Por:
Rafael Thomas
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Fecha:
1920
Aunque a finales del siglo XIX se realizaron múltiples exploraciones en la región del Amazonas, lideradas principalmente por misiones religiosas e iniciativas privadas, la acción por parte del estado colombiano era casi nula para el momento. Tanto así que sólo hasta la segunda década del siglo XX, se constituyó y se delimitó legalmente la Intendencia Nacional del Amazonas, con el fin de legitimar ante el gobierno peruano la soberanía sobre el territorio. En el entretanto, la intervención militar comenzaba a instituirse en el trapecio amazónico, buscando, por un lado, reconocer la selva tropical que, según los acuerdos de amistad con el país vecino, le pertenecía a Colombia; por el otro, organizar frentes de colonización ganadera y agrícola que propiciaran la explotación de recursos naturales, al tiempo que se promocionaban los derechos de propiedad, indiscutibles bajo la legislación nacional e internacional.
Bajo este contexto, Rafael Thomas, un joven subteniente momposino, emprendió el 17 de mayo de 1911 una comisión de reconocimiento por el Amazonas, una región que se asumía deshabitada, por lo demás incivilizada. Su viaje partió de Bogotá y tenía como objetivo recorrer todo el Caquetá, trazando su ruta por Villavicencio, San Martín, Guaviare, Puerto Arturo, la región de los ríos Unilla e Itilla —conocida como Caucho Negro—, Vaupés, Yuruparí, Apaporis, La Pedrera, Tefé, entre otros. De dicha travesía, resultó el escrito "La Amazonia colombiana", en el que Thomas narra con prolija dedicación e ingenio las peripecias y bondades de la selva, así como los distintos métodos utilizados para extraer caucho en las estaciones. Asimismo, cabe resaltar el análisis social, económico y político que desarrolla el militar a lo largo del relato, reflejando el pensamiento de la época en torno al Amazonas, las comunidades indígenas y el desaprovechamiento de la riqueza del territorio nacional.