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Verdadera historia de la acusación contra el Jeneral Páez

Por: Veritas | Fecha: 1826

Carta anónima en la que se defiende a Francisco de Paula Santander, en el pleito que éste mantiene en calidad de vicepresidente de la Nueva Granada, con José Antonio Páez, prócer de la independencia de Venezuela. A lo largo del documento, que conserva la ortografía de la época, se solicita a los congresistas de la Gran Colombia que la investigación sea manejada con objetividad y sea tenida en cuenta la insurrección con que ha actuado Páez en el proceso.
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Verdadera historia de la acusación contra el Jeneral Páez

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Yago

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Una protesta

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Imagen de apoyo de  Bogotá Ilustrado - Serie I N. 1

Bogotá Ilustrado - Serie I N. 1

Por: | Fecha: 13/11/1906

R EPUBLICA DE COLOMBIA ColomLia \" PaUll/llU, \ i ila de .,r. HoolIÍ CIlI' In!('cnR,-":. 'uc ·tro propo ito I'A< 110' \J.I fa \, Bi':lIncio-B, J> \l •. \CIO ( "mr., Lulu .\, ('Ó\ILZ J \I\U:, EI/I'gma - F, I\n' \S Fn \01, r :cu/Osa-(;UII,Lf n 10 , .\I.I.~CI \, Sun lJ/al'eo~ Evange/¡sta-Fn '1.1 ·f.O <;1" \1.00. \otus li­!/ eras-C\nI.O VIII.U \-r., lJc mi libl'o CI \UDIO lIfl'1I1 ',\,De un elal'o una corona Ifipodl'omo de la Gran Sabana -rnlombla autógrafa .Isoc¡'arión literaria l udi ciún raria, GItABADOS: Lo, Pl'csiJenle Dolí, nI' y Re 'C ,Ir nlOI y, u romili,'" U Cluh (:{lr la!;'ena - El ¡jeol'Uzado C/Jlumbia - n San Marco Enln!{cli la de Accbr'¡o Brrnlll Bu- 10 de n, ¡"'nacio (,uliéll'rz POIll'C--(;I'UPO r - rultóriro-I\ctrato del :1', ,Ioaf(uln Arcin¡c· I.ja -Vi ta d l Hipor/romo de la I,ran SaLanll Codl/' de la ritn, -'Iaria 1'.'1' ,1 PoruLo I (ll't'­mi .. do) oche de la :rita, .'Inri.\ L. Hioffin(o, B ogotá, ! o lem re 13 ,. .. ,6 r.J rJ ,'~ I I [O J r¡ 1.11 A ELI r le -16 , / 9 LLI .... ; t .... ;,,- ;, ...:: ene v a .~ , .... . , ni .\dnllD I Apart d dI' I nlll:1 o, r rrer I í • o o Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOGO'fA ILUSTRADO e DE AGUSTmW NmETO Q1_w;l 6fi)-CCi) Permanente surtido d vinos, brandys, carnes y pescados en latas, galletas, espermas, confites, naipes, etc. F6sforos de cerilla nÜl11erOS 6, 12, 13, 17 Y 28. Cigarrillos La Legiti1nidad y Jockey Club, frescos, arolnáticos y baratos. PASTILLAS 1)E CONVElfSAClON Pastillas' Violeta" y " Príncipe Alberto' para arolnatizar el aliento. I CAREON MINERAL 11' 1I DE ZIP ACON 11I Este carbón es el mejor de la Sabana; con u uso sel obtiene una conolnía d 120 al 30 por 100 obr cualquier otro: D sarrolla gran cantidad de calor en poco tiempo; I al quelnars no deja laja ú otras sustancias incolnbu tibIes, sino al enas una ceniza fina; no contiene, C01110 los den1ás carbones, grande cantidades d azufre y, por consigui nte, no ataca las parrillas ni el struye la n1áquinas. Dil'( ansa lo podidos á v.......... I ~~~~~~~~~~-~~~~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. SUPLICA~10S á las personas á qlliene este primer número les sea enviado, se sirvan, si no desean suscribir e, devolverlo en un lérmino no mayor de lres días j de lo conlrario quedarán incluídas en la li la de suscriptores. Dirigirse á la Admini lración del periódico. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. SOrle 1 EPUBLICA DE COLOMBIA umero 1.° Bogotá Ilustrado o / c(~/t'J ( :Jl ,,,(/.U f/ ¡ (r, (/(1/'10 ( }/_ÁI II(l;)(7 :/11'1/(/' "1- ",rr".:l.... " -,:t J,.m:t ...) La \'l. Ita d' \[ 1. I\oot ü Carta .. en.! 1'1'\ i.,t iú tul, cara t r' dc "1'1 H\ di!.;nidarl., dt, !,!'opu Itos tor­diale , Ijll 'ha rtlO. lnlllo no ,',lo la con \ clIJellt'ia d • ('nt 'nUl'llIOS ti 'ntro ti' Jj'l1lt' ju tllS \ .111'.f.\cto!'ios en eqllitativa m dida ('on l'i ('0111.11 del urtl', 1I1U <]u· lambi \n In faciliu"d de han/fu ~ la bu 'na '0- Juntad de IIJ ' am '!'icclClO pa!'a atell h'rno dc modo qlle qlled 'á 'ah"(1 nu 'st!'a JI"/llllad, y l/U 'eria 10- ' lira pCI1 al' 'o oll1"una l!'a ("(J. a. h 'rlllallO. d' .\ 111 'ri ,1, \' ·tI \' /. 111 d' u dcbthd.ld \' "1, ti ai 110bl ' E uadu!' la 11·\ wa ompaJiadu '1 u na cl'icord ..... llrriúnu \a ,'a i'll 11'. 1 al'l' L • {< n . flo\' ri . <'Ili. - ~ r. 1 001.- • H l'al á qu '/ 110. ( 'oh ' }'1" cio y sin neceo idad de hac r crUjir nll stra pren ' a'-, :"Iue tro de o e. el de omplacer al püblico; oja­lá que Illgremos r('alizarlo. RArAEL "'PI~O'-A UZMÁ ( /ley), El) AnDO E PJ. ·O:A G ZM¡\N El a 'orazado Columbia Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOGOTA IL BIZANCIO Para Diego Cr ibe Cpn u flaula el avena pa a bajo la cüpula ti un pórtico un man bo orqlle nada f,llta, e á u helleza in enarrabl e, Dafni , el má bllllicio o luO"ar de lo alrededore , bajo el verd palio de lo laureles ro a y entre la pro eccione sombría de lo cipre-es olemne, o tentaba un . oberbio templo de Apolo, en donde el ón de la cítara iba alternando con el de fuen te vi va diáfana y saltan te . Lo O"ran­dio o de la con tru"cion . , la dilatada vía de cer­ca de ocho kilóm tro, que cortaba en do la ciu­dad, la invero ímil iluminación nocturna, lo va to pórtico cubierto, la exqui ita abundancia de aguas, tan pura, e cnbió Libanio, que un va o lleno parecla no e larlo: tamaño primore habían atrofiado allí el pen amiento en beneficio de lo entido. La mímica en los teatro la muerte en lo circo emh::\rgaban la hora cuando Belo y Eda O"abal C0n us ritos mon truo o ,no ratificaban de de lo altare la di 0- lución de lo antioquen e . En e e in tan te aparecieron lo lre enorme con­qui tadore cu a ola pre encia fue ba tante á derri­bar lo cuatro muro que" cuadruplicaban ,> la segu­ridad de Antioquía, donde e cumplió triunfalmente la verdad latina de que" una ordenación de palabras puede uperar en virtud de tructora á una fórmula quími a." Pre to el pequeño núcleo fue ensanchándose y con tiluyendo en la parte menos vi ible de la capital de lo eleucida, colonias de fiele que, hacinado n una e pecie de colm na, e diri O"fan á lo parrano en len O"ua g rie a, i bien le eran familiare la literalu­ra de otro pueblo . F ue allí donde Juan rareo oyó á Pablo equi­parar pnr "ez primera el e píriln helénico al e 'píritu j uOío. En aqLl él halló P ablo de, d en Unce ' I colabo­rador a ¡duo gen 'ro O por quien u piró má. tarde de de B oma . E La concep ' ión ma ra villo a, qLle bi en pudiera a pellid ar e el mi/agro .ludIo, "ino á r ealiza r, por modo e. piritu aJi zado, aqu JI:l a ntirrua tradición el J.lIar­cita hacia el Oeste, que d de el xodo primitivo de 10 rya co n J erje ' on iro, u pendida má tarde n 1 j andro, debía r apare r on I pó lol de las gente n una compr n. ión má amplia. I\ P ablo II yi ión di ina había l' v'l ado que 0- Jamen t · el pueblo judío ra cal az el propu O"ar la , - mill a cr i tia na, merced á u facilidad d adapta ión á todo. lo medio, á u inqui L ud in ante el á modo de fa talid ad imperio a qu le urge á el- imultá­neamente ha bitador el toda la illdade, ondicio­nes CJu diero n ba á la leyenda del Judío Err::lnt . La idea de pa tria, for tificada co n la ang re d' J uda Iaca beo, tran portada á un orden má n bl , de apare ió 0 11 P ablo, lu borró n la uya 1 llmi­tes geog rá fico que pre i aban un tel rilori . En la h ra lo di clPlllo d el ' alvaoo1' r ibier n la deno-minación romana d hri tiani (afio lÍ 2) . En el lap o orrido de de e te afio ha ta I d h , fija la rlti a, a pro 'ima ti am nte, la ~ ha n que fLlera escri to el eg uncl Evang lio, lan ]] no d 1 ho pitala- ILUSTR o rio, filheJ no católico spíritu pauli ta, que má d una lenrrua qui o reivindicarlo como pieza original de ella; si bien parece ya fuera de duda que fue com­pue lo en Roma, y no en latín como han supLl.e to al­guno. ,sino n el habla de los refinado, el gnego. Y de que fuera e~ crito para los Gentiles, no es dable va­ilar. i , atiende á la inter(Jretación que ha. 'n él, dc palabra h brea T aramea, y á la explicacione de Cl> tumur ju'daicas, una y otras Inútiles para los compatriota del autor (Marc., cap. v, - v. LI 1); cap. YJI, YY. r r T 3lÍ; ap. VII, ·3 Y 4). El e tilo de Juan brcos reúne á c, cepcional so­briedad, VI veza de detalle escogido con arte y guslo, y una den idad en la de c1'ipción que no caracteriza á lo escritore del simetismo, cargados de color como Jo cielo. de Oriente. Compárese á Marcos (cap. 1 , VY. J4 á 29) con 1ateo (cap. ' VJ, vv. JL~ á 2I) Y con Luca (cap. IX, "Y. 37 á L~ 2 ), al hi toriar la curación maravillo a del mundo. Entre su everidad hay loques de sutIl delicadeza, e auvierte u inO"ular predilección por la corrien­tes de aO"ua. Con qué amor evoca memorando mila­gro de Jesús, el mar de Tiberíades. En su manera e aúna la 'erena limpidez helénica á la metáfora encen­dida, pero n él discreta, de los hebreo, y se advierte la extraña dualidad de e e espíritu solicitado inversa­mente por Pedro con la fe en su Mesías l raelita, dis­pen ador de toda suerte de podere , y por Pablo, de vi ión univer al, con u Redentor de brazos tendido á todos lo hombre, y verdades aptas por u imperia­li mo a imilador para ceñir el mundo de las almas cual lumino o meridianos. E te dobl~ carácter de Juan brcos ha ido in­terpretado, con una agacidad que pa ma, pot el pintor bogotano. u EvanO"eli la es un judío al par que un griego. La energía dominadora; la terrífica everidad del pro­fetismo; la barba-pa toral como en lo reyes primiti­vo ,conductor de rebaño bajo el mirar cariño o de lo Elohim paternale, acerdotal y diáfana como en Ielkit ed k, aO"itada y poI orosa como la de foi- ,cenicienta rizada cual la que vi te el labio- rá­ter de lo Profeta. coléricos, enmarañada como en '(el hombre ve tido d pelo de camello";- Io. mu cul sos brazo. nond la fu erza duerme tI' mendo on 1 pico qll derriba templo y decapita dio e . la dureza de c uell o , la rl"'idez de la columna vertebral. pro­v rbiale en lo' emit a ,qu in 'piraron por 110 en lcj andría, tanto alero o epi rama: e to, lo queJuan Ma rco ha hered ad de ti raza. En él palpita la ter­na lucha de I rael ontra 1 mundo. u ment ha comprendi 'a palabra: lahweh. E el emiti 1110 a ndanle qLl el tiene á de can ar un moment . Grecia le ha dado el. ojo, apartándole la mira­da el la ti rra que pi a, le ha echado la cabeza ha ia a trá , p rqllc pueda in trabas ondar todo horizont y e paciar Ja yi La p or lo de. ierto in límile. in 1 ha 10 fo for c n l que o cila en su ab za dij ra e un Edipo onclenaclo Ú al' al' et rnamcnt la melancolía el u in o, al lado el otro E fin O"e, erdadero león con a la d á nO"e l. Y i á u man , ág ile n n 'io-a , II vam una lira, oir 'mos la 1 nda de li e prudente d ' bo a de otro II m ro nlado á la vera d 1 camin obr al o'lll1 p de tal mútilo de la ico anllO"ua. En leño r lampao'llea la dur za de lo legi - ladore dc E parta. E a fi onomía n tú riguro amente conl nida el ntro d 1 aractere lípico d una ola familia. P rt n ce á un individuo de la Raza Eterna que ha n e lil t rno para toda la raza. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOGOTA ILV TRADO 7 En la ejecución de la obra el pin tor no u ' I~ de procedimiento complicado. . Una figura imbóJiea tranquila (en con ~ onancia con la inmo ilidad d I di­ficio que decora), O"randio a en su implicidad, hon­damente uere tiva, in virtuo idade t nicfl que ha­gan olvidar la tend ncia por lo fe lo bu cado ; anatómicamente verdad ra en la apo tura, in ra eros delimiladore que ubdividan la a tividad úna del per onaje, emancipado de cuanto le rodea ; armonio a de línea que in lort urar e en de arrollo in vero {mi­le • preci an detall caracterí ticos para fundir. e 11I é­go n una fnte i donde re pland ce la manera con-u tancial del apó tol: hé aquí lo caractere primor­diale de e a pintura. Cuanto al colorido, concuerda por lo humilde ohrio con el e píriLu del tema. Para pintar un vidente del País de los siete ríos, donde el color recorre toda la gradacione, de de la palidez láctea de la aurora ha ta lo rojo ele O"ra­nada en]o poniente, entaría bien la opulen ia triun­fante de las paleta eneeiana, que no cuadra al tra­zar un hijo de areno a oledades oñolienta., tendi­das bajo un cielo in nube y una luz in contra te , en donde olamente una 'palmera rompe Ja monotonía de e e pai aje desolado que evoca en los e píritus por única imagen un corcel ligero, una Janza filuda, una lirula morena y un camello acongojado. Aparte. de qu~ el O'ris se ~rmoniza mej?r co~ el genio arqUltectóDlco en la pmtura decoratl va, cifra también el hondo valor representativo que le ha dado la e tética moderna. i Dijérase un e fuerzo de la melancolía por convertirse en mate­ria! Cómo no deja entir la atmó fera de la edades muerta ; cómo patentiza (el ca o de Chavanne) la nnción pe. i­mi ta de la vida, carO"ada de opacidade plomiza. i nue tro ira cibJes acadé­micos no 'le congestionasen, diría que Acebedo Bernal, en torno de Juan Mar­cos, ha pintado el tiempo que tiene co­lor gri . braron cOllvcrlldas en antorchas, en la !loche cid 20 de Ago to del año 6LI, los jardine floridos del Césfll' loco. Parece no advertir la blanca dilatada teoría dee 'p{ritus alado que bajan ha ta 1, trayéndole de otro m lIn do suave. palahra. el' con uelo. i El momento es so lem­ne! El león alado de Ezequiel ha encontrado va u COlo pañero)' e l> acerca flJCTiendo; y Juan far\.:os profeta d las i 'te soledade , cu a barba, pelo é\ pel~ ha teñido en blan o la faliga de la Sabidurla en e a de olación ob rbia, bajo e a luz exaltada 'e tá vi­viendo de la vida del alma, de una idea, de un re-uerdo, de una f? p ranza .... En vano I tiempo n ayará Zllmo corro. ivos contra la creación de nue lro arti ta aomirado v ama­do. Cuando la injuria eval haya de teiiido la o'l)ra del pinc J, . a noble figura, trazada en hora bendita so­bre un muro nué tro, e irá evaporando ha ta des­aparec l' tran formada en una nube de un gri inde­ci o, como lo tiempo en que vivió Juan Marcos, hijo de furia (hermana de Dernaué), discípulo de P dro, compañel'o de Pablo autor indi cutibJe del eO'undo Evangelio. GUILLERMO LEJ erA (1) E tas diferencia reales en el modo como los apó toles delinearon la fj"'ura histórica de uestro Scñor, "son perfecta­mente cxplicables por el carácter pcrsonal de los e critores, por el fin inmed iato que cada uno se propu o al escribir, pero no excluyen la armonía y unidad que exi le cntre lo cuatro auto­res in pirado ." Ante bien, poncn de manific lO la concordancia en la tendcncia, á pe ar de la variedad en la manera. Muchas veces, al remirar la figura inquietante del Santo EvanO'eli ta, me he complacido en imaginarlo en lo días postrero de su epi copado alejandri­no, preparándo e para el ma~tin.o y re­pensando las extrañas penpeclas de , u exi tencia. Vedle con el ojo átono ante el mundo visible, pero cargado de ,e miradas vueltas hacia el interior." Como tropel de ola en un mar in ori­llas, ruedan por el e píritu del apaXLOl) aV7JP, los sucesos en que ha actuado, lo paisajes que ha visto, los años que Na vivido: la dura Judea ardiente !J mo­ndtona como una serie de verstculos btblú:os, y el lago donde erraba, seme­jante á un loto fantá tico, la pálida figu­ra de Jesús Nazareno; Antioquía con sus extraños adivinos y sus teurgias medrosas; Alejandrfa, con us so~stas ; Roma cristiana, con sus arenano.' Babilonia segunda, con su A.n tecflsto ventrudo y su alígero Mago. Escuc~a los estertores de Pedro; ve saltar baJO la espada, entre un charco rojo, la for­midable cabeza del hombre de Tarso, y se estremece ante la innúmera falange de confesores cuya testas ~dmirabl~s y dolientes, llenas de expre Ión, lurnmo­sas de alma y cansadas de vivir, alum- Gl'tl}>O e cl1lt61'ico del nUlo Cabral de IUelo Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 8 BOGOTA ILUSTrRADO @==----~===-~ 11 - - .... - - -~- -11 1/ . \ I 11 I I 11 I 11 I I! 11 1I 1I 11 I 1\ 1I I I 11 I 11 I 1I I 11 \ ¡ I I 1I 1 I I I ~ -~- ~ Dcs tinamo nue tras páginas de honor para los Presidentes actuale de las República Hi pano­americana , á toda las cuale está nue tro País ligado con lazo de fraternidad, más Ó meno estrechos. Es nues tro deber-y deber que g ustosos cumplimos- dar principio á tal galería con el retrato del Excmo. r. en eral Reyes, á cuya admini tración debe Colombia favores allamente valiosos, y con el del Libertador Bolí var, aunando de e te modo las dos épocas de mayor trascendencia en nue tra vida de República libr . La Independencia y la oncordia Nacional e complementan. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .. I " BOGOT A ILUSTRADO '. - -~ 1I 11 1 11 I I 1 I 1I 1I 1I 1I 1I 11 11 .. _-====~ 9 La obra de BO]ívéll', e/'iamenlc combatida aun ro/' los mi mas que <1Juda run en ella, lo hizo du­< lar de la bondad de u e'fu rzo, y le arran có la dolora a fra e que resume lada, u, pena, toda la incom­parable desolación de us úllimo lía. ; la obra de Reyes, el'i~mcnle combatida también por muchos de sus adversarios político y por no poco de . u ' amiO'o. , d eO'uro le ha hecho peo ar que está arando en el mar, cada vez que la pa ión política e le enfrenta ' alenlél, cuando no con tra II vida siquiera ea con­tra u libertad. Y in embar ro la obra de Re e ' perdurará como perdura la de Bolívar. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • r .~ f 'r . . ~ I 10 BOGOTA ILUSTRADO NOTAS LIGERAS - Otra carta .... la misma letra .... perfumada tam­bién .... ¿ Quién será? Todo e lO voló revuelto por el cerebro de Alfredo, mientras con mano temhlorosa desgarraba la envoltura azul: "'Sr. Alfredo Baracalvo-E. S. 1. Acabo de leer su última poesía y, como mc acon­teció cuando leí la pa ada, no he podido re i tir á la impul ión de decir nuevamenle á ustcd que Sil alma y mi alma ienten dc un mi mo modo. i Qué placer tan delicio o me proporciona u ted con u estrofa ! inO'ún otro poeta ha ahido llamar de manera tan dulce y delicada á las puerta del corazón femenino; ninguno que haya cantado tan bellamente á la mujer. Ojalá se dignara u tcd no pa ar en ilencio esta e quela, como lo hizo con la anterior. ¿ Es porque le dije que de eaba abrir mi álbum con u firma de us­ted? i aca o se resolviere á contcstarme, le suplico deje la carta en el Veloe Expreso." - y sin firma, como la de la emana pasada .... i Demonio! Le ha dado á e ta mujer por enloquecer­me. ¿ erá vieja? ¿, erá joven? E. to, e lo último, porque vieja conocí pn mi vida que manife tara \lna en ibilidad tan exqui. ita. demá., e:;te aroma de violeta l' cién coO'ida , e. ta letra tan firme .... Dieci­ocho ai'ío, , cuando más, sí, diecio ~ ho ; la mano debe el' pequeña y muy pulida, y mu suave; el ' cabello negro, abundo o, revolucionado .... Pern, ¿quién será? Tumbó e obre una illa pen alivo, lomó el man­go y, in dar e cuenta, . e di pu o á e crihir. -¿A quién? ¿Señorita? ¿ eñora? eñorita, debe er señorita, niña ca i: " Señorita ....... . o puedo pen al' que la autora de do carta que he recibido trat de burlar e de mí: a í de delicada me la ima ino. Pero ¿por qué e esconde? Si u alma e emejante á la mía, ¿para qué tale mi terio. ? Qui-iera aber u nombre para conocerla iquiera flle e de lejo. uplico, pur., e cijO'ne concederme este favor. Alfredo." Entre una cubierta de color d ro a lesvanecido la llevó al Velo.z Expreso. -¿ y la dirección? preO'untóle el Admini trador. - ó, aquf han de reclamarla; al que pre unte por una carta in óbre. El dministrador clavó en él unos ojo mali io­o. lfredo, ó no lo vio, Ó no qui o verlo : volvió la espalda y cchó aJle arriba silbando maquinalmente un p dazo del 1i el' re del Trovador. Ilacía mucho fdo. En l cielo, qu aparecía mu baj o, de una blancura sucia, e mo traba d uándo en cuándo un guiñapo de azul, muy hondo, que olvia á p rdcI'se inmediatam nte con la ironía duna pe­ranza halae-üeña. El reloj de la atedral d granó de d su altura diez campanada .-Est reloj opina conmiO'o: medir el tiempo, recogerlo, dejarlo atrá lo má apri­sa po iblc, se dijo el jov n recostado á un po te del teléfono, mirando sin vcr un arro de tran ía que habia parado en la bocacalle á recoO'er pa aj ro . - Medir el tiempo .... Verdad ram nte te un trabajo de los má pesados. i lo relojes fu ran con - cien te , uántos suicidios ree-i trara 1 mundo diaria­mente. Asi, en su incon clencia, en e a pa i idad absoluta de la maleria se enloqu cen cada rato ... , El carro pasó dejando descubierto un pedazo d 1 Guadalupe. Alfr do alzó los ojo : por lo flanco, ple­gados fuertem n te, emp zaba á regar e un c rnido de agua. - Llueve, pensó el poeta- lo mismo que ayer, lo mismo que ll overá mañana Ó pa ado. Ninguna va­riedad, todo uniforme. Ah viejo que se va haciendo este mundo; ah canijo que está. i bien se considera, el truen Dio debe ya darle de baja. Hacerlo trabajar más e -como dice algún mi amigo-agregar aflicción al afligido, quees, ni másni :nenos, un pecado enorme co ntra e! Eterno Amor. ¿Darle de baja? i, pero no ho ' .... ni e lª noche ..... mañana ..... tampoco ..... pasa­do mañana, aca 0. Y acariciando rn la fanta ía cru­jidos de . edas, cúchicheo. amoro os de refajo , per­fumes de violelas frescas, ojos suplicantes y labios mojado muy tembladore , anduvo lento, con las mano ntre lo bol illos, Y e perdió allá por la ave­nid a. o hacía aún veinte minutos quc el sol era di­funto. Muy lejos, en el confín de la Sabana, tra el polvillo color de leche que ahog-a el negro-azul de las última ierra, algunas nubes templada, e lira­das, cambiaban el p urpurino de la tarde por un vio­lela luctuoso. Cielo travie a, á manera de edredones empolvado, viejos, vaO'abundeaban un montón de nicbla . -Calle ... númeró .... e decía Alfredo, paseándose lentamente en el atrio de la CatpdraJ. la. ocho .... Y como para cerciorar e mej r, acó del bol illo una tarjeta; la releyó:- e di culpa, me cita para su ca a~ y ¡el. firma /l O aparece. i h mujeres! toda., toda son aco repleto. de caprichos. J llegan con no otro como les place. Para atraerno , para . ub ugarno. a­ben di ¡mular e. e di imulan iempre en una como e fllmnción de mi terio .... Tal parece, verd¡:¡deramen­le, que el ?iablilloCaprichos e hu~iera dado .en,e tos día á \Irc)¡r ele la 'uya. Yo lamblén e lO slp tlendo tentacione . Eh ?-diJo lanzando un vi tazo á la com­ba -c mu natural, la lun¡:¡ e lá en pura crecien te, no tiene tre día tan . iquiera, parcce un ca ho de estaño. Calle .... número .... Al de cendel' las grada le pare ió oír ¡.l II e - palda una ri a como comprimida. Vol ió lo ,ojo ~ nada. o la he oídn otra v z, a í, lo mi mo .... dónde? cuá ndo ? en la Cqlle Real.... en el Veloe Expreso .... Eh !-agregó de pectivamente alzando los hombro - tal vez no la ha 'a oído ni aquí mi mo nonde acaba de del nerme. \.tolondrado qu e toy. Y echó á an­dar. Ahora, h me aquí de reloj, midiendo el tiem­po, peno aba. De . eguro que J'l"Iañana am~neceré <:')n la cuerda floja. E ta treta hacen 'ufnr de lo lm­do, pero e un ufrimiento muy abro o, tienen ell~ la atracción de )0 incóO'nito. Y luéO'o, cuando se adl­inan allá, a~rá , co a tan buena, rato tan delicio­so . El mundo todavía ti ne uno qu otro cncanti­o ; toda ía puede el' ir otro día .... La ciudad había iluminado. Lo. bombillo llo-vían luz, aO'arrado á lo po te parap to. De allá, abajo, corrían viento helado. quí- dijo lfredo­pero qu a a tan bu na, una de las mejore. e acer­có á una de la ventana entreabi rta: colO'adura 01- ferina, mueble de tilo imperio, regado en de - orden obre un tapiz flordeli ado. En la mitad .una tatua de bronce coronada por una araña de l'l ta­le floreCIda de bombillo, quién abe cuánto ; Bara­calvo contó y recontó como do docena .-i ri tocrá­tica, bien ari tocráti al ¿ i me habré equivocado? izó lo ojos: obre el portón, en caracteres má que regular , e taba 1 núm ro, 1 mi mo nlÍmero que rezaba la tarjela. - qui es .... pero .... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. No e taba conten to. El, que hada unos minutos soñaba con e o, ahora, al ver que e realizaba, empe­zó el ntir un temhlorcito muy adentro, la articu­laciones medio floja y un como agotamiento en el e tómago. Subió á la e quina y 'e reco tó á aguar­dar arrebujado en la ombra. A poco sonó un cuar­to en la torre. Ya! dijo Alfredo alen tand0 fuerte-dia­blo de reloJ para correr- onó otro, y olro, y luégo <> tro. iJ~nclO: El aire gritó retorciéndose bajo la zu­rra de ocho foetazos inmi ericordes. BaracaJvo sintió que u corazón galopa ba. Tón, lún. En tre! gritó \lna oz ca cada como de entorchado flojos. La puerta se abrió y una vieja rechoncha e plantó frente por frente del ll egado. -¿E tán aqui.... la .... señorita? -1, Cuále ? - Pue .... la de esta ca a. -j Ora í! ¿ Luég'o mi Sra. Dolore tuvo hij a ? -¿ Quién vive, pue , en es ta casa? -Mi Sra. Dolores y el Doctor u hij o. -¿ Y ese Doctor e ca ado? -j an Pablo! ¿ Uste t' tá loco? ¿Ca ao un sa-cerdote de mi Dio ? -j Churumbela! ¿Y no tiene obrinas? -j i e hijo lInico! ¿1 o lo co noce, pues? -j Oué voy á conocer á nin O'ún hijo único, refun-fuñó Ifredo sudando casi, -¿ De modo que aquí no hay sino vieja ? -No má. Y vaya ti té busque u chisga onde la pueda topar, o ma .... La última palabra fut' aho­gada por el golpe de la puerta al cerrarse. lfredo alió á trancos; le ca tañeteaban los dien­tes.- Diablo de enredajo. Si e te e el número, si esta es la calle.... na ri a comprimida sonó á su derecha, en la e quina. olvió la cara: dos ombras se derre­tían en la sombra.-Si serían .... pensó. ¡Imposible! Le empaquetaría á cada uno en la cabeza las cinco de mi revólver. Qué burla e descarga sobre mí si llegan á saber e too Dio mío, ahora si es el momento, apro­véchalo, Señor: Dále de baja á este mundo tan ucio. FHANClSCO GIRALDO ----_.-._.--- DE MI LIBRO Ere tan buena como las hermanas caritativas que en los hospitales de hojan u vida en -in omnios fatales al pie de las hondas mi erias humana. Ere suave y pura como la brisa que desciende de la montaña; no hay debajo riel sol mejor champaña que el champaña ferviente de tu risa. Tu palidez es como un rayo de luna, en la sombra de mis pecados, y tus manos, lirios recién cortados en un glorioso amanecer de Mayo. Mi alma abre los ojos si la llama tu acento, que tiene el divino rumor cristalino de la fuente que sale al camino á dar de beber al sediento. Bajo el fácil hechizo que fragua tu voz, en el fondo de mi pensamiento, en tus sendas floridas aliento como el pez luminoso en el ag-ua, como el águila brava en el Viento. ~or e o y porque sean caritativos tu ~ 0Jo~ con mis súplicas sincera, deJa mI alma unos puntos suspensivos entre el paréntesis de tus ojeras .... TI CARLOS VILLAF AÑE DE UN CLAVO UNA CORONA (La de hierro de Lombardía). Corona quiere decir curva. Con efecto, esa in~ignia está formada por una li­nea reentrante en si misma, cuyos puntos equidistan de uno llamado centro. Coincidencia ingular : generalmente las testas coronadas no andan por la linea recta. La _corona h~ ido símbolo de di vinidad: J úpi­ter la cenia de enCIna; A polo, de laurel ' Dionisio de vid; Afrodita, de mirto. " De poder y majestad : los reyes y los príncipes, los condes, duques y barones; los marqueses y otras altezas, la llevan en sus actos más solemnes. De unción augusta: los pontífices y dignatarios religiosos de todos los tiempos y rito la usan en sus festividad es. ' Cuando el pueblo de Israel la pidió para sus man­datarios., que dntes ~ran simple jueces, Jehová les pronosticó, por medlO de .~us levi tas, toda suerte de desgracias y abominaciones. En Siria, los heliogába­los, ó . acerdotes del 01, la tenían como señal de su carác ter. La corona, pues, lleva por sendero tortuoso . De gloria y merecimientos: se ofrece á los sabio~ dignos de galardón y á los artistas; la obsidional orla las sienes de los triunfadores de hierro y fuerza. De alegría: Baco la o tentaba de pámpanos' las Musas, coronadas iban de lauro y mirto y rosas. ' Los mundanos de noche y de día, coronados de mirto y laurel • libarán en su loca alegria sus placeres me.zc/ados de hiel. De acrificio: coronadas iban los víctima al al­tar, en los holocaustos antiguos. na de las coronas má célebres en la historia de las realezas occiden tales e la de Lornbardía, dicha de hierro, no obstante e tar formada por un aro de oro, e malLado de verde, con montantes de los cuale e desprenden flore rojas, blanca y azules. Lo que le ha dado el nombre e pecial con que se la di lingue es un anillo de hierro que tiene incrustado á u alrede­dor, hecho, egún una tradición, con uno de lo cla­vos con g,ue fijaron en la Cruz á Jesú de r azareth. Se d.lce que hallada por Santa Elena, madre de ConstantlOo, tn el Monte Gólgota, ó de las ca lavera, la verdadera cruz; aquélla envió á su hijo parte de ésta y los tres clavo que traspa aron la manos del mártir hijo de David. Uno de e o clavos fue á dar á España, donde se conserva, en el palacio real de Madrid, y se exbibe cada año, por tiempo de Semana anta. Con los otros do se formó la visera del casco de Constantino. Después igue un lapso de ilencio. Al fin, Teodolinda, viuda de Antharis, Rey de los lombar­dos, tran formó ese casco en corona, para Agilulf, du­que de Tudn, con quien se casó el año 591 de la éra vulgar. Sin embargo, este detalle no parece e."acto, pues dicha insi~nia, que hoy e halla en el Tesoro Mons a, de Itaha, es de estilo bizantino. Se han ceñido e a corona: Carlomagno, en su calidad de Rey de Lombardía (año 774). Federico IV, en Roma (r452). Carlos v, en Bolonia ( r530) ; Y 1 a­poleón en filán (J 05)' CLA DIO f\nmENA • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 12 BOGOTA ILUSTRADO ---------- 3{ipodroffio de la (S(ran ~abana Vi ta panorámica del HipodrOlno de la Grar jan á la alida y a i recorr n todo el ci!' o; l nlu ia mo d I partid a­rio de lino otro, e. inel e. criptible. Ya lleo-an .... la ictoria se inclina ora á é Le, ora á aquél.. .. Era o! Azor, gTitan unos .... Bien por Leoncavallo, conte tan lo otro, e~undo ante. de pa. ar por el po te nadie podría pI' ci al' al vencedor .... En el último in tante, 'antamada hace un upre­mo e fu rzo y la cabeza de u noble corcel pa a adelante .... La ictoria le ha onrefdo, al recibir ti premio rá de pre ente una ' onri a ietorío a ..... \Vill. e eglln­do, pero el púhlico lo aplaude no meno. que al encedor por 1 emp ¡jo con que di putó lo laurele del triunfo. Rato de pllé. viene la tercera carre­ra, ó ea la de lo junniors, en pon neis, y alen á la pi ta lo oiñ0s It'jandro anta­maría, de negro, en Mortiño; Rafaelito E.­pino. a Villamizar, de am.' rillo oro, en Perico Jorge lvarez, d crema han­da ro ada, en Cereza. on tre futuro portmen: cumplen con . u deber como buenos y la carrera acaba con el triunfo del niño Santamaría, que como su tío Daniel, Coche d e ]a rita. l\laría Tere a ]>ombo f' de familia de vencedores. En la cuarta carrera, tan intere ante como la anteriore , toman parte Eduardo Heredia, de rojo y blanco, en Argelino; Vicente arga C., de blanco, en Zorro; Gonzalo Ro a, de ro ado, en Czarina, y 1 icolá Gamboa, de blanco con li ta rojas, el) Mi­riñaque. La alida ha ido buena, el triunfo parece o cilar entre Argelino que 610 alcanza á egllndo, y Czarina, que sufre un calambre y no rinde u jor­nada; el vencedor e Zorro, y Miriñaque, tercero. La carrera de honor han terminado, los vence­dores e. peran el merecido galardón, y es nece ario reunir en los andene de la gran tribun :: la comi ióo de . eñorita premiadora. Entonces los miembro de la Junta Directiva de la carreras, Sre . Joro'e Posa­da iuñoz, Luis Uribe, Rafael E pino a Guzmán, Gui­llermo Bo hell y Diego ribe; los Comisario. , re. Tomás G. Ribón, Justo Varga, Ulpiano Valenzuela, Leo . Kopp, Edmuodo Cervante y Federico 10n­toya; lo Jueces, Sre' . Julio D. Portocarrero, CarIo Holguín, Evari to Herrera, Guillermo Sara ia, Juan C. Gaviria y Aureliano Echeverri ; los tarLers, res. Manuel B. de S,mtamaría y Eduardo Espino.a GllZ­mán, y muchos otro miembro del Jockey Club, apresuran á. conducir las señorita premiadora y la señoras que han de di cernir el premio de las flore '. Alegre movimiento se comunica á los palcos de la damas y pronto los colores vivos de los traje femeni­nos ponen notas de arco iris entre el foodo oscuro 8e los espectadores, y ocupan los andenes engalanados para recibirlas, las Sras. Soledad Portocarrero de I ribe, Alicia 80/'.1<1 (!t: alcl erón, [ar.y C¡¡~l 110 de Kopp, Jlllia VarlrCls dI' Echeverri y li ia Gl1liérrez de Hederich, . las rila~. Adelaida ngulo, Jo. elina Jim no, fa~dalena Garda, I abel Currr¡¡, Inés Bara­ya, lal'Ía Teresa Pombo, Tony Schr(l('der, Lui a De­lia RlOmalo, Ana Po ada, l\laría Elena DírlZ, E. ter GuLIérrez, María Elena Nava, malia Hf'rn~ndez, Carmen Pnrtocarrcro, Clara 1 ardo, Elisa Peñarredon­cla, Cecilta Rold án, María Liévano, Paulina .orona­do, Carmen Ro as, Fann'y Castello, ictoria chle­inger, Ana antamaría, Esler Carra quilla, Ana oto H., Carm o Herr I'a, Carolina VarO'a Ch., Julia Lazcano. Lo vencedore lIeo'an, las eiíorila. de la Comi­ión le entreO'an u premio, valorizándolo. con el lujo de u · encanto y con u xqui ' ila afabilidad; el burbujeo del e puma o licor jueo-a en la. copa. y al 6n de marcha tri unfal brindan dama ' caballeros por la aleO're fie ta hípica oro-anizad a por el Jockey lub, en medio del brindi o-eneral ubra an la copa brincli particulare que m r pre ¡de al ceñir lo laurele de lo v ncedore .... De p'ué viene l de fil de coche y carro ador­nados. on poco para lo que eran de e peral' e, pero por lo mismo, ma 01' el mérito de quienes e dieron 1 trabajo de adornarlo.. llá va el coche de la rita. armen Portocarrero, todo de amarillo' lué o, la ca­rre ~a de la rita. lada Tere a Pombo. el qU1en acom­paña la ra. Ca tello de Roldán, adornado con ramo azule elegantem nle repartido ; de pué pa an otros Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. [4 HOGOTA ILUSTRADO coches de encillos adorno, que sólo son nota de buena voluntad, y por ultimo la canastilla de la I'ita. Luisa Delia Riomalo, de g ran efecto y laborío o trit bajo, en la cual van, además, la Srita. Fanny Cas tello y tre cabecitas blonda cúmo de triO'o doraclo, de la niüa Castdlo E pinosa. Lo ' carro ~a an detrás - Bava­ria, Germania, Camelia Blanca, ehaves --y todos cua­tro 0 11 justamente aplaudido. Las eño ra de la Comi ión premiadora están in­deci a ,su impatías y·su votos van ya á IIn coche, ya á otro, . en u indeci ión acaban por repartir entre lo mejores el premio, y quedan favorecidos los tre coc hes nombrados, do de los cua les adornan e ta revi ta, y I ca rro de la cerveza Bavaria. La Srita. Rio­malo de linó para fa vorecer á las familias proteO'idas por el J oc key, el valor dd premio que le fue adju­dicado. La fies ta había terminado y sólo quedan su gra to recuerdo y el deseo de verla repetida pronto. ~c cmbia ~utégrafa El r. D. J OAQ i ReI lEGA, ti)' retrato publi-camo hoy, tien p r conclu(da la monumental obra que onoce ya el publi o con el titulo de e la Un a , y egnirá dentr J e br ves dlas al K tranj ro con I propó ito de rditarla, on todo Jo refinami nto de p rf cción q'Je permita I arte tipográfi o, tan pró-pero y ad lantad n Europa yen orle m ricH. Todo cuanto dijéramo aqu í n lour de la pací n­te y mngi (ral ohra del r. Arcini ga. , ap na. daría pálida id a de lo qw' clla erá una vez publicada del inmenso' fuerzo - d inl ligen ia, d laborio¿; l-dad y de increíble patriotismo - que ha debido costar­le á su autor para llevarl a á cabo. Oc ella damós muestra en este numero, por fina galantería del Sr. Arciniega , publicando el San Marcos de Acebedo Bernal, obra maestra de nuestra pintura en el siglo pasado, segun el decir de los conocedores. 'lejor conceplo que el nuéstro sobre la obra del Sr. Arciniegas, es el de la Academia de Historia Na­cional, que GO ll s ta .en el acla de la sesión del rl.> de Marzo anterior, de esta docta Corporación y que á la letra dice: ' L3. Presid ~ n cja co~cedi6 la palabra al Sr. Joaquín Arciniega , quien asisti6 á la sesi6:1 por invitaci6n espe­cial. Expuso el Sr. Arciniegas, en oraci6n corta y con­ceptuosa, la complacen cia r.on que se presentaba en la Academia á satisfacer los deseos de ella, manifestados por conducto de su Secretario, de conocer una parte de los materiales que componen la obra inédita Colombia Au­tógrafa, que ha sido elogiada con justicia por la prensa del país y del Extranjero. Dio á conocer el Sr. Arciniegas el plan de sus trabajos, que ha di­vidido en tres épocas: arranca la primera de los Reyes Fernando é Isabel, 6 sea desde el des­cubrimiento de América hasta la colonizaci6n del Nuevo Reino de Granada y los Gobiernos coloniales; principia la st'gunda en 1810 y ter­mina con la disoluci6n de la Gran Colombia; abraza la tercera la vida republicana de Co­lombia h:\sta el presente. Hizo desfilar el Sr. Arciniegas ante la vista de los presentes ex­traordinaria cantidad de aut6grafos de todas las personalidades que han figurado en esta parte de América: Fernando é Isabel, CoJ6n, Vespu­cio, los Quesadas, los Presidentes, los Visitado­res, los Virreyes, los Arzobispos, los Pr6ce res, los Presidentes y notabilidades de la época ac­tual; documentos auténticos de gran mérito; medallas, escudos, monedas, objetos de arte; be­llezas naturales de Colombia ; vistas del país, mosaicos fotográficos variados, muestras d~ tra­bajos artísticos colombianos; bocetos biográfi­cos de toda clase d ~ personas eminentes ~ estu­dios sobre regiones poco conocidas, como el Ca­quetá, el Putumayo, los Llanos, etc.; de minas" • instrucci6n pública, industrias, papel moneda, cr6nicas, etc. etc. La Academia oy6 y vio con entusiasmo y admiración el ímprobo y bien diri­gido trabajo del autor de Colombia Autógra.fa, esfuerzo que parece superior á la labor indivi­dual y que la Academia calific6 con justicia de monumental y por el cl..al rindi6 ovación mere­cida á tao! disting uido colombiano. El Sr. Vice­presidente y el Secretario (Sres. Guerra é Ibá­ñez) hicieron la siguiente moci6n, que fue a-pro­bada por unanimidad : "N6mbrase miembro de número de la Aca­demia acional de Historia, por aclamación, al Sr. D. Joaquín Arciniegas, y á la vez le presen­ta un voto de aplauso por sus patrióticas labores en favor de la Historia de Colombia." El ecretario hizo presente que por vez primera y rom(Jiendo la costumbre de hacer los nombramientos de individ uos de número por votaci6n secreta, se h'lbía he­cho el del r. Arciniega por aclamación. ~sc iacién -Literaria Lo má di tinguido intele tuale cubano, en­abezado en un pl'lncipio por D. rLuro R. de Carri­ca te, lit erato de mérÍlo auténtico, inició en lo co­mi nzo de e te año la fundación d la hoy ya flore-nle A oeiación Literaria r n lernaeional mericana. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. B0GOTA ILUSTRADO 15 Colombia file llamada de de un principio á for~ar parte de dicha Sociedad, y recibió el e.argo de de Ig­nado en Bogotá nue lro amiO'o el poeta Quijano To­rre , quien, porgraví imo inconveniente y á pe ar de u bu no deseo ,no pudo, por en tonce ,aceplar pue - to tan honro o. En lo últimos meses, el Centro prin­cipal de la A ociación, cu. ? actual Pre ~dente e' eL r. Max. Henrlquez Ureña, l11zo recaer dlCho nombra­mienlo en el conocido e critor D. Baldomero anín Cano é te, en a ocio del poeta Gómez Jaime, invitó por gahnte e quela á cincuenta de nuestro ~á sa­liente inlelectuale para una Junta preparatofla, que hubo de verificar e el domingo 28 de Octubre n el Foyer del Teatro Colón. Trein la y do de los caballero invitados e tu vie­ron pre en te y en viaron u excusas lo re tan te . D. Baldomer~ . anín Cano, D. Roberto Mac'Douall, D. Pedro M. Ibáñez y D. A. Gómez Jaime formaron la Me a provi ional. El último de lo nombrados, en bre­ve di curso, manifestó su agradecimiento á lo concu­rrentes y expu o Jos fine que bu ca la sociación, dando en seguida lectura á las partes principales de lo E taluto por que se rige. e procedió luégo, y como era de obligación, á elegir los Dignatario para el Centro Principal que. ha. de re idir en é ta; he?ha la votación e obtuvo el StO'lllente resultado: Pre Idente de Honor, el Excmo. Gen eral Rafael Reye ¡ Pre i­dente honorario, D. Jo é M. Riva Groot, Mini tro de In lrucción Pública ¡ Pre idente efectivo, D. B. an ín Cano; Primer icepre idenle, Dr. . Gómez Re trep~; egundo iccpre idente, D. Roberto l\lac' Douall¡ Pfl­mer ecretario, D. . Gómez Jaime ¡ e undo ecrela­rio, Dr. 1 mael López, y Te orero, Dr. rluro Quijano. Pre entó el r. Sanín Cano u renuncia del cargo conferido, la cual, por unanimidad, no fue aceptada. E te comité dictará el ReO'lamento del Cen tro Co­lombiano, . nombrará á lo individuo que han de formar lo comité departamentalc. Acertadí imos en verdad fU2ron tale nombra­miento ¡ puede decir e con ab oluta seguridad que, teniendo en u Me a Directiva á persona tan honora­bles, la Sociedad logrará vida larga y fructuo a, po­niendo a í de pre enle que en e ta tierra exi te aún el amor á todo lo que lraiO'a el divino sello del rte. La tendencias de la ociación Literaria In ter-nacional mericana, que. a el Dr. anín Cano hizo conocer en una carta publicada en Trofeos, on en verdad bella tendencias. Trátase de acercar y de unir todas la cerebralidades latinoamericanas ha la el punto de hacer un sólo organi mo, fuerte y vigoro o, que pueda poner, sin ayuda directa del europeo, muy en al~o y muy victorioso el pabellón de la literatura; luchar en América por América y para Amérü:a, hé ahí el hermoso propó ito que han consagrado los fun­dadores de e ta hermosa y trascendental aO'rupación. Colombia también pondrá su e fuerzo en tal obra y dará células de u sangre para tal organi mo. sí lo esperamos. Reciban nue tra felicitacione el Dr. anín Cano y el poeta Gómez Jaime, quiene de modo eficaz han empezado su plau ible labor. Itimamente han ido nombrados Vocales del Co~iLé ProvisLOnal Colombiano de la Asociacidn Literaria Internacional Americana: 1. DieO'o Urige; 2. Max Grillo ¡ 3. R. Tirado Macías; l~. Adolfo León Gómez; 5. F. Martínez Rivas; 6. . Quijano Tonles; 7. Víctor f. Londoño ¡ 8. 'láximo Lorenzan a ¡ 9. Pacho Valencia; JO. Emilio Cuervo Márquez¡ JI. Pedro M. Ibáñez ¡ J2. F. Rivas Frade. Audición Victor M. Rueda, arti La de muy altos quilate ha llevado á término, con éxito absoluto n bella obr~ Poestas musicales. ' Cuida~osalIlcnle seleccionadas, están en las pági­nas de tal hbr las producclOne de lo má aplaudi­d. os liLera.lo de Ilispano- mérica, con la intcrpreta­clón mu lcal que á cada una de ellas ha dado el joven compositor. lIcJ'mo a idea en verdad ésta de aunar a í e~ aunación sutil, .en luminosa aunación, Poesía y Mú~ lca; yc fuerzo dlgnodel más fuerle aplau.o, ell'eali­zado por Rueda al da r vida á su idea en e te medio que, de no er cardo y tropiezo, ninguna cosa d~ para las obras de arle. Para que algunas páginas de u libro fueran co­nocidas, Rueda, en la noche del 2, reunió en las ofici­nas de El uevo Tiempo un e cOlJ'ido grupu de arti _ ta é intelecluales. Un cuarteto de cuerda ejeculó las parles de mú­sica. Dio principio á la audición la poe ía de Pacho alencia, Tentacidn, recitada por el mi mo de brillan­te manera ¡ el alma de eso ver o ,leñido en un ama­ble sen ualismo, el alma roja de esos ver os recogida con absoluta fidelidad por el compo itor, fluía con­tor ionándose elegantemente como una mujer que fuese delgada, nervio a, . ensitiva. Para el poeta y para Rueda e talló al final nn aplau o entu ia tao En seguida recitó rcinie as u Armonia lunar, p e ía de una tonalidad muy delicada, de una exqui ita t1ancura-blancura de luna)' de ueño-que el cuar­teto iba canlando en voz baja y len tamente. LuéO'o El Noctllrno: paréceno c'ta mú ica la mejor delli­bro ¡ hay en ella el mi mo vaho de irremediable de-olación que corre por la vena de los verso ¡ la voz de lo vlOline al g ritar : "eran una ola om­bra » .... lo gritan con la misma. anO'u tia que ahían lo labio del mae tro. Obtuvo e' ta parte caluro a acogida. DieO'o rib, con la expre ión y la onori­dad que ólo él abe pre tarle á lo versos, recitó una dulce poe ía. ¡Salve Estella! de Quijano Torre la mn ju:>tamente aplaudida compo ición del poeta Riva Groot, Constelaciones. El oneto, Madre !, al que Rueda 10 0'ró dar una interpretación musical digna de ver o tan obre aliente, fue recitada por su autor, Quijano Torre, con el fuego, con el enlu iasmo que requ iere e te clamor doloro o, nacido de lo má pro­fundo del e píritu. El Dr. Re trepo l\Iejía, por uná­nime exigencia, leyó, acompañado de la mú ica corre - pondiente, y con voz onora )' firme, una prosa de MarLínez ierra, el inimitable e critor. Obtuvo Rueda, merecidamente, lo aplau o y las felicitaciones de todo los que a islÍeron á tal audi­ción. abemo que el libro Poesías mllsicales erá edi­lado próximamente en Barcelona. Que tal propó ito se cumpla, y que vea el arti ta Rueda compen ado debidamenle us largo yeficace e fuerzo , on nue - tro deseo . VARIA (rradecemo á nuestros amig'o, el Dr. rturo. Quijano y el r. B. Palacio ribe, lo amable. con­cepto con que nos favorecen n la revi la que, to­mada de EL Porvenir y de Trojeo, no permitimo reproducir, iquiera ea en parte: " Previa cariñosa y modesta invitación, el poela D. Carlo illafañe reunió anoche en u me a á un nu­mero o gTUpO de ami o ,que fueron ob equiados ma.g­níficamente con un verdadero banquete en que se dts- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. I ' . 16 BOGOTA ILUSTRADO putaron el triunfú ~a delicad~za y variedad de la vianda. y la excelencIa de los lOO . la hora del champagne el anfitrión hizo vo tos por la u pcrvi vencia de la notable revista Trojeos, c u­ya firme apari i6n qui o celebrar de m.odo tan diO'n o, y de pidió cariñosamente á Rafael ESplOO a Guzmán, Mecena. de tanto ' intelectuales, quip-n va á la ilu s tra­< la Guayaquil con la. in icrnia consulare de Co­lombia. tan O'a lana oferta de la fie la con te. taron el Dr. J mael López, ti no de lo Directore. ?e Trofeo.s, y ~ l DI'. E pinosa Guzmán, por cu a fe liCidad y éX ito hi­cieron voto en el errantes di. cur o , casi todo los pre­s ente . El lorneo intelectual no hizo recordar, por el lujo de la iempre renúvada inspiración, la mejore hora de la Gruta imbdlicaj a llí Vi llafañe, Gómez Re trepo, Riva Frade, Diego ribe, Max. Grill o, J a­vier cos ta, Enrique Ivarez Henao, Víctor L Lon­doñO, López, Federico Martínez Riva y Benjamín Pa­lacio ribe, merecieron enda ovacione por poe ía que cada una haría la reputación de un literato. demá dt' lo llombrado concurrieron á e a in­olvidable cila lo re . Clímaco Lo ada, Sub ecretario de Guerra, Baldomero anín Cano, Subsecretario de Hacienda, al entín 0 - a, ubsecretario del Te oro, Iartín R e trepo iej ía, ub ecretario de Obra Pú­blica , Ricardo Tirado l ad a (quien e hizo aplau­dir una elegante oración), imón Chaux, Tulio Quin­tero y rturo Quijano. " Villafa ñe celebró la a pari ci6n de Trofeos y dec:¡pid icí á Reg- el expe r to y deli cado cronista-con banquete de príncipe, :se rvido en los comedores de La M07"ada del Al­líJ1Í110. Yo qui ero vivir segunda vez aquella fiesta ín tima, para lo cual tendrán paciencia los que lean esta cr6nica. De la Pla za de Toros, de spués de emocionarme con una lid ia hermosa , tomo camino de La Morada. E n el vestíbulo rarlotean en ingeniosa causene algu . nos de los invitados, dando tiempo á qu e el brandy Ota rd les si rva de a peri tivo. Vi llafañe nos invita á seguirlo. Todos vamos tra s é l, pasivamente, como carn e ro de Panurgo. on vein te cu bie rtos. Cada uno ocupa e l a iento que It: corresponde, marcado con su respectivo nombre : Baldomero Sanín Cano, Anton io G6mez Restrepo, Víctor M. Lonaoño, Is ­mael L6pez, La x. Grillo, Ricardo Tirado Macías, Carlos Villafañe, Diego Uribe, Martín Restrepo Mejía, Clímaco Losada , Rafae l E spinosa Gl.. zmán (Reg) , J:<.ivas Frade, Valentín Ossa , Javier Acosta , Fede rico Martínez Rivas, Sim6n Cha ux, Enrique A lvarez H enao, Arturo Quijan , T ul io uinte ro y Benj amín Palacio Urihe - e l que firma estos reng lone!>. En el comedor todo es mullicromo: la luz de las lám­paras s,~ quiebra en fantasías caprichosas sohre la crista­lería de las copas 6 se diluye en las burbujas del vino blanco. De los bouqttels se a spira e l perfume afrodisio de las rosas, mezclad o a l va ho de tierra húmeda de los cla­veles .. .. La ironía benévola se escapa de todos los labios; los corazones desbordan un franco y espir itual entusia s­mo que nos hace olvidar por un momento e l peso de la fatiga diaria, pa ra buscar la paz del a rte en nuestros jaro dines interiores .... Empieza la comida. Es un banquete por la calidad de las viandas y por la delicadeza de los lico res. A cada plato nuevo, sucede una COpl de un vino exqui sito que endulza deliciosamente los pa ladares. anín Cano-el eminente escritor y fi l61ogo -ocupa el puesto de hon or ; al frente está el anfitrión. IIay diversos g ru pos formado por la vecindad de unos con otros. Acá, en mi cfrcJlo, Diego Vribe, Martínez Rivas y yo, estamos al habla con Grillo -Las fiestas de toros, digo, es lo único vivo que nos queda de los antiguos. Martínez Rivas refuerza mis palabras : -El esrectáculo en sí es bello porque es artístico. -A mí también me seduce, exclama el autor de Mtlrgarila. El poeta Grrllo comparte nuestras opiniones. Después añade : es medioeval, ciertamente. Escucho risas. ViIlafañe acaba de encender un chúpa- 20 N ú alcanzo á oírlo, pero supongo haya sido de efecto. !'mael L6pez está hablando con Sanín Cano y G6- mez Restrepo. Martín Restrepo Mejía cruza un brindis con e l tíltimo. Los acompañan Losada y Javier Acosta, Sanín y López. Es el momento del champaña. En las co­pas hierve el licor áureo, produciendo un fru-fru de seda, algo como un sollozo que se apaga 6 como el eco de un lloro 'lue se desvanece .... Villafañe ofrece el banquete con palabras sencillas y fácilt:s. Ismael L6pez, en un conciso y jugoso loas!, corres­¡., onde al anfitri6n, exponiendo las tendencias de Trqfeos. Villafañe recita Tt"erra del Alma, que hoy ve la luz en estas página s. E'i un poema cordial, pastoril, con olores de flor vieja y con melancolías de infancia. Trerra del Alma es una lágrima de niño que Villafañe encerr6 hasta hoy en la celda de sus recuerdos juveniles. Es gemela de El wllivo del maíz, porque en todos sus rit_ mos hay belleza y, sobre todo, vida .. . Alvarez Henao nos deleita con su Carcajada del Dia­blo; Diego Uribe con su canto ..él. la laguna de Pedr(} Palo; G6mez Restrepo recita dos sonetos tejidos como los frisos de los p6rticos helenos. Una ovaci6n ahoga sus últimas pa­labras ; Víctor M. Londoño llora su Visión Trágica; Grillo nos dice en Crepúsculos la vejez de nuestras almas. Tirado MacÍas improvisa. Sus palabras descubren nervio, fuego, cora z6n . " Los poetas, dice, deben llevar la lira al cinto, á manera de espada." Yo creo que Tirado Macfas tiene " el valor de tener talento," cosa rara en estos tiempos en que brillan las notabilidades de pega. Rivas Frade es u n paisajista que nos muestra en sus li enzos-La muerle del lorn-un retazo de la vida llanera, con intensidad de color y de lfnea; Martínez Rivas con Do­lorosa me hace pensar en los cándidos encajes de las enaguas, en las medias de seda rosa, en las manos que se sua vizan al contacto de los guantes, en las caderas que se mueven como mimbres de invernadero .... Es un poeta que tiene en sus mujeres algo de las mujeres de Banville : todo en ellas ríe con a legría de cascabeles ... . Javier Acosta, en impronto feliz, despide á Reg Lué ­go e l¡carna su Gallto de Inicz"aczcJ!l que tiene en cada verso esa " embriaguez " que pide ietzsche para las obras de arte. Ismael L6pez nos muestra la vida pagana: Dionisio, coronado de pámpanos, liba en ánfora de oro el vino de Chipre ; yo también brindo mi copa con cuatro palabras sinceras. Me parece que R eg es como Boadil cuando abandon6 para siempre la Alhambra. Evoco mis lecturas, las cuales me dicen que el palacio qued6 triste porque le robaron el alma .... Boadil se fue y las ventas de l alcázar morisco parecen desde e ntonces ojos abiertos que vertie­ran caudales de lág rimas .... R eg se ha puesto de pie !Jara expresar á todos sus agradecimientos. Los ánimos están suspensos de su boca. Lo que ~ I nos dice ya lo habíamos pre vi sto, porque el Presidente de la Gruta Szinbólzca es un espíritu levantado é hidalgo. Después nos retiramos de la mesa, saboreando cada uno el aroma de un delicioso habano. E sta Resta ha sido una comuni6n de espíritus que sie nten bajo diversa!> formas, pero que, no obstante, bus­can en la Be ll eza el estímulo del Vivir ... . " Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. B GOTA ILUSTRAD I PRODUCTOS -y PRECIOS DE VENTA I Bogotá, Agosto 1. (l de 1906 Oerveza Pi! ener, I.lager y Bock, docena de medias botellas ...... ____ . _____ $ 100 - - - - docena de botellas dobles. _______ .... _____ 190 ~ Doppel Stout, docena de medias botellas ____ .... _. _. ____ 130 ~ Oulmbachel: (m~rca rrIGRE), docena de médias botellas ____________ 130 & - T\e~"E~peladOles, " "" ____________ 200 "Ji - RlgwnICa, """ . _ _ 180 - en barril, Pilsener, Lager y Bock, el litro. _: __________ • ____ __ _ . 10 ~ ~ A~ua ~aseosa pura, '. '. docena de medIas botellas _ ~~ ~ ~ Abua ga. eosa co.n dIferentes J8labes,,, "". _ . _. _ b6 ~ Sparklmg BavarIa Rola, """ ___ . _ _ 80 Ginger Ale, "" " . _____ . _ 80 ~ Bavaria Cider (cidra espumosa.), " "" _ 120 ~ ~ Extracto de Malta, """ . _ 420 ~ Hielo, por mayor, la libra .... _ - - __ - __ - _ - ___ - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 6 7W Oarbón .n~i~)eral y vegetal de Zi pacón, vendemos á lo precios corrientes y á do- ~ ~ mlciho. ~ ~ DESCUENTOS SOBRE LOS PRODUCTOS EMBOTELLADOS ~ ~ 5 por 100 en diez ó más docenas . ~ ~ 10 por 100 en cien ó mas docenas 7W ~ PREOIOS: son lo. cOlTiente del día del de pacho aun en el ca o de anticipacio- ~ ~ ne ele dinero. ~ .&l BOTELLAS: vendemo y alquilamo. botella: cervecera.'. . ._ 't!\ BARRILES: Para la venta de nue:tra cerveza t'11 barril hay bande de de C111- ~ ~ co litro. W ~ OOROTIOH y L UPU LO: vendemos dc muy bllenn calidad y á diferentes precio. * . OBBA DA: Oomprarnos al contado y á los mejore precio de la plaza graneles ~ calltidades de cebada en grano. ~ Dsut h Oolumbianisohs Brauarai G. . b. H. ~ El Csrsnts, LEO SIEGFRIEO KOPP ~ ~~~~~~~~~~~~~~~~~ ~~~~. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. DOGl'olo Lcgi laliYo 1I(lIllcro 17 do (006 (12 DE SEPTIEMBRE) obre Prensa El Presidente de la República de Colomb/a En uso de sus facultades constitu­cionales, nEcRETA TITULO 1 D¡'spoúáones prelz"m¡'71ares Art. 1.° De acuerdo con el artículo 42 de la Constitución, la Prensa es li­bre en tiempo de paz, pero responsa­ble, y se regula de conformidad con las disposiciones del presente Decreto. Art. 2.° Todo libro, folleto, revista, periódico, grabado, etc., llevará ins­crita la fecha de su publicación y el nombre del establecimiento en que se hubiere editado. Art. 3 ° Ninguna empresa periodís­tica podrá recibir subvención del Te­soro 1 acional, departamental 6 muni­cipal 6 de Gobiernos 6 de compañías extranjeras, á no ser que en este últi­mo caso medie el permiso de que tra­ta el artículo 42 de la Constitución. Exceptúanse de esta disposici6n las publicaciones de carácter científico 6 literario, y las hechas en países ex­tranjeros, cuando en el\as se trate de defender la honra y los intereses na­cionales. Art. 4.° Los escritores públicos pue­den tratar libremente y discutir den­tro de los lfmites del presente De­creto: 1.° Los actos oficiales, los asuntos de interés público, y las reformas que es­timen justas en la legi~laci6n; y 2.° Las candidaturas para puestos de elecci6n popular 6 parlamentaria, mientras ellas no hayan sido renuncia­das. Habrá amplia libertad para discutir todos los actos de la vida pública de BOGOTA ILUSTRADO los candidatos, dentro de los límites de la moral y de la decencia; s610 quedan prohibidos los ataques á la vida privada. TITULO II De los I'mpl'esores Art. 5.° on impresores el propie­tario, el administrador ó el encarga­do de un establecimiento de tipogra­fía, litografía, grabado, etc. Art. 6.° Todos los propietarios, ad­ministradores 6 encargados de impren­tas establecidas en el territorio de la República, tienen el deber, dentro de los ~esenta días subsiguientes á la pu­blicaci6n de este Decreto, de informar al Gobernador del Departamento res­pectivo y al Ministerio de Gobierno, por medio de manifestaci6n escrita en papel sel\ado, acerca de lo siguiente: 1.0 Nombre del lugar donde se ha­lla el establecimiento; 2.° Nombre de la imprenta; y 3.° ombre y nacionalidad de su propietario. Art. 7.° Cuando una imprenta cam­bie de nombre 6 de dueño l'e comuni­cará á los funcionarios de que habla el artículo anterior, dentro de los cinco días subsiguientes á aquel en que el cambio se hubiere verificado; y las imprentas que en adelante se estable­cieren qupdan sujetas á dar el a viso de que trata el mismo artículo, dentro de los tres días subsiguientes á su ins­talaci6n. Art. 8.° Todo dueño, administrador 6 encargado de establecimiento tipo­gráfico, de grabado, etc., queda obli­gado á enviar al Ministerio de Gobier­no, á la Secretaría General de la Pre­sidencia de la República, á la Gober­naci6n del Departamento respectivo, á la Biblioteca N;tcional y á la Prefec­tura de la Provincia, el mi mo día de la publicaci6n de todo libro, fol\eto, revista, peri6dico, hoja volante, gra­bado, etc., dos ejel'\lplarf's de tales pro­ducciones á las dos primeras de dichas Oficinas, uno á la segunda, tres á la tercera y uno á la última. Estos ejem­plares circularán libres de porte por las pstafetas nacionales. Art. 9.° La contravenci6n á lo dis­puesto en el artículo anterior hará in­currir al responsable en una multa de cinco á veinte pesos en oro, que im- . pondrá cada uno de los Jefes de las oficinas nombradas á quien se omitiere el envío. Art. 10. Es prohibido á los dueños administradores 6 encargados de los establecimientos de que habla el artí­culo 5.°, dar publicidad : 1.° A producciones an6nimas 6 sus­critas por un pseud6nimo, siempre que no sean artículos de peri6dico, sin que la firma aut6grafa del autor figure al pie del original respectivo, el cual, lo mismo que los escritos llamados ori­ginales de imprenta, conservará en su poder durante un año el dueño del es­tablecimiento. Las publicaciones ofensivas de ca­rácter personal en hojas sueltas, re­mitidos 6 comunicados, deberán lle­var la firma de su autor; 2.° A producciones que no llenen los requisitos determinados en los artrcu­los 15 y 19 de este Decreto; y 3.° A publicaciones que hayan sido suspendidas por la autoridad 6 que sean regidas por un director inhabi­litado. Art. 1 l. La violación de cualquiera de estas prohibiciones será castigada con alguna de las penas señalada~ en los ordinales 1.°,4.° Y 5.° del artícu­lo 36. Art. 12. Los originales de que trata el ordinal 1.0 del artículo 10 s610 se entregarán á la autoridad competente cuando ésta así lo ordenare. TITULO III De los periodIstas rt. 13. Son periodistas el propie­tari ) del peri6dico, el Director de él y los redactores y colaboradores. (Continuará) r~~~~~~~~~~~ I:I.~ ~~iHli ~ ~ hac saber al público que disolvió la Oompañía que te- ~ ¡nía con el Sr. Buenaventura Landínez, cuya n1arca de ~ cerveza era conocida con el nombre de o o SUOURSAL DE LA OAMELIA BLANOA También advierte á su nlunerosa clientela que ha re­suelto hacer nu va :ebaja á los precios actuales de la * CAMELIA BLANCA ~ - obsequio que hace con mucho gusto á sus favorecedores. ~ ~~~~~ ~~~~~~~ ~~~~~~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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Bogotá Ilustrado - Serie I N. 1

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Un recuerdo de lo pasado

Por: Eusebio Borrero | Fecha: 1836

Documento mediante el cual el coronel del ejército del Cauca, Eusebio Borrero, se defiende de las acusaciones, injurias y mentiras que en su contra, publicó José Rafael Mosquera en un artículo publicado en "El Constitucional de Cundinamarca", en el que lo acusa de ser el responsable del fusilamiento de tres personas y el destierro de otras hacia Popayán. A lo largo del documento, que conserva la ortografía de la época, Borrero da cuenta de las dificultades que ha tenido para limpiar su nombre ante la nación y los granadinos distinguidos; además de ofrecer respuestas a Mosquera para recuperar su reputación.
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Esto si da risa ó la gallina ciega

Por: Anónimo | Fecha: 13/11/1906

R EPUBLICA DE COLOMBIA ColomLia \" PaUll/llU, \ i ila de .,r. HoolIÍ CIlI' In!('cnR,-":. 'uc ·tro propo ito I'A< 110' \J.I fa \, Bi':lIncio-B, J> \l •. \CIO ( "mr., Lulu .\, ('Ó\ILZ J \I\U:, EI/I'gma - F, I\n' \S Fn \01, r :cu/Osa-(;UII,Lf n 10 , .\I.I.~CI \, Sun lJ/al'eo~ Evange/¡sta-Fn '1.1 ·f.O <;1" \1.00. \otus li­!/ eras-C\nI.O VIII.U \-r., lJc mi libl'o CI \UDIO lIfl'1I1 ',\,De un elal'o una corona Ifipodl'omo de la Gran Sabana -rnlombla autógrafa .Isoc¡'arión literaria l udi ciún raria, GItABADOS: Lo, Pl'csiJenle Dolí, nI' y Re 'C ,Ir nlOI y, u romili,'" U Cluh (:{lr la!;'ena - El ¡jeol'Uzado C/Jlumbia - n San Marco Enln!{cli la de Accbr'¡o Brrnlll Bu- 10 de n, ¡"'nacio (,uliéll'rz POIll'C--(;I'UPO r - rultóriro-I\ctrato del :1', ,Ioaf(uln Arcin¡c· I.ja -Vi ta d l Hipor/romo de la I,ran SaLanll Codl/' de la ritn, -'Iaria 1'.'1' ,1 PoruLo I (ll't'­mi .. do) oche de la :rita, .'Inri.\ L. Hioffin(o, B ogotá, ! o lem re 13 ,. .. ,6 r.J rJ ,'~ I I [O J r¡ 1.11 A ELI r le -16 , / 9 LLI .... ; t .... ;,,- ;, ...:: ene v a .~ , .... . , ni .\dnllD I Apart d dI' I nlll:1 o, r rrer I í • o o Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOGO'fA ILUSTRADO e DE AGUSTmW NmETO Q1_w;l 6fi)-CCi) Permanente surtido d vinos, brandys, carnes y pescados en latas, galletas, espermas, confites, naipes, etc. F6sforos de cerilla nÜl11erOS 6, 12, 13, 17 Y 28. Cigarrillos La Legiti1nidad y Jockey Club, frescos, arolnáticos y baratos. PASTILLAS 1)E CONVElfSAClON Pastillas' Violeta" y " Príncipe Alberto' para arolnatizar el aliento. I CAREON MINERAL 11' 1I DE ZIP ACON 11I Este carbón es el mejor de la Sabana; con u uso sel obtiene una conolnía d 120 al 30 por 100 obr cualquier otro: D sarrolla gran cantidad de calor en poco tiempo; I al quelnars no deja laja ú otras sustancias incolnbu tibIes, sino al enas una ceniza fina; no contiene, C01110 los den1ás carbones, grande cantidades d azufre y, por consigui nte, no ataca las parrillas ni el struye la n1áquinas. Dil'( ansa lo podidos á v.......... I ~~~~~~~~~~-~~~~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. SUPLICA~10S á las personas á qlliene este primer número les sea enviado, se sirvan, si no desean suscribir e, devolverlo en un lérmino no mayor de lres días j de lo conlrario quedarán incluídas en la li la de suscriptores. Dirigirse á la Admini lración del periódico. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. SOrle 1 EPUBLICA DE COLOMBIA umero 1.° Bogotá Ilustrado o / c(~/t'J ( :Jl ,,,(/.U f/ ¡ (r, (/(1/'10 ( }/_ÁI II(l;)(7 :/11'1/(/' "1- ",rr".:l.... " -,:t J,.m:t ...) La \'l. Ita d' \[ 1. I\oot ü Carta .. en.! 1'1'\ i.,t iú tul, cara t r' dc "1'1 H\ di!.;nidarl., dt, !,!'opu Itos tor­diale , Ijll 'ha rtlO. lnlllo no ,',lo la con \ clIJellt'ia d • ('nt 'nUl'llIOS ti 'ntro ti' Jj'l1lt' ju tllS \ .111'.f.\cto!'ios en eqllitativa m dida ('on l'i ('0111.11 del urtl', 1I1U <]u· lambi \n In faciliu"d de han/fu ~ la bu 'na '0- Juntad de IIJ ' am '!'icclClO pa!'a atell h'rno dc modo qlle qlled 'á 'ah"(1 nu 'st!'a JI"/llllad, y l/U 'eria 10- ' lira pCI1 al' 'o oll1"una l!'a ("(J. a. h 'rlllallO. d' .\ 111 'ri ,1, \' ·tI \' /. 111 d' u dcbthd.ld \' "1, ti ai 110bl ' E uadu!' la 11·\ wa ompaJiadu '1 u na cl'icord ..... llrriúnu \a ,'a i'll 11'. 1 al'l' L • {< n . flo\' ri . <'Ili. - ~ r. 1 001.- • H l'al á qu '/ 110. ( 'oh ' }'1" cio y sin neceo idad de hac r crUjir nll stra pren ' a'-, :"Iue tro de o e. el de omplacer al püblico; oja­lá que Illgremos r('alizarlo. RArAEL "'PI~O'-A UZMÁ ( /ley), El) AnDO E PJ. ·O:A G ZM¡\N El a 'orazado Columbia Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOGOTA IL BIZANCIO Para Diego Cr ibe Cpn u flaula el avena pa a bajo la cüpula ti un pórtico un man bo orqlle nada f,llta, e á u helleza in enarrabl e, Dafni , el má bllllicio o luO"ar de lo alrededore , bajo el verd palio de lo laureles ro a y entre la pro eccione sombría de lo cipre-es olemne, o tentaba un . oberbio templo de Apolo, en donde el ón de la cítara iba alternando con el de fuen te vi va diáfana y saltan te . Lo O"ran­dio o de la con tru"cion . , la dilatada vía de cer­ca de ocho kilóm tro, que cortaba en do la ciu­dad, la invero ímil iluminación nocturna, lo va to pórtico cubierto, la exqui ita abundancia de aguas, tan pura, e cnbió Libanio, que un va o lleno parecla no e larlo: tamaño primore habían atrofiado allí el pen amiento en beneficio de lo entido. La mímica en los teatro la muerte en lo circo emh::\rgaban la hora cuando Belo y Eda O"abal C0n us ritos mon truo o ,no ratificaban de de lo altare la di 0- lución de lo antioquen e . En e e in tan te aparecieron lo lre enorme con­qui tadore cu a ola pre encia fue ba tante á derri­bar lo cuatro muro que" cuadruplicaban ,> la segu­ridad de Antioquía, donde e cumplió triunfalmente la verdad latina de que" una ordenación de palabras puede uperar en virtud de tructora á una fórmula quími a." Pre to el pequeño núcleo fue ensanchándose y con tiluyendo en la parte menos vi ible de la capital de lo eleucida, colonias de fiele que, hacinado n una e pecie de colm na, e diri O"fan á lo parrano en len O"ua g rie a, i bien le eran familiare la literalu­ra de otro pueblo . F ue allí donde Juan rareo oyó á Pablo equi­parar pnr "ez primera el e píriln helénico al e 'píritu j uOío. En aqLl él halló P ablo de, d en Unce ' I colabo­rador a ¡duo gen 'ro O por quien u piró má. tarde de de B oma . E La concep ' ión ma ra villo a, qLle bi en pudiera a pellid ar e el mi/agro .ludIo, "ino á r ealiza r, por modo e. piritu aJi zado, aqu JI:l a ntirrua tradición el J.lIar­cita hacia el Oeste, que d de el xodo primitivo de 10 rya co n J erje ' on iro, u pendida má tarde n 1 j andro, debía r apare r on I pó lol de las gente n una compr n. ión má amplia. I\ P ablo II yi ión di ina había l' v'l ado que 0- Jamen t · el pueblo judío ra cal az el propu O"ar la , - mill a cr i tia na, merced á u facilidad d adapta ión á todo. lo medio, á u inqui L ud in ante el á modo de fa talid ad imperio a qu le urge á el- imultá­neamente ha bitador el toda la illdade, ondicio­nes CJu diero n ba á la leyenda del Judío Err::lnt . La idea de pa tria, for tificada co n la ang re d' J uda Iaca beo, tran portada á un orden má n bl , de apare ió 0 11 P ablo, lu borró n la uya 1 llmi­tes geog rá fico que pre i aban un tel rilori . En la h ra lo di clPlllo d el ' alvaoo1' r ibier n la deno-minación romana d hri tiani (afio lÍ 2) . En el lap o orrido de de e te afio ha ta I d h , fija la rlti a, a pro 'ima ti am nte, la ~ ha n que fLlera escri to el eg uncl Evang lio, lan ]] no d 1 ho pitala- ILUSTR o rio, filheJ no católico spíritu pauli ta, que má d una lenrrua qui o reivindicarlo como pieza original de ella; si bien parece ya fuera de duda que fue com­pue lo en Roma, y no en latín como han supLl.e to al­guno. ,sino n el habla de los refinado, el gnego. Y de que fuera e~ crito para los Gentiles, no es dable va­ilar. i , atiende á la inter(Jretación que ha. 'n él, dc palabra h brea T aramea, y á la explicacione de Cl> tumur ju'daicas, una y otras Inútiles para los compatriota del autor (Marc., cap. v, - v. LI 1); cap. YJI, YY. r r T 3lÍ; ap. VII, ·3 Y 4). El e tilo de Juan brcos reúne á c, cepcional so­briedad, VI veza de detalle escogido con arte y guslo, y una den idad en la de c1'ipción que no caracteriza á lo escritore del simetismo, cargados de color como Jo cielo. de Oriente. Compárese á Marcos (cap. 1 , VY. J4 á 29) con 1ateo (cap. ' VJ, vv. JL~ á 2I) Y con Luca (cap. IX, "Y. 37 á L~ 2 ), al hi toriar la curación maravillo a del mundo. Entre su everidad hay loques de sutIl delicadeza, e auvierte u inO"ular predilección por la corrien­tes de aO"ua. Con qué amor evoca memorando mila­gro de Jesús, el mar de Tiberíades. En su manera e aúna la 'erena limpidez helénica á la metáfora encen­dida, pero n él discreta, de los hebreo, y se advierte la extraña dualidad de e e espíritu solicitado inversa­mente por Pedro con la fe en su Mesías l raelita, dis­pen ador de toda suerte de podere , y por Pablo, de vi ión univer al, con u Redentor de brazos tendido á todos lo hombre, y verdades aptas por u imperia­li mo a imilador para ceñir el mundo de las almas cual lumino o meridianos. E te dobl~ carácter de Juan brcos ha ido in­terpretado, con una agacidad que pa ma, pot el pintor bogotano. u EvanO"eli la es un judío al par que un griego. La energía dominadora; la terrífica everidad del pro­fetismo; la barba-pa toral como en lo reyes primiti­vo ,conductor de rebaño bajo el mirar cariño o de lo Elohim paternale, acerdotal y diáfana como en Ielkit ed k, aO"itada y poI orosa como la de foi- ,cenicienta rizada cual la que vi te el labio- rá­ter de lo Profeta. coléricos, enmarañada como en '(el hombre ve tido d pelo de camello";- Io. mu cul sos brazo. nond la fu erza duerme tI' mendo on 1 pico qll derriba templo y decapita dio e . la dureza de c uell o , la rl"'idez de la columna vertebral. pro­v rbiale en lo' emit a ,qu in 'piraron por 110 en lcj andría, tanto alero o epi rama: e to, lo queJuan Ma rco ha hered ad de ti raza. En él palpita la ter­na lucha de I rael ontra 1 mundo. u ment ha comprendi 'a palabra: lahweh. E el emiti 1110 a ndanle qLl el tiene á de can ar un moment . Grecia le ha dado el. ojo, apartándole la mira­da el la ti rra que pi a, le ha echado la cabeza ha ia a trá , p rqllc pueda in trabas ondar todo horizont y e paciar Ja yi La p or lo de. ierto in límile. in 1 ha 10 fo for c n l que o cila en su ab za dij ra e un Edipo onclenaclo Ú al' al' et rnamcnt la melancolía el u in o, al lado el otro E fin O"e, erdadero león con a la d á nO"e l. Y i á u man , ág ile n n 'io-a , II vam una lira, oir 'mos la 1 nda de li e prudente d ' bo a de otro II m ro nlado á la vera d 1 camin obr al o'lll1 p de tal mútilo de la ico anllO"ua. En leño r lampao'llea la dur za de lo legi - ladore dc E parta. E a fi onomía n tú riguro amente conl nida el ntro d 1 aractere lípico d una ola familia. P rt n ce á un individuo de la Raza Eterna que ha n e lil t rno para toda la raza. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOGOTA ILV TRADO 7 En la ejecución de la obra el pin tor no u ' I~ de procedimiento complicado. . Una figura imbóJiea tranquila (en con ~ onancia con la inmo ilidad d I di­ficio que decora), O"randio a en su implicidad, hon­damente uere tiva, in virtuo idade t nicfl que ha­gan olvidar la tend ncia por lo fe lo bu cado ; anatómicamente verdad ra en la apo tura, in ra eros delimiladore que ubdividan la a tividad úna del per onaje, emancipado de cuanto le rodea ; armonio a de línea que in lort urar e en de arrollo in vero {mi­le • preci an detall caracterí ticos para fundir. e 11I é­go n una fnte i donde re pland ce la manera con-u tancial del apó tol: hé aquí lo caractere primor­diale de e a pintura. Cuanto al colorido, concuerda por lo humilde ohrio con el e píriLu del tema. Para pintar un vidente del País de los siete ríos, donde el color recorre toda la gradacione, de de la palidez láctea de la aurora ha ta lo rojo ele O"ra­nada en]o poniente, entaría bien la opulen ia triun­fante de las paleta eneeiana, que no cuadra al tra­zar un hijo de areno a oledades oñolienta., tendi­das bajo un cielo in nube y una luz in contra te , en donde olamente una 'palmera rompe Ja monotonía de e e pai aje desolado que evoca en los e píritus por única imagen un corcel ligero, una Janza filuda, una lirula morena y un camello acongojado. Aparte. de qu~ el O'ris se ~rmoniza mej?r co~ el genio arqUltectóDlco en la pmtura decoratl va, cifra también el hondo valor representativo que le ha dado la e tética moderna. i Dijérase un e fuerzo de la melancolía por convertirse en mate­ria! Cómo no deja entir la atmó fera de la edades muerta ; cómo patentiza (el ca o de Chavanne) la nnción pe. i­mi ta de la vida, carO"ada de opacidade plomiza. i nue tro ira cibJes acadé­micos no 'le congestionasen, diría que Acebedo Bernal, en torno de Juan Mar­cos, ha pintado el tiempo que tiene co­lor gri . braron cOllvcrlldas en antorchas, en la !loche cid 20 de Ago to del año 6LI, los jardine floridos del Césfll' loco. Parece no advertir la blanca dilatada teoría dee 'p{ritus alado que bajan ha ta 1, trayéndole de otro m lIn do suave. palahra. el' con uelo. i El momento es so lem­ne! El león alado de Ezequiel ha encontrado va u COlo pañero)' e l> acerca flJCTiendo; y Juan far\.:os profeta d las i 'te soledade , cu a barba, pelo é\ pel~ ha teñido en blan o la faliga de la Sabidurla en e a de olación ob rbia, bajo e a luz exaltada 'e tá vi­viendo de la vida del alma, de una idea, de un re-uerdo, de una f? p ranza .... En vano I tiempo n ayará Zllmo corro. ivos contra la creación de nue lro arti ta aomirado v ama­do. Cuando la injuria eval haya de teiiido la o'l)ra del pinc J, . a noble figura, trazada en hora bendita so­bre un muro nué tro, e irá evaporando ha ta des­aparec l' tran formada en una nube de un gri inde­ci o, como lo tiempo en que vivió Juan Marcos, hijo de furia (hermana de Dernaué), discípulo de P dro, compañel'o de Pablo autor indi cutibJe del eO'undo Evangelio. GUILLERMO LEJ erA (1) E tas diferencia reales en el modo como los apó toles delinearon la fj"'ura histórica de uestro Scñor, "son perfecta­mente cxplicables por el carácter pcrsonal de los e critores, por el fin inmed iato que cada uno se propu o al escribir, pero no excluyen la armonía y unidad que exi le cntre lo cuatro auto­res in pirado ." Ante bien, poncn de manific lO la concordancia en la tendcncia, á pe ar de la variedad en la manera. Muchas veces, al remirar la figura inquietante del Santo EvanO'eli ta, me he complacido en imaginarlo en lo días postrero de su epi copado alejandri­no, preparándo e para el ma~tin.o y re­pensando las extrañas penpeclas de , u exi tencia. Vedle con el ojo átono ante el mundo visible, pero cargado de ,e miradas vueltas hacia el interior." Como tropel de ola en un mar in ori­llas, ruedan por el e píritu del apaXLOl) aV7JP, los sucesos en que ha actuado, lo paisajes que ha visto, los años que Na vivido: la dura Judea ardiente !J mo­ndtona como una serie de verstculos btblú:os, y el lago donde erraba, seme­jante á un loto fantá tico, la pálida figu­ra de Jesús Nazareno; Antioquía con sus extraños adivinos y sus teurgias medrosas; Alejandrfa, con us so~stas ; Roma cristiana, con sus arenano.' Babilonia segunda, con su A.n tecflsto ventrudo y su alígero Mago. Escuc~a los estertores de Pedro; ve saltar baJO la espada, entre un charco rojo, la for­midable cabeza del hombre de Tarso, y se estremece ante la innúmera falange de confesores cuya testas ~dmirabl~s y dolientes, llenas de expre Ión, lurnmo­sas de alma y cansadas de vivir, alum- Gl'tl}>O e cl1lt61'ico del nUlo Cabral de IUelo Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 8 BOGOTA ILUSTrRADO @==----~===-~ 11 - - .... - - -~- -11 1/ . \ I 11 I I 11 I 11 I I! 11 1I 1I 11 I 1\ 1I I I 11 I 11 I 1I I 11 \ ¡ I I 1I 1 I I I ~ -~- ~ Dcs tinamo nue tras páginas de honor para los Presidentes actuale de las República Hi pano­americana , á toda las cuale está nue tro País ligado con lazo de fraternidad, más Ó meno estrechos. Es nues tro deber-y deber que g ustosos cumplimos- dar principio á tal galería con el retrato del Excmo. r. en eral Reyes, á cuya admini tración debe Colombia favores allamente valiosos, y con el del Libertador Bolí var, aunando de e te modo las dos épocas de mayor trascendencia en nue tra vida de República libr . La Independencia y la oncordia Nacional e complementan. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .. I " BOGOT A ILUSTRADO '. - -~ 1I 11 1 11 I I 1 I 1I 1I 1I 1I 1I 11 11 .. _-====~ 9 La obra de BO]ívéll', e/'iamenlc combatida aun ro/' los mi mas que <1Juda run en ella, lo hizo du­< lar de la bondad de u e'fu rzo, y le arran có la dolora a fra e que resume lada, u, pena, toda la incom­parable desolación de us úllimo lía. ; la obra de Reyes, el'i~mcnle combatida también por muchos de sus adversarios político y por no poco de . u ' amiO'o. , d eO'uro le ha hecho peo ar que está arando en el mar, cada vez que la pa ión política e le enfrenta ' alenlél, cuando no con tra II vida siquiera ea con­tra u libertad. Y in embar ro la obra de Re e ' perdurará como perdura la de Bolívar. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • r .~ f 'r . . ~ I 10 BOGOTA ILUSTRADO NOTAS LIGERAS - Otra carta .... la misma letra .... perfumada tam­bién .... ¿ Quién será? Todo e lO voló revuelto por el cerebro de Alfredo, mientras con mano temhlorosa desgarraba la envoltura azul: "'Sr. Alfredo Baracalvo-E. S. 1. Acabo de leer su última poesía y, como mc acon­teció cuando leí la pa ada, no he podido re i tir á la impul ión de decir nuevamenle á ustcd que Sil alma y mi alma ienten dc un mi mo modo. i Qué placer tan delicio o me proporciona u ted con u estrofa ! inO'ún otro poeta ha ahido llamar de manera tan dulce y delicada á las puerta del corazón femenino; ninguno que haya cantado tan bellamente á la mujer. Ojalá se dignara u tcd no pa ar en ilencio esta e quela, como lo hizo con la anterior. ¿ Es porque le dije que de eaba abrir mi álbum con u firma de us­ted? i aca o se resolviere á contcstarme, le suplico deje la carta en el Veloe Expreso." - y sin firma, como la de la emana pasada .... i Demonio! Le ha dado á e ta mujer por enloquecer­me. ¿ erá vieja? ¿, erá joven? E. to, e lo último, porque vieja conocí pn mi vida que manife tara \lna en ibilidad tan exqui. ita. demá., e:;te aroma de violeta l' cién coO'ida , e. ta letra tan firme .... Dieci­ocho ai'ío, , cuando más, sí, diecio ~ ho ; la mano debe el' pequeña y muy pulida, y mu suave; el ' cabello negro, abundo o, revolucionado .... Pern, ¿quién será? Tumbó e obre una illa pen alivo, lomó el man­go y, in dar e cuenta, . e di pu o á e crihir. -¿A quién? ¿Señorita? ¿ eñora? eñorita, debe er señorita, niña ca i: " Señorita ....... . o puedo pen al' que la autora de do carta que he recibido trat de burlar e de mí: a í de delicada me la ima ino. Pero ¿por qué e esconde? Si u alma e emejante á la mía, ¿para qué tale mi terio. ? Qui-iera aber u nombre para conocerla iquiera flle e de lejo. uplico, pur., e cijO'ne concederme este favor. Alfredo." Entre una cubierta de color d ro a lesvanecido la llevó al Velo.z Expreso. -¿ y la dirección? preO'untóle el Admini trador. - ó, aquf han de reclamarla; al que pre unte por una carta in óbre. El dministrador clavó en él unos ojo mali io­o. lfredo, ó no lo vio, Ó no qui o verlo : volvió la espalda y cchó aJle arriba silbando maquinalmente un p dazo del 1i el' re del Trovador. Ilacía mucho fdo. En l cielo, qu aparecía mu baj o, de una blancura sucia, e mo traba d uándo en cuándo un guiñapo de azul, muy hondo, que olvia á p rdcI'se inmediatam nte con la ironía duna pe­ranza halae-üeña. El reloj de la atedral d granó de d su altura diez campanada .-Est reloj opina conmiO'o: medir el tiempo, recogerlo, dejarlo atrá lo má apri­sa po iblc, se dijo el jov n recostado á un po te del teléfono, mirando sin vcr un arro de tran ía que habia parado en la bocacalle á recoO'er pa aj ro . - Medir el tiempo .... Verdad ram nte te un trabajo de los má pesados. i lo relojes fu ran con - cien te , uántos suicidios ree-i trara 1 mundo diaria­mente. Asi, en su incon clencia, en e a pa i idad absoluta de la maleria se enloqu cen cada rato ... , El carro pasó dejando descubierto un pedazo d 1 Guadalupe. Alfr do alzó los ojo : por lo flanco, ple­gados fuertem n te, emp zaba á regar e un c rnido de agua. - Llueve, pensó el poeta- lo mismo que ayer, lo mismo que ll overá mañana Ó pa ado. Ninguna va­riedad, todo uniforme. Ah viejo que se va haciendo este mundo; ah canijo que está. i bien se considera, el truen Dio debe ya darle de baja. Hacerlo trabajar más e -como dice algún mi amigo-agregar aflicción al afligido, quees, ni másni :nenos, un pecado enorme co ntra e! Eterno Amor. ¿Darle de baja? i, pero no ho ' .... ni e lª noche ..... mañana ..... tampoco ..... pasa­do mañana, aca 0. Y acariciando rn la fanta ía cru­jidos de . edas, cúchicheo. amoro os de refajo , per­fumes de violelas frescas, ojos suplicantes y labios mojado muy tembladore , anduvo lento, con las mano ntre lo bol illos, Y e perdió allá por la ave­nid a. o hacía aún veinte minutos quc el sol era di­funto. Muy lejos, en el confín de la Sabana, tra el polvillo color de leche que ahog-a el negro-azul de las última ierra, algunas nubes templada, e lira­das, cambiaban el p urpurino de la tarde por un vio­lela luctuoso. Cielo travie a, á manera de edredones empolvado, viejos, vaO'abundeaban un montón de nicbla . -Calle ... númeró .... e decía Alfredo, paseándose lentamente en el atrio de la CatpdraJ. la. ocho .... Y como para cerciorar e mej r, acó del bol illo una tarjeta; la releyó:- e di culpa, me cita para su ca a~ y ¡el. firma /l O aparece. i h mujeres! toda., toda son aco repleto. de caprichos. J llegan con no otro como les place. Para atraerno , para . ub ugarno. a­ben di ¡mular e. e di imulan iempre en una como e fllmnción de mi terio .... Tal parece, verd¡:¡deramen­le, que el ?iablilloCaprichos e hu~iera dado .en,e tos día á \Irc)¡r ele la 'uya. Yo lamblén e lO slp tlendo tentacione . Eh ?-diJo lanzando un vi tazo á la com­ba -c mu natural, la lun¡:¡ e lá en pura crecien te, no tiene tre día tan . iquiera, parcce un ca ho de estaño. Calle .... número .... Al de cendel' las grada le pare ió oír ¡.l II e - palda una ri a como comprimida. Vol ió lo ,ojo ~ nada. o la he oídn otra v z, a í, lo mi mo .... dónde? cuá ndo ? en la Cqlle Real.... en el Veloe Expreso .... Eh !-agregó de pectivamente alzando los hombro - tal vez no la ha 'a oído ni aquí mi mo nonde acaba de del nerme. \.tolondrado qu e toy. Y echó á an­dar. Ahora, h me aquí de reloj, midiendo el tiem­po, peno aba. De . eguro que J'l"Iañana am~neceré <:')n la cuerda floja. E ta treta hacen 'ufnr de lo lm­do, pero e un ufrimiento muy abro o, tienen ell~ la atracción de )0 incóO'nito. Y luéO'o, cuando se adl­inan allá, a~rá , co a tan buena, rato tan delicio­so . El mundo todavía ti ne uno qu otro cncanti­o ; toda ía puede el' ir otro día .... La ciudad había iluminado. Lo. bombillo llo-vían luz, aO'arrado á lo po te parap to. De allá, abajo, corrían viento helado. quí- dijo lfredo­pero qu a a tan bu na, una de las mejore. e acer­có á una de la ventana entreabi rta: colO'adura 01- ferina, mueble de tilo imperio, regado en de - orden obre un tapiz flordeli ado. En la mitad .una tatua de bronce coronada por una araña de l'l ta­le floreCIda de bombillo, quién abe cuánto ; Bara­calvo contó y recontó como do docena .-i ri tocrá­tica, bien ari tocráti al ¿ i me habré equivocado? izó lo ojos: obre el portón, en caracteres má que regular , e taba 1 núm ro, 1 mi mo nlÍmero que rezaba la tarjela. - qui es .... pero .... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. No e taba conten to. El, que hada unos minutos soñaba con e o, ahora, al ver que e realizaba, empe­zó el ntir un temhlorcito muy adentro, la articu­laciones medio floja y un como agotamiento en el e tómago. Subió á la e quina y 'e reco tó á aguar­dar arrebujado en la ombra. A poco sonó un cuar­to en la torre. Ya! dijo Alfredo alen tand0 fuerte-dia­blo de reloJ para correr- onó otro, y olro, y luégo <> tro. iJ~nclO: El aire gritó retorciéndose bajo la zu­rra de ocho foetazos inmi ericordes. BaracaJvo sintió que u corazón galopa ba. Tón, lún. En tre! gritó \lna oz ca cada como de entorchado flojos. La puerta se abrió y una vieja rechoncha e plantó frente por frente del ll egado. -¿E tán aqui.... la .... señorita? -1, Cuále ? - Pue .... la de esta ca a. -j Ora í! ¿ Luég'o mi Sra. Dolore tuvo hij a ? -¿ Quién vive, pue , en es ta casa? -Mi Sra. Dolores y el Doctor u hij o. -¿ Y ese Doctor e ca ado? -j an Pablo! ¿ Uste t' tá loco? ¿Ca ao un sa-cerdote de mi Dio ? -j Churumbela! ¿Y no tiene obrinas? -j i e hijo lInico! ¿1 o lo co noce, pues? -j Oué voy á conocer á nin O'ún hijo único, refun-fuñó Ifredo sudando casi, -¿ De modo que aquí no hay sino vieja ? -No má. Y vaya ti té busque u chisga onde la pueda topar, o ma .... La última palabra fut' aho­gada por el golpe de la puerta al cerrarse. lfredo alió á trancos; le ca tañeteaban los dien­tes.- Diablo de enredajo. Si e te e el número, si esta es la calle.... na ri a comprimida sonó á su derecha, en la e quina. olvió la cara: dos ombras se derre­tían en la sombra.-Si serían .... pensó. ¡Imposible! Le empaquetaría á cada uno en la cabeza las cinco de mi revólver. Qué burla e descarga sobre mí si llegan á saber e too Dio mío, ahora si es el momento, apro­véchalo, Señor: Dále de baja á este mundo tan ucio. FHANClSCO GIRALDO ----_.-._.--- DE MI LIBRO Ere tan buena como las hermanas caritativas que en los hospitales de hojan u vida en -in omnios fatales al pie de las hondas mi erias humana. Ere suave y pura como la brisa que desciende de la montaña; no hay debajo riel sol mejor champaña que el champaña ferviente de tu risa. Tu palidez es como un rayo de luna, en la sombra de mis pecados, y tus manos, lirios recién cortados en un glorioso amanecer de Mayo. Mi alma abre los ojos si la llama tu acento, que tiene el divino rumor cristalino de la fuente que sale al camino á dar de beber al sediento. Bajo el fácil hechizo que fragua tu voz, en el fondo de mi pensamiento, en tus sendas floridas aliento como el pez luminoso en el ag-ua, como el águila brava en el Viento. ~or e o y porque sean caritativos tu ~ 0Jo~ con mis súplicas sincera, deJa mI alma unos puntos suspensivos entre el paréntesis de tus ojeras .... TI CARLOS VILLAF AÑE DE UN CLAVO UNA CORONA (La de hierro de Lombardía). Corona quiere decir curva. Con efecto, esa in~ignia está formada por una li­nea reentrante en si misma, cuyos puntos equidistan de uno llamado centro. Coincidencia ingular : generalmente las testas coronadas no andan por la linea recta. La _corona h~ ido símbolo de di vinidad: J úpi­ter la cenia de enCIna; A polo, de laurel ' Dionisio de vid; Afrodita, de mirto. " De poder y majestad : los reyes y los príncipes, los condes, duques y barones; los marqueses y otras altezas, la llevan en sus actos más solemnes. De unción augusta: los pontífices y dignatarios religiosos de todos los tiempos y rito la usan en sus festividad es. ' Cuando el pueblo de Israel la pidió para sus man­datarios., que dntes ~ran simple jueces, Jehová les pronosticó, por medlO de .~us levi tas, toda suerte de desgracias y abominaciones. En Siria, los heliogába­los, ó . acerdotes del 01, la tenían como señal de su carác ter. La corona, pues, lleva por sendero tortuoso . De gloria y merecimientos: se ofrece á los sabio~ dignos de galardón y á los artistas; la obsidional orla las sienes de los triunfadores de hierro y fuerza. De alegría: Baco la o tentaba de pámpanos' las Musas, coronadas iban de lauro y mirto y rosas. ' Los mundanos de noche y de día, coronados de mirto y laurel • libarán en su loca alegria sus placeres me.zc/ados de hiel. De acrificio: coronadas iban los víctima al al­tar, en los holocaustos antiguos. na de las coronas má célebres en la historia de las realezas occiden tales e la de Lornbardía, dicha de hierro, no obstante e tar formada por un aro de oro, e malLado de verde, con montantes de los cuale e desprenden flore rojas, blanca y azules. Lo que le ha dado el nombre e pecial con que se la di lingue es un anillo de hierro que tiene incrustado á u alrede­dor, hecho, egún una tradición, con uno de lo cla­vos con g,ue fijaron en la Cruz á Jesú de r azareth. Se d.lce que hallada por Santa Elena, madre de ConstantlOo, tn el Monte Gólgota, ó de las ca lavera, la verdadera cruz; aquélla envió á su hijo parte de ésta y los tres clavo que traspa aron la manos del mártir hijo de David. Uno de e o clavos fue á dar á España, donde se conserva, en el palacio real de Madrid, y se exbibe cada año, por tiempo de Semana anta. Con los otros do se formó la visera del casco de Constantino. Después igue un lapso de ilencio. Al fin, Teodolinda, viuda de Antharis, Rey de los lombar­dos, tran formó ese casco en corona, para Agilulf, du­que de Tudn, con quien se casó el año 591 de la éra vulgar. Sin embargo, este detalle no parece e."acto, pues dicha insi~nia, que hoy e halla en el Tesoro Mons a, de Itaha, es de estilo bizantino. Se han ceñido e a corona: Carlomagno, en su calidad de Rey de Lombardía (año 774). Federico IV, en Roma (r452). Carlos v, en Bolonia ( r530) ; Y 1 a­poleón en filán (J 05)' CLA DIO f\nmENA • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 12 BOGOTA ILUSTRADO ---------- 3{ipodroffio de la (S(ran ~abana Vi ta panorámica del HipodrOlno de la Grar jan á la alida y a i recorr n todo el ci!' o; l nlu ia mo d I partid a­rio de lino otro, e. inel e. criptible. Ya lleo-an .... la ictoria se inclina ora á é Le, ora á aquél.. .. Era o! Azor, gTitan unos .... Bien por Leoncavallo, conte tan lo otro, e~undo ante. de pa. ar por el po te nadie podría pI' ci al' al vencedor .... En el último in tante, 'antamada hace un upre­mo e fu rzo y la cabeza de u noble corcel pa a adelante .... La ictoria le ha onrefdo, al recibir ti premio rá de pre ente una ' onri a ietorío a ..... \Vill. e eglln­do, pero el púhlico lo aplaude no meno. que al encedor por 1 emp ¡jo con que di putó lo laurele del triunfo. Rato de pllé. viene la tercera carre­ra, ó ea la de lo junniors, en pon neis, y alen á la pi ta lo oiñ0s It'jandro anta­maría, de negro, en Mortiño; Rafaelito E.­pino. a Villamizar, de am.' rillo oro, en Perico Jorge lvarez, d crema han­da ro ada, en Cereza. on tre futuro portmen: cumplen con . u deber como buenos y la carrera acaba con el triunfo del niño Santamaría, que como su tío Daniel, Coche d e ]a rita. l\laría Tere a ]>ombo f' de familia de vencedores. En la cuarta carrera, tan intere ante como la anteriore , toman parte Eduardo Heredia, de rojo y blanco, en Argelino; Vicente arga C., de blanco, en Zorro; Gonzalo Ro a, de ro ado, en Czarina, y 1 icolá Gamboa, de blanco con li ta rojas, el) Mi­riñaque. La alida ha ido buena, el triunfo parece o cilar entre Argelino que 610 alcanza á egllndo, y Czarina, que sufre un calambre y no rinde u jor­nada; el vencedor e Zorro, y Miriñaque, tercero. La carrera de honor han terminado, los vence­dores e. peran el merecido galardón, y es nece ario reunir en los andene de la gran tribun :: la comi ióo de . eñorita premiadora. Entonces los miembro de la Junta Directiva de la carreras, Sre . Joro'e Posa­da iuñoz, Luis Uribe, Rafael E pino a Guzmán, Gui­llermo Bo hell y Diego ribe; los Comisario. , re. Tomás G. Ribón, Justo Varga, Ulpiano Valenzuela, Leo . Kopp, Edmuodo Cervante y Federico 10n­toya; lo Jueces, Sre' . Julio D. Portocarrero, CarIo Holguín, Evari to Herrera, Guillermo Sara ia, Juan C. Gaviria y Aureliano Echeverri ; los tarLers, res. Manuel B. de S,mtamaría y Eduardo Espino.a GllZ­mán, y muchos otro miembro del Jockey Club, apresuran á. conducir las señorita premiadora y la señoras que han de di cernir el premio de las flore '. Alegre movimiento se comunica á los palcos de la damas y pronto los colores vivos de los traje femeni­nos ponen notas de arco iris entre el foodo oscuro 8e los espectadores, y ocupan los andenes engalanados para recibirlas, las Sras. Soledad Portocarrero de I ribe, Alicia 80/'.1<1 (!t: alcl erón, [ar.y C¡¡~l 110 de Kopp, Jlllia VarlrCls dI' Echeverri y li ia Gl1liérrez de Hederich, . las rila~. Adelaida ngulo, Jo. elina Jim no, fa~dalena Garda, I abel Currr¡¡, Inés Bara­ya, lal'Ía Teresa Pombo, Tony Schr(l('der, Lui a De­lia RlOmalo, Ana Po ada, l\laría Elena DírlZ, E. ter GuLIérrez, María Elena Nava, malia Hf'rn~ndez, Carmen Pnrtocarrcro, Clara 1 ardo, Elisa Peñarredon­cla, Cecilta Rold án, María Liévano, Paulina .orona­do, Carmen Ro as, Fann'y Castello, ictoria chle­inger, Ana antamaría, Esler Carra quilla, Ana oto H., Carm o Herr I'a, Carolina VarO'a Ch., Julia Lazcano. Lo vencedore lIeo'an, las eiíorila. de la Comi­ión le entreO'an u premio, valorizándolo. con el lujo de u · encanto y con u xqui ' ila afabilidad; el burbujeo del e puma o licor jueo-a en la. copa. y al 6n de marcha tri unfal brindan dama ' caballeros por la aleO're fie ta hípica oro-anizad a por el Jockey lub, en medio del brindi o-eneral ubra an la copa brincli particulare que m r pre ¡de al ceñir lo laurele de lo v ncedore .... De p'ué viene l de fil de coche y carro ador­nados. on poco para lo que eran de e peral' e, pero por lo mismo, ma 01' el mérito de quienes e dieron 1 trabajo de adornarlo.. llá va el coche de la rita. armen Portocarrero, todo de amarillo' lué o, la ca­rre ~a de la rita. lada Tere a Pombo. el qU1en acom­paña la ra. Ca tello de Roldán, adornado con ramo azule elegantem nle repartido ; de pué pa an otros Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. [4 HOGOTA ILUSTRADO coches de encillos adorno, que sólo son nota de buena voluntad, y por ultimo la canastilla de la I'ita. Luisa Delia Riomalo, de g ran efecto y laborío o trit bajo, en la cual van, además, la Srita. Fanny Cas tello y tre cabecitas blonda cúmo de triO'o doraclo, de la niüa Castdlo E pinosa. Lo ' carro ~a an detrás - Bava­ria, Germania, Camelia Blanca, ehaves --y todos cua­tro 0 11 justamente aplaudido. Las eño ra de la Comi ión premiadora están in­deci a ,su impatías y·su votos van ya á IIn coche, ya á otro, . en u indeci ión acaban por repartir entre lo mejores el premio, y quedan favorecidos los tre coc hes nombrados, do de los cua les adornan e ta revi ta, y I ca rro de la cerveza Bavaria. La Srita. Rio­malo de linó para fa vorecer á las familias proteO'idas por el J oc key, el valor dd premio que le fue adju­dicado. La fies ta había terminado y sólo quedan su gra to recuerdo y el deseo de verla repetida pronto. ~c cmbia ~utégrafa El r. D. J OAQ i ReI lEGA, ti)' retrato publi-camo hoy, tien p r conclu(da la monumental obra que onoce ya el publi o con el titulo de e la Un a , y egnirá dentr J e br ves dlas al K tranj ro con I propó ito de rditarla, on todo Jo refinami nto de p rf cción q'Je permita I arte tipográfi o, tan pró-pero y ad lantad n Europa yen orle m ricH. Todo cuanto dijéramo aqu í n lour de la pací n­te y mngi (ral ohra del r. Arcini ga. , ap na. daría pálida id a de lo qw' clla erá una vez publicada del inmenso' fuerzo - d inl ligen ia, d laborio¿; l-dad y de increíble patriotismo - que ha debido costar­le á su autor para llevarl a á cabo. Oc ella damós muestra en este numero, por fina galantería del Sr. Arciniega , publicando el San Marcos de Acebedo Bernal, obra maestra de nuestra pintura en el siglo pasado, segun el decir de los conocedores. 'lejor conceplo que el nuéstro sobre la obra del Sr. Arciniegas, es el de la Academia de Historia Na­cional, que GO ll s ta .en el acla de la sesión del rl.> de Marzo anterior, de esta docta Corporación y que á la letra dice: ' L3. Presid ~ n cja co~cedi6 la palabra al Sr. Joaquín Arciniega , quien asisti6 á la sesi6:1 por invitaci6n espe­cial. Expuso el Sr. Arciniegas, en oraci6n corta y con­ceptuosa, la complacen cia r.on que se presentaba en la Academia á satisfacer los deseos de ella, manifestados por conducto de su Secretario, de conocer una parte de los materiales que componen la obra inédita Colombia Au­tógrafa, que ha sido elogiada con justicia por la prensa del país y del Extranjero. Dio á conocer el Sr. Arciniegas el plan de sus trabajos, que ha di­vidido en tres épocas: arranca la primera de los Reyes Fernando é Isabel, 6 sea desde el des­cubrimiento de América hasta la colonizaci6n del Nuevo Reino de Granada y los Gobiernos coloniales; principia la st'gunda en 1810 y ter­mina con la disoluci6n de la Gran Colombia; abraza la tercera la vida republicana de Co­lombia h:\sta el presente. Hizo desfilar el Sr. Arciniegas ante la vista de los presentes ex­traordinaria cantidad de aut6grafos de todas las personalidades que han figurado en esta parte de América: Fernando é Isabel, CoJ6n, Vespu­cio, los Quesadas, los Presidentes, los Visitado­res, los Virreyes, los Arzobispos, los Pr6ce res, los Presidentes y notabilidades de la época ac­tual; documentos auténticos de gran mérito; medallas, escudos, monedas, objetos de arte; be­llezas naturales de Colombia ; vistas del país, mosaicos fotográficos variados, muestras d~ tra­bajos artísticos colombianos; bocetos biográfi­cos de toda clase d ~ personas eminentes ~ estu­dios sobre regiones poco conocidas, como el Ca­quetá, el Putumayo, los Llanos, etc.; de minas" • instrucci6n pública, industrias, papel moneda, cr6nicas, etc. etc. La Academia oy6 y vio con entusiasmo y admiración el ímprobo y bien diri­gido trabajo del autor de Colombia Autógra.fa, esfuerzo que parece superior á la labor indivi­dual y que la Academia calific6 con justicia de monumental y por el cl..al rindi6 ovación mere­cida á tao! disting uido colombiano. El Sr. Vice­presidente y el Secretario (Sres. Guerra é Ibá­ñez) hicieron la siguiente moci6n, que fue a-pro­bada por unanimidad : "N6mbrase miembro de número de la Aca­demia acional de Historia, por aclamación, al Sr. D. Joaquín Arciniegas, y á la vez le presen­ta un voto de aplauso por sus patrióticas labores en favor de la Historia de Colombia." El ecretario hizo presente que por vez primera y rom(Jiendo la costumbre de hacer los nombramientos de individ uos de número por votaci6n secreta, se h'lbía he­cho el del r. Arciniega por aclamación. ~sc iacién -Literaria Lo má di tinguido intele tuale cubano, en­abezado en un pl'lncipio por D. rLuro R. de Carri­ca te, lit erato de mérÍlo auténtico, inició en lo co­mi nzo de e te año la fundación d la hoy ya flore-nle A oeiación Literaria r n lernaeional mericana. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. B0GOTA ILUSTRADO 15 Colombia file llamada de de un principio á for~ar parte de dicha Sociedad, y recibió el e.argo de de Ig­nado en Bogotá nue lro amiO'o el poeta Quijano To­rre , quien, porgraví imo inconveniente y á pe ar de u bu no deseo ,no pudo, por en tonce ,aceplar pue - to tan honro o. En lo últimos meses, el Centro prin­cipal de la A ociación, cu. ? actual Pre ~dente e' eL r. Max. Henrlquez Ureña, l11zo recaer dlCho nombra­mienlo en el conocido e critor D. Baldomero anín Cano é te, en a ocio del poeta Gómez Jaime, invitó por gahnte e quela á cincuenta de nuestro ~á sa­liente inlelectuale para una Junta preparatofla, que hubo de verificar e el domingo 28 de Octubre n el Foyer del Teatro Colón. Trein la y do de los caballero invitados e tu vie­ron pre en te y en viaron u excusas lo re tan te . D. Baldomer~ . anín Cano, D. Roberto Mac'Douall, D. Pedro M. Ibáñez y D. A. Gómez Jaime formaron la Me a provi ional. El último de lo nombrados, en bre­ve di curso, manifestó su agradecimiento á lo concu­rrentes y expu o Jos fine que bu ca la sociación, dando en seguida lectura á las partes principales de lo E taluto por que se rige. e procedió luégo, y como era de obligación, á elegir los Dignatario para el Centro Principal que. ha. de re idir en é ta; he?ha la votación e obtuvo el StO'lllente resultado: Pre Idente de Honor, el Excmo. Gen eral Rafael Reye ¡ Pre i­dente honorario, D. Jo é M. Riva Groot, Mini tro de In lrucción Pública ¡ Pre idente efectivo, D. B. an ín Cano; Primer icepre idenle, Dr. . Gómez Re trep~; egundo iccpre idente, D. Roberto l\lac' Douall¡ Pfl­mer ecretario, D. . Gómez Jaime ¡ e undo ecrela­rio, Dr. 1 mael López, y Te orero, Dr. rluro Quijano. Pre entó el r. Sanín Cano u renuncia del cargo conferido, la cual, por unanimidad, no fue aceptada. E te comité dictará el ReO'lamento del Cen tro Co­lombiano, . nombrará á lo individuo que han de formar lo comité departamentalc. Acertadí imos en verdad fU2ron tale nombra­miento ¡ puede decir e con ab oluta seguridad que, teniendo en u Me a Directiva á persona tan honora­bles, la Sociedad logrará vida larga y fructuo a, po­niendo a í de pre enle que en e ta tierra exi te aún el amor á todo lo que lraiO'a el divino sello del rte. La tendencias de la ociación Literaria In ter-nacional mericana, que. a el Dr. anín Cano hizo conocer en una carta publicada en Trofeos, on en verdad bella tendencias. Trátase de acercar y de unir todas la cerebralidades latinoamericanas ha la el punto de hacer un sólo organi mo, fuerte y vigoro o, que pueda poner, sin ayuda directa del europeo, muy en al~o y muy victorioso el pabellón de la literatura; luchar en América por América y para Amérü:a, hé ahí el hermoso propó ito que han consagrado los fun­dadores de e ta hermosa y trascendental aO'rupación. Colombia también pondrá su e fuerzo en tal obra y dará células de u sangre para tal organi mo. sí lo esperamos. Reciban nue tra felicitacione el Dr. anín Cano y el poeta Gómez Jaime, quiene de modo eficaz han empezado su plau ible labor. Itimamente han ido nombrados Vocales del Co~iLé ProvisLOnal Colombiano de la Asociacidn Literaria Internacional Americana: 1. DieO'o Urige; 2. Max Grillo ¡ 3. R. Tirado Macías; l~. Adolfo León Gómez; 5. F. Martínez Rivas; 6. . Quijano Tonles; 7. Víctor f. Londoño ¡ 8. 'láximo Lorenzan a ¡ 9. Pacho Valencia; JO. Emilio Cuervo Márquez¡ JI. Pedro M. Ibáñez ¡ J2. F. Rivas Frade. Audición Victor M. Rueda, arti La de muy altos quilate ha llevado á término, con éxito absoluto n bella obr~ Poestas musicales. ' Cuida~osalIlcnle seleccionadas, están en las pági­nas de tal hbr las producclOne de lo má aplaudi­d. os liLera.lo de Ilispano- mérica, con la intcrpreta­clón mu lcal que á cada una de ellas ha dado el joven compositor. lIcJ'mo a idea en verdad ésta de aunar a í e~ aunación sutil, .en luminosa aunación, Poesía y Mú~ lca; yc fuerzo dlgnodel más fuerle aplau.o, ell'eali­zado por Rueda al da r vida á su idea en e te medio que, de no er cardo y tropiezo, ninguna cosa d~ para las obras de arle. Para que algunas páginas de u libro fueran co­nocidas, Rueda, en la noche del 2, reunió en las ofici­nas de El uevo Tiempo un e cOlJ'ido grupu de arti _ ta é intelecluales. Un cuarteto de cuerda ejeculó las parles de mú­sica. Dio principio á la audición la poe ía de Pacho alencia, Tentacidn, recitada por el mi mo de brillan­te manera ¡ el alma de eso ver o ,leñido en un ama­ble sen ualismo, el alma roja de esos ver os recogida con absoluta fidelidad por el compo itor, fluía con­tor ionándose elegantemente como una mujer que fuese delgada, nervio a, . ensitiva. Para el poeta y para Rueda e talló al final nn aplau o entu ia tao En seguida recitó rcinie as u Armonia lunar, p e ía de una tonalidad muy delicada, de una exqui ita t1ancura-blancura de luna)' de ueño-que el cuar­teto iba canlando en voz baja y len tamente. LuéO'o El Noctllrno: paréceno c'ta mú ica la mejor delli­bro ¡ hay en ella el mi mo vaho de irremediable de-olación que corre por la vena de los verso ¡ la voz de lo vlOline al g ritar : "eran una ola om­bra » .... lo gritan con la misma. anO'u tia que ahían lo labio del mae tro. Obtuvo e' ta parte caluro a acogida. DieO'o rib, con la expre ión y la onori­dad que ólo él abe pre tarle á lo versos, recitó una dulce poe ía. ¡Salve Estella! de Quijano Torre la mn ju:>tamente aplaudida compo ición del poeta Riva Groot, Constelaciones. El oneto, Madre !, al que Rueda 10 0'ró dar una interpretación musical digna de ver o tan obre aliente, fue recitada por su autor, Quijano Torre, con el fuego, con el enlu iasmo que requ iere e te clamor doloro o, nacido de lo má pro­fundo del e píritu. El Dr. Re trepo l\Iejía, por uná­nime exigencia, leyó, acompañado de la mú ica corre - pondiente, y con voz onora )' firme, una prosa de MarLínez ierra, el inimitable e critor. Obtuvo Rueda, merecidamente, lo aplau o y las felicitaciones de todo los que a islÍeron á tal audi­ción. abemo que el libro Poesías mllsicales erá edi­lado próximamente en Barcelona. Que tal propó ito se cumpla, y que vea el arti ta Rueda compen ado debidamenle us largo yeficace e fuerzo , on nue - tro deseo . VARIA (rradecemo á nuestros amig'o, el Dr. rturo. Quijano y el r. B. Palacio ribe, lo amable. con­cepto con que nos favorecen n la revi la que, to­mada de EL Porvenir y de Trojeo, no permitimo reproducir, iquiera ea en parte: " Previa cariñosa y modesta invitación, el poela D. Carlo illafañe reunió anoche en u me a á un nu­mero o gTUpO de ami o ,que fueron ob equiados ma.g­níficamente con un verdadero banquete en que se dts- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. I ' . 16 BOGOTA ILUSTRADO putaron el triunfú ~a delicad~za y variedad de la vianda. y la excelencIa de los lOO . la hora del champagne el anfitrión hizo vo tos por la u pcrvi vencia de la notable revista Trojeos, c u­ya firme apari i6n qui o celebrar de m.odo tan diO'n o, y de pidió cariñosamente á Rafael ESplOO a Guzmán, Mecena. de tanto ' intelectuales, quip-n va á la ilu s tra­< la Guayaquil con la. in icrnia consulare de Co­lombia. tan O'a lana oferta de la fie la con te. taron el Dr. J mael López, ti no de lo Directore. ?e Trofeo.s, y ~ l DI'. E pinosa Guzmán, por cu a fe liCidad y éX ito hi­cieron voto en el errantes di. cur o , casi todo los pre­s ente . El lorneo intelectual no hizo recordar, por el lujo de la iempre renúvada inspiración, la mejore hora de la Gruta imbdlicaj a llí Vi llafañe, Gómez Re trepo, Riva Frade, Diego ribe, Max. Grill o, J a­vier cos ta, Enrique Ivarez Henao, Víctor L Lon­doñO, López, Federico Martínez Riva y Benjamín Pa­lacio ribe, merecieron enda ovacione por poe ía que cada una haría la reputación de un literato. demá dt' lo llombrado concurrieron á e a in­olvidable cila lo re . Clímaco Lo ada, Sub ecretario de Guerra, Baldomero anín Cano, Subsecretario de Hacienda, al entín 0 - a, ubsecretario del Te oro, Iartín R e trepo iej ía, ub ecretario de Obra Pú­blica , Ricardo Tirado l ad a (quien e hizo aplau­dir una elegante oración), imón Chaux, Tulio Quin­tero y rturo Quijano. " Villafa ñe celebró la a pari ci6n de Trofeos y dec:¡pid icí á Reg- el expe r to y deli cado cronista-con banquete de príncipe, :se rvido en los comedores de La M07"ada del Al­líJ1Í110. Yo qui ero vivir segunda vez aquella fiesta ín tima, para lo cual tendrán paciencia los que lean esta cr6nica. De la Pla za de Toros, de spués de emocionarme con una lid ia hermosa , tomo camino de La Morada. E n el vestíbulo rarlotean en ingeniosa causene algu . nos de los invitados, dando tiempo á qu e el brandy Ota rd les si rva de a peri tivo. Vi llafañe nos invita á seguirlo. Todos vamos tra s é l, pasivamente, como carn e ro de Panurgo. on vein te cu bie rtos. Cada uno ocupa e l a iento que It: corresponde, marcado con su respectivo nombre : Baldomero Sanín Cano, Anton io G6mez Restrepo, Víctor M. Lonaoño, Is ­mael L6pez, La x. Grillo, Ricardo Tirado Macías, Carlos Villafañe, Diego Uribe, Martín Restrepo Mejía, Clímaco Losada , Rafae l E spinosa Gl.. zmán (Reg) , J:<.ivas Frade, Valentín Ossa , Javier Acosta , Fede rico Martínez Rivas, Sim6n Cha ux, Enrique A lvarez H enao, Arturo Quijan , T ul io uinte ro y Benj amín Palacio Urihe - e l que firma estos reng lone!>. En el comedor todo es mullicromo: la luz de las lám­paras s,~ quiebra en fantasías caprichosas sohre la crista­lería de las copas 6 se diluye en las burbujas del vino blanco. De los bouqttels se a spira e l perfume afrodisio de las rosas, mezclad o a l va ho de tierra húmeda de los cla­veles .. .. La ironía benévola se escapa de todos los labios; los corazones desbordan un franco y espir itual entusia s­mo que nos hace olvidar por un momento e l peso de la fatiga diaria, pa ra buscar la paz del a rte en nuestros jaro dines interiores .... Empieza la comida. Es un banquete por la calidad de las viandas y por la delicadeza de los lico res. A cada plato nuevo, sucede una COpl de un vino exqui sito que endulza deliciosamente los pa ladares. anín Cano-el eminente escritor y fi l61ogo -ocupa el puesto de hon or ; al frente está el anfitrión. IIay diversos g ru pos formado por la vecindad de unos con otros. Acá, en mi cfrcJlo, Diego Vribe, Martínez Rivas y yo, estamos al habla con Grillo -Las fiestas de toros, digo, es lo único vivo que nos queda de los antiguos. Martínez Rivas refuerza mis palabras : -El esrectáculo en sí es bello porque es artístico. -A mí también me seduce, exclama el autor de Mtlrgarila. El poeta Grrllo comparte nuestras opiniones. Después añade : es medioeval, ciertamente. Escucho risas. ViIlafañe acaba de encender un chúpa- 20 N ú alcanzo á oírlo, pero supongo haya sido de efecto. !'mael L6pez está hablando con Sanín Cano y G6- mez Restrepo. Martín Restrepo Mejía cruza un brindis con e l tíltimo. Los acompañan Losada y Javier Acosta, Sanín y López. Es el momento del champaña. En las co­pas hierve el licor áureo, produciendo un fru-fru de seda, algo como un sollozo que se apaga 6 como el eco de un lloro 'lue se desvanece .... Villafañe ofrece el banquete con palabras sencillas y fácilt:s. Ismael L6pez, en un conciso y jugoso loas!, corres­¡., onde al anfitri6n, exponiendo las tendencias de Trqfeos. Villafañe recita Tt"erra del Alma, que hoy ve la luz en estas página s. E'i un poema cordial, pastoril, con olores de flor vieja y con melancolías de infancia. Trerra del Alma es una lágrima de niño que Villafañe encerr6 hasta hoy en la celda de sus recuerdos juveniles. Es gemela de El wllivo del maíz, porque en todos sus rit_ mos hay belleza y, sobre todo, vida .. . Alvarez Henao nos deleita con su Carcajada del Dia­blo; Diego Uribe con su canto ..él. la laguna de Pedr(} Palo; G6mez Restrepo recita dos sonetos tejidos como los frisos de los p6rticos helenos. Una ovaci6n ahoga sus últimas pa­labras ; Víctor M. Londoño llora su Visión Trágica; Grillo nos dice en Crepúsculos la vejez de nuestras almas. Tirado MacÍas improvisa. Sus palabras descubren nervio, fuego, cora z6n . " Los poetas, dice, deben llevar la lira al cinto, á manera de espada." Yo creo que Tirado Macfas tiene " el valor de tener talento," cosa rara en estos tiempos en que brillan las notabilidades de pega. Rivas Frade es u n paisajista que nos muestra en sus li enzos-La muerle del lorn-un retazo de la vida llanera, con intensidad de color y de lfnea; Martínez Rivas con Do­lorosa me hace pensar en los cándidos encajes de las enaguas, en las medias de seda rosa, en las manos que se sua vizan al contacto de los guantes, en las caderas que se mueven como mimbres de invernadero .... Es un poeta que tiene en sus mujeres algo de las mujeres de Banville : todo en ellas ríe con a legría de cascabeles ... . Javier Acosta, en impronto feliz, despide á Reg Lué ­go e l¡carna su Gallto de Inicz"aczcJ!l que tiene en cada verso esa " embriaguez " que pide ietzsche para las obras de arte. Ismael L6pez nos muestra la vida pagana: Dionisio, coronado de pámpanos, liba en ánfora de oro el vino de Chipre ; yo también brindo mi copa con cuatro palabras sinceras. Me parece que R eg es como Boadil cuando abandon6 para siempre la Alhambra. Evoco mis lecturas, las cuales me dicen que el palacio qued6 triste porque le robaron el alma .... Boadil se fue y las ventas de l alcázar morisco parecen desde e ntonces ojos abiertos que vertie­ran caudales de lág rimas .... R eg se ha puesto de pie !Jara expresar á todos sus agradecimientos. Los ánimos están suspensos de su boca. Lo que ~ I nos dice ya lo habíamos pre vi sto, porque el Presidente de la Gruta Szinbólzca es un espíritu levantado é hidalgo. Después nos retiramos de la mesa, saboreando cada uno el aroma de un delicioso habano. E sta Resta ha sido una comuni6n de espíritus que sie nten bajo diversa!> formas, pero que, no obstante, bus­can en la Be ll eza el estímulo del Vivir ... . " Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. B GOTA ILUSTRAD I PRODUCTOS -y PRECIOS DE VENTA I Bogotá, Agosto 1. (l de 1906 Oerveza Pi! ener, I.lager y Bock, docena de medias botellas ...... ____ . _____ $ 100 - - - - docena de botellas dobles. _______ .... _____ 190 ~ Doppel Stout, docena de medias botellas ____ .... _. _. ____ 130 ~ Oulmbachel: (m~rca rrIGRE), docena de médias botellas ____________ 130 & - T\e~"E~peladOles, " "" ____________ 200 "Ji - RlgwnICa, """ . _ _ 180 - en barril, Pilsener, Lager y Bock, el litro. _: __________ • ____ __ _ . 10 ~ ~ A~ua ~aseosa pura, '. '. docena de medIas botellas _ ~~ ~ ~ Abua ga. eosa co.n dIferentes J8labes,,, "". _ . _. _ b6 ~ Sparklmg BavarIa Rola, """ ___ . _ _ 80 Ginger Ale, "" " . _____ . _ 80 ~ Bavaria Cider (cidra espumosa.), " "" _ 120 ~ ~ Extracto de Malta, """ . _ 420 ~ Hielo, por mayor, la libra .... _ - - __ - __ - _ - ___ - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 6 7W Oarbón .n~i~)eral y vegetal de Zi pacón, vendemos á lo precios corrientes y á do- ~ ~ mlciho. ~ ~ DESCUENTOS SOBRE LOS PRODUCTOS EMBOTELLADOS ~ ~ 5 por 100 en diez ó más docenas . ~ ~ 10 por 100 en cien ó mas docenas 7W ~ PREOIOS: son lo. cOlTiente del día del de pacho aun en el ca o de anticipacio- ~ ~ ne ele dinero. ~ .&l BOTELLAS: vendemo y alquilamo. botella: cervecera.'. . ._ 't!\ BARRILES: Para la venta de nue:tra cerveza t'11 barril hay bande de de C111- ~ ~ co litro. W ~ OOROTIOH y L UPU LO: vendemos dc muy bllenn calidad y á diferentes precio. * . OBBA DA: Oomprarnos al contado y á los mejore precio de la plaza graneles ~ calltidades de cebada en grano. ~ Dsut h Oolumbianisohs Brauarai G. . b. H. ~ El Csrsnts, LEO SIEGFRIEO KOPP ~ ~~~~~~~~~~~~~~~~~ ~~~~. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. DOGl'olo Lcgi laliYo 1I(lIllcro 17 do (006 (12 DE SEPTIEMBRE) obre Prensa El Presidente de la República de Colomb/a En uso de sus facultades constitu­cionales, nEcRETA TITULO 1 D¡'spoúáones prelz"m¡'71ares Art. 1.° De acuerdo con el artículo 42 de la Constitución, la Prensa es li­bre en tiempo de paz, pero responsa­ble, y se regula de conformidad con las disposiciones del presente Decreto. Art. 2.° Todo libro, folleto, revista, periódico, grabado, etc., llevará ins­crita la fecha de su publicación y el nombre del establecimiento en que se hubiere editado. Art. 3 ° Ninguna empresa periodís­tica podrá recibir subvención del Te­soro 1 acional, departamental 6 muni­cipal 6 de Gobiernos 6 de compañías extranjeras, á no ser que en este últi­mo caso medie el permiso de que tra­ta el artículo 42 de la Constitución. Exceptúanse de esta disposici6n las publicaciones de carácter científico 6 literario, y las hechas en países ex­tranjeros, cuando en el\as se trate de defender la honra y los intereses na­cionales. Art. 4.° Los escritores públicos pue­den tratar libremente y discutir den­tro de los lfmites del presente De­creto: 1.° Los actos oficiales, los asuntos de interés público, y las reformas que es­timen justas en la legi~laci6n; y 2.° Las candidaturas para puestos de elecci6n popular 6 parlamentaria, mientras ellas no hayan sido renuncia­das. Habrá amplia libertad para discutir todos los actos de la vida pública de BOGOTA ILUSTRADO los candidatos, dentro de los límites de la moral y de la decencia; s610 quedan prohibidos los ataques á la vida privada. TITULO II De los I'mpl'esores Art. 5.° on impresores el propie­tario, el administrador ó el encarga­do de un establecimiento de tipogra­fía, litografía, grabado, etc. Art. 6.° Todos los propietarios, ad­ministradores 6 encargados de impren­tas establecidas en el territorio de la República, tienen el deber, dentro de los ~esenta días subsiguientes á la pu­blicaci6n de este Decreto, de informar al Gobernador del Departamento res­pectivo y al Ministerio de Gobierno, por medio de manifestaci6n escrita en papel sel\ado, acerca de lo siguiente: 1.0 Nombre del lugar donde se ha­lla el establecimiento; 2.° Nombre de la imprenta; y 3.° ombre y nacionalidad de su propietario. Art. 7.° Cuando una imprenta cam­bie de nombre 6 de dueño l'e comuni­cará á los funcionarios de que habla el artículo anterior, dentro de los cinco días subsiguientes á aquel en que el cambio se hubiere verificado; y las imprentas que en adelante se estable­cieren qupdan sujetas á dar el a viso de que trata el mismo artículo, dentro de los tres días subsiguientes á su ins­talaci6n. Art. 8.° Todo dueño, administrador 6 encargado de establecimiento tipo­gráfico, de grabado, etc., queda obli­gado á enviar al Ministerio de Gobier­no, á la Secretaría General de la Pre­sidencia de la República, á la Gober­naci6n del Departamento respectivo, á la Biblioteca N;tcional y á la Prefec­tura de la Provincia, el mi mo día de la publicaci6n de todo libro, fol\eto, revista, peri6dico, hoja volante, gra­bado, etc., dos ejel'\lplarf's de tales pro­ducciones á las dos primeras de dichas Oficinas, uno á la segunda, tres á la tercera y uno á la última. Estos ejem­plares circularán libres de porte por las pstafetas nacionales. Art. 9.° La contravenci6n á lo dis­puesto en el artículo anterior hará in­currir al responsable en una multa de cinco á veinte pesos en oro, que im- . pondrá cada uno de los Jefes de las oficinas nombradas á quien se omitiere el envío. Art. 10. Es prohibido á los dueños administradores 6 encargados de los establecimientos de que habla el artí­culo 5.°, dar publicidad : 1.° A producciones an6nimas 6 sus­critas por un pseud6nimo, siempre que no sean artículos de peri6dico, sin que la firma aut6grafa del autor figure al pie del original respectivo, el cual, lo mismo que los escritos llamados ori­ginales de imprenta, conservará en su poder durante un año el dueño del es­tablecimiento. Las publicaciones ofensivas de ca­rácter personal en hojas sueltas, re­mitidos 6 comunicados, deberán lle­var la firma de su autor; 2.° A producciones que no llenen los requisitos determinados en los artrcu­los 15 y 19 de este Decreto; y 3.° A publicaciones que hayan sido suspendidas por la autoridad 6 que sean regidas por un director inhabi­litado. Art. 1 l. La violación de cualquiera de estas prohibiciones será castigada con alguna de las penas señalada~ en los ordinales 1.°,4.° Y 5.° del artícu­lo 36. Art. 12. Los originales de que trata el ordinal 1.0 del artículo 10 s610 se entregarán á la autoridad competente cuando ésta así lo ordenare. TITULO III De los periodIstas rt. 13. Son periodistas el propie­tari ) del peri6dico, el Director de él y los redactores y colaboradores. (Continuará) r~~~~~~~~~~~ I:I.~ ~~iHli ~ ~ hac saber al público que disolvió la Oompañía que te- ~ ¡nía con el Sr. Buenaventura Landínez, cuya n1arca de ~ cerveza era conocida con el nombre de o o SUOURSAL DE LA OAMELIA BLANOA También advierte á su nlunerosa clientela que ha re­suelto hacer nu va :ebaja á los precios actuales de la * CAMELIA BLANCA ~ - obsequio que hace con mucho gusto á sus favorecedores. ~ ~~~~~ ~~~~~~~ ~~~~~~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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Bogotá Ilustrado - Serie I N. 1

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Imagen de apoyo de  Significativa manifestación de la opinión pública de una parte numerosa de los habitantes del Departamento de Soto, al Ciudadano Presidente de la Unión, por el legítimo órgano de las Municipalidades

Significativa manifestación de la opinión pública de una parte numerosa de los habitantes del Departamento de Soto, al Ciudadano Presidente de la Unión, por el legítimo órgano de las Municipalidades

Por: Guillermo; Reyes Forero B. | Fecha: 1885

Conjunto de cinco manifestaciones que varios ciudadanos del estado soberano de Santander envían al presidente Rafael Núñez, en los que tocan temas referentes a la lucha armada que arruina la riqueza pública, solicitan una reforma constitucional y elogian la gestión de Núñez como presidente, al punto de considerarlo el ""Segundo padre de la patria"".
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  • Otros
  • Ciencia política

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Significativa manifestación de la opinión pública de una parte numerosa de los habitantes del Departamento de Soto, al Ciudadano Presidente de la Unión, por el legítimo órgano de las Municipalidades

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