Por:
Vladimir Montaña Mestizo
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Fecha:
29/12/2021
A fines del siglo XVIII las formas de representar socialmente a la población rural no indígena comenzaron a redefinirse en atención a si se provenía de lo conglomerado o de lo disperso. Durante el periodo de los Habsburgo, cuando el límite socioespacial fundamental estaba dado por lo conquistado y lo no conquistado, las colonias fueron asentamientos urbanos/rurales organizados y controlados alrededor de entidades político-administrativas más o menos conglomeradas; allí se era mestizo, españolo indio, independientemente del lugar de residencia. No obstante, la promulgación de la Real Instrucción de 1754, la ampliación de la frontera interna y el giro fisiocrático, entre otros eventos, hicieron posible una ampliación de este mundo colonial. En este artículo muestro cómo esto implicó la desestructuración de las lógicas de ordenamiento y control social: como nunca antes, provenir de las ciudades o de las pequeñas aldeas o despoblados comenzó a ser factor de alteridad entre la población no indígena (vecinos, libres y mestizos).