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 Imagen de referencia Colección fotográfica - Gumersindo Cuéllar
Colección institucional

Colección fotográfica - Gumersindo Cuéllar

¿Cómo te imaginas a Bogotá y a Colombia hace 80 años? En la colección fotográfica de Gumersindo Cuéllar Jiménez (Tinjacá, Boyacá, 1891-Villeta, Cundinamarca, 1958) comerciante y fotógrafo que a través de su lente retrató distintos aspectos de la vida cotidiana, la arquitectura y los paisajes de Bogotá y otras regiones del país.

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  • Creada el:
    • 15 de Julio de 2019
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Imagen de apoyo de  Regatas en el lago del río Muña. Foto 4

Regatas en el lago del río Muña. Foto 4

Por: Gumersindo Cuéllar Jiménez | Fecha: 1945

Actividades náuticas en la Represa del Muña. Entre 1941 y 1944, Empresas Unidas de Energía Eléctrica, entidad encargada del suministro de energía en Bogotá, adelantó la construcción de la Represa del Muña, en el municipio de Sibaté. La obra fue ejecutada por la firma Archila & Brunasso Ltda. Hacia 1945, la represa se posicionó como un lugar apto y reconocido para la práctica de pesca y de deportes náuticos. Hacia 1947 se fundó el “Club del Muña” que contó con un edificio diseñado por los arquitectos Obregón & Valenzuela. Según un artículo publicado en la Revista Proa, en 1948 el club contaba con “19 botes Lightning, 8 Dingnies, 6 botes de motor y muchos remos, en los que un centenar de asociados periódicamente se disputan apreciados trofeos, en reñidas competencias” (Proa, N° 16-17, Octubre y Noviembre de 1948).
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Regatas en el lago del río Muña. Foto 4

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Imagen de apoyo de  Retratos de Grupo. Hotel Bochica. Salto de Tequendama. Foto 2

Retratos de Grupo. Hotel Bochica. Salto de Tequendama. Foto 2

Por: Gumersindo Cuéllar Jiménez | Fecha: 1940

Retrato de Grupo, en espacio exterior del Castillo Bochica, en el Salto de Tequendama. Posan adultos y niños. Esta edificación funcionó, inicialmente, como estación del Ferrocarril del Sur, tramo Bogotá-Salto de Tequendama, que se construyó entre 1912 y 1927. Posteriormente, allí se construyó un hotel de estilo republicano, cuyo diseño se ha atribuido a Carlos Arturo Tapias o a Pablo de la Cruz. En aquel entonces, se conocía como Hotel o Castillo Bochica. El hotel, sitio predilecto de la elite santafereña, funcionó hasta la década del cincuenta. Luego, el Ministerio de Obras Públicas lo vendió a particulares. En 1979, la casa fue adquirida por Roberto Arias Pérez y convertida en restaurante, que funcionó hasta 1986. En 2011, La Casa fue adquirida por la Fundación Ecológica El Porvenir, que, desde entonces, ha adelantado los procesos de restauración y recuperación de este inmueble, convertido en un Museo temático (Casa Museo Tequendama), que tiene entre sus temas principales la biodiversidad de la región.
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Paisaje de la Sabana de Bogotá. Foto 3

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Imagen de apoyo de  Salto de Tequendama. Foto 17

Salto de Tequendama. Foto 17

Por: Gumersindo Cuéllar Jiménez | Fecha: 1940

Vista de la catarata del Salto de Tequendama, en el punto de la caída del agua. Se observan dos hombres sentados sobre rocas a la orilla. Esta cascada natural está ubicada en el municipio de Soacha, Cundinamarca. Tiene una caída de 157 metros, aproximadamente, sobre un abismo rocoso. Durante el siglo XX, la cascada se vio afectada por los proyectos hidroeléctricos, que usaban sus aguas, disminuyendo notablemente su caudal, y por la contaminación. Sin embargo, desde 1996, La Fundación Granja Ecológica El Porvenir (GEP), adelanta la recuperación de la zona del Salto de Tequendama, incluidas, la Catarata y la Casa que acompaña al Salto.
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Salto de Tequendama. Foto 17

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Imagen de apoyo de  Retratos de Grupo. Hotel Bochica. Salto de Tequendama. Foto 3

Retratos de Grupo. Hotel Bochica. Salto de Tequendama. Foto 3

Por: Gumersindo Cuéllar Jiménez | Fecha: 1940

Retrato de Grupo, en espacio exterior del Castillo Bochica, en el Salto de Tequendama. Posan adultos y niños. Esta edificación funcionó, inicialmente, como estación del Ferrocarril del Sur, tramo Bogotá-Salto de Tequendama, que se construyó entre 1912 y 1927. Posteriormente, allí se construyó un hotel de estilo republicano, cuyo diseño se ha atribuido a Carlos Arturo Tapias o a Pablo de la Cruz. En aquel entonces, se conocía como Hotel o Castillo Bochica. El hotel, sitio predilecto de la elite santafereña, funcionó hasta la década del cincuenta. Luego, el Ministerio de Obras Públicas lo vendió a particulares. En 1979, la casa fue adquirida por Roberto Arias Pérez y convertida en restaurante, que funcionó hasta 1986. En 2011, La Casa fue adquirida por la Fundación Ecológica El Porvenir, que, desde entonces, ha adelantado los procesos de restauración y recuperación de este inmueble, convertido en un Museo temático (Casa Museo Tequendama), que tiene entre sus temas principales la biodiversidad de la región.
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Retratos de Grupo. Hotel Bochica. Salto de Tequendama. Foto 3

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Imagen de apoyo de  Salto de Tequendama. Foto 16

Salto de Tequendama. Foto 16

Por: Gumersindo Cuéllar Jiménez | Fecha: 1940

Vista de la catarata del Salto de Tequendama y del abismo rocoso. Esta cascada natural está ubicada en el municipio de Soacha, Cundinamarca. Tiene una caída de 157 metros, aproximadamente, sobre un abismo rocoso. Durante el siglo XX, la cascada se vio afectada por los proyectos hidroeléctricos, que usaban sus aguas, disminuyendo notablemente su caudal, y por la contaminación. Sin embargo, desde 1996, La Fundación Granja Ecológica El Porvenir (GEP), adelanta la recuperación de la zona del Salto de Tequendama, incluidas, la Catarata y la Casa que acompaña al Salto.
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Salto de Tequendama. Foto 16

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Imagen de apoyo de  Retratos de Grupo. Hotel Bochica. Salto de Tequendama. Foto 1

Retratos de Grupo. Hotel Bochica. Salto de Tequendama. Foto 1

Por: Gumersindo Cuéllar Jiménez | Fecha: 1940

Retrato de Grupo, en espacio exterior del Castillo Bochica, en el Salto de Tequendama. Posan adultos y niños. Esta edificación funcionó, inicialmente, como estación del Ferrocarril del Sur, tramo Bogotá-Salto de Tequendama, que se construyó entre 1912 y 1927. Posteriormente, allí se construyó un hotel de estilo republicano, cuyo diseño se ha atribuido a Carlos Arturo Tapias o a Pablo de la Cruz. En aquel entonces, se conocía como Hotel o Castillo Bochica. El hotel, sitio predilecto de la elite santafereña, funcionó hasta la década del cincuenta. Luego, el Ministerio de Obras Públicas lo vendió a particulares. En 1979, la casa fue adquirida por Roberto Arias Pérez y convertida en restaurante, que funcionó hasta 1986. En 2011, La Casa fue adquirida por la Fundación Ecológica El Porvenir, que, desde entonces, ha adelantado los procesos de restauración y recuperación de este inmueble, convertido en un Museo temático (Casa Museo Tequendama), que tiene entre sus temas principales la biodiversidad de la región.
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Retratos de Grupo. Hotel Bochica. Salto de Tequendama. Foto 1

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Imagen de apoyo de  Salto de Tequendama. Foto 11

Salto de Tequendama. Foto 11

Por: Gumersindo Cuéllar Jiménez | Fecha: 1940

Acercamiento a la catarata del Salto de Tequendama, en el punto de la caída del agua. Hay un grupo de personas en las rocas de una de las orillas. Esta cascada natural está ubicada en el municipio de Soacha, Cundinamarca. Tiene una caída de 157 metros, aproximadamente, sobre un abismo rocoso. Durante el siglo XX, la cascada se vio afectada por los proyectos hidroeléctricos, que usaban sus aguas, disminuyendo notablemente su caudal, y por la contaminación. Sin embargo, desde 1996, La Fundación Granja Ecológica El Porvenir (GEP), adelanta la recuperación de la zona del Salto de Tequendama, incluidas, la Catarata y la Casa que acompaña al Salto.
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Salto de Tequendama. Foto 11

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Imagen de apoyo de  Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año III N. 104

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año III N. 104

Por: | Fecha: 17/06/1899

»3o In Bogotá, Junio 17 de 1899 NUM. lo+ --....... ·~-- ORGA o DBL MI TI TEl IO DE __ .....,..,._. __ FRANGISGO J. VERGARA Y V. Coronel, Miembro de 1 oci dad <.;olombian d~ Ingenieros l~l~~0~2~~~ ~~~~~ ~ ~~ R ~ ~~~ ~ 2 ~ .O QQ Q. 9~ Q . ~~ .o 9' Q~ l~i8 Son colaboradores natos de e ·te periódico todos los J'efea y Oficiales del EJército de laR pública RtpúiJJüa dt C,/t;mbt'a--Mini<~llrio de Gutrra--Sutió~t J.•--Nt~mtr• 18 --B~gotá, a ¡ft J U/11(} at 1899 Scrior General Comandante en Jefe del Ejército-Presente Para el mejor cumplimiento del Decreto que ordena eliminar t,ooo hombres del Ejército permanente, tengo el honor de suplicaroa o~ sirváis pedir con urgen ia á los omandantes generales Divisionario•, listas de los individuo t 1c tropa que convenga dar de b.tja, en e te or­den : primero, l,os inútile , de pué los de edad avanzada, y en ter er lugar los que hayan cumplido el tiempo de servicio, á fin de que esa Comandancia en Jefe pueda 1 uégo, por la serie indicada de causales, or­denar las baja hasta compl tar el cupo de la eliminación, con ervando las unidade de Batallones y Compañías existentes hoy, laa cu;lle~ e completarán cuando fuere nece ario. Soy vuestro a ter to ser idor, JOilC! l OL t.; I. ·--- NO'I'.~~ DE OO~!YO'C'I'A EN :m:t. J ~CITO Rtpríblir• de Col•mbi11.-E)érdto ptrtniiHtllft.-z.• DiviJión.-EJtado Múy#r.-Númtro 40t.-Co111andanda gt11.:rlli.-Barrant¡11ill(1, 23 de Mayo dt 1899· Se6or Coronel D. Manuel Joté fct•neta.-Bogot~. Tengo el honor de transcribir á usted el artíéulo 18 5 de In orden Jenfral del 19 de los corrientes. con motivo de su sepanci6n del pue•­to de primer Jefe del Batallón to.0 dt Ttntrift, y que dice: Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 322 BOLETÍN MILITAR "Art. J 8 S· Se e:1cuentra en esta ciudad el sct\or Coronel D. Ma­nuel José Urcaneta de pa o para Sogamoso, á donde ha sido destinado por el Supremo Gobierno como primer Jefe del Batallón Granadero1. El señor oronel Urdan eta, quien con ti no, inteligencia y consa­gración desempefió por algún tiempo las funciones de primer Jefe del Batallón 'ltrift, deja un vacío en la Z. 11 Divi i6n, en donde por u cul­tura y estricto cumolimicnto d<.:l deber, ~upo captarse el aprecio y consideración de lo Jefes, y el caritío y estimación de 5US ubalterno~. "La Comandancia general y el Estado Mayor de la División la­mentan la 5eparación de tan disti.1guidu Jefe, y al darle el aludo de de• pedida hacen \oto por u felicidad. "Bien haya le) Jefe <.]UC, como el Coronel U rdaneta, deja tan bien en cado u nombre y el del Batall6n q uc se le confiara, llevando la sa­LÍ facción de) deber cumplido. '"Transcríbase al sefior Coronel Urdaneta en nota de 1cnción. ' El General-Jet , RAFAEL M . GAIT ,, 1 cum lir con el graco deber de hacer á usted la anterior trans­cripción, s1rva e ac.cptar las personales muestras de mi aprecio y con sideraci6n. Soy de usted atento y seguro 5ervidor, JUPABt; M. GAITAN ReJÍiblita de Colombia-Ejtrdto Ptrmallt11U- z.• Diflisión-Nitmer# 4z 3-Carfr1gt11a, I 3 de Mn71 de 1899-EI primer Ay~t~dante ge11t­rtzl, Jefi MilitAr tlt /11 Pl11%t1 Al eeñor Coronel D. Manuel J. Urdanela Tengo el honor de acompañarle copia de los artfculoa conducen­tt" l de la orden general de la Jefatura, de fecha de ayer, dictados con motivo de su separación del mando del Batallón 'Ttnerift número 10. A la vez que doy á u ted mi sincera despedida, le deseo un viaje feliz y que no olvide que en e ta ciudad deja migoa que saben esti­marlo. Dios guarde á u ted. ANTONIO ARA UJO L. OR.D!tN CENERAt, DE LA JltFAT\TltA MILITAR para hoy viernea • :l de M:tyo de J 899, en C. rtaecoa -............................. .... . . . . .... .. . ... . ...... - ... . Art. o 5· Debiendo seguir mstiana para Sog.&m'>so á pon ene al frente del Bata116n Gr,madtrol el distinguido Coronel D . Manuel Jo é Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLE'rÍN MILITAR 323 Urdaneta, quien hasta la fecha ha tenido bajo su digno mando, como primer Jefe, al Batallón r~nrrift número ro, que hace la guarnición de esta· plaza, el General primer y udante general Jefe Militar de Carta­gen a, cumple gustoso el estricto deber de justiciciplina, honorabilidad y correcta conducta en el pues­to que ha desempciiado á sati.,facción de us superiores y subalterno . La Comandancia general de la z.a División y et u nombre la Jefatura Militar de Cartag~n., siente sinceramente la ausencia del señor Coronel U rd neta, y confía que en el Cuerpo que estará dentro de poco bajo u· órdene, conqui tará el mi:;mo aprecio y las mi mas simpatías que aquí ha sabido captarse, por su muy digna y meritoria conducta. Are. ro6. Los artículos conducente de la presente orden !ler.An uan crito al señor Coronel D. Manuel José Urdaneta. El General Jefe Militar, ANTONIO ARAUJO Lw ~~---.·--·~----- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REPUBLIO.._t\.. DE COLOMBIA E.JERt:ITO. PERi!IA.NEXTE C1J&RT.-l DI:V.ISIO.N BAT;~LLON "URDANET.A N'UMERO Registro de ejercicios de tiro practicados y de las municiones consumidas FECHA !N QUE 1 ~~ 1 o 1 CARTUCHOS - 81-8 - "' _E e..., :; :! CONSUMIDOS BLANCO fMPACTOS EN LOS _ ~ ... ~ .~ ~ g 2 -~~ ~ <1S ~ :"2 COMPA~!AS SE PRACTICARON .~ '..e ~ "iJ -e g "' -- ~ , 1'\U~l.EROS OEL BLANCO o ~ 0.. i3 1" 0 !1 E e u ..e o • e: - u e L e:: 0 ._. '- "C 0 V "C .._ "'d ~ e ~ ~ ~ (1S (""' ·- .._. J:) u 0 _. 0 e Cid ,-: o _ ., ·- 1 u C: O D:a Mes Año ~ . i. g. ~ :i o.. ~ z g ~ U ,i5 ° 5 4 3 2 o -u . ; t.• Compafiia.¡u ~bril 1889 -=-l __ 8_7-¡-3- . z63-7-. z¡o e-¡--z--:--;,-:--.. ---;1~ < h. 1 1 1 1 IJ ;::, ., ~.• , !den.... 8 Mayo .. 1 ~ 81 3 zso 6 zs6 ~ g 1 1. 1 15 1 25 35 1 ·. 1 i7 1 30.8 - " u 3·& ..... Iden ..... 20 Abril 1 _. Iden .... 5 Mayo .. Totales .. .. • • • • 1 •• - ~ 6 3 3 1 s 6 + r9o ~ e o r o ~ ~ o t= 6g 3 207 5 212 < M ,.J ----------- u 1 302. 3 1 go6 zz 928 ':_ lllOI!6 t¡l' ··1.++1. 23.6 I 1 71 I 4 3 I · · 53 ! 19.6 -6 ~--;.;- 124 ,-.-. 269 ¡-;;¡11 Cali, !Hayo 15 de 189Q. , ~ El primer Jefe, MARCos E. SOTO T i:t ..... td o tt ~ ~ }!: ~ f4 ..... ....; ~ Só Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. OLB 1 KILI AJt 326 SECCION TB NAL Y EL CÁL UL DE (1) Cuand J se considera que de Mar ella á París, y de esta capital á Londrc , á San P ·ter burgo por Berlín, y aun á Viena y aun hasta Cons­ntinopla e· decir, por los más frccuencados caminos de Euro?a-y también en lo E tados Uni los entre el Mi isipí y el mar, Jo mismo que en la' llanuras de China y el Indostán, donde viven las mayor<:a glomeracionc humanas ; cuando se considera, dccimo , que en esas Tegiones el •iajero jamá .e encuentra á más de soo metro obre el ni­• el del mar, poco má de la altitud de Villaviccncio entre nosotros, se e mprende qi.le la altimetría no ha sid problem de aqueJlo· que inte­resan directamente a }a m!Sa civilizadas, reduciéndose U estudio, de 1rdinario, á los gabinetes de lo sabios. ~1as si e considera q e en las Repúblicas andinas, y de consi­guiente en Colombia, se encuentran poblaciones importante· á má• de ,ooo metros de altitud, y que la misma capital tiene por cota 2,615 me­tros, se comprenderá á primera vista que entre nosotros dicho proble­ma revi te importancia considerable, aumentada, si cabe por el hecho le que en lo paí.c: de montaiias no se conciben buena~ cartaa del t rritorio ·in urvas de nivel, ó á lo meno abundancia de cotas, en tanto que éstas, hasta cierto pu to, suplen las deficiencias de las qlcra­r ente geográficas, ya que merced á ellas es posible formarse idea cabal del modelado del terreno y no e cae en lm errores que provoca la mal:l pintura de las erranías geomé ricas en las cartAs de pcq cfi:,¡ esca la. Por c~ta ra2ón hemos procurado siempre rec ger las cotas del ma­yor número 1 osible de lugares del paf-, y hemos dado tánta importHn­cia á 1 s nivelaciones demandada por el trazado de línea pari\ f,·rroca­rriles r carretera t y no. ha pre cupado tánto la neralización del uso de loa bar metro& aneroides, por la modicidad del precio del instrumento )' la omodidad de su uso y manejo, semejante al de un reloj pues aun cu ndo el dich in ·trumcntn así cm¡ lcado no sumini~trará dato. Jc gran pr ci~ión, con todo, la' indicaciones apro:intada que procura llenará inmc:n o " cío. Por fortuna, el dpi o \'uelo qu lo estudi s geográficos hR DB ---·---·-------- m. m. [zz.63-o.oo (H+h)] soo á z,ooo (H-h) [z4.oo-o.oo9 (H + h)] I,ooo á z,soo (1-I-h) [z .29-0.01 (H + h)] 1,)00 á 3,000 (H-h) (z7.72-o.oi2 (H + h)) z,ooo á 3.soo (H-h) [z9·96-o.014 (II + h)] z,soo á .... soo (H-h) [3o. ¡-o.o15 (li+h)] 3,000 á 4,soo (H-h) [33·oo-o.or7 (H+h)] J,! 00 :i ·,ooo (H-h) (35·:-"7-o.oz (H+h)] - • Ejemplo : can rlo est. iont' cuy:1s pre iones y tcmperatu.r:t on 1 y 39 m~- limctro '! 16o y 10 o, re,pectiv. mente. 1.. ,aum:t de l:t do prc: aone' (1.12.?) .e multt­plic rá por el cCicÚciente o.o 1.¡. lo cual d:t 15.6 , ,uc e re In ~el otro c odiCiente.~9 96, • el re ult. d ( r.¡..z ) e multitlic. por la clii ·rcnCI:\ c.lc l:t P.r! aone (41), obtemcnclo · S99 .'o 6 por diferen ·1,, de ;~ltitutl entre la do•. L. corre t, z si fue+ Joo, 3 ,¡ + r 5°, + i + 20°, S i+ 2 so, 6 si+ 30° 7 si +35°, 8 si+4o0 , 9 si+t5°, 10 si+sou, 11 si+;so, 1z si+6o", 13 si+ 6 5°, cte., como se indica en p rte en la siguiente tabla refcren te al termómetro •. Termómetro de la altimetria r;: 1 o .. >.. .:. ~ 1 •. ~ 8 ..,"'C Límilc que no .~ ~ L1m1te que no .~ {! :.1 a o .. -... -!loO ~ ~~ rcbau el grarlo .5! o o + ·~ ü rebasa el grado 'ü - 'l: -u V - -:::1 ~ ... -"l:J ~ .... <'1 - --:::~¡ ~&. :::1 .... n+y en- <&. ~ :E .g Cll+Y t\- .... o ¿;-= ---- ---- + o + 2.10 900-1,¡ ~o .... 6 + 90 + 220 8oo-t,6so +·7 + JoO + 2 ,, 700-1,300 4· + 1 1 o + 2 o 6oo - 1, too 4·9 + 12 0 + 2 o 250-1 000 + J" O ... + 26° 2.00- 900 + Llo + 270 o- 700 11 + IS O + 2. o 10 o- ~00 + IÓO + 290 5 o- 300 + t ¡O + o o 1 o- 200 11 + 1 o -o o o- lOO + 1 90 o o- 2.0 + z.oO - Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EO .ETl:N Jd.ILIT.A..R Cuanto á h e-xactitud de los cálculo con los instrumentos comu­nes, 6 sean. l~s que se hallan en el mercado, Laussc:dat hizo un e~pc:ri­rnento dect tvo. tomando 8 de ellos}' comparándolos con un barómetro de mercurio en la subida de un monte célebre, el Pu·· du Dome, cuya altitud e conocía e ·actamente por ní elación. Ri re ultado fue, para · un a cen o de l ,ooo metros, que el barómetro de mercurio dio un error de om so?i (de+ 1 á+9), lo buenos aneroides de l. ;o% (de-l 1 á + 26), y los malos de 3·So% (de- á+ 52) ; y como en aquella lati-tudes )a pre i6n o ila dentro de Hmitc enormes (23 milímetros en Parít, 2. en Bogotá) en el año, tendremos di minuída entre no otros una de 1 ·causa más serias d error en e a cla e de obscrv. cioncs. ,n d trópico la marcha del barómetro es regular : sube y baja dos veces en la \'eÍnticuatro horas, ' e~as oscilacione' en el día, de la matian~ á la tarde (mínimo), ó de ésta á la noche, no pasan de 2.0 metro en las regiones bajas, de 30 en la medi y de 4-0 en las altas, presentoíndosc en go to r en Febrero la mínirn:t y máximas absolutas -del afio, que no llegan á 5 milímetros, por l cual las Ob:icrvaciones en un tiempo corto, si e hacen la correcciones de temperatura, prcsentar:n notable e ·.actitud. En Europa la· horas mejores para esru iar la o ci­laciones, eon de las 6 á las 8 de la maííana, á las 2. de la tarde, y de la 9 á la Jo de la noche ; y aquí, de las 9 á las 10 de la mañana, de la 3 á la f de la tarde y de las ro á las l 1 de la noche. Entre no otro la alrura buométriea de maiiana y tarde de ordinario es igual y presen­ta su mínimum unas tres horas después de ocurrido el de la zon~ tem· plada oriental que di, ta 7. En todo caso, l:i media aritmética de la suma de las observaciones del dfa, erá buena para establecer lo cálculos ordi­narios, pero no indispensable cuando la ob$ervr lo que hace á la temperatura los aneroide e gradúan d • ordin·uio en l¡j fábrica para una temperatura metlh de 2.0° y una alti tud de 1 7 5 mct ro) por grado : en lo ~ 1 pe es último f ctor deter­minado con cui lado e , eglin lo ob crvadt>r s, de •.7 ~ á 1 3 en vera­no, y de 2 z+ ;{ 21 J. .. en in \'icrno, ' lo que e lo m1 mo, de ende d una curva imple "; pero en el tr6¡ ico tal co no ucede : los gndo Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ) 330 BOLE1.'ÍN MILITAR de temperatura se mezclan y confunden y 1legan á constitufr de 1.300 á 2. 500, algo así como una zona de calor instable que demanda cál­culos adecuado . Con el coeficiente de 17 5 metros, las alturas resultan aquf todas equivocadas, sin excepci6n, y por eso, ateniéndonos á los he­chos prácticos, hemocos nstrufdo la tabla arriba in erta (1) que hasta cierto punto con vierte el term6metro en barómetro, pue basta para calcular la altura,multiplicar la temperatul'a media que se observe por el coeficiente que le corresponde y que indica al mismo tiempo lo Hmites del error, que son sensibles desde un punto de vista absoluto, pero no si se trata de otro relativo. El lugar A, por ejemplo, de 20°5, resulta así con 1.465. 7 S metros de altitud, con error 43 metros, supongamos ; pero si loe; lugares By e de la misma :z:ona se hallan con 21° y con !9°, ten­drán 63 metros menos y 97 más que A con bastante aproximaci6n. En los Andes la temperatura sigue una curva doble, una e piral de condicio­nes por determinar, pero que i alguna vez esto se hace, prc ·entará la ley del caso para cada región, puesto que las grandes alturas aunque es­tén distantes, pre cntan temperatura má igual, que el fondo de lo va­lles : bastaría entonces, como en los Alpes ·e determm6 el coeficiente de corrección mensual, hallarlo para cada una de las rcgionc gc=ográ­ficas del potís. 'omo la temperatura de n u c. tras costas es de 2 ¡o por las brisa , pero en l o. lugares re ·guardad<.'S de ella sube á 30°, y lo mi . mo ucede en el fondo de los al les bajos, y ella es ademá la del ecuador térmico quepa a por el litoral colombiano, tal cifra debe tomarse como punto de partida de Jos cálculos para establecer con toda precisión la correc­ción de lempcratura. De e ta uertc, para Bogotá el coeficiente ería 2(3o+ 14. )) . . . t + - --, b1en que el uso haya s1do rcfenrlo todo á Cartagena 1.000 • y con ideru á éstiJ con 28°. En todo ca o, la falta de uniformidad en los procedimientos, y sobre odo el uso de antiguas fórmulas simplificada~, que entrañaban ::.iempre errores grandes, c . plican de obra la diferencias de alrura halladas por los obscrvadorc (Villcta 810 á 10 5). Al contra­rio, la nueva rcducci6n de las alturas barométricas, conocidas ó deduci­da , por las fórmulas qne hemos in errado, trabajo que en el gabinete puede hacer e fácilmente, permitirá corregir las C'ifras apuntadas, refi­riéndolas to das á lugares cuya altura e conoce en metro con toda preci ión. En fin, para un simple trabajo de apro · imación, en e pccial para rápidos reconocimiento militare , basta leer la altura directamente en la escala de m eros de los aneroide·, la cmJ.l, si es fija no permite co­rrección ninguna, por. lo cual son preferibles para el ejército los ins­trumentos que la tienen tn()vible, porque entonces es f¡kil arreglar el instrumento, de ~ucrte que dé la indica(.iones necesarias con muy poco error.-F J. . V. ( 1) Teniendo en cuenta e tos l··mcnto , :ti c:llculnr l.ts aibuientcs tabla barome­tricaa, •le acuerdo con los mejore lrab .,jos sobre el particul.•r, hemo· c·maiderado In pre­sión como •hvi• ida aquí •n trat:1' ele magnitud muy apreciable y •/entro de llns y por nue tra cuent:1 intro lucido con ección e pcci,,¡ que !.1 pr. ctica •lir:Í i mcr~cc ó no conser· a rae. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. :.. ~§ ~ ,.. .P = o :o. ~ :.> g , ... ~ ~ -....... ~ Pifrrrnria en metros por milímetro medio .tn funciones de. la presion H ( est&rion inferior) y /z ( tslacion snpenor) h {DE CEN'l'ÍME'rRO EN CENTÜU~'fRO) --~~~ 650 ~~~ fiiO 1 ~~~~~~ 710 1 7!!0 1 730 1 740 ~~~ 760 "60 11.43 11.35 11.26 ' 11.18 11.10 ll;O~ 10.94 110.87 10.79 , 10.72 10.65 110.58 110.44 :r;o 11.51 11.~2 1 11.3~ 11.~6 n.!~ 11.09 11.02 10.94 t0.87 I to.79 ¡ 10.12 l40 11.59 1l.o0 11.42 11.33 ll . .:.o 11.17 ll.09 11.01 10.94 10.87 1 730 11.67 11.58 11.49 11.41 11.33 111.25 11.17 11.09 11.01 1 -- 720 11.75 ! 11.66 11.58 11.49 11.41 11.33 11.24 11.17 -- :10 11.84: 11.75 ll.~G 111.57 ,11.:: 11.40 11.32 ~-- ;00 11.92 11.83 11.t4 11.6G ll..>t 111.49 690 12.01 11.92 11.83 , 11.74 )1.66 -- 680 12.10 12.01 11.91 111.82'-- 670 12.19 12.10 11 01 -- 6GO 12.28 1218 -- 650 12 38 ·-- ~ t:d o t"' ~ ~ -z ~ F M 8 ~ &Id ~ ..... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 33J BOLft'l'ÍN ll:lLITA.B Tabla del v lo; al timé ~rioo de las presion9s en el barómetro e 1 ·¡:¡ ~ = e ] :;; e:; -.:; a ~ es ,_ :.§ e e ., - ·a ~ <:;> .., ·e ~ 5 en .ª ~ ~ = f; ~ " ~ ~ .§ ....., 1 - ~ ~ -==- .,_, ~ .... ~ ~ ~ ,_ ·¡:¡ ... Si : ~ -..; e; ;:.- ""'"" ~ ;.- ·:; ... .... '"' a .... ~ --.> " ' -t:: ~ ~ ::a o 720 11.35 lH 1 17 16 15 1~ 13 --,=-- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. liOL'BTÍJI lUI;ll".!~ 333 ~ ::11 ~ ·a ~ ·¡; i ..., '- j ..., .... ~ .. "" a a ...:> ,_ ._ ·s ~ ·a ..E ... - ~ a o .... ... ~ ~ U') = .... - .... ~ "" .3 ... .... -= - -- """" j C> ... 1 ... ~ .§ ._ ..., .... ... ;;- ,_ ~ ~ e ...:> : :;;¡ C> ~ . ~ 1\..- ~ ~ ~ ~ -- --- ------------ -- ------- 640 9 2 1 62f 9 8 7 G ;- 4 3 ~ 1 610 D 8 7 u lJ 4 J :¿ 1 5 'i u 5 4 3 2 2 1 ] Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 334 BOLJD'l'lN MILITA K 1 o ·¡:¡ ~ = ~ ·¡¡¡ ... j ""Z ~ e; ~ e> .... .... ... ~ ::! -= ~ ; ·s a s S S - ~ - ~ - ~ 2 ~ ~ ~ o -;:; - ¡ "" -0 - ~ ...... - ..... .. ...... ~ ~ o 1:! .... 'E! cu E ... ~ e; ~ o ~ - ~ ... c.> -..; :::;¡ ~ r;..- :.- .:.:. ---------------------- 520 9 ~ 2 l 500 9 8 7 6 5 4 3 2 1 4UO ,) r 1 (3 5 4 3 2 ] ~80 9 8 7 6 5 4 3 2 1 j70 9 8 7 6 5 ~ 3 2 1 7 6 5 4 .3 11 11 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLET fN MILITAR 335 I. TO IA (Contioul\ción) <(La angre que corre por vuc tras vena ¿ no viene de E pa-ña? ¿ Vuestro· n >mbre mi mos no demue tran tal origen ? ¿ u má puede desear un francc íno dt:rramar la sangre e~panola, sea en America ó en uropa ? 1 obedece á las in;truccioncs de u mae tro , al odio que aliment n aq.uello ue fueron humilla­do por la ptimcra vez en Bailen. ¿ utcn e 1 que hace armar al hermano contra el hermano? ¿ E el General que viene á reu­nir los <:spañole de Ame rica á lo e pañoJes de 'u ropa ó el fran­ces a quien u crí mene han dejad..:> in patria, y que os invita contra vosotro ? ¿ Que entimientos de interes puede alimentar por e te pa• un extranjero que mendiga un sueld y combate para vivir ? Ninguno, creo yo, y el re ultado de e tas promesas, com.> las de todo lo otros, será un resultado como el de Carta­gena : robar, huír, y luego burlarse de vuestra in igne credulidad. "Los García, los Toledo> lo Granados, los Pombo, prescin­diendo de su talento, deben colocarse en la misma fila. Huyeron de Cartagena, á in;;tigación de lo france e y de los venezolanos, que les habían excitado á def'!nder e ta plaza . Apena salieron del Puerto cuando vieron que se tomaba una dirección di tinta de la que se les había prometido : en vez de ser conducido á Jamaica, los abandonaron cerca de A trato, de V eragua ó de Caiman ; y el que no murió de hambre, cayó en poder de mi tropas, cuya ola vista los hacía temblar á todo ellos, que pocos dfas antes nos in-ultaban, y ha ta aparentaban despreciar el indulto general que se les habla prometido. «Vivid bien convencido, americanos, de que un frances de la escuela de la Revolución, es hijo de la mentira; y ya en vues­tro segundo boletín se puede reconoeer esto. ''En el Perú las arma e pañola han sometido l Potos1 y Cochabamba, dcsp~e de exterminar el ejercito de Buenos Aire ; en México, nada tienen que temer ; y ya More lo y Rayon han expiado sus crímene en el cadalso, lo mi mo que Arcvalo, que o causaba espanto, ha pagado los suyo en Girón, el 18 de Marza. Vario Gen~rale in ·urgentes, tales como Allendo, y 1- gunos otros, se han aprovechado de la amnistta para obtener su perdón .

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año III N. 104

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año III N. 105

Por: | Fecha: 24/06/1899

Af:tOlll Bogotá, Junio 2+ de r 899 NUM. 105 - - -·----- ORGAl O DEL IJ ·1 TERIO DE GUEI R Y DEL EJERCITO ---··----- DIRECTOR A -KONO"M, FRANCISCO J. VERGARA V V. Cort>nel, Miembro de la Sociedad Colombiana de Ingenieros ~~i~~~~QQOQR~~~R~~ ~ ~R~R O~~QRORRR2~~9QRR~~RRRRR2RRRRRR~R~RRR O Son colaboradores natos de este periódico todos los Jefes y Oficiales del EJército de la República o~~~~~a~~~~~~~~~~6b~6a~6~~ ~~o~~~~o~~6~~~6~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ OFICIAL RE OLUCI, N NÚMERO 7 ,obre ternas p:lra el nombramiento de oficiales inferiore$ Mi1thttrio de Gllt'rra-SuciÓJI t.•-BogottÍ, 25 de Mayo de 1896 Vista la autoriz ción que da al Gobierno el artículo 8 1 del Códi­go Militar, y la nccc ... id d que hay de seii.alar ciertos requisitos para ta provisión de vacantes de Oficiale inferiores SE RESUELVE: En adelante lo· Estados Mayore Divi ionarios 6 la Jefaturas Mi­litares p,resentarán al Mini terio de Guerra, p r conducto del Estado M yor general, tcrn · de can i ltf>S idóneo p.tra ocupar las vacantes de Oficiale inferiorc que o"'urnn en lo · Cuerpo . Dichas ternas dcbc­r'n venir acompañad d un infnrme relativo al cukter, conducta, apti tu e y crvicio... de lo in i \'i u o propuc tos y del concepto que lo Jefes de los re · pcctivo Cuerpos hayan emitido re pccto á los can­didato ·. Por con iguicn te, no se atenderán en lo sucesivo las rcc omenda-cioncs de candidato: que hagan lo particularc, ni las solicitudes ver­bale 6 e crita~ de lo aspirante. Para lo éfecros dd artículo 9 f del Código Militar, encárgase al E e, do Mayor general l. formación del cuadro nominal de Jefe y Ofi· cialcs en disponibilidad, de qut: trata el artículo 88 del mismo Código Comuníquese y publíqucsc. El Ministro de Guerra, PEDRO ANTONIO MOLINA Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 338 BOLETÍN MILITAR E OLü I' .~: x-r, IERO 116 que eñal ciertos requisito á los 01ici3les inferiores pan ser admitidos al servicio activo M ÍJJistcrio de Guerrn-SeaiÓ11 1 o.-Bogotá, 5 de Marzo d~ I 897 CC SlOERA •oo: ue la in titución militar. necesita, para su adelanto, ser dirigida sobre ba e de adecuada ins rucción · y u e para ar principio á la realización de cate objcti vo conviene e igir de los Oficiales infcriorc , para cr admitidos al ervicio activo, cierto grado de instrucción civil y militar, grado que puede desarrollar e paulatinamente y hacerse extensivo en general, á todo el Cuerpo de Oficiales del jérci to, SE RESUELVE: i 1 nombramiento de los Oficiales inferiores e hará pruisnmenu por medio de ternas que prrscntar1 n á e te Ministerio los Estados Ma­yorc Divi ionarios ó la Jefaturas militare , de acuerdo con lo dispues­to <.n 1 Re·ol ución número 70 de este Despacho, fechada el 2 5 de Mayo de J 96, y puhlicada en el Du1rio OjicirJI número 10,042. o Estado Mayores de Divi ión ó las Jefaturas militares, según el caso, no colocarán en terna ino á lo candidatos que hayan presen­tado ante ello 6 ante dos pcr onas idóneas que é to designen, un exa­men aprobado, durante quince minutos, en cada una de las iguientes materias : Lectura. E critura, ritmcuca, eografía Patria, Ca tellano, Ortografía, Ivloral y Religión , áctica militar y nociones de Código Militar. Las acras de exámenes ser'n remitidas al Mini terio, junto con las ternas de que tr ta la citada Re ol uci 'n número 70, de 2 5 de Mayo de 1 96, y lo informe obre el carácter conducta y en·icios de los candidatos, como en la mi ma Re lución :;e dispone . Prohíbe e en absoluto la dación de ternas por telégrafo, pues en todo ca.o deben venir acompañadas de los informes y actas mencio­nados. C.omuní'lu ... se y publíquese. El Ministro, PEDRO ANTO •¡o MOLIN .. so N • ~'r ll o 119 que adicion2 la de 5 ele M3r o ultimo, por la cual IC señalan c;ierto' rcqullltOS • loa os. ci les in!enorC$ par ser admitidos 1 servicio activo Mil1istrrio de Guerrn-Sución 1. •-.BDgottÍ J 3 de fl.fti)'O d1 1897 Cuando lo Estado Mayores de Divi ión 6 los Jefe militares no envíen con la debida oportunidad .í e:;te De pacho las ternas de canc:ti ... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MlLIT AR 339 datos para proveer la vacantes de Oficiales inferiores, que ocurran en la respectiva Divi ión ó Jcfalura militar corresponderá al Estado Ma­yor g~neral presentar al Mim. terio la terna de candidato · para las menc10~adac; a.cantes, previo el requisito dt. e ·amen prescrito en la Resoluct6n de este Despacho, fechada el 5 de Ma.rzo último relativa ' las condiciones que deben llenar los Oficiales inferiores del 'Ejército para er admitido al ·enicio actiYo. Comuníquese y publíque e en el Diario Ofirinly en la Orden general del Ejército. El Ministro, PBDRO A TO ro MOL! 1 Reprodúcense de orden upcrior las anterio e re olucioncs que están ''Ígcntes en su totalidad y fueron oporLunamcntc presentadas al Congreso de la República. ...,.. __ _ Rtpúblicd de Colombia-Ejército Nncio!lld-Batnl/ó,t A)'llctulto 1/Útne­r~ 3. 0 -I. C~trpttííía-Bogotri, lvltl)'O 20 de 1899 Ciudadano Gcner. l, Jefe ele E~ tado Mayor General clel Ejército. Tengo el honor de rendiros, por conducto del Estado Mayor Di-isionario, el informe sobre el camino recorrido por la Comisión que me fue confiada, de esta ciudad á )a de Honda, el día 6 del presente. Es indudable que al calcular las dsitancias, el número de habitantes de las poblacionc , etc., encontraréis alguno errorc ·, lo cuaJe~, ann pro­curando corregirlos en lo postble, in el au. ilio de instrumentos y con la arencia de datos fidedignos, no 'iempre se con igue evitar. 1-'J'ray to de Fa ntativá á. Villeta. Fac~ttativa tÍ El Emp,J!me- quélla se halla situada al límite de la vía férrea que la une con la capital; tiene unos 9,000 habitantel>, un hermoso templo católico, e muy comercial, abundante en vh•ercs, clima frío. Sigue al Occidente, por la llanura en que se halla también la ciud d, el camino que conduce á Honda encontrándo e á la dis­tancia de 5 kilómetro el sitio denominado L11 MaJJXt11/0J ,· hasta aquí el camino va generalmente en medio de vallado . En aquel punto, el camino se divide en dos ram les J .o El del banqtle1, que sigue un poco á la dcrcch. y corH~rv el mi 110 nivel hasta el Alto dd Rvolr ,· á la derecha, en un pequci1 hoya, p, ralcla al camino y en dirección co.uraria corre un. pcqueñ.t t¡llc:bratla; en el A//Q dd R?bü, al deseen rr el batiJflt? forma una peq•tei1a e un a á la izquierda, y en cguida, otra de mlyor con idcr ción ' la derecha ha~­ta poner e á la altura de la carrctcr de Cambao, en el punto de El Empalmt, el cual di tar.' de L?J Mrt!IZ111/?J uno· 4 kilómetro ; 2. 0 A la izquierda del btmt¡tltl, por 1 parte alta, iguc el primer camino de he­rradura que dio con1u icación á la Sab.ma con el M t 0 aten , por un pendiente suave de 1 nkil.6metro; luégo se encuentra una explanada Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 34: BOLETlN :MILITAR con pcquei1a y uavc ubida hasta el alto de los Tres R?büs 6 La 1"ribllJJil punto en el cual de cicndc e1 camino por una bajada algo pendiente, bastante pcdr~gosa y con lod zale debido á que corre por él una pequeña \'Crtiente ha ta El Emp11lm~, donde cruza el bmu¡11eo; en este ?Unto e encuentra algún \'ecindario. El Empalmt• tÍ Ag,ullargll-El camino de herradura ~iguc una direc­ción general al ., por una pendienr m' suave, pero siempre pe­drcgo a con lodazales en algunas parte hasta El ./herradero, donde empalma nuc\·amcnte con un ramal dd banq11eo, que se desprende en Lo; .,.J/pn; aquí igue esta misma vía, á la derecha, cruzando en un puente la qu brtldrl ó fuente principal del río íquima, la cual corre en dirc<.:ción al 0., precipitándose en eguida por una falda ba tante pen­diente, que aumenta progresivamente u agua con pequeño arro­yo que se cruz n en el tra) ecto de banquco ; éste :)igue un mismo rumbo, por espacio de 1 kilómetro · luégo forma do cunras pequeñas, y ~iguc en la dirección 1 rimitiva, ha ·ca la aldea de gualarga. Agualarga á ClúmiH- qucl caserío tendrí. uno soc habitantes ; está ituado en una pendiente que mir al O. y dominado por altas y escarpada rocas al E. ; all1 termina el camino carretero, y hasta él llegan la partida de cargas de mt.rcancía que vienen del Exterior, y de ahí son tr id en carro ; encuéntranse pocos recursos. Dicho case­río riene oficina tclcgdfica, una capillita y alguno e~tablccimientos de educación · de ~~ ·ale lo iguiente caminos : al O., el que va á m­balcma y que 1 a a por la vecina población de Guayabal ; al 1 0., el de I-Ionda ; al ., el d S a ai m a, y al SE., la carretera que sigue para acatativá. El camino continúa al O.; hasta cerca del Eu:obr1/, es bajada no muy pendien t , pero sí m u y p"Jregnsa · de e e punto ha ta P rmtani/1~, hay al terna ti amente peq ucña · bajada y ubida ; en este último pun­to cruz el camino que comunica á Guayabal de íquima con Sasai­ma · sigue el camino que va á Honda por una pequeña explanada ; luégo de ciendc por una pendiente :u ve y pa ando por El 'Tambo, se JJcga á Clúmbe; aquí hay una e.·planada de i kilómetro; hay oficina telcgráfic y e cncucntr n recuro . En este tr yccto ~e encueraran buena e· as de teja · el camino e tá empedrado en alguna parte , y en otra , donde no lo e tá, e han formad lodazal ·. 1 la derecha e c. tiende una gran e hoya hasta el río 1 amay ; en e te faldón e encuentran muchas hacienda prCJducto­ra de café, uc a i es J único que ultivan, y lo hacen con e mero; á la izquierda hay otra falda que e e ·tiende ha t el río íquima, y en la que e en s >hmcntc potrero~, y á orilla del Cttmin alguna ·i ro­bra de caf~ ; en amba falda· se en pequciia. planicie . r ·rmi 1 cn Ch i 111bc., con dirccciv11 icl 0., un camino 11· m do de ll1.tJJIOíl, or d nde vicncr á Facut ti vi\ ~S aima de la rcgionc interme­di ~entre u . yab 1 Bituim~t y Villct . Di t nt de Agual rg 8 kilóme­tro ; de e te punt p u ·t ab jo, lo ha.bit ntc~ ya no tienen los olores q e har en l. Sab laa. Chim t tÍ Ba~IIZ.af. -En el primer unto el e mino se di\•idc en do r ru tlc : I . 0 1 le L11 f/¡¡riiwtc qu · en u principio y por e pacio de kilómetro , igu c1 i re i 11 e· i al E., 1 uégo vuelve al , q u cr 1 erv t:n to 'l tl' e t n ión casi el mi m o Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. DOLE'l'Í MILlT.AR. 341 descenso, tiene grandes vueltas, y e penoso aun para lo que v1a.1an á caballo; corta la falda que queda á la iz<¡uierda, cu •o punto culmi­nante e el alto de Gnu,u; e atraviesan varía \'er ícntc tributa­ria del llamado río añ1a; que corre en la hoyada que e halla á la ' derecha; se encuentran muy poco cuhi\•o, y p r con iguientc lo rc­ursos son e ca o rclati\·amenre ; en la parte má haja le e te camino, 6 sea I , kilómetro ante de llegar al .B,Jgr;z,J!, la pendiente wma mái inclinación, e atra\·icsa una pt:quciia t¡Jtcbrtldtl y luégo e principia la lanada donde hay una ca a que .e denomin como se ha dicho. La distancia de CltiiiiÚt puede cal ular e en r ~ kilómetro y no se encuen­tra en el trayecto ningt1n lugar de con idcrar c. 2.0 El camino que en Clúmú~ e apare. á la izquierda y que era la continua ióa del que guió para bajar ha ta aquel punto lle\'a ca i la mi ~ ma dirección, pero ho ·es mu, poco frecuentado, debido al mal e·tad.o en que e halla, pue está casi abandonado, á pe ar de er má corto que el de ! . .ti Ft~rtnnte. Btlgazal ,¡ f/i!lttti-E te trayecto e plano en ca i t Jda u ex­tensión ; á 2 y ~ kilómetro del primer punro se cruza el rfo Co/Jittdor Bit11i11111 por un puente de hierro que dl.!muc tra ya alguna antigüe­dad; á o metros adelante del puente ale un camino que viene de Bituima y que ·egún dicen, tienen que pa ar el río diez y siete \ ecc para llegar allí · éste lleva aguas regulares y en tiempo de.: lluvia nadie puede ,. dcarlo · de e te punto el río iguc un cur o paralelo al cami­no, y !)ólo al llegar á Villcta e e para de él. la dcrcc ha del río hay cgas donde culth·. n la cai1a de azúcar, y e \<.n <.:lcgantes edificios de 1 ja para lo trapiches hidráulico y demá accc·orio necesario para la elaboración del dulce. Exccpruando la parte alta del camino de L11 !'rtrialllt, de donde se ve á Villeta, e ·ta población no \'Ueh·e á divisar e ino cuando se ha entrado en ella. Di tancia del B~tgaznl, 8 kilómetro . JI-Truy to d 'illutn á Guadunl't 1/illrtn al ./JitrJ dtl ?""rigo-Villcta e una población qnc tiene unos 6,ooo habitante ; hay una iglc ia oficina telegráfica, así toda las casa de paja; e encuentran rccur·oo;, aunque al p· reccr no muy abundantes, pue en toda e a ~wna no ·e ven senH.:ntcr . El río Colllll­Jor corre al E, di tantc cerca de ~ kilómetro· al . e tá bafiada por la qurSrada Crtllt' ó ClziripllJ. Lo camino que parten de Villeta son : el de Honda al O; el de Facatativá al .; el de uebradancgra, por la vía de P;JolltJ al N., y el de S. aima al E. El camino por el cual e igue á Hon la qttcd pcrpcndir a1 untad la nu va n1 1ida se JJcvó á cabo s br la plancha cobn; j nde está grabada la carta, e n un p1 nín1 tro on cnit:nt rnentc onstnn o y duró ciJlco ario , de uertt: t¡ u · no S~; ncluyo in o n 1894 Y dio con1o u¡ rfi ic de li rancia 5. 6. 91 kiJótnetr~s cua­dra io , que e ho la ili·a ofictal br la ntat na. La e 111 par, e ion de e ta i fr coi1 la ata tral d J 8 8 I r veJo el h .. eh . i ngular de 1 u e n 1 país ~ ,¡ tían 7 8o.oc o h c-táre - ·c·ui ctult,·o 'cL·c;s !tJ 4 l~tlilf! t/11 Bo,uoto-qu no pa-gaban contrilw.:ion al fi ( 1 ]tt · ·<,nl s 1111 r nde, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. noLETÍN MILIT.A.R fue remediado en el acto. Por lo demás, el cálculo exacto del General Derrecagaix demostró que Francia poseía más tierra que la que pagaba contribución antes de perder á /...!sacia Lorena, y por lo tanto no sólo había recuperado la pérdida sino ganado un otro par de miles de kilómetros cuadrados. En resumen, después de gastarse medio siglo y mu­chos millones en formar la carta de un país en que no hay baldíos ni despoblados, fue preciso una labor de veintidós años para averiguar con exactitud cuál era lit superficie real del país ! ¿ OEé decir ahora de las cifras corrientes sobre la su­perficie del territorio colombiano? Los errores de que ado­lecen se elevan á magnitudes fabulosas, como es fácil de­mostrarlo. En efecto, los cálculos se han hecho sobre cartas di­bujadas en papel y en parte á pequeñísima escala, pues no se ha publicado ninguna de las regiones orientales de Cun­dinanlarca y el Cauca en la misma que se usó para litogra­fiar la de los Departan1entos ; en segundo lugar, aunque tales cartas existieran, indicado está que en las cartas en papel las medidas resultan equivocadas por las variaciones que sufre dicha materia; en fin, las cartas mencionadas de­jan mucho que desear en exactitud en el trazado de la costa y posición de las fronteras, á que se agrega que el Ge­neral Codazzi no alcanzó á trabajar las cartas de Bolívar y el Magdalena, por lo cual, con1o se comprende, faltó á la segunda Comisión corográfica base para cálculos siquiera medianamente aproximados. Y el error de los cálculos que ella hizo y figuraron como oficiales, fue tanto más grande, cuanto no dispuso de planín1etros y las superficies las n1idió por procedimien­tos tan en1píricos como construír cuadrícula sobre las car­tas, que en las de escala algo n1a ynr (Jas de los Departa­n1entos) no presentan la debida coincidencia en las porcio­nes limítrofes, ni los grados en que aparecen divididas son correctos, pues unos de otros difieren en fracciones de milímetro perfectamente aprecia les á la simple vista. Analicemos los hechos más de cerca: Ia carta general de la R€púb1ica presenta para el perímetro del país un des­arrollo no inferior a 8,ooo nlilín1et1 os, pero con1o cada Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 34:7 uno de éstos equivale, según la escala, á 1,350 metros, es decir, que cada milín1etro cuadrado representa I 82! hec­táreas, con solo adn1itir un error de ~ de milímetro al cal­cular el área total del país en la porción vecina al períme­tro, Jo cual s muy poco, dado el sistema empírico que se empleó, tendremos que la equivocación debió ascender á 7 JO,ooo hectáreas, cifra no despreciable en verdad. Pero aún hay algo más grave: la carta indica, como queda dicho, que tiene por escala 1: r .Jso,ooo, y esto no es verdad. En efecto, con1o en ella, térn1ino mediQ.. el gra­do abarca 8 1 ~ n1ilímetros, y según las tablas de F rancoeur, eJ paralelo 6. 0 , el que cruza por el centro del país, mide m. T ro,67 1-90, tendremos que la escala real es de r : 1. 3 57,9 JO, lo cual presupone en cada milímetro cua­drado un error de uno so metros cuadrados que asciende, por lo tanto, á cifra no despreciable, error que sería mayor si, con La Blache, admitin1os que el grado del paralelo 6. 0 mide 30 n1etros más, porque entonce el error casi se tri­plica. En cálculo serio no pueden olvidarse estos detalles. Y si de este orden de consideraciones pasan1os á otro, tendren1os los errores provenientes del trazado del perí­metro. Así, por ejen1plo, en la frontera de Costa Rica apa­rece el río Doraces (el Sixaola) con rumbo perpendicular á la cordillera, cuando en realidad, á pocos kilómetros de la boca dobla bruscan1ente hacia el ocaso, por lo cual se for­ma un triángulo, y no pequeño, que no se incorporó en lo cálculos. En la carta aparece que el Amazonas baja hasta 2.0 ki lón1etros al Sur del 5. o paralelo cuando los traba­jos modernos indican que sólo llega hasta 3 5 al Sur del 4-·u; la boca dell\Tapo aparece 70 kilón1etros al Norte del 4-.u, y esta a 2 5 al N ortc del 3. o, ó lo que es lo mismo, el error en la parte n1eridional alcanza á casi un grado. Y así pu­diéran10S indicar otros. En resun1en, los cálculos de área basados en la carta oficial de la República, resultarán siem­pre con un notable rror por exceso, sea cual fuere el sis­tema que en elJos se en1plee. Cuanto á Jos diversos ~álcu­Jos ó apr ciaciones que se han h cho sobre la superficte del país, son con1o sigue, reducidos todos á kilón1etros cua­drados: Caldas, I.J2o,ooo; Mont '"negro, 1.041,510; MaJte­brun, 1.205,000; algunos geógrafos franceses, I.373,96o; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 848 BOLETÍN ILITAR Encielo edia británica 1.400 ooo; Moreno, 1.26 s,ooo; La Comisión corográfica 1.33 I ,02 5; Almanaque de Go­tha, I. 20J,OOO. Conforme á las cifr anteriore , Ja estimación pr sen­ta variaciones que alcanzan á unos 36o,ooo kilón1etros cuadrados, es d cir, Ja sup rficie que d ordinario se atri­buy al 'folima, Cundinan1arca, Boyacá y antander r u­nidos Jo cual, como e comprende, s norme / indic-:t que estarna n1uy J jos de poder dar para el aís un e/ m­puto medianament xacto. Como in1ple aproxin1ación, hecha observando todas Ja precauciones del caso sobre una carta construída con las corr cciones qu dan lo~ últimos trabajos geográficos nacional s y extranjeros y con instru­m ntos bastan""e adecuad s al ~ cto, nosotros hen1os ha­Jlad para Colon1 ia una área de 1. r 8 8 972 kilóm tres cua­drados que a enas difi re n 1 3,ooo del cálculo de Gotha, por Jo cual cr emos que redond ando Ja cifra puede sti­marse la superficie de la República en r. 190,000 kil / me­tros cuadrados, d los cuales l1nilló11 p rn1an e baldío ó sin cultivo alguno. En todo caso cuando en escuelas y cole­gios se enseñ Ja geografía del país, cualqui ra que s a la extensión superficial que indique el n1aestro, d berá d cir expr am nte que no s trata in de un n1 ro cálculo, cuya exactitud aún d ja mucho qu d ear. Siglos pasarán antes ri que la Repú b11ca posea d su territorio una carta geográfica qu pueda compararse con Jas de Inglaterra, AJ mania ó Francia, y constru1da ella aún s n cesitará un trabajo speci, 1 d n1ucho años para qu los e lon1bianos ruedan saber con exactitud cuál es la superficie d J país. (Conclusión) Moi)OS DE. CON ENER L ANARQUÍA-·-- E natural, de pué de enun-ciar las principales c.au a de la ;tllar reme­dio que en mi o¡ ini 'n sun adc Uiido, in dc.:tc.:n nnc en u explana­ción. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. DOLET N MILITAR 34 Lo primero ~s. procurar ' la juventu una buena, oportuna educa­~ Ion moral y. rehg1o a ; para e, to e nece ario formar cura y maestros 1~u trado .Y vtrtuo·o~, :re:u e tlmulo· eficaces para que estos funciona­rtos tr.abaJ.<:" con a t\'td d y celo en l _e uc ción de lo niño y en la morahzacJOn de los pueblo, procuren fondo para dotar dcbi amente la e cuela , y cui .len e forcific r y dar apoyo á J. autoridad paterna. Lo segundo, dar á la educación en los colegios y universidades una dirección conforme con la e igcncias de la ación y con lo intere e de la ju\•entud ; preferir ;\ tod la en er1anza de lo conocimiento indus­triales y la ciencia de una utilidad más inmediata y que e tén má en relación con la agricultura, el comercio y 1 minería · y hacer que en estos establecimiento e formen h 'hito de moralidad, de ubordina­ción y de laborío idad. Lo tercero, fomentar el cultivo de lo· fruto coloniaJe propio· para e.·portación y el laboreo de la mina , com lo r o. de indus ria que ofrecen en e] raí mayore vrntaj:I , y que pueden dar ocupación á todos lo razos que hay en él; pcr·cguir la holgazanerf y la vagancia de una manera eficaz, particularmente en la juventud en que t n fácil e extirparla · difundir en el pueblo lo · útile conocimientt;> par el progreso de la in u tria en los diferentes rJ.mo . , ya promoviendo la inmigración de arte nos y labr on:s in truído , ya e ·poniendo por 1 imprenta, de manera que lleg ten á todos campo·, las in trueciones y noticia que faciliten el conocimiento de lo mejore méto os de apli­car el trabajo, y que n le era gra o. Lo quinto, reformar 1 u 1:1. m:tncr ra ical la lcye ju licialcs, ab n­donan o la en vejcci · preocupacionc foren e q u , ~• pr~t.c · to d dar g rantía , hacen inrcrrnin bl lo. ¡lci o y le cru ·~n p slttv· mente la seguri ad ; hacer que la a ini tnci61~ de, J. ju tic! 1. . . encilla pronta · ectm mic , au ¡u· e tr lé moti\'O a al~ ~ . lnJuc;ttct · , ·uy ' mal er l infinitamente menor q te el carecer e JU u 1a en tudo ca os, : como u ce ie al pre ente. Mejorar 1~ ley~ a mini tr. ~i \'a , poniéndolas , en con onanci con el e ta o ignor nct de pobl ct6n y pobrez a el ' pat . l rimien l ' p r e n ig ·~en e~ tánt, c.mpl o r e rgo on ~o o · é inútilc, y dcj:fndo ~tlo f nct nan rn ts l1bc:r.t :l pan obur m 1 ' uj ción á f6rm 11 - min cio a , qu no on pr ctJcablc:, e el presente ¡ estado de los pueblos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 350 BOLETÍN MILITAR Lo sexto, e tablecer una rígida y severa disciplina en el Ejército poniendo en vigor las ordenanza y leyes militares que antes regían; abandonar el flujo que ha dominado en nuestra legi lación, de introdu­cir en c:1 jército el espíritu democrático y lcliberativo, en virtud del cual no hay res eto ni subordinación; tomar la convenientes medidas para que el jército no esté ocio o en alguna poblaciones, corrompién­dose y a oltronándose; restablecer los estímulos de honor, por medio de distinciones y efiales que ·imbolicen el mérito, para que los militares no sean una simple reunión de asalariado sin otro aliciente que el pre; y crear un colegio en que e dé una educación adecuada á los jóvenes que deban ·eguir la carrera militar. Lo séptimo, tener como un señalado mérito en tod.:¡s la carreras pú­blicas el haber ido en todas circun tancias fiel á lo principios de lega­lidad, y sostenido el obierno constitucional ; recha~ar en todo acto oficial el que e presen e como acción meritoria la conducta hostil con­tra el Gobierno legal y en favor de una facción, t.:a cual fuere ; pretensión que con frecuencia se nota cuando, por haber pasado de os­tenedores de las lcye de los facciosos algunos hombres públicos han caído en desgracia. Lo octavo, dar f terza y energía á la autoridad, disminuyendo formas inútiles, reuniendo en men r número de mano la funcione del poder público, dando á lo magistrado más re pctabilidad, más duración ; poniendo fren al espíritu jacobino que tiene por: Jo más suolimc del republicani m el ilipendio y envilecimiento de la magi tratura, hacer honroso el ejercí io de la utoridad pública en todos u ramos, dando al magistrado di tincionc y efiale e.· teriore!\ que llamen obre él la atención y el re·peto el pueblo ; y tener poco empleados, y éstos bien pagados, para que can hombres intdigentes y honrados. Lo noveno, poner coto al desenfreno de la imprenta, haciendo que sea efectiva la re ponsabilidad de lo· que abu en de ella, erigir en delito el cto de ese rncccr por la prensa á un magi trado, el atribuirle dañadas intencionc , y el tratarlo irrespetuosamente, y limitar el derecho de usar de la libertad de imprenta á los indi iduos que puedan responder de los daño· que can en. . Lo décimo, declarar nacicnale la principale vía de comunicación entre 1 s Pro\incia , y es¡ ccialmcnte las que pone en rclaci n la ca-ital de la cpública on lo· c.•tremo de ella; y abrir, mejorar y man­tener en uen e tado e tas ví ·, l ien ea por contrato que el Gobierno cele re con partic ulare , bien por cuenta de la ción; poner en ellas lo e ta lccimiento nec arios para hacerla cómo a y Hlcilc ; fomentar la formación de pobl ci nc en lo de icrto que e:>tO caminos atra\•ie­san, h ciendo par e to lo primero gasto del Te or nacional, ó lo que s má razo ahlc,del derecho le camino ; dar al • jército la organi­za ión y di ciplina convenientes para que tt.:ng una grande mo,•ilidad, y rocurarle la ocupación y ejercicio. que can má propios para habi­tuar} á resistir 1 fatiga de la marcha y la inOuenci. le lo \'arios clima . Promo er todo lo que aumente 1 t~ cilid d de la comunica­tionca, y la movilidad de las fuerza que deben rcpri ir 1 sedición. MARIANO OSPINA Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. DOLETfN MILIT.A.R 351 1 ISTORIA (Continuación) ce Art. 2.0 Los Oficiale~, ha ta el grado de Capitán inclusi­ve, podrán igualmente ser amni tiado , con tal que un ~ervicio notable les dé título á esta gracia. Por ejemplo, si toman y entre­gan al. General que los manda, si logran que alguna Provincia 6 plaza tmportante se ponga en arma y sacuda el yugo de los rebel­des y se:: someta al Monarca ; si descubren algún depósito consi­derable de arma ó de minuciones ; si se pre entan con tropas armadas, á saber : el Capitán, con su Compañía completa ; el Teniente, con la mitad ; el Subteniente, con una cuarta parte . Toda Compañía debe componerse de cien hombres, para que se la repute completa. Art. 3. 0 Lo soldados de caballerfa que se presenten con ar­mas y bagajes, y el de infantería que traiga sus armas, recibirán, ademas, una gratificación en plata. Art. 4. 0 El esclavo que entregue al jefe revolucionario á que pertenezca, " bien cualquiera otro jefe, obtendrá su libertad con una gratificación pecuniaria, fuera de las demás ventajas que se le concederán en proporción a la importancia de la entrega que haya hecho. Art. 5. 0 Se concederá á los Ayuntamientos que despierten en los pueblos el noble de eo de desrruír á los enemigos del trono, y logren así poner presos á los contumaces y sublevados, las dis­tinciones y prerrogativas de lo que se hacen dignos por su fidelidad y consagración al Rey. ·rambien se concederá una gratificación en dinero á los que verifiquen la captura de lo revoltosos, grati­ficación que se fijará de acuerdo con la importancia del preso. Art . 6.0 Debe esperar e de la fidelidad y del amor bien. cono­cido de los Ayuntamientos, de la demás autoridades civiles y mi­litares y de los hombres notables y leales a la causa del Rey, que coadyuvarán en la obra de detener á lo malvados que se han dis­tinguido por us actos sanguinarios ó sediciosos. Esta corpora­ciones é individuos adquirirán de e te modo tJtulos á 1 conside­ración del Gobierno, v su celo sera recompensado con los f: vores y testin1onios que pérpetúen la memoria de su merito y de su adhc~ión al Rey. Cuartel general de Ocaña, 24 de Abril de r8r6. MORILLO Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 352 BOLE'I Ír MILIT R Esta marcha, llev(lda á cabo con suma bondad y genero idad, tuvo la misma uerte que las precedente . I:as columnas atacaron á lo cuerpo enemigo y entraron á lcl. apital dcspue de vario· combate glorio os. E ta ciudad, abandonad por los que en ella habían establecido u d minaciC~n, fue ocupada por el 1 ri cal de Camp D . Miguel de la orre, entonces Coronel del regimiento de Victoria, y por el Coronel D . Seba tián de la Calzada, que pu­sieron en compl ta derrota á las tropa <.JUe se le habían opue to. Al mismo tiempo recibí avi o de la ocupación de la capital y de la inutilidad del armi ticio de Ocana; partt entonce para Santafe, á donde llegue veinti ei días de pués del re tablccimien­to del Gobierno legítimo. l'lle proponía fijar en lla mi re iden­cia, para establecer el antiguo orden de co ·a·, q u<" inco aiios de turbaciones pobticas habí n alterad en toda u p rte . Hacia la misma epoca ca i todo los resto de la partida rebeldes que bu - caban salud en la huída, fueron batidas y exterminadas ó cayeron en poder de columna enviada contra ella . La fecha , aniversario de nue tro augu~to ionarca, e cum­plía en los pri neros día de pue de mi entrada á la capital : qui e celebrarla del modo má grato a u t'vlaje tad. Publique una nue­va amnistía, cuya redacción clara, pre i ~, no podía dar lugar á mala interpretación, y excluta t da la ~O pecha. de mala fe y de superchería. Determine la epoca , )a catcg ri , Jo· lugarc , las personas y los delito ; en una palabra, no dejé nad que pudiese inspirar la menor duda . (C MI iJJIIdnÍ) __ __. . ..._ __ lv.tA IM.~ -No puede estimar e que un Estado enga verdadero valor mili­tar, cuando al principio d~ una guerr no pue< mo\'iliz.tr la m tyor parte de sus tropas antes le <.JUc el c. cmigo h y invadido u territo­rio- Lal111n. - 1 aislamiento de la tropas, por cuerpos, en Í1· gu rnicioncs, e uno de los peore ·i tema que puedan a lvpt r'5c-Jo·llini. -En la guerra una buena parte de lo de-a ·r~ Jebe imputar e á 1 falta de una org nización r..:gul r y pcrm nente d · Jo depó i­tos- DP Prtvnl. -En nombre de la patri or lc.:nad •U los voltmtario e incorpo­re~ en l. tropa de líne ; a í reinar ' en to 1 p. rt el orden }' h un16n, y se cconomizar1 n m cho millonc por cam ilÓa- DllbcJiJ­Cnwcé. - En un Esta o republicano ·\ n 1ic d buído i no h crvi o com lll y co puesto que olicita-G,,m/~ttta Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. SUPLE ENTO-GUERRA DE 184:0 33 c?~l que se proporcionó la brillante acción de H ulquipamba, ac­cr~ n fecunda en resultado felice para la Pa~ria, pues de trozadas aJh completamente la fuerza de lo facciosos, aprehendidos la ma­yor parte de los jefes, y restablecido el orden publico en el can­tón de Pasto, quedó la divi ión de embarazada y en actitud de volar al centro de la Repu blica, donde el obierno ncce icaba de su apoyo contra nuevos f.1ccio o que en otro punto habJan dado el grito de rebelión y reunido fuerzas para destruír la onstitu­ci ón y las leyes. Primera campada del Norte Uno de éstos fue Juan Jos· Re} es Patria, antiguo militar borrado en 1831. De él upo e] Gobit:rno en Ja noche del 19 de S~ptiembre, que se hallaba n la villa de Sogarnoso tramando un movimiento revolucionário, y en el momento resolvió encargar al valiente Juan Jo e Neira par que marchara á impedir uaJquicr de order y "' prchendcr " lo culpado .. Neir , iernpre pr nto á la voz de su patria, marcho en efe to aquella misma noche con un piquete del regimicnt de hú ares y noticiado en el tránsito de que Reyes Patria había ocupado a Tunja con alguna gente, redobló sus marchas aunque sin fruto, pues al llegar á Tunja upo que aquel cobarde había huído e pantado con solo el nombre de eir . E te iguió ha ta la llanuras de Paipa, en que encontrando ltna columna de faccioso~ que \'enÍ¡m en auxilio de Reyes Patria, argó sobre ell con una parte del piquete y la di perso completamente recibiendo una herida en el brazo, que ocultó durante la per ecu­~ ión, para coronar el triunfo con el cual se restableció el orden de la Provincia. n eso día había ocurrido otro movimiento rcvolucion rio en e] Socorro, á cuya cab za e puso el ex-Coronel Manud on­zález, C:r bcrnador ent nces de aquella Provin ia; y habic:nJo marchada el valiente orone] Manuel 1aría franco con alguno húsare. en per ecución de Reyes Patria, que e apado en ·runja seguta para el ocorro, e unió con las fuer1.a que tenía el Go­bern d< r de V clcz, y marcharon sobre Patria. Este faccioso, pt:r­dienJo punto tan ventajo·os omo el Alto de lo ri tales, iguió á reur.ir e con González, que con fuerza superiores e per ba las del obierno en el malhadado itio de La Poloni , dond · el 29 de Septi~m bre, des pué de un corn bate en tJUC la u leima llenar r us deh~re , tuvieron que rendirse 1 mayor número de la del enemigo. De resulta de e te dc~graci do suceso, Reyes Patria, auxi]i. do por Gonzálcz, volvió sobre 'I unja, cuya ciudad fue e acuad p~r los re tos de la fuerza del Gobierno, 1 ocupada en con ~cu~n ta por aquel faccioso, que haci ndo .e ducno de coda la l rovtncta, la puso en m ma por la fuerza y el terror. 1840-Suplemento 3.•, corre pondiente :tl número 105 del BoLr.TÍN Mnn n Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 34 BOLETÍN K:ILITAR DE COLO BIA: Poco después, animado Gonz.ález con el suceso de La Polo­nia, marchó del Socorro con el objeto de tomar la capital de la República, trayendo una fuerza que, unida á la que condujo de Tunja Reyes Patria, pasaba de mil ochocientos hombres de todas armas. Con esta fuerza r:ntró en la Provincia de Bogotá y se situó en la vill de Zipaquirá, á tiempo que el Gobi~rno ólo contaba con la caballería de la Sabana, con un4 columna com­pue ta del resto de los húsares, un depó ito de cien reclutas, algunas Compañías del medio batallón de Guardia Nacional auxi­liar de artillería, porque las demás estaban en comisiones ó habían sido prisioneras en La Polonia, y con dos piqu~tes de voluntario . Avisado González del estado de las fuerzas del Gobierno, movió las suyas hacia las llanuras de Bogotá, persuadido del triunfo, por­que no contaba con el ardor patriótico de los bogotanos que ha­bían corrido á las armas reanimados con la presencia del impert "­rri to N e ira. Este marchó el 2 7 de Octubre con u na Cou1 pañ ía de Guardia Nacional, los húsares y uno pocos voluntarios, y uni IHlose á la caballería de la Sabana, acampó á la vi ta de los enemigos que mandaba Reyes Patria en número de má d sei - cientos hombres. La aurora del ?.8 anunció el triunfo que d bía salvar la República, salvando l Gobierno . Neira dio ~ e día me­morable la seña del combate, y en menos de una hora fueron de - truídos los tfacciosos y obligados á ocultar su vergüenza en una espantosa fuga, quedando más de doscientos prisionero y cubier­tos de cadáveres los campos de Buenavi ta y La Cul brcra, donde debería levantarse un monumento que recordara á la posteridad de cuá nto fue capaz el valor de Neira. Desgraciadamente el encedor en Buenavista fue herido en una pierna desde el principio del combate, y á e ta lamentable ocurren ia debieron su al ación lo faccio os que:: emprendieron la fuga. Ello con Gonz.alez., que había qued do de rcse.rva en 'hta, volvieron á Zipa~uirá y de allí iguieron á Sogamoso, sin que la o lumna que salió de pue al mando del General r n­cisco de p . V é leL pudiera alcanzarlos en u 11 archa h ·\ ta rl un ia, donde debJa estacionarse. En ogamo o permanecieron los facciosos aumentanou u fuerza cons idera!:>lemente y remontando u caballería, h ta el 19 de oviembre, que emprendieron u marcha . Después, la Co­lumna del obierno, que e hallaba en Tunja, cumpliendo con la re'spccti vas ordenes que e habí an dado, empn:ndio su retirada á esta capital con t 1 orden y di ciplina, ue siempre honrará á u Co­m a nda nte 1 en eral J oaq uu1 i arí y de m ' s ] efes de ella, pues n seis d1a y con sólo uno d dist ncia del enemigo, no tuvo un e ertor, un resag ado, ni dejó atrá un sol bagaje. González llegó ha ta Zipaquir í donde permaneció in arre­v erse dar un p so adcl nte, porque supo el entu ia mo con que la capital se puso en defensa y que sus habitantes, sin di tinción de - Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. SUP E E ... TO-G E R D 1 4:0 35 sexos,. estaban resueltos á renovar los tiempos de Sagunto y u­mancla. En este e tado entró en e ta capital la bizarra Divi ión del .S~r, que vol~" desde Pa. to en auxi~io del ~obierno, y con tal nottc1a emprend1o el enen11go su retirada hac1a el ocorr() el dfa 4 de Diciembre. F orm do el Ejército de operaciones con los Cuerpos de la División dd ur, la Guardi Nacional auxiliar y una part de la local que qui o incorporarse, se abrió la campaña marchando en alcance del enemigo, que no e detuvo en ningún punto sino para incendiar los puente y dejar intransitable el paso de los ríos. Así logró detener el alar del Ejército en Oiba y an Til, valor que llegaba á tal e tremo, que el primer puente lo pasaron algunos soore las llamas y otros se arrojaron al torrente de an Gil á la vi t del netnigo, para facilitar: lo medios de continuar la mar­eh , en cuya empr sa pereció el jo,·en Antonio dro, de la bizarra Compañí de Dragones de la U ni6n, perteneciente á la uardia. local de Bogotá. 'rres días gastaron las Divi ione en pa ar el n d an il:t y en e te tiempo el cnemig pa ó el Sube e n dire ion a Piede­cuesta, en l. Provin ia de· Pamplona. El l!.jército si uió por otra ví un movimiento e traté~ico con el objet de hacer que on­zález repa a e el u be ~ quedara en vuelto. sí se \'eri ficó, aunque con la de gracia d que el enemigo sorprendiese en la noche del 2 de nero la pequeña gu rnición que había en el ocorr al m ndu del General r ranci o U rd neta, la cual e rindió des pues de h - ber e sostenido por n1 · s de doce horas y consumido sus muni­ciones. Con cguido el objeto d rn vimiento, y cubierto el puerto de Lo , 1 tos, por donde el enemigo podaa volver á rctirar~c conrramar hó el Ejército de B e ramanga, rep, sando el ube á la vi ta de toda 1~ fuerz . de lo· t ccio os que dd acorro habí n marchado obre r toca. 1\llí fue donde lo GenLrales I errán Y 1Vlo quera de plegaron todo 1 g ~ni 1 onocimicntos dd arte y lo Jefes, ficiale y tropa, todo ·l 'alar y ere 1. dad d que tán­ta prueba habían dado· libraron la batalla el 9 de Enero, y con­sigui ron cJ triunf. más <:: pl ndid , que tern ;no la campal1a pue no quedó un fac ioso que no fue e pri ioncro ó se ,.)var á 1n rccd de una fuga vergon7.o a, e la cual fueron 1nucho per e­gui o y arrestado. por lo pueblo por donde tran itaban. ~ . ])e llí rnar hó una olurnna, al mando del br vo en1 nt Coronel 1~ n u el 1uti la Pro vi nci de Pam pJ n , en que se re tableció de de luego J ord n 1 g 1, porque lo t:. io o l¡ue retiraron á Cúcuta huyeron al • cercar e lo o d Jo· e 1 ley. _. .. -- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 36 BOLE'.rí :MILITAR DE COLOMBIA La guerra en otras provincias A mediados de Diciembre se dio en Honda el grito de rebe­lión por el e-x-Coronel José María Vesga, y tan luego como lo supo el Gohierno, de tinó una Columna, al mando del Coronel antos Pacheco, que marchó sobre Ibagué, destruyendo á los facciosos que osaron esperarlo, hasta ocupar la Parroquia de Am­balema, en que, á consecuencia de habérsele conferido otro des­tino importante, lo reemplazó el Coronel Gregario Forero. Allí se detuvieron las operaciones por orden del Gobierno, hasta que la 2.• Divi~ión, que se había hecho venir del Ejército, y que mandaba el General ~'arí , obra e por otros puntos. Incidente inevitables hi ieron variar el plan, y el 9 de Enero obraron toda la fuerza obre Honda, ocupando una parte de la ciudad á las nueve de la mañana. Lo facciosos atrincherados con artillería en el puente del río Gualí, que divide la población, y desde las azoteas de una casa contigua, hicieron un vivo fuego á la, tropas que trataron de tomar el puente con el arrojo acosturnbrado. En e te estado hizo Vesga proposiciones, á virtud de las cuale cesó el fuego, y entre tanto, llegad. la noche, abandonaron los enemigos sus posiciones) fugándose en lo¡ buque que al intento tenían preparados. Desde que la fuerza de) Sur ino para esta capital, se dispuso 01 g4nizar una División en la Provincias del Cauca y Buenaven­tura, al mando del Coronel Eu ebio Barrero, para protegerla contra las te ntativa de los facciosos de Antioquia, acaudillados por el ex-Coronel Salvador Córdoba . Ellos penetraron entre tanto en el Cantón de Supía, y la van­guardia de la Di vision, mandada por el esforzado Coronel J uall ..l\-1aría ,.ómcz, sorprendió el 3 de Enero un destacamento que tenía en Sepult11ra , marchando Juego hasta Rio ucio. Córdoba, que se hallaba on toda u fuerza en Abejorral, iguio el grue. o de la cohunna por o.~d.a~ entoncc Coronel le alió al <.:ncuentro al frc11tc de la 3· Dtvt ton, orn­pue ta d~ los Batallonc 6. 0 , 7. 0 y 10 y de la Guardia nacional de : la Provincia, y le dio una cvera lec ión, obligándole.- r~p~ ar la · cordill·ra por Guanac~s, casi en completo de orden. ttuu e d~ de : el 2.8 de IV1ayo la 3.• División en el Cantón de La Plata, ubncn- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETíN MILITAR DE COLOHBIA do por aquella parte las avenidas de la cordi1lera y amagando á Popayán, donde los facciosos habían establecido su bdse de opera­ciones. Obstinado en sostener una guerra de exterminio, aunque sin e peranza, lograron sublevar lo incautos indígenas de Jos pue­blos de Tierradentro en el mismo Cantón de La Plata, y formaron guerrillas que, capitaneadas por hombres como lbito y Guaínas, debían llevar á efecto el infernal si tema de lo guerrilleros de Timbío y La Laguna. Los pueblos del valle del Cauca, en la Provincia del mismo nombre y en la de Buenaventura, iempre fieles á las instituciones, exasperados con las vejacione que les hicieran sufrir los rebeldes, y entusia mados por los triunfo de que acabo de hablar, se conmo­vieron simultáneamente; atacaron á los facciosos en todas direc­cione , y el 23 y 24 de] mismo Mayo tomaron á viva fuerza los cuartele de Palmira y Cali, aprehendiendo en diver os puntos al­gunos cabecillas de importancia, como el ex-Coronel Córdoba y el titulado Gobernador Jaramillo. Pocos días bastaron para que el imperio de la leyes quedase completamente re tablecido en aquellos pueblo, in que pudie en amedrentarlo la amen za de Oband , que desde Popayán se preparaba con toda su fuerza· al combate. El puerto de Buenaventura, cabecera del Cantón de Raposo, de preciando lac; amenaza y seducc1ón de lo rebeldes, se había conservado baj el imperio de las leye , protegido por la goleta nacional de guerra Tet¡uentlama, mandada por el "reniente de nav1o Augusto M. Cabal, entonces eniente de fragata. Empero, no tuvieron igual fortuna lo Cantone de Micay é I cuande, de la mi ma Provincia. El Jefe de los rebeldes, que no reparaba en lo• medios para llevar á cabo u miras proditorias, logró introducir en aquellos pueblos sus agentes, que desde lueg sublc aron las cua­drillas de e clavo · , e timulándoles con la prome del má completo libertinaje; arbitrio inicuo de que ante se valieran en otro· pue­blos de las Pro incias de Pop yán, Cauca y hocó . .1\tlas el Co­mandantr · ]ose del Ro ario Guerrero, al frente de una pequena partida de uardia Nacional, e dirigió contr. los ublevaJos el 9 de Junio; y de pue de frecuente y sangriento encuentro en que siempre salio triunfante, <.:on iguió ometerlo, quedando pacificado el país con el combate que tuvo lugar el 24 de Octubre últim , en el paso de Mechcngue. Tampoco quedo exenta del contagio rc:volucionario la Pr - vincia del Chocó: allí, corno en uJas partes, no falto quien espe­rase medrar con la anarqu1a. Con umose el crimen el 6 de Ma •o, día en que Jos tebeld<·s atacaron en ]a capital las principale auto­rid des y en que el muy digno Gobern. dor de l Provincia, Joctor Eusebio Martínez Bueno, so tuvo u puesto comb tiendo ha t que rindió gloriosamente su vida¡ danJo as1 á los agente del Po- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. SUPLE lE T'l"O-GUE R DE 1840 d~r Ejecutivo una lecci 'n heroica de lealtad, firmeza y patrio­tismo. No fue empero de larga duración el triunfo de lo traidores como nunca lo será en e ta tierra. Bien pronto lo leales habitante; <~:1 c_ant 'n de an Juan tomaron las armas, y capitaneados por el 1 en1ente Coronel graduado J ose Mana Zorrilla, marcharon con­tra los rebelde á Quibdó, capital de la Provincia. ta operación fue bastante para que huyer n los faccio o in atreverse á re i - tir; y desde el 15 de Junio, el orden legal quedó e mpletamente restablecido en aqucJJa Provincia. La primera Divi ión del Ejercito se hallaba en Abril en la Provincia de Pan1plona, organizada en do columnas, de las cu - le la primera se pu o en marcha para e ta capital con el oman­dante en Jefe de la Divisi6n G~neral Tomá Cipriano de Mas­quera, de pue de haber terminado glorio amen~ la camp íla. La segund columna quedó en la Provin ia del orte a la ·órdenes del General M~rtiniano Collazo , para continuar la operaci nes contra los rebelde del Magdalena. En M yo ll egó la prirnera á esta capital, y el 22 expidió el Poder ' jecutiv un decreto orgánico del ejército. Formó e de de entonces con la r ~ y 3· • Divisi 'n, el Ejercito del Sur, cuyo mando uperi r e nfió al General Mo quera, que marchó el 8 de Junio par ci a. Di­rigió e la primer Di vi ión por escalone ' a Cartago, atravc ando ]a cordillera por Ja montaíla de uindío, de pue de haber hech un movimiento fal o obre La Plat para llamar la atención del enemigo ; y mientr tant con ervaba la tercera su po icion en aqud e nton, rnag ndo á Popa rán, donde aún e hallaba el Cuartel general de los rebelde . Logró e, n efecto, el fin que e propuso el General, p rquc pcnnanecieron en perfecta incerti­dumbre bre u plan de O?eracionc a mque creían adivin r que por La PI ta m3r harían la fuerza que debtan atacarlo . truyeron el camino de uanac para dirig•r m "' libr<.:mentc su atención obre el valle deJ Cauca, que be nclo pen .Ó on1 ter con un movimiento r:pido, sin o pechar que ya e tuviera ocupad por parte del jército. Mo\'ÍÓ e, en efecto, s bre aquella iudad h bía ido cupada por el General graduad Joaquín ~1. l .. n:iga, er t nce al frente de la 2."' columna d Ía 1. D1vt ton, compue ta de: los b tallones Muti nún1er 2.0 y 7. 0 y de la guar ta que e h bían reunido llena de CJ}tU ia m . ,a 1 ~ olun1n _ 4-·· Divi ión, e mpuc ta del b t Jlón número 5. 0 , tre C mpant de -artillería y el e cuadr .... n número 2.0 ,.manda la por el oroncl graduado J aquín Ac sta, ento.nc~ Tentente Cor r__td, h. bt mar­chado rápidamente de la Provtn 1 'e ntioqui a la dd auca) Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 44 BOLE'fÍN MILI'f AR DE COJ .. O~IBIA y el 10 de Julio se reunió á las fuerza que ya existían en Cali. Aproximáronse el 11 los rebeldes á aque1la ciudad, pero el Gene­ral Barriga que ya los esperaba, les salió al encuentro, y á poca distancia, en el punto de La Chanca, tuvo lugar una sangrienta batalla, en que las fuerzas del Gobierno triunfaron completamente de los rebelde mandados por Obando, y constantes de más de 1,8oo hombres orgauizados en cinco Compañfas de artillería con cinco piezas, tres cuerpos de infantería y siete scuadrones de ca­ballería. El General en Jefe de aquel Ejército habi'a llegado el 7 á Cartago, e impuesto de los movimientos del enemigo, marchó precipitadamente el ro con direcciÓJl á Cali, donde no pudo llegar sino dos hora después de la bataiJa; y se ocupó de dictar varias órdenes para la persecución de los rebeldes. En efecto, los cuer­pos del Ejército comenzaron u movimiento el 13, y el 21 les siguió el C:reneral en Jefe, que llegó el 24 á Popayán, de pués que había sido ocupada <"1 19 por el 5.0 batallón : dos días antes habia salido Obando con los derrotados que le acompañaban y los ele­menros ·de guerra ino á cos­ta de la vida de mucho ·ervidore dt la f•Utria y de fatiga inde­cibles. Mientras tanto trabajaba ()bando en Pa to para le\';tntar nuevas fu r7 . , on que qui. o aparentar que se preparaba.¡ ha er frente á lo l!..j ·tLit >s ~ranac.lino y ecuatoriano que debí. n atac rle por el Norte y por el Sur, de. pues que sus do Gencralc. e ha­bían puc · to ·n comunicacion par, arreglar u pi. n de oper cio­nes. n · fe ·to, el ]• jcr ito LCUatoriano, ituado á dos jornada de Pasto, marcho sobre at} u ella ciudad, arrolló la guerrill s S. La opinion de l Pr vincia de Pa to, q e en u mayoría era e, da \ ez más de­cidioa en favor de las in tituciones granadina , cooperó tambicn dica'Zmentc á 1 pacilic ción de aquel territorio, por medio de la Guardia nacional, q11e tan útiles crvicios h.1hía prc tndo en la pri­mera campaña. olo en el pueblo de L"l Laguna e manten1a en arma una pequei1e~ partida de aquell belico os in ltgena , á quie­nes tani lao E paila y alguno. tro cabecilla~ e citaban para continuar la guerra de e·~ ermir io á que tan aco tumbrado e ta­ban. La fuerza auxiliare e ntramarcharon p. ra el cuador, seguidas de u E ·celencia el C1en ral .Flor , qu · con u E tado !la} or alió de Pa to el 2 7 de e tu brc. l)o <.ha d(· puc e m pe- 7-aron también ~ march r p ra Pop. y.ul lo cucrp > del Jl .. ."crcit granadino, qued ndo en Pa to el B tallon numero 1. 0 J G ne­ral en Jefe: le iauió el 't de Tovicr brc, y llcaó d 14 a Popa­yán. La guerrillas que nuevamente h. bhn aparccid? en 'I irnb1 al au entar·e el Ejér ito, sobre todo desde que u •u? .tgu cauddl arria volvió á dirigirla , habí n afect. d la tranqudtd, d de aque­lla capital, tánta veces víctima de ·u lcalt, d. Principió e entoncc una nuev, y activa per ruc10n contra tan ob ti nado han doler de plecrá ndo~e tou 1 a par. o de 1 fuerza, ha~ta que el mi m~ rria 0lo~ Alegría)' otro abecill.1., de pué~ de ufrir un nucv de cal· br e acogieron ~1 23 Je. DI-ciembre al indulto publicado por ·1 cneral c..:n Jele, l m1 mo tiempo que en Pa to hacían otr tanto alguno tbct'illa , }' que en una y otr;a parte se: trabajaba con asiduidad p,.r. recoger el ar-mamento. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 46 BOLETíN MILITAR DE COLOMBIA Un mes antes había tenido lugar otro suceso no menos im­portante á la tranquilidad pública. La guerrilJa capitaneada por lbito, había continuado sus hostilidade en el Cantón de La Plata, y á su nombre otras partidas de salteadores se hacían notables en el Cantón de Caloto por sus hechos sanguinario . El Gobernador de Neiva, apoyado en la fuerza, ofreció un indulto á Ibito, cuya partida había tenido ya varios encuentros con nuestras tropas. Presentóse, en efecto, el 23 de Noviembre con alguna gente y armas, y poco después le imitaron sus compañeros, empeñándose, desde entonces, en que hicieran otro tanto los que aú.n se halla­ban por los bosques, y en recoger el armamento. Terminóse así la pacificación de las Provincias del Sur, en las que sin embargo subsisten hoy pequeñas partidas de malhe­chores, que e timuladas por el pillaje, cometen nuevos y atroces crímenes en el Cantón de Caloto, en el Di trito parroquial de Timbío y en el de La Laguna. La primera Columna de la primera Di vi ión y la Guardia nacional persiguen activamente á estos malvados, ha. ta conseguir su completo exterminio. Conclu1da la campaña del Sur, expidió el Poder Ejecutivo sus Decretos de 11 de Diciembre, licenciando el Ejercito; y cre­yó de justicia dirigirse por mi conducto á aquel Ejercito y á u General., manife tándoles la expresión de u gratitud. Campaña de la Costa La ciudad de Ocaña se había sometido á las legítimas auto­ridades á mediados de Abril, poniendose al frente de ellas el Go­bernador de la Provincia de Momp~is, s íor Pedro Peña. La ven­guardia de la cguntla Di isión, entonces segunda Columna de 1 primer, ocupó aquell ciudad el 19 de Abril, y lo demá· cuer­pos de la Divi ión que aún no estaban bien org nizados, se en­contraban en la Provincia de Pamplona> ó en marcha desde la de V clez. Los Cantones de Chiriguaná y de Valledup r, de la Provin­cia de Santa Marta, cuyos habitantes, siempre fiele á las institu ... ciones, anhelaban por una ocasión par sacudir el yugo de los rebeldes, lo vcri fic ron en el mes de Ivlayo ; v de de entoncc h n so tenido con sus opre ores una lucha desa trosa, apoyados por al­guno cuerpos de la egunda División. La rebcli<~n que se había exteHdido á todos los pueblos que aña el Magdalt:na, desde la Provincia de Mariquita, hizo due­ño á lo faccio os de su n vegación ; y dcsJe entonces e t&blc­cieron una flotill á las ordcues del extranjero Raftetti, con l cual o~~truyeron aquella vía de comunicación y adquirieron una mo­v. Jhdad que más tarde suplió al valor y á la di ciplina, y que ha s1do una de las causa prin ipales de la prolongación de la guerra. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. UPLE:ME .TO-GUERRA DE 1 40 Campaña de la Costa Repetidos encuentros parciales han tenido lugar en el Alto y Bajo Magdalena, inclu~o el del 4 de !vfayo, en que fueron recha­< los nueve buques enem1go desde el Puerro de Ocaña. Sin vtro re ultado qu~ el derramamiento de angre granadina y el aumento de las calamidades de los pueblo , aquel hermoso vehículo de nues­tro comercio, se ha convertido en el teatro de una guerra de pi­Baje y de exterminio, y los habitante de sus riberas gimen opri­midos por el desenfreno de los bogas de Raífetti. Vicente Piñeres, caudillo de los rebeldes que el 22 de Abril, había sido derrotado en la parroquia del Carmen, se había pro­nunciado el 4 de Mayo por el Gobierno constitucional en la Mar­garita, " pocas leguas de Mompó . Dirigióse inmediatamente -contra los rebeldes de aquella ciudad con cincuenta hombres que le acompañaban; pero aquéllos e encerraron en el cuartel y u adver ario se apoderó de algunos buques y elementos de guerra. Después de algunos cañonazos y de inútile intimaciones se diri­gio para la parroquia del Cerro de San Antonio, situada abajo de Mompó., sobre la ribera derecha del Magdalena, población que ya. e habta pronunciado por el Gobierno constitucional. Lo mi mo habían hecho en aquellos días, exa perado por el insoportable ugo de los rebeldes, las villas de Tenerife y Plato, y las parro­y uias de Pedraza, Peñón, Puntagorda, Guáimaro, Pibijay, Reme­( ino, La Cruz, spíritu Santo y otras. Al amanecer del 12 de Mayo Piñere fue atacado en sus posicione por la e'cuadrill de lo rebc:ldes mandada por Lorenzo H ernández, titulado entonc('S Coronel y despues General. Piñercs fue vencido sin haber opue to resi tencia; y e te acontecimrento sometió nuevamente á aquellos pueblo , y le pu o en m no de los rebeldes con los buques que tenía y un con id('rable depósito de elementos de guerra que ha­bla logrado reunir. Empero, no fue est la única desgracia que por entonces había de sufrir la caus~ de los pueblos, prolongando el termino de us ufrimiento . El Coronel Jo e 1ana onzákz, jefe de la. v nguardia "le la 2.• Divi ión, compue ta de cuatrocie.nt~s .hom­bre de sus mejores tropas, $e hallaba eA caña á pnnctplO de Junio; y estimulado por el entusiasmo popular que los rebel~e acabab n de reprimir " e ñonazos en el Cerro de an Antomo, concibió el proyecto de tomar a M01npos. . unquc ten1~ el rY ag­iialena de por medio y can.:c1a de fuerzas suttles que pudtestn con­trarrestar la cncmiaa •1 Coronel Gonz, lc7 marcho con todas b ) d . p s fuerza~, y las embarcó en cuantos transportes pu o reuntr. cr-fidos avi os impu ieron de este mo •imiento á los rcbddc , y e apo taron de antemano en las boc del Papayal para sorprender la 1 fu ·rzas del Gobierno. En efecto, lo con iguieron el dta 9 de Ju­llio, en un lugar donde nuestros soldados ni aun pud1eron tomar Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 48 BOLETÍN MILIT R DE COLOMBIA tierra para defenderse, porque todo estaba anegado; y el Coronel G onzález perdió con su libertad todas las fuerzas que mandaba, cinco bongos y nueve embarcaciones menores. Reanimó este su­ceso desgraciado á los rebeldes y desde entonces plagaron de gue­rrillas el cantón de Ocaña, haciendo á nue tros soldado la guerra de partidas que favorecían el país, el clima y la e ración que ha­bía hecho intransitables todos los caminos. Así fue que mientras el General Collazos se dirigió en persecución de las guerrillas al Norte de O caña, otras ocuparon aquell reducidas casi á un hospital. Aprovecháron e lo rebeldes de esta circun tancia, y por aquel brazo del Magdalena enviaron vario buque con el objeto de apoderarse de los auxilios que desde Hon­da continuaban remitiendo e; pero el Comandante en jefe di pu () sin dilaciCJn que el vapor con cuatro buque de guerra, á la órde­nes del Coronel Gregorio Forero, fuesen á oponerse a lo de ig­nios de los rebelde , con quiene e avi taron el 20 de Noviem­bre; mas apena se hab1a principiad el fuego de artillería, cuando se incendió el vapor. E te suceso desgraciado cau ó tal conster­nación en la gente que iba á bordo de nuestros buque , que por pri­mera vez hacía la guerra en el agua, que los abandono, echándose al río para buscar su salvación en los bo que inmediato : perdic­ronse, pues, el vapor y tre!.: bnque ma , con alguna pieza de artillería. Esta desgracia, en gue ninguna pa_rte tuvieran el valor ni la pericia de Jos rebeldes, ometio nuevamante el 11agdalena á u feroz dominación; y el 14 de Diciembre e apoderaron en la isla de A cillero de un con iderable carganv !lto de ve tuario y equipo, que el 6 hab1a salido de Honda con de tino á la z.a Di­vi ión, di persando al mismo tiempo una partida de reclutas. En aquella circun tancia la pe te, digno auxiliar de lo rebelde , descargo u a zote formidable s bre lo le ... les de la 2.• Di\ i ión que ocupaban el canton de Ocaña., y en particular lo que e ha- 1Jaban en el puerto de u nombre. De de el General, á nadie per­don<); lo cua rte le y lo campament queda ron reducido .i va­ro hospitales, donde ]a mu ne arrebató in piedad entenare. de.;. nue tros oldados, á quienes tantas vece re petaron la. bala ene­miga . ·rra ladado el Comandante en jefe á ()caña, ocupo e de preferencia en alvar los re tos de u Divi ión, é hizo conducir allí las tropas y elemento de guerra que se h Jlab, n en el puerto el cual fue nuevamente ocupado por lo facciosos, apoyados por la guerrilla«\ que recientemente habían establecido en Simaña Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 51 ue. ~ra' comun~caciones e n Chiriguaná quedar_on cortada ; y la ho tthdad ~ contwuaban allt lo mi m que en Valledupar, iin n ta­ble re ulrado . n hiriguaná y en imiti fueron vigor amente rechazado lo rebelde cuand intentaron apodcr r e de aquella po­b~ cione , va]iéndo e ha ta del incendio com ya otra ve e lo ha­blan hecho, para someterla á la pretendida federación. Carmon a, cu 'O carácter feroz había aterrado aun á lo mi mo revolucio­nario , redoblaba al propio tiempo u e fuerzo para prolongar ' co ta de lo pueblo u des· pera l. dcfen a, y forti fi ba la Cié­n g acaso para abrir allí d epulcr " los ultimo granadino· que sacrificara á su ambición. La operacione de que se ocupaba la 2. Divi ión y el e - tado en que e encontrab la plaza de artagena, e igieron im­perio amente que de Antioquia se dirigiese alguna fuerza obre la abanas de Coroz 1, par que amaga e por la e pald á rvlom­pós y llamase la atenci "n de lo iti dore de Cartagena. Empcr ta operaci ... n, cuya importancia e t ba al alcance de todo , no podía ejecutar e como el Gobier,no 1 de e ba hacía tiemp , tanto porque el Ejercito e hallaba empeñad en la campaña del ur, omo porque el punt de e hí, único que para la empre se reía practicable, e taba ocupado por lo buque enemigos. Por lar:go tiempo fueron inútile Jo e fuerzo del P der jectttivo para ejecutar e ta importante operación, ha ta que el 9. 0 batallon • llegó á Mcdellín. Reforzado allí por el depó, ito que e habta for­mado, e organizó una e lumna de cerca de ochoci nto. hom-bre , que el 2 de oviembrc se pu o en m r ·ha la orden· del Coronel J an i\1. ómez, iguiend por la vta de Valdivia, Ure, Cácercs y yapel, donde llcg<> el 8 de Di icmbrc. c~randc fueron las di ficultadc que en u marcha tu\ o que v ·ncer e ta columna, al atr ve ar p r trochas asi impracticable , montaña d ierta de má de treinta lcgu. ; mpcro la con t '\11 ·ia i mpr fu in e­par. ble del \'alot, le que dicnw tanta prueba lo dcfcn 01 e. de la leyc . J)c yapel e dirigió el oronel Gumcz l Cor ~al donde llegó ·1 21 del mi lll > me, cuando apena con\•cn·¡an lo rcblde del atr ,.¡lo m vimiento que habt.ln cjec:utado nu · tr ' tropa , apo 1 , da p r el en tu ia mo patri ó ti m­brc , s..c había hech temibl por u maldadc en qucl paí ; y al bcr la aproximación del Coron .. ) ómez, e retiró al punt de Oveja , que trató d ~ lortifi ar nl'icntra r • i bí lo· au. · ilio que habí pedido á M mpó y C, rt. gena. F.J 3 de n ·ro e ene n­tró nuestra de cubierta e n u av. nz::tda ,que huy ron en de >rden 2. su atrincheramientos. El Coronel G mt:z e table ió su colurn .. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 52 BOLETÍN MILITAR DE COLO~lBI na de manera que lo rebelde quedaron sitiado , careciend ha ta del agua. Principio e de de entonce un combate que terminó el 5, en cuya noche e completó la de trucción de lo faccio_o, que­dando en nue tro poder u jefe Orttz, titulad Comandante gene­ral de lo· cant ne de otaventG, 9 jefe y oficiale , cerca de 200 hombre de tropa, una pieza de artillería, alguna min cione y armamento. Mientra tanto el Capitán antiago Cantill·), al frente de una partida de guardia nacional, sorprendí el 17 de Diciembre la fueu.a enemiga e racionada en echí, y logro tomJ.rle· tre· bongos de guerra, una e cucha, roo fu ile y ca i toda la fuerza que allí se encontraba, con su Jefes y Oúciales. f..mpero, lo re­belde de tacaron iete buque de guerra e n 200 hombre , y el 1 5 de Enero reocupJron á echí, recuperando alguno tl~ u· buques. C ntinutba el sitio de Cartagt:na, que era auxiliada on ví­vere sull iente por lo buque extr njeros que no rec noctan el bloqueo. Vario enc-uentro parciale, habían tenido lugar, a ·t en ao-ua com er: tterra, ha ta que el I 5 de D:ciembre ultimo tuvo lug r un combate naval en la bahta de Ci pata. uestra e_'cuadra, á la órdt:nc del C pitán de na\'10 Rafael T no, venció y apre ó íntegra la de lo rebelde , con tante de un berganttn, inco gole­ta, do l))ngo v cuatro e,quifes tomando tod el tren de guerra e n m: de 300 pri ionero, inclu o el titulado Jefe de la e cua­dra, Antonio Padill , que quedo gravemente herid . El berg. nttn de guerra d u Maje·tad Brit'nica, C1rihdi cooperó fict1.ment~ á este triunfi , en repre alia de lo atentado cometid por 1 titu­lada escuad ·a feJer 1 contra lo ubdito británico y su prooietla­de, en p rlicular la g leta ingle a Lit/le lf/illian, abordada el+ de Diciembre, frente á 'rolu, por do buque enemig que tomaron po e · ión de ell y la robaron, conduciendo amarrado al Capit n y á cu ntas per onas habta á u bordo, egtín re ult de la comu­nica ionc ollciale· que e han remitid á e. t. cret, ría. Al mi - m ti mpo la perfidia de un . licia! en el baluarte del Redu to había p e t en poder de 1 1 e belde el arrabal de J e maní, de la plaza dt! Cartagcn ; per el triunfo de la e uadr h bí ·1 reani­mado 1 en tu ia:-m tle lo itiado., y la plaz,\ e so tení on vi­gor, h. ta que, cn on ecuenci.t d 1 triunf(> de ( veja·, Carm n. h::v. nté, ·1 itio y ufrió en u r tirada una gr· n pérdid •. al <.·r el e tado tic la- op::racio1t militare, cgtín las tílti­ma tH ticia r ·cibida en el de pach del P nlcr Ejcr.utivo, cuan­do e recibieron en él la e munica iones del ,.cneral en Jefe del F..jér ito de la Co ta, en que ~u1unci ·l de de caña, con techa 2 d · E ·brero IHerior, el completo omcrj•nient > de los rebelde al cbicrno con titucional de la República. E. te ometimient im­portante, en que ha tenido una p. rtc po itiva la influencia del onorable señor Roberto Stewan, ncargaJo de negocio de Su Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .3 hje tad ritánic h t rmi!1ado en la ue\'a .sramH a _ ·glín de creer e, la fune ta y om111o. a aucrra <.le rcbclic)n · 1,ue q e 1 l) . . J.> -" ,, ) 11 a ;c~\'tnCl~, t~, habta t~­md que reprender en el púlpito en un crmon de m1stone , nadie crey6 que e to fue e motivo de rebelión (GtiCtftJ dr la 1ruva Gro­' uular número 410). Es verd d qu un olo Dit utado, t.:l doctor Alan u el del Río, neg<> u oto al proyecto, y que el General an- ~1¡ toria ele la gtttrra dt. 1 8.¡.o, publicacla por el G~?.er:tl Tom.is C. de M o - , uer en 1 g 43 • compr~ntle 1 .. 0 p~gin. ~n ~.0 . m yor, te: narracton, y t 50 d~ docmnent~s, ~ ~ importante )'·• por los detalles que contiene y ~orqnc el autor tomo parle prm- 1 • • 1' · !'eh' a guerra. al prinduio como ecret:mo cl~l ramo luego como egundo ctpa 1 1ma en e 1 r" E' · · 1 N 1 E t , ~~ General Hcrrán, y. r úhimo como Jefe ~el. Jerclto n e orte Y, en e . ur. n e e 1 en lo :'Interiores e ha upnmulo lo qu no e rel. c1ona d1rect mente , ocumento, como · : con 1 opcu iones militare . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 54: tander preguntó al señor Mosquera i aquella dispo ición no ería alarmante en Pato. E te, que conocía á Villota y al Obi.po, no dudó que cuando ello lo proponían, el negocio no sería de mala con ecuencia . Tal fue el origen ostensible de la re,olución de la Nueva Granada, poco me e de pues, y si el Pre bítero Villota no e hubiese mezclado en ella en Pa to, .te no habría llegado á moverse por tal causa. Efecto qtu produjo en Pasto la noticia dt la diuusion tlt la lty s?bre suspension de conventos mmorts. lntereus opuestos que u reunit­ron para hac:tr un m'Jvimiento. Mulio cardinal que u pnpusieron I'Js facciosos para l!t"lJ flr á cabo el levantamiento. Al saberse en Pasto que se di cutía en la Cámara el proyecto, se propusieron lo anar­q ui ta que ha l.)Ja en la ai u dad, de con~ u no con los fraile , que te­nían que dejar us familia acrílegas, y algunos a ilado del Ecua­dor, valer e de esto para una revolución. Tres clases de intereses pue to se reunieron para la conspiración: primero, los anarquis­tas granadinos, á cuya cabeza estaban lo agente de Obando en Pa·to, de los que los principales eran Alvarez, Fidel Torre y los E pañas, qu~ querían lanzarse en una revolución, de lo cual tenía informes el Poder Ejecutivo desde Octubre de 1838, como lo afir­mó el 3 I de Marzo dt! I 840 en la Cámara de repre en tan tes ~1 Secretario de Guerra, con documentos que nadie objetó (Diario dt !'.ls rtuniones de la Cámara); segundo, los asilados del Ecuador, que encontraban en una revolución en Pasto e) punto de apoyo para volver á aquella republica; y tercero, los fraile, que por e te medio e perpetuaban en el país, viviendo Ücencio amente, y dis­frutando de los bienes que la piedad cristiana hab1a legado al culto divino. Hab1a entre aquellos religioso hombres digno de aprecio, que de pues pre ·taron eñalados ervicio. al Gobierno, con quiene no debe entender e la cen ura. ¿ Cuál fue, pues, el medio para conmover al pueblo? Ganar primero al candoro o y credulo Vi Ilo­ta. Pre en~·íron ele alguno de e to mi mo hombre~, y le invi­taron á defender la religión: le hacen ver q JC en e) Congreso ~ había discutido un proyect de ley que privaba á lo obi po' de dar por 1 la hcencia de predicar y confe ar; logran que se llene de e crupulo por e te primer informe, y de pue de un crmón excita al pueblo á la rebdión, y montan o á caballo con el e tanJane de Santiago en la mano, oprime con una ma a de nu de 5 ooo hom­bres al Gobernador Chave y al Jefe militar 1\llayor l\!luti , obli­gando a aquel magi trado á firmar un convenio depre ivo de la autoridad publica (Gnceta número +lO). Aun n e ab1a en Paro i e hab1a o no sancionado la ley ( 1 ). ( 1) El decreto legisltttivo uprimienclo con \ento· meno re no ólo en el Sur sin también en C:\ftago, expe,Jido el 27 de M 1)'0, fue ·ancion:••lo por el Ejecutivo el 5 de Junio y publicad l en la Gtrceft~ de 9 del mi,rno me , que st pudo haber lleg.1do por ex­preso :í Puto el rha 30 d 1 cit;ulo Junio, aunque On cretan tambien lo miembro., del Gabinete que:! otro enan lo , medios y pretexto para re llzarla, por lo cu 1 m ntcnlan fijada 1 atenci r. en e - an~re ~.. . n;a . 'lart.a. í la o a , a l doce de la noche del 13 de ] ulto llego a la cap1ral un po t enviad por el obernador de Po­pa y· n on de pach ·, noticiando lo acontecimientos del ur. 1 dt i~u~ente> a 1 ~i de la mañana, e cito para Con ejo en a del 1uu tro d~ H cten a, qu e taba cnfcrm , á fin de re olver lo -conv~niente y adem .. , el Pre idente rdeno en el acto que mar­<: hara á Pa to el General Herr n, quien a epto gu to o la delic d conu ton que qucl funcionari le encomendaba. ObnndiJ y In r volución - De de que el doctor 1larquez se po­esionó de la Pre idenci > el eneral bando ·e hab1 retirad del er icio actÍ\' , y ·e ocupaba en prom •er en Popa\7 n junta po­lirica llamada Gran "nulo, a la vez que era el alrna de lo rrab - jo que lvarcz, 'I'orre y E paJ1 ejecutaban en P sto para pro­vocar una rev Jucion, y el era el que hab1 lanzado nte al Ge­neral aenz. en una emprc a temeraria. Los cnerale Herrán y I iosquera, mbo ecretario de Est do y que e noct n al hombr y el terreno, ni aun por un momento pen ron en nombrarle Jefe para que pacificara el ur, pue bien comprend1an que el ej rcito u e se hu hiera pue to á la órdene de di eh eneral con tal fin, le habría cr ido para dar mayor en anche " la rebelión . 1 Ge­neral bandn í creyó que e le con fiaría tal comí ión, y en Po­payán dijo públic mente : « Ire, pacificaré á Pa o· pero necc ito organizar el ejer ito con Jefe de mi e nftanza. A ariciab esa e peranza cuanJo de repente lleg el ener 1 Herr na Popay "n J quedo burlado en u propó ito . Disposicion s y medidas tld Gobit'rno · actitud dt la oposicion t!ll la capital-Los miembr de 1 po ición, que ignorab n la parte ue t nía bando en la rebelión de Pa to, apr baron de de lueo-o la medid. ~ cnérgic del obierno, 1 ue de ·ab. n mo tr r e om hombre m. nte del pr gre y enemigo d ·1 fanati mo. 'l P - dcr Ejecutiv di pu que de Bo otá m r .. llar( al . ur l B~t llón úmcro 1 •0 ; qu de Cartc gen ) p<.>r P nama, lo htcter n d Bate- TÍa de artillcrl. con 1 terial de camp ñ · que en Antioquia, eiv. 'r 1 oo-otá e fwrnar 11 l . talione 6.n, 8 .n y 9. 0 , n igual l~ ti no~ que · llam ra 1 rvicio :l J • t llón ~e u rdi nacional de P p } an y uc toda a f •erz , re .. m.ld ~on el m di@ Batallón nu mr·r 5.0 , que gu rncct e t ulum. tu 'd\ con tituycran un )ivi ión re pet blc e paz de d minar l. r vuel-ta r ntcrinamente e ene rgo el ecretano de uerra de la cartera , del Interior y e dic:tar n 1 ord'ene del. e para h cer fr~nt~ a ' .una conR gr ión gcner J, pue 1 obierno ya n q edo d~d· .de que la guc~r e tall rí ·n breve pl ·1.0 en toda 1 Repu blt Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 56 llOLETL. ULl'l' .\R DE Fl ('Jcncral Herrán mar hó al 1r ~on f lena fa ult( de , e in - tnuJo rie la demá meJida aJoptada pata que 1 ac i n del ejercito t: ujetara en todo el pat ; un plan bien oordinado . .,. o podta el Prc . identc conceder á lo ublevado lo que pe(han con la ar ma en la mano, porque tal acto habna ido la muerte d la in titucione . i Luis x v 1, en vez de ceder ante lo re olucio­narios, quizá por mal enrend1do amor al put.bl , hubiera re i tido en u palacio con la arma en la mano, de seguro no haoría muer­to tri. temen te en un patíbulo. El Gobierno que mue tra debili­dad cuando puede contar ron el apoyo del pueblo que lo eligio, e hace indigno de regir el pa1s. Por e to el Gobierno no pen. ó en tran igir, aunque í en perdonar á lo que, reconociendo su error, volvieran obre us paso . Debía mostrar e fuerte para que no e atribuyera á temor el u o de la facultad que le daba la Con titu­ción, de conceder indulto y amni tía . Pr fuerte de 30 hombres" cuando el enemigo rompió us fuegos y logró rechazarla; entonc.e Mutis voló á ponerse á u cabeza, logrando reanimarla de tal modo, que con ella cargó á )a bayoneta, ca i orprendió á lo pa tu os, y en bre e pero recia lid arrolló al enemigo, e decir, á lo hombre que ocupaban una posición donde un puñado de hombres puede detener un ejército. El movimiento de Muti fue apoyado por Batallón número 2. (Comandante Guunán), y el re to de la di­visión e ap<:>deró, entrefanr-e, de la po ición de Matabajoy. El General Herrán avanzó luégo obre Orteg~, donde die un día de de can o á la fuerza, in que ocurriera otro incidente que ligeras escaramuza de las guerrillas de vanguardia con otra del enemigo, el que con el grueso de ~u tropa habfa ocupado el cer­cano pueblo de B ue aco. Así la cosa , . tuvo noticia el General Herrán de que el enemigo e había replegado á Chaca-Pamba, . entonct él siguió in demora " Bue aco, donde acampó e a mi - ma no he, ante de lo cual envió un de tacamento á guardar e pa o real del J uanambú para cubrir sus comunicacione con Po­payán y a egurar la llegada de los refuerzos que avanz-aban á ór­denes dd Cor nel B ustamante. Buesaco )' La ocupacion d~ Ptnto-Tan lueg como el Genera. Herrán ocupó á ue aco quedó cortado, porque el famo o André Noguera e pu o en arma y obst.ruyó la montaña de .... Berrueco . Los rebeldes, que contaban má ,de 3,oolo quedaban unas poc-as partida en arma , por lo cual el I 2 de Septiem brc orden<) el General Herrán que los guardias n cionalcs volvie en " u hogarc . En cfc~to, h b1a terminado la prirrera rebdit)n de Pa to, per iba á principiar la egunJa ya in má cara ni di fraz.. CAPITULO II • ttúln•m:;iótl dr.l Sur n aparente calma e taba el ur, cuando el General Herrán supo su ejvamente, el I 2 y el 21 de Septiembre, que Noguera volvía á ejcr er u licio de bandolero en el camino real, y que un piquete de 50 hombres de milicias de Juanambú y El -rabión Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~ PLF.JME '1' - 5 de lo ómcz había ido orprendido por los facciosos mientra dorm.ia, por lo cual hubo d~,d r las órdene del caso para empr~n­der 111 den ora la per ecuc10n de aquel faccioso. • J. agucra )' Oba1.ulo-L reaparicion de ogucr en arma al orte de Pa to y la tn~olenci quemo trab n lo indio· de La La­guna per. uadicron al eneral Herran de "lue eso to cos hombr · no proccd1an por cuenta propia, por lo cual contrajo u at nci n á de cubrir la m n que lo gui ba y muy pront pudo saber que al­guno de lo· fraile de los conventillo. fomentaban la guerra, que dC'll d de lmaguer hab1an ido municione á lo ublevado . Por ·u parte el Jefe militar de Pop yan tu o noti ia de que en la misma ciudad lo partidarios de bando tra reunir alguna munici ne tambi(.;n las habtan enviado á ,.oguera, y que arria, quc andaba prófugo huyendo de un juicio criminal que e le adelantaba en el J uz.gado de r .& in tanda--preparaba otro levantamiento. E ta el a e de hombre como b ndo y Sarria, cuando e ven JI m a do á re ponder por u delito , exclaman : '' 1 o hay garan­tia , e mene ter que nos ublevemo 1" Entonce el Gobernador e Po~a} án propuso al Poder Ejecutivo, que 1 fi cultara para in­dultar á arri , indicántlolc que e peraba comprometerlo á qu obrara contra lo rebelde de Berruecos. El doctor Ram n Rebo­Hedo, ' quien Oband y Sarria a!>e inaron a angre fría en 1 8~p cambien fue de lo que .e empeñaron por ese induJto. Alguno otro ciudadano de Popayán,temiendo que una vez lanzado el gri­to de co11ur carne, con que Oband ublevaba á lo emisalvaje de la breila · de otará y TimbJO, e encendería la guerra, e cribic­r n á Bog t para que e concedie e el indulto ' aquel forajido, P.ue no tenían lo juece cóm aprehenderle, porque, señor de vida y muerte, todo el mundo le wmblaba en aquell . mpo y nadie o aba de larar contra éL P r ju tificar su petidón exponían que a bab de qued r impune tlel rapto que cotneti6 de una ,. doncella, arranc · ndo.l al padre de u br zo, porque entre e o b rb ro· cncontro qUJene declar en que en ei dta y á e a hora e t. ba en otro punt ; el te timonio de la joven r del a.nci no padre quedó anulado, ' á los agr 1Íado r,o qu· dó otro rccur o que el llant y la confc rmid d ¡ue d el tiempo. E .. a partid d(.; forajido abe emplear oportu-namente ) arte de probar oart d . . ada ''e~ que ha H\ un juicio, band \' -u. tcmentc arn~ intimaban al paí con una rebelión. uando al prtmero e cobro una de la barr de or que e r bo en el orreo de Micay en 1.828, re pontlió : "e o e t.. comprendid en el indulto 9ue 1 dio el Libertador y si e me decn. nda, me pondrc con 1111 g ncc en La Ladera, y ,que me v yan a br. r:, En r umen, Popay n, p r una (: talid d ine plicablc, e ta ~ baJO l~ feru1a de t. les hom­bre ; en ticmJJO de la Indepcndenc t a ft e d.wz y nue .e vece t.!­'~ da ú ocupapa, alternativamente, por real1 ta y p tnot s, . luc- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 60 BOLF/ rÍX MILITAH DE OLO lBlA o-o, en la gue rra c i vi le , i e m p r e h a ido saq u cada y roba da por k) re be lde , h a t a e l p u n to de qu e las tierras it a a l Snr de ella han caído en me nos prec io, po rqu e much o no e a t ·e vía n a po-eerlas ni a un á r e di fica r s u a rruin adas c a a . Obando pretendió lu ego en vano di culpar e del cargo de a utor de la re belión. Los indios de Timbfo no están rna civiliza­do que los araucanos, y no alcanzan á di tinguir entre el Gobier­no de la Libertad y el del rey. Al principio fueron realistas, y des­pu és guerrilleros en nombre de la religión, del rey y la libertad, juzgando que estas tres palabras son sinónimas, porque á nombre de ellas saben que tienen derecho de robar la haciendas de la per­sonas acomodadas. Muchos de esos hombres, viendo á Sarria divisa­do de Coronel y con buen sueldo y hacienda, creyeron que podían con eguir lo mi mo por idéntico medio, es decir, provocando con­tinuas revueltas. Desde que Obando regre ó de Mercaderes, á donde había ido so pretexto de negocios, pues estaba enjuiciado por el asesi­nato de Sucre, venía firmemente resuelto á ejecutar su plan, pero quería darle un carácter más general, y ponerse en contacto con otros que quisieran alzarse en otras partes, para así llamar la aten­ción del Ejecutivo á diversos lugares, lo cual, como e comprende, faci 1 ita ha el triunfo de los u blevado . Acontecimientos en Pasto--Conforme queda dicho, algunos frailes de los conventos su?rimidos y sus allegados se- unieron con algunos ecuatvrianos para dar elementos de guerra á lo rebelde cuyo número engrosaba de día en día, y aun cuando el General Herrán había aumentado su Divi ión con ]a fuerza que le Jlevara el Corone l V esga, ella no tenía un efectivo suficiente para seño­rear toda la cotnarca v desarmar lo diverso distritos en donde había gente en arma . ~ Lo vecino de la ciudad, que al principio se mezclaron en el alzamiento, arrepentido , de~pue de protes­tado así por escrito, se armaron en favor del Gobierno. Reduj é ron s e entonces las partidas rebelde al corazón de la monta ña de Berruecos, á donde mandó el General Herrán diver­sa columnas en s u persecución, á fin de vencer y destruír á No­g uera, y durante !a cual fue cuando se aprehendió á dicho cabeci­lla la corre spondencia que había mantenido con Eraso, quien has­ta entonce aparentaba estar defendiendo la cau a de la legitimi­dad, por lo cual fue pres o y remitido a Pasto. Durante e ta campaña tuvieron lugar los combates del Ba­rranco, H uilqui pam ha ( r.0 ) y vario m á , donde los rebelde espe­raron con bno las tropas del Gobierno mandadas por V esga ó por Herrán en persona. Los rebeldes habían procedido con tal actividad, que tanto Noguera como España tenían a sus órdene sobre 8oo hombres cada uno, con lo que, después de dar un asal­to á Pasto el 16 de Diciembre, por un movimiento rápido y bien combinado, revolvieron sobre La Venta, en la e peranza de sor- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. U LE~lE :rTO- UERR DE 1 4 61 recibió el ncral b d.in l le avt ner , rno te - Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 2 OLE' · .. T nni!VAR DE 'OLOltBIA tigo presencial, y en eguida pliego de las autoridade de Popayán, omunicándole el mi mo hecho y pidi nd le que in demora en­viara 200 hombres para defender la ciudad, en la cual no e i tia otra guarnición que alguna milicia local y uno pocos cterano . ,n efe to, de de que Obando llego á su hacienda de Las Piedra , cerca de Timbío, se pu o en contacto con arria, López v otros guerrilJero para organizar la sublevacion que ya tenia re­. uelta. Segun el Oficial López, que Jo cu todiaba, debena reali­zar e el plan á lo que aliera una e colta de Popayán . Dicho Oficial había avisado de·de Mercederes el regre·o de Obando, quien para ello pretextaba ce que u per·ona corría ríe goal pa ar la montatia de BerrueC"os, porque estaba empalizada,, no obstante que el cami­no de La V cnta por El Cabuya! a Sacandonoy estaba fr nco,pue to que por el pa aron las comunicacione y los , · 26,ooo que e en­viaron al General Herrán y eran objetivo de Obando corno base para us labores. En virtud del dicho avi o, el Gobernador de Po­payán, ordenó que el Comandante Masutier, que partía para Pa to con la última tropa que quedaba en la ciudad, e hiciera cargo del acusado. Conforme queda dicho, la rebelión de Ti m bío e talló el r 8 de Enero, al mi mo tiempo que debía aparecer otro movimiento armado en VeJez, y en otro lugar se menciona lo ocurrido en e ta ultima población y la parte que en eso acontecimientos corres-pondí o á bando. Ruolucio11 de Herran tn vista del pronunciamiento de 1/m­bto -El General Herrán no perdió tiempo en apurar su opera­cionc de de que supo que bando regrc de Mercaderes, de ucrte que cuando \'Olvió el Comandante Córdoba, ya lo ncon­tró con u columna en marcha para Popayán, la que·su pendió por una horas entre tanto recibía un refuerzo que pidiera á Pa to) cuya ci Jad quedaba al mand del Coronel Lind , con rden é te de obrar sobre gucra y E paña, quiene habí n proclamado por jefe á bando. ·ran luego corno el General Herr n llegó á Patía, el 30 de .. nero, e le pre · ento ·1 Capitán Diago, que ~e habí cparado de )bando, y el ,cncral lo comi iono para que llc\'ar á e te últi­mo una carta n que le llam ha al orden y le ofrecía garantía y ~guricladc . Con el mencionado (lpitán marcharon tambien lo i\llayor · Gttitán y U átegui, el primero con in tru done para <¡ ue tuvie e una ntrevi ta privada con bando, y el egundo con 290 hombre , para que e fuera aproximando á P< payán y í hi-i ·ra le\'(tntar d sitio que le pu ieran lo rebelde , cgún lo habí abiclo en el tdin ito. Pt'l·dida d una partt d~ lr1 vanguardia .--E ta columna de vanguardia debía ir a poca di tancia de la de retaguardia, con que m r haba el General, y era regida por el Mayor Muti ·; pero un torrn nta pan tosa, de aquet1as que on com~n s en la zona tórri- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. l"PI,EMEl"'l'O- UEHR E 1 · 63 da, impidió que e ta ·egunda columna durmiese en el lugar eña­lado para la etapa, y d omandante de ]a primera, in con ideración á e te uce o, que habta vLt de de u campo, iguio la marcha y pernoctó en La HDrqueta (hoy Dolore ), el día 1. de }1 ebre­ro. El día 2 c-ontinu · u movimient in aguardar tampoco al General quien ju1.gaba lo e peraría en 1 alto de La HDrqucta . Al llegar U tegui al no ~Jilcacc, tuvo noticia por el apitán l)ia­go, que iba adelante, que el n migo acababa de llegar á la cum­bres que lo dominan r la dere ha, lo cual pre uponía que la co­lumna hiciera alto y t mara po icione · pero lo expre ado j fes, lejo de adoptar tan bien aconsejada medidas, pa ar n el puente y continuaron u marcha . Poco momento de pues upieron 1 s Jefe legitimistas, por el Capitán Diago, que allí e taba Obando, y Gaitán igui ' á ver-e con el para cumplir u comi ion, egun dijo á los ficiale ; en eguida U cátegui mandó al apitan Echeve

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año III N. 105

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