Por:
|
Fecha:
26/04/1902
ERIE I!I-70.Jf() I
flircctor ad h norcm
F. J. VA.,RGARA ~ l.
uut.:Nl dt.- Jn •-·llic:ro
Licmuro de v riu S c1~d11d i •uUfi,·ot.
____::::;::::;;~ O fi e i a 1 - -
DECRE fER 2 r Dl~ .. 1 02
AflRIL 9)
por el cual e aceptan una r nuncia y .t; celar n in u · i lente uno s nombramiento
El ví"ct"jll·esirünt~ e 1 Rt'jJiíbhca, t.J/Cargado dd Por/, 1 Ji;j e ulr ·o,
l>J!CR ,.
se y pu blíq u e
ogotá á d 1902.
J UEL I\1
El iinistro de uerra, 1
RlS !DE ,. RNJ\• ~oBZ
TO.fO 1- 3
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Boletín Militar de Colombia
'- 514 _J
ECRETO NUMERO 626 E 1902
(A RlL 9)
por el cual se hacen unos nombramientos
.El T'"'icepreúdenle de la RepiÍblica, encargado dtl Poder .Ejecutivo,
DRCRXTA
Artícul único. l ácen e lo iguientes nombramiento para
la ección 5.1\ del ini terio de Guerra :
Pa1 a re . Lui E. González José Joaquín Gonzá-
Jez Tomá Hurtado ixto Duart , Juan ya, Jo é A. Reyes, Dionisia
Buitra o, Ignacio Cla ijo icolás Montoya alustiano utiérrez,
erardo árdenas, ] a uín Pulido T., lv!arco A. abecha,
Ramón Enci o, íctor . f n ca Alejandro Díaz M., Juan
Rodríguez dro a tañeda, rmenegildo il"a, ntonio Cama-ho,
I aac armi nto, Ricardo uñoz, I idoro Vargas, Joselín E.
Pardo amilo andón, Dem trio Mart(nez ., Bernardo Cadena
icardo R~año .. lpiano Gue ara y evero onzález.
\../Omunfquese y publíque
Dado en Bogotá á 9 de bril de rgo2.
JO E A UEL RROQUI
E1 Ministro de uerra, ARISTTDEs FERNJ(:NDE&
DECRETO U E O 638 DE 1902
(ABRIL 15)
or e l cual e hace un non1bramicnto
El Vlupresiden/e de la Repúbh'ca encargado del .Poder Ejecutivo,
EC ET.A
t·t{ ulo único. ómbrase yudante farmaceuta del Dr. To-má
arzón, l{édi o d 1 Ej r ito que comanda el G neral Ramón
onzálcz Val ncia al r. amón González a imilado á Teniente
ra los efecto fi cal
Comuní uese y pu líquese.
Dado en Bogotá á 15 de Abril de xgo2.
J E M UEL MARROQUI
El Mini tro de Guerra, ARI lJDE(FERN.ÁNDEZ
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Boletín Milita¡· de Colombia
'- 515-'
DECRETO "{Th¡fERO 639 Dl! rgo2
(ABRIL 1 5)
el cual e confiere un ascenso y se dispone la organizaci6n de una Divisi6e
.El Vi'ceprtsidenle de la Repúblz'ca, tncargado del Poder .E.fecuttvo,
DXCRETA
Art. I. 0 Asciéndese á General de División al de Brigada Sr.
ancisco Camacho B., y autorízasele para organizar una División
la Provincia de Oriente del Departamento de Boyacá, de la
al será él su Comandante general.
§. Dése cuenta de este ascenso al Honorable Senado en sus
óxima sesiones, para los efectos constitucionales.
Art. 2.0 ómbrase Jefe de E tado 1v1ayor de la expresada
tvi ión al General Gregorio Beltrán.
Art. 3. 0 Autorízase al Comandante general de la misma Dii6n
para hacer los nombramientos de Jefes y Oficiales some.
ndolos á la aprobación del Ministerio de Guerra.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, á 15 de bril de 1902.
JO E fANUEL MARROQUIN
El Ministro de Guerra, ARI TIDXS F JtNÁND•z
DECRETO NUMERO 6 o DE 1902
(ABRIL I 5)
_ por el cual se hace un nombramiento
El Vi'cepruide-nl d1 la Rcpiíblka, encargado del Poder Ejecutivo,
DECRET.~
Artículo único. ómbrase omisario Pagador de la Jefatura
:i,~iJ y Militar de Zipaquirá al r. Eugenio xuevara B.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá á 15 de bril de 1902.
JO E ~ UEL M RR QUIN
El Ministro de Guerra, ARrsTIDES
DECRETO UMER 654 DE cgo2
(ABRIL 2 I)
por el cual se llama ' un Jefe al sen icio. activo Y se le destina Y se hace una
promoct6n
El Vkepresüienle de la Rep1íblr'ca, e11cargado del Poder .Ejuutivo,
DECRETA
Art. 1 .o Llámase al servicio activo al G~neral Luis Urdaneta,
y destínasele á prestar sus servicios como pnmer Ayudante gene-
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oletín Militar de Colombia
\.._ 5I6 -'
ral del uartel general de la oluJJma de 7h¡uendama que comandel
General Pio uinto 1\mpudia.
rt. 2.0 romuéve e al Teniente oronel Benjamb J. Fcrrc
del puc to de 2.0 Jefe del Batallón Junín de la olumna Alati .
Camargo, al uerpo de Inválido con la antigüedad de 31 de
zo tlltimo.
Dado en ogotá, á 2 1 de bril de
J ELM
l )..finistro d Guerra
E RET 55 E 1902
( llRIL 21)
por el u~\l se llam l se rvicio a c tt •o ñ un J cf e y ~ e 1 co1 fierc una autorizad r
El Viupre id~nlt de la R,'JJiíbll'ca encargado del Poder Ejeculwo,
RWl A
acti o al r. 'en ral Beat-
a orcrani7at· una Divi
utiérrez para hacer lo
· par
ivi ión,
QUI 11
El ini tro de uerra A 1
-tCR 'T' ~u rE E 1902
(AB IL 21)
l or ·1 cual e hace un nombramiento n interinidad
E1 Viúj)residenle de la R(públu 1 tncar ado dd Poder liju11/hJo
~
'1 A
único.
EL RR QUI
1 Ministro e uerr ,
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Boletín
DECRET
ilitar le Colombia
'- 517 _/
U !{ERO 657 D 1902
(ABRIL 21
>r el cual se llama al servicio activo á ' 'arios Jefe y Oficiales y se les destma
.El Vz'upt esid~11/e d1 la R~príblica, ,,uargade~ del Poner E:¡'uul/vl),
E CRETA
Artículo único. Lláma e al er icio activo á los siguiente Je~
s y ficiale.:>, y destínaseles al Ejército que comanda 1 en ral
~amón González V lencia, en los pue tos que e te Jefe le desig-
: argento 1ayores rancisco A. alazar, afael ilva G.,
\.mbro io uár z y Lui F. Cé\margo · Capitán elisario Rodríuez
· T niente afael I ría Galindo, y ubtenientes J. de D.
1acfa ) J. ]. Galindo.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Boo-otá á 21 de bril de 1902.
J EM EL MARROQUIN
El d:ini tro de Guerra, ARtsTID.ES FER ÁNDEZ
=== E di toria] -
TURA C MP
A nadie e oculta ue la guerr que ha deva tado á Ja República,
convirtiéndola en un inmenso o ario, por su duración, por la
intensidad de la contienda y por haber abrazado el área entera
del paí , por así decir, regi tra en u anale campañas ue desde
el punto de vi ta de lo ufrimientos afrontados y de los acto de
abneg ci6n y de heroísmo cump1ido , no desdicen de las má nombradas
de la uerra magna.
El Ejército que tale pruebas de arrojo y patt·iotismo h dado
en cas1 tres años de continuo ata11ar, ha merecí o bien de la Patria;
p ¡·o su tarea no ha concluído aún y de pué de la lucha contra
lo pertur adores del reposo úblico n vez de regresar á u
hogare t ndrá que emprender otra lucha, si m no brillante más
~enéfica, ual es la de coadyu ar al r tableci'?i nto del pr?greso
y de 1 industria herido e muerte por inju ttfica le rebelión._
En efecto la vías de comunicación, bandonadas por anos
entero yacen en lamentable e tado; y vencidos los rebeldes
como por lo pronto no ería político ni prud nt licenciar las
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Boletín Iilitar de Colon1bi t
'- 518 __,
huestes sal va doras de la República · para hacer fecundos Jos bra
zos que todavía es preciso secuestrar al trabajo y á la industri
lo natural será emplearlos en mejorar los camino y re tablecerlo:..
á u estado normal, y aun en llevar á buen término alguna ob~
pública de real importancia para el país.
odemo afirmar que tanto el Excmo. r. Vtcepresidente
como el actual Ministro de Guerra ~e hallan animados de las me-·jor
;s intenciones en el particular, y están re ueltos á emplear:
como zapadores buena parte e los batallones que hoy forman ef
lucido Ejército nacional, para conclu{r Ja carretera de Cambao,
adelantar la calzada del Ferrocarril del orle, y tal vez mejor r
el camino de Hon a, cuyo trazo de Ville a en adelante e supremamente
absurdo, como odos lo saben.
En ninguna de estas obra se trata de gastos 6 erogacione
que demanden oro, como compra de rieles, locomotora , &c., err
mercados extranjero , ni de poner al servicio de empresas particulares
los soldados de la República; nó : e l ánimo del Gobiern
es simplemente utilizar los brazo de los abnegados lidiadores delll
rden y la Legitimidad en . ien del país, en preparar el terreno
para que cuando lleguen mejores día en materia económica, la
locomotora pueda arrancar fácil y rápidamente de las márgenes
del agdalena, y, cruzando la abana, penetre en lo valles y'
montaña de o y acá y antander.
E te de eo del upremo Gobierno no entraña favoritismo con 1
respecto á los Departamentos nombrados, porque el Cauca podrá
hacer lo mismo en su vía férrea de Buena entura · Antioquia ha
continuado con éxito la carrilera de Puerto Berrío, y en la Costa
se aplicará el esfuerzo de lo zapadores á la obra que crean de
mayor importancia sus habitante .
Creemos que no habrá quien no apruebe y aplauda esta resolución
del Gobierno ni quien le niegue su apoyo y concurso, porque
si en su día son fecunda las sangrienta lides del Ejército, después
de la victoria que asegura la paz e llegado el momento de acometer
e as campañas incruenta , en la cuales se vence á la atu
raleza para asegurar el repo o y biene tar de todos los ciudadano.
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NU L
Boletín MiJitar de Colotnbia
'- 519 _)
Doctrinal-
R .. L PR
L e
ARACIO
L AL C0~1 ATE
POR EL RAL D A(~OlUR 'F
c,mclu_ye
Para en eñar á las patrulla á que desempeñen esta importante
misión e pued emplear el procedimiento quP ya e ha proue
to para cerciorar e del servicio de lo exploradores durante
l marcha es cir, enviar algunos solda lo fuer e la po ición,
con orden de tr tar de insinuar e die tt·amente, ya sobre los flancos
ya sobr las r taguardia e e tapo ición.
La fuerza de una atrulla n puede determinarse d una man
ra invariable porque depende del terreno. 1 jefe de compañf
toca fijar u efectivo, conformándose á las indicad nes que reulten
del reconocimiento de lo flanco . lguna veces la obserci6n
de los flanco puede hacer e de referenc·a de la posición
misma, por ejemplo : de lo alto de un campanario, &c. ero en
t. do caso im ortante e coger para este objeto soldados que no
t ·ngan otra funciones qué de empeñar, ino la o servadores.
124-La tropas ue están aloja en cuartele , deb n ejer-itarse
en la manera de ocupar é to defen ivamente, in icando
siempre el lado de don e s era al adversario. En cada partí-a
de e ha er un jefe respon ble. Hay que explicar en ué itios
,. levantarían sigui ndo 1 dir cción upue ta del ataque, barri~
adas en la alida , ~ se e tablecerían nueva . i en la paredes
que rodean 1 cuartel hay a pill ras, se añade al · jercicio precedente,
la defens d e ta paredes, p r familiarizar 1 Id do con
1 manera de obrar d trá de una aspi11 r y d poner una pared
Jn e tado de defen a.
125-PA TICUI.J\RlDADE PARA .L ATAQUE Y ¡.A DEF ·, \. DE LO BAJtR
·e AI.DEAS, &c.- i l ldad n conoc los caminos
recorri os ; i al emr de la instrucción y al · 1 r á ella no
recorr muchas vece un kilómetro inútil para li rar l un ob táculo,
sino que por e l contrario, da una vuelta de un kil6metro
pa ar por él ; i e ujeta á poner en práctica l lo qu s n~e ña
en 1 in trucción de la gimna ia entonce los hombr y los Jefes
llegarán á la mejor preparación po ible_ para de truír los ?bstácul
. Ya no uedará por dar á noc r mo alguna prácttcas,
como por jempl d ejar la cad n d 1 lado de _acá d 1_ arranco
(del arroyo 6 del fos de la trincher ), 1 ara e ntmuar d1 parando
sobre el ene nirimero un or ·ani m o cilante d · !n cción formado esencial'
ll nte por cuatro e feras metálica entre la cuale altan chi pas
r ducidas por una corriente induci a que e engendra cada vez
ue se quiere transmitir una cñal ; ntonce vibran las e feras
3c ndo lugar á onda electro-magnética que atraviesan 1 pacio
· llegan al t·eceptOI·, colocado á un di tancia tal ue las onda , al
ocar la ant na de éste, con en·an 1 can i a de movimiento ne
·aria para e.·citarle. Esta excitaci 5n mo ifica el tado de cierta
ustancia pul \'erulenta (colusor ), 1 u al por. Yirtud de su cambio
tático. cien·a el circuito de un relevador muy en iu1e qu goi
rna otro circuito donde e halla un a.pat·ato Mor e· é te funcio:
1 pue como de ordinario, y or con io-uient , gra a n u cinta
a señales producida or e l i tema o cilante.
e comprende, pue sin esfue¡-z u i 1 onda ncuentra
bstáculo que la rompan ó at(;>núen ante de lle ar á la antena de
estación co1-re p ndient la recepción n tendrá lugar 6 e -
riftcará de un modo inci rt , y d ahí la nec idad de dar á 1 an-ena
elevacion xtra ¡·din ria qu dlficultan u mpl o n cam-aña,
no tanto por 1 trabaj de obtener a alturas, como p r el
lanco que pre entan la ant nas la cual s s con ierten í n
tránsfuga denunciador de la itua• ión e la tt·o a~ con lo consiguiente
peligro para é ta y para lo aparato .
Meditan o Pilsudsky en la u re ión d la ant na , pensó
que sien o lo s6Jid xcel nte onductor de toda 'i' ración,
debieran erl a imi m d la vibración léctri a. y lU , por tanto
podría é ta transmitir e por la ti rra "11 lugar d hac do por 1
ire, sorteándo . í 1 inconveni nte de 1 vi íuilidad e la anl -
nas y tambjén el de la so pre a lu de pachos.
En este encillo principio stá ba a 1 i ma 1 il ud ky,
realizado últimamente á fav r d placas cnl rradas y disposiciones
e detalle que no ca en en un om ro extracto de la confer n.cia.
Telegrafía ópllca por los rayos ullravzolelns - El fundamento científico
de la teleo-rafía ópitca por el heliógrafo no puede er má
elemental: un esp0ejo que recibe lo rayos olares y los refleja n
dirección conveniente con intermitencias que producen de tellos
TOKO I-34
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de
B letin Milit r de Colom
L 530 _.!
o lo
LA ~IE ALU GIA
sta ciencia durante
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Bol tín Mili ar de Col mbi a
'- 531 _)
a r a multiplicarla. Gracias al in igne ~~Ioi san e han reducido a l
0 /
0 las impurezas del aluminio y su aleación con 1 manganeso y
~ tung en? acaba de producir J J:arHnio, cuya con tante espe-fica
dan tdea de la xcelente rest tcncia qu alcanza :
ARTI '"IO
Laminado ...... . . . ............ .
undido en molde de arena
en idad
3
2.89
ocficiente de
fr ctura por ex·
tensión
(JC"~$. porn.0 2)
37
12
Alargamiento
poriOO
10 á 12
5 á
Estas cualidades le dan un empl o muy apropiado para planha
y iga laminada y le indican especialmente ara toda obra
e carretería, ya que u ligereza permitirá mayor velocidad y ecoomía
de fuerza tractora factores am o de inapreciable valor á
ausa de las 9Tandes masas que debe mover la guerra moderna.
Aparte estas nuevas aplicaciones del alumini ca e señair
la que recientemente se le ha dado como agente reductor por
u grande afinidad con el oxígeno : uesto en presencia de comue
tos oxigenados es un precioso elemento para obtener ciertos
'letal muy difícile de ai lar ha ta ahor . i el campo de us
plicaciones está limitado aún por el precio que alcanza menor
ada día merced á la producción lcctrolítica, aquéllas han de ir
·xtendiéndose cuando a aratado por los continuos progr o de la
:lectro-metalurgia pueda competir con 1 hierro y sus imilares.
LA I~ 'DUSTRI liiLIT AR
Armas.)' trplosz1,os-E1 avance
!n las po trimería del igl
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Boletín Militar de Colombia
'- 532 -'
cione endurecí as, los explosi os al interior y las cargas exteriore
d e mayot· efecto proyectante, bien pronto se reconoció la
vulnerabilidad de las planchas Harvey obligando á mejorar Jos
proce imientos e u fabricación, que el conferenciante reseñó,
detenién o e á describir el adoptado por Krupp y que con i te,
sumariamente, en cementar las plancha , no por el carbón, como
hacía Harvey, sino or el ga~ del alumbrado, que ced su carbono
á la plancha, reviamente calentada y la va carburando de
modo gradual y perfecto.
Las planchas así mejoradas han venido á restablecer el perdido
equilibrio ntre las armas ofensiva y defensiva, inclinando la
alanza d 1 lado de é la. Para restablecer lo aJores se ha pedido
al añón un nuevo fu rzo y Gathmann acaba d darl .
Catiór¿ Galhm nn-La tendencia que Jo informa es lleS por ntre bo ues,
por camino horribles h cía Chune-Popuhu.x, ell aldea que
se encuentra cerca de uno e lo principal d sfiladeros del Argonne.
Llegué aHí extenuado. e no hizo acampar n un sem rado
de remolachas. or la primer vez de mi ·id e.·perimentaba el
pes r e que no me gu tasen las remolachas. i m hubiera encontrado
6. mano con un alimento an y so re todo abundante
Lo sol ado iejo ue sta an con no otro oportaban naturalmente;
Ja fatiga mucho mejor ue lo voluntarios. Una de la
razone principales ra qu los reclutas se compo!"lían, n su ~a. or
part , de j6 enes ha ituado á un i ~ sed ntana y tranqutla, n
tanto u nuestro e marada pertenectan n general~ clas menos
acomodadas y par cían co tum~rados á una 1 él: ~e rudos
trab jo · pero también había otro mot1vo: 1 soldado v1 JO conoce
1 valor de todo · á cada para a, aun cuando no di pong_a ino
de poco minut , uerme · cuenta con un oco más de t1. mpo,
ncien e fuego para hacer café 6 opa y ara calen ar e s1 hac.e
frío. eber comer, d rmir hacer provi ión de fu t·za conomt-
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Boletín Militar ele Colornbia
'- 538 --
zarJa almacenarlas, por decirlo así hé ahí u grande, su con tante
preocupación. abe ue po rá llegar un dí en que habrá que
soportar fatig-a enormes, q e lo vívere pueden faltar, y que, cuando
se ga tan tantas fuerzas, hay que re ararlas sin cesar, para poder
tenet· la má uina en estado de er icío. L fatiga de la marcha,
peno o oficio , el peso del mor·ral, el frío de la noche, las vigilia
, el alimento, con frecuencia scaso á veces ninguno son alguno
de lo ufrimiento o euros y sin gloria del oldado. Es más
difícil aportar esto trabajo. que la fatigas y peligr de un día
de batalla.
qucl día hicimos en tres paradas, de la cinco de la mañana
á la siete d la noche una marcha monótona, penosa. El país
que atravesábamos e magnífico, pero el e tado de fatiga en que
comenzábamos á ncontrarno nos impedía disfrutar del placer de
comtemplar e os hermo os lugares.
Acampa m s n anc urt, en el flanco de una colina. Pero el desenl
ce se apro ima. o ac rcamos al nernigo, ó para hablar con
má ex ctitu , 1 nemigo acerca á no otros. El 30 de Agosto,
á las tres de la mañana .. c.l jamo á Rancourt y vamos temprano
á tomar posición cerca de F.emilly, sobre las colinas que dominan
el Meus . nuestro píe , 1 río; más leja inmensas praderas ; á
derecha y á izquierda, colina on osque. Una batería de artilleda
insta} á nuestro lado, y arma dos puentes olantes para
dar paso al -ejército. Ignoraba 1 Cuerpo de Ingenieros, cuando
hizo 1 vantar por lo artilleros os do malos pasos que consumieron
tanto iempo y trabajo que á al unos centenares de metros
abaj , n re az ille y R milly h bía un puente magnífico,
el d 1 ferrocarril que ocult a un codo del Meuse? Lo que hay de
cierto es que el Cu rpo de Ingenieros no pen ó ni en utilí:¿arlo para
que pasasen las tropa , ni en destruírlo cuando los pru ianos llegaron
para aprovecharse de él. La ord n d tumbarlo fue dada,
5Ín embargo, por el Cuartel general· pero e t orden no e cumplió,
bien porque los prusianos se hubie en apoder-ado ya de él, bien
porque falta~ n lo medio , 6 ien p01·que n fue e ino la d pera
cuando lograron des ubdrlo.
ea omo fu re hacia las i te lo pu ntes de barca están
termina o y 1 esfile comienza. Llegado lo primer , debemos
atravesar el do los últimos, llevado ino in damente de 1 anguardi
á la xlrema retaguardia.
quel día de e n amo . Cuando digo desean amos, quiero
~impl mente decir ue permanecemos en el sitio. Apenas hemos
parado cuando m toca la fatiga de la leña. Voy como á un kilómetro
de i tancia á cort r un fagote de abedul y á recoger un
poco d J ña. mi regreso, me designan, con al unos camaradas,
para 1 tarea del an. Bajam s á R emilly, a nde habían llegado
carros de la Intendencia y ca a uno de nosot•-os carg6 cinco ó seis
panes de á cuatro li ra . Eran malo , ecos, y había que scoger
entre el montón a ue11os que aún se pudieran comer, pero si uiera
era an; h cía eis días ue no ten( mos sino izcocho. Como yo
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Bo~etín lilitar de Colombia
'- 539 _./
:> mira con aire indif r nt : lo , amarada, me dijo un
oldado vi jo y lléva todo lo má que ue as. íd, cuando dan
.1 solda o pan como é te, e o quiere d cir que al otro día no ha-rá.''
El con ejo me pareció bueno y lo seguí: recogí una uena
.arg .
Lle o el pan y como hallo ue he d empeñado mi con tino-ene
n lo oficio aco el cuerp para e itar otro , y me apro, .. ~cho
le la vecinda del • feu e p ra mudarme JI to o ; esto e muy
,rato cuan o uno duerme en l suelo y n e ambia nunca
le vesti o . Despué del baño un comí a .·celent . Un hombre
d nu stra e cuadra habí comprad al pas r por un pueblo, un
,.. n o y un conejo · se 1 confió á un sol a experto, hábil cociere
u conte tab al noml:>r polaco d Dombrowski qUl n se
ncargó de pl·epat·arlos. _ greg6 un pedaz e carne, much{ ima
-al cocinó tod con lentitu , y nos sirvió un plato á su modo, que
r comiend en todo tiempo, pero sobre to cuand hayái pa ado
ci días in comer otra e a ue bizcoch co 6 acompañado de
un pedazo de carne medi cruda; a u llo e taba · ui ito. Después
de comer, e cdbí do 6 tre carta ue pu e en 1 correo en
envilly. y ue llegaron un año de pué .
Como á la cu tr no interrumpen inopinadamente en nue tro
corto descanso· nos hacen tomar con pr teza la arma y se nos
loca en tira re , en lo cam o q e limitan l camino que si-
·ue el ejército. Una noticia iniestra s e paree entr nosotro : se
ice ue un Cuerpo de Ejército acaba de ser sorprendido y diezu
ado por los pru iano · ocultos n lo bo u e .
E ci rto. El 5. 0 cuer o acaba le ufrir en eaumont un terri-
1 le de e la ro.
La tropa el General de "ailly habían llegado á Beaumont
rante la noche del 2 al 30, de pués d una marcha de la más
penosa por camino horri l ente enlodado ; la r t guardia no
llegó al campamento ino á J s cinco d la mañana; l oldados
taban e ·tenuado . El General juzgó nece ario concederles laro
repo o y decidió, contrariando Ja órd ne d 1 uartel g·encral,
que no se levantada el campamento il o hasta ien a anzada la
mañana. El Afari cal partió muy temprano de Raucourt para trasladarse
á Mouz6n dio una vuelta y a 6 á las si te y media á Beau-mont.
ml rado al ncontt·ar allí durmi n 1 $.0 cuerpo ue
egún su in tl·ucciones, debía dejar á B .aumont ntre la s~is y las
siete par atra ve ar el Me u , hiz llamar al . en~ral Fatll '· ue
aún estaba aco tad . L~ de pertaron, y el fanscal 1 cen ~r-6 que
no hubi s d':l.do umpli iento á u órd ne . ~ 1 en ral h1zo pre-ente
la fatiga de 1 tr pa, y aseguró ue e levantad 1 campo
á la nueve.
m dio uía la tr pa ocupaban todav(a 1 po icione en
dond e habían fijado d 1 mod más incauto a\ sur Y al nort
d~J pu blo. En v z i ,cupar ó por lo meno guardar las altur~
s, l hubiera ido 1 má' l m ntal en materia de rudencia,
los regimientos taban acantonados en un e p cio e trecho,
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Boletín Militar cit Colombia
'-- 540 _,1
comprendido entr el 1euse y el Yoncq. arroyo que va á arro-jarse
en el río, en Mouzon,. al pie de las colinas que lo dominan
por todas partes y que están cubi t·tas de bosques muy tupidos, en
donde sólo los caminos son practicables.
El Estado Mayor almorzaba tranquilamente en ca a del 1- •
calde, sordo á las advertencias repetidas que las gentes del país ;
venían á darle sin cesar, de la aproximación del nemigo. Los ofi- .
ciales de distinta graduación estaban sentados todos á la mesa ó
se paseaban por el pueblo conversando y fumando. Los soldado_
preparaban la comida y como las recientes lluvias habían engrasado
y oxidado los fu iles los habían desmontado, los seca an y
limpiaban las piezas en torno de los fuegos del vivac. Los cañones
no estaban atalajados lo caballos se habían llevado á beber:
en fin, el campamento francé staba entregado á la mayor confianza,
cuando fue de improviso inundado de granadas y cubierto
de metralla. ·
La artillería bá' ara, que se había in talddo tranquilamentt"
cerca de la quinta de la Petit-Foret, á cuatrocientos 1netros, acababa
de romper los fuegos.
Habiendo Ileg~do sin ruido por entre los bosques, la columna
bávara en{a or en de permanecer oculta, y de no obrar antes de
que lo otros cuerpos hu íeran desembocado del bosque or otros
caminos, para emprender el ataque general ; pero la partida le
pareció tan hermosa, que sin perar un instante la Ile ada de la
demás columnas, des 1 .g' alguno tiradores en los bo ques y dispuso
sus- baterías de 'anguardia de manera de aprovecharse inmediatamente
de la ventaja e la sorpresa. ¡ Había podido llegar
á una distancia de no otros de 400 metros y ituarse Como en
Wissembourg, como en cien encuentros de esta guerra funesta
ni una patrulla, ni una vanguardia, ni un centinela avanzado ara
vigilar por el Ejército.
Un desorden increi le, una confusión indescriptible, se apodera
de esos hombres desarmados, en este imprevisto ataque. Los
oficiales buscan por toda partes sus tropa , los oldados se preguntan
d6nde stán su oficiale .
Poco á oco in embargo, la calma renace, los soldados remontan
apri a su fu iles ; los oficiales, ya {.n sangre fría, los juntan
y lanzan á Jo primeros que están listo sobre la artill ría enemiga,
que á cau a de u roxímidad, sufre rápidamente grandes
pérdidas1 y ve 1· ducir el número de sus Ayudantes á tres por pieza .
Se enganchan Jos cañones; las baterías francesas toman posición
y atacan á los al manes en marcha, enviándoles granada á los
bosques· pero sin cesar llegan al enemigo refuerzo , y cuando á la
una el cuerpo francé , ya completam nte unido, se dispone á un
a taque vigoroso, los alemane llaman á sus batallones de reserva
que coronan las alturas, quedando á la defensiva bajo los bosques.
Nuestros oldado , acogido or fuegos por compañía y á discreción,
se ven diezmados y obligados á retroceder.
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Entr la una y las do , una ivi ión ínte ra refuerza á los pruianos.
Desem.boca á la d _r cha aquell u ya taba empeñaa
y coloca cmcuenta canone n batería · nuestro tirador , cocados
á oo ó 700 metro di un n á los artil! ros. En alentoado
por e te é.·ito se lan?an á la car a y llegan ha ta cincuenta
)a os de lo cañonc , pero un fu go continu lo detiene, una carga
1 bayoneta Jo r chaza; uelven n d sorden. es ué de sto
1ay que e acuar á .Beaumont de u a odera 1 nemigo.
Durante este tlempo lo aleman s om tetan u movimiento.
onlz?z-a11
Variedades
"L~JE A LA EPUB IC E L M IA E T 18~3
POR )1. • fOL EN
( fr;lían á cada m tante.
Mucho debí felicitarme de la calma que remaba en es s alturas
cuando pasé por ellas, porqu según relato de los habitantes,
cuando el páramo se pone bravo lo mayore peligros amenazan
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al Yiajero ; un iento cargado de vapores helados sopla con \·iolencia
; tinieblas profundas envuelv n la tierra, y las huellas del camino
desaparecen. Los pájaros que engañados con la apariencia
de un día hermoso, han intentado atravt;sarlo, caen sin movimiento.
El viajero trata de buscar abrigo bajo los arbolitos desmirr.iados
que á Jas veces crecen en estos desiertos, pero su follaj húmedo
lo obliga á ir á otra parte. Debilitado por la fatiga y el hambre,
apurando inútilmente á sus mulas transidas de frío, _s e sienta
para recuperar su fuerzas agotadas. i une to reposo . En breve
SLJ estómago siente la mi ma opresión que en el mar ; su sangre
paraliza ; sus nervios e cri pan; su labios e abren como para
sonreír y expira con e .. #presión de alegría. Las mulas, no oyendo
ya la voz de su patrón perman cen en el itio se acuestan y
mueren.
ada presenta aspecto más sinie tro que el páramo de Cerinza.
Vi to desde a ajo, u ft-ente arrugada está comúnmente oculta por
las nubes, y cuando se atra ·iesa por rar za el cielo se muestra sereno.
Algunas fuentes de aguas cárdenas y heladas no muy potables
se escapan de sus est 'riles flanco y no esparcen nunca Ja fertilidad
que más abajo desarrollan. Bal a:, fangosa ~ , llenas de juncos
y de otras 1 lantas acuática , tapizan el fondo de los valles. A falta
de i ento algunas garzas blancas on las únicas que turban su
inmovilidad. La tierra no produc sino una ) erba muy fina: fo
animales la comen con delicia. Una ola planta, de porte bastante
alto, resiste á lo huracanes y al frío merced al pelo espeso de
que está nvuelta : es 1 trail ejón (espcltlia frade.-,..· on ) · · us flores
amarilla , colocadas a1 r mate de un tallo negro tienen un
brilio siniestr omo la luz de una antorcha funeraria. La cruces
que han colocado sobre las tumbas de los viajero muertos al
atrav e ar el páramo, con tribuyen también al a pecto lúgubre qut:
presentan los campo cu iertos de frajlej6n.
p esar d los peligros que el hombre corre con frecuencia
en e tas alturas, la mi eria y la a idez de la ganancia le hac n
atravesarlas continuamente. i iene d países calientes se le e
cargado de látano y de frutas suculentas; si llega de países fríos,
se le encuentra encorvado bajo 1 pe o e costale de harina y
en ocasione cargando con trabajo e as enorme tinaja de barro
en la que se fermenta la chicha. Una ganancia bien módica le U -
va á mirar con indif ren ia esas fatiga y la pn acione á que
está sujeto en esas regiones e tériles · se creerá que un pe6n no
gane si uiera inco franco por ll var un fardo de setenta y cinco
libras desde anta Rosa hasta el Socorro? Hay tres días de
marcha. Pero él obtiene en esos viajes la única utilidad que ambiciona:
vende el excedente de s s co echa , y con la ganancia
con eguida se alimenta durante un mes. También se irven de mulas
para recorr r e te penoso trayecto. Lo caminos son tan malo
que es mucho m jor valerse de carguero .
ta planta produce una e celente trementina.
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intel ig nt h a on tr u ído
in , la familia
La itu i6n
d ba tante
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desolado aspecto del páramo, se iente alguna pena al pensar que
estos campos estuvieron sembrados en otro tiempo por un pueblo
infeliz, que gime quizás lejos de las tierras de que él es único y legítimo
dueño. Por otro lado, pensando en la barbarie en que debió
vivir ~e complace uno en pasearse sin temor en esos be11os
bosques, animados de tiempo en tiempo por el mugir de lo ganados.
Hoy se encuentra allí, aun cuando muy lejos de todo pue lo,
la civilización, costumbres apacibles y hábitos á que un europeo
no es extraño.
Después de despedirme de este retiro encantador, en el cual
hubiera pasado de buena gana varios meses, entré pronto n e]
camino de Guacha por donde se baja al acorro. Los habitantes
del país lo consideran como obra del diablo; con el dedo me señalaron
la morada de este espíritu malo, pex-o no vi nada. El Guacha
no es ino una roca de exten!>ión inmen a, en donde las lluvia y
los terremotos han formado huecos enormes · es, por tanto, imposible
hacer uso de los caballos. Entré, pues, á pie: no me pasó nada,
en lo que anduve muy afortunado porque de ordinario e pierden
algunos caballos en el trán ito. e puede formar idea de los riesgos
que se corren, por la osamentas que se encuentran regada
por todo el cammo, y no tarda uno en conv ncerse de ello ,. ¡ ndo
el infinito número de ct·uce plantadas al pie del precipicio como
en itio en donde ya se con~idera uno fuera de peligro. Cuando nos
encontrámos allí, todavía no acabaron nue tras penas; era preci o
continuar á pie, porque el camino aun ue ya no tan inclinado, corre
por el Jecho de un río, de manera que uno va por entre 1 agua.
Llegué sano y salvo á Ventagorda, casa muy pequeña. Allí no
hospedámos doce per onas á la vez.
El 1.0 de Julio ya estaba fuera de lo páramos; l país era
menos horrible, el clima más suave y el cielo menos triste. Ya
no había el temor del frío, para levantarse antes de amanecer;
partímos, pues, muy temprano. En pocas horas llegámos á
Elísano · estábamos en tierras del Socorro. Un cambio bien agradable
nos impresiona a á medida que avanzábamos en esta Provincia
: todas las casas estaban techadas con teja ; por lo general
se notaba holgura en las casas de los habitantes, y, cosa bien singular
y grata en las regiones Irías, toda las gentes nos acogían
con bondad; la bella naturaleza tropical alegraba de nuevo la vista,
pQrque siempre hay placer en volver á ver el plátano y el naranjo
· por desdicha los caminos estaban tan enlodados que no se
podía andar sino con la mayor prudencia para no dar una caída
verdaderame11te peligrosa. atiendo del EH ano, seguí por el curso
del Pienta, río que riega todo el valle de Charalá, y antes de anochecer
entré á esta ciudad · me sorprendió la regularidad de su
calles y casas, y volví á ver con placer esa loca alegría que reina
en los lugares cálidos.
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