José Asunción Silva es considerado por la crítica como el poeta más importante de la historia colombiana. Pero al mismo tiempo, fue un autor fragmentario, de manuscritos perdidos, dueño de una obra que ha llegado a los lectores y lectoras menos por su propia voluntad que por el azar y el trabajo de un puñado de investigadores que han hurgado en archivos, publicaciones y bibliotecas de todo tipo. Eso es lo que recuerdan los poemas recopilados en este libro editado en 1954 por Ediciones Guadarrama y prologado por el poeta Eduardo Carranza, que recopila la que para muchos es la obra cumbre de Silva y que añade otras piezas que no estaban en la primera edición de El Libro de versos que la Biblioteca Nacional de Colombia editó en 1946.
El Libro de versos fue el único libro que José Asunción Silva pensó, escribió y dejó listo para su publicación. La muerte del autor truncó los planes. De regreso en Bogotá tras un breve paso como diplomático en Caracas, y a bordo del América, el barco de vapor que recorría el Magdalena, el poeta perdió gran parte de este manuscrito y una buena porción de sus Cuentos negros. Enrique Santos Molano ofreció, décadas después, una edición recobrada de los Cuentos negros (1996) y del poemario se conservan las piezas que están publicadas en este tomo.
No fue sino hasta 1923, 27 años después de la muerte de José Asunción Silva, que los poemas de El libro de versos salieron a la luz, y los colombianos y colombianas pudieron conocer mejor el universo de Silva. Este volumen es un recordatorio de ese universo, pues además de los poemas de El libro de versos —organizados bajo los apartados “Infancia”, “Páginas suyas”, “Nocturnos”, “Sitios” y “Ceniza”— se incluyen otros poemas como “El recluta”, o “A un pesimista”.
En este volumen se encuentran los famosos “Nocturnos”, recordados por generaciones de colombianos y colombianas. Para Baldomero Sanín Cano, amigo personal de Silva, los “Nocturnos” son uno de los picos más altos de nuestra literatura. Esos poemas, y otros como “Crepúsculo” o “Vejeces”, sintetizan dos de los temas centrales de Silva: la muerte y el paso del tiempo. Eduardo Carranza sugiere en el prólogo que esta obra es un reflejo de la experiencia propia del poeta bogotano, y recuerda cómo sus poemas son un eco, justamente, de su infancia, de sus recuerdos, de sus espacios, ya sea una finca familiar o París, de sus viajes y de sus preocupaciones artísticas. Anota Carranza: "Su mente pasmosamente lúcida para el análisis ha conocido todas las torturas de esa peligrosa propensión. Sólo ha logrado convertirse en el más fino instrumento del dolor. Y es, a los treinta años, el más viejo, el más cansado, el más desengañado y el más triste de los hombres”.
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José Asunción Silva, "El libro de versos y otras poesías", Colombia:Ediciones Guadarrama, 1954. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3681660/), el día 2025-05-03.