Saltar navegación e ir al contenido principal
Biblioteca digital de Bogotá
Logo BibloRed
Saltar el buscador

Esta ingresando al contenido principal

  • Exclusivo BibloRed
  • Cómics

Red Sonja: Empire of the Damned #1

CONTENIDO PARA USUARIOS REGISTRADOS

Inicia sesión para disfrutar este recurso. Si aún no estás afiliado a BibloRed, haz clic en el botón.

Acceder
  • Autor
  • Año de publicación 2024
  • Idioma Inglés
  • Publicado por Dynamite,
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
Alessandro. Amoruso, "Red Sonja: Empire of the Damned #1", -:Dynamite,, 2024. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3678212/), el día 2025-11-04.

Contenidos relacionados

  • Exclusivo BibloRed
Imagen de apoyo de  Relato de un asesino

Relato de un asesino

Por: Mario Mendoza | Fecha: 2014

Un hombre, Tafur, está en prisión. Trata de reconstruir su vida a través de sus memorias para llegar a entender qué lo llevó a cometer un cruel asesinato. Con una prosa que cautiva desde el comienzo, Mario Mendoza sumerge al lector en la ambivalente vida de un individuo que busca liberarse de sus obsesiones. Una extraña enfermedad que aqueja a Tafur desde pequeño ha hecho que se mueva entre los extremos: una vida tranquila que lo lleva a tener horribles visiones y una vida entre los marginados que le procura tranquilidad. Viajando de un extremo a otro transcurren sus días, hasta que logra encontrar un frágil equilibrio entre los dos mundos. Relato de un asesino, la tercera novela de Mario Mendoza, nos presenta un alucinante recorrido por el alma de un hombre, al tiempo que nos obliga a una desesperanzada y lúcida travesía por Bogotá y todas las ciudades que en ella conviven.
  • Temas:
  • Autores colombianos
  • Literatura
  • Literatura colombiana

Compartir este contenido

Relato de un asesino

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  Buena Lectura - N. 21

Buena Lectura - N. 21

Por: | Fecha: 15/09/1911

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 80 BUENA LECTURA í ==================~;c==================~t~======~=:====~ mu rt el Juez m· 1no que preside este tribunal, ·odo · votrtron en favor de ella. .~on . ns votos é influen­ci~ S~ , o} vieron { abrir lf.ts cr .n. tina que han hecho de n1í lo que . o.v., I.~as palabras conmovedoras d .l 1 re o cay ron con1o (. scu, . s r tno ardientes en el corazón d lo. presentes y n1uehos de ellos, aun algunos d los é: bogadoo;;;, de­rraln ron lágrima de emoción. Entonce el Ju z hizo un ademán co1no para ·evitar 1 [l¡ continua­ión del di curso, más el preso prosiguió re ucltamonte,diciendo: '· ... o,no señor Juezno, tap€is tui boca que aún tengo que d - ir. Empezó Jni degradación en una ca.ntina legalizada . ,. prote­gid ·t por los lectorc d ste pu - Llo , y ahora que las cantina u­• r apertura, permitieron UStodeR m han conv rtido en borracho . ' a. e in o, mP hacen compc rec r ante el tribunal de ju. ticia parn qu 1 poder de la ley me conduz­ra llugar de la jeruci6n lanzan­d 1ni alma ·1 1 t rnidad. Allí tengo qu cotn¡ arecer ante el tri­bunal d J >io , en donde todo o otro~ , qn habéi p rn1itid0 y lcgi lado este inf Ine tráfico, tendrri tan1 bién qu Olnpare­cer CG n rn igo. '¿Crr(-;¡ qu el .Ju z Suprc1no 1n ondenurá á mí, pobre, d -;bil . d . antp<~rado, víctirna de ese u e tro t ráfico, con1o el único 1'<'. pon.·n hl le l a. esinato de 1ui e sr o~¿ ? ' o. Yo, '11 1ni tnhria­~; uez. <'11 1ni lo nra: .u un P •. tndo (1 irre~pon. ·n hili 1ad 1nató ·1 una per. ·o tuL· pero ,~( ·otros qu 'o­tt st6i delibern.donH:.nte en f· VOr Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BUEJ. A LECTURA 481 e la cantina , oi r{ pon ahl~ e miles de crÍinene uc ·'in cometiendo ahora 1 i Illo,con ruestro con ontiJniento. 'Todos o otro sa 0i qne ta palabra mía no son de1i­io de una inutginaci6n enferma, in la Ycrdad d~l Dio· Todopo­eroso. 'osotro legalizá t i ·la· "1ntiuas que 1ne con Yirti ron n orracho y a e. ino y i 1 r on iguiente cul¡ abl , a f con1o ;. ro delante d lo ojo de Dio y tatnbién de lo hombre del se­sinato de 1u i spo a. " eilor ,J ucz, ho ternlinado. E toy di puesto ahora, á recibir 1ni ·cntencia y á ser conducido a 1 lugar del castigo. O ·ruego que 1, lJ'lllÜlenlo pronto. • olatn Ht pido al Señor que tenga rniset~i­; ordia de 1nf. 'l'ermino pidien lo Dios que abra vue. tro; ojo . haga ver vuestra re. pon abi­lidad par·1 que no vol vái. :· a po­este terribl tráfico .' VARIEDADES SOR BLANCA (CONDESA DJt SAN-MARTIAL) Al pie de nieves eterna , Jigera­wente sonrosadas por la apacible luz del sol poniente, y en uno de lo parajes más pintorescos del mundo, 'bre e una trech y delicio. a llanura, que por su. delicado encanto cautiva la aten­ción dol que anda en busca de ubli­mcs emociones . Uu tupido velo de follaje la ocul­ta á 1· mirad·ts indiscretas del tudstu ordinario, inc p· z d penetrar on ol mi terio de su "' belleza . iE Bern.t! ·Quien ignora el nombre d~ e.;a repú­llica inónimo en otro tiempo de op - 1encia y poderío? En la cima de un promontorio r era­d por el inuo o curso del Aar :·e le­vanta la antigu metrópoli con un aire solemne de pasadn gr ndeza . Hu call antigu sus puentes de estilo medi e­val, us ca a mnciz de greda verde lominadn por típicos tejados· aquellas fac·hadas de podero o. contrafu ri .Y aquellos arcos de pila tras y b6Yed s ca­P e d oportar un mundo: todo con­tribuye á dar ; n rna un a pecto grande ~- au t ro. Unicamente 1 s qu han mo· rado en. u histórico r cint , ·amiliari­zándose con ·us maravillosa campiña ·, on ca pace de comprond r el ten' z ape­go que á la icja ciudad . ·ienten todavía. su habitante . . Alguno barrios, sinembargo, ofre• cen caracteres :Peciales que les distin­guen de los dem . Magnífico palacios, todos del mismo estilo, con sus ventana festoneadas de baluart de hierro pri­morosamente labrado, sirven de morada señorial á 1 más antigu familü cu ­yos blason coronan los dintele ó se en­trel :' n por los fri os. o hace mucho to· daví s6lo o aba interrumpir 1 calma d su calles olitarias el chocar de los jaeces de las cabalgaduras· pero hoy un rumor stent6reo é interminable, debido al pa o brutal y profanad r de los tranvía léc­t rico , la ncude brúscamente, robándo­le aquel su legend rio repo o. En una d~ Ltts ca antigua , en que todo respira calma so iego y bien - tar vino al mundo el 11 de Agosto de 1856 la fntur condesa de ~ aint- n-Iar­tial. El nombre de u padres era Fede­rico Rodolfo de i cher 6 Isabe1 Blanca María de Wa.ttville. Los Fischer pertenecen á la antigua noblez bernense,:,y desde el igloXlii figuran oc u pan do cargos muy elevados eu el e:obiorno de la ari .. bocrática rep~blica. Uno le su miembro , nieto del avoye1· Bertoldo 'ir-IIenri .Y que muri6 en J 268. fué comendador, en Buch ée, u la orden de 'an Juan de J crnsal :m. tr<, el noble; y IIH(Inz/ico FunkcT Réat de Fi eh r, 1641 ·16!)7,bar6n de Reichcu· bach e ballero del anto Imperi . al­calde de \Van,..:en ~ n dor é intendcn ­te gener l d correo. del Estadu bernen-e inició las p ·imer corrospondenci s Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 8 FJNA LECT internacion 1 s, Infancia. 1' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .. . ) Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 4- BUENA LECTURA Sin embt1 ·go, tanto 6xitos no lo· g·ran . educirlc, y al poco tie1npo renun­cia á la carrera de 1 armas para buscar . u porvcni r on un cargo oficial, donde la facultades de su espíritu. noblemente ecundo en r cur. os, podrán despl(\gar­. e ' su. nchw . . Al poco tiempo e le confiaban y lo.· má e piooso asunto ,y n todos ellos el éxito má brillante vi· no á coronar . u desvelos. Desde enton· e s, si h y una misión ardua en cual­quier itio, en Conchinchina por ejem­l lo · llí e:tará el conde de Saint-I~ar· tial par llevar, con pasmo de todos, á I liz t'rmino la empt· a. ltn Rom en B rlín, u ~an Peter burgo en Londres, "'n todo· . quellos Congreso telegráficos, doncl , . ventilaban 1 s grandes proble 1nns que 1 bían ele regular las relacion s int rnn ·.ionn.l recoge numerosa dis L' ncione:. ' la e u les añade t0davía . u J>U tria la cruz de ca llero de la Le­gi6n le Ilouor. Pm· tí ltimo e: 11 mado á Be1·na, don­el • parece q e q u cría el ciclo colmar lo d ~· co de . u nhn· IH'opol'cio ándole la otn ión el encontrar á la futur· c01npa· iie1 a de su ·icl:t. P ro ..... «ITodn ro ,a tiene pinas­. Y toda. no ho u nluot·nl~ t ~u ié1 no couoce el tnañan de 11 H tras t err na.· ~ le~ en 1· i nt a.turado de ,. rtigo de la gr .. d capi­. ales, todo la sorprende y enajena d ·>lac r. Y cl1a se ab ndonn al ole je e­uctor, con esa adol'able ina:.enuid· d ue :1ace renacer aliento de juventud en el · .r zón de los qu la contemplan· con alegre candidez que uscita en el al-a la memoria de má fresca ati fac­ ·ion s y de lejanas ~ IY marchitas! on­isa . Despu s de ese rénte i de re-uerdo imperecederos contint1an . u isita de familia. Desde el e tillo de ordes traza ' vuela pluma esto ren-rlones: e La familia es muy numerosa, ero se muestran todos tan deferentes econmigo, que e han disipado como por ensalmo mi más leves recelo . Aye ·en a mesa éra.mo veintitrés, y á la comida einticinco. Por la tarde tenemos m ' i­ca y baile, todo lo cual hace estas vela­das muy atractiv . » ( Contitzuará) ¡fílc VAI.!8R! Era una ob-ra mae tra· un cuadro definitivo. Bajo la luz cenital del e tudio, lo amigos del pintor-el ya célebre Mau ricio Ventín-lo contemplaban con en­tu iasmo, saboreando las bellezas del cuadro con voluptuosidad de verdade. ros amateurs. Fni es de admir:tción calurosos comentarios, extensas c,isquisicione ar­tísticas so~re el color, la luz, la com · pos·t:">Sn, y por último, agotado ya el capítu1o de elogios, 1 e comenzó á ha­blar sobre el título áel cuadro: tE! valor!,. ¡ o todos pensaban lo mismo; y a­l artados ya los ojo uel lienzo, la char­la tomó carácter { de discusión. Bien pronto la conver ación se animó, y lo argumentos y sofi mas se cruzaron co­mo aceros de compate. Un joven trtel nudo, modernista, y discípulo de N etzche, sostenía con vcrb ~idad de at n ista qu • el valor era la única virtud d 1 mundo· ser vi­goro o, ser fu rtc r valer o: e a­quí lo importante d la vida. Lo d ·. má eran preocupaciones de preciables- -Pcro oiga u ted joven - le con­te tó Perder, un vi jo pintor mae tro de rauri io-ante todo e preciso que me defina u ted el valor para q u poda­mo ntcnderno . ¿Que ntiend u ted por valor? Despu' d pen ar un po , el m - dernista emitió u definición: El de - precio de la vida; e o era el valor~. -Ya podemos entendernos. D modo que t'ldo el que de preci su vi­da, ea n la forma q u c. ;:,Ca, e un hombre de valor, ¿no es so? -Si, señor. -Entonce el torero, ¿ un hom-bre de valor? -¿Quién lo duda? _Y el matón d oficio y el q 1 e destroza Jo esos en un p ligrv ·o sport, y el baratero de garito, y el sui cida, todos eso que desprecian u vi­da ¿son hombres d valor? -lnd udablemen te. r-Pue yo lo califico de otro mo­do. Sí, amigo mío, usted cree que el que por un estúpido puntillo de honra s pone ante el cañón de un pistola sin temblar es 'un valiente, y yo creo que e un caso de incon cienci y de incultura. La vida es un precio o don un tesoro ine timable. Lo hombre con ci ntes la aprecian en lo qu vale y tienen el deber ie defenderla com un gran bien; ólo un necio:pued des. preciarla. --Entonces, ¿qué entiende ust d por valor? -Para mí s. ~n valiente el que · sabe vencer sus vtctos y sus fta ucza el que se vence á sí mismo, ue e la más heróica de la vi~torias; el que s obrepone á lo convencionalismos ) estupideces del vulgo en todo eso d duelo y demás b rbariJade ; el qu a­be acrificar su vida, sí, porque á ve­ce también hay que acrificar l a vida, pero in despreci'ar.la, sabiendo lo que vale teni ndo conci ncia d 1 sacrificio cuando el deber loe~rige ó C\.\ ado el a, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. lo ro ara lo. 1.~ •.,(' fl 1 '1: pcr mira 1m 1 rcvól er · imponiendo • jimo ...... ¡Aquello í. a tlUC11o e: · "al r! ftr Lv. • La IDU rt o alas Aventuras de un rtis a bohemio •o1 ln A i ts ~"':e de lo má .. grande y m á bien e . ... e· ado • los cuaJe marc!1ando al tea · --; ~~ pa o r gular á la voz de u gua··¿_ ... , for­manban un círculo sin perd - l --om - pás y en scO'uida di vid a:- 0r- do partido e parciendo flore o re la a­r na. En loe:; intermedios u st· dan­za, y guardando u formaci6n, marcha-ban al com música con toda e actitud. D spués del espectáculo, lo romano d Jan un gran convite á los elefantes e ~t pródiga magnificencia se llevaban ' ~a arena espléndidas ca~as adornada · con pinturas y cubiertas d~ alfombras. En f"l"ente de las camas, so­bre mesas de marfil y cedro, se ponfa el banquete para los elefantes en vasos de oro y plata. Terminados estos preparativos los doce elefantes iban al fe tín; seis, vest~1os de mujer y seis, de hombre; se rechnaban sobre sus ca­mas ó triclini u m," y á una señal es­tendían sus trompas y comían con la mayor compostura. Ninguno de ellos nos dice Eliano, daba muestras de que: rer participar de una parte mayor de lo manjares, y ni aun excedía á los demás en voracidad. Bebían con ig-ual moderaci6n, y recibían las copas que se les brindaban con el decoro más grande. En los espectáculos dados por .Jermánico, nc era una cosa desusada ver elefantes arroiar dardos al aire y cojerlos con sus trompas; batallar unos con otros como gladiadores, y des pué bailar la dan~a pírrica, Caminaban so­bre dos cuerdas tersas paralelas, y su destreza era tal, que cuatro de ellos las atravesaban llevando una litera con uno de sus compañeros dentro que re­presentaba el papel.de enfermo. Pudie· ra d u darse de estas proezas si su rela­ción descansara sobre la autoridad de Plinio solam nte, pero otros muchos autore antiguo de nota las confirman, quienes convienen con Plinio en que los elefantes enseñados en Roma no sol o caminaban en dos cuerdas hácia adelant , sino que ejecutaban el mo­vimiento inverso con igual precisión. -----~ ~i hay en 1 tierra un placer que no puedan gozar lo ángeles y cuya pose­sión casi pud1era envidiar al hombre, el poder hacer bien al desgraciado. 'i hay algunn ¡>en que pueda inclinar á los demonio á compadecer al hombre que se v atormen" do de ella es la irretlecci6n n los postreros momentos de la vida, de haber tenido el poder de hacer bien .Y haber abusado de él emplé ndole en ha­e r mal. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ENA. L SOY · CRISTIANO -· ·- A ' 7 os ot·ri n lo voy, br zo. s'" gr o , En la Cruz sacrosanta escubierto · u e p ra re<;ibirt stúi · biert por no castibarme e t·' i lavad A v.o , 0jos divinos eclipsado De tñnta n 0 re y le. gril · cubi rt Que par perdone rtn c.·t¡ i. e e.·piertoH Y p r no confundirme st rá1 dol un ticm· po pl'ecioso. ' El spaff 1 replica: --Pero cr .e u ted que representa mucho tiempo un inuto? 4 1 . anqui vuelv á cont t r: -1 tanto! ¿ o abe ust lo qu se hace y ucodc en un minuto 7 ¿ o'. Pu voy á d cír elo: En un minuto 1 tierra recorre trece millas en su movimiento de rot· ción diurno; 1.080 en el de traslación. En un minuto un r yo de 1 luz del !:iOl recorre 11. 160~ 000 mili s para lle g r á la tierra. En un tninuto n cen n el mundo cerc· de 80 niño., .V en el i ·mo pacio tiempo mueren in·ual número de e­r s )1umanos. En u'n minuto 1 ac un reo obr la cuenla 999 ibr cione , y el stttlllJJldo el un e· ñonazo 2. 28 , 000. En un minuto, un tr6n expr so d • 'ma.lquier ferroc· rril que no se ·pañol 'ecurr una milla; un trct.r ín tira o pot· ruor~a animal :2 O tuétr ~s; un e· b lln, · l troLe lal'go, 836 (t 'r·ulino tncclio y un hombre· nd· n<.l de ¡ri , 1l2. E,n ·acla minuto del lía .v d l noche, ·obl'a el obicrno t:nori¡,;ano 639 duro , \' o·ast a l. ' Ji,~n un minuto .·o ·o ocl au en lo E ~ t os Unidos 9 5 libr· · el tab co y el llll' pa1·te de eJla .·e h· cen 6 67. tipo.'l distinto le cig rros puro , y d 1 •·e ·t ce n. um en ci ,·arrill .. Y en pip ·una· () 8 lil )' . . acero. Eu el propio ·) cio e o tiempo () exLr· en 66 duro de oro, e ·onstit·u. cu Lo uu.rril~ .Y acuna el obi ruo uneri­c · no 121 duro'i en di tiuta .lnon da i v·1.len ó no os e alcgr rh\ vcrl .. ñor 'On nit· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. L uls ert ánde · EL no era rencoro n1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. de la mano golpeó los postigos de u­na de las ventanas del piso bao. Una voz preguntó d sde el interior: ..... . ~JEre. tu, Julio? J. brió e la ventana y asomóse á e­lla un hombre, el cual preguntó de nuevo: ¿Eres tú, Julio? --Nó; vengo á ... El la hrador no le d jó terminar y, cerrando la ventana, xclamó: -Vaya unas horas de venir á des­pertar á la gente! El m ndigo, ante tan brutal con tes­tación, pensó: -¿Que e habrá fib urado e e hom­bre? Siu tuda le he orprendido dur-miendo...... robemo otra vez ...... . El pobre volvió á llamar con in~is­tencia. -¡Déjame en paz! dijo la voz que partía d ·l interior-·¡ Ya verás si me evanto! ..... -¡Abra u ted, por Dio ! ¡ El caso e- muy urgente! Abrlóse la vent na y pregentóse el abra<.lor con una e copela n la ma­uo. - Si uo te retira ue aquí en el ac· t. o te pego u tl ti ro. Dese! .1 lo tdo de una cama partió na voz de mujer. - ¡ látalc. de una vez y prestarás 1.111 buen s r ,icio á la aldea! .EJ me-u igo, al ver la escopeta, e alejó prcci¡itadament · , olvid'u lica del il u tre iajero: t om~t un - - -·- taza de loz ·e paiíola fina y rapa en ella un trozo ·~ panela de caña, la llena hasta. el ·. .,rde de agua y agita el con· tenido r ulta.ndo así una gran ración de (f?J«ff• ·Jo, que brinda ' los labios si­tibundo del Libertador. Durante la oper ci6n. Bolívar habla á la gentil se· ñora y por . us xpresiones comprende que hubla á una <.lama e pañola por ra­za .Y trndici6n y ocultando su nombre, aostien~ anim dn diálogo con la di tin­gu ida eñora. -¿E usted patriota.? - 1o, señor, soy e .. paffola y como ta~ iento veneraci6n por mi Dios y por mt Rey. El Libertador guarda ilencio; lué­ao le exige la repetici6n del refresco y mientt , la dama la practica el Liber­tador:- poeta y galante-sacando su carter a, llena de puntacion~ célebres, e cribe con lápiz en una de sus hojas: '' eñora, usted no puede er española; usted misma lleva en sí 1 bandera que­rida de mi patria: en u ca.beza lleva, como penacho de oro, la amarilla flor de los araguaneyes; en sus ojos brilla lo azul de su cielo; en sus labios carme­síes los botones entreabierto de la flor de lo dragos y en la rítmica gentileza de u cuerpo tiene us ondulaciones de tri unfo y sus gestos rle victoria. Yo . oy Simón Bolívar. Dobló el papel y lo colocó debajo de la taza en que acababa de tomar la egunda raei6n de (JUil'rapo · se despidió cariñosamente de la Señora Sifonte .v en compañía de su ayudante. e reuni6 á us soldados que lo esperaban ansio­sos. Cuando la , efiora encontró el poé-tico vn.pel no tu límites su a ombro y de. de (•se día fué patriota e. altada que adquiría con su tt·abajo armas y municione' ~¡nua los republicanos, y fu tanto su re 11eto y veneraci6n por la taza de lloln· r-con1o ella la Uama.ba­quc desde e~e d~a la guardó cuidadosa­mente . · la trasmitió ' . us descendien­te como una reliquia acrosanta que a.l'tn con en a n Ulft.rines [hoy pueblo CUlto y dP bastante poblaci6n , 1 COmer­do 1 la respetable señora Gertrudis i· fouL de García, nieta de la patriótica Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ra cautivadora que vibr6 ~~n vibracio· de bronce y de cri tal en el Con­ ·r o de Ango tura, para uloria del undo americano. ' La galantería y el oportm. t ingenio el loco inmortal de Casacoima, pudo á que las viejas tradicione de la ra· a y que los inpu lsos de la angre. Arturo Medina Alfonzo oledad: [Venezuela] 13 de Mayo 1911 ·~· A BATALLA. DE BO-YACA EN 1.819 1&s fuerzas que combatí ron en t glo­iosa jornada que sell6 nuestra indf:lpen­encia nacional, taban a·. puestas asf: EJERCITO COLOMBIANO General SIMO~.: BOLIVAR, Líber· ador, Pre idente y General en Jefe del :~jército-· General C&rlo.· ~ ,oublette Je· de Estado Mayor General­DIVISION DE VA GUAltDlA­cneral Francisco de Páula Santander, Comandante General- Coronel Pedro ortoul, Jefe de E tado·Mayor -lnfante­ia Batall6n 19 de Cazadores .v Batall6u fJ de Línea.- OabaUC?·fa-Regimiento uías de Ca. anare. Regimiento de Drago· 1 n s· DIVI "'I DE RETAGUARDIA-oneral José •Antonio Anzoátegui, Co-mandante General· Tn[,anteria-Batall6n !! de Riflcs.nat U6n 'Bravos de Pácz" y 1 B tall6n 1° de Barcelona .Y R tallóuBriLá · nico Albi6n- Caballa,•ta- Regimiento Guíns da Apure. !9 Escuadr6n de Lance· ros de Llano arriba 2~E cuadr6n de Lan · ceros Llano arriba y Escuadr6n de Cara· bineros. Fuerza efectiva J. 000. E.JERCITO E .• PAÑ0L Brigadier José ?viaría Barreiro. C o­mandante General de la 3c:t Di vi i6n de ueva Granada, Col'onel Frnnc;isco Jitnr · n :r.,.Jefe de Estado f· yor-lnf..LJ1t( rf,,­Regimienento del Res. at 116n 2° del 4 7 Regimiento Numancia y Batallón 1 ~ del Regimient del Tambo- Oabalbería-Re­gimiento Dragones de Granada- Fuer:r.a efectiv 3.000 PARTE OFICIAL DE LA BATALLA Ventaquen1tada 8 de Agosto 181.9 A la do de la tarde la primera divi­si6n enemioa ll~gaba 1 puente cuando se dej6 ver nuestra descubierta. de caballería El enemigo que aún no había podi«o descubrir nue tra fuerzas y que crey6 que l que se le oponia. era un cuerpo de observaci6n. lo hizo atacar con su· e zadores para alejarlo del camino, mien­tr " el cuerpo del Ejército seguía u mo­vimiento. Nuestras diviaione aceleraron la marcha, .Y con gran sorpresa del ene­migo se presentó toda la infantería. en columna sobre una altura que dominaba su posiei6n. La. vo.nguardia enemiga ha bía ~ubido una parte del camino persi­guiendo nuestra descubierta . el resto del Ejército estaba en lo b jo á un cuar­t de 1 gua del pu nte · presentaba una fuer:r.a de tres mil hombres. El bat 116n de Cazadores de nu . trn vangua.rdia de plcg" una compañía n guerrilla · con lo demás en columna atacó á lo ca:r.adores enemigos ~ lo obligó ' retirarse precipitad mente ha · ta un paredón, de donde fueron tambi a · Hería marchaba por el camino. El enemigo intentó un movimiento por su derecha y se le opu. ·ieron los H.i­fle .r la Compañía ingl~ a. o. Batallo· n<;· primero d B rcelona . ;T Brn vos de Pae:r., con el E cuadrón de caballería de LlanJ(J alr Piha, march ron por el centro. Ef bn.Lallón de línea de Nueva r1vtada y los uía do retaguardia se reunieron al Bt~LuJlóu Car.tadores y formaron la iz­quierda. La columna do Tunja y lu, del Socorro quedaron n reserva. En el momento e empeñó la · ccióa en todo lo. punto de Iínc·1. }~l ·onor G .nera l nzoát.egui 'di1·ig·ía la pern­eiOl) éS üel ,;_ ntro . · la derecha: hizo at e l' un J tallón quo el enemig habí· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BUENl\. LECTURA desplegado en §:.YUerri Ha en una cañada Y lo obligó á retirarse al cuerpo del Ejér­cito, que en columna obre una altura con tres t iezas de artiJlería al centro y dos cuerpos de cabaJlería á los costados, aguardaba e] ataque. La · tropa del cen· tro, despreciando el fuego que hacían al­guno cuerpos situados sobrt' su flan ' izquierdo, atacaron la fuerza principal. El enemigo hacía un fuego terrible; pe­ro nuestra tropas, con movimiento lo más audaces y ejecutados con la má es­tricta d' ciplina, envolvieron los cuerpos enemigo . . El Escuadrón de caballería de Llano-an·iba caro-6 con u costum­hrado valor, y d;sde aquel momento todos lo esfuerzos d 1 General español fueron infructuo o,· · perdió su po ici6 i1 . La compañía de grana eros á caballo. todos españoles, fué la pr1mera que cob r­clemente abandonó el campo de batalla. La infantería trató de rehacerse en otra altura .Y fué inmediata-monte destruí da. Un cuerpo de caballería que estaba en re­. · rva ttguardando la nue. tra con lanzas ca­ladas fué despedazado á lanzaso ; y to­do el Ejército español en completa de­rrota, y cerrado por toda partes, des­p~ és de sufrir una gran mortandad, rin­diÓ us arma · .v se entreg6 ris ionero. Cu. i simultáneamente ol señor Ge­n~ n·al antander, que dirigí las opera­cJone de la. izquierda y que h bía en­contrado u na resistencia temeraria en la vanguardia enemiga, á la que ólo había opuesto . u cazadores cargó con una Compañía del Batallón de linea y los Guias do r taguardia, p só 1 puente. ~ completó la victoria. T do el Ejército enemigo qu dó n nuestro poder; fu6 prisionero el General Darre'ro, Coman dante General del Ej 'r­cito de ~ u e a Gt·a nacla, ' q uieu tom6 en 1 campo o batalla el olrlado d e l prim r do Riftc,:, Pedro i· rtínez. u' pr· ione ro su segundo el G eneral Jiménez, ca i todo lo Comand ntes .r Ma ' Ores de los uerpos multitud ele :iubalterno ~· m' s le mil seiscientos oldado : todo su ar­mam nto, municion \ rtille ría, e balJe­l'Ía etc. pt'n . :; e hau salvado unos cion to c incu nta hombl' . entre ello tmo j .fr.s .\ oficial de caballcrí. qn huyeron ántes d decidil·se 1~ ccióu. El Gen al Santander con la van g·uardia 1 ~Guías de retaguardi· sigui6 1 en el mi. m acto en persecución de lo. disperso. . sta te sitio .Y eJ General Anzoáteg :i, con el resto del Ejército, permaneció toda Ja noche en P.] mismo campo. 1 o on calculabl s la · ventaj que ha consPguido la República con la crloriosa victoria obtenida .re r .• Tamt. nuestras tropas habían tl'iunfado de un modo má decisivo y pocas veces l1abían combatido contra tropa tan disciplina­das y tan bien mandadas. N ad es comparabl á la in trepide% conque el señor General Anzoátegui á la cabeza de dos batallones y un escua dr6n de c1.ballería atacó y rindi6 el cuer· po pricipal del ,nemig . A él se debe en gran parte la victoria. El señor General "antandel' dirigió sus movimientos con acierto y firmeza. Los batallones Bravo. de Páez y primero de Barcelona y el ·­cuadrón de Llano-a!J•,·iba combatieron con un valur sombroso. Las columna de Tunja y el Soc rro se reunieron ' la derecha al decidí rse 1 batalla. En uma, l .E. ha quedado ltamente satisfecho de la conducta de todos lo Jef , Oficiales .Y • oldados del Ejército Libertador en 'SLa mmnorable jornada. Nuestra pérdida h con istido en die~ . O< ~ho mu rtos .Y ciucuenta . , ocho heri­dos. Entre lo.· primeros el Teniente do caballería ·. Pérez y el Reverendo Pndre E r·a. • Migu 1 Díaz, C pell 'n de angua.r ­dia · ;r en rr. lo egundos, el Sarjento Mayor José afael de In II r ·, el a pitán Jobn ·ot , ' 1 enicntc Rivcro. CAHLO. 'OU11LE1'T8. Valor a toda pr.ueba HEUll Ill Tül{ICO . El 2b de J fa.vo de 1828, día domiu· ra mirada obr 1 fr co y r1co valle de J1úlellín, cuna d 1 iwpático personaje objeto de este e crito. II cuenca de que hablo, con que el Criadotr quiso enriq ue,cer á este país. Encicrra.tt el valle de Medellín dos; · altas cordill ,ras, doscientos años atrá cubiertas ~tt.; magníficas selvas secula­res hoy cala enteramente desmontadas;· per'o todavía coronadas de bosques d robles y de otros robustos árboles, iempre verdes. Las cuestas de esas , montañas descienden hasta el val le en su a' e y variados declives, formando arruga y dobleces grado os, como las faldas de ancha y ligera capa agitada por el vi nto. Desde sus cumbres corren precipitados numerosos arroyos y r~a­chuelos, en los cuales no fa! ta nunca a­O'Ua fresca y purísima. Estas cuestas, ~unca desnudas. de animada ve~etación, están salpicadas hoy de pequenos case­ríos de ca bañas aisladas, de rebaños de vacas blancas, y cubiertas de pra. dos de sem nteras diversas y bosqueci­tos{ no e ven en ellas las ásperas y tristes escarpa muy comunes en la altas montañas. Alguno contrafuer· te , ad lantándose por uno y otro lado ha ta el centro del valle lo dividen en comarca más ó menos e ·tensas y con­tribuyen á u belleza, excluyedo lamo­notonía de un largo callejón uniform . añado el valle por el río y r ga·· do por la numerosas corrientes d gua que bajan de las montañas, es de una fertilidad excepcional.Conservando un u ve declive .hacia la linea del rio, no contiene p ntanos ni terr - uo anegadizos que pcriudiquen á la salubridad; y como goza de una tempe­ratura media con tan te de 20 á22 grados e utíu-rados, se pre ta maravillosa.men· t 1 ~ultivo de la caña d az:Ícar, del caf' del maíz del plátano, de la yuca y d ~á plantas a!imenticias propia de lo clima hmplado. Lo árboles arbusto y plantas de e tos climas y much s d los paí e calientes pro pe­ran muy bien en e te valle. La frondo-idad y fre cur de la vegetación duran­te todo el año son embele adoras. Lo naranjos y otros mucho árboles fruta. les se mantien_n rerpétu m nte adorna­do de flore y d fruto embal·amando lo!! aire e n u delicad · y la plant de lo jar iu in in· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BUENA 1JECTtmA 5 rrupción en todos lo me e del ano. El orden de la lluvia e t' tan : elizmente distribuido ea el año, en do .pocas seca y dos lluviosaf, interrum­idas la primera por algut. s aguace­os, y las segundas por días sereno y ·ecos, que, aunque todo el valle puede er facil mente regado, los labradores o han iuzgado hasta ahora que haya ecesidad de acudir al riego. El valle está en u mayor parte di. · idido en posesiones de pequeña y de . ediana extensión, separadas por cer- ,. os vivos, iempre verdes y frcndosos. ada posesión tiene una casa rodeada · e elegantes árboles frutales y de or­amentación, de plantas floridas y de ~pléndidas enredaderas. El aseo más merado reina en estas habitaciones, n lo general espaciosas y elegantes, u e denuncian el bienestar y la a e ti vi­ad inteligente d~ sus moradores. Mirado el fondo del valle de cual­niera de las alturas que lo cercan, pa­ece un extenso y rico tapiz. en el cual ontrasta graciosamente en figuras geo· métricas arrojadas al acaso, los varios y animados colores de los pequeños prados, de las arboledas y de los di ver­o sembrados que esmaltan todo el campo; percibiéndose aquí y allí, por encima de los setos vivos, las humeantes chimenea de los trapiches, y d los blancos campanarios de las iglesias pa­rroquiales. En la estación serena, du­rante las largas horas en que el cielo ostenta un sol brillante en el azul más puro, pequeñas nubes pasan ligeras de la una á la otra montaña, y sus som­. bras, recorriendo veloces las cuestas y el valle, dan al paisaje extraordinaria animación. En la parte del valle que comprende las poblaciones y campos de · Envigado é Itagüí par ce que se aumentan y aquJatan la fecundidad, frescura, fron· osidad y belleza de la tierra. Allí, n 1 banda oriental del rio, está la má hermoso y fértil de sus vegas, La . a~ óaneta: en ella estuvo la cuna de Jos FítLIX DB RBS'tR PO . Bañan esta vega ;os claros arroyos que desci nden de la verde montañade La Romera, que lleva todªvía sobre su frente una espl 'n1ida corona de magníft o robl s. Al lado opuesto, dominando le\ rica explanada de La E trella y San Anto·­nio, se o tentan la alta cima del R - meral lo tre elegante pico que los habitantes de la parte norte del valle llaman ''El Calvario "y los indígenas ' El Alto del Encanto ' .E to nombr s misteriosos t no on acaso la sombra u una antigua tradición de haber sido aquella cumbre si m" trie~, en los íglos de la gentilidad, un monte sagrado, como lo fueron en otros 1 unto del glo­bo el limpo, el Merú, Lof u,el ama­nala y otros m u eh os~ "Hay poco punto sobre la super· ficie del globo,dice el sabio y elocu nte Calda , má ventajoso que la ueva Granada para observar y, puedo J.ecir para tocar el influjo del clima sobre la constitución fí ica del hombre sobre su carácter, su virtuáes y sus vicios. ' Yo me permito hoy decir, de pués e aquel ilu tre prócer: no presenta nues­tro país un punto en que la condicio­nes y circustancias físicas qu costitu ­yen lo que se llama cli1na, en esta acep­ción del vocablo. hayan producido efec­tos mas patente obre la consti tuci6n física del hombre, sobre sus cualidades síquicas y u carácter que los campos de Envigado. ¿Qué lugar del vasto te­rritorio de Colom'uia ha producido, con igual número de población y d medio" de educación, en e1 espacio de un siglo tántos hombres notabl s por su inteli­gencia, su saber,su carácter y sus virtu­des, como aquel campo privílegiado?¿En qué punto la raza caucasiana, n uno y otro sexo, presenta ti pos m á legan tes y correctos de sus bellas formas? Cuan­do en el curso de los años la artes ha­yan alcanzado entre nosotro un alto grado de perfección, nuestros rtistas irán á buscar allí los modelos de su obras como los Praxiteles y los Fidia~ iban á Mileto, Lesbos 6 á Ténedo á buscar las formas más dignas de repre­senh. r sus divinidades. La civilización d un pueblo e re­¡; resen ta por el grado de moralzdad, d t·1J, trt4cciótz y de b·z'e11cstar de que él dis· fruta. Par.a dar una idea d 1 punto en· que se hallaba la civili~aci6n de A - Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. l!)OJ B EN tioquia en 1760 e me permitirá dar lguna li~eras pinceladas má sobre su ituacion ocial de d e to. tr puntos de vist III Eran los habitantes de e ta aislada reg·ión profund-amente rclígio o . La fe católica dominaba en absoluto en to~ d(ls lo ánimos, y la n oral cri tiana era la ley upr ma. No se sospechaba si­quiera que una teoría filo ófica ó políti­ca pudiera ntrar eu competencia co!l ella para d trigir las acciones en la vida pública ó privada. Cumplían e la leye . se acataba y obedecía á las autoridade~, se re petaba ' la personas su dere­cho y propiedade. , porque el hacer lo era un e tricto deber religio o q u á na­di se 1 ocurr-ía pon r eu duáa La sanción penal y la opinión pública eran fuerzas ecundaria coadyuvante que en caso d contradicción, no habrían podido contrabalancear la ley suprema. lJn hereje, unjudío uu infiel que nadie conocí· de vista, eran sére mon truo os cu o contacto habría hecho horripilar ' aquel os sinceros cri tianos. Las prá tica r.elig-io::sas primab· n . ober a namente en todas parte la ocu­pado s serias. Las imponentes soh::m­uidadcs d l culto católico eran la úni­ca 1icsta populares. L recreacione y ~ cctáculos público eran acce ocios d aquellas solemnidade ~ ; la cuales al mi mo tiempo que elevaban y,dcleitaban las alma renovando la grande y su­blim idea de la eternidad de la crea­ci6n de la redención d la inmortali­rlad del espíritu humano, del juicio fi_ nal de los destinos futuros del hombre atr í n y reunían á aquella poblaci6n dispersa en los"' mpo y en los bosques, y daban e.·pansión y vuelo á los senti-mientos simpático civilizadore d s ci~ bi

Compartir este contenido

Buena Lectura - N. 21

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

¡Disfruta más de la BDB!

Explora contenidos digitales de forma gratuita, crea tus propias colecciones, colabora y comparte con otros.

Afíliate

Selecciona las Colecciones en las que vas a añadir el contenido

Para consultar los contenidos añadidos busca la opción Tus colecciones en el menú principal o en Mi perfil.

Mis colecciones

Cargando colecciones

Compartir este contenido

Red Sonja: Empire of the Damned #1

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

¿Eliminar esta reseña?