Por:
Ana María Sosa Reyes
|
Fecha:
2011
La creencia de que los cursos de química en general son más difíciles que los de otras asignaturas, quizá se debe a que en esta disciplina se maneja un lenguaje muy especializado. Emprender un curso de química es como aprender un nuevo idioma, pero con conceptos mucho más abstractos. Entonces, ¿por qué esforzarse por aprender química? Aunque muchas veces no lo percibamos, la química ha estado presente en nuestra vida. Basta con mirar a nuestro alrededor: los polímeros (conocidos comúnmente como plásticos) se han convertido en las últimas seis décadas en parte imprescindible de nuestra cotidianidad. Para comprobarlo, piensa en la cantidad de productos poliméricos que seguramente usas con mucha frecuencia: recipientes de comida, zapatos y ropa deportiva, teléfono móvil, computadoras, bolígrafos y todos los otros productos que te vengan a la mente. Por otra parte, la comida que ingerimos, desde el momento en que comenzamos a degustarla, comienza a sufrir transformaciones con el fin de que podamos aprovechar al máximo sus nutrimentos. Al caminar por la calle, desde el concreto de que están hechas las aceras, hasta los materiales de los coches que circulan frente a nosotros, tuvieron que pasar por transformaciones químicas para llegar al estado en que los conocemos.