Hay instantes en la vida que lo cambian todo. Momentos en los que hemos tomado una decisión que nos abre un camino único entre cientos de miles que se ofrecían ante nuestros ojos. Cuando miramos en retrospectiva, descubrimos que lo que somos hoy, lo que configura el presente, es el cúmulo de nuestras decisiones. Pero la realidad que vivimos no elimina necesariamente las variables que dejaron de ser en el pasado, la opción de que quizás todo pudo haber sido de otra manera. ¿Qué habría sido de mí si esa relación no hubiera terminado? ¿Qué si hubiera estudiado otra profesión? ¿Cuál sería mi presente si hubiera hecho el viaje que cancelé a última hora?

Muchos nos hemos detenido en algún momento a preguntarnos: “qué hubiera pasado si…” Y esa pregunta, llena de potencia, ha sido el detonante que los escritores de ciencia ficción han usado para imaginar mundos diferentes, universos paralelos y líneas temporales alternativas. Estamos ante uno de los puntos de partida más importantes del género, el cual configura posibilidades de otros mañanas basados en una Historia diferente o alternativa: futuros retro que aún persisten desde su conceptualización en nuestros presentes y condicionan, de una u otra forma, sus devenires. Basta con imaginar un futuro –basados en el hoy o en el ayer– para que este empiece a existir.

Pero, ¿cómo se da ese acto de creación? Lo primero que debemos hacer es buscar un punto importante en la historia de la humanidad: una guerra, un descubrimiento, un asesinato, un armisticio. Después, imaginamos un desenlace distinto de dicha situación: gana la guerra quien en realidad la perdió, se crea un aparato tecnológico con décadas de anticipación, se evita un magnicidio, se rompe un pacto. A partir de ese punto divergente, se extiende una línea temporal en la que el mundo que conocemos se distorsiona en un espejo. Creamos una historia en ese lugar-tiempo que existe gracias a las posibilidades de un pasado que nunca pudo ser.

En algunos casos, estos mundos se construyen a partir de cambios historiográficos significativos. Las ucronías, por ejemplo, exploran universos paralelos en los que corroboramos o negamos nuestra naturaleza histórica humana. En este grupo, nos encontramos con El hombre en el castillo (1962) de Philip K. Dick, novela en la que los aliados pierden la Segunda Guerra Mundial, y con Tiempos de arroz y sal (2002) de Kim Stanley Robinson, libro en el que las guerras de la Inquisición tienen otro desenlace.

Por otro lado, capturar el espíritu de una época científica y llevarla hasta el otro extremo nos da las herramientas para crear universos condicionados por avances científicos o tecnológicos importantes. Así nacen mundos basados en las innovaciones victorianas en el Steampunk; otros donde se exaltan las derivaciones del petróleo como combustible en el Dieselpunk; también, mundos que imaginan el desarrollo efectivo de la energía nuclear en el Atompunk o, sociedades donde la genética crea nuevas formas de interactuar con la naturaleza, como en el Biopunk. Entre las obras más importantes de estas construcciones de universos paralelos podríamos mencionar La máquina diferencialde William Gibson y Bruce Sterling, Vennis Soterrada(2003) de Jeff VanderMeer y El mapa del cielo de Félix J. Palma.

También se puede insertar el siempre estimulante dispositivo de la máquina del tiempo. En los siguientes textos, los cambios producidos por los temponautas nos permitirían abrir las opciones de multiversos amplios y variados que exploran otras posibilidades de la Historia. Tendríamos que mencionar, por supuesto, el clásico La máquina del tiempode H. G. Wells, así como la serie de “Los historiadores de Oxford”, de Connie Willis, a la cual pertenecen las novelas El libro del día del juicio (1992) o El apagón (2011).

Descubrir múltiples universos que reflejan nuestros futuros perdidos, pasados recuperados y presentes alterados, es una de las ramas más prolíficas de la ciencia ficción. Leernos en las posibilidades de otros “yo” permite reconocernos como mutaciones sociales y sujetos activos dentro del mundo en que vivimos. Somos agentes de cambio que construyen la historia que queremos y el mundo futuro que no deseamos dar por perdido. Entonces: ¿qué hubiera pasado si…?

¿Qué es una ucronía? ¿Por qué es importante imaginar mundos en los que la historia hubiera sido diferente? En esta Masterclass Gabriela Damián Miravete, escritora, editora y guionista mexicana enfocada en literatura de ficción especulativa, nos acompaña en un viaje por multiversos temporales. Los retrofuturos son herramienta para reflexionar desde el presente sobre las posibilidades del pasado. Decisiones personales, tecnologías que se popularizan y escenarios políticos cambiantes hacen parte de los ingredientes de los mañanas perdidos, que nunca fueron ni serán. ¿Qué cambiarias si pudieras viajar en el tiempo, cómo sería tu futuro?

¿Cómo es la movida de la ciencia ficción en nuestro país? El sector editorial es una cadena con diferentes eslabones, para que un género sea más leído y producido de manera local escritores, traductores, editores, libreros, profesores, investigadores y mediadores están involucrados. En esta sección entrevistamos a diferentes agentes locales que trabajan por la difusión y producción de la ciencia ficción en Colombia.

Diego Cepeda es traductor y editor en Ediciones Vestigio, una editorial independiente colombiana especializada en ciencia ficción, literatura extraña y bizarro. Desde su rol como editor, Diego le apuesta al género especulativo porque encuentra discursos más diversos que en los géneros tradicionales. Nos muestra por qué cada vez se reconoce más el aporte político y filosófico del género más allá de los estereotipos.