Por:
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Fecha:
25/02/2019
Foto: Juan Camilo Montañez Riveros
Temporada Nacional de Conciertos Banco de la República 2019
CICLO DE CUARTETOS DE CUERDA
DE BÉLA BARTÓK Y
CAROLINA NOGUERA
CUARTETO DIOTIMA
cuarteto de cuerdas (Francia)
Domingo 3, miércoles 6 y domingo 10 de marzo de 2019
Bogotá, Sala de Conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango
Cód. PULEP: GEM362
Jueves 7 de marzo de 2019 · 7:30 p.m.
Cali, Auditorio del Centro Cultural Comfandi
Cód. PULEP: DPL817
Viernes 8 de marzo de 2019 · 7:00 p.m.
Armenia, Salón Colombia del Armenia Hotel
Cód. PULEP: INF279
RECORRIDOS POR LA MÚSICA DE CÁMARA
Foto: dominio público
TOME NOTA
Los conciertos iniciarán exactamente a la hora indicada en los avisos de prensa y en
el programa de mano. Llegar con media hora de antelación le permitirá ingresar al
concierto con tranquilidad y disfrutarlo en su totalidad.
Si al momento de llegar al concierto éste ya ha iniciado, el personal del auditorio
le indicará el momento adecuado para ingresar a la sala de acuerdo con las
recomendaciones dadas por los artistas que están en escena. Tenga en cuenta que
en algunos conciertos, debido al programa y a los requerimientos de los artistas, no
estará permitido el ingreso a la sala una vez el concierto haya iniciado.
Agradecemos se abstenga de consumir comidas y bebidas, o fumar durante el
concierto con el fin de garantizar un ambiente adecuado tanto para el público como
para los artistas.
Un ambiente silencioso es propicio para disfrutar la música. Durante el transcurso
del concierto, por favor mantenga apagados sus equipos electrónicos, incluyendo
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Por respeto a los derechos de autor de los compositores e intérpretes, no está
permitido realizar grabaciones de audio o video ni tomar fotografías durante el
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SÍGANOS EN
Sala de Conciertos @Banrepcultural Banrepcultural Banrepcultural
Luis Ángel Arango
1
Comisión de obras del Banco de la República
Por medio del programa de comisión de obras a compositores colombianos, el
Banco de la República busca dinamizar la creación de nueva música, estimular
el intercambio de Colombia con el mundo y generar el encuentro del público
con el ingenio e inspiración de compositores e intérpretes. En el 2019 el
Cuarteto Diotima estrenará Noche de reyes sin corona, cuarteto de cuerdas No.
3, una obra comisionada a la compositora vallecaucana Carolina Noguera (n.
1978), que quedará plasmada en el quinto volumen de la serie discográfica
Compositores de nuestro tiempo. Adicionalmente, el Cuarteto Diotima, en su
visita a Colombia, interpretará los otros dos cuartetos de la compositora y
los seis cuartetos del compositor húngaro Béla Bartók (1881-1945) en una
serie de tres conciertos. Con el estreno mundial de Noche de reyes sin corona,
el Banco completa un total de diecisiete obras comisionadas que hoy hacen
parte del patrimonio musical colombiano.
• Fabio González Zuleta (1920-2011). Obertura de inauguración, para órgano solo.
Comisionada en 1965. Estrenada el 25 de febrero de 1966 a cargo del organista
Carl Weinrich (Estados Unidos).*
• Luis Antonio Escobar (1925-1993). Segunda suite de Bambuquerías para piano.
Comisionada en 1980. Estrenada el 10 de diciembre de 1980 a cargo del pianista
Regis Benoit (Estados Unidos).*
• Luis Antonio Escobar (1925-1993). Concierto para clarinete y orquesta.
Comisionada en 1980. Estrenada el 26 de noviembre de 1997 en Manizales a
cargo del clarinetista Christopher Jepperson (Estados Unidos) y la Orquesta
Sinfónica de Colombia dirigida por Dimitri Manolov (Bulgaria).
• Germán Borda Camacho (n. 1935). Concerto grosso. Comisionada en 1981.
Estrenada el 30 de noviembre de 1983 a cargo de la Orquesta de Cámara de la
Orquesta Filarmónica de Bogotá, dirigida por Georgi Notev.*
• Blas Emilio Atehortúa (n. 1943). Cuarteto para cuerdas No. 5, Op. 198.
Comisionada en 1997. Estrenada el 3 de junio de 1998 a cargo del Cuarteto
Latinoamericano (México).*
• Alba Lucía Potes (n. 1954). Entre arrullos y madrigales, con textos de Aurelio
Arturo. Comisionada en el 2001. Estrenada el 11 de septiembre de 2002 a
cargo del New York New Music Ensemble y la soprano Susan Narucki (Estados
Unidos).*
• Sergio Mesa (n. 1943). Cuarteto de cuerdas. Comisionada en el 2003. Estrenada
el 14 de abril de 2004 a cargo del Cuarteto Latinoamericano (México).*
2
• Jesús Pinzón Urrea (1928-2016). Visiones, para soprano, piano y percusión.
Comisionada en el 2005. Estrenada el 20 de septiembre de 2006 a cargo del
pianista Sergei Sichkov (Rusia), el percusionista Ricardo Gallardo (México) y la
soprano Beatriz Elena Martínez (Colombia).*
• Amparo Ángel (n. 1942). Trío, Op. 32, para violín, violonchelo y piano.
Comisionada en el 2007. Estrenada el 25 de septiembre de 2009 en Popayán a
cargo de Swiss Piano Trio (Suiza).
• Diego Vega (n. 1968). Sinfoniæ Profanæ, para órgano y quinteto de cobres.
Comisionada en el 2009. Estrenada el 19 de julio de 2010 en Medellín, a cargo
de Pascal Marsault y Collectiv Cuivres (Francia).
• Guillermo Carbó (n. 1963). ADAS, para cuarteto de cuerdas. Comisionada en el
2011. Estrenada el 22 de octubre de 2013 a cargo del Cuarteto Amernet (Estados
Unidos).*
• Andrés Posada (n. 1954). Oración. Tres canciones para soprano y piano, sobre
poemas de Piedad Bonnett. Comisionada en el 2012. Estrenada el 18 de julio
de 2014 en Santa Marta a cargo de Juanita Lascarro y José Alejandro Roca
(Colombia).
• Juan Antonio Cuéllar (n. 1966). Conversaciones. Variaciones para violín, violonchelo
y piano, Op. 32. Comisionada en el 2014. Estrenada el 12 de agosto de 2015 a
cargo de Lincoln Trio (Estados Unidos).*
• Jorge Humberto Pinzón (n. 1968). Cygnus, para cuarteto de cuerdas.
Comisionada en el 2015. Estrenada en Tunja el 1º de noviembre de 2016 a cargo
del Cuarteto Diotima (Francia).
• Juan Pablo Carreño (n. 1978). Pasillo Emilio, para cuarteto de cuerdas.
Comisionada en el 2016. Estrenada en Bucaramanga el 10 de mayo de 2017 a
cargo del Cuarteto Tana (Francia).
• Gustavo Parra (n. 1963). Aspic, para ensamble de cámara. Comisionada en el
2017. Estrenada el 4 de abril de 2018 a cargo del ensamble Cepromusic (México)
bajo la dirección de José Luis Castillo (España).*
• Carolina Noguera Palau (n. 1978). Noche de reyes sin corona, cuarteto de cuerdas
No. 3. Comisionada en el 2018. Estreno el 6 de marzo del 2019 a cargo del
Cuarteto Diotima (Francia).*
*Estrenada en la Sala de Conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango en Bogotá
3
CUARTETO DIOTIMA
Yun-Peng Zhao y Leo Marillier, violines*
Franck Chevalier, viola
Pierre Morlet, violonchelo
*La violinista Constance Ronzatti, integrante del Cuarteto Diotima, no podrá presentarse en
el ciclo de conciertos ofrecidos en Colombia. En su remplazo, se presentará Leo Marillier.
En 1996 unos destacados exalumnos del Conservatorio Nacional Superior
de Música y Danza de París fundaron el Cuarteto Diotima; este cuarteto
es hoy uno de los ensambles más cotizados a nivel mundial. Su nombre
refleja la doble identidad musical de la agrupación: la palabra ‘diotima’ está
estrechamente ligada al romanticismo alemán –Friedrich Hölderlin dio este
nombre al amor de su vida en la novela Hyperion– y también es un guiño a la
música de nuestros tiempos, ya que evoca la obra Fragmente-Stille, an Diotima
de Luigi Nono.
El Cuarteto Diotima ha tenido la fortuna de colaborar con varios de los
compositores actuales más reconocidos, entre ellos, Helmut Lachenmann,
Brian Ferneyhough y Toshio Hosokawa. Adicionalmente, ha recibido la
comisión de obras nuevas de talentosos compositores como Tristan Murail,
Alberto Posadas, Gérard Pesson, Rebecca Saunders y Enno Poppe. A pesar de
que su enfoque principal es la música contemporánea, el cuarteto no se limita
exclusivamente a este repertorio. Diotima organiza la programación de sus
conciertos de tal modo que las más reconocidas obras clásicas se yuxtaponen
a las nuevas creaciones musicales, logrando así presentar una perspectiva
Foto: Foto. Jérémie Mazenq
4
original de la obra de grandes compositores como Bartók, Debussy, Ravel,
los últimos cuartetos de Schubert, Beethoven, compositores de la Escuela de
Viena y Janáček.
El Cuarteto Diotima se presenta con frecuencia en la escena internacional,
así como en los principales festivales y series de conciertos en Europa
(Filarmónica de Berlín y Konzerthaus Berlin; Reina Sofía, Madrid; Cité
de la Musique, París; Centro Southbank y Wigmore Hall, Londres; Sala de
Conciertos de Viena). Además de sus giras frecuentes por los Estados Unidos
de América, Asia y Sudamérica, fueron artistas en residencia del Théâtre des
Bouffes du Nord de París entre los años 2012 y 2016. La crítica internacional
los ha aclamado, incluyendo los medios alemanes, quienes alabaron su
interpretación del Concierto para cuarteto y orquesta de Schoenberg. También
lograron conquistar al público en España y en Francia, en donde su discografía
fue galardonada con cinco Diapason d’Or: ganaron dos veces el Diapason
d’Or de l’Année por sus grabaciones de algunas de las obras de Lachenmann
y Nono en el 2004, y por obras de los compositores americanos Crumb, Reich
y Barber en el 2011.
El álbum de los cuartetos de Onslow, cuyo lanzamiento tuvo lugar en el
2009, bajo el sello Naïve, ganó un Diapason d’Or y apareció como ‘Evento del
mes’ en la revista Diapason y como ‘Álbum excepcional’ en la revista Scherzo.
El éxito ante la crítica y el público que generó este lanzamiento sentó las bases
de la relación exclusiva entre el ensamble y el sello disquero, dando inicio a una
colaboración que se ha convertido en un proyecto altamente exitoso y a largo
plazo. Adicionalmente, en el 2015, bajo el sello Megadisc, el cuarteto lanzó la
grabación de la reedición de Livre Pour Quatuor, de Pierre Boulez, que fue muy
bien recibida por el público y gracias a la cual obtuvo el reconocimiento ffff de
Télérama y el Choc de l’anée de la revista Classica. En el 2016 para celebrar el
vigésimo aniversario del cuarteto, lanzaron dos grabaciones: un cofre de discos
dedicados al repertorio completo para cuarteto de cuerdas de la Escuela de
Viena y una nueva serie de retratos de compositores contemporáneos. Con la
colaboración de WDR Kultur, dedicaron el primer retrato a la obra de Miroslav
Srnka; lo siguen los retratos de Alberto Posadas, Gérard Pesson y Enno Poppe.
La próxima temporada traerá importantes compromisos para el cuarteto,
incluyendo un ciclo de Beethoven-Schoenberg-Boulez en la sala de conciertos
Muziekgebouw en Ámsterdam, y varios conciertos en torno al estreno mundial
de la nueva obra para cuarteto de cuerdas de Rebecca Saunders (en el Wigmore
Hall en Londres, el Festival ECLAT en Stuttgart, la Biblioteca del Congreso
de los Estados Unidos en Washington, el Festival de Música en Estrasburgo
5
y el Festival Rainy Days en Luxemburgo). Adicionalmente, presentará el
estreno mundial de la nueva obra para cuarteto de cuerdas de Miroslav
Srnka (en la Philharmonie de Paris, el Palacio de Bellas Artes de Bruselas y
el Festival Primaveral de Cuartetos de Cuerdas en Heidelberg). Gracias a su
colaboración cercana con Pierre Boulez, el Cuarteto Diotima tuvo el honor
de presentar el estreno mundial del cuarto movimiento del ya mencionado
Livre Pour Quatuor en el 2018, dentro del marco de la interpretación completa
hecha por Philippe Manoury en la Philharmonie de Paris. El Cuarteto Diotima
espera con ansias los próximos estrenos en la sala de conciertos para música
de cámara de la Filarmónica de Elba, La Seine Musicale, los Días de Música de
Badenweiler, la Serie de música de cámara de la Real Orquesta Filarmónica de
Liverpool, el Festival Musikprotokoll en Graz, el Festival de otoño de Varsovia
y el Festival Enescu de Bucarest.
El cuarteto hará también una gira por el Reino Unido, España, Rusia,
Estados Unidos, Corea del Sur y Japón. La larga colaboración que ha
mantenido con el Teatro de Orléans continuó en la temporada 2017-2018.
Es relevante mencionar que en este último año el Cuarteto Diotima recibió,
adicionalmente, un reconocimiento como Patrimonio Cultural Europeo
otorgado por el Ministerio de Cultura de Francia. Justamente en ese país,
el Cuarteto Diotima recibe el apoyo de la DRAC (Direction Régionale des
Affaires Culturelles) y de la Région Centre-Val de Loire, además de ayudas
periódicas del Instituto Francés, Spedidam, Musique Nouvelle en Liberté, el
Fondo para la Creación Musical, la Sociedad Adami y de mecenas privados.
El concierto en Cali cuenta con el apoyo de
El concierto en Armenia cuenta con el apoyo de
6
PROGRAMA
PROGRAMA No. 1
Bogotá, domingo 3 de marzo del 2019
Cuarteto de cuerdas No. 3, Sz. 85 (1927)
Prima parte: Moderato-attacca
Seconda parte: Allegro-attacca
Ricapitulazione della prima parte: Moderato
Coda: Allegro molto
BÉLA BARTÓK
(1881-1945)
Quattuor verba,
cuarteto de cuerdas No. 1 (2006)
De profundis clamavi
Pleni sunt caeli et terra tua
Pax
Sine Deo
CAROLINA NOGUERA PALAU
(n. 1978)
INTERMEDIO
Cuarteto de cuerdas No. 1, Sz. 40
(1908-1909)
Lento
Allegretto
Allegro vivace
BÉLA BARTÓK
CONCIERTO No. 6
7
PROGRAMA No. 2
Bogotá, miércoles 6 de marzo del 2019
Cuarteto de cuerdas No. 2, Sz. 67
(1915-1917)
Moderato
Allegro molto capriccioso
Lento
BÉLA BARTÓK
(1881-1945)
Noche de reyes sin corona,
cuarteto de cuerdas No. 3 (2018)
Plegarias circulares
Ofrenda
Danza
Cantos de arrullo
Ostinato abismal
CAROLINA NOGUERA PALAU
(n. 1978)
Obra comisionada por el
Banco de la República
Estreno mundial
INTERMEDIO
Cuarteto de cuerdas No. 4, Sz.91
(1928)
Allegro
Prestissimo, con sordino
Non troppo lento
Allegretto pizzicato
Allegro molto
BÉLA BARTÓK
CONCIERTO No. 7
8
PROGRAMA No. 3
Cali, jueves 7 de marzo del 2019
Armenia, viernes 8 de marzo del 2019
Cuarteto de cuerdas No. 3, Sz. 85 (1927)
Prima parte: Moderato-attacca
Seconda parte: Allegro-attacca
Ricapitulazione della prima parte: Moderato
Coda: Allegro molto
BÉLA BARTÓK
(1881-1945)
Noche de reyes sin corona,
cuarteto de cuerdas No. 3 (2018)
Plegarias circulares
Ofrenda
Danza
Cantos de arrullo
Ostinato abismal
CAROLINA NOGUERA PALAU
(n. 1978)
Obra comisionada por el
Banco de la República
Estreno en Cali y Armenia
INTERMEDIO
Cuarteto de cuerdas No. 1, Sz. 40
(1908-1909)
Lento
Allegretto
Allegro vivace
BÉLA BARTÓK
9
PROGRAMA No. 4
Bogotá, domingo 10 de marzo del 2019
Cuarteto de cuerdas No. 6, Sz. 114 (1939)
Mesto-Piú mosso, pesante-Vivace
Mesto-Marcia
Mesto-Burletta
Mesto
BÉLA BARTÓK
(1881-1945)
Cuarteto palenquero,
cuarteto de cuerdas No. 2
(2010, rev. 2015)
Bordón y requinta
Intemperies
Etelvina Maldonado
CAROLINA NOGUERA PALAU
(n. 1978)
INTERMEDIO
Cuarteto de cuerdas No. 5, Sz. 102 (1934)
Allegro
Adagio molto
Scherzo. Alla bulgarese
Andante
Finale. Allegro vivace-Presto
BÉLA BARTÓK
CONCIERTO No. 8
10
NOTAS AL PROGRAMA
Introducción
En la Europa de la segunda mitad del siglo XVIII, particularmente en Viena,
la composición para cuarteto de cuerdas (dos violines, viola y violonchelo)
pareció convertirse en un reto inescapable para el compositor de tradición
académica occidental. Si bien no fue el primero en escribir para este formato,
el austrohúngaro Franz Joseph Haydn fue el responsable de darle aquel
estatus a través de las casi setenta obras que le dedicó, transformándolo de
un simple formato instrumental a todo un género bien definido. Sus célebres
continuadores Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig van Beethoven y Franz
Schubert aportaron lo suyo, aunque en números dicientemente decrecientes,
con veintitrés, dieciséis y quince obras respectivamente. El transcurso del
siglo XIX en Europa confirmó el decaimiento del cuarteto de cuerdas como
medio creativo, no sólo en términos estadísticos, sino también en cuanto a la
importancia que las comparativamente pocas obras producidas tienen dentro
de los catálogos de sus compositores.
A su vez, la América decimonónica nunca pareció tierra muy fértil para
la composición de cuartetos de cuerda; aunque existía el formato, su función
era más la de interpretación del viejo repertorio europeo o de reducciones
de música orquestal, pero poco se creaba para él. Así como ocurrió en el mal
llamado ‘Viejo Continente’ con el húngaro Béla Bartók, en América tocó
aguardar a la generación nacionalista nacida en la década de 1880 para volver
a tener grandes ciclos para cuarteto. A nivel regional, esto se ve representado
por las quince obras del brasileño Heitor Villa-Lobos y, a nivel nacional, por
las diez de Guillermo Uribe Holguín. Así, el siglo XX se desenvolvió y dio paso
al XXI con un marcado renacimiento de la creación para cuarteto de cuerdas,
produciendo ciclos tan importantes como aquellos del estadounidense Elliott
Carter, el argentino Alberto Ginastera o el británico Brian Ferneyhough.
Los conciertos que en esta temporada nos ofrece el Cuarteto Diotima
resultan de gran interés, ya que brindan la oportunidad de escuchar cómo en
dos períodos separados por un siglo el formato de cuarteto fue replanteado.
Aunque haya muchos elementos novedosos respecto a lo técnico y lo estético,
la reinvención más interesante, desde mi perspectiva, es cómo el cuarteto (y la
práctica musical académica de la cual surgió) ha logrado desprenderse de sus
vínculos jerárquicos con Europa central y occidental para ofrecer a la periferia
política y económica de un mundo (neo) colonial la posibilidad de pensarse
11
y expresarse con algún grado de independencia. Por esto, el doble ciclo de
cuartetos que escucharemos promete un diálogo enriquecedor entre épocas
(primera mitad del siglo XX y primera mitad del siglo XXI), entre regiones
(oriente de Europa y América Latina) y entre géneros (hombre y mujer). Este
intercambio deberá suscitar reflexiones trascendentales acerca de nuestro aquí
y ahora, y de cómo podemos globalizar nuestras ideas sin tener que negar
nuestras particularidades.
Béla Bartók (1881-1945)
Nacido en el Imperio austrohúngaro, en la ciudad de Nagyszentmiklós (hoy
Sânnicolau Mare, en Rumania), Béla Bartók tuvo una infancia itinerante, la
cual lo llevó a viajar ampliamente por el oriente europeo hasta que decidió
radicarse en Budapest en 1899. Allí se matriculó en la Academia Real de
Música, donde estudió composición con Hans von (o János) Koessler y
piano con István Thomán, antiguo discípulo de Franz Liszt. En 1902 conoció
a Richard Strauss, quien estaba en Budapest para el estreno local de su Also
sprach Zarathustra, encuentro que impulsó al joven Bartók a enfrentar la
composición con seriedad. Dos años después, durante un viaje a Transilvania,
escuchó a una empleada del servicio, llamada Lidi Dósa, cantar canciones
campesinas y quedó para siempre embelesado con la riqueza de estas prácticas
tradicionales. El descubrimiento de estas músicas del oriente del Imperio puso
en evidencia el camino derivativo que venía recorriendo como compositor. A
partir de ese momento, Bartók comenzó un trabajo de recolección y análisis,
estableciendo una relación simbiótica entre su trabajo musicológico y el
compositivo, la cual duró el resto de su vida.
El ciclo de cuartetos de cuerdas de Bartók es ampliamente reconocido
como columna vertebral de su obra e igualmente como una adición
fundamental al repertorio de este formato en el siglo XX. Las seis obras
que conforman este ciclo son obviamente diferentes entre sí y ameritan
comentarios extensos; sin embargo, me limitaré aquí a hacer algunos
comentarios generales, contextualizaciones y observaciones mínimas respecto
a cada obra.
Bartók comenzó su carrera justo cuando a ambos lados del Atlántico
el antiguo sistema de armonía tonal funcional recibía golpes de gracia que
confirmaban su llamada ‘muerte’, anunciada ya en la música de avanzada del
último cuarto del siglo XIX. Desde la primera década del XX, un compositor
que se considerase propositivo debía negar la tonalidad (la esencia de
los atonalismos) o utilizar nociones de lo tonal de maneras diferentes a la
tradicional. Este último es el caso de la neotonalidad de Bartók. Aun cuando
12
la idea general de la centralidad jerárquica de una altura exista, la construcción
de acordes con intervalos no tradicionales y el uso de modos hipercromáticos
hacen que una verdadera tonalidad funcional nunca eche raíces.
Buena parte de su música utiliza polifonía, bien sea libre o imitativa,
elaborada por una rica metamorfosis melódica, aparentemente inspirada
en Liszt. Esto implica que nuevas ideas melódicas aparecen de manera tan
orgánica que con frecuencia resulta ambiguo si algo es una idea nueva, un
desarrollo de lo anterior o ambas cosas. Esta característica, junto con la no-funcionalidad
de su armonía, dificulta nuestra comprensión formal que, con
frecuencia, resolvemos por medio de contrastes de tempo, timbre o textura.
Hecho eso, normalmente encontramos que las formas utilizadas por Bartók
son elaboraciones complejas de las tradicionales, sobre todo formas sonata,
tripartita o rondó.
Otro campo ricamente cultivado por Bartók tiene que ver con el
parámetro duracional, desde lo más evidente, que sería su uso de inusuales
ritmos derivados de tradiciones balcánicas, hasta lo menos obvio, como lo es
su dúctil tratamiento del tempo. En lo que concierne al timbre, los cuartetos
son particularmente llamativos, dado que el mundo homogéneo de los
instrumentos de arco se convierte en un laboratorio de radical exploración,
particularmente en los cuartetos 3 y 4.
Muchos comentaristas, por cierto, se han confesado sorprendidos por
la sofisticación de la escritura para cuerdas del compositor, puesto que su
formación y fama inicial fueron como pianista. Hacia 1906, no obstante,
la carrera de Bartók como concertista sufrió un notable decaimiento hasta
prácticamente desaparecer, lo cual lo llevó a buscar una estabilidad laboral y
económica en la docencia. Ese año reemplazó a su antiguo maestro Thomán
como profesor en la academia, trabajo que consolidó en los siguientes años
y mantuvo hasta 1934. Con este reenfoque de su cotidianidad, Bartók pudo
concentrarse y llevar su trabajo compositivo a un nuevo nivel, el cual se hace
evidente en su Cuarteto de cuerdas No. 1, una obra de inequívoca transición
creativa, generalmente considerada su primera obra de madurez.
Cuarteto de cuerdas No. 1, Sz. 40 (1908-1909)
Bartók inició su ciclo haciendo ya un experimento formal, planteando la obra
en tres movimientos que se suceden de manera continua, sin pausa alguna.
El mismo compositor describió como un canto fúnebre al Lento inicial,
el cual abre con un lúgubre gesto descendente en violines y se ramifica en
una densa polifonía imitativa, altamente cromática y al borde mismo de la
tonalidad. Tras desenvolverse en forma ternaria, un puente en aceleración
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gradual nos lleva al segundo movimiento, un Allegretto que juega siempre
con la ambigüedad entre métrica binaria y la ternaria que esperaríamos.
Como una danza fantasmagórica, se mueve en un vaivén de aceleraciones y
retardos, pero eventualmente nos lleva a una introducción crecientemente
agitada para el tercer movimiento. Este Allegro vivace suena más al Bartók
que todos conocemos, dejando atrás el romanticismo tardío del inicio.
Aquí, la escritura se hace más austera, percusiva y rítmicamente irregular,
con melodías pentáfonas que sugieren las músicas campesinas, objeto de
estudio del compositor. En lo meramente anecdótico y extramusical, el gran
Zoltan Kodály, colega y cercano amigo de Bartók, describió este proceso
macroformal –llevarnos de lo sombrío a lo alegre– como un regreso a la vida
de su compañero, ya al otro lado del desamor que padeció con la violinista
Stefi Geyer.
Como lo demuestra el cierre del primer cuarteto, el interés de Bartók no
era ya solamente el de hacer armonizaciones o arreglos de las melodías que
encontraba y registraba en sus viajes. Más bien, el estudio y análisis de estas
lo llevaron a un verdadero aprendizaje, el cual le permitió abstraer elementos
musicales que podían convertirse en principios de estructuración para sus
propias composiciones. Así, identificó diversos tipos de modos, siempre en
contraposición a las escalas mayores y menores del mundo tonal. En cuanto
a ritmos y métricas, encontró estilos contrastantes, unos basados en danzas,
los cuales subrayó con la indicación ‘tempo giusto’; otros, en cambio, parecían
estar vinculados a la prosodia del magiar (o húngaro) hablado, y que describió
como un estilo ‘parlando, poco rubato’. El compositor incluso derivó principios
formales de sus estudios, agrupando unas formas como lineales y libres de
vínculos con la morfología de la música de tradición académica occidental,
mientras que otras sí coincidían con aquella tradición al tener secciones
recurrentes1. Todo este trabajo sistemático llevó a Bartók a entender cada vez
con mayor consciencia la posibilidad de crear un nacionalismo modernista y
es en ello que radica su trascendencia como compositor.
Durante la década de 1910 comenzó a ampliar el marco de sus viajes,
recorriendo otras zonas del Imperio austrohúngaro, actualmente parte
de Rumania, Eslovaquia y Ucrania, así como zonas del norte de África y
Escandinavia. Este impulso se vio cortado por el inicio de la Primera Guerra
Mundial, contienda que no solo dificultó sus investigaciones, sino que acabó
con el Imperio mismo. Lo más grave es que tras el colapso del estado anterior
1 Por dar un par de ejemplos de forma tripartita, una versión de forma lineal podría ser
ABC, mientras que una recurrente podría ser ABA.
14
se generó la creación de numerosos estados-nación que justamente pretendían
ser étnicamente unificados, dando pie a nacionalismos racistas que atentaban
contra la unidad de los pueblos de la cuenca del Danubio. Estos procesos
mostraron un lado nefasto del nacionalismo y aunque continuó sus estudios el
resto de vida, la meta de Bartók giró más hacia encontrar elementos comunes
que permitiesen soñar con un panhumanismo, que a subrayar diferencias
entre pueblos. Por eso puede resultar un triste error el que frecuentemente
etiquetemos a Bartók como ‘el gran nacionalista húngaro’.
Cuarteto de cuerdas No. 2, Sz. 67 (1915-1917)
Compuesto durante la Primera Guerra Mundial, el Cuarteto de cuerdas No.
2 retoma el esquema de tres movimientos, esta vez con pausas entre ellos y
una curva de tempo lento-rápido-lento. El Moderato inicial plantea un primer
motivo ascendente de contorno bien definido, al cual se le hacen innumerables
transformaciones, generando materiales secundarios y permanentes
desarrollos hasta crear una especie de forma sonata de gran complejidad. A su
vez, el ágil y fluctuante segundo movimiento –Allegro molto capriccioso– juega
con la idea de una forma rondó, una vez más, de ambigua percepción. En él,
un elaborado diseño melódico y el carácter percusivo del acompañamiento
sugieren la influencia de músicas argelinas. El Lento final, cuyo ambiente
desolado parece sugerir el contexto político de la composición, retoma en
este nuevo tempo el primer motivo de la obra; otro, de gesto descendente,
lo contrarresta y ambos se transforman sin cesar por procesos de mutación
interválica, rearmonización, etc. Muchas características de este cuarteto, como
la sutileza con la cual trabaja el timbre, evidencian la creciente inclinación
vanguardista del compositor. Los complejos experimentos armónicos que
lleva a cabo, por ejemplo, parecen ser el punto de partida para obras posteriores
de mayor envergadura, como su ballet El mandarín maravilloso.
El optimismo modernista de la década de 1920 creó un ambiente en el cual
la música de Bartók –cada vez más propositiva– logró una mejor recepción.
Por una parte, este volvió a activar su carrera como concertista, mientras por
otra, sus composiciones empezaron a ser reconocidas y programadas más
ampliamente. Desde el año mismo de 1920, Bartók clamaba ya por la igualdad
de los doce tonos, haciendo eco a Arnold Schoenberg, cuyas revolucionarias
consignas atonalistas frecuentemente estaban cargadas de referencias políticas
democratizantes. En el caso del húngaro, sin embargo, hubo siempre una cierta
incoherencia estructural, ya que creía en un modernismo basado en tradiciones
populares. Estas, inevitablemente, exhibían algún tipo de centralidad tónica,
reconfirmando las jerarquías que el atonalismo justamente cuestiona. De
15
esta tensión dialéctica surgió el Cuarteto de cuerdas No. 3 de Bártok en 1927.
Especie de annus mirabilis para los arcos… vale la pena recordar que ese
mismo año Schoenberg compuso su propio Cuarteto No. 3, Op. 30; Anton
Webern su Trío, Op. 20; y Alban Berg estrenó su Suite lírica. Estas obras
vienesas representan hitos en el desarrollo de la técnica dodecafónica y así,
encarnan parte importante de la música de avanzada en Europa. Cuatro años
antes, además, Bartók conoció al gran experimentalista estadounidense Henry
Cowell, cuyo complejo mundo sonoro –con sus densos clusters, sus ritmos
de gran complejidad y su radical inventiva tímbrica– parece haber ejercido
una influencia poco comentada sobre el húngaro. Todo este caldo de cultivo
de renovación musical puede oírse reflejado en el nuevo cuarteto del ciclo
bartókiano.
Cuarteto de cuerdas No. 3, Sz. 85 (1927)
Sin duda, es el más osado de su composición en cuanto al modernismo de su
lenguaje musical; el Cuarteto de cuerdas No. 3 elabora los materiales folclóricos
hasta un nivel máximo de abstracción estructural, evitando citas o paráfrasis.
La organización tónica se aleja más que nunca de cualquier sensación de
tonalidad, mientras que la gama técnica de su escritura instrumental llega al
extremo de sofisticación, cuestionando la idea ingenua de que estas técnicas
instrumentales sean ‘efectos’. Morfológicamente, se retoma el pensamiento de
continuidad orgánica, atando cuatro partes a la manera de Liszt, en una forma
multimovimiento dentro de un único movimiento, el cual se llega a percibir
como una especie de forma sonata. La llegada de la segunda parte es señalada
por un amplio uso del pizzicato, particularmente llamativo en los instrumentos
graves. La recapitulación es más un regreso a materiales abstractos ya
elaborados, que una repetición en el sentido clásico, mientras que la coda es
una ágil y emocionante reelaboración de materiales de la segunda parte.
Cuarteto de cuerdas No. 4, Sz. 91 (1928)
Solo un año separa al fantástico Cuarto de cuerdas No. 4 de su antecesor y,
predeciblemente, hay cosas que los emparentan, en particular sus búsquedas
vanguardistas; entre las diferencias, la más obvia es la metaforma. En este caso,
tenemos por primera vez en el ciclo (aunque no en su música) un despliegue
en cinco movimientos, planteados como un arco simétrico en el cual los
movimientos primero y quinto están emparentados, así como también lo están
el primero y el cuarto, mientras que el tercero funciona como eje central. Este
Non troppo lento es un ejemplo emblemático de la llamada ‘música nocturna’
de Bartók, con acordes estáticos en cuerdas superiores bajo los cuales el
16
violonchelo parece improvisar un canto altamente ornamentado. De este tema
los demás instrumentos extraen fragmentos cuyos simples gestos sugieren
sonidos de pájaros e insectos. A lado y lado de este movimiento son sobre todo
tempo y timbre los que generan unidad; tanto el segundo como el cuarto son
movimientos velocísimos, tipificados por el recurso instrumental descrito en
su nombre. El tenebroso Prestissimo crea una bruma de susurros optimizados
por la omnipresencia de sordinas, no sin que repentinas explosiones nos
sorprendan. El Allegretto, a su vez, se concentra en el pizzicato, explorando
una diversidad tal de ataques que se convierte en un verdadero tratado de la
técnica. Abriendo y cerrando la obra encontramos movimientos en Allegro
conectados por sus materiales melódicos, pero es sobre todo el carácter
intenso y agresivo el que da cohesión, llegando a una verdadera brutalidad en
el movimiento final.
En 1934 Ernö (o Ernst von) Dohnányi fue nombrado director de la
Academia de Música de Budapest, ya para ese entonces llamada Academia
Liszt. Tal vez por su larga amistad, este le permitió a su antiguo compañero
de estudios, Bartók, ser trasladado a la Academia de Ciencias para asumir
un trabajo de tiempo completo como etnomusicólogo. Allí retomó, ya con
más comodidad e infraestructura, los trabajos de investigación que desde
hacía décadas realizaba con Kodály. Los estudiosos de la obra de Bartók
concuerdan en que a partir de este momento y hasta 1940 es el período de
oro del compositor, pues crea una serie de obras maestras como Música para
cuerdas, percusión y celesta, la Sonata para dos pianos y percusión o Contrastes,
entre otras. Justamente los dos últimos cuartetos de cuerdas enmarcan este
período.
Cuarteto de cuerdas No. 5, Sz. 102 (1934)
El Cuarteto de cuerdas No. 5 retoma el plan formal de su predecesor: un arco en
cinco movimientos, con el tercero como eje simétrico; en este caso, en cambio,
es el ágil Scherzo el que funge como pivote central y lo lento se duplica en los
movimientos segundo y cuarto. La preocupación por simetría formal se refleja
también al interior de los movimientos, cada uno de los cuales lo expresa de
manera diferente. Este parece ser el más tradicional de los cuartetos de Bartók,
ya que los materiales constructivos son claramente más motívicos y fáciles de
seguir; sus construcciones acórdicas y direcciones tonales, las más previsibles,
etc. Los movimientos externos sugieren formas híbridas tipo sonata-rondó, de
nuevo con materiales compartidos que se desarrollan de maneras diferentes,
y el Finale se hace desequilibrado por una inesperada y cómica referencia a un
organillo. El Adagio molto es evidentemente un espejo mientras que el Andante
17
apenas lo sugiere. La forma ternaria del Scherzo retoma la idea de lo simétrico,
pero la cuestiona de manera interesante a nivel microformal, explotando la
irregularidad métrica de los ritmos búlgaros tan apreciados por Bartók.
Con el paso de la década de 1930, el agudizamiento de la crisis económica
internacional y el creciente resentimiento húngaro por la pérdida de
territorios tras la firma del Tratado de Trianón estimularon el surgimiento
de movimientos políticos de extrema derecha. El fortalecimiento de la Italia
fascista y la Alemania nazi, así como su oposición a las políticas de final de
la Primera Guerra Mundial, hicieron de esos estados los aliados naturales
para Hungría. Este alineamiento con el Eje, el racismo contra otras etnias de
la región, el antisemitismo institucionalizado y la inminencia de la Segunda
Guerra Mundial fueron todos elementos que entristecieron cada vez más a
Bartók, llevándolo a planear su migración. Esta se dio finalmente en 1940
tras la muerte de la madre del compositor y llevó a Bartók a un triste exilio
estadounidense del cual nunca regresó. La última obra que logró terminar en
Europa fue justamente el sexto y último de sus cuartetos.
Cuarteto de cuerdas No. 6, Sz. 114 (1939)
El Cuarteto de cuerdas No. 6 es el único que Bartók compuso en el número
tradicional de movimientos: cuatro. No obstante, su planteamiento
morfológico vuelve a ser inusual, en tanto que al margen del carácter principal
de sus primeros tres movimientos, todo gravita hacia el Mesto (triste) del final.
La obra inicia con esta indicación adjudicada a un melancólico solo de viola
de apenas 13 compases; sin estar del todo desconectado, el cuerpo principal
del primer movimiento establece un marcado contraste de carácter en la
forma sonata más tradicional de todo el ciclo. El Mesto regresa al inicio del
segundo movimiento, esta vez expandido a 17 compases y con el tema en
violonchelo, acompañado por sus compañeros asordinados. De nuevo, una
conexión estructural, pero también un contraste expresivo, nos llevan a una
marcha tripartita que podría hacer referencia al creciente militarismo de la
época. Para el tercer movimiento, el Mesto aparece alargado a 20 compases y
con un mayor desarrollo expresivo, pero en todo caso como introducción, esta
vez a una extraña Burletta. Finalmente, el cuarto movimiento permite que el
tono triste se convierta en el discurso completo, en cierto sentido regresando
al romanticismo tardío que habíamos escuchado en el primer movimiento del
primer cuarteto. sin quererlo, otro canto fúnebre cerraría el ciclo completo, de
nuevo ad portas de la pérdida de una mujer amada y al borde de otra guerra
que cambiaría su mundo.
18
Carolina Noguera Palau (n. 1978)
Tuvo una formación inicial como pianista en el Conservatorio Antonio María
Valencia de su ciudad natal, donde estudió con maestras como Marjorie
Tanaka. Su formación pregradual como compositora se llevó a cabo en
Bogotá, bajo la guía de Guillermo Gaviria en el Departamento de Música
de la Universidad Javeriana, institución donde Noguera se desempeña hoy
como Coordinadora del Área de Composición. Posteriormente se trasladó
a Inglaterra para realizar estudios posgraduales en el Conservatorio Real de
Birmingham, donde contó con Richard Causton y Lamberto Coccioli como
sus principales maestros de composición, y estudió de manera ocasional con
figuras como Edwin Roxbourgh, Howard Skempton y Rebecca Saunders.
El catálogo de Noguera incluye piezas solistas, para ensambles grandes y
para diversas agrupaciones de cámara, entre las cuales se incluyen, a su vez,
tres visitas al formato de cuarteto de cuerdas. Su música se ha presentado en
Europa, Norte y Sur América, recibiendo reconocimientos en ambos lados del
Atlántico. Cito textualmente el siguiente fragmento de su reseña biográfica, ya
Foto: Juan Camilo Montañez Riveros
19
que ella misma plantea allí una especie de manifiesto de gran relevancia para
nuestra apreciación de su trabajo compositivo:
Como creadora e investigadora, a Noguera Palau le interesa resignificar materiales
musicales preexistentes provenientes de músicas tradicionales colombianas, los
cuales estudia y reelabora con un interés particular en la textura y el timbre. A lo
largo de los años su reflexión estética y su obra se han ido basando en migraciones
y extracciones de sonidos de todo tipo de su contexto habitual para buscar en ellos
una vida y un significado distinto y especial.
Una vez más, confesaré que Carolina Noguera es uno de los creadores
colombianos cuya música más disfruto y cuyo pensamiento más valoro. En
un entorno compositivo caracterizado por la falta de discusión, la constante
reflexión que hace ella acerca de sí misma, sus orígenes y sus recuerdos resulta
estimulante, así personalmente sus hallazgos me resulten lejanos. Como se
lo he expresado al Banco y a la misma Carolina, creo que haber planteado
este doble ciclo de cuartetos entretejidos es particularmente acertado, pues
1987
Inició sus estudios de piano
en Cali con Alba Estrada.
1988-1996
Continuó sus estudios de piano en el
Conservatorio Antonio María Valencia
con Marjorie Tanaka, Svetlana Korjenko
y Verónica Ramírez. 1997-2003
Ingresó al pregrado de Estudios
Musicales de la Pontificia Universidad
Javeriana, primero al énfasis de
piano con Radostina Petkova y
posteriormente al de composición
con Guillermo Gaviria.
20
siento que una de las influencias más importantes en la música de nuestra
compositora es aquella de Bartók2. La oportunidad de escuchar a estos dos
compositores en un diálogo tan intenso no puede ser sobrevalorada y como
colombiano interesado en mi patrimonio cultural, debo agradecerla.
Quattuor verba, cuarteto de cuerdas No. 1 (2006)
Noguera comenzó su ciclo de cuartetos en el 2006 con esta obra, subtitulada
Quattour verba (Cuatro palabras), justo cuando se fue por primera vez
a Inglaterra. No sorprendentemente, la obra cierra una primera etapa
compositiva y deja entrever algunas características que comenzarían a florecer
en su producción de años venideros. El primer movimiento porta un nombre
tomado del salmo 130 (129): De profundis clamavi (De lo más profundo grito).
Con gruñidos del arco presionado, gemidos con glissandi, y los gritos de
2 Curiosamente, otras dos grandes influencias que en el pasado he identificado en la
música de Noguera son Iannis Xenakis y György Ligeti, ambos nacidos, al igual que
Bartók, en la actual Rumania.
2005
Obtuvo la Beca de creación del
Ministerio de Cultura de Colombia,
producto de la cual son las Tres suites
para banda compuestas bajo la
tutoría de Juan Antonio Cuéllar.
2006
Obtuvo el primer premio en el
X Premio Nacional de Composición del
Instituto Distrital de Cultura y Turismo con
la obra En luz y sombra, disertaciones
para tuba y ensamble.
21
pizzicati agudos, Noguera retrata el encierro en un espacio agobiante desde
el cual se clama por una deidad que nunca aparece. El segundo movimiento,
en cambio, es bautizado deformando un verso del Santo del ordinario de la
misa católica: Pleni sunt caeli et terra tua (así, sin el ‘gloria’ del original, podría
significar Los cielos y tu tierra están llenos). Aquí, los glissandi se transforman
en pequeños giros melódicos esperanzadores, rodeados por barridos de
armónicos que parecen brotar y florecer hasta llenar el espacio sonoro. Las
fundamentales de las diferentes series armónicas superpuestas sugieren una
tríada de la menor (la, do y mi), pero el gesto final las reúne en la serie de la
cuerda de re. La notación alfabética de esta (D) podría sugerir la presencia de
Dios, así como el hecho de que las clases tónicas re, la, do y mi están reunidas
en los primeros nueve (número místico del cristianismo) parciales de la serie
armónica de re.
La felicidad extática del segundo movimiento nos lleva a lo que la
compositora describe como la «paz inmaculada» del tercero. Aquí, los
anteriores gestos melódicos dan a luz a un inocente canto modal en la viola,
2006-2007
Como beneficiaria del programa de estudios en el
exterior del Banco de la República cursó la
Maestría en Composición en el Royal Birmingham
Conservatoire (Reino Unido), siendo merecedora
del MMus Course Prize 2006-2007 por su
excelencia académica. Estudió con
Richard Causton, Lamberto Coccioli
y John Woolrich.
2008-2011
Cursó el Doctorado en Composición en el
Royal Birmingham Conservatoire (Reino Unido)
como becaria de Colfuturo y de Overseas
Research Students Awards Scheme.
Estudió con Edwin Roxburgh, Richard Causton,
Lamberto Coccioli y Peter Johnson.
22
flotando sobre un bordón de violonchelo y articulado por referencias a
campanas en violines. Sine Deo (Sin Dios) cierra la obra con indicaciones
como Alla burlesca y Wobbling: irregular and free (Bamboleante: irregular y
libre), aparentemente alegrándose por la erradicación de la deidad. Elementos
musicales que luego se harán característicos en la música de Noguera aparecen
en este movimiento, el más evidente de ellos siendo la referencia a danzas
populares latinoamericanas, sugeridas con la típica sesquialtera 3/4-6/8 y
el referente general de lo festivo. Por otra parte, elementos ‘ruidosos’, como
el arco presionado del primer movimiento, son retomados y resignificados,
ya no comportándose como simples efectos sugerentes de un ambiente
extramusical, sino como un elemento de estructuración propiamente musical.
Cuarteto palenquero, cuarteto de cuerdas No. 2 (2010, rev. 2015)
Compuesta durante su residencia inglesa y revisada tras su regreso a Colombia,
esta pieza lleva el nombre de Cuarteto palenquero. Abre con Bordón y Requinta,
haciendo referencia a la marimba de chonta, instrumento principal del
2011
Se vinculó al Departamento de
Música de la Facultad de Artes de
la Pontificia Universidad Javeriana
donde actualmente se desempaña
como coordinadora del área de
composición.
2014
Nació su hijo Leopoldo Peickner Noguera
a quien le dedica Latidos de lo oscuro.
Esta obra fue estrenada por la arpista
María Clara Alarcón en la Sala Teresa Cuervo
Borda del Museo Nacional de Colombia.
23
currulao, para muchos la danza más importante del Pacífico Sur colombiano.
Bordón se refiere al registro grave del instrumento y a su rol acompañante,
mientras que Requinta lo hace al agudo, la melodía principal. Estos roles/
registros son recreados por Noguera con enorme detalle rítmico y tímbrico,
reelaborando permanentemente las variaciones mínimas que caracterizan
estas músicas. La marimba de chonta encarna un paradigma sonoro diferente
a aquel de ‘sonido puro’ que suelen buscar los instrumentos europeos,
reemplazándolo por el de un ‘complejo sonoro’, descrito por algunos como
un sonido roto o multifónico. Noguera ya parecía haber intuido el potencial
de este cambio de paradigma desde el primer compás de su primer cuarteto,
pero hasta su segundo período creativo logró cristalizarlo. Tal vez a esto –así
como al carácter rítmico de la música– se refiere con la indicación inicial de la
partitura: Cracked but danceable (Rajado, pero bailable).
2016
Lanzó dos producciones discográficas, Formas
de recuerdo sin territorio (con el apoyo de la
Vicerrectoría de Investigación de la Pontificia
Universidad Javeriana) y Linos Trío – Tres
Compositores. Varias de las obras que hacen parte
de estos discos fueron interpretadas en el marco
de un concierto monográfico realizado en la Sala
de Conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango.
Obtuvo el Premio Bienal a la Creación
Artística Javeriana con su obra Furias, para
violín y piano, en el marco del
II Encuentro de Arte y Creatividad organizado
por la Vicerrectoría de Investigación de la
Pontificia Universidad Javeriana.
24
Intemperies es atacado sin pausa, haciéndonos creer que es continuación
del primer movimiento3. Aquel currulao parece derretirse tras la entrada
sorpresiva de un material violento, explicado por el título del movimiento
como la aspereza de la selva tropical. Este movimiento sería una metáfora del
paisaje sonoro del entorno originario del currulao e incluye referentes como el
sonido de insectos. Poco a poco, el ambiente agresivo cede y lo lírico aparece
tímidamente. Estas semillas melódicas cobran vida plena a manera de cita
en el tercer movimiento, Etelvina Maldonado, al cual llegamos de nuevo de
manera ininterrumpida y ambigua. Estaríamos ante un homenaje póstumo
a Maldonado, quien murió en el 2010, pero sorprende que la canción citada
no es un bullerengue (género del Caribe colombiano del cual Maldonado fue
intérprete); la melodía es del bolero Adiós en el puerto, del chiapaneco Ernesto
Domínguez, cuya letra dice:
3 Esto es algo característico de Noguera desde sus primeras obras y no es precisamente
común en la música contemporánea: componer obras multimovimientos, pero esconder
el contraste entre los movimientos evitando pausas y haciendo empalmes.
2017
Su obra Canto del ave negra, para acordeón,
escrita para Eva Zöllner, fue estrenada en el
Aula Múltiple del Edificio Gerardo Arango de la
Pontificia Universidad Javeriana en el marco de
la Academia de Acordeón, en colaboración con el
Goethe-Institut y la Universidad de los Andes.
25
Junto al mar dame el último adiós
porque lejos yo me voy, lejos de aquí.
Pero yo, ¡ay que triste me voy!,
porque solo sabe Dios si volveré.
Coherente con la letra, la cita se diluye gradualmente, sumiéndose en un
ruido blanco que nos recuerda el mar y el viento de las dos costas visitadas,
así como su símil capitalino, el murmullo del tráfico urbano, filtrado por las
paredes de nuestros hogares y salas de concierto.
Noche de reyes sin corona, cuarteto de cuerdas No. 3 (2018)
La portada de este cuarteto, subtitulado Noche de reyes sin corona, retrata a
un hombre negro, con sombrero, tocando violín mientras en el fondo, a
través de la bruma, se vislumbran un río y una cordillera en la lejanía. Así,
la compositora plantea un marco en el cual la tradición de violín caucano es
objeto de contemplación. En un mensaje, la misma Carolina me dice que cita
estas músicas tratando de acercarse a ellas y agrega que «su carácter extranjero
2018
Lanzó el séptimo volumen
de la serie Compositores Javerianos con la
colaboración del Ensamble Cuprum
y Luis Guillermo Vicaría en la dirección
musical. Este disco incluye su obra El brujo,
para quinteto de cobres y percusión.
Su artículo Formas de recuerdo
sin territorio obtuvo el ‘Premio de
investigación – La música académica,
sinfónica y el canto lírico’ de la
Orquesta Filarmónica de Bogotá.
26
en mi cultura es análogo a la visita de los reyes de oriente. Pero en vez de tener
presencia con riquezas materiales, lo hacen con riquezas musicales (tímbricas,
rítmicas, sin recursos económicos)».
Plegarias circulares, inicia en un estatismo meditativo sobre do, pero
coloreado por la riqueza tímbrica y microtonal de aquel paradigma del
complejo sonoro antes mencionado. Tras varios minutos comienzan a
aparecer retazos melódicos que la compositora describe como «recuerdos
intempestivos de una Juga, que alguna vez escuché interpretar a violinistas
campesinos del Norte del Cauca en las Fiestas de la Natividad». La juga o
fuga es uno de los géneros principales de esta música caucana y su nombre
supuestamente hace referencia a fugas de esclavos en la región. Algunas
fugas meramente temporales en apariencia eran comunes cuando al final de
la temporada navideña, tras la Fiesta de Reyes del 6 de enero, los esclavos
recibían la orden de guardar las decoraciones. Ante esta oportunidad, se
robaban imágenes de Jesús recién nacido para hacer sus propios rituales de
alabanza; de allí vienen las famosas Adoraciones del Niño Dios. El mismo
do que sirvió como inicio resuena ahora en el registro agudo para servir
2019
Noche de reyes sin corona, cuarteto de
cuerdas No. 3, obra comisionada por el
Banco de la República, se estrena en el mes
de marzo en la Sala de Conciertos de la
Biblioteca Luis Ángel Arango. El concierto es
ofrecido por el Cuarteto Diotima de Francia.
27
como puente al segundo movimiento, Ofrenda. Entre sonidos de viento y
percusiones, otra cita aparece, según nos dice la compositora, un torbellino
de este mismo repertorio violinístico. Gradualmente, otros instrumentos
se suman a manera de un fugato a tres partes, del cual eventualmente nos
saca el violonchelo hacia la neblina de una textura de armónicos con ecos
fragmentarios, como un recuerdo que se disipa.
Los gestos percusivos del movimiento anterior parecen resucitar en
Danza, tomando fuerza en el violonchelo y llamando a rasgueos festivos
de la viola. Sutilmente, los violines van recordando la juga inicial antes de
que otro empalme, esta vez de viento, nos lleve a Cantos de arrullo. Aquí, un
acompañamiento cristalino invoca una sencilla melodía en violines, la cual
es elaborada polifónicamente hasta perderse en las cuerdas graves. A pesar
de que nuestras tradiciones populares están llenas de arrullos, Noguera
evita citarlas aquí y al respecto dice: «Intento extraer el tema de la natividad
de las asociaciones y festividades religiosas, como un tema más serio y
trascendental». Recordando que la compositora es madre, puede ser que la
CATÁLOGO DE OBRAS DE
CAROLINA NOGUERA
2000
Mioclonía, para piano solo
2003
aTóMik, para quinteto de metales
y percusión
Mecanismos, para violonchelo y piano
2005
Tres suites para banda
2006
En luz y sombra: disertaciones
para tuba y ensamble
Quattuor verba, cuarteto de cuerdas No. 1
2007
Alborada, para ensamble
Hipotenusa, para trío de cuerdas
Missa, para barítono, percusión
y electrónica
2008
Pedazos de chonta, para cuarteto
con piano
2009
Chirimías metálicas, para flauta sola
Elegía errante, para viola sola
My lonely Cumbia, para pequeño
ensamble
Nocturno, para ensamble
28
natividad, en este caso, se refiera más a la maternidad y así, a la trascendencia
de nuestra cotidianidad. El Ostinato abismal que cierra la obra está construido
sobre un fragmento del torbellino del segundo movimiento y el giro que aquí
le da Noguera, cada vez más intenso y brusco, sorprendentemente termina
convirtiéndolo en una paráfrasis del final de Quattuor verba.
Rodolfo Acosta. Compositor, intérprete, improvisador y docente
colombiano. Su música ha sido presentada en una treintena de países
de las Américas, Europa y Asia, ha sido publicada en partitura y disco
compacto por diversas editoriales, y ha recibido distinciones a nivel
nacional e internacional. Es miembro fundador del CCMC (Círculo
Colombiano de Música Contemporánea), director del Ensamble CG y
ha liderado colectivos experimentales como Tangram y la BOI (Bogotá
Orquesta de Improvisadores). Ha sido profesor y conferencista en numerosos conservatorios
y universidades de las Américas y Europa. Sus escritos han sido publicados en libro,
enciclopedia, revista (física y virtual) y programa de mano, medio que lleva cultivando dos
décadas ininterrumpidas.
2010
Autumn Whisperings, para orquesta
Cuarteto palenquero, cuarteto de cuerdas
No. 2 (rev. 2015)
Giros y rostros, para cuatro instrumentos
Masks, para mezzosoprano y clarinete en si
bemol. Basado en un poema de Oz Hardwick.
Murmullos atómicos, para ensamble
2011
Furias, para violín y piano
Porro azul, para banda de vientos
2013
Fiestas de Pubenza, para quinteto
Desórbitas, para dos pianos y dos sets de
multipercusión
2014
Latidos de lo oscuro, para arpa sola
2015
Doble doble, para violín solo
2017
Canto del ave negra, para acordeón solo
El brujo, para quinteto de cobres y percusión
2018
Noche de reyes sin corona, cuarteto de
cuerdas No. 3
CATÁLOGO DE OBRAS DE
CAROLINA NOGUERA
Foto. Axel Moncada
COLORÍN COLORADO
música tradicional colombiana
Sábado 18 de mayo de 2019 · 4:00 p.m.
MARÍA CRISTINA PLATA
cantante (Colombia)
Viernes 14 de junio de 2019 · 7:30 p.m.
Cód. PULEP: DXD705. MTX389
COLORÍN COLORADO
música tradicional colombiana
Jueves 16 de mayo de 2019 · 7:00 p.m.
Teatro de la Casa de la Cultura de Calarcá
AMARETTO ENSAMBLE
música tradicional (Colombia)
Miércoles 5 de junio de 2019 · 7:00 p.m.
Salón Colombia del Armenia Hotel
Cód. PULEP: OBR115. ZBQ202
Próximos conciertos en Cali
Auditorio del Centro Cultural Comfandi
Próximos conciertos en Armenia
COLORÍN COLORADO
música tradicional colombiana
ENSAMBLE LINEA (Francia)
Jean-Philippe Wurtz, director (Francia)
Domingo 17 de marzo de 2019 · 11:00 a.m.
TABEA DEBUS, flauta dulce (Alemania)
Domingo 31 de marzo de 2019 · 11:00 a.m.
Este concierto también se presentará en
Florencia, Girardot, Ibagué, Leticia, Neiva y Popayán
SEBASTIÁN CRUZ TRÍO
jazz (Colombia / Estados Unidos)
Domingo 7 de abril de 2019 · 11:00 a.m.
Este concierto también se presentará en
Cartagena, Montería y Sincelejo
HANSJÖRG ALBRECHT, órgano (Alemania)
Domingo 14 de abril de 2019 · 11:00 a.m.
JUAN PABLO CEDIEL QUINTETO
jazz (Colombia)
Domingo 5 de mayo de 2019 · 11:00 a.m.
Este concierto también se presentará
en Bucaramanga y Cúcuta
ANA MARÍA RUGE, soprano (Colombia)
Miércoles 15 de mayo de 2019 · 7:30 p.m.
PÁRAMO, quinteto de jazz (Colombia)
Domingo 19 de mayo de 2019 · 11:00 a.m.
Este concierto también se presentará en
Barranquilla, Manizales, Pasto y Villavicencio
Cód. PULEP: FMI890. HZJ132. FBK975. VGW197. ZVW301. WZY642. ADF704.
RICARDO PUCHE, contrabajo
Jueves 14 de marzo de 2019 · 7:30 p.m.
Este concierto también se presentará en Tunja
DECISO DÚO, flauta y guitarra
Jueves 21 de marzo de 2019 · 7:30 p.m.
Este concierto también se presentará en Quibdó
MUSGO, música contemporánea
Jueves 4 de abril de 2019 · 7:30 p.m.
Este concierto también se presentará en Medellín
MANUELA WANUMEN, violín
Jueves 11 de abril de 2019 · 7:30 p.m.
Este concierto también se presentará en Manizales
JUAN MANUEL MOLANO, guitarra
Jueves 25 de abril de 2019 · 7:30 p.m.
Este concierto también se presentará en Villavicencio
ELVIS DÍAZ, arpa llanera
Domingo 28 de abril de 2019 · 11:00 a.m.
Este concierto también se presentará en Ipiales
JONATHAN ROSERO, saxofón
Jueves 9 de mayo de 2019 · 7:30 p.m.
Este concierto también se presentará en Popayán
LOS TAITAS, trío de jazz
Jueves 16 de mayo de 2019 · 7:30 p.m.
Este concierto también se presentará en
Barranquilla, Cartagena y Santa Marta
Cód. PULEP: WQF359. IUN286. JWE864. HXW120. ZZP911.
ZDC824. TAG250. HQF982 .
SERIE DE LOS
JÓVENES INTÉRPRETES
Próximos conciertos en Bogotá
$6.000
SERIE PROFESIONAL
Próximos conciertos en Bogotá
$10.000
ENSEMBLE LINEA - Foto. (c) Ensemble Linea
RICARDO PUCHE - Foto. Richard Puche
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