueva vida:
El alma universal arrepentida
Renovando las fuentes del sentir.
Revistió alegre sus flotantes galas,
Toda fué claridad la creación;
Orecieron del espíritu las alas
y el hálito voló que amante exhalas,
Eva regenerada, en tu mansión ....
Por eso, ángel caído, de tus ojos
BrotB perenne el turbio manantial
De ese llanto vertido entre sonrojos,
Que riega inexorable los despojos
De tu manchado tálamo nupcial.
Como suspiro prolongado y triste
Su luz proyecta el encendido sol
Sobre el camino que al amor seguiste,
Sobre la cima en que de amor bebiste
El primero, castísimo arrebol.
y al vol ver con el alma á tu pasado,
Te hiera el desengaño del placer;
Ya tu existir por el dolor segado
En vano se rebela contra el hado
Que emponzoñó las fuentes de tu ser.
Podrás tornar á la fragosa senda
Que transitB callada la virtud;
Podrá. dejar en el altar la ofrenda
Que alcance tu perdón, como una prenda
Para caer sin miedo al ataud;
Pero no vol verá ni la esperanza
A tu desierto helado corazón:
No hay para ti ni tiempo ni mudanza,
Noche eterna ser'; tu lontananza,
Tu inmarcesible premio la expiaoión ....
Te doy mi adiós I-Llegué como el marino
A inespel'lldo puerto á des~ansar.;
Ya el astro rey alumbra ml oa~llno.
El viento silba en el delgado lino,
l Dame tus brisas, anchuroso mar l
Bogotá-1879.
ANTONIO JOSR RESTREPO.
GREGORIO GUTIERREZ GONZALEZ
(Continnación).
Sigue en la edici6n de 1881 la composición titulada
FJl Poeta y el Vulgo, y recaerán ahora sobre ella nuestras
comparaciones. _
Estos versos nos parecen de una profunda e~senanza,
y son algo así como un grito arrancado por acerbí8l~.OS des-
I
engaños por la dolorosa contemplaci6n de los VlC10S que
aquejan' á la sociedad, y por los rudos contrastes de la
~~ IÉ ! En el verso sexto de la primera parte decía GUT -
I RREZ; i Panteón de luto y de muerte, ..
¡ y en la corrección se suprimió la segunda preposICl6n de,
I y se dice;
Panteón de luto y mnerte.
Esta enmienda debi6 de tener por objeto suprimir una
silaba que había de más en el verso, si no forman sinéresis
las vocales e y o de pante6n.
Como la e es uua de las menos llenas de las tres va·
cales as! llamadas, y su sonido se acerca muc,ho al de la i,
especi'almente cuanno se la pronuncia de prIsa, la forma·
I ci6n del diptongo irreg~lar en panteón, ~~ choca al oí~o,
á tiempo que la supresl6n de la preposiClón de le qUita
cierta grata énfasis al verso.
Eu el verso noveno de la misma parte decía GREGORIO
;
y en tanto el vnlgo gozando;
I Y los correctores dicen:
I y en tanto gozando el vulgo. I Esta ligera trasposición!e quita al verso cie~ta aspe.
I reza cacof6nica de que adoleCla por la concurrenCia de las
i dos silabas go go de vttlgo y goz~do. . ..
I Es sin duda el verso corregldo mejor que el ol'lgmal,
. y como la rima es libre en los impares, nada snfrió ésta con
la correcci6n.
En el verBO décimo nono decía el poeta;
Ve eu amigos donde quiera,
y corregido dice el verso;
Ve donde quiera enemigo •.
Aquí tamhién se introdujo una ligera trasposición, la
cual probablemente tuvo por objeto evitar la concurrencia
de las dos ec de ve y enemigos, las cuales forman una sinalefa
muy ruda, lo que no sucede con la a final de qltiera
y la e iuicial de enemigos.
Esta conección mejoró notablemente el verso, y es
Taro que no se le hubiera ocurrido á GREGORIO, que tan
delicado oído poseía.
En el verso vigésimo quinto de la ~egunda parte, en
que la lira del Poeta resuena con melancólicos cantares,
decía GREGORIO ;
y por 650 son traidor ea,
y el verso corregido dice:
y son por 080 tra.idores.
Como Be vt', aquí, como en los versos enantes examinados,
s610 se hizo una pequeña inversi6n, encaminada Á
castigar 1.. . rudeza de la concurrencia de las dos sílabas 80
8on, lo que le di6 más dulzura y eadencia al versu.
102 LA SIESTA
Una trasposici6n ligera se hizo tamhién en el
quincuagésimo primero tic la misma part~, el cual
en el original:
I
verso '1 En el verso segundo de la estrofa sexta decía Gu·
decia TIÉRREZ:
! CUyA áurea lumbre en 1 .. extenBi6n derraman,
En donue 01 hombre BU asionto, i y el verso corregido dice:
y cOlTegido dice.· . Ii Qu e su !Lurea lumbre en la. oxtensl.6 n clerraman.
En donde 6U aSiento el hombro. , La sustitución de cuya por que su, tuvo siu duda por
El propósito de los correctores fué el de ovitar la cou· 1
1
objeto evit:1r 1:1 concurrencia de las dos acs de cuya ám·ca,
tracción de las dos ce de donde y el. Con esta corrección la cual es muy recia en el presente C:1S0, precisamente por
se hizo más suave :11 01do el verso y más cadencioso. ¡ llevar el acento la a inicial de (lA¿rca.
Ouando l!lo Jira del Poeta cn.lIa, como sí se le hnbiera i En el verso tercero de la estrofn. sóptima de la misma
escapado de las ma.nos á cansa ?el des~¡¡en.to que le sobre· I parte deda GREGORIO : .
coge, el narradQr dICe, en el velSO ongmal. ! y veo de Ocaso on arrobol tenido,
El vnlgo á tal.a razone. i y en la corrección se dice:
Agrególe indiferente, ¡ y al Occidente en .. nebol teflido.
y en la correcci6n dice: ! El verso así es más cadencioso y más natural idcoló-
El vulgo r. tales razonea I gicamente pues el poeta decla:
Moralizó indiferente. l' .. .. y veo de Oca8o en arrebol tetihlo
Aqui no hubo trasI:0sIClón, SlUO sust~tuclón de un '1'0· . Su caprichoso p .. be1l6u de gmna.
cablo. El verbo ?n~"al~z{w no parece bIen empleado en I Creemos qne debía (lecir :
~ste caso. Su acepCJón castellana en la parte pertmente es: !
(t Hacer reflexiones sohre algún principio Sllceso 6 ! Veo en Ocaso ....
lectura &~" ' ! lo que acaso evitó por la fuerte sinalefa Cjue forman las tres
y'no fué eso lo que quiso decir el narrador. i vocales concurrentes; pero el sentido sufrió por ello.
Cnando el Poeta acaba de pintar el mundo visto por! En el verso segundo de la tercera estrofa de la se-el
lado de la falacia y de los desengaños; cuaudo no ve ! guncla parte dacia el Poeta:
más que mentira, vicio y crímenes por todas partes; cuan· ! Embriagado de amor un .. esperanza,
do después de recorrer en alas de la fantasla mundos de ¡ y el verso corregido dice:
ventura, de ilusioues y de esperanzas, tropieza con las pro· ! ..
saicas realidades de la vida, y entona por ello sentidos can. ! Con e!"bIlaguez de amor n~a esperan:".
tares, el Vulgo exclama, como quien dice" á mí Cjué se me J C~eemos mas natura~ el ver.so SlO corregll· gue el ?t1·0.
da qué me importa: ¡ E?nbrt~g~tcZ, en la I\ce~Clón aphcablc, es.: ena)~nallttento
, ¡ del ám7no, que no fué, sm duda, lo que (IDlSO decll· el autor.
EQautiee nm unon dboa Uesa nesn ufna nzdoaqnugeot,e , ¡. E b·' 1 ·6 t fó . t 7n 1"!a.qac,o es, en a acepCl n !\le a rIca, raSl)or-
. I tado de Ima lJasi6n, que era el estado en q ne se hallalm el
no es que reflenona. sobre lo que aca ~a de ofr, no es que i poeta cuando exclamaba:
saca una consecnenCla de lo que ha dICho el Paeta, SIDO f
que se burla con estúpido egolsmo de los males, dol0res y l'
desengaños por éste tan amargamente descritos; es que
prorrumpe en algo como una c~rcajada cfnic~\. !
Triste es morir cuando se vo :t ]0 lejos,
Embriagado de amor una. eSpf'l,l'anzn..
(Continuarú.l. DEMETRIO VIANA
En el resto de la composiCl6n que exa\1lIDamos no hay I
otras correcciones, no obstante ser aquélla de las l?ás ano EL MUNDO BOGOTANO.
tlguas del poeta, pues fné hecba en 1845, es decH, hace .
cuarenta y un años. 1 Pas6, por fortuna, el C07pUS SIn que los buenos bo.
-- I got¡¡,nos se despertaran al sonido de la trompeta del
Sigue ahora en la mencionada edición do 1881 la i juicio final, anunciado, como se sabe, por UD sabio as·
composición llamada .Mi 7n~wl"te, quo es contemporánea de 1 tr6nomo para el día del año en gue coincidiera eRta
111 anterior. La cÍTcunstancia de haber sul0 hecha cuando ¡ fiesta con la Natividad de San Juan Bautista, lo que se
el poeta contaba apenas d~ez y nueve años, pues nació ~n i realiz6 el jueves último. De días atrás las gentes supers.
1826, y de ser ellas los pl'lmeros ens~yos de aquél,. debió ! ticiosas anunciaban haber visto en el cielo señales iudi·
d~te~er la mano de lo.s correctores, siqUiera por deja¡· nn ! cativas de desastre, como cruces negras en el disco de
bte rm1i no de comparación que mostrara los adolnntos del I la 1 nn lJolas de fneo-o desprendidas de las reo-ioDes ! 1.1 (l¡, <; t:J b
are ';;ero no sucedió asf, y en la que vamos á examioar ¡ etéreas, q1le ca~an por. detrás. de },Ionserrato, y un pe.
hay numerosas correcciones de bastante importnncia. i queño cometa a¡Jarecl<'1o haCIa. el N. O. de b clud¡¡,d.
En el verso segundo de la segunda estrofa de la pri- 1 Con todo esto, SIn embargo, Sl ]Jo.r otras partes no re.
mera. parto decia Gu'rIÉRREz: I ventó la cosa -;- como sobra ma~ICI:\ para creerlo - lo
8in qne llegara 8uaontido al alma , " nue es por aqm nos quedamos sm snber todav~a cuál '1
·ó d· '1 es el camino que condllce á Josaphat.
y en la correcCJ n se ICO: I Pero si é a falló, no faltan , por cierto, catástrofes
Si~ lastimar con su:scuü!lo d alma.. . i que desear ó que temer. El il1stinto~qye es el lí~ico
IJa. correcCIón tuvo probablemente por objeto eVitar I.a criterio del pueblo-suele buscar ca. 1 ~lempre exp]¡carepetición
<10 la palahra llegaban, quo es el final do I~ 1m . ! ci6n de lo que ;i su inteligencia limitada no alcanza, 6
mera estrofa, y llegara., que se baIla c~ el vers~ coplntlo. ! apoyo á sus opiniones inconsciente., sobre 1M cosas hu.
Por otra pa.rte, so castigó con ella el (,?ncepto Hleol6glCo I manas, en los fen6menos deslumbradores de la natura.
del verso; pues no e.s natural que ~l sentido de las palabms l leza que son para él, á pesar ele Keplero y de Galileo,
que, al nacer, mo.rian entl'~ los labiOS del poeta, no lleguen , 1 :N t J F klin del P. Secchi y demás de la
á el alma. Tamblen se qlllt6 la cacofonfa formada por las I (e ew.on J: e ra.n '. 1 d l S
dOB sfIabas a~ 110 al allna. Luego se haco aparecer á GU·l' la~a, n;lsterlOs tC\1l Incomprenslble~ como e e ~ ano
TIÉRREZ como correcto desdo que hacia SUS primeros tíslma rflDldad. No es de ahora, smo desde. el tICmpo
versos, lo qne es quitarle su verdadera fisonomía. I del ruíclo cuando menos, que nuestras senCIllas gentes
LA SIESTA 103
acostumbran profetizar las guerras por los cometas,
las estaciones por la,. cubañ~telas, y los terremotos por el
canto del gallo á deshoras, y i diablo de in~tiuto! i'pues
á veces no se sale con las suyas 1 El cometo n aquel el,¡}
1883 fué el precursor de la borrasca espantosa de 1885";
y lo que es ahora, parece cierto que un mes autes del
CO)'/lU8 se dejó ver eu el espacio un cometica bien delineado,
que osteutaba orgulloso su penacho de nueve
estrellas. Quizá era el 111ma de Ricaurte-á quien tanto
han ech&do de menos en su Centenario-ya que todos
so han empeñado en asegurar qne ella quedó vagando
en el azul del cielo como sombra protectora de la Libertad,
á la cllal quemó su vida en holocausto en las
aras de San Mateo. Si tantas señales y pron6sticos han
de quedarse al fin sin cumplimiento .... i por algo sería
que en el tiempo aquel citado se llamó esto la PA'l'RIA
BOBA! ..
Pero CorlnLs sí hubo; "y a"u nque no vimos en ningu_
na parte el del Santo, que es al que cuelgan los católi.
cos en este día solemne con más flores que si fuera una
beredera disputada, ostentaban, en cambio, en los balco_
nes y en 1M calles, los suyos muy gentiles y apuestos,
multitud de hermosas mujeres y niñas seductoras, que
eran el mejor adorno en la vía de la procesióu. Fuera
injusticia no aplaudir el exqnisito gusto artístico reve_
lado en la ejecución de los altares, progreso que con·
suela, cuando se recuerdan los tiempos, aun no muy
lejanos, de los bosques y los tablados de marras. Ya no
hay colchas abigarradas, ni mamarrachos de pesebre, ni
jaulas con gatos, ni estampas de trastienda. El culto se
civiliza, y una vez que se derogaron las leyes que 10
prohibíau en las plazas y calles pllhlicas, contentémonos
á lo menos con qne la estética salga bien librada de las
manos de la iglesia.
Hay un poco más de lujo, es cierto j y sobra quien
diga. que ese es el cáncer de nuestra sociedad. Cuando
por todas parteH acosa la pobreza, en esta situaci6n á.
que bemos llegado, i no es un sarcasmo irritante exhi_
bir á los ojos de los miserables, '1 ue son los más, esas
ostentosas muestras de una comodidad envidiada 1 En
las clases superiores no veis nuuca una madre sino revestida
de seda y de diamantes, ni una niña sin arreos
que asustan á los novios. i A d6nde vamos á parar con
e~3.l:l costumbres 1 Ese lujo, cuando no vituperable y
BlD excusa en muchos casos, es hasta incompatible con
ello~o por do.nde se arrastra.. i Qué lástima de zapatos
y que compasión de faldas para estas calles sucias I Ra_
z6n, y mucha, tiene el doctor Aguilar de quejarse tan
amargamente en su ~rtículo del ú~timo "Progreso,"
sobre ~I ~eo d~ la cl1~ad, de los riCOS que miran con
tanta lDdiferenCla los canos que pasan por debajo de sus
ventanas y los men?igo~ que rozan las aceras. N~ que
seamos nosot;os partl.darIOB. de los q~e viven suspirando
por BUS queTidos meJOTe8 turrvp08, ClDcuentones á qnie_
nes se les vuelve la boca agua. al hablar de sus aguinaldos
y rosarios, de los pesebres y las misas de gallo de
los suculentos ajiacos y la refrescante orchata de' los
bailes de lin6n y calamaco; pero es verdad que redun_
darla en provecho general extender la decencia y la
comodidad fue~a del estrecho egoísmo de la. persona. y
del hogar propIOS, aun con el sacrificio de una pequefía
parte de nuestro sibaritismo.. individual. • •
Aún corre por el mlUldo bogotano la. bola que ech6
á rodar el autor de Ma?·garita. El poema valía sin
duda la pena cU!l.lIdo, en medio de nnestro indiferentismo
literario, alcanz6 á. suscitar animada y larga discusión
en el periodismo y en privado. A juzgar por el
balauce do opiniones hnsta ahora publicadas, queda el
saldo á Íllvor del antor j y corno, por otra parte, sabemos
que la edici6n se vendi6, nada más tendría que ambicionar
Villar ... El Recopilador" le dijo que era un
poeta que entraba con ~egura planta en el Parnaso, y
que las diosas que allí viven lo babíau coronado con
guirnaldas de flores; .. La~ Noticias" lo compararon
cou Fernández Sbaw; .. El Semanario" confiesa últimamente
que MurlJa?'ita tiene bellezas innegahles y un
verdlldero sentimiento estético. Ante todo esto, i qué
significa el que haya en l ....~ cuareuta y ocho páginas dos
6 tres versos largos, una trasposición violenta, ó una
rima mal asonantada 1
La única crítica que se ha hecho al poema, con
visos de seriedad, es la ele nuestro amiO"o Vecyu' pero
ella perdió la mitad de su valor con la: incn~st~cioneB
personales que la afean. i Qué tienen que hacer al caso
la figura del autor 6 sus devaneos con las muchachas 1
Ya qne de todas esas frivolidades se acusa al poeta, sea
para reconocer que, á pesar de ellas, es muy capaz de
entregarse á una labor meritoria y seria. Ni se quiera
exigir que ,~n. parvulito q,ue ayer no más se emperraba
cuaudo le mln'rtban un ferulazo, venga ahora, sin más
provisi6n que los folletines de ' La Luz,' á escribir cosas
dignas de ser interpretadas tun aínas por el mismo
Salomón. "
Es cierto que, en todo caso, cuando un joven sien_
te por prim~ra vez los alumbramientos del talento, y
en el ansia IDocente de celebridad quiere publicar lo
que ha brotado en su imaginaci6n, lo más cnerno fuera
darle el consejo de esperar la madurez del juicio ; pero
i hay muchos que hayan podIdo resistir á la tentaci6n
de la vanidad de autor 1 Por eso hemos visto á tantos
de nuestros grandes escritores de hoy recoger solícitos
todas su.s prod.ucciones de j6venes, y los que no pueden
conseglllrlo dicen con franqueza qne darían la mitad
de su gloria actual por no haber publicado sus primeras
impresiones. Y Yillar, cuando pueda ya apostar carre_
ras en el Pegaso, y entrar y salir por el Helic6n y el
Pi?do, como por la puert~ de su casa, y en lugar de
aClCalarse, perfumarse y Tlzarse para gastar chicoleos
con las muchachas de aquí, deje en paz á Vega, y los
guarde para las ocho hermanas de Ca.liope, entonces s6lo
tendrá que arrepentirse de haber echado á rodar á Margarita,
sin que el Mecenas que la sacó á la calle de la.
mano, DO hubiera limpiado los anteojos pa.ra examinar
el ~raje y arregla;le bien los pl!egues. P~ra el próximo
hlllr, pues, HenTlque, de los mIOpes. NI padrino como
don Manuel, ni adversario como Vega.
LéoL~
VARli\.
Nuevo poeta.-Un periódico de esta oiudad reproduce
muy satisfec~o .los jlli~ios d~ 1!n periódico quiteño
acerca de nuestro MinIstro dlplomatlCo en el Ecuador
Entre. esos juicios está el s~guiente: "Como poeta pued~
muy bIen compararse el senor Bartolomé Calvo al señor
Rafael ~úñez, ~ijo también. de Cartagena." Sin duda,
nuestra Ignoranolll. nos ha prIvado del gueto de aplaudir
al nuevo bardo cartagenero, como ya hemos aplaudido al
fa~oso aut~r de Qué .ais-ie 1 Bien dioe la gente que
qUien más VIve más ve. '
i04 LA SIESTA
Agua va !-Hemos tenido 6. bien susponder el estudio
(p.e con este rubro aparece en nuestro número anterior.
La ropa sucia se la va en casa.
.. •. .
., La Nación" anuncia una" licitación 6. contrato."
•••
"Pio IX el Gralldc" llama liLa Nación" ,¡
nuestro jamás bien sentido Pontífice, cuya muerte tánto
ha llomdo León XIII. Cl'eemos (salvo mejor parecer) que
hay ton te ría en esa acumulación de epítetos; pues el Gmnde
después del IX como que deja comprender que hubo otro
Pío IX, el Ohico, lo cual no es cierto. Se dice Luis XIV,
Jusn sin Tierra, Carlos Quinto, Cario Magno, y audaces
hay que llaman 6. Felipe II 11 el Gran Rey," como Castelar
llamó acertadísimamente ti Fernando VII 11 Manolo ri11
Cuando la imp"enta vive lib"e, /a calumnia es nula;
cuando 8e encuent"a comprim'ida, la calumnia e8 terno/e.
I T,'iste suerte la dsl Gobie"no que nadie acusa en p"Uico,
rERO 'l'ODOS AOUSAN EN SECR'ETO."
y con motivo de otro asunto, dijo:
" .. .. Una empresa que oomienza con un escandaloso
pel'jurio y con una falta de lealtad casi sin ejemplo, nunca
jamás podrá conducir .í AIORALIZAll 6. nadie; y es para el
que la sigue, un alto padrón de infamia."
A nuestro turno recomendamos á todos los colom bianos
las frases citadas, y las siguientes del profundo Montesquieu:
"La dévotion trouve pour faire de ruauvaises actions
des raisons qu'un simple honncte homme ne saurait
troUVQr."
•• •
dículo."
lJJpiano Hillcstl·osa.-Este joven, antiguo
• alumno de la Universidad Nacional, ilespués de est.udios
.. " muy sel'ios en Literatura, en Oiencias naturales y en Medi-
Se dcsea verificar la verdad del juicio que don ciDa, acaba de recibir su diploma de Médico y CirujaDo, de
Andrés Bello dizque emitió sobre los periodistas colom- las maDOS de UD Consejo de examiDadores compuesto (le
bianoa Mariano Ospina y Bartolométlalvo. El bueno de los profesores Liborio Zerdll, Manuel Plata AZllero, Juan
don A.ndrés ''leyendo lo qua escribían esos señOl'es, no David Herrera, DaDiel Rodríguez y José 1'11. Enendía. A
sabía tÍ cu.íl de ellos dar la preferencia," se quedaba, ni HiDestrosa se le conoce de muchos años atrás como uno de
más ni menos, como el clási.c*o. y socorrido aSIlO de Burid.ín. los jóvenes de más mérito, de los que frecuentaron los claus- tros universitarios en una época .floreciente para la instrucción
pública. Antes de cOl'onar su carrera, ya los condiscípu-
Jliguel In. del Valle.-La muerte de este hon- los suyos les teníaD absoluta confianza á sus conocirr.ientos,
rado padre de familias y buen ciudadano,ha llenado de luto y numerosas personas solicitaban sus cuidados médicos. El
el hogar de la eminente poetisa señora Ag"ipina MOlltes del tiempo ba confirmado la adivinaci6n de los estudiantes, que
Valle, honra de las letras colombianas. Le enviamoR nues· hoy estrechan la mano de Hinestrosa con cariño y con or-tro
pésame. .*. !~lf~~s~op~~;~~o ~~n~~~ ~!~~op~~~~ee~~p~~n~o~:~:ne I:~u;
Tll lo has dicho.-En el torno tercero de la tra- valeroso. Y ved que la ciencia sobre tan altas bases es la
ducoión de Virgilio, dice el señor Caro :-" Virgilio, tes- mejor recomendacióD, en una época en que todas las facultigo
de la popularidad de Augusto, y sabedol" del proyecto tades no están equilibradas ó se han tIempo de Augusto, tan elogrado esas piezas que cuentan con el voto favorable de personas
por él, hlzo V1l'grllO,. sm que el soberano vIese .en la dOO-
1
competent¿s y de más de un público ilustrado.
trina de éste un pehgro, llL persona alguna malrgnámente
la interpretase como alusión subversiva 1 I .*.
El señor Núñez, en su soneto á R1CAURTE, pres~nta la i "La LiI'a Alltioqueña."-Hemos recibido
espada del héroe oomo eterna antoroha contra los tuanos' l como canje el número 1~ ele este periódico musical, quo ve
;;S~~- 'e ii;ú~;': ~~~~-~i ~~i -':i':i';~t~ ¡ l~ ~uz pública_en Medel!ín elLO y el 15 de cada mes .. Lo
Con su ruego, Á VENCER LA TIRANíA; ! (hngen los senores.Damel S~lazar Y,. y Oarlos~. MohDa.
Mas aponas irradia en el Oriente, i Oada número cODtlene una pleza orlglDal de algun maestro
Cuando amaga el ciclón, al nuevo día. ¡ antioqueño. El número que tenemos á la vista trae una
Hora es aquella de aDsiedo.d "uproma ! polka para piano, por ell"enombTRdo artista Daniel Sala-
Do la p,,~ria en uu punto ~oDcentm(la: 1
1
zar .. Además tiene "La Lira Antioqueña" una seCCión
Sacrüieio 6 derrota es el dilema: literaria bien servida. De ella es este epIgrama:
San Mateo do. nombre iL lajornada_... I "Da Inesita en llamar trozo
RICAURTE en llamas coronó el poema;
y ETERNA ANTOROHA ES SU GLOmOSA ESPADA." Al de Norma que ella toca;
En otra parte de la citada introducción, dice 01 señor
Caro: "El cantor servil 8erá 8iemp,.e más realista que el
f·ey." Tiene razón.
•••
AdeJardo López de AyaJa.-Este "mOllM_
quico á macho martillo," como lo llama uno de SU8 biógr's_
fos, y oomo tlÍl autoridad para el señor M. A. Oaro, pronunció
frases tan magníficas como éstas, atacando la ley
de imprenta del ultramontano y absolutÍBta Nocedal:
y á mi ver miento S11 boca,
Porquo aquello es un destrozo.
-Qué compás, qué tiempo es esto,
Que comprender no he podido,
Me pregunta, y yo contesto:
-Para usted ... tiempo perdido."
UIPlIlINTA ¡. OAIIGO DIII"I!:IIN~O PONTÓN.