Por:
Carlos The University of Texas System https://orcid.org Hernández Mercado
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Fecha:
2021
Los límites del cuerpo humano son relativamente simples de trazar cuando la vista es el sentido que traza las fronteras. Sin embargo, la piel como frontera entre el uno y los otros no constituye un criterio indudable cuando se utilizan otras modalidades sensoriales para individuar cuerpos. En efecto, si se toma en cuenta la dimensión olfativa, el nosotros y el yo desvanecen las líneas que los separan. De forma interesante, el olfato captura un paisaje aromático que inscribe a la comunidad en el cuerpo. Por ejemplo, en un texto sobre el aroma de los inmigrantes, una persona de origen asiático emitió el siguiente comentario: "los asiáticos huelen a comida. Los coreanos huelen a ajo, los indios huelen a curry, los filipinos huelen a vinagre y así sucesivamente. Los caucásicos, muchos de ellos, simplemente huelen mal" (citado en Manalansan, 2006, p. 45).