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Colección institucional

Hemeroteca Digital Histórica

En esta colección encontrará publicaciones colombianas y extranjeras, editadas entre finales del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XX. Estas obras ofrecen una gran riqueza documental, derivada de piezas únicas y grupos de publicaciones de diversas ciudades, que abordan acontecimientos políticos, económicos y culturales específicos, como el proceso de Independencia nacional.

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    • 8 Libros
    • 19563 Prensa
    • 1219 Publicaciones periódicas
  • Creada el:
    • 15 de Julio de 2019
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Imagen de apoyo de  La Mujer - N. 51

La Mujer - N. 51

Por: | Fecha: 15/12/1880

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - - -- -- ------'--- LUZ Y FE DAN FUERZA. LA MUJER, REVISTA QUINCENAL EXCL U SIVAME N TE REDACTA DA POR SEÑORAS Y SEÑORITAS, BA.TO LA DlRRCCION DE LA SEÑORA. SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER. =-~-_;:;_--=-=-=-==-===-----=-=---=-=-=---=.-_ _ ~-~ N.0 51. r MIERCOLES, DI:JIEMBRE 15 DE 1880. ~ PRECIO 30 CS. ESTUDIOS HISTÓRICOS SOBRE LA MUJER E~ L A OIVILIZA.OION. EDAD ME D IA . IN'fltODUCCIO!f. LAS MUJERES DE LAS OALIAS ANTES DEL ORIS'I'IANIS:\10. 1 ¡ Ga.lias, -los habitantes eran unos búr- 1 baros que vivían en ranchos de vara LA actual Francia se llamaba únt~s en tierra, los que unas veces reuniau tle la iuvasion de los Bárbaros Galio.: en especie de aldeas y otras los levau­limitúbala. por el norte el Rhin, que la taban aislados ú la sotnbra de los bos­sep~ trabu. de la Germanio., y por el canal ques. Erau séres que no tenían miedo de la )!ancha de Iugl1~terra; al occidente ;\ com alguna, y cuaudo tronaba dispa­la bailaba el Océano Atlt~ntico; al sur los mban tlechas coutra el cielo y preteu. Pirincoslaseparabande lalberia(Espa- dian combatir las olas del mar. Los ñn), y(ll.McJitemíneo y los Alpes eran Galos no adoraban sino las co~as mate­sus frontera<~. Era, pues, más extensa riales que veían: fuentes, piedras, ce­que la actual Francia, puesto que la l rros, lagos, viento, árboles, &c. Los Bélgica y parte de la Helvecia (Suiza) ]{ inwis llevaron una re ligio u ménos hacían parte de las Galias. La pobla. bruta.!, la druidítica, que se fundaba cion propiamente dicha de aquellos en ocultos misterios y creían eu la in- 1 1 terrenos se dividía en Galas, Celtas mortalidad del alma y en ciertas di vi. 1 (es decir, habitantes de los bosque~) y nidadas invisibles ú quienes inmolaban , I Júmt•is (asiáticos) raza que se babia los cautivos. Aquellos horribles sacri- 1 extendido hasta .tllbanin (Inglaterra) ficios tenían lugar sobre unas pieuro.s 1 1 Caledonia (Escocia) Hibe·1-nút (IrLu. que aún existen en la Bretaña y en 1 da). Una rama de los Kirnris se lla. otras partes de Francia. ruaba Belga, es decir, belicoso, y otra En ciertas épocas del año los pueblos Armórica, pueblo marítimo. célticos se reunían eu torllO de lo:; lu- En el si'glo VI A. de J. C., que es l gares sagrados para llevar ú. cabo sau. l cuando los historiadores gt iegos dan grientos sacrificios. algunas noticias circun&ta.nciadas de las ! Ademas de los sacerdotes druidas, las 'l'OMO V. 7 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - ----------- 1 5-~ LA ~I U J E R. ---------- 1 mujeres tnrnhien ejercían funri~ncs de Los matrimonio~ r;e hacia u de la :o:i­~ n.cordotisns y algur1as ernn nrgeoe~> gttiente mauem: fll:tnclo 1111 padre te. fJlW fin~inn predecir el porvenir 1'01110 uia unn Lija. en ~d:ul do ca~n.r~c. reunía las pitoni"ns griega.~. Estas Fe di\ iJina en un g-mu fe~tin en !;11 C'a'-a á torios Ull trc' categorías: 1.• Las q11c nn po- los horuhrPs soll,•rns que la pretcurlinu. 1 dian ca~arse; 2." las que tc•ninu mrui. Durnutc el lmtl!¡Hefu lauifi:~ los miraba. . do, y :t• las que servían 1Í lns ~aren lo- } c~tuuiaba delouidalncnte y en segui­' ti"'a~. ''Generalmente, dice Machaug-y. da, dando la 'uelta <'11 toroo tic los 1 11a..-.. mujeres de las Galias gozalma de cou\'iuados du su padre, escogía al c¡ne 11 unt. grnu \·eueracion; nr¡nellos ]lllt>l,]os má..'> le agradaba, JITC,r-ntiÍllrlnle twa veirm en ellas algo de di1·ino, bs con- <'opa. El espo~o ruciuia una elote de 1'11 sultabao en sus uegocios y seguían su¡; mujer, y los t.icncs <¡ue po.,eiau ámLos ~:omejos. Ella.s acornpaiinbau :í sus es- los ileredaha. 1'1 quo' l'OLrPVÍ\·iera. El po~< 6 la ~uerra y á veces combatían homhre tenia derecho lis hijos. In wllezu de aluellas mujcrc~. COtnpa- Las costas Ju In. Ualia, l'll lnc; m:ÍfO'C­rnndo su tez á la leche y á la flor riel LIC5 del Medit<·náneo. ha.hian si ó de la un, y se COLllponia Jo pan- del N ievre, en l ~'t aw in, que Pll los bau- 1 u lt u es muy anchos y cortos, 11 u a es pe- qnetefl de hodn la j•Í\ un Hl )11 c~eu te llilcin cie de camisa ~>in mangas y u un ca pita el !in del fcst in cou una copn e u In mauo lar~a. por rletrns y aLrocLndn atldauto. pre~eotftndosei:L al cspol;u q11u ha esco. Lat> tuujercs vestían lo mismo, sino gido col re los eoHcUI r..:ute-li. A<¡nclln que su Cl\mÍ,..·l era má::i larga, y cchnhau vez,seaca,ualhlndócoll iuteuciuu, dictu sob·o sus oobollos un poh·o rojo y la- los autiguos czonistntt, <:.} ptis be de tu. vútnnse la cara con cerveza para con. vo delnuto ~le! cxtrnnjc1o Euxcuio y lu sonar In lcz pura. presentó la copa. Ln sorprosa y }JrÓba- Criabao á sus hijos con rigirle;r., y hle111cotc la c6lcra tlt.: lu.~ guerreros fu(. al uacur los aumergiau en agua he- ~rnnde; pero N aun, l'reyendo rocono­lnd:\, los obligaban á andar desnutlo:; cc1· en aquello m¡a 6rdcn !le ~us diosc.<:, on el iuvioruo para fortn.lt>c·otlo~. y atcpt6 al fe11icio por Jcrno y di6 eu 1 htC.{O qno cnmin:~.bnn les poniau laa ar-1 dQte íÍ su hija el golfo eu que babia 1 run~ Nl la mnuo. La. guorm ora la desembarcado l•:nxcnio y ulguuos can- 1 unica ocupacion do los Galo:;, y comba- 1 toues mú;;. El fenicio pus(l G !in mujer el l tinn en carro, á caballo 6 {¡ pié; sn nombre griego do..,\ nstóxcua, e,; Jecir. Oobieruo era federal, y cadl\ tribu obo-1 la mejor ce las lmés)l';<;as, y ~, p ro el genio y la grande como furias qne roba han y asesinaban¡ perspicacia y talento militar de Julio ' ~in piedad. A~í Juraron aquellos sal. Cl-Rar triunfó de todo, y en seis afios vajes durante varios siglo!<, hasta que (cincuenta ''~tes de Jesucristo) las Ga. los roma u o,-, dcspne.-; de lmberlo!. co- Jia~; quedaron completamente sometidas rrompitlo por medio delluj<> y el amor! á R.na, sin ~~speranza de poder sacu­al lucro, lograron ('Onquistar las Galias dir jamas ese yugo, á pesar de que va. gradualmente, y uu si~lo ántes de la rias veces los druidas procuraron en Era cristiana, halJiéodolos vem·ido en vano con sus predicaciones imbuir á los 1 varia.~ ba.talln" se constituyeron en \'cocidos Gal;os el deseo de rebelarse. sw1 conquistadores, y la..'l Galias se convirtieron en Prnvi~ia. TOlllltna, S. A. DE S. gohernada. por procóu~ules romanos. Pero atíu ello!! procuraban recupe- (Ccmtin~uarti). ---·- MI PRIMER iAY! Ye·a~ o.l mundo: imas de dónde? .... Yo no lo sé responeer, Corno 1mdie lo responde; Que ese misterio se esconde Do Dios en el gran poder. Como 'ntes de que la roRa 'J'n'i ierl\ forma do tlor, ~~tll( plauta que cuidndo.,a lJua mano generosa Hcó6 cou fresco licor, At=;Í de la informe nada Hu rgi6 mi sér de repente; Y ni punto vine animada f'ou la radioso. mir~ Vol ::;eiior· Omnipotente. l'cq ucfía- dt(hil ni a tu ro. Ayer no más -viuP al mundo, ¡ F11~ por dolor 0 Yeutura Que sahu.h: l11 luz pura. Con un gemido p1 ofundo~ ~layo 31 de t. i7. Tal vez mi pequeJio ser Presintió- ¡><~r intuiciou, Que el alma e lu. mujer Sufre rnM po el poder Que ejerce s~ corazou. Tal voz mi llanto fué ril'la De los hornl1res iguorndn ; O tal VC'.G mi 1 ay! simboliza Que la pena martiriza A la humanidlo.d canu.Ja.. • O tal vez ... ¿A qué seguir? Aun cuando J a la razon Nos deje clr ~al concebir: ¿Sabernos qu~ ea el sufrir Y las lágrim · qué Roa ? ;Que es~ n~¡! que al mundo lanzamo,:; Cuando fL la v•ida venimoR, Es sepreto flUI ignoramo:;- Por mueLo que comprendamos Que para suf 'r nacimos: KvA f~. \'F.RRBL Y MAREA. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 56 -- ---- ~------------ LA FAMILIA DE TI(~ ANDRES. ( };poca de la Independencia - $egunda pa~~~ de la juventud de And~és. ) NOVELA HISTÓRICA Y DE COSTU!![BRES NACIONALES POR SOLE DAD ACOITA o :E SAIIIPE B.. (CONTIXUACION~. CAI•Ín:Lo m. -Pero, respondió )a mestiza, el "e- PRELUDIOS OE CACEJl¡A. ñor Ü~tra. DO pens6 que mis mucbr.chos ~e h:~u criado ú todo viento y están en. Nuá Fernauda era una mestiz~ rica. señatlc::~~ á pasar trnuajos, y ~;us merce. chona, buena moza. clueña de iicrra~. des h~~n vivido Riempre en SantAfé \'eutem y car.ica del puehlo de Usme, mimaQ¡os y cuidados entre algodones ... • en el rnnl maudaha, así como sobre la -~U maclr(~ no uos consiente, eso voluntad 1le ~;u marido 1101' Bústos, el no! e~:clnm6 Marianita. que obedecía ciegatne!.ltc 6. rms mauda- -P. ro, vol vi6 á decir Fernando., tos, á pesnr de que era indio puro y Rafae . ya sabe enla::al' y ha C!'!tado en por eousiguientc hipocritou y muy el p:'Ír•Lmo con su padre, y Josefitn es zorro. guaph·ima, r;abe montar ú caballo y no Manuel se le ncerc6 con airecillo de 1 1e tieq,e miedo IÍ nada. amo: -Yo t.1mbiuu sé montar l exclam6 -Aquí veuimo~. dijo, Fernanda (asf MaunOI. la loahia oido llamar al Cura, nuuqne -Nosotros no le tenemos miedo li 11aJie t-u la altiea le apeaba el ñucí} nada,,_ aííadió :M:nianita con seriedad. }Jilra que nos llere :í la cacería. -Ya se vé ...... repuso la. veutera, - Vírgen Santí~irna 1 exclamó la pero yo no los puedo llovnr m.hw, sin 1 duo!iio do cnsn. eehando hácia. ntras las rnanda.rle preguntar al sefior Cura si puntas de su mantilla y descubriendo los dcjjn coo uosotros por tres días que la camisa lJQrdada y gargantilla y ro- estaremos en el pnramo. ~~río de oro quo le en~ulnuah~~~ su 1 -'J1io Andrés se fué para Santaf~ bren anchuroso pecho. i \' qué dma el estu rrnnfiana. l;cñor Uurn? -Onramba 1 exclamó la mujer. ¡Tan -Él nos diú In liceucia. tempr¡p.no se fué 1 -¡De véras 1 -Yo le ví ~>ali r, ñu á !i'ernnndn, dijo -Sí ..... 1 i\o es cier to, )[ariauita 1 uno do. Jo;¡ campesinos quo babia oído conte~tó ~Iaunel tlirigi,~ndoso ú la uiiia. el diálogo;- cuaudo yo me indilgabct , • t'3tt\. uo coute.~tó, sino que baj6 la para acá, hájalJa el amo Cura que ui t'nheza y se le !muieron los colore~> !Í 1 centellln por el camino abajo, y por 1 la carn. rnlis sefíac; iba montado en el castaño -Como ayer, dijo cou voluhilidnd rabi-cono. Manuel, vieudo que su hermana. uo - ro sé qué hacer ahora con los coutest,~ba, ~;upo que usted se iba ú amito ~repuso la mujer. caoorfa y llevaba 6. Rafael y ,Josefita, • - evarnos! exclamaron ¡¡mbos. que sou 10(&s cl1iquitos que nosotros, Ell11, los miraba indecisa. pues ésta (H~íinlaurlo á Marianita) ya - L évelos, erse. están los jefes de un ejército despucs Toda>Ía se oian ú lo lt-jos los gritos de uu reiiido combate en que Lan que. y vocería de los cazadores y el di~;tanto dado victoriosos. ladrido de los perro:; CUilndo Romualda, Eu aquel rocinto se preparaban los at'ordándose de los niño<;, habia salido ca~ndores para la partida. Algunos n buscarlo¡:;, y como no los encontrase acomodaban en las petacas de cuero eu los patio'> corrió ú la casa da ií.wí lus oliM y lo~ cornestihle~. cuhricntlo Feroauda. Pero yo. estaban léjoe, y uo aquello con runfllls y cobijas para el cncontr,) ú ninguno c¡ue quisiese ir ú abrigo; variosc)..'aminaban suc; escopetas alcanzar la caravana. Llena de apre­de picrlm y amolaban sus cuchillos do heosion y sohresa.lfadu. cou aquella pe­monto, miénlm~; que otros, sentado,; ligroso. expedicion clo los do~ tiernos y sobre los talones, á estilo indí~u. aturdidos niño!!, volvió In mulata á la n.a, so dosnyunahau apurando ~eudas casa del Cura, manift~Stando ii sus co­t< llutua,Ja.s do chicho ó jícarns de cho. sir\'ieutes y esclaYOS quo en ven.lad el colnte de harina. Nucí Fernauda re. doctor Rui:t ha.bio. hecho bien en or•le. parti6 {, c::ula uiüo chocolate y pan, lo narse, pue,; no sabia manejar niño!<, cual tomaron couver,..nudo alegr~:moute pcrmiti~odoles semejante avcuturn,­con lo~ hijos do la casera., in•iieoillos pues no podio. cruer que .Manuel y regordetes y colorados. los que en aquel )lario.nita. la. hubiesen eogl\litldo hasta momento se manifestaban o.milo.undos ese punto y con tan iunudito descaro. dolaute ele lo ..; sobrinos del Cura. Eotreta.nto Marianita Re sentía más Cuaudo nuestros héroes salieron nl .Y m(~.>~ turbada peu¡;ando en cnúlas se­patio lu ba.rahuoda estaba eu toda su 1ia.u las consecueucias de tama.ñafalta.,­fuerzt~, Ulonta.ban unos y carga.l..an 1 pero temiendo las burln.s de su her­Ias peto.cas otros, y" la alga.zr\ro. subía mano procuraba. ocultar su miedo y de punto por momentos. Ya para hacia mil visajes y puchero~. ahogando entóuccs ?lhrianita babia reflexionado los suspiros dentro de su pecho tremu­algo en la locura del proyecto inven. lt~nto. ~in embargo, al fin salió airoAA tado por su hermano aquella. mnñaua de aquel primer movimiento de temor; al desp~::rtarse, el que. como ¡;e ha visto, ' logr6 vencer la.~ manifustaciones de su ~e habin. puesto eu planta con tan buen a.fan, y levantando la vista que había. ~xito. Ademas, n.o;ustada y atolondradn [tenido clavada en las l11rgas oreja!~ de con aquel bullicio y vocería. se asió de la mula, en breves insto.ntos olvidó sus Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ¡----- 1 --:,~----------~=~---L~A~~~-I~U~J~E=~-R~.---_-_-_--_--------~-, aprehensiones por etüero y dejóse lle- gritar de nlegr(a: traía el únimo de. 1 var por la contagiosa alegrí•~ de las sa~osegado y descompuesto; adamas sn pcrsouas que la rodeaban, y entró de escaso vestido la hacia sufrir 111ucho 1 1 lleno eu el ánimo de los francos y seo- porque el viento 1\escH rgad:ts, los toldos armado libertad de ttne jamas !rabia goz.adn r¡ne otro f,·ai/.Pjun tri~to y mu y m~sJJctpu ña!l. El oíolo con- turnos, :;oltú lo qne lle;·aba en b,m_o.no, t.~u.nal>.ltlespC!Ja o, pcl't.• ol atul emoséU- y d¡urdo un salto a tras •ara.:;tro a :-;u nstmo, y nHlllllle hril bhn. ol sol ya no IJCnnauo al Rucio cou ella. tmtaiHIO Jo alc,g-raln l·l paisaje: n u ospa<'ÍO i nlllcmo a,;:\z.apn r . .;e tlctrn.s de uua piedra, ,Ji. 1 y do,igual de.ftui.frjflll fronla.neas cm todo lo -1[ira, .Manuel, mira~ que 1'6 vcia. eo la }J~ttte :~ltn de lo qne 1 Y levautanüo el dedo mostrnbn. el 1 parecía m1 va!llÍ~iwo y triste cementerio.' oh jeto Jo su turbacion, lo cual no causó 1 Ya pr.ra e~Uíuct~s :\Inriaoita no .se reía., ménos terror al niñ~. Era u~da rn(no:; 11 y su l>o'ludla de rosa no se alma para que eluegro ~Iarcelmo, el asu;teute de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ,_ su tio. - el <¡ue acababa de llegal' al campmriento montado en uua mula, llovnndo lle eal•u~tro el caballito Je Mn uuel, cnsi llado y aperado. Los clos uitios permanecieron inmcí. vilc.'l y aterrnclos hasta que FO les ncllr­có ñucí Feruantla, y rocominiéndolos por el engaño, les avisó que su tio manda ha por ellv!!.- dieiéodoles que era proci"o 'lue ~e pusieran ou mar~·ha i mneclin.t:uueute, si no c¡nerian correr el ri.e~go de que le.~ u.nochecie:;o on el nm11uo. Uoufu,.os, avorgooznclos, malcoutcu. to~. •:on lo~ ojos arrt1.'ado~ en lúgri mas, con In. idea do h pcn;pecti \:l. dtl 'iajo dP regrc~go contrn taurlo con ol alegre bnlliGio del r~un.p:uneuto que aiJaHdo­nalJ: uJ, tsiu haber logrado prohnt· ¡;j_ quiera ~~1 sabroso llall•'ndw I]UO hon ia 1 en la~ ollas. los dos utiios su CHtroga. l'on en hrnzo¡.; do :m suerte. Mnuucl llt(mtcí en ··1 cahallito que lo lmuinu llevndo y ~lnrianita flll~ dP. positn.da sol•re la "un.he1a de la. silla .Id uegro. El lnuuillndí,imo Munuel prouuraut\ 1lcsnhogar su na rurupíuutlo ul nirc c·on mil quejns y pnlabws de indi~naciou, mi11utrns cJUO ~lal'iuuita llot·alca dolorosamcllle el ulnM, y ~iu hnblar ¡nlnhra mojaba COil sus saladns l.í¡{rimns el pan y la cou.wrva. dc'i dormida, ohiria.ndo así su miedo y sus pmtas. )lauucl no hnbia. querido ~~tep- 59 tar el pa.u al argo del cauti\crio y tir6 léj01; I'U par ¡e de fiambre. pruf\riendo ,.ufrir t'in lítltites el hambre, el frío, la f1ílem y el 11usto. Cuando ('erró J¡t no. l <.:he, y la oseuriolad y el vieoto helado 1 h!\I'Íau ul re~•reso más y más peooso, inuudáronl'!el!c eu lúgrirnas las mejillas, y aunque tr,¡tnsc de ocultar su debili­dad al sirvi to uo podía Ílllpedir que de \'ez en e ndo {-ote oyem un aho~·a. do SollozO, pCIIMI' Cl~mO lJajaba Jlo. mndo aquol ruisrnn flí'll\la lJIIC hahia sul.ido ríen o. No snhiatodavía el po­bre nifío q o no ha~ >enJero en la viJa que fle uba rieudo c¡ue no ~e Luje llor. nclo ! Pálida, top1hlando, mustia y medio muerta do ' ansauuio y do terror se presentó ~la inuita. delnute de :m tio, que ¡;alió ele u estudio á recibirlos eu el de~cnuso ¿¡o la. c~calera. Al\ erle, la niiía Ses, pero esos inconvenientes hayan dado su apoyo. Ademns de otras uo son jamas sutlcientes para impedir obras y de la experiencia propia, he. que un~ mujer acomodada cumpla con ' mos estudiado las ~>iguientes: •· Conse. sus deberes; y en cuauto á las pobres ' jos prácticos á 1M jó\·enes madres,'' con m~ís razon deben cumplirlos." . . .. ' obra escrita en inglés por Mistre~>s Tay. ' La fatiga mayor que tieue que sufrir lor ¡ "Consejos de una abuela á una jó· una m t:~jer en esos casos es la "de creer 1 ,·en madre," obra in};{lesa de la. condesa. necesario dormir con el niño, pero este de Montcashell; "Consejo!! á las ma. es un incouvenicuie en el cual no se dres," por Tomas Bull, médico inglés, del~e P,cnsar pue~to que es cosa cono. famoso para la:~ enfermedades de las m u. cida y recomendada por todos los mé. jeras y de los niños; "La educadon pro- dicos e1uropeo~, que el nifio debe dor­gresivá,'' por la señora N ecker de 8aus. m ir sollo en su cuna, desde el mismo sure; "La educacion elemental," obra din en ~~ue nace;- para. evitar quetenga. de M. 'l'hery ; &c. frio, la madre le calentará lo mús posi. -- CAPiTULO PlUMERO. PRIMERA INF A~ CIA. ble únt¡e!l de aco~tnrlo, y bien envuelto en franelas y en una cuna aeolchona· da el tltiño dormirá mucho mejor que en la. c~1ma con su madre, re,.pirando un 1 aire n iado y con peligro de ser aho. · gado pc~r el hui se descuida un momen- ¡ to. Si 1 s cosa perniciosa que el niiio duenn~l con quien lo dió el ser, l qu~ Con tierna curiosidad y entrafíable direm de la costumbre de hacerlo cariño rcc ib~ en sus brazos por prime. dormir con una criada 1. .•. ElótO es tan ra vez la madre á su hijo rocíen nacido. imperdonable, tou dañoso, tan desasea. Salta á la vista y compréndese f(l(.~il- do, que1 renunciamos á pintar todos los meo te, que la. madre acepta como una males Glue pueden provenir de semejan. obligacion impuesta por la naturalez¡¡, 1 te práctica.. · y recibida por ella con el mayor gu~'to, Tod~~ mujer que se C&ba debe com. el deber de alimentar ella misq¡a. al prender que dejó de ser libre y que ¡;e. hijo de sus entrañas. rá escl11 va de sus obligaciones como due. Es cierto que hay mujeres que t>i su. ña de ~laSa., como esposa y como madre. frcn enfermedades contagiosas, &i tie· Su re pousabilidad es inmensa, y res­nen uua. constitucion particularmente ponde ~e la salud de su hijo desde áotes débil, ó si carecen por completo de le. de nac r basta la muerte de él,-puesto che, no deben alimentar á sus hijos¡ que la eflgracia de una persona puede l_ ~ro auu las mujcrc:s ~clicadas pue~: prov~n · r ~e la cri!inza que ~;o le ha d~d-o; ~ 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. It E VI:-:; T _\ de allí dopende I'U aalnd, su carfLctor, sus hábitos y ~;u virtvtl. La mnjor debo, pues, empezar por alc¡ar cu cuaulo st!<~ po~ible :í las criadas 1lo la coor,alli.'.a de sus hijos; ellas son b" que inculcan !llalos h:ibitos, costutnhres .Jcsa~~;ad:\s é idlla~ iudulicadas cu los uitios, que es­tán conclla~dia y noche. Aconscjariarnos á las mujereH, que mm \CZ que cluiño 1 iene de uno á dos HlCM:<>, lo cuslJlic á dormir sin lu.G eu su cuua, al lado Jel lecho de la madre. do mauem <¡uo ello. lo pueda. '-'ac:u fáci lmeu te á o~cu ra~< pa m alimentarlo tÍ mudarlo, voh iéndolo (L poner cu la cuna nua vez t¡uo osttÍ sa. tisfccho. Si el niño ost:. ea:;criado á donuin;o de11tro do la cuna y no eu los bmzo~, él Jarú infiui tnmcuto ml-uo~ t¡ u e hacer, y scr:í imítil tcucr una ctiada en la alcoba. de nocLe; !'e la nllcgará tí la pie?.a vecina, pudiétulola llalllo.r por weJio de una campana cuyo corJou la madre toudrú á lu cahccern. de la cawa. Se procurará no euseíinr fi los ui1ios t1 'luo lo:; ¡m•c011 para dormir, IÍ no darlus alimento Juspuc;, do laaLer cumplido cuu.reuta dins, I'Ílto caJa dos horas, ) despues de los cuatro 6 ciuco mo~tlll cad:1. dos horas y wcdia, y do~puc~ caJa tros horas. La pmJeucin. aconot ju. tpto St~ doi.Jo ir cuscíiawlo al uiíio :í tomar nlimoul(• artificial dcsdu los prillloros días do Ru u:LCimiouto. La lecho de 'n.ca siont \ tí muchos niüos, ~pcro unLumlmcuto deLe sor gn.rautizada do lfliC no tieuc mo:t:cln. So lns empuzurí1 ti tlar terciada c.on n.gna,- dos torccr'llS p:uics •lo ésta y una do lt'Ohc, clibtniuu) ouuo el agua y a u. mentando ln lecho graduo.lwoutc, hasta que quedo pUla cuando ol ntiio clllll- 1'1:1 ciuro o :;eis wc cs. :::le bo.n ohtc.. nido muy uucuos IC ult:\dos con olsuvtí 1 mllyl,crtJiJo, hecho cm locho, y cou ~~ t Jc carne ruuv ligero .. A.lpnucipio uo ¡,e d:m\ nl nifi<> alnucuto artificial I'Íno u u:~. 'uz por Ji.1, dcspues ~>C le ]Hh:.:o do,peclr:íudo. lo, si u cau~arlo aquel dolor y ]ltlba!lum. bre t¡ue suden tener lus lliño!t cuando l:ie !tace de rcp .a te. El problema de alimentar ú lo:; ui. 'J'OMO \". Gl rios artifit·i:\lm, ute ha sido debatido acnlomJumcut en pro y en contra du­ruote ~iglo~ por lo!': médicos, sin que se 1 haya trausado ;jtÍil la cnestion. ),a loche de ba 1Wt es uu sustituto hn~tauto n.:contcndado para la leche hulllana, cmplé,,nJob lo mi~mo que b. 1 llc vaca. La Jo ca&m se conbidera muy fuerte alimento, y Cii preci~o empleo.rla t:on má:s prudcucia y más mezcla de agua. Sutcde tamb1ieu que hay niiio¡¡ que uo pueden soportnr uiuguna especie de luc-he, ' eutiÍuc ~e debo tratar dedar. les sag;í, n,a;w 1/'nts de arroz, ele maíz ú do pl,ítuao '~h ruo, &c., caldos do res, do eordcro, do pollo; pero hechos siu gra:,n, :;al ui t'C)udimeuto alguno, y al principio cudul~áuuolos coo un poquito de aztícar. l'erc1 todo c~to dube ensayar. se cou muclm pnulcucia, liu1pieza y anodcraeiou. Ls1 madre debe, personal- 1/ttnte, ver cómo hacen ul a.liwento para el niiio, y aun acouscjariarnos quu hi­ciera uso do \111 nn erboro ~¡ le rcrugua ir !Í la cocí u a, Jll.r:l. prcseuciar e cocí-¡ mieuto. Gadn , e:t: que I'U da el tutoro al uifío de hu l:n ar:;o iumodi:\tamente, uo agun.rdar :i que ,.e baya agriado para lracerlo, y tenerlo seco y li!;to para vol­ver ú servir. l~u fin, pam nlimenta.r á u u uifío lit tificialrooute, t'S preciso gran­do c.; mero y 1111ilchísimn ~ igiln.ucia. Poro ct eou1o t¡uo toda molestin os uH:nos que ln que prOJ>Orcionan las HO­dnzas. y qno • una grnu rosponsahili­dad •¡uo liO oc a encima uun. wadrc cuando por u~~ itH·omoJarsc, profiero outrcgar ~su lujo á uun mujer que no puede dur gnr utíns do saniuad, puus ftOcucutomout ticuen uufcrmedndo:s que; los médicc1s no ]>Uedcn Je¡¡cuLri a· aunque las oxamiucu; lll:! '!'tienes he. tcdamn uua cCiustituciou 'iciada, un mal carácter J iu,tiutos poncn;os tal 1 \C:l .... Hay mujere yuo por nwda, porque picu~au quo u ~e pueJeu adornar, que no pa car.Íu y Lailo.ráu eoo libertad, r~uaudou:m (Í ~1ls hijos e u mnuos de mar. ccnnria:$, siu l'tlcr en la cuenta. de que cowdon u u caí~ en\ ürJadt.!ro. Una mu. jer puede free entar uu tauto la :;ocie- 8 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 62 LA MUJER. oz. dir]e licencia, nl1ri6 lo brazos y bonita. Floro. IJO babia visto ncorcarso tí nn., mente le aplic6 un beso en cado. moji lln. dio, y el rutc.lo del agua le bnl1i ~ impe. -¿ Qu tal, hijo. mi:\! In dijo con dtdo oír los pasos de 1~ otra }'Or onn. una voz rpte procurubn enronquecer lo So 'olvió Mcin el lado en que sonaba mns posible. la voz y se encontró caro ti cara con un Floro rccordalm que esta ñ~rn no cazndor; llevaba al hombro In. escopeta. le om desconocida, pero no podta. hacer y In caoorina al la.do. 1 Era ncaso un memoria de qui o ora su padrino. A!!.í, j6~cn 1 Lleva ro los cabellos cortos y contcst6 'acilando: en!:). canos; un sobretodo de p!lfio gris -Bien, grncins, pndrino. que le baja\:~. bnstn. las rodillas; polai. El cazador acog¡ ) sus palabras con nas do cuero le cuhrinn las piernas una carcajada ruido ;a que aún duraba flnan.s como palitos y bajaban hastn sus cuando llegó Sabina en el cochecito. poc¡ueíios pilÍS, calzados con botas grue- .f1ta detuvo el caballo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. -- ·-+-- ------ REVISTA QUINCENAL. G3 -A :;,u co.sll. íbamos! exclam6. Por var por su imagioacion en tanto que consiguiente hoy volverá usted á ella contempbba el paisaje. Vagos recuer. en coche; hay lugar .de sobra aquí. dos de su infancia le hacia.n reconocer N os apretaremos algo y Flora se sen- las largas alamedas, el antiguo molino, tará sobre sus rodillas. los perfiles azulosos de las lejanas coli. -8a.bina! dijo la niña con tono su. nas...... Ella. los recordaba poco á plicante, j qué dices! Ni sé c6mo se ]JOCO, como quien rehace- los fragmen. llama este caballero...... tos de uno. olvidada melodía. El ca.mi. Sabina se cch6 á reir. no atravesaba un bosquecillo de abe. -Este c.aballero, dijo, es tu madrina, tos; Al cn.ho.llit~ caminaba lentamente la señorita Florinda. de los Allais; y y su casco se hundía entre el lodo. Al si la. conocieras como yo, sabrías que travcz de los troncos entapisados de no hay para ella. cumplimiento más de dorados musgos se deslizaban los rayos su gusto que el que la tomen por un del sol y ha.ci::m brillar las gotas de hombre. i No es así, Florinda? agua como esmeraldas y diamantes. -Cada uno tiene sus manías, repuso Las arditas saltaban de rama en rama, la otra comprendiendo que Sabina se y las urraca!> charlaban entre las male. burlaba; i y usted por qué hace papel zas: el perfume de la. resina de los pi-de elegante n destiempo? nos embalsamaba el aire ..... . -No nos di~putemos hoy! contest6 -Qu~ bonito es esto! exclam6 Flora. Sabina., á quien su amiga. había herido Alguna cosa se movi6 al pié de un en el único punto vulnerable de su árbol. modo de ser. No hagamos creer á su -Una perdiz! dijo la señorita Flo. ahijada. r¡ue no somos amigas, cuando rinda, y saltando al suelo, levant6 la la verdad sea dicha, nos queremos escopeta, apunt6 y dispar6 sin date-mucho. nerse un segundo. Pero á pesar de las buenas intencío- -Patas coloradas, pichona, excelen-nes de Sabina, la convcrsacion no cesó te c~sn ...... repuso la cazadora reco. de ser un fuego graneado de continuas giendo del suelo una perdiz que. aún disputas acerca de todo. La costumbre se retorcía en las agonías de la muerte. de contradecirse estaba muy arraigada .Mira, niña, añadi6, es el regalo de bien­en estas dos mujeres para que pudieran venida que te hace tu padrino. Te la conversar sin contiendas, aunque se comerás en mi nombre. Continúen us. estimaban mutuamente y se parecían teJes su camino. Yo me iré por estas en mucha..'! cosas. Flora no podía m1~- veredas y llegaré al mismo tiempo que nos que contemplar sorprendida nqucl el coche. extraño personaje, á cuyo disfraz no Al decir esto tir6 sobre las rodillas se acostumbraba. Florinda tenia en su de Flora el pájaro muerto, la que se fisonomía una oxpresion burlona que extremeciú, pues algunas gotas de san. chocaba á la cándida. niña, en tanto gro habían manchado su vestido. No se que sus ojos negros le parecían demn.- atrevía á tocar al pobre animalito, cu. siado brillanteti pn.ra. que su du01ia yosojosentreahiertosparecianmirarla. pudiera ser bondadosa. Pero se cqui. -Sabina! dijo, cuando estuvieron vocaba: Florinda era sinceramente solas. buena, en tanto que .-u ahijada siuti6 -i Qué quiere¡¡ 1 hácia ella una de aquellas inexplica. -No es esto muy cruel1 bles antipatías tau frecuentes en la -i Cómo quieres comértelas vivas 1 niñez y tan di floiles de extirpar. Y N o seas sentimental. Flora era en realidad una niña que no -Oh! hermana, yo no puedo ménos sabia discurrir sus impresiones ni l1a- que pens:~.r que hacer sufrir á una po. cerse cargo de lo que valían. bre criaturn, sólo porque nos divierte, En breve no vohiú á escuchar la es un placer impropio de una mujer. conversacion y por último se dej6 lle. -Pues viviría::; bien con Ja.cobo,- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • _ c. __ 6J LA MUJER. r·espondi6 la otra. Así dice él.. ... A de- Como amiga de la c-asa, Sabina entr6 nnús, no critiques con demasiadn severi- hasta los aposentos de h señorita Id6- dad á esas pobl'es doucellas que han nia sin tocar con nadie. La mayor de &nvejecido sin haber amado...... Es las dos solteronas viejas vi vi a encara­preciso perdonarles... . macla como una paloma en lo alto de Su voz se babia conmovido tánto una de las torrecillas c¡ue adornaban el que no pudo proseguir. Florn. la mir1'! frente del castillo. Ella representaba sorprendida. ¡Era acaso el recuerdo lo la autoridad de la. familia; el respeto que la causaba esa emocion ó el arre- que la tenia Jacobo como á una anti­pentimiento de no haber amado? ...... gua r,eliquia de fa.~nilia se parecía m u- 1 Ella nada sabi~ del po.sado de Sabina; cho a ht ;enerac10n, y su hermana, pero al verla así, y la ternura de sn cuyo carácter era. enérgico y decidido, mirada que hacia contraste con su fria que con gusto hubiera dejado de obe- ' expresion habitual, pens6 :-Ella ha decerle, no se atrevía jamas á hacer amado 6 ama todavía. cosa alguna sin el consentimiento de Al volver un recodo se encontraron Idónia. Para. aquellaq personas forma­de repente fr<'nte al castillo: -la seño- das en la idea del respeto y la autori­rita Id6nia lo llamaba. el ca.9tcl,- de dad, sus derechos como la mayor de la los Allais. En los pasados siglos debía familia ernn indiscutibles. Ell:l. más haber presentado un aspecto impo- tímida y dulce que su hermana, acep­nonte y hermoso,- situado sobre una taba los tributos de deferencia con colina y rodeado de fosos y muralla~. cierta lmmildad, pero los aceptaba. Arrazado dumnte la revolucio11 de 92. Eu ar1uella familia singular todos obe­resrablecido en 1830 en el estilo arqui- decían sin que na.Jie tuviera que tect6nico ent6nces de moda, se l1abia mandar. convertido en un edificio enteramente Sabina introdujo tí. su hermana en ridículo con sus b6vedas góticas, de un ¡;n,loucito de forma ovalada, cuyo yeso, sus torrejones de apagadOI', sus techo estaha tachonado de estrellas nichos poblados de trovadores y casto- doradas. Una luz misteriosa filtraba al llanas ...... Flora, que tenia horror ins- travez de los vidrios de colores 6 ílu­tintivo al mal gusto, no pudo ménos ; mi u aba fn.nt{ISticamente los muros cu­que exclamar con sorpresa: j bierto~ de papel, representando tm ca.- -i Y este juguete que parece un bnllero armado de todas Mnla$ que bizcocho de sobremesa, es el castillo pre~entaba. una rosa{¡ una dama vestí-de lo~ Alla.is 1 ·da de azul, en todo!! los rincones de la Sabina con·est6 afirmativamente. bala, alternando con no trovndor to- -¡ Y el señor de los Allais se atre- cando guitarra. Habiau escogido los ve á enorgullecerse de ello! muebles con mucha curiosidad, los -¿Por qué no? dijo :Sabina. seca- cuale.<: representaban ridículamente el mente. Sus antepasados lo han poseído estilo gótico de moda. a.lgunos :útos por muchos siglos. Y en ~eguida, cam- úutes. biando de tollO, n.ñadü): de resto, cuan- Sentada ~;obre un sillon g6tico, en do el comzon es bueno, ¡ t]UtÍ importa cuya cima se veía un escudo de armas la belleza ó h fealdad de lo que le per- y separada por un biombo del resto del tenece? El afecto lo reemplaza todo. aposento, Florn. viú una. viejita delgada, De nuevo Flora la mir6 con sorpre- apergaminada y siu color ninguno, la sa. iSerá que ama á Jacobo? pensó. que adivinó que era la mayor de las Ella no se atrevió 6 interrogar ú su 1 sefioritas de los Allais. Largos rizos hermana; pero miéntras mús lo re- que en un tiempo b::t'Lian sido rubios, flexionaba, más se convencía t]Ue aque- formaban un cuadro á su fisonomía sin llo podria ser verdan. Ellos se habían expresion, y una escofieta. adornada con conocido toda la vida, i pero por qué :flores coronaban su cabeza. no se h!lbinn casado 1 1 Ella. acogió á Flora con modales su- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 65 puestos y benevolencia llena de dígni- gustará mucho oirte ...... Mi sobrino 1 dad; con una voz arrulladora como In. toca flauta muy agrad~b1emente, mí l de la paloma la invitó á que se acerca- querida, perd'es tan mode~to! Compo. ra al fnego. ne tamuien fácilmente un soneto. Pron- -Raee tanta humedad, dijo fingien. to, ya lo vereis, os dedicará alguno. do estremecerse. i Por ventura teneis Ah ! pero hó aquí: ú Florinda 1 i Ya los piés mojados, querida mia 1 . . . . . cambiaste de calzado, amiga mía L... t .A.h ! añadió, os pareceis á vuestra po- ~ Es tal la humedad del tiempo, que me bre madre. Os prepararé una taza de siento mny indispuesta. Sin mi agua infusion de hisopo. Cuando érais niña de verbena no sé qué sorin de mí.. .... os perecíais por mis pa.<~tillas de aza- Las palabras de la anciana solterona bar. Bien me lo acuerdo. corrían una tras otra con la monotonía Sobre un ptt}Jitre de madera escul- de un chorrito de agua que se derrama pida se veia. un cuaderno abierto. sin cesar. Flora dej6 de escucharla. -Ved, mi querida Sauina, sigui6 J acobo la miraba con sus grandes ojos diciendo la rom:íutica solterona, yo sin expresion, y parecía meditar vaga­trato de consolar mi soledad frecueu. mente. Florinda y Sabina habirm en­tando la amistad de las musas. Eo se. tablado una de sns sempiternas di"pu- ' guida volviéndose á Flora, dijo: i Ha. tas á alfilerazos. Flora e::¡taba pensan. , beis alguna vez traducido vuestras im. do:-" Me encuentro con los tres sé-l presiones en la lengua de las musas? res mús aburridores que be visto en 1 -Bastante pena mo cuesta expre- mi vida." Y al mirarlos unos tras otros sarme correctamente en francos no comprendió por qué su hermana o~ se más, para pretender hacerlo de otro babia ca~ado. modo, repuso maliciosamente la jóven. Cuando se encontró fuera del CU!;ti- -Por mi parte,- contestó la otra llo y en el bosquecillo de pinos, respiró sentenciosamente, yo odio la prosa. con mús libertad. Procuro poetisar los menores inciden- Sabina callaba: las cosas no andaban tes de la vida, y me encanta coufiar como ella lo hubiera deseado. Compren­mis impresiones nl papel. A veces es día la mala imprcsíon que la visita un pensamiento fugitivo, un soneto .... babia l1ecbo en Flora. así por el estilo de lo que escribía La. -Sahína, dijo é.sta, i por ventura martine. Jacobo dice que es preciso todos nuestros vecinos se parecen ú que yo al fin me decida 6 publicar éstoll? toJo eso. Otras veces compongo una¡ -i Todos uuestros vecinos t.. Aca. melodía, para distraerme ...... Anoche; so piensa3 que hay otros 1 s~~ho dos 6 por ejemplo, encontré un aire sencillo tre..q familias nobles de San Romualdo, para aquella bonita romanza que lleva con las cuales mi padre está reñido mi nombre: hace tiempos, y los emplearlos oficiales, A la smnm·a a~ -tt.na oliva el prefecto, el tesorero, el alcalde, que Se sentó la bella Idóni.a. éluo quiere tratar, no tenemos más ve. cioos sino los arrendatarios y labriegos. En aquel momento entró Jacobo. -.A.~í. pues. es preciso que vivamos -Ah! precisamente aquí está Ja. solas, 6 frecuentemos esta familia, en cobo! Amigo mio, despues de que hn- que mi madrina es cazadora y afecta yas saludado á las señoras, ve ;\ buscar Rer masculina; la señorita. Idónia, que la flauta para que les toques aquella no hu.bla sino de infusiones y poesía, melodía que compuse anoche para la y Jacobo que s61o se ocupa en recoger bellaidónia, tya recuerda.s1 t.le dijiste caracoles y acompañar á su tia al s6n que era muy graciosa, soLre todo el de la flauta!. ..... estribillo. Y se puso á tararear el es- ¡ -Ya! Y c6mo he viviuo yo, pues? tribillo. contest6 Sabina con cierta a..o;pereza. -Estoy segura, añadió, que Flora 1 Y al decir esto, apartó el brazo de - ----- --- -- • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • • 6{) L.t.. MUJER. Flora que proc•ua.ba estrecharla-Es- de e.quellos dos corazones se babia con­cúchame, añadi6, yo no sé dorar las centrado en su sobriuo. Esta clireccion cosas. Si no compreudestbl cariño que enteramente femenina babia producido te tengo, qué hemos de hacer! Aquí el resultado que era de esperarse. Al no te divertir:IS, de eso convéncete. lado de hondas Creencias, pueriles SU­y o no tengo tiempo para. entretenerte, persticiones ; junto con una gran deli. y de seguro tu vida será ménos alegre cadeza de sentimientos, gazmoñerías que la de tu convento; pero sí te ase- de colegialas é ignorancia. completa de guro que si te hice venir aquí fué por- la.c¡ austeras verdades de la vida. Su que rleseaba. tn felicida.d. 'Por supuesto pnrlre, que bahia mn.ndado en Ru cn..<;a que yQ veo como tú las ridiculeces de como amo absoluto, como un antiguo nuestros amigos; pero imHame, procu- señor feudal, jamas lo babia. iniciado ra ver solamente sus cualidades, y al en Jos pormenores de los negocios de fin te sentirás contenta en su compañía. familia, administrando su fortuna. s6lo. Flora suspir6 y se propuso seguir el Jacobo estaba tan enseñado ti ese res­consejo de su hermana, pensando que peto absoluto, que jamas se le hubiera algun dia vería á Jacobo de los .A.llais ocurrido ausentarse de su casa ni por como su cuñado. un día, sin pedirle permiso á su padre. III El dinero de que disponía era tan mi. serable, que un colegial dé nuestros Pocas semanas despues estaba Ja. tiempos hubiera reclamado enérgica. cobo recostado contro. un árbol, con mente; pero á él no se le imaginaba las manos entre los bolsillos, mirando semejante cosa. Cuando muri6 el señor maquinalmente una bandada de paja. de los Allais, Jacobo se encontr6 un rillos, que todos espelucados temblaban dia á la cabeza de la familia, dueño de de frio en las nmas de los {¡rboles cu- una fortuna, de la cual no taoia cono­biertos de escarcha. La nieve cubría cimiento ninguno, y propietario de una los campos como con un gran cobertor hacienda considerable; hombre de res. blanco, el agua del lago dormía enea. ponsabilidad, en fin, sin babor sido denada por el hielo ; el sol brillaba jamas j6ven. Había cumplido, siu ero­sobre un cielo azul pálido que ilumi- 1 bargo, treinta años. Atemorizado con naba sin calentar á la naturaleza ale. aquella situaciou, suplic6 á su tia que ta.rgada. Más allá de los sauces despo- 1 se pusiera á la caueza de la familia. jados de hojas y del bosque de pinos, La pobre solterona tampoco entendía cuyas ramas verdes ~;e ioclinab:m bajo nada de negocios, y npel6 á Florinda, el peso de la nieve, se veía la. seihl de cuyo carácter era más propio para el dos piecesillos eu el camino ren1, cuya caso. Esta habl6 con el notario de la marca. seguía con la vista sobre la via familia, quien consintió en manejar á hasta perderse en lontananza. los arrendatarios, con la coodicion de Jacobo, as( como Sabina, por moti- que todos sus actos serian reviRados por vos diferentes, tampoco había tenido el consejo de familia. Jaeobo acept6 juventud. Eu ella la respon~abilidad con gusto cuanto quisieron sus tia.s, con precoz de un canícter positivo había. tal quo lo dejaran tranquilo, entrega. despertado á la mujer madura despues do á sus eusuefios y llevando una vida de la nifiez, sin transicion al traves de meditabun<.la y sin objeto. la juventud; en él, por el contrario, la En resumida.<; cuentas, no babia te­infancia se había prolongado indefini. nido jamas la menor contrariedad has. damente hasta la edad madura. Confia. taque se encontró con Flora. Sus poé. da su educaciou n las dos solteronas ticas meditaciones le uastabau. Sus tin.s viejas, las que con la abnegacioh de ¡le hahian sugerido á veces la idea del otra época, habían renunciado al ma. matrimonio, recordándole tímidamente trimonio para conservar intacto el pa-¡la obligacion que tenia de no <.lejar trimonio de su hermano, todo el afecto extinguir su nombre-" Lo pensaremos Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. :REVISTA 67 ------------------------------------------------------- deapues," 1101ia contestar c1, pues BU 1 que lo hundia'l en un estado de loca corazon estaba como una página en felicidad. Él era completamente dicho. blanco. Las buenas ancianas no inBis. so. Verla & u lado, oírla en silencio, tilln, y por otra parte temían la. intro. ! mirarla con arrobamiento, seguirla en duccion de una. persona extraiia en 1 sus paseos cómo un perro fiel, poner ti aquel pacífico hogar. La única persona su alcance t,Odos los días una flor que que hubieran acogido con gusto era ella prendí~~ sobre su pecho, y que él Sabina; pero ellas sabían que no e.~t.'\. recogía despues como una reliquia: eso ha libre. Ahora pensaban en Flora; em todo lo c¡ue pedía.... . Ni siqniern. como era tan niila, su madrina creía se le ocurría que jamas se podría atre. poderla amoldar á su rrsto, creyendo ver á habla la de su amor. que ella no podría menos que amar y Un día ( ~n sabia que Flora debía ir apreciar al buen Jacobo. ti su casa) ella babia aceptado el pd'8- Ellas acariciaban este proyecto y tamo de al~ nos libros; pero él babia .Tacobo ~o sabia; así fué que cuando llevado su ~~udacia basta marcar con por primera vez vi6 á la preciosa niña, lápiz una frase en uno de eUos, con lo que esperaba seria su esposa y la roa. cual crei:~. q le no podría dejar de com. dre rle sus hijos, Jacobo se turbó hon- prender su a1fecto. Aquel din Flora de­damente, pues le parecía profanacion heria devol,'erlo. Cuando la vi6 desde hasta fijar los ojos en aquel sér etéreo léjos tan he lORa bajo su gorro de pie. y tan divinamente puro. D~de el pri- les, el pobre¡ adorador tuvo hasta míe. mer momento se prendó de ella como do y pens6 fin huir. ¡Qué diria.l 1 y c6. un loco. E m la encarnacion de todas mo soportar su mirada t Jacobo estaba sus quimeras, y éstas volaron ante la avergonzado de una accion tan atreví. realidad, como desaparecen las som- da. Se escontiiú, pues, detras del tronco bras al Mlir el sol. El amor fué la pri. de un árbol, y como :Flora pasara sin mera realidad en aquel e!!píritu flotan- verle, do ret~nte, inspirado por la ne­te é indeciso, y un sentimiento de vida cesidad tle hablarla, se le presentó alar. y de calor circuló por primera vez por gándola su Cifrenda diaria. Eran unas suB venas. Flora. se le aparecía con su violetas de ~arma que él babia cuidado poética belleza, con su delicada gracia mucho para obsequiárselas. JUVenil en su primer albor, compren. -¡Usted estaba ahí 1 exclamó ella diendo que en ella había encontrado dando un sallto a tras. ¡Cómo me asust6 1 su verdadero ideal. Él no se atormentó -;La as sté l .... repuso Jacobo con pensando que no le amaría, pues bien pena. tEsoa aso el sentimiento que la sabia que era feo, sin grac1a y que 1nspiro hoy como cuando estaba usted no conocia loa usos del mundo. La pequefia t Hl~blaba casi sin saber lo que misma Flora, en breve, con la familia. decia. ¡ Cuailnto lo siento 1 ailadi6. ndad que Be establece en el campo, se Flora se •bnri6. entretenía en reírse de sus continuas -N o lo c ea usted, dijo; vea usted distracciones y la. inutilidad de lo que si soy vali te ya, puesto que vengo él llamaba ocupaciones. sola hasta a¡~ uf. Ya no le tengo ningun Se veían diariamente, y la existen. miedo, mi buen Jacobo, al contrario, cia de Jacobo se concentraba en los mucha esti acion, y le agradezco en momentos que pasaba á su lado. Flora el alma su ramo y tambien el libro que no soepechaba el culto de adoracion de le devuelvo. que era o'hjeto, y con los cándidos mo. -iLo leJ 6 nsted l preguntó cándi. dalas de una hermana á veces le decía damente el otro. duras verdades. Y en seguida, viéndo. -Enteriilo, y con mucho interes. le afligirse, le pesaba su franqueza, se Jacobo b. miró petrificado. "Lo ha compadecía. de aquel sér inofensivo co. leido, penstí, ¡y no ha comprendido!" mo un nifio enfermizo, y trataba de -Vengo por otro, afiadi6 ella con contentarle con palabras tan carifiosas la~ nasturalidad. • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. r= ~-- _ _ LA M U J ~R-.- - ---- l -Vamos .í cns~. repuso Jacobo trisL-Entre; éste es mi aposento. Aquí teaucote. ¡Estaba desesperado J i .Ahora están mis libros; puede usted escoger 1q ué le podría dllcirl pen~ah:\ con dolor. el que guste. Atra~e:ll zalmrda, de donde tas que sueñan lo que los otros escrL sa babia salido seducido por el amor ben. Fragmentos de tapicerías y de á la libertad. El animal rehusaba obe. arruas ~hadas de las ruinas del n.nti. decer, y :FlorioJa, roja de c6lera, lo guo castillo, colgaban de las paredes; perseguía nrrib~ y abajo. Se conocía antiguos sillones recogidos en las ca. por los pasos que ~e voiao sobre la ni e. ;;as de los contornos, todos con las ar­ve removida, que aquella lucha Jebe· rnn.s de la familia esculpidas sobro su ría haber rlurado largo tiempo. Sin va. 1 espaldar, se amontonaban en pintores. cilar J:-.cobo se arroj6 en medio del co desórden. Veiao~e entre copas Je combate, y COJÍcndo al delincuente' cristal muchas flores raras, cuyo perfu. por las dos orcjl.S y dándole puntaJ>iés me embalsamaba el aire; bo¡;quecillos lo arra,tr6 hasta su domicilio. La. se. enteros do plantas llenaban el hueco 1iorita. Florinda lo sigui6 ~;in haber cai. do las veutauas; varios nidos de p(!ja­do en la cuenta de la pre~encia de su ros, en uuion de muchas clases Je ao. ahijada. .Al cabo de pocos momentos zuelas para l>esca.r, se veían sobre una cesaron los gruiiidos y Flora '"¡,) {¡ Ja. cóu~ola, y e dulce ruwor que forma.­coho que volvia cou In barba en de.~- han una multitud Je aves encerradas úrdcn, la corbata JesataJa, el gorro en una jaula nistica, se unía nl ron­de piel, que babia encerrado una vez quido Je una. hurrnosa gata blanca. que los CMa oJos, puesto eu la nuca y todo dormía cutre las patas de un grao gal­bll ns¡>ecto tan grotesco en realidad, que go. Por todas parte~> se voian libros lla niiin no pudo méoos quo reir~e con amontonados al acaso, (¡uo se inclina­tollO ta11 burlesco, que ,hcobo se Jetu. bao los unos bácin los otros como para 1 voy fijó en cll~ uur~ dolorosa mirada: conliarse sus secretos. Ji' lora pennane. do rccou,:cuciolJ. Flora, avergonzada, cia inmú,·il en la puerta, y Jacobo pa­' bajó los ojos. recia tan st11uamoute herido y Jcscou- 1 -¡~e ríe IIStetl ~.. . dijo él. Di en !lé tento con ella, que no pudo ménos que que :í :ms ojos !.oy siempre mlículo .. ... ¡ dejarse lle\"ar vor el sentimiento de la Este es el Hlntimiento que ha. reem-1 piedad .. A.cerco: l>or,¡Ho le parecier11 uo;pemuza para mí 1 gtotc~co y ridículo: mi dusesperaciou -No sé ..... Lullmceú ella. Todo eso no depende de e~o.. . E~ porque e~e es ta.n u~•e.,·o, tau e:drnño para. wí.. ... libro que u.~ted lile 'levuche .~iu haber. y de repente, como dando voz :.í sus lo compreudido tenia la tnisiou de re- mtis íntimos peusatuicntos, añnJi6: 1 Oh 1 velntlc mi nmor, y dubo liarle muy iu •• Tncolm: : gt:é feliz es usted en seotir diforcnw cuando uo cay6 ou ll\ cuent~. nsí; ¡ 1\H qu6 ~1! quoja! Debe ser uut~ Y? u o vi via. miéntms ,1uc usterl lo delicia n.nu.n de c~n. mau~ra á otro sér 1 lea~o .. ,... ¡y s¡n em bnrgo u o .coro preo. h 11111:\110. ¡Pobre a1o 1go uno 1 :Con cuán. dió !.... to ~usto quisiera potlor thrlo mi llliUJO Florn trat..J ue interrumpirlo. y decirle: l Lf, IÍmama, Mgo.me feliz; -Oh: déjeme lmblur ahora, pues Pero uo me atrevo todtn ío. ..... tal vez nunca m!Í" ,-olveré á tener tunto valor, dc~pues. ¡ S1 usted supiera lo que me he atrevi. -Flora, dijo \-1 con angustia, , no 1 do ú soñnr: .... Mi l'Ora;-:ou so parecia ¡Í me dé e;;vern.u;-:a ninguua: Yo lo com­esto pai~aje de iuvieruo que donnia pn•ndo tuuy l1icu, u¡¡ted 110 mo umn, bajo HU manto helado. Usted pru<Ó como ¡ni mt.> nma.~ jaull\s 1 , ' uu !>Opio de primavern y me despertó ! -'l'al vez ... rct>itil~ lt\ uÍI1a. Oigame á la virlu. Los suaveR ef\u-;ios de Abril l u.·tcd,.Jucobo,yo 110 habü~ perhado áutCI:I que cubren las mu1a'l ec:-~s Je flores, eu e:;tao; cosas. Déjt)mo usted acostum. 'lue siembran estrellns en ol tinnarneu. brarllla ú !'Cr atuadu y iÍ interrogar mi to y perfuwadac; violetas en los prn. corozon. ])~jellle libre. :Si algun dilllo 1 dolS, e o f,~J ustetl pam 1~1i alrua .... Y.o d_igo yo: Jncohfl, he reflmciona~o, con. la presentm cuat.do aspnaba con deh. steuto ou ser su ospo<.n.: ~>nura usted cia. nr¡uollos oncautndores utnbienteR y que t':.l porque mis f:Cntimientos son armonías ou l~s noches Je verano, es- como Iu!! t¡uo u:.tc,lmo lm c.lcscl'ito hoy. cuchnudo el canto 1lel ruiseñor. Cuan. -.Ah: ¡:si ese diu JlcgMa. yo me vul. do In. v1, comprendí que todo eso oro \"crin lo.o de alegría ! 1'0)10 \'. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • • 70 LA MU~ER. 'Flora lo mir6 con tristeza. Estaba tracciones serian las 'YÍ!;Ítas del ~eiíor conmovida. C6mo : pensaba, ¡~crin ell:l Cura, que iba tod&R !na noches á jugar capaz de proporcionar ~dicha y no v:hi.st! .. Ella so estremeci6. Má.s valia lo bncin? mil veces pn..c;ar I'U exifltencia. en Ja -~!e había imaginado, dijo, no ¡;é Rullit·re, entre los regaños de liD padre por qué, quo usted amaba á Sabina.. y el afecto tau poco expansivo de su -¡A Sabina? nunca lo penar.. ... hermana, y euvcjocor como ella, pero -Y que olla lo amaba á usted, nña. conservando algunM ilusiones. di6. Me babia acostumbr8(lo á mirarle -Es preciso que IM vaya, dijo. He como á mi cufiado futuro y... .. hecho mal en escucharle; pero cuando Se detuvo. i C6mo confesarle que vine no f'abin ..... nun Ol>l\ idea no era muy do t;U gustol -No di~a r¡ue bn hecho mal.. ... Me Cuánto ménos agrarlable seria, pues, ha dado u un e.~pommm que tran!oofonna el pensamiento de pasar ella misma -su mi vida. Oh Flom 1 1 cómo &erá la feli. vida en ese castillo. En un segundo su ciclad completa, si sólo l:\ e;:r1eran2a me imlginn.cion la pint6 cuál ¡;crin la roo. vuelve loco L ... notoní:~ de semejante existencin; uuns Ella sa.li6 si u tenderle la rnnno, sia ve os mimada por su madrioo., otras mirarlo. Descabn. 1\lejarsc de él y no ngobinda por la ama.bilidali do In scño. ver e!LEDAD A . DE S,\XPER. A e •r o •r E n e E n o . El tcntro tepreunta un npol!cDio pol•roment~ ~lhnjado. Loa ma~>bles snn pocos y mny 1 tou~os, &alvo un costutcro lnj06o y 11011 aiilrta UQrndn . A la rloreuhn nnn puertá quu condu~;u A una alc(lb.'\; á In iu¡ui¡,rda olrny al frcnlo una que cmulnco ni interior. E~OESA PRIMERA. Al RORA (veatida de luto V muy pobremen­te, ap:ll'ecc coa1endo una prenda do vestido do tela burda ; en el anclo eo verá u m~ Ceta· ta llena do vestidos oortados)-PER~USA entrará on el womento eu que te lc,·auta el tolon . FERMIKA-,l!i señora: AUROitA-i Ql1é hubo? F¡.;RM.-Quu no me dieron• o&da. ..... J?ijeron que ha..c;ta ol dia 1.0 no poga. nno ... .. Au.a.-; Con quo bo estndo col'iendo toda la noche e u \'tmo 1 Ff;RM.-Eu la cocina no h~y candela. Y en la de!:pensa hRsta los ratones bao trll.!itcado para otm parte. Au.a. ( enjii(Jrí.ndoBe 'Ws rdos )-;Hoy tampoco comeremos!.... ¡ Pobre Fer. m•t na .t .... -~-----~ --- ------ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~~~--~--------- - - - - - - --- rr ______ _ --------- REVISTA QUINCENAL. 71 FERM.-:-No tenga. su merced cuida. FERM.-No me atrevo .... ¡me hacen do ..... Lo que me duele es verla en la tan mala cara L ... miseria, despues de tanto mimo .... pero ¡qué cabeza. la. mia! 01 vi daba decirla ESCENA II. que a.l pa~r por la puerta. de San Cár. JULIA (con mantilla )-AURORA y los Yi á mi señorita Julia..... FERMINA. AuR. (ponürulose en pié y bot;r.ndo · al 81telo la. oostul'a )-Ah! ¡Es decir JULIA (aparte rnitrando J>O'I' todos que mi m:unú ha vuelto de tierra ca. lados)-¡ Qué sala tan miserable! (al. liente i i Qué dicha!.... to) Aurora, aquí vengo, por 6rden de FERbt.-Llegaron anoche..... mi tia, ú almorzar contigo y despues AUR. ( lún·ando )-Pero dije ¡qué llevarte ú sus brazos, para que pases el dicha! ¡cuando ella y yo no nos hemos día con ella. (Se anrazan.) visto desde la muerte de papá 1 ¡Qué AUR. ( lwrando )-Perdóname, Ju. ingrata soy l ( se limpia los oj()s ). lia, estas lágrimas..... ¡Pero tu pre. FERM.-Diez meses hace que se fue. senoia me recuerda tantas cosas! ¡Pa. ron con don Saturnino á tierra ca1ien. pá !. •.. Al ménos tú pudiste estar con te, para volver sin él. él hasta. el último momento. AUR.-; Qué meses tan desastrosos, FERM.-Mi sefiora Aurora., i tiene su Fermina.! Perder á mi pobre hijita., y merced plata. suelta paro. ir á comprar saber al mismo tiempo que se estaba lo que falta. para el almuerzo queman. muriendo papn sin que yo pudiera ir1e d6 el amo que sirvieran á s.us ami. á ver y ..... ¡Pobre, pobre papá, que gos?.. .. i Como que su merced me dijo tanto me r¡ueria! ¡Bien decia él que que no tenia. sino un billete de cin. mi matrimonio seria su muerte! cuenta. fuert.es~ pero con eso no se hace FKRM.-Otra. cosa que se me olvida.. mercado ... ha .... Me encontré con el amo Valerio JULIA. (sacando la bolsa )-i Qué ne. por In. plaza..... cesi to.s? Y o traje dinero aquí.. .. . (le AUR. (aparte)-Tres días hace que no entrega algunas monedas; .A~t?'ora le ha. vuelto :í c:1.sa. (alto) i Y qué te dijo 1 llace seiúl.S á Fennina pam gue -no ?'e- FERlL-!ba. con otros rahallero .. , dha; pero ellajinge no haber 1nsto á riéndo~e y muy contento; me advirtió t~l(, señora). dijera. á su merced que ú las diez esta. AuR.-J ulin. l Quó haces l.. . ·.Manda.. ria nquí á alroorza.r~on cuatro amigos. ré pedir á Valerio, más bien .... AUR.-¡ Con cuatro amigo¡;! Y no JULIA-i Para qué? teniendo yo hay un papen la ca;,a.. .... aquí?.. .. Fermina mo llevará despues FER~t.-; Ni u u cuartillo con que eso..... Dime, i tienec; convidados á al. comprarlo: Pero ya que e¡¡tá aquí mi morzad (Sale Ferrnina ). señora. Cleofe, mándele su merce111'le )-;Sin duda no ten. da. ocia quo hay allí' 1l:á cosa cou qu~ mudarse: (alto) i Ya JUL11 -¡Qué decia.c;? d1ste tus órdenes? AUR.-Que parte del almuerzo lo j AUR. ( C01L 1li~t?·acc-ion)-.."L baao trner de la fonda. No hablemos (He oyen t•OcP,s de.:~templadu.~ acl~>nt1·o.) m~ de esto ..... dime. cu primer lugar, Aun. ( apade)-¡ Si será Valerio l .. iCÓmo ha venido mi u1ndre? ¡Cómo ocultarle á Julia que 'viene JOLIA-J.i}lt:í buena ahora, pero muy ébrio?.... pues de seguro eqtaní como triste. ¡Cómo babia tle ser! E~tá tan siempre ..... nerviosa, que cualquier cosa la impre. ~ULIA ( prr,stando el oi fuúnmos de una vez ú caso.? Aou .. (aprtrte)-¡ Respi ro t .... al mé. AUR.-Sí, tienes razou ..... Agur.r. nos Julia no pre~enciará esta ~ceua. dame, entre tanto que paso á dar mis (Entran a rnbas pO'r la pue-da tÍ lu órdenes. derecha, en,,¿ nwmeuto t>n que apa1·c. JuLIA-Vete, pues..... cen vari{)S jrh·nus con Valc,•io }Jitl' le' (.Al¡¡a.'lar po7' ct·,·o.¿ del cesto de la pue1·ta ele t>¡¡frentc.) costu¡·a, Aw·ora procura taparlo con un. pa iío, y sale). J~SCEXA VI. ESCEX ,\. l\'. JULI \ soLA (se acerca ni cesto). V ALERIO T e u.~ TRO JUVE~F.S (todos con los vestidos desarreglados, loa sombreros torcidos y el tabaco en la boca.) JuLa-¡Cu6.nto me duele la sitna. PRDIER JÓVEN-Te digo, V:tlerio, cion do Auroral Veamos qué fné lo que 'lue hubiera FUnto! ¡Y el marido qué du u u tono que ui tí mirar!~ se atreve hará! .... :->in duda calaverear, jugar y uno: belll~r ! .... E~ preeiso que dou Félix hn. Y AL.-; E"o era 6.otes: .... Ahora la ga -algo por clln, ya quo 6U padre hn tengo tan matJ~ita, quu no o~!\ levnotnr 1 muerto; :y ha muerto de pesadum. hl voz eu Joudc yo estoy. Lre3l llüSdc el dia eu que <>O ca'i6 su l)RL\1. JÓV. (,·it'ndose)-J Il1íynse \'is. 1 hiJa DO )c\'ant6 cauczn y hasta que lllU- to pÍcaro igual; riu uuuca ~olvi6 á ~er el mismo 1 ::5EG. JÓ\. ( lirá1ldO:ie 8uln·c lu ~ill~út de ..duraru, con. titwlamct¿f~: )- A un.. (con ímpetu)-: Cnlla, ucsgra. i Qut~ quit•n•s! ciado:... K o me exasperes ..... \ \L. - ¿ Y a estlÍ preparatlo el nl. V AT,. (con ,·all'ia )-¡Que calle yo ! muer~o 1 Aua. ( retroce se lo tira) :Toma, con . .el vi()-¡ He dicho~~~ e no ~e gus- hombre vil y desahMdo l 'tan los l.igrimas y los lloriqueo~~..... V AL. ( recoyié ndolo )-1 Al fin t. .... 1 Dt'\n e nc(L las llaver;..... Así veré sí es ( mi1·ando el anillo) ¡~{e cost6 cíen cierto que no tienes nadn.. .. fuertes L... Los tenia en caja. de nho- 1 AuR. (levantando la. oab•l'za)-¿Lln- rros ..... ¡Ahora me servirán! ve!! de qué l N o hay ya en tooa. In cn.>a (Sale pm· la puerta, á la. izqltierda, tu u mueble con cerradnr:a ..... Sa.lvo riéntlose á Cf¿rcajas JULIA. ¡Mientes! t Y ese anillo que \'OO brillar en tu dedo? AUR.-¡Jamas, hn.~t.1. hoy, babia Aort.-¡ El anillo que me regalaRte comprendido lo miserable que es este el dia de nuestro matrimonio!. ... ¡No, hombre: (se culn•P la cm·a con las 'nl.a­eso sí oo! (lo cubre con la1Jt1 a mano). no.~ con dese.paacifJn) ¡Padre, padreL V ..\L. ( acercrtci(> )- ?'úra )-¡ ToJo lo he o ido desde aquella. ¡ :Misora.ble! puerta! (sC'l1ttlala de la alcoba.). ¡Deja. VAL. ( c~m ira)-¡ Eotrégalo: á ese hombre perverso paro. siempre!... Au&.-¡No :.... Ven ..... ¡si no tienes ya. es-poso, tienes VAJ,.-¡Que no L ... No m•1 enlo. madre~ ... ¡Uu11. madre ess1empre ma. porque no respondo de lo t¡ue lu1.n~..... PIN Dt:L Tr.ac~:n ACTo. que~cas, mujer..... ( lx:tjando la 1:o:) 1 dre: AUR. ¡Bien haces en exigírmelo! (le •m.i·ra con inji,Lito delp1'ecio, y ctrrttlt- ( Go-ncltti>•á). -- ...... ...,. ... __ LITERATAS FRANCESAS DESDE EL SIGLO XIII HASTA EL FIN DEL SIGLO XVIII. V (00!\'1'1!\'lJACIOS). das del trono de Francia otra MARGA­RITA, tambien talentosa. y amante de· AI, empezar olsiglo XVI 1 ln ioft11en. las letras, la.-; cuales cultivaba. con lu. cin. quu hnstn. ent6nces babia tenido lo. cimiento. E5tll. ero. llija de Enrique II, mujer en la sociedad habh crecido hermana de Enrique III y fué esposa mucho ; ya no se la. con idcmbn s6lo del Rey de Navarm y do.~pues de Fran­como t\ la parte amable y helh de la cia, de Enrique IV. Pero si la vida de humanidad, como á la mujer amo.dn no ~largarita de Aogulemn fué poco ejem. más y como madre de familia; la mu- plar, la de :lfA.RG.,RITA DE FRANCIA jer era ent6nces una potencia en la so. fué mucho m~ escandalo~. Se han c~edad culta y en la literatum: su crí- conservado de ellas unas Mtmun-ias ttca era atendida, su aprobncion 6 su muy curiosas y una coleccion de poe.. fallo emu títulos á la. estimacion 6 á la sías de bastante mérito literario. Muri6 indiferencia. del público: la mujer ca.n1i- en 1615, separada de su marido y ca u- · nab01. á la. vanguardia de la. civilizncion. ti va en el castillo de U¡;¡¡on, á los se. Em 1l552 ha.bia nacido sobro las gra. senta. y tres años de edad. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 75 1 - Al principiar aquel siglo XVII, que¡se purific6, amohló y pulió la leuiua debena ser de tanta gtoria para la li- francesa, y fué la cnna de la famosa teratura france~~a, la corte de Enrique Academia frtmcesa, que ha aido la guar. 1 IV era tan corrompida, que laa damaH diana del idioma. virtuosa>~ y respetables trataban en to. Aclelll88 de los literatos que bemoa do caso cie alejarse de ella. Con 811e citado, !e ~dmitian mujel'ell de alto objeto, y para tener un punto de reu. rango que fl~eron por su talento y su nion agradable, la DuQUESA DJI RA.K- compostura, dignas de alternar con las BOUILLET, Ca~na de Vivonne, inati. muj&res del Palacio de Rambouillet, tuyó en su palácio ciertos días de reci. que eran todas model011 de virtud y de bo que .,e hicieron célebres en la histo. ilustTacion. Veíanse, por ejemplo, Du. ria literaria. En aquel salon reinaba la quesas como la deLoogueville, herma. cultura, la urbanidad hasta la ex~e- na del gran Condé, célebre por la par­racioo, y sólo recibían allí persooaa te que tomó en la guerra de la lt'ronde, finas, ele buena educacion y de talento. Condesas corno la de L.'\fayette, damas Componíase poco más 6 tpéoOII de coa. de talento d ll'peja,Jo como la de .Mot­renta penonaa escogidas, entre las cua- toville y la e fiorita do Scmlery. les figuraban el Duque de Ricbelieu, El oráculp de aquella sociedad era el Príncipe de Condé, el Duque de la el crítico y @¡ratnático Ouez de Balaac; Rorhefoueauld, l011 poetas y literatoe el héroe ,~pferirlo, el poeta Voiture, Voituro, Ooea de Balzac, .Méoage, Cha. llamado e ~iadro dul ioKeoio ¡ pero el pelain de Urfé, Malherbe, Rotrou y 1 ídolo, iodudnblemeote, era la sefiorita basta L'orneille y Bosauet. Aquelsaloo de Scudery, autora Je las oovelaa mM se considero como punto de reunion de populares dE, aquel siglo. los literato~~ hasta mediados del siglo. Molihe ridiculizó esa sociedad injusta­mente, porque fué el crisol en el cual S. A. D.l S. ( Cont intutrtí ). REVISTA DE EUROF•A. 1 1 El Bey HunJberto ~ive UJ1 perpetuo temor do algun levantamiento de 1 .. oauu demo­PoCAII ooticiaa importante. parn nneetrae crácicas que lc1 arrr:an uon lu macbu propie­leeeoru noe ha &nido 81 último J*lllete de dadee de que se a eró en padre, aprove­Enropa. c:hándoee de la ebilidlld de eu veci11011, 1 J.a agitacion agraria ea Irllllda, qne aig11e beciondo 11110 de ... miem .. muae taaal­al órden del d~a,y IM intrincad .. cu.Uonee &oariM que hay •terran al hijo. de Orieete, no 1011 por cierto ooticlu quo Bocre tantO el Oobicnao Italiano eetá ha­rueden Interesar á loe lecto~ do eete penó- ciendo •fnenlloe para upropiar á 1 .. monju dico, qne no preteod811.penetrar muy flrofun- del Ooruon •'• Joewe oetableoid .. en~ damento en unntoa políLicoe enroptJQI. en la Villa J.t~nte, deldo 1828, por madarn En ITALIA ol aempitemo Garibaldi, á l'Cl- Barat, á pella de 161' propiedad de oiuc:lada­• r ck 1111 añoe, no deja de cau .. r agitaoton nne lranoesea. • 1 cbuo1iego en donde quiera que ae pre- ~enta con ea tradicional camiea colorada, U port('M á lietaa y pro frigio. Habieado el • Gob1emo de llambeno maad.clo eooarcelar En FliAl'Ciil no c.an IM pen8C11C1oa. á un yemo do Uaribaldi, un tal Can&io, por contra lae ~rdenoe rellgio~u n? antoriza~u ciertos dolito1 ¡H>Iíticos, el anciano demagogo por el .Oobacrno. Tr~e mal fratltlll y monJU creyó oporllmo deaembarcar en Gónon y do varaae órd~nee.ecran gradualmente e:a:pul- OinMI aclamar por el populacho. para que adoe dellem~no fl'lUICCe. • • éate manifeetara a u d-=on&enlo por el encar- Pareco que,. a merced. de lae predtcac1on4!' cela miento delyemo. Inmedia&ameote el ID- de loe comnm,l&aa ~ radacalee, hay. en. Pane ceeor de Víctor Manuel mandó dar aatialac- 1 !>trae ¡ran~lea cmdadea tal ex.c•!--C1on de donee al •: General," 1 á poco Canzlo fué od1o comra todaa lu Ordeoee rehg1oaaa eu- ¡meato en hbertad. • V6ue LA 11 In-. tomo II, J*IID• 2at. j Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 _7~ _LA f)~ J_E_R_. ---~---- trc el pm·hln b'1jn, que, clicc el Tabltt ( 2 de pre tantas mujeres de gran mérito, últimB-j Octllbrc), ''Un superior de una Orden mn111ÍR- 1 m!'nte se hnn exhibido de unn manera i·•cligua. tica cscriloe :i un correspon~~al : '~o so aflija Un corresponsal de París al 1'ablet, del 12 ust~d ''/Jil motivo de nuestra cxpulsion. Creo 1 do Octubro, dice así: firmemente que si noR quedáramos en Fran-~ " El motivo que me l1ace deseApomr de la. cia, de seguro nos asesiuari:.m. Tengo el con- Ruerte do ]<'rancia, rlccia Madama de Girar­ven~: imionto de que Ri no ocurre prouto nlgnn rlin, es ponp1e es In única nacion que conoz­grnn t·ambio en el Gobierno, un din do estos co en donde los hombres son mejores que las habrá un ascsinnto general de elédgo11 y mujeres." Si esta opinion de la ilustre es.:ri­lllon¡; cs católiC<•K." 1 tora es exacta, esto nos dari:\ la clave pam Continúan renunciando su!l empleos los comprender mucho ele lo que sucede en este 1 miembros del cuerpo de policía honrados, país, en donde In influencia de la mujer es más bien que prestarse á cometer tantas in- suprema en lo social y poderosa en lu políti­justicias con lcsmongcs y numjas expulsado!!. co. Seria cntóncc¡¡ preci•o hacerla responsa- El miRmo respetable periódico dice: " En ble do In situacion de confusion y complota 1 tanto fJUO se persi~ue de esta manert\ tí las desorganiz:,cion on que se encuentra la Jlran­( Jun~,'Tcgaciones en In catúlic·:1 Francia, 08 un cÍ;\ actual.'' ...... Sin •luda Alt•jandro OúnHIR, hec;ho consolado1· que los clérigos RUJIUtlHt.'l- hijo, lo ha comprcnditlo nsí Clllllldo ha ciado mento máK pc.i¡;ruHos y mal afum:ulo~, han ó. la eHtampa nna obra titulada Las mujtres sido protegido!'! pcrsuualmeulc por la. ltcina c¡v.e maiatl !1 las mt~icres que vota,L. Laij mu­do In¡;btcrra. ~u Mnjcst:ul hom~) con su pre- jercs qne matan so han convertido en nn po­sonch• el colegio jrtmita de l{ouhampton,'""que tler social, y el Estado elllpiczn ll nlnrmarso. cstiÍ en la vccin.lad tic la numsion on quo re- y,. no empleuu las mujeres francea;u!l rle nncs­siJc la Rrinu. l'itlió al Supcr:or que le r ro- tros dins lns armas do los dl;bilcs: ll1gtimns sentara los novit'Í<•s recientcrní'nte llegados y súplicas,- sino 'lile andan annadas con re­do Franci;l: aro¡;ió á. los jóvcncs con la n.a- vúlvcrs y con frascos do vitriolo, con In t•ual yor am11Uilitl:ul, prcgnnt:iurlolcs .,ué neccsi- 11e vengan do todo a~ra\'io r¡uu M les hat·e. l.."\ U n é ÍllVilfudolos á r¡uc ar·mliemn á ella en L;l conupcion y el ciml!lllO á que han lll·gado tOtlls 8118 ucccs da< les ,dunmte sn del!Lierro.'' la11 11111jeres de todus hs clases en Francia ea; 1:11 uu níuncro anterior hablamo11 de lo cnsn do espantar. So hau hecho tan tcnlil•lcs, hicn rccihidos ¡no hallian sido lo11 jesuita.; qnc; los jueces no so atrcvt·n :Í cundor111r ti las cu Coua;t:mtinopla. Eu A frica ha Knccdirlo un 1 culpables, sino que las ponou en libertad casi hodw muy nott.hlc. El Bmpt;mdor du U:;an- t.riunf;¡lmonte, y cad:\ scm:\lla. los analeR del da obli;:!;Ó :t •tut tu\'icrnn en su pret~cur:ia una cd1ncn, no súlo en !'aria sino en toda J.'r:m­rontrovcr:< ia loslnil!iunl\ros proteat .• nws y los da, r<.>gistran hcchoa en que lns mnjcres He jes11itas mi11inurro~ t'l•via•loR por el An;ol•iR- defienden á ~nano armada do cuantos las po i. Varioa horn- ¿ Cuúl08 aenin, puoa, las oberracionP.11 tl.ol bre4 científicos dillcUticron i1oportantísimns capiritn eu Francia, cuando deaconocoo una cuestionca, y algunas mujeres torunrou tnrn- , vc11lad tan clara, para ir á buRcar el rE'rocdio ·hien la palabro cou muy buen éxito. Cítase, fuera de la ouseiían?.a religiosa qoe ~crli lo entro otros, el rlisc11r&o do uun señorita Pcr- único que podré. snlvarln ·? cy

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La Mujer - N. 51

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El Constitucional Antioqueño - N. 17

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El Antioqueño Constitucional - N. 10

Por: | Fecha: 08/11/1846

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. . · r . r • ­~ rl'm ... t:) JlEDJ!;LLIN, 8 DE NOYIEMl'RE nE t846. [Núnr. I O • (§) EL ANTIOQUENOCONSTITl~ Cl()~ I\ I_J • ~e.ti:IIJ lfcp1iN;. 11 ,,,. ¡a . \ " ' •·n r,·,.,,,ndff. f),./f'tdr/1 14. " ~~). _.(,c /Jt"JIIt/Cir'l/1 rfc Anll(l<¡nlll._ Medcllm IIO''I r ll/{11~ 3 d• 1~16._ A l S r Jt:/f'¡u ·lt /l('tJ de .. . En el final del§. o 2 ." 1 e 11 e•l § ":¡," de la circule•· d<' 12 de O(' tUbt t' úl­timo númno ~'..>. que <'nrtc msct la en el n.< 7" del AnLÍ <.'< 11 SCJ'vicio persoWll, deba !~1' a lo n•o..s tal de \:l G de di<.·ittmbrc, i la jcfetura p ol1tica dt iJ~ d it i¡ir a la Gohernaci<•P 0\ cuadro de contrilHHCnlCS po1· ('\ primer co,-reo que pa rla dr~puas del 15 J el mismo íllcicmh•·e. Lo r¡uc corauui<.·n ft U. para su intelij~nci:~ i -<.-utupli u.iento. Dios gu:u·dc a U. Ainrlnno Osp t'na. ==o== l?epubbcn de la l\'m:•n Gl'fluadn. GoiJenwcion á e la /JI tJl'IIIÚtl dr A 11 lioqma.=c'rcular 1t. • "JO ._JJJede llm 5 de noviembre de l M 6 . _jr, J eje p ul1 1 1cu de . . . El ~r. SeCI', pur su polJJ·cza i cscastot• al llllljun q11e corta la 1 call~t, cuu lo c¡uc c,;ta ha t¡uedddo mui ll:l'Jil 1'3d~. ., Bm:,; t>l . suu·~::-- o. = En un avil'lo q ue publ it'amos en el Olllll 0 • 4° . ~ . · ~ le pcriodico, I'« CIJIII~ndando al ap1·ccio púi,Jtl'O f;¡ pJlrio taca cooperacieu de YcArios vccious <.1..: • la Ceja para la ... C• 0 " l llof 1 ,, l t clt 1' t 1 ( 1· •1 '1" I.J '¡tiC • l11 .1df 1kl 1. t ... 111 ,, 1, •'a '" '' ' "~ " '' , ,,. :"l•. \ ,. <..n ! .. , .. 1 t·ai 11C: •' •· :'!c¡1 r'o 1!1'11 •l e.¡ , c¡t n! u''' jl" l 'c\ ll llll cl\c n 7.»t ~n l• • i'l l.t nlll "· - . .. V • C :\.1 \ 111·. A 111 , 1\1\ < 1'1. D f.lpnr/,o rlr ' tlrn "'(-. 11 1. • de ltt"l'lf 111l•1 r dr 1 1) \ t. 'fl:c<,i ; lc ¡¡.· : ~a •11 11ur • . J ~~ •• :; • > 1 1 ~ 16 J r posltns IÍ.;I d;,, . , l.~ :'0 u T n111l • 20. ;,vu ./~ l. os rl e p os/! n 111 rs /11 ,. nm ¡\rtcsan o:. :l C:a"a<.J :-.s 2 1 ,a iJradur . 1' ul pna Yiuc.!n i\l ca ores ij El d c· ~ra(.'h o f11é pr ... <·t i('ac) r, p o r lo!> Sres. Pro .lo .. <: :-,,.IT;Hh.t· Y <' f•CZ i :\ r,u .,tin l i ribc \'elez. A dllti n~:-otra ­d ores en turno paro lwi, lo., !'>t t·s. l iJ·ib« \' clt>r. i Dt·. P .t~<·l~ t·. Gonzalcz i el ~ ··· i\l ll)ual u. Granados. Eú1TORI lL .-~ ----~...-....... .. • • Ot. - COLEJ IO Pí\ 1\'AI>O l>f L .\ CO)li'A!'IIA DF. Jf."l:& l .' ~1 1 l tl i.IJ~. t:n los r!ias '2 ~ a :W tic uc tuJ•J e .. e hnn pr <'~ &l'l tnú o p\• •· lo:. t~lllrlln• :-. ele '.Sle colc¡to ce sn n1 C nC~ pidlfic• S U\ , acto!, sobre kt·ttll'a, ca¡ •¡; raiÍ:J , d v C· trina niolÍ:lllll , e1 aruatÍt'a C~( . :'!Íi v ia, lot ina , icL llll':t i lr;;ducc·wn dt• lrailt' t's, principios do 1cnr, •·a lia e bi<.t .:r 1 • t:••­<'! 0 11('"' tk rn a tr.nl.t l ic-a:. , to el loltn i f?ll la .¡,.-, \ 111'\l' l' n . 1 1 11-• cr (ltll l':t !ll <; U<' C:>I \ ,1ti i("I1(G 1 l'lltl t •.• ~'.•l! C d1fC1 f-001<1 de llt' lll('O 1' 11 l.1s • J;, ~ , OC:l!'>ll'. liU o•l tlHC lhl IIII'S( 1 :l'ol:111l l' 1;: 11 d b in "t•·u,· ci· 11. d : lt' " '' ' ' .._r , 11 v~l J lllCII oH ia ole :o ..,t.t oll t loó tll~ .: nl~l·· c,: .. dn<, . :'\ ot ~U IJ\G en le.; il ltPllll"" Lt d·· o~: a ('rHIII' '' "IIl l':l Í lll 'li.C'I ~' ('.o .lt " e 1 , 1- J.,iJn,lose <~ ('to .. tll'<'tlll 1 t•· d t' ~ l'' 1 1: •·C r¡ o!Jie C'llrtJi.h'lll ll. { \IIH:h oHJ, l. 1'11 ll:uo.ot' l u , sedi~tli hu\\!11•! l.'!•:c­lll ios tk :ldc:lanto a lo-; olllliiiH•'i, l,•s <¡liC Cl.Jil.., j -,t iGI O rl tll l1h1'"'> 1 1 tlll n .-;. Lo.;; p1' C tl11:Hi o~ l'u •"''"n ;,, sit:'"''nle!>: Clrt.~e :illpe" ",. de ,:.; t (/111 ·~(1(1 . _ Arlelnnlnllllt:nlo . 1 ." ¡•l l'llllu, .-,r. Juto Antonio Gavi11:1: '}.• ~~ Do· mi!!t;O Graoador.. C ompu' lrtl'lll lrr­tma. I .H premio, Sr. Mt¡;ue l \ ' a llc: 2.• Sr. Luis !\:tillOS. A cr:,IC-•11. J . 0 Sr. Ful1encio \' 1lla: '1. • ~··· A l~¡l'rHit·o <;omcr.. Trnrlllccltm. l .n pn•mio, ~~· . ~l ig ue l \'JIIa: 2. 0 Sr. L uis l'\. 1. e~ P' cmio, Sr. .l u;l'l 1°. J\• an¡rn: 2.0 5r. :\lanuc.'l.losé J J , , rnillo Ci'll·do,' a. l ()1/lpc'st(:flJI/ ln t:na . l. c•· I'I'Ctuio, Sr. Alejau ur o lJ o,os: 2. 0 Sr. Federico tr ~ <.·c.n . l l'. Ac;.,, ,t''" · 1 o Sr. Ulac.J is lao \ ';¡zqucz: 2.• .l11un P. Arnn¡;o. l i nrlurcwu. J .tr P' I'C'llio, 5r. Al ejandro 11->yn:;: 2. • S1 • Sal \' Sr. L' ladi slao \' a7qtll·z: 2. 0 Sr. A lcj;\Ticl ro 11 C'jia . C/ nsc prqw rn lort'n. _ A tiC'Itl 11/ rt - 1lllrnla . Preo.io Sr. Tcoric.!o> 1\o clr:i&u~_l . /. rclura ,· Calli!m/a. p , a lll :o, :,r. :\l anucl .1\1 az; . · J), r! ,.,na cn, l trfltfl P r cru io, Sr . :\l nlill l 1 1llc. ,1 '1 1 ~ 1 \ <: ACCt:.sOI\1\S . _ Clrue .111- p n ·,¡,,. rlc g>"~onritu·a . __ ll i-.t or ia. =- 1 ..., <,C('!' . J ,rr pr emio, Sr . l.•:cio \ 'di.\ : '.?." S 1· . Federico Arccsi<) Es­Cfl "-11'. .t.fU ISc.Ú/. 1." ~!' . !\lir,ue) Y;¡ l'c: ?.• Sr. Guiller-mo Eseot i.lr. 2 . ~ S\ C'<'. J. cr pre.uiP, ~r. J> t:clr'n P. C JIJ.d : 2. 0 S 1·. AlQ¡,l!Hln• G r:w1dtli . A rc.,,n/1. :-;1•. ~J .mu~l l' o; ll d -11 . .!cr;­gn~¡ irt. l . ··r pn·mio, Sr . ~u c1 o \ il!.t: 2. 0 ~ r. Pedro P. Cabal. A ccS.\t1.'t 1. ] . 0 -;r • .Ju:lO .\utonio C 1 V11Í~: 2." ~r. D om111,;•1 l;r~nudo s . J1alé11.tllt'r te~· . _o\ lr('bt <~ . 1 . cr premio, Sr. l'!'dl'•' l •. C.tbil l: ? . • Sr. Jinl'lqua n n 1"' Aus." ·'"· 1.• ~r. Luc ¡ .. \- 11!.,: :: • Sr. l;llidPrmo t':!>eu:\'nr-• .;f·, ,t)uft,c, . 1."' ¡ol'(':'li Ít> , ')¡·, Pttd l't\ P t:a'· ,. 2. 0 :-;; • • ( ; uill··rm > t· . .,, \'1 1'. l),- cl.J- 711n r:ul. 1.n p n ·l)l)r,, -;,. f'h r,.-, • Yd ,¡ : 2. 0 St·. Ale¡:nc!ro l l · ·~ · · D cl 11nn cn~ f,'nlldl . 1 cr 1, •::n•o, . .,, J ,r:J-. l{ ·lrOooo;: ' 0 ~ 1' . .J 1.1:1 •\ (;')¡ Ír•· ] ;f'n :• fl(l ji fl)/f'Cf a 1 •·r }H ¡•;¡¡jo~ :-:, :; . F:• lo l ' ÍCO :\ . f'.,.·IJ\. •l l': ·J 0' S1 J, ,, P ré.lr·h ·IL e, ;7lll rTIII:'a ( /t, /('1/(l-~ (! I' J'CPlÍO ' 1'. \ lrpn ' lrn e .1':1.1'/. Clcsc mfi'ntJJ' riP ¡;Ttrllf rl /crJ ' H;o;lnria J. c1• l'""ut io. "' r·. J qr.r .o\ • Jnt:-n i S 1·. Carln; ,1,,, a' wllo 1 r.). rf•c¡un ~ : 2. 0 "it·. S.dntclor· \'<·~•'· A cos,ntl. l.a "lr. C ei!!SI Ínu Guri!P!.: 2. 0 ::'r . .Juan !.12 l>. l'nn rll'~r~: :3. 0 5r P .cnif'l <;•·ar--,1dos: '1 o Sr·. r"d ... r ir·et E· e IC.Jr: !l . o Sr. \ l rj<~odr•J Jl o­~ ·., ., : (). 0 '-lr . . \ r,n., lin C o r1aJ . / N• gurfia . ( .rr rn:n tÍO . Sr .. 1 11'10 p .J' 1 'l ll"'l : 2.0 Sr. (; ahrit: l r. llO t' "l':'!. ~ ) A ccsrc,, {. 1 o -.;r. ~hn n • 1.1 .hr t millo: ·2." "ir·. H ud ~ ... n1n <. : :".~: :3 ." Sr . .J ,t('f\hn Prre¡: í." •\r. ;-. 1 r'ldrJl· \' da:;-, . ~~r .\IPtll !t 'l<~n.: 6 ' "' r. ;\1 -H'Hl'•l ()' 1''>0 . /)u·lftJ/(1 cnsl/onn. 1 e• P"' n•i• l, Sr .J n Jll rlc: D . F ct liO <'Gt'íl : ?.• ~) 1. F •d<' :'Í<.:II E'i· Co , .• 1 r . ('rol rltr nn. P l'l' llll n. ~ r·. J u.tn rlc 1>. ¡¡, a n e,;r·a. ,,., .. \\t'll l , ) • o Sr. r r·'l " llf't) 1·.!\cO \'J I : '2 .. ~ 1'. C .. lt-., tino C u~: wt . n uP.IlJ ('undurla 1p'l r:l ! Cl<; Í ll!f' I' II'J<:\ premio Sr. rll rgt ~t ~ f \':r ile. -l cr.\'""'· 1 . 0 Sr . .1 uan l' rt !lll": ' ¡11·cm. ' 7 o Sr·. • J ): ., r~I J:J il 1\lt mo-l: (prcw .¡ 3. 0 ::,r. ?lldn ucl C'nhe ' p_rc111 ) ~- o ~ ~ r~ CO L~.IIO IH: NINAS [ ;'; \ll:nr:u .r .., .. I:.n nP r~~:cbd dt~ un colr jio JP níílas f'n es ta f' 1\1dad -es· 1nn notól'ia i tujf"nte, .k e~ta can nl alcance ~e todas las J?er· .. so nas de buen ¡cntiJo. que seria im­pcrtit~ an Le ttl lrat .ll' de cJt•tuostr.tdJ • 1 Con vcl1 ci-do·~ cst :t n ccc~ i Jau , I'Otno 1 01I'OS muchos lHidre-. de f tHIJÍ ii8, i cc;Limulnrlo r or al¡~u n o r. da cll (o:.. me IH' onrpado lt .• cc a ltjun Liemp•' C~Iin 11~ ('U I:I.• IH 141' 110 ccl1 ficio ca1· 11. 1 •• C'<, 11Ht1h tlo prtra ~1. A hora .,co Jo f.tlta que lt;;) a el nAml'I'O da alu.·onus I1Hlonlc p <~ 1 ·a que ll> licJr I.1S :.i¡;:•ÍI!-ct e~ lJases i f' l)ndi::JOIHb. U ti: ~ ~ llllltl O de C UCI'O d~! J ~ Í 7 :-00 aJ¡r Í: J en O~ l3 (' II HJa rJ Ull C(I(Clj1 4') t! .J !I [>01' In fl JC IH1!· ~: 1 col~¡i o esr '11 \ • a <'JI fJL> ~" ii A. !t• ''"'' P ~lo , ('nn w' 11 Vlllt n ·c~ du Dt­c.: tor:l ~ 11•:-p cc\t'liL A ;lJ ,J", , 1 ~ J , ., . j ., lu,un , ... q· t' '' n o:l\; l ,pt n .... l:.:ta , P·H11 :· ll" .. • · J 'I ,; ~ di· , •t i\ 1' ll l , ' ; ( ll ¡lf ''•llt '•, l,l l ~·· ! . ·, t f ¡ r ,+ t t! r' . .. : ,. t , ~ ~ c. n el .-~, , H , · 1 " t.· • • ti ~ nl \ ¡:a l·r. 1 ol··¡ in. s. el : tÚ; ¡¡:)¡'(, .J . 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(r..-1'" -. . (>·' '·~·· 1 n , t·• n(;''" ·'"• •' rl ft'C'I'JJ \'lh, r d·" , . (d•¡~"l· ., c!t· r t'f'"o.Tf.r ia, ) bt"~·iri.,•, 1 lt · 1<\n \ , d ¡fr·rPttlf•s t ··<•fl· -. t! l'' ¡q· 1 •. , ,, 1rr1rr. t•., p1 <>¡• !'t~d o.s, i las lll-41 t'I'I,J., qtr !' "ll \' c t- j>.ll ,,.,11 ..> !., t>l oo­n l•t' l lltÍr'I(O de ¡,., ' '' t f·C'.; r OUjC'I•YS o ct~ r~n'il.rll o ut•tll u:¡;·i ... In! c.'Z!itaoe; rle • Stl . :t,•rl:cit· ll, el n tS 1 r:o t'l · • ,, tn·;.o. d ~ollltl ' <> i cu: 1 , de' a 1;11t •ll- , l •• , 1 .,,:"t!"" dv !'us tt•drcs o- cJtt ~~'~'> I''' '"UIItH d\ 1 et prto e¡\:~ ellos C< llii'I! 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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~Lar tuPr·ca In nius, o t'Ptr ¡, u~> l llf~htl~s por lt' ttH;' th •~· . - Lo., 1 "1<1r·('~ qut qwt>t,l\11 tJU ~ 1t .sus t\ina:. se lt!'l d~ n l ~·r\/&P'"'" Ul' lltnfi Í\:n U\' ¡ ·i ~nn, pr n pot.., ,,.n.,r1~ 11 fl lfb ll'll­rueul• l · .l •rlu puCdll :-4'1 \'ÍI hn .. tr p ul'U cual1 1• n11 w ' · La aiUillllll olfllC e.llft'll'tll..lf'C t"ll e l CQI-jio, stu•a oltiÍ:.t~d l\ ep él :.t 11'1 t' ll ft~ r ·­UJ t!dcJCJ U•) f q t•r O gt ,,, t~ ; jii'I'O '11( () l'u.rC a juidu dt"l 1\l~·rt a: .l , :.er .t l k ,·l1dól a l> tt (':;sa. CuRntlo llllll nlutlltnr fuon.l osislida en úll'<' l ~jit• Jur:~nl n una l'll i~-;·.'llCdtd , ~~ra de ' '" "l~o c:.Jd pudre d gasto de llll'l l; \ 'l• 1 ¡, .. ¡, ,•n, 1 dl· t'.1r¡;o del éStahl ,~~ i l' o : r!QI O (;, ~ ~ .. t)I.UII.,I ~ l •'O l' la. El l:!\'.ttl•• 1 u p~.t~IIC'hcJtl <~ tiC' l11 r copa -ser~ de l';'lt ••O de l o~ l.> r ti rt ~ ; jJ L'fU los , l.J • • Cl,.nstl·ttlci on á l.:·· g u ~lus, •le..• d '$611, l't c ; •tuo la I'(' • W •IJ ~S :>LI IH Jlll l'•t 1 .. :. llifl lllt ll l ll !'o ; 1 c¡ u f' ~ t' L• el c•,l rl l tlt::. s a lg.tu '" !1 1t; J~l "~ d ah l tt Í II! r· de l .. cnl, f Jhl8"' tÜ! utrrtl• r •• , 1 l ll l t • d r:'Hrrt ~ .,, llll\ t!J J l(:c; , ":i nn1111,ks. 1 J .o nd1.1 l11 li:n pt ct.oJ tl!c r upu , t OO p«!>'uc; ~tod c lli u 1 '' ¡~ ,, tHHÍrlld'l·ll dr. l t> í G Al tu "1"" o.,r, "" =--=o-= U ~ .\ ~()Cit-:D\1) 1> !1. 1.:1~ \ J:I ' ILE\CI \ . l·.u lu r ~ r l• c del tl•l:o. 1h·l " '" tl t'n lt: q ue nuicrll ll dC:'l' ltl ,, ,,,., e rlc r .;tt' l' Ut· - , \,l ' chllln, p.1r,a• ~~~ rltt' l. 1 C':tll''> l ' '1i' 111('5, 1 i COloiH'I'' COJ'f' ('l':\ ll t•,J:t ' I' Jll' r'J l'l ñ llCS . 1 pot· nwnHt rl~· l t• ... ¡;¡l,lt- t• lllHCnto. La P'"""'" q tH' dt>ho l'" l;n-.c {lOf' cada aiUII)lld ~er a J ~ 1 &O p(:...u:o wnu1 !>C ha IIHl ,d.ltJf.ol (' 11 <.:·.1.1 lll td .t.l . 1 l! 14 l'ÍCil l•J 'qtii Ol'C' tnd rrui11uc;, II!Ht a-.ul'l, <.:Í ull <.le '" tc ~.l llt • ~. l'tl fl el o h ¡C'III l11· f111'01a r 1 111~ C,IJn de Jl! OITt•'> r .)11 -.il tn .. F\ (• lll br .. roit prc .. ull'ul t' abt .. \ 11 1" 11 tnu J\}..,J 6 11 0 . lO'>lll a¡ ·,. c1 l ~1 . ;\}r1¡u( 1 ( , (1 tnf't. Pctiu. i ... c rn· t ~J io ,11 :...r l :~ nd , d " :O,:'\ O ~~~,{.. ,\ d (' JIJ '!!\ c.k ' •'S l OIH 11 1'1 (I O((''l IJ JÍ llll'u" JO u <' h O~ Ít1'!1CII l1 J:\ . "tiCndo l.t l u taltJ.,d dr:: '""' ll ll<'l ll h r u.:. d u!.nC f\ l t;S onc.:c. LaJ a urto de lus t O<'ttJ., 'kl a cv utribuir :> C II¡ tra cual qutct·a. rw :.e rd•n.tura JHirtc lllt,uoa pr·" porcinn:d d·· la ' titila S~\ ' ~fGrlM, a mt·n os tll (l" , '\11 J' !I C'I • - ruí .. non a los pad t·o·-. dC' (a llo:!i,, r¡• · C quieran sonírse de él p :11 n l.• l'clue~ cioo de sus nirias, '1"" n·• rfl l:~ r cl tn 1 aviso cor'raspmHIÍall ll" íl ll n dl' q .. ~ p ueda o;a!1cr·-;e en o p o~ rtun i d a d e;¡ hai él número s u(ir i=nt r. Jc .d t11n na<., p:-t r~' h~ c er los r, · l <. l~~ anli<: ipaclo:\ qut s<•n in dif>pcnsa bit!'. He tomado la Yoz p11r'll di•·i1ir l'<.ta ecsitacioo, no por c¡••c kn¡;a 11 11 o in­t~ res en el csta b leri rn i ~nt o qtt<' r l que t,i,oen l•s <. l:\n sino a c o raq;:tht• de la empresa cuando cllél n ... tr a tT•·G'~cta. el p r . •OIIl't tl ele 1.1 ;,lhl'f'l t ¡, 11 J ebe dilf'•C ,, ioter es " l n ~o ll tl k i ii O::\ a1 lt:1:1 no~, 1 l' ~JO la s ¡ !)' L' J { II l'ld il d ~ S Ull ., l únl t: l>, 1 lr~s fll O t)li ~l ~. u eUt'll ~~~~lrn a ¡ S0 p :1 ra !-O Co l' r·e¡· CO i ll 'i I·J ~('C'SÍd a d ~S a l o~ lll'l l':,~ t l US 1 houratlps, que por anciaoidaJ o en· fel'lllCthtdes lfl• pu~tdt. n e~n :t l' la SllU siste u ~i a. Cu 1t1 dt> no baya ohj ctr• en q u e.~ inverti r· los iut crc-;cs, se ('npi t dtzs.dw. La conltr bnc.·itm :.om ~ uL I d .·i~e rc~ a1· lue¡;o 'l liC! h.t,a u n :onJu lillficlenla parJ ~1 vi •J r>l oH [ 4''> ,.,..,., '(1\t' lct 1 C\1 m:-.0, 1 j.-;,; JC)I' 1'\ ¡>tt t d :11 "> II ,C'Í\ 11' , ~. ;\ 11 111jU I"' 'l~ S lii'Oil Pil t• •, t¡ll•' 1 o, /1'\r \ ' ,111 ~ dt t t¡I O• l t~ a 5" t'ld Ciot• •llt'rltl~l· l n 11 1111 d<·• e nt· i dU! Ilt' lllP f' l 111 t>Ótl d•· I I,H t) f' 11:111 har ('Ct ll l'•·t;u h.tl .¡J td 1 • ('11l' l• kt. r:ll ~(:;¡ ! lt·· <.' i ll ll('!tlt>. rl ' >'• ('~'>111•1 1 '1 r.' ll ll l'> lt.IC'Cf ~~ "> 1 a l,~ u rta'i "'"t ll tlll' l.lll"'· l-.s Cíe :., !' r' ttW' I'• l•l:pnr 1:1 <1!'11 pa t ."' r¡ue el <' .,\, !,\ "' 111.r· 11 \ tl ('' ' '"· r ' ~> -;u <.'1 ¿~ Ílo . f' UI'di'l '> U II ~Ir e \.'1 t 'tlll f 1 ;¡ ¡d ~ :l a los Íllll!n; ~dd tl r. 'l "':: .;..;'l'\.'ll 1 o r11>cc r· SUS ttpCr.l {"'rP Ot; <., 1 A G;1 1, r ~ t i iHII ll é. sito ,lt• t'SI1 "' · que f.t: ~ ·~ J ·! !c•?.c·,¡ u11• l>um•" ror:to~btittla d , :wnt'I :Je ~ea t:c ces.11 ic1 p:.:r•l c il~~ lt .l l.'C'I' '~i,;uo ¡p:.l •; lll l ll C U+'IJ ::l p 1lf' ('.JI l 1tl .1 ~~t'"'SupellOrilá-~·s:ill f'r ú l..ll1ll ·tan f' '> t.dolr,·et• al,•,unos pru?crpt..> , <• 1·r:;la , pan1 la c:\lrt ·c-ion da l(i)¡¡ io · livi d tJ a t.J III <' t'" ¡oc>t'l<'ltt't t ll , 1 u t IJIIC "'!lC t: H II Ct~U • ' II IC'IIIIJI rt C'll ll -,(·,; tt~ rHI.1 l.J.·s t ,a!ll l d n lc~ . t ' VII;w tl •· 1•''< In •' 11- t•r• .. tll l'l• l•ttla... '!"" [1111' J •11 ¡, 6T I' ud11• ... a !.1 rn .. IJ IIlt'r" "• 1 tal ve¡·" d i ' ­I 'C',II k 1.1 r' tll lhl 'f : oii JI IIOO !-ot' ll l'l'l'" lllt n 1'< gl.o•, hrto11 C!> \.llll('o id.111 1'·'1 '11 ' 11, ,. los • ""l'•• r J n& que• :-.•· ¡j¡·., , u lt~t. " '"·' dt " • r:o ,, ,.:¡ ' ~ n 21 <.:11 11 \ <'1' 111 sc Cll Cb' 111.ulo de l ll pc-rc/.a ===·=== n 'i\ e< , ;, \( 1 o.\ .\t.. . p , :-. ll " " • Ct'l t 1 .., p'l r,; el c •. t.d .lc<·i­llll t: t .IO dc: lll ! :,1iiH'I1 l •·•l 1 1'1 i 1 • ti liS \ j ~l(• r t.: lol' ol'ju:o. I' JI / , { / ) , n • ·r 111. \ 1 ' . t' f· l lll ll'r ''• l'j f\ t fi CO rJ , , <:t.; t: ·.. 1!· t'CI l' P''' ,·! (;1 ! l i <' l ()(\ (' l\. ( ' 111\ <'t::. .l l')t 'll dr.:r::iJv pura el ltn •!l· ~k­lJCil l• · llUI'~> e J ul l C~-o t• f 't • 11 :11 '' " ; t l'lllll') C'll r. l tal 14'.~o ro n o • 1 ' ,.n fond•;s diapon ti.Jc .. , "11 11 qo. 1 1 a h>lt Cr: J.,l\ ~;e•· l O!> p l!l , l• l' • · ~ !,ti , 110 Ot> C O ~O l'Í ll O< nt 1'1 1' :l (' I'IIJ•rr ·l llu ~, !" IJO · l e(·;¡nJo 1 C\llll['l (•111 \ li •!! Hi l' ¡,. 111 '\S pin:;ile i • c¡~w a uc l ll 'i rrt L! 1111 cno l r .. t\,S sc:~t;u tl los ('11aks 1c ,., , -:1 tn d la 1\<'l•liLiit·d C:>tu ... f ltiHi t• tl ;;! ! :) pc..l' c .euto .J;) tlé!l cu:\ll dt' 111ean~ ; " ' • l :u·o •llllt p ~r-.1 c-.l<\!Ji c·l~' J' 4':1 it.1111.' r J¡, t·r ia CJ •!l' h ,,C('l O l i'O l\1 ~ 1 11 1 1 ('\l f!IO &11 t l i) •.t<¡IJI\HI\ (; D m cdJdl! QctO l¡¡s J I':Hprt•,l i to 110 pmh '? l:.J - L ·~ :>! 1~ & C 11 (!;1'\ nr <;;H 1 l .. t IV . 1 ~.· t p'' "':~·llll ll ' qut t'l fondc) l. r•··t? •'n LIS d ) ... q l·i :tlas r ~r·t a ... c!<.:l t', ll l !lllHJ r"<; l u que s n n : 11 OGO .c )t~U d. 1 ' 1 - lr<<;, C'- deei1·, ~11<' ftwr:~ de: 1 (rU t~ UO; .-1 lflh· r es n111;:\ l ¡¡l 1 ;> J'l" H 11 ' () ~; o t:· , de 1•01),000; t' l r, n.; t\• · • ~ u ' t'l 'k­e ut pl ll~ do ~ dc• l tlti i';CII , 1 t l• 0 ·1 dJ:. oli\ :1 una l! UIIIJ d ~ h4 ll.ÜI t ) n· al~.... l'..l u::l cslltlll <1~ 1 l ft lt' n.~, cc­-. i1~t, l l· d,•IH: -,:~r , sq:•w (11 pr . rH' l ,, q:H' lt~'> ~ .00 .0(" 1 dot re¿¡ leo; do1 P. 11 1111,1 u:dl ­tl: d .1~· 0.nl UvÜ 1 e tlr~ : fl ll l ·!• 21 t'·l a -..u:u ..t da la &J\ l\!rr~ t· , <¡lit 1l,t o' ~ ¡•t'l' ­d: ol,l coll tt·..s rl I C;, II I u p ul; 1 , Je 400.000 rc::lc..•;; p lH ' i flll · 1 Jl , ¡•,•!c ! •lC pn:~ el.'l0 ! \ ''! rA:ld t!S U c:1 p11 J I f ll ,l,.l 1 e•; tJOI'O foellH!j J 11l~ :.upO, it:lClll J\L) ('<; :ld­m i~ j l ¡ l •• po rql'lll t~:> l.'"~ srt ttl Jecl.11·:" · ;e q a c l11·.H~o ti s tll p et.llr· ~ u" t•[H' i' J~io:. r•¡, pues no lluJn.l pa~~r a J.íl vq\j ~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 122 ·· ---·· t'édula~ que so le presentasen; i ocur· J'ido un coso c..Je t:~ta ttDlut·aleza, todas l-as cédu lns dn:ulanl~ 5CI'iun pre~en· tadas, i la baocanota iodi~pen :- ál) le. El r01mo de coma• civ mus deliLado i que Pl ecc!itn 111as f Clo, iol~li ¡c11ci a i :ll'll''ldud, €s (ll que bacQ un IJaucv; i por lo mismo no h11i Jéncro ninGuno de comercio que wonos convenr,a p oner· Ql1 ntann!> de elllple~ d os n om­br. sdos i a~abl·illdt'.;; po r ol <.;obi arno. l'na g1·an SUIIH\ d1· d ioun cl1'0· ,·ucacion coosL:tn te pat·a uun r c \·oiu­cion. Siendo púhlicosac¡ucii••S fwHlo.-, e-.; "i·Ho que segun los p·rinctpÍl•s ·i pr~E'tica ucl Gobi ::.il?mprc neces!lrio. Un ban t·c• c omo este '\'CJH..lria !l ser una o.mcnata para L1 seglll·idad pul,lit·a. T .li cslll ble<'imien to <1 ependicnte d ~ la ,.,ll untad tan ,- ,.r~ .. ble i tan ctmtra­dtctnria de-l Gobici'Uo, no tc r'ldt•ia con s t ~tin c i:~, ni in!piraria coAiia'OlJ. A cada c:tmbio de ministrrio SC<¡ue r­r i :-~ nt iarlo de n riua ai.Jaj c>, i eu c a d:~ ra,:nÍ•llt de la l~ ji ,lat ura ba hria uft pro~ ccto supri111iendo el hanco, o al­t€ J' .Indn c;us bn5es; i Lodo c ... to no d· j;,r i01 .tl i.H17.3 t' el cn~dito. N Cl d:·lH•.r·t• sn osr; psro a-;i st?ria, i el ¡;úhli,·('. 3!1 1,, crc:9ria; porque üiliHJ ilC :.el nrt t d el'a,:rad:hllc tl~~rrlo, noc, t ro públ ict• no lnJ 'legado a p<>r <> tt"ldll·<>c bien d· qtw su-; leji<;ladorcs i Stl GolJÍCI no tenGno el¡uicio neccsaríu pat·a nv hd C'er u na tunt eria. El 2•. pro vr tto a-; much, mac; t'Qa­l i7.ablc. i no tieo t· lllll 1unu de oquellos iu coon~nient r s. ">lo cmbaq~o , noso- 11' ,.," cr cemo5 prcf.: r il•lc Ull hanco Ctl_"o cn pitn l r c>prcsrote por lo me'!nns en 'i ll m t.,d , Pr opiljtiad(•s int; IP.sa'i, l'r:Jn t'C3.t'i (l ll!?fi'I C ::II !IH I 'ÍCll O!'I.~, pot' d uc; 1',7.0 ile<;. La pr tu9ra, prH'qll" una d~ (;¡ ., n r,·a sida ' IC'!' ma .; a ntnr ia~ d" la Hepú!,(íC'a es li:t intt·oducj"ion cu f'lla de capitales csl 1 J 1 jft·os; i el ec. ta bleci111ionto de 110 banc•· 11 rivdP_jiado, es quir,n c l mcdlO ma .. ., ,.~ urP i mo<; faril dP. .1 Lraar una {',t ::~n co pin de est os cnp i t11k~; i 1:1 so­e• •nr-lu, p nn¡ue CS n r.c!'>;:lt'ÍO qtttJ e l !Jd iiC'Ol C'"té a eubiorlo de la~ dl'pn'!da­ci ••llf'' rav (•nn ... l il'" en el fundo del I J • del proyecto, nn:; parcct:.: tw toria111Cr; te pcrniciu5a . El ¡ ;nríl,~ ¡io 4 11 el ll¡;nco de no ent ra¡· en n í n g ~n C';:tc;o a~ ('Ol1<'lll'SO de acreo -dorc5, i ('OI I r t\1' po t· la viu cjcc utiTa sus créditos con praferoncia a \odos loe; J en1:1 ! , Ur, perque no ten en; os un s-nw comGr clo. C r ee­m o~, por el contt·:tr!o, qua l'O d" ntle qei >t! st pa1·,, un pequei~<• bauco t'll cada una el 1 traon.li oarias, i esta pnnicntlo soLrc las 3rmas 10.000 ' !.0 tultre!\, plHlS 11e cree ~uc el partido a nantuis ta no se detendra en lo11 rn· meros movintienL,1i, i q11c hal'11 es­fu erzos do ses p c r;~d os para tnusfa r . Lcorad1o Gut.miR, principal a¡enle de la dcsmoraliz:lcion que Ita pcr\'CI'- ' tido a aquel puchlo, i prohabl~mcnte de la nbelion a mano umada .. uc 1 es ta haciendo correr en loa campos la !\anr,nt ·.-en pzo lana . ha resultado mui iofuiur a su nue\'a posicion, en 1 la C\tal sin unda SC babia figurado 5 /'///~ /. ludr grandcm~nte. En el va)le d., A ragna, acobal'dé.tdo pur· I n ~ rQvc,es! sufri4os, quis• di!ol ·u:t la pariÍ rnani· fie~;lan bastantes 1enwros p1•l' t'l dc­snn ·o llo de la rcbelion el'l B.-ritH.'\. en ­donde !J:1o cuudi 11 .11 ¡¡,<, li">O p<~r., <'J't:CI' que la l l'll nqutiid;¡<.J púhlil:'a c , ré IUJeut·7,CD 3iNidU Se. lll(:pn: e he:~ho_, l'I'.:JCIIl v !\ que aquc!lo tlCI1ia ser un ruu. ur tnl5o. ( RE:\l l'l IPO.) l •, Tt:U.lE~ C l A tJEL :\ RTir:rLO i.)'J lll' L.~ !.t i 1 ." P. 4. 8 T. 'J. ~ f\ C. _ Si un ind i ~i<.l 11 o le dire a ult o, · l:.tdn·n, aqui solo , .. .,,, illJUl'l 3 j pcre si pQr <"jcntp k·. le dile que c·l di6 li de j ulio le n •hil 2 5 p~:S<•s a J ua!l' de so ~:usa o ttcPi rla, <; omo a 13a ~; i P le dtt la noch e. aq ui tambien hai Íll¡ nf'i;¡ , i t:" lumoiu, sir mpt-e que el he{ lu im· 1111lado :~c a falso. El C'l' lt ll utllliU O, en el l'riJ:!'ho supue'lto, p• n~J ·· p•·ohar ~ u f;_,li,t' .lul <'t~lumni :H io tiE'ne que prnclurir cie rta prueba par11 acu~;ar; por«1ue a mas qua esto es confonae a lo'l pr1ncipio-; I C'~ales, d icha prueba no ·te n~ce&i!a 4ue sea taN vir,o1·o¡a como la prodsci-da en el plenuio, i por la misma razon es menos dilicil .;: lJn profesor. Imp. J de ... Maa"el A. B~le~~ ~ -. .. ..

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El Antioqueño Constitucional - N. 10

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El Antioqueño Constitucional - N. 12

Por: | Fecha: 22/11/1846

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Triln. 1~) ~t ED:ELLIN, ~~ .. I)EN OVIE~t nl\~ D~ I846. [Núnt. 1 ~ . . 1 ~ ~ ·EL ANTíOQUEN O CONSTITlTCION AL. 1 R,.pt'ihhcrt de la . \'urM G r(lmuln. 6 obcuurcion de la p1 ou¡ur;ia de ,.¡ lt· t liHjllm. = C'n:ulaJ· n. • '.)[>._Al edc­/ tw :21 dé n ovtclllbJ e a e UH 6. _ Sr. J efe p oltl/f'o d~ .. . H..t lllful'lllJdo a la Gohernacion el Sor Tc~m·cro de P icw10s de e~ ta Di i 01eJin de los clietmos re ' f NJ3 t.ados en 1 ~i í , por· parle de la-s . t que paso a espn~~•u · • • • • • . , .. di ci.H a pues las ordenes mas c(ica­Ct.' S par..a alhtn.ll' c-ual esquiera obs t a­culos que ha.' un impedido que in­grc •e a las rentas dtl fa ui'Í<'a el no- ' ·unu ' medio de los dt l~ mos imJica­d os; i hadt qu(' los r co;pectin>s ma yor·Jouws c.Jaunan a pen ·ibirlo a la m a~ or•llfleYc¡btl posible, sobre el cum­plimit'nlo de lo cual iu fo rruara V. a Ja (.)nhet·nacio\1 ~ 1 dia 1. 0 de ~mero • · p t•o..:simo col t•a n t e . D ros gue. a V. ~M annno Osp/n". L ISTA 1 de las fab¡;icas CÍl o. Saonlctas. *= Canlon de Snlmuina. r\ eíra. *= ranton de S OJ(l a rosa. llclrn1rll. Cllcerc~ . _o~pina. A J/ISP DE LA SUBDIRECCION. La sul,Jirrn·iou clc l n•l i'HC'riOn ¡nil.l1ca dt' esta provillcia ~:~ti ,fet·h a d!' lo~ •·lir:u·es e~ fuer"to~ con que l o~ aharnnOJ del C,¡,l,.jio . do Mcdellin se han con~ograd o al estuuio e o el ¡¡no sscolar que l<'rmiuo en el prcu pnr rnnsa tlr lu t' I C'II <'<' l. dt' l o ~ fut~d• •s dt·l C:ull"j•o, cnil:·r t•l putril.lli.,uo dr lo< iutli> iclnu ~ '1'"' p• r ~" IIIIH•I ,, lu ilu~l l al·:ou 1 )'01 ~u , .. ,,,Jn d·· r ... t ..... ¡ l'"l'• d,,n ''""·'1' ~o l ~unus ul•ras pura )., for ln¡H•1un Jo tli l'\•~ bitol1•• fl'••,, ¡\! d·,.,.,,, h .. di'l'"" 111 • ')IIC al¡;••uu, d•· lul\ ulnrn .. o• p r•"' ' oll l'n la. li-r .• s 1le dichu~ 111dlviJnn .; n c:oda "''" de ,.(1,,. p.oru l)ll!' 11 (' IJII IÍliii iii'ÍOll th• Sil• llUIIIbn·· 'l' • Í I'\ :111 uu ut .H' !.os uft'l t •• ~ '1"" '""g"" a h u· u h ... ·t·r, i '1111' c<~ 11 S scau p uhlit'a t!.t.• pnr !.1 iurp1 c• ~ol :o 1gutllnn•nlc p r <'l Í11t> ~o: pulo1i• t••l' t'> IC' " ' ¡.,, par., I('IC 1115 J'CI'!IOIHI:i :1 lJOIII'f ' ~' J'UI 111\ ul•l st• h:1 ya tl.·j•ulo dl' Í1ll'ltur o·n la• lt-l.•) 1 1 lo1s •p;t' n· ,jJ,ou fu el" J., i\l,•,lo-llw 1 ' 1\ll' quieran I'<'~·•IJ I n10uuH5 ol•' ·•"• ~r •li,•, nt•u Cllh'IHit•• •l' p :~ra c·lln 1'1111 ~·1 ~" """ lt cl'lur !Id Colejio .-Mr,lt•tlrr'l tG th• 'll•1 - 1 \lt•mLrt: J,. ~ ~~ ü - El Soiu. de la Sut. J i­Jircoiuu. - ·11. B vii'I'O c .u .\ DE "110 n r\os. Despaclw riel tlon11 ug ó 1 & de mn•icm&re d-e 1 ~ i G. Ec s i~tc nr ia antt·r ior . J G d l!positos del dia , • T otal • l os dep os/lanles fucrou F.s cl:n ·o 1 Estudian to l Viudas . • • • 2 Sohet•a • 1 Cosadas • 2 .Mcnonss 7 Edcsíastico . • J ~l acstra 1 16 22) HS •f, 1, ~ 1 G- 1) 23,86 ·=-·¡, El d cc;palho fu ~ pr acticadn po t·l os SS. Ur·. P asc.ual (~ •.~ nzal cz., i .\l iguf'l D. Gran;,dv<;. Athninistr.a c1ores ro tm·uopar-a· hoi22, l o~SS . (; r~ n a rlo s i Galu•rcl E<'hevm·.·i, i pa ra E'l 1U Jrl ..,orpÍ(;nle el mismo Sur. E.chc\"CI'l'i 1 et' Sor J oaquín Sailudo. EDITORI .. \L. l\ OTlCI A S. V ~;N t'.ZUF.I .. \. L:. mcn t a b ~e es el es tado .de aque lla l\ ~púl>lic.1 . L·t r-eh<'li on cunJ1! con r, r·andc ra pi dc1. , a pesar de los ll'lunfvs que lJs fut'I'Z:JS del Gobitu·no obt1encn s obre los suhlc vados. L1s l'uc rzas d e c, los E'll los Llanos a•rendllfl a 2,000 b o ~~P~ Iweo; ; con t ra las c uale~ mar c haba el jcne r al Puez con cer ca Je :3,01i0. Se ~un una cana de p ,>l·tocabel lo, r·e­frrent~ a otra de aqac l j eocrJ I, el t1 1a 2 de ocltll.ll'c debio darse una b,Halla deci~i "a, en ctue tocJ<~s laon contra los r e­belde'>. Cerca de 1\Jaracai lu,·o l 11~il l' un combate el día 29 de sctietnbc·c en que t r 1unfaron las fuerzas 'c~c la ;'i a­C'Íon al mí)ntlo del coronel Guerrero; . ·el cuel\pO de los rebeld e~ era ('Omo de 600 hombres, de lqs t ualés que.- - 1 u _z ._ _ a __ _ L daron en el c.>i.lruro IUO rnuP. r los nn u·h"s heridos 1 pt i s r onc~·o, , E l ICltCral ( :,t rr ellO C ~ la l~:1 a la C'; l'l l ;t- 1 ( : •• 1;,_ jira de lo!! p rin cipt os a u te ... '>< utudos por los a u';rl'tJlll ' ttll>. \ 1t)a es ('o lt ,¡ brr c• U l .r .••. te g1 a\'e al So r . \\'ill <:on cn r¡¡ r·t: ¡~, n< ll~"¡jO· cios de l nKblC' JTa ~ P''" r(l (f " el fíO· bierno du stíw.vo .1'1 ol1 t'ta • ·~ rjc·nlo, caho i ccnti nc lu l.' ti' pa l.> l e·~ . .~ t• ILJUCCS una :;•·an m;1sa de p11• 1 ,, d ró un e~vlcndio~ co n,•itc a los 1¡ ( IIIUid(ls; 1 se le\' dnta ~>ll una s u -.c·• •~ • ' n Ca-r ·n ras, í en olros \ urb " para re ~ compensa rlos. Una noli cra venrda -d .. -·, nt'('Gil O la::; tH t.c:i. :t d irf'r tao; de Cara ras E1 u.\1>9R . _ Lo rn·,l lurioll hel·h, , n Gu,l\'aquil p 11 r 1111 rl i (' I ' P ' ' d ·· tr:•p· -;, l' l 11 de St•t1 Cillh1·1· fué ... f ,. 1' 1' el ¡cnerul Eri z.alde, a ' i11 11 d d ·· 1 lla cnpitulacion con lu-. ~~ d.tt' " • • cc . ., f''" a ln q11e mcd i.ll'llll loo; ( :on-, lliC" t -_ ~po­íiol e 1 n ~~ e..,; i aun :;e a'"¡:1:1 ' q ue J'ué ;1utor iLada ¡>(11' e llo~ _ l·.n l. t·a­pit u la\:ion ~P. olrQ!t:ió a los sul•l' ' a d os tfUC no se proced er ía contra u inKu · no de ello!\, que p,ozarian todo' J~ r,a ,·antias; nero parece que luq;o c¡¡¡e ~e h n!to r~slahlllddo rl or de n. las aulo r idades se ol\'idélron do l•1 C'S­tipuladu; ' procccJiet·on a _tlestel'l'ü\' a unos. a prender· a ot t·ns, 1 a p• tJ <'I' en eupilla al C;1pitnn \'ctaneurt, jefe de la rcbelio n . Los Consulc• han r·ccla:~tldn lu t>rtean cutc r " ntr·a la \-io ­locion del con n• nio; i el h·¡~les bahía ,·enido a Qui to con el o bjeto de hacn· efectivas las r cr bmac i onc~ • El Congreso est'a a clll:l 1m ;;nlc t•e · Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. tmido, el J>resitlt'f'lte Roca tiene en él mayoría; i se asegura que aquella corporacion tsta mas ecsaltada '(tue )a CoO\·eociou de 1 8~ 5. e= Toda"ia 1 no tenían cm la Capital dcl Esta­do. noticia de la r spedicion tic flor·es. , Discutía el Con¡;reso una lei contra conspiradores. en la cual se faculta al J>. E. para destert·a•· a toda peno­na sospechosa, sin necesidad de pi'Uc­ba 01 tle fot·m;llidad algun;,. _ P oa· ' ott·o acto lej is lativo se trat.tba <.le pt·oserii.Jir a Flores; pero llahia un par·tido que sostenía que seria ¡wc- , feriLie conllnarlt~ en Europa <'OD un.1 pension de G,OOO ps. anu;.~les. El 1" de octubre, un vliciJl <.lcl hat.1llon que guarnece a Quito dió una fuerte p:~liza al .Jefe Supcr·iot· de policía; se tt·ato de apre:.;n· al d elincuente , quien se acojió a su cuartel, adonde fué un cnmisario, -con UD p Í(fUC'le de CaiJaiJeri;.~. a I'C· ' domat·lo; pero el I'Csuhadll fué <¡tíe 1 el uatallon se puso soLre las ar·mas. h1zo t-etit·aa· al comisario, i d ed.lt·ó bajt) la garantía de !U pod<'t' al a·cn. -:.=Se dice que ni el gobiemo ni ot1 a ~utoridad babia tomado mediun al­euna pó.11'3 contener• Í CaSlÍtjOI' SeiiiC jante atentado. Todo esto IIJUCstr a -que aquella 1\cpúulica se hal la t-n mui n1uede ser que la notil·ia d el pelir,rn que les amenaza dcspi('r•·c ·el p.ttriotismo, ahogue lcts rencorosa~ !pasiones de partido i .dé mas cnel)<~ j t ino a su rrolli<'r.oo. .Este se manifics ta· res~ntidillo i de!· :abrido con el GoLiemo de lo N. G; .-s ·e sta -una (le aquella-; pi{ias de ·los hon1· b reo; de !loco .mundo. llcl'.pur-6 -<:le ur::t traosacion -en que s~ ol·vida ·lo .p<-· sado, i se dnn poT ·reconcilio-da~ .i sa.1 i:sl'tcs ningma ·-t\om1,1:c de buena eclu('acion sit~tte h aciéndo­. se el quer el loso i el ofendiJu; esta .es una Yulr;aridad; lo mismo de<'ilnns de lo~ r; o hael'r"~05. CopialllO$ un trozo d e la espn.;i<·iQn del minic;tt·o de 1\e­hcion<' s E.;te-t·iores, ~ otro de la del de tf aciE>nda , presNrtadac; :~J Con­p, rP.so .aC'tual. en que !'e hauJ.a de la l\ . r.,·alla da : " Nu('.va¡:rann ola . - 1.1) r cst:turn<'Íiln m:tr­chaha :) rt<'ro en arrrba' .f•>rhllt3', • '1"" coo V cncLu.Ja i el J::cu~tl o r forn>..ba un cu•·rp<> d., o •• ~i"" bl nrio,!) b3j'l d Cauclillo d .. Ja fíh.,Jtad La' apn:n­SÍ'> ncs se b:ilii ~ o • p ool era.lo tl<: :uuba< 1•art •. , , d 1-: c uad(Jr rcct·laba '1" " el ¡;ahinc:t.c ¡;rana­Ji no suucoia b. pr•· t cn~iuoe5 d e u u o"- ' ro .lo­mi n~tlor, i la !V. G r:wa•la o1uc el l':r.u.'loor Jibrc acojiese :.l J o·fe Y t rw .. lu en t.. Clt:>nc:t . El encu¡t:~.!.o de oegncíns d el ¡;:H>inclc l:r3 · 11a•li oo . iu{bma.Jo .ck u o cdo iuq uil't .... oh ioJ;, la mlc•im:t: Ne quitl nituis, i tru~nJ u rl C ircu lo de p.,filio Lrn:a• ~ etnpcñó t'n ajao· la .,obcrauill. Jc l'.:ct&>tlor a fuerua tic ~.c:.lijco<'ins imperi osa~. E o v.orw p rol~s t ~ba u u curo mi· 1lÍSiro qua 1:. p~<'O O:l ohJclo de ~ U6 ro·<'olus 110 pi~a na Qucsl ru .ualo: e o v aon Sr' .leja Ira po·rcibír que pra .1.•np~s í~lc 1:. C>ll&u ~ i n tener • la modo la "aCIHna L~\ coof··• cncaas de C ucoC'a tcrminarno , dcclarauJn aol•·mnc­mentc ~ 1 diplomata cr n o~din o qu•uar cauce ­bolos todos los t rntadlls preceli,leotes . S i¡:uic­Too loi "P' es los bélicos por .,roba' putcs, cnn au~nosc~bo do u ua i otrft; i oun &o avan~ó "' C tJbicrnl"l graoatliuo a e51a.blcccr oo cordo_o n•ilr1ar ~obre 1:. baoda l~<¡uterJ:~ del Carcbt, J>"r:a impedir \odu comercio i comu nicacío~ •·otrr las dos R~p í• blica> Amba.~ d<'tcstabao l~ ()11Util1 \Cwic¡¡tJo ol !aUo d~ IUÚYCf $S> ~· can Jalizadl' de que h belb cau out:vlls csuulos •tuo anunciab:oo un SO porvcuir. El gabinete sranatlioo lwbia puc~to , loa ojos en d • dh~ioguido pk· t• Ít>la Sor J o:o(Juio 1\J.., qucu f"'[)\ que ,.¡. flil'nJ<> a ~ ' la c~pita l rccoocili:~' c a los J os ¡;o­u r<'rnos 1-'ru•lt:>Ja esta mi•ivo, rcsnlvi<Í d nm•,llo a n t orit:~a· con pl•·oo, putlt•rt·s al Sor. Ur. Ju,.: Mud c~lo Larrca, • sr:aJablc a lu> dos r :~i«·~ . a (in tl c c¡ u•· cH:~IIio· r i co a el m nluo sn,i •·so· ~ in o!ilicult;Hl se ~ju> tl:• 1:. lr;wsncion qou, ~nwcto a vuc.tro juicio. La r:Hilid, d t~j.·culi vu, i la ha ratili c:.Jn el ¡;~blnrtc .le 1:< r\ . Go :\O:l•l:t c on <~pl a u 'u ole >ll Nacion, '1'"' ju•,.:ah:. in~\·ila hl c l:t ¡;u···· 3 a '1"" ru.·ra I'<''Í ilHh con ln.·rtts provocacinnc• fuoJ:.rla, t•ot uue l:ld.., r,unv:alc<:icu lc Jc una I'~'DO>:>. lo n n•· nt:J. ,, ( .1/t:mvria dtl s,;.,. de /{.,[s E.st-riorcs) f:IIJtos rurlicn rcs c;trtJ fl r4ill•rt•tns -La J ifc ­r rul i:t , ...... '-. t.·1 Ecu~•lo•· i la. N ue•aoraft:'h.f3 ' l"e nc=-.h1> ti,· uu·n c áno:'\r llt:bti. por clc,gr:u:ia ~ e· nu•b'" pa¡,c~ .. 31 puatlo c.1u p rt~ducir Utl.'l ¡;unr,. , :. 1" cu.~l >C r o:~Í> Ii <í ('1 gobicri\O ccu~­l uri:.uu,. ""'~ntra -c no !'>e aht"icro•·l I3S h o;\lÍ h · daJ •. , old f,.,to ,¡., las :.ul oriolad··, ¡:rao;ulina, ... ,,Jcutt·,:, e n l:l prt~\itu' l"- Ut· p.,..,lo-AI liu ("t a pt·n:i,o potH.: r ,t• a la d cf.-u ,. i"Y~ Jc u na iu­v: . .. i.,n «J lte. :uttng:ab.a co u .:·1 CAritch•r lit· 10 .l.,f,·culrlc>. i o ··currir :o ludos lo, ou:oios <¡u e "'' c~~u d c •ll·"""'bn . El auuo.-nto ia.:vitabl~ del ··Ji:• ci1o, la mol'ili.t ;ul J., lo< .:ura·pos, >U V•·•· 1 u.u 1 J 1 .J,·rna, s::. lo!\ h.tn :..hos l"t as ci vo 1 1 " ' '• l ll.or', ,1,· ~..... .J,. u·l:t~ •1 ''" la~ u t;ra \ltado, i 1' ·"' ' ci .tltttcntc t;t avit~n :-.uh rt• l :\~ l t'sor,·t í•~ Jc ¡ ,.,1 ~, J • ._ J•l'v\ oudás de fl> J\ ,• 1\ÚUJi~. s~guu ,.1 c11aJtv que '~> prt·b.:nt u cvu ... 1 ult n•" · 1·· . , . , r t: e-t ~u·· tlt c-la '' cr•,~:\ ChJOt.'""- •nuu&3o a 430,.0:,·2 ,.... ¡'. , .. ; i ,,..,, ~ ~ u foa nt.,ciun )C han lenl ,J., ,, 1.> , i,l.o lo< •· '1"'' c9 ,,..,,uron los .Ji.,. "" l.oo< C •JO "'lo"·ll • J\,· p n !Ji i ~a . luallf••ci.•IJic ,.< "' br.·n ole 1• 1'·'• '1"" J. e m o~ • cc:wau .. a cu .. t~ li •· di .. ~u lo" ttne ." ~ IH) •'Cii•tco; i ,¡ rt•nte•nplcun u~ UU ( ~lru, dt.!~l·u•b·,l~o~ po•· f'Ste 1 ... 1... es ,.,,,u h.> <¡uc uos b acco, uo hai Ju 1:\ o¡uc la 'cnlimo>. ( Jfcmun'tt >Id S.:cJcta(i~ •d" /;.ucúrrdiV). ~:e; c~~ F:SPED! r tO.V Dfi FLOfiES. "ui poco s~ h:1 adelantado po1· el 1'1 ltimo <:onc~ de f: •Jl'UP.A acel't'a de e'ta sin ~;u l Jr C'lpcdi\'1< •11, aunt1ua se Uan a ccaiJiuo inlinid .,d de Cal·tas j pupdP-s JÚra\ncntc para conquistar el E<'uador i dejar en paz a _lós. Esla­dos vecinos. Ayuella 1\ept:Jbltca es. la mas pohra ur este continan te, i la que menos debe pro,·oc·;u· la am­I. Jiciun i c·o dicia de los princip<'s cs­J. I3Íinl cs. El mismo flores se l'I'CÍ:l ~· a, cc~csi,· auaente grande para 3"J'Irl Es ­tado; i no dt-(Ó nunca eJe la mano ~1 pro.\Cdu dt.! cst cn<.ler su po<.lea·, ·'a al Pct·il, ) a a una par te de la :'\ u cv.,~t ·auaua; i solo por· la tJcl,i li­cl. JLI rlc lus re<'ut·sos que el vais le procurau.s, 110 intentó c~ to a ,.,\>a fuc1·ta. Oc los E'illldos Sur· .\ tu eri­t'anos , Slln el f.cu ador i el Perú IÍ ~t • Ju casi nuuca si­no ta tlicta dur~. . "'ilitat·; t•n el EC'ua. d tJ I' pea tuaueute , en 103nos •de Flo­t ·cs,; en e l Per·ú altctnativs , turAan­< 11> entre multitud de jefes f., c·c i u~os. J' ,,,. c:.to puede pensa1· fl o1·e-; que allí ha ele h.s Ler· menos resi .... tcrl('i.J a un .~ cous de estos paisC!s, respecto de una conquista capita· loeada p '>t' un h umbt·e tan celeln:e poi' su pervcrsidaJ i mala fe. Pe n­sar que con fl OUO hum\wes coloca­dos en t·l Ecu.ld .. r, que s~v.u u cm os conquistado, pudie1·a r·cs 1~l11' a las f1a<'J·zas n•uniJas <.lt: ~as <.lcu•os 1\e· picLi ica-. Sut· anwril'anas, (f liC por J oller i po1· nt'cC'sidad aunar iao sus e~fu r 1·w s para crhdf' ah.t¡o al con­quistador ; os o h·i J~t · la llistoria¡ es <.lcscono('('r lo lalu a E' nl•~ la situadota· ¡ recursos de <'stos paio;cs. ~ i aun pa­ra el EcuaJor· solo uastat·iau acaso los [)000 honaut·cs; pues quo a la preserH'ia de un <'ooquislaOOJ'1 <'~de crcer·sc .JC''l'&lo quaza antes de desemhaa·caa· Ta·atimdose de una cOn· . quio.;ta de la Espoiia 11 una parte de la América del Sut', la agresion es para todllS los Es1ados de este t·onli nente, i debe supt•nt!l' que Chile i el Perú a·eunirian desde lttrgo sus fuea·­~ a' marítimas paa·a coml.tatil' la e:s c:uudrilla cspatiola, que no puede sea· fueJ·te. N o cr·eeauol\ que ~i \e inten­ta a.tra\'es:u· el lstmo se soli...:itc para ello pcrwi&o del Gobierno granatli­llO, ~ieo~O se&ora la ncaativa de C!ite; &ino que &e pt'<>teodera pasar por aqueltenil.orio cou el mismo dea·ed10 e•>B que &e •·a a eont¡llistar al Ec:ua · cior o al f~el'U . Ei fr.ualmenle prob<~~ ~«.> q tte s. Ült.eote ocupu el Istmo i ba,·edo fU~e de la conquista; no ~utu por l~ impoa'lan<'ia natunl de ¡,qutlla P"•·eion de ouestt·a Repúhlic~. sino pot· que eUa seria aocesaria pa· n ausilia•· a los conquistadl)res i ~nauteuer el pais c.·ooquistado; pues la marina espaiiola uo es para laa·gas e.pedaciones ~·· el cabo de Hoc·nos. N u dudamos que el Gobieroo h"'bra di(•tado Ja~ ordenes com·enien­tes para haC't"r' la rcsisteacia debida en el lstn,o lll u·3msito de las ta·opas de Flores. o a su ocupacion. Con- ~ ''ebdrta hacer trasladar allí la ana yor parte- de las fuerzas qae bai t•n Cll'tejena í Saotc1maa'ta, i tener pa·e parados lu~ cuerpos de guardi:l na­cional d~ lal\ provincias de Paoaaua i V CI'.) (,UilS. N uesu·o Gohiemw ten· ddt a l3 feéha ooticiu mas ccsbct. s i seguns de la malh:1dada espcdicioo, i \a ltabri lomado las medidas con venieotes, sin neeesillad de nuestras iodicaciooe,. Ha da·culado en esla ~iud J d, in mediameote despoes de la llegad .~ del <'Ol'reo, el a·umoa· de que se es <.•ribia de [ua·opa que la espedicion de Flores se haria de acnerdn con el Gobiernct g•·anadioo; i parece quC:' no faltaron pe1·soaas bastante incau­l: ss para alarmarse por tao absurdo desalioo. Hemos procur~do avtwi· guaa· si hai alguna cArta que efec­tivamente diga e~to, i hasta ahora no .hemos eucooiJ·adtl quien nos lo ase gure. ll:.aciamos esta inYcstigucion no por que tu,•ié'icmos el menor a·ecelo en la materia, sino para saber quien era lc1 pea·sona tan perversa o impru­dente para daa• tal notil•ia. Sa flores ha hecho publicar en Europa aque­lla calumnia pan fncilitar el engan che de tro¡,as, él baba·3 sido desancn­~ ido por nuestros ajeotes publicas, 1 por los ga·aoadimos residentes allá, q_ue estima!l el honor de su p:tis. _ ,~_necesario tenea• ·mucha p•·cdispo­,& acloD> p•n•a creer las calt,tmnias, o :mui Dlalos.sentim\ontos· pat·a cbnipla .~e rae. de IQs .malea efestes.-. q~ • J . . lan· feo mentía-a puede producir; pa· ra propalarla; i ae occusita tener mui ' poc~ jwido para dar ascenso a un oLsurdo semejante. REMITIDOS. - - ·. -· 1 En el o" uo del ''.\ntioqueilo constitucioftal'' presentamos una (' UCS· ' 1 tion importante sol.lre In intcliJerH·ia ' que dcLiea·n .darse ol art 0 i :JU de la loi J~, p. 1~ , tral0 2° 1\.G. Allí cspu~imos las razones que en nuestro conceplo dci.Jicron d c ~· adu · a los jueces pal'll oGiiGOI' al <'<~lutht 1 ia­doa · a pa·oba&· la r~llliu<~d tlcl lacd10 se irn pule a ota·o vctlunlariamcnle, i es precisamente lo que dc:.camos que se entaeoda cota·e los letrados pna que la iutelijrocia del iun .· los c~lumn iadorcs i se pond1·ia al r: lum­n! adn en una sil uacico pennsa oLií­G'antlolo a probar hc r hos orr,a ti\'os <1ue lils mu ,·er~s ~on los que so iu1puLan, i lus cuallros ( 1 ) . l' <; pe­l'illllllS <\lll' el Jll'lii'CSOI' q•tC ('CIJi t! '-lO c11 <·1 11 ". •O del Antioquctio cun,·en­da ·:¡ a 1 fin <·on nosotros ~i rcllcc. si1.ma un poro en las rozoucs cspues­tas i :.i atiende a nuc ninr,un3 vinlrn­cio saJa al :trtinrlu J't'nol ('iludo dhn­dolc la intclijeoeia 'I"P soslcoeauos. 01RO. Ha corri.lo en e''" ,.¡,,.13,1 el ahnu:\n lo r htnn..- -.Jc '1"'' ··1 Sa. Ju-.é ~l :u i:l S.:.u .-nt.. t"''"­~ u l e\ ,• J;, ft ,·l• itbJir:. l'\1 (.(,tHI1 C< , C>Cl ihi~ •lu :a ttttt·lt.- c.iuc l;u. '1'"~ c:orr ia nll.i, co uao ,·~·<(=- v:" . .. ti.!,,, '1 '"' b auuw:wda ~'' P''lll<'t un , (,. E·)'•na C•ml r ;t t•l Ecu~J ur ,.. pn•t•.or.'h" JI' :•ru t• t tlu c .. n el G obi t·roo S lil <'n p•~tlor d t l Sr. Or JCH j~ Guti, rnic, d onJ.: poJrá Ycrlo el <1uc rl'ticr~ ~ 1 ( ' ·•p rtur Ct~pitulo c/c l11 cnrttr ticl ,\ 1'. Sot• fl:. Fccbta rlc L Jwlrcs d o: 1•1 d.: H'I Íc:tuln c. "El jcuc ral l•'lor"s ac t ual nu·nt.- • n 1\tiHl• ¡,¡ •le aCtH• rdo t:e h a ocupadn r .. n c:. hu:· en 1 ~ e:u c~tio n ; C'o n .... c.,.pri• •O tlo un sul,, dHu lo. 1~ 1 1/u · . .td•J. todos lo• d~m"' d<·'~ t"'u c h•n ol­l ant ~lllC la i.lca, c~ltlic~mlola cou 1 "'"" •lo i oap olitica. inj usta l ft·nu.·&a rio. i t'UIuach, i <¡uu ¡wr lo tan to rasariao por el 1•11110 t in •ct moh ·<' con n,uv tt 111 p or uu amLic io.n r¡ue jamns con•c¡;uirit 1oJo lo (fue d ese;, . Se dice '1'"' d proy ~ cl o ,;~ v~' '" tic imperio o u1•'""r'Jlfi., , i \·3n l,aSI!l a ~<'!; Ur:or <¡nc uu lnjo ...le.: 1\lui\O% snc«laa nl j ••neret FIMcs. Aunque no s.:n 1\135 qu..: 1~ a la r ut3, !tUfri r c:u•os Dlttch n-; o1alcs." ~~ o ~~ ECS.\ l\1 E~ ES P lJ l3 U COS OJ::L cou::liO t: E 1.' CO:.ti•.\ :\Í• DI:: J 1!• st·s, 1:. ~ l\lao•·: tu~. En los dias 28 i 2 ~ del pasad() mes de o.ct uhre, lu,·ieron lugaa en lo .. i~l-c4!-;ia del ('olej io de es ta ciudad, ~ - ·- .:.~.liS :...,.~.,¡, . .... • • .,. " ( t ) A 1 n crihir .:"'" lllrl (culo 1 h·¡;o a n u ­e, l r .ls ruano• el n ·. 391'1 d••l lltn fll d '1" " so: ··nnwntr" una r••p rt·-.·o ta cion J d Sr . J O>C ~lit ­ría l'1oo :.1 J"''Z tcll n d ~ h ~ci••nd:> de ~~ ~m · 1'0' rcJ:•IÍTa ta l p <'1Íc ÍoD 1\ t OilJOII:If . ~ ::.or. V G . Pinc rr,, l'lc• la• j,.juriA> c a luc• uiosn:c rp u: .4.C tliCC ianpu tO ,.,le o Paoo 1 su ' ''J'''.: . .a . N o~ Lta ¡;ustaJo mu<'hu ver '1 "~ ut>O rlc l••S {uo,hmc nlos ' luc movi•·ron a P1o0 .• •!~ r .c ~ ­l ~ p a ~v fn.i 1''" <1 ue >U of,·usor no )U<~ I Iocn la ccr·h·za J .: l o' hecho., c¡uc •e im (' ul~ b~ll a Pino í su c~posa . Co m¡•l ~ccnos <¡nc d J ll <' ~ 1.·­u:. Jo de h"ci cuda ,¡ ~ l'IJ.,,n¡>os l"'o'"''' como 0o.,otros en la cue>IÍun de 11'"' lt al a n• O~ , .•u - . jr.tDodo " Piñc rt·s a s cuutro en c¡ue clich os c ~.. t· tamenes se o istri bu \ t!I'Oll, i 1105 SO l'· p rendió en el los, n'o -meuos ·el d<':. ­pCJO tic muchos tic los j ÓYOIH' 3 ce ­saminandos i su apro,·echamicu tu <..lis· tinr,ui do on los d iferen tes 1 anws de en!'úinnza S6hrc qnc se ,·cr!>nr on di · chos actus, como el ICi iz aciert o de l os drrcctores i catcdduicos cu ame· ni z.lr coo dec lamaciones mui ú iJ (II' · ' tuna" i otr·os IJillos e pisodios ,;" "s · ac1os J c SUJO i romo se sud -..< n te­ner cu n uestros colcj ios, ill id 11s i frios. No e <"SJJel·amos cuan<:ln <.lcei · mos, que estos ac ttls l itcrar i t) ~ b.lll ~ i d o positi,·ameote luc idos: los uuus que llevamos de eoseiia uza, pr-esen­ciando lo que entre n oM·Ir o::. se s;~ be i se suele hace•· en s.c:neiau!C'\ 1 actos, nos d,1 alcun a c1·echo p ;.; t·J p r ununl' ior un fa llo c¡uc n•l se cv r ­f vrma dal todo con el a1 t íeu!o s , Lr .uJaml'nle modesto que se pul111co en <'1 n úmero 1 O da este pcriodico En aquel articulo se ha I H~,· h (l unn rc l<~c i un meramente nominal dt• }Q tlis tr ibu ciuo de los p1·crn ios. E:.ta 1'' ¡,et ica de csl iru ula t· a la ju,·cutud estu dioso p u· rncJ io de r •·emios, qw ' aunq .. c <'ot·tos en su VíJl or· s on g1 :1 1 - d e -. en la e~Li m=lci o n de los houJhr e!', h .1 sidl), Í es h oi Oi:l, Ulli ,·c rsa iiiWI'· t .: r e&ouocicla en lt)S pucl ¡!11s eu lt('"• c .. mo una pa la nca cli('a c·billl :s pnrd i111 pul-;a •· a 'los hombres a los ma~· o ­r es pme rcsos en ld can-era cle la c; , ·irtudes i de b~ lf." tras. Con es ta mira rws com¡JIJceri a1r.Os en r cpr<>duei t· afl uÍ la lista de los jovenes, q t.e Ct •O­ducic. los por t& n honroso IIJ'"~ I ~- ~l m1.'1 e1·íer0n es le testimonio de honor i di stiD<'l nn; mas no pe1·mi1 iéndolo Jos lim it<'s del ot·tírulo r emit irnos a nucc;tros lcd ores al que, sobre el · mic;.mo asunto c.kjamos in dt<-ado qnc s., publicó rn el nÚm0 aule1ior· del C ons• ucion:..t. Cnos o bs ~ J t•odPJ es t'mporcmlcs. SS. E E. del "'l nl/(Jq uclio cons­l ¡luc/ona!. .)u va1¡se P.P. m scrlor en ln.\· cPiumnm de su mlert snnlf' p c1 {r;t!íco el Hf( llr t>n fc orliculn 1 • ) . H ~m o s vi sto vat·i3s (wcl ene'> I'C- ( " ) P ublir:.nlO< C>IC r cmit iclo r or c o>m­plac• r " lns c ,rrit o rc~ qn•· se ocu pan el .: ro <~• J ~: p •'•blica ut tfi,bd 1 p.-ro t ~ n ·· mns 'l"e ~,¡ . , ., 1tir ~ f,,, l ec t o r.·~ ' JII I' el c ~c ri tor <'~l a o n J >-li'O atr:" ro nolioia •; Jll ' r' lt ~ cc tnll< de IS n•c~,..co •juc 1:l ;;•,b t•rnacinn 1 y;¡ f'Ío~ Yc-cinos 1\:.trio · l H tic .-l ~• c iutla tl t rahaj .,n p tlr l :,·'l"~r :1 ..lo·cto ' " uhra " rt~ r.lll ¡, , t• •'·•J••I. y,,,,,., o•l ~.- ( ,n lpllbli• c ado r n el oh. oJllcnor de t >lC' ¡lcl·lúdico. f~··ent c!t al r amo de p o li ~i a i todas ellos t'ieudeu a la prosperidad i fel i­cidad de esta ca pital i mui pa rt icu ­lannenlo a darlo el debido <'u m ~ li · miento a la lei. Laudal,lc es esto t'n e l'crto i lo a¡rlaudimos. u ~ m os \' i-;to tambit·n ci l'c tliJr el hanuo Gul•er· ~ u t i Y o con el mi-;mo oLjcto; pc•·o uo · lt etnus ¡)l)di tlu • e1-, ni hai asumo eJe q ue pueda ,·cr·se, c¡ •1c <.lehicudo :.cr· el Cl bj c lo pt·itllario de la .pS tic la Ot t':t ·hJnd¡j , pue;:, <¡u1: C'"O 61 tic111po (.k in Yienw se ,·en a c .• da III CHIICI: 1 O C:>püe:>tf'S 8 pCt'CCCl' <.'11 11 la -; grandes a vcn i 1.h ~ que r r lta el 1 io , JlllCidO de nN~ s i t.l a d i de u tilid ad, p tH}tl ll' que be rtos cli ra ~ 1 ue d unda cs.t;tn (' '\{)~ f'l•lld0S pat•a Sll <' li O ~tl'lH!<' i n n. l ll (lt;l) (' I'P "\ ('0111 t"5ttl ll1US Jll'l!l lUIIÍendo l" s mctlios c uu los cúal<'s ud1llC1' 3 1 )1:11 a fl ll <' pM·riha las cnntidaclcs i I I"C '\ida a¡ditucl i deo;cos p o· s•tin1s ' de h arrr este importante St'l'- 1 ,·icio; i si lo suscr-icion no llcnasr l0s d e-;cos i no fuese :-.uGcieute lo c . , l~ l·­tatio, puede la clas«! poltrc <.'OOthu­'\'" ar con ~u trabn jo JH~ I·son al i sema­o :llmen te contr·ibuir con el númet·o de ?f> hom!Jrcs d ist t·ilmlcloc; pot· se· u• anas, es decir cada p ~ l'I' Cl ft tt i a pe r t u rno a l mando dt! un Capa!n . Oe C.!l tC mnrlo in<; ~> n si hl em ent e i :,in nta· .\' OI' cos to e ~ l11mos seguros de c¡uc el puente ~e ha t'lt t>n td<.la c;u peJ.f,·c­cion. \-:~m o s a h ahlar s oltro el in­( o n v ~n . e ~t l~ fj lle pr esento el do pnr estor su cnul'e mui supe..Clc ial. l n­ronYPnir nte que es de absolufa ne· ccsidad all ana rlo para que en ni n8un t iempo IO fu ga¡• S l tl Jos tcm .. rcs ds q 11c en las a ,· ~> n i uidlo o l l':t :. itk ,-; f>Cli~:S U as l Oa s U<' tl'nlda·· rn cntP i bien lllcll ita tlas p:tE"ti.:n llle­j, •·ll· 1., ... nue'' ra! i p resf>r ..t~"· al pu­! Jiic..o t-.n 1.ta t1 111as f rt'il 1 ma,; Ct•rn­binaJ o, ptw hAi ma ~· u t <''> Ít a (.' Ol\ v e •~ · e nt c~ que s u ¡.en11·, i de la tJi.,(·ui ivn, ,·e:-l1hJra, si f"S, e AO conq:(IICnte i út il la construe­<' Í·II) l r i1 ·,. " Hl tr'nn '-.\' q ·le C'' ¡>oue r a su frir los as­t t·ág • .:; tlf'l ·tgua, lns ·enf .. nncdade'> qÚe O (' :! ~IO n o n el paso te nicn do mut·h:ts d<> cllar. que 11-wer lo a p i lll i ::.10 pre­llt l -.a • i o 11 a lg11 na. II Jbl<'ml.)· ~ e su hrrmnsuu ¿i tfo llarnt· qué no pro· p c- n d ~ •llll c; •a d io, lHI J' qoe no hare­m 1s tt d.'> el sac l'il i1·io op_.s il>l.- i p t l l ' ejttt; ll il '> li JlC I'!i lllOS (' U. II tl-<•S ostocuf.Js 'e no' pt l.' '>C' It lt'tt? { . 11 €,fuei'JO basta 1 "''" lu t'"" f¡'' l':ll'ion de las aut<.wi· d.Hlt>c;, ou 1\:tLI·:t un solo h .,ru\,l·e c¡rte " '' pro<'ure ocu pat'SI.l en la pcd cc. cinn i cn • H· Iu~i nn de una ob1·a 1::10 int <'r•'':l nt<'. Su in<.lustrin, sus pro­piecl. ld f's i su misma ocn pt (1iun pPr - · sonn l ah• i t·~ n un CJmpo para ponet ­le tE:'1·mino o nna ue las mejor('s ·ohras Cf lll' h pt•IÍCÍ:t PO ('U IIIpli ll'liPOIO df' lu lct i tlc Sll'i de beres puc q uio de esa jr.n le pobre i Oli'JJ e<. ICI'tl:S \l <]\JC \"ii'OC'O t.Je COft tl­rl\ I IJ a los IIH'l'<.'3 1l ns lmscando uft asilo por II J<>clio fle su trabajo i tro'­'' ~ n d n n •' s cuanto ll'S es posil.lle. lla­p,- am ."'l-. \'111' o n ttMit·ns an t~> p 1 s~ d o s q t~ e si e llo11 rn medio de• la q uietud i de llu t•irJIH'7.1lS no pudieroR le vantat· ec; l<> pu<'ntt>, n osotros I'OUC'ta lo IH'mos he­cho. Ht~r. ~~ m o -. l cs w~r que Jos luces del siRI•• óolS h.m suminiswndo id ~as da sah1d nr•ia i d ~ engrandf'cimicnto ttue PI a1W1r a nue!\tJtos setpejanles i ~ 1 d l!st'tl ele s~r ttti lts a n u e~t ra patria nO!> , hn hch·ho e r upar de u n~ OQl'i • di~n á de ponPnc f'n ~jet•up i oo\. IDl]t· do I\1. A. llalchu , %--/( (

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El Antioqueño Constitucional - N. 12

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La Mujer - N. 44

Por: | Fecha: 01/09/1880

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LUZ Y FE DAN FUERZA. LA MUJER, REVISTA QUINCENAL· EXCLUSIVAMENTE REOACTAOA POR SEÑORAS Y SEÑORITAS, BAlO LA l>IREOOION DE LA ,S:&ÑOllA SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER. MIÉRCOLES, SE'riEMBRE 1.0 DE 1880. ~ PRltetO 30 cs. ESTUDIOS HISTORICOS SOBRE LA MUJEI't EN LA OIVII,IZACION. C.\l>ÍTULO DUODÉCDIO, LAS MUJERES EN LOS UlPERIOS DE ORIENTE Y OCCIDE~TE. ( CON'1'1NU.A.CION). XII EN tanto qno Placidia había goher­nado durante más de treinta años el imperio do Occidente, otra mujer, AO­hrioa suya, Pe•.QUERIA, imperaba en el de Oriente. A pesar de quo en la historia aparecen en aquellos tiemp<>s como Emperadores Valeotioiano 111 en Occidente y Teodosio II eo Oriente, quienes realmente gobernahnn en a.m. bos imperios ~rao Placidia. y Pulque­ría, la primera en nombre do sn hijo, y la seguodaeu el de su hermano. Una. y otra mujer fueron varonile>!, de almas tan bien tomplatlas, que por Au fuerza moral y su génio lograron alejar de sus Estados, durante largosafios, laslmestes 1 invasoras de los bárbaros, las que uo pudieron penetrar en aquellos impe­rios sino cuando ellas ya no existían. 'reodosio II em de incliua.cioo.es pa­cíficas, amigo del reposo, del estudio y ama.ute de las ciencias : sólo se 00\1- pab:} en escribir (con uo.a perfeccioo. TO!IO IV tal, qne tenia & honor que lo llamaran el calígrafo}; e u pintar primoro~a­mente ¡ e u c;omponer versos y en llevar una vida retirada de los negocioR. Aunque Pulquería tonh o.pt~uas dos aüos más que su hermano, ella so en. cargó Je lo. educaoion del futuro Em­perador y de su~ tres hermanas, y cuan. 1 do murió su padre, y cl\n.n.péuas lw.bia cumplido diez y seis años, Pulquería. tomó el mando del imperio con una ciencia, una ~>a.bidnrío. y una discrecion tan mar~villosa fiUO sorpreudia, y con ese motivo (41;)) se la diú ptíblicamcn. te el título de Allgusta. Era tal la confianza que la. tenían los consejeros m(LS antiguos y expori01eotndos en el imperio, que siempre se a.teniau n $\1 opioion y dicen que ella nunca llegó á dar uo consejo ó una órdeu de!Jacer- 1 ~L • Segun los historiadores (no solamen­te los eclesiásticos, sino basta los m:ís enemigos del catolicismo, como Gib. bon), Pulquería era la. mujer de m(4S talento de su época, así como la m(lS ------ - -·------ 22 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 174 L A MU J ER. estrictamente virtuosa. Era. tal el 6r-l rias herejías se hRbian levantado en su den que babia en el palacio, que más imperio, agitándolo violentamente, los pa.recia un monasterio que la morada 1 godos, los hunos y otros bárbaros, des. de un soberano oriental. Pulqueria pa. 1 pues de destruir varios lugares de las saba sus horas de recreo en una mag- fronteras, se preparaban ú invadir re­nífica biblioteca con Teodosio y sus sueltamente todo el imperio. Aterrado hermanas, entregados al estudio. Ha. con aquellos acontecimientos, suplic6 á hiendo consagrado á Dios su vida, sus Pulquería que volvier;e á tomar el go. hermanas siguieron su ejemplo, y al bierno á su cargo. La situacion política, hacer públicamente voto de conservar. tanto interior como exterior, era en se vírgenes hasta la muerte, regalaron extremo critica., pero en breve tiempo, como una ofrenda á Dios un altar tan merced á su energía, firmeza y eqní. magnífico, que era todo de oro enrique. dad, ella restableci6 el 6rden interior cido con piedras preciosas, con una ins. y exterior. "Desterrada con ella, dice cripcion que explicaba el motivo del un antiguo historiador, la felicidad del obsequio. imperio babia de11aparecido, pero á su Como en el imperio de Oriente se regreso, como nna nueva Débora, ar. hablaban varias lenguas, Pulquería las mada con el escuJo de la fe y de la aprendió con perfeccioo, y escribía. con Religion, march6 á &ostener los com. la maestría de un sabio el griego y e.l bates del Señor al frente de los ejér. la. ti o. Se bn.cia enviar con frecuencia citos." la relacion de todos los aconteciruien. N o solamente Pulquería devolvió la tos que sucedían hasta en las provio- felicidad y la paz al imperio de Teo. cías más remotas de sus Estados, admi. dor.io, sino que protegi6 eficazmente á nistrando con una estricta justicia en lo.i cristianos de Oriente y se coustiLu­toJos ellos. Adema¡;, era tal su bondad y6 en defensora de todo el que sufría y buen corazon, que jamas quedó que- injusticias y no podi.."l. protegerlie per. joso de ella el más ínfimo de sus vasa- soualmente. Habiendo muerto el Em. llos que la peJia alguna merced. perador en 450, Pulquería fué dech\- Ejercia una influencia tan grande so- rada sola Emperatriz (pues 'feodo:.io bre el pueblo, que durante su admiuis. s6lo dejab-cJ. una hija ca.~ada con Va. tracíon no hubo una sola insurreccion, lentiniaoo Ili). Por moti vos de polí­ni los Bárbaros pensaron en invadir su tica., Pulquería asoció á la corona á un imperio sino cuando Teodosio, mal acon- antiguo militar, Marciano, con quien ~ejado, manifestándose frío y de5cortés ella se casó pro fo7·,nula,, y reinaron con ella, Pulquería dejó la corte y se juntos cuatro afio¡;, hasta 454. Cuando rntir6 con sus hermanas á Hebdom, runri6 ella fué llorada por todos sus lugar cercano de Coosta.utinopla. En súbditos, que perdinn uo llolamente una. aquella residencia las hermanas del Ero- grande Emperatriz, sino un soberano penl.dor se entregaron ~>Ólo á cumplir como ha habido muy pocos en el mnn. con sus deberes religiosos, en estudiar do. Al morir Jej6 toda su fortuna par. las &utas Escrituras y en visitar y :;o. ticular á los pobres, y el imperio ú correr :í los desgraciados. Murciano. Pero como se dice vulgarmente "que Pulquería debería tener en la hi!!to- 1 uo be conoce el bieu hasta que &e pier- ría un lugar tan sobresaliente como las :de," Teodosio lie empez6 á afligir al grandes Reinas que tanto se citan, llia­. vtHhe ~Solo á la cabeza de los negocios bel la Católica, de España ; Isabel de públicos, rodeado de ambiciosos, coro- Inglaterra, Catalina t..le Rusia y Cris­prenJiendo la desconfianza que le te. tina de Suecia, pues tuvo las virtudes nía el ejército y la. anarquía que aso- de la primera y la. gloria de las otr&s, ruaba en todas partes. Y llegó á su careciendo de sus vicios. Su influencia colruo su desori~otaciou cuando tuvo en la marcha de la. civilizacion fné in. 1 1 noticia que en el momento en que va. mensa., y como p rotectora del Catoli-¡ -------------------------------------------------------1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. , _____________ _ 11 REVISTA QUINCENAL. 175 cism;;-contra de )n..c; ber~jÍ~s lle su 1 defender los intere~es de la Iglesia en tiempo fué tan grande, que el Papa Sa.n el imperio de Oriente. Leon la nombr6 legado apost6lico para (Continuará). S. A. DE S. ---..... ·---- SU SUEÑO. Dumnn: : dé jala así !. .. Tnl vez rendüla Cual rosa por los vientos abatida, Bajo el ala do un tíngclse durmió. Flont sobre su cuna rcg<í flores ; El arcángel feliz do los amore11 Con ctínticos de gloria la an11lló. Duerme, que así dormid!\ tú no lloras; Y en d Yalle ele !tí grimas d,i moras Ni In inocencia puedo ser feliz. Tod .. s ~;icnton dolor, todos tristcr.a ; A todoR les alcnnU\ la crnde1.a Do 11 heridas r¡_no no tienen eicatl;z." Tt't no sabes ¡oh niün 1 que lo. vida E11 vabio campo, donde el mal anida, Dó se ntTastm el reptil, t·ugc el leon ; Vaga el traidor con antifaz de seda, Y no ha~· vírtnd r¡ue libortnrAe pueda Del veneno quo Pl da sin oompi\Sion. ¡ Eso ciclo sin nubcA! las ostrollnR Que son do nuestro DiM '\'ivilmto:i huellas, ~os cnscii.m 611 gloria y sn poder: ~~ iéntms quo nqui... lo!! mi~cros humanos Mucho;: vivcu del lodo, cual gu~!\DOl~ Que no dejan In flor reverdecer. Sinoelejo, Julio de 1880. ¿Y tos padreR? su afecto te ,-igila ; Al despertar, su vívida pupila Cual centella de amor irá bácia ti; Te forrnanin cadenas con sus brazos, Oh 1 tú no temiiB! tienes esos lazos, Único santo que hallarás aquí. "Hija, mi bien 1" Tu pocho no palpita, Tu tierno corazon ya no se agita, Y tu ~;ueüo .... no tiene despertar 1 Llorn madre tu paz-dicha turbada: Tú te resignaráa, pero no hay Mdn Que te obligue tus penas á olvidar. ¿Y cómo rennimar esos despujoR? ¿Cómo volver In lumbt·e do eu11 ojoa, De sus pálidos lahios el coral ? 1 ¿La ·voz do la amistad y del afecto ! Podrá encontrar lenguaje tan perfecto Cual ese del ooriüo maternal ? No me ntrcvo á turbar sueño tan aanto ; No me atrevo{¡ enjugar tan puro llantn, Y me atrevo á ofrecerte una oblacion, Porque ... mira! .. tu ounll es un santuario, \" despreciar al mundo e11 necesario, Quo aquí lloran: yo tengo oorazon 1 E. C. V. M. UNA FLAMENCA DEL SIGLO XVI. J:>OR S. A. DE S. IV 1 -Me fastidia. mi primo Luis. 1 -Ah! hija mia, no hay que noga.r. AQUEL miJ!mo día. Clareta. dijo n su 1lo: tienes muy mal caráctar. madre: ' -Por qué 1 -i Sabe vue~a merced lo que más -Porque siempre miras cob desden me fastidia en Gante 1 ú los que te ama.n. -No, por cierto, pues á mí todo me -Es posible que sea. por eso que me place en nuestra ciudad. 1 fatiga. tanto Luis. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 176 !LA MUJER. ~ - -Lo confiesa.'! ! -Repito, madre, que Luis me fas-tidia. -¡Y c6mo evitarlo 1 -Ponerle término á su inc6moda presencia. -¡No hemos de rrohibirle la entra. da en casa, sólo por eso ! -Pero sí podemos alejarle de Gante. -Él no tiene intencion de seguir ya más la carrera de mn.rino, ni quiere sa.! lir de Fhíndes. -A.cabo de hablar con él. -¿Y qué te dijo Luis 1 -Repetirme basta. la saciedad que Antes do proseguir refiriendo esta historia, permítame el lector le su. plíque que piense en la enseñanza que ella encierra: el peligro que hay para el alma humana que se deja llevar por las pasiones, y lo pernicioso que es una educacion que no procura avasalltLrlas en los corazones femeninos. - PARTE SEGUNDA. EN PUER T O-RICO. I desea ser mi esposo. Pero yo al fin le persuadí que puesto que no puede abs- Puerto Rico era en el primer tercio tenen:e de hablarme u e sus locas pre. del siglo XVI una hermosísimo. aunque teusioues, es mucho mejor, para su re. lun tanto inc1.1lta colonia e!;pañola, cu­poso y el mio1 que se alejo de aquí. 1 bierta casi por completo do espesos -¡Y á dónde le quieres desterrar 1 bosques vírgenes, salvo en hs partes -Me dijo· (ya para Clareta. era fácil en qne los españoles habían descuaja. mentir) que si se viera. en la necesidad do los montes para plantar cañas de 1 ue abandonar ú Fláncles, él DO quería azúcar, y formar dehesas para criar gn-l ir á otra parte sino ú las ludias! uados. 1 -A las Indias! Una. serranía de altas montañas di. ~13í, á una isla llamada Puerto-Ri- vide la isla en dos partes, midiendo el 1 co, en donde le han dicl10 que se puede cerro más olevado 3,600 piés sobre el 1 hacer íortuua en poco tiempo. nivel del mar. Eo el contorno de la. : -Quó idea tau peregt·ina! jamas le costa se encuentran gran número de 1 ha.bia oído hablar de semejante cosa ! hermosos puertos, pero no to~o.; sufi. ~será lo que gusteis, pero es una cientemente resgu:ndado:S de los lmrn. idea. salvadora para mí, porque su au. cu.ne3, que suehm ser eu aquella isla 1 sencia roo seria rle grande :dí vio. más frecuentes que en otras de las A u. -En ese asunto no tengo opinion, tillas. Descubierta por Cristóbal Colon cooto~tó la madre, y sólo deseo verte en H!hi, no fué realmente conquistada coulcnta. 1 sino en los primeros años del siglo XVI, -Eutónces, madre, os pitio uu favor. rnerccJ á los esfuerzos ele don Juan -¡ Cu(IJ ? Pooce de Leou, quieo le quitó cluom- -Procura.r que se le dé un destino ure indígena de Boriquen, pa.ra. bauti. & J_,uis en Puerto-Rico. ' zarla eón el de San Juan de Puerto- 1 -¡.Acaso yo soy gobierno? j Rico. Aqnélla fué considerada al prin. -No¡ pero potleis empeñaros con cipio por los españoles como un vorda. , nuestro pariente y amigo .lliogo Baal, ' de ro paro.ho terrenal: el climo. es de. (JUe tiene inflnjo en la corte. 1 Jicioso, y más fresco, sano y agradable Aunq~1e eu un principio lo. seño1a que el de Cuba, Jamaica y la Espnño­Federioa se negaba tí bac0r uso de su la; la tierra extro.ordinariameuto fér. iufluellcia para alejar de Flúndes á l til, y regada. por infinidad de cristali. Luis, al fin couviuo en ello, y al si- nos ríos y riachuelos; los aborígenes guieote correo fué eavio.da uoa carta eran hospitahnios y mo.nF:os en extre­al Caballerizo del Emperador, pidien- mo, y adornas habia. en el interior de do destino par31 el primo de Clareta en las moutañM ricas minas de oro, lo Puerto-Rico. cual era para los conquistadores el 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 177 blnuco da todas sus a11pírnciones y el! poso, ¡;e decía, nombrado pnra un empleo priuci¡ml móvil do sus expodiciones. marítimo en 1::\ colonia; y babia prefe. La primera ciudad e¡ u e !'O fundó en rido acompañarlo á aquel destierro, más Puerto-Rico se llamó San Juan, y esta- hieu que permanecer sin él eo Gante, ba Kitn en un puerto resguardado, y en su país nntal. Esta abne~aciou de la una it>lilla que se comunica á la tierra flamenca era. tanto más notable cuanto firme por medio de un puente do fácil parecían gozar de grandes riquezas, si construccion, lo cual ÍIH! cosa muy pro. había de juz!!arse por lll SI~CJuito de cria. Vt.Jcbo;;a para los conqui:;tadores, que en dos y escudero;; que llevl\han consigo, 1 breve hubieron de defender su posicion y el tren r¡ue ostentaban. Adornas, apé. de la iovasion de los indígenas, con nas deselJlbarcaron hicieron buscar el quienes no tardaron eu eutmr en guo. mejor alojamiento de la ciudad, y no rra, no vol viendo :í reinar In paz en la economizaron niugun gasto, con tal de ' isla hasta. que los dec;gracindos untura. obtener las mayores comoclidaJos, re­¡ les se vieron exterminados uno,;, lle~te. partiendo oro 6 diestra y ~;inie»tra, sin rrados otros y soUletidos los restante,; á parar mientes eu los gnstos que pudio. sen·ir de t*clavos de los españoles. Una ran proporcionarles un género de vida voz que los invasores se consideraron como jumas so había •·isto en la. nncien. completamente dueños de la isla, cm· te colonia, á donde nadie iba á gastar pezarou á construir hermosos edificios hoa.to, Aino f1 ganar con que bo.cer sufi. do piedra, buenas casa.~ de La.hitncion, ciente fortuna. para volven;e á gozarla 1 iglesia parroquial y varios conventO!; en E,paña. , para los frailes mi~toneros. Adowa.~ se Iuútil !ier:í decir al lector, puesto 1\prcsurnron ú echar los cimientos do que lo habrá adivinado, que la bella 1 las fortilicaciones que deberían defen. tlmncncn ora nuestra Clareta, con su tlor el puerto, y el l1ermoso fuerte, lla. primo: pero liÍ ~;erú títil que explique. mudo Ca~tillo t.loll\!oro, circundado t.le • roos brevemente c6mo elb llov6 á cabo tan \·alientes murallas, ~1110 eo aqncl su tnu doseudo viajo :í Puerto-Hico. f;iglo y eu el :;iguiouto logró Puerto- Una \'e~ que el Caballerizo del Em. Rico 1echaznr tres H:ccs ú. los piratas perndor hubo enviado á Luis elnom. ingleses, lo que no pnJierou ltncer las bramieuto 'iuo le pidió, Ulnreta nvis6 á ciu•lrtdcs fortificnJas de Saoto Domingo, Rn primo que, Ulercc~ d~; Enero, los habitautes da la ciu. ra pnra. llevar á cabo un vio.je tan des. 1 dad de San J uau de Puerto-Hico vi e. ca bdlndo y extraordinario como el que rou rmtrar en el puerto una hermosa pretendí::~. hacer. carahel:l con lns velus desplcga1las. Al Así, de ningun ruoclo Clareta. quiso ruirlo del primer cnñonnw con que el dada. parto de sus proyectos, sino que fuerte saludó la llegada del na vio pro. a1uarJ.ó ú cumplir vcintiun años, y en. vonioute do In. madre patria, toda la toncos sabiéndose dueña do llUS accio- I>oblacion se agolpó al puerto á recibir nos para evitar disgustos, confió en la l as uotici~ts que los llegaban do sus pu.. buena voluntad de ciertos parientes rient;es y amigos ausentes, y ver por pobres que tenia en la ciudad, de Bru. 1 stHI ojos desemlm.rcar los pasajero!', las jas, tí cu¡a. cnsa fué sin su madre, y de halijas del correo y los bultos de roer. allí salio para casarse con su primo en caderías que llevaban ú la. colonia. ia iglesia máR cercana. Inmediatamon. Entre los pasajeros llam6la atencion lo dospues avis6 á su madre lo que ha. ele todo!! una hermosa y rubia flamenca, bia hecho, y con el egoísmo supremo 1 lptc no había querido separarse do su es. que la. caracterizaba., b hizo sa.hcr que - - -- -- -------- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ----tlf--- --------- liS LA pa.rtia para Puerto-Rico con su nuevo ¡nos tie pos, que andaban de nacion en esposo, y reclamaba la parte de heren. , nacion vendiendo ~;u brazo y servicios cio. que la correspondía. Sin oír las !!Ú- ul que mejor lo11 pagase, sin que les plica-'1 de la pobre madre, Clareta se nrred':ljsen los crímenes ni les doliese la prepar6 para emprender viaje, y des. injusti~ io., entregándose en cuerpo y al. pidiéndose ¡;ecamente de la aBigidísima ma á los amos que se buscaban. Clareen señora. pnrti6 para ERpaña en busca de los esc~fgió de su misma nacion y se los un buque que deberin. conducir á los presen1i6 á su es-poso- ést-e se neg6 al nuevos espo>os á las Indias espafiolM. principjo á recibu entre su servidnm. Entre tanto debemos decir que el bre ú stemejn.ntes bandido~>: pero Cia. matrimonio babia sido una burla. para. reta lo penuadi6 que en las tierra~ á LuíA, porque a.pénas11e concluyeron las que iba,n era necesario tener á sus 6r­ceremonias que le ligaban para 11iem. denes q~ute valerosa y sin escrúpulos, pre á la hermosa Clareta, cuando és. 1 que pudiesen defender á sus amos sin ta lo notific6 rotundamente que ella temor ~~i flojedad. babia hecho solemne voto de vivir se. ¡ parada de él y en distintos a poseo tos, 1 II hasta que llevara á caho una empre~a que traía entre maooR, la que no podia 1 Los ¡nt\moncos con su hoa.to fueron descubrir siuo á llu tiempo. Vanas fue. natural¡nente recibidos con las mayo. ron las l!líplicas y hasta las tiernas lá.1 res ate •ciones por los portoriqneiíos, y grima!; de LuiR, porque miéotras más no se ~~usaban de ponderar la amabili. le rogaba él que le dijese por lo mé. dad ele la gantesa, que conocia ba'ltan. nos en qué consistía aquel voto, mtís te la leugua cspn.ñola, que ya ~;e Labia se afirmaba ella en la ioteuciou de ' esforzado en aprender ton Hernando 1 mantener Hu secreto encerrado en sn de Soliu, y había seguido perfecciooúu. 1 propio pecho, sin revelárselo á nadie. c.lo~e y estUtliauc.lo con tanto empeíío, 1 Conociendo al fiu su primo que el ct\- que CWl>ndo llegt~ á las ludias hablaba 1 rácter de Ola reta era indomable; y si o. e.-paíiol con facilidad. En breves dias tiénc.lo'!e cn.tla dia más débil y ena1no. los esp,t>sos Longobaal 80 relacionaron rado delante de los impetuosos mandn.. con todiaR las familias de importancia 1 tos de aquella hermosa mujer, violenta rle San 1¡ uan, y Clareta se hacia. nota.. como t~na tigro, de11istió enteramente blemente arnahle con lns dema<~, cuya de preguntarla su!! intenciones, y Re rin. socied~~ buscaba con ahinco, propor. dió, como un escla\"o, sin mtís voluntad cion¡índtoles en su casa toda clase ele que la ele su mujer á quien temia y t.li!!tracepon(ls y pnseoR que costeaba ella, 1 amaba locamente. La. hemos compararlo visitnnJ[o los alrededoraq á caballo ó á una tigre, porque en verdad la Ba. en los botes que alquilaha para re. menea parecía pertenecer á la raza fe. correr 1M cost.1.s. Mauifest~base tan lina: era á las veces tan suave, tierna franca. lf expansiva, que DO era de ex. y hechicera como un ángel; cuando dc.l trnña.r ¡ue hasta las doncellas m{&.tn. que un día se en. una mirada de la flamenca eran para contr6 sola, no quedándole más amistad él tau sagrados como si Dios en per. que la de uoa. excelente familia, que ' soua se lo mandara, á pesar de que babia rehusado dar crédito á calumnias toda su conducta tenia Ull sello reser- propaladas por los enemigos de la fla. Yado y secreto que á veces le alarmaba menea. La familia á que aludimos Re y llenaba de temores, pues la incerti. componía solamente de uu antiguo mi. dumbre es muy cruel cuando se trata litar, de hidalga cuua de Castilla (que de los pensamientos de la persona que haLieudo perdiuo toda. r.u fortuna. en amamos. España, babia pasado á las Iudiall con Dificil mente ocultaba Ola reta su mal iotencion de repararla con el trabajo, carácter, su índole dura. y absoluta, el cosa cle~honrosa en la madre patria, orgullo que la dowinaba, y estos defec. pero muy bien aceptada. eu las colo­tos frecuentemente se trasluciau al tra. nias); teuia consigo una bija soltera, vez de su fingida bondad y condesccu. t¡ue le babia acompañado en el clestie. 1 Joncia. ~o muy tarde empez6 á ma.ui. rro, aunque en España dejó otros hijos fe~;tarse caprichosa y de mal humor diversamente e:;tablccidos. E:;tos colo­con a.qnellas per:;onas á quienes al l nos vi vian humildemente ce una estan. principio tanto había adulado. De aquí cia cercana. á la poblacion, en donde do u nacieron resentimientos, r.uscitáron~e Bias Andagoya, - que así se llamaba.,­euernistades, y poco ú poco dieron oÍ- poseía un ingón-io que le producía una dos muchas pcr::;onas á ciertos rumore~ renta regular. La niña, llamada Mar. que desde ~;u llegada se habían difun. garita, era un modelo de virtud y de JiJo, pero que no habían queriuo es. belleza, así, bien podía singularizarse 1 cuchar los amigos de Clareta. Decíase en su afecto por la flamenca, sin que que las relaciones entre los dos e&poRos las maldicientes pudieran hincar en l>U iiamencos eran extrañas, que teuiau reputa.cioo su ponzoña, y pudo maní. frecueu tes disputas sin saberse el m o- festar á la rechazada ClaretL\ todo el tivo, pero que Luis p:uccia siempre te- J fondo de bondad que había en su alma nerlll. desconfianza y hasta miedo,- tan pura y elevada, que no cabía en adamas, Clareta. se manifestaba siem. l ella la idea del crímen. predominante, cruel y vengativa. con ::.us inferiores, los que la. detestaban y hablaban mal de ella. Por otra parte (Continuará). habíase notado que si Luis babia lleva. • . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 180 L A MUJER. SECCION RELIGIOSA. LOS MISIONEROS EN EL NUEVO REINO DE GRANADA. L o·s J E.S lJ 1 T A S • 1 á América, segun algunos cronistas é historiadores, fué un benedictino cata. EL APÓSTOL DE CARTAGENA. lan llamado Bueil, que estuvo en las Antillas. En pos suya fueron viniendo LA provincia de Cataluña en Espafía á convertir infieles gran número de ha sido considerada por todos los histo- frailes dominicanos, franci~canos, mer. riadores y eruditos como la parte de la cedianos y agustinos, notándose entre Península. en que se ha conservado con éstos siempre muchos catalanes .... Pero más pureza la raza goda. Dicen, ademas, no es nuestro prop6sito hacer el elogio que la palabra Cataluña es corrupcion de los catalanes sino ocuparnos de la de Godo-Alcmo. Los catalanes se bao vida de un catalan que en nuestro país manifestado siempre asaz orgullosos de hizo todo el bien posible como misio. su orígen, y hacen lo posible por con- ncro. servar sus privilegios como antigua na. Llamábase este santo varon Pedro cion anexada á la corona de Castilla, Clavar, y era oriundo del campo de y á más tienen una rica literatura pro. Urgel en Cataluña, en donde había na. ' pia.. Como se hallan vecinos inmedia. cido, unos dicen gne en 1581, y otros tos de Francia, de la cual ap~nas }(l. que cuatro años clespues. De familia separan la callana d~ los Pirineos, éstos, ' hidalga y de poca fortuna, Pedro Ola. que no han visto de los catalanes sino l ver estudi6 en el colegio de Jesuilas ! las malas cualidades de los aventure- de Barcelona.; tom6 lus primeras 6rde. ros que frecuentan sus mercados, dicen nes en el noviciado de Ta.rragona; se que el catalan tiene reunido en sí to. perfeccion6 allí en la lengtta latina y dos los defectos, no las virtudes, de los e u la ret6rica; pas6 á Gerona, en donde habitantes de las vecinas provincias es. estudi6 á fondo literatura y la lengua pañolas. Aseguran, pues, •·que es sober. griega; 6. los veinte años Jla.."6 á Ma. uio como el castellano, testarudo como Horca, en donde debería continuar sus el vizcaíno, interesado como el mismo estudios para aprender á ensefíar, en .Jüdas." Pero casi siempre los defectos el colegio que con ese oh jeto tenían no son sino las cualidades del alma allá los Jesuitas. Eu Mallorca se ligó 1 exageradas hasta el exceso,- y si los 1 con estrecha amistad á un excelente catalanes mal educados son por cierto Jesuita, el P. Alonso Rodríguez (que soberbios, testarudos, porfiados é in te. despues fué beatificado), el que despcr. 1 resados, los de buena índole convierten tó en rl gran deseo de pasar á las mi-l esos defectos en grandes virtudes, y se siones de Indias. Al cabo de tres afios hau mostrado con frecuencia en la bis. volvi6 á Barcelona, en donde se dedicó, 1 toria, en lugar de soberbios, llenos de por órJen de sus superiores, al elltudio 1 dignidad, en vez de testarudos, firmes, de la teología en sus rarnos más difí­si porfiados en el mal, tambien cons. ciles. N o fué sino al cabo de dos aüos l tantes en el bien, y si algunos se roa. de úrduos trabajos mentales que al fin nifiestan intereSr'ldos, en otros tiempos se le concedi6 permiso de pasar á las 1 solieron ser los navegantes más a.uda- Indias como misionero, su más ardiente ces y los traficantes del m(IS indomable deseo. Segun refieren st\s bi6grafos, el 1 valor .... El primer misionero que vino Padre Ola ver no quiso despedirse de 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ':REVISTA QUINCENAL 181 sus padres ántes de doj1H á España,/ para abajo babia mucha gente que se pues temía que la vista y el dolor que condoliese de su suerte; pero los míse­ellos le manifestaran con su separa- ros negros eran considerados como vil cioo le quitaran el valor para empren. mercancía, que se compraba y se ven­der su viaje. En aquel tiempo un viaje dia segun la calidad de ella, y cuando á las India3 era una empresa tao grave ya no se necesitaban los abandonaban y tan peligrosa, que era preciso prepa- á su suerte, sin socorro, sin n.brigo y rarse con la. misma solemnidad con que aun sin alimentos. se arrerrlan los negocios y la conciencia Desde que llegó el Padre Claver al para p:sar á la otra vida. 1 Cuánto más convento de Jesuitas de Sautafé pidió grave seria este paso en el j6ven novi- que le señalasen los oficios ruús bumil­cio cuando llevaba la resolucion de no des de la casa para cvmplirlos, en los · volver jamas á su patria! cuales permaneció, no sin dejar de es- A pesar de lo mucho que babia e~;. tudiar asiduamente durante los tres tudiado y trabajado en su santificacion, años de probacioa que cumplió allí y el ne6fito de Jesuita no creyó que tenia dos en el novicia!lo de Tunja, segun los aún suficientes méritos para ordenarse reglamentos de los Jesuitas,ántes de or. y se embarc6 sin haberse consagrado denarse definitivamente. sacerdote en Abril de 1610. En Ca.rtageoa hizo muchos esfuerzos II el Provincial de Lima para. llevárselo al Perú, pero él pre6ri6 quedarse en el El 10 de Marzo de 1616 la Compa­Nuevo Reino de Granada. En Carta- ñía de Jesus de Cartagena solemniza­geoa permaneci6 pocos dias, partiendo bala fiesta del Patronato de San José, inmediatamente pn.ra Santafó: "camino y al mismo tiempo, habiendo &ido con­largo, *desacomodado en lo que se na- sagrado sacerdote, celebraba el santo vege. el rio, áspero en lo que se anda sacrificio de la misa el venerable Pedro por tierre. .... Venia e o busca de traba. Ola ver, que ya era afamado por su ca­jos, y fuéle consuelo dar 6. los primeros ridad cristiana y grandes virtudes. golpes en la mina ..... Su alegría a ni- Hé aquí lo que era eu aquel tiempo maba 6. todos sus compañeros de viaje, la ciudad de Cartagenn., citando tex. su oficiosidad los descansaba y les edi- tua.lmente la descripcion que hace de ficaba su virtud. Cuando salian á hacer ella uu biógrafo contemporáneo del 11 noche en las playas, recogía los negros bienaventurado Pedro Clavar. u. · en las canoas para que les predica!'le "Sita la ciudad de Cartagenn. en al-J 1 un sacerdote .... " Se gozaba, dicen sus tura de once á doce grados; la pl'edo- 1 otros bi6grafos, en aliviar á los escla. minan calores excesivos Robre á cuantas l vos, y con gran paciencia y dulzura les tierras Re habitan en la!! ludias. Cuatro enseñaba la doctrina y les Jaba leccio- meses, de Diciembre ú :Marzo, se refor-nes de moral cristiana. man algo con una brisa general y fres-~ ¡ Desde aquel viaje por el Ma.gdalena, ca, respiracion lí. los extranjeros hechos . en donde los esclavos bogaban dia y á más benigno cielo; miedo ú los na tu. noche como bestias de carga, el Padre rales, que abiertos los poros los penetra 1 Clavar empez6 á compadecerse de los y trabo., y castigo de montos y úrboles 1 negros; raza infeliz á quien miraban vecinos ú la costa que los seca. Ardien­los conquistadores con mayor desprecio te todo el afio, el sol siempre es dañoso, que á los indios. Estos últimos tenio.n, pero en los otros ocho meses no hace en á pesar de su desgracia, poderosos pro- aquella tierra oficio de sol sino de fue­tectores,- y desde el Rey de Espaffa go: á cielo abierto es insufrible, aun á • .Apost61ica y penitente vida del venera­ele Padre Ola ver de la Oompañla de Jesus, sacada. de infol"IIJnoiones jurídicas, &c. por el Padré Joeef FernándfYL-Zaragoza- 1666. TOMO IV la tolerancia de los españoles, vence. dora de todas inclemencias de climas ** Apostólica y penitente vida, &c., citada á otea. 23 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 182 LA liUJEl~. peregrin011. Introducida la fuerza del pendie·nte de la incertidumbre de tan calor ~ las piezas máa defendidas de las largos y tempestuollos mares, suele fa). callAS, las pone como estufas en que tarJa todo; de manera que se da á Feo. t>erennemente suda la congoja. ReJa. tir la carestía á los más ricos, inútil Jándoae loe cuerpos andan descaecido11¡ el oro y plata de sus cofre~~ para alivio pcSstranse las ganas de comer, y sit!n. de su mecesidad. tense accidentes, que los no experimen. "Üe debe estar bien vest1Jo Y pel­los sirviente:; de otras personas, y que nado de~de temprano por la mañana. no les pagamos para que nos sirva o. ! La. limpieza debe ¡,er una de las mayo. Los criados deben ser y generalmente res cualidades que tendrá una sefiorita, so~ ~l remedo de sus amos, y debemos J una casada y una anciana; no h~y e~agtr que sean corteses y complacien. edad, posicion social ni circunstanCia tes con las personas que visitan la ca. lque pueda permitir el desaseo en ~n 1 sa; que contesten con urbanidad y que ser humano. El hábito de estar sucio 1 llen un recado con palabras comedidas; eo el exterior prueba evidentemente no se les permitirá que hablen de las bajeza de sentimientos. personas amigas de la casa y aun de las En nuestro país no se nota una dife­que no sean sin anteponer la palabra rencia suficientemente precisa entre el Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 185 vestido de uoasolteray el de una ca¡;aJa, lo mejor que se puede hacer. Al entrar pero por regla. general una. señorita. de. en edad se irán apagando los colores be presentarse sencilla y ruodestameo. vistosos de los trajes, y aunque las tela.c1 te vestida; sus gracias y su juventud sean de valor no llevarán adornos que bastarán para. hacerla encantadora. llameo la atencion; con la falta de fres. U na elegante dencillez es el colmo del cura en la tez y de brillo en los ojos, ar. buen gusto, y jamas en ninguna cir. monizarán los tintes opacos y loR oscu. cunstancia debe llevar vestidos dema.. ros, y así las mujeres se verán más j6ve. siado recargados de adornos ni joyas nes á medida que vayan perdiendo las de valor. Es preciso vestirse de mane. pretensiones á agradar por sus encantos raque no parezca como si hubiera per. físicos. Jamas os presenteis con un ves­ma. necido largas )loras ideando los ata. tido extravagante y poco modesto; el víos y que se ha. gastado un fortuna en vestido del cuerpo debe ser el espejo de ellos. El buGn gusto e:x:ige que no pa.rez. los sentimientos nobles de la mujer; la camos nunca incomodadas en el andar exageracion en todo es prueba de que ni desorientadas con nue¡¡tro vestido, las facultades del alma están en desar. sino siempre naturales, aunque con m o. monía. N o se deben adoptar todaa las destía. y compostura. modas, pues hay muchas que no son Una señorita rica no debe llevar so. propias sino para actrices y mujere11 bre sí el aviso de la fortuna que posee, de mala reputacion. Para vestirse bien gastando mucho en sus vestidos, pero es preciso tener juil}io y mucho sentido tampoco andará mezquinamente arre. , comun. gla.da, y un término medio decente es (Oontinuamí). S. Á. DE S. ~---- ANALES DE UN PASEO. DIA UNDÉOIMO. -Acaba \lsted de hacer una brillan. ¡penitentes. Lo que usted dice eR absur­te defensa del catolicismo, tio, por Jo do, mi querido sobrino; aunque el doc. cual lo felicito, e~clam6 .Máximo. tor Margallo era un santo, estoy seguro -C6mo así? que en todos los ritos de la cristiandad -iN o es >erdad que esta mujer no Re encuentran hombres abnegados hasta. se hubiera convertido si no hallara un la santidad. templo cat6lico y visto allí imágenes J -N o sé si usted hallará fuera del rerresentando la pa.sion de Jesucristo catolicismo u u santo para paranponar. (e pueblo necel'ita ver para compren- lo con el doctor Margallo; no discuto der), y si, por último, o o hallara. un acerca. de esto, pero si usted me lo per­conventoen donde asilarse 1 i Cree usted 1 mi te, le referiré una anécdota de este que si no se retira á un sitio sagrado, sacerdote, que es el triunfo mlÍs grande bajo cuyos techos a6lo veía ejemplos que he oído referir de la humildad y de virtud, aquella mujer perseveraría perseverancia cristiana sobre la ter. en el buen camino ! quedad y el ateísmo : -En realidad, con usted, Máximo, no se puede discutir porque nos aboga. UN A CONVERSION. bajo una nube de paradojas y exagera. ciones l No lo dudo que en otras reli. giones tambien se encuentren gentes buenas, arrepentidas sinceramente y - Vivía en Bogotá, no sé en qué a.ffo ántes de 1830, un hombre de alguna fortuna, que babia sido notable por ha. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ,--- -- 186 LA MUJER. ber llevado una. vida. particularmente perdido el brío¡ así esta vez no le habló profana, y lo citaban como uno de los sino que al verle le volvió la espalda, pocos hombres verdaderamente descreí. pero escuchó en silencio sus exhorta. dos de aquella época. Su carácter duro, ciones suaves y dulces,-acabando el sa.. su palabra irónica, su propósito delibe- cerdote por pedirle permiso de nuevo rado de mofarse de todo sentimiento para permanecer en la caqa, ofreciendo religioso, lo hacÍan temible y odioso, á DO entrar á la pieza sino CUando lo lla. pesar de que siendo hombre de posicion mara. El moribundo le contestó con era recibido sin escrúpulo por la so. ~arca.smos, ofreciéndole por albergue y ciedad. poniéndole por condicion que perma. Al fin le llegó su última enfermedad, neciese en un miserable y oscuro cala. y los médicos le notificaron que no tenia bozo debajo de la escalera. Aceptó sin remedio su mal en la ciencia humana. vacilar el doctor Margallo este nt1evo El hombre recibió esta noticia con es. insulto, y sin manifestar el menor dis. pantosos reniegos, porque todo hombre gusto se instaló en el triste cuarto. incrédulo es cobarde ante la muerte. Cuando el enfermo supo aquello se Su familia, arrostrando su cólera, se mostró admirado, y al cabo de algunas atrevió á hablarle de los"socorros de la. horas lo hizo llamar espontáneamente Religion, pero fué recibida aquella pro. y le mandó con brusquedad que le habla. puesta. como era de esperarse, con se,-al cabo de un rato le gritó que se profanos juramentos, prohibiendo ab. callara y se fuera.. Ya al caerla noche, solutamente que le volviesen á hablar en medio de los dolores más atroces, de semejante cosa. pidió nuevamente que se le acercase el Supo el docror Margallo el estado sanoo hombre, y lo escuch6 en silencio lastimoso de aquel desgraciado, y al roo. largo rato, pidiendo explicacion acerca mento se presentó en casa del señor de diversas dudas que le habían asalta.. N•u. Con trabajo logró penetrar hasta. do y vivido con él durante su vida. el lado del enfermo. Apenas lo distin. Hácia la mitad de la. noche lo volvió guió lo cubrió de improperios, de in. á hacer hablar, y despues de oírlo por sultos y de palabras de burla y de des. roncho tiempo, dió un hondo suspiro, y precio. Escuchó el doctor con calma ofreciéndole la mano y con lágrimas en todo lo que le decía, é inclinando la los ojos le dijo : cabeza con humildad dejó que acabaran -Doctor, usted es un santo, y santa de agotarse los insultos, y tornando la. debe ser una. Religion que forma hom. palabra lo exhortó á que se arrepintie. bres tan abuegados J Usted ha triunfado se, con dulces y tiernas expresiones, y á fuerza de bondad y perseverancia.. sin esperar la respuesta salió de la .Al cabo de un momento añadió: pieza.. -Para. decir verdad, yo no conocía. lo Algunas horas despues volvió, en. que era la Religion de Cristo sino en coutrándolo en el mismo estado de im- los libros anticristianos que be leído. penitencia ;- oyendo de nuevo los im. Prepáreme, padre mio, para confesarme, properios que le prodigó el enfermo, en y si es posible el perdon de un pecador santa calma, y contestándole con buenas tan grande como yo, moriré consolado y amables palabras, sin manifestar tur. y dando á mía amigos un ejemplo .... bacion alguna. Al dia siguiente murió el señor N•• Por la noche se presentó de nuevo lleno de fe y de esperanza, tranquilo y pidiéndole permiso para permanecer resignado, y el doctor Ma.rgallo regresó hasta el otro día en la casa, pero se le á su habitacion con la misma humildad, contestó con un no perentorio. Salió y sin que nadie jamas le hubiese oído sin hacer la menor observacion, pero decir cómo babia sido él quien convir~ regresó al rayar el día. El enfermo ti era á tan empedernido pecador,- ni empeoraba por momentos, y como sin. se le oyó jactarse en lo mínimo de ac. tiesa que la muerte se acercaba., babia cion tan ber6ica.,- sí, her6ica, porque es Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 187 más difícil vencer el orgullo natural en el corazon humc.no que arrostrar los mayores peligros y llevar á cabo lo que se llama una accion her6ica en el voca. bulario mundano. - DIA DUODÉCIMO. reflexionado anoche, he resuelto no di. ferirlo. -Grave estás, y me das miedo, dijo Pepita. i Qué be hecho para que me riñas como á una chiquilla? añadi6. -Bien sabes que nunca be sido in. justa contigo, pero tú tambien debes procurar no serlo conmigo ni con nadie. Deseo solamente que desciendas al fon. do de tu cor4zon y me digas since. ramente, sin lágrimas ni c6leras sí piensas que tinicamente Máximo puede hacerte feliz. -8í, ya te comprendo 1 Exclam6 Pepita con disgusto. Desgraciado del que se nutre de sí mismo. Des­graciado del que se re­plíega sobre sí. El alma encadenada. á sí misma ea una tierra sin sávia; uno de esos lugares ári­dos y solitarios que visi­tan los malos espíritus. -N o me repliques ahora ... ReB.exio. na lo que vas á decir, porque de tu Mme. DE GASPARIN. respuesta depende la suerte de más de unu. persona. Deseo tu contestacion de. Despuesde una nocheagitada, Alicia fiuiti~a ántes de medio dia. crey6 llegado el día de tener una defi. Al decir esto su voz temblaba, y te. nitiva explicaoion con Máximo, quien merosa. de no poder ocultar su emocion sin duda. tambien lo deseaba, pues seria !'ali6 del cua.rto y se dirigi6 á sus hijos, el ú1timo que pasaría en Buena>ísta. que la llamaban desde sus camas para Ligábala la promesa. hecha á Pepita de darla los buenos días. que lo rechazaría sin esperanza; pro. Pepita se levant6 y empez6 á vestir. mesa cuyo recuerdo la torturaba; por. se, y miéntras trenzaba sus sedosos ca. que si bien había. llegado á resignarse bellos negros, reflexionaba en las pa. á tal sacrificio, no podia. conformarse con labras de su herma na. La loca niña se que él fuese desgraciado tambien, pues enorgullecía al considerar que la suer. conocía su carácter constante y tenaz, te de dos personas, á quienes admiraba á que se agregaba la persuacion de lo y consideraba tanto, se hallaba en sus inútil de su propio sacrificio, convencí. débiles manos. Recordaba. las miradas da de que Máximo no elegiría á Pepita angustiosas de Máximo cuando las fi. por esposa, pue!l el génio veleidoso de jaba en Alicia, la que por órdrn tmya esta niña y sus frecuentes caprichos no se manifestaba fria: y ahora resonnha prometían que haría. la 'felicidad de un en su oído y halagaba su vanidad la hombre como Máximo. temblorosa y casi suplicante voz de su Cavilando en esto se 1evant6 apénas hermana. aolar6 el dia, y acercándose á la cama "Bien, decía. para sí, si yo llego á de Pepita la. despertó con una caricia. ser magnánima y consiento en ese ma. Alicia., con su magnífica cabellera trimonio, sé que Íllmediatameote Máx.i. suelta y envuelta en un ancho peinador roo se irá á establecer en Bogotá, 6 de batista, estaba muy bella, y al verla tal vez á viajar con ella dejándome so. su hermana. experimeot6 un repentino la, triste y arrinconada en la casa de sentimiento de envidia, que demostr6 tia Catalina, ruiéntras gozarán y se di. abrazándola fríamente, diciéndola en vertirán sin acordarse de mí .... No, no, tono casi de reconvencion: exclam6 casi en alta voz, ipor qué he de -iPor qué estás tn.n bonita 1 consentir en que ellos sean felices y yo -No seas tonta,-le contest6 Alicia. desgraciada 1 Alicia ha pasado ya por sentúndose en la orilla de la. cama. todas las vicisitudes de la vida de la Quiero hablarte sériamente porque ya mujer: yo comienzo á vivir favorecida es preciso hacerlo, y porque habiéndolo por la naturaleza, y no es racional que Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. --... --~ ... 188 LA MUJER. me .resigne á sor la víctima. i Pero 1 de la orilla, ni Alicia. se atrevi6 á ejecu. Leonardo 1 Bah 1 Leonardo se entretu. ta.r tan peligroso salto, porque el bote vo oonmigo para no fastidiarse aquí, y impelido por las aguas babia salido del es seguro que á estas horas estará ga. remanso, y á pocas yueltas se metió 1anten11do á otra con las mismas pa- en el filo de la corriente. Pepita no se labras ~ue me decía. N o es muy gra. alnrm6 al principio confiando e u que to pensar que me haya olvidado de los caballeros las verian y nadarían á un ctia para otro, y esta mortificacion salvarlas, pero el terror de ambas her­es bastante para que, hecha la tonla, manas fué completo cuando desoubrie. agregu~ otra.. N o, no toleraré que ron que sus compafieros se habían ale. otros sean felices y yo desgraciada." jado de la orilla y no los vieron en Se acab6 prontamente de vestir, y ninguna part.e. con las cejas contmfdas, el ademan al- 1 Eo esto Degaron á lo violento de lo. tivo y k>s ojos húmedos por el despe- corriente, que arrebató el bote arras. cho, salió á buscar á su hermana. 1 trándolo bácia.los saltos y remolinos de No la encontró sola. sino rodeada de la estrechura, en que indudablemente sus huéspedes, ú quienes repartía con seria despedazado. Aterradas, empeza. gratas palabras y amabilidad el desa- ron á dar gritos pidiendo socorro. Pepita, yuno ántes ue bajar al bafío. Tuvo que que nadaba muy bien, hubiera podido dejar, pues, su respuesta. para despues. salvars~, pero no quiso abandonar á su A poco rato montaron y se dirigieron al hermana cuando el Larco volaba á su sitto esoogido para el baño desde la vfs. perdicion. pera.. Los caball~ros permanecieron cer. Afortunadamente Máximo no estaba ca del puente de faravita, miéntras que léjos, oy6 los ~rritos, corri6 á la orilla, y las señoras tomaron posesiou del re- viendo el peligro eu que estaban, se manso en que aún se hallaba atado el arroj6 al agua sin vacilar y llegó en botecito de la. víspera.. breve haRta el bote, procurando dete- Alicia, desde la aventura referida oerlo: pero en vano. Ent6oces suplicó por ella el primer dia.., hahia conserva. á Alic1a que se echar'l al agua, a.segu­do gmn miedo al agua honda y jamas ra.ndo que la sal varia, pero ella. movió se atrevia á llegar á donde lo hacia. Pe. la cabeza señalando á Pepita con un pita que nadaba como un pez. gesto de angustia. Ese dia habinn liE'vado á los dos ni- -No puedo salvar á las dos, grit6 ños, los que despues del bafio, miéntras Máximo; sálvese siquiera usted, ..A. licia, se vestían las señoras, se entretuvieron pero resuélvase pronto, porque un roo­jugando con la cuerda que sujetaba al mento más y ya no podró vencer la bote, concluyendo el juego por embar- corriente. carse uno de ellos. Advirtiéndolo Pe. Al oír las palabras de Máximo, Pe-pita. se acercó 1\ sacarlo de tan peligro- pito se a.rroj6 al agua, gritando: so sitio, pero el niño se resistía á salir, -Yo sé no.dar, salve tí Alicia! en términos que hubo de entrar ella Máximo, sin aguanlar más, la tom6 en tambien al bote sin lograr otra cosa r;ino sus brazos, y haciendo un esfuerzo so. que el chico se agarrase de su ropa brebumano procuró ganar la orilla, gritando, y obligase á Alicia á correr pero las fuerzas ya gastadas le faltaron en auxilio de su hermana. El peso de de súbito, y si no hu hiera sido porque las dos señoras y los movimientos del en este momento crítico llegaron los nifio acabaron por desatar el bote, que demas y se lanzaron á sacarlos, no hay empez6 á remolinear y á alejarse de la duda que ámboshabrian perecido. orilla, cabalmente cuando Alicia babia Tan rápido fué todo esto, que aán logrado apoderarse del iosurreoto y en. luchaba Pepita con la corriente, y casi tragarlo á una criada. Pepita, que ya era vencida por ella, pero Mauricio la estaba calzada y vestida, no quiso echar. alcanzó, y sobreag11ándola la trajo sin se al agua al ver alejarse la barqueta. novedad á la ribera, en el momento en 1 --------~------------------------------------------- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ¡· -.._ R E V I S T A Q U I N C E N .~ L 189 que se deo;pedazaba el bote contro. ]as rocM de los ~talto~ y remolinos, íi una cuadra de distancia. Las dos hermana~ so abrazaron de. rramando lúgrima.s, y Pepita, recordn.o. do el sublimo gesto y el ademan de Ali. cía, con que expresó que preferiría la salvacion de su bermnua. 6la suya pro. pin, depuso el egoísmo, olvidó su tonta vanidad de niña mimada, y siguiendo el impulso de &u corazou, dijo al oído á su hermana: -Sé feliz. .1\Hximo no me amará nunca ni yo lo quiero ~ino como íÍ her. mano. Alicia. la miró llem~ de alegría. -Lo dice~ de corazou! -Lo verás despues. A pénae 1le~n.ron á la casa, y ~e vis. tieron y arreglnron, Pepita salió (¡ bul'. car :í )[áximo y llevándolo npn.rte le dijo amable y ¡,¡onrieute, mostrándole el cuarto en que estaLa Alicia.: -Allí estú mi lJennnna, y es el mo­mento de que usted le hable de su Jnn­trimonio y lo decidan. -i Qué me dice u!ited, Pepita?¡ 8e. rú posible que ella .... me nc1•pte al ti o! -Posible, y hasta posihilisimo, con. tost6: s~ que lo aceptará ii usteu por ... gratitud uo mtí'!. -Por gradud ! -Sí, i no lE~ salvó usted la vida? Y sin agua'rda.r más"razonee llevó (. ~flíximo á do de estaba su hermana y los dej6 solos. -¿ l:;erá cierto, preguntó conmovido Máximo, lo qu1e me dice Pepita? -¿Qué le l a dioho esa loquilla 1 -Que usted, Alicia idolatrada, acep. taria mi ma.no1 y mi corazon. -¿Y usted lo desea todavía.? -Con toda mi alma. -Eut6nces, ... i pnraqué negarlo, Pe. pita ha dicho la verdad, contestó ha. jaudo los ojo~. -Pero s6lo por gratitud? -T"o paree¡ ? le replicó ella fijando en él los ojos,- mirada que lo recorn. pensó tle sut~ pasadas penas y angustias. Meses despues se celebrauan las bo. das de Alicia y )ltíximo, y á los poco:; dias partían 4~on lo!~ niños y Pepito. {¡ dar uu paseo por los Estados Unidos y Europa. 1 l:), A. DE S. r r ~. VIAJES. n, E C UF; R DO~ D B 1<~ U l l~ O 1' A POll S, .\, DE ~. LÓXDUT-;;;, ly medio cubit~ tn!l por la niebla, tieneu aHpecto do frio1 y de mal humor; mién. CUASDU por primera •·cz ·su llega ú tras que loe¡ o 1poha.dos úrboles de las Lóndre.-;, f'e !iÍente u m~ tristezt\. vnga que 1 plazas 6 Squd ns veget..'l.n resignarlos, aprieta el corazou, al ver ;;us anchas pero parecen entregados nl ¿.;p{rrn que calles cubicrtao de lodo, sus casM cnsi so respira cr1 quello. cohneua Jo tres iguales y ennegrecida!! por el humo y millones de h bitautes. el hollín ; todo en L6ndrcs es sucio y Lóudres, co¡mo París y todas las ciu. solemne; los palacios tan espléndidos dnues eurO]>e~s. está dividida. e u :iife-1 como es pesada su arquitectura, pare- rentes secciones 6 barrios en que viven ceu fruncir el ceño; IM columnas y sepurndn.s las liase~ de In. f'ociedad, cual estatuas en los lugare.'l público~, Degras difereu tes especie:; de UU reuniío Utixto. --------- -- -- TO)!O IV 24 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ------¡ 190 L A M U J E R . H ácia el Oeste, la parte más l'a.na, En las grandes calles del Rf'gente, aseada y elegante, se encuentra la a ris- de Otrford y de PicadWy, en que se tocracia y personas de alto rango; y hallan los almacenes más de moda, el los paseos llamados Hyde-Pal'k, {};·ef'n tumulto es inmenso, pero los dauclys y Park y St James, donde sólo se da. en- las elegantes forrnao la parte prioci­t rada á los coches particulares, se ven 1 pal de la multitud. á mafíaoa y tarde repletos de l~ndas y En los alrededores de los parques y elegantes señoras, y grupos innumera- Sqltare.i aristocráticos, los trauseuntes bles de niños aristocráticos. Eo medio caminan 6 paso mesnrado y grave, los de este barrio hay otro qne es el non carruajes ruedan solemnemente sobre plvs ~Lltrct de la elegancia, llamado • el macailams. y los cochero~ y 1acayoR, Belg1·avía, donde viven en magníficas más entonados y tiesos que sus señores casas los orgullosos nobles de las fami. 1 (lo que no es poco (lecir), no se dignan lías más antiguas. Sin embargo, sucede nunca advertí r al modesto mortal de á una. cosa digna de notarse : detrns ele pié, que corre riesgo de que las ruedas esos palacios aristocráticos se encuen. le pasen por encima. En este barrio trao á veces inmnndos riucones en que cada casa es una peq11efia. fortaleza pla. viYen amontouaclos y muertos de ham- gada de sirvientes, divididos en cate. bre los proletarios m!Ís miserables de gorías más ó méuos importantes, pero la ciudad, como para formar contraste toJos impregnados de un aire de so. con el esplendor de los nobles. lemnidad digno de mejor causa: aun Los banqueros y ricos sou dueños de el acto do quebrar un plato lo desem­otra parte del Oeste cercana á la ciu. pcñan con imponente gravedad. dad comercial 6 city, y las calles del Los domingos (en nua casa qne se Rerrnte, Picadilly y O.r.fm·cl son las l respeta) se acostumbra guardar bajo que más frecuentan. ¡ llave todos los libros que no sean de Los negociantes tienen RU!. familias devocioo y los juguetes de los niños, generalmente fuera de la ciuuaJ, en los pues éstos no dehen levantar la. "oz hermosos barrios rle Ulnpham, Hamps. aquel dia, ni c·orrer, ni reírse; todo el tead, &c., y los gentilhombres pobres, mundo se entrega á la merlitacion y el banr¡ueros a.rminados y señoras de posi. recogintiento i o tcrior, y desde la cocí. cioo dudosa, moro.u en los ba.nios de nora, ou su departamento subterráneo, Brompton, Pinthco, Chelser¡, y St .Tohn's hasta lns nodrizaR en ]a parto más ele. lVnorl. vada cle la casa, se abisman en sus pen. El distrito habitado por los aventn- samienlos,y toman un aspecto tao gra. reros de todos lo~ países se encuentra ve que causo. miedo, pues más parece 1 entre el Oeste, la City y el honible r¡ne meditan algnn crimen que elevan barrio de los pobres y los judíos, ll:t. su espíritu á Dios.. y pensar que esto marlo St Giles, que es un conjunto de sucedo carla ocho di as: iCúrno sustraerse calles inmundas donde ninguna señora al .trn.tagema. 1 c•a la. angustia por la estrechez de las ¡ Por conttaste, la¡; gentes del pueblo ~a.lles, la altura do las casas y lo eulo. tienen el domingo uua distracciou qtle dado del piso. J no parece muy santa. Las tiendas ~u 1 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ------ ---------- 1 RE V I STA Q U I N O E N A L . 191 que se ;xpe1~den Ii;ores -(gin shops} qué: todo ~s~ en manos de ellos; las 1 son las únicas que permanecen abiertas leyes da.o siempre la razon al hombre durante el dorniogo; la plebe se reune contra la mujer; él reina como sobe­¡ nllí y !;6 entrega á la bebida, pero eso rano eo donde quiera que se encuen-sí, sin perder su gravedad. tra, y si alguna. mujer llega á quejarse ,. * de uu hombre, jamas lo hará de los * homln·es. Decididamente no se puede calificar En la iofaucia la mujer inglesa es. en masn. á las mujeres de Inglaterra, cucha con respeto y siempre con admi- 1 pues cada clase de la sociedad inglesa 1 racion las palabras y decretos de su tiene sus opiniones, sus ideas y orgullo padre: cuando grande, sus hermanos, propio y diferente del de los domas. 1 y particularmente el hermano mayor, 1 En la alUl. sociedad, como sucede en- influye eo su conducto., ideas y basta tre la aristocracia de todas las uacio. ¡ creencias. El hermano mayor tiene es. nes europeas, la principal ocupacion de te poder en su familia, porque segun las mujeres consiste en tratnr de bri- las leyes y costumbres inglesas (y la llar m:ís que sus vecinas y rivales; los manía de darse importancia imitando deberes de la sociedad las imponen mil á todo trance la~ tradiciones de la aris­necesidades y artes facticios, y los bai- tocracia), el primogénito hereda todo el les, 6peras, visitas y paseos, y á veces haber J.e su padre, y los hijos menores las sociedades de caridad o.~tens·i.ble, les y las bijac; quedan bajo la proteccion 1 quitan todas las horas de su vida. del heredero. Al casarse la inglesa., sa. Las mujere¡¡ de la enorme clase me-1 be que su esposo es el todo de la comu­dia, que tiene tantas ramificaciones, y 1 nidad: él manda y ella obedece pasi. que, sin embargo, forman una unidad ' vameute; y la mujer, que rara vez tiene imponente, se ocupan particularmente fortuna propill., se inclina ante su vo. eo cuestiones religiosas y de literatura; luotacJ. Si queda viuda, idolatra al hijo muclm~ de ellas dirigen sociedades bí- mayor y hace solamente lo que él le 1 , blicas y distribuyen miles de libritos de aconseja, porque casi nunca su espo.;o ejemplos y cooxejos (llamarlos tructa), r le deja. m(LS renta que la que voluuta­lo que forma una Yida oc·upadísima ; riameute le pns1\ su hijo. l las señoritas inglesas son tan libres que El pueblo inglés eo general (y sobre pueden entrar, salir, pasear, tomar co. todo In mujer), tiene, aunque parezca ches y trelJes de ferrocttrril, ir{¡ Lailes, paradoja, el carácter m(c.S org•llloso y t·onciertus, teatros, &c., sola.;,) cou al- más ¡;orvil del mundo¡ todo;; procuran guna.s awigas y amigo~, si u pedir liceo- imitar á la aristocracia y tratar de igua­cia. ui dar cuenta de sus pa~os á sns l lar&e ;Í. ella ; se humillan en presencia padres¡ muchas de ellas, cuaudo no de u u grau nombre, y desde el rico ban. tratan de imitar ~:ervihneute á la aris. (¡uero hMta el ültimo sirviente, todos tocracia, vi ve u escribiendo novelas, cou se inclinan con humildad ante un lo·td, las que aflige u á las liLrerías é inuig- pero ~;i éste es rico; si es pobre no lo nau á los críticos. ~ mirarán, pero tampoco harán caso del Hay entre las mujeres inglesas cier- millonario siu pergaminos. Los ingleses ta franc-ma.~;onería muy curiosa; for- aman sobre todas las cosas los pugami. roan una clase aparte¡ se reunen en nos dorarlos. sociedades á las que los hombres oo sou Todo se hace en Inglaterra por via admitidos; se ay11dan, animan, e~ti- de anuncios. No hace mucho tiempo rnulan en todo y por todo, pero nunca apareció eu los periódicos una convo. bablau ó se defienden de los hombres; ' CQ.toria, firmada. por per.souas respeta. tienen un profundo respeto por el sexo bles, para llamar la atencion de las fuerte y no se atreven á quejarse de 1 persvoa.s caritativas que quisieran to- 1 sus tiranos. Sus ti>·anos, repito, y es la mar parte en u-a establecimieut.o hu. palabra adecuada, y voy á probar el por maní ta.rio. Se trataba nada méoos que -------~--------------------------------- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 102 LA MUJER. de fundar uoa casa de asilo para perros en el fondo es excelente; los perros en indigentes. El hospital debería ser go. Lóodres son más desgraciados que en bernado por un consejo de señoras ca. ninguna otra parte del mundo, pero rita. ti vas, que se reemplazarían por tur. cuando se pie usa que en los barrios po­no en la direccion, tratando de incul. bres de estas ciudades, mueren miles car buenas nociones á los individuos ~ de personas víctimas de la miseria en cuadrúpedos que fueran admitidos; los qua han vivido, nos parece hasta un gastos del establecimiento se deberían crímen querer aliviar primero á los hacer por suscricion. Parece que, ade. animales. En L6ndres existen séres bu. mas, se trata de hacer venir de los Es. manos que no solamente jamas han !li. tudos Unidos un perro terranova, que do bauLizados, sino que llegan ú viejos se manej6 heroicamente en un naufra. sin tener la menor idea de que hay un gio, sacando los muertos á la playa, y Dros. ¡ Y llaman á esta ciudad la mús elegirlo jefe del establecimiento. 1 ilustrada del mundo! Este es un hecho característico de la S . .A.. DE S, originalidad de los ingleses¡ la idea (Continuará). ---.. ·--- HISTORIA DE DOS FAMILIAS. NOVELA DE COSTUMBRES NACIONALES, POR OLGA. CAPÍTULO CUARTO. EL BAILE. por cierto espléndida: luces, flores, música., preciosas señoritas elegante. mente ataviadas, espejos en que se re. LLlmÓ al fin el tan deseado dia en fiejaban aquellas magnificencias, al. 1 que Oerman se vi6 con el título de fotnbras en que se hundían los piés, doctor, cosa que ambicionaba particu.¡ cómodos muebles,- en fin, todo se ha. 1 larmente su madre, aunque ella mis. bia reunido para alegrar y encantar á l roa no sabia por qué. El j6ven no po. los invitados, y halagar el amor pro. 1 di a jactArse de tener un talento sobre. pi o de los dueños de c-asa. saliente, pero como poseía una buena Los trajes de la:> señorita.q Ahuma. memoria, mucho despejo y desembara. da (que uiug1ma modista babia !]Ueri· zo, merced á algunos mese~ de estudio do hacer, porque dofl'a N arcisa era muy asíduo, babia lo~rado presentar un cer. morosa para pagar, ú pe:;ar de su so. táruen, si no brillante, suficientemeute nada riqueza), cortados y cosidos casi mediauo, para que los examinadores por entero por las Villanueva, habían no creyesen necesario reprobarle. Por quedado tan bien hecho.:~ y de gusto, otra parte, sabíase que German era un que cuantas amigas los vieron decla. j6ven acaudalado, que no estudiaba raron que 1Jancian extranjeros, lo para seguir en realidad la carrera de cual constituye el mayor elogio qne se abogado, sino en calidad de simple puedo hacer, entre nosotros, de un aficionado. i Qué importaba, pue~, que ~estido. tuviera ciencia 6 no 1 Lucrecia, que apénas babia cnmpli. La habitacion de doña N arcisa,-en do diez y seis años, no llevaba todavía la. cual babia preparado ella una. ter. el traje largo, pero se cmpeñ6 tanto tulia y una magnífica cena para obse. con su madre para que la permitiese quiar 6. los amigos y amigas que babia presentarse aquella. noche igual ú sus ¡i_ nv_ita_do_ á_ al_eg_rar_se_ co_n _el_la,_- e_sta_ba_ h_er_ma_na_s, _co_mo_ u_na_ s_eñ_or_ita_ y_a d_e [1 ~-------------------------------------------------------------· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. r- R E V I STA Q U I N C E N .~ L . 1!)3 cola., que ésta no pudo negarse á su de. · Heo. Ve$tida de hnon blanco, el cabe. llo casi suelto sobre la espalda, los bra.. zos descubiertos, un medl\llou por úni. ca joya. ~robre su albo pecho, una rosa. natural entre sus cabellos rubios, el talle erguido, elegante y delgado, las mejillas encendidas por la emocion y los ojos brillantes de alegría, Lucrecia se pre:;entú en el salon del baile como 1 una. poética aparicion al lado do Sil. via, nitia de su misma ednd, igualmente bella, pero con una belleza mM madu. ra. v provocadora. Silvia era de pequeff¿~ estatura, un poco inclinada á tener demasindas car. nes, lo cual amenttzaba. dañar la sime. tría de sus formas, pero bien prensada en el corsé, disimulaba un tanto ese defecto. El C'l.rúcter de su hermosura. 1 era enteramente de tipo oriental: de ojos grandes y negrot<, pestafias <'res. pas, nariz algo aguileña, un ligero bo. zo sobre el labio superior, lo cual Ita. cia brillar la blancura de sus dicn. tes .... cu fin, Silvia era arrebatadora., pero }lOCO ~;impútica.; los que se pren. daban de ella. sentían á vece.-; ímpetus do odio, y los que dejahan de amarla, en seguid11. la aborrecían. Sil vi a tenia. algo d" la razn Ítllinn. en su constitu. cion física, pero la sulval,a. su nlma honrada; su e>píritu era frio y calcu. laJor, pero su cornz.ou cm apasionado aunque bueno. A pesar de la ninguna educaciou moral c¡uo habia recibido, los instintos sanos dominnhan en ella, y t~oia en el fondo de su ser mucha inclinacion :l ln piedad, sentimiento que se re!~ pira en nne!\tra a.tm()~fera, re11to de lo bueno que nos legaron lo!S . españoles. A pehar de que parecía im. 1 prudeute eu &us palabrns y se mani. fest~b~ coqueta Lasta la ex:nguraciou, ella no faltaha jamas á su dignidad. H ac:ia nlguuos mews meses en que babia dejado de verla, la mariposa había. salido de su cris61idn, y de la ni. fiez babia pasado á una lozana juven. tud. Un ~~iento de admiracion y un murmullo 1~e sorpresa. que notó en. tre el grupo de jóvenes que le rodeaban, le hizo volver :tos ojos al sitio en donde se couceotra~~n todas las miradas. -Lncrecia! exclamó acercándose con aspecto mara' illado, y con su genial mala crianza, in dirigirse coUlo debie. ra, primero ú iioña Pastora, ú cuyo la. do estaba su hija- i Qué veo t i Con que cuando pe1nsa.ba que Lucrecia era una. niñita, 1tma escuelante apénas, veo llegar á una señorita mas linda que un sol, y me dicen que esa es mi antigua comps~ñera de juegos f i Es po. sible esto, Luc:reci~ 1 Esta bajó l(>S ojos y ¡;e sonrojó has. ta la frente sim coutcl>tar uada. -Veamos, añadió él inclinándose para ruira.rla ~Ion no cli~imulada adrui. racioo, quitándole de las manos su cartela, veamc¡¡s si me ha dejado algu. na pieza. -Acabam~s de entrar, respondi6 ella, y está v~~cía, y umcbo me temo que a~í pcnuanecerú, ¡yo no conozco á nadie: -La prime,ra pieza es una cuadri. lla que yo debia bailar con uo sé qué mw! rymw, segun la disposiciou de m~a hermana~..... pero se la npunto aqut, ¡mes fácil me ser.l variar de parejas. Tam bien sefi~ lé un wnls .... hác111. el fin 'eremos si le guefla alguna otru. pieza ru ás para mí. Al decir esl~o se alejó, des pues de sa. ludar du p.~ b y corno al descuido á doii~ Pastora. La presentllloeion en el mundo de Lu. crecía cnu:>Ú ~ucba ÍUlpre~ion ec la alta sociedad ~e N* .. , nosolatnente por su helleza y modesta compostura, sino por la. novedad que produjo (lo que era un encanto m~.~;), pues nadie la conocía. N o habiendo aststido jama.s al teatro ó á concierto ~ lguno, ni ú uinguna fun. cion ptíblica, sulvo á las religiosas, á las cuales concurría envuelta en su mantilla, sin lllamar la atencion de los curiosos, Lucrecia era ur..a bellí~oima novedad en Stquel salon. Los jóvenes la rodearon so~icitando el honor de bai. lar con ella.; ,Y aunquo Lucrecia jamas Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. -~------------ 194 LA MUJER. había estado en otro baile, supo mane. mujer tonta, era sumamente envidio. jarse con tanta circunspecciou y com. su: todo la hn.cia comprender que su postura, que no formó enredos coo las hija uo debería haber etitado allí, y 1 parejas ni cttus6 disgustos, por consi. le pesa.La en el alma haberla permití. guíen te los jóvenes no tuvieron motivo do concurrir tí una fiesta como aquella. ni pretexto para foroar rueda en torno Pero el paso estaba dado : el mal no suyo. No a-;í sucedía cou Silvia, la que, teuia remedio ya; aFÍ lo (LOico que le como sus hermanas, fundaLa. su orgullo tocaiJa hacer era. obmr con prudencia, en tener continuamente al rededor de revestirse de suma paciencia y pedir tí su asiento un círculo de ruidosos ad. Dios le diera fuerzas y disoreciou para miradores que disputaLnn entre sí, cam. obrar bien en un asunto qne podía biaodo una pieza por otra con ella, pi. t:ostar la dicha de su hija. "Ah! peo. diéorlola uoaflordesu mmo,suplictíndo. saba, yo que estaba tao secretamente la les permitiese mirar su abanico, orgullosa con la belleza y la gracia de dándolaln·oma, ya con uno y ya con otro, Lucrecia., ahora. veo cuánto mejor es con una fan:iliariJad tao irrespetuosa, el ser insignificantes como mis hijas que sorprendía que ella no compren. mayores, que no llaman la 1\tencion ni diese que una señorita uien educada por bonitas ni por feas! E~tas niñas evita esas exhibiciones de ostentosa co. aroaules, bondadosas y esclavas de su quetería. Pero es preciso convenir que deber, jamas me han riado un disgusto o o cí:'to Silvia. uo tenia la culpa: desde ni una aprehension, pero Lucrecia., con qne abr:6 los ojo!l, siendo la menor, vió su brillo y su bellez:~., no sé cuántas pe. idéntica conducta en sus hermanas, sin nas me cansará!" que su madre jamas les fuera ú la ma. Pero doña Pastora. tenia fe eo Dios no, -y desde niñita o.prend i6las leccio. y en los principios religiosos que había nos da vanidad que ellas la enseñaron. dado á sus hijos, y esto la bastaba para Para Lucrecia. aquella primera no. uo alarmarse dema.'iiado. che de bnile fuó marcada pot' tres grao. N o fué sino pasadas las cuatro de la de:; estrellas eu el almanaque íntimo. mañana que doiia Pastora logró salir ¡Qué dicha pa.ra ella! Estar siete ho. de la casa de sn vecina, pues cad!4 vez ra.s consecutivas eu el mismo salou coo que trataba de reunir á sus bijas para Oerma.o; más aún: tenerle casi con ti. salir con ellas se lo impedían todos los nuameote aliado, y no Je uu Germau j6veues, suplicáudola. que permaoecie. Jescuitlado 1< indiferente, como hasta rn- otro rato mús. Cuando lleg6 al za_ ent6oces lo Labio. sido con ella, sino Je ¡guau Je la casa, apoyada m.1 el brazo uno que 1:~ colmt1.bn. de atenciones; que rle su hijo Lui~;, notó que Gennan, por la manifestaba una grande ndmirncion; primera vez de su vida, se hauia aco. que sin cesar lo encontraba junto¡ que medido á acompa.ñar á las Villanueva aJivioaba sur; caprichos; que la con. hasta su casa y daba. el brazo á Lut:re. templaba de léjos y la hablaba al oído cía. Afortunadamente pot:o tuvieron 1 de cerca ...... jamas en sus eosueiios que caminar para llegar ú la. ca.sa de l más descabellados había ideado ventu. clofía. Pastora, y ésta no estuvo !'at.isfe. 1 1 ra igual ! cha hasta que no se halló léjos de Doña Pa.Rtora, en tnoto, estaba. en aquel jóven que ~>iemprc le babia re· ascuas: las ateucioner. de Oermo.n con pugnado, y que abora temía como ;t Lucrecia, y la uo oculta alegría de é!ota un contagiado con alguna espantosa. ¡ con ellas; la repentina frialdad que la enfermedad. manifestaron las hijas de doña Narci. -Lucrecia, le babia dicho German ga al notar la impresion que la. nueva :í su cowpaiiera, durante el trayecto estrella había hecho en la sociedad, por la calle, ¿ha estado contenta.? dejándolas ti ellas un tanto á la. som. -Mucho, muchísimo! cootest6 ella bra; las insinuaciones pérfidas de la francamente. Pero me siento muy can. viuda de don Ruüno que, como toda. sada. Como nunca babia bailado sino l -------- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 105 por chan?.a. con mis hcrmaun:;, no -es~r·ccrln una vi~ita y prl•guntnrla cómo ~e~ toy enscfíada. ~'liento despues de In trasnochada. Ya 1 -¿ ~~stú tambien CO.TlSnda. de mÍ, snbe, J~ttC'recia, aondirí 011 YOZ hnja, que 1 Lucrerin.? ;Esa seria una injusticia l 1 mis visitas no !>Orán f;ioo para usted; -; Can~da de usted, Oennnn L .. iba es preciso, pues, que me reciba con 1 á aiiadir que eso no podria ser jamas, amabilidad. cuaudo se acordó que no debia decirlo, l -Hasta mañana, Gennan, contestó y no concluyó su frn.,e. ella, y entró prontnrnente á su casa, En eso llegaron á la puerta de su deseando ocultar la alegría que rebo-l casa. saba en ella. 1 -Mañana, dijo Ocrmnn, iré á ha- (C'unfin1uo·tí}. REVISTA DE EUROPA. I no hn. sal•iefo concodcz· una constil.ncion zí tiempo, ni ho. qucridn ael111itir la posibilidad lJ:-;\ njeaeiB sobre el sistomn pnHtico ae- do una cánuzm parlolmrntaz·in. lnal do Hu~ia no estará nr¡ni por dt·mns, pne~ "lln~t1lll un tanto de metlío ele eírt!t:nes del ('zar, y ya p;~reco como qué pnl\'Íeno la agitacion nihilista que des- si el Oohierno hubiera ejocutarlo cuanto se pe; r¡nc Peclro el Gran­pnhlicatllls e•n los ÍlltirnoR nuJHCll, en la U'- de, t·nn el nnxilio do t·:-ctranjcros, proeuró vi.,ta ti¡; Ambos J.l[w.,loR, intmr-.11nntíairnas f'ivilizar su pueblo y ttu·o¡>a11i:ar la :.fo~­nprcl'iaciow• R nt•erca tle ln Ritnndon política t•ovi:.. 1•;1 poder al•:;oluto que durante este en HnRill. No basta, <'ll \llH\ lloviNtn políti<.!a lnr·go ['l'I'Ítulo ha !'lirln I:L prin~t•m coudicion y notir:intw, referir los ar. ~eilo r¡no le otorgnm 1~ la na<·ion. mm c .:lo Ambos :_\luullos," 1~ de Junio -EL y un dcsbamtc completo. El Gobierno ruso ll<>l:~in"fW proptof •.• " Mar1el/.e~a." ... ... "Bien ae sabe qne esos f. Y qué direm01 entre noaotroa, en cato11 jc.,uitaa (nñade M. Vacherot ), ea01 domini­pa• aea de América, en donde el pueblo ea canoa, ()801 aacordotea de todo ~éoer••, no anáe ignorante que en ninguna parte del mnn- tienen ~,trn mlaion ya ~n la pohtica que la clo civilizado, porque no tiene tradiciollCI de mártires. Saben todo11 que la11 familiaa no históricaa ni monumentos que le recuerden loa ven 11ino en aua igleaiaa y en ana etlt'Ue- 101 ac;ontecimieutoe puadoa! Sin embargo, lu, en donde ai hablan mucho de Dios elloa nueetru oonatitucionca y nueatraa leyea M- no olvidan la Francia. Bien 10aben qne loa tán más avanzadas que en ninguna otra par- alumnon que han recibido B\11 enaeiianua te del mundo. Eeta impreviaion, ó eata Íp!O- aon crirstianM, y que eatoa cristianos aon naneia ó cnlpable malicia de nucetraa Cama- houradc•a y buenoa cindadanoe y, cuando ca raa legialatrvu, ca lo qne noiJ ba causado el ! preciso, valientes aoldadoa. Todo esto sa­eetado decompletadeamoralizaciony ruina en ben, y 1•ún exclaman: j el enemigo! ... " El que noaencontn.moa. Pero volvamos á Rueia. país abdrá al fin loa ojoa y loa oído& al grito Ea cierto que muchoa ruaoa radical ea y jacobino de " ¡ Guerra á la lglcaia 1 1 J>az á tod01 loa nillililtM no quieren una cona ti tu- la Oomnna 1 de eaa Oomuna que ha profana­don formal, y lo que aspiran ea ' derribar do nuetttraa i¡rlcaiaa, de11trnido nucatroe mo­todo lo que está encima, ain pensar en orde- numentDll, fusilado nuCI!troa generaiC!!, nnoa­nar con alguna: ec~oa aon energúmen01 qne troa soldados y nueatroa aacerdotea é incen­cumplen oon eu miaion de destruir. Pero eaoe diado nnc.~trna casas l ...... '' El pueblo con­deetructorea 1.0 tend rian eco, ni llevarían & testará entónc011: " ¡ Guerra á la Oomuna l cabo aue con•piracionea, ei la Nacion pudiera ¡paz á la Iglesia!" apoyarse en nlgu mía sólido qne la voluntad 1 III deapótica de llh Cv.ar ó do un jefe militar de- 1 legado del Emperador. 1 J,aa Elleccionea municipal011 en Roma, que 1 c(l88 rara! en llneia no lJa habido unta- han tenido Jugar últimamente, han sido ga­tiwu de forn1ar una conatitucion eino bejo nadas por loa católico•; de 14 vacantes por l01 reinadoa de trea mujeres: en el advem- loa cualea ao tenia que votar, ae han ganado miento de Ana Jvanovna, en el reinado de la 12: Guibaldi, que cataba en las liataa, ha Emperatrh: Jaabel y en el de Oataliua li ! aido durrotado, y dicoee que 111 partido ha La primera era aobrina de Pedro el Grande: jurado vengaree. Probablemente él no catará la segundA, 1\1 hija. Catalina JI convocó en ménoa diaguatado, pneato Que enoontnamos !'IIOIIOOVIl reprell4!ntantM de todos los pnebloa en nn periódico una carta curioaa de did1o del Imperio. Poro todo Mio era prematuro General, Cl8Crita en Onprera, y dirigida á un todavía, y hoy loa ruaoe, que ae ocupan aiu- señor fltefanoni, que dice nsí: cera 1 realmente~ del cambio de la aituacion "Mi querido Stefnnoni :-Me adhi•ro con polltica de au paia, pretenden tener una entuah11mo al proyectado Congreso do racio­oonatitucion difereute de lu demu nacionee naliataa, que teudrá lugar en Bruaélaa, en el de Europa, "algo original, dicen, propio cnal se dobe declarar lo ai~iente: 1.0 Loe para la raza eelan: " pero en realidad uo librea peoaadorea 110n apóstoles de la ver­nben qué quieren. Pero lo cierto ea que Ru- dad; ea doeir, de la rar.on y de la ciencia y, sia neceflit& un alivio, aire puro y más libcr- por co¡~aiguiento, aon loa mejores inatructo­tad que la que hnata hoy ha gozado. ree del pueblo. Lua cac:-uolaa deben aer, puee, El capíritu humano nuoca eet&ri aatiafe- laicaa :: 2.0 Los aaeerdotea, de cualquiera ro-l cho, tieude siempre á obtener algo máa de lo ligion quo aeen (budhiata&, mabometanoa, que poeee, 1 ai en Rusia 1e libernlir.aran al JO eatólic:oe, &c.), tod01 aon falaoa apóetolee. Juioatitueiouee,dueguropediriamúy mu. Ellos, loe antorea de lu torturu, piraa fu- 11 Una vez e:rpulaad01 en FaAlfCIA loa je­auitasy pei'IIOguidaa laa congregacionca re­ligioeae para impedirles que enaeiíen, tocará au tumo al clero. " Y no aolamente lea pro­hibirán la enaeñanza (dice la .BftütG di Ambo. .M"Jidol do 1.0 de Julio), sine que ee lee quitará tambieu el derecho de vivir. A1i uerarine y aac:rificioa humanos, 110n loe ene­migos naturalea de lu nacionea, á lu cualee han mantenido siempre, y aun mantienen, en discor~liaa aauguiuariaa-Siempre vuestro. G. GAJUBALDI." El ¡~bre anciano eatá ya en un eetado de­plorab ·le de se"iliemo democritioo, y la idea de una1 religiou lo saca do juicio. S. A. P• S. ImpmaW. ele 8UYeñn J C. •

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La Mujer - N. 44

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La Mujer - N. 30

Por: | Fecha: 15/12/1879

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LUZ Y FE DAN FUERZA. LA MUJER. REVISTA QUINCENAL t:XCLUSIVAMENTE REDACTADA POR SEÑORAS Y SEÑORITAS, DAJ O LA DillY.CCION DI-" L.\ SE~OllA SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER. LÚ~ES, DICIEMHltE 15 DE 18711. __:.--...:.=====~ ESTUDIOS HISTORICOS SODH.E LA l\! UJElt EN 1 .... \. CIVII.IX.\.OION CAPÍTULO !\0\'I:~O. LA MUJEH. H.OMA~A. (CO:"o defendieron con lns CHIIII\R cu la mauo y ou los campos clo IMtnlla, los tiranos que gobernaban uut6neo,, Antonio, Oct.avio y Lépido, re olv1orou acabar cou todos los rcpu. hlicnuo , diíndolc muerte (i sangro fria. " I.os ngentes del triuuvirato {dico Segur) llc\arou ií Homa la órJeu de pouur lérmiuo á la -.:idtl do todos los !iliiialndoH como proscritos. No a.udu. 'ioron rcmiSQs en ejecutarlo. : unos ornu nsc~ioados ou los hruzo~ do l:illS mujeres y sus hijos, otros erau iumo. Indos en el reci uto •lo lo11 templo~, en lns callo,.., en lu.s pln7~'l.l> p1íhlicas, en Jocdio do los banquetes y aun en ol ejercicio de :;us empleos ptíhlicos, como sucodic~ :d tribuno del pueblo, Sa.lvio. Estn!> s:~ngneotas cjecucionos cau!'aron un inHmcible terror en Roma, l.'\nto más cu \oto que no se S.'\ hin. cuálco eran los nombres tlo loí! que c::.tabau cu lns talJias de proscripciou. 1'0MO HI. Los m:ís tímidos so. oculta.hnn tcm. l.Jln.ndo e~¡ los sitiaR m~l'l retirado,, los 1 prudcutes ~e nlejaban como a l Jescuido, oQ tnnto que los más nuclaccs llegaron ¡Í concclJir el puu amiento ele poner fnogo á la ciudad ompczn.udo por sul'l propias casas. Cuando álguicu se .on. coutmhn. con otro on lns calles sohtn­rins ntobo, temblnb.."l.u, pou~anJo cada cual que el otro podia ser el emisario encargado do darle la. 1auertc." U na vez que se lijnron los nombres e lo l:~s prc::.uutas víctimas eu las tabl~s do proscripcioo-on cuyo cncabewmwnto se mnuda.bn que CJUicn r¡nicra •¡He dio m asilo nl coudounclo seria considerado como c6mplicc, en tanto que el c¡uo douuociara al pro crito recibí ria u un. recompensa- luego que !;e supo esto, el terror subic~ do punto. Los denuncios se hicieron tan frc. cuentes, que om ya cosa corriuHto que el hoUlhre libre veuuicm á su amigo en ctLmhio de oro, y el esclavo pot·obtoner ln liburta.d. Las desgrncintlas dctunn oo em.:outrabao nmp.Lro. y tamiau ul Jt3 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 12() mismo tiempo el puiinl del MC!'lino, la 1 justa, pucsf o qne incurro e u la misma trnicion de sus esc)a, os y lt\ :wnricia pena el proscrito y ul 'I"O lo oculta. hasta de sus parieot<.'S mrís C'crcauos. )lerced al valor fJIIO despleg•) en 1 Re doRpertaron ent<Íuces tocins las ven- aqnell: oc:nsion la tlladro de .Marco gnnzas olvidadas, los odios, bs envidias Autonio, 1 :stn l ogr•~ que borr:uan el l mn.l encubiertas, y así los denuncios nombre Jo su lterm:lno de las tablas do 1 oran contiuuoR. proscripciom. 1 Paree.: e como si esta situacion espnnf o. A,]ernas t le cst~ nmd ro rl igua de elogio S.'l. u o podria. rcpetinso ~~~los timnpos del ~·e refieren Jos ltc1·hos de \arias otras cristinni~rno, y que a•¡ucl lns gentes ~e m11jeres 'JI:! O con 'hczas y prmlencia portaban a:,Í porque cm u pa~nut\) ; . in salvaron 1 a 'liÍda do sus pariente:. y orub:ngo, durante In famosa Hcvohtcton n.mi:-:o~. S ,lJcdorc!: los tiranos del mal frnnces.'l, y despuc, en las ,~poca.<; Je partido 'JI te les jugab:m las mujeres revueltas públicas en todos los ¡m'Í~es romanas s:1h11~ llonn:NSIA, lr:íbil ,dJo. qu(. vapel desempeünlrau Ins llllljorcs yndo. 10manas! La hi:;totia señala apéuas una Ella. acostumumdn .1 defcurlct pleitos sola, tpto fué cruel y sur picd,Ld c·omo a u te el Foro, tom6 la palnllm eu nombre los hombres He su tiempo,- y en CRto clo ¡;n:; concru•b,J.was, y tHI un di~cu,-,;o o.u;o las romuuas fuo1 on lllll jo res r¡uu Ja¡; nnry eloc·ucu 1 o, deuuncinndo la <·1 u el. mujuros sostenedoras de la· Rovolucion dnd de Jo<~ tiranos ¡ dcft;udillldo. !.1 fr.mcesa. . - Aquella mujur, r¡uc In hiR- cnU!':I\ de l(l• porwgmdos, ¡wallo y Ir u. toria denuncia, so llnrnnba Fur,\ r \,y rnilló 11 los gol nrnnut ·P. Qtn In primera. espo a do .1\lnrco Anto. A pos:u do In. mbin tjiiO sus u,Jacc uio. l 'arcco que habia touitlo moti, os palabra tic portl~ en el pecho do lo dc,¡uej~contraCiccron,vuo olmnouto tirano, Jl, conwttoroncn modifi 'r OD\lo ]>CrsonP.lruento lo· 11 e anos á u ) dcroJnr l ley en fn~or do ]os ciernan. en 1, stuo que pidi6 ngna. con un ¡ouuzon, y Hlll- '[UC la tlocndcucm rnorn1 había lle ado u e de ,, n mn.ucra bárl>."l.ra do lo '1"0 hnsta el 1 nt.o tlo •¡uc los :unos de) h.thta diclro contm ella. m11udo o In rnillub::ur y IYtju >.'\n u l'cro si h mujer de ~ l ntTO J\ntouio frente~ para rel'ihir ol yugo ele tro crn un monstruo, I.L madre de n•¡utJI horubtcs, Ir. e amaR rontnuns ft ron la tÍilDO ejecutó el siguionto lrocho: tÍnicu •JIIO ·e .ntrmicrou {¡JI' i tira In l n día se prcscnt6 en ol Foro, J 6rdcncs tlo los tduu1 ir o , y pH 1111.:dio dingit11do o á !'11 hijo le dijo: do unn tnu or o dtJU uir por ultillla -Triumiro, he tabido 'l"tl J.av t111 ~;ez la \OZ 1()rihuuJa do la j ticiu..) pro rito n-iln•lo en 1111 t•a a, y H!l~ o.\ la liuewuJ! •• douuucinnne. El uomhro tlo tu ltorrnn. L:lS nus a cau 1 trncn lo mi rno uo, Lúcio, es t •• e u ln Ji tn ,Jo proscra p- efectos, :¡sa CÍtuacion tan io~o~te. el tÍtl~lo .de Au~us!o, 28 aü~s ~u tes del niblE', lmscó un nn1o que gobernase ad veuuUlento de l'\ u estro l"euor ,Jos u. con tná~ equicl:l.d y ménos crueldnJ : cri:;to. a..c:í, levantó un trono y suutó en l-1 nl S. A. DE S. primer grnperat.lor Homano que tomó ( ContitttMUtÍ} ---.... ·---- ENIGMA . • j Yeoga el m nndo erudito, ol 11modo nmo. 1;1 lllngo cahnlí~lico, ol profetA, ¿Será tal vez de odiosa ~irauía Ln nle.,.órica iwó.-cu infamnnlo '? l:l tilósofu, el sabio y el poct.,, ¿O em.b.. lema do lotl misma auoJua 11' a ?• Y uuu lu débil mill\u del oruo humano, Y adivine quien pueda a•luc:;to arCMlo: ¿ Quitín es esa mujc~r altiva, iuc¡niola, <.lno innwuso libro llo\'1~ cu:~l cnrcta, Y un c:cho o(Jruel ele ortigas en lo. mano ? ¿.O insanida.d ridícnln qne ospnnt??. ;. Algun esfinge uuovn? ulgnn:\ arl'l{l ! Es una cosa 11eur - una pod,mt6. ,\xa,·.L& CAA~H~o DI·: V11rt:.no ( g<·ualo­riana), ---·- LA JUVENTUD DE ANDRES. NOVELA HISTÓRICA Y DE COSTUMBRES NACIONALES. CF' l lli OltL S I G L O X VIII .¡ CApITULO I 1. ihaln.giiciía,la capitnl del ... ~uc\"0 ltcino S A ... 1 {)e Grnunda no ofrccin mnyorcs ntme-ot. os. o o . ..- a o s • tl· \oS. L asen 11 es, que lU~• U 11 0y d1' n und a l~c.~ el pr1mer dmdoluros do .Junio tieucu de a1;cadas, ou oqucl cntóncos de 1782. lluoinn tocado !'a. In ornciou cron veinte vece11 más inmundas, si e u los tetnplos do ~au tnfé. l >umutc holllO;; do e roer en ta.c; tloscripcionos que todo. ol ~iB no t~nbin co~ lo do caer uua. de ellas hacen con piucolos negrísimos lluvtn lt•uuc, fnn y conttnun, ultoruudn. autores contcnlporríncos. Los caiios, con reoias rúfnga.s 1lo vioLto JHlltotrautc coust:;,nlemeute rovcnta•lo~:, fo rmal tan y he Indo. Las .got:1s tlo lttvtn, impeli. hasta. e u la.s nuls frecuentadas vín.s Ju. dn~ por olngn~ cter;o:o tlt los páro.lllos, gos ele fantá:;ticas y va.ri::ula!i formns, los baJaban ou to•:Cldasltuca; suhru In ciu. cuales ocupn.lmu el centro do las calles, 1lnd, huruoclc('Hllulo Y~ " ' Indo yn otro ador~nd3s cou toda <;s~¡ecic do bnsuras, 1 de In..'! aceras ele las mll(S, A 1 caor el holloJOS, canastos VIO JOS, t rll.J)()S, mor- 1 sol en\·uulto 011 ynrclo.s .~.ul.os. los ~:e. teciuos, &c. En consounucia. con scme. rros, que uo hal11au rc~:t\¡Jo '1uo. solo. jnnte desaseo el pavimento se compo. sonrisa de luz. ou _to•lo ol 4a, apnrccian uia. do una. série de piedras ¡;ucltas, tristes y desapnc1Lics, Y t medida que hoyos, colinas, profundidades y .lodn­sc acen:-:l.ba b noche TCS\ltarou ruú~J y 7..ales míl.S ó ménos cugnüosos y s1n s:c. mós las nepns arrugas de sus escarpa. ñnl nl •una de eulo ... ndo, salvo en nlgn. das falda . nas d~ ios calles 11rincipnles y frouto En mcclio do uua. ntmóscm tnu f>OCO do lns ca"tlli do los ticos. I,as casas ma.J J Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 11 128 LA MUJER. blanqueadas no presentaban por fueml pero aúu se oía en nlgunns pasar 1 10r sino aspecto de prisiones con sus ven. entre las mal cerradas grietas t.le las tanns enrejadas y altos y macisos ba.l. ventanas el murmullo de las oracioces • eones, portones más 6 ménos adornados vespertinas, así como en tal cual c.."'lsa con toscos clavos, y tejados anchos y filtraba mnyor luz por lns ventanas, y torcidos. A las seis tod<' el mundo ce- se oía taüir alguna guitn.rro. 6 vihu~la, rraba balcones, rejas y portones, y acle. interrumpida la música por alegres mas estos últimos se trancaban por deo. voces y carcajadas, lo que probaba que tro con polos, cerrojos y cadenas. La os. allí las mntrooas eran ménos rígidas de curidnd, al cerrar la noche, era profun. lo que se u~aba en la alta sociedad, y da; así, cado. cual se encerraba en su cnsa ¡que era permitido que en aquel reci uto desde In oracion, temeroso de gozar de penetrase In alegría y la algazara, sen­las ventajas arriba enumeradas, y raro timientos tachados de contrarios aí b era el transeunte que salia á la calle 1 eoton:\lla dignidad del seüorío español. despues de las seis, salvo lo~ jugadores En ac¡uella hora precisa ú que aludi-y los enamorados 6 algunos vecinos que 1m os, salia. de la. casa ó Palacio Arzo bis­solían reunirse para pasar la velatla. pn.l, dos cuadras arriba. ele la plM.n Sin embargo, media hora despues de mayor, un jóven envuelto en aocha la. oracion de aquel primero de .Junio capa negra, tan larga y amplia que que queremos recordnr, la., calles no m;ís pa.recin manteo de sacerdote que estaban aún enteramente desiertas, y traje de seglar. Ademns trnía el rorn­se vcía.u tmnsitar por ellas algunasl>ir. brero ralndo hasta los ojos, no Jlo. vi en t:u; que vol vino o.presuradaru en te 6 vn.ba espada, como todo caballero ele su!'l cas:1.s; tnl C\ln.l nrtosnno que se ha- su época, y pa.recia de tnl:lllte grn\e y bia. rot:mlado en alguna obra ó en la circunspecto. El jóven bajó las dos cercaun chichería, los cuoles pnsnhnu cu1.dras ltnsta llegar ú In esquina de la Lncieudo chasquear sobre lM piedras plnzn, y ~;o dirigió al edificio que Jos­resbnlosns sus pi~s desnudos, en tnnto l pues fué couocido como la caS'\ de que resonaban lns botas dol cnbo.llero Mootoyn., y hoy es Jockey Club. En­que pasnun. coYuelto en lill capa, y s11 e!l- tóuces aquella. ca"'a e m el cuartel t.le pada, al tropezar coutrn el muro, al cunl caba llcría, y en la puerta so veín el tenin quo ir arrimado }Jara no caer uu ceutinelt~, cha.peton rocion llegado de los lodnznles, producin un sonido motá. la Costa, que tembla.bn. do frio, pase:ID­lico y sonoro. Aderuas se veía a.tnn·e- close con ol arma al hombro de un Indo sarde u un co.sn. ú otrn. t1\l cual dama que al otro dol ancho porto u empedrado ) iba :'i viRiun á nlgun vecino enfermo, almuurndo dúbilmente }JOI' uu triste) {¡consolar a.l~ua IUnign ó pasa.r la ve. opaco farol. bdn con un~ comndro curiosa. que la Un l'{rupo de soldados yacían eu m rcliriern el último esctíudalo más 6 n.(o. rincon del wguao, jugando casi ú og:u nos secreto de la ciudad 6 las últimas ra!ol, con mal truidos naipes, y renopn noticias ve u idas de J!;c¡po.fia. Las dnmns, do de su liuorte y del frío que los pe. arrimadas ú la pared y acomp'lfindas t.etratm. por una ó dos sin•ientas, todas envuel- -iEI teniente Gonznlo de Lúioo tns en sus mantillas de colores, cnmi- estará nca ·o en su cuarto ! prcguutu e nnbnn trn.unjosamente haciendo sonso- recien llegado. nete con los zuecos de palo que usnunn Nadie le contestó, y los soldados co1 para. precaverse de la humedad, pues tinua.ron ou su ocupncion, sin digua.r1 toda. vía no se usaban zapatones de cnu- siquiera. mirar á su interlocutor. E ebo, "' ni en América. ni en la civili:ln- ese momento salió de otro rincon dd da Europa. En casi todas lns casas PC r:aruan el negro bulto de alguien et­habil\. merendado y rezado ell,Rosario, •uelto en una ruana pnrda barnpieon l * . . 1 y unoR pantalones rotos. Aquel ÜCI:l­Los cuales no so ¡ms1oron de moda amo 1 . 1 :, b, b "6 l t 1 00 años dospues. m1 e ue om re corn a momeo ..> 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. R E V 1 S T A Q U 1 N C E N A L-. 129 -~ l ~entro de nuestro jó\·en, dicit!UJo como :í su cos~o sabían vn.ria.c; damas em alta. voz: ¡santafereñas, que lJil.binu tenido oca. --Sí, mi amo, el teniente Láioez sion de verle, y sobre todo de oitle al. es tú arriba,-y añadió por lo bajo: i mi guuas de sus frases floridas y aceptar amito no tendrú un cuartillito para. ¡sus atenciones y galar.teos. 1 estte probc? Andrés formaho. con su amigo un Era éste un infeliz indio, recien re. completo contrMte. Mús bien de talle clutado, que servía de criado (¡ los sol- j pequeño que grande, y algo mo.ciso y 1 do.dos esp<~ñolcs, quienes le pagaban poco gentil en sus movimientos, c~reci.n sus servicios con malol> tratamientos é de elegancia, auuque su natural digm. l insultos, y éste les correspondía hurtún. l dad lo impedían parecer vulgnr en lo doles cuanto podía, aunque siempre se ml'nimo. Era pálido y un tanto moreno, tunnifestnba humilde, abyecto y más aunque poseía bellísimos ojos negros, 1 1 bruto aún de lo que ern, lo que uo es ! llenos de fuego y entufiiasmo cuando poco decir. se nnimab.'\, el re!;to de su fisonomía El interpelado sacó trabajosamen•e no.da tenia de perfecta, salvo la denta. 1 do en medio do los pliegues Jo su capa 1 dura más blanca y pareja que la tle un \101\ mooedilla tle plata, y dántlosela eu árabe, y cierta expresion cle energía y silencio al indio, continuó su camino. noble sencillez que le recomendaba y 1 SuLiendo la escalera atravesó varios ¡ hacia. respetable. corredores, y llegando frente ú uon EL cuarto de Gonzalo era en verdad puerta, la empujó sin pedir permiso, el bello ideal del más completo des6r. 1 diciendo al entrar: den y desbarate. Ocultaba In cama do. -Dios te guMde. Gonzalo amigo: tras de un curioso biombo de aspecto -Andrús quorido: respondió un jó. anticuado ha~ta eu aqnelln época, el que ven rnilit:n,levnntúndosc do uu nsieuto hacia jnego con dos mesas dorndas,. un q11e había puesto en un balconcillo que canapé de cuero pintado, dorado y ncn. daba. á In Calle H.cal, y en donde aún mento esculpido, y varias sillas de bra. se percibía alguna luí'.. 1 zos del oli~;mo jnez. Pero toclos estos Aunque en aquel momento lnl vez muobles estaban fue m de su lugar, n 1 no so le Jistiuguiau muy bien las fnc. como los objetos heterogéneo:; que co.m. las tiene, se dellcubriláu en ol trnscur. penbnu eu plena nonrquín con un libro so de estn. historia. aforrado en pergamino y dos cnucleleros Gonzalo tenJt i~ de Yeinte y tre:; ií de pinta uo muy limpios, que, de:;tle. veinte y cuatro niíos, -era nito, bien fiando la.s me~as uonde doberia.n estar, formado y poseía una lignra clegaute ocupnba.n los brazos de las siilas que que realzl\lxt su brillante uniforme de no les correspondían. oficial do caballería. 'l'euia piés y mn. -Aguarda, dijo Gonzalo, voy ú dea. nos pequcüns y aristocrlitica:;, aunque pejarte uu asiento; ya sabes, aííndió, de ninguna manera n.feruiuadas; era 1 que mi mobiliario no es muy abun. rulio y crespo, blanco y algo más ro. dnoto. sadl de lo que agrada en el color de -K o te afanes, contestó el otro, á fe t..n 1ombro (defecto que se pierde con ¡ que no te faltan muebles, sino 6rden, 1:~ tdad); eran grandes y hermosos sus como tantas' eces te be dicho, y eu se. OJO azules, de miradn franca, alegro y guida Andrés quitó un zapato con bebí. '1\nn~il, la voz armoniosa, y su persona ¡na y una botella do tinta de una silla, ofroota un conjunto amable y seductor, y se sent6 en ella. ---- - - - --------- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 130 LA MUJER. -OrJen: exclamó el militar, vaya 1 -;Todos no hemos nacido para mi­si lo tendré, puesto qne Riernpre e"a. lit..'l.res: cueutro á mano cuanto oecesi to. -Así será, pero tengo mis dudas Al decir esto tir6 en un rincon del acerca de la sinceridad de tu vocacioo. C\Jarto una mágoifica capa. de paño co- -Jamas be pensado en otra cosa lor de grana, dejando libre \tn brazo desde nifio ! del canapé. --Sin embargo, creo que allí no es -Llegaste 6 tiempo, añadió, pues donde encontrarás lo. felicidad .... ea e<>te momento iba á bu~cn.ros para. -La felicidad! Eso dicen todos los l darte parte de cierto asunto que me que han vivido,- pues ni tú ni yo teoe. interesa. Pero permíteme, añadió, ce. m os experiencia,-que no existe sino rrar aquel balcon y buscar uuo. luz, cuando se tiene la seguridad de que que no h-rusto de tinieblas. se ha cumplido con los deberes que nos Despues de buscar ti tientas (pue<; ha impuesto Dios. ya babia oscurecido entemmente) uno. -iY piensas que tu deber es cumplir v~la por el suelo, se J>USO en persecu- con el voto de tus padres 1 c1on do uno de los candeleros prófuaos -Porsupucsto. que ol fin ha.ll6, y empatando la ;'el~ -Ah! Andrés, mi entendimiento de cebo en el candelero, llamó á una será muy ohtuso, pero yo no puedo ordenanza para que la. fuera á coceo- creer que nuestro¡; deberes tienen que der, no Uflándose en a.quel tiempo toda. ser necesariamente desagradables, y \Ín fósforos. que en todo tiempo hemos de inmolar. Una \CZ que lograron tener luz, los nos! X o, no, ¿por quó habremos de bus­dos amigos cerraron la puerta y ~o;o sen. car siempre en la vida. lo triste y do-taron lo más c6modameote posiole. loroso? -Dc<:eaba verte, Andrés, dijo Oon. -Yo ta.mpoco pienso eso, repuso zn.lo, para darte parte de nno. feliz ocu. Andrés, pero creo que se de heria h:l.. rrenciu. que ha tenido mi Coronel : la blar ménos de una felicidad que no de Inn.ndarme á la cabeza de la escolta existe, y mucho de los d.e!Jc,·es que for. r¡uo Jebe conducir al Ilustrísimo señor roan el fondo do toda vida de cristinnoR. Ar;-.olJispo en su 'iaje tÍ Hoodn. á encon. -Los viejos ho.blo.n mucho de deseo. t mr nl nuevo Vi rey. Adamas u1e ha of re. craí'íos y do los eugnüos de la juventud, ci.cloconferirámiregresoelgradodeCn- pero es que IÍ medida qu~ pierden la pttau, htulo que llevarú desde maí'ínna. facultad de go1.ar do loll btenes de este -Te felicito cordialmente, Oonznlo, mundo, ol ~ iclau 1M dichas que eu roa. contestó .Andrés,- tanto mi'Ls cuanto que lidad han sentido .. . . Yo, por mi p:lrte, yo tambien he siJo nombrado por el no dejaré nunca de buscar la felicidad, seiior Arzobispo su ~ecretn.rio privado, esa maga .enoo.ntn.dom cuyos fa\ores para acompafiarle 6 Honda. serán pasaJeros tal voz, pero que tstoy -Quó feliz casualidad 1 Así seremos resuelto ú hallarla á todo trance, y tar. compañeros de viaje. de ó temprano hacerme duefío de ella. -Por m~ s~otirt! mucho, dijo Andrés, Andrés miró :í su amigo con profuo. que este viaJe me atraso o.lorunos cliu.s do cariño, como el de un hermano n1a­ou mis propósitos, pues pe;c:ahn. pre. yor que admira compasivo la loca a.lo. seutar en la semana entrante los prime. gría de un nifio quo no Rabe lo que ros exámenes para entrar al Seminario, dice. y sin emb:ugo Andrés era. uno ó y no dilntar tanto el ardiente deseo de dos años menor que Gonzalo. mi madre, que no sueña sino con oirme -Siempre el mismo ! exclamí, ¿y cantar mis:~.. piensas, aiíadi6, hallar la felicidui en -E~o no mo desazona, por cierto: la c.-'lrrera militar, y en la carrer:1. mi. respondió el militar. Bicu s.'\hcs, amigo litar de este lejano y oscuro Vire· nato, mio,. que me duele verte entrar por ese en donde jamas couc1uista.rás glo ia ni camJUo. farn.t 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 131 -Una vez que me hagan Capitan- ,- -Ah! pero yo no pido empleos ni tm1bajaré para que me destinen ú cut\l. t}tulos, Andrés, siuocampo para. haccr­quhcr regimiento que hajo á la Costa, me conocer, horizonte lÍ mis nspira.cio. en -douue trataré de distingnirme en los nes, lugar en que poder sen·ir, segun 1 1 conuhntes con los Ioglese~, y despues .. mis facultades, á nuestro señor el Rey! l -Despues, Gonzalo, te mandar:ín á -Y despues 1 la «Goagira, á Tierm-adentro, al Da. -Ganar un nombre, hacerme á unn riom .í pelear con algnna. trihu de su. reputacion, y por tHtimo volver tí San. blo vauos indígenas, ce donde, ¡Dios no tafé, honrado y cubierto de la.nrelos ... lo Q(ltiera.! morirás tal vez Íl manoH do y casarme con una muchacha uolln, los sn.lvajes .... En esto consiste la ca. virtnosa y amable, como las hay auin. Sea dicho et: confianza, croo -La vida toda es, en efecto, una co. que la. sublevaciou clu los Comuueros 01euia. en que cada noo de nosotros re. uos bnrií algun bien, á pesar del mal presenta un papel; esto no es nuo. t~xi!.lo que tuvo. vo, Andrés, ni ttí eres el primero que -¿ Piensas que el Uohierno español lo dice, salvo quo muchoa representan t'Oil~>•Cntirú en con codornos alguno¡¡ pri. el pnpelméuo~> propio para su carácter: vilcgios L ... Te e11uivoca~, Gonzalo, - el h. compa.racion es exacta, pero como C~'>j)(l iiol es el nato enemigo de los crio. toc.la co1o pa.raciou, cxngornda, y no ~icru. llo;; y jamas les hnrÍI bien alguno con pro la comedia. es riuícula. !ill g ,,to. -E.-; cierto, exclamó Andr[s, cuan. -Siu emba.rgo, Antlrés, se dice que do se com·iertc eu tragedia, como suec­o! m1evo Virey hn auuuciado espont:i. de frecuentemente, y cuando peusúLa. llCIIHJento que procurará tenor coutou. mos reírnos teucmos que ll<>rnr! lo~ ÍL los Americanos, y que clnrn.ntc su -'rtí quieres convertir b tuya cu gohit.:rnO mandnr:Í á J•:.;p:d'ia ;Í }os cacle. 11UtiJ 80Cl'I011Cllflll, n riesgo de ec¡ui·,o. loscriollosquodeu mús ~perau~a. para carte y an~:~pcutirte tardo. iSer{¡ac:~so c¡ue reciban favor en la misma Corte. uatural, Andrés mio, que un jcÍH!ll ue -J>alnbras, palt\hra del que estroua tu iu"euio, talento y viveza, func.lc el runuclo ! .. . .. Ya; vertía cómo todo ~c. toda :!i~t gloria en pasar su existencia ¡.!IJÍrñ lo mi!'lrno, y c¡uo súlo los espai'iolcs ou algun' oscuro curato de indios, y que de t1tlcimiento serán los que obteuurún durautc los nJOjorcs años de tu vida Jo,¡ mejores empleos, aunque no los vivas olvidado cnunn miserable alc.lea ·¡ UlCrez<:ao, y ql\e los ciiollos perrnanc.1 -¿ Olviuas, Oouznlo, repuso el otro ror.ín siempre en el olvido y la o~curi- 1 con cierta amargura, que en mi Ycjer., y tlncl .. ! < 'u:íntos hombres do mérito uo con los recursos que ton~o, podré tal \ e-.t. \OS tií muy instruidos, que e:;tudian y obtener asiento en el Coro de la Cuto. aJtlUDtlcu á foudo las cioucias, que tic. dml de Santafé, como Canóni~o, es ncu talento, iuteligonci:L, buena Yoluu. decir, si no se presenta otro candidato tad, j t-Hu embargo, coudonados ú vcgp. que tenga la velltujo. de no ser criolln 1 1 tar ou f:>a.ntafú 6 cu alguna. lojana pro. ~Cincuenta aiios ele ombrutecimiau. ~incin t>lrviendo empleos subalternos 1 toen los campos para obtener semejan. l~utre tanto vemos ele\ndos á los altos te lauro, no me parece suene muy en. puestos á sé res nulos y maléficos, pero vidiablo: respondic) Gonzalo. Eso llamo c¡uo sou protegidos por el Gobierno. yo absurdo, añadió, y rnás que absurdo Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA )IUJER. lo considero como un crrmen Jo lesa quiero otro hombro 00 el Ílmbito de la humanidad. Acuérdate de In pn.ráboln. tierra. do lu.' tnf,~ntos; Dios uo nos dió fucul- -Yo no niec;o, respondió Gonzalo, tncle~ para. oculta.rlas en uo hoyo I'Íno que el bien que pne!lo hn.cer un '>ncer. para. hacerlas útiles á nuestros herma. dote no seu. iurnonso, pero para hacerlo, noa. ¿N o dijo Jesucristo fÍ !>\19 diHcfpu- basta. tener virtud y buena voluntad ... los~ .. no se enciende la luz paro. po- -¿Y eso te pMoco fácil1 i Acaso ncrla dcbn.jo de un celemín ~>Íuo sobre picn:ms que In vocncion so encuentra en l un canc.lclero, á fin de que alumbre ú todo el que t¡ uioro buscarla! todos \o, de la casa?" Ah~ )1'\ ves que -::\'o creo que es f1ícil ser virtuoso, yo ta.mbien puedo cita.rte teologías, y que cualquiera pueda tener voca?ion pues no en vo.no se sieum uuo en lo, para ~er hneu sacerdote; lo que mego hnncos del Seminario. y uegar~ l>Íernpre, e!l que tú, mi que. -Cómo: exclamó André, levñntúu. rido Audré'!, primogóuito de una fa. tloso para acercarse á 8\l amigo. ¡Creo:; milia riquísima, jó-.:cu instruido y de t.í c¡ue delante de Dios el sacerdocio muy buent~o po~icion eu el Vireinato, no es 1a ocupacion mús honorable, más hayas acertn.do eu alojarte flel ID\Indo snnlt~ y más grande? i Te figuras acaso cou el o u jeto do culti mr los entendí. <¡uo el hombre que so dedica en cuer. mientos iudígenns que no son capaces po y alma á :arrancar del pecado al ig. de niuguua civilizncion, y á quienes tiÍ uornnto, despertar las dormidt\S con. jama;; potlr.ís sonirles porque nunca ciencia:. y mostrarles In luz del cielo, alcauznráu tí comprenderte, como com. no do~empeñn la misiou miis meritoria prenderían 1Í un hombre m{¡¡¡ vulgar y que existe en el mundo? ¿.Me uegarás rn5s {i su alcance ...• Tu sacrificio sorú to.rnbien que el mayor bien que se le estéril; te cono:tco mucho más Je lo Jntedc hncer nl hombre, nuestro !ter. que piens:\s, y por llevar á cabo una IIHI u o, ~ea judio ó cafre, es couvorti rlo utopía renuucianís tÍ In sociedad, quo ni nmor do Dios~ t Y te pMcco •¡tto el de nioguun manorn.nhorreces, á la vida. qut~ pas:~. &u vida en ostn. !lll.nt:~ cruza. doméstica c1uc amas, al amor, que aún Jn., oscuro y humilde á los ojos del hom. uo conoces, pero c¡uc .... lno, uo ~rá por ventura. el miÍs digno -Alto ahí! Oouzalo, - no conozco do sor }Jrernindo en el Ueiuo do lo11 cie. el amor como ttí diccR, ni lo uecOhito los, «pte olclue emplea su vida, coruo el ni quiero conocer, pues bien cout­militar, eu la de!;truccion de sus eeme- prendo que s6lo se compoue de desen. jnut4l (lo ()\lO él llama gloria), y quo gniios y ancpentimicutos. En cnauto s6lo anhela tener p.ute onla. dosgrncia {i la vida doméstica, si mi wertc me de otros países bajo pretexto tic eogrnn. lleva léjos de mi fo.milin, rno seril grato doror y honmr su propia pat rin! X o, dedicarme nsf mojor :Í mi~ Q, y ou cuanto á la rnn 'oz, l'i yo no tengo amhiciou para sociedad do los nrnigos, tml vo la tuya, ru( mismo, nl ménos doFOO f.\lrvir ú Dio!!1 que no querría perder, mo bastad In y {¡ mi patria como lo outiondo .... ~lis mnaLlc ¡;ociedud do mÍ6 autores favo. pac!re11 o~cogieron para mí el camino ritos .... lll!Í!i IÍrduo ei se quiero cum¡1li r cstric-1 -Para. todo tioues u hora contesta.. t.nmcute con lt\S oblign.cioncs de su e;. ciou, AtuJr,~s, dijo el ruilitnr tri::.te­tado, y yo lo he aceptado no solamente 1 mente; Dio~' ¡l\IS recuorllos tí la rncmona extremo incómodas, porque no teui~udo sino que los escribe on su ca1·terit; techo, e sol y el polvo sofocan al viajero¡ viajan como por cumplir la. órden des u pero tantbieu lo permiten ver ~;in cesar médico, y son perfcctmneute inofensl­los ricCR paisajes del tránsito¡ ostún vos; pagan bien, son carita.tivo11 y gc. 1 di vididt.<¡ e u cinco compartimientos: no rosos. De~:graci:~d:~.monto esta f'speC'it; el m 'JI (adeb.nte) donde caben cuatro so cstn cnwbinudo 6 ncabnndo, y la que persoum holgadamente; ol poscant•·, nbuoda hoy es ln 2." t:s¡wf'ie. Estos 'no eucitna. lel coupf., duros bancos nl E'Ol y l'olarncote 1W sou inofensivos sino que ;l.l as:un; el inl{:rim· (ocho asientos, y si se hubieran im:enimlo en tiernpo de en ol cml tuvimos que acotnodnrnos, Moises, él los hubiem enviado :í E~ipto esta u lo el oou¡J•J ocupado cuando llegn.. como la octava y ruús terrible plaga. mos), y In ~rte de atrall, donde caben Como no son ricos, 6 no quieren gastar, tnrnbicu ocho personas. Debnjo do esta viajan econ6mi\!atnente, roolestundo á enorme construccion, tirnda por cinco todo aquel que se los aceren con sus caballo• va. u todos los bagajes¡ nsí es l inauditas ~::xigencia'! ¡ son bruscos y que, cot tan do con el cochero y el con. sumamente malcriados: lo mis curioso ductor, bamos 26 personas oo aquel , os que esta cs1Jecie entre ~:~í se odio. '1'0 ... 0 111. 17 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 134 L A M U J E R . mortn!mente y se hace una. terrible ca.c:as pintorescas, ó un estrecho camino ! guerra. Como ellos creen iutlispensa.hle entre dos precipicios. Pa.~nmos frente llevar fl I nglaterra cuantos recuerdos á ca.pillns solitnrins, casuchas retiradas, pueden, como una seiial de que hao jardines ocultos t ras de rocas áridM .... visitado los países que dicen, y siendo El rio Arve en tanto forma ya cerca, pobres, y no pudiendo cotnprarlos, no ya ll-jos su estrneudosa. música entre tienen el menor escrtípulo en robtm;e las piedras do su márgen, acompañado lo que mtís les llama la a.tenciou en porlas calllpnuillas que cada res ó cabra los rnuse01:1, cortando al descuido trozos lleva colgadas al cuello .... de muebles, estatuas y decoraciones. Desde Ran Mnrtin pudimos gozar de despedazando así, y destruyendo ú una ma¡.;nífica. vist~ del .Monte Blanco, veces, preciosas obras de arte. del Monte Jlrtl(litu y de muchos otros A cst.n clase del reino animal perte- 1 nevados; allí se di \'itlia. el caTOioo. necia la. familia inglesa que viajaba ú N nestm diligencin se encaminó á Sn­nuestro lado: se componía dol pn.dre, llanches, con alguno.; pasajeros, mién­la mndro y dos hijas; reinaba eu ellos 1 tras que nosotros tomahamos un coche la maufa. do subirse á laH montufias má<; pequeño de cuatro Miento::; que debía altas. Despues de haber \Í'ljn.do eo llevarnos dirocti\IIHmte ú Chamounix. Alemania volvian por segunda voz á 1 Chamounix para subir á uuo cí dos ce- IV rros que no couociao. CIIAMOU.NIX. Los franceses que viajan lJOr Suiza sou negociantes pelrimetres que vía. El vallo de Charnouuix, sitnaJo á jan para pasar el estío fuem de Paris. mil metros robre ol nivel del mnr, es y VÍ\'en riéJJdose, diciendo chibtes y u u O. I-"1Í,~ 'erdaJoro en medio de todos burlándose de los inglesa!!, los que los ar1uellos ¡ní l'll?tws. Hodenflo de ron\S miran con desprecio y asco, porf1UC escarpadal;~pto lo favorecen ele los hielos todo inglés tiene la preocupacion (ha.Lio nlguu t.1.nto, su clima es mc~nos riguroso de los de 2.• e.iuo papa', trigo, Nos ~;~ria imposible dcscrilúr los :neua, }¡euo, y tal cual curew 11 11Hj11Í­magníficos paisaje:> que so presentan á tico man:wuo, p~ro ninguno de SU!. lm­t ·:ula pn~o por aquel pintoresco cnrni no. bi tan tes pide lituosnn, y todo¡.: so u :te­Siguiendo el curso del rio .Ano, <¡ue tnos y lnbotio os ; atlcmas .Oe sus yw. riega liU valle cubierto de sementeras queñu:; somcntc1 as ticuon otro inc.lus­do trigo y de viñas, se llega :í la cindad tria, que durnutu el vcrnno le~ laacc de Boone,·ille (ya en Saboya), tÍ cuya ga~nr u;~stanle : son. ~11ias, y aco!n­entrn.. Ja oe cncueutrn una colntnna 1le pnnan a toda o..xpccltcton ~ los vta. ¡.rruoito c.lc 72 pié~; do altmn., que sin·e ¡jeros quo ,jsitnu 1111 milo, con pafoc­d~ podelil~l álu_ostntuade ( '•:~rtos Fc~ lix, tn ho.n~·~~de; y couHtaute bnen l11:mor, h&y ele Cen]ena, el t¡uc lní'.O muchus ~:e~ dtflcJI o ngtaclablo, ~;c~no el gusto honolicios á aquellas pronocias. cía u tojo c.lol viajoro.; y cuando han po- Desde Booneville hn~ta ::)slu Mnrtin dido recoger nlgun pequeiio e311dal 1 se Sllceden mil diversvs paisajes, yu compran ó oc.lilicau un..ltotcl mÚ! ó mé. risueño~>. p. salvajes, npa"iulos uuoll, uos lujo,o. imponentes otros: aquí se vo un ]>C-1 El pueblo es muy pobre. pero Jo, íia~co Clirarpado, allá tm valle en minia- hoteles pnrocon enormes pnbcios, y lnra, cultivado ó cn_bierto do rebaños; algunos son mí1s lujosos que lrs de ruús léjos nn oscuro bosque \le negros Lóodres y Pnris. pi oos, y lo sigue una linda vega con' Al di a siguiente tic nuestra llegada :m IÍachuelo ruurmu rac.lor y cristalino; á Chamounix uos despertarou, í las de. .; pues un p recioso pueblo con sus1c uatro de la m:uiaua, pama.nunciunos Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCE.NAL. 135 que el guia que habíamos pedido nos viviente; en scguicln otro cataclismo agn:nrclab~ con clos wulas ensilladas. permiti6 á. la. tierra calentarse otra Mfetlin hora despues nos dirigiarnos vez, y poco ú poco el hielo fuó d?sapa­pn~;< o á pa~o por en reedio de los campos reciendo, pero ha. quedado toJn':,a. una cult.ivn.rlos hiícia el camino que lleva parto de él en las montañas mas e~e­al Jlilctr tle hielo, una de las curiosidades vauas, como una huello. do su autenor de •Chamounix. Al cabo de uuas rlos irnperio en el mundo. milll:1s se ompicz:l. á subir por un camino La superficie de esta curiosa nevera em¡•inndo, que serpentea por entre uu e'> en algunas partes blanca y t~ate, Y hermoso hosr1ue de pinos y abetos. Al fiu en otras cristalina. ó de tinte ~ns; las lleg \ffiOS á un sitio más abierto, clcsde .... rietas (que á veces tienen de diez á. el c:ual pudimos ver todo el valle de ~cinte metros de profundidad) toman Clm nouui x ú nuestros piés, iluminado 1 un color verde claro 6 azul cele~ te, y por el sol.... Era el 20 de Julio, y allá e u el fondo so ve corre~ \tn hge.ro o.l contemplar aquel extraño paisaje, arroyo, que va filtro.udo húc1a los abls­reco ruábamos con enternecimiento ú mos, y concurre ú formar los torre:r:tes nue~tro país, y la fiesta que se celebra que, \toiéndose en ol vallo, se conv~er­hoy en él! ¡ Cuún cierto os nc1 u ello do ten e u un río: el .ti n•e. !>ara t.rausitar que "no so lleva la patria en la zuela en medio do o.quel mn.r endurecido, .es de nuestros Z:J.patos! ''.... y nuestro preciso ponerse á caminar tras del gma, pcusumionto volaba hácia ella, poLre quien va fonoa.ndo cscnlones con una y qtJerida pntria, tan amada. cuanto hacha entre el hielo, para poder afirmar Jcsgraci:u.I:L! el pié sin riesgo de rodar al fondo de Dos horas de continua. ascencion nos lo!l abismos de csrnorn.lda ó de zafir. llc\'nroo hnst.a un pequeño hotel en que En contorno de la nevera crecen mul­tl" scar san los viajeros á o tes de ncercarse ti tu u de helechos y tloros ~;il vestres, al J..Uctt' de }¡ itlo. Todo en Hui ~.a se eutre las cuales la m:ís conocida Y la hae(! ~ogun )a') reglas del pro"r.lma, y rn(\s bella., os In. llnmnda ?'OSCt clt• los osto rmtumlmcnte quita nn "'tanto ltl. .Alpt'-'~; es de un tinto rojo vivo, tiene poo Ín :í. las uellezas del paÍR. N os hojas verdes y reluciou tos, Y. sus her. couiortnntuos á lo. .; uso~, y s de pnsar nlgunas },orns en y 300 mot.ros de ancho (dondo ménos), el .Mar do hitlo, volvunos al J.otol do rode,,Jo por tres hulos de altos .t~er ros: .\loutnuverll,y mit{utms uo.:; propara.uao uno uegros y ucnbauJo ou agudns puu- do uuevo las mulas, nos pusimos .L oxa­ta! i (qno llawo.u agujas), otms méuos minar el "f,i.bro do los viajeros," el osc.~~rp:uJos y cubiertos do uiovo. cual so encuentra ou todo sitio afamado 1 "Lusnp~rficiodel J{a,·clcJ,.icio, vistn. on Huiza. Allí cada. cual pone Sll uom-1 desde ~lontan-.ers (dico el sabio do bre tÍ un pensamiento. IJas tlos tercems ~aussuro), ¡•:uoce ser efocti vamcutc lt~ ¡nrtes de los quo Jmbian iuscri to su ! de un ruar A Jite 1-0 Lubiera. congelado nomhre en aquel libro crno umericn.oos 'de ropeutc, no en clmou1euto tic unn Jel Nort..e ó ingleses. tompo tad, !iÍllo eu aquel en que se ha Entre las frases Ju(\6 co.mctcrísticas cnlmndo, y sus ola!l, aunque muy alto.s, de nquello:. qu~ vi:\jnu solawonte para tiCnliS dos hija.s, Eouua. y J de ltiob ( ó ÍL lo méno:. una gran parte Fanny ; pidieron a.lmomouto do al mor·\ del globo), y desapareció todo sor :r.nr y se lo sirvieron u1uy bueuo, con lo \ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 136 LA MUJER. cual quedaron muy satisfechos con el nos internamos en breve por el Grvmirw hotel de Mont.a.nvers. Les costó á raMn de la cabeza?w¡p-a, por entre dos cerros de 3 fr. 75 c. por persona!" escarpados, sin un ~rbol 6 arbusto, y Otro decía (éste era americano): !sembrado de enormes piedras, traídas "Llegué 6. Montanvers á pié, hoy allí por los derrumbes de nieve durante aniversario de nuestra independencia, los inviernos y primaveras. De trecho pero con mucho dolor de estómago.... en trecho se levantaba una cruz en la me aconsejaron que tomara brandy con orilla del camino, ante Cltya sefial se agua, y m o mejoré. ¡Viva el Estado de descubre el viajero, pues es la señal de Massachusets!- (Firmado) Guilú.:?'?'M que en aquel sitio otro fuá sorprendido y Sm:íth, natural de Massachusets, E. U., ahogado por el huracan 6 los dermmbes. Julio 4 de 1859." Al cabo de uno. hora. de marcha el A la. vuelta á Chamounix fuimos al aspecto del paisaje babia. cambiado pié de la nev~ra. de los G aguas. de plata. En varias partes del camino los al. V dea.nos nos sa.lian á brindar caoa~tillos de cerezas rojas, perfumadas y Jelicio- DE C.ILUlOUNIX J.. YEYEY. 1 sas, que no~ apresurábamos en comprar. Eran las tres de la tarde- Ct"t\ndo. Aunque a.póno.s habíamos visto dos moutados en nuestras a pasible> mula~, ó tres de l:l.s curiosidades naturales de hicimos nuestra entrada á Monligny, Chamounix, no pudimos permanecer despu~ do atravesar una larguísima allí m~s de un d1~; así fué que el 21 alameda de árboles frutales y de viñe­de Juho, ú las cmco de la m:\ñn.na, dos, y nos desmontamos en el bo;el de montamos de nuevo sobre las mismas la Cigüeña. enormes y prudentes mulas que nos No pouriamos dar rozon de h c:udad llevaron ti :Montan vera, y acompañados 1 de :M:outigoy, pues apénas la atnvcsa. por el mismo guia, salimos con pena mos para ir ú tomo.r el tren del ferro. del precioso valle de Cb::1.mouoi."t. carril que nos debería conducir ~ ori. Dejando ú un lado el Arve con sus llas del lago de Ginebra. pintorescas aldeas, molinos y prados,: : Los vestidos de este Can ton deStúza Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVIST A QUINCENAL. 137 (Ynud) sou originnlcs: la,.c; mujeres llevan ena.gna. de color oscnro, th(l!~o del mif>mo gl-oero y mn.ngns hlancns (siempre a.sea.dn.s ), ~m broros iglln.l es á los de lns ginebresas, sobre una eolia de muselina blanca 6 nllgra, 6 de seda ne_!{ra. y encajes blancos. El camino de hierro sigue loo orillas del R6dnuo por roecle VeHlJ hasta. Ouchy, puerto en el cual desembarcamos, y tomunclo un canunje nos dirigimos á LatLBannr, capital del Cnnton de Ynud. (Gontintta?'IÍ). APUNTES HISTÓRICOS. MARÍA CRISTI N A DE SABO YA . 1 1 canonizados (¡ue rogif;trl) su hislori~ al tra.ves do los siglos. ~;otre ésto!t ÜU\XDO una. -vez le decian ú Víctor cué ntn.se la venerable :María. Cristina. )f.a.molll (el unificntlor de Itnlia y el do Sa.boya., Rciun. de la.s dos Sicilias, pers~mdor do la Hecle Apostólica), hij~ de Víctor .1\Ia.nuel I, pariente Jel que rewmm en lo que hacia, porque moderno Víctor Manuel. Dios Je podría casti"ar por su' hochos Hija. del Rey de Saboya y de f;U exclamó: 0 ' espo:;a :María 'l'oresa, Archiduquesa. de --{:ómo! i acaso no tengo yo en la Austria., María Cristina naci6 en la Cortf celestial una multitud do Su u tos isla ele Cerdcüa el l4 do Noviembre do m familia que intorceda.n por mí? do 1802. _ E.ftctivumeute, la casa. de Sa.boya. se Desde su primera infancin.esta. p rin. dtstugue por la mul titud do Sautos cesa. so hizo notar por su inclioacton á Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 13S L.A. MUJER . . la virtud cristiana . .A.l cabo de muchos 1 su familia, la incertidumbre y peligro años la aya de RU niñez y dama de <.le las grandezas humanas ; así, era compañía de su juYentud, decia: "Do- humilde, abnegada y paciente á toda tada de un carácter algo vivo y fogoso, prueba,yjamassolavi6 enorgullecerse á medida que iba creciendo en edad, por sus talentos, su alta posic1on ó su se veía muy á las claras cuánto se es. gntnde belleza, belleza notórin entre forzaba por todOil lo;; medios para ven. las princesas de su época. cerse y dominarse á sí misma; así es Víctor Manuel, que babia log1ado que c~da dia se la podía observar más hacer frente ú Napoleon, sosteniéndose recogtda, devota y fervoroRa en sus en seguida en la Cerdeña, y recobrando plegarias, más exacta y obediente á la el Piamoote y la Saboya., vi6se despues voluntad de su madre, y más afectuosa odiado por el pueblo y obligado ú abdi­para con sus hermanas; en una pala. car en favor de su hermano Cárlos.Fúlix brn., de año e u año se veía palpable- (puesto que no tenia. hijos varones) en mente cuánto iba adelantando en el l l821. Cuando llegó á oídos de la Reina carni.no de la perfeccion que nos manda la noticia de b abdicacion del Rey, el Evangelio." reunió á sus hija~; en el oratorio del Siendo la menor de las cuatro bijas palacio y las dijo: del Rey, creció mimada y querida par. -El Rey, vuestro padre, acaba de ticularmeute por su familia, pero su abdicar, y por lo tanto nos hallamos carácter era tan bueno, que aquellos todos reducidos á la condicion de sim. consentimientos que podían haber da. ples particulares; demos gracias ú Dio!> ña.do su buen natural, la hacían más de que han queJado puros la concien-dulce y amable con todos. cia y el honor. "María Cristina, decian sus herma. Aunque brotaban lágrimas de los nas, poseía en tan alto grado el amor ojos Jo las damas y caballeros de la al órdeu y al hnen arreglo <.le su por. corte con semejante noticia, las fisono. sono. y su aposento, que desdo su pri. ru{as do la Reina y las Princesas, segun lllera niñez observaba con la mús rígiua dijeron testigos oculares, sólo I'espirn. exactitud las horns destinadas al estu. b:tu serenidad y completa resignacion. l dio, á las labores y á todas las domas 1 Poco tiempo despues murió Víctor o~t~paciones pr,opias de su edad y po- Manuel, y se Ct\SÓ la últi~a. berUlana SlClon .... No solo procuraba ser exacta ,(que con ellaacompaiía.La a su madre) de todo punto en cuanto á su método con Fernando, Rey de Hungría, y des-de ~· iJa, sino tat~bieu en todo lo que p11cs Emperador de. Austria; las ot~as bacta: y lo hacH~ todo con la mnyor dos tambien se habw.n casado con pno. perf':ccion. Por frívola é indifereute , cipesitu.lianos. EntretantoMnríaUris. que fuese la. cosa en que se ocupaba, tina vivia. sumisa t\ su maure, ú tal María Cristina q ueri:~. hacerla perfec. punto que "era tan extremada su do. tameote; de suerte que bien puede cilidaJ, que se sometía enteramente á decirse que representaba eu sí milSma la voluntad de su madre, sin resistirse el pro lo tipo ideal de la perfecciou." 1 jamas ni contradecirla siquiem en lo Instruida, ::Lmo;ute del estudio de la más mínimo." ~it:era.tura, hablaba y escribía su propio Poco le Juró e~ta vida tranquila y td10ma, así como el aleman, el inglés 1 sosegada, pues su madre tambien mu­y ~l francos cou suma perfeccion ; di- rió, y se encontró sin protcccion ni b~lJabn y pintaba muy bien, y tocaba arrimo natural, po::o quericla por el p1ano con maestría,- adornas sabia co- 11ey que gobernaba ent6nces en Sabo. ser, cort~r y hacer toda clase de labo. ya, y en uua corte .q~e la m~ra.ba con 1 ros proptos de su sexo. despego y aun hostthdad, ·· as1, ú pesar Nacida y criada en una época de de la repugnancia que la. causaba la vida trastornos político~> en su pc..ís y en toda cortesana y los deberes de la nltísima. l la. Europa, comprendía, como nadie en posiciou que demanda la de Reina, l Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 139 a.cept6 la mano y la corona. rlel Rey úe hacia vender de!;pUe~', y cuyo producto NIÍpoles, Fernando II, en 1832. invertía tambien en limosnas. La fama. de sus virtudes era tanta, Segun se ha podido descubrir despues que el pueblo napolitano la. recibió con (ella ocultaba so caridad) iuvertia más grandísima alegría, regocijándose por- ' de 30,000 ducados anuales en el alivio que tenían una Reina santa. Desde 1 de los de¡::graciados. Su dote había sido ese momento María CriEltina supo ga- de 300,000 ducados,- vivió solameu~e muse los corazones de todos, tanto en 1 cinco años en N ápoles, y cuando munó la corte como en todo el reino. Con su 1 sólo poseía siete ú ocho mil que mandó noble porte y amabilidad, tenia sobre tambien que se gastasen en obras su esposo grande influencia, y todo lo pías. bueno que ejecutó aquel Monarca, du. Desgraciadamente para Nápoles y rante el tiempo que vivió María Cris- para Fernando II, María Cristina mu. tina, lo hizo por el ascendiente que ri6 al dar ú luz :1 su hijo primogénito, tenia sobre su espíritu y corazon, una en Enero de 1836. El dolor del pueblo virtud fortalecida por la ciencia y ci- napolitano fué inmenso, y con aquella mentada en sus grandes cualidades es- impresionabilidad de esas naturalezas pirituales. entusiastas de los meridionales, la~ Naturalmente la modestia de su con. lágrimas, los sollozos, los gemidos eran tinente, el poco apE>go al lujo y el tantos que sobrepujaban al tañido de ejemplo de sus virtudes produjeron las campanas y el de las músicas que gro.odes beneficios, no solamente entre acompañauau el féretro hasta su última la alta sociedad sino tnmbien bajaron morada. á las clases médias, y de allí al pueblo Despues de su muerte, y con motivo mismo. Su traje era siempre sencillo de inm1morables peticiones que se hao y decoroso, y así la imitaban las damas elevado á la Santa Sede, ésta tnand6 de la corte y la seguían las demas instruir el proceso de su beatificacion; mujere~ de la ciudad. Como jamas se la con ese motivo se publicaron en la veía ociosa, bízose de moda el estar cada Givilizacion Gulólicct de Roma u u os dama ocupada tambien, pues parecía apuntes l1istóricos acerca de la vida impropio que miéntras que la Rema de María Cristina, -los que fueron 1 leía ó labraba, sus c.lamas estuvieran traducidos al español, y de allí es que 1 mano sobre mauo. Esto deboria do hemos sacado los rnattlriales para esto 1 caus:u mayor extrañeza en Nápoles, ligero boceto, de una. existencia digna , en donde se inventó aquella frase de por muchos moti vos de ser conocida por 1 dulce fur nicnte, de que tanto alarde la juveutud, porque el buen ejemplo ll hace o los napolitauos 1 María Cristina en doudo quiera que se encuentre es cosÍ:\ para los pobres vestidos J:!urdos siempre contagioso y aprovecha. pero 1ítilos y n.brigados, bordaba artís. ticu.mente bellísimas curiosidades que S. A. DE S. LA EDUCACION A LOS VEINTE AÑOS. CARTAS Á. MI J:>RIMA NATALIA. IV LA ?.lUlt:.\WRACION. QmElO hablarte esta vez, querida Natalia de un asunto que nada tiene de nuGvo. No es sólo hoy, por cierto, que la gente se ocupa en repetir lo que se sabe de malo de su pórjimo. Considero la murmuracion tao co­barde y pérfida, que tal vez me parece Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 140 LA MUJER. ménos peligrosa la. misma calumnia. saica la r.eflexion tal vez, pero es prác­Esta, por lo ménos, tiene 'llna ventaja: tíca, y te la recomietJdo, porque me se puede hacer una reparacion, y resta. ha sucedido frecuentemente callarme blecer la verdad de los cargos, cuando cuando ya iba á referir alguna anéc­carccen absolutamente de fundamento. dota que podía quitar la Mputacion á Pero ouaodo con motivo de un hecho alguien. Y no se crea que de •esta pru­verdadero se revela una parte de lo SU- dencia )lesulta un bien sólo para nues­cedido, adornado con picantes comen- tros pr6jiroos, al practicarla nos per. k'\TÍos, esa clase de murmura.cion no feccionamos y caminamos sin pensarlo tiene remedio, y jamas se puede borrar por vías que conducen á la 'Verdadera del ·espíritu oo los que nos han oido. virtud. Hav otra cla.se de murmuracion: la Aunque me acusen de optimismo, yo que escucha. Entre la mnrmuracion no creo que el ttntt-ncl.o es tao malo co­que refiere lo que sabe de sus prójimos, roo lo pintan, y no pienso que todo lo y la que con sumo arte obliga. á los hace oon maln. intencion: es pa.rtiou­demas á que cuenten lo que saben, hay larmente indiscreto, y la ociosidad agu­más perfidia en la. manera hábil do ha. za la curiosidad, y de allí pro'l-ienen cerse ref-erir las fa.lta.s de los demas, todas las murmuraciones y revelacio­que en cargar oon la responsabilidad nes imprudentes. Si cada uno de nos­de ello. otros reflexionara, ántes de ho.blar, en He conocido personas que nunca to- las consecuencias de sus palabras, ~1:1to roan la. iniciativa para. ba.blar mal del seria un gran uien para la sociedad, y prójima, sino que lle:van la conversacion laastaria. para evitar inmenso m'imero de mauera qua los demas vayan de~;. de males. cubriendo poco k 'POCO ouanto saben Te deseo toda clase de felicidades, y de los demas. Tienen un arte singular te recomiendo que pienses en lo que para hacer preguntas insidiosas, ha. te he imos. ¿Quién no ha experimentado aque­lla situo.cioo ele ánimo que se deja lle­var al vaiven de su fantasía y arrullar por los recuerdos 6 las espemr.zll3 ?­Pero uo es igualmente fácil con d~,;cir como se quiere un pensamü1nto ~on claridad hácia el objeto que nos FO· ponemos estudiar. Los ensueños ;on verdaderos suofios do una imaginacwn que está despierta y que es caJaz de guiarlo por los senderos que má~ le agrada u. Los onsuofios, querida prima, !'On pe­ligrosos. i Cuáles son los pensanúeLtos Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ·' -------1 REVISTA QUINCENAL. 141 que se apoderan de UM imaginn.cion de hora de reflexion prúct.icn, dedicada femeninn., como In tuyo., en la aurora á exmuinnr maestra conducta, nos hace de h. vida, cuando aún e<;tá ausent•J b adelantar mús por el cflrnioo de ln. per­cxperiencin? 1\o quiero ocup:Hrne de feccion. que dias enteros eotrogados :í lns que en su suprema frivolidad s6Jo contempla.r no mundo de quimeras. piensan en idear vestidos y puerilicln- Los ensueños son no solamente un des de ec;:~ especie, esas jtíveoes no nos pln.cer malsano, ú los cuales nos aban. pueden interee.u ¡ para ollM b vi1ln. es IJQnnmos, sin<' que paro. nlgunn.s perso­tan mezquina y pequefin que no hny na~ se puedo convertir en una enfer­peligro ui perspectiva que las Lngn medad del alma. Enfermedad peligrosa daño ni provecho. Yo no bublo sino de que ejerce uua influencia funesta., y las almas capace,; de pcns!\f y correr que es capaz de embriagar y daüar el riesgo de extraviarse por las vía~ de alma mejor templada. El espíritu mlís ln inteligencia. firmo y más recto, al dejar~;e llevar Exnrninemos si los ensueños no cjer- por eso. costumbre, ohidn. la verdad y ceo unn. influencia funestn sobro el se eu~efio. á vivir de las creaciones de pao!'amiento, y pervierten la rectitud su fnutnsía. E~ preciso hacer uso en. de los juicios, emhringnndo y seducieo. tónces do todo. nuestra energío. pa.m do, de mnnera que la \'ida real parece sobreponernos ú los ensueños que pro­t! escoloriut\ y sin interes en compnru- curaran dominarnos y debilitarnos, has. cion con lo imaginado. tn el punto de que he oído decir :í nlgu. Notn, c1ueridn amiga., que los cnsuc- nnspersoons,c¡ueabsolutamentcuopue­ííos desarrollan In parte méuos Lucua den gobernar t:u pensarnionto,y se decln. de nuestro carúcter. Si tenemos incli. ran incapacc~ de unn retlexiou racional. naciou á la tristeza, al descontento, á El mejor moJio do impodir esta de­ll\ irritacion, do ~eguro cunudo so pcr- cadoucin del espíritlt es tratnr de ocu. anite 'lue la. imaginncion uos lleve h:'í- pnr su mente con pousnmiontos --úli. cin los eu'lueiios, ellos nos afirman mús dos. Lns fnut.nslns do In imnginncion ou nuestros defectos, y !ii nos dejllmos no pueden morar siuo en las mente,; domiunr por ellos nuestro carácter se do~ocupadas. l•~s un privilegio, y tnm­ngria, y cualquiera palnbrn. quo nos bien uua respon,abilid.ul de los espíri. obliga .í vol ver :í la \ id·l real uo-; en- tus cultimtlos, el que no pueden existir furocc, y perdemos la facultntl do go- dcsocupaJos. E-; indispm~sahlo cjerci­horuar uuc.;tro mnl gúuio, ú la tristctn. citnr fiU acti\idnd, y si no !'o lleva:'\ c1ue nos abrumn. caLo c~to un ul scutido 1lel cnanino de Poro e11 la mnünnn Jo In e:dsteucin In \ erdnd, se tuerce y so preci pi !A en hay toda\ Í:L otro peligro. A posar 1lu el dl• la~ tplimoras. que ou nt¡uella. cdnd -.u ostjÍ muy pro. Por último, mi querida Natnlia. p.::nso :'Í vur todo color do ro~n, por lo pienso con toe ú osta íntimos pensurnientos. Auoquo parez­oxistcucin tern•md! A fuerzn. prcci o aprender qut• el vertl:t.doro ?lltt\QC á los \agos cusneños de una Hlc.ll Ja ln vid:t. no está eu l:Ls faotnsíns imnoiuaciou osa pena y me aterré: pl!lro mis impresiou. Pnrece que el brillante oficial, el ojos permanecieron secos; los niños pare- 1 bullicioso y entusiasta jóveo, se enamoró ceu tÍ Toces indiferentes, y no lloran de una niña en no sé qué ciudad do 1:. cuando so cree q11e deberían mauifestar­costa del Atlántico, donde estaba la guar- se enternecido:!; UJUS se ElqUi vocao quie­nicion, y habiendo tenido tm di:;gmto en no::; piensan que e:; ¡Jor falta de seutimicn- 1 , un baile, ella rehusó bailar con él, desai- to. No e:; así, sino c¡ne las hondas penne rándole: enseüado á hacer sien1pre su les asustan, les espantan y parahznn sns gusto, y IÍ. q ne nadie se resbtiese ú. sus sú- faeultndcs; deapertáudoso ues¡mes en ellos 1 plicas, ameuuz,j con watarse si la seüorita una irresistible curiosidad, un deseo ar- 1 continuaba dosdeñ:índole; pero In loen diente do indagar, de dnrse cuenta de aquel umchneba se hnrló de él y se levantó para dolor misterioso para ellos. .\:~Í fué cl'1e bailar cou otro. Eutónces l~edorico, ¡;in de- pennauecí inmóvil y callada, cou~011J)llan-cir una palabra uuís, abrió el balcon que do ti doiaa Alonsa, ba1>ta CJUC ele eran diario¡¡. Las calles }JCrsouns hnjo do la1> Yent:mas de la ca-.a permanecían dc:siertas y lúgubre.-> en todo r¡ue ftu: clo cloii/( Alonsa (la r¡uo ttunhicn tie~npo; las casas ccrradns y l:ls ventanas murió luí luengos oñc s) .r ·voh·ió d re\"ivit· solitarias 1Í toda horu, aun en la que, se-¡ en mi mento aquel epi.-;odio de mi infnu- gun la costumbre e.-;paüoln, lns muchachas ('in. Ln msitn e::.t:í lo mismo por fucru, y solian salir :l tcspirar el aire fresco y sa­Cilll dificultad pudo pasar ~;in detcuonuc luuür á algun gnlan que pot· casualidad 1 nulo lnli anchas griet~¡¡ de la ¡lllcrt:\.... pasalm por su callo totlas Jos t.·u·des. Las 1 ¡ 111 i~lcrioso poder do los recuerdo~:~ primo- ~;uiiorn~ estaban do lulo; apesaradas y ro~! ... do ordinario tí 11adn conduce u, pe m nfligidas con tauti\S de~graoius, es de pre~ bOn In 1nitad do la vida: la ot m mitnd sumir que pocas peusalum en galcmteos. Jn corn¡umen las c!u tantcs de a1ptel hnnio oyeron el lojano pon¡ no sou siempre de~graci:u.lns, sin hn- ~;onnr de varias espuelas sobro ol de.si~ual L.er luciLlo para ellas un solo dia de empetlrndo, y el rozar do In~ espadas con-' 1 goce. tm ln pared, y en "cguida vieron pasar un -E~ verdad, niiadiú ~\[:iximo, pero los grupo compue:sto do d!l!! oficiales del R~y vonlndco os ol"istínnos y creyentes picnsnu ,\" nn hombrecillo moreno, de aspecto rum quo In suerte dcscrracindn en o-to muut.lo e:¡ y bajo, pero viostosaruento vestido do p:li­nn l.fcclc> U.o ln°hondad de Dios, c¡uo ha sano, luciendo, ó mtis Liou, doslnciondo qncriclo !'lU purgue en viLla sus pocndos. una cnpn nznl con vuelta~ rojas. -.\h 1 si tuvit:mmos todos semeja:llc -;\nde usted! C'nmrLradu, dijo nuo do resigna e on, conte¡¡lcí Adriann, u a da u os los oliciale.s á esto Íllt imo, la hermosa He-fultnriu pum ~or t-antos! len vive Iéjos, .. egnn pnroco. -•· Pam el homlu·e pindo,o, dioo Au-1 -Al haberlo so.spochnuo, aiiatliú el otro gm;to N culns, ln ~ociedad no es ,;ino uu oficinl. de uiug;una manero huhicra im,b­tontro, CU,\BS ,·nnidnde; so bailan ]laten- tido en venir ñ conooeda. tes, y In no.tmnle:r.l\ otro t$tro. cuyas nm- ,\l cabo de un momento el primero que rt\ villllS tec:ouoco y admiro,'' rcpuso ll úxi- ho.Lió dijo: wu, .Y )\H" lo 1uismu dehcria ol IH•tnure -Voto á bríos! ,: So hal.mí usted que- YO!" la vida prcsl•ntocon iudiforcucia,pnes- rido lntdar do no~oüus·t to t¡nc es tan paR:tjet·n y éngaiio~¡¡; pero -Si lo creyera u11í .... repuso ol otro cutin po os sou In:; que eostdn prcpnmdos mirándole de reojo. IÍ UcjnrJ:¡ ~iU f~lllOl"! -~0 lo pÍCUSCll li!;!OdOS J exo)aUlÓ Cl -A }llsur de que todos sentimos llll to- hombrecillo de In capa nzul, iuterrum­rror iust ut i vo rí Ja muc¡·tc, dijo M nuriC'in, picudo al oficird, y niiuduí humildemente: 110 lmy fiiiÍCil \10 wirc con ucsprocio al IIUllCI\ 1116 Lnloiera atrovidu IÍ tanto ... Aun­que llcja la vida mauife;,tñudu:.o cviJMde, que IC!l repito que lu yeuida de ustedes lo quo uo recuerdu no snce.-o qnc no ha por n1p1Í no c.; do mi gn,..to, porque las Iutwho tto refirieron on Hogot1Í, ap:ueu- mujcre:> son dóhilcs y los olicinlc.s no do­l ·~meuto nvcro~imil, pero que os en roa- jan de e.er atre' idos y tiouon uuu. labia y Ji dad his:,¡írico. un dooir .... -¡ 1 ·n:ntelo en seguida ! eschmó l'c- -Yaya un ~opeuco! dijo el pri10cr ofi­pita, ) d• nutcmono u¡;eguro que S!•rtí m:Íe e in l. ,: Si nos h:uia rocelo por q né ~>C propu­intot ·cstuio que el relatado pot· Alicia, (¡tto ¡;o u~;ted despertm· uuostm curiosidad jac­roaulió hn·to simplon. tñndo .. o de sus nmorcR con la muchacha • 1 .... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 144 LA MUJER. más linda de Santafé? Porque, añadió, 1 -Cuidado don Luis ! Ya usted hl\ col­a; unque las chicas bellus no faltan en esta 1 mado la metlida .... este último insulto me c1udad, son por lo general esquivas por lo ha de pagat· más caro de 1.> que damas. }liensa. -Dice verdad Perico, repuso el otro El jóyen le contestó con nna carcajada, oficial. Desde qne llegué aquí, noto que y haciéndole un saludo irónico, cruzó la las mujeres se asustan y se esconden cuan- esquina y se fué. do las miro .... Y esto es más de extrañar -¿Quién es ese galan que, segun pare­cuando en otras partes no faltaba nunca ce, obligó á eclipsarse á la Belen del amigo alguna á quien agradar y aún no desde- Bautista? preguntó el teniente Pet·ico. ñaban decírmelo. El burlado hombrecillo estab!l trabado Y al hablar así se retorcía el vigota con do rabia, y no podía responder. aire de maton. -¿Será por Yentura algun hermano ce- -Por otra p1nte, r..ijo Perico, es cosa loso? preguntó el ott·o. de no creerse el qne ya que nos n:liran -No es hermano enteramente, pero .... con desden las mujeres de Santafé, ten- -A lgun primito ? gan el mal gusto de preferir al amigo -Sí, señor. Bautista. -Ya lo comprendo 1 ¿Rival de usted? En aquel momento llegaban á una es- -No sé .... quina, en la que hallaron á un hombre em- -Ambos oficiales soltaron unl alegre hozado hasta los ojos, que los miró con cu- carcajada. riosidad. 1 .Bautista se puso lí-vido, y dijo exas- Al verle Bautista se inmutó, y dete- perado. niéndose dijo en voz baja á sus compa- -El don Luisito es una mala pieza, y ñeros : adamas, el mozo se ha manifestado patriota. -Tengan la bondad de no hnblar tan -Patriota! recio, porque si mi Balen, que vive aquí -Patriota! cerca, se aproximase 6. aquella veubwa, Y ambos oficiales dejaron de reírse. y oyese ruido, no hay duda que se ocul- -Esa aousncion es gr11vísima dijo el taria. uno, y es preciso indagar. Al notar que los oficiales y su compa- -¿, Cómo babia olvidado usted denun-ñero se acercaban, el embozado se dirigió ciarle, fllltando usí ú. su deber? uolamó á u no. ventana semi-tapada por una rejilla J:'erico. de madera (la misma que había señalado -Dice usted bien, contestó Daltista ya Bautista) y habló algunas palabras con más sereno; le habia olvidado eLtro tan­un~ persona que se hallaba detras, alean- tos qno !le hallaban tal vez más ~ompro­zlindose á oir una voz de mujer que dacia: metidos. -Ilu~ta luego, Luis 1 -Un rival, amigo, no so olvil11 nunca. Apre,¡urarou ol paso, pero al llegar ú. la -Peru siendo pariente de llelo1 ... \·entuna, el jóvcn ya se había apartado, y -Comprendo 1 interrumpió Pa·ico, us- Jn hallaron vacía y cerrada. ted temía perder lo. amitstau !le la familia. Los oficiales subieron la calle y vol vio- -Pl'obablemente .... pero ya c;toy re-ron á bajar con sn comparsa Bautista, suelto á no tener con él más colsidora­rniéntrns qne el embozado permanecía ou ciones. la esttniua. Al pnsar junto á eH dojú caer -'riene usted razon .... á pesa· de que éste los pliegues de su capa, descubriendo entre ese jóvon y usted la hermos' no va­ou parte una fisonomía jóven y graciosa, cilartí. y un par de ojos brillantes y burlones, y -¿ I~o oree usted así? pregurtó Bau-dijo en alta Yoz con unn sonrisa irónica : tista con marcado interas. -Parece que se le ha frustrado su de- El ofi.c.-i.al se echó ú reir. seo,¿ no es así .Bautista.... Vencegue~-ras? -¿No lo he de creer? Al oirse interpelar con un apodo que -¿De véras? le disgusta-ba sobremanera y lo ponia en -l:H, pero no vaya 11sted á int)rpreta: ridículo, el hombrecillo dirigió á su in- mal mis palabras. Oiga usted 1 ll prefe­tedoc: utor una mirada torva y hostil, con- rido será siempre él, no lo dude ¿No t& 1 testán.dole eu voz baja pero con ademo.n parece que tengo razon, J>erico? añadi~ colérico : dirigiéndose á su compañero. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVIS1'A QUINCENAL. 145 - P•:>r bllpue:.to, y apostaría uli llll\110 si u mi!;ericordia, ohitlaudo quo no hay dercch.n. enemigo pequcüo, como á :.u co:.ta lo dc:.- -1\1 il demonios! exclamó Bautista fu- cubrió en breve. rioso. · La noche del t.lin cu que empieza nucs- -Pt!lro, dijo Perico, la bella se hn ocul- lro relato, Luis se vió l'Cpentinnmente tndo d.ecididamcnte por órden del gnlun, , nrrest.ado eu su casa por úrden del Go- 1 y no vc¡¡l vent ó lJresentarse; es tiempo do biet·no, y llevado come> crimiutü á una do v vlver al cuartel; esto buen IJombro nos los Ctírcelcs politicns. ha LecJ!10 perder toda la tarde en vano. Al dia siguiente se lo ompe'l<Í ñ seguir · - Pern no m o pc.;a, dijo el otro oficial, Clllli>ll como á patr,.ota, cosa que lo sOt·pren­portJUe hemos l:illcado en limpio que todu dió muchísimo, porque habia vivido siem­lu cha1 In do llautista era pura fantasía, y pro retimdo eu sus quehaceres, :;in mez­que la 1liiía eu rosúruen profiere á olro. 1 clar:;e jamas en las co::;~1s políticas ; y a un- - Ja ! ju l ja! añadió rieudo Perico, que en realidad prefería b caru;a de la In­¡ cóu1o ~o vuu ñ dh·ertir los demnscunndo dependencia, como s11 familia era de orí­lcs cootomo:. clre;;ultado do nuestra nven- geu español y adicta ul Huy, él prudente­~ ura du c:¡tu tardo l ¡ Despues de tanto mente babia guardado r01>orva abs->luta jnctars~ tract·no~ á que véa1uos solauwuto acerca de sus secretas aspimcionlló llatrió-ol rivol ! ticas. - ¡ E:.to es muy bueno! exclamó el l Sin embargo, lns acusacionOtl de sus P~ne-oiro. migos oran muy graves, y auuc1no en JUS-llauti:. L\ euh·e tanto, cabizbajo y mohi- ticia nada le podian probar, eu o;a época no, uo o ntrc,·ia á mostrar ~;u di::.gu:.to, y era fúcil perderse solamente el que llcga­totlos t n•.; tomaron el camino do regreso bu á hacerse so:;pcchoso. Cunude> l>Dl'o que al cntu1cl. :su denunciante babia sido Bautilita, com-ll 1 prc.ndió que bU situncion om e~ extremo . . pehgrosa, y de:;e:;perau1.ado de stnc~r-J.r:se, Ltwl vt vi1\ e u el barrio do Santa n,tr- 1 rc~ol vió callar y dejar obrar al dc::.tlno. bnm con sn madre, su hermano y dos hor-¡ Dol! días detlpue:~, Ijui!i tiC vic} condena­mann!> l j<Í\'onos, no l<'jos do la cnsa dol do á muerte con cnntro oompaiíeros más, padre .Jo till JH'ima llelou, cou q11iou, do poro éstos por lo méuos h•Lbio.u tonido ln puso lhromo~, - cstnLa compront(·tido ,¡en- honra de trabajar en realidad por la ~)ll­sur~ c.ounudo ~;erenara el turbado hori:r.onte tria, y morinn t·osignndo!i, porque habuu:~ poldtco, puo~to que JlOr ontúucos nadio cumplidu :;u deber, y onmm que tarde u pcnsnhn nu cambiar do ~:ou crto. X o t.iéodt>- temprano, su obra daría frutot<. l>ero el )e pennitillu YÍ~itar con frecuencia ti su no- d~"mciado Luis miéutrus tnnto se dc:;eo¡­vill, H•guu llls r ígidM co:.tumhre3 do a(p1ol pc1~ba, porque no cucontruh:l cu su alma tiempo, el jóvcm procuraba verla totlns ll\ cncrgÍ•• y )ro trot~~¡uil itlnt.! que produ~e las tarde, o u la 'cotana. siemp ro una sincorn opinion ; él se líen ha l'ocos diRs dllSpues de la cntrtuln .¡ !lo- débil ante la muerto pro111ntnra, que uo got:l. t.lel J>aríJi•·ud"'' I\lorillo, estas cutre•- hnbia nbsolutnmooto l.m~o.:~do, V do.-cabn Yibtll.'l fuorou turbadas por llnntista 'l'ihi- h>'Ozat· de la vida quc~;iompre lo Gubia son­tú, unllnto onmzndo de indio, el t¡no ltn- roído. Adamas, desdo c¡uo fué arrestado bi?ndo visto.'¡ De len salir una maiiuna do no hu hia podido comunicaroe cou su fnmi: rntsn, 110 lmlna prendado de su ft·o:;cn. hot·- lía, y In fnlta do C!>to cousuolo deseado e , mo:snrn, como ol gusano vil busca la flor imposihlo, le afligin ~;obromanora. más bcl In, y la ¡•orseguin con sus vulgarít>i- }:;,taba muy a \'Unza da }:4 tarde, y ya era mo., galnutoo:¡. casi do noche, cuaut.lo Luil:l y ~;us compa- K,to hombro tenia la profo:;ion de e:;- iioros despue, do ht1ber oido &u sonteucia pía, sirviént.lole tiiempre al partido quo de m:terte, fueron enlregat.los al carcelero ~>O hallaba en el poder. y por cousiguieute, que debería conducirlo, lll convento do Yiéudoso despreciado por todo;;. Como lle- la 'l'ercera donde outúnccs babia una len, disgu~tada con aquella pcn;ocuoion, prision. ' se ocultaba para no ser vistA por tan in- El carcE>let·o era 1111 bandido sin ley ni dig1~0 admirador, Bautista t·ondaba la ca:. l Dios, que recibia los pril:;iono,·os eomo líos, !lo u. ledas horas, y con froouonoin so on- sin que le dijoscu ni él pregnolaso sos conlrabn con Luis, el que se mofaba do él nombres. Lo único <1110 lo impul'iaba saber ---~- -- ... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ------------~--- 1- 146 LA MuJER_. _____ _ ora que los hombres que lo entregaban, 1 y despues de algunos momentos se dejó debet-iau pasa1· lt manos del oficial de la caer casi ex1ínime delante de un portoo, 1 escoltn, que los conducida al suplicio al en las inmediaciones del111olioo del C'ubo. • día siguiente. Cuando pudo voh·et· en sí notó eu el um- 1 .Apénas habían salido del juzgado cnan. bral de un portan cerrado li un indio ros­do se desencadenó sobre la ciudad un 1 guardándose del agua y con un tercio de fuerte aguacero eou acompañamiento de carbou á cuestas. Al verle en medio de la truenos y rol1ímpagos. Al llegar al puen- semi-oscuridad, le ocnrrió una idea, y te de San Frauci::;co era tan fuerte el tero- acercándose le dijo: j poral, qne el carcelero, no queriendo mo- l -¿ lluou homhre, quieres venderme el 1 jarse, hizo entrar á los pl'esos tt un vecino carbou? zaguan, miéntras que los soldados de la -Sf, mi amo, vale tres reales. escolta se situaron, unos :í. la pllOrta que -Bien, te lo compro .... Pero, adorna~, daba al interio1· de la casa y los demas bagamos un trato : yo te doy mis -vestidos en la exterior. La tempestad se bfiCia cada y lo qno tengo en el bolsillo. y en cambio Juomento Juns furiosa, y de repente vino tú me das tn ro¡.>n. á cnor un rayo en la vecindad, producien- ¡ -Su merced se quier~ burlar 1 do tal fragor y nhudimiento, qno todos, -No, hijo: hice una apuesta con un presos y escolta, caye1·on de rotlülas sobre amigo y debo >olver á cnsn -vestido como tú. las baldosas, cubriéndose la cara con las El hombre le w.i.ró sorprendido, cl·e-manos. yéndole por lo ménos loco ú ebrio. Lnis babia llegado á tal grado de deses- -Arreglemos pronto! exclamó Luis poracion que no le causó micdu aquel ve- impacientado. ligro, y nG pens!lba sino en la triste suerte -Cuánto tieue su merced en plata? - -=:; que inomisiblemeute le tocaría; así, sólo -No sé. él ponnaneció en pié. Al verlos tan dis- Poro al decir esto sacó lo que tenia traídos, tuvo la repentina idea. de que tal ou los bolsillos y tlO lo puso al intlio on vez podria aprovechnr aquella circunstan- In ruauo. El indio contó y recontó los rea­ci. n para huir. No le bahiuu pue!>tO grillos les, los que, aunque no eran muchos, eran m espolSas, pareciendo innece.-;aria aquella¡ más do lo que valía el carbon; sin embar­precaucion con uoa persona que deborin go, el chibcha es desconfiado por natura­sor fu::;ilada ol día sign.iento. En el mo- loza, y no cesaba de sobar lo. plntu y mi­monto pu~o en prúcticu su feliz idea ... Se rarlo. á la escasa luz del crepÍisculo. dc..quina del colegio del Rosario y suJ,ió la nurigncla y un buen plato do ma1.amorn calle 1Í toda canora y como u u loco; al fio con su acompañamiento de pan negro y cruzó ú.la izquierda, sin saber lo que hacia, chicha. • --------- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 14:7 III 1 El cnrcelem v sus secuaces no echaron do vm· que les Ínlmha un preso, si u o en el La familia de Lui1 babia pasado dias momento. en que, ya calmado el tcrnpora.l, angustiados. Con la tardo del día cu que emprend1erou 11110vamente marcha con eh­lo sentenciaron á. muerte Pedro su her- 1recciou :í la 'l'erccra. Sin embargo, ni pri­mano salió ,¡ tomar loua~1as en l~s calles 1 sioneros ni soldados 1<> habían visto salir, y suJo que Luis debet~a sor fusilado a.i y auuqu? el carcel~ro los i':t.crrogó fmio­siguiente dia. so, ofrecteudo castigarlos st no hablaban, Aíligido, desesperado, sin aeordarse de lnad.a pudo oLte~cr. 'üu~to m:tyo.r o~·a su que de podía hacer sospechoso taro bien, co- ¡ raL1a cuanto sn.b1a ~u o st af du1 Sif?Ul.enlo uió intri!!­deron do la lhrea, ro•aidcnte cu Washin¡;tou, teadn en ¡;rau parte una expodil'iou al Polo varias f!octisuR, una hermana. ele Gludstonc l dcl Xorte cou d ohj!lln de dP'aiín, se propone ¡r.lsar ¡\ Afrka PO f'i {trtixirno f'llhrero par.t. ir ul país do.• lr•s Znlúes á omr l'l\ el sitio en <]IHl mata­ron :l Bll hijo. Ya, si quit•re, lo pneio hico ci muchos ti•11S'I ndn­tl .. s. Si yo no lmhil!t a l·xistiito ac mluocnlas ~loria~ lllnmwns! J.os l~riocliRtas tic raza anglo-s.tjona. son los mil» :mlltnllnos niuguna nov1.11.hul o.•11 ellas, pcrmitano el leotor haiJlarlc cuatro palauras de dos p.•ísea curiosos, y con lnon si m:;tn l.tt>\'.Íbtn so su::;¡H•ndo ch..trnll te allt'll'S olo l<::no­l'O. La necesidnd ole doscrnlHnr de ln:> tn1·~ns quo se ha ilupuo to. ln oblignu tÍ nu <'U.tnro tlo Hug<;otiL por algunos din~. Im¡

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La Mujer - N. 30

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El Antioqueño Constitucional - N. 54

Por: | Fecha: 12/09/1847

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Trún. 5~ J MED.B~LIN, 1 ~ DE SETIEMBRE DE I 84 7. ( NLl!n. : Et ANTIO,QUENO CONSTITUCIONAL. ,.- __.- ..'. ,-="'='"~ . .. AP?i , Rcpúb!tca de la .Vueuti~rnlwd-a. G\ ~~~ o. 1 !. ( "7 .• 1 ~ (' o J (J{)c;J'/1"(1Ciclll r t; , . Jt Ulfjl flL. _ l!"t th !nr n.6 5 i =·ilfllcllih o ele :.clit:m­hl'frrfi: 1317 . _ .4! So:···. :lt¡'c P~Jitlco d( l ro ,,·ron tlt: . • • . • • Sucede ·q\lc <' muh l{·i'pa ll·~ o ronHI;la ll'S, a catrs~ de ~u c al tit>n1- po d< 1 t·emale r\l.l ! e haa ut)a C)H)­Úu~ t·J d u n de I•>S dCrC\''h'~ 'q~té se alTicnd ::lll par·a SU coh\·o, \ lu\'t_;() SC su :>c'it<~ n disputas para sal>é\- t•'taalcs ~Siail O U'O <.'otnprcodidc:~ t!U el re­tnalc. Va'ra c,·ltu t· que ('Slv ~ l'U'tH~s­ca eil aiJe'll nlC 1t't! l<:IIÍUo a uict\ t1is­p ond: (¡oc 1\)s .l~l~s poli tit·os ~ d­, ·ier\-.~ ·a 1o-. ·n h. ·ce i C:ahildos~ que s ien ipt:e Cl"~ ~·e ·¡nanJc poa· ellos ha c~r JI ~·e.nb te o ;ín ~nd:~·l'Hicnto para el 1col>•·o '/Jc 'llli;u't) C\S '<.le•' cf<"h(!s perte­nec: ienlcs' a ·sus •(cnllrs·, ·en el acto ad )·é>matc se ec;pre ... c c!)iit~ 'sola los de'l"h·t\Os tiué se urricndiw'; ~e s'tle}·'te ~ue los que' ·n·o a'par~zc'án allí cotn­ju- e·n ~as~'s' ja ios guarde. 3 \ 1• " ·J osé' .J)ari'a Jftnriinet. ~:::::zo~~ P epizblica de ia ' Nt{evngrnn.ada.~ . (iCJben!ncitm de A ni ior¡uta_ Ctrcu­lar n", 5f>._iVcdellm f9 deseliem­bri rle. 18 't7. Al S or. J cfo politrco del cuttdon de . . . . Co(\ f•·ecucncia se remite :d •J~s. pacho;uu la 6pt;>ernacion por los,SS. Jefes políli~os en vez de los ~cu~t· · dos o decretos de los H. 1\. CC. ~~M. í CaLildos que dehen observarse en Jas rosprctiv,as locaüuades , i de los que d~L~ J~ner conocimienlt> la Go­berq¡ l<;ion • • las' ac\~s de las rorp•·e los cualee mud1as oca­sione~ QO .JlUt\de nt debe deterrpin~rse -4¡_dél,Á s9J~ .fi~-t.ierd~ ,1 ti~mpo ~n.~~ _,......._ __ 4'"drz~ - · ir z( '"' . , tcctura-; i con ·la tnira de ·c,·i'ta't• c·l que esto ~ontiune h.t ci'éndosc bsi eh adelante, 11e 'tenido pol· ·conveniente clrsponl'l' 1.0 Los SS ·.Jefes politicos solo ren'li1 idt'tl é\ la 6 ol>cr·nncion los ~á 'dk1tdS, se P""c ..1 1. ~ respct·11\-us J'C I'c~ 1Jo·liti ~· \•S utl !,il_.t¡ 'eon1o on ~lil..¡ at·ucH·do nlc~no~ éH t 'l e; solwn i os cuJics oo deLe rcca·c¡· ¡ t'l­soluci'ót'\ al6una, al pasa r la cupia ¡) la G.,IJ C I'Oa ~iJn se, 'hal':l (10 inclu­~ · endo en ·~Ita lodo 'lo c(úc i10 d~· ba ser· ap\-c)bado 'ó 1mpt·oua<.'ihJ d'e la GoLet·- nat•ion . , • · .3.0 Pa'ra evitar ttábaj·ó :\ ·J.,s 9c·Td p<• lít ÍCOS Set·ia con \'E.'OÍet\t'e t¡ue las cuJ'fHII'aciones didlds cs,l'idi't-1'en su~ <'téct'e\o~ s'Cp:ú·áoos unos de <;tros sin in-cluir' en clt<1!1 la rclacion tl c'l cur-.o c}uc ha\'\ t&l1tJó i ón1rn 'qtlc se h:\ ubs-e1·\·ado Jr:tb S\1 C~JH"d ic:io o, lalcS . por cje; ntplo, con.o el Jc ll:abt~r ~e pa ­~ ado el negocitl ·a la conJi~i.m, el dd ntímcro de m=t 'ml>t·ns ·que la r•. .~ nnan, Pl de los que se hallalian présnites ;11 tien1J>O d-e\ tlt'Uet·do Í Oti'OS C úS:J~ ·se~1 é_jan\cs • 1 19 digo " \T. para que en el canton rJé s\l \nando se !'Usrn·cu t~s P!'ev~nc_i o ne~ qtte _va~ iudi;ndJs sm s i CaLÍ!dos a l..1s J cfelllras políticas. Dios guarde a V. ) oH/ Mét1'Ít' J./aJtinez • ...Jv..... ..,..,...,o """'·..,.,., Rr.pJM,ca Je ''ia ;_.;;;~nfJJ·nnnrla . C.;rcu/ar 11. 0 5G • ..:.... · -o/H;uwúon r/J A nit'vr¡uút. _)J cdctliJt 1 O de se licm· bre de 1811. _ ~or. J cfo p olilico dét cnnlon de . • • , , • . Eh 1.- 01-dcn círculat de ti~ie des­pacho fecha 4 d~ setieililll'~ de 18 ~ 6 no 71, !!~ hicteron a esa J cfctttní )-.s prevcncíonés neccsa rias, ¡ se NJ~ muotcaron las- insít·uccioncs con\'e­nÍentes a fin· de planlear el ilue'"o ~Ístema de pesas i medidas graoadi­, fias. Ha trascurrido ttn término mas que suficienle para ll~~v~rlo a _efecto, / ) # "' • ·r ·- • t ,"' ? i la Gohc)·na'l·ion espera Clll'c Y. a vuelta d-e correo le mani1icstc el 'Cc;­tado de este ncGo'cro tn 'el caoLo)') ·de ~u ró :mdo, sin ~~~\·juicio de d'ie1at las ot•dcnes con \~nlentes para q'ue teor,lln puutual ct\ll't'p\1mlc'nlo la!> di~­P" "iciooes \·ijeñtes ·ct\ el pa'rlicob.-. Oios rruardc a V. J ose' ftlnr;a Jffartlttcz.· L/.11/TES. JOSE ~L\ (\1 ):.' J\1.\ \\ l'IN EZ C01l:ER­i'\ ,\))01l Ó.\ A~TÍOQ\Jt .\. U san do 'de la t'Jcul'tad 'qoc m'e c'on­l'ede 'el arto ~ u 'de la tci de 29 dé ifla yo 'de este. 'á'íió 'i prc\-ios los ínfot·· t'úcs ll\i~ se ccsiJcn ~>or el arto 4'" de 'dicha lci DF.CÚÍ'Ó. / l 1l". t'tnt'co. Los iímites -ent'r'e l()s oistr·itos paa~I'O'Cluia'tcs de Ca'roli'na ¡ ~at tt3)'tlSa en el <:a'n'lo'n de este 'nom­br• c, ~c·Hm t·os s~&'uleotés: 'Partiend~ del alt'o tJe 'San ·J os<é pot· to'da 13 é•or­t'hllc'ra 1l.tstn él atto 'de Ai'toñ; 'de c ... te alto ~)'o\· \1ba llnea iutenhe·dia t'le 'las Cjll'cl>l•álJas 'dwr·rera i A !ton á ilar al 1\.ioél'a.óde. · Oatlo "en Mc'ttellin, a 7 d'c setfc\n .. bre·cl'<' 1'817 .--Josc''Jrfa1in Jrldrtld-e~~: :::.:::El Srio. '/1 erme11t/jildo 'BotéJ•o, t ~. ~\)~k . 5.\r:JNA. 1;c ha 'denU)ltill'd·o ant~ csb G·obei·~ nacíon, vo•· los ~elio.r'cs l\lanuell\tai'iá Vel<'7., V icen\ e Cn 11~jas • so'cios, t-omo de u\1e\·o descuul'i\níento, una shlina; i so l i\·n:~ Jo SC les t'Otlc'cda p'ei-JnÍSO IH'I'3 claLOhli la poi· el t'érluib\i de !iO ÚJÍoS eh 5h C!'Cl usi,·o pro\-echo; i Ja Co!.( i·na<-IPn ha dispuesto que s& t·ltbmtllc ~sle denuncio pata que las pcrsouas que !'C rrean ~oh mejor de ... 1 ec.:ho a la sfilina, lo t·epresenten. La '\·crtirnte rrincipul que cons'ti• tu' e la snllna clcouhciatla se halla ci:i la marjdl iT.t¡\liet-da oe la quel>rada S:lnlarita; dls tabte romo ~ O o 25 1·a.:. hls del {'al.lc'e de üil'ha quebrada, l una l q~ ua poro tQ3S o menos, de ta conOucncia de la h1isma quclH·ada con el rio Sanjunh. El puaje NI dond~ e5Lh situad;¡ la ~aliha per(eoere al ilistt·i!o pari oqulal de Titiribí, cantoó dé ~1 cdellirl. Se ha fljado un término de 30 días pa•'a r cc·iLir· las r·epresehlariones qrus se hacao sobre este asunto. . ~Jed c llin, 10 ~t'Henti.Jte 1847, ~-h! t:J #I.~ AYISO J~JPOf\tA~TE. Por résotucion de 1 O del cre! df. ,/ ~ ~~ ,,~ , 1' ,...?, r'.p .. / /~ ,.,~ r/ /,. .. 4" , é' ~- ~ ; :..~ , .r, rl', .1 /< / Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. l836 sobre di -;t t·ilJU cion de terrenos eutt·e p oulad ol'l's , sefia landose el 17 de · En en> de 18 í 8 para diw - pariuci pio ni •·epat·timictrtc,>. : E ste debe · h .tt'ersc no solo e·órre Jos actuales habitante!; d el distt·ito palTQqui<~l de Yontm:.d, sino en tre estos i l1>s ha l>itantcs de cualcsquic•·a ot 1·os diS11 .itos que q uieran e!>tah le­_ ccrsc en a .', • ~ 7. 45. 4 1. 401 34. 30. 1},7 ~· E,·nrislo Zea Pasc t1 al Gon zalez • Florepoio- - ~j~l • • IJ\úmtt nrfo 'Satit ~ mari• J\1aóu c l •l3~i·IJ~t'Í . ·• • Gre()ot·io f.l oyos -. · . J osé t\hmucl Louo Tomas i\1 ulloz Luj:rn P ei.Jro lka,·o • • \ ' a:l (J f' (;omez Cu·los A 1 varcz ES'i' A DO 10. 23. 20 J 9. 19. 17. r G. • ~1 i. IJ. JI. ~ lb. llU r.os .1\J tGtos m: QU!i co~ocr o·' S .S. l. 1-.1. 'l'IIIUU.'IIA J~ DEl. J)lS'r!U1'0 tm .\ .'fl f 0'}1' J.\. '1::-1 E'l.. ~~ .. ~ OC. AC6!>TO ta: 1 8 '17. D '''l'· l'n l><•n,l. al •·1 o u.:,. li ll de él. s. :\1 . o ... s ., :-;cnEz. Cau.;u-; "(;riminaks Id. eiviles , , S . 1\1. -Dr·. V Et.EZ. Cn u ~as e1rim i na les Id. ·t·i"ilcs ce « --sin r epa t'lir· 1 '2 5 1 1 7 C AJA I>J ~ A lJOHP,OS. 10 (j ·5 . u 3 Deq.Htc:lw t!d dommg (J !J de: St..ticm ­bre de 1 ~ í 7. Ecsis tenria aotcrio J' . 2 1 1, <.29-3 l( « l 1 de1uisit ns de este di..a . 3, 1 i t; "« CJpitaliLaciou de intet•e'\('s. ;;¡ :3 ,, u 21 í,tií2 (1 (1 ·o cducese por r etirh . , 3~.) <• ·n .,. o La 1 2 1 í , í ~ f·v~o ·zos rlr.p ositmites ·flu:r(Jn. l\1 e not·es . 1 l E l desparl1o 'fué practicndo por l o'S $S. 'Gabt·iel E ch c ,·e t-ri i J oaquín Saíiud9 por ause ncia del S or. ~]¡. Guel Oiaz. G t·anaoos . A dmiui::. tl'adores en t urno'{lat·a 'hoi ' los ~'S. Diaz Gr:rnados i Dr. Es­lan is l :~o Gomcz, i para el 19 ác1 cot·: 1'ie11n>pleo en la casa de moneda <.le Bo. gota a un a cusado de 1uonedcro fa l­so; · de habct• etn Jn·t-udido SU \'lcró~ tflte 'dc!; · paella p nt' s'i mismo i lh~ 1'0" q-lle c u11- t'luye j )'J Í' tiJJno aj eru, se l'tutret1cc de. loJI) tyi:t\lo, de cui\4 d ~ lu'\ d llS h\cdib's merece h pt 'eÚ~i·ea)cia, i'cn es '<·cr·­dJd,' Sa per'ni'eiosa custum· bre úe l a ~ sc1hlras de' Médellin, de tlo qner·ér l\ ICC I' fn'd'l fu •.!ra dd 'i'e­dlll< t U e· su cus;,., de mi'r•a'l- como una' fAlla dé aecóro el ;pf'csénla'rgc ~o uó atmaceo, e1l 'Ona fíend '• ó ~n la plaza p!'tllli:Ca, a 'p~·oyeersél de losar-. ticulos néi'bsariQS al coóshmó. cle SU fJmilia, Lás fatal~$ ·conset•óencias de esta ~o!YlUmbre son ~an t).tlpables, que ~ ualciendp ' la ~ §~ntj~as 'litis com­p1 ·as pokl .si mistóP~~ pt~fisó és 'f¡ue las hag6rf (Wr ll}edio de otra persona, i si eslá., persona fllcse él tila ri·do, . el hijo u otro que püdiet·a t ener isual inlet:~s~ l1ad'a' lét1'dt'Íarnos que decir; .per.o cuando \re\ilOs· tltle los <:orí·e­' dares d-e ner,oclós son bs t•t·iadas "{o es~l~\las t¡ue p:tl'á el ~db ~s lo mismo) , 11o pod~mos cree~: cómQ 1lra~· a )lodido sub ~ i$lÍr tanto liempo ésie 'or.dcó ~e ~O's .. ?. T 9~l(?. ~1 tl1,undq sabe que ~osá es una criada, un ser enVilca~, SiJpooer~e que uf1a crlac:hi ote11ga la intelijencta;' IO> pa·otsi.; (la a \; ~~.E!~¡¡. fé, né~s~l'~}',p,a~·t.em,~ plaza~ dcbuiaó1o_nlfJ.a &U,éll@., .- JIª~ ~e.c..~ la ~onf~ia d~l ~cread~ N o~· e1tó e9' tliipo~tbf&~'-1 -illl.lftD\'~'": ' oib hipótetis puede admitirse: ella regatear·a, i molestara cuanlo se qaiera pot·qlie le rebajen un r•éal, medio, un cuartillo; pero narJie pliede '1-espon­de• · ae que esa ecorion1ia es p l:l'l~d su alha. El rhercaoer ·por su parte, al oit· el recai.lo de 'una seíiiora, ·ent t'e­f; a paciente la!; J'liézas lJbe s·e le piden, sumetténdose a los capl'ichos de lll costurilbre, pero •él sabe que sus jé­' neros no vueh•en Cltlilplrlos, i sa be mui bictl que el 8álio 110 le 'viene de los amo'!; de ' la casa. '1 no SC <'I'Ca que t!<.•'sn·jerarnos, i qttc levallt:liÍIOS uit 'horhhlc testiu\onio a la scn ·iclumLt·c én jcf'le'ral¡ 'no sei'ior, esta1i1os hJblan · 100 el c\·ahjelio, po·,. ti'las ·estr'aíio que pllr~tca. fl .ti si, ·h urirosas C<'C pl'lo­nes. cr~iadns fides i Uif, oas de toda COl1llJn7.!s·j JlCI'O lus Ct'Cpciones S llO r~'Nu, -,·:ú·i sitllas. . Si po'l· orra paHe n os fu cr·e ·rct'­ñ'titidb ~ b t· un salo io'Slantc de:;conei· el \·elo qlfc cubt·c el int cr·ior de: IJS tiéi'l•J.Js , 'i pune,. a ltl h1'l 't:ld dia l~s est· ~ i'la~ ~ue alti se rept'c-;t•u"ta'n j Jc cttltt'lo lt!uth·ian qte atTCpt:hlir\e las tf1 cauta'l\ ~cii o'ras lJUe h 111 l ~'~'<' l'i¡ rit:~do sus ct·ialJJ-; rn:.s mirnadas i uicn p3· l'ecid,IS: j ( : u J 11lOS l'ecadilúS p J r~ !>US 'h ijas, cuJntas revcl:lciooes de los se· 'crh os tle ~JS familias oit·ian! E·;ta es una parte ml!i pr.qneoa de los it)é'on,•enientes que rt·ae el comct·· cio por medio de ~1iadns ~.i cu¡Jl il:t· bria fl~ra <)ne las Seliot·as.lu hiciesen pot· si auisn'tas? ñill¡{imo, ahsolu\ tt l mcn\e r\inguno, ·p ues los tct\'l.lcros no l.es fJharian al t·esp eto, ·pnt·_d,'ls l>O· det·osos motivos: el 1 o porque esto aleja't'í~ t ~ -cot'l'c'el't'~ n\:ia de ~\\ c~\í.'t· Lleeunlent'o, i uo hal>iu <.le se~· tan lo)·pe que .-ól rllll por1\ uc e!l l'ó jcne't·al if)S n~ e r'éJcl'en.·~ no Sor\ de la hez del puc!Jio, i P"" lo n1is­h'lo es n cc esaíio supone'rlos \·l'fi'ultli'· mente ~ie'ó cd1· ~:idbs. Po\· (lt\·a pa\'· 'te, ~a diG\\a Gh\'édad dé Id~ S'éí1oi·a'S medelliocnses; · St\S vi\·ttldes i bíel) ftle'reeida 'fJtna, 'sóh sus ma's s'c¡'{u'rós guaH)iahe~ éil tt\alqúiera p.wtc a donde v-:h·ai\. QLfe uaia JÓven soltera so r·c·caic de es,)ot'JCr'se a lás n1ih1das de l o do~, ési.o es muí jllsto i ·razonniJic\ pl'lrd ie;uales mil·am~cntos en \li'la matli·e de fau\ilia son infundados, })'Or no tJecia· -ridículos í ec;\\·a\'aF,anles. Ha(rclse, pues; la pr·ueba por tiña sola vei, si se rree que las en~aíla­rnos, i si les sale m a 1 el ensa ,, o; si una S~iltWa t::Jicc que ea'\ lnl tlchda se le falto al !'espeto o no :;e le r,iíar­tlaron IJs ronsidet•aciones debidJs; si ot l·a no ehcucnli·a que ha con1· -prado as~ gt~sto, en una llora, i mas bat·alo lo nusmo que é intélijente. co· hio ella misma, o que en Bn .el mer· ~tl@t':hb ··i·ehiél:Vi'! la' lictida de a¡:ri­ ·W a&jo> pór: daa,le guslo tm ooaotd . ' ' quiere, <'onsentimos custosos en quó se nos llame embusteros, emLaoéa· dores. Sobre todo, queremos pasar por falsar·ios i has'ta por n c¡;t·os i feos, si los merca·aercs no !ta llan perju­dicial i daiilóa la co'slumLH·e que im­pu{ ptamos, co'stulnllt·e peculiar de 1\Jcc.Jcllin i dés<.cnocida e·n todos los <.lemas pue blos de la tierra: si a ,·oz en cuello no p'ro'clama'n q'ue las'cri11 ... das los rouco c.Jesapi!iéJada·rnén'te, 'qne las piezas enteras se las dc'Vlic\ v<'n empezadas, i que en las cmpczultadus 'porque 'no 'hán 'podido· coudcsrendar cou ellas en ·al~u·na pre· ltnsi oll •desea LcHad~. N o ha sido 'n'uc's'tro 'aoirno al es:. cri brr csre ·al'llc'ü\o ·seiialar ·a nadie e'''' el dedO', ni au'ñ la 'persona de 'uua ·polire c'ria'()a. 'La 'cosl umhrc es o nt lllia, í los hechus so·n ·¡n·contes­taules, i ·por ·eso 'lte'ñYos habla­d i) . Si solo hubiésemos tenido noti~ ciJ Jc unos cuantos ·hechos aislados., 1\uuie·ramos t,>'\1a"rdado silencio 'para' no ofeude•· a nadie. @jala ·que unes· n·as )·dlecsiones 'ités't.r'uyañ una pre­ot ·u¡>ario'n tan 'fr1v:o1a ·e ínsensata co­mo la de que acabamos de hablar! D\\e"ós Ji a~ • . .'~c91' ~obo! ¿C~n· que no nos e.ngafio V.? Vaya! es V:., !lllti funu d . Seá, pues, V, bieo ve ... fli'c)o á ·csla 111e\•ra tle bbbos, i si a.dcmn~, '6si'to': JCS 'v. pea·íodico ó intern ii t~hre, estrella fija o cometa?' pot· lh os que h¡'e lo ~iga, pues esG de periouico tjUé sale cuan'do le da l ~t g:-.na, no es cosa que yo entien­Ja, i eso; que ~ntichtJo ~oti'io un ba~ \uécó. Scr,un pinia ia ca~afiuela, barrun­to ¡;uc vamos a ser V. 1 yo g•·.ande$ amir,os, i por si o por nó, YOJ des­J e áhon a \.lsai· d'el dei·echo de tal. contando á V. totlas las habladui'Ías que he oido de V., con la condi­cion, eso sí, ele que me guarde ol set'rt'lo. D iceii, desde hi~go, que es V.· uri éll\l>ustct•o, i embustero sin gra­cia, [Htes dit~ V. pel'ibdico Bollo qué ti cue siete aubS al momento mismo· de ti3CCI'. Dicen que, es V. mal surcidol'o de <:ucntos, pues ha(:e ah·~Latar hi jente poi· salnds, los cuales sn. bt'o~·. andan de ári'illa abaJo con los ca.J. ball&ros, esto es; de uná nllura ~ una emt'nfmcia; i que esto dizt¡u~ es tanto conio decla·, de uoa pietlrál a otra piedra, O ae un COSlal O o li'(j¡ J ­OOSla)! que cierlo pronombre ctia& Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Bl Antíocrueflo Con s t-i tuci ón.al l l DQ se sabe si se rcG~ rc a deudos, o a mira dJ ~: que ~ ¡ se re(ierc ~ dcu ­dos, juntú V. u o macho i una hem­bra, que es un1 junta ·· d iaool ic~; i .q ue si se ¡·c(ierc a mi•·.Hi.•s, no dc­llió ponCI' cltns lll.lS auajitQ., Cn la 111Ísma serie de iJea s, po• (1uc · dios son machos, i IJ:r'nu/ ,¡s son mujeres, i a l.ls veces muí ti cmas i .......... . p e1·o qu-:: en ·d,ltldc sí dió V. el cueolll ~ 1 dialllo, es .en aquel lo tJe ln cuanta al subcra1w po1· no sé qué fcoh ') ría de q n:! se si6uió el e:>· tenninio tic .• .,n.a d""·.tima, .a¡n·cJbt'o l . tJCI'!JLÜ: IIta de la lwmanúla-1,· pnr que si e t".l op•·vuio . i \·~erl;ü ·nt.J , bien sacri(ic;¡da cstu,·o. p.,,. ~.:~le esLi lll fueron e nsa, ·tJn'do lo· t.h: t.1 r r: · /e rt'rl a e o" de uu b oruhre que- yaceerfcl let;'lto del dl,lot·. . :Oiceo .. .... . ¿pe1·o qué no dicen, cuando ·hasta tlicoo que si V. no es padre hijo 'o ·hti'Rl3no, parece, p 61· lo rncfl os, parieo-te •u1u! inmediato -de 13 difuuta dcsa pasidnada. _ lten i esto no lo dice nadie, sirro que se lo aconsejo yo, i C", q ue Qrreglc ' st1 vcnt.l como los demas , vor trimec;tr·es., semestres o aíle!'-t.l'e<;, u otro modo setOCJanle, pu·c:. eso tte _pag::tr a r eal cadct bolJaJ a ..... r1uicn a;abe si Ae s urte, i se le qucd.J la mcrcancia en ~•s .tablas: po1>tp1e así t:\ílle·Cal'0 1 Í esta •jCnlC 81llcHI".J \10 real como se amarl'o uR 1·eo,de muc1·te. Adicion: le unnd·o '6 V. i pcnJuue ta llaneza, una vara gl·an-au~na, pa­, JlJ c¡ue, sino lo lu pot· enojo, miJ.1 con el la sus \'CI'sos; pues lo:; de la muestra parece.n u~ e, i cle­_ r ecl'lito a b s pe•·so na s, corno con el .seilor del plomcl, I.O.QUl> MC1JL:OO. ,.~f. iron. que ~e 'di~'e 'oc los 'que solo hal·en lo .que l<:s tit.'flC c u cn~a, i se tlesculiondcn de Jo tl clllas. ¡JJr/u ip-si ' fa veo.; ¡ Jt: l''t'OII t c((;'/'t.:l't'. .Esto Yice Dn:. Vicente S::il\'3 .quc·es .. EJ 80130. ~'AA' O ~~~ \ 'A 1\ M~ l)~\ DJiS. -1-:n fin, Dios 1 p1'lmcro, \'OÍ a. po~et­co t·o ~r oc im icoto de ·U. ' el mt'tl,·o q11c he lt>niuo '{laa·a .Janz aa ·n~c a l ¡·ó­l dil·o i dcj:•.r <'OITCI' u•i-pluma mflja tlu en laicl, si (Hlt'a ello no tu\'Íios .. rne asis­tn, valliOS allb . f)uiucc d ias tlc"o talJan: a mis a mi~os l.vs "~ú · si e llo~ 111C ~ui ucfl ,·cr : mis \e J·hitl:lS , flfi 'Jilal!t'CCO m lft:l1U o · aílos, i. que por· dl'fet· tt> rde <'00 foriuaóon ha ptrdiuo ' toda esperanza de '<:'oó-tra~r matrírnonin, ~ino es eón ~los ~añlds, que deLcn t r.n'cr un ~6rion innr&nso si es 'fUe caq~an con este jénero de p et ac~s ~ ' -cl¡.ta nJi!'.nta mujer, que es mi clu­en~, -n)i susto, i, ·:pan dcdrlo de una ,·ez, mi s()lllJ.,t a, ha dado e-n el pÍO de propalaT en la mitad cJ'e mis relaciones · c¡ue ·me ·caso "<'Ofl ~ ot1·a 1uitJd, i e~to con tal certe1a i con tanto tncone que •ha vrnido a acabaa· pe•· ·enrcrraame. Qur-za pnre• cr.d1 estraiio c¡oe un 'homiJl e se fle• te amedrent ar· ~ .a!'tt a tal puuto, pero 'no es la cos:a ~ si -coiDr,uir los ·tres bienes qlie trae NosiRo ese sacramento, a saLer, bo­num fH1C~1 ~C.•) Í rat otniC ílqui COQ las alas t ao cd1 tadas como si va es­HI,.. fera 1..'8sa<.lo, i va V. a \'ert'o. En dias pasa rlos ·haUalla nie de ,.¡. sft.a en casa ~ e la Se·a. l\1. que co­mo V. salle, t ~ ne tres pimpollitos que no hai mas que desear. :EAtra­mos eo una eon\'crsacion jeneral k1s\a ute animada: i vo que tl'ataLa tlt! parti t' \llarit;u·la, n1e eocont1oé sill sa l•rr como, de IM:HIOS a Loca con h aLcli ta, i ,·a si te dir,o o no te tli• p,o, ruando ' he aquí que d? i~prll· viso uHH' \'e sus lio na~ura de esta cs t.-us­C..¡¡ Odl~ PlC .pa1·~ -aahwtirmc que ·én ca~a 'de doíia lnes., de 'dodd'c ·1'er1ia a~ ualmentc, le habían asegút•ado·que ~· a teoia 50 la ·ca!la pt·ep¡t..ada ' pat·a easa1'1uc; i que había locra-do ,rcca- • J.Jar q-ue e\ .aoto:t· * l.a ·noticia no na Ct\ro que Belis3, ·aquella 'misma de que !te hablado •étr¡·iba-. ¡Tate! dije -para mi~ esta muj~r va -.a todas ·pa1tes, i en dias i>a);adas ·su.pe que me casaba en otra casa) Juego ella es la que me casa ffi e~a-: no ha\ "" ·aft'o r-emedio --sino (htde 'un ·susto. Yoime a mi ccrsa i ·en la eFervescen- Cia de mi indit;nacfde., tomo la 1plta· m-a i 'eSM·ibo': Cc>torn de ~i l drn1onios l\f.,s mal igna que: 'Caifas, "Cuando Jime, clej:.r;\s -¿'1c ' formarme malrÍOloaioJ? Ctotor r;o, l'tolO<'.otorra 'Horrible como una h"I"JJl• ;._Es ac:asn ·c ulr• m~ :-:, \¿ruc a tu$ plantas nadae corra. Tiene~ \a can do t.orrll, T; enes el cuenl'o (le jf-1\a1 f tu fe~ tda,l-sc dilata •Porque h as dad~ ~ $t'r coto~• · Como nu oca le 'lui'n qucndb t has perctitlo 'la ~~pe r .. ou, ~r luu j-u~:td o, l\~ , ven¡;anr.ll A t odo bicho nacltlo . t,.,,.,o al)fté lirmo U'll uCalum~odo••,; aqul tutl tac"ne V. Sr. 1\cdaotor, roctid& ~ O\Í 'C3Sa ~ ·perantlo la v ~osanu ele c~\8 muje~ ofelld\ua, 1 qu irn aahe s1 un unto arr"r~nudo d"c ha· llr rl:a pro\ or:tdo. Eo Go, ~ . 1\~ a<:t\lr , yo es­a; maria 'U'Iucbo ltaccr conodmieato cnn V .• por que al ubo nu es poca gaog;o c~\o

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El Antioqueño Constitucional - N. 54

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La Mujer - N. 6

Por: | Fecha: 25/11/1878

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LUh Y PI!: 1>. \ .N l"UEUZ.\ . LA MUJER, REVISTA QUINCENAL C:XCI.USIVAMC:NTE REDACTADA POR SEÑORAS Y SEÑO~ITAS, 11 ~JO L \ llfllt:CCI0:-1 111: 1.\ SESORA SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER. ~ l'JIJ',C'IO 30b. ESTUDIOS HISTÓRICOS !'40HH I•i LA :\I U.Jl·~rt l~N J.,,\. ( ' I VIJ..I~.\.U I <>X. L.\ )l l' J Jo: lt H E BH.E.\.. (I'O~TI~U \CIO:\). Yl 1 " pcfío.r por suc; pro}1ins fuerzas un:J. ·• wi:sion snl•lime, hallarse ttl frcuto Tlur: \ ~'I'Jo: 1.~ htr~n pcnuaucucia dtJI •· el o los ,I.;stinos de todo. u un nncioo, pueblo hl'lm•o en h:gi¡;to (es Jccir, 400 " v ostentar en :m ínr. rcs¡>lnndocionlc :•iíos) las ~1111!.1S JO:Seritura.s guarcluu 1111 "la iuspiraciou divina." cornplntu silt•Hcio an:n:a ele la mujPr ~l oi~es futÍ el primor lugislad('ll· r¡uo holin•.•. J\ ¡u~nus nllm•:Íonn. ::'\IoisC's tres protngicm lÍ h mujer, ponJ11C or;t. el noml•rcs: el ele ~~~ maure .!m•u/;ctl, el \Crcll\dcro intc~rprcto entro l>ios, ~~uos. ele su hl'frnana, ,1/a/'Í•'• y el do su espo. troSoíior,y los hombros, y sin embargo, so., St.}'vra. cu:ín triste y humilde no cm la suorte ·• 1 h.st:\ :II!HCil,L·t'poen dico ol autor do olln rlumnto toda n•¡uollo. época en '' clo ]as • i\lujorcs do la Bihlio.,' iíntcs c¡uo ''ngnban Jru: tribus por el do icrto! "citndo) 110 horno.s 'I:Ísto en In mujer A dla tocaban las dums fncn::~sdomés. " híblict1, in o In. mujer ~ent:ula en el ticns, ií ella el cnn~ttncio y el cui.]ndo " hogar clom<'st ic o ~~ hnjo la t iendn pn- cxclu!lho de Jo;; niiios; ) por rccom. "triarl'al, modt•lo do 'irturles n¡1nci. l'en~;n, toJas \iviau }•Ondiontcs do la 1 •· hlcs, pn•p.u·antlo con su fccnw iios. Ln gmndc.r.a de In. mujnr en brc~ o se COU\'ÍrtJ(, vnm ella e u ben. " no ba sido mñs quo el rellcjo de la dicioo. Dijo: "La. boudicion dd pa. " gmndozn. dol hombre. Yamos nhom dro afirma las casas de los hijos, mas " á verla. b rill:lr por sí propia, elevarse la maldiciou de la '1'1tad1'C saoa de cuajo " como un astro sobre el horizonte do ¡los cimientos." Más léjos aiinde : "El " los grandes hechos, recibir y desem. que abandona. á su pad ro es iufumc, y • . ~IO!JU J. J {j Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 12!! LA MUJER. el que cnojn ú su mndre es mnldccidoj ú poder de los lsrnclit."lh, y él mismo de ])íos." tu"t"o que lmir solo y á pié por terreno l>o aquel respeto que mandaba Moi. fm~oso y muerto de sed . .Al fin llegó iÍ ~es tuviese cada isrneli ta por fiU madré, la tienda de u un mujer llamada .Jahel, dimanó uu ticntitmcnto Je ruspoto pa . .Y como él uo se auevie.ali6 nl encuon. á poco las ~ituú en una posiciou o.xcnp- tro diciéndole: c:ional entre las mujeres de rul\t<>lla -Entrad actí, sciiot· mio; entrad y t'poca rcrnotísima. no temais. Como hubie~en caido los llchrcos en Cuando huho cntr:-u1o, ella le c11bri6 mnnos do un rey de Asor, y gimiesen con su maulo y le di1) de beber leche b..'\jo el domiuio de aquel bárbaro, sin con a~asajadorns p.'\lnbrns. oncoutror In manera de libertarse, una -Ponte r. la puerta de In tiet,da, la mujer logró sacarle!; del ignominioso dijo él; y si alguno llegare y to pre. cauth-erio. guntare diciendo: ¿ Hny aquí alguno? ! Uuentan las E-clitnrns "' <¡u e entre responder(::;: N o La y nioguuo. Roma y Betlwl vivia por aqncl tiempo .Tahel obedeció¡ poro cuando se hubo una tnujer muy s:'ibi¡l, y lo ora ttíuto dormido Sisara ú la sombta de su tien. 1 que •· \'enin.n {~ ella los hijos de T!ir~wl d1l, eutrú~e olla siu hacer ruiJo, tomó ¡tara todos sus litigios. •· l,lamába~~· 1 )t:. nn clavo y un tnartillo y le atravesó la JIOP.A, y sentada bajo de mm palmera sien "junt:mdo cl~;uc:ilo cou la muer. t>U ol camino rc:-11, cerca del monte te" y la ptlrfidin con la Cr>lE:l•laJ; }Jlles JUrain, juzgaba al puchlo, prommcin. ~i aquella acciou )>rucha. patriotismo y ha. sentencias sie!Jl}HC acatadas y les al~un valor, uo por eso clcjn de repug­dos~ cdia á todos contentos. nar .í los scutimicnto" cristianos un Natumimente aquella mujer estaba hecho tan iu},umnno. ¡ C:ómo ~ori:~.n en al corriente de cuanto succdin por nllí nquel entÓ11cc. las mujeros de las rn1A'lS y do los mo' imiento;; de los cj1:rcitos paganas, cuando .lnhel, <¡ttc :;crvia y de los cuomigm: creía en Dios, obmha. de esta manera ! Un dia manci•) llaml\r al }1rimcr gue. Y no e:; c~to st)lo: <·uando en hrevQ ncro dn r;u tri hu y le dijo: ·• ¡.;¡ Soiior Bcga.ron allí Jos pcrseguiclores de Si. Dios de Tsmcl os maru.ia por mi !toca. snra, Jespuc< dEJ baher pas:\llo :í tilo de 1 fJUO rouunis die-¿ mil t·omhnticutos do espada to.Jn. su ~ente, .Jnhel snli6 á re­tia tribu de X cft."llí y de Zabulon, y cihir á Ba111c y ú IMlJora y les dijo: quo \nynis á ntnror ii Sisarn, genero! -Y .. ni«l y os mostturé el ltoiUbre de los ejércitos de Jnbin, que 11cron que bu<:c."lis l derrotados si me obedoceis. Y )cmntando el manto quo le cu. -Si me ncompnñnis, contestó Bnrnc, brin mostró {i ~is.'\ra, que yac1a muerto iré á donde maudeis; pero &i no, no por su muno. 1<:1 aplauso fué general: J>nrtirf.. Débom, que i:lrn tnml•ien inspirada poc- -Bicn está. repuso clln ¡ irJ con tiza, levantó la. \OZ, y á ln faz t.lel C'jér­vos: os llevaré al torrente de tJiaon, y cito rcuuiJo iu1pto\ isó un cáutico rnuy allí encontrareis á vuostro onellligo; curioso, digno Je ntcuciou, tnnto por. ]>oro os ad\'lerto qne ou PSta oxpP.. que en t-1 pinta lns co"tttmhres de su dicion uo &rau:trcis .~.doria, porque Si- época, como por ser la yniwern. com. s:\l"a scrú entregado por mnuo de una posicion que se conoco iment."\dn por rnujP-r. una mujer, 1:{(15 nños fintes de .Jesu- <~omo Jo habia predicho l>c11ora, el cristo. gouoral enemigo fué d~rrotndo com- Libres otra noz los Hebreos, me:rcet.l plotnmeute, sus Jl\le;;tc.s dcsharatru:las, á b pujanza y valor de dos mujeres, J!US bngnjcs, carros y riquezas pasaron refiere l:l. Sagrnda Historia que per. mo.necieron tranquilos y t'n paz du. • I.ihro !V de los Jueces. 1 rante cuarenta. r.fioo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. R 1~ V I S T A Q l1 1 .i\ O E .::\ A L . VIl " puesto que te ha otorgado el vcu. " ~arte de tus enemigos y nmcorlcs. La figum feroer.inn que so proogenta " Solamente otÓrR.lmc ésto quo te ruc. en po.~ de Déborn, en los anales ho. " go : D1~jame ir dos meses tí dar 'u el. breos, e;; la. de la. HIJA de .TEFTÉ, cuyo ·• tt~ por los mO!lte&. y {¡ llornr m1 'ir. nombre propio no revelan las :::inntas •· gínidad con mis oomraiíera.s. El In E~critura..". 1" respondió: Auda." Y clejoln ir por El Jefe de los ej~rci tos ismel ita.~. ~los meses con :-us oompnfierns . . Jefté. ha.bin jurado nl Scfíor que si le La hija de .Jefté es el bello ideal do conce11ia la victoria contra los ouomi. la piedad filial y ln. nbncgaciou . .Algn. gos de su pueblo "le ofroceria al Scüor nos padres de la. Igle»ia y varios auto. , en holocausto el primero, cun.lquiern res hebreos se jn<:fiuau á creer t¡ttC que fue»c, que salic~o do las puertas Jeft,; no hizo morir Íl sn hija, como pa. 1 de su casa :í cucoutrnrlc. '' rece á primera vista por el texto sa. 1 Acostuu .. lmíb:u,e entre los Isrnolitas grado, puesto que en lo. religion ju-11 que cuando vold:t.u lo~ ejércitos ven.' daiC':l. no eran permitidos los sacrificios cedores al c:unpatncnto o ciudad eu humanos. Lo más prolmhlc es que fue.l donde moralmu Aus fn.mili:Ls, t~stas sn. se condenada. á pa..<;ar el resto do su 1 lin.u á rccibirl~s d:~m:ando, cantando y exi!ileucia en ai!!una soledad como hcr. tocando 1degre" música:> ni scín de pa.u. ~ mita.iía, dedicad;\ á la oracion, ó que 1 derel:ts y at:tmbores. pasaría á servir al ~eiior en el tomplo, Dios oye) la súplic:L del jefe isrneli. sepa.ra.d:L pn.ra siempre do su familin. y ta, Jcft~, y fáeilmcutc lo concedió la Jcl trato cou b soc1cdnd. victoria. Habiéndolo lill 1íuica hijn., sa.. Había. en el templo jmlnico mujeres li1í go:.:osa á recibirle, tocntHio y cau. lque a.sistian á (.l. en calidad do sir.) tao :lo hirnnos en honor de la. gloria de 1 vicntns del s.'\uto Tabornáculo,lns cua. su padre. les dcbin.u perrnauoccr siempre ,·ír. "Y cu•mclo la \'i6 " msgcí .Jeftt! sus genes. E'ite sacriticio era el mayor que •· vestidums )' dijo: Ay Jc mí l hijn se le podin e:ú~ir á una hebrea, consi. •· mia, tú n\c has en~'l\iiado, y to hns t.!erando que lo. mayor dosgrncia que •· eo~-rnüauo ú ti misma; por cuanto he la podía sobre' en ir cm no c~~sa.rsc y " ab1crtn mi hoon ni Rciior v va no carecer de la C.Sl'eranl'.a de ser madro. " podré ba.csr otm cosa sino ofr~ccrte Así, lo.s que SOJ"\'11\n on el templo eran " C'l holocausto." esclavas, os dcrir, ¡u·isionerns de guo. Ella le respondió: " Padre mio, si rm, y 1ara vez 6 nunca. se dedicaban ú •' has dado tu palnlmt al So•iior, haz de tlllo voluntariamcut.e. " mí todo lo que le has prometido, S. A. DE S. • Juocca, cop. XI. ( Cnnt i 111111)' í }. REFLEXIONES DE MADAMA DE LAMBERT. • La ma.vor pArte do los jo)\'OllCS dt>l uin creen que el buen gusto consisto •m 1omnr ' un airo do ligerc:r.a ó iwpicdad, que les perjudicn ante I.Aa personas sousat.a.s. Es­tos modales no prueb:m superioridad de entendimiento, ~ino desarreglo del cornzon . T.rL virtud cu las mnjcrc .. tl!l cn~lidrul : ella aumenta su olvidar la fealdad ; es el ojos, el atractivo do los e union y la paz de las familia~ • Escritora de grande influencia on .FI:mcia al plincipiar el tiÍ~Io xnn. --------------- ----------- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 124 lJ .A .\1 U ,J F. R . UNA TARDE EN EL CAMPO. Por lo orilla df'l rioclmolo Que giro por la nrholeda Hay mm nugostn vereda Que ignoro hnsta dónde 'a ; :Por ~sta s~nda escondido Lentamente c:uuiuamos, Y ni monto uos internamos Que In luz im ndo yn. Bajo la bóveda oscum I>o ramas Putrclojitllili, l'or .} C'Urn y lnHl3S unid.1~, Dt•l FlOI BCI filtro. ol ardor: lhunina la verL•da, Y poco :í poco ~>O Laiía Ln priuwrosu montaiia Con un dorado fulgor. {,a hrÍSI\ gÍtnl' f'U Jali hojns Con tlelicio&o rí1ido, l~ntono el n'o en su nido • Su lllclodiosa canciou ; fic 'c11 mnriposns he !las Do mil brillantes colore~. Y zumb:m entro lns flores J,a nbcja ~ el moscardon, l)isaudo seca lmjamsc.'\ Qoc cruje sobre In h'Tnmn, A, :Por la selvn vov nurlnmlo Siu fntign ni ca'lor. !Jo los ñrholos se nptu tan V co oso vallo precioso, Verde, frns•·o y oloros(l Conw 1111 inml•nsu j111·din; ],us cenos j lis¡u•ms lonms. csar. Dulce e;;; verse t:ircnndndn De flore,, grotUn ) follaje ... Dulce e" ruimr un pais:lJC 'I'au nnc.n o y fnsoiundor! ... ~culir In brisa del c·nmpo Que uo:< lml:lga la fn·nll', Y escuchar 1:!al•rnQamcu1~ })e las nguos el ntmOl' ! So oculta l'l ¡;ol lentmncu!l•, < 'omo al tren es tlo 1111 ¡•uc.::&jc, Y el pintorc~co pnisajo La sombra empieza ú l10rrnr. De In gr:unn 1•crfurnndn Con }lC:;ar nos lcvnntnmos, Y :i la hncicudn regrcsrunos Eutro luz rucpusculnr. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. l_ HEVIS1'.t\ (JUI:l\CEN AL. 1 1)~ wcl LA INSTRUCCION PÚBLICA EN CUNDINAMARCA, ¡ Cu \ r, es el objeto que se propone Hasta ahora la a.criou di~ociadom y el institutor, cllegi!dn.dor, el pn.tlre de desmoralizadora que la carencia. de familia, cuando pone todos los medios enseñanza religio!'r~ en las c.~cuelus ha. para que los nif!os tengan una buena prOducido, no so )ulLi:l hecho sentir 1IJ educaciou 1 ¿X o es cierto que su in. entre nosotros, porque las niñas cría. teociou es IJ debe ser la felicidad indi. dns en su hogar haLian obtenido algu. 1 vitlnn.l de cada uifio v el bien colectivo na. instrnccion religiosa, poca y !'iu 1 l de la sociedad! ¿Por ventura no se criterio ~cuera.lmcnte; pero siempre 1 debe enseñar ¡i ar¡uellos niños ciencias era. rara In. 111adre, iíuu la mú>J iguo. 1 1 y artes que les produzcan utilidnd y rante. que no enseiiara á sus hijos aL 1' Les hn.gan felices 1 Indudablemente sí. 1 gunos rudir:noutos de lo. Jocti in¡t y :í 1 Ahora, ven.mos en qué consiste l1t feli. : rezar las oraciones má> usadas. La cidatl del sér humano, y en segtlida. mujer es naturalmente inclinada á la. diremos cuále,; son los medios que en , Religion; es en ella uu instinto que nuestra humilde opiniou se deben em-1 Dios puso eu su corazon como mut ~al. plear para este fin. 1 vaguardia, ya que su constituciou es La f~licidad humana no consiste, tan endeble y fácil de c.loblega.rse :.í la por cierto, en tener goces materiales. ¡ fuerza. bruta. Pero á medida que pa. comer bien, beber bien y buscar el sen las genem.ciones, aquel vago senti. contentamiento de nuestros apetitos 1 miento religioso se irá perdiemlo. pues. j animales. De ninguna ma~e.ra consiste to qu,e las niñas ,que no, lo J)OS~~n 110 en esto la verdadera fehctdau, pues podr:m enseñar a orar a sus btJas, y para ello serin. necesario que fu~somos u11a Yez que las mujeres entre nosotros animales sin conciencia y sin o.lma.: sen.n enteramente despreocupadas y no aquello scriu dar una idea mtly apo. admitan ninguna religion ¿qué ser:í do 1 cada. y miserable del sér que Dios for. nosotros? ¡cuál será h\ :;u orto de b mú moralmente ú su imágen. Lo. ver- IN ncion ~ Al1! seiiore::; e11cargn.dos de la ' dad era fel icidaü consiste ou Yivir en instntccion púhlicn: dudamos que nin. paz cou :m couciencin.; en perfeccio. guno do vosotros mirnri:~ cou gusto tmn 1 uarsc un todo, segun el plo.n divino; nacion de mujeres, cnyo ejemplo fuese en tener la íutium conviccion de que . el de lns mujeres de Pans duraute b. estamos cumplieudo cou rme:;tro deber t Com111W! Y sin ernb:~.rgo, nuestra..'> m u. en toclns hs (!Sferas de la sociedad y jercs del pueblo sen'iu peores, mil w. que obedecernos los mnndamie11tos de ces peores, porque son llll~nos ci\·ilizn.. Dios. Pues bien: !ita dur ni pue. torin natural, le~slacion, higiene &c. blo otro freno •1ue no sea el de In filo. .Aclemas, dice el seiinr director "que sofín, que no conoce; y .~stc tiene •¡ue ca.da dia se hace miÍB prcmio¡;a la ne. 1 sor el do In Religiou . .Mns n1ín: el clo ceEidnd de adquirir uu pequeño gabi. ln. roligion católica., anncpte les pu."e :í 1 u e te de física pnm o! estudio experi. muchos tenerlo que confl'snr, porque ruontal de estn 101~tcria on ln Escuela n.tluma'i do J>et· la. índole rlol cntolicis. norma.! de Institutoras.'' mo la que salisfa.ce ú los scntimicutos Lns maestras se lcvnut.an entre !l y de nuestra mza, es tambicu la c¡uo se fl y se acuestan ií lns ti. 'l'odo el dia se profesa universalmente en el país ; la ha emplearlo en aquellos C~'~tudios que que profesaron nuestros o.buclos (y, hcmo::. apuntado; ui uua sola vez se nun do trescientos años pnm ncú, la de ha tratado de dar grncias ú Dios, ni Ja los indios) ; la que xnaml'ímos con la tu(t.S leve ornciou ha ¡13.83do por lo!' la. leche de nuestras mndrcs; lo. f}UO ho. bios do las alumun.s; de ninguna m a. redúlllos Je nuestros antepasados. 13ienlnera ~;e l1a iuvocado In asu;toncia del lo saben los •¡uc Jmn c~tudiado la. mn. Es!JÍritu Santo ¡;arn t¡uo las facilite terin; ha~ta lns iuuns se lwrednn: las sus tareas. La rel i[Jion ostú ausente de inoliuaciones y los sentimientos, como aquel reglamento, nsf como la ense. In. roligiou . .Así pues, si les arranca. iiunza de ln rnornl y de la ltrhauidad mos lí las ui1iac; la religion de sus eo. se ha elimiundo de osas cscuP)as. En razones ¡ t¡u(. les damos en camlJio! un riucon do uu cuadro de las mate. -L::~. luz, In libertad, el progroso, In ria.s que enseñan lns alumnas maestras emo.ncipncion de todo yugo 1 contos.. en la.~ escuelas anexas, Yemos que Jo¡¡ t.nrois. sábados, de lns docn y média lí In una .Ah' eso er. muy bello, y halaga ln y média, enscíínn roligion. ¡Los sába. vnuidad femenina; pero no es cierto, dos, dumntc uun horn, cnseiínn las porque no hay peor yugo que el quo maestras de la .Escuela no'rmal, reli. lWJ>Oncu las pasionc::; Jcsoncadon11das, g-ion á Jns nifins: :N o sabemos tJlU$ re. ni peor desgracia que In. do uo creer ligiou enseñan, puesto que elhs no se en u u ~úr mi¡;ericordiol;O que noil tlSl'U. preparan con estudios provioR pam ello, chn., nos atiendo y nos consul'lr~ on ni es posible quo sin una. oracion du. nuestras amarguras l ¡Por ventura po.! mnte el diu, f:Ín unu. iuvocacion :í Dios, droi1 dar :'Í todas las mujeres rirpJc7.a.s, sin nombrarle siquiern, nquellas maes. salud perfect..'\ y dichas constantes t trn.s por su sola inspiracion <:o~:eñen No; eso ni por chan1.a podríais ofro.. una ciencia tnn profunda, t.an ~rave y cerio. :Entónces, ¡qué vnle lo. iustruc. tan trascendental. Esta pretendida en. cion, qué vnlo la libertad, que vn.len señau1.a, pue~. no os más quo una burla los triunfos mundanos, si no se tiene á los padres de fo.milin quo uo son des. vcrdo.dem 'irtud y no se funda la oxis. preocupados y temen que sus hijos tencia. en el conocimiento de un Vios c¡·e~cau como los brutos, 6 una manera ------------------------------------------------------------------1~ \ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVJS'J'A QUI~CE:XAT.. 12i de snlvnr las npnrienciac: !lara poder 1 religion y de lo<: deberes •¡u e tiene ca­ascgumr que se enseña religion (uo un mujer en su e"tado, us1 como sin sabemos cuál) en lns escuela.'> normales.• momlidnd y lll'banidnd! J.\ horc~ prlscmos ú otra cucstiou, la 1 :::e dirl\ que todo lo quo lwmos dicho de la utilidad. ¡Qué objeto t.ionun las se ha dicho ya mil ,·cce~. que rcpcti­escuelus uormalcs de institutoras 1 :::lin mo¡, nue\·muente las mucins ideas que duda Herá formar :í lns que han do en- túnto se han expuesto. y que debemos ca.rgursc •le las escuelas primaria.. t ;, tun los c:lt,~licoR dar gracias ni S~r ~uprc. en In. capital ó 1m los pueblo.;, villa!! y mo ,; al ·• Grande Arqnit()cto del Uni. aldeas del J•~stnc.lo, y prepa.mr las nifins! verso " porque se nos porrnito existir del pueblo 6 que aprendan á ll't.tbujar y cousen·nr nuestros templos. Así será; y ú ser mru{r&; de jomilict pa.rn. quep>ero á pe.;;ar de todo apcltunos al pn­cumplnu con su ruision. ¡A qué '\ion o, triotismo de los Di10ctores de la lns­pue.~, la eusefinnza para la.c: mnac:t.rns truccion p1iblica. y r. ]o<; p:1dres de fa. 1 de catorce materias difer~nte..~, lns cua. mil in. que tengan alguna influencia en lles en su vida volverr.n á practicar? llas 11ltas regiones gubernati \'as, pnra. ¿N o os esto tamhien una lmdrd o so cple OliCuchen la voz ne /.,(1 .lfujer; pretende cnsci'íar á las hijas Jo las a<;ogurándoles que ella es la intérprete cocineras, (L las aldeanas, á las carho. de los sentimientos do casi todas ]ns 1 nuras y trabnjncloras del campo, canto, mujeres de todos los matices L"llílico.~, 1 calist..:uic11, coslllografía, geometría t! las cuales piden. iillJlloran, !lnplican histor·ia untund! Acaso no seria nm. 'luo so hagn. no esfuerzo parn reformar, cho mÍIS JITO\ ocl•o'o para ellns qno nunquc sen poco n poco, In instruccion 1 aprcndioseu ú leer. escribir. contar, p•iblica. en elite J;;stndo. Sin ello, nues. nlgo de gmm6.tica y ortografía, y oos- tra desgraciada patria ir•Í cada día en j t11 ra, lavado, !l¡Xandwilc, a de cltlill.tt- retroceso, por mucl10 que se cnntc vic. ría t: higiene, para. poder ser mn1lrcs torin y se iuvo,¡Ho elrm'[ft~o y In. luz. 1 do familia luhoriosns y servil· en lus r. ... ,; fo es la que 11om 1tl luz parn. ilu. 1 casas, y tÍ quionos so }e¡; pucdr\ cut m- minarnos en el camino de In civili:r.n.. ~'ur sin cuidr\llo In ropa, la despensa, cion; npa.gadla. y quednromos en ti. j lu cocitrn. y los 11iños peqncr1os? ~\ara impedir el recaer cu el pCClldo, quo don limosna por la fuer.ta : no ruo debemos apoyarnos sobre sus muletns : 1:\ gusta que comprometan al diablo á que confianza en Dios y la desconllauzn de ob.set1uio ñ Dio:~. nosotros mismO!!. ITnoed el bien, y dejad que os <..:~lum- Hncoolo todo lo rocj,..,. ,.,..~:hl,. .; .... 'M nicu. COS3!l mñs comunes. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 128 l. A )1 U .T E R . CUADROS Y RELACIONES NOVELESCAS 1 > 1!: L :~ lJ. 1 S '1' < l H I A 1> E .\. :.'\1 1~ H l () ~\ . 1 - E J, FU EH TE J) g S A :.\1 P AH A 1 l U. 1 1 ( 1'0:\t:J,USIOX). 1 C.\ Pl1TLO T ll. Pero en aquel momcuto so o~ ó la Yoz del iudio. CuA:mo tloiia Germana. Juanita ,. doii.L -:::eiíoras, dccin con dcsfallccidoncento, A un, que las qubo acorupail.'lr, llegaron nl si no me abren sus mercedes mornJ :;in ha­patio, ol corto crcJ,ú~culo intcrhupic:1l bcr hablado: Yengo hurido do muelle! hnbi.L terminado, y la noche ctupc-MdJn á -\'irgcn de lo:o Oesnmpnrndos: excla­C(\ J"rnr" 11111\' ,;sibicmcnto; pero aunque mó doiia Germana, nbnlauznndoso ¡¡ In u o hnhia ) nn11, 1'1 mnguíflou mnuto de ¡morta á ayudar 1Í la ncgm 1Í •¡uitar las eqn~llas t¡uo cubrin el cido, y la lu;r. sido- tmu<'as y coner los l'crrojo~>. ;. QtH: to ha ml c¡ue ilmuinnha el hori~oute omu sufi- sucedillo, Diego? prt'guuto; ni verlo cutrar e iPntcs p:u-n •1110 las ltlujcrcs so vieron y dejnr~>c <'<'IOr 1i ~us piés siu aliouto. unas á otros. h,en i•·go! exclnm•Í cloii'L (hmnauo, Clonnaun lo iuterrmnpió c.lit'iómlolo qne hacic•uüo una ~ciin ,¡ h llt'gm Jl:lr:L •¡uo nguardam nu pm·o. nhricm. -I>éjcume sus mercedes, l'Cpuso d iu- Doun AnrL I:IC interpuso, to nlgunn trnicion del pnrnn lo~ indio!l ñ ntocntno ? prt'gnntu indio. doña Ana, ncorc íudose por primera vez, -'I'rniCJion do Diego : cxcl unú •loiio puos ella no hobin pnrtieipndo do la 1Wli­Gcrm: llla con !o 111.1 es lo rnis;uo. -E~ cierto. -;, Ouúl es la difcn~ueia? .\1nl10!1 sou -,: Po•· r¡u.-i no lu ,!ijislc ríut..,s, imhé-l (]e ln mit~rna 'il y mi-orablo 1':>.7.n. cil l cxclam•; doiin .\ ua, para I"'nsar :i l1oiin Gcrmnua no contestó, o,·ihmrlo tiempo en la clefonsn ._. borir el mnor propio do su r.omJ,niiora; .El indio miro con turbados ojo .. á. la poro la ncgrn no pudo ménos quo clocir: española. -~ l i scñom hll sido :;iempro bncnt~o y - 1: Por qué mo insnltn.? cnJ"itativn. ~on "'H criados y cscloYos ! cumplido con mi deber'! • JO yo no? rOJltiSO doiin -Habl:l sin cuidado, r·oulcstó doña ¡ lnsolonto! Y al decir Germana, que yo no permitiré '1UO te¡ ano con allcmnu airado. vuelvan á molostnr. ~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. --------------------------------------------------- R E V I S '1' A Q U I N C E N A L . 129 Doiia Anl\ se alejó, mostrando un gesto 1 -Pero hasta ahora no Las dicho quié-de desprecio. nes ni por qué te hirieron, puo&io que go- -.Mis señoras, repuso el indio, me zabas do la confianza de tus compañeros. mandaron al pueblo del cacique Sol'lí, y -Apénas me impuse de todo esto, con­así lo hice, en eón do indio fugado y des- testó, me salí del rancho en que me lo contento con mis amos. Me recibieron los habian contado; pero en mi impaciencia, otros muy bien, y como dijo que desea- seguramente no lo hice con suficiente ba '\"engarmo no tuvieron empacho en cautela, por lo que me siguieron sin sa­descubrirme el pensamiento que tenían de berlo yo, y en el momento en que me me­atacar el fuerte, diciéndome 11ue no lo 1 tia en el monte para venir acá, me dis­habian hecho ,¡ntes porque aguardaban 1 pararon dos flechas que so hundieron ttin­l'efuerzo de otl'as tl'ibu~; que habian ofre- to en las carnes que me costó trabajo cid o ayudarles. arrancarlas; pero esto lo hice corriendo -Ah, Dios mio! exclamaron algunas por medio del bosque, y sin echar de ver españolo.s, ¿qué hareruos aquí solas y des- que perdía mucha sangro por las heridas awparadas :' caminé todo el dia: sólo cuando llegué á -¿Por qué no viniste óntes con la la puerta sentí que las fuerzas we desam-noticia? dijo uoüa Ano. desde léjos. paraban y que ¡>odia morir antes do dar -Porque no lo supe en el primer mo- aviso ... pero ... monto ... Pero quizas no :se atrevan á ata- No pudo el mísero indígena continuar, car el fuerte do pronto. Lo mejor será y volvió t¡ ¡>arder el sentido: ~í poco rato perruaner,er dentro do las palizada:; y no notaron qno agonizabl}. Doña Germana y abrirlo ti un mensajero que mandarán las demas mujeres, olvidando su propio lldelante tmyendo de regalo, en señal de riesgo, sólo pensaron en ayudar á bien paz, nnas icotcas ; • pero eu realidad con morir al pobre mensajero, que ero buen ln intencion de contar la gnarnioion que cristiano, y á quien su :una hnhia ense­tenga el fuerte y ver por dónde seria más ñado h\ doctrina. RodoiÍronle todns ollas fácil ~lar las palizadas. Es preciso no y empezaron á rezar en alt.'\ voz, dición­dejarle eutra·r, y sobre lodo evitar que dolo que se encomendara á Dios, r¡nien 1 vean que aquí sólo hRy mujeres. aunque él moria sin confe:;ion por no La- -¿Es decir que los salvnjes tienen no- ber ~;acerdote en aquel desierto, tcndria: ticia de nuestro dOt>amparo ? pl'eguntaron misericordia do su alma. algunos estremeciéndose. Así pasaron lo. noche, hasta q11e ya -Sí ; porque e.<~píns quo so ocultaban cerca de la madrugad(!. el indio espiró, y 1 en el bosque contaron los que entraron las mujeres, despues do aruorl~1jarlo para. en el fuerte, y dt::;pues les vieron snlir á hncel'le enton-ar en primera ocasiou, to· todos, múno,¡ las mujeres, que han que- das pensaron en ponerse á b defen,;i va. ' dado solas. contra el nt.nque (l.nunciado. -¿, Entc)nces por qué no no~ n.t.,caron Enseñadas muchas de clb ñ vivir en sin titubattr '! lugares peligrosos, en guo no d"J han do El indio o.~ taba exánime y cn.si no po- abundar los ataque." y gtt zaba do l :lS más contestó : preparar todo para r ÍEtLT por lo MenO& dio. hablar, pero haciendo un esfuerzo 181\lvnjes, sabían )"1\ maneJar 1 am1 y -Pensahnn qne }(1. guarnicion voh'cria el p1;mer ímp tu d~ lo ind•gOn!lS. inmediato.moute; adema~, para andar con í Natura.ln,cnle la mas osadA~ valioutA más seguridad aguardaban los gnetTeros do todas ora dor¡. Ana, y nu.n ¡u tns que he dicho. procureban ocnltl\r n miedo, f.. o • o- Diéronle uu cordial que le reanimó 1111 fund tuucnto atorradM porque Rab1an qt1e poco, y entónces doña Ana le prcauntó: si !.J,!gnhau rt ca t ev. manos de los llllha-o jos, tos 1 d!ninn Ul mum te troz en * Cuadrúpedo semejante á la tortuga, df' medio dr tos marti ~os á h 1 !\I OS y piernas cort.as y piés palmeados, que vin tar t•"" • o1 A d' : noturalmcnto en los bost¡ues cercanos ¡' los ' men ""'mna o.ru • 81• m¡ .en Jan ríos máH cálidos do América: so ma tfon" que era /Í'rooiso a tod~ e ta v .ar la on­con hojns, y es un alimento nutrilh' y mi y tr~d>ab l o indtos en d inerte, ha..,t:\ q110 semejan(.() al do la tortuga: cm,., u\1 ndo volvic ló5 de la ¡;u rniáou ú J>asara como rico manjru: entre los ind!g~ aa do lliB nl a tropa p r cl O$míno en Yia para costa~:~. __ ol ¡ue Dupar --- ·ro~o r. Ji ) Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA M'"C.TER. J.uohnllnn las tinicblns do In nocbo con cion en que ~o hnllnb:m, ellos ofreci-eron los vrimcro, nlhorc . ., del naciente din, tlcftJudorln.s hnstn rcudir In vida l't ern cuando lns espnnola~ -oyeron golpear tí b prcci,o, y lao C'nitnchs, cu sn ograd!eci­ptHll1n Ol:lorior Jo lns ¡mlizndn11. ' l'odns mieuto, Jijcron c¡uo nynd111inn como 'ul-pulidr> oicron cxclnmrmdo: rlnrlo,, ~n cunnto ll\s •:rCJ'Prnu aptas. -Los indio~! los indios 1 Y 1lll1Cl1M -En primer lngnr, t!ijo doña An:J., en do In¡¡ c¡no ~o ll:lhinu o~tentado mns va- todn tropa hay un hc;lo jofP, y U!'( 'E'R pre­lil ·nlCliJK.>CO :íutcs, ~oltm·on do :;Ídtilo las oiso que uno ile ú.~to>~ dos gucrroro.' ~en armns y corrieron á ocult:wso en el fondo In u estro caudillo, tÍ 'Iuiou dcbemo' ohede-do los B}JO~cntos. cer ,,in vncila.r. Cnd:\ nun ncudicj :i diferente lngnr: -Gran mzon tcneis, sciion1, conte,..tó doñ:1 ,\un, quo cu renlidnd no teuin mio-I.Junu Pérez, y aquí os prm;cnte .:~1 :nato do, y doña Gcrmnun, que yi\•in pendiente capitnu do estn fortnlc:r.n: ~hndor Pi11to, do fin pcn~aruieuto y á quien todo bncin ó quien juro yo en primer ln::,rnr obedecer presentir nlguun noticin de fiU hijo, so como á mi jefe y caucli11o. unieron pnro eu03miuarso á las pnli:r..ndas -Y vos, Pórnz, screis mi maestre de y }lrogutllnr •¡nién llnmnbn: oh·1111, como cmupo, contet.tcí el otro eonricuclo. 1 ),o dicho, :;o ocult:tron tomhlnnd•>, y lns 1\loment..>s dcs]mc>s los campco.res do uuis prudeutcs corrinron ¡¡ In tl•nczncla lns damas n.x.~ouocieron el emnpo, l.n-eau- 1 para ver dcstlc nllí rL los !JllO golpeahan ; do el fnl'rto pnrn cxnlllinarlu y poder, poro en hrovo tn' icrcu quo hajtn·, pol•¡tlo ntcudl'r :i su dt·fcnsn, y no r¡nednruu muy 1 1 la luz tlo la maJrngndtt no cm snli<:icnte l!nlbfcchos nluotnJ· confianza quo mandaba el quo no eran homb1cs. ~uornndor do .::lautamartn on mision nl -Es decir, o:vrlnm6 .Junnita dolorosa­Vallo IJopar, los rpre nl pnsat· quisieron mente, que no bay espornnzn da ¡;al-entrar 1111 el fuerte tÍ pedir noticias clcl in- mrnos ! 1 1 ccnt1io do In ciutln•l rlo los Hcycs. -Eso no, )'101' oicrto, dijo doiin At•n: 1 1~1 uuo 11a 1111 111ulnto rnuy conoddo eu pll<}S si es prP.ciso engaiuu· :i los indios, yo ln provit1CÍU como 1111 hnr¡uiano insigne, estoy prouta fÍ vllStinno de hOJnLrt.l é ilu­llnmndCJ Jnan Pérc~ tlo ln llosa. i:in 'ir la pont-r á e~n t·auall,,. lmbin sic.lo un tejido rle aventllrns, y orn -Hahcis ucertl'nlo, BClioru, rcpubo el fnrna qno conocin todos m¡uollo., montes portugue•, y a;Í las df'!mas'llo tieucu iucou­pnluJO & palmo,~· que declirodo dl'Sdo niño Yeuient~ cu intitaros, respondo de 1& sal­d la }JCt"60cucicm de los indio3, tcuin cono- vacion del fnm1.c! 1 cimiento de 8115 co tnmbrcs, 6\1'1 trc;Uis, 1 -¿ s.:riamcuto hnblnis? prc¡_,'Witó doüa snbtn los dtfcrcutcs idiotnllS do l!l.ll tribus Germnun. do (Jartngcr a r &\ntnmnrtn: ñ lo que ngro- -Ciertnmc·utc. Onnudo so oombnto :i gnlm ser tiwJLr muy dic~üu cu toda. sucr- los iudígenus es pteciao npclar á toda clase to do armns. :::in llogacln ni fnm te fni< se- do trct;~": Jo sah ajes scHo tienen una iial 1lc jultilv ¡mrn nc¡ncllns poht••s mujc- idcn en la cabc7.n, y quien logrn dc!'con­re , 1nnlo lllÚI:l on:wto alli ¡mJH•utcí á su certnrles es el 'encl•dor .• \si, como ello~ COIIlpaficro como nn cnpítan oouociclo en ,·ondnín pcnm:1didoH do fl116 cu el fuerte lns Antillas. por h:tl>er guerreado non buen no ~;e eocncutmn ~;ino tnujeros, al vel'lo (,xitu contro los iudígcuus ·y piratas que defeudido por Loutlrrcs su desconcertarán, cnlónc<:>s jlllluLtb:m en lns lt<\quciins i~l ns y no lardarán en huir cJ·CJCndo que han do aquellos mares. Ero ésto do nnchnien- llegfldo refuerzos tlo las !Jill7.ns ospniiolas. to port11guos. se llamaba S.'\lm~or l 'into, Antes de que lmbi~-se ncabado de habliU· tcndria cilloncnta nüc,s do odn'd, y era el portugues, :i quiou t1poy.i Juan Pérez, hombre robusto, bien formado, \serio y ya la mayor pnrto do lns mujeres snli:w poco hnblaclor. ~ en bu.'lCa de lns roptl':l qnc hnbinn dejado Cuando las :mnj,.res dos:\m}Jnr:uljd!U- los hombrE!!!, y ataviúndóse <.:on ellas ~e bioron rc.furido :i ~:__l:éspcdt•s la \ua- cubrio:Jron ademas con In~; 1\rl!llldurr.s qne ~ \ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 RE V 1 S 'J' .A Q U 1 N O E N A L . 131 1 ;:;-nh'Uron mñs :í mano . .!.o~n s~>guidn. cndu las que se usaban cntónccs paro p~,on·nr culll so fnd n.rmando cou ~pada, lnnza ,; lo::; cnt.nllo:;; de b~ armas cucmig:1s, y con mos•lude, y II'>Í se prc"Cnlnron nl cnndilloJulln tlisfrnzó al pohro Lruto,- y adema~<, ontre ut.orndn,; y : temible), pon¡ue montminmos aunque fue- fnltn :;ino lleYnrlo ul patio cxtedor, ol so .luan v vo, y sittt:indonos en el C.'lmino, cual se ve dc.~de lo nltu Otrns Oll 1uostmríais eu el últirua revuelta. del cnmiuo Jel frente, por interior del Inerte, no hlly duda que lm- donde c.nticndo ,·endráu los enemigos: riamos corror á Juuohos escuadrones do allí Jooutará en él con lnuzu en mano unn indígéons. do esta~ valiente, dnmns. -Si hay un e:~. hallo, dijo Junuitn. - 1 -Pcr!ootameute! l'Xclnmó el portu­ohitllludo J•Or el momento í'l ve.~ti.o.hn j tenia oculta el p;nNToro á cnhallo, \!rconín quo en el dch·a.q de ln.s demns. palio interior Jeho do hnbor wñs, r1uo -1 \:ro qué caballo~ niiadiú d~>ñn Aun: ellos 110 nlcnnznn ñ vor ¡ wny bien ! I>ou­tieno los cno.driles hechos pedo.zos, es gámosle ahora en movihlionto :intcs do 1 manco de todas cuatro Jmtns, tuerto, y ca- qno llcgtlO el onemi¡;o y u os cucuontro mini\ ton despacio quo .)1\ no lo emplean despro\'onidos. lns sirvioutos ni pnrn troor nf_,run del rio. L\sí lo hicieron, )Jero no sin trnbajo . .--Yl!amo::;lo, dijo el mulAto. Situáronlo ri ln !lltlida del patio interior. Llev.1ron á los dos hornllres á la pese- apuutft.lúndolo cou o.;uidnJo para quo no hrorn, y 110 puuieruu méuo9•¡uo soltar mm so fnt•m do brnccs. c.m\1\jadn nl Yer ol famo:-o caballo de AJHÍnas lo habiun )Jecho. y averiguaba batalla t¡ue le< of.reciun. Si pnrn c:1tóncus el m nluto cnnl do aquellas mujeres s.ct·ia Con· dotes huLic~o escrito el Qu1joto lo In m~uos pesada, cuando ln ncgm. á quien hubieran couJp:n'tldo á Itocinante, corre- bauin.n pu~to de centiuolB en la torro, dió gido y aumentado; pero como no oonocia un gt ito do :llnrmn, nuuucinndo que w:m el mundo t1Íln esa obra intnortal, se con- bnjar un hulto por el i'.tnnino de nmbn. 1 tentaron con 1cirse y examinnrlo por /.yndaron inmcdiatnmcuto n montar ñ todos lados. .Juanitn, •)lltl er:l lo. más jóvcu y delgada, -~le con\'iene, dijo al fin Jnan Pért'"'· cntr!.!)!:tÍronlt~ lo. lnnzn y 1.1 t•odcla, nnAO- -;. J<1,c esqueleLo? iitínolols ,; mo.nejnd:uo1 - y on seguida los 1 -l:H, -vuesto quo nquí 111> so trata sino dos hombres subteron nprcsnrodumento al de cn{,'lliinr al enemigo, verois como lo torrcon, dcspues do hnbcr eitWLdo en ln­oonscguiruos con esto nnitru1l. Aguardad gnres 'ibiblcs ñ l11 mujeres armadas, do nqui un tnomcnto, nündió, miéntras voy mnncra que los indios crO)OScn quo el y vueho, y cu tanto tened la bondlld do fuerte estaba }>ro,·isto do numerosa. guar­quiturle esa al Larda audrnjosn que cuLeo ni! ion . . >11 lomo hel'ido. S. A. ''E S. Al t"aLo do poco r~to volvir) el nlulatu Cllrgnudo u u t anundum com¡1leta, como (.)oJ concl"irá). Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1:12 LA MUJER. ---- ---------,.--- LO QUE PIENSA UNA MUJER DE LAS :\IUJEHE::3. (CO::-ITJNUACI0::-1). 1 V LA EN'"IDIA. 1 rrencias que l111.n toniJo, sin pensar en 1 el mal que aquello puede producir, tanto á los elot,riados como á los ber- LA envidia. es un defecto que nace manitos á quienes no se elogia. y se cría con mucha facilidad en el Porque i no es cierto que es muy corazon femenino. i Por qué así 1 ¿Se cruel presentar como modelo, como un nos permitirá avanzar un concepto que sér diferente de ellos á su hermano, el pueda tal vez herir nuestro orgullo? que probablemente si le conociéramos{¡ Pero aquí estamos hablando en confian- fondo seria inferior, como carácter y á un za, como lo harían dos buenas amigas mucha..<~ veces como talento, al otro de . que se encuentran á solas en su retrete. quien no hacen caso? Los niños son m u- , Ln mujer es ménos buena amiga. con lcho mús perspicaces de lo que se piensa, las damas mujeres, que los hombres· y sobre todo las nifía.s: ellas entienden unos con otros, y esto proviene del de- más pronto, se fij'l.n en todo, y en se­fecto que t.odas llevamos, en mayor 6 guida meditan hondamente en lo que Ulenor d6sis, en nuestra composicion: han oído ; sus ocupaciones, sus juegos, LA l':XVID!A. Notadlo: cualquiera cosa su constitucion y hMta la posicion que despierta á ese monstruo oculto en el tienen en su casa, las obligan á ello. m:is roc6udito pliegue del corazon fe- Cuando recuerda la 'YIÍTw, que no u be­menino. Apénns oye elogiar uua mujer nita, que para su hermana son las cari~. ¡,: á uno. de sus amigas predilectas, sea cias y los juguetes de los que visitan la 1 l>or sus virtudes, su belleza 6 su talento, casa, que para. su hermana son los e lo­a. serpiente oculta. en su corazon se gios y para ella. el desden y l3 indiferen. yergue, y su acerada lengua muerde cia, qué amargura no sentid en el fon. sin misericordia á la elogiada; y en el do de su alma y c6mo no ba do nacer lacto la encuentra 6 la desoubre mil en ella, invencible y fuerte, el sentí­defectos, y procuro rebajar, deprimir miento de la envid-ia! Sin embargo, , y oscurecer los méritos de aquella dellJemosoídodecirfrecuentemente: "Oh! ; quien oye encomiar las cualidades. · ella no entiende 1 " N o ent:ende! i Y Este defecto tan foo pMece, por qué s.'\bois, Reñoras, de lo que pa..;a. en cierto, extraño en el corazou femenino, ese tierno corazon nacido ~m amar y qne de suyo es tan caritativo oon los ' ser arundo? ¡ 06mo podre1s medir ja­desgraciados y tau abnegado en todo ¡ mas una inteligencin infantil! Muchas caso. Veamos de dónde proviene. Cree. l voces porque el niño no se &~.be expre­mos que aquella mancha proviene de sar se cree que no entiende, y no es la mala, 6 más bien, de la err6nea edu- ' así ¡ esas son facultades diferentes : el cacion que las madres, sin pensarlo, niffo puede comprender perftctameute, dan á sus hijos. Por ejemplo, en nues- aunque no pueda eltplicar lo que com­trn tierra nndie se cuida de lo que ha.. prende. bla delante de los niños, bajo pretexto No decimos que e) cora~on de la de que no entienden lo que dicen las madre ame mús al uno que tl otro, eso lJe)•sonas gra1ules: así, encomian y el o- i no ¡-ama tal vez más al str que cree b'Ían á los nifios por su belleza, talen- . bn sido más desheredado poc la N a tu­tos y cualidades delante de elloiJ. Cuan-¡ raleza, pero su vanidad, su ccgullo ma­tan las gracias, las vivezas y las ocu- ternal se funda en las gracia. sólo á propout~rosla como sólida., prudencia, paciencia :l toda propia. para vuestrn medito.cion. M u. prueha, perspicn<'in, bondad iu:\gotn.ulo, cha:; vCCO$ las mujeres hacernos el mal energín, fuerY~1. de voluotnd; cu fin, os sin pew;arlo, por irrctlexion: es pro. preciso ser una sa.nta <'omplota, ¡y ciso, puo , cultivar esta. facultad in te. qui(.u de nosotras podría asegurar que lcctual y pensar siempre en lo que lo e:. l decimos. Entre csu'R cualiuadcs no hemos meu. Pero nos atrevemos ú hacer en este cionndo el nmor de madre, porque ese nsnnto una obscrvacion rruís. Ya. hemos lo tienen 11\lestraq mujeres en grndo trotado do señalar el runl que se puede eminente; pero el amor de madre ciu. hncor' los tliños no elogiados: ¡ qué no go, sordo y mudo, es mtis purnicioso diremos del mal qno se hace al que es que ~>i no lo tuviéramos, y puede causar prc..~entado como ejemplo~ ¡Qué aire mayores males en In sociedad que todo orgulloso el que le vereis tomar 1 : qut\ lo demas. mi radas de petulancia lanza. en torno Hemos visto, pues, cul'il es el génnon .~uyo, y cuánta hipocresía no nutre primero de la. pasion de la envidia, y nquel tierno cornzoncito, que en lugar cómo la hacen uncer con sus impru. de volverse ,wturalment~ nl bien, en dencias en el corA.zon femenino las adelnnte lo aparenta;·á solamente 1 mismn.q personas que Dios ha puesto Ahora vedle con sus hermanos: qué en el mundo para. que sean los guíns de aspecto de prote~cion el que ap.1.routa.llla juventud. En el corazon del hombre y c6mo nquel ejemplo de virtuu (hipó., tnmhien existe aquella p.1.sioc, por los critt~. tal vez), so mnuifiesta frecuente. mismos motivos, pero en él la envidia mente cru€'1, duro, exigente v de mal se vuelve genemlmente oditt, y rara. genio! ¡ I'or q1u~ fi.<;Í 1 Porque "sabe que vez tiene la persistencia oculta. y na­las quejas de los domas no serán aten. • turnl pequet1ez c¡ue en el alma. feme. didas como las suy11s, y que bastará 1 ninn : el llombre, por su eduoncion y una mirada. de sus hollos ojos, una. ca. su vida. más tí la vista del mundo, es ricia, una. palabra de :unor para con su genemlmento mús franco, y In franquo. madre, para. que ella le dé In. rnzon; en za no cuadra con la ell\·idia que da el tanto que su hcrmauito, que no tiene golpe pero oculta. la mano. No por esto el arto de decir co!:'as bonit.'l.S, cuvos se oroa que tenemos mejor opinion, ea ojos no son expresivos y cuyos modales general, do los hombres <¡ue de lns rou. no son insinwmtes, no podrli competir jeras; al contrario: las mujeres tienen con el otro. tlcfcctos, los hombres vicios. En manos Ah ! señoras, elogiad, admirad fi do lo.s mujeres estii el ]JOder Je TCfor. vuestros l.ijos cuanto qnorais, pero mar los vicios de los hombros, poro guardúos de hacerlo delante do cllOb. para eso es preciso que empecemos por El bien. nunca os vord,Ldero sino cn:m. procurar corregirnos do nuc tros de. 1 do es enteramente ?Udz, ral; cuando el fectos. j nifio lo hace por hacer un papel, para La envidia en la mujer no es, como recoger premios y obtener Jlll.labrns de en el hombre, el deseo de lucil' m(IS elogio, el bi.e1~ se convierto en el gér. que los demos, hallar mejor acogida en mon del 'flial. el mundo, obtener mejor empleo, 6 Y dirois todavía que es flkil ser bue. más lucrativo negocio; eso sentimiento na madre de familia y guia. do la ju. en elln consiste en la exageracion de ll"entud 1 Nos tachareis do exageradas una. buena cualidad: del deseo de ser porque decimos que os la mision máli 1 amadns, necesidad impel'iosu eu el cora. 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. L A :ll 1J .1 'E R . --- ....--- zon fcmrmino y múvil vivnz do su cxü:. pasoR y trolmjnmos. JlOr educamos,­tencia. La mujer ll?ll" eon ¡,a:;ion, en uucstm pooro patnn, nl cabo de ulgu­t: mto que el hombro qll it!'l'll ('011 pa.sion: nos años. será mm gu:uid:t C contenta toAA,- es preciso confesarlo: y la es pe. mucl1as veces ('011 querer .~¡ s6lo, y no mn;m de salvndon no e:.tá sino en los tiene aquellos celos de cuanto rodea. al e fueno.,; que puedan hacer los vndres, s(.r amado. que experirnenttt la mujer y sobre todo la.-; madres de familia, que desearin. obtener el mismo amor parn c1ue la. pr6xirna generacion, que que ella da. Ella querría siumpre reci- empie:tn -á levantarse ahora, sea mejor bir el mismo cariiio (1ue puede ofrecer, cducncln, que ln.s anteriores. Hcllexiouad y est.."'. prelonsion es ilusoria con Jos en las cousecueucias de las imprmlcn­hombres, p:u-n ftuienes lo~ nmigos son cins que sin cemr cometemos t.'Oh Imes­do mucha más importancia qtte la.; tTrui palabras y nuOstr.\1; acciones. Dios nmiga~ pam las mujere:<. Ln vida intc- es muy roisenconJioso: él nos da siem­lectunl es ncco¡;arin para los hombres, pre fuena, vigot· y aliento para llevar y r.otn rara. ve:-. la encueutmn en :;u á cnbo una buena obra. ~o nos clurma­casa, sino en ln amistad de los amigos. m os, pues, sobro el borde del u bisruo, ou ¡Querríais ohtoner aquel scutimiento el <]UU no sol amonte nos preciJlitnromos do vuestro esposo ? Sud pnm él no so- en bren~. sino que en él se JJUwlirfi.n lamente In esposa. de su comzon, la nuestro;; hijos, 1n idea. más triRtc pnm mn.dro de ~us hijos y lr~ llavera de su mm mndro 1 Una mrt(lro seria ('npaz de hognr, sino In a10ign do su nlrna. En. entregar ha~ta su almo. J>ltr'IL salvar la. trnri en su vi.lu intelectual, secl la do. ele su hijo; uhom, JlU<'!l, CU:\UUO sólo se posita.ria. tle sus ideM, formad vuestra In pide prudencia, i oo la baUarú en inteligencia para toml\r J>nrtc en la su c:orazon ~ existencia de In parte montnl del hom. .Empecemos por ser 'Prud ntes, que bre: subid l1úcin. la partealtndo ln inte- por algo se hn de ompe:tar, y una vez ligencia mnsculi un., y no proc:urcis reba- quo consigamos acrlo, las doma virtu­jarla tratando de que ella tomc parto dos nos irán inspiraudo poco 6 poco y en las faenas caseras y miserins íntimas nl cabo do algunos años ,·enwo cou del hognr. ~i así lo lliciérarnos, siempre Mornhro cuúuto hion ¡;o ha nlcauzado, los hombros nos respctnricm y no ton. s6lo con tener bncnn voluntad y e. drian derecho do llamarnos fútiles ni :tlmciouar en lns consecuencias de nuos. fastidiol>as. trns pnlabras. ::;i lt\S mujeres nos ocuplímtnos mtts \'I L.\ MALEDICf;~CL\ . en buscar intercs en lo Urn verdad, uo seria tnnto el mal de los nifios, inspirlíndolus noLlos sen ti- que so hiciem; pero la maledicencia mi en tos, y al10ismo tiempo no Jlrocura.. no se púm cu ln verdad no miís: siem­mos corregirnos do nuestros defectos pro a.íiade a.lgo de lo que no vió ni oyó. (tlofoctos quo pueden pesar en Ja balan- Ln imagina.cion tiene grnn parto culo ?A de la justicia divina. tanto como crí- que so dice eu contra do las personas menes); si no volvemos sobre nuestros 1 de quienes 60 Labia: se in_tie~'-6 primero,. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. R E V I S 'J' .A Q \1 I :N C .E N A L . 13.i (1ue al~'llllfl pcrsoua. pudiem. haber he. l hle en~tcndarla con nuestro h;f'n cjcm­cho tal ó cual cosa, en seguida so <'rt:e plo. J Acaso c..~ preciso pul,licn.r él mo­que a.c:í fu l', y por último so dice fJUO ti vú de uue~trn rcscn n ! ¡ E~ ucccsario, sucedió do tul <Í cual manera. Hay por "entura, sacar {¡ lucir los defectos muchas personas quf', no diremos se y los enores de nuestros vecino~. sólo complacen con el mal ajeno, sii1o que por el gusto de mauifc~:;tar IJilO conoce­no lo siontcn, porr¡ue nlguu escándalo mo,; las Yidns ajena:s! Sin embar¡{o, si en la ' 'oci ndnd da eutrctenimiouto 1i su ft11~rnmos (.estudiar el fouclo clel co~a.-:on mcnt{l deSOCOrsonus, c¡uE'\ c.sta­rren dn cnro en casa aí dar la uoticiu, ricm prouta.s á bacer el bien cu lo po­Y al mismo tiempo estudian la impro. sible aí aqucll~ pero allí Dios manda. con respecto á uucstros re~ultau mil hi,torÍI\.'l, Íl cualmús dm. prójimos y lu~cia nuestras fmnilins. máticns é invero:.1mila-.. las que cun. .1<:: toen cuanto :i roformnr nuestros den por to~a la ciudad con la mayor propios defectos; pero en cuanto ú velocidatl en nlns .de la. malediconcin. evitarlos eu nuestros hijos, tamlrien es '·Do nlgo )JCIUO!:i do Lnl.llar! so uicou pn:ciw llO darleg mnl ejemplo con todos. y si no nos octtpamos de lo que uuestms palabras. ~o doLemos pormi. dicen los dumas, tpltÍ haremos!" tir que cm nuestm prcsoucin lo. niños <~~~~~hu remos! JlliCs ttmer wucho quo se ousn~··m e'u el arto do scl' gmdosos, hncer en Jlltest rn. casn, mucho en t¡\lt~ illlitnndo los défectos, riéHUblic.índolo tÍ todos los '"ion tos 1 pensar mnl, debemos ufcnr nq u el defecto ::5i ejercit.ISeUJos uucstm o«!ividad e u y manifestarles nuestro desagrado. Esto ésto. practicando el bien con lll misma bnstnria p..'lra. corregir en su génuen la asit.lnulad que el mal, por lo ménos, en costumbre de hur1nrsc:. costumhro <)Ue, breve n:rinmos \ln6gran cmnbio en In nudn.oJo el tiempo, se convierte en u11a sociedo.d, Poro In. mnlcdiccucin., <¡ue os mall'diceucia. iuvetomtlo., 'Pif! no se ltiju.lcgítitnr~do la\P.ovidin,uocoucluir,í 1úl.llic.'l. y pri va.da ~ ¡ dol.le. ejecutar sólo con la pnlallm, : r¡uó raza remos ,·er el mal y callar? Sf: debe tan \"'Írtuo:;auo serial¡\ quo solevantara haber una sn.nciou. ~o frecuentemos lo. despnes de la :presento gcnora.cion! mn.ln. sociedad, y }lrocnremos en lo posi. l ( Clntti,¿nw·á). K .J_\. VE S. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ---------- - - - - LA MUJER. DOÑA JERÓNIMA . .!-."0\""EL.\. DE <:OSTU)!BRES .S&o-GRAX .\DIX.\8. (.CI'l~l'INUACION). 'CAPITULO V. tomado por asalto y conquistado por · Eduardo sin el menor trabajo. Hasta Li.S rLUSIOSEB DE DO'ii .\ JF:RoNDI: \, t6 } en nces, y á pesar de o mucho que CO:\fG oomos dicho, odoña Jerónima babia frecuentado toda. especie de SO­se babia. llenado de júbilo desde -que ciedades, no ha bia. recibido sino míse­notó las marcadas intenciones d&l .ele. ros -obsequios y distra.idn.s n.t~ncioncs; gante Eduardo Monoonegro para. con imagínese, pues, &u encanto al verse ~n hija. Creía que al fin babia llegado ga;la.nteada en toda forma y asidua. la ocasit>n, tan ardientemente ansiada, mente por un joven de apuesta pre. de casa~r su bija con u u j6v.en de 1~ alta sencia., de conducta desarreglada ( c.-ua­sociedad. Desgraciadamente lai! fiestas lbdad -que muchas mujeres aprecian terminaban ya, y los -que habian ido á como un mérito), de a.legre ,·ida, y cu­ellns a.nunciaban su pr6xima. partida. ya.s i.ns!n oor- jeres. Infelices! se ballabnn entera. tero de an.utivar la buena. voluntad de mente á In. merced do ar¡uellos tun-.. m. Bduardo, ouya. fam.'L de tunante é in- tes, pues don Teodoro, uua vez que la.s cnsa.ble la traía un tanto preocupada. hubo instalado, regresó :í la Sabana, Ef;tos consejos, 'que m{¡s :pn:recin.n reco. aguardando el día. en que doña. .J eroni­tas, no los ha.hia. aprendido en b vida ma le necesitase para volver á Bogotá. práctic~, sino en mil novelas tontas y Animado por las mueLas copas -que 1 exageradas que, como ántes hemos di. babia. tomado desde ~ue empezó el cho, eran su lectura favorita.. La pobre baile, Eduardo se ma.nilcst6 ta.n snper. Cll.Sa.ndra, sumisa. y enamorada, ofreci6 lativamente rendido con Casandra, que seguir punto por punto las descabella- estaba. ésta. fuera de sí de contento, y da.s instruccione~ de su madre, :pues su doña Jer6nima, gozosa con los triunfos cora.zon, cándido y débil, babia sido tardíos de su bija, estaba "coronada. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. " - REVI:::>TA QUINCENAL. 137 --------~--- ·---,...----- de sonrisas," segun la graciosa expre. comido y bebido con un entusiasmo sion inglesa. La anciana viuda ae mos. digno de mejor causa, ya cerca de las traba tm piera compn.decido y resuelto no -Oh! Etluardo. no sea tan exigente! llevar :í caLo su cruelísilno propósito. -¿Yo he oxigido algo que ustoJ no Eduardo, sinembargo, sólo veía que las desee cumplir! cosas tomaban u u aspecto li!:ionjoro -E~a cita .. . para ganat· su apuesta, y redohla\1a. su -Ah : i con que despues de l1aber nmabilidacl y falsali palu.Lms para aca. ofrecido,' faltariu. á su palabra. y rehu. bada de roudir. saria cumplirla! 1 J ulinua, que na.tural1nente había si- -Usted elijo c¡ue me oxigia eee fel que -Eduardo, óigame usted! sólo ella y su madre creían seno. -D~jeme usted, ingrata! Despues de haber bailado mucho, -¿Se ha molestado conmigo? TOllO l. 18 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 138 LA MUJER. -No es para ménos ... Así : adio!'l! conmovieron hondamente á JnJíana, -No diga eso~ qne pcnna.neci6 largo rato medit.'lbuu- -No me voherá usted ú ver jam:tS; da, y en SEl6T1.tída, cubriéndose la ca. m ahora mismo, ántes Je aclarar el dia., con las manos, rasgaron su pecho dolo-estar.; en camino para Bogotá. rosísimos aunque ahogados sollozos. -Óigarne! ..1\quolla frase leida al acaso acabo.ba -Estoy sordo. de iluminar rn pensamiento con uua -Bueno, pues, dijo ella con los ojos claridad que la patentízuba la vaga llenos de lágrimas, iré á donde usted causa de su agitacion y tristeza. El lo eúgo. poeta babia puesto en palabras lo que Eduardo, que hahia permanecido con ella sentin. En medio de una fiesta, al la espalda vuelta, la tomeS In. mano, In compas :le b música, rozándose con él miró con una ternura perfcctnroente al bailar, ella babia pa.~ado largas ho­simulada, y sin decir nada R:di6 de la rns e11 la presencia do EduarJo, Je ese sala y se fué ú nnir á sus amigos, que Eduardo que había ocupado su cora- 1 lo aguardaban á la puerta. zon por tantos afios, y ya solamente ............... ...... ................ ........... la indiferencia v hasta el rencor era Cna.ndo Juliana salió de la tertulia lo que ~>eutian áiiibos, sin el menor ras­y pasó á su casa encontr6 que su ma- tro do las dulces emociones de otros dre estaba dormida, y como se sintiese tiempos. Cuán triste no era pensar que sumamente acalorada y agitada. se quit6 podían convertirse en cenizn, en hu­el vestido, y envolviéndose en un pei. mo vano los nfoctos mlÍ!'; elevados y nador de muselina se recost6 sobre su más r~uros del alma humana, y que lo~> cama¡ tomó el primer libro que en- juramentos más ~:~olemnes se olvidan y contro á wauo. Había abierto b ven- se pierden sólo porque pnsa. el tiempo tana, y ráfagas de ambiente perfumado y ést~ con su negra alá va borrándolo por los jazmines r¡ue crecían en el ve. todo, todo! Juliana lloraba amargameu­cino solar llc~aban hasta ella. Se sen- te, pero no era por el perdido amor de tia, coruo humos dicho, agitada y sin un hombre indigno de su estimacion: sueño, pero al mi.-;mo tiempo trntaba. lloraba por el enga.fio sufrido, por la de no ahondar sus pensamientos; así, dolorosa dcsilnsion do su vida, -¡or el acercándose á h~ luz que tenia cerca, vacío que de reponte se formo en su abrió el libro y leyó lo primero que cora.wn; llombn aquella debilida¿ que encontró. So.ltarou á su vista las si- sintió cu su ::;t~r. tlobilidatl que viviera. guicutcs líneas, ljUO leyó con creciente en ella siempre, pues no se 'Puede iuteres, y aunque ostaban en frances a.rrnncar de miz el primer amor que las tradujo MÍ: pcnetm en el cora;r.on y en ol alrna, sin " f1n lw ,;sto otra vez: sus ojos hri- causar hondos :>acudimientos y ~eso. " liaban como on otro tiempo, sus la- quilibrio en la orgunizacion tr;Oral. " bios ~:~ourc-iun como ent6nces y su ¿Quién croyern, se decía Juliann, que " voz sonaba. en mi oído; pero ya no al cabo de rulos ~~1, el que } abia ¡;ido " ero. es:~. su sonrisa ni su voz .... Esas para ella el tipo más pcrfectQ de mbn­" miradas rjlte en un tiempo aJoré, no llcrosidad, pasara á su lado sin müarla, " se confundían ya con las miafl, y ha- casi con de~:~cortesía, fingiendo- amcor por ·• hia mome11tos en que me provoc.'\bn. otra, elllplea.ndo, para llevar :Ji cal» una "gritarla: i Qué has hecho, infiel, qué chanza cruel, el mismo acento q'Je la " has bocho de nuestro pMaclo 1 " encantara en otro tiempo y Las m:smns El libro era. una coleccion de poe- frases que la cautivn.ran L. Pero r.o so. síns de Alfredo Je :Musset, regalo que ly.mente esto la afligía., sino que tam- 1 le babia enviado Eduardo desde París, bien la dolía el estado de sn conzon, n.uy rccien llegado á esa capital. Las porque, que otro corozon se ~enfriu-a y palabras de la composicion, así como cambiara, lo comprendía, pero que en­el recuerdo que la tmia aquel libro, contrara el suyo propio mud:l.l.do, e>o no Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. R.E\TJS'P.A QU J NCEN AL . se lo podiro perdonar. Sí¡ ella ta.mbieu ne%1-<>en el derecho rle sentir otra cosa; se habia ocupado do otro y so ho.bia la mt~sica más alegre para los demas, sentido feliJ:. ::-\u mano se apoyaba con- no tiene para. mí sino modu lncioncs tenta y orgullosa ~11 otro bri\ZO, y sus tristes r desobdoms! .... i Por ' 'en tu m ojos buscaban otros ojo~, su acento Luig, con su espíritu frío y amnntc do comnovido y casi tierno coutcsta.b& la verdad, me hará cambiat· do ideas y alboro1.ado ~í otro acento c¡uo ln cauti. me impedirá u<;ar el t>.scnl)lelo con quo vaba. Luis de la l~ncina se hahia ma- acostumbro há muchos niios tlisocar nifestado nquelltL noche con agrado á mis más íntimas emociones v sacarlas ella, v tí ella. uo rn{IS., con tánta atuabi. á luz para. examinarlas, lo que túuto Jidad: con un cariiío tan ::,iucero y pa- toe hace sufrir? E ... ta manfa de arras. labras que llevaban tal Ste nuevo nf~cto, y lo. Naturaleza. vió nl silencio, compafiero do ln oscu. no la sonreía yo. corno eu el tiempo en ridBd. Largo rato permaneció en aso. que am!lba r. l<~uardo. "Nuuca en. cho Juliana, pero nl fin In rindió el cuentro en las bellezas físicas del muu. :-ueño, y pensando haber sido juguete do aquella nlegrín que todos dicen ,¡ue de uoa fantasfa sin fundamento real, tiene, se decin: el ciclo estrolltuio p:l- busc6 ¡u lecho, y nJ cabo de pocos mo. rece que me mirn con suB miles de mentos dormía. tranquila y sosegada. 1 ojos llorosos y compasivos; los lirboles, cuando me nccrco, mueven suB hojns ÜLGA. cou susurro melancólico, cunl si rne (Corllinnarñ). ----------~··.---------- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 140 LA .MU .TJ.~ R . NO TIC I A DE LA ARCIII-CONFRATERNIDAD DE LAS MADRES CRISTIANAS. • Recomendamos la lectum del siguiente artículo (jUe se nos 11:1. enviado para su publicacion. Lus personas que quieran iu:-cl"ihir:¡c en esta s:mtn asociacion lo pucucn hacer en C'l ahuaccu tlcl :-ciior Antonio Espina, :2." carrera nl X orte, abajo de la. agencia de Yt\r­gas, García Hieo & C. • El fin de estn Confraternidad es el cieno el Licn y lo. salud c.spiritual do de solicitar de la Diviun. misericordia sus hijos, tan cnrnmcnto umndoR! el numcnto do grucins que necesitan Ln. sede de la. nrchi.confmtcmidnd llus madres cristianas. A este efecto el se hn. fijado eu Pn.ris, en la capilla de •j cornzou de estas wnclrcs, unido ul corn. las religiosas de Nuestra Reiiom de 1 zou r;auto ~~ inmneulaclo de ~[:u-ín, po. Sion, y e~tn. pi1~dosa nsocincion so ha 1 non en comun sus solicitudes y sus extendido IÍ un gra.u uúmoro 1lo ciudn. orn.cionos, á fin do obtener pam sus hi. dos de Francia. Ln~; personns cpte Ita. jos y paro. MIS fa mi 1 ias, las bendiciones bi ten en algunn. diúccsig o u c¡ue lu do Dios. o.rcl.Ji.confraternidnd no estíí cnuóuica. Clltl indoS3 asociocion matcmnl! Bieu cribir en Pnris, á fiu do pnnicipar do 1 sabi o es el poder rlc In orncion fer. la!. oraciones y de las buonas obras do • viento, aun cunudo Een. nisl!uh. :Mas las madres cristianos. cunl scrli su poder y su accion irrcc;is- Las condiciones do la. admisiou ií la tiLle sobre ol cornzou de Nuestro Se. nrchi.coufrnter:nidad son las siguientes: :ñor! cuando lns madres cristinuns, tao 1." Inscribir su nombre y su lmlJi. nrrlHmtcs en su ternura, pongan eu tacion en el reQistro de LAS )IADHES co!llun sus \Otos, ~·s nngustin~, MtS l:í. UniS'fiAXAS, y depositnrlo en la sede {:,'l'lmns y sus oracJOne~, para unplornr de la Co-ofrater:nidarl. 1 ol socorro de María, In 1 !i \ i DI\ . ~1ad.re 1 2! Dcci r cada Ji a la súplic.'l v prc. ~e las mnd~es y ~le lo5 ~lJOS! _F:t el ~O- ces que se publicar :in desJlUCS. • 11or ~? ~ov16 lí J~Ie.lnd ,, la v1stn de. la :J! Hacer ca.dn. me~ unn cotnuniou poln e nucl.n ile Nním, .t!n!lta clovol,vet.ln, forvoros.'\ por la intPucion do todas lns l>Ol' un mll:lforo, ni btJo cuya.t. p-.rdtd.a madre~ asociarlas; y !>uplir, cu cuso do Iom ha, ¡ qut no harñ ÉI, l!or t,mtos Dll- impedimento, cou 1:\ santa misa y la los Jo mndros 'luo lo ¡ndou de cou. comuoion espiritual. • r.os I:stalnt(lll dtl nsta flonfrn!r.núdad han sido nprnh:ulns en 2!i do ,Julio el el pr<'­lltllllo uiíu por • 1 JlnHtrísimn s••iior Ol•ispo ch1 Oentnrin, Vi• aliu J;C'llOral. La iuHinluciou toudrá h1gur IL6Í •]IHl !le nmnnn nl.,"'mo. fon­dos Jlnl11 los ¡;nstos previos. Toda persona que tongo. eom7.on •lo mn41 ro parn cou los ni- 1 nos, ¡.uedo hn•·e¡· ¡turto do estu asodnciun. 1 Ln cuota con quo l'ada una dui>O contrihnir es ,·olunt.'lria; poro se suplica no hajo de 1 medio renl por roca. l~n el Hstnl.Jlccimieuto do vestidos de luto, rallo del Teatro, se ins­criltirán los noml.rcs y so rocibirñn lus sns­criciones por In sciiorn :5olcdud Acosta do Sampcr. 4." Asi.stir, tanto cuanto sea J>osihle, á las reuniones mensu:des do In. Con. f r::~.ternidu.d. :1." (Adicioun.l en Bogotií). Contri. b11ir para la rni~a de lo!'! prinwros ~:11m. dos, para. la otra Je cadn mes y para la ñe~t!l. anual, en memoria de los do. lores del Corazon lomnculaJo do ~Ja. ría, con suf. limosnas, doposit~nrlolns en manos de la setiora socio do la Con. fraternidad IJ.Ue ~;e elija. 6." (Id.) Las asociadas que pueJnn a.tL~iliar á los socios de san Vicente do Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. R E Y I S '1' A Q U I N O B X A L . 141 Paúl pam el nrlclnntnrniento do sus OS­cuelas, lo mismo <(liC :í lns Hcrmnnns de la. cnridnd, har:íu UUIL santa ohrn. 7 •• C.'l.dn nsocinda sol ici t.flr,í, por lo rnt<­nos, otras e. sino es "i:;itando la. iglesia ú ca­pilla eu <¡ue se encuentre cstablocidn r·nnóuicamente ]n archi-confratornidnd: Lo!: hijos de las ~ociadas difuntas continuarán panicipawlo de las ora­cione,; de la. cofradía. L:u> indulgencia~ concedidas en lns fiestas de ¡.; uestra Soiíora do los Siete Dolores, San José y Sauta...\lúnicll., son aplicallles ·í los difuntos. El santo Facrificio do 1:~ ?lfisn so ce­lebrará en los din~; arriba indicaJos, y por Jn. inteucion de las .Mndrcs Cri:J­tianns. En cnda. una de sus reuniones, des­pues de lu misa, se recomendará :í las oraciones de las )!adres allí presentes, las intenciones particulares r¡uo hayan sido especialmente expre,.adas; y á h lectura de esas recomendaciones Fcgui- 1 ní un Patcr nm;ter, .At-1' Jlcu·ía, y luego la o1aciou general por todos l011 hijos, y las oraciones que deben decirse todos los dios. LAS DOS REINAS DE CHIPRE (SIGLO XV ). C lJ A l > H. O l::; ]) 1~ 1, A li l ::> •r O R I A U 1 [ 1 P l t 1 O ~· A. ( OONTDíUAOIO~). OU.\Jmo JJI. U:SA F.SOY.NA ¡.:,..- Jo:l, 1'.\1 •• \C)JO llt.J. IJUX. E.L r.ouso•jo 1lo los Dil'Z so hnllaba reunido una voY. en PI palacio rlnc·ll, l'n tanto o¡ue á lo ¡,:jos llcg.•ba el rumor do lns fiestas y gritos de alegría do nua noche tic carnaval. El Vn::r, anciano de 11111s de ¡;u aiu,s, qno rarn vez a.sistiu á las sesiones del goloíorno, so Labia presentado Uliqucis lo quo dice nuestro ettt•Ía. -l~n primer lugar, dijo el primero qnr~ babia hablado, rccordanl vue'itra so1wria ((tiC el principal instrnwcnto r¡nc lcni•unns <'11 In corto do Chipre cm el hijo do In no•! riza ele In Hciua, el cual r;oi.Jcrno.ba 1¡ su mnm1ugal, fné que Jauu" Jo a!stariÍ fuem do comlmte. -Al contrario, repuso el viejo Dnx, c!l preciso impedir <¡ue se haga clérigo, y so d:mi tínlcn para que se le fomente lt~ umbi­cion, rnoatninrlole el trono de su padre como que debe eer el a•tyo propio. -l'cro Oarlota es la heredera lef>ltima, y esto seria suscitar nna dificultad mas. -¿No compreudcis, dijo el Dux, que la vcrdndera :astuci~ diplomútic:a oonaiato en poner en luchn ú dos rivales para dehilitarlcs á ámbos 't Ese Jnnufl ser& nuestro campeon siu pensarlo, Soplaremos In llan&a do la dis­oordia entre m¡nelloa dos l1ennanos, y sólo cumulo sea tiempo nos adel•u•tnrcrnos 1Í to­mur parte en la disputa. - Pero hasta ahora Janus no ha ponaatlo 011 el trono, RCg\ln parece, y solo UUJhieioua el ar7.obispado ... -Se lo hará pensar en el trono y olvidar f.'l anobispnrlo. - No ulvideis mi recomenrlacion, añadió: es preciso insistir en esto c.n 1118 comunica­ciones á Gomaro ••. Ahora p11Bcmoa nl nBpt~to quo nos ha reunido. ¿A quién debe darse la mano de Oarlota, viuda ya? ... -El Jlrimer marido de la prínccsn. dijo uno, no com·euia, pues en\ hornl•re audaz, int~ligeutc, y hubiem defendido el trono de au t'!'tl08a con un brio porjudicial... l'or eso rnuno ... -1~1 próximo, repuso otro, eR prociBo bus­c: nlo débil, pusilúnimo y perezoso ... y podrá VÍ\'ir. El Dux inclinó la cabeza sobre el pecho y pc~m~ncció en silencio al¡,"lln rato; los dewas le Jm1taron. - ¡, 'l'cneis á mano el libro en (JUe están inscritos los nombre¡; y loR caractórcs de to­das lo.s pt'rsoniiS influyentes de la cristian­dad? Jllognutó. JJahiéndole dicho que RÍ, nñadió: - Buscad el nombre del hijo del duque de Saboyu, Luis, conde do Génova. -"Luis, hijo sc~undo del duque de Saoo­ya, leyó el Secreta.rJO, nació en 1431 ; ¡¡u ma­dre es Ana de Ch1pre, hermnm1 de .Tunn JI. Está arreglado su matrimonio con Annabela l)tuard, hija del rey,¡, Escocia, Juiwo XI." -Bien ... Que inmetlintnrncnto se e~ tiendan órdenes á nuestros cumit~ionado>! en lns cor­tes de Saboyn y do Escocia pnm que aquel matrimonio sea roto á todo trance, de cunl­fJUÍer modo ... Aquello es indiS)i!·nAablo y de vital importancia ... Adornas ae debe enviar en el neto un mensnjero do confianza é. Chi­pre, pues hay ciertas cosas que no deben con11tar por e~crito, dando instrucciones á Comare oon el objeto do que intrigue con el Rey para que concierto el matrimonio de su hijl\ Carlota con el hijo del duque do SaliO­ya ... Por mil motivos aquel enlace parecerá conveniente en úmbas cortes ; :~tiernas, son parientes, y Ana do Chipru tcndr-~ gusto en que sn hijo case con 1111 ROhrina y ciña en seguida lllll\ corona ... Oh l sí. Chipre será dentm de algunos años, por lo ménos áutcs del fin de este siglo, colonia veneciana, y entónccs el tun:o nos pagan~ todos los males qno nos ha hecho ! -Si, dijo con lúgubre acento uno de los dd Gonsc~o, que ItaLia permanecido callado hasta entónces; sí, en cato mundo, y dcspne; en el otro, todo se paga; tcueis razon, señor Foscari, todo se paga. -Lorcndano, contestó el Dux con apagada y conmovida voz: 110 pagan los crímenes ver­daderos, pero no los iuventllllos. Sois hom­Lro muy cmcl y vengatim 1 añadió el ancia­no en voz lonja. -Soy veneciano, repuso el otro. El anciano exhaló uu IIUI!piro, y volvién­dose al St>creturio dijo: -¿Ocurre algun utro asunto intcrc:.~anto que aoa pn.ociso desp:u·hur esta noche misma? -llay una redarnncion que importa, Jl('TO •¡ue podrán despachar las ilustres pcr:.onas del Oonsejo, sin que vos, señor, tengais parte en ello, si eso os fatig"- Al decir esto el Secretario '·ohi6 loa ojos al que habían llamado l,orcndano. -:So, cxclnmú éste, lcYnntándosc do su asiento con un movirnicntv f(lp(llltino; ya que su señoría oatti prosente uo catará por domas que oiga. la rcclnmaciun. Una exprcRion do angustia que procuró rc¡>rimir, pillÓ como un rolám¡m¡;o por la faz del anciano. - Entiendo, dijo. ¿Re tratará por Yentura de J~cobo Foscari, mi hijo, desterrado en Q¡mdia? -Señor, de él se trata. -flal·lad, repuso, ¡uUido oomo la muerte, pero sereno cowo la estatua do la justicia. Una sonris.'\ maligna iluminó con una luz infernal la fisonomía do J,orcndo.no. -Hablad, añadió de nnovo el anciano. ¿Qué reclama Jacobo }'oscari de Venecia? Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 ,-- RE V I S 'l' A Q U I N C E N A L . 143 -Una sepul tnra, contestó el Secretario en: junto con una carta en que Re me comunicaba. vo~ baja, pero clara. la muerte del último hijo de Francisco h'os- -¿. Murió acaso'? preguntó el anciano con cari : ya sólo me falta él mit~mo para d<•jar acento cortado y trémulo. saldada la cuenta que con esta familia tiene -)Jnrió al tocar su planta por tercom vez la. mia. . el ln¡:mr del aestierro; pero antes de morir Mom.entos dospues se separaba ~1 Con9CJO: auplicó que le enterraran en Venecia, si la se deshz~ban. como so~nbras los. tp1embros de República le permitia aquel favor. aquel mtRtcnos? gol>1cruo, u.mef!dot~e cn_da El anciano 11e puso en pié, abrió los lahios cual con 1~ !lonnsa. en l?s lab1os n las .vnnae como para. hahlar, pero no pudo articular fi;stas! b:uleA )' ndo ~el. pala~10 ducal, oh'J- .Al decir e~to marchó con paso vacilante da~do qne Rl el sufna mdec1hles pena!! y se 1 hácia la vecina estancia, y allí al pasar el v~HI envuelto cor~o en una .red por ~a ast~­umbral de la. puerta, cayó desplomado sobre CH!. do 8\JM cnem1go~, tambH~'f!. lrabaphn em las baldosas de mármol. !)na sirvientes le ct;aar por la.dcsgracJa rln farrnhas qne no te­rodearon al punto y le llevaron á los apo- n!an otro t·nm~n que e! de estorbar la arubi-sentos interiores CJon de la patna venccmna. Entre tanto los' miembros del consejo hr,bian . Y eamos e~ pocas P!'labrus Oyll. No habiendo con<>eido a HU padre, 1 ronccntró todo su afecto filial en su madre, 1Í 1 1 quien tu\"O Ricnrpre el ma~·or respeto y má>~ acendradf'! cariño. Ordenado en el seminario 1 de san Sulpicio (de París} en 1825, en breve ¡ 11e di~tiuguió pot' la superiori~acenlotal, como teólogo de primer órdtln y diligente catequista. Nomhrndo obis­po de Orlc;IIIB en 181!1, desplegó en su dió­cesis tal espíritu de actividad, sobre todo en lo toca11te á )a OOIICacion pÚblica, que AC )e ha oon~itlorado como uno n un tiempo polémica con el abate Haumc, quo cscriuia. en el "I.Jnin·rso '' de Veuill0t, con motivo do 1:\ enseñanza d<> los clásicos en las escue­las y 1miversidadcs. Durante Jo¡.¡ 2!1 año11 que duró en su obispado de Orlcan~;, no cesó de trabajar en sns obras, que son innumera­bles, en Sllsllermones y conferent'ias y en su'! discursos do la Academia franccsa o la c.-;perau:t.a, lJo los Joues que siempre De Dios alcanza, Curuo divisa Vo que me oye.'! con g111;to, V un tu bourisn. Yu ~,; 'l11e ~11fres Ulltcho, 11 •s to repito : Dws, con el que p::ul eco, Se rut estro pío. Cose tn penn, Y como fi •1 or(\,} N•to Sufre !f es¡uwa. EvA VERB:&L. 1 1

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La Mujer - N. 6

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La Mujer - N. 33

Por: | Fecha: 01/03/1880

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LUZ Y I<~lo \ilipendiada y que podin vender, ceder y rocobrnr :'Á ultmjt1da; y sin dud:\ debin e~coger su antojo y capricho, sino liU igual en morir en el martirio uuís bien que ·ver nutor1dad para con sus hijos, aunque apagada e~a fo 'luo In. ~almba, que sujeta dentro de los límite!i trazaJo~ 1::1. dignificaba y la dn.hn posicion á la por la 111auo de la justicia. divina y la cabe1.a do su familia. caridad do ,J osucriRto. Si lleva u u yugo, ¡ C.:u:íutas mujore~ bor6icas apare. a11ado el abate Ga.ume, el marido lo 1 cierno ent6nces! Aunque las ,·ida.s de lleva con ella, y es el mismo pftra el los S:-tntos nos en~eñ:lll á admirar esa!! uno y el otro: la igualdad es comun, y virtudes é inclinarnos reverer.tes ante no hay ninguna excepcion ni privilegio una fe que jamas ha teuido nada igual oprcsi vo y deshonroso. Esta suave Ji_ en ninguna época,- no por eso podemos bcrtad bajo una ley divina formaba la pasar por alto la vida de algunas de 1 felicidad de los esposos, siendo la gloria estas mártires.- escogiendo entre las ' de los matrimonios cristianos. J m6nos conocidas para hablar de ellas 1 N o es, pues, sorprendente que cuando en e¡; te lugar. 1 las mujero::; llegaron á comprender que ~-E~ t:__ :ia.s Cata.linas santas que 11 TOMO lll. 25 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 198 L A M U J E R . 1 l registra la historia de la lglesia, la sus falta.'!. Una madre, Santa Sinforosa, l primera. y más antigua fné la de Ale. no solamente aceptó la muerte para sí, jandría, que floreció bajo el reinado de sino qne en .el memento de dirigirse 1 Maximino. Era Catalina hija de una fa. al suplicio exhortaba á sus hijos para mi lía muy principal de aquella metró. q1:1e siguieran su ejemplo, üiciendo al poli, y tan bellactra.nto docta, rica yv}r. mostrarles el cielo: tuosa. ElEmperador~uisoha.cerbsuya, -Mirad: allí es don -:le os espera y empleó con ese objeto todas las se. Jesucristo con los santos que llOS ban ducciones posibles, hasta qt~e, compren. eusefíaélo }a manera de ganarle ! Sed diendo que ella despre-ciaba todo amor fieles á ese Remunerador tan Lnagnífico, 1 terreno para elevarse al Dios de los y combatid con uu valor tan grande 1 cristianos, fué tal su indigoacion, que como es la recompensa que os aguarda! la condenó á la muerte más afrentosa. Si u embargo, cnando se quiere hablar i. Quién no conoce los martirios que de una mujer valier.te, virtuosa y digna 1 sufrieron santa Felicitas y Santa Per- de ejemplo, los escritores no mencionan pétua, encerradas en una red y expues. sino á las Lucrecias, las Virgi oías, las tns á la. furia de una vaca encolerizada 1 Porcias y las Arrias del paganismo, 1 N o olvidemos los nombres de Santa cuando entre las heroínas del cri&tia. 1 Bárbara., Santa .A.polonia, las santas nisruo encontraríamos centenareR de mártires Victoria., Melania, Domnina. y wujeres más dignas de elogio que ellas. Teonila, que muriero» tranquilamente N o olvidemos qt1e el gran drama del eu medio de los sufrímientos más atro. cristianismo es mucho más bello y en­ces, dando gracias á Dios porque las cierro. leccioneR más dignas de imitarse permitía morir por su fe. La ·hermosa que toé! os los hechos juntos del paga­niña loes, que rehusó un enlace muo- nismo. Estudiemos, pues, sin descanso dano, sin vacilar, en cambio de la pal. la historia de la Iglesia, y como seria ma del martirio, es otro ejemplo de imposible meuciotlnr,aunque fuera muy abnegacion y fe. ue paso, loll nombres, y mucho ménos Todas las clases de la sociedad tu. los llechos de las primeras mártires del vieron su lugar en aquella galerí& do cristianismo, nos contentaremos aquí m6rtircs; no sólo aceptaban la muer. con recomendar una. lectura tan pro. to las matronas más virtuosas y las vechosa como es la Historia de aquellos vírgenes más puras, sino que otrac; primeros tiempos de la Religion cris. mujeres de la vida airada., como Afra, tiaoa.. quo repentinamente fnó tocada. por la B. A. DE S. gracia, busc6 el martirio para expiar 1 ( Cont¿JttUil'Ú ) . -----·------ LA MUERTE DE JESUS. COMPOSICIO'!o{ HECHA Á LA VISTA DE LA ESTATUA DEL SALVADO~ CRUCIFICADO Y MUE~TO, FAB~ICADA POll_ EL SEÑOR BERN::<\BÉ MAl\TÍ~EZ. Oh! Quién tuviera, dulce Señor mio! De los Profetas el sublime acento, Paro. cantar en gloria. de tu nombre, Tn sncrificio de dolor inmenso. El profundo dolor y la arnargm-o, Con que expiraste en el infame leño. Cu I>ierto de dolores y de llng11s Tu sacratísimo, di vino cnerpo; l 11 1 1 Quién e:xprP.SI:Lr pudiera, con las notas, De un himno sauto, angelical y tierno, y de blasfewia~ y ue horrendo oprobio, Por el ingrato, eniure::ido pueblo; 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ----- ---------------------------- 1 R E V I S •r A Q U I N C E N A L . 19{1 1 Llenaba tu alma de infinita angustin, 1 El abandono do tu Padre Eterno, 1 Y el mar de llanto q ne tu tierna !\ladre Virtiera o.Uí por ott dolor inrueuse. La sed ardiente de salvar al mundo, Que deYoraba tu divino pecho, :Manifel'-taste con clamor doliente 1 A tu¡; verdugos mofadores ciegos. Y cual si algo faltase todavía A aquel suplici.o incomparable, h~rrendo, La hiel gustarscurecióse de pavor el cielo. . ............................................ . ... ·············· ._... ................ ········· :Hurió Jesus! del leño todavía 1 Pendiente está su destrozado mo, diciendo que como se seutia algo indispuesto deseaba llegar lG más pronto al fio de su jornada . • \.1 tiempo de montar el s¿quito del Vi·ey, result6 que la<> m.ujeres que ¡ llevaba él (siendo éstas la mujer, la. hija. y h. sirvienta de uno de los ayudan tes y compañeros de viaje de don Juan de Torrezal Díaz P imienta.) no babian , mentado nunca. y hacian mil mel indres y tspavientos. Temeroso el A rzobispo de que si se detenian íi aguardarlas no pudiesen llegar á tiempo ú Guáduas, 'en uoode le tenia preparada. posada c6modo. al nuevo Vi rey, pidi6 y obtuvo que éste mo.odase que las mujeres siguiesen poco á poco atrns, en to.nto que las personas de categoría y repre. sentacion seguirian adelante, picando el paso de sus caballerías. Vol vi6se ent6nces el Arzobispo á Gonzalo, que capitaneaba la escolta, y le dijo que se quedase á retaguardia cuidando de las mujeres con algunos de los oficiales de la guardia que t raía consigo el Virey. Choc6le sobremanera. al j6ven militar la triste mision que le daban, y llegan. dose á Andrés le dijo que le suplicaba hiciese presente al Arzobispo que sien. do él el Ca.pitan de la escolta de honor, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ---------·--- - ----------.---- ~--- 12oo L.A. 1\iUJER. ¡ ' era Au deber seguir con ella. y ponerse 1 Entre las per~onM de la confianza á las 6rdenes del Vi rey, siquiera hasta del nue,·o Vi rey venia. don Melchor ue 1 1 Gu:íduas, en donde podia dar las dis. los Barrios, el esposo, padre y amo u e : posiciones del caso si debía él quedar:.e las viajeras,- en calidad Je atltífeTe nl , atras. séquito del Virey, r¡uien había ofreciJo 1 1 • _Acerc6se And~és á su protector y le l darle un buen empleo en Saotufé. E m l. dtJO lo que quena su amtgo. don Melchor hombre vulgar y de mal -Bien,- coutest6 el de G6ngora, - 1 carácter, quien procuraba encubrir su que siga, pues, con nosotros el Ca pitan, baja extraccion con un orgullo y uua y qne se quede con las mujeres el Oficial al ti vez extraordinaria con S\13 in ferio. Mayor de la. guardia del Virey, para rell, y una lmmilda.d, obsequiosidad y que nadie les falte á esas damas .... ánimo quebrantado con sus superiores Pero, añadi6,- como el Oficial no conoce que Jaba. grima, lástima é indignacion. el camino ni está enseñado tal vez ú Usaba don Melcbor de mucha mal1a y este modo de, viajar,·- permaneced vos astucia para encubrir que estaba en tambien con ellas, pues, como oriundo las colonias española!! bajo un pié muy do estas comarcas, podreis indicarles falso, pues había pasado á ellas f-in el los peligros dtl camino, y si llega la perwiso del Rey, lo cual constituía por noche á destiempo, las posadas e u que sí solo un delito, y podía ser declnrndo, pueden quedarse. si lo 1mpieran,polison, es decir, hombre Descontento ú su turno Andrés con de mala crianza y ruin extra.ccion, que aquel importuno empleo, tan contrario podia ser condenado á tomar las armas á sus costumbres y tan impropio de su por diez años en lns tropas del Rey. carácter, detuvo su cabalgadura, dej6 A pesar de esto hacia tres nños que don pasar adelante la. comitiva del Vi rey y 1 .Molchor babia llegado á Cartagena, en del Arzobispo, y qued6se atras, viendo donde se adorn6 por sí y ante l>Í con el con pena desaparecer á sus corupafieros 1 don y el de que no tenia en España, uno ú uno al voltear uu recodo del 1 en donde las gentes de su pueblo lo ca.mino. En seguida se dirigió al acon. llamaban simplemente Melchor Ba- . gojado grupo de mujeres, que llornndo' rrios, el hijo del mantequero. 1 y gimiendo se santiguaban, pidiendo 1 Despues de muchas fatigas y bumi­proteccion ó todo el reino celestial, ya lla.ciones, al fin don .Melchor )H\bia lo- ~ que el marido, padre y amo de las grado hacerse tan 1ítil para con el Go- 1 1 cuitadas b:.~.bia. seguido las huellas del bernador de üartagena, el ~>eñor Pi­Virey y las había. dejado ntrns. mienta, que cuando fuó uowbrndo Vi. ¡ Tenemos la pena de confesar que 1 rey tuvo la dicha de que le permitie,e 1 1 Andrés, que uo estaba en11eiíado á tra- ptumr consigo á la capital del Vi reiuato, tar con damas-y ni aun la~; de su fa. y ndcmas llevar en su com paiiía ú Hl ll•nilia veía á me u \Ido, - Aodrl!s ¡¡a •na- Ulujer, doña María Peralta, humilde y 1 nifest6 muy poco galante y atento. e!itúpida mujer, á su hija Magdalena, Permiti6 que el Oficial español y los que era bella como un lucero, 'ivn. 1 peones montar;en !Í sus protegidas y como una ardilla, y coqueta ó pedir de 1 tratasen de infundirles valor y brio, boca. en tanto que él se content6 con indicar N o queremos sino delinear breve. 1 el camino, tomando en silencio la de- mente á los miembros de esta familia 1 )antera, de~pues de habedes manifesta- por ahora, }Jues (L medida que el lector ' do con breves razoues que deberían se- los vaya couociendo más ú fondo irá for. 1 1 guirel paso de su mula y no tener mieclo. run.ndo su opinion acerca de sus carne- En tanto que la cabalgata sigue poco té res, propensiones y sentimiento!!. á poco el co.mioo en silencio, ioterrum. Volvamos ahora á nuestros viajeros. 1 pido por los bUspiros de las damas y Habin.n traspuesto la primera cuesta, ' '¡ los gritos de la doncella, digamos quié. sin mús novedad que la caída do la nes eran ella11. doncella, que babia gritado mucho pero 1 1 ~- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. l: ___ RE VI S 2'__ A QUIN C F: N AL. -= 201 al fin babia vuelto h monta~, merced á 1 méno8 q~tc volverla á mirar, llnt~tíndole los rer;aiíosde sus amas,- haCiendo firme In. atenc10n Fill clara y argeutJ na voz. propóilito de no dejarse caer de nuevo Vióla eotóoce~ m:'ls de cerca.~· cruzóse en su presencia, ya que no se condolían su mirada con la de :Magdalena, que de ella.. Las mulas era u rnnnsas y bien despedía rayos Je sus negros y brillDntes 1 disciplinadas ; así, suhia.n, bajaban, ojos, sombrotLdos por nn mnoto de color saltaban y trepaban como cabras, sin ol!curo y bajo el sombrero nlon que 1 titubear ni do.r un paso falso, causando llevaba. Desprendido!! rizos le caían e~o sí grandes angustias á las pobres por las mejilhs, y sus labios de rosa viajeras cuando orillaban impávidas reían alegremente, abriendo uua boca los prt>ci picios, sin atender ú los tirones guarnecida do blancos dientes que pa. de riendo., ni ú los gritos que las dabn.n reciao perlas. para ,quo tomasen una vi a. ménos veli. l Andrés apartó la vi<~ta de la. tenta. grosa. A~í. al cabo de una hora de mar. dora imágeo de }Jagdalenn, pero en 1 cba nuestras damas habian cobrado al. sus pupilas quetló por largo rnto retra. guna confianza é iban mús resignadas; tnda aquella. encantadora vision. clamoreando y haciendo aqpa vientos 1 -¡Jamas he vi ~Sto mujer mtís desgre. dofia. María cuando llegaban á un paso fiada: trató tia pensat Andrés con se. peligrol!O, llorando escouuitlas la don. veridad. i No dice fray Luis Je Leon: cella Rita, en tanto qne Magdalena., "que no se lns debe permitir rizos, ni sin miedo ya., babia soltado la cri o de encrespo~, ni nfei tes; que el cuerpo se la. mula, á que estaba aferrada paro. no ,·ista, pero la. cabeza no se desgreñe, ni caerse, y llevando la cabeza de la cara. , se encre1.1po ou pronóstico tle su grande vana, inmediatamente do~pues de Au. miseria. 1" drés, cabalg1~ba con desembarazo y Poco á poco se fué horratldo de sus gentil talante, mirando cuanto la ro. pupilas la ,·ision, y entónces Andrés deaba con curiollidad é interes. instintivamente, y casi sin caer en la Las exclamaciones de ndmiracion de l cuenta, aprovechó una revuelta del la niña. de don Melchor ante algun camino para clavar de nuevo su vista en 1 ¡JUnto do vil•ta pintoresco ó árbol cor- lu hija de don Melcbor. Notó eutónces puleoto, pintada mariposa, hermostl que tenia una uariz pequetia y algo flor ú otrns bellezas oaturale!:, llama., urremaugadn, lo que la daLa mucha roo al 6n 1:\ ntencioo de Audré~, y 110 gracia, uun tez plílidn y limpia, y una pudo rué nos que volver los ojos hGci1\ multitud do rizos naturales que volaLau su compi\Üera, que fingin no haberle sobre sn frente nnclta, baja y Líen for. \Ísto y continuaba su marcha en si len. macla. Seulluln eu su sillou, tenia con cío. A.ndrés, siempre sério y adusto, no t1na mano pct¡neñísima y perfecta las le babia siquiera. dirigido la palabra, riendas, y con lll otra procurnba con1 cootent:iudose con guiarla por la mejor gentilezn. y donaire dufcuderEio motivo, - puesto tambien rloün ~bría un niño de Jo~ Ó que pensaba como don Quijote ''que tres años, fruto de ;;u \'ejez, pues decia 1 1 es roncha sandez Ir, risa que de leve que lo ha.bia dado :lluz en E~ pafia ni en. cnu~a procede." Lo de muchos aiios de uo tener fatniliu.. • Trabada. la couversacion bajo tan Traí:>lo cargado uun negra fuerte, ro. 1 1 alegres auspicio~. no será raro nse!!urar busta y ca~;Í sal vnje, que balJia :->ido su que continuó en ~!lmismo tono . .Aurlrtrs amn. de leche; a~egnra.ba dofia ~l::u í:l se vió obli~ado tí sonreirse v admirar que bn.rto babin hecho naturnlez.n con :'i :m comp:uiem de viaje, ,¡Jndola tan concedede un hijo en su mayor udnd, hermosa, tnu n.pnrcotcmeute sencilla no a.lcanznudo á darla. con f~- :\ln.ría. Ma.gdalcun. ~e puso iÍ jug:\r con fieras lticie~en altc, y les ncoo!'ej6 c¡ue el niño en tanto que les llembun In. e u lug11r cio seguir :vlelnote, lí pc~ar de cetJa, y en MI juego con Clemellto Jcs. 1 1~ noche ciara, como pretcudiu. el ofi. ple!!Ó una agilidad, uun gmciu y ele. Ctnl que las acompniia.La, hariau bien gancia como Andn~.s jamas !Jahin. \ i~to: en quedarse en uun. ,·enta que se niÍa ~us brazo;; de uudol', que sacaba rJc do. (¡ In vera del catuiuo, méuo~ incómoda bajo del reuozo eran torneados co111o y miserable que otras que ltabia. mú~ los de una cstnL11!1, ¡;u talle geutil, sus ltíjos. Accedierou con gusto b.s damas gran.ies ojos uegros, que se fijaban cu :L la indic:aciou de su ··icerone, y quisic. ¡;u hermanito con ternura, sus adema. ron destuont.,rsc lo m.'is l'routo, que. ues de-:pcjndos y gnrbo~os. todo en júudosc de l'Urna fatiga. l\laudalena. oro. uue\'O v sorprendente Una vez qno ltubo ayudado ú \¡ajar par~ uue~tro ~;cminari~ta, quien pen­de la lllula ú doña 'Marín, el oficinl se '-aba soiiar Yiendo por primera \C7.UIIU ttceroo :í )Jngdldcnn. y la de,JOO'lt.Ó cou mujer cuyo modo do sor hubiera im. un ndeman de tanta confianza. prcgnu. t probado y afondo on cualquiera otrn. y t:~nrlole con cariñoso acento si c~talta no podía múnos <¡ue admirar eu ello.. c:\usa1la, que .Attcln~s (que uo ~e hahia Es cierto quo procuraba persuadirse, atrevido á nccrc6rselo y permanecía en tratando de cugarhr:;c á &Í tuismo, que pié :'i alguna di tr.ncia). se ~orprcadió la española cm uua ciüa aturdida é sobremanem do la familiaridad del en. inocente quo no comprendía que su pitnn Alvarel., y sin Raber ¡•or qué le gentileza y donaire podiau lltunar la cobró una graudc antipatía y mala. ,·o-¡ atencion de uao, haya yo olvidado ú mi 1 bablemente le vió, porque en lugar de Dios y á mis deberes como cri~tiaoo? deteuer:>e delante r:e in. veutann. pasó Qu~ es esto¡ .Jesus mio l amparaurne y ue largo, y al cabo de alguuos momen­tened mi!;t'lricordia lle ruí: i~l extático tos volvió á·e11trar á la ca.•a.. Miéutras :Sao .Juan no dice ta10uieu "que ln tnnto la veotaua que se h~bia entrea­mosca r¡uo con las ala.s toc6 lo pega- bierto se fuó cerrando poco :\ poco, y joso y dulce de b miel, estorba sus nun le pareció ií nuestro semiuaril'ita vuelos: así el alma que procura dul- que oía. el 1nido de la anuella que zura de espíritu impide su libertau, y echaban por dentro. se indispone para la coutemplacion? ·• Este incidente acabó de perturbar lb:~ aquí en su meditacioo, cuando 1 el espíritu del mísero seminarista, que sus ojos se fija.roo en una ventanilla eo!':eñado :í vivir lt~jos del muurlo y sns sin rejas pero cerrada por dentro, sien- tentaciones, se sen tia caer e u la prüuera 1 do osta la de In alcobilla eu que dormía red que le teudia uua astuta coqueta, doíía )!aríA. con su hij.~ y doma~ fami. que tenia tantas flechas en su arco llia. Volaron al momento sus propósitos cuantas víctimas eucoutrnbo. en su ca­cle orar, y como el brioso potro á quien ruino. se le qtü·a la silla y el freno, y se le Desesperanzado de calmarse y orar deja suelto en una dehesa, así la ima- ' al aire libre, como se había propuesto 1 ginaciou le Andrés rompió todas sus en un principio, Andn~s resolvió ú en­trallas, ~e echó por los.c~miuos vedados, trar á la posada y trat?-r de conciliar el l y repaso con una dehcw. enteramente sueño al lado del capltan Alvarez, que - -- 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ---------------- 20-1: LA MUJER. parecía dormir á pierna suelta., y cerca de enmienda, y merced á la influencia de los peones que roucaban sin cesar, magnética. de aquella niña, cay6 otra produciendo cada uno una mú:;ica di. vez bnjo su dominio, tanto 6 más que fereute y destemplada.. Allí tampoco el dia anterior. Los bellos ojos de pudo Andrés hallar la tranquilidad Magdalena respiraban tanta sencilla perdidn.: se confundía en congeturas franqueza, su acento era tan cándido y acerca tlc las relaciones misteriosas de sus preguntas ta.n sin aparente malicia, Magdalena y el militar, y se torturaiJa. que eo breve no quiso volve!'Se 6 acordar el ánimo sin poderse ocupar tle otra Andrés de las eospechas de la noche cosa. En estas agitaciones, asombros, anterior, y la extraña escena de la . temores y cavilaciones, unidas á cortos l ventana mágica, que se abría y se ce. ímpetus de remordimiento 6 inquietu. rraba sin saberse cómo. des interiores, pas6 el cuitado la noche. -Esta es una niña pura é inocente, Adí, uo es de extrañar que no habiendo se decía, por cierto incapa~ de ocuparse pegado los ojos eu toda ella amaneciese en otra cosa que uo sean juegos de desencajado, pálido, descompuesto y muñecas y otras travesuras propias de taciturno al dia siguiente. su edad. Al principio de la jornada Andrés A medio dia lleg6 nuestra caravana hizo firme prop6sito de alejarse de á Guúduas. .Acababa de ponerse en Magdalena lo más posible, y tomó la marcha el Virey, seguu parecía cada delantera uoa vez que Jmbieron mon. vez m6.s indispm .. sto. El Arzobispo le tado sus compañeros de viaje, sin que. babia dejado 6rden á Andrés para que rer mirar á la niña., evitando ú todo dejara al cuidaJo de Goozf\lo la escolta trance volver á coer en la tentacion. de la. fall'lilia de don Melchor, y que Iba satisfecho consigo utiRmo y con el siguiese iumediatan.ente á reunirse al sacri6.cio que hacia, ~;in volver la vis. séquito del nuevo Virey. ta atras ni una. vez durante media ho- -Qué tal viaje trajiste, amigo~ le ra, cuando sinti6 tras de él el paso decía Gonzalo algunos momentos des. Melerado de otra bestia, y los footazos pues á Andrés, miéntras que éste toma. con que la persona que la montaba ba algun refrigerio,en tanto que le ensi. trntn.ba de apresurar su marcha, y al llabau otra bestia pMa seguir camino. mismo tiempo la voz de l\íagclaleua que -Bien, conlef>tÓ brevemente. le llamaba llegó á sus oídos como mú. -i Y tus protegidas c6mo se por. sica deleitosa. taroo 1 -Don Andrés, decía, don Andrés el -Ni bien, ni mal, contestó Andrés, silencioso, el callado, el melaoc6lico,- sintiendo que se le enceudia la cara. y aguúrdeme vuesa merced un momeo. que era preciso, por primera vez de su to, detenga el paso que ya llego! vida, disimular sus sentimientos. i C6mo no obedecer á aquel acento -Cuánto t.e envidio, Andrésl repu-cle súplica, cómo desoir nquelb voz de 1 so el otro. ruego? Las nociones de la m6s corouu -Por qué? cortesía le mandaban que se detuviera -Porque irás en compañía del Vi. y aguardara, y así lo hizo. rey y del Arzobispo, en tanto que yo -11ire vuesa merced, repuso ella tengo que hacer un papel bien ridículo llegando cerca, que si ha de ser nuestro para un mili lar, sirviendo de guia ú guia es preciso que no se apresure una cuadrilla de mujeres. tanto,- mi madre, Rita. y Alvarez se Andrés no contest6. bao quedado atras, así como la. negra -Díme, añadi6 Gonzalo, si acaso te Claudia. con el niño; detengámonos un has dignado volver los ojos sobre aque­momento, y en seguitla más paciencia, llas damas, i qué tal chica es la hija de señor don Andrés, más paciencia. don Melchor? yo no la he visto aún. 1 Al momento nuestro seruinarista. l -La señora madre és algo imperti. , ohicló completamente sus propósitos 1 nente .... -- - --- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ----- --- - ----- - R E V I S T A Q U I N C E ~ A L . 205 -Yo no te pregunto eso .... por re- 1 -}Iejor, pues, respondió Gonzalo, gla general todas las viejas son imper- mirando con extrañeza al semiun.rista, tioentes, con el mero hecho de ser que estabn pálido, ojeroso y ngit~u1'l,-l viejas. ¡así la rivalidad dará r? exclamó madre, que parece ver al diablo en su amigo cuando las dos niñas hubie- cada oficial, ni tus hermanas me han ron pasado. 1 hn.blndo, si no quo huyen cnautlo me -;Ciego ! acerco .. .. En cuanto íÍ tu hermano, ui -Pues ... cna.udo te atreves á decir de léjos le he visto. que la. criadll es mejor que la ama. ¡No -Perdóoalos, querido Gonzalo, ex. veías, cuitado, qne e!in. niñt~o es más 1 clt:í enseñ,ltla u vi~ir con están eoseiiadas In~ mujere;; :ll tmto gentes de pro. del mundo, y en cuanto lÍ Lorenzo, -Vaya que exageras, Gonzalo~ siempre ha sido 1i~ pero y enemigo de -Ingra.lo! algo diera yo porque se toda nueva amistad, no por mul carác-sonriara conmigo como lo hizo coutigo, ter, sino por cortedad. que eros de palo, de piedra, de már- Un momento ue.•pucs. nuestro pre. mol, de gtaOlto, segun te veo ele frío é sunto semíuari~t¡~ se despedía brC\"C­indifcrcnle. roe o te de su familia, Ralndaba con frial- -Sns sonrisas!. .. amigo, repu!!o An. dacl á doña .María y á Magdalcun, y drés haciendo un esfuerzo para permn. apretándole lo. mano afectuosamente :Í necer sereno, pronto las recibirús; ella Oouzalo, ruonta,l,n. en un berroo~o ma­las prodiga, nñadi6 con cierta amnr- 1 cho y se diri¡;it~ á Sauto.fé en pos de su gura,- sino que será preciso I)Ue las 1 patrvu el Arzobispo. partici pe!l con un oficial español <}UO S . .A. DE S. la acotopa.ña como su sombra. 1 (Co;d·inuará). TOMO lll. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 20(i LA EDUCACION A LOS VEINTE AÑOS. CARTAS A }.!I Plli:\.IA N.\'l'ALIA. VIII I,.\ l:CO~O:YÍA E~ LO~ VESTIDOS. o~\)iQOU:E hablamo~. querida primn, do la manorn extraordinnrinmcntc ceo­nómica con c¡ue alguua-; scñorn , que o: e \ isten con perfccciou, arreglan e•os trujes elegantes y lujosos quo cau an ll.\lmirncion ú cuantos las ven. Pero se­gun lo que me referin-;, pn.m llovar á cabo osa economía es preciso dedicar su vida nl culto do h modo bm·ata: vi si tnr rodas las tiendas y ulmaccuc'i, emplear mil ru:ículns parn quo les re­bnjeu en el precio intrín~cco, estar siempre en hu~ca de los modelos y pn­troncs mtís nuevos, leer nsidunmcute los periódicos de rnodaP, eu rcst~rneu, dethcnr~o cou alma, vidn. y cornzon al ntle ele fnhricar, con ohjclos harnlo'>, n\etiados y viejos, vestido!! ospléudi­dos y 'iÍstosos. Todo enlo es meritorio hnstn cierto punto, pero ¡lo Jmlf!Co c¡ue uun ruujer que no le nlcanzn el tiempo sino pa.r1. ocuparse de sus 'iestidos y unda m:í , es una compnfiem muy a¿tn­dahlo pnra un hombze mcdiann:ncnte inteligente? Por otrn parte, esta c~:po­cic de mujeres económicas en los \e - hdo. do lujo, !'OU lns que tienen real. mente dinero para procurt.r elos, siuo e¡ u o en 1 ugar de poseor el os ó tres t ra. ,ies buenos, quieren lucir diez 6 doce bien 1 ujosos,- por consiguiente, es una ocouomía re la. ti va y hasta perniciosa, <¡u o qni tn. el Jlan ú las pohros cost u re. ms que hMiau e~os poCoi'l \Ostidos que potlrinn comptar !:Ín tmbajo. M.o he sorprendido oirte bablar de la prodi. giosa acti" idad é inteligencia do quo hacen u o lns mujeres pnra economizar nlguuos francos en la. compra do un abrigo ó de algunos metros de género. Pero si esto me sorprende no quiere decir que las felicito por ello. Hay muchas señoras que yo conozco que hacen lo mismo, pero do otra manera. En lugar du trasforrnnrse en modistas y costnrCTas procuran ganar dinero de diferente• mnner.u;; algunas bordan, copian mú,..icn. ó mn.uuscri tos, si ticucu bonita letra, hacen trn!lncciones para los periúrlicoo:, y E;C ocupan de esta ma. nera para. gnnnr ámpliatnente cou qué comprar lo que desuan por capricho ú ncce:;idad. Si es n.hsolntnmoutc ilHlispeu~ablc ga~tar una. parto do ~>U existencia en tratar de proc111 a r-:o 'estidos y ador­nos má~ lujosos Jo lo que pueden gas. tar rcalmeuto, ¡ uo es ciet to que e~ mu. ello menos t ri~>tc hacerlo ,:rnn.mdolo con obrac: tle arte y de iutcli0 eucia? Uno de mis amigos se ca•Ó con uno de estos milagro!> do <'iJden y de eco. nomía, u un de aq11cllas sciíori tas f]llo p:uecen O\oc·nr con b punta de su aguja los' osttdos m:ís ldPgn.utcs y que no cuestn n un da. El cH•Ía que 1>11 c:asrL ~crin. un tuodclo de ÓJdon, do ccono. mía. y do exnctit11 líneas, treis modestas ante la dicha, fuertes es mostrar que no tengo aspiraciones aute la a.JversiJaJ. á los beneplácitos ni :í la gloria. Desechando el orguJlo, huyendo de Soy mujer, y quisiera todo lo bueno, la lisonja, destruyendo el \Ício, tri un· todo lo grande, todo lo bello para la fando de la perfidia. mujer; El Jia que la mujer sea convenien- Pero lo bueno, grande y bello á que tcmente ilustrada, será ménos difícil cristiano. y razonaulemeote debe as. su tarea, porque eut6nces tendrá la luz pirar, lo que tiene por límite nuestro que alutllbrn, uo la que ciega y engaña. derecho, sin apa.rturoos de uuestro Eutre tanto, sepa hacerse digna de deber. lsí misma, comprendiendo sus derechos, Quisiera. ver (¡ l1\ mujer siempre hu- practicando mejor sus Jeberes. milue y virtuo"a, porque me figuro que - 1 a;,í, r.u.~i llÍ~:mpl"e seria feliz. J6venes Je Colombia! No os "La ¡ :\!ujar fuerte ! Ya !iabeis lo que eso Mujer" una no,·ela, 110 sé c6mo lla.. siguiHca: para. mí es esto: mujer que maria. Sou p:ígiuas que os dedico, ro­sufre, que batalla con las annas del u1o pr·ouda de industructiLie simpatía. amor, de la abncgaciou, do la caridad, nada. ma~ ! pluralidad do lteroi~rno t1nc tie11o ue- ' Aceptad esta buruildo y cariñosa , cesariawoute una palma: el triunfo: 1 ofrenda. Que nuestro altar sea el de la reli. EVA U .. .VEUfllo~L Y .M. gion e. u el templol u el h.o gar. crihtiaoo; >'·'J ·l nCe1 O ·J O-1s~lvo. !-iU llleJor presea. a pnctoUCHl.. 1 La pucitlocia - f'e~uro escalon •1ue nos conduce al cielo; L~ pacieucia, que es la fuerza recou- ¡ ce u t rada etJ la esJ,eranza; I ¿No :-.e os ha dtcho que ''la firmeza Uo&Tna. unida :í la dulzura es una barm de llic. ! "Lttni\A brillnnl<> gloria •·s como un rro forradt\ eo terciopelo,". y que " la 1 din iocnuo-u: uumlm on 8\1 orwnte, tnllJ·~r liO sez·ia. po•v~'•l .Ca y tU. ella 51· u el ll •nlla nlmetliodiu,•<> ult~rn•·n•nocnso ~ ¡>l,rdu l •U h nooho."-.o\.'<Ó:IO. pre!-itigio que ejerce su corona de e! ó sufrir con sus mesa-~cador, varia~ joyns; y, en fin, revece<;, Si el cielo se muestra ~creuo, uu órgano pequeilo y de color oscuro, ~i el hálito do las pasiones no forcnn. el cubierto á medias con ll\ funt.la de lana. hurocnu 'il'e ha de rodearlo de uube1:, Junto al 6rgaoo uu aparador, en éste brillnrlí ttlÍtÍutrns la horado lussornbras cuadernos de ruúsica. no llegn; pero si, ofuscado cousioo Dos CU:l1lros, adetnns del espejo, miamo, cae d~ desÚrllen en de;;6nlett' y u.dornnn soln.meutc las parcele;;: uno, cle desgr:tcil~ en dcsgr.tcia, entcSncc~ las cnsi oculto con las col~ndura'! t.lellecho, nube~ del munclo nrroparáu, cotuo las representa la Vírgcn ltunacull\da: otro, nuhes t.lcl ciclo, el disco de oroc¡uolsobreel6rgnno,esuncnprichodelarte: alttmbra los antros y emLclleco Jo. uno. jóveu cnmposiun fonnauclo una c~isteucia. corona de floree; sihcstres. 'J'atn!Jion así, si el hombre en la tierra -Lo veis! En ese reciuto lodo res. cou el astro- rey del cido; si su vidt~ pi m a.ruor y poebÍa, todo es pureza y 1 puedo t'(lnsmnir,e en la historia do u u luz; 1 din, tambieu cn1la faz de ~u existencia Porque un p(ljn ro do hrillnotes nlas seri tufis 6 méoos brillnntc, n./ís ó méuos r melodio~o ca rilo, trina y llorn, xni­fehz, seguu laR circuu,t.ancins que lo raudo el espacio dc!id~ su jnula de rodeen, y \'Crlí el muoclo, por lo mismo, flores: 1 m{¡~ 6 ménos helio. Porque un IÍnrrel, uu figura de nifia, ~i no, ¿ qu6 ideas embnrgnn ú cs1~ sourfe al muudo 0 y mira. ul ciclo. bella clir.traiJn que ni pié do llU teja, c.'l..rgada t.l e madre se h·as, yecl ra~ y jaz. 11111 et~, ¡rtr.oce qn~ fnera. b estatua del ponR..'I.lllieuto, modelada en tutLrulolpor i Qnt! sacrílega mano osarú arrancar un modcmo ~ligue! Augelo! los alatnl1res de esa jaull\ para robar la Esos ojos, que altora. uo vngan inde. alegría de los que escuchan el M'e :a­peu licutcs ui brillan cutu~IclStnarloQ nora! i ni t}llÍIÍu o~nr1~ tampoco arroJar O o D IC H U 1 ~ A l'Olt. S. A. DE S. XYII Lt'CER~.\. LA multitud de torres Je torios tn­maiios, las casas como lllÍ rndorcs sol> re las cohua!;, las alamedas ele ínbole~ }JOr todos Indos, los largos puentes cubier­tos, el JUovimiento del puerto: toJo suizos que defendieron á Luis XVI y su familia, ruuriendo t'í manos del pue. blo el memorable 1 O de Agosto de li92. Se comporte do una pequeiia ca­pilla con esta i uscri pcion : Helvetiorum fldei ac virtute Invicti.J pax. esto forma un cuadro e11 extremo ori- Llls ornamentos dol altar fuerou hor­giu: ll y pi ntorc~;co JliHa el viajero e¡ u e da :los por In clurplcsa de Agou J.~.ne so acerca li Lucerua por ngun. Pero ni (hija de Lnis XYl). El mooumertto de cmharcar y rocorrl.!r ~itnntos, cubriendo con 1111 pata. el Cticudo de cnsi tocios pencmccienle:. á la rcligion 1 flores de lis de la cnHJ. de Dorbon. En cntólicn: t;u, principtlles momunoutos contorno riel loon están inscrito!!, con ¡níblicos sou u u convento do jesuita«, lo tras rllja .. , los nomines do los soiJallos el de los frailes franciscanos y la Ca. y oficinlcs qno mClll!rtilo moderno; e u contoruo durante las tardo de \"erano. de la Iglesia, formando como unn co- Uu antiguo solclndo vestirlo con el ronn fúueLrc, so ve u u precio o coutou. uniforme de In guart.lin suiza de JJuis terio, cuya;; turnl.Jn, e ttín en i Inedio XVI cnidn de uqucl sitio; refiera {en oc u! !...'l." ha jo flores y preciosos arbusto~. cambio de uua gtat ificacion) la mtuntPc 1 [mluual.Jlerneutc lo !IJ:'i'> curioso de ele ¡,us compnt1iotas, ns<·guranclo que,~¡ Lucero:-.. sou do~ pueutes do mndern, de cstahn presontl! cu esos nroutccimieutos cuatro antiquí~imos que pouinu en en calidad de t.tuuhor. Pero como lo~ cornuuicn.cion las llos 1 iberas clol rio suizo:; -~on to.n sngace.~ p:ua explot:u Heuss y parte de In bahía; el u1.1 ex- In credulidad del 'injero, nosotro::. 110 tenso de los que hoy existen tiene pusimos much:~. fo en la historia que 350 metros de largo; es todo de madera refería. el \'iejo cou acooto teatral. Uua y cubierto y adornado en toda su c:x. ioglesa lo cscucha.ba ndrniradn, y lo tonsiou con 2~S cuadros reprcscutnuc.Jo interrumpía do tiempo en tiempo con esconn.s do la historia. sagrada, piutmas uu shocl.·i11!] prolongado, miéntrns que del siKio XIV. su esposo torua.bacu1dadosnmentenofas Otro de los monumentos que vil>itn. en su cattera. mos fué ol construido cu honor do los Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~- REVISTA QU I NCENAL. 211 XVIII 1 Tell obedeció temblando, y la manza-na. cay6 al suelo, quedando ileso el EL LAGO DE LOS CUATRO C~TONES. I rouchncbo; el padre eotónces so vuelve El hermoso lago de loR Ouat1·o Oan-1 hácia Gessler y le dice: tones es la cuna de la libertad suiza. -Si la primera flecha hubiera ma­Los valientes habitantes de su orilla, tndo á mi hijo, guardaba la segunda siempre A.mantes de 1:1. independencia, para vos. vivieron por rouchos siglos en disputas El austriaco, furioso, lo mandó tomar sordas con la casa de Hap~burgo (.A.us- prisionero y embarcado en el lago de tria). Poco á poco loR Emperadores les Lucerna. Yendo en el barco, una tem. 1 fueron imponiendo su yugo, hasta flUe 1 pastad repentina sacudió las olas y al fin los suizos indignados estallaron puso en peligro á los navegantes; mién. contra sus opresores y fundaron, en tras que toJos trataban de salvarse, medio ele las tinieblas é ignorancia de Guillermo salt6 :í tierra, y corriendo la Edad media, una Reptíblica 6 Con- por entre las brefias fué ú esperar á su federaciou que tomó el nombre de E el- enemigo en el camino que debía !'eguir. vética. Al atra veear Gessler por el pié del lié aquí cómo refieren los suizos esa Rigi, la segltnda ftecua de Telllo tiende epopeya beróica: muerto 6. los piés Je sus compañeros. N aclie ignora la historiad e Guillermo Poco despues de esta hazafin, tres 'fell, pero tanto la hnu ndoroado los patriotas se reuuierou una noche en romancistas que ha perdido In. sencillez ¡lln lugar desier·to, y allí cooclnyeron de la verdadera tradicion. Pn.rece que nna alianza. pam arrancar á su patria ú princi píos u el siglo XII el Emperador del poder tle los austriacos. Inmedia. de .Austria enviú á los Ct\ntooes de tameute estalló \lnu revolucion eu tres 1 Schwytz y Urí á un hombre cruel lla. Cautones, h\ que se fué extendiendo lOado Jes¡.¡Jero 6 Gessler en calidad de poco :í poco hasta formar¡;e una uacion. euviaJo suyo. Apéuns ~>e estableció A pesar de estas tradiciones, muchos Gossler en Altorf, rodeóso de una. corte eruditos dudan de la existencia del de aduladores, y entre totlos quisieron héroe liuizo, y on prueba dt' ello dicen entretener.~e con el pueblo; nn dia que hay uua. leyeuda. E.:;caudinava en mao.d6 poner en medio de la plaza la r¡ue el pen:;ouaje principal su llama un palo en cuya cumbre pul;ieron uu Palmr¿-tol.·e, y toke quiero decir loco t>otnbrero anstriaco, diciendo que era en dialecto suizo. So cree, puM, que el de su majestatl el Emperador, y que esta tmJiciou la trajeron cousi~o los 1 ¡;e le confi~;curinn los bienes del que, al emigrados sueco~, nco111odúndola t.les­pn~ ar, no le hiciese un humilde saludo. p11e!! al país en que vivían. Un pail'auo llamado Guillermo Tell El día. 4 de Agosto, ú las seis de la 1 (tcll ú tnll significa Joco en alemao) mnñaua, 1-ialió de Luccrua el vapor pas6 por frente al sombrero sin quitarse "Rigi " cou direcciou al Indo opuesto el suyo. Alroornento lo llevaron ante del lago. El clia. otilaba hermo~;ísimo; Ges>;ler. los dos mouLes rivales, el R:igi y el -i Por qué no habeis obedecitlo ú Pil•tlu, que se levantan ú uno y otro mis órdenes 1 le preguut6 éste. lado dal golfo de Luccrua, parecían dos -Señor, olvidé hace do .... porque centiuelns encapotados y cubiertos con rui nombre es tell ó insensato. 110 gorro de nieblas, lo que anttucia un Disgustado cou la conlef>tacion, y hermoso dia en aquel lugar. qnerieut.lo veogar11e de él y distraerse Las orillas de este lago son muy ul toismo tiempo, le ocurrió una farsa. diferentes de los otros de Suiza.; y si :Maucl6 poner una manzana encima de tiene ménos encantos, !'e nota. allí más la cai.Je;¡;a del hijo único de Guillermo majestad en los cerros escarpados que T~lí, y le mandó que le atravesase de lo circundc.u: eu sus faltlas y tras de un :leuhazo. las rocas se ven pueblecillos pintorescos Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ----- ---- 212 LA MUJER. y hellas <:asas de campo rodeallns do como recuerdo de su pasada prosperi. árboles. dad se veo surgir aquí y allí alguna>; La cruz ~uebrada que forma el lago ruinas de bellos monumentos. Do ros. hace variar á cada. momento e1 pai!=:nje to la cindad s6lo vive Jel recuerdo de ofreciendo mil vnria.ctísimos cuadros. Guillermo 'l'ell: una torre cuadrada Al cabo d~ una hora de navegacion y cubierta exteriorn.ente con pinturas llegamos frente de un cerro, en cuya ul fresco representa escenas de la vida cumbre f'e ve una pradera con una del héroe snizo; dos fuentes: en la blanq11eada capiH'\ en sn centro: este una. se ve la estatua. de Tell con la. es el G1·utly, el útio en qne dicen !:ie flecha en b mano derecho. y la bau. reunieron los tres patriotas suizos de 1 de m do la Coufederacion en la otra; los Cantones de Urí, Schwyz y Uoter. á cien pasos de distancia estú la otra walden y juraron independizarse. A fnonte adornada cou otra estatua de orillas del lago, sohre una roca for- Guillermo abrazando á su hijo. Segun maudo plntaforroa, nos mostraron otra refiereu, las fuentes ocupan los sitios pequeña capilla.llamadll. de Tellcplutte, uo1Jde fueron colocados respeut.ivamen­porque allí Re tir6 Guillermo Tell á te l'ell y su hijo en la. terrible prueba tierra, segun la tmc.licion, y con el pir~ de la manzana. volte6 la barca en <¡ue estaba Gessler, Despues de visitar la iglesia Cate­llltyeutlo para aparecer solamente eo clral, que posee un 6r~ano r~gubr y el sitio en que mató a1 tiraoo, y donde un bello cuadro de Van Dyck, y dar otra capilla recuerda aquel hecho. algunas vueltas por la ciudad, y no Como se ve, hL capilla religiosa~~ encontrando otras cosas dignas de vi­hist¡ Srica es el monumento típico dol ¡sitar, nos volvimos á Fluolen. Venia­suizo. deratlleute Altorf interesa. tao sólo por El vapor se detuvo al fiu sohre las Sttfl recuerdos históricos ó tradicionales. playas del Can ton de U rí. En Ji'l u el en con dificultad encoutra. mas uu batelero r¡ue nos quisiese lle- XIX \'ar ú Bruuuen. Al fiu ttua mujer oos iodic<Í un betit JJatf!au, segnn prouuu­ALTORF, BRUNNI<~N, scmrrz, GOLDAU. cian el frances los !>uizos Je este can- El sitio en que desemharcamos se ton. Como el lago do los Cu.at,.o Can­llama Fluolen, un puerto compuesto tune.~ !'e encuentra en medio de alta!> de alguuns casa!'! rodeando una iglesia, ruontaiías que lo encierrau, formando y cuyos afueras son pantanos insa. en partes hoqnerones por eutre Jo~; que lubres. el \'Íento se engolfa coo t~•nta violuu- De allí una cómoda berlibtt nos lle- cia, se lomutun allí tempeslndos re. vú en tuénos de una hora. ií la capital pentinas que sacuden sus olas e~pumo-1 del cauton: Altorf es una poure ciu- sa~ remedando un pequefio mar cm­dad de !~,000 lmbitnntes, situada en bra,·ecido. Uua corta. borrasca nos neo. el fondo de un n.ngosto valle y circun. metió en rr.edio del lago,y el barquito dada de cerros que amenazan desplo. subía y bajaba entre sus blancas olas marso para. aniquilarla en todas las ¡ ba.bnce:índonoR como un leve madero, 1 prima veras, cuando el cn.lor del ~:;ol mién trns que una ténue lluvia nos nzo­rompe las exclusas de lJielo que de. taha la cara; esta escena nos encantó &iu tienen los torrentes e o el i uvieroo. 1 du.roos cuidado, pues íbamos costeando A finos uel siglo pasado un terrible 1 sin el menor peligro. 1 incendio destruyó casi completamente l En Bruuneo (bonita aldea sentada 1 la ciudad; y desde eotónces quedó en un promontorio y doJUinando un 1 arruinada; no teniendo comercio, con gran trocha del lago) dejamos la bar. 1 dificultad volverá ú levantarse; sus 1 ca y tomamos un coche, despues de limpias calles y bonitas casas, rodeadas haberle advertido al hostelero que lo 1 de jardines, están siempre solitarias, y alqnil6 que dijera al cochero que nos 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. -------------------- 1 REVISTA QUINCENAL. 213 llevara ú Goldau, pt\!iando por Sclrwyz, capital del Can ton. El astuto suizo, que X..."'\. deseaba llegar pronto, no ql1iso com- EL RlGI. prender que mandábamos que entra!ie á la. ciudad, y tomando por un camino Ln pequeña hostelería de Goldau de travesía, y sin hacer alto eu nues- e~;taba atestadn tle ingleses, los que, tras elocuentes pantomimas, ni cuidar-1 apoclerauos de los mejores asientos, se se de nuestra cólera, nos llevó á toda eutreteniau en tomar cerveza y mirar carrera á Goldau. con altanería á los que llegaban. Hemos notado que eu los cantones 1 Mandamos preparar rlos caballos y un aleruanes de Suiza, cuando se trata de 1 guia, y salimos á dar uua vuelta. por en bacer pagar más caro de lo usado, ó medio de las imponentes ruinas; nos pedir una buena mano (es deci r, uu parecía que bollúb:l.mos las revueltas 1 apéndice más del precio convenido) to. entrañas de un volean, eo medio de dos comprenJen el fraoces y las señas las que e recia u iuunmeJ ables flores sil­con perfecciou, y no se equivocan; pero ves tres que la<> hacia u más tristes por 1 si no les trae toda la. cuenta que de- el contraste. searian, se vuelven sordos, imbéciles, y Eran las tres de 1n tarde cuando vol. sólo entieudeu su idioma_ vimos al hotel, donde nos esperaban IJ El camiuo que seguiamos va cos- ya dos hermosos caballo~ cubiertos con 1 teando el lago i!o Lowerz, colmado en una red de pita, para impedir que les 1 parte por una montaña !]Ue se des- molestasen los moscos,innun1erables en 1 plomó á principios del siglo. En Se- esta época en todos 'lquellos parajes. tiembre de 1806 el corro llamado de Al ~alir del llamado pueblo do Gol- 1 Rossbe1:q se derrumbó de repente cu-1 dan se atraviesa un grao trecLo cu­briendo con sus despojos un bellí!iimo lbierto por enormes rocas, despojos 1 valle, enterráut.lo bajo piedras y rocas tirados allí por anteriores derrumbes, 1 cuatro aldeas, seis iglesias, mús de y se empieza ll subir uua cuesta peu- 500 lwbitnutes que oo pudieron Jmir¡dienle por entre bo!'quo!'l de piuos y y todo el gauatlo c¡ue pacía en los abetos y risueños pmdos salpicados de prados. vacas y ganados. Á. cada recodo Jel Lo único que queda de aquel pobla- camino se descubre un Loózoote mús do valle os una iglesia que levantnrou extenso y se perciben nuevos riscos y deapues, cuatro ó cinco CU!'as y el lto- montos. De repeute, como por encauto, lel de Goluau, edificado en medio de lo~ cerros se cubrieron de nieblas y se enormes ptedras. Dos pues ele medio l oyó el hondo os tullido Jol t rneuo eo­~> iglo que ha tra~curritlo aún se ve ln cima de nuestrne cn.bezns; buscamos desolacion en aquel útio, el que pa-! abrigo e o u un cn:suchn ó chalet, á orillas rece ln. iumeusu ruina do algun palacio del camino, doutle nos desmontamos titánico. l .. a parte de la moutaña que hasla que }ltu~éi la borrasca. Un cuarto se vino abajo tenia más de uua legua de de hora Jespues pasó el temporal y extension y :t!-1 metros de grueso; el pudimos presenciar el arco-iris más terreno .f'O compone de pequeña;¡ pie- bollo qne se pueJe ver: uo~;; euormes dras adheridas eutrc s.í por una ar(;illa arcos de colorot vivísimos :l.travesabao deleznable que con facilidad horadan el valle, reposamlo ou uua y otra mon­las aguas y las nieves; así es que al fin taña. como en los estribos de un pueute, de cnda invierno, 6 en el otoño, cnaudo y sus tintes brillantes bacian un cu­eulpiezan las lluvias, siempre bay de- rioso contraste con el agua Olicura del rrum_bes del Rossembcrg, y los habitan- lago, los neg-ros bo:;ques de a.l1eto y la!: tes Vl ven amenazados por una muerte piedras rodadas; arwouizaudo con ltts igual á la de ws padres. frescas praderas y pintadas casitas ó chalets del valle. Al cabo de bom y l.U¿din de marcha, 1 --------------------·----- 'TOMO Ill. 27 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 214 L A }[ U J E R . 1 admirando por todos lados lindí~;imo;j mo d~ Rigi; por el lado del Sur y variados p:üsnjcs, llegamos ú una ca. veíamos iluminadas por el hrillnnte pilla dedicada :í Nuestra Rcñorn. de las sol de la tarde todas las montañas de 1 Ni~ves, que estabn de fiesta, siendo vís- )a cordillera hernesa, de!>dc In ele-· 1 pera del 5 de Agosto. El camino esta. gnnte Jungfrau hasta el .Bruni~, y mÚ!i ba lleno de peregrinos que veuiau de inmediatos los lagos de Sarueu, Alp- , lejanos cantones y alegraban el pai. nach y el de los Cuat?·o Cantone/J. Há- • 1 saje con sus Yostidos pintorescos y !;US cía el E--te la cadena de los Alpes,. • cantos y gritos do contento. U u poco el confin do los Grisone'l, el Appc~.>zell más arriba hay un hotel llamado Hta- y GlariR, y la cuun de la patria suiza, fl'cl, donde se unen los ocho caminos el canton de Schwyz, dominado por los quo conducen iÍ b cumbre del Rigi. agudos cerros llamados de ll\S ~lfitros Desde ese punto se abarca una her- ( .. llythen); y al pié del Rigi, el Hoss­mosa vista sobre Luc~:roa y el lago del berg con sus cenicientos rodaderos, ha­Zug, y poco do;pucs se llega tí la c1ís. ciendo contrasto con ]as verdes pra­pide del cerro quo mide 1,850 metros deras y bo¡;ques de los alrededores. sohre el mar. j.Algunas nubes cuhrian el pai1mje por JiJu la pnortn. del magnífico hotel, el lado del Oeste y no so distinguían ' llamado Rigi J{ulm, nos salieron á con claridad las montañas del ,Jura recibir unos cuantos lacayos vo~;tidos que cierran el horizonte por eso lado; do baile (los que hacían contraste con pero '\"eÍamoc:, como en un mapa, todo lo sah·aje del sitio), y ayudándonos á el Canton de Lucerna y la. ciut!ad con bajar de nuestros Luct."falos nos coudu. sus calles, casas y monumentos; el rio geron ceremoniosamente hasta lns ha- Houss, esca.púudose del lago colllo una hitaciones interiores del hotel. gran serpiouto plateada que se perdía Un rato uespues uos encamiuábamos entre las nieblas lejanas, como seña­á la plataforma (á cien pasos de distan- laudo el camino desconocido del por­cía del hotel) de llonde se abarca todo \"cnir; mil-otras que el monte Pi lato. el horizonte: desde la cadena de la sombrío y tnillterioso, parecía fruncir fo'lorestn Neyra, on Alemania, h:íoin el el ceño con aire amenazador. Norte, hasta el lindo lago de Zug, que 1 parecía un espejo azuloso, al pití mis-1 (Co!ltimumí). ANALES DE UN PASEO. JHA 8ÉTI~l0. (CO~'l'I~UACION). "Pocos meses despncs de haberse coucor- y al rt>.gresar Ramoo de Bogotá. Un triste 1 to.do nuestro mntrimonio, Ramon annnciú presentimiento me hacia mirar con des­que su casa estaba enteramente terminada, confia117.a aquella ausencia necesaria, y faltfuldole tan sólo la pintura, los muebles todos los dias hallaba nuevos pretextos y demas enséres que deberían trnel"!le de para impedirle la partida, á poaar de que Bogotá parl\ que el nuevo menaje ompo- siempre, cuando lograba hablarme aparte, zara con toda la decencia y buen tono que 1 me dccia qne no fuera tonta, porque mién­él deseaba. En casa me preparaban un · tras m!ts pronto pudiera hacer el viaje modesto ajuar, que me parecía el colmo mtis prouto regresaría. del lujo y el esplendor. La boda 11e debe- " Al fin ae decidió que partiría el 17 de j ria celebrar al principio del siguiente año, Setiembre ( ¡bien recuerdo la fecha!) Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 215 Come yo deseaba. hacerle algunas reco- -"Ya me entiendo usted, y eso basta. mendaciones á. sola&, para. que los demns - 1 ' ¿Cómo? no se riernu de mí, y :i él le sucedería oh·o -"Le he dicho ñ usted que no me !'e-tanto, le propuse eu Yoz baja que la vís- pliqne, sino que al momento salga usted pera de su viaje fuera :i case. á una hora de ese aposento ! gritó mi madre, más y inusitada, y cuando yo sahia que mi ma- mús ftuioRa. dre e..taria ocnpadu. en el interior de la "Ya Ramo u no estaba pálido, sino lívi­casa, para. lograr así haular con él sin que do y trémulo de rabhl, y tomando el soro­nos oyesen todos ...... " brero, qne había puesto sobre una mesa al Al llegar aquí tia Andrca enmudeció entrar, dijo con supuesta serenidAd: por algunos instantes como para recoger -"Señora doua María .... no se acalore mejor sus recuerdos .... La luua, que habin ¡usted tanto ..... óigame usted por la pos­estado oculta bajo espesos nuba.nones, se trera vez, pues ésta serú. la última en que dejó vor por un momento, y sus blanque- ponga mis piés en la casa de usted. l\li cinos rayos iluminaron la ajada fisonomía resolucion es irrevocable, pues sepa usted de la novia de don Hamon, la qne, inspira- que me ha herido en lo más sensible de da por su pensamiento retrospectivo, babia mi alma; usted olvida que esta no es la tomado tal expresion, que por uu instante manera de dirigirse á. una persona como creí Yo! verla á ver de 16 auos, tal como yo. Así, repito, que no solamente sl\ldré de. se babia descrito ella misma. Pero aquella este aposento sino de la casa para siempre. ilusion duró el espacio de un segundo, y " Y t>Ín o.üadir cosa alguna, ni mirarme la lnz se volvió ti. perder tras de las ne- siquiera, se fué .... se fué para no volver ó. gras uubes que cu1rian el ciolo. esta casa sino diez años despues :í. hablar Ella continuó su relacion: de un negocio de linderos de sus tierras -'·No le esperaba tan temprano, dijo oon las nuestras. suspirando, así, aún pel'mauecia en mi al- "Yo pasé el día llorando sobre el ramo coLa, Eentada at1uí en este mismo sitio, y 1 de jazmines 1)116 él babia dejado sobre la dejándome llevar por mis pensamientos mesa en donde yo ló babia puesto como no ví que Haruon llegaba á la sala, y co- de costumbre. Mi madt'e no supo qué de­mo no me encontrase alli entraba aqní en cir, y arrepentida ya. de su inoporttma é donde me vió sentada en lu. tarima. Antes injusta cólera. olvidó rcconvenirmc. Mi do q11c yo tuviese tien1po de levantarme padre no estaba en el pueulo, y cuando !il tie ha bia situado junto á mí, y tom:ín- volvió esa noche y ~;upo lo que babia :;u- 1 dame la ruano, que yo le tendí, ~e pu!O obligarle -"¡El procedimiento de u~;ted es in- á cumpliL· !:lll palabra .... " 1 digno del que se precia de ser un cumplí- -Tia, la dije, ¿y cuando regresó don 1 do caballero ! Hamon de Bogotá qué hizo? -" Seüora, repuso llamon, ¿en qué lfl -"Nada .... Permaneció seis meses o.u-he faltado á usted ó á su hija? sen te .... Seis meses que fueron para mí los • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • 216 LA MUJER. más amargos de mi vida, porque dmante 1 -"En eso no le culpes. El sin duda no aqncl tiempo fn í saboreando dia por di a pensó que .vo snfriu !auto,- y si yo rehusé la desilusion y el desengaño. Al principio ulgunos pretendienles á rni mano, porc1ue no podía creer que un bombte que babia 1ya todos lo~ hombres mo pareoi:m tllutos manifestado tauto amor me abandonase y fastidivsos despt1es de haberlo tratado IÍ así, escuchando m:í:; bien la \'OZ de su amot· él, ya veis qus tnm1ion permaneció soltero pNpio que la de t>U cariiío. So me figura- basta su muerte. ba oírle entrar repentinamente á la sala, -Penuítame 1ma pregnnta m:ís, ¿qué y con·ia desalada á recibirle; parecía me dijo á todo esto tia J nana? 1 oírle llanuíndome en el corredor ó bajo el ' -Guardó unn reserva y una impnsibi­empanudo do jazmines, y salia á él llena lidad tales, que nada se leía eu su fisouo- ., de esperanza para eocontrar que el viento 1 mía .... Ella es impenetrable y nada co­silbaba entre l<:s :flores, y que para mí no municativa, como tú sabes. quedaba ya en la tierra sino tristeza y des- -Y mi abuela? consuelo .... Algunas veces me soñaba Yer- ¡ -"No hizo la más leve observnciou. Com· le á mi lado como en otro tiempo, amable, prendía, sin duda, que su geuiada babia tiern'> y bondadoso; otras despertaba llo- impedido mi matrimonio con don l~amou; raudo porque babia soñado verlo pasat· con pero apro\·echaba toda coyuntnra para re­semblante frío, indiferente é impasible, y 1 ñirme porque rehusé aceptar las propnes­on seguida. lo había. \'Ísto conversando cou tas de casamiento qua se me presentaron, ternura con alguna elegante jó'l"en de la y le disgustaba verme abatida y triste capital, ó mof1íoduse con ella de la pro- por aquel abandono que olla babia cnu­vinciana qtle babia nbaudooado. sado ..... 8in embargo, á medida que be "Durante aquellos dias tuvimos el do- pasado mi vida h·it>te y monótona, he ido lor de ver morir 1\ nuestro pndl·e, y oo- comproudioodo mejor el fin do e>;ta exis­tónoes recibimos una carta do nli antiguo tencia transitoria, la quo se m o figura co-l pretendiente, dáudonos no ceremonioso mo un viaje que se hace en una mala pósame dirigido á toda la familia, carta bestia; durante el camino Sllfrimos muchu, que ruo quitó hasta la sombra de una es- pero al llegar nl fio de la jornada, que es poranM. ~in seguida salimos del pueblo y In vidn eterna, olviclamos completamente nos detuvimos largos m&es en la hacienda lo mal que lo hemos pnsndo en la vía para del Chamizo. 1\liéntras que permauecimns pell!ll\1" sólo en la dicha y el descanso del en el campo no tuve la menor noticia de nnibo á la JIO.~IItla. Ya voy llegando al Ramon, pues no me atre,·in á preguntar tórmiuo de Jhi jomada: el sol de mi viun pot· él ti. los que uos iban á ·visitar: el rom- o,tá sobre el horizonte: Dios me 1uirnni pimiento do mi mnlrimonio babia bocho el , con miae1·icordia, no lo dudo, porque he gasto de las hal.lillu' del pueblo, así pro- procurado re::.igonrme ú la suerte que me uutahau no n\euciouar aic¡uiera su nombro ba tocado, y no he dej~-l.do do procurar 01\ mi presencia. hacer el }¡ion IÍ }OS !} 110 }JI\Il uepell(]ido de .. ro niio se había pasado de.,pues de mí. ... Ademas, réstnmo u u con~uclo IÍ. l!JÍ nq u ella escena tunarp:n do sepnrnoion cuan- cornzon, que no lo puedo tener J ul\un, y do volvimos al puehlo. Bl ¡u·imer domiu. es qne tengo el convenci10ieuto do quo go, e~ta1.do on misa, lo snzli pa~ar corea durante algunos nw::.es ÉL mo amó vorda­du mi, ca»i roz•iudose cnn mi vestido, y deramento, y si su conducta pnede sor sentarse e11 1m l"Scniío, 119 léjos de nosotras. tachable, no fué culpa de él mismn t;Íno l'uro amH¡uo tenia que haberme vi:.lo, sus de la nntu111leza lllUlSCulina. La geut~ra­ojos nomo buscaron ni una voz, y sufren- lidad de loa hombres no se detiene ou te pet·maneció srreua, nnuquo IÍ mí se me hacer la de:;grocia de alguna Í11feliz mu­llonaron los ojos de l1igriuaas y temblaba jer que l:ie ha confiado ,¡ ellos, si se iotor­de nugnsl in .... Ni cotón ces ui jamas des- ¡.¡o u e el orgullo ó el amor propio ofeudido. pues so crnzó su mirada con 1a mía..... En el corazou ma:;culino hay mónos leuu­Así so han pasado scmr.u!ls,mcses y aiios &in cidad en los afectos, ménos sensibilidad, 1 quo su vcJluntad de hierro cediese un punto. oonl>tancia y abnegocion que en elnue:;Lro, -l'ero tia, ex(·lnmé, ¿ qud dcredJO te- y por lo mÍl:IUlO quo en un principio sus uia e¡¡to hombro Jlnra apoderarse dol co- pasioues son mús fuertes y ·violeotl\8, és­rnzon do una mujer y u han donarlo des- 1 tas duran ménos y tienen ménos ñjezn." pues? t Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. RJ.:;VISTA QUINCENAL. 217 Ounntlo tin i\ndroa bullO concluido sn lcreto, lutbia tlumdo m<Í'i t¡empo •¡ue f'l 1 rolacion, ~'C dil'i~ió á tientas ú. buscar la .-:al"irlo qoo nllí expr<'snlm, y nuís que ln 1 V<'.,l y ~alió dt:l nposeuto pnr:\ ir ñ euccn- exi~toncin del ho111bro qnÍ?uten en In primem ju\"entud, ._..,mola auterio.r nP.'~'elib, cu:mdo .n.nnncia­sa! J conrendo en bu~ca suya. La hallé ron la nprOXJUI::\Ctoa do lu coruthnL que ola vada en el dintel de lt1 puerta do tia' agunrdnban. 1 J u;n.nn, m irantlo ntcin ita tl !ute, pero in::.ignificautc; y ndernus n.o lo>~ doma~ uuembros de la familia yo me bennauo do éste, Leonardo, qnc crn petl-quedú ucompai:'mndo á lt\ do~may~Ja tse- metro, melifluo y floreuclor; llnlllnbnse la iioru. Notaudo que npretaln\ convulsiva- pnrioutn AtH\ 1\lnría, mncbachn alegre Y m~nto uu papel cutre las manos, logré boutlndosa, poro de poco ::.eso, )" gruudo qumhsclo para .. ob:írselas, -¡;ero licua de natncntc. 1 Oui:~ierou nnc,.lnr cun toda fonnnlidud Al di:.~ ~iguicnto euterrat·on con mucha lt;nn comed in pa7-a de,..¡nw:s, pero le~ falta ha porupa ul rico uun Hamon, v sus hcre- el texto,- nflixion que le:! calmú .;\liciu, doro:s ~en dieron la <::'lsa, Y,las· tienns pn- dicié~doles. quo si le:s fult:1ban libros, en saron u. nuu.os cx.traua:s. !\os1 tras no pu- C.'lmb10 te111au un autot· u la uumo, que dimos osh,tir ü las exér¡uios porque tia oru Mñxiroo. . . J uaua os taba tan gro.vcmoute ttdermn en Eucantac.lns con aquel de-cuhnnucnto, wptclh ó¡mca t¡no por mHclrus dia!'i lomi- ncorc•ironso loll jó,·etw:> d. Mtíx!rr~~ Y le tuos tabau thstnbm­habin <¡nodudo de uquel tiempo de corta do:s los papele:;. dicha y transitoria felicidad. ::lin etuburgo, aquel l.illote, rcgndo por sus lágrimas du- • raote su:s horru~ do amargura y dolor se- -- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 218 LA 11UJER. --, DIA OCT \..YO. consistía en dos pequcilas alcobas dhiclic..ln:s 1 por la sala y teniendo en lurrar de puertas Ll\ v~rtu r¡\ti com·icnt nux mcrd do (nmille 1 1 ·. d " 1 d L C'cst J'4!tru l!lJ.m·micr• atnnni~r 1\,igutllc. 1 a egres corhuas e zaraza co ora a. os PoN•Ano muebJeq consistían en uno. macisa me:,u. de 1 Cast" vixit, lnnnm fi!Cit, domu~ servavít. comer, varios asieutos de cuero, un l inajero, 1 enta~aou. y, por último, un aparndor ~1eima del 1 C~n la tr.rde se renmeron ~odos los tinaje¡·o, dondo compcaban varios platos, hué,pedes en . el corredor .e:-tenot·. d~.~~ jarros y pocillos de loza fina, que sólo se 1 ca paredes, blanqueadas, estaban l~e0f\ron los nuevos bue~pede~. ~[nxuuo, adornadas con varins imágenes eJe santos, SJU hacerse do rogar, Joyo lo s1gmoute: llituadas casi en ol techo, y sin nocion algn- Ul'\A VE~GA!'{ZA un de l>Ímetría. l~u resúmen, todo respi- . . raLa nn uienestar qu"l probaba que allí, cu.saliento y ~;ólu como por via de todo su adcmnn se dcscubria una índole cousnclo la húmeda yc>rba, la que lloraba recia y altiva. talllbicn mirando el ¡¡uelo. 1 Un bulto blanquecino so presentó de lJel otro lado de un pequeiío torrente improvi¡¡o tí alguna dit.taucia de la casa, que ~Iom el nombro de rio y que bajaLa • por el enlodado comino: en bro\'e so oyó 1 turhao del vecino cerro (t!Íl'ndo lllJUl:l uno 1 el ruido de vi::.adas que fueron acercdndo:sc de los liuderos deL ¡nu~bln por el lado del nípidnmeute, y al C!lbo do nlgnnos mo­sur), tlO eucout.r,1ba eu ese lie1opo un cerco montos :;e sinti,j abrir la puerta de trancas de guáduas, en cuyo centro se de..tuc::tba 1 tpte ~>cparab;~ el patio del camino, y un la uegra sombra de uno. pcqueiia. cusa: la lwm bt•e penetró on la. salo. con aire ri.-;ueüo ¡;cpuralm del cnmiooun patieeillot.cmbrado y contento. l de rol-'a;.;, mnh·aviecos y otras flores poptt- 1 _g¡·es tú, AYclino? gritó In mujer lure;; ¡ airu:s tenia un huerto con árboles l desde el corredor interior do la ca~a. ! Y liU ~;ombrado de maíz, y más léjus nu -Yo, madre, coutestó él quitándose la l cercado ó manga de pasto de ,;oinca. El rnnuo. empapada por la lluYia, y du~pucs interior de l_a _cn_s: ta ern aseado y alegre: de sacudida la colgó en la e¡;paluu de un~ _.. ---- -----~--- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 210 ailla. Yo, eu pensoua., añadió ; l1ace un esperaba qne acabase sn merienda vara tiempo del diantre: esttí. la noche e.teras de clliuglllé, q11e mon y el tuerto lS icolas á buscarle : me sean grande:> y giienas : todas tienen mó­prcguutaron si por fin le irías ñ. hacer la no.s yo .... dil igcncia 1t don Bemat·do. Il a bien do concluido sn refresco, A velino -¿Y qll(i les contestó sumen·é? No me se ocnpó en arreglar una muleta con al-gu:; ta que esa gente sopa á dónde voy. gnnos objetos }Jara el viaje, y su madre -Les dije que t•os nu me hablabas de le ayudaba á guardar su ruodee acercaron moluucúlica y miraJa dulce IJuuiem en- á la pne1'ta; uuo de ellos lovautó In rnaun vidiado cunh1uiem mujer: cuando abría ¡;ohro el hombro y puso la wano "ubre el la 'boca dejaba ver dos hileras do dientes mnngu do \In cuchillo que llevaba culgudo tlln bien formados y lJcllos, ¡¡ue parecinu ú lu cintnrn. Jo blanquí~:~imo marfil ; en ro:;Íuuen, teaia -l'onga sumC!·d el rctrrieZ sobre la mesa., uua fbuuomín agradable, pero uo do llnmnr contestaba ó. la ,uzon Avelino; lo llovnré la atoncion, y aunque sus ojo>:~ oran llluy maiiant\ .... F.sta noche no .-¡ui~e tnw ol bellos, parecían inverosímiles en uu pobre dinero; :íntes d13 irwe lo sacaré do casa 1 arriero; a!Sí, uadic so fijaba eu ellos. del pntxon. -Cuánto gaunnís en el viaje·? ytreguotó la madre; la que, de pió cerca de la me~a, ( Cuuthwcmí). REVISTA DE EUROPA. llt•su continúa minada pot· los nihilistas y las conspiraciones subterráneas, tí. Jo que se aiiade que el Zar y su heredero han tenido disgustos graves, lo que (a11nquo lo han ne­gado los periódicos oficiales) debe tener algun 1 fundarnento, puesto que se repite,-" y cuando Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA )lUJER. pieclra!l lle"'·" .AricmnR, el'tn nad<'tl lll• t.'Cti:l de disciplinar ejércitoil y bi-tnnrlos en h parle occidt>ntal ,¡,.¡ irnprrin, Y Ademns de la incviwble crÍl'ÍR ministerial l!!llro tanto ,;e J~vnnt:m d.illculltulcs tliplomá- en que siempre su rnc11;1~tra el ,Goui.erno.p:~, pero sin quo lo tocasen fcl izmeute. Di ceso r¡uo aquella villana accion ha procl11cido t.:ln ¡::rumie impresion en Esnaiirt, c¡uo e.c;o pnehlo, do gc11ero,;o corazoi1, que se hal.ia m:mife~:>tado frio é inclifercutc con .A lfou,;o XII hasta hoy, ha suft ido un cmnhio, y cada vez que se ha presentarlo vil púhlko ~:e le ha saludado con vítores y graudus ~C'Ilalcs de afecto y RÍmll:ttÍa. La Reim\ qllc,twgun liH·C'u, llene ur1:< salud de­licado, tt pesar u e<¡ no 110 había sido enfermiza, sufrió tal susto c•n uqucl ll·ante, que (nunquc manifestó on el n•<•IIH.'IIto 1:1 mayor sangre fria) d'!spuC'S h:\ sitio atacada por accesos de epilepsia r¡uo juma!! hahia lunic.lo :Ínles. li ... \t',rnl\, que se halla N\ ~ituacion ti1.mte <'11 Sil'! relnci(lnes de amistad cott Alemania, hn{Q .. ~ruer7oR para aliar;;e con d Emperador GuillciTII01 el cn;~l sólo a¡;uarcla el honepl6.cito del C:rnn C:anciller (.J:Ira formar una li~n ofensiva y dnfcn.-iva con el otro Ewpemrlor alemun. E~ curiosa la t.lepcndc•Jcin de Oni­llunnu ele Prusia ele lns opiniolll·R de Bi11mark; no pn!'dc concluirnin¡;un arrcgl .. diplo111:ítico fuera del país, ni sir¡uicra conteHt:u·m¡ saludo, liÍ no ca del gusto de su Gmn Uancillcr. III 1 rAt.t.\ tonlinúa en muv mala sitnacion !lod:\1: el harnure y las sñcie•hwcs llCcret::HI pouen en graves dilema.q ú luR ~cmuo¡; ) gobcwantt" que no pueden t.'lmlcntar á todos. Decíase ••n :1lgunos rírculos diplom:itic:-os que Sn S tntiJad Leon Xlll pensaba salir de Homu y paliar á A lemnnia pam presidir :\ la in:ntgur.tt·ion de la Catudr:.l de CtJionia, r¡ue al tiu t·stú :í punto de couclnirt!e. Siu t•utbar~n, l'llfll CRJII't:ÍC )l::ll'I'Ce lnllY ÍIIVeH>IIÍlllÍI, y IICri:l rnn.v ••xtraiiu que el suceso¡• de l'io JX Haliera do Hnma pnr un motivo de hin ¡uwa Ílllpor­toucin, d~ .. pucs tle haber p<'l'lllalll'citlo t.mtos auoa t•u c:1utiverio nwral en el \' nticano. Ln <'.,tmlral de Colo•1ia Rt t'OIIll'IIZÚ n edi­ficar en 121~. y ha,;ta lilbO la .u·ahm: no Re p1lC<•• •lecir que l.an .mtlado de prisa los ulc­ID.< Ilcs! IV h~llB t:On•¡nislr•s y apaci¡;nar los 1Ínimos dCH­cornpth stos 1lc los naturnles. La H ina Yictoria !M pncst11 á la !lisposi­cion du In ex-Emperatriz Eugenia un bnr¡ue de ¡;ncrrn en el cual hará cJ vi 1jC ni (',¡\)o 1:011 el ol•jctn de visihr Jos lng:\lcs en que vi' iú su hij, quo <'il 1111 jóvcn :Íp

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La Mujer - N. 33

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La Mujer - N. 25

Por: | Fecha: 01/10/1879

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - , LUZ Y FE DAN FUERZA. LA MUJER, REVISTA QUINCENAL I!: XCLUSIVAM ENTE REDACTADA POR SENORAS Y SEÑORITAS, BAJO LA DTRECCION DE LA SEÑORA SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER. N.0 25. ~ MIÉRCOLES, OCTUBRE 1.0 DE 1879. ~ PRECIO 30 CS. UNA PALABRA A NUESTRAS LECTORAS. AL empezar el 2. 0 afio de La . .iJfujC?· periocH&tica, que no cuenta sino con creemos de ouestrotlebcr dar las gracias una ~;:ob persona. para redactar los nr­más cordiales{¡ los suscri lores qne desde 1 tí culos de fondo, dirigir, administrar y un principio nos han dispens~.. .d o su correr con todas las foen'ls concernieo­proteccion. En un trabajo 1írduo, con- tes á la impresion, no puede asegurar tinuo y de tau pocn rernuneracion como 1 que a.lgun inconveniente, sea. enferme­es la empresa de un periódico entre dad ú otro grave cont.ratien.po, no nosotros, se tiene estímulo al encoutrnr venga tn.l ve;: á impedir In. continua­peroonas que consideren y acepten con l cion del periódico, defrandr\Odo así los gusto los e~f11erzos que hacemos, pro- intereses de los suscritores. Hasta nbo­cumudo hacer agradable é instructiva ra. Dios nos hn. protegido en todo, pero 1 ln.lectu ra de él. N o méuos ngratleceroos no sn l1eroos si continua rú d ispeosáodo­á nnefitros Agentes sus importante~ nos la gracia de hHalud, y no queremos servicios y bueua voluntad. Advcrti- tentarle: tnos :Í une~tros suscritores que en ade. Suplicamos al mismo tiempo de nue.- lante no atlmitirémos I'Uscriciooes por ¡vo á los suscritores y Agentes, de den-, m6s de un semestre, y los motivo~ que tro y fuera de Bogot1í, qne procuren paro. ello tenemos son los siguientes: ser puntuales en el envío del producto eu primer lugar, tuvimos muchos di8- de las suscriciones, pues no ~olamente gu!.tOil y desagrados en el año pat;aclo, necesitamos dinero para subvenir á los con motivo de que las p1·irnns que ha- 1 gastos de papel é impr~sioo en Bogotá, 1 binmos ofrecido á los suscritores am.la- ~ino para pagar muchas l'uscriciuues á les ~e e:itra.viaban y perdían en los 1 periódicos extraujeroc;, á fin de poder 1 correos, y ha habido ciudad para la cual teuer á nuestras lectoras al corriente 1 1 hemos tenido que rep.oner dos veces las ,, del movimiento de le ri vilizacion. ' primas ofrecidas, dándolas por tripli- 11 cado! En segundo lugar, nua empresa La DJRECTO.RA. 1 1 1 1 11 ---- Tmro 11r. 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ----------------- 6 LA MUJER. ESTUDIOS HISTORICOS SOBRE LA 1\IU.TER EN LA CIVILIZAOION. CAPÍTULO NOVENO. LA MUJER ROMANA. ( CONTINU A.CION). VIII UNA vez dt1eños los romanos de to. dC'Is los campos y íÍllas circunvecinas, 1 empezaron á tratn.r de organizar con la mayor ec¡uicia.tl po¡¡ilJle el gobierno interno de la República. De aquí sur. gieron quejas del pueulo contra los dictadores y los senadore~, y disgustos entre los vario!i miemuros del gobieruo. Patricios y plebeyos estaban siempre 1 en guerra, pero cuamlo lle~aba á ha. cerse la sitmv:ion insostenible, se cele. braba.u tratado!'!, se formaban ligas y por algn11 tiempo volvía. á reinar la. paz. Al Gn se iustituyerou loñ tribu­nos del pueblo, rJUO eran los que defen. dian la~> g"arautía~ de lo. plebe, eu tanto qne los patricios teuiau el SeMdo pa­m sí. Sin embargo, una \CZ que ~;e de. cretaba una ley y la plebe laa;:ept{~ba, todos la re<:petaLau, y por lo general ilato. La pltbe ~ufria honiblemeote df• llatuhre cmwdo lleg6 á la ciudad uua provisiou de harina que euvinban do Ki(;ilia. Deseosos alguuos Senadore>1 de recooquislnr los privi]e:_io~ que á duras peuas les hnbian arrancado los plebeyos, propusieron que no se diese harina al pueblo bambaiento si no 1 'ofrecía veuder los privilegios que bn. 1 bia obtenido lintes, en cambio de pan. EL autor de este proyecto era uu pa- 1 tricio llamado Coriolnno; pero n péna<> ¡se tuvo noticia entre el pueblo de lo 'que proponía el patricio, cuando le ¡ amenazaron matar y se vi6 obligadco fl abandonar á Roma, é ir ú buscar refu¡gio entre un pueblo enemigo de su patr·ia. Iu~pi rndo por el odio -que profesabm ú la plebe romana, Coriolaoo se pre!:elD­t6 ú las puertas de su ciudad n:\tal., á la cabeza de un ejército enemigo . ..Al teuen,e noticia de esto, la plebe reh u. s6 pelear, y los patricio.~ no podi:an conseguir quien salien\ á defender la ciudad amenaznda; así, el Senado re­sol vi6 roaudar al roma u o e m bajador es piJiéodole desi!>tiera. de su prop6si to antipatriótico. Coriolauo conteRt6 con desden. Más y más alarmaclos los p:a.­tricios, enviaron otra embajada cono­puesta de sacerdotes revestidos coo ~t"IS trajes más ostentosos; pero nada n l. caozalm á bla.udenr la vohllltttcl Jebi-s­rro del orgullo~o ron1aoo. Al fin n madre de Coriolnuo, la respetnble vr.. TURIA, ncompaiiada de la espo"a df'l sitiador, Voiumuin, y seguido. de la~ matrooaf! de m:'i~ valer de Roma, se prel>eott~ron oo el campamento eoemi. go. Coriola.11o Re nt·erca á ~u maJre pa­ra ~;aluJarla., pero ella le detiene: -Aguarda., dice; primero es pre. ciso que yo sepa si me viene ú abrazar un hijo mio, 6 un euemigo de mi pa. trin; si soy tu mada·e 6 tu prisiooe. m .... i CSmo es esto Coriolano 1 ... A la vista de los mnros de Roma. has dicho por veuturn: '·pienso atacar la. ciudad sagrada que encierra mis diose!\ pena. tes, mimad re, mi esposa y m iR hijos1 ... '' De:;graciada de mí! .. si yo no hubiera. sido madre, Roma. no Ee veria. sitin. da l. .. Si no hubiera dado ti luz este hijo, yo moriría. indepe"diente en el seno de un país libre 1 Ello es verdad, --:------------------- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ·--------------- REVISTA QU I NCENAL. 7 pero soy ménos tle~graciada que tú, porque al mér.aos vi viré méuos tiempo, y tu deshonra es m1ís digna de compa­sion que mis ~ufrimi~ntos .... vuelve en tu juicio, Coriolnuo, y piensa que en tus manos está la suerte de tu patria y de tus hijos .... La suerte de Roma E;e. rá la de tu prole: decide de su por­venir ... Dec;pues de haberle hablado Veturia. largo tiempo por este tenor, Coriolaoo se declaró vencido, pero al arrojarse en sus brazos exclamó : -Madre min., me habe íR rendido, pero vuestro triunfo serl\ mi pérdida. Al decir esto levantó el campamen. to y se alej6 para ~iempre de Roma. Seguu algunas tradiciones, Coriolano muri6 inmediatamente de vergüeuza y de a. rrepenLimiento; ot ros historiado. res dicen que muri6 en el destierro, pero al cabo de muchos años, y ya rnuy anciano. El templo dedicado (L Fm•tu, na Muliebris, parece que se erigió eu honor de las mo.trouaR que salvaron ú Roma ac¡uell:1. \"CZ de sus enemigos, y lo levantaron en el uti::;mo sitio e[l qne Voturia logr6 con sus palabras Jasar­mar á su hijo. ('*) IX Patricios y plebeyos continuaron en lucha abierta., yft. en la"! tribunas, ya. con las armas eu la mnno, y no se uniao sino cunndo era preciso rechazar á los enemigos, los cmL!es procuraban apro­vecharse de las disenciones interpas de la República, para atacarla. La muer­te de la doncella VIRGINIA, apuualea. da por su padre para salvarla del des­honor, sirvió para dar mayores ga.rn.u. tías á las mujeres de lo. plehe y más libertad ú las clases pobres do Roma. S. A. DE S. ( Oontin ucwá ). (*) Véase Segnr "Ilistoria llomnnn," to­mo 1.0 , y doctor Leonb:u·d Sehmitz "llisto1y of Rome." A PÓLO GO. Un pajarillo bello y orgulloso En un roble su nido construyó, Cuando ,.oplando el vendaba! furioso Su vivienda y su dicha destruyó. Él des¡mes más prudente hizo sn nido En las última~ ramas de un lloron, Pero un niño risueño y atrevido Al wimdo tnu corea lo cogió. Y llevándolo en triunfo presuroso, Sin pensar en los males que causó, Soltando fué ligero y bullicioso Las pajitas que el viento se llev6 .... 1 Ha'!ta qno al fiu ol pñjnro i.oooen to Le,·es plnmns y mn~gos recogió, Y en no árbol, á orillas de uno. íucute, En el centro su nido fab1·icó. Allí pasó 11u vida trinando melodioso, Cou dulce compañera, rode:iudoln de amor, Y entre el follaje oscuro del árbol rnmornso Llenóse de avecillas el JJido encantador! Aquesto nos enseña que el goce que buecr.wos Está en la mediar, in, sin otm aspira<'ioo; Jamas en la bajeza, qne tanto Jesprec; . mos, ~i contentando ansiosos efíme1·a awbicillu. A zuo&NA nnL VALT.E. -~- -------- ---------- --------~ -- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 8 LA MUJER. LOS DESCUBRIDORES. CUADROS liifo:iTÓRIGOS Y NOVELESCOS-SIGLO x-\. (CONTINUACION). ALONSO DE OJEDA. CUADRO X-1&10-LOS INDiOS DE CALAMAR. I LA bahía de Cala.roa.r ( despues Car. tagena) era en 1510 un sitio ente. Tamente agre&te, circundado de selvas: veíanse manglo..?·es inmensoR en la ori­lla y en el fondo bo:lques espesos de toda suerte de árboles, á cuya sombra vivían innumerables animales, y eu su espesura se ocultaban tribus conside. rahles de indígenas de raza caribe. Eran éstos muy apegados li su inde­pendencia y libertad,- como lo demos­traron en la defensa de su tierra con­tra los españolaR, con tanto ánimo y bi. zarría, que todos los que trataron de desembart;ar en aquel punto babiau tenido que abandonarle en breve. Descubierto este litoral por Rodrigo de Bastidas en 1500, fué despues visi. tado por otros navegantes, quienes en­contraban que la bermOE=a y resgua.r. dada bahía tenia mucha semejanza con la de Cartagena. en España, pero ti la. que era casi imposible abordar con moti..,·o de la mulihedurnbre de natura. les que usab1\n armns envenenadas, y eran, segun decían, más u;írLaros y tercos que oLro~. Ba.stóle ~ O jeda aquellt~ uoticia. para que se propusie!:ie hacerse dueño de lugar tau propio para levantar una fortale:.:u., y e o donde pens6 poder lucir su valor y habilidad; así, apénas se vie. ron en alta ruar cuando gobern6 con direccion á la baLía de Calamar. Hizo le presente Juan de la. Cosa lo difícil que seria. redut;ir aquellas tribus con la po¡;a. gente que llevaban. Díjole que él podía hablar de ello con experiencia propia, puesto que babia acompañado á Bastidas en el descubrimi~to de aque- Has costas y conocía la audMia. de les naturales. Pero toda oposicion nfirmabl. á O jeda en sus determinacione.s; as, desoy~ los consejos de Juan de la Cos~, mofándose de la excesiva prudencil. que manifestaba el piloto on circun~­tancias, segun él, en que era preciso lu. cirse como ''alientes y audaces, para da: á entender á Nicuesa, dijo,que no er:o por falta de ánimo y gallardía q1..e ha. bia dejado de combatir .con él, y que cuando se trataba de arriesgar la vid& no babia cosa alguna que le arredrara Así fué que una hermosa maña na de Diciembre lleg6 la flotilla de Ojuda frente á las puntas que hoy llaman de Canoas, á cuya espalda se veía una alta colina (llaruada despues nue&tra Seffo. ra. de la Popa) cubierta. de moot¿1ña espesa ; y orillando una. lengüeta de tierra. baja, y pasaudo por uu estrecho canal enLre dos islillas, penetraron al magnífico puerto 6 bahía gua 1 Jamaron de Cartagena de Indias. Lucia un M· diente sol sobre el azul y de~pejado cielo que se retrataba en las agtms claras y mansa~ de la bahía, tao puras y cristalinas, que se percibían en el fondo las estrellas de mar de variadof:i colores, las conchas, las algo.;; y ha~ta los peces que pasaban y repo.~abau }JOr entre los bosques de vegetncion marí. tima que guarnecía el lecho del trau. quilo y solitario puerto. Sin embargo, aqu~lla. e:ol~dad era aparente, porque no bien hubioroo an. ciado los buques, cmindo salieron nu­bes de guerreros indígenas de los Yeci­nos bosques, en aJemau de peléa. Lle­vaban todo el cuerpo pintado de negro y colorado, la cabeza orlada con u~a guirnalda de garras de tigre y de leo. pardo, llevando en las manos ciertr.s -----·-------- --------- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ---.. REVISTA QUINCENAL. 9 --- lanza'! llamadas a=agay, cargado ú las 1 atrapar. Así, eu lugnr de acercarse. ospalJas el carcaj lleno ele fiecltns,- todos ello;; al son de sns i uc;trmuento.:; el aspecto feroz, el ademan horrible, y guerreros levat:tnrou ~;us flechas y se dando los gritos y alaridos mi\S pnvo- prepararon :l eutmr eu pelea con los ro~os que hubieran jamas escuclJnllo 1 íu vasores. O jeda tnm biou hizo sus pre. oitlos humanos. parativos para resi~tir ol n.tngue, poro _Jnruellia.tamente mand6 el capitau iiutes de ello volvi6 ú rea. que e~tat•o. :~1 Indo del un escribano, halt6 á tierra, desembar. capitao. le mauife~tóclc une' o qne era cando en la isla de Codego. y de!'de mejor voher,e :í los na\'Íos por eut6n. allí mand6 leer con toda solemnidad ces, pue~ las bordas iurlígeuns erau nu­uu rt!querimiento que habían matHln.do merosísima.s y los espatiolcs un puñado de Espufia con e~e objeto,- obra de un de hombres; ademas, añadió el piloto, cronisto. célebre de la época, el llama. yu. \CÍa que para e:otahlucer~e prestn~en á los más feroce:> de aquellas tierra5. repre;;cotnr semejante farsa, pnm alar. -Yo no temo á hombres desnudos, dear de imparcialidad con los atúui. contest6 Ojeda; adema-;, he veuido á ' tos indígouas, que nada podían eotoo. cumplir las 6rdenes del H.ey que manda der de la comedia. Pero esto sutediú que eu primer lugar so trato de domar no bolnmeuto ent6nces, sino que des. ;l los naturales qne mfis nudncia y bra. pues 11iernpre se leía uu requeriruieuto vura manifiesten. por el mi~tno tenor á los salvajes ú -Pero .... quienes los españoles iban tí librn.r ba- -No insistais Juan de la Cosa: ex. tallo., doclnr::índoles tercos y fuero. de clarn6 Ojeda, inspiraJo yn. por el genio In. ley si persistían en pelear, ú pe~;:u de los combates, n.l notar que los oa.tu. do las 6rdones de su supuesto legítimo rales se acercaban en falange, como rey, el de Castilla. para arrollarle. Volved ú los navío~>, 1 Eu t~tuto que el escribano loia con nfiaJió.- yo confío e u la protecciou del 1 1 vo~ no muy l:iegura. aquel largo discur. cielo. y en la SauiÍhÍIOil Virgen, cuya so, los i ouígenus permanecieron quie. imágen llevo sobro mi pecliO. tos y sileocio~o<;, coUJo aguardanclo á -Alon~o. por ,~]tima ..ez os repito quu ¡,uccdicra alguna otra co~n. Cuan. t¡uc es loca vuostm temeridad .... ~o c.lo fiu;tli;.:ó su lectura el encargado de teuteis á Dios i olla, Ojecln. mn.ndó que le~ mostraran 1 -Juan Jo la Cosn, ya no sois júven, de lr jos las joyuelas, campanilla~; y estas escenas no so o pa. m vo~, dejad me! demas rescates que traían. :.\lunifosttíu. -Ah~ loco y ciego moza : exclamó dole11 al mismo tiempo, por bocu de los el piloto dolorosamente, ¡ pcn~n.is que intérprotes que llevaban, que no lm- tcruo la mue1'te por mí! .. .. Adelante, biau ido ú aquclh~ tierra. sino e u lion pues .... ataquétno~>los át.tes de que nos de paz, y que si :;e acercaban ú los fo. rodeen l rastcro~ serian ricamente ob;;equindos. Alonso de Ojedn. dió la órden de Los indígenas se miraron lol) unos :í arremeter sobre el enemigo, y con el los otrol:i pero permanecieron en ~;u piloto que le seguía los pa!:os, se arroj6 puesto. Los indios son naturalmente como un leon con c~pada eu mano so. de:.couriac.los, y éstos con mús ra~on, bre la turba de indígenus. los que ere. porque varias Yaces habían tenido que yendo al principio que los españoles s\ifrir á manos de los ospnfioles, quie. vacilaban, no habían teoido tiempo de ues, cogiéndoles descuidados, He ha-¡ ajustar la flecha. en el arco, y a:;Í les bian llevado cautivos á cuantos podiau recibieron apénns con sus lanzas enris- 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. -~----~ ---- --- 10 LA MUJER. tracias. Pero en breve nqnella flébil que cerra\.;an el horizonte como mn. 1 resistencia no tuvo efecto coutrn el espesa. muralla de verdura. · bier·ro de los -europeo", y a.turJidoR y atónitos ante el arrojo de aquel puiia. 1I do de valientes, se derlararon en derro. Los rayos del sol de medio día. qte­ta, casi sin haber combatido, dejando mabau ~;omo fuego, p!!ro Re re~pira1a sobre el campo muchos muertos, pero un fre<~co clelicioso bajo la t:ombra le llev{¡udo~e lo.; herido .~. los árbol e". Todo callaba e u la t at t- Lo" e~ pañoles alcnuzaron ~ hacer raleza, !­buques, y en seguida empezaron{¡ exa. metinu en la e:;pesura de la E:ehn. L1!-l miunr IoN ca.dúveres, sobre los cuales españoles, que bahia.n pasado la m:tíh­eucontmron alborozados muchas plan. na, primero batallaudo con los iurli(ll, chas ele oro, el que, aunque de inferior y de5:pues per~iguiéudolos c·alzado~ ~;en . calidad, enceudi6 la codicia de aque. fuertes y pe~ndas bota'! al tra'"'es ce llos aventurero&, y por ese motivo pi· las breiias v malezas th~ la moot:uü., dieron licencia. de per:.eguir á los pt·6. se sentían· fatigadoR y hambrieuto;, fugos. Ojeda no ~;olamente lo penniti6, pues no habían pa~ado alimento uit. sino <"¡tte quiso ac·ompnfiar á sus solda. guno aquel dia. Detuviéron~e, puei, dos. Pero áute"< de emprender la per. algunos momentos pnra respirar. é>j e. 1 secuciou mand6 atar ú dos de los pri. da, que era infatigahle, Labia pa aLo 1 sionero¡;, y por medio ele los iutérpre. ndelaote cou los dos indros cauti\'os. tes les dijo que los guiasen a.l sitio en -Arriba, muchachoH 1 gritó repet.. donde debían estar lo11 derrotado~;, so tinameute al llegar ú tma ligem em­pena de la vida si )o¡; traiciona-bao. nencio., volviéndose ú los que hahín·1 -¡Qué baceis nhora.1 preguntó el quedl:\do atra.s, adelnntu; nquí está el piloto. enemigo ! -Lo veis, conter-t6 el capitan, me Al decir e~tq, volvi6 caras, y deset:. prepa.ro para it á traer mayor cnuti. vaín6 lu espnlla gritando: ¡ Sautin~o l dad de nc1uel oro que tnn fácilmente Sa.ntinAo tí ellos; Y cle~? Por ahora los he. que detra~ "e \eHI., rodeado :le nwutn­mos vcucido, y de .. pucs de esta clcrrotn. iia, pero limpios nl~uno~ trecho" para tal vez no \'Uehao tan pronto tí moles. dar campo (L las ¡;emeutems de maíz y tarnos; aprovechémonos de ella para de Y'lc:\, hacernos fuenes lli}IIÍ, pero no lo!i hu,. En la pnrte delanlern de la palizadn quemos en el fondo de aquestos ccrra. r>e habían situado los guerreros el~ b dos bosc¡\tes. tribu, nrrnados tollos ellos con m:u:arras, -Repítooc;, respondió Ojeda, que arcos y flechn~, la.n:-.n'l arrojadiza~, y vuestros coo~ejos suu pordidos para rní defendidos por escudos do fuadem tau por ahora, y a, los por euLre los a.rcabucos y las arbQledas que no puJiendo resistir huyeron to. --- - -- ------ - Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ------- _________ .;:_ ___________________ REVISTA QU I NCENAL. 11 dos ellos, méno~ ocho valientes. Es­tos entraron ti ln. palizada de troncos y empezaron á disparar flecbnzos con­tra los españoles, cou tant.o tino y nl­pidez en sus tiros, que aquéllos no osaron acercarlie al fuertezuelo, y se detuvieron eu su ímpetu. -Qué veo ! exclamó Ojeda con la mirada ardiente, el cuello erguido, la espada elevada, y todo su u.~;pecto tan animarlo y terrible, que m{Ís que hom­bre, parecin. el {¡u gel del exterrui ni o. i C6mo, añadió, miraullo {Í los solda. dos, por ventura temeríais y os arre. d ra.rian IH¡nestos viles sal va jea? -¡Jamas! gritó no soldado caste. llano, jóveu qne no alcauzaha ú los veinta años, ¡jamas dirán que el hijo de mi padre tuvo miedo! Y leyantando la. rodela en una ma. no, y llevando un l'able eu la otra, saL tó por encima de los a1110utonaclos ca. daveres de los indígenas :¡ne habiau quedado muertos en el primer choque. L legó al poc;tigo de la palizada ~· cm­pujó con iauta violencia los made­ros, que cedieron los estn.ntillos, y al caer éstos para adoutro cayó el jóven para atras, atraveaado el pecho con la flecha de uno de los ioclígeuas, qno le asechalJa desde adentro. -:Ualdiciou 1 ¡Jritt) Ojeda al ver caer al valeroso jóveo, eu tanto t]Ue los indígenas continuaban di..,parnudo ~us flechas cou grandísimo brío. Vieudo el capitau que todo el que se acercara á la pn.li7.1Hia moriría, y :moque era fúctl arrojarle:'! y >encer­les, como a4.uello uo "e podía hacer sin d arracnar la !:a ugre de los ¡..uyo)l, resol. vió salir lle ellos de otra manera. Miéntras qna él tingia ataearlos por el frente, mandó qno pasaudo callarla­mente por l:\H malezas dos 6 tres sol. dados !-ll acercaran por la parte de atrn.s, preudie:.cn fuego tí lo.~ estacones de w~dera y arrojaran paja ardiendo en medio de los combatientes. _-\.sí lo hicieron, y momentos despues vicrouse los denodados guerreros rodeados de llamas, que en breve rato conRumieron ' , completamente el edificio, junto con 1 ¡ lo<3 .heroicos indíge~a~ qu~re~rieron morir allí delltro más lJieu que rendir. se á los odiados forasteros. En tanto que Ojcda se empeii'a.hn en veucer á los naturales tle In palizada, sus compañeros Lahian tomado•en el vecino ca~xhalado esta. sentida llazos sobre loF que tenían junto, y aun- pleaaria, cuando oyó la voz de Juan de r¡ue mataban indios sin cesar, nada acle- la Cosa que g ri taba desde afuera: ln.ntaban, pues en lugar de los que que- -Alonso! Alonso do Ojeda. 1 ¡en daban fuera do con. bate ap'\.recian o nos dónde estais? tantos á llenar el buceo de las filas. -Aquí! grit6 el interpelado incor· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ---- - ------- REVISTA QUINOENAI.~. 13 ------- por:índo<~e á riesgo da Rer atra.ve!>ado piloto moribundo, resolvi6 pc.·maoecer por las flechas de los indios. á su Indo y ayudarle en aquel trance Pero é~tos ya babia.o dejado do n.co- supremo. meterle 6. él, y parecían empeñado!! en -Ah l exclam6 Juan de la Cosa es­rei1i r con lo'! quo se acercaban, y bn- tremeciéndose y retorciendo los brazos jando de las paredes trabaron con ellos con el dolor que le causaban las herí­un reííidísimo combsl.te en torno de la da¡¡ envenenadas y quo le producían cusa. violentas convulsiones. ¡Si pudiera al Empeii6 ent6nces O jeda todns sus rué nos moril" como cristiano L .. fuerzas para violentar la puertl\ con -Aquí eBtoy yo, indigno siervo de tanto Ítllpetn, que aunque asegurada. Dios, exclam6 el fraile hincándose á su por deutro por los españoles y por lado, Juan, ~·ecl, yo os ofrezco mis set·­fuera por los salvujes, se viuo abajo vicios y consuelos. dejando la ~>alipecto más terrible y 11au. codos~ grieuto, tJltuiondo en él indios sin nt~- -N o alcanzo ..... pero oidrno .... m o ro ero; pero éstos era u inagotables, y arrepiento, dijo con debilituda voz, y por ut1o que caia se levanta.bau muchos pitio humilclemento per m1Ís, refugiarse eu uua choza 1 La escena era imponente: In. luz del a1slad•t on donde pen~:.ó poliriu morir inceudio iluminaba. cou rojos resplan­tranc¡ uil.wacuLe. dores l:l noblo y ya ctírdena frente del Como !.,s :;alvajes en su furia. h11.binn 1 piloto, que recibio. lo; con<:uc!os do la pne:;t(¡ fuuc,o al Clt~erío, por si hubiese Rolig10n con profundo rúconocimiento alguo español oculto bntre las Ctido iluminado por 11011 luz roja é i u termi- de soldado, y á lo l~jos se oían los gutos teutú rpteaumentalJa el horror do la es- ra.biosos do los indio",loli golpes do las cena. La. choza en que se refugió el pi- n.rma¡::, los a.yes de los woribnudos, la" loto, estaba, pues, o.l uutbrada. por "-q u el imprecacio;Jes do los •JUe at1n vi vian y 1 cárdeno re'>ph~ndor, y así, toaot~ro~os de el traquido del ioccnd10 que do\"'or·aba ser vi,tos, sus corupnñero~ dejaron el non. parle do l<1. poblacioo. asilo de las pareueA y le 1\haodouarou, Despues do uu síncope el pdoto vol­~ al vo JO pobre fraile que iba en la ex. vi6 en sí, y viendo to<.hvía allí al fraile pedicioo eu uoion de otros qne se !la. le dijo balbuciendo: bian 'lueda.do en los navíos. Viendo --Salvaos, padre ~ ... romped aquella fray .A.ndres que todos los que habían pared é idos al monte quo está cerca ... salido fuera. de la. choza. habían caído Pero ántes escuchad mi última súpli­en manos de loR sa.l vajes, y recordando, ca ... Dios ele be de babor sal vado la vida a.demas, su ministerio á vista. del buen de O jeda; buscaJle ... y decid le .... de ___ , __ TOV() III. ...... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 14 LA MUJER. mi pn.rte ..... que be muerto, pero que basta. mi último suspiro su memoria ... Pero ántes de concluir eu frase se le agotaron enteramente las fuerzas, y dejando caer la cabeza. exha.l6 el pos­trer suspiro. Cerr61e los ojos el buen fraile, y postráuclose or6, encomendando á Dios el almR. del piloto, é invocando para sí la proteccion divina. En seguida quiso ohedecer el consejo de Juan de la Co!'a. F:ícilmente hizo un agujero eu la dé. uil tapia de la choza, y sali6 por él sin ser notado por sus enemigos,- merced á la oscuridad que reinaba por aquel lado del pueblo,-y metiéndose a.l bos­que, en breves instantes desapareci6 entre la maleza tomando instintiva. mente la vereda que conducía al mar. Cor·ria como un loco el mísero fraile por aquel camino, no porque ¡;e acor­dara. de él sino como por inspiracioo, y el haber acertado con la via lo tuvo despues á milagro de su santo pa.tron, á quien no babia cesado de invocar en aquella fuga. A cada momento espera­ba encontrar otros españoles compaña. ros suyos que hubiesen poJitlo salvarse como él y que tomaran el camino del mar. Pero cua.udo pas6 la noche, lleg6 la aurora., lució la. luz del sol y la seu. da que seguía al travcs de la montaña. continuaba solitaria, el pobre fraile se convenció ques6le> él Re hnbia salvado. Mú~ y más lleno de sobresalto y asom­bro al notar el silencio que prevalecía en todas partes, apuró el paso, tras. puso el bosque, y por último, fatigado y medio lllUerto, lleg6 al DD t\ la. orilla del mar, Slh hauer encontrado la menor señal de sus compañeros de dt~c;gracia. Viéroule iau qued11oo co ellos, y recogi~ndole exúnime en un bote, le llevaron 1¡ bor. do, cu donde refiri6 lo que babia su. cedido. A pesa-r de la lamentable historia que contaba el acongojado fraile, los compn.fiero~ de Oj~da no perdieron la espera.uza de que otros roús se huhie­seo salvado de aquel desastre.-Por lo ménos, decin.n, el Ca}Jitan debe de ba­bel" logrado salir de entre las manos de los indios,- pueR conocían su agilidad, su denuedo y gra.odhirna resistencia. Esta idea la coufirrn6 el derrotado al ele. cirque estando con Juan do la Cosa. en la. choza en que éste murió, crevó notar que Ojeda se babia desprendido de en medio de una. tmha de indios, y dando saltos babia huido á lo ltj0:3. Así, bus. cáronle en la seudd. que conducía al pueblo quemado, pero si~ 14treverse tí internar mucho, pues ya habian co­brado miedo :í los indígenas, -lofi qne, probablemente, los acecbnrian eu los al rededores. N o éolamento E:e afligian los españoles con motivo de la. pérdida de los setenta !lolclndos mejores de la expedicion, sino que con ese motivo carecia.n de suficientes armas para ata.. car tí los enemigo!! con provecho. Pas6se el dia. y no vol vi a ninguno de los compañeros de Ojeda, ni éste daba señal de vidR. Al otro dia ''isitaron por tierra el contorno de la bahía, sn­biéronse a.l inmediato cerro (hoy de la Popa), que eot6uces estaba cubierto de monte espeso, y perdiendo la esperan. za de hallarle en tierra se embarcaron en los botes y se pusieron á reconocer los manglares de las orillas del mar, dando gritos, tiros, y tocando cornetns para orientar á los que acuso estuvie. sen perdidos en los bosqltes. Pt::ro todo aquello fué e u vn.no,- y lo único que vieron al t~rcer dia fné una turhn ele salvajes que parecían burlarse de ellos y manifestar su t rittofo danzando con fantústicM mue('aS en la playa, y dando gritos y Aullidos que más pa.recian obra dtl chacn.les v animales feroces que de hombres racionales. Afiigirlo!l, conc;teruo.dos, careciendo de jefes, puesto que Ojeda y el piloto ha­Lia(¡ perecido en la malhadada. expedi­ciou, los espafio)e$lae decidieron ú abao. 1 donar a~uclla. costa. de mal agüero, y \'Olver á Santo Domiugo IÍ dar parte de la desgracia ocurrida. Dieron, pues, In órden de levar las anclas, éiban ú pro­CC{ ier á ello, cuando Francisco .Piza.rro pidi6 que le diesen noa hora, durante la cual iria con tres 6 cuatro compañe­ros á visitar un agrupado manglar, eu un rincon de la bahía, que le parecia ----------------------- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ' -------- ------ REVISTA QUINCENAL. 15 uo l::&bia.n examinado detenidamente, ¡ recia moverse sohre los troncos y raí. y en donde crey6 ver un punto qne pa- ces de los árboles sumergidos. (Continuará). S. A.. DE S. ----- PLE GA RIA . Uno. mirada te pido, Dnlce, /\morosa María, Consuelo del alma mía, IWfugio del corozon. Te pido la fe sencilla Que calmo mi ansia matema, Que u1e diga no es eterna La humana separacion. Señora, enciende en mi alma Esa antorcha pura y santa, Ese amor que nos levanta De este mundo n otro mejor; De este umndo que nos cobra Por la dicha de uu moruento, Mil horas de sentimiento O de profundo dolor. Nunca en la. vida he encontrado Ni alt.>gría ni consuelo, Y hoy envuelta en denso velo Qué puedo de ella esperar ? Marí~~o l Trémulo el labio Te in;oea desde el vacío Que ha d&jado ese ángel mio ~ue en tus brazos voy á hallar. Yo soy cual tórtola errante Que en tl'iste selva apartada Día. y noche en In enramada Llora el uitlo que perdió. Soy débil caña ri. la orilla De un Oc.Sano tempestuoso: En su abismo misterioso Mi esperanza feneció ! Tít de los hombres enjugas El ll~nto con mano pía, Y al que en lu bondud confía Le das horns de placer. Tú, halago del pensamiento, Ilusion que el alroa ado1·a, De esta noche bolla aurora. Guia y luz de la mujer. A ti dirijo ¡ oh María 1 :M.i tl-istísima plegaria, Desde la mua funeraria Que guarda todo mi bien: V u el ve á mí tus dulces ojos, Mira mi intenso delirio, Y lll espina del ma1·tirio Arranca ya de 1ui sien ! RosARIO OrtREGO (chilena). LA EDUCACION DE LAS HIJAS DEL PUEBLO. EL TRABAJO DE LAS J.\..LUJERES EN EL SIGLO XIX. OBRA ESCRITA EN FRANCES POR PABLO LEROY-BEAULIEU. (~o~onad:~ poq la Academia de cienoice mo~ales y polfticas dt ljr¡aucia). P.RIME& ARTÍCULO. I nueva en Ftancia, puesto que fué PENSAMOS, en u na série de estudios, publicada en 1873, oreelllos que es examinar con nuestras lectora¡¡ el muy desconocida entre nosotros, y estamos interesante libro cuyo título encabeza. seguras de que ninguna de nuestras este a rtículo. Aunque 1& obra. no es lectoras la ha leido. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. --------- --- ---- -- - - 4 16 L A M U .J ~-R_. -----"'=-------=-~ ~ ¡El trabajo dG las mujeres eo el l j siglo XIX! Qué horizontes Re presentan 1 U á uuestra vista ~<6lo con la lectnra. dé este título! La mnjer, es decir, la ?nadre Pero áutes de llegar nl fondo de la de la humanidad, debe sor para. el cuestion, el autor hace una breve des. lef:islador, el pnHtico, el moralista, el cripcion del trabajo de la mujer en la filósofo, el estudio más interesante de historia de los p11eblos. Siendo la mujer este ~;iglo; siglo que tiende ú sumirse el sér más débil de la hu wanidad, y en la ruina, que se precipita. en un Riendo el hombre m;~s fuerte y robusto mar de desmoralizacion, y que no podr~ físicamente, ella es, sin embargo, la. levanta.t·se del cieno y de la corrupcion encargada ele dar á luz y criar á las en que yace, sino por la influencia j6venes generaciones. "De esta desi­de la. !lADRE, que dará trabajadores gualda.d de las fuerzas físicas, de esta. para. los campos de la verdad. deAigualdad de ~;us trabajos nace, bajo La educacion y el trabajo de la. mujer el punto de vista ccon6ruico y social, del pueblo es un asunto 01uri m portante la. necesidad de la. familia. La familia en la actual ci vilizacion. H 'lbíase creido csta.b1 e, permanente, il1disoluble,- no en~re nosotros que la manera de elevar la. un ion libre y el contrato pa.sa.jero. y da.r felicidad ií. la muj~r de l::w clases El hombre y la mujer aparte son !'éres pobres, era darla una. iustruccion inte~ incompletos, y s61o la familia hace lectual, cultivando eu ~:~lla. ciencias y que ae equilibren Al\S facullade~. Cada artes perfectamente inadecuadas para miembro debe ser activo, pero con una ]a. vida que Jebe llevar clespues en el actividad diferente, y debe tmbajar- en mundo. Dar instruccion útil, dn.r bue- la prosperidad ¡¡ocia} por vins dl'>ersas. nos principios de moralidad, dar una La. obligacion del trabajo es h. misma religion que sirva. de freno á sus pasio- par:~. ámbos, peto el trabajo no debe nes y contiuelo en sus dc~gracias, y l ser el mismo. El hombre es robusto, darla una industria que la proporcione e01prendedor; Sll fuerza. física, su a.c. los mediof:i para subsistir, hé aquí el tividad intelectunJ, lo llevan á hnsca.r objeto raciorJa.l que deberían tener eu su labor fuera de su bogar. La mujer mira. todos los filántropos, los amigos sedentaria. por debilidad tle coustitu. del pueblo y los cristin.nos que desean cion y por la. necesidad de cuidar de ver en la. patl·ia. una. pobla.cion verda- los séres que alimeot::t., permanece den. dE>ramente trabajadorA, indnfitriosa y tro de su morada." E~ta era. la. orga. moral. nizo.cion natural de la familia, pero .Antes de entrar en esto. cuestion la biatoria de lM diferentes naciones ardiente, que en mala hora. se ha con- de la tierra prueban que el hombre, vertido en cue~tion de partirlo, ..,e&.tuO!; abur.nurlo de su fuerza, ohli~aba ~í qne lo que dice el autor del libro que de- las mujeres se ocuparan en las labores seamos presentar á nuostra.s lectoras más fuertes y en los trabajos más dttros, como muy digno de su ateucion. en tanto que éllo~; &e entretenían on la "En t11edio de las grandes cuestiones caza ó hacían la guerra. ú &us vec1 noR. que agitan uucstra época., dice, no hay Las griegns, las egipcias y aun ]M 1 ningnua. más interesante que·la del tra. romana~. trabajaban eo los campos y 1 !,ajo de la mujer. La constitucion de ta.mbien dentro de sus casas. Durante 1 la familia, la educacion de las nuevas la. Edad l\1énin.la.s mujeres eran esclavas 1 generaciones, ]a conservn.cion, el per- do los hombres, y todas, desde las hijas 1 feccionamiento 6 la degeneracion de In. de Carloooagno hasta las mujeres de 1 raza: en una palabra., el estado moral los labradores, tenian por obligacion 1 y aun fí:iico de un pueblo, depende en que hilar y tejer los veRtidos do sus gran parte de la. orgauiza.cion del tra. familias. Adamas, cada castillo tenia bajo de las mujeres del puehlo." talleres, en los cuaJes trabnjnuan las mujeres de la servidumbre dol Seiior, - 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. RE\ .. IS'rA QUI~CENAL. 17 - - ------------:------ -- ------ - MÍ oomo tambien las siervas t]Ue vi vian fiu del siglo XVII In fabrkacion de en sus terrenos. encajes ocupaba ea Frnncia. á mrt'! de Aquello~ talleres, en donde lie aglo. cien mil obrorns. Con el borda.!<> sucedi6 meJ .. bao tantas mujeres de diferentes otro tanto. y este oficio, ni perf~ccio. cla.l!e-., eran foco~ de corrupcioo, y como na.rse, ha dado pau 6 millares de fn. las quo los frecuenta hao no teniao nio. milias. guoa educn.cioo, y tra.bajnbn.n contra. Nadie en nqucllos tiempos babia su voluntad, las industrias 110 ¡::e per. l dicho que la. mujer no debería tener f~cciouabn.n, y las nmjereR procutaba.n una. industria, y que su tioica mision salir S el bello ideal El ~~.utor hace un estudio muy eru. de la ci viliza.cion cr j,tiuun, en la cual enta a.quf \lU cuadro dolorosísimo de los F;tJfrimientos de las mujere¡¡ y de las nifias de ménos de trece años, que se ocupan en )a<; fábrL ca.s y en las manufacturas de Francia é Iogla;er.ra_, en. donde a.pénas ganan con que v1 v1r nnserahlemen te. Segun documentos auténticos, ahora diez nños vivian empleadas permanen. temente en el interior de las mauufa.c. tu ras de sederías del mediodía de Fran. cía má~ de 14,000 nifia& v como 450 000 mujeres. Hay eatableciñüentos en 'que no solamente se hila., se tifie y se fa­brican la:; telas, sino que a.llí mismo se cortan los vestidos y se cosen, y el algodon que ha entrado eu su forma nat0:ral sale bajo el aspecto de una cam1sa, de una bata 6 de cualquier otro vestido. Allí todo se hace con máquinas de vapor, y si lns mujeres trabajan con la máquina de coser que conocemos, esas máquinas están movida!i por vapor. En Paris hay uua manufactura que oc.upa. 2,?00 mujerell, que trabajan al m1Rtno t1empo en máquinas de costura movidas por el vapor, y una manufac. tura, por lo ménos, cuyas miíqninns Re mueven por la electricicind. Más alio, hay mliquinas cortadoras que en pocos 1 morueotos cortan docenas de ve;,tidos. J Hay flíbrira.s de ~npatos y botines, en do~de todo lo hacen por medio de mlí. qumas! Y. ~nsta , trabajar en obras de quereis protegerlos, s~ñoreo;;, dad les luz costura, segun la.s reglas del arte? á sus entendimientos y no oficio pam i Por qué se eU1peñan los mandatarios sus tuanos. La limosna envilece, el tra. en producir mnjeres inútile.'l, 6 más bajo dignifica. i Quereis honrar la me. bien perniciosas para la sociedad, en moría. de los pr6ceres? Dati una edu­lugar de niñas trabajadoras que lleva.. cacion útil á sus desccnt.lieutes. Abrid rinn á &U!i familias el conocimiento de escuelas profesionales, no de artes de industrias mtevas entre nosotro~, y que l adoruo, sino de utilidad; plantead ta. 18.'! pudieran Jar el pan cotidit\uo! Hay llores eu donde pueda u aprender los abermciones del espíritu humano que ¡ pobres uu oficio, y habreis merecido no se co1oprenden. En "ez de tmer tná!l de ln patria que con todos los di!;. tantos mae~tros de literatura para. lm; cursos de ord~nauza del VEI:~TE DE colegios, t por quó u o hacer venir 111aes .• JULIO. tros para euseñar indu.s/;rirwlucrati va<; 1 S. A. DE S. á los hijos del pueblo, y sobre todo á ( Conti nzumí ). LA EDUCACION A LOS VEINTIUN AÑOS. OARTAS A MI "PRIMA XATALIA. en !r¡nneca poq ..~ . Rondelet, adoptada 31 eastellano y 81[t¡'89lada paJ!a las lectot¡as CQ)ombianos poq .$. ;t. dt $. EL sentimiento del DEBER, de la BONDAD I~'TEL1GENTE y del AMOR ORtS. Tl..CiO es de lo que carecen las actuales generaciones, pervettidas por el mlt­teri& li~mo. - ----- _1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 20 LA MUJER. "f... a. misiou de1 escritor de la presente époc!\ (dice Rondelet en la iotro. 1luccion del libro q\le nos ocupa.) consiste no en deshactlr la.i ilusiones de la juveutwi, sino en hacérselas recuperar porque las h-a. perdido. "El movimiento que impulsa las sociedades bllcia el des6rdeo, hácill lt1 orgnnizacion permanente de la revolucion, y de la destruccion Re I.'Íente hasta. en las fMnilias más s6lidameote fundadas. Allí, como en tollas partes, dil!rn:­nuye el re!':peto, la. Qbediencia. y el amor. "Esta uueva. dificultad se añade á todas las demas. No podemoR pensar en que se uos e¡:cuche y se nos lea mucho, cuando los consejos del padre no son atendidos, comQ ta.mpoco se agradece la ternura de la madre. "l!ay, sin embargo, en la jnventud un resorte que e'l nuestra esperanzn; basta de un momento de ateocion, un movimiento de buena. voluntad para lograr reconquistar y encontrar de nuevo las cualitludes é impulsos de genero­sidad propios de aquella. enad." Este seutiroieuto es el que nos inspira al dedicar estr.s páginas á las jó"t"O­nes compatriotas oue'ltras que de!lenn realmente adelantar en el camino de la perfeccion, á la cual tiende toda alma. geoeros1~. Si nuestra voz no es suficien. temeote autorizada para. qne so nos escuche y se sigan nnestros consejos, pen. samos que la de una pere;oua como la del señor Antonino Roudelet, cuyas obras han sido coronadas por la. Academia de ciencias morales y por la. Academi:~. francesa. de París, sí será oída por las j6venes colombianas con respeto y con. sideracioo. En el primer año de La Mt~jer vertimos del inglés, arregl{!uciola á las costumbres de nueRtro paÍ!l, una obrita '1lle gust6 mucho: "Lo QUE PIENS!. UNA MUJER DE LAS MUJERES;" en el presente Kño veremos ~;i tiene igual acept:1.cion '' L!. EDUCAOIO~ Á LOS VEIN'l'E AÑOS." 1 EL DEBER DE EST.áR ALEGRE. y nmigoR. Haci11. tres años q\te yo no i!Ja al Vn.lle-hermoso, y así fuo qtte desde el primer día to encontr6 muy • Mi quct·ida l"·úna. cambiada. Tienes uie:.-. y seis Rños, la edad eu E~tiÍ" triste, Natalin., no puedas ne. qne parece natund qne se reciban cum. gario. N e hay uuda m¡Í:J aristocrático plimientos y nmln utlís, edad en que quo la melancolía; olla dtL cierto aire' cuantos se to acercan es con palabras 1 de superioridarl y de orgullo, pu.rete amables y agratlahles. Lo. juventud cowo si aquella. iudiferQncia a.lliva oos aparece :í los que la miran en lonta.. elevara. sohre las cosas de la vida, en mmzu. la. Ppoca. en que la vida uo tiene h~ Clml no noll dignamos iuteresnrnoa; sino sonrisas, como uu dulce rec11erdo figtha.!ionos como si las miserins del Jc io~; primeros afios, que uno gusta tnuudo sou cosa muy poc3. pu.ra unu. 1 ettcontrar de nuevo en los que vienen gmocle alrol\. detras. La. do~grn.cia. es que entre esas mise. 1 Comienzo mal ol sermoo que pensa- ria.s de la. vitla se encnontrau los debe-ha. dirigirte, mi querida Natalia. Mi res, y que bajo pretexto de mirar con carta deLia. ser un 'I'I'(JCJ/ño casi, y no desprecio eso:~ pormenores, nos ¡,alimos encuentro c6mo empcz.u.rla por eso. de las verdaderas obligaciones de la Acnbo de pa.sa.r en la. msa de tus po.- exi:!tenci<~. humana.. clres y tí tu lado quince dias enteros: ¿Para qué pieuRas que sirve en el te he visto á toda hora, desde las pri- 1 mundo una jóven sino es para difundir morns horas hasta. las últimas del día., 1 en torno do sí una atru6sfera de alegría en la Aoleda.d del campo, aunque en y de contento l Ella es la úuícn. en el medio de un gro.o círculo de parientes bogar paterno que tiene tiempo para Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - 1 RE V I S 'l' A Q U I N C E N AL . 21 1 adornarlo. Toda. la existencia. de los 1 dan las contra.riedade!'>, las preocupa­padres durante la infancia. de sus hijos ciones, la melancolía, y tus padres te consiste en tratar de proporcionarles ¡desconocen enteramente al verte tan la dicha. Hoy, querida Natalia, halle- contenta y de buen humor. gado la hora de retribuir una parte de 1 Sin embargo, N atalia, allí está todo lo que recibiste de ellos. el secreto de la existencia. 1 iN o te parece justo que cuando el N o hay en el mundo sino dos es pe-padre, -despues de pasar la mañana en cíes de personas: las que buscan la fe-1 sus negocios, ~ vueh·e á la casa es na. licidad en su hogar, y las que procuran tural que encuentre delante de sí la hallarla entre personas de fuera. Que. , fisonomía sonriente de su hij~, que le rida Natalia, yo no te predico una ale. arranque por algunos momentos á sus gría ficticia, ni un contento fingido. Lo preocupaciones ! El padre de familia único que pido es que hagas esfuerzos 1 es entónces como el fatigado obret·o, para manifestarte amable con aquellos que deja. en el suelo su pesada carga que ven en tí la alegría de su corazon durante algunos momentos para a-pre. y la tranquilidad de su alma. tar 1;0bre su <;orazon al niño que se Lo que quiero para ti, es tu propia refugia allí. felicidad. El manifestarse contenta, es Francamente, N atalia, ¿es así como cumplir con u o deber; todos debemos te manejas con tus padres, y no es de pagar lo que los demas nos han 1 cierto que faltas algo Íl tu deber~ proporcionado, á la met.lida. do nues- 1 1 Te miraba ayer sentada :í la mesa, tras potencias. Ah J si quisieras hacer con la mi rada vaga y·fastidinda, i ndife. la felicidad de los de mas encoutrarias reute, distraída, escuchaudo apt~nas, y un objeto muy noule en la vida, y ja- 1 no contestando uada á los amablds es. mas te fastidiarías! Yo no digo que fuerzos de tu p~dre para animarte. esto es fácil, y que basta desearlo para 'l'enias todo el aspecto de una de esas llevarlo á cabo, y que s61o con querer­princesas desdeñosas que, fatigadas de lo se disipa el mal humor y la melan. todo lo que las rodea, creen hacer gran. colía. que te invade á veces. Pero es de l1ouor á los que tieuen la. dicho. de preciso sobreponerse á eso sentimiento. que les permitan dirigirse á ellas. Nada. aumenta tanto el fastidio como Vamos, N atalía, ¿no es cierto lo que dejarse llevar por él, y sólo el esfuerzo digo? iN o consideras que cuando tu que se hace para encubrirlo puede ayu. padre vuelve ú su hogar ú buscar do!<. dar íi vencerlo. • canso y solaz ú tu lado, es muy triste Perdóname la excesiva franqueza. de que teugn. 1¡ue hacer e•fuerzos para 1 mi amistad. Esta. carta, que te pMe- 1 hacerse amaule y atento con la señori. cerá tal vez un ?'ega,ño, e¡¡ en el fondo ta. su bija, que apéoas se Jigna aceptar !la prueba más grande de estimacion sus ob~equios ! 1 que te puedo dar. Te hago todas estas [ iN o Rcrá mejor decírtelo todo, Na- ¡ reflexiones ¡Jorque pienso que tienes 1 talia? Oreo que sí. El contraste que el corazon tan uien puesto, que no so­hace tu conducta en la casa con tus ¡lamento comprenderfis y apreciarás mis padres es muy visible cuando llega consejos, sino que tendrás bastante va­al€ Plnn visita. Entónce~ te pr~~.entas llor para seguirlos. baJO otro aapecto; que amalnhdad ! T f t' - - ' qué alegría t qué palabras tan come- ¡ u a ec tsuno pruno. l didas : .... En aquel mom.ento so olvi- (Continual'á). ------- TOMO Ifl. .. -.) Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 22 LA MUJER. ----~-- ANALES DE UN PASEO. DIA CUAHTO. (CO~TL.'WACION). 1 Y al decir esto se arrojó sobre la cama ligera, pero sin duracion ni perfume ; la 1 y escondió la cara entre las manos. que hay entre un delicioso p11isa.je de altí- Alicia, enternecida, pues la amaba como simos cerros, frondosas Mboledas, hondos ti una hija, la tomó en sus brazos, y con precipicios, ruidosos riachuelos, candalosos la voz turbada y los ojos llenos de lágrimas rios, y un jardincito rodeado de muros y la dijo: sin horizonte, lleno de flores ostentosas, y -Cálmate, hijita min: mi resolucion que .suelo estarlo tambien do malvas y no envuelve sacrificio alguno .... cumpliré ortigas .... In que hay entre la luz del sol con gusto cuanto te he ofrecido. ¿No éres en un dia despejado y la luz artificial de tú mi hija querida? una lámpara; la q11o hay entre uu bello 1 Al acabar de hablar salió al corredor niño, lleno de salud y belleza, y el retrato y permaneció algunos momentos sola, tra- del mismo, aunque lo pinte uu gl'ltnde taudo de calmar su emocion y serenar el at·tista; la que hay entre el delicioso canto semblante. de la mirla y el l'oiseñor, y la imitacion Cuando se reunió á sus huéspedes en la de éste por un organillo : la que hlly entro sala, estaba tan pálida, que le preguntaron una cavntina de la Norn1a ó la Lucía, ó si se ·sentía indispuesta, y ella contestó un torbellino tocado en nn tiple, aunque brevemente que el paseo la babia fatigado, sea por mano mae~tra; la que hay entre el y mudó de conversacion al ver llegar IÍ 1 océano inmenso, inagotable, conmovedor Pepita alegre y sonriente. y solewnemo::~te tri., te, y un peq ueiio lago Dejando á los demas en la sala entrete- ¡ suizo, rodeado de paisajes rui:.eilos. 1 nidos, Alicia, Adriana y Pepita salieron al -¿ Es decir, exclo.mú .t\licia, que el corredor á. toma1· el fresco en las hamacas. amor es ca:.i siempre triste y la coq ueteria Al cabo de un rato Adriana dijo: siempre alegre 'l -Ahora dio..s leí una novela francesa -Sí, el amor verdadero no e¡¡ nunca que me interesó, y la recordó anoche risueño, }JOro la coqueter·ía lleva por cuando Máximo refirió el cuento de la séquito la risa y la frivolidad. Elprimoro Violeta. El autor pretende probar que no puedo llegar hasta una dich11 sublitue por existe en realidad ese amor tan decantado momentos; la segunda no sení jnmas ~;ino de que hablan las poetas, y que todo un entretenimiento superficial y momeo­sentimiento tierno no es sino coquetería 1 tttneo. Aquél, si es desgraciado, llenará. de mús ó nténos disimulada, mediante la cual amnrgnra la existencia entera; é~;tu baní cada uno procura engañar y engañarse. derrnmat· lñgrimas pasajeras do ¡Jasajero hl:b:imo estaba fnrnnndo eu el corredor,, despecho. Bl uno es iudeleblo, seu. feliz ó cuando salieron las aeiioras, y permaneció désgracin.do; la otra. fugaz cnalla sombra. en la sombra, á corta di!>tancio., sin notarlo de una nube. Jerso coque- ! amo1·, destello dh,ino, necesita creer en la tarín. eternidad del sentimiento que la domina. -Tan cierto es, dijo Adriana, que In 1 -¡Y sin embargo, exclamó Adrinna mujer que ama verdadero.n1ente no podrá con cierta amargura, nada más transitorio nunca manifestarse coqueta con el que que ese amor que llaman inmortal! ¡)refiere. 1 -Sí, transitorio y fugaz cuando es -Pero una. persona enseñada á prodigar mentido ó bastardo; pero constante y ese fingido cariño de la imagiuacion, pierde durable cuando es verdadero amor ! La la facultad de amar oon el corazon, que coquetería lleva en sí misma el gérmen acaba por vol"erse falso y ruin, repuso de S1.1 extincion, permaneciendo activa Máximo. Y aunque las mujeres no nos miéntras dura la incer~idumbre que la creen muy doctos en materia de sentimien- estimula 1Í poner en juego sus recursos; to, guiados por el instinto, rara vez lloga- pero con el tiempo empieza la monotonía, m os á amar á una coqueta; las solemos el fastidio, y una >ez satisfecha la vanidad bu::;car con anhelo porque nos divierten por aquel lado, busca inmediatamente otra sin "Peligro, y porque á su Indo nuestro diversion nueva. El amor, al contrario, corazon permanece perfectamente intacto. encuentra. alimento en la correspondencia, -¿.Añadirá usted ahora que á nosotras y la armonía de sentimientos léjos de nos gustan les hombres coquetos? preguntó hacerlo monótono~ lo hace profundo. E u Adriana. resúruen : la coquetería es un capricho -Sí, seiiora, y mucho; fenómeno que no hijo del cálculo y la vanidad : el amor es he podido comprender en. ustedes, por otra la impremeditada concentracion de todo parte, y con frecuencia, tan perspicaces. nuestro sér en un solo sentimiento que -Consiste en la Ynnidad de las mujeres, excluye cualquieru. otro. dijo Alicia, porque pretendemos avasallar -¿Es decir, exclamó Pepita, que el los cornzones quo otras no han podido amor no vai·ía jamas? sojuzgar. -No sé qué decirle, contestó Máximo, -Precisamente, observó Adriaua, ese si11o que es un sentimiento tan inexplicable creo sea el motivo por qué los hombres que no se sabe cómo ni por qué brotó en 1 val'iables obtienen tan fáciles triunfos. Y el alma, ni so comprende pot· qnó muere ll lo peor es que frecuentemente resulta de repentinamente. tale::; empeiios, que cuando ellas han ideado -¿Me querrá decir usted ahora, con-poner eu juego toda 1m arte y losartlides cal- tinuá Pepita, t¡uo este scutiuliento quo me 1 cnlauos de la imaginaciou, se encuentran noaban do pintar como eterno é iualtorable sin ~;uher cómo esclavas ellas por el alma y 1 puede cambiar y desalltn·ecer de impro-el corazon, y ellos ruús libre:¡ que nunca. viso? -On:o, aiíadio Alicia, que las mujeres -Balzac dice, repuso M th.imo, con do la sociedad culta labran ellas mismas aquella perf'picacia que lo dU.tingno al sn dt!sgraciu, porque ho bien do descubierto tratar del co1·azon humano, que "ya no en sn corazon un sentimiento po:~ith·o, amo" es un sentimiento tan misterioso y quieren convertirlo en pasion acti ,·a, que tan profundo como "amo." muchas vece::;, sin discernimiouto, so apre- -¡ Cutir:.tos misterios inexplicables en sr.ran á roali:r.a.r en el primero que pat·ece nosotros mismos! exc!Am6 Alicia. dil'pnesto tl corr&.sponderles. Para arua.r -Es verdad, contestó Máximo: nlgnnus corno se debe y ~~ qnien se debe1 se neoe- veces uns acoiou, al parecer insignificante, sita un tacto innato, de que la generalidad una palabra, una mirada, extingue el de las personas no está dotada. En ouma, 1 cariño instantáneamente, y con frecuencia el amor >erdadero es muy raro, mucho se ama :t pesar de ver ajado nuestro orgu- 1 más de lo que se piensa.. 'llo, nuestra delicadeza y hasta nuestra 1 -Qué triste es todo esto ! exclamó Po- 1 dignidad. Como una roca :t orillas del 1 pita. ¿En qné se conoco que una persona 1 precipicio, permanece 'firme budando la es capaz de sentir un Yerdadero amor, 1 acoion del tiempo, tan arraigada que ni el f puesto que todas las almas no son aptas l¡·ayo ni la tempestad la conmueven, y el j 1 para ese sentimiento ? huraoan y la lluvia pasan por encima sin ¡ -En que sea profundamen~ creyente, 1 poderle hacer mal alguno; -pero de im- ·! 11 contesto !lláximo con gravedad. Un ateo proviso, y en un día sereno, l:ie desvía tal\ 1 no pnele amar con el alma, porque el l vez un!\ pequeña míz, se desprendo y t Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. > 1---- U LA .UUJER. 1 rueda un guijnrro que, oculto en la ba>e, af'Í. Por propia dignidttd debo hmcor ~-er mantenía. la mole en equilibrio. )' arrll3- que uo soy imignificaute. y que si 1<:.> quiero, trando consigo un puila.do do !torra, la avasallo tambicn corazones .... l'Oca tambalea, se inclina y cae precipitada En resítmcn, qucdr) persuadida de que al abismo; así el S~. mor que parece mát> ese amor que imaginó llenaba su exti¡;tcncia, constante suele de un momento á otro 1 ora enteramente artificial, no siet.:~do sino desvanecerse, no quedando en el corazon una di>ersion aceptada 11ara disitrnet· el sino ruinas y de~pecbo. 1 tedio de los días de ociosidad nnoral y La noobe estaba muy oscura y amena- física en que pn!>aba la vida aque.Ua niña 1 zabo. lluvia, pues la lnua no aparecía sino 1 mimada: pero le repugnaba, por u u sentí­por intervalos al traves de la espesa capa miento de tonhl envidia, que ..!el nw.ufrngio de nubes que cubría el cielo, por entre las de sus esperanzas se formase la f•elicidad cuales se deslizaba tal cual rayo de su me-¡ de su hermana, á quien considera. ba des­lancólica luz. El viento soplaba con desi- provista de juventud y atracti,•os, y ttsur­guales ráfagas, haciendo gemir un alto padora de un pue¡;to que no le pertenecía. limonero que crecía cerca del ángulo del -~uestra couver!'acion, dijo ,1\driann corredor, y avivando unas veces yapa- IÍ la sazon, me ha reconlado una historia gando otras el fuego de las quemas que quo les referiré, con la condicion de que devoraba los rastrojos on la cúspide do uu en seguida expreso cada cual su parecer, >ecino cerro. 1 pues me interesa saberlo. ' P_or primer~ ve_z de su vida, 1'epita Uitáculo entreaqnellns dos almas cuando llegó al puerto un Lm¡uc de g11crrn. que nmnbnn basta el sacrificio si11 quejarse, iugltis. y }.)s ofi:.:iales fncron tan bien ero. olla y sólo ella. acogidos en Cartagena, qno :lutes de p.ariir ( -Máximo es tan grave, se decia, y ~o resohió el capit:m obsequia¡· á n•Jr.Jelln 1 me veo tan pequeña en comparncion, que, nlllaLle sociedad con un suntuosu !baile 1 en realidad, la vida á su lado m o causaría t 1 J.do ñ. bordo. fastidio: sin embargo, desechar las ilnsio- El Luquo estal.k'\ foJHleado léjos del , nes que me eran halagiieüas y que alimen- mN•uJlCCto ani­como sin inter'!S ou el mundo, todo esto mndo por las voces, el ruido lle romos y ln supone mucha abuegncion y euvuehe un ¡·luz de los faroles. Loon, hcnunuo mn­sncrificiQ que no me siento capaz de hacer y•1r do Paulina, se había captado el cn.riiio por mi hermana. Pero tambien es mucha 1 del ca pitan, quien, distinguiéndolo c•oruo lnunillacion aspirar :t ser amada, sin lo- amigo, dispuso cu,·iar el mejor de !nu; grar ni aun ser atendida, cuando tal vez 1 botes para conducir la familia :i b.mdo tí. si pusiera los ojos eu otro le tmeria reu- la hora con,onida. Confiando en Psta dido á mis piés. Esto no puede continmn· prúulesa. Lcon, acompañado por Rn fino, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. HEVISTA QUTNOE~AL. •>~ -·1 Jlo,4: In fnlllilin ni mui'llo: pero iuvo In morlificaciun do 110 hnlln~· bote, pues l!li! lllllriuoru,¡ Jel c¡uo ltl c•t:J.li:1 dc,tiundo. o ¡uivocaudo su fawilia con e trn, J.¡ liTl­bnrcnron, ,. ncalmban de marchar. Ot· tacharlo rlo ruin cicntero. por nhorrar el flete de un bote hnl1i11 pr fcrido nccptl\r lu 'nga pro m c.-a del capitnn, que nada lo costaba. ludiguado Leon por 1111 eargo MmO r"tn, lo Puuh.bt•Í fnertonwnte, v d oltercndu so fmí acalomudo hn~!41 1111 ¡;nnto nb.rumnh• pntn el n.l..,lo Jo In fnmilin: pero felizmente lo puso término In llcgnda del bote, em indo c:qm•samcute paro ellos por el capitnn al uotnr Ja equivocaC:on quo se habia ~ufrido. La familia se embarcó, excepto J.con, ~ ~l'nfin hcrvil' en :-u alma loco, mTrmquc~ de tm, J. tcmcro!io do "'tallar de ltUO\ o. se nt.J"tu' o de hnhlar. Cmno dijo ñutc , llnfino e pre cutaha baJO 111111 mte\, fnz; ha tn entónces u o hnLian 4 1•cch do qnc tm re o llllll 4 nráctcr. que Lah;'l ocult 1dr. u o tanto p01 hipucH· Í.1, <·unulo porqt v. nm ndo Jll ofuurl11mento á l'aulnlll, l~to amor le en in do ft cuo ll'\11\ ••on t llilr o en ,;n ptc;eurin, J asta el pnuto de 1 arecer colll­plaQicuto J de gcmo un' o; bien que cu reolulnd ern do tal índulo, que t.na \C?. nrrn~trudo por Ja trn. cou ddicult d In J>O­din dorniunr. ~iutJú:sc J'nulinn ofcuJidn cu sn nmor frntmnnl y ou su prupin dignirlnd, y Sil alegría de apare<% ; pero ni llc• m· ni bnquo 'i tos:uncntc ndonmdo, y uotar In animndB c,rcun que p1 cutaba el lMile, ~n empezado bajo 111m hcrm a tienda de (.'a m¡ :llln, nl oit· b m·, ten y t~Fpirnr el nromn de lns flore;:, casi oh'id · ~;u peno. ] ll medmt IUl'UtC Hufiuo le vfrcció In lltOJIO pnm bailar, loq•to Lit•ierou cnllndos y cvu tnllbti 1 friultlnd: rnns poco á poco, 1 J IIINccd ú In emhriagucz del baile y de In armonía, y In vi~ta de Jo. bella y 1 oéticn csccun del mar ilnminndo cu parte por la Iuu':\ y eu IKlrfc por el vi' o reflejo de las luce del htquc. In houdnrlosn Paulina recuperó E.a nf¡¡lJ,Iidn41, ~ procnrn~~tlo clcs­hcohnt · pcu-amio11los UI!!;Uf.Crad:~hlc.-:, fué In primera en diri¡pt· h prllnbm ti sn 111nio y sourcirlc; pero él permn11ooia tacihmro, y npér.~ co~ttcstnh 1 con mouosilabo:- y mortificante de,,tlbrimieuto. De~pucs do hnbor hnilndo con Rufiuo, Pnnlin:\ tu' o quo Bl'Opt:lr otras iuvitnciu­ucs: de ~norte qno hn~t.'l pasadas dos bo- 1\\S no pndv Yoherso :í cmcoutmr ~.:nn su nu,·iu y proponerlo que fnc-en ti :;t 11tnrso en un lJ meo retundo, }'U es des~nb.~ cal­rnnrlc v 1·c~tnblecer la armonía entre los do. w -llufiuo, le .O hn pri'i ado de vouir ti e In fic~;t , en la dv solo, si u podo1· d1sftutar do nnd . Pucs bren, ¡, •¡uc dcscniJ,¡ u:;tod ~ -tbw \t~yu I!Rt ... d á lrMrlo. - (,Juo nn·n 'o .i t merlo ! >.:¡, lo ~~ iloch· nl ropitnn lJUe ihn á mnudnr IÍ tÍelTil IIU oficial pnrn ill!iti\IJ' n Le 11 que ,;uicso; s: que el no haru ; u tcd u o accedo á ir 1i cncontrnrJc J trncn couHtgo, echando nl oh ido el pn njet o <.lil';.,u toque ttnicJou. -.Jumns! ex.olnruó <·nlro (}ientcs. -Ut.ituo decia usted ? -Que no haré t 11 cosa. -¡ Eo; decir que u icd 11ersisto en su mole tin con mi horm uo? -S1, porque ~o 110 dije siuo mi [CDSn­miciJto -¿Quiere ustcti sostenct· cuiúnccs (¡uc Lcou f.)s uu ruiu? -~\sí lo dijo. -¿, !'oro uo rcpnrn ustcu que con esto m o ofende cruclmcuto '! -A usted no, queridn Pnuliuu.. )~lln 110 contesto, ¡u cumndo ~lmnr el Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA MUJER. movimiento de indiguacion que empezaba 11uminoso como plat~ líquida. "A dios mis 1 á experimentar de una manera invencible. ilusiones, adios mis espemnzas! " mur­- ¿,No sabe usted que la amo con todn muraba Po.ulina conforme el bote se ale-el alma? aüadió él con acento tiemo. jaba más y más dirigi;índose b:\cia el ' -Si fuero. verdad, como hasta bo.v lo muelle ; y cuando lo hubo perdido do ¡ ba)Jia creído,¿, rebusaria usted hacerme el vista se volvió bácia Rufino, qtto perma-pequeño so,crifiuio que le pido? necia callndo cerca de ella: -La amo más que,¡ nadie en el nmndo, -Se hl). cnmplido la voluut.ad de usted, ' pero lo que me exige es imposible. le dijo pálida y séria. Volvnmns al baile. ! En esto se oyó el ruido que bacian los Y apénas tocando con la mano el brazo marineros al desatar un bote y tomar los que le ofreció en silencio1 se encaminaron remos, y '·ieron que un oficial se preparaba al salon. ó. bajar por la e~cala de cuerdas. Ocultó Paulina lo que pasaba en su -Rutino, exclamó Pa.t1lina con '\'OZ alma, y cuando volvió ó. su casa, su raso­turbada, todavía es tiempo .... le pido, le lucion estaba tomada, medita.da y formada, suplico que me complazca en esto. en ténninos que muy de mañana recibió -No, no, eso no lo haré nunca! Rnfino una corta, poro llerentoria carta, El oficial estaba ya en el bote, los que lo dejó anonadado. marineros hundieron los remos en el agua Llegada. la noche la madre de Paulina y empezaron á alojan;e. decía soucillnmente: -Aún podemos llnmarlos para que lo -¿.Por qué no habrá yenido }lufino en reciban á bot·do del bote; Rufino, por todo el dia? Dios ! diga que sí, exclamó con agit.acion -Porque se lo he prohibido, contestó Paulina. Paulina con serenidad pero con acento -Serio. inútil, contestó él tercamente. triste. l~uulina, sin decir mds, se ncercó á la -Xo te entiendo ! borda, y siguiendo con los ojos húmedos -Hablnró con mús claridad, aiiodio : el bote cuyos rernos se hundían silenciosos Rnfino ya nu es mi novio : be roto con él J eu el mnr iluminado por la luna, y do los pura siempre. cuales, al levantarse, caía uu regnero 1 ___ .,._,__ 1 REVISTA DE EUROPA. l A1. empezar el segundo año iccn, sin Clllbar¡;o, que si ¿;¡ bn sentido repugnanci~ en llevar á cabo aquel matrimonio, ella, ponm parte, tampoco tiene sim¡mtía por el Jlroycctado casamiento, y RU familia le ha manifestado que tiene li­berl<~ parn obrar seguu le pnrer:cn. Decidi­damente los .eyes y los príncipes pierden su prestigio cad:• dia rnús, y esto consiste en que bajan de su pedestal y se manejun como si ~ti­ple.~ mo1·talcs. ¿, Q11J efecto hnbicra produ-cilio c•n Luis XIV, por ejemplo, si le hubie­rnH notificado que deberia ir él en pN·s;u- 11<\ ó. 111111 cut-te e:s:tranjem á solicita• una alinmm con una A rchiduqucsa do Amrria? , ¿,Y qul~ hubiera dicho Ft•lipc lf, t<Í alguna de sus parientas hubiera. manifestado vol mtt~S Znrcs, contra el cntolicisrn,o, se1ti h\ rniun de la re- el l'l.rcmlin, seria destruido por el fuego. Jo:! púulica! No inUJcd!iatamente, tal vez, pero Kremlin es la parto centml tle la ciudad, !lO muy tnrde ·····" y 011 UOllUe tiC baJI:\n Varios palacios ofi- A unt)IIO t•sla ley 110 pasó ahvra, y las Cá- ciales do los antiguos \!jnres, la Catedral y rnaras ae huu l!lPíll'·auo pam volverse á rcu- el paluciu .\ rzobit~pal. Xaturalmcnte elnlar­nir el 23 de Noviernbro próximo, -se prcpa- m o. fué es puntosa y la profecía so puso por nm pam soguit· atlelunto !11 dit~cmiiou Jo la ohra, á pctlt\1" do los centin~lnR que habiau lt~y Ferry, y tarnhieu un;< pam crcat nuevas situado eu todllll p:n·tcs. A média noc.:hc crn­cscuolas normnlot!, ó impedit· que l:ll! niñus pczó el incendio en v:uias part.os al mismo del pueblo so eduquen en e!ltablccirnicntos tiempo, las cuales ardieron inmediatamente religiosos. p<>rquc se Jns habil1 roceado de antemano con El mismo Miuistro de la Iru y sobre todo á la tierna hija que deja en este valle de penas la señora DE ORTIZ. Duelo es este para el cual solo Dios }lUede dar consuelo ; acá en la tierra apénas podemos orar por ella y po1· los que se han quedado atrás aguardando la hora de reunirse con los que amamos en otra morada más feliz. S. A. de S. I•nr11:nta du SiiY~tre y C. e:

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La Mujer - N. 25

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