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Rutas para correr: Angelina Pardo

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  • Autor
  • Año de publicación 2024
  • Idioma Español
  • Publicado por Biblioteca Digital de Bogotá
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
Angelina Pardo, "Rutas para correr: Angelina Pardo", -:Biblioteca Digital de Bogotá, 2024. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3679540/), el día 2025-05-01.

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Por: | Fecha: 1892

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. TOMO XXI NUM. 121 NALES DE LA INSTRUCCION PUBLICA DE COLO~fBIA SECCION PEDAGOGICA LIGEROS APUNTES Y DATOS ESTADISTICOS OBRE J,A IN T.ROCCIÓN PÚ.BLICA E ALGUNAS .RR P ÚBLIC S A ?úERI AN 8 III GU TEMALA Estad~stica de la inst;ruccif»t pública.-De la M emo-ria de la e­CJ• eta'ría de Fomento de la república de Guatemala, de 1889, última que ha 1legado á nuestras manos, tomamos los siguientes sucintos datos estadísticos sobre ensei'ianza. Durante el afio de 1887 recibieron instrucción primaria, en 966 escuelas elementales y complementarias, diurnas y nocturnas 47,061 alumnos: 31 119 varones y 15,924 he bras. Se ocuparon en la ense­. ñanza 680 hombres y 386 mujeres, ó sea 1,066 maestros, uno por 44 a]nmno . En 1886 hubo un aumento de 36 escuelas, con 4,596 alumnos más que en 1885. Recibieron en este afio 1 misma instrucción, era 872 escuelas, 40,154 alumnos: 27,003 arones y 13,151 hembras. El núme­ro de maestros se elevó á 1,087: 750 hombres y 357 mujer s, ó sea un maestro por 37 alumnos. Por manera que a i tieron á las escuelas en 1887, varones y hembras, 6,807 más que en 18 5 · aei como fue ma­yor el número de escuelas. In trncción secundaria la recibieroa en 1887, en el Instituto a­ciooal Central, 284 alumnos; en el Oriental 171, y en el Occidental 860, ó sea 815 varones. En 1 85 recibieron la misma instrucción en el Instituto Nacional Central 315 alumnos, en el Oriental 36, y en el Oc· cidental 181, ' sQa 532. Por manera qne en 1887 hubo 24:3 alumnos más que en 1885. La misma progresión se observa en cnanto á las senotitas: 315 cursaron en 1887, y 221 en 1885. Además se han establecido muchos y bien organizados colegios ANALES 6 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 72 ANALES DE LA INSTBUOOIÓN PÚBLICA DE OOLOliBIA. privados, en Jos cnales recibieron la ensetia"Aza. secundaria jóvenes de ambos eexos en número no escaso. La Escuela de Derecho y Notariado tuvo en 1887 59 cursantes; la de Medicina y Farmacia 62, la de Ingeniería 5, 1a de Artes y Oficios de la capital 110, la de Quesaltena.ngo 45, y el Conservatorio N acio­nal 42. Cada uno de los alumnos de iastrucción primaria costó en un afio á la ación ., 7 por término medio ; cada uno de los de instrucción secundaria, $ 85 ; cada uno de los de Derecho y Notariado costó 198 en el período de un curso ; cada uno de los de Medicina y Farmacia $ 274; cada Ingeniero 864; cada individuo del Conservatorio $ 428; cada alumno de 1a Escuela de Artes de la capital 221, y cada nno de la de Qnesaltenango 129. En estas Escuelas hubo 89 profesores. El costo total de la eneefianza · fue de 525,625-40, incloyendo $84,855 por compra de útiles, mejoras materiales y gastos extraordina­rio~. En 1865 el costo total de Instrucción pública fne de$ 293 780-05, ó sea 231,845-35 menos que en 1887 ; lo que demuestra nn incre­mento en tal sentido. En Diciembre de 1887 acordó el Supremo Gobierno e tablccer una Escuela Normal de varones en la capital, y se organizó con t n di­rector, cuatro profesores, dos inspectores, cincuenta beqnista , nn porte­ro y cuatro sirvientes. Además de estos datos estadísticos hay que observar que Ja E ene· la de Medicina, perfectamente dotada de todo cuanto es nect· sario para. los estudios de los alumnos, es una institución que honra laR pública y cuyo crédito atrae á sus cursos eetodiantes de todas las demás Repúbli­cas cen troatnericanas. N o es menos notable la Escuela de J uri pru­dencia. En general, la Universidad de Guatemala conserva mucho del prestigio que tuvo en la época colonial, cuando los reyes de Espafia y los Pontífices Romanos la decoraron al igual de las más ilustres de la Madre Patria, con el doble título de Real y Pontificia. Los dos Institutos de ensefíanza secundaria para la juventud de ambos exos y las escuelaa normales hállanse establecidos en magnífi­cos edificios, con un personal de profesores muy distinguido. IIace honor también á la nación gnat malteca la Escuela Pvlitécnica, qo.e recibe cada día nuevas mejoras y es un poderoso auxilio no sólo desde el punto de vista de la instrucción militar, más también para otras ca­rreras que cada dia sG abren á la juventud. Y no es sólo la capital la que posee establecimientos de instruc­ción secundaria perfectamente instalados. Tiénelos tatnbién la cindad Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. INSTRUCC tON PÚBLICA 73 de Queealtenango, cuya población es de 20,000 habitantes, y ademis enenta con una E cuela de Medicina y otra de Derecho. E digna asimismo de mención la Biblioteca pública de Guatema­la, que cuenta cen unos 25,000 olúm nes de diversas materias. Los lectores que concnrrea anualmente on aproximadamente de 7 á 8,000. El salón de lectura a í como la. biblioteca, se hallan abiertos todos los días feriados desde las 11 a . m. hast!l. las 3 p . m. para el servicio diur­no, y desde las 5 hasta las 8f- para el nocturno. Los domingos se halla á disposici' n del público desde las 10 de la mañana hasta la 1 de la tarde, con el objeto de qne puedan leer los ~rtesanos . Exi ' ten también en algunas cabecer~s d departamento no pocas bibliotecas con salones de lectnr á los cuales tiene entrada libre todo aquel que lo solicite · y el espíritu de actuali ad se ocupa de preferen­cia en todo cuanto tien a difundir la instrucción en todas las clases sociales incluso la indígena. PARAGUAY Ligeras noticias acerca, de la instrucción pública en esta República. Desde el l . o de o iembre de 1881 s halla establecida en esta valerosa nación sud-americana la en eñanza pl'itnaria, con el carácter de obligatoria para los nií'íos de ambos sexo . Además del MiniE"terio de I nstrncción Pública existe, para fomen­tar é .. ta un Consejo Supremo de Edu aci ria. . . . . . . . . . . . . . . . • • . . • . . . . . . . . . . . . • . • • . . • . . 125 Liceo de Santa Teresa, de niflas, incluyendo las de elases preparatorias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . • . . 83 Colegio Seminario . . . . . . . • . . . . . . . . . . • . • . . • . . .J:-5 Liceo de San Lnis (N neva San Salvador)........ 75 Liceo del Sagrado Corazón ( . . Salvador).. . . 106 Liceo de niflas de Santa Teresa. . . . . . . . . . . . . . . . 30 Liceo de San Agustín (Zacatecolnca). . . . . . . . . . • . 90 Liceo ó Colegio Vicentino.. . . . . . . . . . . . . . . . . • . 35 Instituto de sulntán........ . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 Colegio La Concordia (Ahuachapán).... . . . . . . . . 20 Colegio de San Agustín (Sonsonate). . . . . . . . . . . . 53 Oolegio de sefloritas de Santa Ana.... . . . . . . . • . . 64: Suma total. • . . . . . . . . . • • • 1,~93 alumnos •. La enseñanza superior e tá reglarnentada por los Estatutos de 15 de Febrero de 1886. La Universidad Nacional del Salvador es la per­sona jurídica compuesta de los individ,tos qne hayan obtenido ú obten­gan en la ltepública título de Académico á cualquier otro á que vaya: anexo. Las Facultad s de la Universidad son : La de Farmacia y Ciencias N a torales. La de Medicina y Cirugía. La de J nrisprndencia. La de Ingeniería. El gobierno de la Universidad es ejercido por una Junta llamada lJon8ejo Superior de Instrucción Pública. El Rector de la Universidad es el jefe del establecimiento. Para ser inscrito como cursante en los estudios superiores se nece­sita ser graduado en Ciencias y Letras. El estudio de Farmacia y Ciencias N atura1ca se hace en tres anos; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LI&EllOS APUNTES SOBR:E LA IN .. T RUCOIÓN PÚBLICA. 77 1 de Medicina y Oirngía, en seis; el de J arisprudencia, en siete; el de Ingeniero-Topógrafo, en tres; el de Ingeniero Arquitecto, el de Inge­niero Mecánico, el de Ingeniero Mineraló0 ico y el de Puentes y Cal .. sadas, en cnatro. URUGUAY 8ucinta noticia sobre la erganizoci6n general de la ensef!anza. La instrucción pública en la república del Uruguay ofrece asi­mismo, como en todas pal'tes, tres distintos grados: primaria, secundaria y sn perior ó profesional. La instrucción primaria, que está muy extendida, dada la escasa deesidad de la población (unos 600,000 habitantes), se da en más de lOO escuelas públicas esparcidas por lo.s distintos departamentos del Estado. Cuentan estas escuelas con una inscripción qne pasa de 35,000 alumnos y con un personal docente de unos 300 hombres y 500 muje­res, en números redondos. El eosto de la educación por alumno es de 15-85. El número de escuelas particulares :fluctúa entre 4:50 á 500, con más de 25,000 alumnos. Unidas ]as escuelas públicas y particulares, según el último voluminoso .Anuario estadístico de la r epública orien­tal del lJíruguay, que tenemos á la vist~, resulta un total de 807 escue­las con 52,382 alumnos. Pueden considerarse ~orno escuelas particulares los establecimien­tos religiosos existentes en la República, dedicados á la enseflanza, y dirigidos por las Hermanas de la Caridad, por las de San Vicente de Paúl, por las Hermanas de María Auxiliadora, por las Hermanas Do­minicas, por las de la Inmaculada Concepción, entre las comunidades religiosas de mujeres; y por los Salesianos, los Sacerdotes de la Igle­sia de Lourdes, los Capuchinos, y por los Sacerdotes de la Iglesia de la Concepción, entre las comunidades de hombres. Son en conjunto nnos ~atorce establecimientos de nitlas y cinco de niflos, con un per­sonal docente de 390 in di vid nos y unos 4,300 alnmnos. El Seminario Conciliar, qne tiene un claustro de 20 profesores y más de 200 alumnos, ao entra yá en la categoría del primer grado de la enserianza, sino en la secundaria y so perior. Término medio entre la primera y la última por su carácter pro. fesional y práctico, además del elemental, que por necesidad ofrece, es ]a Eecuela de .A-rtu y Oficios. En lt:s86 fue objeto de algunas refor­mas, po:r razones de economía, sin dejar por eso de seguir preetando Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 78 ANALES DE LA. INSTRUCCIÓN PÚBLICA DR COLOMBIA. los servicios á qne está destinado. En 1885 llegó á contar 601 a.lttm­nos; después el número de ellos ha ido en disminución, y quizás ahora no pase mucho más de la mitad. En dieho establecitniento funcionan talleres de Escultura en madera, Fotografía, Pintura profesional, Lus­tradores, Litografía, Grabado en piedra, Encuadernación, Tipografía, Carpintería, ojalatería, Mueblería, Modeléldo en madera, Fundición, Tornería, Mecánica en general, Herrería, Talabartería, Z patería, Es­cultura y modelado en yeso, Platería y Peletería. Se dan además en dicha Escuela clases de instrucción primaria hasta el segundo grado, con arreglo al programa de ensefianza pública y á las leyes de educa­ción común vigentes. El Presupuesto de la Eoicncla pasa de $ 70,000. El total de maestros es el de 60, repartidos de esta suerte: Instrucción primaria, 5; úsica, 5 ; Clases especiales, 4; Maestros de talleres, 21 ; Oficiales de taHeres, 25. La segunda enseílanza está incluída dentro del plan de estudios de la Universida de la República con el nombre de Sección de Estudios Preparatorios. Antes de pasar de la ensefíanza primaria á esta sección, se sufren unos llamados exámenes de ingreso, ni más ni menos de lo que sucede en Espatla. Los estudiantes que han recorrido y aprobado todas las asignaturas ó conocimientos de esta sección, reciben en cola­ción de grados, pública ó privada, el título de B chilleres en Ciencias y Letras, con cnya investidura pueden matricularse ea algunas de las carreras profesionales universitarias. Las ensefianzas que se estudian en la Sección de Estudios Prepa­ratorios son las signien tes : Latín, 1. 0 y 2. o cursos ; Francés, Geogra­fía, Cosmografía, Matemáticas, dos cursos; Física, dos en rsos ; Qllírni­ca, dos cursos; llistoria Natural, dos cursos; Historia U ni versal, dos cursos; Literatura, Inglés, dos curaos, y Filosofía, dos cursos. Segúo se ve por el anterior índice de materias, la sección de Es­tudios Preparatorios, al par que un Liceo ó Instituto, viene á ser un Facultad de Filosofía y Letras en embrión, con todos los defectos pro­pios de todo estudio de carácter mixto ; es decir, que como estudios preparatorios son demasiado extensos y mny superiores á la ensefíanza secundaria de otras naciones; pero como estudios universitarios, dema­siado eletnentales, aparte de la confusión y mezcla de materias distin­tas que ofrecen. La Universidad de la República consta de tres Escuelas ó Facul­tades distintas, además de la sección de Estadios Preparatorios, á saber: l. 0 , Derecho y Ciencias Sociales; 2.0 , Medicina y 1·arnas anexas; 3.0 , Matemáticas y ramas anexas. E el person· l docente se cuenta. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. TB.UOCIÓN PÚBLICA 79 unos cuarenta profesore orientales, doce e pan 1~ , tres italianos, uuo francés y uno alemán. La FacnltaJ de Der cho y Ciencias Sociales comprende el siguien­te en 1·o de asinoatnra : Derecho Internacional Público, Derecho Civil, Derecho Comercial ó ercantil, Derecho Constitucional, Eco­nomía Política Procedimientos Judiciales, Derecho Internacional Pri­vad Medicina Legal, Práctica Forense y Derecho Administrativo. El total de inscripciones en el último .Anuario á que nos referimos -es de 475 y 1 número de estudiantes matl'iculados, 122. En la Facultad de Medicina se tnd ian los siguientes cursos: Físi<:a é ica, Qními a Médica, Historia Natural Médica, Anato­mía. do año · Fi iol gía, Patología General, Patología Interna, P~ tol gí Externa, natomía Patol 'gica, ateria Médica, Higiene Pú­bli a y Privada, Ob t tricia, Clínica Médica, Clínica Quirúrgica, Clí­nica Ob tétrica y Onr o especial de parteras. Inscripciones: 329. Estn jiantes: 6. o da el A nuatJ~io noticia alguna respecto á la organización de la Far·nltad de Matemática y ramas anexas. VENEZ UEL Situación general de la instrucción píd>lica. Desd que l General Guzmá Blanco, Presidente de la Repúbli­ca decret' n 27 de Junio de 1870 la instracción primaria gratuita y oblig<. toria, destinando á tan laudable fin las rentas convenientes, Ve­nezuela ha hecho progresos considerables en materia. de ensef"ianza, de manera qGe el país se halla hoy, respecto á este ponto, al nivel de los más ci ilizados. El número de alumnos que concurren á las escue­las primarias, se ha elevado por una progresión no interrumpida de 7,500 en 1830, á 10,000 en 1870, y á 99,466 en 1886. De modo que en lo e torce afios transcurridos de 1872 á 1886, resulta un aumento de 1,585 escuelas y 84:,385 alumnos; y en cada afio, de 111 escuelas y 6,027 alumnos. Bé aquí el movimiento de la instrucción popular desde 1830 hasta. Ja fecha; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 80 ANALES DE LA INSTUUCOIÓN PUBLICA DF. OOLOMUl.\. Euuelaa Yeclo- 'rotAl 'l'oiAI ErcoPl'l nlllnlclp•lu A~OS nlta Alwnuoa y putlcolatu .Ai utou.Ot d~ EA~tlu lle alwna.ot ------ ---- -- - --- 1830 á 1831 . . . . ~ ... 200 7, 500 200 7,500 1839 á 1840 .... . ... ~Jz 8,078 212 8,078 1846 {\ 1847 . . . . .... -!80 12. 15 4RO 12,815 1870 á 1871 ... . ... 300 10,000 300 10,000 1872 á 1873 141 7,064: 251 8,017 392 15,081 1873 á 1874 352 11,347 490 1(", 990 787 28,337 1874 á 1875 500 13,440 497 17,947 877 31,389 1875 á 1876 691 28,010 557 1 22,130 1,248 50,140 1 76 á 1877 782 31,610 563 ~4 190 1 345 55,800 1881 á 1882 1,148 43,627 536 17.386 1,684 61,013 1882 á 1883 1,172 73 856 536 17,386 1,708 91,24:2 1883 á] t:s 4 1,240 77,175 546 17 , 386 1, 786 94,56 1 1884 á 18 5 1,297 80 300 645 18 566 1,942 98,868 885 á 1886 1,312 80,900 645 1R,566 1,951 99,466 1 Las esencias federales so .-levan h 0y al núwero de 1,312 con ~.;;0,900 alumnos; las escuelas municipales y privadas, al número de 645, con 18,566 alumnos. Hé aquí también el cuadro de las ESCUELAS FEDERALES DE INSTRUCCION PRUr1ARIA EN 1886 \\ ....... Y r ...... ," .......,,. Elc:oelu Aluma.oa M"utroa Puaupurato anual -- --- Distrito Federal ... Distrito Federal. 115 7,551 115 B. 235,722 1 Guzmán . • . • • . 49 2,724 49 87,000 Los Andes.... . . Táchira ....... 30 1,861 30 59,040 'l'rujillo ....... 53 3,121 53 92,760 Barcelona . •.•.. 64 3,968 64 105,000 Bermúdez.... • . Cumaná . ...... 61 4,014 61 97 740 Maturín ••...•. 23 1,196 23 32,240 .Bolívar ........ { Apure ..•....•.. 17 918 17 30,480 Gnayana .••.•.. 19 1,168 19 36,240 Oarabobo . . . •.... Carabobo ....... 130 8,499 130 216,888 Falcón ...•.•... { Falcón ......•. 84 4,842 84 157,320 Zu lía . . • • . • • . . 53 3,405 53 84,840 Guzmán Blanco. { Bolívar.. . . • .. 13'/ 8,658 137 229,620 Guzmán Blanco. 83 5,14:7 83 146,040 Guarico •..... 55 2,894 55 83,880 Nueva Esparta . 2~ 1,458 28 37,215 Lar a .•..•••.... { Barquisimeto ... 84 5,126 84 139,800 Yaracuy ....... 11 47 2,556 47 78,120 Zamora .•..•...• ~ Cojedes ••• .• ... 64 3,820 64 99,720 Portuguesa .•... 48 2,794 4.8 82,200 Zamora •••••... 32 1,820 32 59,760 Territorios Fede- } 28 1,360 28 51,600 ralea •••.••.••• . . . . . . . . . . ... En loa cuarteles ... . . . . . . . . . . . . . 8 2,000 8 9,120 --- --- 11 Totales .. 1,312 80,900 1,3l2 ,B. 2.252,345 1 1: J ; 11 1• : ,! ~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 81 El progreso creciente de la in trucción primaria, á partir del afio­de 1870 hasta la fecha, se determina gráficamente en el cuadro que sigue. (Para el cálculo de todos los anos se ha tomado por base la po­blación de cada uno). A~OS .Eicutlu Alo~nD•• lfabi'Et::r.r e da Alomn«> por c:ada tOO abl· t,:=~:t~t!:t lahiC:I t. á 16 aao• ---- -- -- ----- ---- - --- 1870 á 1872 300 10,000 6 000 0,55 56 J 872 á 1 73 3~2 15 081 4,590 o, 4 R4 ] 73 á 1874 7 7 28.337 2 28 1 49 157 1874 á 1 75 877 31,389 2,166 1 70 165 18"'5 a 1 7S 1,248 50 140 1 522 2,64 264 1876 á 18 7 1,345 55 00 1,413 2 94 26=t 1881 á 1882 16,084 61,013 1 ~33 2 94 294 1882 á 1883 1,70~ 91,242 1 242 4,30 424 1883 á 1884 1, 7 6 94,561 1,205 4,38 439 1 84 , 1885 1,912 9~, 66 1,123 4,53 953 1885 á. 1886 1,957 99,466 1,12{J 4,5~ 452 Por manera que si para 1873 había fundadas yá 141 Escuelas Fe- · deralea, asistidas por 7,064 alumnos que, con los 8,017 de las escuelas municipales y particulares, daban nn total de 15,081 alumnos, apenas transcurridos trece anos, esas cifras se han aumentado en términos que hoy existen 1,312 Escuelas Federales con 80,900 alumnos y 645 Es­cuelas municipales y particnlares con 18,566 alumnos. De los precedentes cuadros se deduce que la proporción de los alumnos entre las escuelas primarias, los maestros y los habitantee, es en Ven zuela, con respecto á la de otros países, corno se ve en seguida: , PAISES Alllm.Dol ~r Alumnos por 1 AIOD.InOt ~r 'Rscue.lat i\htllrOJ 1• Alomnos "d" E4cuch cadama~tl'O o&dbj1~1 •· --- ----- --- - Alemania . . . . 57,000 103,400 7.100,000 125 SuizH. .. . . . . . . . . . . . 4 799 9 813 454 211 95 Fl;au_cia . . . . . . . . .. 73, 764lll9,R70 4 . ~49,591 67 B latca . . . . . • . • . . . . 5 729 11,808 687,749 120 Grau Brebtfla .. .. . . 28,784 93,500 4 . 301 578 150 EspafhL .. . . . • • . . . 29,828 30,000 l. 769,602 59 Italia . . . . .. . .. . ... 48,530 48,530 2. 057 977 43 R pública Argentina. l, 721 2,953 146,325 85 Venezuela .... . . . . . . 1,957' 2,279 91,466 81 69 46 41 58 46 59 42 50 44 157' 157 133 126 123 106 73 49 45 Calcnlándole á las 645 escuelas municipales y particulares un gasto proporcional al de las federales, cada plantel cuesta al año B. 1,716. 72,. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1 ! 82 ANALES DE LA. INSTRUCCIÓN PÚBLICA DE OOLO)!RIA ó .D. 143,06 al mes, y cada alumno B. 27.84 al af'io, y al mes B. 2.32; de manera que si se llegaran á establecer las escuelas necesarias para los 219,000 nH'ios de cinco á quince anos existentes en la República, s~ re­queririan 4,300 planteles con un costo anual de B. 7.381,896, de cuya suma sólo correspondería al GQbierno .Nacional la de B. 6.374,621.60, pues se ha calculado la de B. 1.007,274.40 para las 645 escuelas tnnni­cipales y particulares. Instrucción secundaria y cientijlca. Existen en el país dos O ni versidades, seis colegios federales de primera categoría y catorce de segunda, cuatro escuelas normales, veinticuatro colegios particulares, nueve colegios nacionales de niñas, una Escuela Politécnica, una de Artes y Oficios, una de Marina y una de Telegndía, conforme al siguiente cuadro: PLANTELES Profesores Alumnos Presupuesto anual ----- ---- ·------ 1 Universidad Central ......... 30 366) 1 U nivel s1da.d de ~Iérida ....... 19 136 ~ B. 514,776 6 üolegios de primera categoría .. 110 1,006 J 14 Colegios de segunda categoría .. 125 863 4 E cuelas N orma.les . ..•........ 24 107 32,160 24 Colegi s particuh~1·es .......... 193 1,268 ..... 9 Col .gios N ~cionales de mflus ... 64 472 84,780 1 Eecuela Politécuica ...•....... 10 51 99,440 1 Escuela de Artes y Oficios ..... 11 80 47,200 1 Escuela Náutica .....•.. . .. ... 2 11 25,420 1 Escuela de Telegrafía ...•..... 6 20 ...... 1 Colegio de Abogados ...•....•. . . .... 2,880 1 Oolegio de Médicos ............ . . .... 7,920 1 1 Colegio de Ingenieros ......... . . .... 3,840 - 68 594 4,380 B. 819,016 64 Contra: en 1883 • • • •• • • • e t 511 3,036 767,085 3 Diferencias ......•.. 83 1,344 B. 51,93J * Si á estas cifras se afíaden las de los maestros y alumnos de la en­eef. ianza primaria, se obtiene el cuadro sigt1iente de la in tracción gene­ral en la república de Venezuela: 2,026 establecimientos de toda cJase ; 2,873 maestros; 103;846 alumnos: se cuentan por término tnedio 114: alumnos pot· establecimiento, 50 pol' cada maestro y 47 por cada frac­~ ión de 1,000 habitantes. Existe una institución de instrucción pública por cada 1,685 habitantes, contando los 8(),000 indígenas de Ja Goajira, (*>En este cuadro hay errores numéricos que no se han podido rectificar por cou.­teaerlos también el origiual.-(Nota de la imprenta de LA. Luz). Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LIGEROS APUNTES S OBRE LA INSTRUCCIÓN PÚBLIO 83 Orinoco y los territorios de las Amaz nas. Ca a e ta b1ecimicnto de ensefianza cuesta 2,056.71 bolivares ó francos por ano, y cada alt\mno 4:0. 10 B . La instrucción pública en cada una de la. ubdi'lJisiones políticas de Venezuela Los Estados Unidos de Venezuela se dividen políticamente de esta suerte : l. o, el distrito federal que coro prende la cindad de Caracas y seis parroquias vecinas ct1yos nombres son : Antímano, Macarao, La Vega El VaHe, El Recreo y Macuto, con una población de 70,078 ha­bitantes (censo de 1885)· 2. 0 , ocho Estados autónomo á saber : G uz­mán Blanr~o ( npedicie, 87,832kilómetros cuadrados; población, 515,418 habitant ) Carabobo, (población, 167,490 habitantes), Lara (2±5,±39 habitantes), Los Andes (317,195 hab i tantes), Zamora (245,457 habitan­tes), Falcón (198,260 habitantes), Bolívar 57,169 habitantes), Bermú­dez (2 5,377 habitante ) ; 3. 0 , ocho ten·itorios federales : Yurnari ( 19,852 h hitan tes), Alto Orinoco (19 242 habitantes) Amazonas (19,09 habitante ), Caura C lón Armi!ticio, Goajira y Delta · 4. o, dos colonias nacionales : la coloni uzmán Blanco y la qolonia Bolívar. llé aquf, respecto d aquellos Estados ó Territorios en los cuales la iu trucción púb1ica ha adquirido un serio desarrollo, 1 detalle de los establ cimientos de ensefianza perteneciente á cada uno: 1. 0 Dist'rito ftderal: La ciudad de Caracas, capital de la Repú­blica, po ee nna niversidad Central, en cuyo edificio está la Biblioteca Nacional que con ti ne 30,000 volútnenes; n Museo con numerosas colecciones; una .A c!ldemia de Bellas Artes; un Colegio de Abogados, otro de Médicos y otro de Ingeniero cuerpos todos de alta significa­ción científica. Es asiento también de una Academia correspondiente de la E~pafíola y de otros institutos de notable importancia. Caracas cuenta también con una Escuela Politécnica, otra de Artes y Oficios y otra denominada Instituto de loa Territorios Federales, dotadas con presupue tos suficientes y buenos edificios . Además de estoa establecimientos hay en el Distrito Federal una Escuela Nor1nal dos Colegios acionales para nifíae, quince Co­legios y treinta y eis Escuelas particulares; veintisiete Escuelas Mu­nicipales y ciento quince Escuelas Federales de ambos sexos, que for­man un total de doscientos cuatro institutos de ensefianza primaria, secundaria y científica, concurridos por 11,577 alnmnos. La. proporción entre éstos y los habitantes es de 1 para cada 6, 6 sea 165 alumnos por ·1,000 almas; de manera que por lo que hace á inetrncción pública, el Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 84 ANALES DEL INSTRUOCION PÚBLICA DE COLOMBIA Distrito Federal está al nivel de las principales y más civilizadas na­ciones del mundo. (Alemania, Suiza y Francia cuentan respectivamen­te 157 y 133 alumnos por 1,000 habitantes). Es de notar, sin embargo, que para el resto de los Estados la proporción es apenas de 47 por cada 1,000 habitantes, no obstante la circunstancia de que en Venezuela se invierte en el importante ramo de la enseiianza una cantidad propor­cional- con respecto al pl'esnpuesto general de gastos-mayor que la qne con ignal objeto se destina en los países más adelantados de Europa. 2. 0 Estado Guzmán Blanoo.-Onenta el E tado para la instrac­ción pública con un Colegio de primera categoría ~o Oalahozo, uno de segunda en Ciudad de Cura, otro en Petare, otro en Z Lraza, otro en Asunción ; y tres de nifias, uno en Ciudad de Cura, otro en Calabozo y otro en Za1·aza. A los cinco primeros asi ten 395 alumnos y á los tres últimos 131 alnmnas; y para la instrucción primaria hay trescien­ta. s tres E scuelas Federales y ciento sesenta y ocho municipales y par­ticulares, concurridas las primeras pot· 18,157 alumnos y las otras por 4,04:7 de ambos sexos, ó sea 22,204 alumnos; lo que da un total gene­ral de cuatrocientos setenta y nueve planteles con 22,730 alurnnos, equivalente á 1 alumno por 23 habitantes. 3 .0 Estado La?·a.-Cuenta este Estado con un Oolegio de primera categoría de enset'ianza académica, asistido por 115 alumnos, otro de segunda categ ría con 78 alumnos, ot1·o de oifias con 40 alumnas; ciento tt·eint· y un a Escuelas Federales con 7,682 alumnos, y veinticin­co colegios y escuelas mnnicipales y particulares con 563 alumnos; eB todo, ciento cincuenta y nueve planteles asistidos por 8,4 78 alumnos de ambos sexos, lo que da la proporción de 1 alumno por cada 29 ha­bitantes. 4. 0 Estado Los .Andes.- Se encuentra en él la Universidad de Mérida, la segunda de la República, concurl'ida por 136 alumnos. Di­eh ciudad capital del Estado posee varios Colegios de instrucción se· cundaria y va1·ias Escuelas Federales, municipales y particulares. Todo el E stado cuenta con ciento treinta y seis planteles de instrncci6o, subv encionados por el Gobierno Federal y concurridos por 8,024 alnrn· nos y noventa y ocho escuelas muuicipales y particulare., con 3 2SO alumnos; en todo, doscientos treinta y cuatro planteles concurridos por 11,304 alumnos de ambos sexo . Así es que hay 1 alumno p()r cada 28 habitantes. 5. 0 Estado Zxmora.-Posee tt•es Culegios de segunda categoría para la instrucción secundaria, asistidos por 198 alumnos; ciento cua- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LIGEROS APU TES SOBRE LA. I.NSTRUOOIÓN PÚBLICA. 85 1·enta y cuatro Escuelas Fed r les o n 8,434 alnmnos, y veintiocho es­en la mnnicip les y particulares co 694:; en todo, ciento setenta y cinco plantele , concurridos por 9,326 alumnos de ambos sexos; lo que da la proporción de 1 alu no para ca a 27 habitantes. 6. 0 E tado Falcón.-La capital del E tado, por arreglo político entre las dos seccione que lo fortnan, es Oapatarida, con 3,358 habi­tantes, pero su dos principales ciu ades sou M t·ac ibo y Coro. Para la in trncción primaria y científic tiene 1· sección Maracaibo una Uni-er idad con 4 O alntn os, cincuenta y tres Escuelas Fed ralea con -a, 05 alnrnnos, y ochent y nueve escnelas municipales y articulares cou 2,196 alumnos; en todo, ciento cu renta y tres planteles concurri­do por 6 061 alumno de ambos se. os. L · sección Coro C\tenta con un Ool gio de eg nda categorí , de en eñ nza secundada, concurrida por 72 alumnos; ochenta y cuatro Escuela~ Federales con 4,84:2 alumnos, y veintinueve escnel s 1nunici pale y partícula re~ con 939; e to o, ciento e torce pJ nt~l a así tidos por 5,8"'3 alntnnos e arnbos se os ; de maner que todo el E t d tien scieotos ciocnent y siete esta­blecimientos de instrucción con 11,914 alntnnos; lo que da la propor­ción de 1 lnmno para cad 17 habitante . 7. 0 Estado Bolíva?·.-Este E tado se ha1la constituí o par la sec­ClO pure y una parte de la d"' Gua yana. La rimera tien nn Colegio de segund categoría para la instrucción secnRdaria, con 65 alumnos; di z y i\;te E -cuelas i cder les con 918 alumnos y nueve mnnici palea y pat ticnlare , con 212. La eccióu Guayana cuent con un O legio de pri 1er categoría, a i ti o por 50 aln nos; diez y nuov E cuelas Federales con 1,168 aln no , y v ,intieinco Colegio y o cuelas muni­cipales y particulares con 6±9 alumno ; lo qne da un total general para todo el E tado de setenta y dos establecimientos de instrucción, concurridos por 3,072 alumno , y nna proporción d 1 alumno para cada 18 habitantes 8. 0 Estado Be'rmítdez. -Hay en él un Colegio de segunda cate­goría en la capital de cada una de la tres seccione de Barcelo a, Ou­maná y aturío en q e se divide, concurridos los tres por 202 alumnos; cicut cuarenta y ocho E cuelas ~ ederal s de primet·as let.-as, con 9 178 alumno; y einte escuelas municipales y particulares con 560 alum­nos; en todo, ci nto etenta y un planteles a istidos por 9,940 alum­nos clo ambo sexos, lo que equivale á 1 alumno por cada 29 habitantes. 9. 0 Estado Oa1•abobo.-Este Estado posee un Colegio Académico con 147 alumnos; una Escuela Normal con 42; ttn Colegio de niílas con 98 · cil:nto treinta Escuelas F derales con 8,499, y ciento cuatro Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 86 AN LES DR LA INSTRUCCIÓN .PÚBLIOA DE COLOMBIA. escuelas diversas con 3,358; total, trescientos veintisiete establecimien­tos y 12,144 alun1nos, 6 sea 72'5 por 1,000 habitan tes. El Gobierno de Venezuela no ha publicado cstadístic particular de la ensenanza pública en los ocho . territorios federales y en las dos colonias nacionales. A. R. y LL. Barcelona, Enero de 1892. --*-- SECCION LITERARIA DEL AMERICANISMO EN LA POESIA 0AR'l' DIER'l' AL SEÑ0R D. JUAN LEÓN M'IS'RA, SOBRE SUS "MELODfAB INDÍGENAS" Muy estimado sefior mío y de toda mi consideración: Tien1po hnce qne deseaba contestar á su últitna atenta carta, tan honro a para mí, como que ella fue portadora del ofrecimiento cariño· so d una amistad franca y sincer que estimo en mucho, y que nunca c1·cí merecer, por más que la había codiciado yá desde los ti e m pos en que rne hablaba de usted el que fue mi inolvidable condiscípulo, Me­néndcz Pelayo. A su hijo J. Trajano, cuya bondad é ilustrada inteli­gencia, )' cuyo delicado trato se ha ganado las pteferencias todas de este humilde hogar, soy deudor de esta sati facción. Por su propio hijo recibí también al par qne su grata misiva, varias obras de usted, nuevo obsequio con que ha querido usted galar­donaJ · yo no sé qné clase de mer·ecimientoa. Yá pnede usted pensar q\1e hubiera querido hoy corresponder á él, dándole cuenta de haberme entera o del valor qne encierra, con una detenida lectura de todas ellas. Mas mi vida es tan atareada, que pocas veces puedo darme el regalo de saborear un libro descansadamente. Ahí tiene usted el moti­vo de mi tardía correspondencia y de que de tan rica cosecha sólo haya gustado aig!lnos puntos. Por esta razón he tenido que reservar para las acaciones, contentándo e ahot·a con hojearla, su novela Oumandá, por la que me habían abierto el apetito los elogios de Valera, los de la prensa americana, y su propio nombre de usted, que mi culto á las le­tras a ericanas me ensenó á r spetar, hace yá algunos años. Del copioso caudal de sus libros y de los artículos con qne adorna casi todos los númet·os la. Revista Ecuatoriana, los cuales recibo perió- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. DEL A.MERICA.NISM.O E.N L POESÍA 87 dicatnente por h cot té& atención de mi ilu trado amigo el sefior .Palla­re Peñafi.el, ele0 Í por lo pt·ont , corno asunto <.lo mayor actnali ad, la iutere~ante serie de us cartas: lera. ncho nuevo he aprendido en ellas, admirando á ]a par que la naturalidad y la fnerza pintoresca de u estilo el sello de marc. da originalidad y de independencia, on el pens r 1ne lnégo he i ~ t set· el distintivo de n carácter y de todas sus creaciones literarias. nedc n ted decir con m·gul1o que no sabe nsted lo qu son los Jugares comnne~ ni las frases hechas. :ro todos los que reciben carta de ciodadan1a en la República de las letras pneden afirmar otro tanto. Algo ho leído tan1bi 'n d la Virgen del ot, y l n1ayor parte de u Melodías 1nrhgenas. Empecé por ellas pat·a sorprender la nota original y porque presumía que en ambas obras hallaría en toda su fuerza y expansión el a1nericanismo, que pnso de tan mal humor ó. nue tro amigo Valera. Efectivamente un tanto excesivo est mas no soy yo, qne quizás tenga dema iado ivo el espíritu regional el que pucd arrojarle la pdmera ni 1· última piedra. Las Melodías son ternÍ "imas y nn pritnor de versificación. Con todo, me va usted á pcrrnitir obre ellas algunas ligeras observaciones, que constituirán el tema principal de esta carta, y que espero no toma­rá usted en ningún caso como palmetazo rudo de dótnine pretencioso. Si snpie e que con ella había de di gustarle en lo más tnínimo, las re­tirarí al momento. Me ~nima á hacerlas nua oportuna nota de sn Ojeada sobre la poesía ecuato?·tana, reproducida en el prólogo de la Virgen del Sol. e me ha q oedado grabada por lo gráfico de la forma y la bclJeza del pon amiento. Dice n .. ted que ''todo el qnc se da al oficio de scritor, debe tener dos cántara listas, la una de foodada para recibir en ella Jos oto de 1 malas pasione y de la injusticia, y la otra entera para guardar con cnidad los do ]a honradez y los de la imparcialidad ilu trada. Y á desde ahora presumo qt e los míos han d() caer en la eegnn da cán t ra. Hablándole, pues, con ft·anqueza, no le ocn l taré q a e me parece. que dejándose u ted llevar del deseo natural, y por otro lado, no del todo desprovi to de fundamento, de dar OTiginalidad y caráct r propio á la literatnl'a americana, va usted demasiado lejos ea sus te1 tativas. Sus Nelodías Indigenas se tne figuran de lo más perfecto é inspirado d su riquísimo caudal poético qne no conozco más que en •nny pe­queña parte. Como melodías, es decir, como poesías, no creo equivo· carme al manifestarle que son mcrecedorus de muy justos elogios. Lo que no encuentro en ellas es el verdadero carácter indígena, que usted ANALES 7 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 88 A.N ALEB DE LA INSTRUCOIÓN PÚBLICA DE COLOMBIA con tanto afán persigne. Si no fnera por las alusiones al sol, á. los in­cae, á ciertas costumbres, á ciertos detalles indumentarios, por los nom­bres propios y algunas palabras q1.tiohúas que usted intercala, c01:;taría distinguirlas de otras composicionea do ~arácter local histórico que en­gendró en Europa, antes el idi1ismo arcádico neoclásico, y en tiempos más recientes el romanticisrno feudal y trovadoresco y el oriental. Yá ve usted si fne gran poeta A rolas. Nadie que le conozca creo yo que sea capaz de poner en tela de juicio sus méritos; mas tampoco habrá hoy nadie que se llame á engaño con el pretendido orientalismo de rnuchas de sus inspiradas odas 6 canciones. Las Melodías me producen un efecto algo parecido, desde este punto de vista, á Jas Orientales del malogrado vate catalán. Todo cuanto es intraducible ó no asimilable, se con vierte tnuy loégo en amanerado y convencional. Sn att·evido intento de aclirnata­ción de cierto lirismo indígena no es peligroso en usted, porqne tiene usted talento poético de veras y discreción tan grande como su talento; pero lo sería en sus imitadores, y en vez de vigorizar como nsted pre­tende la poesía americana, apartándose de caminos trillados J esterili­zados yá por las pisadas europeas, se produciría á la larg· una poesía falsamente indfgena de tercera ó cuarta mano, tan insnfri blc al fin como las canciones orientales, c01no el género anacreóntico y otros psendo-clásiGos, como los romances de castellanas y trovadores, y como todas las composiciones híbl'idas nacidas de un falso conecpto de la poesía. No llegaré nunca á afirmar con Valora que es cosa ó empetlo absurdo buscar uR sello especial y exclusivo que distinga una obra poética escrita en América. Hacen ustedes muy bien en no vaciar sus inspiraciones en moldes gastados, cuando tienen ahí nna naturaleza casi virgen y más rica que la explotada flora del Parnaso helénico, cuan· do está llena su historia de hazafias famosas y de heroísmo no cantados todavía. Si Chateaubriand sin ser americano acertó á describir con tan­ta grandeza la pródiga vegetación del Nuevo Mundo, ¡ cuánto mejor ustedes que la contemplan todos los días y la conocen y la sienten con amor que no es de curioso, ni hijo de pasajera admiración, sino de algo que se identifica con nuestro sér y con nuestra propia alma ! Usted, sin embargo, lleva demasiado lejos ese amor y esa admira­ción. Si se contentara nsted con hacer amel'icana á la poesía del nuevo continente, en todo aquello que es legítimo y justo y en que debe serlo, principalmente en lo que se relaciona con el colorido local, enrique· ciéndola con todos los elementos de vida material é intelectual priva- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. DEL AllERIC.A.NISMO EN LA :POESÍA 89 tivos de esas tierras, y apartándola de 1 imitación de trasnochadas es­eneJas europeas, estadamos de todo punto conformes. Mas á veces se apodera de usted nn furor incásico parecido á la manía clásica que allá en sus primeros Abriles alimentó nuestro querido amigo Menéndez y Pelayo. Su silva á Oelvino, que se publicó por los años de 1858, es decir, cuando se hallaba usted en todo el vigor de su juventud, contie­ne un programa de americanistno literario, que estoy seguro hoy ha de parecerle á usted mismo exagerado . .1: osotros que del cielo .A la bondad debimos en el suelo De América nacer; que aún abrigamos Ardiente fe y angélica esperanza; Que sabemos amar, que en fácil vuelo La arrebatada mente A regiones nos lall7.n No visitadas de profana gente, Alcemo$ nueva vo z en nuevo canto. No del Olimpo santo En la altura e sientan nuestros diose~; No del Alfeo habitan los cristales Ni los bosques de Arcadia nuestras ninfas; Eo !os andinos montes colosales Del Cotopaxi y del Saogay famosos En el candente seno, entre las linfas Del Maraiión y el Napo caudalosos, Entre la selva umbría Tendida de la aurora hasta el ocaso, En las grandes y augustas soledades .... Allí moran las indicas deidades. Siempre con quien las ama complacientes, Si les pide su ingénita armonía, De elJa le muestran infinitas fuentes Brillantes de candor y de belleza. 1 Poetas, acudid 1 1 Oh mi Celvino 1 Vén, acudamos, vén. ¿Quién nos lo impide? ¡Ea 1 ¡ Sús l La grandeza Del almo Pachaccimac ensalcemos, Que es amor, vida y fuerza, y dicha y gloria Del u ni verso; al sol esplendoroso Gratos himnos cantemos, Y á su sposa de luz pura y suave, Genitores del Inca poderoso... cte. A pesar de este caluroso ditirambo á la civilización indígena, in­aceptable si se le toma al pie de la letra y despojado de su parte retó­rica; á peEar de este programa curiosísimo, dada la época en que lo lanzó ust.ed á los cuatro vientos con todo el fervor juvenil y el conven- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 90 N' A.LES DE LA INSTRUCCIÓN' PÚBLIC DE COLOMlHA. cim;ento de nn apóstol apasionado, prog1·ama qno me recuerda el qne el poeta argentino Rafael Obligado intetizó en su 1 olémica literaria con D . Oalixto Oynela en los dos tercetos siguientes : Al e plendor de la Verdad marchando Cumpla el ArLe en la paLria los destinos, Que e vaya asimismo f.:efíalando ¡ No prefiera ni griegos ni latinos, Y para ser ante los pueblos grande, Tenga forma y c.t~ph·itu a'rgentinos,; á pe ar, en snm<1, de Cllanto usted manifiesta. en dicha silva y t·epite en otros lngare no cr o posible que pueda usted llevar el pensamiento de dar caráct r propio á la literatura bi pano-americana, más allá de lo qne Jo lograron E hevanía, Andrés Be11o, Gutiérrez González y su eximio paisano Olmedo, para citar sólo los poetas que me son más co­noeidos . Y en cuanto al vate del Guayas, yá sabe usted cuántas cade­nas de comento le ha costado su mal gnsto retórico de hacer hablar contra los españoles á la sombra del Inca Iluaina Capac, del modo que lo efectúa. De todo lo oual infiero que los americanos han de dar no­vedad á su literatura, pet·o hasta cierto punto. La teoría del medio am­biente puede afl0jar en algo, no romper por completo el fnet·tc lazo que les ata á u tedes á la civilización española, por la hermandad de origen, de religión y de lengna . El convenc;ionali mo indígena podría crle wá perjudicial que á nosotros el convencionali mo clásico; y digo más perjudicial, porque e u tre ]a civilización i ncásica y la hispa­no- americana hay solución de continni ad, mi ntras que n sucede lo propio entre la nné t1·a) ]a clá ica . Sus Melodías lltdígenas suponen dos e fncrzos á cnál má ilnpo­sible. En primer lugar ha de traducir u ted 1<:> sentimiet tos y pensa­mientos del indio en una lengua tan distinta por su espíritu, sn voca­bulario y su construcción, del quichúa, cotno lo es la ca tellana; luégo ha de adaptar este sentir y este pensar a í imperfectamente expresado y concebido, á indios qne continúan siendo 6 hemos de suponer que son reales y no fingidos. Doblo trabajo de traducción y de adaptación ; introverGión en un espíritu ajeno y 1nuy distante de nosotros, unas veces por el tiempo, siempre por condicione especiales de raza, de re­ligión, de lengua y de co tnmbres; y otra vez regreso ~1 espíritu pro­pio, siquiera por medio del lenguaje que es con él algo consustanciaL En esas dificiles metempsicosis el espíritu indígena se evapora, y lo que queda triunfante es el alma propia, que no acierta á disfrazlr~o ni á. disimular nunca su identidad. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. DEL .Al!ERIC LA POESÍA. 91 o e han escapado t. les obstáculos á su claro tal nto. · Es tan diiíciJ exclama n ted tocando este punto, la transfor mació . de nue tro sé1· moral é intelectual ! ¡Es cosa tan ardua eso de volar en o del sentir y pensar ajenos para hacerlos propios, , á nuestra vez trasln* darlos sin e fuerzo á ott·o orazoncs 6 inteHgencia ! ¡ bu car esos afectos é idea n ~io-los lejano.. n una raza di er a de la nnc tra y entre las e nizn de n a ci-vilización muerta y olvidada. . .. . na civilización m-zterta . .. . lo dijo usted todo. L os mue1·tos no vuelven y tnenos en estos tiempo de positivismo . o soy naturalista al u o· 1 e cont nto con ser partid. ricJ e nn t'eé li mo sano qne no quiera matar la beJ 1 z, en nombre de la verdad y que no consienta ofender gravetnente á ésta por iego y tnal entcndid amor á aquélla . Un fal o concepto de la relacione_ qne han de r einar ct tre las dos hermanas que unidas en afectuoso 1: z accr ó á n~r Plat6u primer filó ­sofo que adivj 6 la e ·istcncia de la tre ra ~in del ·erdad ro Arte, la V crdad la Bonda y le ell za, le hace á usted totnar á 1 ü en ten· der, por erd~d poética lo qne y~1 1 o lo es ni pned serlo. Es imposi­ble n efecto que el culto y dási ·o D. Juan León Mera se finja por nn olo rnomento lLa1•avico 6 poeta indio, únicamente porque ha nacido en ]a misma tierra que este pobre sér, condenado al salvajismo 6 á desaparecer y perder por completo su carácter si se civiliza, y qne ol­vidándose del medio ambiente tnoral é intelectual qne le rodea y de los propios afectos que le alientan pretenda convertirse en intérprete de las ideas y sentitnientos de la raza indígena en lengua castellana y pul ando una lir cristiana . E to ería aceptar el divorcio de la idea y de la forma, cuando el lenguaje es la encarnación directa de la idea, n6 una vestidura externa, unafermosa cobertura, como dijo, si no recuerdo mal, el Marqués de Santillana, que e pooe y se quita á merced del poeta. Por todo lo cnaJ no comprendo ni acepto como erdadera poesía indígena en el Ec11ador, sino la que se exprese en su lengua propia, en quichúa, en sa lengua cuya ductilidad y riqueza pintoresca pondera. usted tanto. Tal vez m o replicará usted que Lord By ron compuso hermosos cantos con el título da .Melodías ltebreas, procurando int~rpretar de nuevo las ideas y los afectos qna dieron ida á aqnella nblime poesía qne patccc in pirada por el istno Dios, y que sn ejet plo siguieron amartinc la ve llano a. y tantos otros. ello hay qne ad vertír que Lord yron y ·uaut< s han imitado su intento y cuanto le precedie­ron c:n él ctltl·c ello nne tro crt·au poeta hispano-judío J chndá Le i, se cucontt·aron frente nn literatura riquí ... it a, Jo vida literaria casi no i terrnmpida, con modelos. dmi r ables y fnndada en ideales religio- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 92 ANALES DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA. DB COLOMBIA sos e re r ito e n cas­te1lat. o in rcb jar por ello n un ápice ja fttc rza ie u inspira i' n poétic •. Y Jo qnc digo de Oabanyes podlÍa aplic rlo · if rrer, á Bal. mes, á Milá y á uchos más. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 94 ANALES Dlli LA INSTRUCCION PÚBLICA DE COLOMBIA Fácil me será ahora sacar la aplicación de tales premisas. De ellas se desprende que loa catalanes, después de vivir en cont cto continuo é inmediato con el pueblo castellano, durante tres siglos y medio hasta el punto de haber corrompido no poco su lengua .Y sus costumbres; con todo, y pertenec<:r á la misma raza, profesar io-nal religión, ser hijos de una ci ilización idéntica, y hablar una lengua hermana y mny semejante á la de sus vecinos, todavía no aciertan á traducir bien sus pensamientos en el idioma de Castilla, y dejan conocer siempre que el castellano no es su ropaje natural, sino un disfraz mal llevado que les hace traición á ]a primera prueba. Ahí tiene usted explicado po1· qué soy tan incrédulo y tan descontentadizo en achaques de transfusión de sa11gre extraña en organismos literarios completamente opuestos, y re­fractarios además á esas inoculaciones. En todo caso, si me dieran á elegir entre el q'ltich~11ísmo castellanizado de usted y el del doctor Cor­dero en la lengua propia de los indígenas del Ecuador, de Bolivia y del Perú, me quedaría con el del sE'gnndo> por parec~rme que ha ee ser más cercano á la realidad; no afirmo, pnes me faltan datos, qne lo sea en absoluto. La originalidad qne usted pretende dar á la literatura americana para vigorizarla, nntl'iéndola con 1a savia de la realidad presente, no podrá nunca 11egar al punto de que el elemento indígena trascienda hasta el género lírico. La poesía líriea vive de sentimientos propios, párte directamente del alma humana, aunque se apoye en la vida exte­rior y en ]a naturaleza. Sólo aquello qne con sinceridad se siente y que forma parte de nuestro sér, ea le que se canta con soberana inspiración. Como Jecía J oubert, los más hermosos versos son los qne se exhalan como sonidos ó como aromas, los que conservan el calor ó la humedad del ~liento del alma. ser yo de usted fuera menos ambicioso y me contentaría con ame1·icanizar únicamente en el sentido qne usted desea, e] génoro na­rrativo y el descriptivo. Es natural qne ~1 narrar hechos ó describir objetos pr :firarnos aquellos que están más al alcance de nuestra obser­vación y bajo el dominio de nuestros propios rem1erdos, á los que co· nocemos só!o de oídas ó con el auxilio do lo libros. Es nna insensatez cerrar los ojos á ]a realidad exterior; empeñarnos en uo respirar el medio ambiente que nos rodea. Razón que le sobra tiene usted, pues, cuando le parece soberanamente ridículo que un americano acuda á ]as orillas del Rhin en bn ca de castillos viejos, ni al Sena en bus . de ondas tnrbias, al Pactolo para pedirle arenas de oro, al Vesnbio para admirar sns eru peioncs, al África para oír bramar sus fieras y al Orien- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. DRL .AMERIC 1SMO EN LA. POESÍA 95 te para pedirle su perlas cuando tienen ustedes ahí ruinas gigantescas de lo templos de los hijos del s 1, mares que e precipitan en el abis­mo como el i, gara ó saltos que parecen bajados de las nubes como el Tequendama y el yoyán, montes que tocan á las e trallas como el Chimborazo v olcane cotno 1 Pichincha y el Tungnrahna; ríos como ol mazonas, que luchan á brazo partido con el Océano, y minas inagotables como las que hicieron famoso~ al Potosí y al D01·ado. o supieron nuestros poetas de la conquista beneficiar tan esplén­dido tesoro y de ello resultó la total carencia de una epopeya digna de la em pres:t m;i grande que haya acornetido E pafia en el decurso de su h · toria. En cambio nuestros cronistas de Indias vol vieron á repro­ducir las maravillas de los ingenuos rel to~ de la Edad Media con sólo abrir Jos ojos á nna natnralez virgen y fecunda y narrar sin prcten­sione de ningún género sin arte y con exqni ita naturalidad, el efecto que en su ániulo ran "'aton pneblos ignorados y un tnundo desconocido. La .Ll.:í•au cana de Ercilla la A -rgentina de Barco Centenera el .A1•auco Domado del padre Ofia, las Elegías de va;ron es il1.t8t1· es de Ca tellanos, y otra multitn d 1nal llamado poem as, gracias á. la perniciosa in­fiaencia italiana en el género épico empequeñecieron la América is­tiéndola al tno o clá ... ico-enropeo, mientras los historiadores la engran­decieron mostl'á.ndola en sn magnffica desnudez, si más atavíos que los de una naturaleza ublime y gigantesca. Y tanta fuerza tiene la clara y no empañada visión de las cosas reales, que la hizo qne nuestros na­rradores indianos fneran mny superio1·es á los q\1e trataron la historia de la metrópoli. Y se comprende que fuera as!. Unos adquirieron la experiencia de la ida en la mi roa ida; los otros en los libros. Aqué­llos escribían Jo que vieron ignorantes de toda erudición que supliera c0n ideas hechas los sentimientos naturales. É tos encontraban el asunto que debían esclarecer enrnarafíado por los falsos cronicones oscurecido por las tinieblas de los tiempos, y á esta inconsistencia del fondo agre­gaban la tiranía de nna forma convencional impneata por el Renaci­miento. Hace usted muy bien en beneficiar todas esas riquezas del género descriptivo qne sn privilegiada patria le ofrece. nnca han de sustituír nsted 1a naturaleza europea á 1a ri neña y lleua <.le ncanto de la irgcn Atnérica. entro de cll deb naturalmente moverse y re pirar el •ate americano qnc quiera conserv~u· sn nacionalidad literaria: entre las varias qnc pueden lógicamente desenvolverse en las dos grandes unidades :filológicas anglo-sajona é hispano-portngnesa qne reinan sin rival en ese nuevo continente. Así lo entendieron Bello al escribir sn Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 96 N ALES DE f,A I STHU pasada la bo· nanza del aftoratnicnto el tenor de la tnenas se red u jo n n1ncho; los resultados generales no corre pendieron á las esperanzas del princi­pio, y vino uu reacción de desconfianza absoluta, tanto qne últimamen­te no se cree ni aun eu la existencia dc minas en los nnevos distdtos mineros del Tolima . L causa pdnci pal del fraca o reside, á nu stro n1odo de ver, en haber querido calcar la n1inería y las i eas antioqueñas sobre minas en el Tolilna; esto se comprenderá fácilmente si se atiende á que en Antioquia (salvo algunas excepciones) las minas de oro nativo han sido de una riqueza sorprendente y e h n 1nOr11tado por í mismas, e decir, que de los mismos productos ue la rnina. se han hecho edifi­cios, ttlolinos y demás obra . Con u ineralc tan ricos no importa que la maquinarias produzcan pérdidas de con ideración (en ocasiones ma­yores qnc todo el producto obtenido). Las nlinas que no han estado en e tas condiciones de riqueza, h n eido abandonadas. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 100 ANALES DE LA INSTRUCCIÓN PÚ'.IJLICA DE COLOMBIA Si recordamos ahora q ne los asomos de las vetas en el Tolima han ijid en general notablemente ricos, se llega á comprender la ilusión de creer qno las minas se monten por si mismas. Oon esta esperanza se procedió á erigir molinos que, construidos de prisa y baratos, resulta­ron, necesaria m en te, de mala calidad . Cuando al profundizar los traba­jos mineros las menas rebajaron de tenor, Jos rudimentarios apare· jos con que se trabajaban resultaron ineficaces, y la pérdida do trata­miento ahogó el producto de la mina. En síntesis, esta es la historia de )as minas nue as del Tolima. Sacar oro Jo minel'ales que contienen cientos por tonelada," me decía el malogrado eminente metalurgista Riotte "es cosa que cualquie­ra puede hacer : la cieucia está en hacer pagar minerales de bajo te­nor.' Esta es una v rdad de Peto GrulJo, y es la comparación entre An· tioqnia y 1 Tolirna. La minería del Tolima es nna industria qne, ver­sando sobre menas rel tivamente de bajo teno•·, requiere cuidado bue­nos aparatos y ciencia. N o es simplemente echar cuarzos al molino y recoger el oro sobre pafios; hay que estudiar los minerales atentamente, vigilar con so1ici· tud las maquinarias, comprender la na tu raleza y seguirla, pues este es el único modo de vencerla. Las menas del Tolima no son absolutamente de bajo tenor, pues la genera1idad de las que conocemos pagan más de $ 5 por tonelada en oro nativo, y minerales de este valor son de más que mediano rendi­miento en Norte América, en donde se trabajan con provecho menas de $ 1-50 por tonelada. Comparados con algunos minerales de Antioqnia, naturalmente se comprendo qne son muy pobres. N o ha sido tanto la falta de conocimientos y capital, como general­mente se ha dicho, lo que ha determinado el mal éxito de la minería en el Departamento de que hablamos : la principal ha sido Ja falta de cuidado y de intuición mecánica, falta de paciencia y de hábito de experimentar. La ciencia no reside tanto en los libros cnanto en el estudio de la naturaleza. En el Tolima se ha leído, e ha hablado y se ha escrito sobre mi · as, pero no se ha experimentado ; se signió un ca­mino enteramente rutinario; no se obtuvieron resultadoe, y se abando­naron las roina.s. Los plantadores y los ganaderos tienen paciencia y es­peran cuatro y seis anos 1nientras produce el café y el cacao, 6 Inien­tras se rozan y siembran potreros. I~os 1 1ineros no ; las minas tienen qne producir inmediatameutc, ó no sirven . L1. idoa errónea de qoe las minas son tesoros y no una industria que, corno otra cualquiera, requie­re tiempo, capital y trabajo para des rrollarse, h sido y continúa sien­do fatal para el país. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. NOTAS MINERAS 101 El Gobernador del Tolima inceratnente deseoso de er progresa r la indn tri minera en aquel Dep rtamento, nombró prim e ro nl ct'íor R. B. White y luégo al seflor J. C. Randolph para qno vi ·itaran la s tnioas, diera informe y ayudaran con sos conocimientos y prác tico. al progeso de ]a indo tria . o e \10 tt·o nni mo eutl'ar á e tn r iar lo3 re­snlt dos qn e ta comi iones prodnjeron pues to que fu e ron nin­gunos en la práctica. IIubo como sucede aquí entus iasmo por la s p c t·­sonalidade . Mr. Whitc á nuestro modo de vor, e l inge iero que m e jor ha entendido las formaciones del Tolima; empet·o creyendo estable la ri­queza que mostraban los afloramiento de la v e t a , que como anterior­mente lo dijiroo , en el Tolima ha. sido muy notable in icó los monta· jes antioquefios y se pet· uadi6 de que en Ibagné y A naime íb, m os á presenciar el ejemplo de los tipo qne él conocía en Anti oqnia. de mi­nas que de us mismo productos hacían alir el tnonta j e d e finiti o. Fnc este el grande error de Mr. hite, y tánto, que creotno quo si en las empresas del1·ío China él hubiera indicad0 maquinari· de hierro y bu nos aparatos de concentración n cz de molinos antioqueños me­s as de madera etas e mpresas e tarían hoy n producción mny racionaL Los informes d Mt·. Randolph no ro piran en general, sino el de eo de improbar las aserciones do Mr. White. Desde entonces icn diciéndose qne el grande error en el Tolima fne montar mi­nas antes de saber si crau tninas.' E to sería muy cierto si allí, on rea­lidad, se hubieran montado plantas costosas; pero nosotros sabemos que los mayores expendios en plantas han ido 2,000 ó 3,000 pesos qu~ han costado Jos defectuosos tnolinos e~·istentos . Lo malo ha sido, en gene­ral, la obra de mina en qne después de haber gastado dinero y llenado el terreno de agujeros, aún no ~e pnede saber nada l'especto de Ja for­mación, puesto que en Ja apertura de ésta se ha pr·oc€dido, no teniendo en 1nira el desarrollo cu vasta escala de nna empresa de lln porvenil' duradero, sino el afán de encontrar tierras qno poder moler. Pttede de­cirse que solamente ei Gallo y la Plata del Líbano, en lo nuevo del De­partamento, han sido abiertas de un modo ra.cional. Mr. Randol ph, á pesar de haber estndiado el país 1nny á la ligera, ta vo el mérito de aconsejar la racional apertura de la minas y su ex­ploración preliminar antes de eutl'ar en gastos de impot·tancia respecto de su establecimiento, y considerando las cosas fdatnentc aconsejó la pru­dencia y el sentido común en la dirección de los trabajos de mina. Sus conclo iones científicas respecto á la formaeió de las etas y :1parición dol oro en el Tolima, son ligoras y qnizás inexactas. Al cabo de seis aíios de trabajo en el Tolirna, de informes, opinio- 11 •0 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 102 ANALES DE LA INSTRUOOIÓ.N PÚBLICA. VE COLOMBIA nes, fiebr y decadencia, hoy día nos eocontratnos en la tnisma situa­ción del princi pío, y no ' e sabe si en realidad ha) ó nó minas de veta de valor fn ora d ;.¡ la vi ej . conocidas y tt'abajadas, corno Frías, Oalamonte y otras. Unos han llegado á la negación a.bsolnta; otros, monos pesi­rnistae, dn d an · pe ro e n todo cas ~e t·otraon de comprometer iutercsos suyos n minas. A la prcgun ta do si val eH ó nó las nuevas nlinas del Tulima, nos­otro n os atrevomo á contestar pot· la afirtnativa. En realidad, en !ba­gué, como n otros u is tri tos nuevos del D epat·t m en t(;), hay yacimien­tos do tnctalc que hicn trabajados 1· rían rendimientos considerables. A simi mo la región argcntífer, que viene ucsde Frías y Mariquita y se levanta hasta la. cordillera, es verdaderamente uotable. Mas nos inclinamos á creer que la mayor fuente do riqueza en el Departarncn to que nos ocupa, serán las minas de plata tuás bien q ne las de oro, y aun éstas son más importantes por sus jaguas qu€ por el me­tal libro. La minería del Tolima es ominentetnente industria do 1ncnas cotn plejas. Cotno el tnincro no juzg siuo por analogía, y con este critel'io de­duce las probabilidades de un distrito nuevo por semejanzas con distri­tos conocidos, la f Ita de tral>ajos profnndos en el Tolirua ha sido esco­llo y fuente de enores. U na vez que la generalidad de los ingenieros consultados han oft·ecido esperanzas y aun seguridades de encuentro de topes ricos, sin datos expel'Ímentales sobre qué apoyarse, las gentes se han cegado; y aun llegando n ciertos c~asos á creer á nn consnltor dotado con verdadera intuición adivinativa, exigen opiniones sobre las vetas á profundidad, opiniouos que en distritos nuevos es muy aventurado expresar. En tninería no hay más critel'io que el expe­rimental, resolverse á aventnrar algún dinero en una exploración pre­litninar formal, y adquirir así la seguridad de la existencia ó nó de yaci­mientos de valor. Pero esta xploración no debo llevar por rnira la. ganancia actual sino la investigación de las vetas; porque de otro tnodo es imposible hacer tr abajos de mina racione le , y en tal ca o, después de haber gasta­do dinero inútilmente, las compañías se encontrarán tan á o curas cotno al prin cipio. Como las únicas minas q11e en el país han sido trabajadas profun­damente son los ya cimientos argentífcros de Guayabal y Santnna, del estudio de e ta o mitJ as pnodcn desprenderse conclusiones generales que no dejan do tc:l r in1 portaucia. El xatnen de Frías y San tan a, por ejemplo, hace ,·or Ja continuidad de estos filones argentífe1·os <Í gran Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. NOTAS MINEn 8 103 profundidad . En la primera de estas minas se han hallado miaerale de primera clase á la profundidad de 120 brazas. Otras minas de e ta re­gión trabajadas antiguamente, pr ntan ejemplos análogos. Así pnee, esta parte del D partamento ofrece á Ja-- compañías grandes probabili­dad() s para el desarroJlo de e11 presas en asta escala, nn3 vez q ne tene­mos l. casi seguridad de g rantizar abundancia de 1nenas y continuidad de la et. á profandida . Mucho llama la tcnción er qne el curso del mo ímiento minero tendiera, más bien quo á di tritos relativamente bien conocido , á zonas enteramente nue as, pues tales son la de Ib gué, Anaimc y el río China, en las cuales no· hay tradición de trabajos tan amplios como en la r gión do Santana, Guayabal etc. Creemos que la ca u a de e to ha sido la existencia de oro uati vo en las formaciones de Ibagué; y en la necesidad de ganancias rápidas, la facilidad tnet · J úrgica hace preferibles los cuarzos auríferos á las menas complejas. E ta preferencia ea muy justa, á peear de no ser mny previsora ni verdaderamente adelantada. Prefe1·ir una ganancia moderada obtenible ein gastos ni mayor eefuerzo, á deeanollar etnpresas de grande aliento y obtener productos considerables, ó en otros términos, la preferencia por lo llamado MINAS DE POBRE, es tendencia que se observa en casi todo el país minero. Se ha hablado mucho de los INGENTES oAPITALES invertidos en los nuevos distritos del Tolima, y si exceptnatnos á San Sebastián y La Plata del Líbano, podemos asegurar que en todas las iuas do veta nue­vas del Departamento, trabajada con capital nacional, no se han alcan­zado á in crtir ' 300,000 p. m. e n1á3 de 15 minas, y es lástima que hayan ido tan rnal gastados· per la instt·ucción prélC.tica que hemos obtenido no es cara por este precio. Pa ando rápid< ojeada por lo qne las nnovas ·ploraciones han hecho descubrir, voinos que hay, en gene­ral, potencia en los filones, y qne si éstos no on estupendamente ricos, uo por e o dejan de tener nn rendimient0 1nuy halag dot·. Plantas de concentración es la metalurgi indicada para el Tolima, y no dudamos qno una ez qu l as tninas principien l conccnt1-. r ns minerales, es muy fácil el establecimiento de haciendas de beneficio, que eviten á la industtia tninera el pago de tributo que hace al e ·tranjero. Creemos qne 1 casi mayoría do ]as menas del Tolima se beneficiarán fácilmen­te por axnalgatnación ; in embargo que el día en que la abundancia de concentrados fncra importante el cstablccitniento de una fundición stn·· giría de í y é ta tendría la vcntajn de abrir salida á los yacimientos plombífetos de Cundinamarca y Boyacá. l:'nede fijarse esto dato: en el Tolima los minerales que rindan$ 3 A.NALBS 6 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 104 ANALES DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA DB COLOMBIA oro en tnctal libro y 5 por 100 de jagnas de $ 150 oro, se benefician con ventaja en plantas cuyo costo no llega á $ 20,000 p. tn. Ahora bien: loa mineraJes que conocemos de Ibagné y del río de la China produ­cen tenores prá~ticos tnás elevados que los que indicamos anteriormente. Sólo falta qnc las com paftías se resuelvan á e tablecer un beneficio si temát.ioo y en maquinarias de bncna calidad, porq e mientra preten­dan contianar el tratamiento en aparatos cn¡as pérdidas be elevan al 60 por 100, es irnposible qne abrignotnos esperanza de ver productos en las minas del Departaruento. En el Tolima hay ya ·imientos qne, como los del río de la China, han sido verdaderamente privilegiados por la naturaleza, que ha rennido allí todas ]as facilidades para el trabajo de aquellos abundantes veneros. Maderas que no escasearán fácilmente y aguas qne darán cualquier can­tidad de fnerza que se necesite, y al mismo tiempo amplitud del terre­no que dará campo para el desarrollo de haciendas tao grandes corno se quiera. Las minas en la China son de plata aurífera, casi á mitad de va­lor entre los dos etales y también contienen algún oro libre. Cerca de las concesiones de la China hay un distrito minero de minerales muy análogos á Jos de éstas y de un valor comercial conside­rable; tales son los minerales del Triunfo Santa ita, N a taima y la Floresta; minerales más 6 tnenos ricos en jaguas y cnya concentración dará resultados satisfactorios. Después de é tos se encuentran los minerales de !bagué y Anaime, que principalmente son de oro nativo, y sobre todo los de lbagné contienen pocas jaguas. El día en que se monten buenos molinos, los rendimientos de al­gunas minas como la del Gallo, por e;emplo, se triplicarán probable­mente. Creemos que para que se determine un rnovimiento cotnpleta­mente favorable á la minería del Tolima, basta con que haya una em­presa que, al montarse bien, dé boenos resultados, porque entonces, ro­to el círculo de desconfianza q11e actualmente nos aprisiona, los capita­les tenderán hacia una industria cuyos azares son más bien imaginarios que reales. La experiencia adquirida es una base sólida de ensefianza, y yá las compañías nuevas que se o¡·ganiceu lo h rán en términos más prác­ticos y má de acuerdo con las condiciones del paí y de la industria minera. Manizales, M yo 4: 1892. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. NOTAS MINERAS 105 JI .ALGO SOBRE A TIOQUIA.-ltEMEDIOS A TA ROSA a hiendo traza o á gran ee ra go 1 hi ' tOI'ia de los nnevoa distri· tos del T Jima, e mny del ca o prc entat· allor alguna notas sobre el estado general de l minería de e te Departamento, que entre nosotros ha sido 1 verdadero país de minas. Y á en un artículo anterior hicimos algo nas observaciont? gen eraJes sobre la riqueza. o ]as menas en An­tioquia, ;y ahora nos parece oportuno in istir con algún detenimiento sobr este punto. Como tuvimos ocasión de hacerlo notar, la mineria antioqnena fne intactamente trasplantada á los nuevos prospectos del Tolima. Los métodos maqninal'ias y reglamentos de Remedios fueron llevados á Ibagn'é y á naime, in que se hnbieram tnodificado ni alterado en nad al pa arA otro Departamento, y sin que se hiciera tampoco nada con el fin de mejorar su adaptación á la diferenci3 de las menas. El molino antioqu Do con sos cincuenta golpes por 1ninnto y sns cedazos de ocho puntos por pulgada li eal es el mil3mo en Ibagné y en Remedios. Asi el estudio de las minas de Remedios no sólo tiene interés on cuanto hace conocer el distrito quizás el más rico de Antioquia, sino qne lo tiene muy especial para el Tolima mínero, y para nosotros es comproba­ción muy importante de las ase.rcioncs qne establecimos en el artículo anterior. En Antioquia, salvo contadas xcepciones, la industria mine1·a na­cional está en su estado tnás primitivo é incipiente. El trabajo de explo­tación ee reduce á xcavar ]a parte uperficial y descompuesta de las vetas y tratar estos minerales moliéndolos en aparatos de madera (1). Tan pronto como los trabajos llegan á ]a parte dura y sana de las etas, en ]as cuales di minuye la proporción de oro libre que puede extraerse directamente en los n1olinos, las minas ee reputan agotadas y los tra~ bajos se suspenden . Lo.., adelantos que la ciencia minera ha hecho últi­mamente, han puesto de tnanifi.esto qne la verdadera y sólida riqueza de las u1inas reside en los sulfuros (jaguas) que los filones de oro en­cierran una vez que se profuudizan los trabajos sobre ellos. Estas jaguaa contienen á profundidad el oro que en la RU perficie ha sido puesto en Jibertad á con ecneneia de la descon1posición del filón por los agentes atmosférico , y es á la concentración r nosos ó gt·uesos y carnosos. Estn familia, que es una de 1 s más naturales del Reino Vege­tal, es también nna de las más e:xtensas y más import~nt~s, tanto po1· sus aplicaciones como por Ja beJiczn de sus flores. El Bl'nsíJete, el Campeche, el Dividivi y otrns muchas plantas útiles por su made­ra, hacen parte de e11a. El Bálsamo de Tolú, la Oopaiba, la Goma Arábiga, la de Senegal, la Tragacanto y otras valiosas resinas, son pl'odu- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 112 ANA.L'ES DE LA INSTRUCCTÓ.N PÚBLICA DE COLOMBIA cidas por plantas de esta familia, lo mismo que el Anil, el más us do de todos los tintes. La haba, el fríjol, la lenteja, la arveja, el garbanzo y otras muchas semillas de esta familia, son materi!ls alimenticias de pri­mer orden. Sin embargo, éstas se pueden considerar como excepcio­nes, porque en todas las plantas de la familia predomina un principio ve­nenoso. Las Leguminosas están extendidas en todo el globo; pero algunos géne1·os tienen límites geográficos bien definidos: tales son los que perte­necen á Austr lia, y los que son propios de Sta· América 6 del Cabo de Buenaesperanza. Algunos, como el T e phro3ia, Sor hora y Acacia, son lo que s e llama esporádicos; esto es, que están dispersos sobre vastas .r dife­rentes regiones en uno y oLro hemisferio. El rr1ayo1' número de espec ies pertenece á la región equinoccial, y sólo h n d ejado de encontrarse en lag isl a s de Santa E!ena y de Tristán de Acuna. E s ta numerosa familia consta de cerca de ocho mil especies, agru­padas en unos seiscientos géne1·os. Se ha dividido en tres grandes sub­órdenes, dividiJ.os á su turno en tribus y en subtribus. SUBORDEN I.-PAPILIONAOEAS Corola papilionácea, de estivación imbricada. Los pétalos superiores son externoE;. SUBORDEN II. -OESALPÍNEAS Pétalos en estivación imbricada; los sHperiores son internos. SUBORDB III. -MIMOSEA.S Corola de estivación valvar. PA. PILIONACBA8 O én eros pri n ci palea: Myrosperm:unt. Arboles 6 arbustos de hojas compuestas con las hojuelas coriáceas. Flores blancas ó rosa dns, en racimos axilares 6 terminales. Cáliz acam­panado. Corola en forma de mariposa, con el estand rte ov l y muy abierto; las alas y la quilla son libres y de longitud igu a l á la del estan­darte. stambres diez, libre@. Ovario estipitn o. E::>tilo lateral y filifor­me. Estigma obtuso. Legumbre membranosa, comprimida, indehi cente y con una 6 dos semillas. Las especies de este género son 'rboles baleá.micos, de 1< América eonatorial. L s principales son: Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. TR T DO ELEliE T, L DE BOTÁNIOA 113 My. Pcr?t{fo1'?nn.-Bálsamo del Perú. -Crece en todas las regiones ardieut s d la América ecuatori~J principalmente en loa bosques del litoral del mar de las Antill~s y del Pacífico; en México, Centro América, Colombia y Ecuador. J-fyros. tolu~fer ·um.-Bálsamo del To1ú.-Llamado también Toluifera otficinali , nunqne algunos autores la consideran igual á la especie ante­rior. Creco en las mismas regiones, principalmente on los bosques do Carta gen a, del To1 ú y del rio Si u ú. My,·os pube cen .-Tt\Che.-Crece eu las vecindades do Popayán, en la hoyu 1 río Fu aga ugá y e otra tierra templ as. • tas tres especie producen bálsamos muy apreciados qne parece no difieren entre sí sino porque preparadas de diferentes maneras, pre­sentan un aspecto di tint , pero sn composición química es una misma: resina, aceito volátil y áci o benzoico. El má usado de todos es el bál­samo del Tolú. So presenta en ma as sólidas, de un color marillo rojizo, de apariencia gr nulo u y emitra paren te. Sus bor es dulco y agradable, y el olor su ve y menos penetrnute que el del bálsamo de Perú. Es soluble en el alcohol y en el éter, y cede al agua el ácido benzoico que contieue. Bajo la iafluencia del calor se ablanda y destila como el pez de Borgotla. Estos bálsamos, principalmente el de 'rolú, tienen propiedades estimu· lantes muy enérgica , sobre todo sobre las mucosas de los bronquios, mo· difieando ventajosamente los catar-ros pulmonares y las flegmasíaa cróni­c~ s. Se usa con éxito para combatir las bronquitis y los catarros bron· quialea agudos. En ln tisis se ha empleado como p liativo, con muy buen resaltado, pues f·l.cdita J, expectoración. También se ha preconizldo p ra combatir las inflamaciones crónicas de las vías genito-urina~rias, el catarro de ln ve­jiga la leucorrea y las blenorragias rebeldes. Entra en la compo ición de much preparaciones f. ~rm céutic:n, como 1 s pa tillns del Tolú, la crema pectoral de Pierquin, los cig rrillo pectorales balsámicos, las gotas escocesas de loa doctores O orio & Castafleua, etc. etc. Myros frutescens. -6uatamare.-De los Llanos de Ca auare. Pro­duce también una l'esiua balsámicn, análoga al bálsamo del 'rol ú. PSORALEA Arbu tos, rara vez yerbas, de hojas compuestas, á veces de una sola hojuela con dos estípuhs. Flores blnncas, azules 6 viola s, di puesta en espigas 6 en glomérulo axilarc y tcrtninale . Cáliz ac mp nado, quintifiJo, ilabiau , con ], 1 ciuia inferior más hu·gn. El esta darte es r fiejo en 1 margen, y la alas y 1 quill libt·es. E tambres diez, nlono­diadelfos. Estilo filiforme. E:~tigma e pitado. La legumbre inclusa en el cáliz, membranosa, indehiscente y monosperma. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 114 ANALES DE LA INSTRUCOI~N PÓBLIOA DB OOLOliBIA Las especies de este género son de las regiones tropicales de todo el globo. Las especies colombianas son principalmente de la regiórr fría. Las más notables son: P oralea ... -Rúcbica.-Crcce en los lugares húmedos de la región fría entre 2,000 y 2,600 metros sobre el nivel del mar. En la sabana de Bogotá Zi p quir ', Santa Rosa de Vi terbo, etc. Es muy recomendada como desinftamantc. El zumo de la pl nta y los polvos de las hojas tostadas se usan con muy buen éxito pa:-a curar y cicatrizar las heridas. Psoralea gland~tlosa.-Cu1én.-Té de Chile.-Probablemente origi­naria del Perú y del )3rasil. Cultivada en peqnetlo en algunas partes del Sor del Oauca, en Jambaló, el Tambo, etc. Crece en la región fría. entre 2,500 y 3,000 metros sobre el nivel del mar. Las hojas son vermífugas, estomacales y vulnerarias. La raíz es emética. Se administra en infusión. INDlGOPERA Arboles, arbustos ó yerba, de hojas imparipinadas, á veces con una sola hojuela, y también nulas. Estipulas muy pequenas, insertas en la parte inferior del peciolo. Flores 1·osadas ó purpúreas, á veces blancas, dispuestas en pedúnculos axilares. Cáliz pequeflo, quintidentado y con las lacínicas acnminadas. Estandarte sobre redondo y reflejo, las alas y la quilla iguales; ésta es espolonada ó fibrosa en la b se y á los lados. Es­tambres diez, monodiadelfos y con anteras mncronadas. Estilo filiforme. Estigma capitelado. La legumbre es casi cilíndi·ica, recta 6 aguda, polis­perm ó CQn una sola semilla por aborto. E$tas son cúbicas. Las especies de este género son propias de las regiones cáliu s y tro­picales de todo el globo; entre ellas se encuentran algunas de las más apreciadas entre las plantas tintórea3. L'ls principales son: Indigojera tinctoria. Afiil 6 Indigo.-EL primero de estos nombres viene do Nili, aanscrito, y el segando de indicus, nombre que le daban los romanos, por venir de la India el producto colorante. Por lo tanto parece indudable 1 origen asiático de esta planta, cuyo cultivo se ha ex­tendido por todo el globo, debido á su grande importancia en la tin­torería. En la époc& antjgua el af1il sólo se beneficiab en la India, y llegaba á los europeos por Siri ó por Alej nc1rín; más tarde sn cultivo se fue extendiendo á diferentes regiones del antiguo e ntinent ., y por último tomó un grande incremento en toda la 1. méricc-\ inte1·tropical, h sta ol punto de poner en peligro el cultivo de 1 Indi ; pero los e fuezos soste­nidos de la comp f.\ía de 1 India hici ron que el aftil de Bengala triun­fat ·a d finitivamente sobre el de los otros pttíses del globo. El procedimiento para beneficiar el a.nil es muy sencillo. Cuando la • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. TRATADO RLEM.BYTAL DE BOTÁNICA 115 plantación está. en flor se siega y se pone á macerar en el gua por e paoio d doce horas, duran to las cu les so produce una especie do fermcn tación, pasancl el líquido, do am rillo qne ora al verE COLOMBIA das hacia afuera y adheridas á la quilla, que es largamente estipitada, pequena y encorvada. Estambres diez, rnonadelfos. Estilo corvo, dilatado en la b so y bnrbado longitudinalmente. Estigma capitado. La legumbre es linear y plano-comprimida. Las e~ p eci e s do este género son propias <.le las regiones cálidas y tro­picales de Asia y de Amélicn. La principal es: Olito 'ria vi?·giniana. -Sonajera.-Ctece en las Antillas, Panamá, Oartugena y en la parto baja de la boya del Afagdalena. Tiene propieda· des emenagogas, y, como tál, se usa la raíz en decocción, ]o mismo que para facilit1n~ las contracciones uterinas. Las semil1as se consideran como purgantes y vermífugas. Las flores dan un buen tinte azul. GLYOIRHYZA. Las especies do este género son todas de las regiones templadas y frías del hemisferio boreal. JJa principal es: Gly. glabra.-Orozuz, Regaliz.-De Europa meridional. Con la r&iz se prepara el xtracto de regaliz ó de orozuz, que se presenta en el comer· cío en form de cilindros del ~rueso del dedo menique, de color negro, más 6 menos lustroso, y con un sabor dulce. El orozuz tiene mucha im­portancia, na s61o por sus propied des emolientes, sino también por el gran consnmo que, como vehículo, tiene en las preparaciones farmacéu­ticas. Según el análisis de Mr. Robiquet, el orozuz contiene: glycyrl¡,i­c~ 1¡a, fécula, asparagiua, aceite resinoso, sales y albúmina. La glycyrlti­cina es la que lo da el sabor azucarado. El orozuz se usa mucho en las afecciones bronquiales, y con 61 se prepara un papel especial para cigarrillos pectorales. También entra en la composición de una tinta china ordicaria. Las otras especies del género tienen propiedade .. idénticas. ( Oontint~Md). SECCION HISTORICA DOCUMENTOS IMPORTANTES (Tomados de la Guata de Colmnbia de 5 de Septiembre de 1830, número 480). ACTA DE LOS PADRES DE FAMILIA DE BOGOTa En la ciudad de Bogotá, á 2 de Septiembre de 1830. Rennidas las Corporaciones, loe padr s de familia y vecinos de esta capital, y muchos de los pueblos del cantón, á consecuencia de la convocatoria hecha en este día por el sefior Prefecto, con el objeto de acordar los medios para Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. DOCUMENTOS IMPORTANTES 117 el restablecimiento del erden y forma de la admioistl' ción en la pre­sente cri is, y cousidet·ando : l. o Que el Gobierno nacional ha quedado disuelto de hecho desde el momento que una gr n pa1·te de las provincias se ha pronunciado por el mando

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Anales de la Instrucción Pública en los Estados Unidos de Colombia - N. 121

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