Por:
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Fecha:
1892
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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TOMO XXI NUM. 121
NALES DE LA INSTRUCCION PUBLICA
DE COLO~fBIA
SECCION PEDAGOGICA
LIGEROS APUNTES Y DATOS ESTADISTICOS
OBRE J,A IN T.ROCCIÓN PÚ.BLICA E ALGUNAS .RR P ÚBLIC S A ?úERI AN 8
III
GU TEMALA
Estad~stica de la inst;ruccif»t pública.-De la M emo-ria de la eCJ•
eta'ría de Fomento de la república de Guatemala, de 1889, última
que ha 1legado á nuestras manos, tomamos los siguientes sucintos datos
estadísticos sobre ensei'ianza.
Durante el afio de 1887 recibieron instrucción primaria, en 966
escuelas elementales y complementarias, diurnas y nocturnas 47,061
alumnos: 31 119 varones y 15,924 he bras. Se ocuparon en la ense.
ñanza 680 hombres y 386 mujeres, ó sea 1,066 maestros, uno por 44
a]nmno . En 1886 hubo un aumento de 36 escuelas, con 4,596 alumnos
más que en 1885. Recibieron en este afio 1 misma instrucción, era 872
escuelas, 40,154 alumnos: 27,003 arones y 13,151 hembras. El número
de maestros se elevó á 1,087: 750 hombres y 357 mujer s, ó sea
un maestro por 37 alumnos. Por manera que a i tieron á las escuelas
en 1887, varones y hembras, 6,807 más que en 18 5 · aei como fue mayor
el número de escuelas.
In trncción secundaria la recibieroa en 1887, en el Instituto aciooal
Central, 284 alumnos; en el Oriental 171, y en el Occidental
860, ó sea 815 varones. En 1 85 recibieron la misma instrucción en el
Instituto Nacional Central 315 alumnos, en el Oriental 36, y en el Oc·
cidental 181, ' sQa 532. Por manera qne en 1887 hubo 24:3 alumnos
más que en 1885. La misma progresión se observa en cnanto á las
senotitas: 315 cursaron en 1887, y 221 en 1885.
Además se han establecido muchos y bien organizados colegios
ANALES 6
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72 ANALES DE LA INSTBUOOIÓN PÚBLICA DE OOLOliBIA.
privados, en Jos cnales recibieron la ensetia"Aza. secundaria jóvenes de
ambos eexos en número no escaso.
La Escuela de Derecho y Notariado tuvo en 1887 59 cursantes;
la de Medicina y Farmacia 62, la de Ingeniería 5, 1a de Artes y Oficios
de la capital 110, la de Quesaltena.ngo 45, y el Conservatorio N acional
42.
Cada uno de los alumnos de iastrucción primaria costó en un afio
á la ación ., 7 por término medio ; cada uno de los de instrucción
secundaria, $ 85 ; cada uno de los de Derecho y Notariado costó 198
en el período de un curso ; cada uno de los de Medicina y Farmacia
$ 274; cada Ingeniero 864; cada individuo del Conservatorio $ 428;
cada alumno de 1a Escuela de Artes de la capital 221, y cada nno de
la de Qnesaltenango 129. En estas Escuelas hubo 89 profesores.
El costo total de la eneefianza · fue de 525,625-40, incloyendo
$84,855 por compra de útiles, mejoras materiales y gastos extraordinario~.
En 1865 el costo total de Instrucción pública fne de$ 293 780-05,
ó sea 231,845-35 menos que en 1887 ; lo que demuestra nn incremento
en tal sentido.
En Diciembre de 1887 acordó el Supremo Gobierno e tablccer
una Escuela Normal de varones en la capital, y se organizó con t n director,
cuatro profesores, dos inspectores, cincuenta beqnista , nn portero
y cuatro sirvientes.
Además de estos datos estadísticos hay que observar que Ja E ene·
la de Medicina, perfectamente dotada de todo cuanto es nect· sario para.
los estudios de los alumnos, es una institución que honra laR pública y
cuyo crédito atrae á sus cursos eetodiantes de todas las demás Repúblicas
cen troatnericanas. N o es menos notable la Escuela de J uri prudencia.
En general, la Universidad de Guatemala conserva mucho del
prestigio que tuvo en la época colonial, cuando los reyes de Espafia y
los Pontífices Romanos la decoraron al igual de las más ilustres de la
Madre Patria, con el doble título de Real y Pontificia.
Los dos Institutos de ensefíanza secundaria para la juventud de
ambos exos y las escuelaa normales hállanse establecidos en magníficos
edificios, con un personal de profesores muy distinguido. IIace
honor también á la nación gnat malteca la Escuela Pvlitécnica, qo.e
recibe cada día nuevas mejoras y es un poderoso auxilio no sólo desde
el punto de vista de la instrucción militar, más también para otras carreras
que cada dia sG abren á la juventud.
Y no es sólo la capital la que posee establecimientos de instrucción
secundaria perfectamente instalados. Tiénelos tatnbién la cindad
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INSTRUCC tON PÚBLICA 73
de Queealtenango, cuya población es de 20,000 habitantes, y ademis
enenta con una E cuela de Medicina y otra de Derecho.
E digna asimismo de mención la Biblioteca pública de Guatemala,
que cuenta cen unos 25,000 olúm nes de diversas materias. Los
lectores que concnrrea anualmente on aproximadamente de 7 á 8,000.
El salón de lectura a í como la. biblioteca, se hallan abiertos todos los
días feriados desde las 11 a . m. hast!l. las 3 p . m. para el servicio diurno,
y desde las 5 hasta las 8f- para el nocturno. Los domingos se halla
á disposici' n del público desde las 10 de la mañana hasta la 1 de
la tarde, con el objeto de qne puedan leer los ~rtesanos .
Exi ' ten también en algunas cabecer~s d departamento no pocas
bibliotecas con salones de lectnr á los cuales tiene entrada libre todo
aquel que lo solicite · y el espíritu de actuali ad se ocupa de preferencia
en todo cuanto tien a difundir la instrucción en todas las clases
sociales incluso la indígena.
PARAGUAY
Ligeras noticias acerca, de la instrucción pública en esta República.
Desde el l . o de o iembre de 1881 s halla establecida en esta
valerosa nación sud-americana la en eñanza pl'itnaria, con el carácter de
obligatoria para los nií'íos de ambos sexo .
Además del MiniE"terio de I nstrncción Pública existe, para fomentar
é .. ta un Consejo Supremo de Edu aci
ria. . . . . . . . . . . . . . . . • • . . • . . . . . . . . . . . . • . • • . . • . . 125
Liceo de Santa Teresa, de niflas, incluyendo las de
elases preparatorias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . • . . 83
Colegio Seminario . . . . . . . • . . . . . . . . . . • . • . . • . . .J:-5
Liceo de San Lnis (N neva San Salvador)........ 75
Liceo del Sagrado Corazón ( . . Salvador).. . . 106
Liceo de niflas de Santa Teresa. . . . . . . . . . . . . . . . 30
Liceo de San Agustín (Zacatecolnca). . . . . . . . . . • . 90
Liceo ó Colegio Vicentino.. . . . . . . . . . . . . . . . . • . 35
Instituto de sulntán........ . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
Colegio La Concordia (Ahuachapán).... . . . . . . . . 20
Colegio de San Agustín (Sonsonate). . . . . . . . . . . . 53
Oolegio de sefloritas de Santa Ana.... . . . . . . . • . . 64:
Suma total. • . . . . . . . . . • • • 1,~93 alumnos •.
La enseñanza superior e tá reglarnentada por los Estatutos de 15
de Febrero de 1886. La Universidad Nacional del Salvador es la persona
jurídica compuesta de los individ,tos qne hayan obtenido ú obtengan
en la ltepública título de Académico á cualquier otro á que vaya:
anexo.
Las Facultad s de la Universidad son :
La de Farmacia y Ciencias N a torales.
La de Medicina y Cirugía.
La de J nrisprndencia.
La de Ingeniería.
El gobierno de la Universidad es ejercido por una Junta llamada
lJon8ejo Superior de Instrucción Pública. El Rector de la Universidad
es el jefe del establecimiento.
Para ser inscrito como cursante en los estudios superiores se necesita
ser graduado en Ciencias y Letras.
El estudio de Farmacia y Ciencias N atura1ca se hace en tres anos;
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LI&EllOS APUNTES SOBR:E LA IN .. T RUCOIÓN PÚBLICA. 77
1 de Medicina y Oirngía, en seis; el de J arisprudencia, en siete; el de
Ingeniero-Topógrafo, en tres; el de Ingeniero Arquitecto, el de Ingeniero
Mecánico, el de Ingeniero Mineraló0 ico y el de Puentes y Cal ..
sadas, en cnatro.
URUGUAY
8ucinta noticia sobre la erganizoci6n general de la ensef!anza.
La instrucción pública en la república del Uruguay ofrece asimismo,
como en todas pal'tes, tres distintos grados: primaria, secundaria
y sn perior ó profesional.
La instrucción primaria, que está muy extendida, dada la escasa
deesidad de la población (unos 600,000 habitantes), se da en más de
lOO escuelas públicas esparcidas por lo.s distintos departamentos del
Estado. Cuentan estas escuelas con una inscripción qne pasa de 35,000
alumnos y con un personal docente de unos 300 hombres y 500 mujeres,
en números redondos. El eosto de la educación por alumno es de
15-85.
El número de escuelas particulares :fluctúa entre 4:50 á 500, con
más de 25,000 alumnos. Unidas ]as escuelas públicas y particulares,
según el último voluminoso .Anuario estadístico de la r epública oriental
del lJíruguay, que tenemos á la vist~, resulta un total de 807 escuelas
con 52,382 alumnos.
Pueden considerarse ~orno escuelas particulares los establecimientos
religiosos existentes en la República, dedicados á la enseflanza, y
dirigidos por las Hermanas de la Caridad, por las de San Vicente de
Paúl, por las Hermanas de María Auxiliadora, por las Hermanas Dominicas,
por las de la Inmaculada Concepción, entre las comunidades
religiosas de mujeres; y por los Salesianos, los Sacerdotes de la Iglesia
de Lourdes, los Capuchinos, y por los Sacerdotes de la Iglesia de
la Concepción, entre las comunidades de hombres. Son en conjunto
nnos ~atorce establecimientos de nitlas y cinco de niflos, con un personal
docente de 390 in di vid nos y unos 4,300 alnmnos.
El Seminario Conciliar, qne tiene un claustro de 20 profesores y
más de 200 alumnos, ao entra yá en la categoría del primer grado de
la enserianza, sino en la secundaria y so perior.
Término medio entre la primera y la última por su carácter pro.
fesional y práctico, además del elemental, que por necesidad ofrece,
es ]a Eecuela de .A-rtu y Oficios. En lt:s86 fue objeto de algunas reformas,
po:r razones de economía, sin dejar por eso de seguir preetando
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78 ANALES DE LA. INSTRUCCIÓN PÚBLICA DR COLOMBIA.
los servicios á qne está destinado. En 1885 llegó á contar 601 a.lttmnos;
después el número de ellos ha ido en disminución, y quizás ahora
no pase mucho más de la mitad. En dieho establecitniento funcionan
talleres de Escultura en madera, Fotografía, Pintura profesional, Lustradores,
Litografía, Grabado en piedra, Encuadernación, Tipografía,
Carpintería, ojalatería, Mueblería, Modeléldo en madera, Fundición,
Tornería, Mecánica en general, Herrería, Talabartería, Z patería, Escultura
y modelado en yeso, Platería y Peletería. Se dan además en
dicha Escuela clases de instrucción primaria hasta el segundo grado,
con arreglo al programa de ensefianza pública y á las leyes de educación
común vigentes. El Presupuesto de la Eoicncla pasa de $ 70,000.
El total de maestros es el de 60, repartidos de esta suerte: Instrucción
primaria, 5; úsica, 5 ; Clases especiales, 4; Maestros de talleres, 21 ;
Oficiales de taHeres, 25.
La segunda enseílanza está incluída dentro del plan de estudios de
la Universida de la República con el nombre de Sección de Estudios
Preparatorios. Antes de pasar de la ensefíanza primaria á esta sección,
se sufren unos llamados exámenes de ingreso, ni más ni menos de lo
que sucede en Espatla. Los estudiantes que han recorrido y aprobado
todas las asignaturas ó conocimientos de esta sección, reciben en colación
de grados, pública ó privada, el título de B chilleres en Ciencias y
Letras, con cnya investidura pueden matricularse ea algunas de las
carreras profesionales universitarias.
Las ensefianzas que se estudian en la Sección de Estudios Preparatorios
son las signien tes : Latín, 1. 0 y 2. o cursos ; Francés, Geografía,
Cosmografía, Matemáticas, dos cursos; Física, dos en rsos ; Qllírnica,
dos cursos; llistoria Natural, dos cursos; Historia U ni versal, dos
cursos; Literatura, Inglés, dos curaos, y Filosofía, dos cursos.
Segúo se ve por el anterior índice de materias, la sección de Estudios
Preparatorios, al par que un Liceo ó Instituto, viene á ser un
Facultad de Filosofía y Letras en embrión, con todos los defectos propios
de todo estudio de carácter mixto ; es decir, que como estudios
preparatorios son demasiado extensos y mny superiores á la ensefíanza
secundaria de otras naciones; pero como estudios universitarios, demasiado
eletnentales, aparte de la confusión y mezcla de materias distintas
que ofrecen.
La Universidad de la República consta de tres Escuelas ó Facultades
distintas, además de la sección de Estadios Preparatorios, á saber:
l. 0
, Derecho y Ciencias Sociales; 2.0
, Medicina y 1·arnas anexas;
3.0
, Matemáticas y ramas anexas. E el person· l docente se cuenta.
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TB.UOCIÓN PÚBLICA 79
unos cuarenta profesore orientales, doce e pan 1~ , tres italianos, uuo
francés y uno alemán.
La FacnltaJ de Der cho y Ciencias Sociales comprende el siguiente
en 1·o de asinoatnra : Derecho Internacional Público, Derecho
Civil, Derecho Comercial ó ercantil, Derecho Constitucional, Economía
Política Procedimientos Judiciales, Derecho Internacional Privad
Medicina Legal, Práctica Forense y Derecho Administrativo.
El total de inscripciones en el último .Anuario á que nos referimos
-es de 475 y 1 número de estudiantes matl'iculados, 122.
En la Facultad de Medicina se tnd ian los siguientes cursos:
Físi<:a é ica, Qními a Médica, Historia Natural Médica, Anatomía.
do año · Fi iol gía, Patología General, Patología Interna, P~
tol gí Externa, natomía Patol 'gica, ateria Médica, Higiene Públi
a y Privada, Ob t tricia, Clínica Médica, Clínica Quirúrgica, Clínica
Ob tétrica y Onr o especial de parteras. Inscripciones: 329.
Estn jiantes: 6.
o da el A nuatJ~io noticia alguna respecto á la organización de la
Far·nltad de Matemática y ramas anexas.
VENEZ UEL
Situación general de la instrucción píd>lica.
Desd que l General Guzmá Blanco, Presidente de la República
decret' n 27 de Junio de 1870 la instracción primaria gratuita y
oblig<. toria, destinando á tan laudable fin las rentas convenientes, Venezuela
ha hecho progresos considerables en materia. de ensef"ianza, de
manera qGe el país se halla hoy, respecto á este ponto, al nivel de los
más ci ilizados. El número de alumnos que concurren á las escuelas
primarias, se ha elevado por una progresión no interrumpida de
7,500 en 1830, á 10,000 en 1870, y á 99,466 en 1886. De modo que en
lo e torce afios transcurridos de 1872 á 1886, resulta un aumento de
1,585 escuelas y 84:,385 alumnos; y en cada afio, de 111 escuelas y
6,027 alumnos.
Bé aquí el movimiento de la instrucción popular desde 1830 hasta.
Ja fecha;
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80 ANALES DE LA INSTUUCOIÓN PUBLICA DF. OOLOMUl.\.
Euuelaa Yeclo- 'rotAl 'l'oiAI ErcoPl'l nlllnlclp•lu
A~OS nlta Alwnuoa y putlcolatu .Ai utou.Ot d~ EA~tlu lle alwna.ot
------ ---- -- - ---
1830 á 1831 . . . . ~ ... 200 7, 500 200 7,500
1839 á 1840 .... . ... ~Jz 8,078 212 8,078
1846 {\ 1847 . . . . .... -!80 12. 15 4RO 12,815
1870 á 1871 ... . ... 300 10,000 300 10,000
1872 á 1873 141 7,064: 251 8,017 392 15,081
1873 á 1874 352 11,347 490 1(", 990 787 28,337
1874 á 1875 500 13,440 497 17,947 877 31,389
1875 á 1876 691 28,010 557 1 22,130 1,248 50,140
1 76 á 1877 782 31,610 563 ~4 190 1 345 55,800
1881 á 1882 1,148 43,627 536 17.386 1,684 61,013
1882 á 1883 1,172 73 856 536 17,386 1,708 91,24:2
1883 á] t:s 4 1,240 77,175 546 17 , 386 1, 786 94,56 1
1884 á 18 5 1,297 80 300 645 18 566 1,942 98,868
885 á 1886 1,312 80,900 645 1R,566 1,951 99,466
1
Las esencias federales so .-levan h 0y al núwero de 1,312 con ~.;;0,900
alumnos; las escuelas municipales y privadas, al número de 645, con
18,566 alumnos. Hé aquí también el cuadro de las
ESCUELAS FEDERALES DE INSTRUCCION PRUr1ARIA EN 1886
\\ ....... Y r ...... ," .......,,. Elc:oelu Aluma.oa M"utroa Puaupurato anual -- ---
Distrito Federal ... Distrito Federal. 115 7,551 115 B. 235,722 1 Guzmán . • . • • . 49 2,724 49 87,000
Los Andes.... . . Táchira ....... 30 1,861 30 59,040
'l'rujillo ....... 53 3,121 53 92,760
Barcelona . •.•.. 64 3,968 64 105,000
Bermúdez.... • . Cumaná . ...... 61 4,014 61 97 740
Maturín ••...•. 23 1,196 23 32,240
.Bolívar ........ { Apure ..•....•.. 17 918 17 30,480
Gnayana .••.•.. 19 1,168 19 36,240
Oarabobo . . . •.... Carabobo ....... 130 8,499 130 216,888
Falcón ...•.•... { Falcón ......•. 84 4,842 84 157,320
Zu lía . . • • . • • . . 53 3,405 53 84,840
Guzmán Blanco. {
Bolívar.. . . • .. 13'/ 8,658 137 229,620
Guzmán Blanco. 83 5,14:7 83 146,040
Guarico •..... 55 2,894 55 83,880
Nueva Esparta . 2~ 1,458 28 37,215
Lar a .•..•••.... { Barquisimeto ... 84 5,126 84 139,800
Yaracuy ....... 11 47 2,556 47 78,120
Zamora .•..•...• ~ Cojedes ••• .• ... 64 3,820 64 99,720
Portuguesa .•... 48 2,794 4.8 82,200
Zamora •••••... 32 1,820 32 59,760
Territorios Fede- } 28 1,360 28 51,600
ralea •••.••.••• . . . . . . . . . . ...
En loa cuarteles ... . . . . . . . . . . . . . 8 2,000 8 9,120
--- --- 11 Totales .. 1,312 80,900 1,3l2 ,B. 2.252,345
1
1:
J
;
11
1•
:
,!
~
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El progreso creciente de la in trucción primaria, á partir del afiode
1870 hasta la fecha, se determina gráficamente en el cuadro que
sigue. (Para el cálculo de todos los anos se ha tomado por base la población
de cada uno).
A~OS .Eicutlu Alo~nD••
lfabi'Et::r.r e da Alomn«> por
c:ada tOO abl· t,:=~:t~t!:t
lahiC:I t. á 16 aao• ---- -- -- ----- ---- - ---
1870 á 1872 300 10,000 6 000 0,55 56
J 872 á 1 73 3~2 15 081 4,590 o, 4 R4
] 73 á 1874 7 7 28.337 2 28 1 49 157
1874 á 1 75 877 31,389 2,166 1 70 165
18"'5 a 1 7S 1,248 50 140 1 522 2,64 264
1876 á 18 7 1,345 55 00 1,413 2 94 26=t
1881 á 1882 16,084 61,013 1 ~33 2 94 294
1882 á 1883 1,70~ 91,242 1 242 4,30 424
1883 á 1884 1, 7 6 94,561 1,205 4,38 439
1 84 , 1885 1,912 9~, 66 1,123 4,53 953
1885 á. 1886 1,957 99,466 1,12{J 4,5~ 452
Por manera que si para 1873 había fundadas yá 141 Escuelas Fe- ·
deralea, asistidas por 7,064 alumnos que, con los 8,017 de las escuelas
municipales y particulares, daban nn total de 15,081 alumnos, apenas
transcurridos trece anos, esas cifras se han aumentado en términos que
hoy existen 1,312 Escuelas Federales con 80,900 alumnos y 645 Escuelas
municipales y particnlares con 18,566 alumnos.
De los precedentes cuadros se deduce que la proporción de los
alumnos entre las escuelas primarias, los maestros y los habitantee, es
en Ven zuela, con respecto á la de otros países, corno se ve en seguida: ,
PAISES
Alllm.Dol ~r Alumnos por 1 AIOD.InOt ~r 'Rscue.lat i\htllrOJ 1• Alomnos "d" E4cuch cadama~tl'O o&dbj1~1 •·
--- ----- --- -
Alemania . . . . 57,000 103,400 7.100,000 125
SuizH. .. . . . . . . . . . . . 4 799 9 813 454 211 95
Fl;au_cia . . . . . . . . .. 73, 764lll9,R70 4 . ~49,591 67
B latca . . . . . • . • . . . . 5 729 11,808 687,749 120
Grau Brebtfla .. .. . . 28,784 93,500 4 . 301 578 150
EspafhL .. . . . • • . . . 29,828 30,000 l. 769,602 59
Italia . . . . .. . .. . ... 48,530 48,530 2. 057 977 43
R pública Argentina. l, 721 2,953 146,325 85
Venezuela .... . . . . . . 1,957' 2,279 91,466 81
69
46
41
58
46
59
42
50
44
157'
157
133
126
123
106
73
49
45
Calcnlándole á las 645 escuelas municipales y particulares un gasto
proporcional al de las federales, cada plantel cuesta al año B. 1,716. 72,.
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82 ANALES DE LA. INSTRUCCIÓN PÚBLICA DE OOLO)!RIA
ó .D. 143,06 al mes, y cada alumno B. 27.84 al af'io, y al mes B. 2.32;
de manera que si se llegaran á establecer las escuelas necesarias para los
219,000 nH'ios de cinco á quince anos existentes en la República, s~ requeririan
4,300 planteles con un costo anual de B. 7.381,896, de cuya
suma sólo correspondería al GQbierno .Nacional la de B. 6.374,621.60,
pues se ha calculado la de B. 1.007,274.40 para las 645 escuelas tnnnicipales
y particulares.
Instrucción secundaria y cientijlca.
Existen en el país dos O ni versidades, seis colegios federales de
primera categoría y catorce de segunda, cuatro escuelas normales,
veinticuatro colegios particulares, nueve colegios nacionales de niñas,
una Escuela Politécnica, una de Artes y Oficios, una de Marina y una
de Telegndía, conforme al siguiente cuadro:
PLANTELES Profesores Alumnos Presupuesto anual
----- ---- ·------
1 Universidad Central ......... 30 366)
1 U nivel s1da.d de ~Iérida ....... 19 136 ~ B. 514,776 6 üolegios de primera categoría .. 110 1,006 J
14 Colegios de segunda categoría .. 125 863
4 E cuelas N orma.les . ..•........ 24 107 32,160
24 Colegi s particuh~1·es .......... 193 1,268 .....
9 Col .gios N ~cionales de mflus ... 64 472 84,780
1 Eecuela Politécuica ...•....... 10 51 99,440
1 Escuela de Artes y Oficios ..... 11 80 47,200
1 Escuela Náutica .....•.. . .. ... 2 11 25,420
1 Escuela de Telegrafía ...•..... 6 20 ......
1 Colegio de Abogados ...•....•. . . .... 2,880
1 Oolegio de Médicos ............ . . .... 7,920
1 1 Colegio de Ingenieros ......... . . .... 3,840
-
68 594 4,380 B. 819,016
64 Contra: en 1883 • • • •• • • • e t 511 3,036 767,085
3 Diferencias ......•.. 83 1,344 B. 51,93J *
Si á estas cifras se afíaden las de los maestros y alumnos de la eneef.
ianza primaria, se obtiene el cuadro sigt1iente de la in tracción general
en la república de Venezuela: 2,026 establecimientos de toda cJase ;
2,873 maestros; 103;846 alumnos: se cuentan por término tnedio 114:
alumnos pot· establecimiento, 50 pol' cada maestro y 47 por cada frac~
ión de 1,000 habitantes. Existe una institución de instrucción pública
por cada 1,685 habitantes, contando los 8(),000 indígenas de Ja Goajira,
(*>En este cuadro hay errores numéricos que no se han podido rectificar por cou.teaerlos
también el origiual.-(Nota de la imprenta de LA. Luz).
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LIGEROS APUNTES S OBRE LA INSTRUCCIÓN PÚBLIO 83
Orinoco y los territorios de las Amaz nas. Ca a e ta b1ecimicnto de
ensefianza cuesta 2,056.71 bolivares ó francos por ano, y cada alt\mno
4:0. 10 B .
La instrucción pública en cada una de la. ubdi'lJisiones políticas
de Venezuela
Los Estados Unidos de Venezuela se dividen políticamente de esta
suerte : l. o, el distrito federal que coro prende la cindad de Caracas y
seis parroquias vecinas ct1yos nombres son : Antímano, Macarao, La
Vega El VaHe, El Recreo y Macuto, con una población de 70,078 habitantes
(censo de 1885)· 2. 0
, ocho Estados autónomo á saber : G uzmán
Blanr~o ( npedicie, 87,832kilómetros cuadrados; población, 515,418
habitant ) Carabobo, (población, 167,490 habitantes), Lara (2±5,±39
habitantes), Los Andes (317,195 hab i tantes), Zamora (245,457 habitantes),
Falcón (198,260 habitantes), Bolívar 57,169 habitantes), Bermúdez
(2 5,377 habitante ) ; 3. 0
, ocho ten·itorios federales : Yurnari
( 19,852 h hitan tes), Alto Orinoco (19 242 habitantes) Amazonas
(19,09 habitante ), Caura C lón Armi!ticio, Goajira y Delta · 4. o, dos
colonias nacionales : la coloni uzmán Blanco y la qolonia Bolívar.
llé aquf, respecto d aquellos Estados ó Territorios en los cuales
la iu trucción púb1ica ha adquirido un serio desarrollo, 1 detalle de los
establ cimientos de ensefianza perteneciente á cada uno:
1. 0 Dist'rito ftderal: La ciudad de Caracas, capital de la República,
po ee nna niversidad Central, en cuyo edificio está la Biblioteca
Nacional que con ti ne 30,000 volútnenes; n Museo con numerosas
colecciones; una .A c!ldemia de Bellas Artes; un Colegio de Abogados,
otro de Médicos y otro de Ingeniero cuerpos todos de alta significación
científica. Es asiento también de una Academia correspondiente
de la E~pafíola y de otros institutos de notable importancia. Caracas
cuenta también con una Escuela Politécnica, otra de Artes y Oficios y
otra denominada Instituto de loa Territorios Federales, dotadas con
presupue tos suficientes y buenos edificios .
Además de estoa establecimientos hay en el Distrito Federal
una Escuela Nor1nal dos Colegios acionales para nifíae, quince Colegios
y treinta y eis Escuelas particulares; veintisiete Escuelas Municipales
y ciento quince Escuelas Federales de ambos sexos, que forman
un total de doscientos cuatro institutos de ensefianza primaria,
secundaria y científica, concurridos por 11,577 alnmnos. La. proporción
entre éstos y los habitantes es de 1 para cada 6, 6 sea 165 alumnos por
·1,000 almas; de manera que por lo que hace á inetrncción pública, el
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84 ANALES DEL INSTRUOCION PÚBLICA DE COLOMBIA
Distrito Federal está al nivel de las principales y más civilizadas naciones
del mundo. (Alemania, Suiza y Francia cuentan respectivamente
157 y 133 alumnos por 1,000 habitantes). Es de notar, sin embargo,
que para el resto de los Estados la proporción es apenas de 47 por cada
1,000 habitantes, no obstante la circunstancia de que en Venezuela se
invierte en el importante ramo de la enseiianza una cantidad proporcional-
con respecto al pl'esnpuesto general de gastos-mayor que
la qne con ignal objeto se destina en los países más adelantados de
Europa.
2. 0 Estado Guzmán Blanoo.-Onenta el E tado para la instracción
pública con un Colegio de primera categoría ~o Oalahozo, uno de
segunda en Ciudad de Cura, otro en Petare, otro en Z Lraza, otro en
Asunción ; y tres de nifias, uno en Ciudad de Cura, otro en Calabozo
y otro en Za1·aza. A los cinco primeros asi ten 395 alumnos y á los
tres últimos 131 alnmnas; y para la instrucción primaria hay trescienta.
s tres E scuelas Federales y ciento sesenta y ocho municipales y particulares,
concurridas las primeras pot· 18,157 alumnos y las otras por
4,04:7 de ambos sexos, ó sea 22,204 alumnos; lo que da un total general
de cuatrocientos setenta y nueve planteles con 22,730 alurnnos,
equivalente á 1 alumno por 23 habitantes.
3 .0 Estado La?·a.-Cuenta este Estado con un Oolegio de primera
categoría de enset'ianza académica, asistido por 115 alumnos, otro de
segunda categ ría con 78 alumnos, ot1·o de oifias con 40 alumnas;
ciento tt·eint· y un a Escuelas Federales con 7,682 alumnos, y veinticinco
colegios y escuelas mnnicipales y particulares con 563 alumnos; eB
todo, ciento cincuenta y nueve planteles asistidos por 8,4 78 alumnos
de ambos sexos, lo que da la proporción de 1 alumno por cada 29 habitantes.
4. 0 Estado Los .Andes.- Se encuentra en él la Universidad de
Mérida, la segunda de la República, concurl'ida por 136 alumnos. Dieh
ciudad capital del Estado posee varios Colegios de instrucción se·
cundaria y va1·ias Escuelas Federales, municipales y particulares. Todo
el E stado cuenta con ciento treinta y seis planteles de instrncci6o,
subv encionados por el Gobierno Federal y concurridos por 8,024 alnrn·
nos y noventa y ocho escuelas muuicipales y particulare., con 3 2SO
alumnos; en todo, doscientos treinta y cuatro planteles concurridos
por 11,304 alumnos de ambos sexo . Así es que hay 1 alumno p()r
cada 28 habitantes.
5. 0 Estado Zxmora.-Posee tt•es Culegios de segunda categoría
para la instrucción secundaria, asistidos por 198 alumnos; ciento cua-
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LIGEROS APU TES SOBRE LA. I.NSTRUOOIÓN PÚBLICA. 85
1·enta y cuatro Escuelas Fed r les o n 8,434 alnmnos, y veintiocho esen
la mnnicip les y particulares co 694:; en todo, ciento setenta y
cinco plantele , concurridos por 9,326 alumnos de ambos sexos; lo que
da la proporción de 1 alu no para ca a 27 habitantes.
6. 0 E tado Falcón.-La capital del E tado, por arreglo político
entre las dos seccione que lo fortnan, es Oapatarida, con 3,358 habitantes,
pero su dos principales ciu ades sou M t·ac ibo y Coro. Para
la in trncción primaria y científic tiene 1· sección Maracaibo una Uni-er
idad con 4 O alntn os, cincuenta y tres Escuelas Fed ralea con
-a, 05 alnrnnos, y ochent y nueve escnelas municipales y articulares
cou 2,196 alumnos; en todo, ciento cu renta y tres planteles concurrido
por 6 061 alumno de ambos se. os. L · sección Coro C\tenta con un
Ool gio de eg nda categorí , de en eñ nza secundada, concurrida por
72 alumnos; ochenta y cuatro Escuela~ Federales con 4,84:2 alumnos, y
veintinueve escnel s 1nunici pale y partícula re~ con 939; e to o,
ciento e torce pJ nt~l a así tidos por 5,8"'3 alntnnos e arnbos se os ;
de maner que todo el E t d tien scieotos ciocnent y siete establecimientos
de instrucción con 11,914 alntnnos; lo que da la proporción
de 1 lnmno para cad 17 habitante .
7. 0 Estado Bolíva?·.-Este E tado se ha1la constituí o par la secClO
pure y una parte de la d"' Gua yana. La rimera tien nn Colegio
de segund categoría para la instrucción secnRdaria, con 65 alumnos;
di z y i\;te E -cuelas i cder les con 918 alumnos y nueve mnnici palea
y pat ticnlare , con 212. La eccióu Guayana cuent con un O legio de
pri 1er categoría, a i ti o por 50 aln nos; diez y nuov E cuelas
Federales con 1,168 aln no , y v ,intieinco Colegio y o cuelas municipales
y particulares con 6±9 alumno ; lo qne da un total general
para todo el E tado de setenta y dos establecimientos de instrucción,
concurridos por 3,072 alumno , y nna proporción d 1 alumno para
cada 18 habitantes
8. 0 Estado Be'rmítdez. -Hay en él un Colegio de segunda categoría
en la capital de cada una de la tres seccione de Barcelo a, Oumaná
y aturío en q e se divide, concurridos los tres por 202 alumnos;
cicut cuarenta y ocho E cuelas ~ ederal s de primet·as let.-as, con 9 178
alumno; y einte escuelas municipales y particulares con 560 alumnos;
en todo, ci nto etenta y un planteles a istidos por 9,940 alumnos
clo ambo sexos, lo que equivale á 1 alumno por cada 29 habitantes.
9. 0 Estado Oa1•abobo.-Este Estado posee un Colegio Académico
con 147 alumnos; una Escuela Normal con 42; ttn Colegio de niílas
con 98 · cil:nto treinta Escuelas F derales con 8,499, y ciento cuatro
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86 AN LES DR LA INSTRUCCIÓN .PÚBLIOA DE COLOMBIA.
escuelas diversas con 3,358; total, trescientos veintisiete establecimientos
y 12,144 alun1nos, 6 sea 72'5 por 1,000 habitan tes.
El Gobierno de Venezuela no ha publicado cstadístic particular
de la ensenanza pública en los ocho . territorios federales y en las dos
colonias nacionales.
A. R. y LL.
Barcelona, Enero de 1892.
--*--
SECCION LITERARIA
DEL AMERICANISMO EN LA POESIA
0AR'l' DIER'l' AL SEÑ0R D. JUAN LEÓN M'IS'RA, SOBRE SUS "MELODfAB
INDÍGENAS"
Muy estimado sefior mío y de toda mi consideración:
Tien1po hnce qne deseaba contestar á su últitna atenta carta, tan
honro a para mí, como que ella fue portadora del ofrecimiento cariño·
so d una amistad franca y sincer que estimo en mucho, y que nunca
c1·cí merecer, por más que la había codiciado yá desde los ti e m pos en
que rne hablaba de usted el que fue mi inolvidable condiscípulo, Menéndcz
Pelayo. A su hijo J. Trajano, cuya bondad é ilustrada inteligencia,
)' cuyo delicado trato se ha ganado las pteferencias todas de
este humilde hogar, soy deudor de esta sati facción.
Por su propio hijo recibí también al par qne su grata misiva,
varias obras de usted, nuevo obsequio con que ha querido usted galardonaJ
· yo no sé qné clase de mer·ecimientoa. Yá pnede usted pensar
q\1e hubiera querido hoy corresponder á él, dándole cuenta de haberme
entera o del valor qne encierra, con una detenida lectura de todas
ellas. Mas mi vida es tan atareada, que pocas veces puedo darme el
regalo de saborear un libro descansadamente. Ahí tiene usted el motivo
de mi tardía correspondencia y de que de tan rica cosecha sólo haya
gustado aig!lnos puntos. Por esta razón he tenido que reservar para
las acaciones, contentándo e ahot·a con hojearla, su novela Oumandá,
por la que me habían abierto el apetito los elogios de Valera, los de la
prensa americana, y su propio nombre de usted, que mi culto á las letras
a ericanas me ensenó á r spetar, hace yá algunos años.
Del copioso caudal de sus libros y de los artículos con qne adorna
casi todos los númet·os la. Revista Ecuatoriana, los cuales recibo perió-
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DEL A.MERICA.NISM.O E.N L POESÍA 87
dicatnente por h cot té& atención de mi ilu trado amigo el sefior .Pallare
Peñafi.el, ele0 Í por lo pt·ont , corno asunto <.lo mayor actnali ad, la
iutere~ante serie de us cartas: lera. ncho nuevo he aprendido en
ellas, admirando á ]a par que la naturalidad y la fnerza pintoresca de
u estilo el sello de marc. da originalidad y de independencia, on el
pens r 1ne lnégo he i ~ t set· el distintivo de n carácter y de todas
sus creaciones literarias. nedc n ted decir con m·gul1o que no sabe
nsted lo qu son los Jugares comnne~ ni las frases hechas. :ro todos los
que reciben carta de ciodadan1a en la República de las letras pneden
afirmar otro tanto.
Algo ho leído tan1bi 'n d la Virgen del ot, y l n1ayor parte de
u Melodías 1nrhgenas. Empecé por ellas pat·a sorprender la nota
original y porque presumía que en ambas obras hallaría en toda su
fuerza y expansión el a1nericanismo, que pnso de tan mal humor ó.
nue tro amigo Valera. Efectivamente un tanto excesivo est mas no
soy yo, qne quizás tenga dema iado ivo el espíritu regional el que
pucd arrojarle la pdmera ni 1· última piedra.
Las Melodías son ternÍ "imas y nn pritnor de versificación. Con
todo, me va usted á pcrrnitir obre ellas algunas ligeras observaciones,
que constituirán el tema principal de esta carta, y que espero no tomará
usted en ningún caso como palmetazo rudo de dótnine pretencioso.
Si snpie e que con ella había de di gustarle en lo más tnínimo, las retirarí
al momento. Me ~nima á hacerlas nua oportuna nota de sn
Ojeada sobre la poesía ecuato?·tana, reproducida en el prólogo de la
Virgen del Sol. e me ha q oedado grabada por lo gráfico de la forma
y la bclJeza del pon amiento. Dice n .. ted que ''todo el qnc se da al
oficio de scritor, debe tener dos cántara listas, la una de foodada para
recibir en ella Jos oto de 1 malas pasione y de la injusticia, y la
otra entera para guardar con cnidad los do ]a honradez y los de la
imparcialidad ilu trada. Y á desde ahora presumo qt e los míos han d()
caer en la eegnn da cán t ra.
Hablándole, pues, con ft·anqueza, no le ocn l taré q a e me parece.
que dejándose u ted llevar del deseo natural, y por otro lado, no del
todo desprovi to de fundamento, de dar OTiginalidad y caráct r propio
á la literatnl'a americana, va usted demasiado lejos ea sus te1 tativas.
Sus Nelodías Indigenas se tne figuran de lo más perfecto é inspirado
d su riquísimo caudal poético qne no conozco más que en •nny pequeña
parte. Como melodías, es decir, como poesías, no creo equivo·
carme al manifestarle que son mcrecedorus de muy justos elogios. Lo
que no encuentro en ellas es el verdadero carácter indígena, que usted
ANALES 7
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88 A.N ALEB DE LA INSTRUCOIÓN PÚBLICA DE COLOMBIA
con tanto afán persigne. Si no fnera por las alusiones al sol, á. los incae,
á ciertas costumbres, á ciertos detalles indumentarios, por los nombres
propios y algunas palabras q1.tiohúas que usted intercala, c01:;taría
distinguirlas de otras composicionea do ~arácter local histórico que engendró
en Europa, antes el idi1ismo arcádico neoclásico, y en tiempos
más recientes el romanticisrno feudal y trovadoresco y el oriental. Yá
ve usted si fne gran poeta A rolas. Nadie que le conozca creo yo que
sea capaz de poner en tela de juicio sus méritos; mas tampoco habrá
hoy nadie que se llame á engaño con el pretendido orientalismo de
rnuchas de sus inspiradas odas 6 canciones. Las Melodías me producen
un efecto algo parecido, desde este punto de vista, á Jas Orientales
del malogrado vate catalán.
Todo cuanto es intraducible ó no asimilable, se con vierte tnuy
loégo en amanerado y convencional. Sn att·evido intento de aclirnatación
de cierto lirismo indígena no es peligroso en usted, porqne tiene
usted talento poético de veras y discreción tan grande como su talento;
pero lo sería en sus imitadores, y en vez de vigorizar como nsted pretende
la poesía americana, apartándose de caminos trillados J esterilizados
yá por las pisadas europeas, se produciría á la larg· una poesía
falsamente indfgena de tercera ó cuarta mano, tan insnfri blc al fin
como las canciones orientales, c01no el género anacreóntico y otros
psendo-clásiGos, como los romances de castellanas y trovadores, y como
todas las composiciones híbl'idas nacidas de un falso conecpto de la
poesía.
No llegaré nunca á afirmar con Valora que es cosa ó empetlo
absurdo buscar uR sello especial y exclusivo que distinga una obra
poética escrita en América. Hacen ustedes muy bien en no vaciar sus
inspiraciones en moldes gastados, cuando tienen ahí nna naturaleza
casi virgen y más rica que la explotada flora del Parnaso helénico, cuan·
do está llena su historia de hazafias famosas y de heroísmo no cantados
todavía. Si Chateaubriand sin ser americano acertó á describir con tanta
grandeza la pródiga vegetación del Nuevo Mundo, ¡ cuánto mejor
ustedes que la contemplan todos los días y la conocen y la sienten con
amor que no es de curioso, ni hijo de pasajera admiración, sino de algo
que se identifica con nuestro sér y con nuestra propia alma !
Usted, sin embargo, lleva demasiado lejos ese amor y esa admiración.
Si se contentara nsted con hacer amel'icana á la poesía del nuevo
continente, en todo aquello que es legítimo y justo y en que debe serlo,
principalmente en lo que se relaciona con el colorido local, enrique·
ciéndola con todos los elementos de vida material é intelectual priva-
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DEL AllERIC.A.NISMO EN LA :POESÍA 89
tivos de esas tierras, y apartándola de 1 imitación de trasnochadas eseneJas
europeas, estadamos de todo punto conformes. Mas á veces se
apodera de usted nn furor incásico parecido á la manía clásica que
allá en sus primeros Abriles alimentó nuestro querido amigo Menéndez
y Pelayo. Su silva á Oelvino, que se publicó por los años de 1858, es
decir, cuando se hallaba usted en todo el vigor de su juventud, contiene
un programa de americanistno literario, que estoy seguro hoy ha
de parecerle á usted mismo exagerado .
.1: osotros que del cielo
.A la bondad debimos en el suelo
De América nacer; que aún abrigamos
Ardiente fe y angélica esperanza;
Que sabemos amar, que en fácil vuelo
La arrebatada mente
A regiones nos lall7.n
No visitadas de profana gente,
Alcemo$ nueva vo z en nuevo canto.
No del Olimpo santo
En la altura e sientan nuestros diose~;
No del Alfeo habitan los cristales
Ni los bosques de Arcadia nuestras ninfas;
Eo !os andinos montes colosales
Del Cotopaxi y del Saogay famosos
En el candente seno, entre las linfas
Del Maraiión y el Napo caudalosos,
Entre la selva umbría
Tendida de la aurora hasta el ocaso,
En las grandes y augustas soledades ....
Allí moran las indicas deidades.
Siempre con quien las ama complacientes,
Si les pide su ingénita armonía,
De elJa le muestran infinitas fuentes
Brillantes de candor y de belleza.
1 Poetas, acudid 1 1 Oh mi Celvino 1
Vén, acudamos, vén. ¿Quién nos lo impide?
¡Ea 1 ¡ Sús l La grandeza
Del almo Pachaccimac ensalcemos,
Que es amor, vida y fuerza, y dicha y gloria
Del u ni verso; al sol esplendoroso
Gratos himnos cantemos,
Y á su sposa de luz pura y suave,
Genitores del Inca poderoso... cte.
A pesar de este caluroso ditirambo á la civilización indígena, inaceptable
si se le toma al pie de la letra y despojado de su parte retórica;
á peEar de este programa curiosísimo, dada la época en que lo
lanzó ust.ed á los cuatro vientos con todo el fervor juvenil y el conven-
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90 N' A.LES DE LA INSTRUCCIÓN' PÚBLIC DE COLOMlHA.
cim;ento de nn apóstol apasionado, prog1·ama qno me recuerda el qne
el poeta argentino Rafael Obligado intetizó en su 1 olémica literaria
con D . Oalixto Oynela en los dos tercetos siguientes :
Al e plendor de la Verdad marchando
Cumpla el ArLe en la paLria los destinos,
Que e vaya asimismo f.:efíalando ¡
No prefiera ni griegos ni latinos,
Y para ser ante los pueblos grande,
Tenga forma y c.t~ph·itu a'rgentinos,;
á pe ar, en snm<1, de Cllanto usted manifiesta. en dicha silva y t·epite en
otros lngare no cr o posible que pueda usted llevar el pensamiento
de dar caráct r propio á la literatura bi pano-americana, más allá de
lo qne Jo lograron E hevanía, Andrés Be11o, Gutiérrez González y su
eximio paisano Olmedo, para citar sólo los poetas que me son más conoeidos
. Y en cuanto al vate del Guayas, yá sabe usted cuántas cadenas
de comento le ha costado su mal gnsto retórico de hacer hablar
contra los españoles á la sombra del Inca Iluaina Capac, del modo que
lo efectúa. De todo lo oual infiero que los americanos han de dar novedad
á su literatura, pet·o hasta cierto punto. La teoría del medio ambiente
puede afl0jar en algo, no romper por completo el fnet·tc lazo
que les ata á u tedes á la civilización española, por la hermandad de
origen, de religión y de lengna . El convenc;ionali mo indígena podría
crle wá perjudicial que á nosotros el convencionali mo clásico; y
digo más perjudicial, porque e u tre ]a civilización i ncásica y la hispano-
americana hay solución de continni ad, mi ntras que n sucede lo
propio entre la nné t1·a) ]a clá ica .
Sus Melodías lltdígenas suponen dos e fncrzos á cnál má ilnposible.
En primer lugar ha de traducir u ted 1<:> sentimiet tos y pensamientos
del indio en una lengua tan distinta por su espíritu, sn vocabulario
y su construcción, del quichúa, cotno lo es la ca tellana; luégo
ha de adaptar este sentir y este pensar a í imperfectamente expresado
y concebido, á indios qne continúan siendo 6 hemos de suponer que
son reales y no fingidos. Doblo trabajo de traducción y de adaptación ;
introverGión en un espíritu ajeno y 1nuy distante de nosotros, unas
veces por el tiempo, siempre por condicione especiales de raza, de religión,
de lengua y de co tnmbres; y otra vez regreso ~1 espíritu propio,
siquiera por medio del lenguaje que es con él algo consustanciaL
En esas dificiles metempsicosis el espíritu indígena se evapora, y lo
que queda triunfante es el alma propia, que no acierta á disfrazlr~o ni
á. disimular nunca su identidad.
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DEL .Al!ERIC LA POESÍA. 91
o e han escapado t. les obstáculos á su claro tal nto. · Es tan
diiíciJ exclama n ted tocando este punto, la transfor mació . de nue tro
sé1· moral é intelectual ! ¡Es cosa tan ardua eso de volar en o del
sentir y pensar ajenos para hacerlos propios, , á nuestra vez trasln*
darlos sin e fuerzo á ott·o orazoncs 6 inteHgencia ! ¡ bu car esos
afectos é idea n ~io-los lejano.. n una raza di er a de la nnc tra y
entre las e nizn de n a ci-vilización muerta y olvidada. . .. .
na civilización m-zterta . .. . lo dijo usted todo. L os mue1·tos no
vuelven y tnenos en estos tiempo de positivismo . o soy naturalista
al u o· 1 e cont nto con ser partid. ricJ e nn t'eé li mo sano qne no
quiera matar la beJ 1 z, en nombre de la verdad y que no consienta
ofender gravetnente á ésta por iego y tnal entcndid amor á aquélla .
Un fal o concepto de la relacione_ qne han de r einar ct tre las dos
hermanas que unidas en afectuoso 1: z accr ó á n~r Plat6u primer filó sofo
que adivj 6 la e ·istcncia de la tre ra ~in del ·erdad ro Arte,
la V crdad la Bonda y le ell za, le hace á usted totnar á 1 ü en ten·
der, por erd~d poética lo qne y~1 1 o lo es ni pned serlo. Es imposible
n efecto que el culto y dási ·o D. Juan León Mera se finja por
nn olo rnomento lLa1•avico 6 poeta indio, únicamente porque ha nacido
en ]a misma tierra que este pobre sér, condenado al salvajismo 6 á
desaparecer y perder por completo su carácter si se civiliza, y qne olvidándose
del medio ambiente tnoral é intelectual qne le rodea y de
los propios afectos que le alientan pretenda convertirse en intérprete
de las ideas y sentitnientos de la raza indígena en lengua castellana y
pul ando una lir cristiana .
E to ería aceptar el divorcio de la idea y de la forma, cuando el
lenguaje es la encarnación directa de la idea, n6 una vestidura externa,
unafermosa cobertura, como dijo, si no recuerdo mal, el Marqués de
Santillana, que e pooe y se quita á merced del poeta. Por todo lo
cnaJ no comprendo ni acepto como erdadera poesía indígena en el
Ec11ador, sino la que se exprese en su lengua propia, en quichúa, en
sa lengua cuya ductilidad y riqueza pintoresca pondera. usted tanto.
Tal vez m o replicará usted que Lord By ron compuso hermosos
cantos con el título da .Melodías ltebreas, procurando int~rpretar de
nuevo las ideas y los afectos qna dieron ida á aqnella nblime poesía
qne patccc in pirada por el istno Dios, y que sn ejet plo siguieron
amartinc la ve llano a. y tantos otros. ello hay qne ad vertír que
Lord yron y ·uaut< s han imitado su intento y cuanto le precedieron
c:n él ctltl·c ello nne tro crt·au poeta hispano-judío J chndá Le i,
se cucontt·aron frente nn literatura riquí ... it a, Jo vida literaria casi
no i terrnmpida, con modelos. dmi r ables y fnndada en ideales religio-
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92 ANALES DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA. DB COLOMBIA
sos e re r ito e n caste1lat.
o in rcb jar por ello n un ápice ja fttc rza ie u inspira i' n
poétic •. Y Jo qnc digo de Oabanyes podlÍa aplic rlo · if rrer, á Bal.
mes, á Milá y á uchos más.
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94 ANALES Dlli LA INSTRUCCION PÚBLICA DE COLOMBIA
Fácil me será ahora sacar la aplicación de tales premisas. De ellas
se desprende que loa catalanes, después de vivir en cont cto continuo
é inmediato con el pueblo castellano, durante tres siglos y medio hasta
el punto de haber corrompido no poco su lengua .Y sus costumbres;
con todo, y pertenec<:r á la misma raza, profesar io-nal religión, ser
hijos de una ci ilización idéntica, y hablar una lengua hermana y mny
semejante á la de sus vecinos, todavía no aciertan á traducir bien sus
pensamientos en el idioma de Castilla, y dejan conocer siempre que el
castellano no es su ropaje natural, sino un disfraz mal llevado que les
hace traición á ]a primera prueba. Ahí tiene usted explicado po1· qué
soy tan incrédulo y tan descontentadizo en achaques de transfusión de
sa11gre extraña en organismos literarios completamente opuestos, y refractarios
además á esas inoculaciones. En todo caso, si me dieran á
elegir entre el q'ltich~11ísmo castellanizado de usted y el del doctor Cordero
en la lengua propia de los indígenas del Ecuador, de Bolivia y del
Perú, me quedaría con el del sE'gnndo> por parec~rme que ha ee ser
más cercano á la realidad; no afirmo, pnes me faltan datos, qne lo sea
en absoluto.
La originalidad qne usted pretende dar á la literatura americana
para vigorizarla, nntl'iéndola con 1a savia de la realidad presente, no
podrá nunca 11egar al punto de que el elemento indígena trascienda
hasta el género lírico. La poesía líriea vive de sentimientos propios,
párte directamente del alma humana, aunque se apoye en la vida exterior
y en ]a naturaleza. Sólo aquello qne con sinceridad se siente y que
forma parte de nuestro sér, ea le que se canta con soberana inspiración.
Como Jecía J oubert, los más hermosos versos son los qne se exhalan
como sonidos ó como aromas, los que conservan el calor ó la humedad
del ~liento del alma.
ser yo de usted fuera menos ambicioso y me contentaría con
ame1·icanizar únicamente en el sentido qne usted desea, e] génoro narrativo
y el descriptivo. Es natural qne ~1 narrar hechos ó describir
objetos pr :firarnos aquellos que están más al alcance de nuestra observación
y bajo el dominio de nuestros propios rem1erdos, á los que co·
nocemos só!o de oídas ó con el auxilio do lo libros. Es nna insensatez
cerrar los ojos á ]a realidad exterior; empeñarnos en uo respirar el
medio ambiente que nos rodea. Razón que le sobra tiene usted, pues,
cuando le parece soberanamente ridículo que un americano acuda á ]as
orillas del Rhin en bn ca de castillos viejos, ni al Sena en bus . de
ondas tnrbias, al Pactolo para pedirle arenas de oro, al Vesnbio para
admirar sns eru peioncs, al África para oír bramar sus fieras y al Orien-
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DRL .AMERIC 1SMO EN LA. POESÍA 95
te para pedirle su perlas cuando tienen ustedes ahí ruinas gigantescas
de lo templos de los hijos del s 1, mares que e precipitan en el abismo
como el i, gara ó saltos que parecen bajados de las nubes como el
Tequendama y el yoyán, montes que tocan á las e trallas como el
Chimborazo v olcane cotno 1 Pichincha y el Tungnrahna; ríos
como ol mazonas, que luchan á brazo partido con el Océano, y minas
inagotables como las que hicieron famoso~ al Potosí y al D01·ado.
o supieron nuestros poetas de la conquista beneficiar tan espléndido
tesoro y de ello resultó la total carencia de una epopeya digna de
la em pres:t m;i grande que haya acornetido E pafia en el decurso de
su h · toria. En cambio nuestros cronistas de Indias vol vieron á reproducir
las maravillas de los ingenuos rel to~ de la Edad Media con sólo
abrir Jos ojos á nna natnralez virgen y fecunda y narrar sin prctensione
de ningún género sin arte y con exqni ita naturalidad, el efecto
que en su ániulo ran "'aton pneblos ignorados y un tnundo desconocido.
La .Ll.:í•au cana de Ercilla la A -rgentina de Barco Centenera el .A1•auco
Domado del padre Ofia, las Elegías de va;ron es il1.t8t1· es de Ca tellanos,
y otra multitn d 1nal llamado poem as, gracias á. la perniciosa infiaencia
italiana en el género épico empequeñecieron la América istiéndola
al tno o clá ... ico-enropeo, mientras los historiadores la engrandecieron
mostl'á.ndola en sn magnffica desnudez, si más atavíos que los
de una naturaleza ublime y gigantesca. Y tanta fuerza tiene la clara y
no empañada visión de las cosas reales, que la hizo qne nuestros narradores
indianos fneran mny superio1·es á los q\1e trataron la historia
de la metrópoli. Y se comprende que fuera as!. Unos adquirieron la
experiencia de la ida en la mi roa ida; los otros en los libros. Aquéllos
escribían Jo que vieron ignorantes de toda erudición que supliera
c0n ideas hechas los sentimientos naturales. É tos encontraban el asunto
que debían esclarecer enrnarafíado por los falsos cronicones oscurecido
por las tinieblas de los tiempos, y á esta inconsistencia del fondo agregaban
la tiranía de nna forma convencional impneata por el Renacimiento.
Hace usted muy bien en beneficiar todas esas riquezas del género
descriptivo qne sn privilegiada patria le ofrece. nnca han de sustituír
nsted 1a naturaleza europea á 1a ri neña y lleua <.le ncanto de la
irgcn Atnérica. entro de cll deb naturalmente moverse y re pirar
el •ate americano qnc quiera conserv~u· sn nacionalidad literaria: entre
las varias qnc pueden lógicamente desenvolverse en las dos grandes
unidades :filológicas anglo-sajona é hispano-portngnesa qne reinan sin
rival en ese nuevo continente. Así lo entendieron Bello al escribir sn
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96 N ALES DE f,A I STHU pasada la bo·
nanza del aftoratnicnto el tenor de la tnenas se red u jo n n1ncho;
los resultados generales no corre pendieron á las esperanzas del principio,
y vino uu reacción de desconfianza absoluta, tanto qne últimamente
no se cree ni aun eu la existencia dc minas en los nnevos distdtos
mineros del Tolima .
L causa pdnci pal del fraca o reside, á nu stro n1odo de ver, en
haber querido calcar la n1inería y las i eas antioqueñas sobre minas en
el Tolilna; esto se comprenderá fácilmente si se atiende á que en
Antioquia (salvo algunas excepciones) las minas de oro nativo han
sido de una riqueza sorprendente y e h n 1nOr11tado por í mismas,
e decir, que de los mismos productos ue la rnina. se han hecho edificios,
ttlolinos y demás obra . Con u ineralc tan ricos no importa que
la maquinarias produzcan pérdidas de con ideración (en ocasiones mayores
qnc todo el producto obtenido). Las nlinas que no han estado en
e tas condiciones de riqueza, h n eido abandonadas.
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100 ANALES DE LA INSTRUCCIÓN PÚ'.IJLICA DE COLOMBIA
Si recordamos ahora q ne los asomos de las vetas en el Tolima han
ijid en general notablemente ricos, se llega á comprender la ilusión
de creer qno las minas se monten por si mismas. Oon esta esperanza se
procedió á erigir molinos que, construidos de prisa y baratos, resultaron,
necesaria m en te, de mala calidad . Cuando al profundizar los trabajos
mineros las menas rebajaron de tenor, Jos rudimentarios apare·
jos con que se trabajaban resultaron ineficaces, y la pérdida do tratamiento
ahogó el producto de la mina. En síntesis, esta es la historia de
)as minas nue as del Tolima.
Sacar oro Jo minel'ales que contienen cientos por tonelada," me
decía el malogrado eminente metalurgista Riotte "es cosa que cualquiera
puede hacer : la cieucia está en hacer pagar minerales de bajo tenor.'
Esta es una v rdad de Peto GrulJo, y es la comparación entre An·
tioqnia y 1 Tolirna. La minería del Tolima es nna industria qne, versando
sobre menas rel tivamente de bajo teno•·, requiere cuidado buenos
aparatos y ciencia.
N o es simplemente echar cuarzos al molino y recoger el oro sobre
pafios; hay que estudiar los minerales atentamente, vigilar con so1ici·
tud las maquinarias, comprender la na tu raleza y seguirla, pues este es
el único modo de vencerla.
Las menas del Tolima no son absolutamente de bajo tenor, pues la
genera1idad de las que conocemos pagan más de $ 5 por tonelada en
oro nativo, y minerales de este valor son de más que mediano rendimiento
en Norte América, en donde se trabajan con provecho menas de
$ 1-50 por tonelada. Comparados con algunos minerales de Antioqnia,
naturalmente se comprendo qne son muy pobres.
N o ha sido tanto la falta de conocimientos y capital, como generalmente
se ha dicho, lo que ha determinado el mal éxito de la minería
en el Departamento de que hablamos : la principal ha sido Ja falta
de cuidado y de intuición mecánica, falta de paciencia y de hábito de
experimentar. La ciencia no reside tanto en los libros cnanto en el
estudio de la naturaleza. En el Tolima se ha leído, e ha hablado y se
ha escrito sobre mi · as, pero no se ha experimentado ; se signió un camino
enteramente rutinario; no se obtuvieron resultadoe, y se abandonaron
las roina.s. Los plantadores y los ganaderos tienen paciencia y esperan
cuatro y seis anos 1nientras produce el café y el cacao, 6 Inientras
se rozan y siembran potreros. I~os 1 1ineros no ; las minas tienen
qne producir inmediatameutc, ó no sirven . L1. idoa errónea de qoe las
minas son tesoros y no una industria que, corno otra cualquiera, requiere
tiempo, capital y trabajo para des rrollarse, h sido y continúa siendo
fatal para el país.
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NOTAS MINERAS 101
El Gobernador del Tolima inceratnente deseoso de er progresa r
la indn tri minera en aquel Dep rtamento, nombró prim e ro nl ct'íor
R. B. White y luégo al seflor J. C. Randolph para qno vi ·itaran la s
tnioas, diera informe y ayudaran con sos conocimientos y prác tico. al
progeso de ]a indo tria . o e \10 tt·o nni mo eutl'ar á e tn r iar lo3 resnlt
dos qn e ta comi iones prodnjeron pues to que fu e ron ningunos
en la práctica. IIubo como sucede aquí entus iasmo por la s p c t·sonalidade
.
Mr. Whitc á nuestro modo de vor, e l inge iero que m e jor ha
entendido las formaciones del Tolima; empet·o creyendo estable la riqueza
que mostraban los afloramiento de la v e t a , que como anteriormente
lo dijiroo , en el Tolima ha. sido muy notable in icó los monta·
jes antioquefios y se pet· uadi6 de que en Ibagné y A naime íb, m os á
presenciar el ejemplo de los tipo qne él conocía en Anti oqnia. de minas
que de us mismo productos hacían alir el tnonta j e d e finiti o.
Fnc este el grande error de Mr. hite, y tánto, que creotno quo si en
las empresas del1·ío China él hubiera indicad0 maquinari· de hierro y
bu nos aparatos de concentración n cz de molinos antioqueños mes
as de madera etas e mpresas e tarían hoy n producción mny racionaL
Los informes d Mt·. Randolph no ro piran en general, sino
el de eo de improbar las aserciones do Mr. White. Desde entonces
icn diciéndose qne el grande error en el Tolima fne montar minas
antes de saber si crau tninas.' E to sería muy cierto si allí, on realidad,
se hubieran montado plantas costosas; pero nosotros sabemos que
los mayores expendios en plantas han ido 2,000 ó 3,000 pesos qu~ han
costado Jos defectuosos tnolinos e~·istentos . Lo malo ha sido, en general,
la obra de mina en qne después de haber gastado dinero y llenado
el terreno de agujeros, aún no ~e pnede saber nada l'especto de Ja formación,
puesto que en Ja apertura de ésta se ha pr·oc€dido, no teniendo
en 1nira el desarrollo cu vasta escala de nna empresa de lln porvenil'
duradero, sino el afán de encontrar tierras qno poder moler. Pttede decirse
que solamente ei Gallo y la Plata del Líbano, en lo nuevo del Departamento,
han sido abiertas de un modo ra.cional.
Mr. Randol ph, á pesar de haber estndiado el país 1nny á la ligera,
ta vo el mérito de aconsejar la racional apertura de la minas y su exploración
preliminar antes de eutl'ar en gastos de impot·tancia respecto
de su establecimiento, y considerando las cosas fdatnentc aconsejó la prudencia
y el sentido común en la dirección de los trabajos de mina. Sus
conclo iones científicas respecto á la formaeió de las etas y :1parición
dol oro en el Tolima, son ligoras y qnizás inexactas.
Al cabo de seis aíios de trabajo en el Tolirna, de informes, opinio-
11 •0
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102 ANALES DE LA INSTRUOOIÓ.N PÚBLICA. VE COLOMBIA
nes, fiebr y decadencia, hoy día nos eocontratnos en la tnisma situación
del princi pío, y no ' e sabe si en realidad ha) ó nó minas de veta de
valor fn ora d ;.¡ la vi ej . conocidas y tt'abajadas, corno Frías, Oalamonte
y otras. Unos han llegado á la negación a.bsolnta; otros, monos pesirnistae,
dn d an · pe ro e n todo cas ~e t·otraon de comprometer iutercsos
suyos n minas.
A la prcgun ta do si val eH ó nó las nuevas nlinas del Tulima, nosotro
n os atrevomo á contestar pot· la afirtnativa. En realidad, en !bagué,
como n otros u is tri tos nuevos del D epat·t m en t(;), hay yacimientos
do tnctalc que hicn trabajados 1· rían rendimientos considerables.
A simi mo la región argcntífer, que viene ucsde Frías y Mariquita y
se levanta hasta la. cordillera, es verdaderamente uotable.
Mas nos inclinamos á creer que la mayor fuente do riqueza en el
Departarncn to que nos ocupa, serán las minas de plata tuás bien q ne las
de oro, y aun éstas son más importantes por sus jaguas qu€ por el metal
libro. La minería del Tolima es ominentetnente industria do 1ncnas
cotn plejas.
Cotno el tnincro no juzg siuo por analogía, y con este critel'io deduce
las probabilidades de un distrito nuevo por semejanzas con distritos
conocidos, la f Ita de tral>ajos profnndos en el Tolirua ha sido escollo
y fuente de enores. U na vez que la generalidad de los ingenieros
consultados han oft·ecido esperanzas y aun seguridades de encuentro
de topes ricos, sin datos expel'Ímentales sobre qué apoyarse, las gentes
se han cegado; y aun llegando n ciertos c~asos á creer á nn consnltor
dotado con verdadera intuición adivinativa, exigen opiniones sobre
las vetas á profundidad, opiniouos que en distritos nuevos es muy
aventurado expresar. En tninería no hay más critel'io que el experimental,
resolverse á aventnrar algún dinero en una exploración prelitninar
formal, y adquirir así la seguridad de la existencia ó nó de yacimientos
de valor.
Pero esta xploración no debo llevar por rnira la. ganancia actual
sino la investigación de las vetas; porque de otro tnodo es imposible
hacer tr abajos de mina racione le , y en tal ca o, después de haber gastado
dinero inútilmente, las compañías se encontrarán tan á o curas
cotno al prin cipio.
Como las únicas minas q11e en el país han sido trabajadas profundamente
son los ya cimientos argentífcros de Guayabal y Santnna, del
estudio de e ta o mitJ as pnodcn desprenderse conclusiones generales que
no dejan do tc:l r in1 portaucia. El xatnen de Frías y San tan a, por
ejemplo, hace ,·or Ja continuidad de estos filones argentífe1·os <Í gran
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NOTAS MINEn 8 103
profundidad . En la primera de estas minas se han hallado miaerale de
primera clase á la profundidad de 120 brazas. Otras minas de e ta región
trabajadas antiguamente, pr ntan ejemplos análogos. Así pnee,
esta parte del D partamento ofrece á Ja-- compañías grandes probabilidad()
s para el desarroJlo de e11 presas en asta escala, nn3 vez q ne tenemos
l. casi seguridad de g rantizar abundancia de 1nenas y continuidad
de la et. á profandida . Mucho llama la tcnción er qne el curso del
mo ímiento minero tendiera, más bien quo á di tritos relativamente bien
conocido , á zonas enteramente nue as, pues tales son la de Ib gué,
Anaimc y el río China, en las cuales no· hay tradición de trabajos tan
amplios como en la r gión do Santana, Guayabal etc. Creemos que
la ca u a de e to ha sido la existencia de oro uati vo en las formaciones
de Ibagué; y en la necesidad de ganancias rápidas, la facilidad tnet ·
J úrgica hace preferibles los cuarzos auríferos á las menas complejas.
E ta preferencia ea muy justa, á peear de no ser mny previsora ni
verdaderamente adelantada. Prefe1·ir una ganancia moderada obtenible
ein gastos ni mayor eefuerzo, á deeanollar etnpresas de grande aliento
y obtener productos considerables, ó en otros términos, la preferencia
por lo llamado MINAS DE POBRE, es tendencia que se observa en casi
todo el país minero.
Se ha hablado mucho de los INGENTES oAPITALES invertidos en los
nuevos distritos del Tolima, y si exceptnatnos á San Sebastián y La
Plata del Líbano, podemos asegurar que en todas las iuas do veta nuevas
del Departamento, trabajada con capital nacional, no se han alcanzado
á in crtir ' 300,000 p. m. e n1á3 de 15 minas, y es lástima que
hayan ido tan rnal gastados· per la instt·ucción prélC.tica que hemos
obtenido no es cara por este precio. Pa ando rápid< ojeada por lo qne
las nnovas ·ploraciones han hecho descubrir, voinos que hay, en general,
potencia en los filones, y qne si éstos no on estupendamente ricos,
uo por e o dejan de tener nn rendimient0 1nuy halag dot·. Plantas de
concentración es la metalurgi indicada para el Tolima, y no dudamos
qno una ez qu l as tninas principien l conccnt1-. r ns minerales, es
muy fácil el establecimiento de haciendas de beneficio, que eviten á la
industtia tninera el pago de tributo que hace al e ·tranjero. Creemos
qne 1 casi mayoría do ]as menas del Tolima se beneficiarán fácilmente
por axnalgatnación ; in embargo que el día en que la abundancia de
concentrados fncra importante el cstablccitniento de una fundición stn··
giría de í y é ta tendría la vcntajn de abrir salida á los yacimientos
plombífetos de Cundinamarca y Boyacá.
l:'nede fijarse esto dato: en el Tolima los minerales que rindan$ 3
A.NALBS 6
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104 ANALES DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA DB COLOMBIA
oro en tnctal libro y 5 por 100 de jagnas de $ 150 oro, se benefician
con ventaja en plantas cuyo costo no llega á $ 20,000 p. tn. Ahora bien:
loa mineraJes que conocemos de Ibagné y del río de la China producen
tenores prá~ticos tnás elevados que los que indicamos anteriormente.
Sólo falta qnc las com paftías se resuelvan á e tablecer un beneficio
si temát.ioo y en maquinarias de bncna calidad, porq e mientra pretendan
contianar el tratamiento en aparatos cn¡as pérdidas be elevan al 60
por 100, es irnposible qne abrignotnos esperanza de ver productos en
las minas del Departaruento.
En el Tolima hay ya ·imientos qne, como los del río de la China,
han sido verdaderamente privilegiados por la naturaleza, que ha rennido
allí todas ]as facilidades para el trabajo de aquellos abundantes veneros.
Maderas que no escasearán fácilmente y aguas qne darán cualquier cantidad
de fnerza que se necesite, y al mismo tiempo amplitud del terreno
que dará campo para el desarrollo de haciendas tao grandes corno se
quiera. Las minas en la China son de plata aurífera, casi á mitad de valor
entre los dos etales y también contienen algún oro libre.
Cerca de las concesiones de la China hay un distrito minero de
minerales muy análogos á Jos de éstas y de un valor comercial considerable;
tales son los minerales del Triunfo Santa ita, N a taima y la
Floresta; minerales más 6 tnenos ricos en jaguas y cnya concentración
dará resultados satisfactorios.
Después de é tos se encuentran los minerales de !bagué y Anaime,
que principalmente son de oro nativo, y sobre todo los de lbagné
contienen pocas jaguas.
El día en que se monten buenos molinos, los rendimientos de algunas
minas como la del Gallo, por e;emplo, se triplicarán probablemente.
Creemos que para que se determine un rnovimiento cotnpletamente
favorable á la minería del Tolima, basta con que haya una empresa
que, al montarse bien, dé boenos resultados, porque entonces, roto
el círculo de desconfianza q11e actualmente nos aprisiona, los capitales
tenderán hacia una industria cuyos azares son más bien imaginarios
que reales.
La experiencia adquirida es una base sólida de ensefianza, y yá
las compañías nuevas que se o¡·ganiceu lo h rán en términos más prácticos
y má de acuerdo con las condiciones del paí y de la industria
minera.
Manizales, M yo 4: 1892.
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NOTAS MINERAS 105
JI
.ALGO SOBRE A TIOQUIA.-ltEMEDIOS A TA ROSA
a hiendo traza o á gran ee ra go 1 hi ' tOI'ia de los nnevoa distri·
tos del T Jima, e mny del ca o prc entat· allor alguna notas sobre el
estado general de l minería de e te Departamento, que entre nosotros
ha sido 1 verdadero país de minas. Y á en un artículo anterior hicimos
algo nas observaciont? gen eraJes sobre la riqueza. o ]as menas en Antioquia,
;y ahora nos parece oportuno in istir con algún detenimiento
sobr este punto.
Como tuvimos ocasión de hacerlo notar, la mineria antioqnena
fne intactamente trasplantada á los nuevos prospectos del Tolima. Los
métodos maqninal'ias y reglamentos de Remedios fueron llevados á
Ibagn'é y á naime, in que se hnbieram tnodificado ni alterado en nad
al pa arA otro Departamento, y sin que se hiciera tampoco nada con el
fin de mejorar su adaptación á la diferenci3 de las menas. El molino
antioqu Do con sos cincuenta golpes por 1ninnto y sns cedazos de ocho
puntos por pulgada li eal es el mil3mo en Ibagné y en Remedios. Asi
el estudio de las minas de Remedios no sólo tiene interés on cuanto
hace conocer el distrito quizás el más rico de Antioquia, sino qne lo
tiene muy especial para el Tolima mínero, y para nosotros es comprobación
muy importante de las ase.rcioncs qne establecimos en el artículo
anterior.
En Antioquia, salvo contadas xcepciones, la industria mine1·a nacional
está en su estado tnás primitivo é incipiente. El trabajo de explotación
ee reduce á xcavar ]a parte uperficial y descompuesta de las
vetas y tratar estos minerales moliéndolos en aparatos de madera (1).
Tan pronto como los trabajos llegan á ]a parte dura y sana de las etas,
en ]as cuales di minuye la proporción de oro libre que puede extraerse
directamente en los n1olinos, las minas ee reputan agotadas y los tra~
bajos se suspenden . Lo.., adelantos que la ciencia minera ha hecho últimamente,
han puesto de tnanifi.esto qne la verdadera y sólida riqueza
de las u1inas reside en los sulfuros (jaguas) que los filones de oro encierran
una vez que se profuudizan los trabajos sobre ellos. Estas jaguaa
contienen á profundidad el oro que en la RU perficie ha sido puesto en
Jibertad á con ecneneia de la descon1posición del filón por los agentes
atmosférico , y es á la concentración r nosos ó gt·uesos y carnosos.
Estn familia, que es una de 1 s más naturales del Reino Vegetal,
es también nna de las más e:xtensas y más import~nt~s, tanto po1·
sus aplicaciones como por Ja beJiczn de sus flores. El Bl'nsíJete, el
Campeche, el Dividivi y otrns muchas plantas útiles por su madera,
hacen parte de e11a. El Bálsamo de Tolú, la Oopaiba, la Goma
Arábiga, la de Senegal, la Tragacanto y otras valiosas resinas, son pl'odu-
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112 ANA.L'ES DE LA INSTRUCCTÓ.N PÚBLICA DE COLOMBIA
cidas por plantas de esta familia, lo mismo que el Anil, el más us do de
todos los tintes. La haba, el fríjol, la lenteja, la arveja, el garbanzo y
otras muchas semillas de esta familia, son materi!ls alimenticias de primer
orden. Sin embargo, éstas se pueden considerar como excepciones,
porque en todas las plantas de la familia predomina un principio venenoso.
Las Leguminosas están extendidas en todo el globo; pero algunos
géne1·os tienen límites geográficos bien definidos: tales son los que pertenecen
á Austr lia, y los que son propios de Sta· América 6 del Cabo de
Buenaesperanza. Algunos, como el T e phro3ia, Sor hora y Acacia, son lo
que s e llama esporádicos; esto es, que están dispersos sobre vastas .r diferentes
regiones en uno y oLro hemisferio.
El rr1ayo1' número de espec ies pertenece á la región equinoccial, y
sólo h n d ejado de encontrarse en lag isl a s de Santa E!ena y de Tristán
de Acuna.
E s ta numerosa familia consta de cerca de ocho mil especies, agrupadas
en unos seiscientos géne1·os. Se ha dividido en tres grandes subórdenes,
dividiJ.os á su turno en tribus y en subtribus.
SUBORDEN I.-PAPILIONAOEAS
Corola papilionácea, de estivación imbricada. Los pétalos superiores
son externoE;.
SUBORDEN II. -OESALPÍNEAS
Pétalos en estivación imbricada; los sHperiores son internos.
SUBORDB III. -MIMOSEA.S
Corola de estivación valvar.
PA. PILIONACBA8
O én eros pri n ci palea:
Myrosperm:unt.
Arboles 6 arbustos de hojas compuestas con las hojuelas coriáceas.
Flores blancas ó rosa dns, en racimos axilares 6 terminales. Cáliz acampanado.
Corola en forma de mariposa, con el estand rte ov l y muy
abierto; las alas y la quilla son libres y de longitud igu a l á la del estandarte.
stambres diez, libre@. Ovario estipitn o. E::>tilo lateral y filiforme.
Estigma obtuso. Legumbre membranosa, comprimida, indehi cente
y con una 6 dos semillas.
Las especies de este género son 'rboles baleá.micos, de 1< América
eonatorial. L s principales son:
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TR T DO ELEliE T, L DE BOTÁNIOA 113
My. Pcr?t{fo1'?nn.-Bálsamo del Perú. -Crece en todas las regiones
ardieut s d la América ecuatori~J principalmente en loa bosques del
litoral del mar de las Antill~s y del Pacífico; en México, Centro América,
Colombia y Ecuador.
J-fyros. tolu~fer ·um.-Bálsamo del To1ú.-Llamado también Toluifera
otficinali , nunqne algunos autores la consideran igual á la especie anterior.
Creco en las mismas regiones, principalmente on los bosques do
Carta gen a, del To1 ú y del rio Si u ú.
My,·os pube cen .-Tt\Che.-Crece eu las vecindades do Popayán, en
la hoyu 1 río Fu aga ugá y e otra tierra templ as.
• tas tres especie producen bálsamos muy apreciados qne parece
no difieren entre sí sino porque preparadas de diferentes maneras, presentan
un aspecto di tint , pero sn composición química es una misma:
resina, aceito volátil y áci o benzoico. El má usado de todos es el bálsamo
del Tolú. So presenta en ma as sólidas, de un color marillo rojizo,
de apariencia gr nulo u y emitra paren te. Sus bor es dulco y agradable,
y el olor su ve y menos penetrnute que el del bálsamo de Perú. Es soluble
en el alcohol y en el éter, y cede al agua el ácido benzoico que contieue.
Bajo la iafluencia del calor se ablanda y destila como el pez de Borgotla.
Estos bálsamos, principalmente el de 'rolú, tienen propiedades estimu·
lantes muy enérgica , sobre todo sobre las mucosas de los bronquios, mo·
difieando ventajosamente los catar-ros pulmonares y las flegmasíaa crónic~
s. Se usa con éxito para combatir las bronquitis y los catarros bron·
quialea agudos.
En ln tisis se ha empleado como p liativo, con muy buen resaltado,
pues f·l.cdita J, expectoración. También se ha preconizldo p ra combatir
las inflamaciones crónicas de las vías genito-urina~rias, el catarro de ln vejiga
la leucorrea y las blenorragias rebeldes. Entra en la compo ición
de much preparaciones f. ~rm céutic:n, como 1 s pa tillns del Tolú, la
crema pectoral de Pierquin, los cig rrillo pectorales balsámicos, las gotas
escocesas de loa doctores O orio & Castafleua, etc. etc.
Myros frutescens. -6uatamare.-De los Llanos de Ca auare. Produce
también una l'esiua balsámicn, análoga al bálsamo del 'rol ú.
PSORALEA
Arbu tos, rara vez yerbas, de hojas compuestas, á veces de una sola
hojuela con dos estípuhs. Flores blnncas, azules 6 viola s, di puesta
en espigas 6 en glomérulo axilarc y tcrtninale . Cáliz ac mp nado,
quintifiJo, ilabiau , con ], 1 ciuia inferior más hu·gn. El esta darte es
r fiejo en 1 margen, y la alas y 1 quill libt·es. E tambres diez, nlonodiadelfos.
Estilo filiforme. E:~tigma e pitado. La legumbre inclusa en
el cáliz, membranosa, indehiscente y monosperma.
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114 ANALES DE LA INSTRUCOI~N PÓBLIOA DB OOLOliBIA
Las especies de este género son de las regiones tropicales de todo el
globo. Las especies colombianas son principalmente de la regiórr fría. Las
más notables son:
P oralea ... -Rúcbica.-Crcce en los lugares húmedos de la región
fría entre 2,000 y 2,600 metros sobre el nivel del mar. En la sabana de
Bogotá Zi p quir ', Santa Rosa de Vi terbo, etc.
Es muy recomendada como desinftamantc. El zumo de la pl nta y
los polvos de las hojas tostadas se usan con muy buen éxito pa:-a curar y
cicatrizar las heridas.
Psoralea gland~tlosa.-Cu1én.-Té de Chile.-Probablemente originaria
del Perú y del )3rasil. Cultivada en peqnetlo en algunas partes del
Sor del Oauca, en Jambaló, el Tambo, etc. Crece en la región fría. entre
2,500 y 3,000 metros sobre el nivel del mar. Las hojas son vermífugas,
estomacales y vulnerarias. La raíz es emética. Se administra en infusión.
INDlGOPERA
Arboles, arbustos ó yerba, de hojas imparipinadas, á veces con una
sola hojuela, y también nulas. Estipulas muy pequenas, insertas en la
parte inferior del peciolo. Flores 1·osadas ó purpúreas, á veces blancas,
dispuestas en pedúnculos axilares. Cáliz pequeflo, quintidentado y con
las lacínicas acnminadas. Estandarte sobre redondo y reflejo, las alas y la
quilla iguales; ésta es espolonada ó fibrosa en la b se y á los lados. Estambres
diez, monodiadelfos y con anteras mncronadas. Estilo filiforme.
Estigma capitelado. La legumbre es casi cilíndi·ica, recta 6 aguda, polisperm
ó CQn una sola semilla por aborto. E$tas son cúbicas.
Las especies de este género son propias de las regiones cáliu s y tropicales
de todo el globo; entre ellas se encuentran algunas de las más
apreciadas entre las plantas tintórea3. L'ls principales son:
Indigojera tinctoria. Afiil 6 Indigo.-EL primero de estos nombres
viene do Nili, aanscrito, y el segando de indicus, nombre que le daban
los romanos, por venir de la India el producto colorante. Por lo tanto
parece indudable 1 origen asiático de esta planta, cuyo cultivo se ha extendido
por todo el globo, debido á su grande importancia en la tintorería.
En la époc& antjgua el af1il sólo se beneficiab en la India, y llegaba
á los europeos por Siri ó por Alej nc1rín; más tarde sn cultivo se fue
extendiendo á diferentes regiones del antiguo e ntinent ., y por último
tomó un grande incremento en toda la 1. méricc-\ inte1·tropical, h sta ol
punto de poner en peligro el cultivo de 1 Indi ; pero los e fuezos sostenidos
de la comp f.\ía de 1 India hici ron que el aftil de Bengala triunfat
·a d finitivamente sobre el de los otros pttíses del globo.
El procedimiento para beneficiar el a.nil es muy sencillo. Cuando la
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TRATADO RLEM.BYTAL DE BOTÁNICA 115
plantación está. en flor se siega y se pone á macerar en el gua por e paoio
d doce horas, duran to las cu les so produce una especie do fermcn tación,
pasancl el líquido, do am rillo qne ora al verE COLOMBIA
das hacia afuera y adheridas á la quilla, que es largamente estipitada,
pequena y encorvada. Estambres diez, rnonadelfos. Estilo corvo, dilatado
en la b so y bnrbado longitudinalmente. Estigma capitado. La legumbre
es linear y plano-comprimida.
Las e~ p eci e s do este género son propias <.le las regiones cálidas y tropicales
de Asia y de Amélicn. La principal es:
Olito 'ria vi?·giniana. -Sonajera.-Ctece en las Antillas, Panamá,
Oartugena y en la parto baja de la boya del Afagdalena. Tiene propieda·
des emenagogas, y, como tál, se usa la raíz en decocción, ]o mismo que
para facilit1n~ las contracciones uterinas. Las semil1as se consideran
como purgantes y vermífugas. Las flores dan un buen tinte azul.
GLYOIRHYZA.
Las especies do este género son todas de las regiones templadas y
frías del hemisferio boreal. JJa principal es:
Gly. glabra.-Orozuz, Regaliz.-De Europa meridional. Con la r&iz
se prepara el xtracto de regaliz ó de orozuz, que se presenta en el comer·
cío en form de cilindros del ~rueso del dedo menique, de color negro,
más 6 menos lustroso, y con un sabor dulce. El orozuz tiene mucha importancia,
na s61o por sus propied des emolientes, sino también por el
gran consnmo que, como vehículo, tiene en las preparaciones farmacéuticas.
Según el análisis de Mr. Robiquet, el orozuz contiene: glycyrl¡,ic~
1¡a, fécula, asparagiua, aceite resinoso, sales y albúmina. La glycyrlticina
es la que lo da el sabor azucarado.
El orozuz se usa mucho en las afecciones bronquiales, y con 61 se
prepara un papel especial para cigarrillos pectorales. También entra en
la composición de una tinta china ordicaria.
Las otras especies del género tienen propiedade .. idénticas.
( Oontint~Md).
SECCION HISTORICA
DOCUMENTOS IMPORTANTES
(Tomados de la Guata de Colmnbia de 5 de Septiembre de 1830, número 480).
ACTA DE LOS PADRES DE FAMILIA DE BOGOTa
En la ciudad de Bogotá, á 2 de Septiembre de 1830. Rennidas las
Corporaciones, loe padr s de familia y vecinos de esta capital, y muchos
de los pueblos del cantón, á consecuencia de la convocatoria hecha en
este día por el sefior Prefecto, con el objeto de acordar los medios para
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DOCUMENTOS IMPORTANTES 117
el restablecimiento del erden y forma de la admioistl' ción en la presente
cri is, y cousidet·ando :
l. o Que el Gobierno nacional ha quedado disuelto de hecho desde
el momento que una gr n pa1·te de las provincias se ha pronunciado
por el mando