Por:
Antón P. Chéjov
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Fecha:
2012
«»Los relatos de Chéjov tienen un tono sincero, natural, racional, moderno; han sido calificados de modestos, delicados, grises. En realidad, son salvajes y extraños, arcaicos y de colores brillantes.Janet MalcolmLa fama de Chéjov suele ocultar o pasar por alto su talento para la comedia, algo que él, a tenor de sus disputas con Stanislavski, seguramente nos reprocharía. Pero tanto en «Mercancía viva» (1882) –donde un hombre sorprende in fraganti a su mujer y a su amante, pero se aviene a un arreglo económico de inesperadas consecuencias– como en «Flores tardías» (1882) –la historia de la ruina de una familia aristocrática, y del amor ciego de una princesa por un médico que nació siendo siervo– el humor, las situaciones equívocas y las degradaciones cómicas se revelan parte esencial de su universo.