Qui nan libere vert'latem pronunr,/at, pr('Jdit(ll'
o 8. o J DOl\1L GO 14 DE JULIO DE I833.
Se public<•U este periódico LO mis o insoslenihle. En nuestra h
blica. Aunque solo h mo. podido asistir á algunos miln
'm'enlos bastantes pt·ofundo así de la anatonua, lo, mismos t 'rminf)S. El dijo: que, 1 ' cuando ~ramo
o o
' ishc:ion vijentc de la uev.• Cr<.llldla. cons'guiente,, que. e e t~adic cual fu', i cu.al e!'i .1: di
U sáb.ado G d ·l conieute se prt•senlo pot• primera ciplina ntes examinadores, el w;et·to trataha. A ·i, pues, ~ijo , que no se orp•·endia.
nd e aprowcharuiento en nas materias, á cu. o el que se alarn1a.eu hoi. per~onas, que no est •• ba.n.
io solo. e hahia cou agnulo el e t'lo 1 r odo (le aco. lumbradas á \Crnos dts ¡.or 1endo de nue LJ'a propta
meses. Fste ac1o fué d•tlic . do con mucha justicia suerte, i enlenthéndouos directamente con la silla
sábio químico grana di no José M ria Cahal, uuo de apostolica."
prim los patriotas de la independencia, que como En los di,.s 9 i 10 por la mañana, por la tar.le,
•e•·al mostró uu 'alor supet·ior en la gucJTa, i como i por la noche, el catedr4tico de filosofia D1·. VaS(lii.('Z
ucl.Hlano las mas e111inentcs irtufle..,, C. hal fué uua puso certámenes con cuarenta jinenes de IJs mater•as
las mucbas ,·ictimas inmol.u.las en ks aras ¡le la siguienles: a1·itmética, álj~hra, gra~ática jcn~n•l: <.~~.
por la cuchill.t e ·pañola. quit ctura, fi~ica, jeometr&a, mot·al, uleolopa, t prlUCl~
.. El •lia 8 se so luvi~r~n mns de ~uaa·c~ta. pro- píos jcnerales de lt'storia n;.tur.,l. E~ certámen dt• la
rones de derecho canontco tocantes uo rec1 han el
por ejemplo, en que podrÍan salir, . los que tuviesen sueldo fjUe la )eÍ señala bajo la COndicion }Jl'CC ÍS..a de
:boleta, á r~cihir sus acostullihradas limosnas Los l trabajar lo que ella ¡.n•scribe.
comisa1·ios de policía debieran velar escrupulosamente Para ce1·cioraruos por nuestros propios ojos ele
en el cumplimit'nto de estas disposiciones, i el Señor la verdad ,Jel IJeclw, tu,• irnos el lunes huen cuid,}du ·de
Coberoarlor exijir la responsabilidad á los que, por ¡ asoma rnos á lto de ver si trahajaban sus empleados las
pam que la esper'eucia nos demuestre que nuestras 1 seis !toras que se trahaja en las demas oficinas, i con
mediJ,,s son inpr·acticahles; i téug 'se presente que hai grande sorpre a 'in•os que, á la uua o media de la
multitud de personas, que dar·iau cada mes una cuota tarde, ) a no se l1allaba en la casa cosa que oliese ~
para d hospicio, si vic•·an que siquierd se acometía la contador, ni á esct·ibiente, ni a nada CjUC tuvie. e relaempresa
ele hacer puh1icar COD5lautemente las cuentas, : cion con estas cosas La ()ficina se aLr á las nuc' e de
i vijilar en su in,ersinn. la mañ.Hla ; ajú tese ahor01 la cuenta. El Sr·. sec1·eta rio
OFICiNAS DE RENTAS de batienda i los ofici a~es que de él depenclen ?ehe.n
LA CONTAOURlA JENERAL.
No sin ¡entimiento hemos sahido que el Sr.
contador decano, Luis Carbonell, se ha irritado terri-blemente
coutt·a nosotros por lo que dijimos en nuestro
11úmero anterior. Sus compañeros se han conducido
sin duda , con mas modt>racion i ¡uicio, puesto que no
tle han e'l.e! ~OGO'rl;
desagrndílQ1c tener que vituperar á los que dan
olivo pnra ello. La tcso•·eria jeneral es una de las
cinas mejot· servidas en el estado. };os exelentes
udadanos, Simon Burgos i José Maria Cárdenas, se
an conSi.lf:p·ado con una asiduidad tan ·constante á
to.bleccrla i hé!.cerla marcl1ar, que ella no p~rece ya
plfra un buen representante. Ojalá pudienmos decir
otro tanto de los nombres que con el suyo hemos visto
asociados; pero eceptuamos al Dr. E jea, el que, retirado
de los negocios públicos baee muchos años, no admi.
tirá probablemente el nombramieuto.
esli.lblecimieuto nuevo, sino el fruto de los trabajos
muchos airus, i s son act·eedores a la gratitud tle los granadinos, i
' todo tiempo deben esta¡· en el número de los que
ere~en bien de la patria.
DmECCION DE TABAcos.
Nos es igualmente placenterq lu1blar de esta
tcina en los mismos términos que de la precedente.
Sr. José Manuel Rcslrepo, encargado de ella, ha
opuesto ya al gohiet·no alt;unos de los mas importantes
regios que debe hacer éste en la renta de tabacos,
por su parte, ha heclw cuantos podia verificar por
'fotlavia no hace un mes que se montó ei estaccimieuto.
Tt.:SORERIA PROVINCIAL 1 .ADl'tflr{ISTRAClON DE
TADACOS DE DOGOTA.
J,a primera es servida por el ciutladano Vicen.te
cuénaga, i 1 segunda por el ciudadano Telésforo
ndon. .El público está contento con el Jesempcño
estos cmpleaJos, i esto basta para que se conozca
e Henan cumplidamente sus tleheres.
Su~pendemos por ahora nuestt·as observaciones.
lisonjeamos de ha1Jer obrado con la ma ·or imrciali
1ad, pot·que nuestro carácter i principios nos
pelen siempt·e á conducirnos de esta manera. El
e se haya ofendi,Jo suft·a ó justifiquese, i no espere
imidaruos con paloa, ni con bnlazos, ni con nada,
r<1ue no somo. jente que tenemos miedo: la natu•
za nos ha dotado con un eorazon grande i un cuerpo
usto, i p odemos repeler la fuet·za con la · fuerza, á
yo t>~cto teutlrérnos buen cuidaclo cle hallarnos
''en idos en todas ocasi nes. Hemos rf'suclto hacerles
guerra á cuantos quie1·an entorpecer la marcha del
is, i, ó damos en tierra con ellos, ó ellos dan con
sotros. Tenemos la ventaja de presentarnos en la
na puros i sin mancha, i así no tememos que nos
hen en cara cosa alguna.
ELECCIONES.
Acusamos el recibo de un artículo comunicatlo
r dos Bogotanos, i sentimos sobremane1·a que su
tension no nos permita insertarlo integramente en
es tras escasas columnas Anunciamos, sin embargo,
e en el se propone al señor Dr. Azuero para senador
r la provincia de Bogotá, i al señor· Dr Anjel Lastra
ra primer suplente, en contraposicion á los presenlos
por el Constitucional de esta ciudad del domingo
ado. Insertamo~ con gusto el trozo cargado de imajenes de santos, a todos los coa•
l~s resaba eontinuameute t i sin embargo, ¿hubo
crimen que no cometiese 1 Oigalo la Francia entera,
i el castillo de Pleusis -les- tours, último asilo de sus
abominaciones i e1esos.
La hipocresia se cubre por lo jeneral con la capa
de la virtud, i por est.a razon es la enemi9a mas temible
de la moral. Entre nosotros hemos VlJto a: esinar a
nuestros hermanos en nombre de la relijion, en el
eampo del Santuario, por hombrt's que t.al ve nunca
dieron abrigo en su cor-.tzon a los principios de la
moral sublime del Salvador; i tal ~ez tÍo fal quien
entre á unos ejercicios espirituales eon el objeto de
meditar, allá en la soled<.~d i en el silencio de los cla•
ustros nue,·os modos Je engañ.tr á , s~s semejantes.
Predicadores hai que cL11nan contra lus viciÓ!i, ell
&érmillos tala alte» i euérjicoa, ':{11C oo parece .siDo ljUQ
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Ar:Ál D~ BOGOTA'.
ellos nunca han iuciilido en los tlef'cctos que reprenden;
pero que practican mui mal las virtudes que tecomii!
Ddan. :No son 1' ras las ,·eces que hemos oído elojiar
4 .d.v.lzura i mansedumbre s·•rio ajustar
ll conducta á los pl'ineipios que .se vocifer2n, i, si no,
.e tps nada valen.
l,QS TJEMPOS.
"¡ .úo que son los tiempos!" decia en flias pasados
-u,na buena mujer, que en lo poco derecho de su cuc
po i en lo no mui terso de su cara estaba dando
fé de que pesaban ·obre sus espaldas algunas decenas
.C.e navidades. ''Suceden cosas ahora que ni aun en
sueños pudieron pasar por la imajinacion de nuestros
abuelos -;" j a fé que tenia ra2.00 e11 hablar de esta
manera . No se veía en sus dias á una señorita rodeada
de jovenes, mantenie11doles una conversacion
jocosa i agradahle, o encantando los oídos de una
sociedad con bs modulaeiones de su voz armoni@sa
i . ]os sonidos de su guitarra 6 de su piano. En aquel1os
tiempos, tan llorados i snspirados por algunas buenas
j~ntes, no era u de u o esta~\ .COS<1S: la jovencita . retraida
.d l trato de sus emej ntes, uo hablaba con ma¡; homllre
que aquel que la volunwd paterna le presentaba
como compañero para los diéls de su vida, fuera huéno,
ful.\ra malo, tmierale mucho o ningun afecto. El CJSO
· ue la mujer tuvi.cse marido i el hon ),re mujer,
e 1 :-;audo á cierta eclad, i lo demas na<1a importaba.
u~ matrimonio er. n aquell s! Va) a, q 1 . })odia
~ vi ir con In cvn." ujes para tomar alt;une sí seres CU) i!S volunta~
es tal vez nunca se acoraaron; i cuyas inclinaciones
son diametralm~nte opuestas.
Verdad e» que se declama mucho contra esta
i o acinn, por ~ lsmws personas que son un anact·onismo
ven ladero -en niH'stro si ulo; pero est· s no 1 odrán
m<~nos que cunfeS les dirijia un monsal' ele j)erdulariH
p r· una veut'tna ' las doce de la noche, cuando el
silencio dt- la ·'Soledad i la seguridad de que los guar~
diat •f' J.ormian el taha su& atrevidas inteuciones.
Ahora la facilidad {le h ;1bla~ con ~1 ohjeto de uuestros
ox~ .oa \Ú~ el e~ · el , pret ¡t.Q de $0llcitar_
e a entrevistas ignoradas los que mas
saberlas, i da a las mujeres una escusa si.u re~p
para condPscent.ler con el que las solicita. Este
sido uno de los felices resultados de la muda1 za
los tiempos. ( Contirwc;ra. )
AL JUEZ DE HACIENDA DE BOGOTA.
Hemos visto su papel del ') del corriet~ le, en
U. manifie la hallarse algo descontento con no otr
No esper;•b•tmos que U. tom:•sc te su cueut· ),,
,no le tocaba, porque nosotros solo hemos hal lado
U. por incideQeia, i las observacioues
Citación recomendada (normas APA)
"El Cachaco de Bogotá - N. 8", -:-, 1833. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3688242/), el día 2025-05-20.
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