Por:
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Fecha:
01/10/1880
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LUZ Y FE DAN FUERZA.
LA MUJER.
REVISTA QUINCENAL
EXCLUSIVAMENTE REDACTADA POR SEÑORAS Y SEÑORITAS,
JIA.JO LA DJl'tRCCION DE LA SEÑOli.A.
SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER.
N.0 46. ~ VIERNES, OC'l'GBRE 1.0 DE 1880. ~ Pm:cro 30 cs.
ESTUDIOS HISTORICOS
SOBRE LA MUJER EN LA CIVILIZAC10N.
Cjj>f•ruLO DUODBCB!O.
LAS MUJERES EN LOS D1PERIOS DE ORIE)I1'E Y OCCIDENTE.
XIV
( CONTIXU.i.CIOX).
que, como hemos visto, era en realidad
lo. soberana del Imperio, con la extraor-
ANT'ES bablamo~de dos mujeres fil6so- diuaria elocuencia, la composturn., el
fas pagano.sde los siglos III y IV,veamos lenguaje pulcro y escogido de la litiahora
otro. mujer ilustre por su ciencia 1 gaote, así como por su hermosura poco
y la. alta posiciou que conquist6 en el comuo, no solamente atendió á ~us s¡Í.
mundo en el siglo V: ATENAIS (ó Eudo- plicas sino q•1e se propuso llemrla á 1
cin), ateniense distinguida. Habiendo pn.lacio, instruirla eo lo. religion de
sido educada cuidadosamente por su Cristo, que ella no conocía, y por último
padre el fil6sofo Leoucio, que not6 eo procurar que su hermano se preudu~e l
ella grande o. mor ú la ciencia, la niffa, al de ellu. y la. eligiese por etipo~a. E~ te
crecer, eclips6 ta.mbieo por su belleza ú propósito ~>e llev6 ú cabo como Pulque- 1
todas las mujeres griegas de su tiempo. riu lo deseaba. Teodosio tuvo ocas ion 1 1
Al morir su padre, éste creyó inútil de- de verla y oírla, sin que Atenai¡¡ (que¡
jarl:1. una fortuna, pen~a.odo que la tomó el nombre de Eudocia al hacerse
bastaba para conquistarse una alta po- bautizar) r.upicra que él estaba presea.
sicion su sobresaliente belleza y su te, y cuando contempl6, dicen los bis.
mucho saber. Así, dejó cuanto tenia ú torio.dores contemporáneos, su elegante
, sus dos hijos, y IÍ Atenais solamente cuerpo, la blancura mate de su tez, su
cien piezas de oro. Pero la j6ven crey6 cabello de oro y magníficos ojos azules,
que su padre babia. cometido uon in- y oyó su voz armoniosa, compreodieo.
justicia con ella. y puso pleito á sus do que su talento é instruccion iguala..
hermanos. Como los jueces de Aténas bao su hermosura, el Emperador pidi6
no la. atendieran, pas6 á Constantino. li su hermana que le permitiera tomarpla
y apel6 personalmente á la justi- la por esposa..
cia. imperial. Sorprendida. Pulquería, l Inmediatamente se procedió á curo.
1 - 1---------------------------- TO~O IV
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222 LA MU JER .
plir el deseo de Teodosio, y Eudocia fué 1 reliquia. Dicen algunos historiadores 1
proclamada Emperatriz en 421, y Au- eclesiásticos que fué ella, y no Santa
gusta cuando di6 á luz una h ija en diElona, la que descuhri6 y llov6 úConssiguiente
año. tautiuopla y despues á Roma las cacle.
Eudocia era el bello ideal del Ero. nas de San Pedro, el brazo derecho de
parador, la que am6 con pasion duran.¡San Estéban y el verdadero retrato dete
algunos años;. Amante de las artes y la Virgen, pintado, segun la leyenda,
de las letras, Teodosio admiraba en su por San Llícas.
esposa que no hubiese abandonado ni Sin embargo, la influencia que En.
en el trono las costumbres estudiosas docia tenia sobre el ánimo de TeodoRio
de su juventud. Por aquel tiempo coro. le acarreó mil envidias entre los cortepuso
ella un erudito Comentario expli. sanos; llevároule chismes al Emperador
cando, segun los autores teológicos, los contra ella, la urdieron intrigas contra
principales rasgos del Antiguo Testa- su reputacion, calumniáronla cruel.
mento; escribi6 tambien la vida de San mente, y lleg6 á tanto aquello, que su
Cipriauo en versos griegoR, un panegi. esposo, exasperado, la desterró de la
rico de Teodosio el Grande, y añadió un corto para siempre. Retir6se entón.
, canto á la Iliada de Homero. ces á Palestina y allí permaneció en-
" Sus escritos, dice el iogl~s Gibbon, tregada á los estudios y las prácticas
que fueron naturalmente aplaudidos en religiosas hasta su muerte, que acae.
una época de supersticion y servilismo ció, en las cercanías de Jerusalem. en
son, sin embargo, dignos de esos aplau. 460, á la. edad de sesenta y seis años, 1
sos, aun á la luz de la crítica impar- protestando hasta el tHtimo momento
cial." contra la injusticia de los cargos r¡ne so
Deseosa de visitarlos Santos Lugare!', la habían hecho en la corte de Cons.
1
,
Eudocia estuvo en Jerusalem como pe- tantinopla.
regri~a, y d~ pa'>o por Antio,q~ía pro- S . .A. DE S.
nuoc16 un d1scurso elocuent1::.1mo que '
fué conservado en aquel lugar como una (Continuarrf ).
EL ALMA DEL POETA.
El alma del poetn, la veo en su mirada, El alma del poeta, es dulce 7aoñadora,
La miro en IIU sonrisa, la escucho en su cnn- Y como la violeta se anuncia sm querer:
Si ella gime, infeliz y desolarln, [cion: Es bella, molnncólicn si llora,
Su gemido enternece el corazon. Con su pesar nos hace entristecer!. ...
El alma del poeta, ce todn sentimiento..... El alma del pootn, es tímida y sensible,
Su acento quejumbroso nos hace padecer: Y cual la eeueitiva, se inclina con rubor:
Si se queja, sentimos su lamento.... Si ella. es idolatrada con delirio,
Si llora, con trie~za no& hace estremecer!.. . Se entosiasmn, se encanta con su amor!. ..
~hmcinEs PEL.\Ez.
UNA FLAMENCA DEL SIGLO XVI.
POR S. A. DE S.
II to Domingo. Adema.s de los Andagoya.,
de Clareta., su marido y su numerosa
Dos días despues la Consuelo nave- servidumbre, habían aprovechado la
_ s_a_b_a, -vi-en~o-:n_pop_a_, _e_n via. p_a_ra_S_an_·_ o_casi_o_n va.rins personas~mpo~t:t::.de ~~
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REVISTA QUINCENAL. 223
Puerto-Rico para hacer el viaje á la puesto espiar hasta mis propios peosaEspañola
con sus mujeres, sus hijos y mieotos ~
sus esclavos. La nave estaba, pues, re- -Clareta, i has perdido el juicio 1
pleta de pasajeros, los que en IJreve se -Apárt:üe, dijo ella con un aueruao
formaron en dos grupos separados: á de tan iudomable ira, que en realidad
un lado veíase 6. la orgullosa flamenca, parecía deroeute; apártate y dé jame
ricamente atav,iada y rodeada de su ser- en paz, quiero pen!:ar á solas.
vidumbre, siendo su primer doméstico Al decir esto se dej6 caer sobre nn cofre
sn humildísimo esposo. Los flamencos que por allí ha.hia, y ocultando la cara
siempre andaban separados de los espa- tras de su tocado, permaneci6 mustia y
fieles, no solamente por su ignorancia callada, con los ojos fijos sobre el hori.
del idioma castellano, sino porque su zonte, basta que avistaron á una islilla
mala fama, como aventureros sin ley ni llamada La Mona.
Dios, lo;; hacia temibles, y todos evita. Esta isla 6 islote arenisco era ent6nban
su compañía. Al otro extremo del ces paradero obligado de toda nave que
navío se h:tbian agrupado los pasajeros pasara por aquellas regiones, porque
y pasajeras criollas, huyendo con afecta- allí encontrA.ba. una abundante provi.
cion del lado de Clareta,lo que hi~!~o que sion de exquisitos meloneA y otraR fruésta,
al notarlo, se le subieran los co. tas propias de aquel clima ardiente,
lores á la ca"a, y sus ojos echaran chis- que eran consideradas como las mejopas,
murmurando estas palabras que res del mundo. •
muchos oyeron y recordaron despues: El Capitan ruand6 que se o.cercaran
- Ha: m o insultan! pero ho de )'a- á La .ilfona, y di6 permiso ú los pasasa.
r á España y poner queja al Empera. jaros para que los que quisiesen desem.
dor contra esta!'! melindrosas de Puerto- barcaran en busca de la provision de
Rico,-y más bajo añadi6: si no me la frutas que se acostumbraba llevar copa.
ga.n fintes.... roo exquisito regalo ú los amigos de
En seguida dijo algunas palabras en Santo Doroiugo. No hubo uno, ni el
flamenco i su marido, el que tambien miswo Ca pitao, que rehusara saltar :í
había notado el evidente insulto, y mi- tierra, 8alvo los espoaos Longobaal y los
raba á los españoles con aspecto ame. flamencos de su servidumbre, qtuenes
nazador. Las palabras d() Clareta pare- dijeron preferían permanecer á Lordo.
cieron calmarle, y limbos permanccic- El navío estaba. anclado como á ménos
ron callados y meditabundos Je doscientas toesas del puertecillo, ¡
. Entre tanto Margarita, que Labiu así los pasajeros tuvieron que entrar
· cobrado verdadero cariño á la impotuo. en las lauchas del Ca pitan para saltar IÍ
· sa. flamenca, procuró hacerla olvidar ol tierra. A pesar de la descortesía y brus.
1 desden de las españolas, y nbandooau- quetlad que babia mado con elln. Claro.
1
do la compañía de éstait, se acercó ;Í tn, Mnr..,.arita, tiutes de embarcarse, se
Ola reta, tratando de hablar con ella cou acerc6 f la flamenca y la dijo que puessu
acostumbrada amabilidad; pero ésta to que rehusaba acompañarla. á tierra,
la recibió con una descortesía tan evi. tenclr.ia cuidado de llevarla un canasto
dente, que Margarita se ofendió, y co- de las mejores frutas que encontrara
sanrlo do dirigirla la palabra se uni6 al en la isla.; y sin aguardar conte:.ta.cion
1 opuesto grnpo. bt~jó l.igerautente ÍL la laucha, y un cuar.
1
-Bien haces! dijo entre dieutes Ola. to de hora despues atracaban los bo.
reta, al verla alojarse, así será más fá.:
1
cil mi venganza!. . . *'Entre todas las semillas quellev6 Colon
-¿Qué resent1m1ento tienes con esa. ea el segundo viaje á las AotillaA, la fruta
amable española.? la preguntó su roa- que ~ejor se di~ fué ol melon, pr~spera.u_-
1
rido que la babia oído. do, meJor en ]as ¡aJas que en ~e pana. Hac1a
V . l · · · , mat~ de 35 anos que Colon hab1a llevado IM
¡ -. lVe e Clelo, lmpert1Dente. res. semillas o.l Nuevo Mundo; o.aí, en cultivo era pond16 ella. con dluezp., i te has pro. genma.l.
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224 LA ?lfUJER.
tes á la playa y entraban ú la pobla.cioo
todos los pasajeros.
Cnaoclo la flamenca se encontr6 sola
en el navío con la'l gentes de su raza,
qne eran ademas sus sirvientes y a.paniagnados,
JoR llam6 en torno suyo, y
con acento firme y audaz le~ mostr6 el
fondo de su pensamiento. Con aquella
elocuencia que inspira una gran pasion,
y con la natural a~tucia que poseía, les
hizo un .:orto discurso, en' el cual em.
pez6 por halagar los malos instintos de
los aventureros, pi otúndoles los goces
que proporciona el oro, y en seguida
les dijo que hahia llegado la oportuui.
dad de hacerse ricos, ~;6lo con alzarfe
con el buque repleto de toda suerte de
riquezas, tanto pertenecientes á los particulares
que iban de pasajeros, como
tambien provenientes del quinto de la
corona y las contribuciones de lo¡¡ últimos
Etras cabezo.s,
si en Espafia tienen noticia de ello, ántes
de que podamos veuder 6 cambiar
el botín.
-Bah! os arredra cosa tan Rencilla!
replicó ella. Iremos á Francia 6 á Inglaterra,
y allí, en breve, dispondremos
ventajosamente del cargamento.
Sorprendidos y subyugados con la
• audacia viril de aquella mujer, todos
lo'~ fiamencoR accedieron á su indic.:a.
cion coa gritos de alegría, é iban ya á
poner por obra su fuga, levantando el
nocla, cuando Ola reta les hizo !,iefia para
que Re detuvieran y escucharan lo
demas que tenia que decirles.
-Escuchad, amigos, y no os apre'lu.
reís tanto, que tenemo'3 tiempo. iN o
os parece qne puesto que os he alum.
hrado esta aventura que no se os babia
ocurrido, yo tambien sea premiAda por
ello excepciooalmen ~e?
-Parsupuesto l exclamaron todos, y
vuestra. parte en el botin será la. mejor
y la más considerable.
-Al contrario: yo no pido un ma.
ravedí de lo que haya e o la na. ve fuora
de lo que sea de mi propiedad, más
aún, doy la parte que me pudiera tocar
en la presa, y la parte de mi marido, á
trueque de un servicio que os voy á
exigir.
-Decid qué, señora Clareta; estamos
á vuestras órdenes, os reconocemos
siempre como nuestra ama y soberana!
Hablad, no hay cosa que no haríamos
para complaceros.
-Bien, amigos, muy hien! Por ahora
me basta vuestra palabra. Aguardad
no momento miéutras que consulto con
mi natural consejero, con mi esposo.
Entre tanto aprontad vuestras armas,
afilad las lanzas y tened á mano las
partesanas y arcabuces, porque las ha.
breis menester.
Pasando en seguida á un lado con
Luis, animado el semblante por una
luz extraña, le dijo con voz forzada:
-Luis quericlísimo, es llegado el momento
de darte parte de mis intentos
y ¡evelarte el secreto de mi conducta ...
-t Ya se cumplirá ese voto misterio-so
que ha. sido el tormento de mi vida 1
--Sí, contec;t6 ella, extraviad~> la mirada
y tratando de sobreponerse 1í.
cierto temblornervio!!o que parecia.emba
rgarle lo. voz, sí, amigo mio, en ad~
!ante no hallarás en mí una mujer ca.
prichosa. y de mal génio, sino la esposa
mús Julce y obediente del mundo: una
paloma, u u sér humilde y rendido IÍ tu
voluntad.
Al decir esto apretaba las roanos del
admirado Luis· entre las suyas, y le
magnetizo.La y quitaba. el ánimo y la
voluntad, lanzúodole miradas de ternura
que suspendían y embelezaban al
enamorado flamenco.
-Es decir, esposa mia, re<>pondi6 él
con ahogada voz y turbios ojos, que en
realidad me amas como yo á ti?
-iLO dudabas, ingrato 1
-06mo no lo babia de dudar, mi
Clareta, cuando nunca me lo babias
manifestado como hoy 1 Y, Dios me
perdone! basta he llegado tí pensar que
tú te servías de mí como un iostrumeoto
para llevar {¡ cabo no sé qué ioten.
cion misteliosa.
-Ah 1 Luis, no sabe~ cullnto be te.
nido que luchar pnrl\ ocultar mis senti-
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REVISTA QUINCENAL 225
mi en toll! y al Jecir esto se sonrió con 1 miéotrM ellos aguarda han en la plllya
expresion fúnebre y cruel, y le mir6 el regre~o de los barcos con algunos de
1
otra vez con la intensidad que acaso
1
Ios esclavos que habían llevado. Cuanemplea
la serpiente c11ando abre las do vieron los flamencos qne llegaba la
1 fauces para. tragar~e á su víctima. primero. lancha, algunos bn.jaroo á ella,
1
Pero correremos un velo sobre el so pretexto de ayud~r (¡ las mujeres á
resto del diálogo entre los dos esposos: subir ú bordo- con los canastos de fru.
no queremos manchar nuestra pluma tas que llevaban, -y l1aciendo que pa-
1 patentizando las arteR, arguciM y su ti- sarao éstas sobre cubierta, los marine.
llezas de que se valía esta mujer;para ros se apoderaron de la embarcacioo y
convertir á un hombre honrado, y que remaron dando vuelta al oavfo, Rubieo.
no babia pensado nunca en cometer un do á él por el lado opuesto. Miéntras
crímen, en un ser desnaturalizado y que hacían esta evolucion, que impedía
perverso. Hay misterios tan teuebro. que el bote volviera á tierra, la. cubicr.
sos en el corazon humano, que no se ta de la. Oon.suelo preseota.ba el espect.á.
deben sondear ni sacar á luz, porque culo rulis horrible: los flamenco!', obe.
pueden llegar á perturbar las nocionec; deciendo á una órden de Clareta, se ha.
del bien y del mal en el alma inocen. bian arroj:1do sobre las mujeres iude.
1 te; el retrato de un espíritu tan pro. feosas y las habían traspasado con sus
fundamente per"erso, y conciencia tao armas, con tanta presteza y habilidad,
1 extraviada, pudiern. llegar á ser una que no cayeron en la cuenta los que
inmoralidad, y es siu duda una mala llegaban en la segunda la.ncha, y ero.
¡ obra describir la. honda corrupcion que pezaron (L subir al buque fiin saber que
lo cara.cterizl'l, y los medios de que se se precipitaban á una muerte !'egura.
vale para llevar á cabo sus malas ac. Sin embargo, Clareta, notando que
1 ciones. la novia. de llernnodo no había llega.
Bástele saber al lector que despues do en el primer bote, se inclinaba so.
de una corta lucha. entre los buenos bre la obra muerta para. mirar si venia
seotimientús de Luis en contm de las en la otra. Efectivamente allí estaha,
perversM ioteocione!l de Clnreta, al ca. y al verla la de~gra.ciado. niña la dijo,
bo éste fué vencido enteramente, y no 1 al poner el pié en el primer p.,ldaño
sólo convino en hacer cuanto ella. le de la. escalerilla de lazo que pendía del
pcdia, Rino que se encargó de persuadir costado del_ navfo : .
a los de mas flamencos á que cometieran -Ved, se u ora Claretll, he q uendo ve.
un rrfrneu que, como se verá adelante, oir ~delante y sin mi padre, que quedó
no puede tener perdou de Dios, puesto en tlerra, para. traeros pronto esta her.
que fué tan inútil como cruel, tao in. mosa canasttl. de e~cogidas frutas 1
justo como inmerecido sangriento é La flamenca. no contcqtó nada, sino
inhumano. ' que apartándose se o.•lela.ntó hácia el
punto en que debería suré'ir sobre cu.
1
III bicrta la amable espnfiola.
-Ciareta., lo. dijo Luis con acento
Dos horaR despues el nnvío estab:~. do súplica: Oh! salvad á esa infeliz
1
enteramente preparado para hacerse doncella !
¡¡la vela, y s61o aguardaban la vuelta -Imbécil; respondió su mujer, arran. ce los españoles para cumplir las órde. cándole la e~pada que llevaba ensao.
nes de la flamenca.. . grentada en la mano. Jlifiserable! grit6
Eo ~anto l.os pasaJeros con el Cap1te.n aquella fiera, i piensas que despues de
Y la tr1pulac10n de la Consuelo ~e Rolaza. haber hecho tantos sacrificios be de
ban en tierra, basta que llegó la hora venirme á enternecer ú últím~ hora 1
d~ volverse á em~arcar. Los hombres, Si eres tan débil, apártate, que yo saVlendo
q~e no cab1an todos en las lan. bré vengarme con mi propia mano!
cbas, ennaron adelante ú las mujeres, Al decir esto, de un salto, como una
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2:?6 L A MUJER. -¡
pantera, se puso delante de la. pobre caribe!;, y viendo una goleta náufraga
1 víctima, y con el cabe :lo suelto y des- y dada al travez entre los arrecifes de la
• melenado, las mejillas ardientes y los orilla, desembarcaron para verla. ~e cer-
1
ojos encendidos por t<>das las pasiones ca. Encontraron que era nada ménos
infernales, levaot6 la espada, y áotes qne la Consuelo. Se internaron en la
de undirla eo el pecho de Margarita, isla para descubrir cuál babia sido el
gritó con una. voz tan estridente q11e la paradero de la tripulacion que busca-alc.'
l.nzaron li oir desde la playa los que ban, y ú pocos pasos dieron con señales
hn.bia.n quedado allí: de una hoguera y de muchos piés mar-
Al fin Re cumple mi venganza~ cados en la arena, como si allí hubiesen
Hernando de Solís me despreci6 por ti, los indios tenido una fiesta, cual las
muere tú por él! que ellos usan en celebracion ele una
Como hemos dicho, esta matanza se victoria. Mús lejos hallaron entre huellev6
á cabo si o que las víctimas tu vi e- sos y podredumbre gran cantidad de casen
tiemJlO de dar un grito, ni los mari- bellos bermejos y una completa meloneros
desarmados pudieran defenderse,- na larga y sedosa como la que con
ac;í, perecieron todos, sin que aquellos tanto orgullo solía ostentar la. flamenb.
Lrbaros, excitados por la flamenca, per. ca. Clareta.
dona.ran 6 niugun hombre, mujer 6 ni- No les qued6, pues, duda alguna de
1
ño: ella, decía, quería castigar en esos que naufragando en aquella isla se hainfelices
los iusultos que ha,bia sufrí- bian visto acometidos por una turba de
do su reputacion eu Puerto-Rico. caribes, quienes, instrumentos de la Di-
El feroz asesinato de los pasajeros vina Providencia, castigaron á los cruode
la segunua laucha bahía sido pre- les piratas,-castigo que todo criminal,
semiado desdo léjos por los que esta- tarde ó temprano, en secreto 6 en púba.
o en tierra, $in que pudieran defen- blico, recibe en este mundo y en el
dedos, por no haber por el momento otro,- y si u duda la expiacion babia
ninguna embarcnciou en el puerto. sido terrible, pues aquellos indios se
cilio de la isla. A.~í, horrorizados y lle. gozaban en martirizar (i sus prisiooe.
noR Je impotente desc!>peracioo, vieron ros para que las víctimas tu vieran
qne los flaiUencos levaron el ancla de tiempo de presenciar su propio sucrih
goleta, izaron las velas y salieron ficio.
1
del puerto Jejando un reguero de ca- El misterioso y horrible fin deClareu.
Lvertl> en la mar y una huella, de san- ta fué propio de su existeocin, y nadie
gre eu pos suya. • sabr:í jamas si aqnella mujer se arre-
··· .. ............. . ....... .. .......... . ........ pinti6 de su crímen e o sus postreros
Al cabo de algunas semanas el Ca pitan momeo tos, ó si se mantuvo impeoiteny
los p~su.jeros que habían sobrevivido, te basta la hora tle la muerte. Las terecogidos
por una nave que pa.<~6 por rribles esceuas que dieron fin ú la exis.
La .. .lluna, lograron llegar á Santo Do. tencia de Clareta quedarán para siemmiogo
y fletar algunas embarcaciones pre envueltas en oscuras sombras, co.
para salir á pt~rseguir á los flamencos. roo guard6 el secreto durante su vida¡
Deseaban por lo menos castigar el ho- j aquel corazon tan negro cuanto apasiorreudo
é iuconcebible crímen cometido nado; lo que prueba una vez más que
tao sin <:nU!It'l- ni objeto. Buscando ooti- no hay crírueo que no sea capa~ de cu.
cia de los prófugos, llegaron un dia. á meter una mujer celosa cuando su eduuoa
do las islas Lucayas, pobladas en- cacioo ha sido mala, y "cuando no la inst6uccs
s6lo por crueles y antrop6fagos pira sino sus malos instintos y vive ol-
\"Ídada de Dios.
* No inventamos estos horrores, y el cu.
rioso lector podnL encontrar l01¡ principales
rasgos de esta. na.rracion en la Prime1·a Parle
de las'" Noticias Ristotiales," de fray Pedro
Simon.
FIN.
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REV I STA QUINCENAL. 227
ALGUNOS CONSEJOS A LAS SEÑORITAS.
y ¡de haile sino npo\'nda en el bmzode un
caballero c¡ue h ·bu!lcnrú asiento al Inno
do In ~eñora AD l~X LOS BAU,F.S, EX
LOS COXCIERTOS y E~ LOS BAXQUETE:;. rt\nte toda h funciou proourará acercar.
~e cncln vez que pueda {¡ h persona que
UN h:\Íl<1 G!l uo campo el() b::dnlln en In deho ~on·ir do ROmhm. E~ do sumal
el cual so ponen en competencia ellu- iuoivilidnd qne las jó,·ones ~e cquivojo,
la helleza, la mode~tin, ll audacia, queu eu las piezns que deben bailar
el bueno Ó mal carácter, }a gracia, y COil UlJ 1) cual Caballero, y llO tienen
sobre todo es el lugar donde !'C puede dio;culpn cuando lle\an su cartela en
de plegar con lucimiento el arto Je vi. que los l•ailndores e~criban ;:u nombro.
vir y In urbanidad bien entendida. La com postn ra, la m ocle tia, h senci-
1
"'Estas di ~ersiones, di.:e madama de llcz y t>l buen gusto deben pre-idir en
CelOilrt, pro,uponen riquer.n, buen to- los vest itlos y eu los rnod~les de lus jó.
no~ cost11mbre del mundo, y por consi. fellns. Deben procmnr 1¡ue el caballero
!!Utcnte parece un contm(entuJo no co. cou r¡uieu bnila uo~e les acerque demn-nocer
perfccmmento los JlTCCOJptos de sindo, v que jamas le~:~ hnhle nl oido, y
urbanidad que los rigen." Pero lac: e\'itari quu In~ diga oo'n alguna durnn.l
~eüoritns que nún no hnn frecu!'nt:-~do te el rato 1'U que~im con ella al derredor
la socierlnd, nnturnlrnento no e,ráu al de los s.llones. Uun vot. dctunttlo,; debe
corri(>nle do mucha!! coStlttnhro'l que continuar b CO!l\Cl"i'tu•iou iuternunpi.
1 rigen en el baile y que e'! preciso cono- tia en In. vez nut~nOI', pero aguardará
cer pnm concur-rir á una tio t:~ de e.'ltas. tÍ ']lle ul cnhali•Jro In dirija prunero la
Cuando se quiere obsequiar á la c:o. palabra. Nunca "0 reitú rmdosnmcnto
cit.• la mesa
procuraron que todas las invitadas jor reg'la que se debe llevar siempre en
bailen, sacrificándose ellati mismas á la vida prúctica.
pennanecer sentadas si encuentran que Todos saben que es de buen gustosa..
hay algunas que no han bailado. Pero lir de llos bailes sin ruido, procurando
eso sí, es indispen¡:able que la que con- hacerlo sin que lo vean 106 concurrentes,
1
curra ú uu btüle sepa bailar bien, y si para ncl turbar el buen humor de los
ignora ese arte debe rehusar las invi. demas ¡r recordarles la. hora. En ese ca.
taciones que se la hacen, pues es suma so no e¡s preciso despedir:;e de los due.
incivilidad dar malos ratos ti los que ños de casa, salvo en circunstancias
bailan con ellas. Al encontrarse con muy m1arcada.c; y particulares.
sus amigas durante la ejecucion de los Si dmante el baile se ejecutan algulanc.."'
·os ó la. cuadrilla, se sonreirán con nas pie!r:as de canto 6 de piano, se debe
amabilidad y procurarán manifestar 1 guarda1r un profundo silencio, y es del
gracia y desembarazo cortes en las re. peor gutsto, y manifie>ta una falta coro.
verencia.~ y paseos. N unen. debertín re. pleta. d1a urbanidad, el conversar y reirprender
con aspereza á los que se equi- He durante ese tiempo, ui tampoco cri.
vocan, sino al contrario ponerlos en el ticar co1sa alguna m aplaudir ruidosa.
buen camino con un amable ademan y mente.
no manifestar sorpresa ni burla. Más 16 ménos las anteriore'l observa-
E' muy mal vitsto entre gente culta ciones ~Jirven para las tertulia<~ de mé.
retinrse de las 1íltimas de un baile, nos tono y de rnÚ!I confianza. Pero, por
pues parece como ~>i su quisiera apro- regla goneral, la confianza no debe convcch:
tr ltasta el líltimo mendrugo del vertirsEt nuncn. en descortesía
festín. Tampoco es bien recibido entrar
dem11.'iiado temprano ni demasiado tar. S. A. DE S.
de; en el último oaso parece como si se
quisiera alardear de buen tono ó que (Ccm;tinttw·ú).
LA MENTIRA DE SABINA.
J\OVELA ESCf\lTA f!~ Ff\Al'{CES POft LA Pftl~CEl;A O. CAI"\TACUZE~&-ALTIEJtl.
(}¡>ublicadp en la 11 nouuo des doux Ulondea,, en lulio u ~\goa~ do J880.)
" . . .. En cuanto á las ventajas .... "
-Riapites !. .. rifi6 el sefior de la Rulliere.
Bien ¡;ahes cuánto me disgusta
" .... E~ cuanto á las ventajas que eso y lo haces para molestarmu. Conpudiera
alcanzar la agricultura con ee- tinúa. .. , .
mejnnte sistema .... " Con voz imperturbablo, Sa.bma con.
Un acceso de tos interrumpi6 la. lec- 1 tinu6 leyendo. Pero 6 poco la interrumtura
de Sabina. Quiso volver á empezar, pi6 el ~1ullido de un perro. Este se ba.
bero el humo de . tabac~ que In. aho~a- bi~ te~tdid? frente. al hogar con tran.
a la lleu6 al m1smo tlempo los OJOS j qmla beatitud, y sm duda soñaba en
do lágrimas, al travez de las cuales no
1
que estla.ba en otro mundo en donde los
podía casi distinguir las letras. Así, re- perros pertenecian á amos clementes
pitió balbuciente : y siempre de buen humor, cuando una
PRIMERA PAR'T'E.
I
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REV I ST A QU I NCENAL. 220
patada le hizo voher á la vida real. notar que él babia dejado caer la pipaDe
un salto atravesó la sala, y escon- una vulgar pipa de labriego-y que la
diéndose debajo de un mueble con la cabeza inclinada bácia adelante ocultacola
entre las piernas, miraba á su ba la barba entre la corbata, Sabina
amo, pidiéndole compasion. empezó á bajar la voz gradualmente.
-Maldito animal! exclam6 el señor Un silencio repentino lo hubiera desde
la Rulliere. Jamas be logrado ense- pertado. En r.eguida. se calló, y á poco
fiarle á que duerma sin roncar 1 s6lo los gemidos del viento turbaban el
Y a.l decir esto tomaba el foete que silencio de aquel castillo.
siempre tenia cerca y se disponía á cns- Así pasaba la jóven todas sus vela-tigar
al culpable inocente. das, pero merced á esa hora de paz y re-
-Delante de mí no, padre mio! dijo cogimiento, la única que ella babia
Sabina. guardado para sí en todo el día, Sabina
Y levantándose abrió la puerta. El no se consideraba desgraciada. En aquepobre
animal aterrado se escuni6 pron- lla. hora evocaba. los recuerdos del pa.ta.
mente. sado, permitiendo que su imaginacion
Una ráfaga de viento de otoño se en. le pintase un porvenir de felicidad, sa.
tró entónces por la puerta abierta. Llo- cando á luz uno á uno todos sus ensue.
~ia á cántaros aquella noche, la tempes- fios de dicha, los que iluminahan su
t'l.d se azotaba contra los vidrios, el aire vida opaca y mon6tona con su brillo
entraba silbando por los corredores del fugaz. Era cada día una ventana que
castillo y el humo que no podia salir abría á hora fija, para contemplar un
1 or la chimenea llenaba el salon, el cielo tachonado de fúlgidas estrellas.
que, en union del nauseabundo que pro. Pero cuando ella veia. que su padre iba
ducia la pipa del sefior de la Rulliere, á despertarse, cerraba proutamente esa
brmaba una atmósfera imposible para ventana. misteriosa, guardaba en el
Lna mujer. Sabina, sin embargo, no ha. fondo de su corazon los fantasmas res.
cia alto en ello. Volvi6 tranquilamente plaudecientes que había evocado, y di.
á su asiento cerca del hogar, arregl6 ciendo adios á sus ensuefios predilectos,
C'uidadosamente en torno suyo los plie- como nua madre so separa con pesar
gues de su vestido de seda, alis6 sus ber- del niño que se duerme, vol vía á la
mosos cabellos negros y continuó la lec. oscuridad de la vida.
tna de la Rwista ag·ricokt desde el pun. Ella entónces continuaba su lectura
t ) eu que la babia interrumpido. á média voz. El señor dl!l la Rullicre
El señor de la Rulliere, viendo que oyendo al despertar el mismo encarle.
lnbin huido su víctima, quiso uesfogar namiento de ideas que tau admirableAl
10al humor removiendo los tizones mente lo habían acomp01ñado al país
01 el hogar. Lo hizo con tanto ruido de los sueños, so persuadía que no ha.
q1e Sabina crey6 que podría descansar bia dormido, pue~: hubiera pensado
un momeoto. que era una debilidad indigna de úl el
Su padre se volvi6, y mir.~ndola con sentirse cansado des pues de haber pa.
o,os ittyecta.dos de sangre y la cara en- sado el dia entero recorriendo el camrojecida
con el calor de la candela: po. Doce horas de camino por medio
-¿Y ahora qué sucede 1 grit6. Estoy de tierras de labranza; una noche pa.
etcucbando, continúa! aada al aire libre para sorprender ú un
Ella miró el reloj de sobremesJ.. cazador nocturno; un viaje á caballo de
-Las nueve! pens6. Dentro de una una mañana entera, en ayunas: naJa
blra, poco más 6 ménos, se habrá dor- de esto era. para él suficiente motivo
nido y me dejará en paz. para confesarse fatigado. Así, pues, Sa.
Continu6 leyendo sin replicar ni de. bina, que le conocía todas sus debilida.
twerse. De vez en cuando levantaba des, y se aprovechaba de ellas cuando
l& mirada por encima del folleto para le convenía, jamas le dejaba compren.
vtr si su padre se babia dormido. Al der que babia penetrado el secreto de
TOMO IV 29
.......
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230 LA MUJER.
esa. siesta q·ue tomaba todas las tardes mento qua él ora e l tínico amo en Ru
al lado del hogar. E~to hubiera clado casa.
por resultado el arrancarse la. libertad Sa.hina posoia llll carácter viril y un
y la. paz de que goza] m. á esa hora, lujo coraí\011 Jeme ni u o. Buen:• y caritativa
raro para su vida ocupada. con todos los dcsgraciaJos, no por e110
Nuestra. heroína no era naLurahnon. dejaba de reñir fuerte01ente á los culte
soñadora. Habia llegado, adema~, á pables. El señor de la Rullii:~re no e rn
aquella edad en que el corazon femo- más enérgico CJllO f:la.lJina en caso!i clanioo
ya no se abandona :i los eusucfios, dos, y ¡.;u paJabra, á veces üura y breve,
sin caer en el sentimentalismo exage- chocaba en el primor m<.otne1Jlo. Ow;.
rado, escollo de las vírgenes de cabellos taba manifestar fra.ncamente su npi.
canos. Había cumplido treinta aiíos y 1 uion ~ccrc·a de las personas r¡ne trataba,
era soltera, poro nunca había sentido 1 y en Rll cara les cleci:L á veces duras
el meuor vacío en el c01·azou eu tor ot.ra ,
fiaba de todo seutimiento que no se pu- 1 parte, como todas las órdenes que cl::tdiera
definir claramente. Pero lo que hn. eran 1licladas por una rer·tiLud y
tüás la indignabn. era b mentim bajo 1 uua lcSgica completa, la obedecían á
torl::ts sus formas, así como touo lo qnc l ella con m;Ís gusto lJUe á sn paclre, culo
parecía falso 6 fictici0. Sin de!JiliJad yns exagomdas exigcucio.s y órdeues 1
pa.ra sí misma, creia tener derecho tle f'Oolradictoria..<; uo tomaban un aspecser
severa para con los tlemns; p'Í misllla; y h~'g1:n la ~-.:pcn
·z pedia consejo, J g 11staba resolver rie~~t·ia, f'Íen voces p11esh (L prueba, la
f"OD l;\1 .;ola razon los prohlenu1H que Pn. persmH~ e¡ He s~ cncol<•riílu. en lns di»coutraba
cu su camino_ Cuando Sahi. puta~ ac·aha ~>iemvre por 110 tcu1~r rana
hal.ia. formado un prnyeclo, ninguua zon, aunque la hnbiorn. teuido al prindificnltad
la. detenía: 1 mrchnba rer:Ul- 1 (·ipio.
me u te húcia el fin que bO habia pro- <..'01110 el ¡.,efior ele la LtHlli; ro sietnpucsto.
ponia en caro paila. todo su l:ljér. pre t•staha montado cu cúltHa, era su
citP de peqnefins diplomnc:ia.c; c¡ue había estado uornHd, su tew pernmeuto mua!
r;ítuado eu difereutes posicione~, sir. y corl'ieutc, y no pelt~alt:~ cu \Oncet ~eviénrlose
audazmente de las delJilida. mejanl<' tlehilidad, como no ~e le ocndes
y lo'l errores de su pa.dre pnra luchnr rria catubwr el color Jo suR ojo;.;: c~l jacoulra
él. Pero una vez ganada la vic- mas tenia razou. De~clo que el bendito
toria tenia la generm;idarl Je no mani- 1 fefior bahía llegado á edad do di:-;r•ro- 1
festar su trinufo, de manera que su cicm, nunea lie le ocurri6 qne potlin
pndre, á quien gobernaba ú fuerza de hacer un esfuerzo para enrarse de ese l
euergía. constante, penl'aba ilusoria.! humor violento ,-el que m\t.u1 al monte
- -
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REVIR'rA QUINCENAL. 231
hnhia ido rrcciemlo y cmpeorawlo con 1 do. Rehm;1S redondamente. i ERo p:ua
In edad. Basto. sns facciolJCs lo deunu. qné lo serviría~ ¡Qué ganaría con ir i
ciaha.n. J~ra cnl1Íuces un anciano for- París :J. discutir intereses ajenos 1 y, onnirlo,
alto ele cuerpo, de un.riz aguileña, tre tanto, ¡ qniéu cuidaría de los suyos 1
cahellos color dl' hierro, cortos siempre, Se perJerian ocasiones para comprar
llevaba el bigote erizado, las cejas en pedazos de tierra, y no tenia. :í. quién
dc~~nleu, y de tal m:\nera. arrugarlas en 1 dejar que cuidarn. de los innumerables
todo tiempo, quo 6c habían uuido. So l pLeitos qne siempre tenia entre man?s.
comprcndin que rm cráneo dehcria ser A.. rn(t.c;, ¿y sus sementeras y sus oveJas
duro como uua picdro.. Le odiaban uni- quedarían abandonadas 1 Et;~ · aqnel
ver~u.ltnente á diez leguas á la redonre tenia l}llC ~cr avariento. ha.
1
nunca, como tampoco en querer á. ua.
bienrlo tenido u u padre pr6•ligo. Onan. die. ¡ Ar-aRo tenia tiempo para scme.
do la muerte hd6 la. mano del gentil- jn.ntes friolera.'> : So cas6 ya entrado en
hornhre, r¡ne dcjaha corrPr el oro como 1 edad, y no Lo hauia hecho ántes porque
agua, el hijo tomó en lt~ snya el 1mtri. le fastidiaba la idea de u o a. mujer e u
monio p:~tcruo y jnní rct·ouslituir la la Rulli{>re y sobre todo le arredraua ol
forlu u a perdida. Él no mnhirionaha di. gasto. Pero sin emb:ugo, éra.le iucli~;peu.
IJUI'O si llO LieiTi\S. (~ueria U too o trance sable tener HU hijo para que le ayudasr>
ser rico, no para gozal': ¡mrs era más de~puc-.; en sus fa.euas campestres. Uu
seur·i llo en stu.; ~nstos quu el m á, pobre Albino de la Rullicre que lo huredam.,
de lo,; labriego~; •10 para capitalizar: dc.~¡mes de haber recibido uua. mluca.
pnos dt>scontiaha de 1otla e~pcculaeiou, cion propia para ser su iutcl.ident.e.
sino para rcdowloar sns tierras. A.ma.. Natnra.lrneute la Providencia. tenia c¡ue
Ita la tierra como uu l:l!.riego de raza. coof0nn:u;-;e {Í. s•Js proyecto:~, y le cuNo
cotnpretuli:~ of m dicha c¡uo uo fue. viaria ese hijo que necesitaba, y cuya
m In de comprar{¡ pn~eio bajo mHL de- madre no He le preseutaba sino como
Jw,.;a, 1111 Jll•dazo de terreno. Si para uu acc<,:,orio tlesgr;tcio.dameute iuovita.
logrado e 1~ 1. prcci~o a.provcchar>~e dP la blc. Despup,; de haberlo pensado m uangusf
Í;t dl• :tl!!11U iufeliz, IJllntia tan fcli;r. 4f·omo Tito ct!audo ha- gurnhan que su coustautc mal humor
hia. hccltn 11tH~ ltuena aecion. No se se cambiaría con el matrinwuio. f;t,
pncde dt~l·Ír que le iuspirarn. ln. :tmhi. desp11es de haber compreoJidrJ que oo
~·ion, cm si111ple: H.mte la. ~·otli•·ia tle !il~r había oinguu terreno que pudiera
tlnetio d~ t icrra.~; uua. uecPsidaJ de saber anexar al suyo pot' medio rlel umLrimoqnu
cratt suyas lo domion.ba, a11:íloga uio, se decidió á o..;co.,jor la novia qne
ti la del avarieuto q11o lo l1ace auwuto- tu viese mús crecida fortuna. E.;c fm~
uar iuJefiuitlam~ente pieza:-; de oro. A el único móvil que lo guió eu :m elec~~
l nada le importaba la opinior1 públi- cion.
ca, ni qucr1u Ht~r influyente eu su pro- Pero P''ecisameute la. que posein el
vinci~, ni lnc~i r d~ cualquier otro ~nodo. ¡ Jote más cre~ido con Hu peque1ia n.taU
n dta lo prnpu!iiCrou hacerlo D1pnta- 110 era unl~ lllña cllca.utadora., de e hez
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-------------------------------, .232 LA MUJER .
-------------------------------------------------------------- V
y oclto años de edad,-él babia cumplido 1 año~, no dejaba de mimr la fisonomía
cuarenta,- rubia como la. aurora, fres. descompuesta de la moribunda. ::lus
ca. y ro!la.da, con ojos cla ros, en los cua. grandes ojos negros parecían leer en
les las lágrimas se confundían con las su pensamiento. Demasiado pa recida. á
sonri~as; naturaleza dulce y sin ener. su pad re en esto, elln no era expnnsiva
gí:a; corazon de cera, en dont!e cada ni cariñosa; pero si no podía expre~ar.
emocion dejaba una huella dolorosa y se bien su corazon, compensaba en pro.
profunda. Semejante carácter debería 1 fundit!ad y energ1a lo que la faltaba de
anono.darse bajo el fér reo yugo que le. ternura. Jamas babia prodigado C/\ri.
imponían. .Albino de la Rulliere sí cia.s á su madre; pero en aquel mamen.
notó que la novia era demasiado j6veu to supremo se iuclin6 sobre la agouiy
bonita para él, y vaciló un momento; zante, y rodeándola con sus brazos, y
pero en seguida. cay6 en la cuenta de recostando aquel cuerpo frágil sobre su
que parecía muy d6cil y que le o be. pecho, la dijo:
deceria; lo demas no le importaba. --N o tenga cuidado, madre m in; 8'!1
Despues de casado fué tal el terror que felicidad me será siempre más cara que
supo inspirarle á la pobre niña., que la mía; se lo prometo.
ella jamas os6 tener una O}linion di. Un relámpago do ternura y de grn..
ferente de la suya. Ella se repleg6 en. titud i lumin6 la cara de la moriuuuda;
tóoces dentro de sí misma, devorando en seguida cerró pnr11. siempre eso~;
s11S lágrimas en silencio, pues él se las tristes ojos que habiau llorado túnto.
ech'l.ba en cara como un crímen; y en. Desde aqu'31 dia. Sabina no tuvo otra
cerrándose en un mutiRmo desesperado, ocupacion ni otro pensamiento que ve.
continuó vegetando :í. la sombra oscura lar sobre su hermanita..
de ese gran castillo, en donde la mono. Una. anciano. doncella, que vivia en
tonía de semejante existencia no era \la vecindad, la señorita. Floriuda de los
1 interrumpida sino por las ruidoAns reu. Allais, quiso servir de madrina :í la 1
niones de cazadores, de las cuales ella buerfanita. Ella conocía perfectamonte
1 ora invariablemente excluida. I"a iofe. las penas que hal,inn oscurecido la au.
liz lloró muclJo cuando naci6 su bija ~:,rustiosu. vida. quu se acababa de apagar,
1 Hnbioa., porc1ue su marido no le ocultó y preveía para su ahijadita una triste
1
su di~gusto . La hizo respoMable de h~ inftlocin; a.<;Í ofreció tomnrla á su cargo
Jcc~pcion sufrida y no dejó de reñirla con la mayor instancia. El señor de la.
cruelmente. Pero mucho peor fué cuan. Rullil:re acept6 con mucho gusto; puro
do, tlespues de cntorce año~; de estérile:s Sabina, que se babia couvert1do reponpesadumbres
y de amargas repronsio. tinnmoute de uu1~ nifia en una mujer
nes, otro pequeño sér vino (¡ golpear á enérgica, atreviéndose por primera vez
la puertn de una vida que tan poco á elevar su voz y manife,tar su volun.
envidi,dJle le babia parecido á la pobre tad, declar6 firmemente que ella no
maclro. consentiría jamas en que se contiara ú
Cuando le a,tjuuciaron que habin da. ¡ su hermanita á otra per¡;oua, reserván.
do á luz otra hija, ella sintió que ya 1 do.;e el derecho de c1\itlarb y educarla
no tenia. más lágrimas que verter, ni 1 personalmente, y asumiendo toda la
fuerzas pnra soportar esta nueva de- ' responsabilidad del caso.
copcion. .Ademas comprendió que se 1 L::~. señorita Florinda no iusisti6,
rnoria y no le quedaba sino una. pena: l comprendiendo quo aquella niña seria
la. do no poder llevar á mejor mundo 1 un objeto en la. vida de Sabina, cuyo
á la niñita que su padre ha.uia recibit!o 1jóven corazon corría el riesgo de secon
una maldicion. iQuién la defendc. carse en una a.tw6sfora de trabas y de
ría y la protegería contra su malevo. egoísmo.
lencia? se preguntaba en los últimos] En cuanto al padre, miró á su hija
momentos de la agonía. estupefacto, y su sorpresa le quitó la 1
1 Sabina, que babia cumplido catorce. facultad de la palabrn. Sabina=
1
-------------------- --
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R E V I S T A Q U I N C E N A L 233 1
preodicípula veotud.
muy oesuplicada. 1~1 carácter de la. ni. En cuanto á su hija menor, el señor
ña 110 era propio para recibir la edu. de la. Rulli~ro babia olvidado ca.'>i coro.
co.cion feme11ioa que su madre procu. pletameote su exL'ltoncia, merced al
ruba. darla. Uuo. •e~ dueño. de sí mis. cuidado que ponia. Sabiua. en ocultarla
ma, su padre no se ocupó de la in~t.ruc. ú los ojos de su padre.
ciou do Sabina, bajo pretexto de que 1 La niña crecia y se desarrollo. La en.
las TU u jure~ no necesitnuan a. prender tre tanto, y al cumplir los &iete aiíos,
uada; pero olla misma busc6 ln ins. Sabina. empez6 ú desconfiar de la edu.
truccion que la. agradó más, no ocu. cacion que rccibiria á su lado, y com.
p(lndo!'e sino t.le aquello qm1 podio. pro. preodi6 que la suyo. había llÍuo sufi.
fuudizar con gusto. De allí result6 que ciontemente descuidada. Do resto, ella
cobró aficion á cosas que no parecían no tenia tiempo de consagrarle muchas
propias de su sexo. Como todos los horas, y la pobre niñita, relegada en
libros que babia en el castillo de su, maoo.c; de las sirvientns, huia. como una
padre no versaban sino de agricultura., 1 culpable cuando vc1a acercarse á su
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"234 LA MUJER.
p:~~lrc, pMando lln::l. existencia. infeliz,
sin juguetes ni otros niños de su edarl,
, y cuya úuicn distraccion era correr al
1 aire libre: inagotable diversion para
lo~ niños criados en el campo.
II
nnltneote. Usted sin duJa l1a olvidado
q1te cnautlo murió 111i pobre mndro, su
hermana, mi tia de E~sé, ofreció llevarnos
á su casa.
-Ah! ¡con que no se trata sino de
eso ~ exclamó con ironía su padrE\. ¡ Te
aconsejo 'lue acepte~ la. invitaciou ! ...
¿Piensas 'lue al cabo de siete años abo-
Flora babia crecido en medio de ra te voy á permitir semejan le cosa.?
la~ gallinas y los conejos, sin tener, á ¡U un invitacion que ni siquiera 100
pesar ele eso, el airo de robustez y sa- ¡ di!{n~ contestar!... ¡ Y era. do ''erse la
lud que da el campo. E1·a una niñita tn.l carta, llena de expresiones de hiper¡
ueña, de tez blanca y trasparente, pócrita conmiseracioo, en las cuales
y cuyos Mbellos, de un rubio ardiente, 1 p::..recia como si tra.tarl\ de librar de
descendían en cascadas de oro sobre mis garras tiránicas á dos niñas iufelisus
delicaJos hombros. Se p:necia. á su 1 ces~-.. ¿Y eso es lo que te autoriza
madre, pero poseia una expresion más l :ohora para. inventa.r la especie, curiosa
viva, y su boca sonreía mejor y su mi- por cierto, du <]Uerer ir á arrojarte con
' rada em rn~s inteligente que la de la 1 tu hermanita en brazos de la. pn.risieur¡
ue la había dado la vida .. Sabina veía se, sin duda. para poner á Flora hajo
que esa. niñita no po!;eia ni sn iurloma- su proteccion ?. . . E.;¡\ es tu inteucion,
blo energía oí ¡;u salud de hierro, que , ~>upongo. T1u1,iera c;ido mejor entónccs
' jatn'ls !'Crin nna. eampeúna como ella., aceptar de una vez lo. propuost:~ que
ui en verlhd en naJa :re. ; E~to pasa do raya!
hauia vuelto loen. -La señora de Essé era b herma-
-Ademas creo que me llevaré á¡ Ha de 1ni madre ..
Florita, repuso tmnquilaUleute Sabina. -¡Pardiez; ¡Bien lo sé yo! Y ca-
El señor de In. Rullii'·re comprendió lmlmente eso os el 1notivo principal
qnc babia. lle~ado el tnomento do eu-1 que tengo pn.ra prohibirte que te co.
furer·erse. So.hiua dej6 pnsar la horras- mttniques con elh.
ca, y clcspnes de componer uua serruu- -Ella no tieuo hijos ... roplicú Sa- l
da taza Je café, en rcemplar.o J~ la hiua.
que hal)ia derramado el señor de la -¿Y qué? dijo su padre, &iu corn.
H.ulliPre eu su sufocacion: prenderla. 1
-Veo, dijo tranquilamente, u herma..
gmlos lauios del ~eñor do la Rulli~rc. uita. No ¡;:e lo ocurrió á su padre que
-¡ ~fuy hil'n l dijo, saltttlaudo irúni- ltuLiera sido tmís propio <¡tto él acom- 1
camcute :í Sabiua. ! Perfcctamcuto, hi. pal1nra á sus bijas, y Sabiua. tuvo lmeu
ja mia: 'J'e felicito, eres de véras mu. cuidaJo eu no nuvcrtirselo.
cito rn:ís vi va de lo rcs en sus clorukilios ¡
otrn lfl!O reparto limo;:,uas scm:walcs y
utcHsuales, y oLm IJIIU f\rr .. "
t'OJltl'lltn, r¡uo fuú guuda c~uí. pr••hihitla por concilios y
1 fuuJad:~. ltaco w:Ís do voiuto atlos; <¡ttc ducrctos ;;Íuodales,-!ii c.-> en realidad
1 tu\'o Hospital y !Ít'llt> ahora escuelas rugida, como so ttos lta asegurado, por
er• el ccliticio de Lfls .l[JI"lS; que cst:í lo, que creen eu el ESI'IHI'l'ISMO. Bu e.
di vitlid~ hoy e u cuatro ~eccioues: mm no es que lo~ ca.túlicos sepan la di feque
aticudc :¡ la eusefíauza eu escuelas reucia que hay cutre esta.s dos asocia.¡
quo ha cstablecitlo, y en o,..taulccimien. cioues, y ¡;e aperciban para ayudar á
1
tos cotuo el Hospital do Ran Juan de1ll:t u u a y uc¡;ar su coutiugeuto á la otra.
l>ios, las c:írcoles, &c.; ott a quu cuida
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236 LA MUJER.
subvenciona algunas otras de varones
II y de niñas establecidas por partícula.
res en los cuatro barrios de la ciudad,
Sogun la ..tlfemoria de que hablamos, con derecho de inspeccionarlas y de
la SOCIEDAD ( oatólica.) DE SL'i V ICEN- que en ellas se admita por su cuenta
TE DE PAUL, que se compone de dos- cierto número de niños á quienes se les
cientos nueve socios, se ocupa princi. debe enseñar particularmente religiou,
pn.lmente en dar limosnas á los pobres moral y urbanidad. Ademas varios de
11
vergon~'tntes más necesitados, inscri. los miembros de la Sociedad dan ense.
hiéndo~ en el último año, en la lista fianzas gra.túitas en el Hospital de cade
éstos, á setenta familias que reciben ridad, en el Asilo de varones indigen.
con puntualidad mensualmente los RO.. tes y en varios templos de la ciudad.
corros que la Seccion Limosnera ha Desde 18i8 se estableció una. Seccion
creído por conveniente distribuir en. que se ocupa asiduamente de la ins.
tre las personas m{IS necesitadas de la truccion y enseñanza moral y religiosa
ciudad. Ademas han auxiliado á varios de los presos de la Penitenciaría de
otros enfermos y pobres oosualmente, este Estado.
que bao necesitado cambiar de clima A m{IS de e:stas labores, la Sociedad
para recuperar su salud. no cesa de trabajar, en cuanto e::.-tá á
La. Sociedad procura no solamente su alcance, en todo lo que tienda á so.
alivia.r al enfermo y desvalido, sino correr, moralizaré instruir al pueblo
que bnce esfuerzos inauditos para im. indigente de la capital de lt1- Uuion.
pedir la corrupcion y la pobreza fu tu- Sentimos en el alma que la Sociedad
ra, fundando escuelas en que se dé ins. de San Vicente no baya creído com·etruccion
y ciencia. para que los niños, niente aceptar la propuesta que le hizo
al crecer, puedan ganar el pan con su el señor c.loctor Ancízar de hacerse cartrnhajo.
go de los fondos pam llevar á cabo el
Ku el edificio .~e Las .A!Juas sostiene proJ:ecto d~ fundar definitivament~ la
una. escuela de niños varones, con 140 llllClada '' ~octetlad protectora de 01iios
alumnos, á quienes se les enseña reli. del;amparuclos.'' Con los fondos ya cogion,
mora.!, lectura, escritura, gramá. lectados y los que~ hubieran recogido
ticn., geografía, geometría., dibujo Ji. iududablemeuw de las personas que
neal, higiene, caliJSténica. y canto . .Ade- han rehu!!ado Reguir contribuyendo, te.
mns hay un taller de carpinoorü .. y otro merosos de que dicha. Sociedad cayera
de zapatería, en donde aprenden c~s en manos del Oobiorno,-de ¡;cguro so
oficios por ahora ( pues los recursos no hubiera podido fundar un Asilo, ¡¡j no
alct1-nzan para más) 32 niños. En el lujoso, al mc!uos un tanto :-uficicnte
mismo local hay una escu~la da niñas para empezar la labor. La luz delEvan.
con 165 discípulas, á quienes se les gelio ilumiua siempre á todo el que
enseña religion, moral, lectura, escri. ~;in miedo transita. por el camino de la.
tura, aritmética, urbanidad, co~;tura y virtud ; y cuanuo no se pierde la fe en l
bordados. Tambien para las niñas ~;e .TosucriRto, ÉL proporciona. medios im. •
ha establecido In enseñanza. de tejido previstos por la ra.zon humana para ,
de sombreros, que la reciben vcioticin- llevar á cnbo lns obms de caridad. j
co alumnas. 1
Pero no solamente la Sociedad tiene S. A. DE S.
á su ca.rgo esas dos e:~cuelas, sino que
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REVISTA QUINCENAL.
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HISTORIA DE DOS FAMILIAS.
NOVELA DE COSTUMBRES NACIONALES, POR OLGA.
( CONTI::s-U.\CIOX).
EL afecto que Lucrecia gun.rdnba en' emprender intrigas de mala ley cou
el fondo de su cornzoo p:tra Germau, COf¡ucta. sin virtml; ~>erin. capnz de tin.
hacia p:nte de elln misma., se puede gir ternum y :Lhuegacion dumnte al.
decir, creciendo y desarroll:í.nclose á gunos ilias pa.m reconocer el terreno y
meclitln. que ella. crecía. y se de~anolln ver hnstn dt)nde puede llegllf su audalm.
Pero aquel nmor e11 ella nada. te- I'Ía; pero si ¡.;e cncuentrn. <:on una um.
11Í:l do prof •OO uí tle vulgar, siuo quu, jer buena. y virtuosa, en breve se fa~tí.
ni contmrio, era tan puro y santo co. cliará y uo tcn,lrá esenípuloeulmrlnl'2C
1no 1'Ólo pneclcn ~eutirlo lns almas ver. 1le elh y a.baudoonrb. ¡Pero desgraciad;
oderamcnte creyentes: amor nhnega. da, Jo la r¡uo pieum que puede cambiar
tlo .v fuerte, que casi uo tieuc uada de y co11verti r :í fuerza de amor y sacrititerrestre
y que no uccositn. ser cone!-1. eios :í un hombre pervertido y Yiciosn!
p,ondido, porque uatla pitio y nada tic. L·t flor de In. e:>pcran;r.:t hn. muerto en
SO'\. Aunr¡ue se ha abusado tnuto de la él, y 80 ha mnteriali~:Hlo de tal m:tncpnlahrn.
ríngel, un podemos compar:u ra, que no c:omprendc abc:olut:uneute
e.~e s;outimícnto en nua nii'í11. cándida é la espiritualíohd, ui cree eu l,\ YÍttud
ipocP.nte, sino al que deberán sentir los. tle uinl{nna ltlnjer; se rie de tutlo lo
Angcle3 de la. (Juanl:t por las alma<: lmcuo ,\' s~nto, y para poder gozar sin
1 que tiene u ú. su cargo. ¡ Uurd no seria :r.ozobras do l:t vida tnatcrial. únit'o
el tlolor houtlo y vehetn011te para J,H. objeto Je Hll e.dsteociu, ¡lrOClll a ol\•idar
crecía., cuando se persuadió cpte :tt¡u1q que hay un Dios en el c1clo 'fll~ le jur.- 1
que ora para ella una parte de sn nl-lgnr.i alguo dia; prcteuJc ;;er aleo y
ma no mere.:ia su 111:Ís tníuirno nfecto! 1 bi:~Efcm:~ pnm no tener qne temhlar
Auut1ue pintan al amor ciego, no lo e,; auto su concieJH.:ia. Pero, Jiní.n muchos,
sino cua.nclo :;e quiero Líen serlo; e~, al ; cur.nt"~ incn~tlulos y viciosos ~l.l lwu
c-ontrario, piempre. Ella no lnchú contra su des- Luis, (~ue era. naturalmente reservado,
tino, y aunr¡ue no gnardn.ha h menor c:asi n•uoca. cambiaba. uun. idea con la.~ ¡ ilusion acerca de Germao, 110 po1lia per:-;on,ns de su cn~a y Alberto cootiodiarlc.
ERto la hacia sufrir iurnen~a- uua.ba ausente en J<~uropa. El ho~ar altar~ las lágri10as do todos los ojos;
salvo Sil vi a que sol ia buscar n Lucre- • sabia. poner ta.l exprcsion extrañ~ á la
cia. algunas veces, por capricho ó por música. más conocida, que no había
falta de otra cosa que ba~er. Sólo las 1 quien la escuchara sin emocioo. Pero
dos madres se veían de cuando en cuan. l! á pe91U de eso Lucrecia permanecía
do,-yendo doña N a.rci~a li casa do do. sola, con el corazon marchito y el altia
Pastora para tener con quien la. ma m~na. de deOJConsuelo. Estaba sola
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¡r -- REVISTA QUI~CENA.L.
ll en su ~ris~e;a y aislada. de los dcm~, 1 amigos. Los mercadcn•s y ~utPsanos mo 1
1
como aqnel que por hab1H contempla. ac:ribilhtban con cartas de cobro, los 1
do alguu horrible y fh•solador misterio, mozos del café me tuimbau mal, el hos.
~>e hubiera sentido qucm,wo y ofusca. telero me falt6 al respeto .... y á pe~ar
1 do con un brillo inferual r¡ut: uo pue- ¡ de <¡uc ofrecía y u e pronto me llega na u
rlc olvidar. fondos, ellos al fin ~ u e fnwcos qlle
"Querida mamá: ' ute ha.biau estafado ¡ Y r1uiéu le patece
•· Si uo hubiera ::;irlo porido tan bien aCo!!ido ; y t•ra y pa~IÍ, -no sin IUtH:hos rugnüos y ro.
re:dmcutc co"a imposiblu el maoifes- convcucionus, -las bUJons •¡UO ruc co.
tarroe cou1o un rni.craltlo t'Í l!atcro al !traban, lo cual no dehu do haburle co:.lado
du los Coudes y los ~Iarc¡uu,es qne l tado umyorsacrificio ú bU riyuo~a. ~\de.
111c iu vi lan á Ladas p;Lrtus .Y a u u me ha. toas, al ¡.¡aca.rme de la prísion me llcvr)
ccu d honor de tutea.nm~. Es cierto que á ijU casa, en donde poco lile LubiHra
vieudo la diticultad IJUO llabia para e.,t;Ldo, si no re!;ultarn c¡ua ycnrlo algo
con"ct!uir clinero yo duberia haberme iudisptu~to ya, esta iudbpo::.icion so
du'iuolto á mi tierra, pero ,..u Ule pre. couvirti,) en uu11. .era\ ísitua enferme.
seutaua uu inconvenieutu iosuperaLle, dad, quu me ha durado nlguu tiutulv y
y cr:t c¡uc dehia. alguno:. pico" al !'u~. mo ha. auiquila.do muchísiuw. E tío
trc, :~1 alquilador da coci1CS, al dueño ALmuada me ha notificado c¡ne no Ultl
del liotcl en quo vivía y aldol caféque l proporcionará recur:.os ningunos t-~i
frecuentaba, á más do otras cuitas de quiero permanecer n.c¡uí, puro quo n1e
rucoot· illlportaucia. N o era deceuto, du.rá lo suficiente para el viajo si lo
1
pues, ¡¡ouer piés en polvorosa, y deja.r emprendo por el próximo paquete. Hu
mi rcputacion mal soutaJa. con mi:> 1 tenido que convenir au ello, pue¡¡ la
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24.0 L A :MU J E R .
de1>gracia de haber eRtado en la cárcel' Ahnmada. el protector ele Alberto Yi.
me avm~iienza cou mis amigos y uo llaunevn, y d que haLia salvado de una
quiero desperdiciar la oeasiou de vol. posiciou muy angustiada ú German. La
ver á esa á costa del bolsillo del pa.- car ta era dirigida á doña Pastora, y de.
1 riente. cia así :
" Estimada señora y parienta :
"Dígale á mis hermanas que roo a rre.
gleu bien mis piezas para cnaudo yo
vuelva, y que no ohideo poner en mi "Esta carta es para felicitarla á ns.
snloocito de recibo uua de las butacas tedyá toda.sufamiliamuycordialyafec.
del costurero, que mis asientos son po. tuosamenlo. Alberto, despues de hon·
co cómodos y es justo que ~>e me trate dos y asiduos er;tudio~'>, había recibido
con alguna consideracion. Esto entre. todas las órdenes menores y hoy ha si·
tanto que renueve todo rui tuobiliario, do definitivamente consagrado al ex.
el cual ya me parerení. demasiado vnL elusivo servicio del Altísimo. 'l'auto los
j gar á mi rettn·~o, u u a voz que be visto mncsi ros como los discípulos y con.pac~
t?O debe YiYir un jó"Veo de mi po- Jieros de cla"e me han manifestado que
t-~lcwn. el hijo de U!:iletl es un modelo de un.
"Eo casi todas sus cartas me ltac:e ciou, cou!'>agracion, p~edad, clulzura y
U"'tcd hs mismas pregunta;;, las cuale,; nmabilic~arl con todos. Usted deLe es.
l1e olvidado siempre conte.stu.rla.s, y tar muy satisfm:ha con c·~to porque
como soy enemigo de preguntas que á por ro;;h geueral la cducaciou pri.
1mch co1Hlucen, y noeias aYeriguaciones, mera que reciben los júvctws eJe la
en las cuales uo d·~ben mezclarse }n..; 111aclrc es lo flUC an101da su carácter y
1JH1jeres. de una vez le voy tÍ. conte!\tar es la uornm ele :::u vid:1..
lwy para. evitar (¡ mi lle!jndu intenoga. ")Ii finti.-facciou en o~tn. época e u
torios clesngrndaules. Me pregnuta us. Paris !m sido sin embMgo aJUargac.la
ied c¡né tal voyeu n.is estudios, y ¡;j ya por la triR1e condncta de otro ptniente
1 haLlo frances con vcrfecc.:iou. A lo pri. 1uio y lejano allt•gado de la h111ilia. de
rne1o le di rr que u o hl! teniclo tiempo ur;tcd: l•alolo llo Gertnnu Ahumada.
1
de abrir u u libro desde t¡ue llcgut\ y 1 HulJieudo venid.'> ebe pobre j.>vcn á es.~
con1o las Universidades e11 París estuu te ceutrn unives:-;ul do tollas h~s corrnp},\
jos del centro de la cindntl, hasta eiones y todos los tk•leites del ¡;iglo, cu11
1
alrfll'a 110 lie ~·isto que ningn 11 jcíveu {¡ los cascos lLla jiuet:-t, hambriento ele
la lllocla pa~e c·l rio para a~istir :i la<; 1 pln<:ercs. lltJuo de \a.uiclad, RÍo fnmo
auho;: la elogaucia. y el estudio Fe al:_!llno en sus pasionc", y de;;coso do
cxcJ,,ycn ú mi modo dl• ver. J.}¡ cuanto ¡lucir mm 11erwua. real111ente uotahle
al icliorun franccs truupoco he ndclan. en lo físico,- no os m ro, }JIIe>, que hu.
tatlo mucho on ~1. la sociedad tle los jcí. hiec;e caído hasta el fondo e u esta Yorá.,
'out·~ hispano-americanos, c¡nc c.; b giuc pru isiemc, en doud1.1 hau perecí.
tíuica que freencuto, no hal>b sino eu do, es prcci~o confesarlo, p0rsouas de 1
c.:astclla.no, ¡qué uecosiuarl teni.t yo dt• mucho más juicio y muuho tü:is se~o 1
rornperme la caber-a para aprende!' Ull que rJ.
ÍlliOLUa iuútil para mí y que no ltabia " Despues de haber despilfarrado
uc prnctiL·ar! cuanto tmjo y le mande) su madre,
"Al>Í, pnes, una YC?. contestadas satis. empezó á pedir pre~;t:.do y ú tlohcr.
fac.:tori:uncute rus preguntas, me despi- le ú todos, ha~ta que sus acreedores
, do de usteJ hasta ele aquí á tliJ mes. ~a- le sumicl'otJ en la cC~rcel. Apéuas llegué
ludo :i mis hermana;~, y reciua un abra. á Pu.ris me avisa ron el :;u ceso, y me
zo ele su afectísimo Lijo, quedé sorprentlido y at6nito a l eocon.
trar que Germau debía una suma Jea].
mente crecida. S.in embargo, no vacilé,
La otra carta de que hablamos al y aunque no sin haLerle sermoneado, le
principio del ca.pítulo, era. del doctor !'aqué de la cárcel, pagué lo que debia
GERMAN.'.
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RE VISTA QU INCENAL 2Jl
y le llen~ (¡mi ca!'a., con prohibicion de' para mandarlo más recursos á su ber~<
alir tic ella siu mi couscutimiculu.
1
mano. lJofía Nan.:isa lutbia acabado por
Felizmente para él sus loctuns y vicio~, vender la casa (vi vía en ella pagn.uc.lo
y auu tal vez las escaseces sufridu.s en arrendamiento) y las joya.'> que poRei:t,
los días de prision, le produjeron una para mandar á su Lijo por cada paquofiebre
tan violenta que se tomi6 por !'U te alguna Ruma, pues no le escribía
vida. No le diré cuiíl ha sido la asidui-¡sino pam pedirle mi'> y mús dinero.
dad en cuidarle y las trasnochadas que
1
Tuvieron lugo.r ent6nces en casa de doha.
pasado al lado del enfermo nuestro ña N arci~o. escenas en extremo desa- 1
AIIJerto. Ln'> revelaí·ioues horribles, la gradablcs, c:uia ,·ez que ella pretendía 1
corrupciou y malas ideas Cjlte e u su de- que sus hijas se deshicieran de cuanto
Ji río ha p:tten tizado Gerwa u, es cosa por tenían de valor para mandar el p roducto
cierto que espauta, y si no fnera porque de ello á Gennan para q ne luciera en
espero que algun día Dios tendrá piecbd Pnri'> . .Las uiñas se negaban á ello, la
de él convinit':udolc, 11Uhiera desefltlo madre gritaba y las reñía, las muchaque
ese infeliz murieraahom al empe- chas la faltaban al respeto .... en fin,
zar su n~rrcru, y no al c:abo de años, ac¡uelia casa era no infierno, y la esdcspuos
de habm~e acabado de corrorn- casez, el mal humor y los disgu!itOR
per y de contt1giar ú los dcmas. Dije emu diario!'. Sihia era la miís 'fehequc
fcliztueute se había eufenundo por- ruente eo sus recritniuacioues contra 11
q11e a.~í no laaymido te~~aciou. de du.~o- Germnn que prete~1d1a arruinarlas, y
1
.
bedcccrme, 01 yo de rentrlc, Sl preteu- no cel'aba de run01fe~tar :'í. su mn.dre
1
dia salil" .í. la calle .r volver:'¡ sus mult\s que felizmente su padre no la habia 1
costuUlbros clumutc los dias tjllt: dcbl~ dejado uu!l fortuua á su disposiciou,
permanecer en París. porquo yn. ln, hu biern. concluido en pn..
"Entleudo r¡ue .Alborto lo escribe ú gar los Yicios de Germnn.
usted In rgarnentu, pe m como ~~1 si u tlu-1 -¿Llamas vicios tener un buen rletla
no le huhln.rá cousejos, por Jo ¡;us O.!>ieutos eu los t11atros, las cotnidns
mi~1no 11111:; yo he ~en·ido :'i csll pobre que da ú s11s amigos y domas vag;•muojóveu
aquí. Pero t.: reo q no \11\f~ lJCNona doría.c; i. .. N o, manu'., usted pu~J~ enorcomo
m;tod podría, mejor qu~ nadie, gullcJ.:urso con eso, pero á nosotras untratar
do hrtcer u u !Ji e u :Í c_,n familia da nos importa ....
n.brirudola los ojos y haciéndola ver que -Eres muy dura c.lo corazou:. ...
la conduct~t de Uennau los llevará r~l -Pues sí, jamas he dicho que soy,
todos al alJisn10 y ú ln. mi~erin. " ........ tierna .... Ademns, bien sabe usted que
... . . ... . . . . ... . .. ... . .......... Gcrmnu miente que es una maravilla,
Doña Xarcisa, con su habitual too te- es jactancioso, fatuo ....
' ría, no cay6 en la cuenta do que la carta. -Válg[tme Dios l exclamaba doiía.
j d? ~tt hijo ~ra. un~ obra mnestm ~e ci- .Narcisa, que sean los envidiosos los que
msmo, de 10gratitud y de ~go1smo. le calumnien, lo comprendo, ¡pero sus
Ella .s6Jo peus6 que Gennnn hahia sido propias hermanas 1. ...
muy desgraciado, y que si uo hnbia te- -Sus propias hermanas, contestaba.
nido suficiente dinero, la culp:t era. de ella, tienen IJUO sufrir por 61, y ellas
sus hijas que no habían qucritlo vender soo las que vienen á pagar su conduc.
sus jop!>, como ella se lo !JuLia pedido., ta desarreglada ....
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LA MUJ ER. ---,
Conversaciones por est; teuor ame- 1 que éste le bahi cuestiones de primer órdcn traen quedado l!ino la nec.>sitlad, miserablu por
1 aóitados todos los Gobiemoa europeo:.: las cierto, de librarse de las dificultades del lllo-
1
cucstioues orientale11, quo resultaron de la mento, bacieuuo eoucesioaes, saLisfaciendo
ú·tmul 9utrrá, y las religiosas que perturban reseutimientos y pasiones peraollal~;:~:~ y fanlcs
cspu·i :us en varias uacionet1 de Euro(Ja. t.asías y aun codicias dt: ]Jartiuo." ¡J·:n luglat~ITa el ioeiciante del aLeo Brad- ))iarialllonte se reunen en Paritl y en otras
bugh,-qu~ rehusaba prestar el jurameuto do chtdade¡¡ du l<'raucia amenazantes congrc11o11
u;anza, y que al fin lo íué permitido tomar 1 ;ocialistas, que prol•lawan t~iu rubor el coa:.
iento en lll Parlamento, ciñéndose á dar su munismo y la anarquía: entro tanto el Go-l
p~labra de honor,- ha causado honda impt·o- bieruo ee coutenta con invil,rilarlos, y si ¡Jmston
en toéas partos de la Gr:w Bretaña. En hibe las asociacioues religiosas, tolera con
l'rusia Biél!Hlrk, despuet~ de haber hecho la gusto aquellas socic1lades enc111igas de toda
1
guerra :í. l:.s creenuiaa religiosas, ha hecho moral, cuyas declamacione~:~ incendiariat1 alarpAliar
una ley (Jor la que se da alguna líber- man y aterran 1i l:u¡ poulacioues.
t-lllltnát~ á lo~ catúlicot~, viendo que los nece- El rl!grooo ai .!!'ranciad~ los anmisttaclvs
sita!Ja p:ll L qnc guerrl!aran con él coutru la por lou;\ tiiHlrte do crímenes polítícoll y so-propt~
galllh revolucionaria y sociali5tn. El cialcs, coincidió con la ¡;-rau fict~la, tlcchlmd,\ 1
Gobicruo do Hélgica ha entrado ou contra- uacional, el\ el anivonmrio do la uotltruccwn
P'tutoos con el Vaticano, acabanuo por row- Ull la Balltilla, a.:aeciua el H ue Julio uo
per con el Pupa y retiraudo el Ministro qu~: 1781>. En Parill la fiesta fué egplénuidu: ilu- 1
ttui1\ acrcuitado cerca. de Su Santidad. l!:t!t.c m1naciou gcueml ¡ ¡H·occdionec~ con autor- 1
ÍIJcídcute I•Ucdo ser muy grave para Bélgica, chas; distribucion u~ hand~ms nuev<1s al
p•wsto qu•J amenaza la paz de la Xa11ion, ej.Srcito ¡ arengas m1Ít1 ó mónos inceuuiariatl ¡
uaudo motivo (Jara qut~ se susciten guerrás fundontlll gnitis en todos los ttlutros; fuegos ,
du partido y de roligion. Eu Francia la ex- artifi.:iales ¡ c-anto de la Jlarselhsa en toda<>
pul~ion du los jusuitas es la cueatiou que está partes y, segun el Pull-Jlall do Lóndrcs,
al ónleu d,,¡ día ; las protestas lluevun uc to- las campanas Jo 1:1. iglesia uo San Gcrman do ,
das las ciudades, aldeas y campo!!. ~n todas Auxerois repicaron la ,lJarsellesa (Jor órden
laS jerarquías do la sociedad, dice la wisrura ltaliana una nueva ohra tlel músico
p;iÓsaR del pueblo franccs. De!!tcnaront~ Dios .Tulio Cohen, til•tl:ula Bstel/(1, ~· otra del 1
de las leye!i, ilo lox ~ohiemos y do las eRene- profesor Bn'ito, llamada .l!Pjist,~idu. La J
las, y no' pue,Jen mc:uos ele dE'jar comprender primera, IÍ pesar de n•pre>~eutar 811 princisu
deseo de sacarlo tamhicn el o l111¡ templos, pal p:~rtitura nada ménoa r¡uo la l'atti, no
'esos l,atnartes jist~t'tlrs, ha gustado muchít~into.
Inglaterra está otm vez en :;r:n·es conflic. "Hara ve;¡; (dir:c el Pall-.lfttlf) un rlrnma
tos con .\f¡.;h:111ist:m,- aquel país He dcliendc lírico ha ohtcnido tan merecido:i apl:luMs
1
contra 1'1 Jo:n~ir impnet~to por ella, y lllU<·hoM por el canícter ori¡.;iual y nuevo cntenuncnte
desgraciados ingleses hnn muerto tÍ manos de la mÚHica y dcl/ib¡·elo, cuya letra rfl obm, '
1
tle los Af¡;hane!l al:r.arlos. tambil'n, del músico, y aunque bnsado en oll
Dícc¡;e que la e~-Erro¡.eratriz J-:u~enia, que 1 drama de noiilhc, ha sahido elarle una fortna 1
ya voh·ió de Africa, eufadadn porque no han diferente en muchas partes. J>:sta ópera hnbia
permitido trasportar los huesos ~luelo hasta qne ol compnsitnr lo
entierran ñ. los He y es, ii. los héroes y grande,; hi:r.o notaltlctS concccicne~. La Xi !son babia ,
homhrcs inglcsl's ), ha TCS\IOlto abandonar ' tomado h\ parto do ~largarita, .v ltn nnevo
aquel rmis con .,rc.~ nwrrtos y p;\sarsc al con- tenot·, .. .\"mutti, c:mtnha hl parte; de Fau>~to.
, timmte. Holto ha vnolto á Italia, en tlnnclo concluyo
La Reina Victmia c·s tan rígida en !HUI una nueva ópera qne se llarnn .\'n·ou, la que
Rcntimicntoll do convcncion social, que no s~ dice será suporior al Jlrji.~t•!frlu.
pctmito que Mea presenta• la en la <.:orto IÍ lTna ~tiiorita inglesa. l.ncin ~tuith, que ha
uin¡;t•na mujer divorciada do sn mnritlo, mm- 1 cmnplido ya och~ntn aiios, ha pnblícndo una
quo 11ca virtuo!lísim:l. Esto 8egurarnentc lo tradncdon, tlcl hdJren al in¡;léE~, erdo- K
Daba á RWJ enemigos, á quienes mandaba ma-tar
con la mayor im()!'videz. Odiando • Cía~- MhE~E-Oriega muy sabia, que 110 hizo
ron porque babia hwlado contra ella y con- famoaa por nn himno á Neptuno. el cual obtra
su partido, mando emisarios para que fo tuyo mttch:. popularidad.
aaeainaran y le mandaran su cabezl\. Apénna lLo\.RI.;~-La madre de Nuestro Señor JeaaJa
"rió cuando se arrojó sobre ella, profirien- cristo.
do loa mayores insultos, y sacando un alfiler MARlA-Madre de loa Apóstoles Santia-
88 eutretnvo en traspasarle con él la lengua. go, Júdpa y Simon, mujer de Clcnfe, hermaPromovió
una gnorra