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The World of Thorgal: The Early Years 3 Runa

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  • Año de publicación 2023
  • Idioma Inglés
  • Publicado por Europe Comics,
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
"The World of Thorgal: The Early Years 3 Runa", -:Europe Comics,, 2023. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3956656/), el día 2025-11-09.

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Imagen de apoyo de  Relato de un asesino

Relato de un asesino

Por: | Fecha: 08/05/1856

T¡·imesf¡·e 'i o ¡. Yalc 12 reales. J DE '. l~IJ PUEBLO .. P.\R ,\ PRE"' IDE .. TE DE. L.\ RF.PL'DUCA E~ EL PRÓCSDIO PERÍODO CO:S1'1TLCIO~.\L, E'IA ESC ~tfl.RECliDO CiiiJUA\.D t NO ) ~üm i'O 3 8 ( rale l n r·eaf. las mayorías son pobres, luego quereis que bres de equívoca sinceridad que proclamti­manclen los pobres; los pobres tienen envi- ban el princípi? rd~ioso. apoJauos en las dia a los ricos, luego quereis que n1anden masas supcrsllcws 1 en las celosas beatas i los enemigos de la propiedad; las mayorías que querian J~aeer de ese prH1Cipio un el~­son ignornntes, luego quereis que el poder mento de gobiCrno. bra preciso escojcr i público resida en manos de los que no lo en- nuéstros. hon1bres escojier·on. ·tienden; los pobres no son nada i nosotros so- CareCian de fe en la libertad· temían el m os todo, luego vais a codificar el imperio do último desarrollo del derecho de' soberanía· las rl'llidades i la prosc·ripcion del mérito". se sc~t~an temblar a la idea de las mayoría~ .Eso nos der.ian i nos dicen. Clan1an i voci- numencas; pero onlre correr estos riesgos feran, poro jamas descienden a 1 fondo do las ~ ~fHiarse er.1las filas de los capachos, no ha­cosas. Nosotros no aceptmnos ni deducimos btu que vacilar; i se hicieron demócratas po1 consecuencias, que no se hayan demostrado. ovilar o1 ridículo. ' Argüir rle olra manera es engFiñar 1nisora- Entónc~s en~r:osaron aparentemente nues .... blemcnto a los quo tienen derecho de ecsijir- tras filas 1 crecw el furor de los devotos. Los nos algo do verdad i do provecho. dos bandos s.e hicieron rnas i mas ecsijen- ~/6u/el/;_'~~- cY rle ;;wfo: {"le ~s:/tf.. Tan1bien acusaron los jen liles a la idea les. La doctnna s.e sostuvo por uno i olro L cristiana do haber atraído sobro el mundo la l~do con tn,ayor v1gor, los ~inin103 se t::~ncfll!- A cuestion canch'datMras con que en- cóleea celeste; tan1bicn se le att·ibuyeron ]as dwron, la epoca de los paliativos se decl< t'Ó caheznmos nuestro nürnero anterior i sobre pestes, las inundaciones, i el silencio de los cerrada por 1~. prensa, i los dos prineipio~ todo, la m.anera como la presentamos, ha si- oráculós ......... Id pueblo pagano; lo creia, ~puestos, reCOJlOron sus fuerzas para el úl- uo objeto de algunas discusiones en que a la i perseguía i mataba a los cristianos, que eran hmo c01nbate. verdad se ha tratado la materia eon n1énos sus libertadores en e.l tiempo i sus salvado- Las ~lecciones se acercaban; i la conslan-imparcial. idad i con rnas precipitacion de.lo res m: la eternidad l. , , . te rolac1on del tiempo, debía traer consigo que convwne. ~s1 va el mundo 1 as1 convendru s1n d~tda ~1 ~ese~lace de esa lucha en los sufrajios de Vamos a csplanar un poco nuestros pen- a cwrtos hombres; pero a los qno necesitan JUbo. Cada bando exhibió i sostuvo su hOJn­samientos. Así so completará ]a tlemostracion de razones para creer, los lastirnan e indis- bro, i los candidatos carcrados con la ecsis­de algu n punto no bien esclarecido, so fijará po~l~on tan miset:ablcs ~Hlnejos. tenci~ i .el porvenir de todo un partido, iban 1 entidode( lgt n~ ft" ~e o cura i sr. d linea- Io~a la e eslton esta p ws. etl.elf!lOdo de a ~ec1b1r en. su persona b. dernostracion de~ rún de unn n1anera estable los rasgos re ellas. Formada en ~ondé nuestr.a rGzot:, que _es nues~ro apo- puta}Jun esclus1van1ente el imperio del país, de hombres en cuyos corazones, bulle ol sen- yo 1 nuestra guw, so p1erde 1 vaga s1n rum- preciso era que los dos candidatos salieran' ti miento de la absolut:1 justicia, en lugar de bo ni csperanzD. respectivaznonte de entre los republicanos í las pasiones 1nns o ménos indisculpables que Pero no nos anticipemos. Dccian1os que los relijionarios. animan a otros cü·culos; depurada su doctri- la escuela verdaderamente liberal tomó un Todo por la Soberanía, decian los unos .. na, gracias al activo movimiento do la prensa, grande vuelo i asun1ió proporcione~ re~pe- Todo por la Relijion, decían los otros. de todo cuanto en un tiempo pudo parecer os- lables a poco de comenza_r su prod1cacwn. . Pero esto e.ra n1ucho decir para ciertos curo o peligroso; orgullosa, por haber demos- Natura! era que sus cnem1gos todoss~ ~gru- 01dos que le escandalizan desde que oyen trado a los sofistas que con doblo ;l n la com- pasen 1 formando una sola masa, res1sberan hablar de llevar las cosas hasta las últimas batieron, que no hai en el órden mOL· al, ni en al movimiento i se prepararan a atacar tam- consecuencias. · el político, nada que sea demasiado bueno; bien. última consecuencia en la primerá \7Ía-i ncosl•1n1brada a buscar la bondad en la jus- Desde luego que los que primerD se pre- La }llü) o ría nu·mérica. ticia, la justicia (~n la armonía, i ]a armonía sentaron a combatir las doctrinas de~uocráti- Ultima c?nsecuencia en la segunda via­en el pacífico Jesarrollo de todas lns fuorzas cas, fueron los tartufos i Jos devotos. La so- I..a leocra?w. Pero como las mayorías son individuales o de grupo, naturales i facticias; berania del indi,·iduo, i lu nulidad Jol alma; pob.rcs e Ignorantes i ellos son ricos i hasta esa, que lltlmaron secta, i a quien se ucusó el derecho de orosicion i la infGlibilidad del sabws, era necesario no entregarse como en un tiempo de querer introducir un cisma Papa; el espíritn de investigacion i de obe- corderos. en la políticfl, creció i se levantó hasta ser dienria ciega; la dnda i la fé, son cosas que Si tcnemosl.ariqueza-Quemande cl.quo hoi, no solo un purtido respetable, sino un no podían al encontrarse cara a cara, m(mos ponga l:J. propiedad fuera del alcance de .los partido en mnyoría. de pedirse esplicaciones, n1irarse do reojo i descalnisados. Así lo creemos al. ménos i dentro de poco preparar un choque. E tos principios, por es- Si ten eme~ la sabiduría-Que mande quien hemos de verlo. cluyontes que son en su naturaleza, no pue- separe a los 1gnorantes del poder público. La novedad i nobleza de sus· dens con m o- don vivir en paz en el seno do una n1isma . Ved aquí la candidatura 1\'losLiuera • .can­vieron desde luego a todos los corazones jc- sociedad, o al ménos lucharán largo tiempo d1datura-sofisma, pues no es sino un pre­norosos, i la marcha triunfal de la doctrina hast· que se sepa cuál de los dos tiene la testo que han tomado todos los que se halla-se detuvo solo, ante el helado cora7lon de los fuerza. han ~al c~n la tirantez de JSU partido. viejos privilejiados, o ante el interes temporal Entónccs fué el terrible dilema de lns al- Hm un liberal con 1niedo de las 1nasas? del clero, ese ejército tmubien pri ·ilejíado, mas débiles, de los que no tienen la fuerza Pues, por no obrar contra sus intereses ni en cuyos sagrados títulos se atre,ia la filoso- de la pnsion ni de las ideas, i que toman su afiliarse entre los deYotos, anda la mitad del fía republicana, a buscar i ecsijir una demos- Jugar en el mundo, no por la propiedad i la camino i · agarra del medio lérmino. trac.ion, porque !lO babia hallado sino pretcs- justicia, sino por razon de comodidaJ i hol- ¿Hui un conservador que se avergüenze de tos 1 sofismas. ganza. que lo hagan aparecer como cruzado i que se De entre estos dos intereses mancomuna- Entre ser farsantes de la República i far- Sienta causado zaclo con lt·nJe de rellJIOl'O. Anclaba el buen padre en estos pensamientos cuando les dió alean ze en el camino un muclla­d1o que acon~paíiaba regul~lrmenh~ .al anac(~l't'_ta Je doude ventan, el cual, sm oxte n1 moxte 1 stn tomar liceneia de. ningunn, se lanzó sobre el ra ­tero i empm):wdo con todas sus fuerzas ei jarron que cnlre los húbitos LPnia, le dijo: -No has de moverte de aquí, infame sin que te ha •a ............ . No pndo acabar ..... "Cn vigoroso golpe que el falso t'elijioso, le ucseargó en la eabeza, le hen­dió el cráneo, cortando a un tiempo el hilo d~ su vida i el de su discurso. El asesino, sin mimt· a su victima siguió pnn­sadarnente su camino, arrastt·ando tr3s sí eou u­na mirada a su estupefacto i asusladu compaiiero. Llegaron al fin a la segunda celda. Encontraron a su inquilino haeieudo números, al lado de un montun de pedacitos de papel que eonsultaba con elrmnor inleres. Era un avaro. Coi·dial fu~ el recibimiento que hizo a sus dos visitaclores i a juzgar por la fisonomía del que te­nia el jatTon, jnmas había estado mas conteuto ni encontrádose en mas grata compaiiia. A~í fué qne cuand~> llegó la hora Íle reliraf'se, no puoien­do al parecer pagar de mejor manera su llospi la­lidad, sacó el oculto vt:tso, efecto de un robo i causa de un asesinato, i lo rrgaló a su buespeu con muestras de gran satisfaecion. -Serán cómplices? se preguntaba el otro. No pat·eeen sior) dos miembros de una compañia de salteadores. En fin salieron, e iban marchando, camino de la pdmet'a gruta, cuando el relijioso apal'ecido diío a su compañero: _:.¡ bien, hermano mio, qué juzgais de mí?­- Creo que eres un ladron i un asesino; cr·eo que debes cambiar las infame~ pasiones que le do­minan, por ideas de 'irtud. i conservat· de esa mentid::t aparit!ncia con que engaiias i escanda­lizas, el hcíbito burdo que te -cubre, para consa­grar a Dios una vida de penit{'neia i contricion. Pero miéntras el exaltado relijioso acusaba con lan enérjico lenguHje a su compaüero, u11a radi, cal altet'acion se efrctuabil en el semblante de este. La blanca i P'Jblada bad.H.t, se rleslt:ia po­co a l)t}CO, <'OI!dad sin antnrizneion legal que lo pu"da jnslificitl'. -1 ~ Arrogaci' n del d n·eho ele prenda svbre las mcrccmcías qur, causando un dt'J'{•cbo, haC('I1 c:ontnwr n sn dueño una deu­da como toclils las demas. 5° Privaeion de la libertad rle trasporte en cierto espado de LiPm­po i restriccion de ella en lo restante de este. 6 ::l Sujction dr. Jos comrrciat1li'S a ohligacionf's, eo­mo la de disponer uc sus et'eeto · ántes del tirm ­po i oportnnidnd qae su ronveuiencia indi' idu¡tl pueda aconsejar. i ~ Circun~nipcion dt•l es¡->acio por donde se puede transitar al tlesi~ni.Hlo en d decreto. 8 o Sometimiento de la pet"ona i la pro­piedad 1 obligaciones i formalidades ileg:1les, co­mo el sello de la mcn:nnda cerr ~Hiíl, con prohi · bicion de abrirla. 9 e Definieion at bitnuia del hecho de "dar al consumo" la mercancía (ar­Lírulo 12). El reglamento dietatlo por los remat11clort>s i aprobado pur la Cohrrnaeiou con l'eeha 27 de mnr­zo último. sujeta a lns pr lpicdadrs, sus dw'Íio · i conductores, a obligaciones eo tal estrrmo \C­jatorias que en Rusia llevarían la ~angre en un solo goipc al corazon_; pero que en Bf>gotá l~l ha· cen subir a las me.Jtllas, porque es Hrguenza i no furor lo que cseitan. Los parliculnres le­. iislan en la proYincia de Bogotá~. como endo~~­larios de las fa<'ullades de la Ll'Jtslatura pronn­cial, i el endosanlc es el Sr. Gobcrnadut' de la pro\'inria. Conforme a este rrglamcnto, hai re­jL tro de mercancías en va_rios puntos del tr~ ~­sito del Magdalena a Bogota. Hat un solo carm­no habil ilndo para el tránsito i ,·edad os lo~ de­mas. Hai definiciones como en un calet tsmo. pero 1odas para bien de la renta i mengua ~~~ la prO\' inda. Hai obligacion de trasportar las JO<'r­cancías eon guia, conlra rl artículo f4. de la Id de 27 cie mayo de 18.>8. Hai embargos. Hai t:on­fis~ af'iones. Iiai jurisdic{'ion coacti\a pe~ra los r·e­matadores, esto es, pé.lra los particulares, tontra el artículo 1 °, inciso 1 '1 de la lei de 1 i (le a­b,. il de 1855. Hai prohihicion ele pasrtr por ef camino con cargas, desde léts nue\e de la noche hasta lns cinco de la mañana, bajo pena dr ro­miso. Haí d<>s!ierro para las mcrcanciíls rn el ar­ticulo i 0 • Hai derecho doble para las meren n­etas que han sido condenarlas a estf'aridm ieulo de la proYineia i se qu('dan en ella. Hai nbliga­r. ion de facilitar a los rematadores el <'obro d~ los dered10s. Ihi .... no mas. Hai la firma del Sr. Gobernador." E~la es cosa por cierto bien difícil de esplicnrsr. nl ménos si se husea una esplicacion qnc rH> rruunde en perjuicio de ntwstro car¡}ctel'. Hace­mus juntas, elejimos eantlidatos, intrigamos, m(~IJ· timos i u os tt asnochamos por hacer que triun­fen. Tt'iunran al fin i nos dan, apénas se enca­raman, con las puertas rle la libertad en Jos ho­cicos, sin cuidarse del rostro que ponemos. En­tónces maldeeimos i paleamos; los llnmamos ti­ranos e ignorante , trabr1jamos por ucsbaral;u· sn obra que casi e· la nueslm i ....... ni año si-guiente, en lugar de bu.scar otros l~o.mbrcs, . t'S decil', en lugar de trnba.tar en benchcw de otra ideas, vuelve con la listica \'ieja; i torna con la intriga; i dale con el descn~año; i retorna con el furor de la esperanza engafiada. 1 no es en Bogotá no mns. Asi estamos aqul-? eon el empréslilo forzozo. Pero no tengan eui­dado los senores de las contribuciones monstruo­sas, que si ellos no saben indultar a los pobres facciosos de abril, el pueblo les da en cambio una amnistía anual por sus devotos disparates. NDUSTRIAL. 11AL VAMOS. Qué es la estadística i por qué nos hemos me· tido en Ja temeral'ia empresa, de formar la de Public:1mos a continuacion algunos párrafos de esta provintia'? la representacion elevada por el comercio de Bo- Tal es la cuestion que no solo se presentdn las gotá a la Suprema Corte, pidiéndole la anula- 1 jenies por ah-í, sino que a cada momento nos Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. E~ PUEBLO. pro_ponemos nosotros a nosotros mismos. jábamos porque alguno de nuestros colaboradores 1 Despar.hadas por el oficial de encomiendas (So- Qué es la estadistira i por qué tratamos de nos escribiera la revi3ta de teatro; en vano solici- to B.) las facturas o planillas de lo recibido, el se~ f()rmar la de rsla prm incia·? tábamos por notidas acerca de los preparativos de iior Calle sacaba de ellas una copia. Se da ha órden Si todo hubiera de parar en la definicion, el Jos señores conservadores, para entrar en la lu · al injeniero de la Compa·ñia para que t'abriease trabajo se acaharia en un momento, porque el cha de julio; en vano buscahamos algun easa- otras cajHs de madera i ho.Ja de lata del tamaño ne­decir que la estadística PS una esposicion de las miento qur pa1·Liripar, alguna alcaldada que e- cesario. Hecho esto, se llenaban de limaduras, se actuales existencias en un territorio dado, no enes- char al público; algun escándalo con que entre- terraban, ~oldaban, forraban i marcaban csacta~ ta por cieJ'Io grande pena, ni merece anunciar- tener a nuestros lectores, de ·quienes sabrmos co- mente como las verdaderas. I..ue~o, como el co­se con ruido grande ni pcquefio a nuestros be- m o cosa cierta que cas·i leen "El Pueblo", por rreo se despacha a las 6 i media de la noche i sa­névolos lectores; pero si agregamos que esa es- la Crón-ica: i ya ibamos a llena1· el hueeo que nos le a esa hora a donnzr a la posada, e) correista posicion ha de ser fiel i conr.ienzuda; que en un quedaba en blanco, con un pesado artículo sobre (que no las debe tener todas consigo en achaque cuadro sinóptico rs preciso reunir todas las fne1·- emigracion, cuando ved aquí, que el artículo de de honradez ) se iba con la carga a casa de alguno zas sociales que mueven en sentido vario los des- Crónica He nos vino hecho i derecho a poner entre de los eómplices. Se abrían las ha lijas con las tinos de ese tenitorio; que en cada uno de e~ el tintero. propias llaH~s de la oficina. Se sacaban las cajas sos difíciles sinópsis rs J1reciso hacer o parecer Pero no un artículo p,qra denunciar demasias i talegos i mu.tatis mutandis, el 0ro se quedaba á~ reunidos sobre un punto, tantos i tan Vilrios e- de las autoridades; ni para trazar la pista a los quí para ser dividido ent1·e los aceioni.stas i se en..­lemenlos, como hazeeillos de lnz confundidos en miembros del resguardo; ni para atacar la orde- cargaba a los eome1·ciantes del trabaJo de pagar el foco de nna len le; si cada uno de esos ha· nanza de empréstito; ni para cesaminar la situa- con fierro en polvo sus mercaneias. zes es el l'esultado de mil tlif 'rentes rayo., eu· cion de los partidos. No, hoi escribimos para aeu- Si se alienrlr a que cada correo de paquete lleva ' 'a historia e import:1ncia es preciso estudiar i sar ante la opinion de la República, un a que roso como 100,000 pesos i que la noticia de haberse c.omprendt'l', entónces se deja sentir el peso de i alarmante crímcn, teJido indefinible de banda- descubierto el primer· fraude en EUI'Opa, tartlaria ]a obra, i es pr<•(·iso o(·UtTit· a toda la fuerza dd !aje. de fr·ande i pec·ulado, que arrojará sobre nues- mas de 5 meses en "en ir, se comprenderá que la patrinti m o i del buen de eo, para enlrar en ese tra honra i sobre el nédi lo de nuestro comercio, compañia podía impunemente apodei'Jrse de i O laberinto al trares de cuyos senos tan pocos ha- u o botTon ignominioso, sino nos coli~rtmos para correos, es decir, de 1 millon de pesos sin peligró. brtín de tener la paciencia de sf'guirnos. palentizarlo i maldccirlo. El m·o i plata, coloca- De esto ha salvado a la provincia la integri- PPrO o¡Hiá que en nuP~Irn linea tuviérhmos so- dos en la Administracion prmcipal de correos dad del señor Soto B. Jo que hichar eon Jos mtl uralrs tropiezos del ca- HAN SIDO ROBADOS. Nos ese•·iben ele RioJte~o-"Aqui hai tres mino; esto se traduciría en aplicaciuu i no&otros La ciudad se despertó alarmada el día cinco de o cuéitro liberales que trabajan por la candidatu­que I'Siamos pers adidos de que una constancia los corrientes; los numerosos grupos en que la ra 1\fosquera..... . " c1ccidida lo puede todo, sentaríamos al fin siquie- poblacion se miraba dividida, re"eiAban ht ansíe- Está visto. Antioqnia es la tierra clásica i pri-ra los cimh•rüos de e~ln rora inilpreciable; pero dacl en que todos se enconlnlban. Todo el mun- \·ilejiada de las ocurrencias ..... tos esta ha re. el'\' a do chocar i llll·har tarnbien con do hahlfllJa bnjo i coda cual llamaba R sus ami- Si los otros liberales que tienen miedo al ciu­<' l egoismo de nuestros compntr\nlas i ponernos g-os a. palabTa, eomo en el dia de una rDnspira- dadano 1\lurillo, se adhieren a la candidatura e-u · rtilud no solo de rompe!' camino entre lns cion. Las mas variadas \'ersionr.s se daban ~ lo su- Cucllar, acabamos de componer el pastel. nnsterios quP hrmos querido iluminar, sino tnm- eed1do; pero encima de tudas ellas i con la fut>r· Entónces, cuando tenga cada uno su Jesuita hiende marchar armados i estar a la defensiva, zaque da la unanimidad, se oia decir: "Los cm- entre la casa, cuando venga el liempo de las pt!·· contra eierlos dcscamin:ldos inle1·eses. 1 plendos se l'obal'on el cmTeo ··. nitencias públwas, cuando las leyes se espidan El romcreiante que com¡Jra a ba.Jo precio el oro Aun no hemos podido rer.o.Jer datos suficien- en latin i la policía hHga cumplir los mandamien-de lei que sn dueT1o no conoce. tes para dar una noticia esacla de lo acontecido; tos de la :Mad1·e Iglesia ... cuando los decretos e~ El cambista que lo~ra arredilar en el mercado pero obligados como estamos a da1· a nupstros lec- Jf'Cuti·vos comienzen con el famo ·o "si quis dixc~ un oro llP mezquina lei. lores, cuenta de cuanto les importa, daremos por rit" i que nos deelaren fueríl. del derecho de se1· El propietario que ~meíla con los vándalos i en- hoi las pocas noticias ciertas que tenemos, sin pa- tratados como ciudadanos ' fieles i ortodojos, lHl torno de euros cofres haee relucir sus he1·mosos 1amos en conjetul'as. En otra ocasion tal vez po- preguntéis quien perdió el país .... ánles exhi-amtnnzanies anillos, la serpiente del impuesto drcmos ser mas esplícitos. bíos como grandes patriotas i novadores. Por-único. Resulta pues, que los señores Vicente H. Calle que a la verdad, sobre todas las utopías e impo- Los nllra-df'votos, miembros podridos del par- (empleado de eategoría en la Adminislracion de si bies innovaciones que se echan en car·a al parti­t: do conservador, que temen incurrir en cargo de correos i que descmpeíiaha siempre el cargo,cuan- do liberal, estaba reservada una, la mas grandr~ apo:-;ta!-Ía si contri bu, en al ~ien d~ sus hermanos, do faltaba el jefe de la ?fi~ina ), Igna~i_o Moráles la mRs c_urb~a, ~ lo.s politiqnems anliocanos. La fa ,·oreci<'ndo al desmañado 1 ali'C\ tdo "Pueblo." Montenegro (de Bogo la) 1 otros aus1hares cuyo de trabaJar cand1da 1 honradamente por sus ene· Lo: cueañeros que 'Í\'en, engordan i enrique- nombre no ha transpirado aun, se habían coliga- migos ........ . <'~ en la sombra de ese mi ·!eri.D que ctwnel\'e do para robar los metales preciosos puestos en No decimos ?Esta. es la tierra de las tierras. i nueslrrt \'ida de pro,·inci.l i cuyas bolsas tiemblan balija, i se habmn apoderado ya úe lo r mitido por no nos creen. de la ver·dad como Sa\anas del agua bendita. el í'orreo del19 del pasatfo. Los pt•rezosos en fin, que on los mas, i que pm· Calle i Morúles, estñn presos. En cnsa del pri-no abandonar el mo tmdor en que pasan el dia mero se aprendiPron 70 libras de oro en polvo; en (·ontando u ovendo futezas o el hi1hilo ele f'ar nicn- la del 2°, 35 libras. Ea indudable que bien puede 1e que tan s~uaremcnte se cultin1 en esta tierr.i, el robo haher asce~ulido a centenares de, mil.es, o-yen con intercs nuestl'as demandas; pero no en- purs los correos de paquete llevan por termino curntran tiempo para salisfa('erlar{. medio iOO mil pesos de esta pro"incia. Se ignora Los erH'migo~ del alma juntos, i los de la nl{'n- nunque RP cree jeneralmente que este no es e) cia, que son mil n'ct's peon·s, formados en hata- primer golpe ) si la rlepr·edacion es de antigua o ll¡:¡ delante de nosotros .......... son los únicos nuPva dala. Solo se sahe que al honrado señor Jo-objetos con que hasta la fecha lwmos tr()przado . Ré l\Iada Soto Benitez, que tenia sospechas i que Qué si!rnitJc¡.¡ ante esa masa impenetrable de parece les dió a enlendcr que en su concepto se frra indoleneia el noble esfuerzo de unos pocos tramaba algo, le ofrecieron los ladrones mas de iOmhrt' · jcn(-'rosos? 16,000 pe os por el secreto i que él, cr~sendo ¿Qué no: vclle la estimable rondescrndrncia rle qne no hai dinero bastante para paga1· la honra, lclsSS.Greifí,CA}elilnn B. Lorenzana i otros poco~, dió parte rl la autoridad. ' :i no conseguimos qne el moYimiPnto lo im atln En cualquier país del mundo, el señor Soto oh­todo i que cada eual llegue a comprrnder que no tendría el premio de una manifeslac!on popular, por wnra i provecho propio sino por el bien de tanto mas digna i merecida, cuanto que es po­t dos trabajamos? bre. Aqní, tal \'€Z ni se acuerdan de él en la pró- Pasen pues estas cuatro línens por Yia de esti- csima semana. mulante a nuestms henévolos favor·ecedores, i o- Entre los efectos aprendidos ecsisten unos pa­jalá sirvan larnbiP.n para ablHIHIClt' alguna concien- qurtes de orn de propiedad del seíior J. R. Pow­c;: ia empedernida de tan los que contemplan con se- les, en el mismo estado de empaque i marca en reno ror::.tzon i ojos enjutos, las miserias que en que los colocó. Antioquia nos de,oran. Hai ademéls gran copia de moneda falsa i um Si léjos de lo que sucede, se meditara con dele- cwio rie fnettP-s, aprendido en casa de 1\Iorálrs. nimiento sobre la importancia de este estudio, ca- Como se ve, nuestros caballeros eran ambicio­da cual vería en él su beneficio prosJio, porque 1le sos i no se contentaban con una sola de esas dos los abuso~ no puede resultar segura ulilidad, i Jos honradas i lucrativas inn con sns ese rilo~ sediciosos i lur­bulentos cuando cslan \ene idos,. i como provocan la rebrlion coll sus aelus tiránicos cuando eslftn en el poder: mirnd como hieren la propied.td en sus entrañas con su sistema lrihutnrio tan inicuo como atentalorio. I esto no cmharganlc, vedlos eng-alanarse ufanos con los santísimos nombres de "'relijion, mol'al, órden, propiedad. ¡ Oh' sar·cnsrno l ¡cuando dejaní el impudente grajo de usurpar su vistoso plumJj~ al pavo real, pard o::;tcntar ~u donosura i gallanlw! ·§ .• VIVA LA REPUBLICA! jj UNIO~!! bra de razon c¡ue el principio político a que es­lim afliados habrá hecho su mejo&· conqNista i la República marchará po · el st'ndero que le trazara la gloriosa n.dministrcion dtl 7 de marzo. Hionegro, 2o de ahl'il. de ·1856. Felipe fbmcro. Hafael Chic.1, Ricnrdo Cam­puzano, Ag-apito Pntiiio, Baldó mero Snnin,_ José Haría Pntir1n, Yicenle Moreno, José María Esca­lan le, Juan P. Uribe, 1\Ianuel A. Jaramillo, Ce­cilio Ortíz, Grcgorio Gar cía, Nepomuc.eno Rodrí­guez, Florencio i\Iejía, Juan Ignacio Echeverri, Esc0lástico Jaramillo, Baldómero Solunga, José Jo:1quin Ecltercrri, .Juan C. P 'rez, Emigdio E­chcH~ rri, Telmo Soluaga, Grcgorio García A, Ma­nuel Hernúndez. Lucio López, Joaquín Tejada, Pedro Correa, 'Pedro Campuzpno ~t1enz. Pedro Baulisla I\Inrchán, Rafael Cumpuzano, Juan d(} la Cruz Pineda, Rafael Várgas, Luis 1\Iaría ~a­rabía, Eusebio Gómez, Ramon C. Noreña, Joa­quín González 1\Iontoya, UlaJisluo Rodríguez, Je­rúnimo Enao, Juan Ricaurtc, Juan N. Peña, Ser­bando López, Jorje María Pclitez, Francisco Ma: . ría Pelcíez, Vicente Gutiérrez, J nnñ 'N. Cárde­nas, Bemardino Chica, Juan Pineda, J. Antonio Pineda, Benigno Meadoza, Alejandro Córdoba, José :María Correa G. Manuel E. Cürdcnas, E­duardo Niclwlcs hi.fo, Crisanto Córdoba, Aga­pito Sarabia, Marcclino Torres, Juan Nepomu­ceno Hojas, Pedro María Cardona, Clemente Or­tega, Sinforinno Hoyos, José Julian Cardona~ Juan Pablo A.rbelácz, Silreslre Villa, Agapilo Lon­duño, José María Peralta, Gr·egorio Patiiío, Pe­dro Cardona, Juan Antonio Campuzano, Pedro Campuzano M.,. Rnfiuo Villn, l edra M. Cardona, edro l\1. Celis, Evaristo l\lor-eno, Santiago Gré­gori, Camilo OrLíz, Laureano Patiño, Pedro 1\I. Patir1o, Juan de D. González, Francisco :Mejía, José María Villa, .Tulian Moreno, Celestino An­jcl, Hnmon Orozco Uriho, Raimundo Iharra, To­l'ibio Campuzano, Mónica Montoya, l\Inrtiniano Cóli3, Jose l\Iaría Villa J>alacio, Nemecio Ot·ozco, Pablo Gur·cía, José Antonio Ramírez, Pedro 1\I. lban·a, Anicclo Jiraldo' Juan .Francisco lbarrn, Leonardo Ga\'iria, Venancio Reslrepo~ Fruto Za­pata, José Ruiz, Manuel Isaza, Joaquin 1 azn, Hozo l\Iarta Arenas, Lucio Artcaga, Gu111ermo Ruiz, l\1anuel Gaviria, Galo lbarm, Vieente Ruiz, José Mal'ía Ruiz, Antonio Correa, Ezequiel Sáenz, IIiptSiito Palacio, José M. Correa, Juhan I)incda,. Francisco lsaz.a, Canuto Ecfle~erri, José imía Ecbeverr,i, Rafael Correa, Alfonzo Cardona, Tc­lésforo Al'ias, Antonio Ramirez, Pedro Quinte .. ro, .luan Pablo Frnneo, Julian Gutierrez, Vi­cente Enao, José .Márín Enao, Gaspar l\Icjín, Fe­lipe Franco, Sisto Gonzálcz, Paulino Vallejo, Cer­belion Alzalc, Pedro P. Yillégas, Jqsé Ma&·ía Flo­res, Francisco Cnstrillon, Luciano Arias, Hocen­do Espinosa, Aquilello Jtrnnco, Dámazo Cardo­na, Juan de los Santos Guticrrez, Pantaleon Pa­lncio, Rafael Silva, Aparicio Zapata, Cruz 1\Ie .. jiH, Hudecindo Fr·nnco, Luis Sáenz, Antonio V_í­lla, Viecnlc Guliérrcz, Antonio Célis, llilano Orlíz, Jcsns Isaza, Vicente Fernáudez, Ramoll Orozco Soluaga, Hamon Lozano. INVITACION A UN CO~TRATO. Los propielnrios de la mina del Zancudo, han resuelto beneficiar el mineral que se estraiga de ella, por eJ sistema de Jundicion adoplatlo por el señor Tyrell lHoore, para las jaguas que está re­cibienuo, t·1nto de esta minn, como de la de los Chorros. Eu tal virtud, ueben construirse 4- hor­nos de calcinadon o rebervcro, en que puedan e¡ ucmarse diariamente 200 quintales de mineral, ~Ol' lo ll'lénos: 6 hornos de fundicion, con eorrien­les de airü forzado: 3 homos de copclacion: l3s casas de t¡ípias i lejas, con las piezas precisas pa­ra la mejor comodidad de la empresa, t.lebicndo ponerse l~s aguas que hai en In mina, en los puntos en que ¡,e neccs1Len para el ~wvitnicnto de las m{tquínas. vamos al absolutismo. . . Ilc aqui la voz clara i rotnnda del pasado, 1 sm cmuargo los conservadon's os asc

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El Pueblo - N. 38

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La importancia de morir a tiempo

Por: Mario Mendoza | Fecha: 2021

El trabajo de un escritor requiere adentrarse en el corazón humano. Mario Mendoza ha recorrido los recovecos del cuerpo y el alma, y ha encontrado que en lo inusual, en lo fuera de serie, se esconden las respuestas del misterio de estar vivos. En una narración vibrante y llena de fuerza, La importancia de morir a tiempo se constituye en un diccionario de rarezas que parece darle sentido a la vida. Relatos en los que aparecen Agatha Christie, Bruce Lee o Neil Armstrong, u otros en los que se habla de ciudades subterráneas y mundos desconocidos, hacen de este libro una lectura cautivante y estremecedora.
  • Temas:
  • Autores colombianos
  • Literatura
  • Literatura colombiana

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The World of Thorgal: The Early Years 3 Runa

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