Abstract:
Agriculture plays a crucial role in food security as it increases the food production, employment, and income of a country. Agriculture provides 54% of Ghana’s GDP. Inorganic fertiliser is commonly used to increase production. However, this is costly and can deplete the soil in the absence of other land husbandry techniques, affecting soil health and yield. There is an environmental benefit derived from using organic fertiliser, as it improves soil structure, but there is a need to understand the socioeconomic implications of introducing sustainable practices in farm production. This study develops a financial model to assess the effect of different fertiliser practices (fully organic, fully inorganic, and integrated organic and inorganic) on farmers’ net revenue over time and compares them to the opportunity cost of holding capital in a bank. The analysis identifies increasing yields for all practices over 19 years, but the fully organic yields grow faster than the others. Additionally, all practices show a positive net present value, implying that maize production generates better revenue than returns provided by local banks. Over time, the integrated practice produces the highest yields and net profit. The research further shows that farmers are willing to include organic fertiliser in their land management, but there is limited availability of raw materials to produce it, which represents a major barrier to adoption. Additional research on fertiliser environmental impacts in the area and changes in other capital and labour inputs caused by the different fertiliser practices is recommended.
Resumen:
La agricultura juega un papel fundamental en la seguridad alimentaria, debido a que contribuye a la producción de alimentos, el empleo, y los ingresos de un país. La agricultura en Ghana aporta el 54% del PIB. Los fertilizantes orgánicos son usados comúnmente para aumentar la producción. Sin embargo, aplicar fertilizantes es costoso y puede erosionar el suelo si se hace sin acompañarse de otras técnicas agrícolas, afectando la salud del suelo y el cultivo. Hay un beneficio ambiental derivado del uso de fertilizantes orgánicos, pues se mejora la estructura del suelo, pero es necesario entender las implicaciones socioeconómicas de introducir prácticas sostenibles en el campo. Este estudio desarrolla un modelo financiero para evaluar el efecto que tienen diferentes prácticas de fertilizante (completamente orgánico, integrado y completamente inorgánico) en la utilidad neta de un campesino a lo largo del tiempo, y las compara con el costo de oportunidad de invertir en un banco. El análisis identifica un incremento en las cosechas bajo todas las prácticas de fertilizante durante 19 años, y señala que la práctica completamente orgánica crece más aceleradamente que las demás. Adicionalmente, todas las prácticas demuestran un valor presente neto positivo, lo cual implica que cultivar maíz genera mayores utilidades que invertir en un banco local. Una práctica integrada produce más cosecha y mejores ganancias a lo largo del tiempo. El estudio además muestra que los campesinos están dispuestos a incluir fertilizante orgánico en su programa de administración de tierras, pero hay una disponibilidad limitada de materia prima para producirlo, lo cual representa una barrera importante para la adopción de esta práctica. Es recomendable realizar estudios adicionales para estimar el impacto ambiental que generan los fertilizantes en el área que son aplicados, y los cambios en capital y mano de obra ocasionados por un cambio en la práctica de fertilizante.
Citación recomendada (normas APA)
Indira Marcela Awad Pérez, "Economic impact of different fertiliser practices on maize production for Ghanaian farmers", Ghana:-, 2022. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3711670/), el día 2025-03-18.
¡Disfruta más de la BDB!
Explora contenidos digitales de forma gratuita, crea tus propias colecciones, colabora y comparte con otros.