PERIODICO LITERARIO DEDICADO A LA JUVENTUD.
( -~.--~~-~---N-ÜÑÍER.o47-. ~--~-~-~~~---~-------~-~-""
A:\O 1!. ~ • POPAYAX, 3 DE ABIUJ, DE !Si.'i. t TRI~. YIII.
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RA:UíltEZ • IUVEllA, I::DITOREs. ble: y lt6 aquí porque t:lnto en el antiguo como
en el 11nevo Tel)t:uncnto, nos ha presta·
do modelos acabatlo~:> de la rchabilitacion de·
1 EL SIWUU:no hitla á b penitencia, en DuviJ y en María
)lagaalena.
DE S.\XT.\. ~L\.RÍ.\ ~L\.ClDALE~.\.. Difícil parecía que David pudiese ser ex:·
Por el PnJrc Ln-or.lairc. cedido; t:'lnta era la ternnrn, tímla la profun·
El sepulcro de Santa jlaría .:.\Iag.blena, en •la maestría con que el'taba dt>lineada nquclla
San jbximino, e::s el ten·ero dei mtlll•lo. Vie- hermosa ügnra. Pa. tot· sencillo tpte apacec.·
ne inmediatatnenle de~pnes del de N ue ·tro taba su t·e;baiio en la' colina~ de Belen, Pe
~eiíor J esttcri to en J cru::tlcn, y el tle 'au cOtl\'irtió en ·oltla lo por venga1· una injuria
Pedro eu Roma; pues l:i ~antísima Vírgen. heuha al Dio' tle sn patria: :\ J ehovah. IJa
1\Iadre de Dios, no ha teuitlo 'epnkro eutre pieclra lanzatla de su hon sn jnventnd; y atot·menta del cn.-tt:\111 ·m o j y que desde to U e ll destino j y UllÍ!ÍrhlO:sC UO esta mane·
el poYO donde yace oculto: l'Olleado de e~>· ra la ami tad, el infortunio y la religion; a·
plt:-ntloreH in< le ·criptibJe_,, ve y oye p:l'ar la que! ubió por fin al trono que debía ser lb·
perenne plegaria ele las gencracione,; y en maclo eternamente el trono de Davitl. Allí
fin, el peridatl, benuecirlo
que el de San Pedro, re·pecto á sn gerarquía; ele Dios rnús que 1\brahan, qne Isaac y qno
pero má!! cercana i\ J eilttcri to en cuanto al J acob, el abuelo p:·ctlcstinado del Onsto, t'a·
corazon, y al que uallie P'tctle disputar el } .) de súbito en el adulterio, la traicion y el
tercer Jugar entre estos granues homi.Jres, en ltomici•lio. ¡ Dicho8a caída que hizo del rey
la etlad evangélica. culpai.Jle el rey inmortal do la peuitencia, y
Al vernos próximos al tórmino do nues · nos ha dado ll todos Jos pocauores que t1 ;í:1
tra tarea, R'l nos pregttutará quizá, por qué él hemos venido al mundo, Ugrimas para lloel
divino Maestro quiso escoger para amarla ra1· nuestras faltns. y acentos con que of1·ecer
con preferencia á una pobre pecatlora, y le· nuestro llanto á Dios! ;, Qnó cl'istiano no ha
gi1roosla como el ejemplo m:ls elocuente de llora1lo con l.Javid? ¿Quién uo ha hallado
la santidad. La razon de ésto es bien send- en stt poesía la uncion nccesat·ia para su al·
Jla. La inocencia es eu el mundo, como una ma? El propio Evangelio no ha podido bo·
gota de agua, miéntras que el arrepcntimien-¡nar la cabeza Jc los ~almos; y el rey decaÍ·
Lo es el ocóauo ¡¡ne lo iunnda y lo ·al va. E1·a, rlo por el crímen, es á cada momento el papueti1
muy propio do la botlllad de Dios enal-¡ dre u\3 nuestras virtudes.
tcccr el arrcpeutimiento, cuanto fuc:se posi· '!'al fuú en el auligno Testamento el motle
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3i0 ELC1UCA.
lo que Dios nos ofreció del pc0ndor arrepenti<
lo; y ciertamente nadie hubiera podido
preveer lo qne Dios haría en el nuevo para
ro locar j11nto á Jesucristo otra figura más bella
aún de la penitencia. Y así ha sucedido
Ain embargo: .Maria :Magn~lena siendo mujer,
no tiene más historia que su peeado; no
tiene ni la espana, ni el cetro. ni el arpa, ni
la inspirncion de los profetas; es una pecadora
como los demás. N o habla sino una
"cz en el Evangelio, junto al ~r.pnlcro de sn
Maestro, y sn palabra nada tiene de notable.
P(•ro desde luégo es una mujer, es decir, pertenece
fl aquella claRe de séres en quienes es
tnús'difícil borrar la mancha del prcado; y esta
dife1·cncia entre el antigno y el nuevo Trsta·
mt>nto, es por sí so 'a nn progreso sublime en
la misericort1ia. Y a no es el hom 1)J'e el que
F~e salva por el arrepentimiento, sino la mujer.
Ninguna mujer mancillaalvador.
N o tenia sino u u va o, pero c~to Y aso con te·
nia el perfume con que embalsamó el cnerpo
del Hijo de Dios. La sencillrz es aqui mayor,
y l a temura más profunda : ya no es un
hombre qne llora y que ama sino una mujer
r¡ne ha vi to fi Dio~, que Jo ha reconocido, y
qne comparando Hll purt•za infinita con la degradacion
en que ella había caído, no ha clndntlo
qne le seria potiible aleauz:n el pcrdon ,
!1 fuprza de amor. Ilumilclo y oHenrecida
cl('bpues de haber hallatio gr:wia, no JIÍ!:'J'de
ya de vista aqHellos piés cnyo contacto la ha
purificado. N o utiliza la familiaridarl qu e
I'C ha adquirido sino para scgni r y servir á
Jesucristo.
Le sigue hasta la cruz y hasta el sepulcro.
Y separada al iin de aqnd l\lacstro que <'ra
la única asj.liracion de su vida, se aleja de los
lugares donde babia VÍ\'itlo, junto á él; y
buRcando un asilo co11tra lo~ últimos vestigios
del mundo, va ft se nltar en una cueva i¡;·
norada su alma y los recuerdos qne la alimentan.
~ólo Jos ángeles puedcu descuurirla, y
le traen deRde lo alto el rna~á invisiblo que
produce sus éxtasi~ y arrobamientos; basta
t)UC !JOr úlLUno muere de nuwr ,rerib10udo de
mnnos de un ohiRpo, cnviallo por Dio~, el sagrado
cuw·po de su Hijo.
Y ahorn 1 ¿qué más diré? ¡Oh! diré que•
esos lugares t.an céleb1·es y tan venerados que
be descrito; esa gruta, ese sepulcro, esa ca·
tacumba , e a ba~<ílica, e.-e monasterio, y, en
fin, ese conjnnto de moonmentos que la naturaleat
y el arte, los Rig)¡¡s y los ¡•eyes -habi:m
levantado á la gloria de Maria Magdalena¡
que todo ésto, si bien ~rmanece aún E'n pi~1
está pobre, d<' snudo , desolado, cnlli<'l'to de
la~ cieatrices de un siglo que se ceba en las
ruinas, como los anteriores se deleitflban en
la edificacion. En el dia se 11ub<' al Bálsamo
Santo por unos escalones de pierlras mutiladas
y entre unas parecle~ que amenazan rpina
: el aposento de los reyes de Francia ya
no existe; y el más humilde y modesto perecrrino
npénas encuentra allí un albe1·gne
do~ile des<,ansar de las fatigas de su romería.
El hospicio no conserva sino lo~ agujeros
abiettos en las rocas donde desean~auan las
vigas ele su armazon ; y el oonveilto, restau•
rado á la ligera, no ofrece fi los religiosos sino
unas cuantas cellla
cahooa en la que el hermano de ~- Lnis, Cárlos
I de AnJoú, colocó su corona real de Si·
cilia; y á cuyo pié se había hecho re pro eu·
~ar, de roJillas, y en una e'tátua de oro, Ana
de Bretaña, dos veces reina de Francia. Verdad
es que la mano de uu obispo (1) há Lor·
J'ado las huellas de tiempos más calamitosos
y ha devuelto á la frente de María .Magclale·
~a ul)a pa1·tc del esplendor que le dierou los
hombr11s y los siglos. Pero ¡cuántas ruin:ts
dolorosa hay que reparar! ¡ Cuántas miseri:}
s ha. y que remedi·u·! 1 Cuúntas sombras hay
.que tr\A figurar y vvlver á la vida l
IYOCESn.\.
A mi preciosa amiguita Maria Josefa Samper.
-Niun. ¿de las bellas flores
qne tu dcvantal oculta,
permites á este viajero
llevar una ...... sólo una?
-Estas no; fo.On de la Vfr~en .. 00 00
pero en los bosqnes abundan
-Alza del suelo csoR ojos
que en vnno rnis ojm1 buscan:
¡azules como los lagos
¡;elvosos de la llauum l
¿ La" elll•ina de lo¡¡ bosque11
tus desnudos piés no punzan ?
¿De tu cabellos, las zarzas,
no dañan la ondn:i I'Ubias ?
-Yo busco lo!! alfonbrados
con yerbecillas menudas,
y no creeccr. lo:~ zarzales
ni aramos en 1¡¡ espelltll' ;l.
-¿Bola vas por esos montes ?
¿la Rol edad no te asusta?
-Uautando se espanta e! miedo,
pero no hay duendcR ni bruja~.
-¿Quieres llerarme :\ la umbria
dond~ e as aguas murmullan
y cantará las canciones
que laR palomat~ te Cllcuchan?
~lié aquí la. senda.
-Detente l
ángel de las tronza!! rubia~,
llévala al templo ttls flore!!,
sn altar con ellas perfuma . 00 ..
y huye de las caballeros
que tu verde ralle cruzan.
JORGE lSA.lCS.
A mi estimable amigo el señor D. Joaquln Rebolledo,
Gracias t~ doy 1 Dios mio !
porque te dignas ve1·mo con clemencia,
pues aunque es hoy cual siempre mi hado impío,
nada turba la vaz tic mi conciencia.
Y o siempre, compasivo,
flel huérfano infeh:.:: calmé las penas,
socorri al miserable, y el cautivo
me vió mojar con llauto sus cadenas.
1 Oh! vos, quien yuiera•que seais, el que lea
e~tas página ; si habcib conocido alguna ve:.::
la:~ lágrima:~ del arrepentimiento ó del am or,
no negueii á .María Magdalena, que tánto ha
Amado, una gota ue aquel perfume con que
embalsamó los piés do nue~tro l:ialvarlor. N o
nhautloncis esa gruta donde Jos áogeleA la vi·
sitaron; uo olvideili esa tumba en que Jesu·
crsto la lib .·J•tó de l:ls injurias do lotl bárba·
ros pat·a rOiltituirla ú la vanerauion de las edudes
c¡·i~;tianas; no desdcüeis esa cabeza que
ha !IObreviviter.a que hoy domim tu alma,
y que cual fuego lento va quemando
y tu existe11cia ::;in piedall mnt:wdo:
es la marca f.'ltal del deshonor.
Tal vez ay! á la horu en que tú llora'J
auismada en tu am'l.go sufrimic 'nto,
y cuando ya total clcsprenclimieuto
la vida te hace odiar,
reclin~ el hombre que for:jó tu pena
su criminal caheza sobre el seno
ele cátHlidas mujeres, que veneno
ignoran que en ¡;ns be. os han de hallar;
Ó tnll'ez entre elrnulo de la orgía:
per egui rlo de atroz remordimiento,
quiere matar con vino el desaliento
de su alma criminal ¡
ó pretenfle, insensato, entre loR gritos
de fieotag, de algazara y de alegría,
escapar á la mano helacla, fria
de la conciencia, de ese juez fatal.
Y si alguna vez vagando
llega á encontrar el tecinto
do se halle tu pobre \osa,
tal vez lágrima amorosa
• ' 'Crterá.
6 espantado al leer tu nombre,
él huirá dese perado,
hasta que al fin fatigado
y á su crimen entregado,
morirá.
Palmira. 1875.
JOS~ AZULEJO.
DE ASTA Y REJOY.
ORIGEN TRA.DIOIONH DE UN ANTIGUO RE
Jo'RAN LIMEÑO.
Supongo. lector, que tienes edad para haber
conversado con contenporáneos del vi·
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ELCAUCA. 173
rey Pe:>:nela y qne, hablándo~e de alguna
hija : de Mesía.
Era doña Fcliciana lo que se llama 1ma
mujer muy ele su casa, y que npcsar lle .ser
rica hasta el punto de sacat· al sol la bagd la
de plat'l labrada y los zurrones do pesos duros:
no pensaba en emperejilarse, sino. eu
aumentar sn caudal. Duciia de una haclenda
en los valles próximos ú la ciudad, y de
la panadería del '· cnanó," tenia en el patio
ele su casa dos vastos almacenes donde
ven:a del lecho,
y de una esquina del cuarto tomó una
a ta 6 varilla do palo n cuyo extremo adaptó
un puntiagudo rejoncillo de hiel'l'o. Era esta
el arma con que · acostumbraban salir al
campo todos los hacendados.
A í prevenida, nuestra hcroina se colocó
en aozcho trás de la puerta, y apénas la ven·
tosa hnbo dejado expedito un gran agnjel'O,·
asomó por él una cabeza. Doña Feliciana,
sin dar el quién vivo, le clavó ol rejoncillo
en la nnca.
El ladron exhaló un grito de muerte y
sus compañero!! ptrsieron piés en pnred· Entónces
la señora tlió voces, alboroiósu el vecindario,
acudió la ronda y con nniYcrsal
sorpresa hallaron moribundo al honrado Vílches,
quieu cantó de plano y denunció á sus
compañeros do empresa.
III.
Todo~ se hicieron lenguas tl cl arrojo de
doña l<'eliciana,y en Lima no se hablaba dt>otra
cosa. A haber bauido pcrióLlicos la habriaa
consagrado nu estrepitoso Lombo en la crQ·
nica local.
La fam.a de Sll hazaña la babia preced;dQ
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374 J~I.CAUCA.
A lea, á donde llegó una .. mañana) arruada de
1111ta y rejou, y abocándose á su marido le
dijo:
-A Lima, señor mio, y á sn casa, sino
quiere usted que haga en su personita o.tro
tanto de lo que hice en la de Vill!bes.
El Eeñot· de N:esía te~:~1bl6 como azogado,
mandó ensJllar la mula, y sin chistar ni ll1ÍS·
tar, dócil como uu cordero, obedeció el precepto.
Desde entónces ella ll~vó en la casa lot~
pantalones, y él tné el ruáa fiel de los maridos
de que hacen mencion las historia sa·
¡,{r-adas y profanas, como 9ue sabia qne le
\b~ la pelleja en el primer tropezon ~n que
lo pillase madama.
Mucho cuento es tener por compañera
\lQa m11jer de osta y ?'~jon.
lllCARDO p J\ L:llA.,
~OS PEN§.\ltii~~TOS~
~ UNA AMIGA.
De un manojitQ las flores
suaves como lns violE\tas,
vura!l como los amores
de poetas,
decían (na11ie se espanto
porque eran pensamientos}
á otra flor semejauto
estos ó iguale~:~ acentos:
''Bienvenido scM, hermano;
Juzgamos hayas nacido
CI~jariJo
por niiia de suave mano,
la que despues te ha teuic)o,
para evitarte un agravio,
en su labio."
_:e Agrader.co los favores,
significó el pen 'amiento¡
mis colores
no han pulido ~1 t~ol ni el viento :
vo nad á los resplandores
ele Ul108 ojos, J al aliento
Ue Ull nohle Re!lO en que ardía
4e ami~tad la potjf.ía."·
· . -"Quié? creyera!
.Mas tu cáliz y tus hoJaS?"
-''Atended~~ qniéu m • hiciera "
-•:Por nuestra duda te enojas?"
-'·N o, si aJabais los primort's
del piuccl que me ha pinta11o,
mil olores
dando al sét· que os ha copiado."
,-''Bien haulas por q11ien te hizo !
Y quién niega que es pulida
)a mano que con tu hc~hizo
eternir.a nuestra vida?
Si élla es cual tú nuestra hcrmana1
si es del reino de las flores
iliLlad, potente,
pavorosa tormenta,
con rUllo són y g¡-:wcda.d profunua,
anotJadarme intenta ...
¡Oh, incredulidad! tu espesa niebla
con honoroso pasillO me amedrenta;
y mi alma, que ·sólo en Dios se sauin,
al qnerer adorarte, tlU eHper!lnza
ya pierde su eficacia :
empieza á vacilar uon la mudanza.
Ah! si! detente, y Jeja ya la oeuda
de la existencia osctu'a ;
eaiga ya Je mié ojos la auuba veuda
que ocnlta la verdad á mi mirada,
y vuelva yo, feliz. á ver la pnra
de mi niñe;!; creí:ln.cia ipmaculada ¡
disfrute yo la calma
de mis autiguos, apacibles días
en que gozaba el alma:
á mis dejados goces y alegrías,
de tan grato recuerdo, fácil torna;
que áun es el tiempo, es hora :
ánn en mi frente p:\lida me adorna,
con lnz couso\atlora,
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Et CAUC.\.
por el pc!l~l' njada y ánn marchita,
la sencilla corona scducto,·a
que tegc la niñ<>z. Ella acretlit .a
h purez:l gnardaéla con constancia.
Disfrute, si e¡:; poFible,
·de las t1·anquilas hor~ de la infancia,
de ese dulce correr tan apacible.
¿ Po1· qué clrjár loPtien)pos tan amenos,
de dicha y de paz llenos,
ilc ¡:;acro scntimiE>nt(},
en qne e clivinir.a el pensamiento?
¿ Po1· qué trocar mi vida así apac1bl~,
¡;f, mi tranqnila Yidn, •
t¡ne siendo religiosa es muy senRiblc
á toda obra bnena y dc~prcncHJa,
por interés mcr.qnino
de pasion desmedida1
quo buscando los goce~ del cnmino
ln. abncgacion c1eApret.Jia y ánn olvi~Ll?
N o ! que yo no n:tci para vileza :
nacido en el quebranto,
!ni co1·azón encuentra la grant1eza
en el martirio santo¡
y demasi:Hio noble y cle\e\do,
con el goco grosero de este mundo
envilecido queda y deg,·alhl!lo.
(,Por qué dcj:ll' In r0le. tia! rrrcnein.
de rnis ancianos ¡•:tdrcs ~ ¿ Ya olvidaste,
tan pronto, la dolenda,
~lma mia, qne en horas no llojanas,
estuvo Rl sncumiJirtc, y qne afrontaste
con las de esa nocion fuerzas lozanaH?
N odon ccle!lte y snntn,
de mis goces más puros y mejores
autora sacrosanta !
torna á alentar mi fe con los fulgores
-de tn sublime lnr. ind('ficiente ...
'l'enmc píed::~rl!... perdona
ni hijo que á tu amor inJifercnte,
casi, fiOl11·ado ingrato, te abandona!
Popayan, .\Iarzo de 1874.
P.
ANÉCDOT ,\S.
EL ALDENO ASTtTO.
Un labrador fuó á consnltar nn nsnnto con
un abogado de aquellos que toélo lo defienden:
éste, despues de bien cnterano, le Jijo
qne tenia buena cau!la, y que la. ganaria:
nueatro lalJraclor pagó al ahogado sil consulta,
y le preguntó: a ahora que está su merced
pagado, dígame sinceramente, ¿ cree !ln merced
todavía qne el asunto tiene buen semblante?
:•
EL TIAN"F.\RRON'.
Un milita1' se encontró con un amigo muy
g1·acio1-1o, y se pusieron á contar sns proezas ·:
el primero dijo, entre otras cosás, qne en un
combate naval habia él solo muerto con su
espada 3,000 hombres sobre un navío : pues
yo7 diio el otro, hllllándame en Suiza me in·
troduje por nna chimenea pa1·a ver una vecinita
á quien amaba.
-Poco fl poco, amigo mÍ<\ repuso el otro :¡
porqne en ese pais no hay chimenea~!.
-Pues, Bciior mio, yo he rlejndo qlle ma·
teis (conteRLó el segnndo) 3,000 hombres con
vuestra espacla en nn comLate naval, y juPto
será qnc me permitais bajar por una chime·
nea en Suiza, al ménos por una vez, para ver
una mUallldalJie ,¡ su y el olicto de h Scmamt Santa y udonuulo cou ;n ¡,¡.
la. orgunizacion gettCI~tl. mtnns finf~imn~.
llugiicufo llollowa:r.-Este mnm1·illoso b:il- Moral,¡ sean1míximas ,¡ rcfiexioncs · trte, corrcg;do y mcjorntlo por el Ilmo. 'r. ArzolJispo do
pacto com:~lcci~uto y de,apnrcccn. Jama~ dt'j:t l'Ste Un- B~g•Jbi Dr. lllanucl Jo•· ~O>~l_ncrn, precedida dtl ~ua
guen~o rcfrtgerau~o ogados y en
general pnra. todos los hombres cstudio~os.
Se reciben suscriciones :t "El Cuuca," único peri•ídico
literario r¡ue s_e publica en el Estnd~ y ~e v_cn?en tomos
de lo~ ntios 1mmero y seguutl.o de chcho pcnodiCo.
Tnmhicn se reciben suscridones tí el HEPERTORIO ECLEiliÁSTICO,
hello periódico religioso destinado á sen· ir
do úr¡;Jno de h Diócesi~ de :Mcdcllin. Contiene en su
parte no oficial producioncs de alto mél'ito litcr:lrio.
Popuynu, l. o !le Marzo do 1875.
Lo~ alumno3 intem0s pugartín nnuulmcnte .... 8 180 SE VENDE
Semi-internos.............................. 160
Extcmos .. · ...... · · .... · .. · · · ........ ·.... 30 'Una ca.~a dotejn situada en In colle del Empetlrudo. La
S E R V 1 CI O DO l!l ES TIC O. pen;ouac¡ue quicm hacer postumocurru. á e~talm¡•renla
Se servir,¡ ti los alumnos, ú las siete do la lll,!lií.nn , de- por más por menores.
sayuno ; ,¡las nuc\'e y n.éiliu.. almttert.o; :í las doce, fru- --------
tas; ,¡ las tres, comida, y á ltiS sieto de la noche l'Cíesco. A VISO.
OBSERVACIONES.
Este colegio sigtt'B en todo lus cnEciilmzns de la. iglesia
cnj;,,l!c;l; J?Cro no tiene color político.
La pcnswn debe pagarse ~~~ monedu. de plata de tulla.
mayor dclt_nollo sig~lient_e: la mit_ad ~1 cr~trar el uluruuo
y la otra 1n1tud el chu. c¡uutw de JUUiu, titcudo esta uua
::-~ d:t en arrenrlnmicnto una cas:t baju. central.
Hliblcse cou el seiior Hicurdo Y lljarauo.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"El Cauca: periódico literario dedicado a la juventud - N. 47", -:-, 1875. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3683936/), el día 2025-05-04.
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