Por:
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Fecha:
2020
Por lo general, esta tendencia turística es impulsada por una demanda emergente, conocida con diferentes denominaciones, entre ellas, turismo de trauma, de recuerdo, horror, dolor, muerte o, simplemente, turismo oscuro. Adicionalmente, cabe anotar que desde la academia los estudios relacionados con experiencias turísticas asociadas a lugares de tragedia aumentan constantemente (Iliev, 2020). Hoy en día contemplar la tragedia y la muerte es objeto de mercantilización; hay quienes sacan provecho en vender una experiencia oscura y otros viajeros que están dispuestos a pagar por esto. Es allí donde convergen los procesos de mercantilización de la memoria; los lugares de tragedia se enfrentan a procesos de turistificación y el territorio se convierte en un lugar para recibir a los turistas que buscan una experiencia para contemplar la muerte.