Por:
José María . García Gómez-Heras
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Fecha:
2007
Nuestras sociedades, bajo presión de migraciones, información globalizada y trasiego de hombres y costumbres, se ha convertido en lugar de convivencia intercultural. Entre nosotros destaca hoy día el encuentro entre la civilización occidental y el Islam. Todo encuentro potencia la fecundidad creadora, pero también la revisión de tradiciones, la confrontación de ideas y la colisión de valores. El diálogo, en este caso, se convierte en tarea ineludible del ciudadano para obtener aprecio, reconocimiento y tolerancia recíprocos. Los temas de ese diálogo son la política, la religión, las tradiciones, las normas, las costumbres..., adentrarse en ellos asemeja estar perdido en un laberinto.