En este capítulo, la pareja de recién casados cabalga junto con sus padrinos hacia la finca de Catayá, donde celebrarán el fandango (fiesta campesina). El domingo transcurre en un verdadero ambiente de jolgorio en la casa de los suegros; la gente come, bebe y baila bambucos. Daniel escucha con atención la historia de amor no correspondido del maestro Saucedo, su maestro de carpintería, y la amada Dolores Otero, joven que murió soltera y virgen, y a quien Daniel se asemeja físicamente. Al caer la noche, en Cañasgordas, Inés tiene un mal presentimiento y teme que algún peligro aceche a Daniel en el camino. En efecto, esa noche él desaparece.

En este capítulo, se conocen detalles de cómo ocurrió la desaparición de Daniel. Inés suplica al cielo por la vida del amado y se empeña en enmudecer para disimular su intenso sufrimiento y así no levantar sospechas de su amor apasionado. Sin embargo, por las excusas que inventa sobre su estado de salud, Fermín y Andrea charlan sobre la pena de amor que la joven padece en silencio, pero que ambos ya reconocen. Aunque Fermín está muy afligido y hace suposiciones sobre lo ocurrido, se empeña en emprender la búsqueda hasta encontrarlo.

En este capítulo, Daniel es conducido al Ayuntamiento y queda incomunicado. Don Manuel, Inés, Fermín y Andrea están muy preocupados por la súbita desaparición de Daniel; cada quien, desde su propio sentir y pensar, especula sobre las razones y circunstancias de este funesto hecho que, con el paso del tiempo y a falta de algún rastro, intensifica el desconcierto de todos. Sin embargo, el esclavo Fermín no deja de buscarlo ni su amada Inés de esperarlo en medio de una incesante agonía. Daniel es llevado a Cartagena, donde lo nombran secretario de la comandancia. Tras casi cinco meses de permanecer incomunicado, él aún se pregunta qué causó este revés en su vida mientras espera la respuesta a una carta enviada al padre Escobar en octubre. En Cañasgordas, la esclava Andrea se refiere al estado de ánimo de su ama.

En este capítulo, la profunda tristeza que Inés carga en silencio se acentúa, aunque se muestre más serena. Discretamente y por sugerencia de la criada Andrea, quien le siembra la esperanza de ver llegar a Daniel algún día, Inés se muda a una habitación desde donde todas las noches de desvelo, cual alma en pena, observa la entrada de la hacienda. Fue en octubre cuando Daniel, sumergido en pensamientos confusos por la prolongada incomunicación, se enteró de que podía escribir una carta al padre Escobar. Pero ya casi finaliza noviembre y aún no aparece Daniel; los esclavos Fermín y Andrea comentan que las condiciones de nobleza y poder son la causa de la desdicha de sus respectivos amos.

En este capítulo, Fermín considera que don Manuel no ha sido diligente en la búsqueda. Como Inés pierde la esperanza de ver a su amado y necesita sosiego y paz, resuelve comunicarle a don Manuel la decisión de internarse en un convento, pero él de inmediato objeta. Entretanto, Daniel espera impaciente la carta del padre Escobar. El cura, por su parte, consuela a Mariana Soldevilla, la madre atribulada, y continúa indagando sobre el paradero del joven. En otro momento, el alférez real planea viajar a Cali para iniciar los preparativos para las fiestas con motivo de la Jura del rey. Andrea trata de consolar a la abatida joven que está resuelta a llevar vida de monja.

La oxidación electrocatalítica del paracetamol, acompañada o no de su propia electropolimerización, sobre el azul de poli(anilina) se describió matemáticamente (utilizando la teoría de la estabilidad lineal y el análisis de bifurcación). Para el comportamiento del compuesto se sugirió el mecanismo que concuerda con los datos experimentales y los cálculos teóricos. También se investigó la dependencia del rendimiento del polímero y el comportamiento del pH del compuesto.IntroducciónEl paracetamol (acetaminofeno o N-acetil-p-aminofenol) es una fenolamida acilada, introducida por primera vez por Von Mering en 1893 como fármaco analgésico eficaz para adultos y niños. [1-2]. Su acción en el organismo consiste en la inhibición de la síntesis de prostaglandinas en el sistema nervioso central, lo que tranquiliza el centro de calor y fiebre. Sin embargo, tiene varios efectos secundarios y su exceso en el organismo puede provocar una intoxicación hepática e incluso la muerte [3]. Por lo tanto, el desarrollo de un método exacto, preciso y sensible para el análisis de sus concentraciones sigue siendo una tarea actual [4-7].Además, al tener en su composición un hidroxilo fenólico y un grupo imina (aunque acilado), es un compuesto electroquímicamente activo [8-11], lo que ha llevado al desarrollo de procedimientos electroanalíticos de su detección, También cabe mencionar que el paracetamol es un compuesto polimerizable [12-13], lo que hace que su comportamiento electroquímico sea aún más interesante desde el punto de vista de la obtención de polímeros conductores (CP) con actividad biológica.Por otro lado, el azul de anilina (también llamado azul de China y azul soluble) es un colorante aniónico, basado en el trifenilmetano, capaz de realizar una transferencia de carga intermolecular [14]. También puede ser un indicador de pH.Lo que complica la tarea es el problema de detectar un mecanismo más probable de electrooxidación del paracetamol (acompañado o no de electropolimerización), sobre el poli(azul de anilina) u otro polímero conductor.

En este capítulo, Daniel recibe con alegría otra carta del padre Escobar y la orden del virrey don José de Espeleta para su traslado. A mediados de junio, en Cañasgordas, en la noche en que Inés ruega poder ver a Daniel antes de internarse en el convento, ocurre el emotivo reencuentro de ambos: expresan con ardor todas sus emociones, explican los motivos de la incomunicación y señalan a Fernando de Arévalo como el posible raptor. Aunque todo es regocijo, Inés sabe que es un amor imposible, entonces, restringe sus entrevistas y le comenta que tomará el velo. Daniel, aturdido, se exalta porque todo parece perdido.

En este capítulo, Inés se recluye en su habitación, sumida en la más absoluta desesperanza, y no asiste a la proclamación oficial del rey Carlos IV ni al tradicional refresco popular. A la hora del baile, el alférez real le ordena que asista para que ella misma ponga a prueba su vocación de monja. Las fiestas en Cali van hasta el 8 de febrero, y en abril, Daniel por fin recibe la carta del padre Escobar. Llegado junio, Inés retoma el tema su vocación, por lo que don Manuel busca consejo del cura, según el cual Inés deberá esperar hasta finales de junio para hacer su voluntad. Entretanto, Inés solicita su hábito de monja.

En este capítulo, ambos enamorados están perturbados a causa del desdichado amor; a solas, ella medita sobre la imposibilidad de cambiar su suerte, y él se resiste a perder la esperanza. También ocurren otros reencuentros a través de los cuales los personajes van comprendiendo la realidad de los hechos. Daniel tiene la oportunidad de conversar con Fermín y, luego, con la esclava Martina, quien le aconseja hablar con el padre Escobar. Por su parte, el mayordomo Juan Zamora le indica que es necesario averiguar quién ordenó reclutarlo y le entrega su caballo para que vaya a Cali al encuentro con su madre y el cura.

En este capítulo, Daniel le solicita al padre Escobar una cita para narrarle lo sucedido desde el momento del rapto y confesarle que ama a Inés, con el objetivo de que la disuada de la idea de hacer vida religiosa. Ambos conversan en la noche en el convento, y al día siguiente se dirigen a Cañasgordas. Allí, el padre Escobar se encarga no solo de contarle los hechos del rapto al alférez real, sino también de revelarle el amor de los jóvenes, noticia que por supuesto lo exacerba y por la cual rebate. Esta conversación toma un giro inesperado en torno a un secreto relacionado con una mujer llamada Dolores Otero.