Por:
María Bella Palomo Torres
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Fecha:
20/05/2015
La expansión de la web 2.0, basada en la aceptación de la inteligencia colectiva, está estimulando, a nivel global, una revolución en las formas de gestionar la información. Se trata de un escenario donde se imponen algunas alteraciones dentro de la profesión periodística: el informador se convierte en un gatewatcher, en un observador de los contenidos simbólicos que originan las audiencias, más que en el tradicional gatekeeper, es decir, el filtro que determinaba lo que había que publicar. En esta nueva mediamorfosis, los medios de comunicación se están convirtiendo en puntos de encuentro donde los ciudadanos acuden para dialogar entre sí. Sin embargo, Ecuador plantea determinados retos que dificultan el desarrollo del periodismo participativo. Retos que van desde los planteamientos normativos (tras la aprobación de la Ley Orgánica de Comunicación), la baja conectividad de la sociedad a Internet, e incluso algunos factores socioculturales, como la baja participación de los ciudadanos ecuatorianos en el espacio público. En este artículo se muestran los resultados de una encuesta nacional dirigida a periodistas de los principales medios ecuatorianos con objeto de conocer la influencia que las redes sociales poseen en sus rutinas profesionales diarias. Los resultados señalan una baja interacción de los periodistas encuestados con sus audiencias, así como una limitada integración de los contenidos amateur dentro de los contenidos periodísticos. A modo de conclusión, anotamos la adherencia a las rutinas offline en las rutinas online, junto con un parcial desconocimiento de la potencialidad que tiene la participación ciudadana para la transformación del periodismo del siglo XXI.