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Fecha:
02/12/1849
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LA· JERINGA.
PERIODICO LOCAL.
TlUlIL l. Bogotá. 2 de diciembre de 1849. NUBI.2.
10 SOl CONSERV!DOR.
" j Impoeíble ! no señor,
Que yo soí con8ervador."
I.
Vea usted, señor Mariano,
El Congreso soberano
Que en el año de cincuenta
Se reunirá, tendrá en cuenta
De nuestros pueblos los males,
I el monopolio de sales
Tal vez abajo vendrá:
L Sin duda usté apoyará •••• 1
" ¡Imposible! no señor,
Que yo soi conservador."
11.
Despues del saludo previo
Le dije yo a don Eusebio;
Mejorar nuestros caminos
Queremos los granadinos,
A ver si de esta manera
N uestro comercio prospera
Hadéndolo revivir;
i. No querrá u ted escribir ••••
.. ¡Imposible! 710 señor,
Que yo soi conservador. "
m.
Aunque es hombre bien rehacio,
Acerquéme 11. don Ignacio
El cual me habló de política;
.. Nuestra posicion es crítica.."
Me dijo con tono enfático,
1 dije al excatedrático
i. Será bueno reformar
La Constitucion, i dar ••••
" i Imposible! no señor,
Que yo soi cOMervador."
IV.
Iba despacio don Lino
I le alcanzé en 8U camino,
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10 LA JERINGA.
Le abordé, i dije, se anuncia
Que pronto hará la renuncia
De su pmgüe actual empleo,
Cosa que en verdad yo creo,
Pues causárale sonrojo
Servir al partido rojo;
" i Imposible! no señor,
Que yo soi consel'Vador. "
~-
LOS PARTIDOS 1 LOS tOLORES.
(Coutiuuacion.)
Qué color, pues, les con"iene a esos
señOTes que no tienen color propio i fijo?
Tal vez no lcs con\'enga ninguno, como
ya hpmos dicho, i su divisa será un arco
iris, si bien esta sería una ridícula ironía,
porque el sicrno de la paz no pudiera jamas
ser la ensl'fia del partido qUA solo quiere
guerra i vellganza, aunque por otro lado
la teme. N o hai que dudarlo: la luz de la
razon i del buen juicio, la luz del patriotis.
mo, que por una lei eterna de la naturale.
za arde secretamente como una lámpara
en el corazon de todos los hombres, se
descompone en todos sus colores, tintas i
matizes al pasar por el prisma de las pasiones
ciegas j exajeradas de Qse partido
incorrejible. I esas tintas se mezclan i
confunden de manera que es imposible
distinguirlas.
Horno dicho que en un solo punto están
acordes los individuos que forman ese
partido hetorojéneo: en el deseo de tras·
tornar el actual 6rden de cosas para me·
drar. Ese es el punto oc reunion a donde
quisieran salí r todos ellos por dbtintos
caminos. En lo demas no hai uniformidad
ni concierto, i llicil es convenCCrse de ello
al echar la "ista ~obl'o todos i cada uno
de los elementos do ose partido, o sean
los ingredientes de esa conserva.
i Están ellos acordes en opiniones po.
líticas 1
No ! unos son monarquistas, otros republicanos,
otros absoluti tas; aquellos no
ven sino ciertos hombres: cuales confunden
a Mosquera con la política i a Mariano
Ospina con la patria, o a Herran
con las instituciones, i cada uno de cstos
clama i trab!\ja por elevar al amo que ha
de protejer mejor sus intereses, que. tamo
bien confunde con los intereses de la nacion.
Este es demócrata, aquel hace diferencia
ontre nobles i plebeyos, quiere
privilejios, monopolios, i eselavitud i virga
férrea para el pueblo.
i Están acordes en principios morales
relijiosos?
No! entre los descoloridos los hai comuni
tas, i comunistas desaforados, implacahles
; hai ateos, dei stas, materialistas,
prote~tantes, fanáticos, camanduleros, jesuitas
rematados, i antejesuitas de los finos;
los hai volterianos e impios de carita, i de
careta, i aun de dos caras; hai iconoclastas
i jcntes que creen a pié juntillas que
los santos de madera i de yeso son los
mismos mismísimos que están en el cielo,
i que se revelan a las santas mujeres.
Pero esto no impide que esa masa informe
i heterojénea posea un el~mento
dominante que le da su carácter jeneral,
i que por su mayor peso se lleva el plato
de la balanza. Ese elemento es el elemellto
fanático, compuesto de una parte de las
masas ignorantes i abyectas, de los f:'lnáticos
e ilusos de buena fé, de los hipócritas
que solo miran la relijion como medio
i no como objeto, i que proG.'lnando su sagrado
1l0mlJre, solo quieren pelechar a su
somhra, i elevarse bajo su enseña.
Es como si dijéramos, para continuar
nuestra metáfora de jeringa, que tenemos
entre manos una cajeta de consen'a compuesta
de diferentes cosas, pero que solo
lleva un nomhre: en su composicion ha
entrado guayaha, mango, manzana, batata,
azúcar blanca i azúcar lIegra ; pero se
vende con cualquier nomhl'e, que esto no
importa, i el que se la trague sabrá hacer
allá la debida diferencia.
Pero si ningun color limpio i distinto
conviene a esa cOllserm rancia i endurecida,
quizá le convendría alguna combinacíon,
porque en la pintura, como en la
química i farmacia, las combinaciones
producen los mejores resultados, modifican
los efectos de los imples.
Combinemos, pues, varios colores, segun
el significado que tienen en el lenguaje
de las flores i los colores, i "éamos
si podemos aplicarlos al partido para que
de una vez adopte un pabellon, que bien
puede constar de dos o tres colores, como
la mayor parte de los pabellones.
El amarillo pálido i el carmesí unidos
significan gazmoñería: "can si les convicne
esta divisa; metan la mano en su
pecho esos señores encapotados que salen
de la iglesia respirando ó,lio i vonganza,
i que al pedir a Dios en sus oraciones por
la paz i concordia entre los fieles i príncipes
cristianos, se reservan, como buenos
jesuitas, el desear la discordia para
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LA JERINGA. 11
~.~--~~-
su patria, i el esterminio para sus hermanos.
Ya se \'é! sus hermanos los rojos
no son príncipes, ni SOIl cristianos: son
herejes, i como tales es preciso quemarlos
vivos (que muertos no tendría gracia)
segun los estatutos i reglas del Santo
Tribunal de hL Inquisicion, que Dios mediante
j el triunvirote romano, han de ver
ellos establecido aunque sC'a sobre los cimientos
de nuestro Capitolio.
El amarillo vivo i el gris reunidos significan
envidia. Pero de qué pudieran los descoloridos
tener envidia, ni a quién ni por
dónde? Envidia de que el pájaro voló i
se han quedado contando los palos de la
jaula, i sus¡Mrando al ver el plato en qné
comía 1 Envidi!l. de que otros han venido
a ocupar el lugar que ellos ocupaban, caliente
aun, i a riesgo de que se les peguen
sus enfermedades 1 Envidia de ver que
el pais progresa i marcha tal cual, i que
a esta marcha de progreso no está unido
BU nombre j el de sus amos 1 No! delirios
son C'stos de los rojos que al verse tan
altos no tienen envidia de nadie.
El azul con el amarillo significan paciencia
• ••• Ai! hermanos! que bien necesitan
vtle amercedes de esta comhinacion
l Paciencia! palabra dc-sespcrante!
socorro que irnplor::\nlos condenados!
cuánto no darí~n estos por un poco de paciencia!
Los descoloridos, aunque bienaventurados,
han menester una d6sis mas
que regular de este específico o panacea;
i no les sentaría mal una lavativa do él
con nuestra jeringa. Pero lo peor del caso
es que la nece itan por mucho tiem.
po .••••• mucho! Tengan, pues, paciencia,
hermanos. Cuidado con perdorla!
porque se espon"ll a volverse viejos ánte~
de tiempo. Tengan paciencia por Dios, i
adopten en su ostandarte conservoro 01
azul i amarillo.
El azul i 01 negro indican hipocresía ....
Zape! • • •• A los descoloridos se les pudieran
perdonar todas sus [,'1.ltas, si tuvieran
siquiera la franqueza do jugar limpio,
4 no ocultar sus mañas i resabios bajo la
capa del bien público, de la gloria'de Dios
i la. salvacion de las almas. Dijeran ellos
claro: quoremos mandar, queremos sueldos,
queremos honores ¡distinciones, i no
importa los medios de que para ello nos
valgamos, i entónces nos entenderíamos
i sabría el pueblo a que atenerso. Pero apeo
llidan patriotismo i relijion donde se dejan
ver patentemente las uñas del ¡nteres
individual. Eso •••• sino se llama hipocresía,
no hai nomhre que darle.
La mezcla del azul i violeta esprosan
moderacion. Las producciones de su prensa
i su modo de espresarse dirán si les
conviene este emhlema, i si el partido de
los descoloridos, antagonista i antípoda de
los rojos, es, ni puede ser, un partido moderado.
Buscar moderacion en sus opiniones,
en sus actos, en sus palabras, en sus
aspiraciones, o en sus pasiones, sería pedir
peras al olmo, o brevas al alcornoque.
La combinacion de azul i pardo significa
penitencia. i Sabrán los descoloridos
lo que quiere decÍ!' esta palabra 1 Deben
saberlo, porque los santos vivon haciendo
penitencia; esta es palabra favorita suya:
la penitencia para alcanzar cl reino de los
ciclos! Ello~ saben que el ayuno, oracion
i limosna constituyen la penitencia
aconsejada por Jesucristo i por los apóstoles.
Pero a la penitencia por sus pecados
mortales deben unir ahora la penitencia
por sus pecados políticos. Si! hermanos,
haced penitencia pam alcanzar el
perdon de vuestros compatriotas i hermanos,
i para afianzar con V\lestra buena
conducta ulterior, no el reino, sino la República
i la verdnrlC'rH, drmocracia, quo (\!I
el fin a que n~pir:\lnos todos los buenos
patriotas, i que tuvil'l'on en mira nuestros
mayores cU!welo perdieron vida i hacienda
en la demanda. Ayunad un poquillo,
hermanos, que b;' stante haheis mamado;
haced oracion lU('lItal, reflexionad sobro
lo que haheis hecho, sohro lo que haceis
ahora, sobre lo quo pC'lIsais hacer. Pero
que vuestra compoRicion de lugar no sea
para desacreditar a la Admini tracion, nI
pais, i a vosotros mismos. Enmendaos i
arrepentíos de todo COl"aZon. Golpeaos,
C0l110 San Jer6nimo, aunflue sea con una
piedra: ya lo hicisteis el 7 de marzo, dándoos
con un canto en los pechos. Llorad
sobre vuestras culpas, como lloraba el divino
nazareno sobre J oru alen.
El blanco i encamado significan elevacion.
Si 1'& que quieren los (:onsel'\'el'os es
elevarse de nuevo, aunque sea sobre las
ruinas de su patda i de su l'eputacioll, deben
izar desde luego un pabellon de este
color. Pero si e~te ha de indicar elevacion
de alma, elevacion de sentimientos,
deben arriarlo desde luego, porque no les
conviene de ninguna manera.
i Pudieran adoptar el blanco i el rojo
que espresan valO1'; el blanco i verde que
indican mrtud ; el blanco i violeta que sig-
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I
12 LA JERINGA.
nifican rectitud? ¿ O acaso (i esta sí que
les viene como de molde) la escarlata
i púrpura que significan la ciencia de gobernar?
•• _
No hai que reirse, señores, que la cosa
es seria. L Por qué no había de poseer el
partido descolorido la ciencia de Gobierno?
No porque lo hayan visto desbarrar i dar
mochazos cuando ha tenido el poder en sus
manos, se ha de inferir que no conoce ese
secreto de dificil adquisicion. Pues qué !
la capazidad o incapazidad de un partido,
sus luzes, su cordura, su tino pueden conocerse
en 12 años nada mas? ¡Cómo quie.
ren UU. que en solo 12 años haya podido
manifestarse hasta dónde llega la sabiduría
i exelencia de la conserva? Si la hu.
bieran dejado gobernar siquiera por 50
años mas, habrían visto que hasta los ni.
ños, hasta los seminaristas que hoi están
en conserva habrían manejado cual hábi.
les pilotos el timan de esta nave hoi zozobrante
i cuitada. La conserva, lo mismo
que el chocolate, el tasajo, el vino i la cerveza,
ha de ser aüeja; por eso 8ienta tan
mal a ciertos jóvenes de este siglo estar
metidos en la conserva hasta el pescuezo,
sin temor do. untarse i embadurnarse de
una cosa tan fea i asquerosa, propia solo
de viejos carcamales.
La rnajer para bouita
Ha de ser blanca i vermcja:
La COn8trVa para buena
Ha de ser rancia i vieja.
~
L! JERINGA (;ONSERVER!.
Cada cual con su derecho. Eljefc de la
actual administracion ha removido a varios
empleados. El partido caido que no
tieno ya empleados que remover, trata de
estrechar sus fila, de purificarlas de todo
vestijio de rojismo, i saber de entre sus
leales filiados, cuántos son, i cuantos
quedan. Por ahora está rehaciendo sus
compañías, espurgándolas de todo lo que
no sea estrictamente suyo. En adelante,
todo el que quiera alistarse en SollS banderas,
necesitará informacion de nobleza i
limpieza de sangre, 110 ser de raza de moro
hereje ni judio; i si por acaso algJna vez
diera en la tentacion de amar la libertad,
como la cosa mas santa del hombre, es
preciso que ademas, haga confe ion i pública
penitencia por este error. Un tribunal,
a manera del tribunal de los diez,
conocerá de las cualidades del que aspire
al alto Mnollr de ser conservero de la nue.
v'Rlei. Ante él deberá acreditar el peticionario
que es rico, mui rico, porque los
hombres del partido consllrvador son 109
ricos, los acaudalados: que es noble, ya
está dicho, porque él no cuenta entre sus
adeptos, esa canalla inmunda, miserable i
andrajosa que el 7 DE MARZO tremoló el
puñal sangriento. j Hui, que miedo! En
cuanto a intelijencia, esto no se diga, porque
la intelíjencia Ilf! la presea que distingue
al gran partido. Oradores, escritores,
sabios, en fin, son todos los que
han de compactar ese todo que venga un
dia a anonadar a los caribes rojos, a 108
bárbaros, a los salvajes. j Muerte a los
salvajes rojos! será el juramento que ligue
al neófito con sus conductores, en la
tarea piadosa, cristiana i caritativa de
limpiar esta tierra de todo jérmen de rojismo.
Justificada así la idoneidad del candidato,
qllédale por vencer la prueba rigorosa,
la de abjurar de las falsas doctrinas,
de las erradas creencias, políticas i relijiosas
con que han traido imbuido el pais,
los rojos de 1810. Así como en esta época
los leales apellidaban rebeldes a los que
promovieron la emancipacion, i dábanles
los epítetos de, la canalla sucia, sedienta
de riquezas i poder, inmoral i atea; este
mismo lenguaje, con \0' aditamientos de
caribes i bárbaros, será en adelante el que
se estile para denominar el partido de los
descamisados, triunfante hoi por arteR del
diablo, i usos de hechizerías. Los bien
sentados artículos del cantor de los bogas,
este luminar del dja, modelo de mansedumbre,
de fé, pureza i castidad: la pregiere
no interrumpida del vate civilizador, que
con ardor evanjélico alimenta en J esucristo
odios injénitos, piadosas venganzas, furores
reconcentrados, que exhala en bíbli.
ca leyenda, con el santo i cristianísimo fin
do desacreditar al partido de los rojos, que
tanto le ofende las vistas: estas produccio.
nes beatíficas, decimos, quedan señaladas
como testo para ensayar conforme a ellas
todas las producciones que el partido de la
moderacion, de la decencia, de la magnanimidad,
de la hidalguía, reserva como otms
tantas ayudas con el fin de correjir la
atrabílis de su adversario.
Organizada de este modo la cruzarla,
proseguirá con pllSO firme acia sus gloriosos
destinos. De este modo vendrá un dia.
en que solo i triunfante el gran partido,
tenga a sus pies a esa horda de bárbaros,
que domina el pais, para afrenta de los que
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LA JERINGA. J.3
han dejado de dominar. El gran partido
para ese dia habrá fijado ya la verdadera
intelijencia de las palabras libertad, tolerancia,
1'elijion. Sabráse ent6nces que el
gran partido superó con bizarría el áspero
reinado de la fllerza ; i que sin un Caro,
sin un M'l.diedo, sin estos paladines,
que han desafiado el poder, las brutalidades,
los patíbulos i el ostracismo de los rojos,
la libertad de la prensa nunca habría
sido una realidad entre nosotros, ni el derecho
de calumniar, injuriar i desacreditar,
ellejítimo patrimonio dcl gran partido.
1 en premio de tan 1I0bles sacrificios,
la posteridad reconocida ensalzará aquellos
nombres preclaros que han sah'ado la
civilizacion i la moral de esta merienda de
negros en que desgraciadamente vivimos.
Desde ahora endosamos a esa posteridad
la idea de crear la 6rden militar de " La
Jeringa," para que decore a estos adalides,
mas que sea en su descendencia. Eljenio
aspira a la inmortalidad, i para figurarnos
esta inmortalidad bajo una imájen visible,
finjamos aquella jE\l1eracion de civi.
lizadores, llevando en el pecho, pendiente
del cuello i de una lazo de cinta roja, una
"Jeringa," doble emblema de lid i triunfo.
Un Madiedo, un Caro dirán ont6nce5:
i i Con estas armas nuestros mayores
Al paia libraron de maldicion ;
Con sus esfuerzos i sus labores
Destruir lograron la )'oja uuion! !
~
1t}~llIOCIONES •
Rai prácticas que vemos cundir por do
quiera. Las remociones, por ejemplo, están
de moda. Criados, es decir, empleados
removidos, esposas removidas, maridos re'
movidos, comerciantrs quebrados a fuerza
de removidos. Faltábanos un can6nio-o
removido, i como si adivinasen nuestr~s
deseos, ya tenp.mos lino removido. Es el
L' Amenais granadino, que por tal reputamos
al Dr. Manuel Fernández Saavedra.
Este sacerdote ha comprendido la dignidad
de su ministerio, i se ha separado del
camino tortuoso de la hipocresía i rl fanatismo,
para ser lo que debe ser un sacerdote
cristiano que no ha reñido con la humanidad.
Siempre hemos reconocido los
talentos i virtudes del Dr. Saavedra, cuando
en otra época de tibieza mantenía el
fhego sagrado. El Dr. Saavedra fué considerado,
aplaudido i fostejado por los que
veían en él un poderoso orador en él pUlpito;
i hoi ha perdido para ellos todas sus
estima11es cualidades. La razon de este
cambio de opiniones data desde que el
Dr. Saavcdra se ha manitestado tolerante,
rclijioso sin fanatismo, zeloso sin exajera.
cíon, en suma, liberal sin corrupcion.Cua:
quier otro no podría comprender c6-
mo es que siendo el Dr. Saavedra el mis·
mo de ántes, con sus buenas o malas cua·
lidades, el mismo sacerdote, el mismo ora·
dor, el mismo confesor; asíduo en el púl.
pito i en el coro, en el retiro i en el con·
fesionario; sin emhargo, hoi ha perdido la
gracia oc los cofrades de la Escuela de
Cristo, que en número de sesenta i pico,
lo han exonerado de la ponderosa carga
de su direccion- Esto prueba Únicamen.
te que los piadosos de cierto pelaje tamo
bien tienen su jeringuita, i que sin apre.
hension de confundir las cosas mas respe.
tahles del culto i el fervor evanjélico, con
lo que pasa acá en el mundo de pasiones
i miserias; cuando les importa echan por
la calle de en medio, i aborrecen, persi.
guen i deshoman con un zelo que es para
alabar a Dio. Ellos reciba en su santa
gracia. Amen.
~.
LOS COI.EJIOS
Los exámenes en todos los establecimientos
públicos i prh'ados de esta capital,
dedicados a la edueacion de la juventud,
han tenido lugar, i en todos hemos visto
sobresalir esa hermosa jeneracion llamada
por la Providencia a realizar las miras de
los patriarcas de la independencia. Des·
pues de esta prolongada relucha en que
hemos vivido durante cuarenta años, fiuctando
entre reveses i victorias, sueumbien.
do a vezcs con la libertad, triunfando otras
con ella: cuando pensamos en que no
poca parte hemos tomado en este combate
a muerte, entre las preocupaciones trasmitidas
de la vieja dominacion, i las puras
i preC'isas ideas de las cosas i su importan.
eia real: cuando en fin, dcspues de avanzada
la República a esta era de libertad
i virtud, pensamos en que ya a quedar
confiada a la jeneracion que se ha levantado
al ruido de la guerra civil, i la ex ajeracion
de principios; con(iamos que ella
sabrá mantener en toda lozanía, la herencia
de gloria i libertad de RUS mayores;
i mas afortunada que nosotros, preservará
la patria de los tormentos con que la hemos
afiijido, a causa de nuestras malas pasio.
nes.
Re aquí un bonito terna, un poco lar.
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LA JERINGA.
guito, i un si es no es gonO"orino con que
hemos querido saludar a Tos gl'anadinos
que se aprestan en los colejios, para recibir
luego el título do ciudadanos. Estamos
convencidos de la importancia que hai, de
inculcar a los jóvenes los mas estrictos
principios políticos i morales, que los Jlreserve
de las cxajeraciones i prevenciones
de partido. Si en los colejios fuera permitido,
dar lecciones sobre estas materias,
aconsejariamos que fuesen acompañadas
del ejemplo. Este ejemplo consisti ría en no
consentir debates políticos i relijiosos sino
en bien i loor de las instituciones políticas
i relijiosas que nos rijen: ell ~iercer con todos
la mas rigurosa imparcialidad,de snerte
que no se traslujera ni un leve favoritis.
mo, que ofendiese la igualdad ante los
estatutos: en no acojer, tolerar o disimular
los excesos de los unos en daño de los otros,
principalmente cuando se cometiesen en
nombre de los partidos políticos que dividen
el pais. Si otra cosa se practica, esta
será la obra de nunca acabar. Habremos
al fin de echar mano de lajeringa, i puf. ...
no le bastará al jesuita estender el brazo,
ni nos asustarán" los mostachos entre canos
deljeneral ciudadano director, ni el mitrado
que se nos pone de frente, como pam
desafiar la fuerza del instrumento, ni será.
bastante a contonernos los que huyon, como
los que paran; porque,
Si quereis broma
Broma tendremos,
Embromaremos,
1 broma habrá..
Sabemos bien que el mundo siempre
111\ sido mundo. Asi pues, lo que vamos a
decir os con la mejor intencion de aquel
~ujeto. Por consiguiente. ni los P. P. carísimos,
ni los señores Lléras i GOllzáles,
ni el Arzobispo metropolitano, ni el jenemI
Ortega •••• ni el mismo MOl1sieur Bergerone.
Nadie se chille
11Ql'que va de serio ••••
Es 01 caso que hai ciertas desigualdades
que ninguno quiere conojir. I lo que importa
es no darles cabida. Siempre el rico
será mas atendido; 110 por esto ha de ser
su hijo el niño mimado del colejio. POI' lo
l'egular, los muchachos pobres son los
mas aplicados, juiciosos i de mejores disposiciones.
Con todo,lasrecomendaciones,
las aprobaciones, las notas de sobresaliente,
siempre van a adornar las matrículas
del hijo del DON fulano. Los premios
se distribuyen bajo la influencia de esta
tendencia contemporizadora, Pero cuando
estas desigualdndes se comet('n cediendo a
otros motivos o de pueril p1'eocupacion,
o de rencorosas pasiones políticas, i llevamos
las prevenciones de partido, hasta
('jereer su dañina interyencion, contra un
chico, en odio de su padre, esto ya es pugnar
en terreno vedado. Chócanos oir en
una casa de educacion ¡as vulgares distinciones
de conserveros i liberales. Los
maestros jamas deben d~jar pe1'cibirasus
discípulos la dolencia política que los
aqueja. Mucho mas, deben pre\'enir que
entre los niños se difundan especies que
descubre un doLle favoritismo.
Oído a la caja i vista al dialoguito que
sigue.
-Mire U. papá, decía un chico, fulano es
un muchacho desaplicado, rajado, que no
sabe j .•.•. i con todo, si viera U., le dieron
el premio de primera clase.
-Hijo, en eso habrá justicia, i tú ponderas.
-No papá, es porque dicen que su padro
es que es un liberal tantas muelas.
-Vaya hijo, dí>jate de aprehensiones.
-Eso no papá, porque mi primo Alcides
me ha reforido que en el colejio militar,
dias ántes do los exámenes, un señor gordo,
do Ligote~ i figura entre monásticll,
-milita!', hal,ía T('I"Ulido, linos 1'osa1'ios
con sus láminas de San Ignrlcio, i todos los
agraciados salieron áprobos; los del nas
así, gracias a ramas ••••
-Míra, muchacho, las cosas del eol(\jio,
como las que pasan en casa, no se refieren
en ninguna parte.
-Yo así lo haré, papá, lo que tiene que
lu('go hacen los maestros unas inju tic·ias
que arden. Mi otro primo, Enrique, el
que está. en el seminario, le echaron dnco
bolas negras, porque es que es liberal,
i lee el Neo-Surdo, i es que le gusta la
República; i mas a mas, dice que los
P. P. no lo dejan hablar de esto, porque
es que es mui malo.
-Déjame con tu "es que es," i con los PP.
i con los cuentos. Un preceptor, si es jesuita,
si ama la monarquía hereditaria i
absoluta, si le acomoda el absolutismo i la
inquisicion, debe evitar las ocasiones de
mofarse i maldecir do la Repúhlica, que
a la tierra que fueres haz lo que yieres !!
Este diálogo lo tomamos Il'apres nature,
fiados en nuestra prodijiosa memoria, que
tambien podemos decir con todo el orgullo
de un karo "tenemos memoria." Ojalá. i
pudiéramos decir con toda la sinceridad
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LA JERINGA. 15
de hombres de bien "narramos sin pasion;
jeringamos con las mas puras inten:
ciones' ni aborrecemos, declamamos I
desncJ'~ditnmos, en nombre de la ci\'ilizacion
i del cristianismo;" lo que quiere decir,
que cuando apuntamos el il1~trumeJlto, va
lleno de las mejores intenciones. A quien
no le guste el caldillo, que se enmiende.
~
UN CES1NTE.
Helo allí. Anublada su frente por el
dolor, ya no es festj vo su jenio, alegre
su mirada ni libre su andar. Lleg6 la
hora terrihle de la remocion, i el pobre
cesante ve lleno de amargura correr
los tiempos que ántes le traían
dias primeros de mes. I?ias feliz~s
para el empleado que eSCrIbe su reCIbo
para exhibirlo despues en la Tesorería.
i Todo esto acab6 para el cesante!
Su vestido .••• i oh! cuan otro es
de lo que ser solía. ¡Pobre Pacho!
Veamos en lo que se ocu pa un cesante.
Toma la pluma para escribir un
fuerte artículo contra el partido rojo,
contra el Gobierno que lo remueve;
pero cierta esperanza de ser empleado
lo detiene. Animado por ella resuelve
dar un manifiesto probando que
siempre ha pertenecido al partido liberal,
que si sirvi6 a la conserva, fué
porque se vi6 comprometido por simpatías
personales, pero que siempre
impugnó los actos de la Administracion,
pública i privadamente. Medita
un rato sobre esto, pero el temor de
ser burlado lo mantiene irresoluto.
U na protestacion de fé política; pero
para esto es preciso un motivo plauble,
i yo no tengo ninguno. ¡Terrible
posicion la de un cesante conservador!
Cansados de formar proyectos diversos,
unas vezes escribe, otras rompe
sus manuscritos, ora maldice, ora
se resigna ya sale, ya entra. ¡Pobre
Pacho fTu suerte es verdaderamente
lastimosa, voi a darte un consejo ya
que no tengo de que disponer. Oyeme.
Suponte que te encuentras en un camino
solo i a pié, i que ves venir un
coche que sigue en la misma direccjon
que tú llevas. Esta clase de co-ches
en el sentido figurado que te estor
hablando son las Administraciones de
la Nueva Granada. Pues bien, todos
los empleados en una Administracion
van en ese coche, unos sentados en
mui buenos asientos resguardados del
solí el aire, otros un poco ménos bien,
otros en la parte posterior, i algunos
en el pezcante. Por ejemplo, don Juan
M. Restrepo, Porritas, Isidro Espinosa,
don Lino &c. son hombres que
jamas han desamparado el coche desde
el dja que lograron tomar el estribo.
Esta fortuna no la has tenido tú,
querido Pacho, porque tienes demasiada
ambicion, i queriendo ocupar
un asiento de los privilejiados, te metiste
hasta el cuello en las elecciones
i perdiste tu lugar en el coc?e. Si lo:
gras otro dia tomar el estnbo sube 1
col6cate aunque sea en el pezcante.
Qué te importa que los caballos lleguen
cansados, q,ue el coche!o maldiga,
que los tlros se revIenten?
Lo que interesa es llegar en el coche
hasta donde está aguardando el otro
postillon. Cuando una Adminis~racion
tiene ya tres años se aproxIma
mucho al punto donde debe ~n~ontrarse
el otro coche; por consIgUIente
es preciso abrir mucho el ojo i poner
mucho cuidado pam. ver desde
d6nde se da mejor el salto para colocarse
en el carruaje. Los que se descuidan
en lo años terceros por lo regular
todos quedan en tierra.
(Colltinuará..) -----------------
RAMILLETE~. _ _
- - --D-ESENGAÑO.
Señoras i señoritas. Al ver la simpática
sonrisa que se ha diseñado en
vuestros alegres rostros al contemplar
mi imájen, me ha sobrevenido el temor
de que alguna o algunas de vosotras,
pudieran aficionarse de t~l
manera que hasta llegaran a concebnla
esperanza de reducirme i hacerme
caer en los lazos matrimoniales. Temor
tan fundado me pone en el deber
de declararos, aunque con profundo
dolor: 10 que soi viudo: 20 que tengo
hecho prop6sito firme de no contraer
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
16
segundas jeringas, o nuncias ; i 30 que
estoi alerta, i nada podrán contra tan
solemne proposito, los mas graciosos
depgues, ni los mimos mas encanta.
dores. Ademas, un hombre que emplea
todo su tiempo t:n jeringar al
prójimo, no debe tener relaciones con
el bello sexo.
ESPOSICION
DE LOS PRINCIPIOS EN QUE SE l'U 'DA
LA JERINGA.
I.
Si fuera permitido adicionar las
obras de caridad, parécenos que nadie
se opondría a que se les agregase
esta: jel'ingar al1n·ójimo. Nosotros,
aunque semejante acto no esté incluido
en dichas obras de caridad, por
tallo tenemos; i es en virtud de este
cQnocimiento que empuñamos el bitoque,
i fuuuclt !-(Continuará.)
PENSAR CON EL CORAZON.
El Sr. Victor Hugo ha descubierto
que puede haber, i hui en efecto. pensamientos
en el corazon. Así, pues,
ya no debe sentirse aU¡ sino en a cabeza;
i cuando se nos ofi'czca dir6-
mos: "Tan duro eselsentimient) que
atormenta mi cabeza, como perenne
el pensamiento que preocupa I i corazon."
La Jeringa aplaude el d scubrimiento,
aunque teme que, con el
trascurso del tiempo, se descubr'1. que
son las piernas las que piensan i las
narizes las que sienten:
JERINGA MACnO.
De esta especie de Jeringa es de la
que usa la Gaceta l~Iel'canlil contra
el ciudadano' Vice-presidente; por
consiguiente no debe esperar con testacion,
pues tal atencion solo se la
merecen las hembras.
DECLARACION .'ORiUAL.
I AVISO A TODOS LOS ESPADACHINES,
MATONES I PERDONAVIDAS.
MOIIRieur Jeringa no admite desafio si.
no es con bitoque en mallo.
Lasjeringas para el desafio han de exa.
minarse i cargarse ell presencia de los
testigos o padrinos, de manera que no ha.
ya fi'aude, ni vayan a echar bodoques en
lugar del líquido respectil'o.
Siendo de suponerse qlle MI'. Jeringa ~
sea siempre el desafiado i jamas el aO're.
sor, él tiene i se adjudica desde ahora~ se.
gun las leyes del duelo entre jentes de honor,
el derecho do elejir el líquido o su~tan.
cia conque hayan de cargarse las armas.
Como la carga de la jeringa es de metralla
)-110 de bala rasa, el combate teñ.
drá IlIgar del modo siguiente, a fin de evi.
tal' que los tiros se encuentren en el aire i
se neutralize su acciono
Se echarán suertes por los padrinos pa.
ra saber quién debe tirar primero. .
El que fuere f.worecido hincará U1la
rodilla en tierra i se pondrá en guardia.
El contrario, en lugar de presentarle
el pecho, se pondrá do espaldas a distan.
cia de dos pasos.
Si el primer tiro so errare, se repetirlÍ.
hasta por tres vozes, i luego tocará su tur.
no al otro, sino hubiere habido lesiono
. Estos duelo a quemaropa, o a boca de
Jano (que nosotros lIamarémos a boca do
jeringa) se ha descubierto ser los mejore»
por mas de un motivo, i son los únicos
que acepta eljeringador : cualquier bille.
te que se le dirija con proposiciones de
otra naturaleza, quedará sin contestacion.
Los duelos con jeringa son buenos, dice
un adajio.
Para evita!' demoras i tropiezos, pue·
den dil'ijirsc los clcsafiantes al señor D.
Lezaca que es nuestro ajcnte jeneral par'a
oste negocio, i encargado de al'l'eglar too
das las demandas que se hicieren sobr'e
el particular.
AVISO.
En el estahlecimiento de Monsieur J( •
ringa, carrera drllIospital, calle de San
Juan de Dios número 7 se IJaBa do ven.
ta a precios módicos un completo surtido
de jeringas de todos tamaños i calidades,
a saber:
Clisopol1es, con los cuales puede uno
jeringarse a sí mismo, sin necesidad de
jeringar a la h'1.milia, a los criados o practicantes
para que lo jeringuen a uno.
Jeringas comunrs a pislon, o sea de
émbolo, de la que llaman cayewnas.
Jeringas de ycjiga con bitoque de ma·
dera o dp. plomo.
Jeringas de tripa con lJitoque de made·
ra o de pluma.
En esta larga escala de jeringas cada
uno puedc elejil' la que mejor le couyenga,
segun sus nece idades, o todas si todas las
necrsita.
Jeringas de marfil con bil<.que o sin él.
Impreuta del Neogranadino, ror Antonio l\laria Pradilla.