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Colección institucional

Hemeroteca Digital Histórica

En esta colección encontrará publicaciones colombianas y extranjeras, editadas entre finales del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XX. Estas obras ofrecen una gran riqueza documental, derivada de piezas únicas y grupos de publicaciones de diversas ciudades, que abordan acontecimientos políticos, económicos y culturales específicos, como el proceso de Independencia nacional.

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    • 8 Libros
    • 19563 Prensa
    • 1219 Publicaciones periódicas
  • Creada el:
    • 15 de Julio de 2019
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Imagen de apoyo de  Biblioteca de Señoritas - Año I N. 37

Biblioteca de Señoritas - Año I N. 37

Por: | Fecha: 26/09/1858

• • • • ANO l. Bogotá, 16 de setiembre ·de 1858. NUIVI. 37. = . Bole:in sema~al. . ~ c~r~o la~. de ChateaubrianJ_,Lamal'tiuc, Víctor Hu-on el pr sente nutnero terlntna ,l t e r~er tnrn es~ go 1 Bctanger, se encue ntran e1: toilo .s Jos es tantes tre de nue tro periódi 0 ; i no otros cr e tTl GS h aber de cuan t os s· bcu l~er e ~ s u patria. . . . Uenado 11uestro d bcr en cuanto nue .... ttos propio~ Ese purauzente l~tera,rzo no ~a po(lldo,pt:e.s, s1~·n1 .. recurs os no~ lo han pern1itido. i-Ietnos trabaja l o ficar s1n.o nteramentc estrauo a In, ... P~ht1ca 1 las casi solos} pue , con scepcion de algunos pocos personnlrd~ues. ~ü e no; pue~; un p e,r~o c hco. qne no an1io-os con cnua colaboracion. he m o~ contado ¡ a se oc upa 111 de literatura, nt de pobticn, 111 de per-o .l ... ' l' l 1 1 1 ' 1 ?. cuya gracia i t lento debetnos, sin duda, toda Jn pe- .. on? tt a<. e~ i te qtH: se ocupa, c0n 1111 &:ntos. pularidad de que goza naestra n1 odesta e inocente ~lat llt'ia lttcr.atura, ... n.o conoctda por los at~ttgu~s, publicacion; aquellos de nuestros escritor s, de Los tnventacla por le. pn·ttu frances. 1node rno, que .s1n a~antes de literatura,en quien e s mas espenl.bamos, ~ o~uparsc 1:eaJmente de nada, nJ t ~ n c r tendenc:as, s1 no nos han atacado en los corrillos i aun por la 111 pretensiones, s~ .ocupa de. todo, 1 todo l~ .cuenta! prensa, nos han d estleñaclo conlpl tatncnte, pensan- lo co.rne!'lta, lo. cr1~1ca ~on c1er~a soltura, l1Jer~za.1 do tal vez qt~e h e n¿os querido Jl e narflos de gloria i au.n llHilfercnc ia, 1 con sus chrsg ue~ es .. de sal 1 pl­de dinero con 'SUS pro ucciones. i Dios sabe c¡uc, m1 enta d~ cuando en cuando, pero 1noce1~temente. en cuanto a gJoria, no a piratno~ sino a la de nues- Es una hteratura; qu~ es~ la .v e rdadcr~ ltteratura, tr:o pais; i en cuanto a dinero, por rnui bjon serví - lo _que la conversacton. lisa .1 1lann, v•vn, ~legre, dos nos daríamos si, con el producto de nuestro clu ... t ~sa. de los snlonc~ 1 ~orr1llos, es a un d•s~urso trabajo; pudiésemos cubrir, al fin de cada tritnestre, acadenliCO o a la rnemor1a de aJ g·u n ~ecretar1o\ de el. valor de la impresion solamente. Que estos ca· tres o cua~ro n1e~es de labor. Es .una li~eratura que balleros no lo teman, no vol\·eremos a itnportunar- nos? .sost •. e ne s1no de la actuahdad, ~1n pen.sar en -los; i que aquellos buenos amigos, qu e conocen pr e t e r~to n1 futuro ';. qu.e s~ tnuerc el m1smo _ella qu~ nuestras intenciones i nuestra humildad, sigan uyu.. nac e,. ~ renace al d.Ia s1gutente de sus proptas c~nl­dándonos. No será a nosotl'o , no, a qui e n es darán ~ zas. E s , para d ec u·l~ de u~a . '~ez, el dague.rl:otlpo honra i provecho, será a su país. el~ la char~a de la soc1e~ad <::J ~lltzada : su mJsion es L · d. 1' · r. · 1 . • <.ltstraer entretener no 1nstru1r. os perló 1cos po 1t1cos 1asti C 1an a nuestra soc1e - I l ' 'l 1' 1 t 1 t · · n N ~ d h ..l • • • , ; ternos -1 e nac o 1a a u 1ora es a mislon f o- ua , arta va ue cansancio de ou· esa gnter1a en.. v · · -o d d · d 1 b · t. 1 II ll 1 sotros responderemos. qae, en cuanto a no Instrutr, ~or ece ora e pa a ras stn ... en IC o. - e mos ecr a c o ... ' E · e n t · d · · l "t. t l o t ~l la h e tn os ll e nado de sobra. ~ n cuanto a d1strner n J a e r1a e oruan1zac1on po 1 rca a a pu n o . · l · h · d ·.o . . 1 . 'bl ·' 1 en tr ctcner, n egado, por tnas que a gunos suscr1 ... que acten o 1nnecesar1o 1 ta v ez 1mpos1 e Jr 1 • • • • • · ' d . tares, a11lna--- Jenerosas 1 curJtattvns, nao:: chg-an s1em .. mas a elante, no perm1te tatnpo~o r etrocede r. Por ., II b , · t .... 1 B.b'-1. t d . . . prc: ·· i - orn re. que prec1o~a e'" a a 1 10 eca e eso son tan m e'nosprectadas Jas publtcac1on es que S·' , · , , 1 t 1 , . es ta se n1a na. 1g·a as1 1 v era como Sl es o-us a . nos qu1eren hacer })roo- r esa r a empellones hasta lo ' ~ .. fi ·t 1 o . h t d pues tenemos argurr1entos e n contra en cstrcmo 1n ni o como as que nos qui e ren accr re roc e er . 1 d 1 · ' 1 l..! t 1 ... 1 1 1 · · llT ec u sab es: al cobrar a algunos d e nuestros sus-e rn1smo moco uas a a epoca<. e a co on1a · 1 p or · 1 ·1 1 1 · · J - 6 d· · l · b t. 1 ' ll critores o s DIEZ ItEALES del va or c. e a ~uscr1c1on , eso os p e n 1cos senos e e atn os par t e os no e- 1 l 1 ,., · · . . . 1nn ese ama c. o : '' .L o1ne, ·¿ que 1ne borre~¡! no 1nas, nan en el dta sus columnas s1no con precios co- t ,, "1\T L l · ¡ · b... · · u .. t t · · ~;..1 J t · · · · l 1 E no 111,as • • • . o 1. .. o e r o~ 1utr¡ a, 1. o r~retne s~ qutere. men es, no tetas ue es ranJero 1 cron1rns e e os • s- "" . · ~ . · · .1 "" t d L d . · l't. 1 1 • d I con1o esto suscnto1es, por su posicJon e 1 u :stra-a os. os Iscustoncs po 1 teas os co ma11.·1an e . . 1 "d , 1 · 1 d t .. · · · t c1on, e ran ue Jos que mas esperanzas nos daban, r1 ICU o 1 (tC espres IJ 10 consJo-u 1enten1en e. . . • b __ . . ! corno no pode1nos suponer que se hayan hecl1o ~o.r eso La .Btbl~oleca ~le .Senorttas es. t.an .b1 e n borrar por la crogacion de los DiEZ RE~ LES; hemos 1·ecJb1da en el Ilustrado ~ubhc~ de la cap1tal, 1 por tenido que convenir en que no hemos llenado eso cuenta con tanlas sunpattas en los Esta dos, nuestra mi ow io n sino en lo tocante a no instruir. E s.iéndo. hasta ahora el único pe riódico pu~am e ~te íbamos a quita~ la vida a La J3iblioteca, aJ concluir l!terar1o, que, despues de nueve n1cses ele ~x1stencH.1, el trimestre, cunndo varios amig·o s nos han instado trene es.peranzas de costear sus ~astos 1 de tener tanto a 1 u e siga!nos: que hemos resuelto con1 pla- 1ar.ga v1cla, apcsar ae tan escasa pttanza. cerlos, ofreciendo a nuestror-:; fieles suscritores poner Pero h e rnos diclto1ntra1nente liteTn:rio, i no dejará mas cuidado en entrcténerlos sin instruirlos; en de haber alguno élc nu e stros malquerientes que tenerlos al corriente de cuánto se pase; en darles, e ... cJame : '!¡Bonita literatura ••.• de cocina!" I e ro hasta donde alcancemos, producciones amenas, i en le hcanos cojido la delantera. u es ~n C'ulrso de fastid~arlos lo m é nos posible . .litetatu1·u. de La rnarti ne el que h e mo~ emprendido; .1\ los susl~ritores que pag·uen un setnestre ade-nb es r ega lar a nuestro pais con obras corno las d lantado se les dará l{tatis el trimestre ~encido, ca- Caro, Várga ... , iadrid., J. Ortiz, S. Pére.z, J. Arbo- tno tnrnbien Ja nov'é lita intituJada Jos é de la CTÚ leda, R. I>ornb9. r ... o habriamos sido, ni s:.rezues Rorl, ·igue, que ~e ha tnandado ünprin)ir en Pa.ris, jamas capaces de ello; pero tatnpoco ~a sido e e en n1agnifiuo papel i con veinte lindos grabados nuestro intento. Mucho tie1npo se pasal·á áJ:¡tes de sobre madera, dibujados por ,.fórres, sobre costum­que una p.ubJicacion semejante pueda tener ¡nas de bres del Mng·dalena. E ~ ta novclita i los figurines una veintena de lectores entre nesotros ; con1o se mensuales de las modas de Paris; se lPs dara n g·ra· pasará much~ tiempo ántes de que las obras de tis adernas a Jos lleToicos suscritores que hayan tfaro, V árgas i l\1adrid, se encuen~ren en todos los aa-uantado un afio favoreciéndonos. ~antes.de la jente civilizada de nuestra sociedad, En cuanto a los errores tipográficos ,~ de que está • • • • • ' .. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ' • • • • 2 .BlB LlO'l, EGA DE SE ORI'l'AS. • , plagado el trimestre ve_ncido, _co ~o n o han p~·ovc- ? qu~ que damos,se ñ?res at:tagonistas 'l no hai_ forma nido sino de nuestra 1n cspene ncJa en n1atena de posibl e para la muJe r? S1 a l hon1bre le fuera dado j 1np1:cnt-a, cada dia irán dis1ninuyéndose ma.s i mas; e l poder forn1ar a la tnujer a ~ u antojo, habria de i en cuanto a nuestro estilo chabacano, e J estudio i darle todas las formas posibles i al fin Ja dejaria Ja pr!ictica l o irán tn eJorando cqnstantemente. tal corno eJla es; porqu e ese ser que tanto Jo ator., En cambio de todo e sto i qué exijimos de nu es- rn c nta i s in el cual no pu ede vivir, necesita de sus tros suseritores7 Que se hagan un po co, no mucho, caprichos, d e ~u Indolencia, de su inse nsibilidad, de de la vista gorda, sobre nu estras debilidades i d e n su rigor, d e su d e bilídad1 en .fin de todo cuanto la los DIEZ REALES d e l trim estre sin e nojo i anticipa_ constituye, para mantener el mundo en equilibrio. damente, o nos declaren con ti e mpo sus intencion es i Qué fuera del globo terrestre sin sus fuerzas cen-dc no seguir suscribiéndose. trifuga i centrípeta 1 . uestros ajentes ... e servirán tambien r e ndirnos Pero volvamos al v e rdadero tema de nuestro ar .. sus cuentas con alguna puntualidad, pues de otto tícula, que es la friv:olidad de la mujer: i oigamos nos faltará el nervu,n~ 1·erum gerendarum, i tendrc- al orador de los corrí llos, cuando habla de la socie­mos que morir de consuncion, corno todo el que se dad en donde se ha div-ertido a sus anchas, porque proponga vivir esclusivamente de la publicidad i siempre la encuentra atrasada i fastidiosa. del cxámen. :' Es lástima ciertamente, dice, que esta sociedad ---De crónica nado pod e mos decir hoi, porque es~é tan poco adelantada; i vean ustedes, todo con• realrr1ente nada ha ocurrido. Se reunió Ja A~atn- siste en la falta de ilustracion de las señorilas1 por., blea Jejislati va d e l Estado, ro qu e poco nos impo rta. que el hon1bre naturahnente desea agradar la•, i El "Tunjar-Nezos " ( not illustrated) no habla de para c(Jnseguirlo neces ita tomarlas co!no ellas son, Ievolucion sino de paz; aunqu e aquí se cree que hablarles de todas las futilezas que fortnan el ali­por Boya e á están a piqu e de r o tnper ~e !as cabeza . 1nento de sus conversaciones favoritas, i que al fin Se habla tatnbien ele un caso de Lineh-La\v ocurrí- acaban }JOr embrutecer al hombre mismo· Pero do en c J Cocui; i nos l1 e n1 os r esi~t ido a creerlo p o r qué se ha de hacer 1 Yo mismo, apessar de mi na-­ser es te un puebJo hutnnno i civjlizado. En cuanto tural repugnancia por estas frivolidades, he restl'e!ta a la aplicac1on d e este parto dell ejisJador yanke e, proveerme de todos los cuentecillos mas vulgares la creen1os convetiieHte en nu estro pais, i esto en que he podido atrapar, sobre crónica de los amorce­en stnno grado, solamente para los suscritores rno- jos de la ciudad, i conozco ya hasta la moda de los rosos, o para los que se retiren, o para Jos que no trajes de franjas, que creo que es la últim~, porque paguen. E~, e n nu e stro humilde i hutnanitario con- ) t e ngo in~ e ncion de no quedarme callado en las ter­c epto , el único crímen que la m e r ece ; i si no nos tu lías venideras; i como si fuera recopiJacion de le­equivocan1os, be1n o s )ciclo en aJ rr una parte, que · y es, me he apr e ndido de memoria todos los modis­Linch, siendo p er iodista i viendo al fin de cada tri .. m os i frnse5 estravagantcs que se sancionan cada tne .. tre la falanje de suscritores que d esertaban sus dia, para no tomar las derog·adas co1no vijentes, í filas, fué que p e nsó en su fatnosa le i, que despues, caer en el ridículo que tanto temo. Es el único me-. tal vez a su pesar, ha s ido adaptada como panacea dio de hacerse oir de !as n1uchachas v porque si se universal en rn ateria de ca ... tigo. l es hablo. d e pintura, no conocen ni la escuela mas ) r e nombrada, si se l es habla de música, conocen so- Es culpa de los romlY.res. ,¿ lamente las polkas i los estrauss, que tocan jeneral-mente sin compas ni espresion, pero desconoce_n ab- . . ARTICULo SEGUNDo. solutamente l os principios fundamentales de este ar- . 81 la muJer es .. ~rívola es p~rque eJ ?on1bre es te, i en cuanto a literat~ra, han leido las nov~las de Jgnorante: esto ~IJe en_ 1111 pnmer arttculo sobre ~ Dumas, que las entret1enen aunque no las Jnstru· los h_ombres, con lntenclon de . hacc_r algunos razo- ~ yen; por consiguiente se encuentra sin auditorio natnicn.tos para _poner en ev1denc1a esta verdad, / entre las bellas e l que qui e re fomentar una eonYeJr­prometlendo mu1 buenos resu hados en favor de la sacion en este sentido. En Europa es otra cosa·, m~jer; pero habiénd?me alarg-ado mucho en la pues Jos que han estado allí dicen que Jas señoritas pr1mera parte del anter1?r artículo, hu be de res?lver- conocen mui bien la historia, la jeografín i que cul­me a ha?er otro, que ~1en merece la pena? s1endo ti van las artes, que sus conversaciones son instrutic­la materia abundante~! las razones tan ób>v1as. vas e interesantes, que no sucede Jo que aquí, en Los l1ombres se pierden constantetnente en di- donde a falta de materia que sosteno-a una conver­gresiones sobre la n1ujer, a qui e~ e ncu e ntran siem· sacion,se discute a las personas hasta 0 que todas se las pre llena de defec to ~ , ~arque olvidan, tal v ez, que · aprenden de memoria. 1 Jo peor de todo es que yo fué_ formada de la costilla del ~o m ~re, i por con si- no encuentro retned io para mejorar esta sociedad, i gut~~te . enteramente hu tnana 1 SUJeta a todas las que las mujeres siempre serán frívolas.'' dcbi!Jd~des del ~ombre, que adol,ecc tan1bien de al- Si algunas de mis compañeras no han oido a Jqs gunas In perfecciones. Como en toda cuest1on en jóvenes del dia e11 esta clase de conversaciones, se· 1ue _se procede sobr~ ba_ses falsas, l~s .argumentos pan que esos sos los trozos de elocuencia con que son Jeneralmente fl?JOS 1 las contradicciones se su- nos regalan, creyendo hacerse conocer como hom­ceden con mas rap1dez que las palabras que se pro- bres amia-os del progreso i llenos de erudicion, sin nuncian, a una niña candorosa, sencilla i que habla caer en la cuenta de que se presentan como Ja obra solamente lo necesario, la e ncuentran n ec ia ; a la maestra de Ja ignorancia. Porque i·cómo es posible que habla con desernbarazo i con esac;titutud sobre concebir que el hombre, ese ser fuerte por escelen­toda materia, la apeJ lidan bacltillera., i a la que los cia, intelijente 1 capaz de todo, no pueda conducir entretiene con las modas de! dia, con Ja crónica de a la mujer a la altura de su ilustracion: así ~ como los amorcejos de In V€cina, sal picando sus relaciones ella la eleva a la altura de !US sentimientos '1 Por con graciosos comentarios, la bautizan sin conside. qué es tan débil, que se deja arrastrar por Je~s frivo· racion con -ej poco galante nombre de frívola. i En ( lidades de In mujer, en vez de rechaznrlaa, ofrecién- • • • .. • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • IBLIOTE A D E SE ORIT AS. Pedro i Pablo. d o le en c a an b io s us ólidos .co n oc imi e nto s ~ Si n o flu e ran elJ os los prim e r os n in ici ar es a s conve rsa - IIISTORIA VEReD A D ER A . cione s insu~tancinl e :s i d cs abridns, para obte n e r las . oonrisas d e la muj er s o11ris a qu e sonj e neralm e nte P e dro 1 l a b l o era n dos h e rmnn os qu e se dieron contraccione s d e la fi o n o mía en que no torna par· d e ~ escozones sobre e l cád~ve t : de s u padre. Q u · te el alma .. si e n v e z de trata r d e produ c ir irnpre - e ·c an da l o ····· ! Pero que t ie n e de p a r tic u lar~ · , >e d t · · ~nones pasajeras, qu e n o da n p o r r esultado ~ino e l ua_n o u n o e e es?s vn:JOS q ue, s cg· un .Byro n , se inmedtato olvid o d e l qu e las pro d uj o, qui ... ie ran o b stinan e n no m<>r irse, tt ene ,l 1e 1:ede r os i al go q u e ca¡tarse una e~tilnaci o n · si c o n ese tino natural al esos h er-ccle l'OS am an n1 as qu e a los viejos parien t es hombro instruido prom ~ vi e ran la s cu estion e s d e no s e sa b e s i e l. d i a du la mu e rt e d e e., t os es Utl d i~ fondo que tan fáciltn e nte int r es an i g u s tan;f e n fln , . ~ e du e lo, un cha de malvado júbilo o un dia d.e ri­si buscaran aplausos e n v e z d e so nrisas, lns rnu jer e s u a s. abandonarían la friv o lidad qu e tanto n os r e proc l1an, D o n Anse lm o, padre d e nu e stros h é roes , c e rró i el hombre no t e ndria qu e l a n1 e ntarse d e las in co ns- 'el ojo, i sus d os hij os a brie ron Jos s uyos co tn o nun­tancias del b e llo s e xo, p o rqu e lo qu e e s di g n o d e c a .. !-l a bia e n la c a s n un escapn ra ton tn as a nt ig u o admiracion se an1a ie n1pr e . qu e e l Jibro d e los Vedas, i de ntro d e él a l rr u nos Siendo la mujer d ~~bil por constitu t io n, es se nsibl e , s ac os repl e tos d e a1narillas L o d c 1nas e ra n b c h is­inpresionable i dócil para el aprendizaje de todo m es, cachivaches de p oc a n1onta. Ante s d e po n e r se • Jo buenQ, cuando se le e "' timulá con 1 ej e mplo, i se ga s a e n Jos son>br e ro s , P e dro i Pablo pusi . ron nla­Je anima con la id e a de alcanzar la perfe ccion. Na. nos en aqueilos confinados sacos, qu e vi e ron la luz da es mas fácil f(Ue ilu ~ trar a Ja muj e r: basta so- d e l sol cuando su du e ño d ejó d e ve r la luz d e l mun­lalnente acostun1brarta a la le ctura de los libros sa- do . Por supu es to que los sacos n o fi g ura r o n e n ]os nos i de principios útil e s o bre Ja vida social (qu e bi e n e s d e la rnortu o ria, por t e n1 or d c J d e r ec ho· d e debian procurarle s.usjóven e s tnnig os) ; d esp e rtar e n n1anumj s io n ; qu e e s p eo r qu e los g u ard as e n l os "ella el sentimiento de lo b e llo con et cultivo de Jns día s d e J n1 o nop oli o d e l ag uard ie nte o de l ta b aco. arte., que la di ... tcaerian de las frívolas i necias con- Que daba al g o rr1a s qu e dividir e ntre los do"-" he¡¡·­versaciones sobre crónicas dornésti cas i varia c io n e s tnan os ; i e ntre esa s otr a .~ cosas, h a b ia un ca ball o d e de las rnodas, i hace rl es conocer que las cualidades pa ·e o, que e l du eñ o de cas a ¿) re pnrab~'l para u na rj ­que se adquieren con e l e studio, son rnas atractivas >fa por el _d o b~ c d e su valor, i uua b e rrn os a vn cn., i duraderas, que las perfeccion e s f1 .sicas que da la < q ll e por ci e rt o se haJ labn , c o rno s e dice h o i d e !as naturaleza. s o lv~ ranas e ur o p e a s, en t's tado i n teresante. El estudio del idiotna patriG i et de los c s tranj e - P e dro, a títnlo d e h cr rnano tnayor, o a t ítulo d e ros m'ódernos, el de ia historia, )a jeografía, la mo- Pedro s olam e nt e , tomó al ca b aUo para s í , d e s eoso ral eristiana,la música i el dibujo,bastan para formar d e albo r otar ln s cnl1 es i d e hace r a s o mar e l d o tnin ­Ja mujer distingnida de la sociedad. Que Jos hom- g0 a. las ve ntanas a mt' s d e una b e Jl e za d e C]U i n cc bres sepan estimar estos conocin1i e ntos en las mujc- a ve 1nt e afi o ~. P a blo qu e ria ta1nbi e n e l caba l Jo: res que los obtienen; que ej rzan una saneion seve- discutieron a estilo de nu Pstro país. P e dro trató a ra solo con ia• que los hqn descuidado1i se encontrn- Pablo de in1b é cil~ n1i~ e rabl e , ind e cente , &.a, & a rán en poco tiempo en medio de,un~ agradable so- raz?ne~ todag en ~stremo convincentes; p e ro Pablo • ciedad europea, que echan de anenos sin haber co- t e.nta s1n duda la moJlera tan c e rrada cotno lo ha-nacido~ RuFJNA. b~a estado el ese a para ton de los sncos consabidos , i • A Rafael Ponce. To be 1 or not to be, That is the question. SaAk~tsPEARE .. l No existes ya' .... i Tu espíritu qué se hizo1 f, Tu tnajestad~ tu ser se disipó ? t Qué fué de tu talento, de tu hechizo 1 t Tu amor tarnbien •••• Tu atnor tambien nluri61 Un flébil eco por el aire vaga: tEs el susurro de tu voz di vi na~ Un lán1po briUa al sol i no. se apaga: Es tu espléndida faz que a Dios camina~ Te llatna el ai de esposa idolatrada-, Te evoca el llanto del hijuelo tierno-, Mas .•• ¡ Oh! la Eternidad no escucha nada! ¡ j No responde lo eterno ! ! t Ya no vuelves jamas, ya no suspira El nlma tras el alma que la ha amado~ t, En Ja lóbrega tuaba todo espira 1 t Será quimera nue~tro BIEN DESEADO 1 ¡No! •••• que tu mente, tu virtud, tu amor, Van mas allá de la rejion del duelo ; Y a tu alma se reposa en el Señor ¡ Eso e.s vivir 1! •••• vivir allá en el cielo. GREGORlA LOGAN. ~ en vez de darse por vencido, o por muerto corno < ahor~ ~e dice, reba~ió l?s argn m en tos de su h e rma­S no, d lCiéndole: arbJt rn r1o, cnnnll~, usurpador, a m bi­S cioso, JaJron i otras demostraciones tan claras como me li_fiuas. i Qué ha bia en eo.;to de estraño 1 • •• t. ro se discute así en las hojas sueltas, en los periódicos mas graves, en {as asanlb(eas d e los E ... tados i en Jos congresos anismos ~ • •.• Sin duda; i Pedro i Pablo no eran tnénos que nuestros escritores ni in-ferior~ s a nuestros diputados, h o nor que no l1a bian obtenHfo porque en su Ilarroquia no alcanzó e n ~ ciertas eJ e ccionC's el pa pcf de la '"' tiendas para hace r ~ las boletas nec e &'lrin~ para obtcu e r mayoría ••... En su m a, nuestros héroes se d jaron de a rrru m e n ­tar con In lengua i ~e agarraron a aro·umGl;tar con las roanos i los piés, i ~e d• ~ ron de puTindns j d e co-s c.es para probar el nlt ;jor d e.rccho po~ibl e . 'l~an1po co tJ ene esto naJa de raro. Cuando e n e sta t 1 e rra u n partido se encan:una en el poder i sobre las cnjas en que se guardan las rentas réc:tudadas. el o tr o o tos otros,. le arguyen poco mns o m é nos co~no argu ­yeron prtrnero nuestro~ dos h e rmanos; i si eJ enca ­ran1ado se hace el sordo, los argumentadores toman por bocina un fusil o un cañon, i le hacen ver mas de cuatro cosas, no solo por los oidos siQo por todo el cuerpo . Ped:o te~ia asido a Pablo de los .cabellos, i e , le le hab1a ab1erto en la boca otra boca.pcrpendicuh1r • • • • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • • • • • 4 ...... - tTt iq u j a so d e su h r ­ían un g nrra fon e aJa nat ura l: que Je hahia pu e .Jo la c ara el e l a vi st a n rn b e llis itTl:'l al Jnuji d o s de Jt ída~ cu an do , a l os clesco n1nnal c" g l' !t os de á n1 - m asa va a , 'U ·a s uhr . pnr bos, ent r ó e l doc t o r 1 rn d ncio, de n tn b os p nd r ino , 11 , cta r. i ~o d ej 6 de sorprend e r~c ni v e r J o~ e fecto .. e~ e l c ~ olo r ( 1 at!o b a~l · d g·.ozo nl v r u 1 p¡ 1?taclo animalejo fillal, d e tno. trado d e un n1od q tan ~ rr c s ivo 1 p a- q u se hnbr n níia d Hlo n ~n hab e r, 1 n1u cho nHl"' al t é tic o. 1 ve r aqn c l!a s u b r es que )e pr o n1 e tinn ton sabroso =--\Tarnos, vamo$, le s dijo , ya ese 1n a l es irre n1e- cn fé p a ra los d esa y un o s. 1 es d e e se dia Pablo tu\'o dínble. L~ vida hun1ana ti e n e s u t é rn1 i n o i 1n i com - 1nas fé e n s u p a drino: i e~ p e r ó en el por\re nir, mién ­padre tenia ~ya sus años.... tr ns que s n h e rtnan o se ''o ~via lo c o haci ndo n1ona - -Qu é años ni qu é d e n1onios d i ce U . p ad rin o, das to do s los don1in gos, i Jo s no do1nin g os, ya de dn .. esclnmó Pedro: t no v e U . qu e e s t e c anall a qu ie r e · d)r i ya de oT ejon, para JJnmnr las m1radas d es /ion­quitarm e el caballo a tn{ qu _ ; xn o nta r tan ndrni - ~ n cs rl e la 7Ji lle. l·abletnente? .. ... ~ El caballo ti e ne sus adhere nte s : la bella silla -Eso es lo qu e s tan1 os e .xnminnndo~ rcs p o n di6 d e h o contú , e l lijero i clcg atltc galápag·o ingJe~, Pablo 1nedio ~ho g ndo p o r la có t e r a . Yo t e p fobnr ; un calzo n á la d ern i é1 ·e, una ensaca á la de1·ni é·re, que tnmbi " n s é m o nt a r ~ i di c i e ndo c:- t o ~ le di s pnró lllHl lind a bota d e cb a l'ol i tnfil e t . 'l,odo esto ata­a Pedro un soplatno cos tan acentuado, que ~i e l d oc- caba ,_n bolsa i Jo hacia entrar n serias discusiones • tor f_)rudencio no Jo eqtor b a; le habría vuelto las con el sastre i el zapatero , con una gravedad tan narices una tortiJiu. aplon1o como la de un antig·no s nador romano. Era En pru e ba de CJHC nuestros dos hermanos habinn su fuerte. Dejnrse v ncer en el gnncia, tenienda estado e n Jos col cjios i t e ninn la n1 ejor educac ion v e inte aiíos i un cahniJo ele linda stnmpa~ l1abrin pos1hl e .. s e daban d e trompadas todavía d e lante d ~ido confe sar~c inferior a su posicion i a ~us aml i­un hornhre rr~p e tabl e q11c lo "' hnbia sacad o a án1- cion e s eróticas, tinturada s de un universalismo taN bos ue piln ; p e ro e ll o s arg üian cotno nu es tro~ par- < a mplió i luminoso con1o el e ~ pario en unn linda no-tidos p 1l ít i cGs. . ~ che . Ci ... rto C'~ qu e _e l mal Y3 cl o n1 uehncho que cui~ - ?~ I o \ é U . a Pedro, padnno? daba e l ca b a llo, sol1a lle\·arle un r e al c.le ·.rerba por - ·1 ndrino t n o v ~ U. a Pnblo7 ~ dos ! co tnprarle ceba da n V(' Z d e nlfalfn, d jar el El bu e n hon1br c Jos aquietó co1n o Di os le dió a · ~ a b a ilo. in beb e r, ol vidnr. e a e nr 1n cnbn]Jeriza i ent e nder, i clP. pllcs d e un sern1on ngridul ce r c ~ol- ( o tro d c smnnes que le qui t an l juicio; pero con vió qnc b ' ' a c n. seria para Pablo 1 el ca ba Ho pa~·a ~ unas p e ~t e ~ , i aun con algo de los razonamien­J: ledro. to s que u :-;Ó c on s n h e rm a no para obtener el cab::lllo, -Iqorrible inju.ticia! esclnmó ]=>ablo indi g nad o; ~ se r e rn c diaban e sos contl ' atielnpos. Cierto es qu e pero el padrino Je hizo una seiín mist e rios a i Pabl o <. ~ n onn ocasi o n d e un foetazo le arrancó una lonja finjió conformidad. . de c arne al mnchacho en nn carrillo; i que este f>edro se remendó la bo n con unas tirns d e tafe - salió a d e eirio a su padre, i efte bu.có abogado i tan ingi s, i Pablo se pnso algunos paños de v éj e to < hubo d e manda; pero ' 1 buo.;có otro abog~do, i prE:>­en un ojo CJllC t e nia tnas grande qu e el otro; p e ro bó que la h .\ ridu no 1mposibilitl}ha para trabajar el rencor ~e paró lo .... h e rtnanos ~ p o rqu e án1 bos eran como c-1nt s por mns d e d os dia ... · ~s tó unos ci ~l mi e mbros de nnn soci e dad que ll c Yaba por n o n1br e fu e 1t e s i todo qu e dó a lns n1il r11aravillas. la fraternirlacl i era pr ~ ciso que dcrno ... trar:1n que Pasó un niio i Pablo volYió a ver entrar por ~a. eran r al m e nte micrn bros verdaderos de nqnelln pncl'ta de su casa su vaca "' eguida de )a pritnera no­verdadera asociacion. En un pais en que los bo1n- YiJla i de un torito lindo i jugucton con1o un tnu­brcs que atacan la pena ele 1nuerte se desafiian J10r < ch a cho r o hu "' to. qnítame aJlá esns pajas, nada tiene eso de raro. Lo S Pedro se r e cren~a en su caballo, i tanto lo ~ui­contJ~ rio, .. eria una incon - ecucnein imperdonable. ~ daba i tanto lo elojiaba por los pasos i Ja n1anse- Sigarno ahora a nu estros hombres. < d umbrc, E}Ue las ~rfl o ras ernpezaron a tomarle una P e dro tomó nn mucl1acho para cuidar el caballo, ? afiaion· desordenada. Un di a acababa de hacerlo mucho mas que .lo que él habia cuidado sus libros < herrar i lo sobaba i .se recreaha en mirarlo~ cuando cuando .)ra stutliante. Este 1nuchacho Je costaba entró una ('ll·iadita entre deng·osa i coqueta, i le dijo $ 4 al mes, i $4 mensuales su mantencion, van $ 8 co11 una voz du lee; 1 era que a él le s:t1po a ajen- • por mes . JOS: Comíase el caballo crijltro reales diarios en ) rerbn l\1i an1o Pedrito: n1i ~ia Dolóres, que es su maiz o cebada, que son m a~ o ménos $ 16 n l mes> i señor, que tenga ;~u m rcé 1nui buenos di as: i que van$ 24 mensuaJes, J) 288 al año; pero con1o caela si le hace el favo1· ue cn1pr e ~tarle ... u caballo; que tres nleses se le mudaban las herraduras a todas e s porque l1oi vi e ne mi sia Pepita del cún1po i ' ra a cuatro patas, i esa operacion valia cada una$ 3, te- < e ncont.rar]a.... • ... .. nemos cabales$ 300 anuales para tener el gusto Con 1nucho gu to, eontesto Pedro, tif?Jlendo de salir por las tard e s haciendo corvetas i otrasnnte- una sonrisa queJe snJin deJa._ t~ otas. JJa~1ucl1acha cas de buen tono por lns calles, con no poco rjesgo < tomó el caballo de lajáquin1a i salió mui contenta. de bañar Jas bnrbas con l ngua de los caños nJ 1nas ~ Pedro se quedó hecho un basilisco l\1alditas mu­pintado personaje. < j e res! esclamó entre dientes i po1 qué no tienen ca- Pablo; entre aburrido i conforme, dejó "'u ''aca < balto para cuando se le an~ja? •••• Es mucha im­como olvidada en el JÍdo de la ciudad, para darle e pcrtipencia .•.. ¡ l qui é n sabe hasta a dónde derr1o· gusto a su p~drino, que le decía golpE-ándol e c J ~ nios va esa mujer .... ! s i fuera ·del[uda! Oh 1 si hombro : con el tie1npo verás que té h e pre ferjtJo a ( fnc1'a E1,·ir~, I oTten cia., si fu~ra •••. en fir:1, nun­l:> edro, en ca~tigo de s u arrogancia. ~ que se muTjera el anilnal ; pero esa fea •••. i casa- En efecto: un d ia: cuando ménos Pablo lo p ~ ti n- d a •••• ! E stoi aburrido ya con el ca bailo •••• 'oi · ba, entraba don Prudellcio por la puerta de su ca ~ a , a rifar lo · pero esos cacl1acos •.. i qui é n diablos ,,é. ~e o-nido de •1 1nucha cl1o que h·aia ~Izada 1n {er- d e pu s ios pll~stos de la rifa 7.... ada, lo ven- • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • • • e á q e lo dé por die2 peso , cotno S Jo , mnmitn. El me vendrá a citar en los bili les, 1 - ... ho eargaletio ••• qué torm nto. • 1 ~ verá .•••• Estoi resuelta a ••• no le con te tb ni efue , 1 mbre er 6 q e u en bailo eh el saludo ••.. ¡ i quien lo Yé tan lleno "iempre d e e i mo dia: e a 1 s diez cuftnrlo nt ó l11 ofrecimi e ntos •••• ! que s~ los guarde. Es reci~o &UUIQ con l. ierón la doce, la do .. , la .. euat o, contatfe a p~pá esta cnnallada •••• is •••• nada • • 1 ro se dese peró, ~e a~O- SI, sí, por supuesto: yo soi In primeta qd · n ~ces a la ventana, p d el d~ m11 vee~s lo digo apenas venga de la oficina. • • • . endo · entrar su cabatl~ por el za~an : a- Llegó el marido, i entre Madre e h~~, pusieron ~--ndo babia ido i e tfo de )Hs ,._·encía, entró el caballo, cojo, 1 oh dolor 1 ~n un enorme á2o ca o ~ a de una t-ar-al pobre Ped r.onlo el rabo de un perro. De rn·­sera~ l e, ru · tí~ Ha, ridículo no to bflÜn\'orl; men de otras co .. as que no se pueden repétir. El ~d e juró que se Ja babin de pagar. 1 edro, él t>tJbr ! que ez merecia cual nunca este títi:Ht;, rPedro e~tiíh lleno dé ~dngoja porque LuiSá, la linda f , no liabi montado en su caballo, ~on lo euál habria querido mas el animal ••• • Asf va este í- ~ ....... --n •••• 1 s dii die~ 1lfidS, éclrt ltS~ es tiai p-a-do desapare2:ea. clro t eíe ie - p qü cálJ lid era el miémo, como ore~H llJgtl­nas viejas que son j he i al~unos ' zoquefés q e son personajes. Montó en as fiestás, httbJ carre­ros, i P~tlro, apesar de sus treint afias, se reia to­davía 111Ubhaelro, corrió cofflo ün lbc'o en los ebcie­rros de toro , el caballo é.flbj6 las manbs, cargadas en 1~ pesebrera; Pedro ayó, i un toro fú'ribtJo, que f é el unieo .. U jeto qué se aeoth1 i 6 lévbft. lo Jo ejecutó con tanta d i tWtjO aeio quh lo i-zo dar diez ~elt ~ aires, ebtre ((Js g itos de hi damas i ldS siloos tlé la m:üehedumhre estre­llándolo ¿otitTa 11n ~mpedrádo masdU"ro-qn el~ma de nuestros usurero . Alzáronlo de aHí medio ml1ettCI; tnié trps que e en palé'é' se demtayalSa su futura. • b tfra cosa .,... ytJ . u-n btfi~ dt6 apénas. e e m lo, ~·..... ~at1d! pal& aguanta su -vel . Si:gu ó Ja 1te , · el .,....,. d () elleontró en stt camti, éuando n volaruie eemo ~i mes 1. 0 i 2. 0 i en ]os ocho Es culpa de los hombres. ARTICULO TERCERO. Por vida! dirá el lector, Rufina es un diablito para escribir; npénas deja descansar un mpmento In pluma; ya no es uno sino dos artículos los que publica en un misn1o núrnero. l no deja por nada el tema de que todo es cuJpa de los hombres en es-te pícaro mundo, en el que, si el hon1 bre tiene la . culpa, la mujer la tiene doble, i triple, i cuádrupla, i céntupla. Alto ahí, señor lector, ándese rnas piani­to, i lea con atencjon lo que escribo sobre ese tema años. • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • . • • •• $ 730- que tanto Je escuece! i verá que UU, Jos hombres, J - ¡o·2o OS é1110S . 1 .• ••••••••••••••••••• 9,1-2 . son la culpa de todo, i yue nosptras no somos sino 28 cabezas, a 16 pesos e hico i i gra ndc •• 4¡48- meros instrun1entos de UU, por desgracia; instru-mentos cuya buena o rnala aplicacion, buen o mal Tota 1 •••••••••.•••••••••••• 1,269-2 resu]tado, buena o mala djreccion depende de UU. Rebajando Jos$ 69 2 rs. por uno que otro ga~tico, i sin contar un torito muerto de peste i una novilla desbarrancadn, porque con estos serian diez los pro­ductos de la primera vaca, me quedan $ 1,200 de utilidad. -Ah! csclamó Pedro dolorosamente, i no has • Háseme asegurado que hai quien haya dicho que yo no soi Rujina.; que de vez en cuando se me echa de ver el bozo i aun enorrnes guat!haracas; Jo que quiere significar que Rutina no es mujer sino· hom­bre. Apostaria mi vida a que son homb.-es Jos que han dicho eso; porque han descub1el·to en mí, por Jo poco que he escrjto, si no grande intelijencia i • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 7 • eabc r, s~ mucha verdn i ni un criterio ; i ni aun ~ mosura. Ella parecia quere rlo tnmbicn ticrnamen .. e~to qu1 e ren conced r a una d svali In muj ~ r . I e ro te, i é l estaba cada dia 1nas i mas enamorado de trean de mí lo que a bien t e n ga n, que yo seg·uiré e Jla. La víspe ra el e casarse le hizo la siguiente pre­con n1i t e tna; i como nada queda oculto bajo 1 o·unta~ que Je h acia t odos Jos dias j a cada instante: sol, algun di a sabrán U. q~1 ie n ~oi, i se han de b ''i t no ha 'una do U. a nadi e ántes de conocer­que~ n.r con un palmo de nonces, con1o c~tarlo yo me a n1í1 H I o, seño r ; U. p osee tni prün e r amor. e.scr1bJendo. . Sinetnbargo, cuando tenia once años, era mucho lo A e ... ta p~queña introduccion_, se sigue otra for- que yo qu c ria a un pritno, a quien llatnaba mi zosatnente, 1 que no es ménos 1mportant ~, puesto maridito.'' Quién dijo tal! El nu e vo Diójcncs to­qu e ... e r e fiere a mi r e putacion literaria, que no que- . m6 Jas de Villadiego . daria mui bien sentoda sin ella; es a snber : que Jg unos años dcspnes, se dejó seducir por una la historia que voi a refe rir es una historia g l osada, señorita de rara b e lleza, cuya grncia i ama bJe agu­o 1nejor dicl~o, refundida. ~ero como viene al ca~o, deza de inJ P. nio, l1acia ese usar en ella algunos lije­la he preferido a una propia,. que: aunque me hu- ros defectos. Iba ya a encadenar~e con ella para bieTa dado ménos trabajo (pues refundir es una ta- toda la vida •••• cuando un <.lia, a1 entrar de impro­ren dificilisimn) babria rodado de otra manera, i viso a su costurero, la sorprendió fun1ando un fama­seria lástima que el lector no conociera la hi ... toria ; so Ambalema. Qui · n hizo tal 1 Dió un salto atras, del nuevo •••• No lo digo todavía para tenerlo .un tomó Ja calle i no volvió ni por candela. poco en suspenso. . . . . Se prendó luego de una campesinita, muí bonita, Este era, pues, un pobre vieJO que tenia tres ch1- hacendosa, modt:!:5ta, pero tontica por la falta de quitos, de los cuales el uno tomó un camino, el otro e ducacion i roce con la sociedad. Iba ya a deseen­otro, i el otro otro; i la viejecita ••.• Q,ué j es to es der n1uchos grados de su posicion casándose con ese, lector~ Tiene U. razon; era que me estaba ella, cuando la tontica le preguntó si no pensaba acordando del Cltento que me contó Concepcion ano· confesarse ántes del casamiento. ~sta vez no tu\ro che para dormir1ne; pues tambien tengo mis malas ti e mpo de coj e r su sombrero; temeroso de estarse mañas, cuJ¡:>a de Jos hombres tambien •••• Pero so- un instante mas con una tnuchacha que hacia bre esto me estenderé otra Yez; por ahora se trata tale s preg· untas, prefirió irse con la cabeza al del nuevo •••• Ya iba a decirlo. aire. El héroe de este cuento, que no es cuento de ~ Un año d cspues tuvo otra novia, que reunía to­crjadas, tiene cuarenta años. se viste elcgantemen- das las cualidades ap e tecidas. No habia duda que te, tiene Jo que se IJnn1a.un aspecto distinguido, i se iba a casarse con ella; la única que, a la larga, ha· le encuentra por todas partes,pero siempre solo: en bia logrado no ahuye ntarlo ; cuando una tarde, el teatro, en las alamedas, en Ja calle reaJ, en la yendo de brazo con e lla por la calle real, )]egaban Agua u e va, por las Cruces, en las puertas de las , ya junto a un corrilJo de cachacos; estos se forma­iglesias, en una palabrn, en los sitios mas frecu e n- ron en dos filas e hici e ron pasar a los novios por tados i en los mas desiertos i solitarios. ;t\ donde en medio, dándoles una carrera, no de baqueta, de quiera dirije su mirada investigadora, que se qu e - miradas picaronas. El nu e vo Diój c ncs se azoró; da clavada .Jen ciertos objetos, como si pudi e ra p e· la novia volteó a mirar involuntariamente dos veces netrar en ~u interior: no tiene cara de fastidiarse, ácia el c o rrillo burlan .- ¿Pespuntes? Cuaaándo 1 pero tanlpoco se Je vé reir ni son reir siquiera: Quién pen~6 él, Ja condujo hasta su casa i no volvió mas. es? Qué hace 1 Qué tiene 1 Qué busca? Es el.. Otro dia se prendó mas apasionadatnente que allá vá, pues, el nuevo Diójen e s, se me respon- nunca de una compl e ta h e rmosura. El dia que pi· de j el Diójenes de la tierra, el Diójenes tle harina , dió su mano fu é convidado a cotn e r dond e la novia. • o de pane.la, como dirian los muchachos, que _ no La comida estuvo magnífica; i al llegar al postre, anda bu .... cando un hon1bre, sino una mujer, i esos-~ se le sirvió por la futura suegra un pednzo de torta ojos, que tanto se fijan en todo,le sirven de linterna. dulce, diciéndole: "Pruebe U. de Jo que hace Estehotnbre está bien acomodado, no tiene mala pre- Pachita." La torta estaba insípida, casi horrible; seneia, está adornado de buenas maneras, i, sinem- la buena educacion se Ja hizo comer. "¡Hacer tor­batgo, hace veinte años que busca una n1ujer! ••• tas tan feas!" pensó sorprendido, se le acabó el ape­Se ha formado una quimera, una ilusi011. Júzguese tito, se le indijest6 Ja comida, se retiró i no volvió de su orijinaJidad por su historia. mas . . A los veinte años se enamoró do una muchacha 1 desde entónces, cuántas t e ntativas de matrimo-mui bien educada, lindísima, i que poseia miJ cua- nio que no han tenido tncjores resuJtados l Una es lidades. La corte jó asíduamente, no se le separaba linda, pero coqueta; otra no es coqu e ta~ pero no tie­un instante; pidió su tnano i obtuvo el consenti- ne ·gracia; es ta e s nfertuo ... n, pero llena de c e los: miento de los padres. Todo estaba arreglado, cuan- aquella es dulce, pero no tiene talento; esta ti e ne do ·un dia,hallá ndose e n un gran baile con su novia, talento, pero está llena de pr .. te nsiones; la otra lee se tocó capuchinada; nuestro l)iójenes no la sabia, mucho, o serie frecuente tn e nte; o gusta del baile, o porque apénas comenzaba la moJa de tran atroz es demasiado sensible, o d e ma~iado evera, o d c rna­baile ; pelo la novia sí la bailaba a las mil mara vi- siado r eservada, o se pone e rinolina doble,ocstá mui llas. Un jóven mui gallardo la sacó, elJa no rehu- chupada. El nuevo Diój e n cs ha bosqu ejado mil • só i la hermosa pareja se lució de 1nas. Al dia si- e nlac es, de los c nnl es tnn c hos no han durado ocho guiente el nuevo D1ójenes preguntó a su novia dias. Mui fácil para enarnorarse, i mas aun para cómo babia pasado la noche; i ella le confesó que desimpresionarse, corre a todas partes con la espe-se babia soñado con el jóven de la capucltinarla. ranza en .el Fénix que busca. l ero todo es en Quién dijo tal ! 'l'otnó su sombrero, ro1npió el ca- vano •••• samiento i no la volvió a ver mas. No comprende el infeliz, el culpable, que una Algun tiempo despltes se ~natnor.ó de unajóven mujer pue~c ser mui buena esposa,nunque gu~tc de sin fortuna, pero qne reun1a las VIrtudes a la her- , que su mando se confiese; que puede er mut her· • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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Biblioteca de Señoritas - Año I N. 37

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Bogotá: bisemanario político, literario y noticioso - N. 28

Por: | Fecha: 06/06/1897

, :JBisemanatio ~oIítico, jLiteratio ~ lRotidoso ~~~----~~~--~----~----~----~~-~~----~----~--~~ A..'\ío I.-SmuE n. } Bogotá (REPÚB.LICA l)E COLOlIBIA), dOlllingo (j de .Junio de 1897. NÚMERO 28 U:fBogotá" -++­D[ REC'l'On, Ebuarbo Espinosa $uzmán. ADlIUNISTUADOU, ~ dtta.t:d¡)' ®xt.cnN':I:)ICIC>N'ES Saldrá á luz todos los jueves y domingos. En Colombia, suscripción adelantada ( ( ')0 números) ..... $ 4 .. En el Exteri()rU/~~~er~~I~~~~~1~!~~~r_~5!:: ~: ~: ~: ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~:: ~ ~ ~ ~ - Una serie (25 números) .... _ ... ".' .••. .... 1 25 Número sllt:lto, el día de la salida del periódico. -. _ . __ -_ .. -. 05 Número atrasndo. ___ ... ______ .. _____ .... __ ...... __ .... •. 10 Comunicados, columna ..........•..... _ ........... __ .. 20 .• Remilidos, columna. ___ o~_ ........ ____ .... 0·.-· .... _0. 15 .. Anuncios, rorma común o __ • • _ ••• •• • _. o o .. o ..... o. o o • o o. .. 0 1 N o se d\!vuclven originales. Los seílores Agentes tienen derech ' al 10 pOr 100 de lo que re­cauden. 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Hábiles obreros. 20-17 EUGENIO LOPEZ, en su almacén de fierro frente á la pila del Parque de Jos Mártires, acera Norte, da todos los datos sobre hornillas y 5istema de calentar estufas para café. Tiene los materiales ele fierro necesarios para estos establecimientos. TIene de venta trapiche!; de nuevo sistema, maza mayalera giratoo ria y eje fijo, Jo que facilita 1:1 aplicación de la fuerza, que es de la ter­cera parte de. la que se emplea en trapIches de igual tamaño, y un completo surtido de fierro maleable y f!lndido. Del malealJle tiene en lámina de varios grue!\os. Está en capacidad de atender cualquier pedido de obras de fierro, {as que dirige personalmente en la Ferrería de La Pradera. 23 L A PERFU MERlA que vende Patiño & C~ en sn almacén de la 3a Calle Real, es de 10 mejor y más barato que hay en la ciudad. Se 'l.'otde garl'mtizada. 20-9 SE VENDEN cuatro bestias buenas de silla, dos escopetas finas de cacería y un hote. En la primera Calle Florián, número 343 se da "razoll. 15 EMPLA STOS POROSOS.-Restourador para el cabello y la bar· .... ha . Veloutina finisima á precios sin competencia en la Farmacia Normal de 13ogotá. Calle 12, números 222 B Y 222 C, abajo del Pasaje Herndndez. LA M 0JER, DE 130GOTÁ.-Este periódico bisemanario, lite­rarío, 110ticioso y moralista, neceSIta más Agente~ del bello sexo en las poblaciones de Cundinamarca. Dirigirse al Director de La Afujer, señor Fernando A. R0mero. 6 BUEN NEGOCIO.-Lo hará quien compre unos potreros de ceha en Tocaima. IIáble.se en Bogotá con Gabriel 'friana C. (~1aisson Doreé, Calle ]4, númerO 76), y en Tocaima y el Guamo con Cieometido la Divina Providencia la Regeneración de Colombia; pero todas ellas han sido como "isible" emei'ianzas para los encargados de conducirla, y como testimonios paten­tes de que las obras que se desarrollan I baj o los a us picios de la Reli gion cristiana, no e:>tán condenadas por ley fatal á pere­cer en manos de los hombres. En laépncn de la consignacion, el Ban­co Internacional en <¡ue :>e aurió la cuen­ta, pagaba él (i por UO anual de intert{s, y lo:> c!C' ('olombia y Bogotá sólo abona­ban el ;.~ y d -/', respectiyamente. Conq ne palo porque bogas y palo I porque no hogaK. Si el doctor Roldún lm­hiera gástado en el servicio corriente to- El barómetro de la política nos anul1- eia la das~parición de la;; tormentaH ~- la lIegada"'tle UI1 tiempo bonancible. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LEALTAD! Estos disidentes que túnto han es­crito en favor del General Reyes, cre­yendo que se prestaría á servir los planes de sus odios y sus intemperancias, ya es­tÍtn pensando en variar de rumbo, como que temen no alcanzar el logro de sus pa­tri6tico8 deseos, y se aprontan para lanzar nuevo candidato" según el giro que tome la política," es decir, según que el Gene­ral Reyes se declare ó no enemigo del Excelentísimo señor Vicepresidente. Al efecto, han dado las órdenes del caso á toda la República, seglln puede verse por la circular que se nos han enviado de Zi­paquirá, y que dice así : Consejo dcetoral de /a Provi"cia de Lipaljl/irá.-Zipaljuird, 24 di' jJ1(7)'0 de [1l97. Señores N. ;-.1, N. Distinguidos amigos y copartidarios : En días pasados se reunió en Bogotá una numerosa junta de respetRbles caballeros pertenecientes al partido conservador; y con el objeto de lograr seguro y acertado rumbo en el presente debate electoral, designaron unáni­memente co:no jefe de dicho partido al benemél itu General Guillermo Quintero Calderón, quien, una vez posesionado del cargo, nombró Directorios Electorales de los Departa­mentos; y l,abiendo designado para el de Cundinamarca á los señores Generales J org<: Holguín, Primitivo Crespo y Abadía l\Iéncrto Berlla! OsPiml. 7I1711t7S Garda, Diollú¡o Amos, Secretario. CONTRATO SOBRE LA FABRICAC/ON DE FOSFOROS El Congreso de 1886, bajo la JirnJa de los señores José :María Rubio Frade )' Juan de D. Ulloa, como Presi­dentes del Senado y de la Cámara de Represe;~tal1tes, res­pectIvamente, crearon 1:t renta relati,'u á la fabricación de fósforos. ~;I Gene.al Campo Serrano mandó ejecutar la ley en su caracter de PreSIdente de la República. . Esta renta fue ofrecida en Europa y en los Estadós Ullldos en va,lOs penóelicos de la ¡¡,ayor circulación, r no se obt~,~o resultado alguno. Los señores Patin y Bal­domero ,ChICO hiCieron e~ estos últimos años propuestas, 'Iue e~ Croblerno no estimo COI1\'enlentes por su forma y su cuantla. , El señor (;~uiseppi i\lonagas hizo una propuesta que el GobIerno Juzgo aceptable; pero la retiró, y fue sustituída por otra baJO la firma del señor Eurípides Salgar, que con. sultaba mayores vent~J~s, porque "enía acompaf1ada de una oferta de emprestlto de ocho millones de francos y aun así, estaba sujeta:í licitación pública. Esta pro~ puesta es la mejor que ha obtenido el Gobierno durante ocho años. En . consecuencia, fue aceptada, y por el 1\1i­n! steno de HaCienda se llamó á licitaci'Ín pública en un term.1l10 mayor d,el que fija la ley para dar más tiempo á los }¡cttadores. Esta propuesta no fue consultada al Conse­jo de. E~tado, como lo afirmó un periódico. El contrato con el señor Salgar no es definitil'o. Lo que el Gobierno ha hecho es aceptar una propuesta asegu­rada con 3°0,000 francos, con la sola obligación, por parte de! Gobierno, de sacarla á licitación pública, como lo or­dena la legislación sobre la materia. La propuesta Salgar y los términos de la licitación es­tán ajustados á la ley sobre la materia; y si el Gob!erno hu­biera encontrado algo razonable en lo que los periódicos ele oposición han d icho, relativamente á su legalidad, nada sería más fácil que corregir el error, toda vez que el concesiona_ rio no se opone á ello. No se hace así, porque no hay ile_ galidad en nada de lo que se ha pactado. Las ventajas que obtiene el país' son notorias, y hasta ahora no se han contradicho de un morlo serio y razo­nable. Los ataques de El COJ1'eo son tan confusos y tan fuera de razón, que han venido á ser ininteligibles por completo, y lIadú los Ita tomado tÍ lo serio. E l señor E. Salgar, en un solo artículo acabó con todo lo que se dijo; y hemos encontrado muy digno el absoluto silencio que él ha guardado en cuanto á las injurias persa · nales que le ha di rigido cierto periódico. No hay nada más infecundo y contraprod ucente que la oposición apasio­nada. Fundada la renta, como quedó fundada por la Ley 9 1 de 1886, no se puede aspirar á más ele lo que se ha hecho; y si algo mejor pudo hacerse, fue el haber firmado un con­trato de licitación, en vez de hacerlo en lirme, como lo autorizaba la ley. El privilegio para la fabricac ión de fósforos no ataca ninguna industria, y queda fundada de un modo formal, haciéndose el país hasta exportador en ese ramo. Las fá ­bricas quc antes se establecieron en el país se liquidaron por el mal resultado que dieron. Los comerciantes ele este artículo se aumentaráll, porque pueden comprar con poco capital en las fábricas del país, por mayor, en ve'. de hacer­lo en el extranjero. Este es beneficio para todos. Las ventajas que obtiene la Nacióu pueden enumerarse someran1ente así: I" GRAN BARATU~A en el artículo, qlle rs la solul'ió" de todq,J:'oble/lla industrial. Venta de fósforos á razón de 3 cajas Po,. 1111 martillo, elt z'cz de UNA caja por el lItiSIllO precio, Ijl/e es el ad/lal, es argumento incontestable para el hombre medianamente civiliza,lo y para el labriego mismo. 2~ Introducción al país de ocho millones de francos, oro, del capital que se in vierta e'1 fá~ricas, en el valor de la existencia manufacturada y en materias primas. 3" El capital nacional que se invierte hoy en fósforos, <¡ueda en adelante libre para otras industrias. -tu Ocupación de miles de obreros, que pueden ser mujeres, l1lños é inválido,. S.n La traslación . se I'e que una compañía extranje­ra renuncia á los derechos de nacionalidad, á pesar de hacer un empréstito cuantioso. Este principio queda como precedente pam los contratos futuros. 7" Es gloria para esw Gobiemo y de grande utilidad 1 para d país la consecución de 1111 em resIdo á la al', sobre , cuan o as go lernos antenores 1~0 pudie ron obtenerlo por medio de agentes fiscales, de competen­cia indiscutible, garantizándole con la renta del Canal de Panamá y con todas las rentas públicas. 8° Es de granrle utilidad para el cambio con el exte· rior, y de gran ventaja para los cafeteros y exportadores de todo artíclllo, porque el empréstito ayucla á colmar e! vacío que dejaní la baja del café. Contribuirá asimismo á fijar el precio de las letras. }' por consiguiente, el del papel­moned. t. y en fin, se obtendrán muchas otras ventajas que no enumeramos porque con ello ofenderíamos el buen sentido de los lectores. En cambio, el país no d'l sino el privilegio para fabri­car un artículo que aquí los industriales ¡lO han podido fa­bricar formalmente en muchos siglos. Si á esto se agrega que los derechos de importación por fósforos no alcanza sino á la cifra de $ 75,000 anu;J.­les, y que el Gobierno recibirá en adelante 640,000 francos, oro, se verá qlle las alegacio:Jes apasionadas no llegarán al ánimo de los consumidores. Es fortuna p;J.ra el Gobierno que se le hagan ataques absurdos, como los que se le han hecho al tratar de impug­nar este negociatlo. Así se irá viendo la inconsistencia de una oposición que se opone á todo, todo, y que, no aclmi­tiendo razones, sí tiene la pretensión de que se le admitan supercherías y enredos. como si fueran buenas razones. Cuando hayan terminado el alegato de conclusión los oponente,> en teoría, pero que no van á la licitación públi- I ca, ni aventuran un centavo en empresas atrevidas que ne­cesitan gran trabajo y mucha inteligencia en la organiza­ción; cuando ellos hayan terminado, decimos, daremos las razones qüe dejamos en reserva. En este caso, como en muchos otros, la oposición es una especie de demencia, y con ello no se persuade ni se conmueve á nadie. Cuando la utilidad es tan e/a!'", tan patente)' fStlÍ tan tÍ la ,'¡sta, COIllO en este caso, hay que dejar hablar hasta el fin á los que están poseídos, no de la ITlanía razonadora, sino de la manía embrolladora. Sin embargo, volveremos al asunto. A "EL CORREO NACIONA L" Cal/urbe!'" llama el colega á nuestro periódico porque hemos dicho francamente que creemos llegado el tiempo de separar la cizaña del trigo; y ele esto se agarra para de­Cl! que junto COIl la remoción de los disidentes pedimos también la ele los liberales, pues la peor mi;r: es la rlelmislJlo palo. No, colega; en esto no hay cuña ni nino muerto. Nos­otros no pedimos que se remuevan emplearlos porque pien­S,'¡ ¿ de este ó del otro modo, pero sí creemos que el Go­bierno debiera privarse ele los servicios, valiosos ó no, ele aquéllos, sean liberales ó nacionalistas 6 disidentes, que se aprovechau del empleo para hacerle guerra á quien los nombró, y que ponen al servicio ele esta ingrata labor las ventajas que derivan de los puestos públicos: y en esto an-damos tan en lo justo, que de seguro El Correo Nacional piensa en el fondo como nosotros y así procederá en sus as untos privados, aun en los más insignificantes, pues á nadie le conviene estar rodeado y sirviéndose de gente dis­puesta á hacerle mal. Y no se nos diga que el Tesoro es de tocos y para todos y que los empleados nada tienen que ver con quien los nombra, pues si esto es así, en teoría y en el campo de las ideas, en donde la divergencia es natu­ral, no puede:suceder lo mismo en la práctica, ni es posible la marcha de una oficina cuyos empleados no sólo piensan de modo distinto al de su jefe, que eso nadie censura, sino que se dan á defender intereses encontrados con los que éste sustenta, aun á desacreditar al Gobierno de qu~ forman piute. Esto y nada más que esto es lo que nosotros censu­ramos, lo que deseamos ver corregido y lo que ;¡edimos y pediremos incesantemente aun á riesgo de que por esto se nos insulte; y nalli1'! podrá hacernos creer, mayormente cuando eu ellos no tenemos interé; personal alguno, que estamos procediendo contra la ley ó contra la moral ó si­quiera contra las más triviales reglas ele cortesía administra­tiva, que, antes bien, creemos violadas por los que sin dejar el destino se ponen á combatir el Gobierno de que depen­den, y excusan su altivez diciendo que á nadie sino á sus propios méritos (?) deben el nombramiento recibirlo _ ... __ Esto tampoco es así; y bien sabemos que el Presidente sí favorece á quien nombra, una vez que para cada puesto hay diez ó doce candidatos, todos igualmente buenos, y que el favor está en la escogencia que entre ellos hace. Ya oímos que se nos viene encima la prensa disidente con frases de sensación en que no cr~e ni el que las escribe; pero con eso y todo insistimos en nuestra labor, y estamos seguros de que los mismos que nos censuran procederían como nosotros, aun cuanclo no lo dijeran con nuestra ruda franqueza, si en I'ez de estar en la oposición, esuvieran sosteniendo el Gobierno. Ya sabemos cómo cambia el as­, pecto de las cosas según el punto de donde se las mira. Por 10 demás, agradecemos al colega que nos aprecie hunradamente y nos reconozca como leales centinelas de nuestra causa: ojalá siempre se nos considere como can­cerberos de ella. . Ya volveremos sobre el asunto en 10 llue "C refiere al palo de las CI/JIIH, que tánto mortifica al colega. ([ort'~s.pondcncta CARTA DE CAL! Señor Director dt: !l 'n ,4J'1 ;',-Bog·,rñ. Muy suelto de talle dirige el sC!'\or Secretario de Gobierno del Departamento una Cir,:ular á los Pre­fectos, haciéndoles ciertas pl'e,'cllc/ollCS ell el orde!? al debate electoral, "para que se puedan interpretar fiel· mente los propós: tos sin _ . ceros que anim~t' 11 ~e­ú: ví GOhCflié\dor en la. slluaciÚll política que "lTr-ave­samas." Entre otras cosas aconseja que los empleados guarden absoluta neutralida'd, y que éstos no hagan uso en manera alguna de su carácter oficial para in­clinar á los ciudadanos á favor de éste ó aquel candi- . dato, etc. etc. Si lo que reza la Circular se cumpliera al pie de la letra, no tendríamos otra cosa qué pedir: pero es el caso que, con la misma mano y tal vez con la misma pluma con que se escribió la Circular á que aludimos, se escriben artículos de colaboración á El Deber, periódico reyista, y con esa misma pluma se autorizó y aplaudió el procedimiento injustificable de! señor D. Antonio Valencia con e! Director de la Imprenta del Departamento, procedimiento que fue premiado dando la dirección de dicha imprenta al mismo señor Valencia, para lo cual se rescindió ipso jacto el contrato con el señor Orjuela, sin tener nin­gún motivo legal en que apoyarse, y sólo por el he­cho de que el señor Orjuela se declaró partidario de la candidatura Caro. El Prefecto de esta Provincia ha tenido en su casa reuniones electorales, públicas)' prizJadas. Con pretexto de visita oficial ancluvo en los pueblos de su jurisdicción haciendo propaganda y levantando adhe­siones ~ favor del General Reyes y hasta pasó á otras Provincias (sin pedir licencia), con el mismo objeto. Todo esto y otras cosas más ha hecho nuestro Pre­fecto, y aun cuando el Gobernador no las ignora, ni siquiera una palabra de censura le ha dirigido; y por eso hemos "interpretado como se ddlt' sus propósitos sinceros J' firmes en la situación política que atrave­samos," Pasarán muchos aiios y no .volveremos á tener en el Cauca un Gobierno tan desprestigiado como e! ac­tual. Basta ver el personal de que se compone para formarse mala idea. El actual Secretario de Gobierno, interino (interinidad perpetua, porque no encontrará Pinto p<:rsona verdaderamente honorable á quien nombrar), es un doctorcito que fue escribiente de la Secretaría de Gobierno, y ni ese destino podía des­empeñar. El Secretario de Hacienda es _un tal Mi­randa, ecuatoriano, á q uicn no ocuparía el señor Al­faro; sujeto completamente desGonocido hasta que fue llamado al puesto que hoy ocupa, pues era simple escribiente en un Juzgado de Pasto, cuando se le hizo el nombramiento. Lo líuico respetable en ese gobiernito es el Se­cretario de Instrucción Pública, D. Simón RojJ.s, que es un caballero inteligente é ilustrado, que merecía ocupar un puesto mejor. Su amigos, que lo estima­mos, hubiéramos deseado que su nombre no figurara en tan impopular administración. De los Prefectos nada diremos, pues, excepción Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - --------------..... ---------------@-e7 -a \::'.7::z: :;L:i:&:: ~ . . -"~------------------------ hecha de unos cuatro, que honran el p u esto que ocu­pan, los otros son tan malos ó peores, que el que nos ha tocado aquí, que es cuanto puede decirse. Con el nombre de La Tribuna ha visto la luz pública un nuevo periódico, sostenedor de la can­didatura Reyes; jigul'a como Director y propie­tario (á qué buena propiedad se ha armado) el Coro­nel Vicente Antonio Cuadros, al cual, desde el día en que salió e l periódico, se le ha bautizado con el nom­bre 'de El Corol/el Pantalla; pues el tal Coronel es incapaz de .... cualquier cosa, y sólo sirve de para­peto para cubrir los nombres de algunos empleados nacionales del orden judicial, que son los verdaderos redactores. Así, pue s, el pobre Coronel está sirviendo de tri7lchera y desempeñando un papel muy triste. Cuando vímos su nombre en el citado periódico, di­jimos para nuestros adentros: "si antes nos pare­cía .. __ ahora no nos deja duda." El periódico á que nos referimos ha empezado su tarea haciendo análisis de la vida privada de algu­nos caristas .. Eso prueba lo mal parada que está la causa reyista, y que no tienen nada que decir en fa­vor de su candidato. Así le pasó al pato de la fábula, pues cuando se vio perdido no le quedó más recurso que decirle al cuervo: " Sabes lo que estoy pensando? " Que eres negro y [ea." Si nosotros quisiéramos analizar la vida privada de los que figuran aquí como cabecill as del reyismo, ah! i cuántas cosas buenas se sabrían, fuera de las que son ya del domini0 público I Pero no, ~uestro candidato es muy respetable y no necesitamos esgri-mir esas armas para defender su candidatura. _ . __ _ ó enterrar/a, que es lo (IUe ellos están haciendo con la del General Reyes. El Gobernador del Departamento, deseando de­jar alg¡l¡Z recuerdo imperecedero (como si no dejara tántos) de su administración, ha resuelto fundar una población entre" El Palo" y "La Bolsa," y dicen que será bautizada con el nombre de Pinto. Es de su­ponerse que sus moradores se llamarán los pintones. Parece que alguien ha propuesto que los prime­, ros colollos d e la pl'Oyectada población, sean cara tosas y así se les Ilama:'á los pilltaos. Nuestra opinión es que ese proyecto, como tán­tos otros del actual Gobernador, no llegará á madu­rarse, y por cOJlsiguienté, quedará pintó". Soy del sei'íor Director, afectísimo amigo, seguro servidor, K R¡STA. l{ecepci óll d iplomática.-En la recepción ofi­cial de Su Excelencia el señor General D. José de! C. VI­lla, Enviado Extraordinario v Ministro Plenipotellciario de la República de Colombia, verificada el día rle hoy, se cambiaron los siguient~s discursos: Su Excelencia el señor G~neral Villa dijo: " ExcelentEsillIo se/lor : "Tengo el honor de poner en mallos de Vuestra Ex­celencia la carta autógrafa que me acredita como Enviado Extraordinario y Ministro Pleniflotenciario de Colombia alHe el Gobierno del Ecuador, de que es Vuestra Excelen­cia Tefe constitucional; así como también las letras de re­tiro'de mi ilustre antecesor, señor General D . Ramón San· todomingo Vila. "El preferente encargo que se me ha hecho por el Gobierno que vengo á representar, es el de estrechar más, si cabe, los vínculos de amistarl rluc deben existir entre naciones históricalllente hermanas, como lo son Colom· bia y el Ecuador, sobre la indispensable base rle las recí­¡.> rocas consideraciones, teniendo siempre por norma la jllsticia, la lealtad y la franqueza. . " Habrá tenido ocasión de ver Vuestra ExcelenCIa en los Mensajes que el Exrelentísimo señor Vicepresidente de la RepúiJlica de Colombia, Enc'lrgado del Poder Ejecuti­vo, ha dirigido al Congreso, que la paz interior, así como las trancas y cordiales relaciones con las naciones ele todo el orbe, son el objeto de su constante atención; y en este patriótico empeño ha hecho, y puedo aseguraros que con­tinuará haciendo, esfuerzos persiste:1tes y hasta sacrificios, siempre que no amengüen el decoro de la Nación. . " Sabedor aquel probo Magistrado de que abundo en idénticos sentimientos patrióticos, ha tenido á bien distin­guirme con este elevado puesto. Tengo fe en Dios en que ha de iluminar mI mente, para corresponder de mane ra sa­tisfactoria á tan señalada prueba de confianza; contando, además, desde luégo, con que vuestro reconocido pat r io­tismo será factor eficaz y necesario para salir avante en tan noble y trascenrlental labor. " Impuesto Vuestra Excelencia, de los nobles y eleva­dos sentimientos que guían á la alta personalidad que para gloria de Colombia rige hoy sus destil'los, no dudo que esos sentimientos hallarán en Vuestra ExcelenCIa cllmpltda correspondencia. Mientras tengo la inmensa satisfacción de poderlo afirmar así, reciba Vuestra Excelencia por me­dio de estas sinceras palabras, lo ~ votos ferv i ente~ de mi Gobierno y los míos propios Jlo): la felicidad personal de Vuestra Excelencia y el constante engrandecimiento de la noble República cuj'os destinos se os hail encomendado. "He terminado." 1<:1 señor P residente de la ~epública, General D. E loy A lfaro, contest ó: " S~"or Millistro : " Muy satisfactorio y honroso es para mI reconocer á Vuestra ExcelenCia como Enviado Extraordlllano y M , ­nistro Plenipotenciario de Colombia, persuadido como es­toy de que Vllestro Gobierno, al investiros de tan elevad? ca: rácter, no desmaya en la noble labor de estrechar mas, SI cabe, los víncnlos c~ue deben existir inalterables entre na· ciones nacidas á la vicia autónoma, bajo una mISma ban­dera. ., Asimismo, tomo nota del retiro de vuestro ilustre 'lI1tecesor, señCJr General D. Ramón Santodomingo Vila. " Si la acción civilizarlora del siglo tiende á la con­fraternidad uní< ,prsal, nada más propio que rlos Repúblicas fronterizas se e'-'l-uercen, con mayor razón, para mantener francas}' cordiales sus relaciones, basadas en la justicia y la lealtad mutuas; circunstancia que es tá particularmente demostrada con el hecho de haberse apreciarlo vuestros sentimientos patrióticos, enviándoos á ser un verdadero factor de unión entre dos Jllleblos qUe se corresponrkn con fraternal y decidido empeño. " Los nobles y elevados sentimientos que guian ~I es· c1arecido l\Iagistrado de vuestra Patria, hallarán ell mí rle· cidida y leal correspondencia, en arman ía con los '''leeros propósitos de reciprocidad que abriga el Ecuador en pro de sus relaCIOnes internacionales. " Mientras tanto, me complace también manifestaros los fervientes votos de mi Gobierno y los míos persJnales por la p rosperidad y ventu ra de la nobilísima Nación que representáis, por la de su ilustre Magistrado y por la feli­cidad de Vuestra Excelencia." " E l Moc hue lo." - Hemos visto en El Mzciolla· lista y reproducimos la justa protesta de personas honora­bles de esta capital, contl'l. los que u"Sltrparon el histórico nombre de la publicación que fundaron en r876 varios ca­balleros dignos y respetuoslls. Nada más corriente que repudiar tal abuso, tal,to más cuanto que él se ha cometido con el propósito de hacer más popular la c:ífila de recrimi n aciones, hIjas ele rebeldías in · fantiles, que trae rlesde su primer número contra el Gobier. no, esa publicaci,in eJe nombre sustraído de cercado ajeno. P nltesta. - Los suscritos, conmiiitones eJe El. lI1oCHU¡'~1.0 en r87G-77, hemos visto con la mayor extra­ñeza que por dos individuos á quienes no conocemos se haya tomado ese nombre histórico para insultar, á su somo bra, al Excelentísimo señor Vicepresidente de la Repúbli­ca, abusando, á un mismo tiempo, cie celebridad ajena y rle la magnanimidad de aquel alto Magistrado, Consiclcramos este procedimiento como un" usurpa­ción, como una profanación, como un atentado contra las leyes de la moral, de la delicadeza y del honoL Las armas que empuñámos en los campos de EL i\Io­CHUELa, desafiando los batallones de la Guardia Colombia­na, no son las que hoy se esgrimen en el periódico del mis. mo nombre, contra ei más autori"odo representante ce nues­tra causa polítIca ('ootf;) ese ah!!,o protestamos en nuestro ,qroJ)io 110m- 1 bre yen el de nuestros finacios compafíeros, á quie n es n os li­garon en vida bs vínculos de la amistad á todos, á algunos los de la sangre, y á cuya memoria consideramo que se ha irrogado grave ofensa. Bogotá, Junio 2 de ,897. .ffe!iodoro Os pilla L. G., Roberto Qltljano O., Isidoro CaltienfJl, Igll.uio Stillcl/.ez, José Alfaría Tarquino. Por mí y por mi hermano Manuel M. de Narváez, ausente, Enrique de Mlrváez, H"¡iodoro Pieschacóll, Teórtlllo González, l!1a­Illlel n·o.yaJlo, Adolfo Leco""reur, JustillO Anoyo, Pedro L. GÓJIICZ Amador, Emebio POllee . Por telegrama fechado en Pitalito, e5tamos autoriza. dos por nuestro compañero Enrique Cheyne para poner su nombre en la anterior protesta: El Genel·al R e y es. -Trasnibimos el siguiente te­legratna: Puerto Nacional, 2 de Jllnio de 1):5:97. Excelentísimo señor Carol-Bogotá. El señor General Reyes, que habrá salido de Burdeos el 26 del pasado, y lI eg

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Bogotá: bisemanario político, literario y noticioso - N. 28

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Biblioteca de Señoritas - Año I N. 7

Por: | Fecha: 13/02/1858

• ANO l. Bogotá, 13 de febrero de 1858. NUM. 7. Literatura Suramericana. nos suponen: por otra parte llevan su idolatría a la literatura de • recia i de Roma hasta negar la posi- Es opinion jeneral, espresada con mayor 0 me- bilidad de que exista otra que no se forme por su nor 1nodestia sietnpre que se trata de esta materia, estudio ¡ sus rn odelos. que los paises suramericanos todavía no tienen Ji- La sola diferencia de pueblos cristianos a pue­teratura que propiamente pueda llamarRe ~uya,ique blos jentiles nos da colectivamente sobre las nacio­] as obras de sus hombre. de letras apénas d ebe n con· ncs de la antigüedad tal superioridad bajo el pun­siderar .. e como meros ensa) os, como mas 0 ménos to de vista de la civilizacion, que nada puede con­felices imitacion es de los trabajos de autores de otros tra esa superioridad la fama prestijiosa de Jos injenios pueblos o de otros tien1pos. de esas naciones, injenios cuya grandeza gana a Si hubiératnos de comenzar)al permitirnos el exá- nuestros ojos con la soledad del pasado, i cuyos ras­roen de esa comun opinion, por determinar el senti- gos no se trasparentan bien en las hojas de la his­do de la voz literatura, una de las n1énos definibles toria. que tiene la lengua, aparte de que ar-ostraríamos Esta es en resúmen la grande observacion: no una dificultad que ha intimidado a mui l1ábiles es- poseemos, no podemos poseer literatura, porque las critores, nos espondrúlmos a dar a e te artículo de ciencias están apénas en etnbrion en nuestra sacie­periódico un carácter didáctico, lo que está fuera dad. Pero entónces i qué literatura era, no diremos de n~~stros alcances i fuera tambien de nuestro efectiva, sino siquiera posible en aquellas naciones propos1to. . . . en que no se conocian ni Jos notnbres de esas cien- Tomemos dtc~la pal~bra hterrat~ttf'a en su acepc¡on cia~, i en que el en1pirismo filosófico llevaba Ja usu~l, vulgar SI se gu1ere. Tomemosla como la es~ . mente de Jos pocos pensadores de error en error ; pres1o.? del estado !ntelectual de un pu~blo, como > porque aún faltaba al espíritu humano la luz de ia el resumen de sus 1deas.; hecho ese resumen en la revelacion i al corazon del hombre el sentimiento varia forma d~ la poes1·a, la hi~toria i .la n~vela,_ i escelso de ~u oríjen i de su d estino, luz i sentimien­tomadas esas 1deas en toda su Jenerahdad 1 en el toque solo el cristianismo pudo traer i trajo al m un­mayor de5arrollo que hayan alcanzado, esto es, en do~ sl:l mas alto .nivel. C~aro es que, bajo tal punto de Quizas no conozcan hasta qué punto pueda lle· .. viSta, no h.a1 agregac1on d~ ~eres human?s.a. qu~ se varios su falso criterio los que, con la especiosidad pueda aplicar lo que en el Idioma de la c1 vihzlcion de nuestro relativo atraso científico, arguyen contra se llama pueblo, que de un modo absoluto carezca la existencia de nuestra literatura nacional. Acaso de literat~ra. La misr:?a .cosm~gonla, la mi~r:ta fá~ no se aperciban de que la Ilíada misma no debiera b.ula const~nada en cant1cos, hbros o. trad~c1ones, ser considerada por ellos como obra literaria, por s1 no es la bte.r.atura del pueb]~ respectlvo, Sl es, por cuanto que siendo bárbara como era la nacion grie-lo mén?s, el _Jermen de ella; s1n qu~ ~st? pu.eda ne- ga en los tiempos de Homero, no pudo tener, con-garse stn quitarle sl! fundament? h1sto~Ico, 1 ~o qu~ forn1e a las doctrinas de ellos, propia literatura. I al fiA ~a de dcterm~n~l', por dec1rlo as1, su t1po d1- lo mismo pudiera decir5eles, entre mil ejemplos,de ferenc1al o caractertst1co. los cantos osiánicos, esas ihadas de los primitivos No dan sin duda a la literatura un sentido tan pueblos casi salvajes del sete ntrion. vasto i complejo los que no creen que exista entre Se creerá tal vez que la etimo1ojía da fuerza al nosotros. r~ara estos acaso consista ella en la esen- pensamiento o mas bien a laaprension queexámina­cia de una alta civilizacion; esencia derivada no mos. Literatura, se dirá, viene de letras, i esta voz de los progresos de algun ramo particular del hu- comprende en su significacion la lengua misma,cu­mano sabe r, sino del espiri,tualismo de un siglo o yo dpsarrollo es parale lo al del entendimiento,i cuya de un pueblo entero, representado por numerosos perfeccion se enlaza con la de todos los conocimien­escritores de jenio. tos filosóficos i científicos. Donde, pues, esos cono 40 Mas si se admite como seguro este principio, no ~ cimientos no existen, no existen tatnpoco letras ni es su pritnera i mas natural consecuencia la de que ~ literatura; i es esto lo que sucede en Sur América. en reaJiciad nosotros no tengamos ahora ni hayamos Este nuevo raciocinio, basado ta~bien en la supo· de tener hast~ pasados algu.nos sig:los p~opia litera~ ( sicion de n~c~tra j e neral i g·no r~nc1a, no puede con­tura. Lo es, si, que no la tuvieron n1 pudieron tener- S tra la efect1v1dad de n':le tra. hte r.atura mas q~e Jo la aquellos pueblos de Europa i de Asia que nos ~ que pueda contra la ex1stenc1a m1sma de la litera­muestra la hi-.;toria en la grosera vida primitiva, o . tura de España. en la oscura edad llamada heroica, edad en que la Si en estas r ejiones se hubiera conservado como fuerza bruta do1ninó el mundo; puesto que esos idioma nacional alguno de los dialc.ctos de los abo­pueblos cuando mas adelantados se encontraron, a ríjenes, i ese dialecto aun !lo hu_b1era llegado al lo su rno fueron poseedores dt un l1éroe por cada rango de l engua por carencia de s1gno:s para la re­mi riada de esclavos, j un sabio por cada m ilion de presentacion ~?todas las ideas, entónces el ~ultivo bárbaros. Colocada, pue~, la cuestion en este can1- con que estuv1eran1os ~oaélyuvan~o a su meJora no , po, a) comparar nuestros pueblo5 con los antiguos, ; fo~·maria la literatura, si no que se r1a de esas penosas las ventaJaS son tan notables en favor nuestro, que e 1nforrncs labores que la preparan, como pr~p~ra­apénas se concibe como se haya esto escapado a los ron la castellana los ll a n1ados poemas de El Ct~ 1 de críticos que, al paso que no nos conceden siquiera Alej andro. IVIas con1o nue~ tra lengua es la m1s1na facultades literarias, por lajeneral ignorancia en que ~ que la de nuestros padres los españoles .. es claro Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 54 BIBLIOTECA DE SEÑORITAS. que, o estos mismos no tienen literatura, o en caso elijiendo como lienzo para estampar sus creaciones de que la tengan porque su idioma sí se encuentre a la faz inmensa i movible de los mares, que no per­ese nivel,bajo ese rnismo respecto tambien poJemos tenecen a nacion o raza ninguna ; i francesa por tenerla nosotros, que hablan1os su mismo hablar sin inspiracion i oríjcn es la poes1a de Chateaubriand, que en nuestros lábios se desmejore, i sjn que pue- aunque la vearnos empapada en ellJanto delIro· da probarse que él sobra a nuestras ideas. ques, en las brumas del Niágara i las nieblas de Mejor encaminados nos parece que van los que los Apalachcs. no quieren ver en la literatura suramericana sino La literatura, la poesía, la ciencia no están, ra­la misma española en su rama menor, rama tras- cionalmente hablando, en los objetos ni en los fe­plantada a un mundo 11uevo, pero puesta al cuida- nómenos, por estraordinarios que unos i otros sean do de la misma raza, en mas amplio campo i bajo o aparezcan a el alma entusia~rnada en su contero­cielos mas hermosos i soles mas fecundos. La opi- placion. Ni esos tnismos objetos o fenótnenos pue­nion de estos se apoya en toda probabilidad en cuan- den por sí solos determinar tal revoluc1on en las tose asignen por fuentes principales i perennes de ideas que dén ser a una nueva civilizacion, a una una literatura cualquiera la re1ijion, la casta, la his- ciencia diversa, a una literatura distinta. lmpulsa­toria i las costumbres, cosas todas que tenemos en rán sí jPneros ántes desconocidos o poco frecuenta· comunidad con la España; porque tan es nuestro dos; mas en el cultivo de esos nuevosjéncros cada Dios el Dios de Isabel la Católica, como son nues- intelijencia conserva su propio carácter determina­tras abuelos los hijos de Pela yo. Hai en nuestra do por diferentes i anteriores circunstancias; i si sangre mezcla de sangre indiana, como la hai en la se ensancha i se levanta en los nuevos horizontes de los españoles de sangre morjsca; pero nuestra que se le abren, acaso lleguen su grandeza i su historia no es mas la de los sal vajcs de América,que vuelo a transfigurarla i parezca distinta de la que la de ellos la de los hijos del Africa. ántes fuera. Pero nunca pierde el sello de su oríjen, Todavia se opone que, difiriendo esencialmente Humboldt, por ejemplo, es indudablemente mas nuestra naturaleza físi~a de la del antiguo mundo filósofo i tnas sabio ante las mara villas americanas, bajo el punto de vista de su novedad i de su gran- porquP. ante ellas es que su espíritu se dilata para dez a, ella debe darnos una literatura diferente tam- abarcarlas; pero siempre es el n1ismo, i las mismas bien de la suya; literatura que aún no tenemos i son las leyes eternas de la naturaleza que él sor­que es la sola que nos está señalada. prende i esplica en los pasmosos fenón1enos del Nue- Es de advertir que estamos en cuenta del valor vo Mundo. Lamartine, tatnbien es como el águila, puratnente poético de esta observacion. que busca todas las alturas para anidar i crear, pero i Quién desconoce la prominencia de algunos que no deja en ninguna ni trueca sus alas, aunque rasgos de nuestro nuevo mundo, que parece creado cambie de rumbo i de cielo. Byron en su peregri­por Dios como en una escala mayor que la del an- nacion simboliza el jenio: es siempre el tnismo tiguo, cual si la hubiera destinado a un linaje mas como en el centro fijo de un cerco maravilloso, a en ­grande, rnejor i mas feliz que el que puebla las ya n1óvil circunferencia va evocando las razas, las otras partes de la tierra 1 Su cintura de agua, en civilizaciones i los siglos, que él describe i anima que todos los océanos pliegan sus olas, su larga cor- llevando por cada radio su mirada de poeta seme­dillera que la atraviesa de cabo a cabo dentellán· jante a una línea de Juz. dose en columnas de nieve eterna i de fuego vol- Réstanos úni~amente, no para acabar de desarro­cánico, su cielo en que jamas se apagan las estre- llar~ sino de indic~r nuestra opinion, añadir que res­Has, sus desiertos donde fatigan sus alas Jos aquilo- pecto de ese todo encantado e inestimable de la li­nes, las s c l vas vírjenes en que estos van a ahogar- teratura de la raza española, no somos los surame­se entre las flores de todos los climas, sus valles an- ricanos 1neros consu1nidorcs o usufructuarios, si chos como continentes, sus lagos grandes como m a- ast nos podemos espresar, sino ''erdadera i relativa­res, sus rios, sus tnctales, su fisonomía, en fin, que mente dignos i fecundos colaboradores. La esposi­tiene alternativamente la sublimidad de la tormenta cion de esta última parte fácil i gloriosa al tender i la n1ajestad de la calina, todo en él es a propósi- la vista desde l\1éjico hasta la Tierra del fuego, nos to para alzar el alma a Dios, poner pastno en los es- forzaria a entrar e11 la enumeracion de autore8 para tudios del naturalista, fé en las cav·ilaciones del fi- cuyos nombres no 1nas son estrechas nuestras co­] ósofo e inspiracion i armonía en el alma i en los lun1nas. El sabjo Bello, el tierno 1\'ladrid, el divino labios del poeta. Caro, el sublime Heredia, el grande Olmedo i tan- Pero ¿bastará eso para cambiar intrínsecamente tos i tantos otros que no osamos calificar, ofrecen, la naturaleza del hombre i de las cosas? i Será eso cada uno en cada una de sus obras, la plena de­suficiente para alterar nuestra literatura hasta ha· mostracion de que la Arnérica ha sabido i sabe le­cerla distinta de la de nuestros padres, toda vez que vantar al cielo de la poesía i la literatura astros de conservamos su relij ion i su lengua, su sangre i no 1nenor hermosura i claridad que los que se han sus costumbres? No; i no debc1nos dejarnos sor- alzado i brjJJan en los horizontes peninsulares. prender por una apariencia fascinadora. Confesemos ~í para concluir, que en cantidad i El nuevo i estupendo espectáculo del suelo que variedad nuestro fondo literario es infinitamente pisamos i del cielo que nos cubre es objeto con cu- inferior al de la madre patria. Lo contrario seria yo estudio debe enriquecerse la ciencia, sin que imposible atendido lo reciente de nuestra vida inte­por ello digamos que él crea una ciencia nueva; lectual i libre. Pero en no pocos ramos de amena así con1o su conternplacion i descripcion deben literatura posee m o belleza de prin1er órden, a que exornar la poesía i la literatura, sin que podamos'> no falta sino el prestijio de un nombre de autor es­creer que de ellas nazcan nueva .. poesia i nueva li- tranjero pura que obtengan el escatimado aplauso teratura de dotninio predestinado para nosotros. de nosotros nlismos. Inglesa por carácter i por tendencia es la literatura No debe, pues, darse libre paso i el consentimien­que ha cultivado el nortean1cricano Cooper, aun to del silencio a ]a sentencia de una exajerada m o· • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • 56 BIBLIOTECA DE SEÑ"ORIT AS. es~ilo, su elegante suavidad d~ leng~aje, i con esas 1 ga de UU. i mia; ~na tnuchacha a quien veren1os m1l _otras .P~e~~as, natural ~ s 1 adqutndas, con que antes de una hora, 1 de cuya boca tendrán UU. el ha sido prtvdeJiado, sab~ p1ntar la escena mas tri- placer, o mas b1en la pena, de oir esta horripilante vial, el suceso mas puenl con una gracia tal i con relacion. colores tan escojidos que seduce i cautiva a sus lec- Suplican1os a nuestro amigo, mas con ademanes tores. En sus v~ajes hace descrjpciones risu e ñas ~ que con palabras, que nos refiriese aquella desvcn­pomposas, apac1bles o melanc~hcas, de cosas q.ue s1 ~uracla_ a.ve_ntnra que tanto interes nos ofrecia ya, i se vJesen solatnente con los OJOS de 1a cara, 1 tales el, sat1 fac1endo a nuestro anhelo, nos sacó de la cuales son en sí, no se encontraría tal vez mucha curiosidad, diciendo: semejanza entre la descripcion i el objeto real. ~?co_mas de un año hará que algunas familias Todo se le hace un tn?nte, como se. dice vulgar- d_e_Su~Ita 1 el Socorro proyectaron un paseo a cierto n1ente, aun el mas humilde collado;. 1 las cosns mas s1t1o ptntoresco, para llegar al cual es preciso pasar comunes de la. natural e ~a '·toman baJO su pluma las por este volador. U na de las señoritas, que montaba bellas proporcJones artist1cas que les dan su lente un hermoso caballo, se habia adelantado alrrun tanto poético, i el velo color de rosa con que las cubre. i al llegar a este punto detuvo el paso. Ebl primer~ Si el famoso autor del Viny"e a Oriente viniese a de los hombres que llegó aquí, notó que las cinchas nuestras soledades de América, i vi ese su portentosa iban en estremo flojas, i advirtiéndolo a nuestra ami· vejetacion, nuestras colosales cordilleras, nuestras ga, acto continuo echó pié a tierra para apretarlas. estrepitosas cataratas, nuestras palmas, ceibas i be- Ella, o no quiso o no creyó necesario hacer lo jucos i todo el lujo de nuestras selvas vírjenes; si mismo i permaneció montada, El encargado de la descubtiese desde una eminencia esos interminables operacion tuvo la inadvertencia de zafar las cinchas llanos donde hormiguean los ganados silvestres, i de las l1ebillas para apretarlas despues; pero el ca­donde el sol nace i se pone como en el mar; qué hallo que era algo mas brioso de lo que convenía a diría, qué es~ribiría, qué pensaría 1.... una señora, comenzó a recular. El caballero, vien- Estas reflecciones l1acia yo mirando los enormes do el peligro, echó mano de la brida para sujetarle, árboles de la montaña por donde, a paso de proce- pero en vano ••.. el caballo recalcitró hasta el pun­sion, ibamos desfilando en nuestras tnulas, dos to de no poderlo contener, i fa)tándole la tierra, se compañeros i yo, que, silencioso8, nos dirijtamos al hundió en el abismo con 5U jóven conductora! •••• caer de una hermosa tarde ácia el pueblo de Suái- Un grito simultáneo que lanzamos mi cornpañe­ta, para mí Je grat1sima e indeleble memoria. Cada ro i yo, interrumpió la relacion, que el otro se apre­uno de los otros convidados iria probab1emente en- suró a anudar de esta manera: golfado en sus propias meditacione~, supuesto que La Providencia, que antes, ahora i siempre ninguno hablaba, i que medio acostados en la silla ha manifestado su poder con milagros que la des­dejaban que las mulas pujasen tan recio cotno les preocupacion Jlama casualidades o caprichos de la daba la gana, o como en conciencia Jo exijia el ca- suerte, quiso en esta Yez salvar de una muerte Ior que se levantaba de la tierra a aquella l1ora, i desastrosa a la inocente i virtuosa jóven. I digo la fatiga producida por un camino fragoso i lleno miJagro, porque tal se llama todo lo que sale de las de tembladaJes. leyes de la naturaleza, i en cuanto a este suceso, Todosguardábamor.caluroso silencio. como digo, puede asegurarse, que en un millon de casos no unos con las ruanas quitadas, otros haciéndose aire acontece una sola vez lo que aconteció entónces. con Jos sombreros, cuando de repente el que lleva- ¡ Quié11 Jo creyera! La mi .. ma inadvertencia de bala vanguardia, que era nuestro amable guia en aquel hotnbre que dejó el bruto Jibre de las ligadu­aquellas asper e zas, detuvo las riendas a su macho, ras de las cinchas, fué la que ~alvó a nuestra heroi· hizo un cuarto de conversion sobre la silJa, i apo- na: el caballo descendió con ma~ velocidad, tal vez yando su mano izCfuierda sobre el anca de la bes- por su mayor peso, i la montura con la jóven se tia, dirijióse a nosotros, i con semblante gravo i detuvieron a poca profundidad, acomodándose per­voz solemne nos dijo: ¿ven UU. este precjpicio? fectamente en una rama o palo que se proyectaba En efecto, nos hallábamos en aquel motnento en horizontahnente •••• i allí permanecieron hasta que uno de esos desfiladeros por donde apénas podrían la comitiva, puesta en angustioso movimiento logró pasar cómodamente los Reyes Magos de los Naci- sacarlos con no poca fatiga i dificultad. mientos o Pesebres: a la derecl1a, rocas calizas estra- Si nuestro amable baquiano no fuera un n1ozo tan tificadas; en frente, enormes escalones o saltos de formal i veridico, poco amigo de brotnas i patrañas, piedra natural, con1o decia el chapeton, i por los no habríamos creido ni la tercera parte será una fortuna; pues voi a ayudar al mas jenero· peniques.-Basta ron eso si sabes injeniarte, me dijo; > so. I me acerqué al condestable que era un tanto basta con eso· mas de uno con la mitad de ese ca- regordete, i echándole una zancadilla dí con él en pjtal ha conclu1do arrastrando coche. Un l1on1bre tierra cabeza abajo. . con n1i1Jares de duros solo te lleva de ventaja algu- Bravo 1 esclamó el mar1nero; ya veo que le nos años. Parrarás el alojamiento i etnplearás estos l1as hecho daño en la obra limpia; así que, a un seis peniques ben fósforos que irás vendiendo por Ja l~rgo i a toda vela hasta la ciudad vecin~. Y a .I_ne ciudad. Si tienes suerte p~ra n1añana en la noche se ·yo donde echar el ancla. Vente conm1go 1 IDien· harás un cl1elin, sobre que andarás por los patios i tras tenga un cobre en la bol~a Jo partiré contigo alrruna que otra vez entrarás en la cocina cuando que te has portado como amigo en el apuro. El la 0 cocjnera esté en el. piso ~nperior ... Hai mucho que c~ndestable no vol vi a en ~í, toda la sangre. se le s.u· cojer.-Pero yo no so1 un pdlo~ le d1Je .. Bueno p~es, b1a a la, cara, pero le nflo]an1os .~a corbata 1 Je.deJU· cada cual con su gusto; eso si que s1 fueras p11lo m~s alh, echando a correr tan !lJero como pttdimos. mas pronto tendrías coche.-Pero suponed que 1~ l\1t nuevo comp~ñero, que tenia una,pata de palo, pierda todo o que nadie 1ne compre fó foros, qu.c al JJeg~r a la pnmer~ cerca, la m~nto.so~re clla.­} 1aré ~ le dije; l1abré de 1norir de l1ambre?-l\1onr No hat que perder .trcmpo,_ n1e dtJO~ 1 b1e!1 puedo de }1a 1nbre! oh! n0 nadie muere de hambre en este apro,·echarme de n11s dos pltrnas. I al decir esto se país. No tienes ma~ que hacerte poner en la cárcel, quitaba el zoquete de palo i estendia su pierna na­detenido por lln n1es; allí vivirás mejor tal vez de tnral a la que l.o 1.levaba atado. J.\lle abstuve de lo que nuncn has vivido. Ya estuve yo en todas hacer ~omcntnr1os 1 andando a buen paso 1Jegan1os • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • BIBLIOTECA DE SE:&ORIT AS. 59 a un villorrio inn1ediato que distaba como cinco una Jibra. hora pues, como tú me salvaste de ese Inillas.-1\..quí podetnos p:1sar la noche, pero tnañana tiburon de tierra que habría descubierto mui lue­al an1anecer nos bu carún: o un poco despucs, por go que yo t e nia dos piernas, i me habria pue~to en lo que t n rernos 1ue Juadrngar. a conozco yo la trena como a un impostor, te voi a enseñar le\ nla­bien a lo" bribunrs de la ju licia. .~..ro se l c vnt\tnn nera de gnt1ar la vida. a mi modo. 'frabajarás con­ántes que el al. Llatnó a un pi ~aro 1neson de cer- migo hasta que puedas hacerlo por tu cuenta, i des­vecero, donde se nos recibió i r gnló en breve con pues ancho campo l1ai en Inglaterra para los dos. una cena n1uoho 111 jor de la qu jatnas hubiera yo Pero óyeme, JUmas digas a nadie lo que ganas, o pen'ado quepo rian larno_; pero 1ni nuevo atnigo habrán d volverse rnarincros todos los ociosos de mandaba a derecha e izquierda con tono de autori- Inglaterra, i el negocjo se echará a perder. da , i todos parecian de. alados por servirle. Des- Porsupuesto que esta era mui buena oferta para pues de do~ vasos de gro8· nos fuimos a la cama. que hubiese yo de d secharla; con mucho gusto l dia sigui nte ántes del nlbn estábamos de ca- la acepté. 1 principio trabajaba con él haciendo tnino para otra ciudad adonde decia mi can1arada el manco, porque llevaba una tnano atada a lo lar­que los condestables uo se darian trazas de llegar go del cuerpo i la manga de la chaqueta colgada i por buscarle . De camino pr cruntóme cómo ganaba vacía, i a í anduvimos aullando a derecha e iz­la vida, i yo !e conté cuán de graciado cra.-Una quierda i recojiendo dinero por donde quiera que buena accion merece otra, dijo el marinero, i aho- íbamos. Como tllHlS tres semanas despues mi ami­ra voi a ponerte en amino de hacer la olla gorda. go creyó que yo estaba bastante adelantado para Sabes cantnr~ 'I'iencs voz?- ro puedo decir que la hacer el negocio por mi cuenta, i dándome la mi­tenga.- o quiero yo decir que cantes en tono ni tad de sus baladas i cinco chelines, nos despedimos que tengas buena voz, eso importa un bledo: lo i sepnramo yo i el amigo que despues de tí he te­unico que deseo saber es si tienes una voz fuerte. nido mejor en el mundo. Desde entónces he anda­- Ah l si es eso. solo, la teng? mui fuertc.-:-I>ues es d? r ecorriendo el. pni~ e!l todos sent~dos con mucho cuanto se necesita, hacerse otr, aunque ruJaS como du~ero en el. bolsillo 1 siempre bu~candote con gran un tigre o tnujas como un büfalo, importa una jota, cutda~o. f\11 ~ermosa voz. at.raJO. por fortu_na tu pues n1uchos nos pagan por salir de nosotros; mas r atenc1on, 1 aqut da pu!1to m1 h1storu1. Pero SI algu­bien que por caridad, i con tal que venga la plata, ve_z n?s separásemos 1 .de nuevo me en~ontras~ en qué irnportan los 1nedios? Pues, conocí yo uncl tnisertas, c1:éeme_ que bien pronto volverla a m1 pa. vez a un viejo truhan que no sabia rnns que una ta de palo 1 a m1s baladas para mantenerme. tonada en el clarinete, i esta tonada fuera de tono lVIARRIAT. le valió u na fortuna en s e is o siete calles, pues to-dos le daban dinero i le decian que se fuese. A í La Música. que lo echó de ver, volvió con la esactitud de ~n II. reloj todos los di as. Había una calle que esta a Sacadas- Pitócrito- Gusto por Ja música i la poesía en ocupada en su mayor parte por vendedores de mú- E s parta-Anécdota de Ajesilao-AJcman-Aglae-Al­sica i cantores italianos, pues esos estranjeros siern- ceo- h.,;a fo ·- .1\Iinmern1o- 'iinónines I~índaro- Juegos nen1eos- Timotco- Decreto espedido por Jos Éforos con­pre viven reunido ... , i aquella tonada que haría mo- tra su mú. ica- u opinion sobre la en eñanza de la músi-rlr a una vaca vieja, como dice el refran, era su ca -Contiendas musicale en Jo s juegos i~tménio s i pa­horror i por eso le daban peniques para que se mar- nath e neos- Flautistas celebérrimos de la antiguedad-De ¡\Jcibíades - Anujénides- I-Iarmúnides- Tocadores de chase. Tambicn habia en aquella calle una especie trompe ta -De Doriano-Tstménias-Observacion de Jeno .. de club compuesto de jóvenes a Ja moda, i al ver fonte- Latnia, tocadora de flauta. que los de mas daban dinero al viejo para librarse Sacadas fué el primero que se distinguió de esta de su n1úsica, ellos tambien le daban para que to- manera, ejecutando el ária pít/¿ica en su flauta, i case; los italianos le daban mucho mas para que despues de éJ, Pit6crito ganó el premio en Délfos, se marchase, i así de unos i otros sacó el hombre en seis ocasiones distintas, como tocador de solos en aquel mas dinero que todos los pordioseros í ocio- la flauta. sos del lugar. Pues bien, si tienes una voz rolliza, Aunque los c~partanos desterraron las ciencias yo haré lo demas-¿Ganais vuestra vida de ese como incompatibles con sus ocupaciones guerreras, 1nodo~-Porsupnesto que sí, i te aseguro que de to- forncntaron no obstante la música i la poesia. Todas dos Jos negocios conocidos, no hai negocio co1no es-'> las evoluciones de su ejército se hacian al son de te. Mira, querido, yo he estado a bordo de un bu- música tnilitar. Pr eguntado AjesiJao por qué los que de guerra, no por que sea anarinero ni que fue- espartanos marchaban i combatían al sonido de se educado para el mar, s ino que me embarcaron flautas, respondió, que cuando todos se movían re­como soldado de 1narina i montaba guardia en el gularmerite al cornpas de la música, era fácil dis­combés i a popa. Poco o nada sabia de mis obliga- dinguir al valeroso del cobarde. ciones como marinero, ni lo exijia tampoco el des- El músico Alcman era natural de Sardos, i vivió tino que tenia, por Jo cual jamas las aprendí, aun- 670 ántes de Cristo. Fué uno de los grandes mú­que pasé cuatro años a bordo. Lo único que snqué sicos llatnados a Lacede1nonia por las exijencias en lirnpio fué Ja jerga i e l guirigai de los marine- del Estado, e invitado a E parta a cantar sus árias ros que será conveniente que lo aprendas de mí. patrióticas al son de la flauta. Se hizo notable así l~or fin deserté i me escapé para Lunnain, donde por su jenio mús ico como por su apetito voraz, i sinembargo me habrian cojido mui pronto a no ser Oelinno le enumeró sobre los glotones mas celebres por esta pata de palo que ahora llevo en la mano. de los tiempos antiguos. Sabia 1nucl1as canciones i dí principio a mi profe- Ag·lae fué una dama famosísi1na por tocar la sion, que te aseguro es de las buenas, como que ha tron1pcta i por comer maravillosamente. habido semanas enteras en que despues de una Alceo contemporáneo i adn1irador de Safo nació gran victoria he hecho hasta dos libr.1s esterlinas en l\1itylene en Lé '"' bos, 604 años ántcs ele iristo. diarias, i ahora mismo gano de quince chelines a En su juventud entró en el ejército a la manera Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • 60 BIBLIOTECA DE SE:Ñ"ORIT AS. de Arquíloco, i, como éJ, perdió su escudo i su el otro Timoteo, célebre flautista, tan altamente es­honor ... en el primer encuentro. Él se .presentó, a pe- timado por aquel príncipe. sarde esto~ como r eforn:ador del gob1erno, i, segun Tan1bien habia premios para la música en los par~~e, ~e hallaba pose1do de una perturbacion de ju.egos istménios i panatheneos. Los tebanos en je­espintu Inadec.uada a los placeres tranquilos que neral se vanagloriaban de su habilidad en tocar la ofr~ce el .estudio de la .poe~ía i la música. Compuso flauta. var1os himnos, odas 1 eptgramas, i fué uno de los En sutna, innumerables fueron los flautistas cé-nlas gr~ndes poetas líricos de la antigüedad. lebres de la antigüedad. Viéndose Alcibíades un Se d1ce que Safo, la célebre poetisa, inventó el dia en el espejo cuando estaba tocando dicl1o in~tru­método mixolídio, medio tono mas alto que eJ lídio. mento, le chocó en estremo la de.Jiguracion de s.u Al principio deJa sesta centuria lVIinrnermo se semblante, i tiró la flauta i la quebró; vanidad pa­hizo famoso, tocando en la flauta una ária llamada ra la cual había tenido el ilustre ejemplo de liner­Cradias, que era costumbre tocar en Aténas cuando va. Así fué que Alcibíades puso la flauta fuera de las víctimas eran conducidas en procesion al sacri- moda entre los jóvenes de Aténas de rango dis­ficio. Plinio dice que Simónicles,el poeta,añadió la tinguido. octava cuerda a la lira. AntijPnides, célebre músico i epicureo, aumentó Píndaro, nacido en Beócia 520 años ántes de , el número de los agujeros de la flauta, con Jo que Cristo, fué l1ijo de un flautista de profesion, i recibió > estendió su alcance. Fué el primero en aparecer de su padre los ruclitnentos de ]a tnúsica: estudió en público con delicadas chinelas milesianas, i bata luego bajo la direccion de Myrtis, ~eñora de distin- de color de azafran. Conocia tanto e l gusto grosero guid?- habilidad en la poesía lírica, i fué durante del pueblo de Grecia en cuanto a múto.;ica , que oyen ­ese t1empo que conoció a Corina, la poetisa,que lo do un dia a cierta distancia un violento estallido de v e nció des pues cinco veces en Tébas, en la con- ~ a plausos a un flautista, observó : "debe de haber tienda pública por el premio de la música i la ~ algo mui n1alo en el modo de tocar de ese hombre, poesía. o, de Jo contrario,e~as jentes no serian tan pródigas Las odas de Píndaro se cantaban pritnero en el de su aprobacion." Pritaneo, o casa ~u~icipal de _O limpia? d~nde se Puede inferi'rse el gusto de ]os griegos por la 1nú. ensay~ han por u~ cOl? acampanado de .1.nsll _umen- sica estrepitosa, de una anécdota de cierto flautista tos,} espues se 1epet1an e n la :._ntrada t11unfal a su llamado Harmónides, quien empezó un solo en los pat11a del v~ncedor cu~as hazanas ~elebraba?.. juegos olílnpicos con soplo tan violento, a fin de L?s c~ntJendas music~l~s en los JUe gos p~thicos sorprender i a1·rebatar a su auditorio, que exhaló cont1nua1on hasta _1~ aboJ~c1?n ~nnl de estos JUegos e n la flauta su último aliento i cayó muerto en el cuando s~ estab.leci.o el cristlanlstl!o. , . sitio. ' Ta~b1en se Instituyeron prem1?s para la m?stca ~ Los tocadores de trompeta en estas exhibiciones ~.n los JUegos nemeos: Cuando F1lopemon fue el.e ... - > solian espresar el mayor gozo cuando hallaban que Jido por segunda ::-ez Jeneral de los Aqueos, suc~d1o ni se les habian rajado los carrillos ni reventado las q ue una vez entro al teatro en el mom ento m1smo ' venas. e n que el músico P1lad es cantaba, al son de su lira, estas palabras de una cancion de Ti moteo, Doria no fué famoso como músico, poeta i epicu-reo. Su inj enio i sus talentos compensaban su glo- Mirad al héroe! De sus altos hechos toneria, i le hacian un huésped agradable donde Procede nuestro bien, la libertad! ~ quiera que iba. En el instante la asamblea fijó Jos ojos en Filo- ~ Istrnénias, célebre músico de Tébas, tuvo U_?a pémon, i 1nanifestó con aplausos estrepitosos que : ~auta que le costó tres talentos, o 290 fuertes 2 1 ! creí a que Jos versos le eran aplica bies. 1 ea les. Timoteo , contemporáneo de Filipo de l\'lac edo- . J enofonte observa, que "si ~n mal flautista qui­nia fué uno de Jos poetas. músicos mas célebres de s1era. pasar por bueno, deber1a, cor:no los bueno~ la antio-üedad Tació en lileto ~n Caria 346 flautistas, ga tnr grandes sumas en r1cos muebles 1 o ' ) 'bl. d - . d años ántes de Cristo. Sobresalió en tocar la c.ítara, aparecer en pu 1co con gran e acompanam1ento e i se dice que perfeccionó dicl1o instrumento. Fué criados.n acusado de corromper la senciJlez de la musica es- : Los músicos de la Grecia eran de án1bos ~exos; p~rtana, añadiendo n~evas cuerd?s a la lira, ~ esten- ~ i de la l1ermo~a. Lamia, céle~re flautista, existe un d1endo la escala musical. Par~c1ó esto en Esparta ~ grabado esquisJto en un amat1sta, que se conservaba un delito tan grave, que los Eforos espidieron un en la coleccion del últin1o rei de Francia. decreto de censura contra Titnoteo, ''por l1aber dado a la música un ropaje afeminado i artificial," i ha- Diccionario de curiosidades. ber corrompido l os oídos de la juventud espartana , con la introduccion de tnayor variedad de notas; i RELOJES DE CAl\IP.ANA. En el aiío quinientos cin­al mi ~zno tiempo le ordenaron que cortase las cuer- cuenta i cinco de Cristo tu vieron principio los re­das supérfluas, i dejase solamente los siete tonos. lojes de campana: anteriortnente se contaban ]as Tim oteo tuvo muchos discípulos, pero e .. :ijía do- horas por el sol o por Jos relojes de arena. Los re­ble precio de los que ya habian recibido lecciones lojes de pesas solo aparecieron en Europa por el de otros 1na estros; declarando que tnas bien en se- alío de novecientos ochenta, i fueron inventados ñaría por la 1nitad del precio a los que no sabian por Pacífico, arcediano de Verona. Galileo Gali!ei nada, que tener el trabajo de correjir los defectos agregó Ja péndola al reloj .; i r·l. ingles Roberto de los que l1abiau adquirido malos l1ábitos. > I-Iool~e Jn:ret}tó los relojes de faltr1qucra en eJ año Murió 'fimoteo a la edad de noventa i siete años, de m1l s e iscientos sesenta. - dos años ántes del nacimiento de Al jan(lro el gran- ~ lVIrcnosc oPIO. Inventado en l\1ildelburg, ciudad de, aunque con frecuencia se le l1a confundido con~ de Zelanda, por Zacarías Tasen. ,. . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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Biblioteca de Señoritas - Año I N. 7

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Argos de la Nueva Granada

Por: Manuel Rodríguez Torices y Quirós |

El “Argos de la Nueva Granada”, fue un periódico de tendencia federalista dirigido por José Fernando Madrid y Manuel Rodriguez Torices. Corresponde a la segunda y tercera época del periódico “Argos Americano” editado en Cartagena desde el 17 de septiembre de 1810 y clausurado el 23 de marzo de 1812. Argos retomó su publicación con una segunda época editada en Tunja a partir del 11 de noviembre de 1813 y terminada el 10 de enero de 1815, con un total de 110 número. La tercera época inicia el 26 de febrero de 1815 con el número 62, esta vez editado en la ciudad Santafé de Bogotá, finalizando definitivamente el 28 de enero de 1816 con la publicación del número 110. Este periódico se dedicó a defender las ideas de federalismo, contra las posturas centralistas de la capital, argumentando la necesidad de conformar un sistema económico, judicial y legislativo teniendo en cuenta los intereses individuales de las Provincias de la Nueva Granada. La primera época de “Argos” se encuentra disponible en:
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Biblioteca de Señoritas - Año I Suplememto N. 15

Por: | Fecha: 10/04/1858

• • DE NUMERO 15 . BOGOTA . IMPRENTA DE OVALLES I COMP .• 1as a. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • • Ultimas modas de l'aris. Traje de paseo. Vestido de moaré antiguo, negro, con quillas de ricos arabescos i de flores de terciopelo negro tejidas en la tela. Cuerpo con quillas sin aldetas, aboto­nado con bellotitas de azabache. Las mangas son largas, anchas i puntiagudas, guarnecidas con un adorno de ter­ciopelo correspondientes a las quillas. CuelJo parisien de muselina bordada. Capa a lo Luis XV, de cachemira, color gris, con galones de Brandemburgo i botones, con­tinuando en galería por bajo de la capa. Esclavina cua· drada, adornada por detras del hombro i viniendo a parar adelante. Mangas chinescas. Guantes de Sajonia, braza­letes de coral. Sombrero de terciopelo negro, bordado de terciopelo cereza i con volantes de encaje guipiur. En lo interior grupo de flores de terciopelo cereza Cintas para atarlo negras con listitas de color de cereza. Traje de baile. Falda moaré antiguo, blanco, mui ancha i muí larga, sin ningun adorno, cubierta con una túnica de seda, color de siempreviva i un cuerpo correspondiente. La túnica de seda bordada, con dos abollados de blonda, formando por delante caprichosas ondulaciones, levantadas por un lado por un lazo de seda, i por el otro por un ra­mito de flores de terciopelo i crespon, color de siempreviva. Cuerpo escotado i punta arlornada de paños de seda i blon· da. Sobre los hombros un lazo de cinta de seda. En me­dio del cuerpo un lazo i dos ramitos. Peinado a lo Rafael, con collares de perlas blancas; pulseras tnui ricas de dia­mantes i rubíes en un brazo, miéntras en el otro solo se llevan dos hileras de perlas finas, de las que pende un medallon de diamantes. Pafiuelo de encaje. Zapatos de moaré antiguo, blanco, con tacones i un rizado de cinta de seda, color de naranja i blonda. Bistorico. Anoche en casa de Ines Estaban cuatro n1uchachas, Que, alegres i vivarachas, Sentían cosquilla en Jos piés . loes se puso a tocar, Las otras cuatro salieron, 1 dos a otras dos si r\'ieron De hombres para bailar. José que presente estaba, Comiendo pavo, paróse • I enojado dirij ióse A Ines, que el piano tocaba. -'' Hágame el favor, señora De bailar conmigo. , "1 bien," Le contes tó ella, "mas i quién Nos hace aJgun son ahora 1 Entónce el pobre José Conoció su situacion, 1 dijo con r eflexi on : ''Me han convencido busté. " Parábolas. Todos para ?tno. Un pastor de ovejas, deseoso de que su rebaño no saliera de los términos de un pequeño valle, ató una de ellas en la mitad de la pradera. Las demas trataban de corretear por las próximas colinas i alejarse, mas al oir los balidos de la compailera, que no podía se­guirlas, tornaban al valle para hacerla compañía: halla­ban allí ménos yerba, pero la aprisionada oveja no jemía. Entre a1nigos verda1eros la pena de uno de ellos es la pena de todos ; i mas bi en que abandonar al que padece prefieren privarse del solaz propio. • Ingratitud. Un hombre quiso recompensar jenerosamente los ser· vicios que babia recibido de su criado durante algunos años, a cuyo efecto le regaló una casita i un hu e rto que producía lo necesario para que viviese con co1nodidad. El antiguo patron enfermó gravemente, i como tuviese verdadero afecto al criado favorecido, le hizo escribir ro· gándole que viniera a asistirlo. Escusóse este pretestando enfermedad, puesto que se hallaba sano i bueno, pero no queria interrumpir su agradabl e reposo. En el acto l e fu é enviado un médic o ~ quien halló al pretendido enfermo sentado a la mesa festejándose ámpliamente con los frutos del huerto. Al saberlo el patron, dijo sin alterarse: "Habia mereci· ~'do Jo que le regalé con ánimo de hacer dichoso a un '' amigo ; pero veo que tan solo he saldado la cuenta de " un mercenario.,. N o corresponder aun ben eficio es perder el derec ho de recibir otros nuevos. El ingrato se degrada por añadidu· ra, descendiendo desde la altura de amigo de su favorece· dor a la clase de rnercenario pagado. Contentémonos con lo esencial. Varios escla\' OS de un rico musulman obtuvieron la libertad cuando ménos la esperaban, i se preparaban a re­gresar a su patria. Uno de ellos, deseoso de hacer el viaje con comodidad, se acordó de que su antiguo arno le habia tratado con cari!ic3, i determinó vol ver a la casa para pe· dirle algun dinero. Encontróse con un derviche a quien comunicó su propósito: el derviche, por toda respuesta, dijo: "Guardaba cierto dragan a un jóven como prisionero "en su ca\'erna. Durmióse el dragon un dia, i el jóven, ''aprovechando la coyuntura, se escapó; mas estando ya ., léjos se acordó de que babia olvidado su turbante i rle· '' 8eoso de viajar con comodidad volvió a la caverna por "él. Llegó: halló despierto al dragon, i pereció., El esclavo reflexionó un momento, i corrió a reunirse con sus compañeros. l'or qué cambian las modas. -El pueblo anda bien afeitado desde que las navajas están baratas : conviene distinguirse de é l llevando la barba larga. Así dijo un rico, que pretendia distinguirse de los que, por menosprecio, llamaba pueblo. Cuando los del pueblo notaron que los ricos no se afeitaban dijeron : -Parece que es de buen tono el llevar la barba larga : no nos afei ternos. En el acto los otros comenzaron a afeitarse diariamente. He aquí por qué cambian las modas: los ricos quieren diferenciarse de los pobres por vanidad; i los pobres, por vanidad, quieren parecerse a los ricos. Vanas apariencias. Tres hermanos, ya mancebos, jugaban cerca de un es­tanque, i uno de ellos cayó al agua. Los otros, aunque sabian nadar, prorrumpieron en gritos i en llanto al ver que se ahogaba su hermano, pero no se arrojaron a salvar· lo. Presentáronse a su padre i, llorosos, 1e anunciaron la catástrofe. -t Cómo podré creer que es sincero vuestro dolor, dijo el viejo, si, aunque vuestros ojos están húmedos, vuestros vestidos están secos 1 Las lágrimas i los jemidos no son prueba suficiente de verdadera compasion: la caridad se demuestra con ac· • c1ones. • ' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Induljencia importuna. Un aficionado rico se entretenia en pintar cuadros me· diocres, que se empeñaba en exhibir codicioso de los e) o. jios de! público i muí sensible a la crítica, por lo cual no ce­saba de pedir induljencia. -No soi artista, decia, sino humilde aficionado, que pinta por entretenimiento. . . -Por eso, le contestó un oyente, es que el púbhco t1ene derecho a ser severo. Nadie debe implorar induljencia si no lo escusa la necesidad. Huevos frescos. Para conocerlos, basta aplicar la le~ gua por .uno o d~s segundos a cualquiera de sus estrem1dades: s1 se esperi· menta frio en una punta i calor en la otra, el huevo está vivo i es bueno, por débil que sea la diferencia entre el calor i el frio. Cuando Ja temperatura es igual en sus es­tremos el huevo está muerto i no vale nada. Este procedimiento es magnífico para los efectos de 1a incubacion. Iaenguas. Para con1ponerlas, se ton1a una libra de sal, dos onzas de nitro i media libra de azúcar morena; mezclado todo esto se frotan bien las lenguas i se dejan en la mezcla por ocho o diez dias, teniendo cuidado de frotarlas de nuevo todos los dias. Pasado este tiempo se cocinan i cuelgan al humo. l.a coquetería. Decir que la coquetería no traspasa los límitr.s del de­seo de agradar, es dar una idea falsa de ella, porque el deseo de agradar es un sentimiento natural que nace de la necesidad de vivir en sociedad i que inspira induljencia, consideraciones i todas las demns virtudes que anhelan los hombres hallar en sus semejantes. La coquetería no par­ticipa de este sentimiento, puesto que no hace a la mujer digna del aprecio jeneral, ni perfecciona el carácter. La coquetería, comprendemos nosotros, que es el deseo de inspirar amor sin tenerlo ; tal es la definicion que le damos. Examinaremos la coquetería solamente con relacion a la mitad del jénero humano, i le daremos por única base Ja vanidad, así como la carencia de juicio, Ja insensibilidad, consecuencia que marcha en pos de la vanidad. Una mujer comienza primero por de!ear que todo el mundo Ja encuentre bella, i poco despues quiere que se lo digan, i seguidamente aspira nada ménos que a una esclu· si va deferencia; viene luego la indiferencia ácia los ho­menajes, cuyas demostraciones son las que necesita escitar, para el logro de lo cual no emplea rnucho trabajo: los celos, ]a envidia contra las personas de un sexo, la ponen en poder del otro, i entónces comprende lo que es la co­quetería; hasta aquí la había confundido con la lijereza, con la inclinacion a Jos placeres del mundo, con la debi­lidad natural de su sexo. Hablaba de amor i ya habla de amantes, i el primero no ha sido mas que el multi-plicador. . Algunos poetas han aconsejado la coquetería, i varios filósofos la han reprobado, pero acompañando esta palabra con un comentario que incluye la coquetería en el núme­ro de casi todas las inclinaciones del hombre, cuyo bien i cuyo mal pueden igualmente sobresalir ; por eso la pru· dencia provendrá del terror o de la desconfianza, la eco- • no~ía de la av.aricia, ~a. dulzura de la debi~idad~ la jene ­rosJdad de la ImprevisJon o de Ja ostentac1on. No hai vicios ni virtudes que no sean susceptihles de producir su contraposicion inmediata. Si se con5idera la coquetería, no como inclinacion na-· tural, sino con1o un arte, el objeto que se proponga i los medios que emplee, contribuirán a que la juzguemos lo misn1o inocente que culpable. t Quién condenará la astu­cia que ponga en juego una mujer para cautivar a un marido? t Quién se opondrá a Ja perseverancia i a las atenciones encaminadas a ganar los corazones por medio de la gratitud, a Ja igualdad de humor, al talento o a la amabiJ idad en el trato social ~ En vano se dirá que una coqueta nada mas que con­tenta de querer ser pose ida no se entrega a nadie, porque su pudor en inocencia vendrá a colocarse en el terreno de la duda, pues el pensamiento del mal, es suficiente para alarmar el uno i la otra. Por ventura, Ja esperiencia t nos ha demostrado que las coquetas son castas~ i no nos dicen Jo contrario todos los di as 1 Singular prueba de continen­cia la que consiste en dar a los hombres el deseo de parar se en eJla, i que les hace sospechar que se falta a sí mis­ma! La imaj inacion He na de amor, el o ido atento a sus palabras, las miradas, el aspecto estudiado para suspirar, vendrian a ser preservativos contra las faltas que obhga a cometer 1 provocarle en otras. Seria un medio de defen­derse de sus errores? Esto seria orijinal i por lo mismo no es. Las coquetas ponen mas conato en negar 1a existencia del juicio que artificio en persuadir que le profesan. El prianero que comparó a la coqueta al conquistador fué un hombre de buen sentido: ámbas cosas marchan en armonía; ámbas se regocijan con el desórden de Jos ntales de otro; no examinan la naturaleza de los obstáculos que se oponen, ni ]a naturaleza del éxito que procuran obtener. Sinembargo, en el conquistador hai mas sensatez: i promete descansar un dia, i siéndoJe conocida la estension del globo terrestre, limita sus trabajos segun las propor­ciones de la tierra; calcula sobre la posicion del todo .. i comunmente perece ántes de haber devastado una octava parte. La coqueta no se limita a nada : renovándose las jeneraciones, las invade su imajinacion, i si dependiese de ella, la trompeta que ha de reunirnos en el valle de Josafat, tocaria un paso de ataque contra los resucitados que en tien1pos anteriores al suyo hubiesen estado léjos del alcance de sus tiros. La coqueta no se detiene ni delante del llanto de una madre, ni en presencia de la cólera de un esposo, ni ante la vergüenza de un hijo, ni frente a la indignacion i el desprecio del mundo. Lo que se llama jeneralmente ver· güenza i deshonor aparece a sus ojos como un trofeo; se fastidia de la vida sedentaria, del trabajo de las manos, del silencio, de la economía, del descanso de los campos, de los cuidados de Ja familia ; huye de la presencia de las enfermedades i de la vejez; para ella son cosas familiares la calumnia i la mentira, i reune la indiscrecion, la astu­cia i la perfidia, presentando a los ojos de la relijion, de Ja moral i de Ja humanidad, el ser mas monstruoso i de­plorable a la vez, pues no puede confundirse con la mujer a quien habiendo turbado la razon una enfermedad ha irritado Jos sentidos, ni con aqueiJa a quien consume una • pHSlOO •••• La coqueta no tiene sentido ni pasiones, i se cree de un encanto inapreciable. El envilecimiento i )a miseria acom­pañan por Jo regular sus últimos instantes, i raramente muere resignada. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ' LIBROS DE VENTA en la imprenta de Ovalles i Compañía, carrera de Venezuela, calle 3,a antigua casa del parque. GRA!\fATICA CASTELDANA, por Pérez • ••••••••• CIENCIA coNSTITUCIONAL, por Pinzan .••.• ..... PslCOLOJIA, por Ancíza1· . •••••••••••••••••• MEMORIA~ PARA LA HISTORIA DE LA NuEVA GRANADA, por Plaza. • • • • • • • • . . • ••••••• LAs Dos DJANAS, por Du1nas . •••••••••••••• TRESILLO, EL 1\fEJOR JUEGO DE NAIPES . ••••.• Los DEBERES DEL HO!\IBRE, por Sil vio P éllico •• APENDICE a la Recopilacion Granadina •••••• AR_ITJ\1ETICA, por Ber gero'l ••••••••••••••••• EL JUEGO DE r AREJ As •••••••••••••••••••• LAS CRUCES I EL VIENTO .•••••• o ~o •••••••• CóDIGO PENAL ••••••••••••••••••.••••• · ••• A MIS PARROQUIANOS. $ o, 40 -o, 60 - 1, 20 - 1, 60 - 1, 20 - o, 20 - o, 20 - l. 20 • -o 60 - o,' 10 - o, 10 - o, 40 • Tengo el placer de anunciarles que he trasladado mi antiguo almacen nútnero 7.0 al número 10 de los Porta­les de la Casa Consistorial, donde encontrarán de venta a mui buenos precios: _ Papel liso para carta. Encurtidos. Id. rayado para id. Botines frans. para hotnbre Agua de colonia. Perfum~ría fina. Relojes de sobremesa con Tinta inglesa. campana. Necesarios para señoras. Naipes finísimos. Id. para hombres. Cigarrillos habanos de va- Sombreros de paño. rías fábricas. Peines de marfil &. &. Zardinas frescas. Pero sobre todo un magnífico surtido de ricos licores. En el mismo al macen se encuentra de venta al precio de 8 reales ejetnplar, el poema titulado "Luisa" por Mariano G. Manrique. ÜAM:ILO G. MANRIQUE. INTERESANTE A LOS ESTADOS. Ovalles i Compañía ofrecen en venta a cualquie­ra de los Estados de la República, o al particular o particulares que la quisieren, una imprenta surtida de todo a todo, i con una magnífica prensa de hierro, norteamericana, fábrica de R. Hoe & c.a Pueden dirijírseles propuestas por el correo, o recomendar a alguien en esta ciudad para entenderse con ellos. La venta se hará de contado o a plazos, segun la garantía que se ofrezca. • • • • • TEATRO. Para la noche del domingo 11 del corriente la comedia en cuatro actos de don Antonio Jil de Zárate, que se había anunciado para la noche del último mRrtes, denominada: DON TRIFON O TODO POR EL DINERO. Con1o la espresada pieza no exije cambios de decora­cion, los intermedios pueden sor mui corto~, i por lo mis· tno la Compañía se halla en capacidad de complacer a las personas que desean Ja repeticion del drama en dos actos, de don Ventura de la Vega, ti tu lado: . AMOB. Dll MADB.E, • que mereció los aplausos del público en la noche del do­mingo; bien entendido que la funcion comenzará por el espresado drama, i que despues de él se ejecutará la comedia . Si los seis actos de las dos piezas anunciadas terminaren, como se espera, antes de Jas doce de Ja noche, se represen· tará la petipieza titulada: LA SESENTONA I LA COLEJIALA. Si nó, se diferirá dicha petipieza para otra funcion. Grande ha sido el disgusto que ha producido a la Com .. pañía el escandaloso co1nportamiento de los que van al teatro a embriagarse, i a faltar al respeto debido al público, i especialmente a las señoras; i ha sido mayor su disgusto al observar que, en un país civilizado como este, no solo se carezca de la sancion moral, de desprecio i represion con que deben contenerse tales escándalos, sino que haya personas que forman auditorio i que aplaudan e insti­guen a los ébrios. I como la repeticion de hechos de esta especie, haría fracasar cuantas piezas dramáticas se exhibiesen, i retrae­ría de concurrir al teatro a los padres de fan1ilia i a las personas bien educadas, ha sido indispensable adopta?· pre .. causiones pa1·a lo fv,turo a fin de asegurar en el teatro el órden i la moralidad. A ello tienen el Empresario i la Coro pañía perfecto derecho. La funcion anunciada comenzará a ]as ocho en punto, i se ruega a las señoras que concurran temprano. Las personas que solicitaren palcos hallarán al Director en el coliseo todos los dias desde las diez de la mañana hasta las dos de la tarde; i al ajente, en su oficina, el sábado i el domingo a las horas de costumbre. Si lloviere el domingo de modo de presaj iar una mala noche, se diferirá la funcion. Al efecto se quitará la ban­dera. Bogotá, 8 de abril de 1858. • .Ambalema • • . • . . . Clemente Nieto. .Antioquia..... . • . Antonio Correa. Ban anqu,illa . . . . . Arístides Voigt. Bucaramanga . . . . J acobo D. Gómez. Buga . . . . . . . . . . . . Anselmo B. Delgado. Calt . . . . . . . . . . . . . Ce non F. Lémus. Cartajena.... . . . • Jo a quin F. V élez. Cúcuta . . . . . . . . . . Ramon Serrano. Guáduas.... . . . . . J anuario Trian a. H()'(lda........... . Francisco M urillo. Ibagué . . . . . . . . . . . Manuel J .. Rodríguez. S Trujillo,Restrepo i C. td MtdeUin • • • • · · • ~ Luis lVI. Correa. Jllloniqturá ••... •• . Policarpo Ola rte . Mo!eno •... ....•• Ignacio Várgas. N ezva .... . . . . . . . . Salvador M .• Alvarez. Ocaña .....•..... J o~é de J. Hoyos .. Palrna.. . . . . . . . . . R uperto ~nzola. Parnplona •... •... Felipe Zapata. Panamá . . . . . . . . • Cárlos 1. Arosemena. Pwdecuesta •... ... Leonidas OrbPgozo. Popoyan.... . .. . . . Julio C. Velazco. PurificacÍO'it •...•• 1\Iarcelo Bárrios. Riohacha.... . . • . . Moisf s Sálas. Rio?legr_o • . • • . • . . • Prudencio Cárdenas. RoldaniUo •... •••• Fermin Beltran. San;il . . o •••••• o •• So'lttander . ...... . S.Rosa de Vtterbo. Soatá •... •••.•... Socorro ••••.•... •• Soga m oso •...•..• Son son .....•..... Tun¡a •....•..... Uba té . ........•.. r,r élez • :. . • . . ...• Vtllavie;a ••.••.•• Zapa toca .•••• ••.• Zi'Vaauirá •.•• o ••• Lino R amírez. !vianuel A. TeJJo. Timoteo Fonseca. J aviet Corredor. A rango i Compañía Fídolo González. José l. Bernal. Cárlos Torres Ramon Clavija. Aquilino Parra. Fructuoso TruJ1llo. G 6mez, Márques i C.• - Ambrosio González. • • • ' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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Biblioteca de Señoritas - Año I Suplememto N. 15

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Imagen de apoyo de  Biblioteca de Señoritas - Año II N. 38

Biblioteca de Señoritas - Año II N. 38

Por: | Fecha: 08/01/1859

- ' • i • I. Boo·otJ, ~ ábado La Biblioteca de Señoritas. ' nu ~lra parte e.--tar!a la BrnLIOTECA a la hora de ,r arias dificultades no obligaron a -..uL pender est~ en suspen "'ion )nd e~nida. nue~tro p riótlico durante tre ~e~es. E ·tas difi- ]!,! 1 cunn~o a lo "" figurtne. de las ~odas, no nos cultade~ han ido ·n gran parte allanadas: tene- ha s1do postblc hasta ahora conseguirlos; mas no 1no~ r a buen papel; herno-. lo~rado cornprolnc- av en t_uranros nada en asegurar a nuestras a.rnables ter dos de nu '"' lro prirnero" e rltor s cotno cons- ·u rito ras, que, cua~do nlas. t~rde, de aq_uJ a c~a­tanle · colaborador · dirt.)ctc tnente iní.ere ados en tro n~eses come~zat·~n a re~JbJr cada q ... u1.nce d1as la prosperidad de la tnpre a, i con ·pg uido fundar los laA­Ja 3.• Gorra sencilla, de seda negra recojida; la arandela postQrior i todo el rededor del ala ro­deados por una cinta de terciopelo azul ; un lazo negro. a u~ lado, i otro de terciopelo azu 1 al otro; en el 1nter1or un lazo n o mas de cinta de terciope­lo azul 1nezclada con blonda; cinta de raso azul para atarla. Hace algun tiempo que se hablaba de la supre- ;;ion de la elegante chaquetilla; hoi, de pues de mil vacilaciones, la han aboljdo completamente, i solo se usa para trajes sencillos un gran sobre- ­todo que llega casi ha ta los pi{ls, escondiendo la enagua del traje. Los corpiños de cuello s e usan cerrados con botones adelante i con dos puntas. Lo trajes de lana i de poco valor se hace n sin punta i con faja; un cinturon de seda doble del color del tra~e ajusta el talJe con una hebilla de oro, de plata, del nuevo metal alu11dniu;n, o de acero pulido. Aunque se ha. dicho que los volantes o aran­delas han pa ado de lnoda, no se ve otra cosa en los trajes lijeros de baile, i en el verano pasado se l!evaban sobre todos los jéneros. Los tercio­pelos de lana i seda, el muer-a1lliguo i todas las telas de invierno que son mui pesadas, se llevan sencillos, de una sola enagua, o se ven hasta dos, pero sin volantes. Hace mucho tiempo que no se ve Ja 1nanteleta, i solo las capas redondas llamadas bour1tous, de diferentes forn1as i telas, se usan en el otoño i en el invierno. Estas capas llevan los nornbres n1as orijinales, i creo suficiente describir apénas las 1nas elegante.:. U na capa redonda por detras i por delante i completamente cerrada, con una 1noseta sobre­puesta en fGrlna de una W, de cada una de cuyas puntas pende una borla d~ seda, se IJama bournous a la Do•ati. Ya sabeis que e te es el nombre del principal de los siete cotnetas que han atravesado nuestra esfea·a en el año. La capa a la Fttn1ty ( nombre de una 'nov-ela inn1or~l i estravagante, rnui ea boga en Paris ) es de forma cuadrada por detras i por delante, de dos capas sobrepuestas, con maogas i adornada por una capucha; lleva por todo el derredor' anchos encajes negros, i se hace jeneralmente con hermoso terciopelo negro, que es e 1 g1·an tono. Hai otras formas llamac.las Morse (por el inven­tor del telégrafo eléctrico) Ghika, Mionette &a, pe­ro que son poco 1nas o ménos parecidas a las dos preceden tes. Las capas de saliF de baile son bellísimas, i las elegantes gastan mas lujo en ellas que en los de., mas objeto d,el vestido Haee pocos dias que tuvimos ocasion de ver algunas sobt·e Jos hombros de las damas de gran muado, al salir de la Ópera Italiana ; las mas be­llas eran: de • felpas de seda, de color rosado o azul eeleste, adornadas por una gran capucha con su borla i forradas en raso blanco; otras llevaban el sobre-todo oriental, que es una especie de talma, con mangas mui anchas, de cachemira blanca i bordadQ de or.Q i seda roja, o de plata i seda azul. Las ménos lujosas llevaban eapa dobles de ca­chemira blanc,, oord~das de canutjllos negros o blancos; i por último, as mas hutnildes usaban de meriQQ blanco mui JlO, acolchonadaB, con una capueba i forrda~ e o taf~tan de colores vivo-. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. En est os paises, cuestion de alta filosofía que ajita al mundo feme· la uirectora de aquel recinto, sale a recibir la nino, tanto cotno las cuestiones ~iontara, Istmo visita. de uez, Principados Danubianos &,• dividen al por dos caballos, p e ro con un lacayo no mas, dos Hasta ahora esta incótnoda costumbre sigue en carnpanillazos advierte n al oficial?nayor, que ella 1 todo su esplentlor¡ i tene1nos la conviccion de que es la encargada de recibir a la datna. El o..ficial no se acabará sino con el ltnpe rio napol eó nico. 1nayor es una rnuj e r de cierta edad i de grande La Emperatriz fué la principal inventora, i seria esperiencia, vestida de seua i con ínfulas de per- preciso que ella d e jara de reinar para que se sonaje. acabase la crinolina. Pero este problema es de- Si se oyen tres catnpanillazos, el jefe de seccion, tnasiado delicado i no lo profundizaremos, teme­qu e e s una jóven, sale a pedir las órdenes de la rosas de ahogarnos •••• visitante, que ha llegado en un coche propio, p e - Varias conspiraciones sordas se han declarado ro con un solo caballo i sin acompañamiento d e {tltitnanle nt e , aun entre las súbditas del imperio lacayo. ~ cTinolinítico; sinen1bargo, no di n1inuye su poder, Las que llegan a pié o en coche de alquiler son ~ i cada vez que se trata de echarlo abajo se hace recibidas por los oficiales del establecimiento, que ~ •nas tiránico, como todos Jos poderes usurpadores. son niñas 'de quince a diez i seis años. Ya Yeis ~ l.Aas lionas usan ]a crinolina enorme, de dinlen­que la etiqueta imperial se rnuestra aun entre las siones imposibles; las costureras, criadas, tende­modistas. 1·as i aun Jas carbone'ras, la llevan tambien, pero El salon donde nos recibieron estaba rodeado < ridícula i sin gracia; las verdaderas señoras la por espejos de las mejores lunas: un rico tapiz ~ usan para no hacerse notar, pero de tamaño re- • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .. gular. fle ahí la diferencia entre la dama de buena . ociedad i la que no lo es. La crónica <.le la últitna quincena reji tra tres acontecitnientos dolora os para lo que aman el valor, la cienr,ia i el tnérito moral. na "'eñora aletnana, madama Pfeiffer, que en dad avanzada ern prendió viaje lejano en el in­t erior de los paise .. mas sal vaj s, ha 1nuerto hace pocos dias ~n su pais natal, cuando pensaba hacer u tercer viaje al r ededor del mundo. La señora Ida Pfeiffer estuvo en la Oceanía, en la India, E Proyectos de gran fortuna Hace tnil la fu c ntecilla, Sin pen ar ¡ ai ~que Ja cuna 1 e l Ppulcro e tá e n la orilla. Ese futuro jigante E - luz que prende i se apaga; ace apéna , i al instante l .J gran lago se lo traga. rrEÓFILO G.A UTIER. El trilladero de la hacienda de Chingatá. donde penetró hasta Dell1i, cruzó l Africa en . CUADRo PRI?\IERo. vario sentido , recorrió la J\tnérica del 1 0rte, i Dormia don Florencia a pierna suelta, i por mas en ur-.... tnérica vi itó la Patagonia, Paraguai, seña que roncaba 1na s recio que un marinillo, Bl'a il, Perú, Bolivia, Ecuador i el Istlno de Pa- cuando un ruido tutnultuoso, haciéndose superior , nama. al de sus propios ronquidos, lo hizo de pertar so- La otra rnuert e es la de un viajero, tan1h ien bresaltado; i a i perrnaneció por algun tiempo, tnui conocido, el doctor .B"'éli ~ lVIaynard; era con- pues por mas que levantaba la cabeza i ponía el di cíput·o de ~i. Eujenio P lletan i de otro sa- oido, no podia adivinar cuál causa lo producía. bio iliteratos de la época. Apénas tenia cuarenta Era porque, educado en los E taJos Unidos i i cinco año , i habia) a viajado do vece, al r e- recienllegado a Bogotá des pues de una ausencia dedor tlelrnundo como 1nédico de la n1arina. En- de nueve años, ignoraba los usos i co&tutnbres de tre otras publicac ion e , la que rnas lo hicieron su pai . ro podia darse cuenta en aquel momento conocer fueron la historia de su viajes i el terri- de si aquello era revolucion, o los clamores que ble epi"'otlio de Ja guerra deJa India, llan1ado acotnpañan el incendio, los t en1b lor es o la inun­" De Delhi i Ca,vnpore." Todavía están repre- Jacion repentina Lo cierto fué que, en paños sentando en un teatro de Paris un drama intere- menores, saltó de la cama, abrió 1 a ventana, i si santí:simo, "Los Fujitivos," cuya base es esa su vista i sus oidos no lo engañaban, no desea­última obra literaria. brió siuo una turbamulta de be~tias cabalgares de La tercera muerte, es la de uno de los héroes todos sexos i edades, precedidas por un gravísi­de la Crin1ea, el )enera~ al les, que ha ~onmovid.o ~ n1o b.urro, que daban ':ueltas ~n un circo pequ~­hondamente a c1erto circulo de la soc1edacl par1- ~ ño; 1 fuera de los rel1nchos 1 acezos de la re­siense. lVI.urió de un pi toletazo que le di '"p nró un cua, no oyó mas voces humanas que estas u otras hermano suyo en un acceso de locura, lo que ha parecidas:_" i Ah condenadas!-¡ Ahí les y-a rejo! aurnentado el interes de la rnuerte de e te jeneral. ¡ A la vuelta i revuelta, i corran que aquí va quien Pensaba comunicaros varias anécdotas de la las obliga. ! '' crónica de salones i de bailes ••••• pero ¿cómo Las voces de " A meter orilla A volver! A hacerlo despues de hablar de tres muertes? lo sacar tamo ! " que oyó luego, lo tranquilizaron dejaremos para mejor ocasion. ANDINA. sobre los ternores de una catástrofe, pero no so-r. a fuente. A orillas del lago de N eufchatel. ( 'fRADUCCION.) Cerca al lago hai una fuente Que brota por entre tejos, I se lanza en la corriente Como para irse mui léjos. I susurra : " ¡ Qué placer Dejar negra sepultura Para venir a correr Entre aromas i verdura! " i s;glos enteros luchar Con la greda i el cascajo Para con dicha colmar Una vez tanto trabajo! " ¡ Ser espejo que no empaña, Donde se ven e ielo i flores, Donde el colibrí se baña 1 beben los ruiseñores ! "Quién sabe ? a mui pocas vueltas Seré de aguas un caudal, Cubierto de islas i deltas, Al Amazónas igual. "Con mi espuma bañaré Puentes de hierro i granito, 1 vapores llevaré Garbosa al mar infinito." bre el fenómeno ; i desde aquella hora no pudo volver a p ega r los ojos. A. í fué que su condiscí­pulo don Jil, que lo babia llevado a pasar algu­nos dias en Chingatá, Jo encontró al amanecer apegado a la reja de la ventanita tlel cuarto de los huéspedes, como las beatas a la del confeso­nario, para ver de descubrir la causa de tanto bochinche. -lVIucho dijo don Jil, di as. ha madrugado U, condiscípulo, le despues de haberle dado los buenos -Deseoso de infortnarme acerca de la novedad que ha estallado desde lastre .. de la mañana; no­vedad que, hablándole francatnente, no he podi­do hasta ahora atribuir ino a una revolucion, a un pronuncia~iento de todos los caballos, yeguas, burros i potrancos del universo. -Es el trilladera, le contestó don Jil. -I cuántos caballos le aplica U ? -Cotno unos ochenta entre chicos i grandes. -Ese es mucho progreso! o sí babia leido en algunos periódicos que suelen llegar por allá, que tni patria iba a la vanguardia, pero no crcia que fuese realmPnte t~nto ••••• En · lo.. Estados U nidos no se emplea s1no a lo sumo la fu erza d e cuatro caballos para trillar, i trillan centenares ~ de cargas diariamente. La suya debe ser una má- - ~ quina monstruo, qu trilla, avi en ta, cierne i tnu e- , Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. RITAS. le lo n1énos mil cargas de trigo diarias. amo a ( otras dos hijas i Ja tnatná Dionisia, se fueron a vi­ver ese prodijio. ¿ I cuántos n1iies de carga de sitar el corral de lr.s galJinas, la alberca, la harta­trigo e porta U. anualtnente? Corn is very dull liza i el jardin. no'v in the States. I am sorr for you. lVIi é ntra e ·o las arneadoras discurrían a su mo- To entender ni jota, condiscípulo; pero va- do ace1ca de la prese nria de un fora~ tero en la rnos a n1i trilladero para que U. se inforn1e de todo. h~cienda. Iiabia do de -' lla ocupada en la opera­Ya el primer tatno lo tenernos de un cacho. e ion de aventar. Era la. una tnas alta de cuerpo que Tonlaron los dos condi~cípulos un buen trago la otra, i de pié en u na actitud garbosa, tenia el ar­de anisado, i asomaron al carnpo tiritando de frio nero so tenido en lo alto por su robu to i rosado en busca del trillad~ro. Los rayos del sol herian brazo. u ojos, que deberian e lar fijos en el gol­la escarcha, que, como vidrio pulverizado, cu- pe del trigo que caía a modo d , granizo sobre sus bria los árboles, las sementeras i los potret os, ase- pequeños i colorados piés , e ran detnasiado vivos mejándo "' e la sabana a unainrnensa Jaguna de cris- ; para Jejar de arrojar algunos rayo sobre 1o que tal. Sinembargo, todas las operaciones se efectua- 1 pasaba por el rnundo, i tnucho mas si lo que pa­ban en ]a hacienda. Los gañanes gritaban jera ! saba era un buen mozo. La otra, arrellanada sobre jera ! jera t tniéntras que rPcojian los bueyes pa · un cuero de res, ra paba con e 1 filo de la mano ra ponérles el yugo; las arnead ras se aproxima· un costa], separando el trigo del baJlico, al propio han a la casa, garbosas i ri, ueñas, sin arredrarse tiempo que decia a su co1npañera : del frío; i Ja recoj ida de caballos de silla aguar- i ~ué tal te pareció, Luarda ? daba en Ja corraleja órdenes desde ántes de ama- Rigular, Antlalecia; pero esas barbas de tnis necer. pecados ! Despues de haber andado por entre los monto- Poro, ya ves, todos las usan, a ménos que se nes de trigo i al rededor de la era, se detuvo Don las comiencen a manosear, porque entónces se las Fuljencio, i dirijiéndose a Don Jil, le dijo : desmochan. ie gusta tnucho que U. atliestre sus caba- Cotno tambien se las en1bolan con tinta! llos a correr en el circo; eso nunca está por de- Hon1bre! De véras? •••• Si serán ]ambidos! mas, i así n1ismo lo hacen en los Estados U ni- 1 Pus no sino que no ! .•• Pero ya güelven .•• dos; pero i dónde es el trilladera? I tienen los cachacos unas ideas que ni qué ! o -Aquí, no lo vé 1 ves, Andalecia ? lleva aferrada a mi señorita De- -¿ Dónde, con mil santos r tnetria del brazo, que es la 1na bonita. De siguro -Pues donde están corriendo las yeguas. que a tni señuá Djoni ia sí no se Je apega, a cuen- -¿ No es una rnáquina, pues? ta de que es ya mayorcita. -No las conozco sino de oidas. Ln con1itiva se había detenido en el patio,unos -¿No hai ninguna en la sabana, siendo tantos mirando Jas enredaderas i las flores, i Don Flo-los hacendados que han ido a Europa? rencio con su adjunta vjenuo unas chisga pinta- -Por artes de calabazas tengo entendido que das de atnarillo i negro, que e, taban en una jaula. hace algunos años trajeron una, pero que la de- Qué le parecen ? le dijo la señorita. jaron dañar. Oh ! lindísitna"', lindí imas. -¿ Por no pagar un buen obrero, seguratnente? lVIejores que los canarios, pet·o como son del -Es que aquí e tan10s mui atra ados, diJo Don pais •••. agregó la señorita. Jil: el di a que falte a una tnáquina de esas un ejP, Los canarios son tle un n1érito inmenso, sin-un tornillo o cualquier 1najadería, no hai quien la S embargo. haga, i ca. o de que haya, , ale co tanda tna que A mí en realidad, dijo la señorita, lo que me la mi ... tna máquina . Pero, dt_-ljerno e a hi torias a dá es lástirna ver esos pobre$ anitnalitos ence­u n lado, para dPcirle cotno es el cuento de la tri- rrado . lla. ,e hacen correr las yegua. en esa era o tri- Envidia es lo que a mi me dá. Habiendo lladero, que, con1o U. vé, es un patio practicado en dos corazones que se entiendan ¿ para que mas la dehe a, de doce varas de diámetro i cercado n1undo? Esas Clos avecillas así presas son mil i por estantili\>S an1arrados con bejuco: en ese es- mil veces mas felices que yo, dijo don Florencio. trecho circo se hacen volver i revolver los ani1na- I eso por qué? •••. Ave lVIaría,Jesus c1:edo! les i se les dá rejo sin nai ericordia : unos caen, interrumpió la señorita. otros se lastiman, otros se raspan las piernas,otros Porque mi corazon ha estado siempre solo ; se rnalogran; pero se trilla, que es lo que impar- aunque tambienes cierto que en este instante pal­ta. Cuando hai tamo que sacar, se dejan desean- pita cerca de uno, que si es sensible, si llega a sar las yeguas,se hacen montones a fuerza de hor- corresponder .•••. queta, i cuando aquellos están bien altos, los coj(ln lVIira, Andalecia, dijo la aventadora a lasa­entre dos peones con la, 1nismas horquetas i los cadora, qué colorada se ha pue~to la niña De­botan afuera. S e da vuelta a lo que queda en me tri a ! ]a e1·a, i se repiten las n1istnas operacione~ ha. ta Algo que le habrá dicho el cachaco; pero que está el trigo en C'"tado de cr aventado. En- con ella si no hai ~uje •••• tóncc() se litnpia biPn un egtnento del trilladera ierto, porque de ella no se ha dicho hasta al lado contrario ele aquPI por donue viene el vien- ahora ni el negro de una uña •••• to, i ~e arroja con palas de rnadera el trigo a lo La comida en la hacienda de Chingatá era in­alto para gnc el viento se lleve la r~spa i el tarno faliblemente a las do ,a fin de que quedara tiempo n1enudo. A la tarJe vo],·erérnos, i U. \'erá con para io arreglos posteriores. Durante la comida qué propiedad ~e hace todo. no hubo ese dia ino conversaciones jenerales. Despnes de altnorzar to1nó Don F'lorencio de Don Florencia se hizo mui amable, hablándoles brazo a la ..,eñoritn 11en1etria, i con Don Jil, sus de Jeny Lind, de lo ferrocarriles, .del iágara, • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BIBLIOTE ' 7 del de preci? á~ia los n gro"' de parte de los blan- t condiscípulo, dijo don F lorencio : Jos augurios de co ... , de) capttoho, de los hotele '"' , del bullicio e lo ant ig uos grieo-o no eran ni ménos acertados in1nen o j nt ío )n Broad,vay, d lo ótnnibus, ni n1éno .. cautos i prudent e ~ . ' l o banco , los edificio de 1nrirmol, i de 1nil i mas Don ~!il.arrojó lueg o una horquetada de tamo a portentos de la R epública tnod elo, inventora i lo alto, 1 vt c ndo qu al caer se desviaba de la per-propagadora de la lei de Linch. pendicular, e clarnó : Al acabar e la comida, volvió don F lorencio al c\.h ora í, n111chachos! ya está ahí 1 Arriba, dratna d ~ la trilla. El pritn r cuadl'o que era el puc ! ,orto i alto, i no vagar! del bochinche, e taba co1npletatnente tertninado. La e tremaua condescendencia del viento, que U ADRO '""EGUNDO. Estaba todo en silencio. La yegua se hallaban en el potrero, unas rarnon eando con a pe tito, otra bu~ cando los bebederos i otra , que eran la tnas, revolcándo e a su . abar entre el poi vo. na ro­~ illa, de la del ili on de la criada , se habia que- . dado derrengada cerc a de la era, en compañía de do potrancas enjaquitnados que daban vu Ita i brinco i relinchab, n como tnuchachos que han aborrecido 1a escuela. De los demas actores de la parva, que e ran nueve peones i peonas, unos e. ~ taban sentados ' limpiándo e el sudor de la frente i otro en u lu­gar descanso sobre u r espectiva h orquetas. Una inaccion jeneral rei naba en e l trilladera : d e vez en cuando los peone n1iraban a su arno, i este lo miraba a ellos, co1no pidiéndo es su parece r so­bre alguna cosa, i Juego todos los ojo , imultánea­mente, s e dirijian acia las copas de los salvias i sá u ces lejanos a ver si e n1ovian ; pero todo era eo vano, ni una so] a hoja se aj itaba. Era l:lna es-soplaba con fuerza i tenacidad, d e jó terminaua 1a operacion n un cuarto de hora. Itecojió e el trigo clespue .. ~n un solo monton, e barrió la ra, i e proc dió a tra fJUl ear. Ran, ran, ro.n! sonaban la .. palas., i la, baleadoras alia­do contrario, arra .. traban .. ua,· en~ nt e c o n raJna seca .... J te n1o gru ~ so, hasta darle Ja vuPita al rn on­t o n. Catorce cargas dió la í)nrva ; ~e recoji ron e n o tal e de fiqu e, i se llevaron al grane 1·o <.le la casa. -Teniendo a. u lado un ánjel corno U, dijo don Florencia a la eñorita Demetria, a quien encon­tró de vuelta del trilladera, s ntada en l corre­dor, st e puede vivir dicho o en el ca1n po. La sefiorita se sonrojó, i entró con su padre i don li'(oreucio a r e unirs e con el r esto de la fami­lia en e l alon. AJ c.lia siguiente se fué e l huésped pnra Bogotá; pero, eso sí, e rnp eñó a la señot~ita Demetria su palabra d e volv.er a l os quince d ias cabales. EuJ El: 10 DíAz. cena de impone nte ilencio. Correspondencia de Ubaque. -San Antonio ! esclamó de golpe un sabanero Enero, 1. 0 de 1859. con su sonora voz, i con la tristeza de un encar- lV.Ie qu ejaba yo el otro dia de jaqueca, romadizo celado. i tedi o. El aire de la oficina 1ne tenia d e esperado, -San Lorenzo ! gritó otro de ellos, mirando i esa vi<.la sedentaria i con un jefe tan bravo que ácia el ci el o. ni un tabaco en e dejaba fun1ar, era in. ufrible. R e- -San Antonio! San Lore nzo! esclamaron to- solví irrn e al carnpo, a cualquier parte, a ti e rra dos a una, con voz es tentórea , i haci e ndo r eso nar caliente, a los i nfi~rnos aunque fuera. I como el eco en toda la s e rranía, al propio tietnpo qu e, p ert enezco a esa multitud d e raizal cs , que no ca­con )a cara para arriba, trataban todos c on los nocen ni e l rio Fucha, tuve nece idad de con ul­ojos de penetrar mas allá d e l horizonte i desarre- tar a un ami go sobre cuál e ría e l lu gar mas apro­glar el equilibrio de la natura] e za. pósito para distraerme : este atni go , que <:S bas- -¿ Qué calamidad nos ame naza? pregun t ó tant e fu e rt e e n materia de cosas al órd e n del dia, don Florencio a su condi "!c ípulo todo sorprendido. me indic ó a U baque, i aun rne r econvi no por Jo -Que la parva se quedaria sin sacar,porque el ig norante que 1n e encontraba r especto a la po i-aire es el todo. cion del pueblo a la rnoda, del pueblo in el cual ~¿Conque U. se halla en las an gus tias d e los médicos no r es p on de rían de la vida de l os ha­Cristóval Colon en cierta ucas ion .•••• ~ Pobre de bitantes de Bogotá; yo confesé mi pecado i pro­mi condiscípulo! m e tí entni e nda, i en recompen a de tni docilidad - 'í, señor, los campesinos somos el juguete é l m e facilitó una bu en a rnu]a i un g nía, supli­de los elementos ••• Ahora no nos falta mas sino cándome qu e, e n carnbio d e esos ]i je"ro se tvi-que llueva, i ya Jos cerros se están nublando. cios, l e escribiera ]a correspondencia de Uba- ---.. ·1 entónces? que para LA BIBLIOTECA, periódico por e l cual se -Se hace un monton del trigo i se tapa con ta- int e resaba e n estremo. mo i cueros, i el dia que hace bueno se continúa Apesar de rni odio por todo aqu ello en que la la fi esta. plurna i el tintero son aj e nle s indisp en abl cs , no -I a tí que te parece, lloverá? preg untó d o n pud e resi st ir a Ja rnotl es ta úplica de n1i arni go. Jil a su mayordorno. I h é aquí tni prin1 e ra obra i üni c a costu1 a que -Pus, mi amo; yo le digo a sumercé con to- hasta el dia de hoi he trabajado con gusto. Voi da verdá, que a la madrugada grande atisbé bien a continuar, pues. la luna~ i tré mucha agua. Bien provisto de un suculento fiambre i derr1as -Pero ditne categórif!amente ¿lloverá o no co as que mi bu e n arni go me indicó que eran ne-lloverá hoi? , cesarias, rnontado en rni le reJa rnula i acompañado --Pus, mi atno, debe de llover hoi si la agua ~ del vaquiano, atrav esé la ciudad por la calle deJa que tré la luna es par.a hoi ; poro si es pa ]a se- ~ Carre ra hasta Ju plazu la de Jas Cruces, i totnan­mana de arriba, no tenga sumercé ningun cuidao. do lu ego a la izquierda emprendí ]a empinada -Me parece mui r-acional el mayordomo de mi cuesta de los Lárhes. Jamas habia subido tanto , 1 \ • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ' 8 BIB-LIOTl~CA DE SEÑORITAS. al cabo de una hora me encontré por la prirnera otros la gran ventaja de no dejarse ver de do el pueblo es mui de igual, así es que siempre contPm piar el bellí imo con traste que forrnan las ~ que se atra vie~a en cualquier direccion, se sube o ri ueñas i fértiles sabanas de Bl>gotá con el árido > se baja, circunstancia que hace mui hijiénico el i frií --imo de ierto de Cruz-verde. Animado por paseo, porque el sudor corre abundantemente. la vista de Ini pai natal, del que tne figuraba es- ,ine1nbargo de estas desigualdades hai dos calles tar tan lejos, espoleé rr1i rnula, que a la sazon se ~ n1ui rectas i pJanas, sobre calzadas con truidas encontraba en un cauce que en otro tien1po daría ~ con grandes piedras colocadas convenienternente, curso a las agua , i por e1 cual hoi solo ruedan pie- i que en un pueblo tan pequeño con1o Ubaque son dras para tortura de las pobres bestias ; i en n1é- un monumento que sorprende al que por primera nos de una hora me encontré en el termino del vez lo observa. Es en estas calles donde e .. tán nunca bien exajerado páran1o de Cruz-verde. situadas las mejores casas, destinadas a alojar a los Para el que como yo nunca a visto otra cosa que, en Jos meses de diciembre i enero, van a re­que las estrechas calles de Bogotá, nada puede cuperar la salud deteriorada por la falta de baños sorprender Jnas que ]a vista de los variaclísimos i de paseos en nuestra ciudad. paisajes que ofrec~n los va11es de Chipa que, F ó- Entre las tnuchas cosas que olvi<.lé al salir deBo­meque i Cáqueza desde la boca del páramo : allí < gotá, a causa de mi poca práctica en esto de viajar, el corazon se dilata i la imajinacion se eleva con- < se encontraba la de no haber tomado la direccion templando lo rico de la naturaleza, que ha dotado del mejor hotel del pueblo, donde pensaba per­esas rejiones con los prouuctos de todos los cli- manecer algunos Ji as; a í fué que me encontré mas favoreciéndolos con una suavísima tetnpera- ~ en la mitad de la plaza sin saber qué camino co­tura. Despues de una pequeña detenciou comencé jer; pero cotno a la sazon se hallaba el pue­a descender por una 1nui inc]inada pendiente, i t blo habitado por una n1ultitud de estimabilísimas entónces distinguí al pié de la cuesta un ranchito familias de Bogotá, no tardé mucho tiempo en aislado i único en 1nedio de esa vasta porcion de encontrartne in~talado en una confortable habita­tierra, al que el vaquiano dió el non1bre del Sal- cion, a donde babia sido conducido por los jóve­teadbr, agregando que babia totnado e ... te nornbre nes i sañor<1~, qu<-' de la manera n1as cordial i por ser allí el lugar donde todos los caminanl(-lS franca rne obligaron a aceptar sus oferta , mani­asaltan las provisiones que llevan consigo. En la f2stándome qu~, apPsar de las grandes emigracio­mitad del pequeño patio del SalteaJor se encuen- nes que todos los años se hacian a Ubaque, no e tra una loza de pieura bien pulida, que colocada encontraba una fonda o casa de alojamiento para sobre otra rnas pequeña que le sirve de pie, forma el que no tuviera allí su farnilia. una cómoda mesa de cornedor: allí sentado sobre Llevo ya ocho dias aquí, los que se han pasado n1is COJinetes coloqné sobre la mesa sin n1antel en paseos a los distritos circun,recinos, i baños una gorda gallina que mi solícita cocinera babia ~ en lo.s rios que rodean el pueblo, i en agrada­guardado en mi maleta con algunos huevos, un ~ bles reunione\ nocturnas en casa del señor Pedro poco de ají de cazadores i unas tajadas ds carne ? ieto i otros sujetos tan estimables como él. nitrada, despues de un trago del mas afamado , Esta noche vamos a bailar i a sacar cornpadres brand y del Sr. Grau, que corrió fá·cilnlente por mi ~ en casa de la señora *** Jatnas había estado yo garganta ( npesar de mi poca costumbre) i dí prin- ~ mas a mis anchas, ni escrito con mas gusto. Pero cipio al mas delicioso almuerzo que ja1nas haya ya 1ni carta se alarga, i no me queda mucho tie1npo probado, habiéndolo coronado con un vaso de agua que perder. En mi próxima habrá muchos por­mas pura que la de Torca, i cuyas virtudes, se- menores, pues sobra qué contar de este pequeño - gun cuentan, son las de rejuYenecer i vivificar. Versálles. Desde el Salteador hasta Ubaque se desciende constantemente, i a medida que se anda se va Recuerdos, Recuerdas tú que, en los brillantes dias, notando el cambio de vejetacion: el frailejon Ai! que tan presto para mí volaron, disrninuye u e tamaño i se presenta bajo un fortna Tus ojos con mis ojo se encontraron, ménos entristecedora, i las hermosas bata tillas T mis tiernas miradas comprendias 1 ~Te acuerdas de la. blanda armoní~s matizando los verdes arrayanes i morliños, a u- Que de mi acorde lira ~e escaparon, mentan a cada paso con di tintí ¡ rnos colores i Cuando tus labios trémulos juraron Que ~olo a mí tu corazon darías 1 tamaños, distrayendo de tal manera al carninante ~Re cuerda"' que las penas de la ausencia, que apénas percibe el dulce murmullo de la rui- .1\hs bellos lauros estin1ando en poco, d d Sufrí corriendo <'n pos de fan1a i ciencia~ osas casca as fln que desciPnde el pequeño río, ~ 1 que mas tarde delirante i loco . ~ que, desde Pueblo-viejo ha ta Ubaque, acompaña Volví lleno de gloria a tu presencia'! el tortuoso i desiert6 camitl?· ) ~~-~~_o_m~e_p_u_ed_o~ac_o_r_d_at_·._~_P_u~e_s_y_o_t_a_m_p_o_co_.~~*-•~* El pueblo de Ubaq u e t1ene sobre todos los > IMPRENTA DE PIZANO 1 PÉREZ. , • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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Biblioteca de Señoritas - Año II N. 38

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Biblioteca de Señoritas - Año I N. 4

Por: | Fecha: 23/01/1858

• ANo 1. Bogotá, 23 de enero de 1858. NUM. 4. Estudios literarios. qué se reputaban por nuestros padrastros como mé-d nos prójimas de la libertad i del a1nor a la indepen- 0 los ha habido ,iempre en la neva Grana a. cía. 'las cuando esta pasó a ser una realidad, i Hasta hace mui pocos años el ebrija i el fasú.s- cuando con ella i tras ella emprendieron su vuelo tegui estaban encargados de atorm ntar la !f~Cmona las imaJÍnaciones colombianas, estimuladas por las i asu-tar el entendimi nto de la niñez i la JUVentud obras europeas que de una vez se nos franquearon, que se acercaban a los colej io.: .. El tonn:-nto i el con el cu !ti \ ' O de la lengua se hizo necesario al susto duraban tres años por térmmo legal, 1 duran- mismo tiempo que fácil el estudio de sus cánones te él apénas se daba algu 11 vagar, a ~a ment~ es- gramaticales. ... o fné todo esto, sine m bargo, una tudiantil para la que juzgaban los do m mes peligro· obra rápida i j e neral. Por muchos años ap é nas sa la gramá:ica de la lengua patria, aun en el testo asomaba a pública luz escrito alguno de redaccion del m u i lacónico U rcu Ilu i del mas que condescen- sospechosa de castiza, que no fuese atribuido a don diente Araújo. r o babia en los clau ~ros p~blicos Sutano o don Mengano, rancias notabilidades hoi mas solaz posible que el del Arte esnhcado, 1 en el dia i únicas en quienes entónces se reconociese ap­Yarza tenia que beber todas sus inspiraciones el titud para proclucir~e cou pureza. alumno que ~olo hablaba ca tellano i que era na- Las cosns hoi se encuentran en mui diferente cido centena de año--- despues que habia muerto la estado. La hermosa lengua de Cervántcs, que junto lengua de los romanos. con la fe cri~tiana forma nuestra única buena he- Rabia entónccs i aun hai ahora certámenes, so- rencia de los E~pañoles, es en la actualidad escru­bre todo teolójicos, en que se hablaba i se habla pulosarnente es.tudiada e~1 todos los establ~cimi~nt~s latín ¡ si, señores, latin, así, al ménos, nos lo ~segu: de educacion 1 la cultivan con amor 1 con Jemo ran. I si conforme a la opinion ele Chateaubnand 1 numerosos prosadores i versistas. Producciones li­a la nuestra (es decir, a 1000 + 1) .las m_ismas obras terarias tenemo~ los neogranadinos que, a no .faltar­maestras de latín idad moderna har1an ren· a. los esco- nos en ello la audacia que en Jo político i social casi lares de la antio-ua Roma, si resuscitasen, i qué nos sobra, pudiéramos con justo orgullo ponerlas al diremos del Jat~l de nuestras aulas, estudiado en frente de otras famosísimas de la Península. I aun­gramáticas mas bárbaras que el mismo Atila'? que por épocas,i merced a pen'ertidas obras i a las-l\ 1as, con1o si en esta materia todo hu?iera de. ser tin1osas traducciones que nos traen los vientos de la misterioso e inesplicable, no solo suceclta queJen- rnoda, el gusto literario suele resentirse i estragars e tes que ignoraban radicalmente las reglas de _su entre no~otros, como en todas partes, es indudable propio idioma i la~ jenerales a tod?s, que es preciso nuestro rápido progreso nacional en este como en conocer para aprender uno cualqutera, no solo su ce- varios otros sentidos. dia, decitno~, que tales jentes lograban pose~r ella~ Debetnos con todo confesar que nuestro país no tin, o al tnénos lograban persuadírsolo.; Sino que > e el que a este respecto marcha a la vanguardia en cabezas infelices que en castellano, su nat1va le!lgua, ) Sur-América. En Chile las lecciones i el ejemplo no acertaban a producir sino mi serias, en. lat1n, en de Bello por una partc,i por otra la antigua tjranía la lengua de Viljilio i Cic~ron, con1pon1an odas, arjentina que ha botado a esa tierra celebridades elej ías, sermones: epitafios, po~m?s, tratados, &. &. poéticas i estadísticas, se ha ~lcanzad?, i no !?as j e ­Esto se lleva por delante los ltmltes de toda verosi· neralidad, st 1nayor altura c1entifica 1 ltterar1a. \Te-militud. nezucla, cuyo clima ardiente se revela en la imaji- 1 entre tanto la lengua española, esa lengua que nacion de sus hijos, es rica en trovadore s i parece del lado afuera de los claustros habían for~ado mas afortunada que nosotros en el planteamiento de las ciencias i el pueblo, miéntras que Jos ergotistas los estudios serios, así deJas l\laternáticas abstractas se rompían el tímpano i la cabeza ~el ~a~o aden~ro i aplicadas, como de todos los ramo.> de ~~~ huma ­de las aulas, esa lengua a cuyos pnnc1p1os filosofi- nidades. ]3astc saber que Jas obras filoloJlCas d e l cos ha sabido dar un Americano evidencia matemá~ tantas veces citado eminente Bello, que apénas en1- tica, n~ era estudiada _en ningun establ.ecimiento de pezamos a ro~1occr i cuya edici.o'l acaso no ofrc~eria cducacton, por regla Jeneral._ ~os. curtosos_que so- aquí fruto op1mo al empre~arto que la acotnett~se, lian buscarla en las obras dHI acttcns espanolas, la en Carácas han sido ya re1mpre '"' as, bastante bien hallaban ajustada en el lecho de Procusto, .segun compendiadas i pne5tas así al u .. o de los colejio~ ; la espresion de Bello, de las. reglas de la lattn~, re- las escuelas. La obra cl.1. iea de Bounouf ~u~ ha o-las a que han profesado los Inhumanos human1stas civilizado por decirlo ast, el e .... tudio de la latJnidad, fa!l ent~añable cari~o, qu~, como lo observa A~u- ~ no solo h~ sido en y en.czuela acomodada para ~os nateo-u1 han quer1do SUJetar a ellas hasta los In- ~ que hablan es¡)añoli bten e~.Jractada para los pnn- o' · dlN . 1 numerables dialectos de los aboríJCnes e nevo cipiantes~ sino cp~c con Ja e"tne 1:ada anotncton e os mundo. ~ ejercicio.s de V en en, en refere ncm a ella,se ha hcc!w Nada de estraTio tenia que todo esto sucediera, ~ un prcc1o ... o testo para Jo~ rna prof~ndos estud 10-s entre nosotros, en Jos tiempos coloniales, cuando toda ~ latinos. I aun no h~n1os .h e cho n:cnc1on ele la opor­Jabor intelectual nos era nociva, a juicio de nuestros ; tuna aunque no tnu1 lu c id a \ er '"" tOn de , _la obra_ de dominadores, i cuando los tal entos de que siempre Robcrt~on, l~cch~ .por el Yene zolano RoJas, ve1: 1~11 ha sido pródiga nuestra naturaleza, solo podian adopt~da h?I ca s i J ~ n eruhn ent e P?ra eJ nprendJznJ c medio penetrar, i eso co1no de contra bando, en la dclt_cbolna 1 n g l "'.; ni tan1¡:oco .de l h bro d~Palenzu ~ la senda de las ciencias naturales, que no sabemos por escrito pnra el n11 stno obJeto 1 se gun el s1stema pruc- -Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • BIBLIOTEl~A DE SE ORIT 1\S. t ic o d e Ollendorff. 1 o nos faltarían para eYidenciar l supe rioridad de la pren ... a ven e zolana, si tuvié­ranlos qu e e ntrar a demostrarla, producci o nes suyas ci e ntífi c as con las cuales no tenen1os nosotros mu­cha s que parangonar en todos Jos ramos. I aun para el jénero mismo de las traduccion e s d e n o Yelas i demas trabajos baladíes de consumo diario, no l1ai comparacion favorable a nuestro mo­vimiento tipográfico con el ven e zolano; sin que con esto neguemos el adelantamiento sensible i pro­gresivo de nuestras imprentas, ni avancernos tu m­po c o desautorizadamente el juicio de una absoluta infe rjoridad por nuestra parte. Cuidado ahora, no sea que algun patriotismo d e masiado susceptible se nos venga encima pon Ja paladina confesion que acabamos de hacer, en esta tierra en que la patriotería, como la llama V J llér­gas, ha dado en exijir que nos der ]aremos superio­res en todo a todo el n1undo. En ningun caso puede s e rnos daño~o el conocer nuestra verJadera situa· cion, i en cuanto a la que debamos ocupar u ocupe­mos, literariamente hablando, algo podremos decir, anudando la reseña que suspendetnos ahora por )Ta larga, cuando sea la hora i cuando las a1nables l e ctoras de esta BrnLIOTECA nos vayan permitiendo artículos tan serios i estirados como el que damos aquí mas por reventado que por concluido. Bi bliografia .. CARTA SEGUNDA. Señores Redactores de la BlBLIOTEC.A. El título 3. 0 del CóDIGO trata del matrimonio, hasta ciertamente avergonzado de c¡ue, siendo su ob­jeto el amo 'r: se consagre un capítulo entero al lazo indisoluble. Qué ! puede acaso existir el amor verdadero i grande fuera del vínculo n1atritnonial ? Qué es el amor, pues, sino la 1nutua consagracion de los sexos para su felicidad? I t qué consagracion puede ha­ber un una coqueta de tertulia que tanto mira al uno como al otro, que :::onríe al primero que la son­ríe, i cuyos ojos jiran ávidos en torno de un círculo de necios, que no pasan de vestirse bien, pero cuya ignorancia i cuya falta de modales los marcan a tiro de ballesta? . Si lo que se quiere es 1 ibertad o lisura de cos­tumbres, 1 que las mujeres, tiernas i pudorosas en lo jeneral, se lancen en el sendero de las decepciones i del vicio, disfrazado con la careta del buen tono i la elegancia, n1al lo ha pensado el autor del CóDIGo, pues en nuestra desgraciada e ignorante América, o como se quiera l1atnarla, no predomina otro sen. timiento que el cri"' tiano, que hace de las mujeres bd)licas las m~s puras del orbe los antros de la pcrdicion! Si un casado no pu e de ir al juego, ni a la gallera, ni al café, ni juntarse con n1alo s amigos, ni frecuentar casas deshonradas, por su di g nidad propia i Ja de su esposa e hijos, el estado d e l nlatritnonio, decimos nosotras, es la base de la moralidad pública i de la f e licidad. En lo que sí estamos de acuerdo con el CóDIGo, es en qne el amor debe conservarse entre los casa­dos con el mistno interes que entre los amantes, ta· rea única i esclusiva de ln tnujer. La cita del filósofo jinebrino es en este punto mui oportuna; é] dice a las casadas así: ''El imp e rio de tu amor será duradero si no pro· digas tus favores, i si conociendo cuán preciosos son, sabes conservnrles su valor. Si quieres que tu espo· so se arroje a tus piés con entusiasn1o, conservale siempre a alguna distancia de tí; pero cuidando sietnpre de que tu serenidad "'~a hija de la modes· tia i no con"' ecuencia del capricho, no sea que por conservar su amor Je hagas dudar del tuyo. Hazte querer por tus fa vares i respetar por tu prudencia en concederlos, de modo que honre el pudor de su esposa, sin tener que quejarse de su indife rencia." Con lo que sí no podremos conformarnos jamas, es con esa falsa virtud de nuestras mujeres, que lue­go que se casan creen que ya deben huir del toca­dor i de las reuniones, con1o si los castos adornos se a'riniesen mal con su estado de matronas, i las ter· tulias, el bai1e i la música fueran superiores a la deli~adeza de sus órganos. No; ni estamos por las solteras graves, ni por las casadas locas ; en esto como en todo un eclcctismo racional i justo es la mejor regla de conducta. Una mujer que se casa no es una joya que se roba a la sociedad, sino un astro aberrante que se coloca en su órbita .. 1 iq uién dirá que no vale mas­una esposa rodeada de sus hijos, esperanza del Es­tado, que una niña casquivana, que solo sabe bailar, abrir el abanico i voltear los ojos? La parte del CóDIGO que trata de las viudas, esas pobres huérfanas del corazon,tiene tam bien sus apre­ciaciones lijeras, que ninguna aJma pura puede aceptar como concluyentes. Una viuda es tanto mas respetable con su triste vestido de luto i su pá­lida faz de dolor, que la vestal misma con su cán· dida túnica de vírjen. En la primera hai un corazon sacrificado; en la segunda un corazon dormido. La crueldad sube pues de punto cuando con una palabra nada galan­te ni justa, se califica todo un estado que tiene por compañero el dolor. La viudita verde bien puede preguntar corno quiere La-Fontaine: tDónde está el jóven marido Que me teneis prometido ? pero por una de tan triste pelaje, hai cincuenta r~· catadas i fieles. Los amores que santifica una tumba, dejan de ser terrenos para pasar a celestiales. Tal es nuestro modo de ver las cuestiones que hemos tenido el atrevimiento de juzgar. Adios, i perdonadnos el atrevimiento. l\1. 1 Ni a qué venirnos al1ora con la absoluta aquella de que la mayor parte de los matrimonios se hacen por interes? Cómo negar que algunos no se hacen por la mujer sino por la dote? l~ero estos son con ta­dos en todas las sociedades del mundo, i por lo re­gular Jlcvan en sí Jos jérmencs del castigo, ya del padre que vende a su hija, ya de esta misma cuan· do se entontece i se entrega al primer patan que la corteja. Ni de dónde deducir, tampoco, que el matrimo- Poesías de los bardos. nio lleva consigo Ja pérdida de la libertad 1 l. Qué Jibcrtad? La de las tnalas co~tumbres ~ 1 Por mas esfuerzos que hicieron los ron1anos, se-si es esa la que se pierde, i no otra cotno no puede ñores del mundo, para borrar las huellas de lapa­serlo, bendita c~clavitud la que aleja nJ hombre de t, sada civilizacion en los pueblos que acababan de • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. conqui '"' tar, o nqnello~ fue~·ot~ poco pod ro"'os, o estas se habian ll g do a unpr1nur l1arto profuntlatn nte para que pudieran conseguirlo por completo. I no es que d jaran de poner cuanto de u parte estaba para realizarlo, pues adetnas. d~ las ley 5 romanas que se hicieron de ob._crvancia Jener~l; ad m~s de los O"fandiosos cspectácu los que grntu 1tamente 1 con áni~1o de hacerles olvidar sus antiguas costutnbrcs se proporc1onaban a los pueblos; ade1nas de haber procurado por todo~ los medios que la lengua del Lacio fuera idioma u ni versal, v n1os a los ~oldados del in1perio destru} endo cuanto a su impetuosa ca­rrrlra se oponia, para 'U3tituirlo mas tarde con ob­jeto~ que pudieran ctnbellecer al pueblo acabado de conqui .... tar. Donde no ha mucho e _levaba un ~en­tena rio bo~q u e druídico, que l1a bta pres 1_1c1ad~ dura11te siglos enteros el sacrificio de las víct1n1a~ 1 los auaurios d-el sacerdote, aparece ahora una c1u· dad co::>n sus templos, palacios i gai~rías, adornados con estatuas de mármol, de bronce 1 a veces de maa precioso metal ; sobre Jos rios que no ha mucho debian vadearse a nado, o abandonarse a .me:ced de] débil esquife, se echan puentes oberb1os 1 ro­bustos que, a la par que pueden desafiar el ri~or de los sio-los facilitan el paso a la vencedora maJestad o , . l del imperio i en todas partp··, do qu ter a 1aya un risueño v, lle, una apacible llanura, una frondosa a\arnedn, surjen pintorescas VILLAS aun mas bellas que las de 1\..driano i Ciccron. . l\1as los hijos de la ciudad et~rna, en su r~b1oso frenesí, olvidaban que hai háb1tos tan arraigados en el corazon l1umano, que solo el trascurs? de los siglos i los adelantos que nacen del con1erc1o ent:e distintos pueblos, pueden co~pletan1ente destru1r. Poco dirémos de nue tra patria, donde los romanos l1abian encontrado al o-unas simpatías, i su lengua, i con ella sus co._tumbres se habian adoptado sin vacilar· a pesar de esto, basta leer a Lucano para conven~ersc de que el jenio cspnñol conservaba ín­teo- ra toda su orijinalidad. De entre los galos, de lo~ cuales dccia Ciceron que eran la fuerza del im­perio romano i el ornato de su grandeza, de entre los galos que abandonaron fácihnentc sus costum­bres para trocarlas por las de groscr? placer 9 ~e. s~ les ofrecian, vemos salir un .'acrovir, un_ C1v1hs 1 un Salino Vindex, (*) que s1n duda _hubu~ra~ sa­cudido el oprobioso yugo del conqUistador, SI sus conciudadanos embrutecidos ya, en lugar de secun­darlos, no los hubiesen abandonado a la venganza imperial. I si esto acaecía en aquel!os pueblos donde los nietos de Rótnulo ha bian tenido a bien plantear su dominacion ¿qué habia de suced?r con otr~s .q.ue, juzgados in ignos de los ''benefict?s d~ ]a c1 vJh~a­cion i de los honores de la ~sclavitud ' no hab1an hecho mas que visitar de paso, abandonándolos in­mediatamente a su independencia feroz~ i Q~é ha­bia de suceder con aquella comarca, ~uyas desiertas play"as, yermas llanuras i nebuloso cielo, nad?- ofre­cían a su rapiña, nada P.res~ntaban a su brillante imajinacion? I si prcscJncllend~ de~ recelo. que aquellos frondosos bosques les 1nsp1raban, 1 mas que estos el snlvnje patriotismo de sus po?ladores, se hu bies en a ven tu rado a penetrar ¿que resulta­dos podía ofrecerles un suelo sin habitantes, segu­ros como e taban de que estos, alentados por sus creencias relijiosas; ántcs hubieran preferido darse (*) \ 1 éanse las 1Vvches de Ron1a, de ~1:. Jules de Saint­Felix. • 21 la muerte que doblegarse les arrebataba su libertad 1 al yugo estranjcro qne II. Por esto si g u eremos encontrar una litera tu r?­, viljen, una lit 'ratura que a vuelta de m~chos si­alos conserva aún indeleble el sello de ]as 1' Es de notar, sinembargo, ~ue en. t an~o que en los cantos de los pueblos de _la Escan chnaY ~a encontramos una ]JOesía bárbara e 1rregular~ prop1a , para escitar a un pueblo jgnorantc, cruel, enelnJrro de toda civilizacion i para el cual era el1nayor go~ ce apagar su sed e~ el ~nsangrentado cráneo ~el 1 enemigo, en Jos que habitaban las alt~s tnonta nns ~ ele Ja Ca Iedonia, ve1nos que Ja ternura 1 ~a ~as sen­sible delicadeza sustituyen a la barbarie I a 1 fe­rocidad. (Continuará . ) Romance. - Han de saber mis lectores, Para que me tengan lá.Jim a, Que soi un pobre ernplcndo, Que goza de renta escasa; I que en rni pequeño hogar "\'iven tni Inujer, trccs r.riacl as, Tres muchachos, dos perrill os, l\li abuela, un loro i dos gatas. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 28 • • BIBLIOTECA DE SERORITAS. Anoche, como a las siete, Hallábasc congregada, Segun tiene de costumbre, Toda mi jente en la sala _; I yo en la alcoba contigua U nas cuentas arreglaba. ~Ii pobre abuela gruñia, Atufábanse Jas criadas, 1 1 adraban los dos perros, I maullaban las dos gatas, 1 lloraban los tres niños; I mi esposa idolatrada Humor tnas negro tenia Que el ala de la borrasca, Que en ese instante a lo léjos Sordamente 1·ebran1aba. Gracias a mi buena estrella, Que otras veces es mui mala, Llegó de visita el padre Del hijo de mi cuñada .. Tras el saludo reinó Hondo silencio en la sala; 1 luego empezó este diálogo: (Oh qué nocl1e tan pesada!) -1 qué dias tan variables! -Con razon que esté tan brava La peste! Como ustedes Son bastan te aficionadas A la lectura, he traido Un libro para.... Mil gracias -Para leer un poco Bien, Enciende otra vela Juana. Dió principio a la lectura Antonio, que así se llama Mi concuñado, i al punto Soltaron la carcajada Mi abuela, mis tres muchachos, 1\ii n1ujer; i, cosa estraña ! 'l1 odos como por encanto Cambiaron luego de cara : 1 si era án tes de vinagre, Entónces era de páscuas. l\1 i abuela dejó caer El huso, apartó la lana; Puso en la mesa los codos, 1 entre las manos la cara¡ 1 ni hablaba, ni tosia, I casi ni respiraba ; A tendian los muchacl1os Sin n1over mano ni pata ; 1 la faz de mi consorte Púsose tan animada, ·~ Que 1ne obligó a recordar Todas sus antiguas gracia&. A veces todos reían, 1 luego todos callaban, 1 luego soltaban todos De nuevo la carcajada, Inclusive el loro viejo Que dormia en una estaca. Mi esposa mas de una vez Enjugó una gruesa lágrima, Y o quise vol ver cien veces A mis cuentas; pero nada: La lectura a pesar mio Toda mi atencion robaba. ' Dió el reloj las diez, i Antonio Djjo admirado: caramba! Vuela el tiempo! habré leido D os l1ora s t hasta mañana. h! no se vaya usted ; E s t e r e Joj se adelanta, Dijo mi abu ela. No, no, Es mui tarde; hasta mañana . -Dejenos usted el libro -Lo d ejaré l\.fuchas gracias. Fuese Antonio; salí yo; Abrí ansios9 en la portada El libro, por conocer Al autor de obra tan rara; I ví que decia: VEn. sos DE JO A QUIN PABLO PosADA. Guillermo Shakspeare. El inte res que inspiran los grandes hombres n o se limita únicamente a sus escritos, sino que se de­sea saber la historia, las costumbres i hasta las faccion es que han tenido aquellos cuyas produccio .. nes nos han instruido o deleitado, siéndonos grato todo lo que se refiere a su vida priva da i respetable cuanto J es perte nece. Pocos hombres ha habido que hayan despertado el mismo interes que Shakspearc; pero por desgracia es tambien de los hombres gran· des de cuya vida se sabe m é nos. Shalíspeare era hijo de John Shakspeare, i nació en Stratford en 23 de abril de 1564 .. Su padre, rico con1erciante en lanas i uno de los bailíos de la cor­porncion de Stratford, perdió en breve la mayor parte de su fortuna. La madre de Shalrspeare era hija de Roberto Arden de "'\Vellingeote en el condado Wanvick. GuilJermo era el mayor de diez hijos que conta­ba la familia, i las apuradas circunstancias en que llegó a verse esta, influyeron mucho en su primera educacion. Pusié ron lo primero en una escuela de Stratford, pero viendo lo poco que adelantaba, le sacaron siendo todavía mui jóven para ponerlo de escribiente en una procuradoría de provincia. A los diez i ocho años de edad se casó con Ana Hathaway, hija de un arrendador d~ los alrededo· res. Se ignora que profesion abrazó de aquella é po· ca en adelante; pero se debe creer que su fortuna no sería:de las mas brillantes, pues se asoció a una cuadrilla de cazadores, entre quienes fué coji­do esplotando el soto de Sir Thomas Lucy de Char· lecot. Aquel jentil hombre, deseoso de vengarse de una antigua can e ion satírica que contra él habia compuesto Shakspeare, Jo persiguió mas cotno a poeta que como a cazador en vedado, por lo que el pobre bardo se vió en la necesidad de abandonar su país i su familia i refujiarse en Lóndres, a donde llegó en 1586, teniendo apenas 22 años de edad. Asegúrase que no tuvo otro recurso alli para sub­sistir que guardar a las puertas de los teatros los caballos de las personas que no tenian lacayos; sin embargo, este no es un punto bien averiguado. Poco despues reunió el título de actor al de autor, que ya tenia, representando en sus n1is1nas come­dias; i segun la tradicion el espectro de Ha1nlet era el papel que deseinpeñaba 1nejor, lo que prueba bien que no seria una notabilidad, no obstante los consejos, i buenos: que sobre el arte da a los actores en 1nuchas de sus obras. Antes de dedicarse a Jas composiciones dramáti .. cas había compuesto Shal{espeare un poema de Vén1¿s i Adónis, que dedicó al lord Southampton, i que Jlama el p ·ri1nojénito de su imnjinacion. En • .... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BIBIJI TECA DE SE~ ORI'I 29 este ensnyo r ina un e ... tilo amanerado i enfático, Con la Biblia puede probarse que Ja música ha que tan1bicn se ncuentra en el TILe Passionate, sido siempre admitida en las ceremonias relijiosas, Pele8·1·inr., i en Lucrecia i Tarquino; i esto porq u , lns fes ti vi dados públicas, i las di version s social es ántes d e adquirir un e~tilo propio, pagó tributo, del jénero humano; a í co1no, tambien, Ja antigiie­como todos Jos autores de su tiempo: aJ gusto italia- dad de la con s truccion i el uso de Jos instrumentos no, entónccs el mns a la rnoda. músicos. IJlamóse a 'fubaJ, sesto d es cendiente de o s e sabe a punto fijo cua] fué Ja prin1era obra Ca in, "el padre de todos cuantos manejan el arpa que dió al teatro; p ero Ro1neo i Julieta, Rica'rdo Il i el órgano.'' i llicardo III se in1primieron en 1597, para cuyo •uando Jacob huyó de Laban, i este le repro­año contaba ya Shnkspeare 30. Isabel protcjió su chó su fuga ~ecreta, le dijo: "ipor qué te fuiste talento; siendo n1ui notable l que aquella princesa en secreto, i huiste de tní furtivamente, i no me lo tan celosa de su autoridad, dejase al poeta una átn- dijiste, a fin de que yo pudiera despedirte con ale­plia libertad en Ja eleccion de Jos asuntos, los que gría i cantares, con tamboril i con arpa?'' Co1no a veces eran contrarios a su propia familia. Las Laban era sirio, el tamboril i el arpa deben ser te­pn~ iones cnmudecian ante Ja fuerza del j.enio, i la nidos por instrumentos asirios. reina no v ia mas que el talento dPI autor del En- El prim e r ejemplo que se recuerda de un salm o, 1\ique VIII i de los infortunios de Catalina de J11é- o himno al Ser Supremo, tuvo Jugar en el año 1491 dicis! ántes de Cristo, cuando Moises, habiendo pasado Durante su carrera dramática juntó Shakspeare el Mar Rojo a la cabeza de todo el pueblo de Israel una fortuna con~iderabJe para aquel tiernpo, pues que escapara del cautiverio, cantó un himno de llegaba a trescientas libras de renta; pero disfrutó gratitud al Señor; i l\1iriam, la profetisa, "tomó poco de ella habiendo muerto el 23 de abril de 1616, un pandero en la tnano, i todas las mujeres salie-en el mismo dia en que cumplía Jos 52 años. ron en pos de ella con panderos i con danzas." Enterrósele en el coro de la igle .. iade Stratford, Estos instrutnentos, ..:in duda, fueron traidos del donde se ha eriJido posteriormente un monumento EjiJJto, i la tron1peta del Jubileo, que se ordenó a su memoria. sonara poco despues de la fuga, era tambien pro- Tuvo de su matrimonio dos hi~ias i un hijo, quien bablen1ente un instrumento ejipcio. 1 cuando lo~ murió a los 12 años de edad i se llamaba Hatnnet. ejipcios demandaban un himno a sus cautivos ju­Susana, su hija rnay0r, casó con el doctor John diús, acaso no hai corazon que no simpatice con Hall, rnédico, i Judit, la n1as jóven, con Tho1nas sus sentimientos, al verlos colgar sus arpas en lo~ Linney. sauces de Babilonia, i reusar el canto de los cán- En el año de 17 41 se levantó un nuevo monu- ticos de ion en una tierra estranjera. mento a Shakspearc en la abadía de \Vestminster, Ñlas de dos mil años han pasado desde entónces; costeado por el conde de Burlington, el doctor el tiempo ha cambiado todas las cosas transitorias; Meab i Pope. Los actores de Lóndres concurrieron pero los sentirnientos del corazon per1nanecen in al­a esta obra nacional, dando una representacion, i terables. La cancion que aprendin1os i de que el cabildo de la ciudad dió gratis el terreno para gustamos en nuestra infancia, la melodía sencilla el monumento. Una tnorera plantada .. por Shal{- que dulcificaba nuestros primeros años, desperta· spearc fué por mucho tiempo un objeto de vene- rán siempre una cuerda en nuestro corazon que racion, hasta que la destruyó el dueño para fabricar nunca dormita, i ningun esfuerzo de la armonía, cajas, que se vendieron a un precio sutido i se por brillante que sea, nos afectará jamas con una multiplicaron prodijiosamente. < impresion tan vivida i tan penosa al mismo tiem- En Inglaterra suele celebrarse el jubileo de po. Cuando el suizo endurecido, peleando bajo Shakspeare, especie de fiesta inventada por el actor estrañas banderas, escucha las agrestes notas del Garrick. Ranz de Vaches, es arrastrado en fantasía a las escenas de sus collados nativos, cáensele las armas La Música. de la man0 paralítica, i vierte lágrimas de descon- I fianza: él ha vislumbrado la vision de su hogar Definicion de la música-De la melodía i la armonía- en la 1nontaña, i el resto del mundo es a sus ojos :rusto universal por la 1núsica- u antigüedad probada con 1 ~ la E'crituras- Ili1nno de 1\Ioises- Canto de lVIiriarn -De e vaclO. los hebreos cautivos- Canto de Débora i Barak- De la Tambien leernos en las Escrituras el cántico hija de Jcfthá-1\llúsica en el reinado de David- Instru- de Débora i Barak, i el de la desgraciada hija de ntentos músico ... traídos probablemente de Ejipto -l)e la J r.} ~ ¡· d 1 d d rnúsica hebrea moderna-Instruntentos inventado., por los Clt la salen o a encuentro e su pa re con pan-ejipcios- La Gugha Rotta -Lira inventada por l\Iercurio. deros i con danzas. Desde ese tiempo hasta que La música es el arte de combinar los sonidos de Saul fué el ejido rei, 1095 años ántes de Cristo, una manera agradable al oido. Si estos sonidos guardan silencio Jas Escrituras sobre toda clase de son simultáneos, o producidos al mismo tiempo, ' música, con escepcion del sonido guerrero ~e la constituyen la melodía; si sucesivos, producen la trompeta que se tocaba en las espedi~iones n1dita­armonía. El o-usto de lueno-os tonos i sonidos mo- res. En algunas partes de las Escrituras, parece dulados, dife~entes de Jos 0 del habla, parece una ~ que profeta apénas significa poco mas qu~ un poe­pasion inherente al hon1bre sobre todo el globo. No ta que cantaba versos ex-té111J!ore ~1 son1d_o de un conocemos pueblo alguno, por inculto o salvaje instrumento, como Jo hacen ho1 los 1mprov1sadores que sea, que no se deleite con la música, i la em· de Italia i Espa~a. . . pfee en las 1nas opuestas ocasiones; ya en notas de Segun Euse~to, Dav•? 11evaba cons1go su arpa triunfo cuando va a la guerra, ya en cantares de ? o lira donde qu1era que Iba, para consolarse en sus alegría en su~ banquetes; ora en himnos doloridos ~ afiiccione.s, i c~n!ar acotn~añado. de ella las alaban­para solemnrzar sus funerales, ora en trovas pas- ( zas de D1os; 1 stn recurr~r a.1ntlagro alguno en e1 toriles para celebrar la be1leza i lo.3 placeres de la > caso. de Saul, puede atribuirse tod~ el poder de vida rural. ~ David sobre el malestar de aquel re1, a la xnancra Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • 30 BIBLIOTECA DE SEÑORITAS. diestra i conmovedora como pulsaba las cuerdas de La casa del Cura. su arpa. Allá en mi ... u eva G ranada, '' é a la plaza del poblado, Fué e n e l r e inado de David que los hebreos tu- \ 'iajero,. ti e n eti posada I de la torre al costado, · ron la m ' i e l t. · · 1 d Bten segura: Con li s ura, vJ e ' us ca n a mayor es tmacJon, 1 a a - IIai un a casa de todo$- Busca la cnf:a de lodvs: mitie ron por la primera vez en el culto d e l Arca La del Cura. Ln del Cura . i en el ministe rio del Sacrificio. Pobre o ri co~ enfermo o sano, Sobre el t echo el é!i re mece Dígalo g r ande o villano Arbol que rt t odos ofrece Josefa nos refiere que el número de flautistas La figura, Su frescura; que encabezaban )as procesione s en l os funerales Sabe que e~ casa de todos: Por que es la ca a de t od os · d · d ' 1 d ) La del Cura. La del Cura . J u Ricos, aseen 1a a gunas veces a cente nares, e \ riejo, hué1fano, n1 endiao, Una cru'l. sobre la pue rta lo cual infe rimos, así como de otros varios eje m- Tod o e 1_que anda !:- i n abrigo Dice a t~dos: ":'1c1npre abierta 1 1 .. , · fi , d · 1 t 1 h N1 v en tura, • 1en1pre pura, P os, que a mu:sica u e e uso J e n e ra en re os e- Tie ne la c::l "a d todos: E :s tn casa es-la de todos,- breos d esde su salida de Ejipto hasta que d ejaron . . La. del C ura . La zon), l1ubi e ra podido aprend e r, decian ellos, tantos lira triang ular, el monáulos o flauta Simple, e l cím- > r e tazos del e \·anj elio · i i no hubi ra sido porque Jo balo, e l timbal i el sistro, del último de los cual es destinaran a la ial esi a n ac.la bueno se pro1n e tie ran se u ~aba tanto en Ej ipto, ~u e por irri~ion se lo de- ~ de t an precoz erudicio~. ~ s ta fu é ca usa _i parte para n?mtnaba el pa1s d.e los ststr.os: en tanto que se ha ) qu e cuanto ántes Jo e nv1ase n a la Cnp1ta l a hace r d1cho con frecuencia ser la hra la que gobernaba ~ sus estudios fo rmal e s, no aho rran do para e l caso la Grecia. nin a u n j énero de sacrificios. Era el igno de notarsc ~ . La profesion d e 1núsico en Ejipto era h e rcdita- el mas qu e pobre vestido a que su h ertnana, n1ña ria, i, co1no s u esc ultura, es taba circunscrita por la h e rmosa i vivaracha, tuvo que r educi r e parn que l ei , continuando in a lt e rabl e por 1nuchos siglos. En Pin aani lla pudiera ataviarse con el ancho capote un obelisco ejipc1aco conocido e n R o ma con el d e c~Iamaci i e l sombrero alon i de fnnda que d e ­nombre d e la Gu&·lia 1·ott a , o c ol umna quebrada, bia servirle a su prim e ra aparicion en la CapitaL se halla represe ntado un instrume nto 1nú s ico con D espues de h ecl1o e l viaj e i de instalado e n el co­dos cuerdas, p e ro con cuello o mango, probando l eji o, se autnentaron l os gastos d~ una maner.a pro: así que los Ej ipcios habian descubierto e n la mas , diji osn, e n términos que su ~ c u ch ente. no. sabia que r e m ot a anti g üedad el 1nedio de estende r su escala, ) hace r : ya era un ... 4 r t e esplzcado el Jnd1spensaóle i de multiplicar los sonidos de unas pocas cuerdas ~ pnra su apre ndizaje, ya unos ~4utores selectos, ya el por un artificio cómodo i ~pnci ll o. ll1 as'lÍste{j ·z¿i , 1 a la ~ oraciones. de .Y a rza. . El ejipaiaco Ile rm es , o l\1ercurio, d e sobreuom- Así, con 1nd~ctblcs trabaJ OS 1 ve~·gü~nzns,. hizo bre 'l,rismejisto o tre s veces ilus tre; i a quie n su- Pinga n illa s u pnmc r curso d e cstucl1os, 1 un d1a re­pone Sir Isaac N e \vton habe r sido e l Secretario de cibieron e n su casa la buena nueva de que .había Osíris es c é l e bre con1o inventor d e la lira. R c fi é - ga na do e l nño, nunque con bolas. C onfuso 1 com­re se q~e, pasea ndo un dia por las ribe ras d e l Nilo, prometido, como dice Breton, se vi ó e l b_u e no del di ó con el pi é a una concha de t ortuga, i e miti e n- cnra c u ando lo s padres de nuestro p e r so naJe ~e pre­do esta un sonido mui sonoro vínole aJas mientes sentaron e n su cuart o a peditle esplicaciones sobre la idea de una lira, que const/uyó e n forn1a de tor- l o qu significaba UC]uello ele ''habe r gan?do,aunque tuga cncordándola con los t e ndon es de animales con bolas, e l año.'' Contentóse con dcc1rles que ya tnuertos. había trascurrido uno de los diez años que el G o- • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BIBI.~IO'l'ECJ-\ DE SE ORIT AS. 3l bierno cxijia para conceder el grado de doctor. Los bano un vinjc a Ja Capital, les dijo a su regre so, que no quedaron contentos con esta csp]icacion fue- que su hijo no habia estudiado sino cachifu> ron Jos padres de Ping·aniJJa; sinembargo, a falta aunque en la carta de que él era portador ]es ase­de otra tnejor, la aceptaron en todas sus partes i se gurase que ya era bachiller; que tu vieran en ten­prepararon a enviar a su hijo bestias para que fuera dido que Jo que sí era ya Pinganilla, era hon1bre en las vacaciones, segun se lotenian prometido. En casado,i casado con una mujer mayor de edad, viu­vez del contento que era de esperarse inundara el da o cosa semejante, fondista que comenzó por corazon de aqu l por volver a ver a los suyos, solo cobrarle melindrosamente los alimentos de una sc­manife .. tó despego glacial i cruel indife rencia. E vi- mana i acnbó por encargarse de mantenerlo i ves­taba las oca ... iones de presentarse en púb.ico al lado tirio, hitnenco mediante. El pobre del escribano se de su padre i, aunque nada estudiase, llevaba sietn- vió insultado, ;,e le dijo que mentía por desconcep­pre debajo del brazo grandes libros, afectando una tuar al bachiller, su futuro competidor en los he­tneditacion pro~unda i sostenida. rencias; i él se retiró pensando en que Jesucri ... to ha· 1 oncluido el asueto, vol\'ió a la Capital con ]a bia dicho una verdad divina, cuando esclamó; "pe­mira o .. ten~ilJ)e de co11tinuar su carrera; pero en ro ~obre todas las virtudes, la caridad.', realidad de ,·erdad solo con el objeto de ver si le Algun tiempo dcspues tuvieron los padres de era posible quedarse en ella para sietnpre. La n1a· PinganilJa el amargo dolor, i gozó el escribano de drc i la hern1ana lo vieron partir, pertnaneciendo la triste satisfaccion, de vér entrar por una de las en el umbral hasta que las lagri1nas: ántes que los ' calles de la aldea a una mujer de edad entre pro­recodos del camino, se lo ocultaron '' la vista. En vccta i senecta, con vcli1lo i en sillon; a un chiquillo su tierna crerlulidad e inocente imajinncion sean· que la prececlJ·a en una burra i a un jóven a pié i ticipaban la gloria i el contento del di a en que Cu- cabizbajo. o hai para que decir que el jóven era pertino, con manos puras i mas puro corazon, le· el Bachiller; la mujer, su señora; i el chiquillo de vantase en la iglesia de la aldea, en medio del in- la burra, su hijo. Hai n1omentos supremos en la cienso i de las flores, la blanea hostia i el cáliz con- vida en los que el corazon se dilata i alegra a des· saarado. Para entónces se protnetia la hermana, pecho de todo interes i de toda preocupacion, i este ella owabria por qué, ver cumplidos sus sueños de fué uno de esos mon1entos para los padres de PJn­encontrar ... e al pié del altar en una mui amada coro- ganilla. Ellos no fijaban la atencion en la desgra­paiiía, recibiendo cierta bendicion de manos de su cia de su hijo, ni en el desigual matrimonio,ni en la l1ern1ano. I.)rometíase la madfe unos labios bcndi- pérdida de sus esperanzas, ni en las misas que ya tos, los de su hijo sacerdote, que encomendaran su no se dirían, ni en lo~ sermones que ya no se escu· alma al devolver sus restos a la tierra. cl1arían deJa boca de su Cupertino, Veían solamen- II. A fin de real izar su plan de quedarse a vivir para siempre en la Capital, entabló relaciones con todos los tahures de oficio. Estos lo condujeron a los otros lugares de perdicion, i ~ya desde entónces inútil l1ubiera sido fundar en él esperanza alguna. te i veían con placer a su nieto, a su hermoso nie­tecillo, i lo acariciaban con entusiasmo, como si con su consentimiento hubiera venido al mundo. Cuan­do fijaron su atencion en la IIIJA que se les presen­taba corno por asalto, reconocieron un l1echo i nada tnas; pero un hecho que los enternecía i que los arrastraba a amarlo. iCómo no amar a la Jnujer de su hijo? iCótno no perdonar al hijo descarriado, al hijo ingrato, al hijo desobediente; pero hijo que buscaba un an1 paro de la miseria en el techo pater­no? Si algo sintieron en ese dia fu é no disponer de los tesoros del rico de la parábola, para hacer un festin en que se derramase el vino i se desperdicia­sen los manjares mas esquisitos. Se limitaron, pue~, a hacer el festin solo en su corazon i a derramar )á o-rimas que r~velaban un profundo sentimiento, o . . , . una emoc1on v1 v1suna. III. El cura~ protector de Pinga ni Jln, ca1nbió el e u- : rato de ~u ·a Idea por otro distante. El acudiente de la Capital, etnplcado que era, fué destituido, i tuy·o que buscar en otro punto de la República su sub ... istencia i en lo ménns que pensó fué en dejar sustituto. De esta suerte los Infelices ancianos no te­nian mas noticias de su hijo que las que él les envia­ba en su:=: cartas. En ellas )es pedia siempre dinero i les manifestaba que su educacion l1acia progresos nota bies. !-lasta llegó a decirles, para ponderar lo mucho que sabia,que uno de los profesores, en cier· to exámcn público que acababa de presentar, se ha· bia Jevantado de su asiento i declarado que sabia Permaneció el Bachiller por algunos dias en la ménos que el examinado. Concluía por asegurar mayor vergüenza i en el mas triste abatin1iento ~ que todo esto se malograría si no le enviaban dentro pero poco a poco se fué conformando con su suerte del término de la distancia i uno que otro dia mas, i se le comenz0 a ver en los cr,rrilJos i demas ren­cincucnta o sesenta pesos para Yestidos en parte, nioncs de jente desocupada. Era él en todas oca­i para libros i para pago de grados. Escusado es s!ones el orador espontáneo i enétjico; hablaba con decir que, vendiendo la yunta de bueyes i los u ten· precipitacion i desembarazo, i jamas se le vió to1nar sitios de la labranza, o acudiendo por medio de un aliento ántcs de concluir sus largas peroratas. Co­peon al señor cura, sierr1pre o las n1as veces se le mo el vulgo en todas partes juzga que el hablar remi tian las ~· urnas. bien con~iste en no detenerse, i cree tanto me- Mucho se enfadaron desde el principio los padres jor una arenga cuanto ménos la entiend~, P.ingani­de Pinganilla con el escribano de la aldea, lector i \la no diremos adquirió sinó sostuvo i JUstificó su contestador de las cartas, porque les manife~tó que, fama. Mas, como la dificultad no consistía solo en a juzgar por ellas, el jóven no sabia nada, que no hablar sino en proporcionarse asunto q~tc lla~ase tenia ortcgrafia i que á?tes est:ba perdi~ndo la for- < la atencion, ocupaba !~s noches en a~cr1bir, di:fra­ma de letra que le hab1a ensenado él m1smo. ) zando la letra, crudo.,; 1 largos pasqutnes que arro- El enfado rayó en rompimiento serio dos años jaba en algun sitio público d1stant~ - dc su .ca .. 'l. Al clcspues, cuando, habiendo hecho el indicado escri· . otro dia era el pritnero en escandalizarse, 1 de aquí Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • • 32 BIBLIOTECA DE SE:&ORIT AS. tomaba oc a s ion pa ra at orm e ntar de paJabra a los ? profundos i decia con seriedad cómica que, prin c i­d esgra c iad os ~u yos n o m~r cs apare~ian, i para r e ir- ~ palm e nte de los idiomas, soJo se d eb erian apre nd e r s e , aum e n t a~· , 1n t c r p 1~e t~ r 1 n~ e t e r rutdo. Por su pues - ~ estra clos. to q n c. l a p~n~~ er a v_ICllma _mmolada en los pasqui- ~ Tan satisfe cho q u c d ó con la m e m oria pres c ntat~a n es fu e e l e:sc ~J b~ n_ o ,I l: o s~!Jó ~no solo d ~ todos ellos al Cabildo, que d e bueno o de mal g rado se la l e •a e ~ qu ~ n o ~=> ul a t a e~e Jnfehz p e ndol~ s ta. Capa~ a todo el mundo i a aJ g unos hasta por seg unda i c ia_ J?In g anllla de p e rd onar un a g ravto g rande 1 t e rc e ra vez . Mandó imprimirla a su costa e l1izo pos 1t1 vo , ut:a , estoc.ada que le hubie ran a s estado tirar una c dicion abundante . e ntre sest a 1 setuna cos tilla, pe ro lo qu e no podía 'f 1 1 11 1 · 1 1 tole rar, l o que Jo t rai a mohino i acon o-o iado e n sus a~, u ego comfo .e e.garon o sd. ~J dmp ares, 0 1 3 d . . . . ~ J r e part1o con pro uston 1 c mprc n 10 e nu e vo a a e ntros, e ra q u e eX1s t1 es e nn 1n d1v1du o sab ed or , · · de q u e l O l b . 'b"d d B h"ll · tar ea d e le erse la a todos. Al!r un os se le r es1- t1 er on n se 1a t:l r ec1 1 o e a c 1 er · 1 s e . . \.J • f admi rab a e n ~ u rabia d l 1 ·a ' ab1 ertam entc , otros em1 g rnron, p ero ~1 e mpre ueron t ' . '"' ' d ' e aD . ar g~ ' 1 ' 1 a que la un ) n1u cl1as las víctimas. e n e se m eJa nte conce tan 1o s 1 a natura e za. ) ~ . Entón ces se vo Jvjó a a cordar d e s u s tradu c cion e s . Entre estas se hallo una pobr_e ald e ana qu e hab1~ de l Jati n i cotnp r e n di ó e n tod a su fu erz a aqu e lla S 1d o ~v e r a la s,c ñ~ra del Ba c h11l ~ r. Cuando. entr~ espresio n ele Ciccro n co ntra Catiliua: i vi ve ! 1 S s~ l e1a cst~ a s1 m1s1no 1~ 1nemor1a po r Ja mlllone­vive , d 1go yo 1 esc la m a ba e l B ach ill e r, ti e ne a s ie n- s1n1a Yez, 1, c~~o ya ~en1a con la l ec t~.ra al g o tras­to e n e l Cab ild o i toma parte e n nu es tras delibera. to rnado elinaJin, torno, como don QuiJ Ote, a la nla­c iones ! ritorn es por princesa i le hizo de voz en cuello una C atorce años d esp u es de es ta s tr a v es uras ele pjn- le ctura razonada i ~t e nta del in~ij e~ to esc rito. La ganilla, i a c ons ec u e n cia de un can1b ia mi ento qu e ald e an~,qu e e n sn vida ~e la~habi~ VI s to rr1as g ordas, se v e rifi co e n e l p ei· sonal d e casi to da s Jas o fi c i- e n1p ezo a hace r puche r1tos 1 a n11rar pnra Ja p_uerta nas , fué n o tn b rad o j efe p ol í tico d e l Canton. Entón- e n busca de al g uno qu e J~ r c ~ c at~ra; .rcro v1 e n~~ ces fu é c ua n do e l B achill e r exhi b ió t odos sus cono- qu e todo era e n vano, c ayo de rod illas 1 prorrurnp1 o ci mi en t os i tod as s us p r endas como esc ritor i c omo en so ll ozos. tri buno. ? Vino la s eñ ora i la calma fu é r es t abl ec i:ia. C o men z ó p or una a lo cu c ion a sus go b ernados en ?. Poco ti e mpo d cspues se concluyó e l p e ríodo para la qu e ofr ecía "LLEV AR EL PONDERo so BA 'TON DE LA que habia sido nombrado, i e l BachilJ e r, con una LEI AL II OGAR D E TODOS LOS CIUDADA NOS Q U E LO ~ aJocucÍon en que se comparaba a Cincinato, parti· Il\1PETR ARA ·" i tomaba en este docutnento tan a ~ cipó a sus pueblos que s e retiraba :1 la vida p ri\ra­pech os la aut orida d de que estaba Ü1vcstido, que . da. n1 a~ b ien .P~r ecí a e l árbitro d el d ... e st~no de Am éri ca, V olvió, pu e s, a su ald e a a c ontinuar sus quere-e l pa dre 1 hb e rtad or el e tres r e pu b l1 c as, que lo que llas c on e l infe liz escribano. r e ahn en tc era, e l maniqui d e l Gobe rnador de la • • prOYJO Cla. I-l a bi en do espeLlido cj erto d ec r e to en qu e mánda- Diccionario de curiosidades. ·ba vo lc ar l as pared es de un potrero con el fin de e n ~ an c hnr e l camin o real, el du e ñ o d e la hacie nda VINO. Parece que fu é No e el primero que plan· a qu e p e rt e n ecia e l p otre ro s e enco l erizó i dijo al- tó c e pas i sacó vino de las uba s. g unas palabras co ntra el J e fe po lítico. Esto dió ZEDAz os. Fue ron inventad os en España. o ca sio o para qu e e l Ba chill e r tomara la pluma i V1nn.ro. Esta preciosa mate ria es uno d e los pre­e scr i bi e r a un cuad erno e n c uarto mayor, el e mas d e sc ntes mas b e ll os qu e l1a h ec h o la quím ic a a los d oscientas pájinas, cuyo títu]o fu e : ''curERTINO hombres; i parece qu e se tuvo id ea d e ella unos PINGA NlLLA A St:S CON CIUDADA NO S." 1.00 0 años ántes de la era cristian!l. Plinio r e fi e re Con tnotivo de Ja r e mo c ion que h1zo del alcald e un l1echo jencralmente admitido, i que manifiesta de s u alde a, r c tnoci on d ecre tada porque aqu e l fun- qu e su dcscubrin1iento S6 deb e a la casualidad, ma­c ionar io e ra amig o d e l escribano, redactó una hoja drc d e un sin fin de invenciones útiles. Dice que titulad a : "A Los II01\IURES DE DIE~, A LA POSTErti- al g unos tn e rcaderestlue llevaban nitro i que atrave­DAD 1 A LA HI STORIA IJ\lPAit C IAL p> saban la Fenicia, habi é ndose d e te nid o a la orilla C o rn o e n el ca nta n d el m a ndo de Ping unilla no d el río B e la, para coce r sus vian da s, pus ie ron, e n l1ubi es e impre nta, se veía en la n e cesidad de dirijir v e z de piedras, p edaz os d e nitro para sost e ner las l os orii in ales para s u public nc i o n a la capital ae la calderas: la vi o le ncia d e l fu ego inflamó aquella República; n ecesidad que era m u i d e su ag rado mate ria, que derre tida i m e z clada con la arena, por la se nsacion que suponia habrian de produc ir forn1 ó un licor claro i traspare nte , qu e despues se sus escritos. e nfrió i di ó la pritnera id e a d e la formacion del t·i- Elnpe ro, dond e el Bachiller e chó d e su lomo es· ~ dri o. En tiempo d e l e mp erador Tiberio parece que catna fué e n la memoria que tuvo que prese ntar ) un artífice e ncontró e l modo de hacer e l vidrio ma· al Cabildo, sobre el estado a chnini s trativo d e l Can- leab] e ; es decir, d e pod e rlo trabajar a martillo; i ton. En ella apostrofó a Jos cabildantes con el creye ndo aquel príncipe que si se di,·ulgaba el se­nombre d e co 'ln isarins d el Jnte bl o, n o1nbrc qu e fu é cre to p erderian e n v-alor los m e tal es ; l1izo d egollar r echazado con indignacion por los 1nns, como sinó· al inve ntor. Poste ri o rmente , en ti e mpo d e l cardenal nimo de alguacil es . 1 To dejó una so la pa labra en Ri cl1 e lieu, se djce que hubo o~ro que encontró e l el r éjime n cotnun gn:unatical: las qu e se u san an- mismo se cre to, pero tntnbi e n se l e r eco mp ensó con t e puestas las p ospuso, i al contrario. 1 no quedó la p é rdidr, de su lib e rtad. De aquí d e be inferirse c ontento con es to solo, sinó qu e inY e ntó nu e vas pa- que el invento d e l vidrio data de la n1a) or antigüe­la bras para Jo cual Je sirvió de n1ucho EL ESTR.ACTO dad, pe ro su p e rfeccion se d e be a los modernos. En de Jatin qu e hnb;a aprendido. Es de ad\'ertir que el día ha empezado a fa]sificarse el oro por n1edio Pinganilla d espreciaba en gran manera los estudios dcf vidrio. - • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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Biblioteca de Señoritas - Año I N. 4

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Bogotá: bisemanario político, literario y noticioso - N. 19

Por: | Fecha: 06/05/1897

El sonido del viento que acaricia las hojas es el ritornelo que recorre estos relatos de González Sainz. Susurra acerca de la vida y la muerte, del inexorable paso del tiempo o el ajuste de las cuentas de una vida, pero también de la sensualidad de los cuerpos y el enigma del deseo. El motivo sonoro puede acompañar el lento caminar de dos ancianos que se enfrentan a la crueldad de un joven de insultante belleza, o asemejarse al siseo de la puerta giratoria de un viejo café, donde unos niños entran y salen, un hombre observa y descifra la secreta belleza de una mujer, y otro anuncia su próxima muerte...
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El viento en las hojas

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Imagen de apoyo de  Biblioteca de Señoritas - Año I N. 11

Biblioteca de Señoritas - Año I N. 11

Por: | Fecha: 14/03/1858

Cuando la vieja imprenta local en la que Felipe Díaz Carrión llevaba media vida quebró, él se quedó sin trabajo y sin posibilidades de conseguirlo. Las nuevas tecnologías habían vuelto inútiles todos sus saberes, y la huerta sólo daba para comer. Era la época en que los jóvenes, y los que ya no lo eran tanto, emigraban a las grandes ciudades, a las industriosas poblaciones del norte. Su hijo tenía nueve años, y no había día, o noche, en que Asun, su mujer, no le pidiera a Felipe que se marcharan a aquellos territorios que parecían tener el monopolio del futuro. Así que cerraron la casa y se fueron...
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Ojos que no ven

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Estela del fuego que se aleja

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