EL HOGAR CATDLICD
Se publica baJO la direccrón del Presbítero Celso Forero Nieto, Prebendado
de la Santa Catedral-Ba sílica
~-~~--...................................
"Nada, ni un pensamiento, para la política . Todo, has/a el ztllimo alz'enlo,
para la Religión ."
Sorie 5." 1 l:bgootá. (Re'Pública. d.e CJlombia.), Diciembre 1.0 d.e 1911 1 Número 46
EL SANTO ADVIENTO
Viene á ser una como suavísima y
reposada cturesma de preparación
para las alegres fiestas del nacimiento
de Nuestro Señor; templada su austeridad
por el poético ambiente de ~avidad,
que en estas semanas empieza
ya á respirarse; dulce y consolador
período de expectación en víspera~.de
los más íntimos y profundos regociJOS
que proporciona al corazóa humano
el Catolicismo. ·
No es aún Navidad, pero es ya su
hermosa antesala; no se ven aún los
resplandores del dichoso Portal, pero
se columbra Ja como de lejos y entre
nieblas la claridad deÍ misterio que en
él va á contemplarse.
"Mirando de lejos veo la majestad
y poder de Dios, que viene en ~edio
de una niebla que cubre toda la l!erra.
Salid! e al encuentro y pregun tadle:
dinos si eres Tú el que ha de reinar
sobre el pueblo de Israel."
Este es el primer responsorio con
que saluda la Iglesia en su Oficio el
santo tiempo en que vamos á entra.r.
Breve pincelada, pero de efecto sm
igual, y que equivale ella sola á todo
un cuadro.
Colócase la Iglesia en la situación
en que se hallaba el mundo todo al
sonar la hora anunciada y suspirada
del advenimiento del Hijo de Dios.
Densa niebla cubría toda la tierra. No
cabe expresar m.ejor aq.uel esta?o de
universal confus ón, de Ignorancia religiosa,
de degradación social, de n oche
oscurísima á que había permitido
Dios Hegase por su culpa el hombre,
para que mejor conociese la necesidad
del di vino Restaurador. Niebla, y niebla
cubriéndolo todo; en medio de
e\la, como sangrientos y aterradores
fantasmas , divísanse las inmensas tiranías
del hombre sobre el hombre, y
óyense Jos gemidos de millones de
víctimas en la culta Grecia, en la potente
Roma, en el viejo y sabio Egipto,
en todos Jos confines del globo que
se llam aba á s í propio civilizado. El
dominio del género humano pertenecía
verdaderamente á Satanás, y éste,
como feroz y brutal 'dominatlor, gozábase
en el embrut11cimiento de la im~Jgen
divina, que había logrado trocar
en horrenda caricatura.
En medio de esta niebla empieza
como á divisar la Iglesia la pe~ueña
ciudad de Belén, á semejanza del punto
por donde empieza á romper el día e1;1
medio de prolongada oscuridad de
cerca de cuarenta siglos.
Belén, con su cueva de animales
que aguarda al futuro Libertador;
con sus pastores en su campiña, que
sólo esperan la voz .del Angel para ir
á formarle amoroso cortejo; con su
ruin pesebre dispuesto para cuna real
del Niño que va á nacer.
Y no lejos Nazaret, la humilde Nazaret,
escondida como nido de paloma
s entre los nara njos y palmeras de la
Palestina; N azaret, en una de cuyas
ignoradas calles se ve una tienda humilde
de laborioso menestral, y en ella
una doncellita bellísima , desposada
pocos meses há eón José el carpintero'.
En sus entrañas guárdase el Fruto
1
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EL HOGAR CATOLICO
glorioso, que impaciente anhela el
plazo señalado para darse á luz, sin
menoscabo del virginal ca pullo de rosa
que durante nueve meses 1..> encerró.
Y entre tantÓ que esto aguarda la
Iglesia, cual si de nuevo vo lviese á repetirse
como g rata rea lidad loquees
tan sólo un r ecuerdo que va ásolemnizarse,
pl ácele hacer oír, en medio de
este silencio de expectación, el arpa
del más iluminado de los profetas,
!salas, del cual se ha di cho muy bien
que podía llamarse, por la precisa minudosidad
de sus vaticinios, el quinto
evangelista. -F. S. y S.
PORVENIR RELIGIOSO Y POLITICO
DEL CAQUETÁ Y PUTUMAYO
La feracfsima región del Caquetá y Putumayo
ha atraído un sinnúmero de aven tureros
de varias nacionalidades; pero
desgraciadamente, salvo honrosas excepciones,
son la hez y escoria de la sociedad;
gent~ de perversas costumbres y de
instintos feroces, sin religión ni ideales de
ninguna clase; individuos que son la deshonra
de su país y un baldón para la huJWlnidad.
Las muchas relaciones que se
han·publicado sobre los atroces crímenes
perpétrados en aquellas selvas en los indefensos
indios y en los mismos caucheros,
por sus compañeros de a venturas, demuestran
á qué grado de perversidad
pueden reducir á seres racionales las más
aviesas pasiones.
Difícilmente podráse hallar en el mundo
un país donde la pobre humanidad se
presente tn tan repugnante desnudez, y
los vicios y crímenes campeen tan á sus
anchas. Ahora bien, con tales elementos
¿qué porvenir le a g'uarda á la infelicísim_a
región del Caquetá y Putumayo? Los mi les
de indios que sobre vi van á la escla vitud
á que se les ha r edu cido, heredarán
la espantosa corrupción de sus amos y
perderán hasta las pocas nociones que
han conservado de la religión natural.
Para los que nos preocupamos ante todo
de los ete rnos destinos de . nuestros prójimos,
sean éstos indios ó bla]lcos, es en extremo
doloroso el cuadro que se presenta
á nuestra vista.
La Iglesia, Madre · solícita, tiende una
cariñosa mirada á la infeliz región del
Amazonas, pero se encuentra casi impo.
sibilitada de hacer sentir $U benéfica influ
encia en aquel mundo selvático, pues
las naciones á quie nes corresponde rehu.
san secund;¡r los esfuerzos de la civilizadora
del mundo. El Perú muy poc;o ayuda
en ese sentido, pues Iq uitos, ciudad im.
portante de aquella República, que debía
ser la avan zada de la civilización cristiana
de aquellos lugares, es un centro com.
pletamente indiferente en materia de religión,
casi ateo; y en lugar de ser un poderoso
• auxiliar de la Iglesia en su obra,
es una rémora que dific ulta la acción del
misionero católico. La República del
Ecuador, en vez de cooperar á la ci vilización
cristiana de las regiones amazónicas
por medio de la Iglesia Católica, las
persigue sistemáticamente en los centros
civilizados.
Es, pues, Colombia la Nación destinada
por la Divina Providencia á extender el
reinado de J esucristo en aquellas selvas
y á neutralizar con su acción católica la
corriente atea y desmoralizadora que ha
invadido la inmensa hoya amazónica. Debe
enorgullecerse nuestra patria de esa
noble misión, y tiene derecho á esperar la
recompensa que el Eterno Remunerador
da á las naciones que siguen la justicia y
extienden en la tierra el reinado de su
Hijo. El imperio colonial de España ha
sido de los más grandes que recue~da la
historia, mientras empleó sus riquezas y
energía en la propagación de la fe; pero
decayó ignominiosamente cuando se desentendió
de los intereses de la Religión.
Francia, mientras puso al servicio de la
Iglesia su poder é influencia, fue la reina
del mundo, y ha perdido su importancia
en el momento que ha vuelto las espaldas
á su bienhechora. 1
Colombia se halla justamente preocu• .
pada de la suerte que pueda correr su
soberanía en el Caquetá y Putumayo ;
pero tiene· fundados moti vos de esperanza
en el movimiento evangelizador que
se ha iniciado hacia aquella región. Que
secunde ese movimiento todo el pueblo
colombiano, la I g lesia y el Gobierno, las
autoridades y los particulares, los eclesiás
ticos y los legos, y estemos seguros
que nuestra baridera ondeará siempre en
aquel rico territorio. Lo más peligroso
para los' intereses colombianos es nuestra
inconstancia y volubilidad. Así como somos
fáciles á enardecernos, lo somos tam-
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' '
EL HOGAR CATOLICO
bién en olvidar nuestro entu sia s~ o y propósitos.
Débese trabajar en todas partes para
que el fuego que ha prendido e n los corazones
de los colombianos no se a ¡9ague.
Han cesado los aparatos bélicos, y el espíritu
guerrero que conrnovfa hasta á los
más apáticos se ha desvanecido, y la mo.
notonla de la vida ordinaria aca ba rá por
hacer olvidar, hasta á los m á.> entu ~ i as tas
por la integridad de la patria, que más
allá de la cordillera oriental existe una
r,egión muy grande y muy rica que la
Divina Providencia nos ofrece con la sola
condición de que implantemos la civilización
cristiana.
El Perú aprovechará nuestra indolencia
y continuará en su movimiento de
avance hasta á las fuentes de los rlos Ca.
quetá y Putumayo. Entonces nos ent~siasmaremos
otra vez, el fuego patno
volverá á devorarnos, intentaremos hacer
algo, pero ... será ya tarde. ¿ Es esta una
profecla? ¿ ó será solamente un sen ti miento
de pesimismo ó temor" infundado?
¡Quiera Dios que sea esto último ! .
Nos dirigimos á todos Jos colombianos,
especialmente á nuestros hermanos en el
sacerdocio, para que oporlum e z'mporlune
trabajen activamente en la obra de Misiones,
iniciada por el Ilustrísimo Señor
Arzobispo, Primado de Colombia. Mirando
por los intereses de la Religión, aseguraremos
la integridad de la patria, los
dos más nobles ideales que tiene el hombre
en la tierra.
La Sabana
Salve! r us tico Edén, jardín hendi1o
En éuyos ricos ámbj tos i1;npera
Sobre trono etero al, la pr1mavera,
Con su cetro de flores no rnarchi to.
Y cA
Tu vasto, majestuoso circuito
Toca, en sus bordes, con la azul e~ fe ra ;
Y el ojo :~1 espaciarse sin barrera,
Goza ia 'sensación de lo infinito.
Por eso tiene el soñador andino
Algo de melancólica g randeza ;
Florescencia de místicos anhelos;
Y ve la incertidumbre del destino
Con la nob le sonrisa de entereza
Del que v~ve en contacto con los,cielos.
ÁN'I:ONIO G óMEZ RESTREPO
DATOS BIOGRAFICOS
DEL SR. CANÓNIGO DR. D, FERNANDO PIÑE~OS,
ARCEDIANO DE LA CATEDRAL DK BOGOTA
Acaba de morir, cargado de a ños y de
merecimientos, el Sr. Dr. D. FERNANDO
PtÑEROS último sobreviviente en la Arquidiócesi
~/ P rimada de aquella generación
de sacerdotes que recibieron la Ordenación
Sace rdotal de manos del Ilustrísimo
Señor Arzobispo de Bogotá, Dr. D. Manu
el José de Mosquera,
No pudiendo resignarnos al laconismo
con que se ha dado n8ticia de su muerte,
hemos recogido, y publicamos en seg'uida,
algunos datos biográ~cos ~e aquel s.acerdote
benemérito que rlustro con su VIrtud
y con su ciencia la Iglesia de Colombia.
Con cuánta facilidad se olvidan entre
nosotros aquello5 calamitosos tiempos, no
muy lejanos, de pe rsecución y de despojo
de la Ig lesia . De cuántas memorias se
ha borrado el recuerdo de las in justicias
y vejámenes de t~d? género de q~e fueron
víctima lqs mmrstros de Jesucnsto.
Perteneció el Sr. PrÑERos á aquel puñado
de varones ilustres, que durante
medio siglo combatieron el buen comba:.
te por la Iglesia y por la fe : Pro tid1 el
Ecclesia.
Después de muchos añ?s de ardiente
lucha contra las pretensiOnes y usurpaciones
de la potestad civil en orden al
Seminario Diocesano, logró restablecerlo
en 1840 el Ilustr ísimo Señor A~zobispo
Mosquera. Puso á la cabeza de dicho esta
blecimiento á los Presbíteros Sres. D.
Ca r los Calvo, D. José Joaquín Isaza y D.
Vicente Arbeláez, y a llí se formaron para
el sacerdocio, entre . otros, los Dres. In ·
dalecio Barreto, Antonio Parra, Patricio
Plata y FERNANDO PrÑERos, quien recibió
las sagradas órdenes del Subdiaconado,
Diaconado y Presbiterado en los dlas 17,
19 y 20 de Di ciembre de 1845, y en 1848
el grado de Doctor en sagrada Teolog ía,
Con cuánta razón pudo decir el Il u.strfsimo
Señor Mosquera á los nuevos sacerdotes
las pa labras de J esucristo 1 sus
Apóstoles : "os envío como ovejas en
medio de los lobos."
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1 •
4o6 EL HOGAR CA TOLI CO
Qué dolor para a q uell os que pe rman ecían
fieles á su voca c ió n y á su sagr ado
mir'isterio, ve r in sultado, pe r seg uido{ y
finalmente arrojado de su Pa lacio y de s u·
Sede al santo y sa b io A rzobispo Mosq uera;
ver, años des p ués , las iglesias cerradas y
de,stinadas á usos pr ofa nos ; á las esposas
(le Jesucristo arrojadas vi olenta y cobar.
demente, con la f ue r za brutal de las bayonetas,
de aquell os sagrados as il os de ora.
Qión y d e paz, q ue e ll as mismas h abía n
dotado con sus propios bienes de for t una ;
á los religiosos hu ye ndo de la pe rsec u.
ción y de la muerte ; á la I g lesia de Co!
qmbia, en una pala b ra, humilla da por
su·s .enemigos y d espojada de s us b ie nes .
_ 'f.odas aquellas época s de pe rsec ución
Y. de tristeza las c onte mpla ría e l Sr. P rÑ,
EROS desde algún oscuro rin có n, esco ndido
como los cr'im inal es y malh ec h o re s,
~in más culpa ni delito que e l se r ministro
. _de :Ia ~glesia, huye ndo de la pri sión y de l
destierro, y esperand o día s me jo re s para
.Jll Iglesia y sus ministros, si por acaso ha:
Bía escapado de cae r bajo la mano de
hierro de los opresores.
Pero esos días tarda ban, La in icua ley
del 20 de Marzo d e 18 52 había acabado
con el S eminario funda do por el Se ñor
Mosquera.
Nuevos esfu er zo s de su s uceso r en la
Silla Met ro poli tana dieron po r res ultado
lj' ,r!'!apertura d el Semi na rio en el año d e
'1865, en la m is ma parte del edificio d e
Sa~ Bartolomé qu e ha bí a oc upado an te s.
Nombró el Ilustrísi mo Señor H err án co mo
Rector al Sr. Canón ig o D. Ped ro D urá n, -y como Vice rre cto r al Dr. FERNANDO Pr .
Ñ&Ros, siendo de n ota r se que á los esf ue r.
ios del sabio y virtuoso V Icerrector s e
dt:bieron casi e n s u t ota lid a d los b uenos ·
resultados que pudie r on obte nerse e n
aquella época. El año de 187 1 le tocó
desempeñar el cargo de Rector y po r
muchos años fue su Di rector espirit ua l,
empleo en el cual a y udó eficazmente a l
'Ilmo. S eñor Herre r a c uando emprend ió
cbmo Rector la fe cunda la b o r q ue todo s
admiramos.
Termina das su s funciones como Vice rretor,
no d ejó d e pr estar sus servicios a l
Seminario po r espacio de cuarenta años,
como profesor de la t inidad y de Ciencias
Eclesiásticas. En~ mu y. ve rsad o en la he r~
m enéut ica sagrada, y aun cuando só lo le
oí mos ya muy qu e brantado por los años,
toda vía r ecordamos la manera docta y
pi ad osa como interpretaba las Sagra das
Escrituras.
Ll egó á ten er un profundo conocimien.
to de l Derecho Canónico. El que ja m ás
ha est udiado e l Corpus Juns ni los vol umin
osos comentarios que de él escribiero
n los canonistas españoles, no puede
darse cabal razón del esfu e rzo que repre
s enta una ci encia adquirida en t al es
li b ros. Hoy los t ratados m ás ó menos ex te
nsos de D e recho, ó de cualquiera otra
m a teria, nos presentan un ¡;uerpo de doctrina
o rdenado y metódico, con cuyo auxili
o es r e lativam en t e fácil obtener en b re ve
tie m po los conpcimientos científicos
qu e e n otras épocas, en que se carecía de
profe sores y de textos, sólo podían obte·
nerse mediante un estudio labor ioso y
pe rs o nalÍs imo, como fue el de l S r . P rÑ ÉRos
d urante muchos años .
No sola me nte prestó el Sr. PrÑEROS i mporta
ntes servicios á la Arquidió:esis ya
c omo Superior, ya como profesor del Semi
na ri o, sino también como Cura de Belé
n de Ce r inza, en donde fundó y rege ntó,
a dem ás, un colegio; acompañó al Sr:.
Ni ño en s u misión de Vicario Apostóli co
d e Pam plona y en los dos primer os años
d e su episcopado ; desempeñó por mucho
t ie m po e l ca rgo de Provisor de esta C ur
ia Metr opolitana, y fue Vicario Gene ral
d el I lust rís im o Seño r Vicente Arbelá ez
de s de 1882 hasta la mu e rte de dicho
Pre lado, ocurrida en 18 84.
E ntró :í. formar parte del Capítulo Me.
tropolitano c o mo segundo Rac ionero el
3 1 de D i cie mbre de 18 73 . Fue nomb rado
sucesiva me nte primer Racionero, c uarto
Can ónigo, tercer Canónigo, dignid a d T esor
ero , dignidad Ma estrescuela, y por
último, A rcediano de la Basílica P rimada,
Nació el Sr. Dr. D. FERNAN Do PrÑKR Os
en Belén de Cerinza el día 16 de Febre.
ro de 1823 y murió en Bogotá e l día 2 de
Nov ie m bre de 191 1; tenía, pues, ochenta
y ocho años, ocho me ses y medio.
Sostenido por la fe que le guió en tod
os los actos de su vida, sufrió con heroica
r esignación c ristiana la cruel enfermed
a d que le llevó al sepulcro, y terminó
5U san ~a vida con una san ta mue rte ,
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EL HOGAR CATOLI CO
A nosotros toca tener prese ntes las palabras
d el Apó stol : "Acordaos de aquell
os varones apostÓ licos que os han pre ·
dica do la palabra de Dios, cuya f e habéis
de imitar, co nsid erando e l fin di c h oso
de su Yida ." (H e b. XIII-7).
Bogotá, Noviembre 11 de 191 1.
J osÉ MANUEL MARROQulN Osoaro
La misa de medianoche
¡Oh noche celestial ! ¡oh noche santa 1
¡Quién pudiera pu lsar la suave lira
Con que en los ci elo s el qu e rube-canta
Los him nos de ventura sacrosanta
Que el dulce Niño d e Belén inspira 1
¡No le vimos nacer! ... Otros mejores
·Contemplaron sus célicos hala gos ...
¡ De s us mcj illas la s r osadas fl ores,
Sus oj os, que miraron los pastores!
Su manecita, que llamó á los Magos 1
Era n las once ... En la capilla amante,
De pie, al frente del breve presbiterio,
L as relig·iosas, co n fel iz sem bl ante
Ca n taban el Oficio que, vibra n te,
Del Niño ensalz't el infantil imperio.
Y la fúlgida luz res plandecía,
Cual señalando de Belén la hue ll a!
Y la escena piadosa que all í había
La corte de los Magos parecía,
Buscando al Niño que mos tró la estrell a.
E l altar se en~alana leutamente
De lu ces muchas con el b .. illo vário ...
Late d e amo r el corazón crPye nte,
Y mira con afán si r mpre creciente
El ce rrad o y dulcís imo sagrario.
Suavemente ... , con ritm o, .. . más sonoro,
Más entu siasta y de leitable s u ena
La mel odiosa vibraci ón de l coro,
Que ento na a l dulce y erlPstial Teso ro
Las preces sin rival de Nochebuen a .
Ya la m isa em pPZÓ ... Nuestra memoria
Guarda aq ue ll a li túr(\·ica armo nía.
¡Ese radiante y venturosQ. Gloria 1
¡ E se Credo solemne que es la histori a
Del Verbo hecho h ombre en su terr es tre día. ,
Guarda t am bién el Evangelio hermoso,
Tras del cual, en el s anto presbiterio,
El sacerdote con fe,.vvr r adioso,
Comenta al auditorio numeroso
De Navidad el celestia l misterio.
"¡Mirad a l Ve rbo del Señor! " exclama
"¡Ved al Eterno convertido en n iño!
¡ Contemplad esa mística ama lgama
Del Di os y el homb re! ql)e en redor proclama,
De J esucristo el sin igual ca riño.
Distante de poblado caserío
Y en una pobre y miserable cueva,
Vedle sufrir el riguroso frío I
Vedle aceptar elterrenal d esvío,
Sin que al mortal su sacr.ificio mueva .
Dej ó del ciclo el inefable encanto
Para aceptar la c ondición humana. , ,
¡ Y el mismo Eterno, el Im pec able 1 el santo
Tomó de l pecador acerbo ll a nto!
Tomó de l Niño la apariencia enann !
Ah! no es es te fugaz anhe rsario,
No es el recuerdo de pasada esc ena . ..
Tornad vuestras miradas a l sagrario
Y veréis có mo paga con Ca l vario ·
La in grata humanidad s u Nochebuena.
Por e l nmndo veréis á centena res
Quien no se acue r da que J es ú s exis t e!
Qui en deja so li tarios su s altares,
Quien busca otro consue lo en sus pesares
Y en su doliente ceguedad persiste.
Hemos pag ado con g lacial de&vío
Su santa Infancia y Nav i dad ta n bella,
Mas, hoy que ll ueve el celestial rocío,
No permane zca el corazón ya frío,
Ni lu zca en vano la divina estrella."
Dice, y pro~ igue el sacrificio eterno . ••
Llega el momento que nues tra a lma ansía,
Parece que huye el riguroso invierno
Y, ecl ipsnda In noche, ya di scierno
De Navidad el inefable día.
Madre !II.• IGNACr A SAMPER AcOST:A-LA
PERFECTA CONTRICION,
LLAVE DE ORO DEL CIELO
(Continúa.)
II
}
¿ CÓ~rü SE EXCITA LA PERFEC TA CONTII.ICIÓM?
H as· de pres upo ner que la perfec ta contrición
es gracia, y gran g racia, del amor y JDíserico
rdia de Di os; y así has de pedírsela con
instancia. Pero no te contentes con hacerlo
cuando tratas de exci tar la contrición, porqu,e
el ueseo de alcan zarla debe ser u na de las má'
ardientes ansias de tu al ma. 1 Pid esela, pu~~.
diciendo : Señor , da d me la g r acia del perfecto
arrepentimiento, de la perfecta contrición d!'
mi s pecados. Y n o te fa ltará Dios con su gracia,
s i tú tienes b uen a voluntad .
Esto supuesto, mir a cómo podrás fácilmente
concebir la perfecta con tr ición .
Ponte delante de un crucifi jo en la igl~sia
ó en tu habitación, y si n o ima g ínate q'up
le tienes delante; y li orando de compa sión,
á vista de las heridas del Señor, piénsa unos
mom entos con fervor: ¿ Quién es éste que
está pendiente de la cruz y ~ufriendo en ella?
-Jes ús, mi Di os y Salvador.- ¿ Qué sufre?
-Los más terribles do lores en el cuerpo, le
tiene ensangren t ado y cubierto de heridas':
el a lma la tiene a brumada por el dolor y la_s
afrentas.·- ¿ Por qué s ufre eso ?- Por lo s pecados
de l os hombres y .. .. también por mis
pecados : en medio de sus amargos dolores,
también piensa·eu r:ni, también s ufre por mí,
también quiere exp iar mis pecados.-Mientras
tanto, déj a que la sangre redentora dql
Sa lvador, caliente aún, caiga sobre ti gota .á
gota; y pregúntate á tí mismo cómo h as correspondido
• tu pobre Sa!v11dor tap atormeu- 1
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4o8 EL HOGAR CATOLICO
tado p or tí. Piénsalo un momento, rccuérda
tus pecados, y olvídate, s i quieres, del c icl o y
d el infierno, y arrepié n tete más bi e n, po rque
ellos s on los que á t a l estado han trnído a l
Salva dor : prométcle n o vo l ver á crucificarle
de nuevo con más pecados , y por fin réza despacio
y con fei·vor, acomp añand o con s entimiento
in temo las palabt·as, la fórmu la d e l a
contrició n ( 1 ) .
Esta oración ó fórmula puede ser diversa,
y aun puede cada uno se rvirse pa ra ella de
sus pro pias palabra s. Al fin del librito puedes
ver algunas (2); per o no obs tante quiero añadir
aquí una b astante ordinaria:
Señor mío y Dios mío : me pesa de lo más ínti .
mo del corazón de todo s los p ecados de mi vida ;
porque con ellos he rrerecido que vuestra divina
justicia me castiga ra en la vi u a y en l a eternidad ;
porqu e os he corr es pondido con t an t a ing ratitud,
si endo como erais mi mayor bienh ec hor ; p ero sobre
todo, porque con ell os os he ofendido á Vos,
bien mío supremo y digno de toJo amor. Yo os
propongo firmem • nte enmendarme y n o más pe
car. Dadme, J esús mío, vuestra gracia para cum ·
plirlo. Amén.
Tresporques contir necstaoiación , y á cad
a porque a<'o mpañ a un motivo d ·· co ntrición,
primero de la Imperfecta y d espués de 1 ~ perfe
ta, pues to q ue muy bi e n puede juntársrl~s,
toda vez que d e la una se s ube fá cilmente á l a
otra. Dice, pues :
1. "porque c on ellos he m e recido ... .'', esto
es aún contric ió n imperfec ta ..
2. " p orque os h e corres pondido .... .'', esto
va acercándose ya á la contr ición perfecta, y .
aun se r ed uce á ella; porque s i de verPs s iento
haber COITespondido c on in g ra titud y con
pecados a l amor y b on jad de Dios, necesariamente
h e de querer r esa rcir· co 1 amor esta
ing r a ti tud ; y e l senti1· por nm or l a ofensa d el
bienhec hor á quien h asta ahora se d escon ocía ,
es ya contrición perfec ta, contrición de caridad
p ara con Di os .
3. " pero so bre t odo porque con ell os os he
ofe ndi do .. .. '' Si vu elves á l ee r la pa rte fina l de
lo qu e se publi có s obre es ta m a ter ia e n el número
anterior, e n ten derás lo q ue estosig n ifi ca,
y entendi éndolo verás más cla r a m en te ex presado
aquí el amor perfe cto y la perfec ta co ntrició n.
Para conseguirlo más fá cilmente pued es añadir,
m entalmente ó de palabra, lo que sigue:
(1) "P. Y para excitarse uno á fo r mar dol or y
propósito verdadero, ¡qué le se r á conven iente ha ·
cer!
R. Ant es de llegar á confesa r (y lo mismo se
/lUde deci~ tlt gmcral de ma!qwú tiempo m q~tt se
quiera excitar el dolor), pedir al S eñ or le s •co rra
con sus auxi lios, me titar por un rato, ó en los be n
eficios que el S eñ or le ha hecho, ó en su P ~'i ón
y mu erte, ó en su bondad, y una ó más veces deci r
el acto de contrición. "
(2 ) A las que el autor pone hemos añadido el
"Señor mio Jesucristo," acto de contrición ge ne ·
ralmente usado en todos los países de lengua española.
" per o sobre t o do porque con ellos os he
ofe ndid o á Vos, bi e n mío suprem o y digno
de torio amor. Salvador m lo, que por mi1
pecados moristeis en la cru z.''
D es pués viene el propósito: " Y o os propongo
...• "
-Pero, Padre, me di1· ás quizás , para otros
será eso muy fá c il, pero para mí es cosa muy
1ubida , ca s i imposible.-¿ E so te pa rece 'l
-Pues n o Jo creas.
Ill
¿ES DIFÍCIL EXCIT AR LA PE RFECTA CO NTIIICIÓM?
Des de luego, eg verd ad que para la r.ontrición
perfec ta se r equiere más que para la im·
perfecta, qu e e s In q u e s e n ecesita para la confesi
ón ( 1 ). P ero c nn t od o, ayudado de la gracia
d e Di os, pued e cua l r¡ uiera al canzar la
pcrff'Cta cont1 ici ón, con sóto qu e de vera1 lo
d esee; p orque la per fecta contrición es tá en
la vo l untad y n o en e l sen tim ie nto . T uda se
reduce á que tcnga m o~ e l d r bido motivo de
arrepen t.irniento ; es decir, que nos arrepintam
os porq ue amam os á Di os sol.J r e t o das laa
cosas, y po r su amor det r stamos nue,tros pecados:
en e s to, y n o en la durnci ón ó intens
id ad de l d olor , está la p er fecta contrición.
D ig o es t o, por que muchas veces se confunde
la co ntrición perfecta ron cierta co ntrición,
qu e hay, allfstma y sublime ; no advirtiendo
quC\ la contrición perfecta tiene sus grados y
e sca lones, y qu e para que Jo sea no se necesita
que Jl rij uC a Ja COntrición altísima y firrnÍs
i ma de San P e<.! r o, de la Magd alena , d e San
Luis Gonzaga y de otros s a ntos . Mu y bueno
es esto, pero n o es necesario : un !{ra da más
bajo de con tr ició n ver<.ladera y p ~ r fec ta basta
pa ra perdonar los p ecados.
Adem ás, has de advertir u na cosa, que me
parece t e animará y te dará co nfi a nz a de p o·
d er a lcanza r la perfecta contrició n. Antes de
J es ucri sto, ea la L e y Antigua, por espacio de
4,ooo añ os, fu e la perfecta contric ión el único
medio que tuvieron los h ombres para alcanzar
e l pe r Jón de los pec ados y entrar en el
cielo. Y h oy mism o h ay mi Io nes y millones
d e pa~·a n os y herej es que so la y únicamentll
p or la perfecta contric ión pueden salir del
p ecado. P or lo t a n to, s i es ve rdad-como lo
es-que Dios " no quier e la muerte del pecador,''
n atural parece q ue no h aya exig ido para
la perfecta con trición una pract ica por demá1
dtfíc il,. sino una que est uviera al alcance de
todos. Pues si pued en a lca n zar la perfecta
contrición tántos y tántos como viven y mueren
a le¡ados-aunr¡ue in cu lpa s uya, es verd
ad-de la corrien te de la graci ;t y de la Iglesia
cató lica, ¿. te sel'á tan Jifíci l á tí, qu e tic-
(1) "P.-Y p -. ra con fe>• rs e uno bien, ¡basta el
do lor de at ri ción, ó se requiere el de perfecta co ntrición?
R. -ComiÍ1lmw/e se dice bastar tl de iltrici61l
, p ero mejor y más segu ro es lleva r el de perfecta.
con trición, y éste !¡a de procurar te n ~r el 'luc;
se confies a,.'' ·
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL HOGAR CA TOLlCO 4og
nes la gran dicha de ser cristiano y católico,
á tí que tienes mucha más gracia y estás mejor
in struid o que ellos?
Pero, más te digo: machas veces, sin saberlo
ó sin pensarlo, tienes realmente perfecta
contrición: cuando, por ejemplo, oyes
piadosamente la sa nta misa, cua ndo h<~ces con
devoción el viacrucis, cuando meditas c on
fervor delante de una imagen de J esús crucificado
ó del Sag,ado Corazón, ó asistes á la
predicación de Ja divina palabra.
Además, muchas veces se puede expre·ar
con pocas palabras el amor más ardien 1 e y la
más profunda contrición, atendienJo sólo al
sentido y ni motivo (el amor de Dios). Por
ejemplo, con estas jaculatorias: "¡Dí os mío
y todas mis cosas! '' " ¡Jesús mío, misericordia
! " "¡Oh, Dios mío, os amo sobre todos
las cosas!'' "¡Dios mío, compadcceGs
de mí, pecador l " ·Y 1
"Pequé, y a mi alma
Su culpa confiesa ;
Mil veces me pe sa
De tanta m aldad.
Mil veces me pesa
De haber, obstinado,
Tu pecho ras,qado,
¡ Olt sama Bondad 1 "
Finalmente, si tan soberanos efectos obra
Dios por la perfecta cnntrición, seña l es de
que quiere que la excitemos y de que ÉL n os
ha de ayudar para conseguirlo.-Y ¿,qu é efectos
son éstos que obra la perfecta contrición?
(Con tinúa)
La salve
¡Salve, oh Virgen María!
¡Salve, Reina inmort~l del alto cielo,
Madre de Dios, del ángel alegría,
pe los hombres consuelo!
Déja que con los ángeles el hombre
Te salude y te nombre:
1 Salve1 Reina inmortal, salve, María!
Virgen, tú nuestra vida,
Tú eres nuestra salud. ¿Sin ti qué hiciera
La pobre humanidad? Ciega y perdida
En sombras falleciera.
Tú al Dragón quebrantaste la garganta,
Virgen, con tierna planta :
Tú eres nuestra salud, tú nuestra vida!
Tú eres nuestra dul zu ra ;
Tú, Madre de piedad, nuestra esperanza.
Tt:s favores, bon dades y ternura,
¿Quién á decir alcanza?
Tú, bendita entre todas las mujeres,
Nuestra dulzura e res,
¡ Tú, Madre de pi edad, nuestra esperanza !
Señora, á ti clamamos ·
Los hijos de Eva en nu estro va ll e triste.
¡ Oh Madre ! á ti los ojos levantamos ;
Nuestra flaqueza asiste.
Sí; peregrinos, de la patria ausentes,
Con lágrimas ardientes
l,os ojos levantando, á ti. clamamos,
Clamamos; caen al sue lo
Lágrimas de dolor, hondo gemido
Brota de nuestro labio y sube al cielo.
No ent regues al olvido,
Tú que llorast e al pie del leño santo,
Tú qu e su friste tánto,
Nues tras lágrimas, ¡ay! nuestro gemido,
Tú e res nu estra abogada,
Tus claros ojos vuélvenos, María ;
!' Y al fin de nuestra mís~ra jornada,
Muéstranos, Virgen pía,
E l fruto santo de tu seno, fuente
De lu z i ndefi ciente: ·
¡ Tú que eres nu estro bien, Virgen María!
M. A. CAllO
ACCION SOCIAL CATOLICA
Además de las importantes obras lle·
vadas á cabo por el inteligente sociólogo
R. P. Campoamor, S. J., de las cuales
dimos cuenta en e l número anterior de
EL HoGAR CATÓLrco, hay otras que igualmente
est án produciendo excelentes resultados,
y son las siguientes:
1 .".CENTROS OBRERos-Están organiza.
dos ya cinco de estas sociedades en la
ciudad : la de Santa Orosia, en el barrio
de Egipto, fundada y dirigida por el
Pbro. Dr. Guillermo Angel, la cual cuenta
con más de 500 socios; la de San José,
fundada por el Párroco de San Victo.
rino, Pbro. Dr. Eliécer Gómez, con más
de 200; la de Las Cruces, que actual- •
mente ~stá organizando el Párroco Dr.
Diego Garzón; la de San Cristóbal, fun·
dada por e l Capellán Dr. Carlos Eduardo
Muñoz, que tiene más de 250 miembros,
y la de los Doce Apóstoles, en el barrio
de Las Nieves, con ce rca de 200.
En estas sociedades hay i:res cajas
di stintas : la de ahorros, en la que gllna
el ainero del obrero cierto interés men•
sual, por pequeña que sea la suma con.
signada; la de seguros de salud, en la
cual consigna el trabajador cierta canti·
dad ~emana! y en cambio de esto tiene
derecho el día que enferme á la asisten.
cía d el médico del Centro, lo mismo que
á los remedios por él ordenados, y á recibir
una suma por semana para atender
á las necesidades de su familia; además
el día en que muera, se le hacen los gas.
tos de entie rro, librando con esto á la viu.
da y á los hijos d e este penoso gasto.
Por último, en la caja de seguros de vida,
al morir un socio, depositan los sobrevivientes
cierta suma1 destinada ~ la familia
del muerto ,
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
410 EL HOGA R CA TOLICO
2.0 DoR MITORIO DE RMBOLADORES- Todas
las noches concurren á este dormitorio, fun·
dado por e l Pbro. Dr. Emilio Valenzuela
B., por lo m e nos 250 muchachós, todos
desprovistos de familia que cuide d e e llos,
sin techo que los r esguard e d el frío, y que
antes vagaban hasta e n altas horas de la
noche por las calles, r ecibi e ndo lo s malos
ejemplos d e las gentes perdidas, para
IJuscar lu égo infeliz descanso en e l dintel
de un portón.
La úni ca obligación que se les ha impuesto
en cambio del alimento, e-1 vestido,
el lecho y la enseñanza que a llf reciben,
se reduce á depositar en la caja de ahorros
una pequeña suma por semana, la
cual entra á ganar un interés proporcionado,
para irles forma ndo un pequeño
princi pal para cuando ya l es sea dado empre
nder en algún trabajo más serio.
El dormitorio, t iene, ad e más, un restaurante
in fanti l, en e l cual se les proporcio.
na buena alimentación por sólo un peso
papel m oneda, con lo ¡ua l se le s obli g a
á costearse su sustento, que a un cuando
vale rriá s del cuádruplo, á pesar de con se ·
guiri o á tan bajo precio, los va enseñando
á adquirir aquella dignidad que los hace
atende r á s.us necesidade s y los al eja de la
holgazanería y de la mendicidad culpable,
Días pasados presentaron estos muchachos
lucidísimo y gracioso examen de todo
lo que se les ha enseñado e n menos de
un año.
3.° CoNFERE NCIAS- El Sr. Rudes indo
López Ll eras, encargado para organizar
las conferencias d estinadas á lo s obreros
de la Acción Social Católica, ha conse guido,
no obstante mu chísi mas dificultades,
que se dicte una confe r e n ci a por se.
mana en cada uno de los barrios obreros
más importantes de la ciudad. De este
modo, el obrero s e va instruyendo gra .
dualmente y se ev ita que los pobres, q ue
carece n de educación, caigan en las celadas,
que con palabras sonoras y promesas
halagüeñas, les ti ende el soc ialismo.
El o r ganizador de estas confe renc ias
está trabajando para que éstas se dicten
no sol amente en Bogotá, sino también en
las principales ciudades d e la R e pública.
Que los obreros vean quiéne s son los
· que verdade rame nte se interesan por su
sue rte;¿ serán acaso los impíos, que llamándose
amigos d e l pue blo abusan de s u
tgnorancia para conve rtirlo e n illstrum e nto
q~ sus trampas políticas1 6 los católi-cos,
que no ti enen inconve niente en hacer
muchas veces grandes sacrificios en su
favor?
Reciban los briosos organizadores de
la Acción S oc ial Católica nuestras entu siastas
felicitaciones. Sigan adelante con
valor, q ue Dios Nuestro Señor permitirá
ll eve n á feliz término s us nobles e mpresas.
En todo caso EL ha p rometid o recompensa
graQde en e l Cie lo á los que
re median las necesidades de sus pobres.
, L.
I NTERESANTE
y VARIADA INF OI\MAC IÓN DEL EXTEII IOR
EL PnÓxJMo CoN SI ST ORIO-Res tablecido por
completo del fuerte ataque de gota que s u(rió
últimame nte e l Padre Santo, ha seguido dedi
cá ndose á s us imp ortantes trabajos para
bien úe la cristiandad, ins1 a lado de nuevo en
las habitacion es que o cupaba antes de su enfcrm
ed ,t d .
Entre es tos trabaj os figuran l os preparativos
pa r a e l Consistorio, h ~s ta ah ora aplaza do,
y que se celebrará, s eg·ú n noticias fidedignas,
en bs próxi
1
nws Pa scuas d ~ Na v1dad,
pues las muc has vacaotes que ex1ste o en el
Sacro Colrgio, hoy reduri do á ca &i la mitad
de s us ordinarios mi embros, hacen n ecesaria
su provis ión.
E !> ta , seg ún parrce, no se rá por ahor a t otal
s ino d e la mita d de las v a caotes existentes',
y eotre los que se seña lan cona~ agr~ciados
figuran el actual Nuocio en Bav1era, m ons
e ñ or Fruwirh, y alguo os prelados es pañol
es, quizá tres . •
EL CoLEGIO CARDENALIC IO-De úna correspond
encia d e Roma tom ~rno ~, á titu lo de curiosidad,
los sig·ui e n tes datos, r elativos al Sac
r o Colegio :
Durante los ocho años que lleva de Pontifi
cado la Sa o tidad de Pío X, sól o ha celebrado
cuatro Coosis torios para la creacióo d e Cardeoales
: el 0 de Noviemb1·e de 19 03, el '!l de
Diciembre d e 19 05, el 15 de Abri l y el 16 de
Diciembre de 1907. Los Cardenales creados
por él s on 1 5 ·
E l númer o actua l de purpurados queda reducido,
con la muerte de los Cardeoa les Grusc
ba y Morán, á sólo 47 · Soo, pues , 3o l os que
han fallecid o desde la el eccióo de Pío X, .y a
que al Cooclave a s istieron 62. De l os 47 Cardenales
ex isteotrs, 28 son italianos, 5 a ustria
cos, 4 españoles, 3 france es, 2 alema~es,
r io g l és, 1 belg·a, 1_p nrtug ués y 2 amencanos.
El deca no es el Emmo. Capecelatro, Ar·
r: obi s po de Ca pua, que cuenta ochenta y s iete
añ os. E l más j •• ven, c> l Cardenal Me rry del
Val de cuare:::ta y seis años. Do s aiíos más
cue~ta el Carden a l Srkrf:'b¿nzky. Siguen los
C¡¡rdenales Maffi (¡¡3 ), Vives (57), Lorepzelli
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL HOGAR CA TOLICO 4rr
y De Lai (58), Mer ci e r (6o ), R ich c lmy, F erra
ri, A r coverde, Andrieu y Cnba ll ari (6 2),
Martine lli (ti g), F crrata (ti4), Na va d i Bo ntifé
(65 ), Cag i an o de A cevedo (66), De l ia
Vol pe y R in a ld i n i ( 67J, R a mpoll a y R es ping
hi ( 68), L u zó n, P u z i na Gas p a r r y y Baci l icr
i (og), Ca~s e tt a (7o), Logue y F isc her (71 ),
G cnnari ( 7 2), Bosc hi (73) , K o pp ( ?4 ), V icen t
e Va nnutelli y Pris co ( 75 ), H e rrera y Ag ui-,
r re (76), Serafí n V annutelli y Gotti \ 77 ),
A g h ord i y Vazza r y (79 ), C ou lli e (8 2 ), Samazza
Oreglia y Di pi etr o (83), y por fin el ya cit
a do C ap ecel atro, de oc h e n t a y s iete añ os .
Son r elig iosos los Cardenales G otti ( carmelit
a), Mart ine ll i (a g u s ti no), V i ves (capuch ino),
N e tto y Agui rre (fra n c isca n , s ):
EL EPIS CO PADO LUS ITANO Y EL PAPA_:_Hermosa
es la co ntestación de l os p erseg ui d os
Pre lados po r tu¿¡ uese s á la E ncíc l ic • e n q ue
e l P apa con dena la . ley d e se pa r aci ón de la
I g- lesi a y e l E s tndo. Después d e rPco rd ar la
hipocresía d e una ley q " e d espojD y quita to da
l ib erta d á la Ig- le- ia, m ie ntra s promete la m á s
amp li a liber tad ele con " ie n c ia, y a firm a expresam
e nte que la r e púb li c a es ente r amente
e x t r a ña á la r e li gión cató)ica, proc laman y
confirm a n con el P ontifi.-c los d e ber es a post
ólicos por é l i n eulci> :!os , es á sab e r : "Ens eñ
a r co m tan te mente la s ver dades e ternas , di si
par la ni ebla de J, s ou., va s d oc t r i nas , es p
a rc id a e n tod a s partes ; repet ir a nimos a mente
lo n ecesa rio á los ind iv i duos, á la fa milia
y á la s ociednd ; co m La t ir c o n las arm
as de la pa lab ra a p ostó li ca los err o res d el
sig lo , que ;1m enazan d estru ir los f u nd a m en t
os mis m o s d e l po der ec lcs iás ti e o . "
EL C oN CILIO A R ~I R N I O EN R OMA- E l 15 de
O ctu br e úl t i mo s e reun ieron e n Ro ma los
Obis pos ca tólicos a r meni os , bnjo la p r es id e n ~ ia
de s u P a t riarca, p ara celebr a r u n Co ncil io , e l
primero de los Obi ~ po s or ien ta l es q u ~ se verifi
ca en la C iuda d E t er n a.
El pro~T am a 'de es te Co ncilio com pren d e
onoe tí tulos d edica dos á · 1,~ fe, á la d is c iplin a
del c kro se c u la r , á la d el regula r , á la adm inis
tració n d e los ·Sacram en t os y otr os e xtrem
os, tod os e llos im po r t;i o tes. Los trab aj os
del Co ncili o se d istribuyer on e n d i fer e ntes co mis
io n es, y de s u s r esult a d os se d i o cue n ta
e n las ses i on es g en eral es que se ce leb raron
e n la ig le sia de los armenios c a tó licos d e di cad
a á San N icolás ·d e T o len tioo. La leng u a que
se empleó en el C o n c ili o f u e exc lus iva men te
la a r m eni a .
E s pér anse gr ao d ~s fru to s ele es t e C onc i li o,
en e l que s ~g u rame n te qued ará c onso li d ada
l a organi zación canón ica d e los a r m e nios, y
no se r á men or e l imp ul so que r ec i birán la s
ob ras episco pa l es n e c es a ri as á la co moervación
d e l a fe, á l a form aci ó n r eligiosa d e l os
fieles y á la p r op aganda ca tóli ca e n a q uell a
nac ió n.
LAS ASOCIA CIO NES CATÓLICAS DEL LAC IO Importa
ntísi ma s h an s ido las asambleas ce l eJ:¡
radas por es t a& co l(!ctivid a qes c¡¡tó !icas i t;l-li
a nas, en la p r i mera q uincen a de S e pti e m bre
ú l t i .n o. T odas e llas h a n si d o una b r ill a u teman
ifes t ación de la v i ta lid a d d el catoli ci sm o en
aqu ell a r egión de I t a lia, y e n tr e las de más
r e lie v e m e r ece n ser an otadas : la r ec e pción
ce leb r ada e l d í a g en Orle, á l a que as is t ier on
5,ooo p e r s on as , p ron u nci á nd ose 'discur sos
m u y e locu en t es e x h orta nd o á los ca tólicos á
la organiz ación eco n óm ic a y pro fesional , y el
no m enos importil.nle Congreso in terd iocesan
o cel e br ado en Castdg andol f o el día 10 .
M illares d e m i c rnbros d e las asoc iac i o n es
ca tó li c as s e co ngrega r on en e l p a rque de la
vi ll a Bar be rin i , d ond e Sfl celebró al a ire libre
u na Mi sa so lem n e, des p ués d e la c u a l el Emin
en tí si mo Ca rden a l A g li nr d i, Ob is p o d e Alba
no, pron u n c ió una "h e rmosa a lo c u ci óo, que
fue ca lu r osamente a pl audid a.
I g u a lme nte lo fu e la q ue pro n u nc iaron á
cont i nuació n el com e nd a d o r Fo lchi , p r es id ente
d el Co ng res o, y el p r opag a o d i, ta Tupini,
insi st ie n do amb os e n la n ecesid a d d e r ea liza r
e l p r ograma cat ó l i~ o en t odas l as obra s s oc
ia les .
Además d e es t as reu ni ones , se c e)e bró el
día , 1 o t r o Co n g r e,¡o ded icad o es p ec ia !me nte
á los catól icos rura le s q ue co nsti tuyen la base
de l a or gan iz a c ión ca tó lica e n el Lac io.
BÉLG ICA- L a m an ifestación ca tóli ca de
L ovaina - La j a c tanc ia d e li ber;d es y soc iali
stas, q ue en n úmer o ue oo, ooo l.om bres, mujer
es y niñ os , ce leb r aron el 15 de A g osto p or
las c a ll es de Br u s e l as s u mo n struo so c ontuber
ni o co ntra 10s cat ólicos belgas, á pesa r de
n o p re tend e r l os ú lti mos más que l i bettad
para todos, v i o se h umi l la d " d oce d ías des p ués,
e l 2 7 de A gos t o, p or la es pl énd i ua m an ifes t a c
i ón de L " n io a , q u e pus o en m ov imie nto
1 o o ,ooo electo res , pur s no h abía en la c o miti va
u i una muj e r n i u n n i ño . Sc h o ll aert, el
p e n ú l t im o pres iden t e d e l Cons rj o de Minis t
r os , fu e e l h é r oe de la fi es ta ; :\ hon ra s uya
s e or!.)a ni zó la m a n i fe~t a r ión. T á nto p u ed e el
ges t o ené r g ic o d e l r c público frentP. a l R ey y
fren te a Ja opos ic ión sec ta ria ell lbrav e.· id a ,
q u e le vanta olas de e o t m ia -; mo e n los pe ch os
popul<~res . Así fue qu e el t e sti mo nio d e adhes
i ó n á Scb oll aert se c onv irti ó en apellid o de
g u e rra para im ped ir ~ to do tran ce e l asalto
del p oder por l os émulos d e loq jacobinos
france~es .
L A XXXIX PE R EG I\l ~AC! Ó N NACICNAL FR AN- .
CE SA Á N u ES TRA S Ei b os estos ejemplos,
aunque excedan á la compre nsión de sus torpísimos
caletres.
-LAS AUTO RIDAD ES TUR CAS de Coq-s tantinopla
ha n s olicitnd o, para e l servicio de l os hospitales,
á la s r e li g iosas Hermanas de la Caridad.
Al mismo tiempo que los turcos p a re ~ en
haberse enterado de que s o n i n~ u st i t uíhl es los
servicios de tal es r e li g iosas, Heraldo, de Madrid
asP-gura que el s ervicio de la ca r ee! de
mujere s de Madrid ha cambiado totalmen t e
des de que se e n ca rga ron de é l las Hij as de la
Caridad, pue> se observa n m ás limpieza , orden
y esmero en todo ; e l rég-im en es más
ad ec uado y se han introd ucido importantes
mej oras, aunquf1 no tantas como descarí~ n las
religiosas , por las malas cond iciones del local.
'· ÁCTI\s franceses han enviado
al Padre común de l os fiele ; ¡oo, ooo fr11n~
co s.
La Monja de salón
-Dime, primita, ¿quié n es esa joven que
acaba de salir?
-¿No la conoces ? Es Bea triz de San toña,
á quiPo ll a man con el a pod o de "la mo.nj.a
de sR. lón," po r causa de 'f su•; excentnc•·
dades."
-Bonito n om bre para un a señorita de la
a r istoc racia, cc, mo parece que es e lla.
-Figúra te que no fal ta nu nca á misa, ni
aun los d ías de trab ajo; que s ig·ue todas laa
i !J' les ias don de se hace alguna fu nc ión ; que
es Hija de María, y perlenece á las 9ong regacir
nes de Sa n Vicente de P aú]; que en v ez
de ir con las amigas á pas ~o, vi s ita los hospitales
y buhardillas de_ los po bres , en donde se
asienta a l lado d e haraposas mujeres, to ma en
brazos ,¡ h a rap osos niños, y hasta co rre de
b oca en boca que a lg· u nas veces ha besad o las
llag·a~ de los en fe rm o~.
-Y al teatro y bail e, y á l as reuniones socia
les. ¡,no va?
--Al teatro ;~ s i sle por quererlo así s u's padres,
¡ero a llí pcrrnancce di straída, porque
dice que no pncde mirar aqu~ll as e~can ~a~osas
producc io nes y e l m odo ta n 1mpudJCO
com o 'e pres eo tan los acto 1·es. Por co mpro m
iso va también á veces á all\·u n os bailes de
etiquetn, p e r o ¿crees tú que baila ? ¡ Y cuid
ado con que d elan te de ell a uno diga algo
d el próji1110 en són de burl a ó de br oma, porque
entonces pone mala cara, y cita \IDO por
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
4r4 EL HOGAR CATOLICO
uno lo s preceptos de la ca ri da d , del am or y
de la a mi stad, y Di os por aquí y Di os por
allá, ~o m o s i no so tr as nos ol vid áram os de
Dios y de Jos prece ptos, cua n ·lo para reír y
pa sar el tiempo nos ocupa m os de nues tra s
a,¡:nigas ó d e otra person a, y só lo e l la s upi e r·a
cumpli.r como bu ena c ri stiana !
• -Vamos, prim a mí n, segú n el r e tra t o que
acabas de h acer, veo qu e esa se ñorita es una
"tontaina," y que Jos san t es la ha n " c hiflado.
"
-Pero á pes ar de todo, la v erdad es qu e s e
le .rec ibe muy bi en en todas pa r· tes, porque s u
· convers ac ión es amena y eh istosa . Y co n s us
m a rrulle rías, sus r ezo s y su s pal a britas de
miel , se hace r espetar d e to dos ; eso s í, m ientr.
as está presente, pe r·o cu a ndo vu elve su espalda,
sa le n ;i r eluci r todo6 su s de fec tos , y
hasta yo cr eo qu e mu c has ve ces Jo que pi e nsa,
y que nunca h a posado de s u imag i nac ión.
- ¿ Sabe ell a que la h a n ·ba utizado con tan
bonito apodo?
-Sí ; cuando por prim er a vez t.u vo noti ci a
de· el!o, se puso á r eír y exclamó : '' doy l as
gracras á ta n fecun do i oven to r·. Si soy la
~onj a d e saló n, h e d ~ trabajar par a convertirlos
tod os en conventos, " y cr ée me, quepa r~~
e con lo que hace, qu erer lograr lo r¡ue
diJO.
Y ciertam ente que era s in gu lar la conducta
de Bea tri z e n los sa lo nes y .r e u ni ones de l
grao mundo. ¡Cos as de muj er era n las suyas!
Com o .n o sa ?ía bailar. ni quería S ns o territorio
patrio, h a n consagrado su vida á
la evangelización de l as tribus salvajes .
Sin' su apostó li c a acción a ca so ve r ta m os
no muy tarde definitivame nt e perdidos los
vastos y ri cos t e rritori os que la codi ci a y
la p e r versidad nos han querido arrebatar.
Hoy inte r esa mucho fi j ar la ate nción en
la obra salvadora de los RR, PP. Capu.
ch!nos del Caque tá y Putumayo y en la
d e los RR PP. de la Com pañía de Ma.
rí a, e n los Lla n os de San Martín. A tod
os l es d ebe m os eterna g ratitud y muy
especialme nte al Revdmo. Padre Fidel
d e Montclar, cuya labor e n la Misión que
le es tá e n co m e n dada, si fu e ra d tbidame n.
te atendida y auxiliada por todos, nos
libraría de nuevas complicaciones con el
P e rú. Ojalá los S r es. P á rroc os o rganice n
bie n las ] untas parroquiales de las Mi5ion
es po r e l s1stema indicado de decurias y
centurias de con tribuyentes, q ue perman
e ntem ente estén ayudando á la santa
obra con su óbolo se manal de un centavo
en oro por cada p e r sona . Si ~ sto se h iciera
con formal interés y constanci a e n to.
da5 las parroquias de la República, se
crearía un fondo no despreciable, con el
cual se lograría un resultado sa tisfactorio.
Llamam os. la atención de nuestros lector
e s hacia el art ículo q ue sobre e l Caquetá
y Putumayo c orre pub li ca do desde la
segun:ia página de tste número de EL
HoGAR CATÓLico.
RECETAS
T AMA LES DE HAR I NA DE MAIZ-A
un poco de hari na de maíz capio ó yu catáo se
l e pone leche, huevos, m anteca, s a l y un poquilo
de az afrán. E l g uiso se hace de cebollas
gruesas, ajo, tomate y especias . S e pon e ca rne
de cerdo, de res, de cordero y de gallina,
cortada en pedazos g ru esos . Se tie nde en hojas
de pl átano ó de c hisgua; la masa no debe
quedar muy blanda.
SOPA DE BO LITAS-Se hace una masa
d e una libra de queso y media de almidón ó
d e h arina d e ma íz, se soba con huevos y se
muele; se hace n bolitas y se fríen achatáodolas
para que no se revienten; se p onen en
un buco caldo y se hacen herv ir con verdu r as.
éREMA DE PI !- A-Se saca el sumo d e
u na piña rrgular y se comple ta con agua una
bo te lla, se le pone un a li bra de az úcar , un batido
de oclw hu evos, una cucharada de agua
de azahar, &e pone en una bandeja y se mete
al horno en temp le regu lar.
BUDIN D E ARROZ - Se cecina media •
li bra de arroz ea agua coa una cor teza de limón
; cuando esté seco se le echa una taza
cafetera de h arina de 'trig·o y un p·oquito de
mantequilla . Se Laten c inco huevos, a pa rte
las claras y yemas y se revuelve todo. Cuando
e l arroz esté frío se echa en una cacerola,
se le p9ne á la cacer ola mojicón rallad o y se
ruete al h orno cal iente .
Imprenta Eléctric•
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"El Hogar Católico - N. 46", -:-, 1911. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3686864/), el día 2025-06-29.