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Overlord: The Undead King Oh!, Vol 10

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  • Autor
  • Año de publicación 2023
  • Idioma Inglés
  • Publicado por Yen Press,
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
Kugane. Maruyama, "Overlord: The Undead King Oh!, Vol 10", -:Yen Press,, 2023. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3645997/), el día 2025-05-10.

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Por: Daniel Rabanal | Fecha: 2022

Los suelos del páramo son de origen glacial y volcánico. La ceniza y la materia orgánica que se acumula en su superficie le da cualidades particulares para almacenar el agua y distribuirla. Los muiscas peregrinaban a Chingaza o la Serranía del dios de la noche a agradecer al agua y, especialmente, a Chiminigagua, la luz primera entre la oscuridad. Algo que sorprende de las historietas de Daniel Rabanal es su capacidad de hablar con sutileza de problemas políticos y sociales sistemáticos del país, haciendo una captura del presente con tanta fidelidad y, sin hacer una bajada de línea, nos cuenta qué pasaba en Colombia enlos noventa. En Las aventuras de Gato podemos ver nuestro propio hábitat dibujado de una manera exquisita y un cambio de lugar de los personajes con poder.
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Las aventuras de Gato: La hermandad del Agua Clara

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Biblioteca de Señoritas - Año I Suplememto N. 8

Por: | Fecha: 20/02/1858

... DE NUMERO 8. 0 BOGOTA. 11\IPl{.ENTA DE OVALLES l C0.1P .a 185 8. • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. J'.as tres preguntas del Gran Federico. desierto a cinco mil hombres con cinco panes, el bueno Federico el grande tenia la costumbre todas las veces del cura ase¡suró que Nuestro ~eñor !esucristo había ali-que se presentaba un nuevo soldado en sus guardias, de · mentado a cmco person.as con cmco mll panes. _ hacerle estas tres preguntas: ¡Cara~ba! csclamo g~avemente el herrador, senor cu· - i, Qué edad tienes~ . Cuánto tiempo hace que estás ra, yo hu b!era hecho lo mJsmo. . , a mi servicio~ ¡, Recíbes tt paga ¡ vestuario como deseas? El pr~drcador ~n roco_ desconcerta~o se prometro tomar . Un jóven frances deseó entrar en la compañía de guar- ~u desqmte: _al ano ~rg_u~~~te tuvo cUJdad_o de contar ex~c· dtas. u buena fiD'ura le hizo admitir inmediatatnente pe- '"am.ente el mtlagro, 1 dtrlJiendose en segu1da al parroqu1a- . 1· lb 1 · · ' no 1nterru ptor 10. no entenc 1a e a eman. Su caprtan le previno que el . _ .. . . ret le ~reguntaria en cuanto le viese, ¡ le recomendó que . I _blen1 se~or herr~dor, le drJo con un aire de tnunfo. aprenchese de memoria en aquella leno-ua las tres respues- t Har!as t~ oh o tanto · . . . . . tas que tenia que dar. Pronto las suPo, i al di a siguiente 1, senor cura_,_ replico. srn t1tubear; hana otro tanto se llegó para preguntarle; pero comenzó por la segunda con los restos del ano antenor. pregunta i le dijo: - i Cuánto tiempo hace que estás a mi servicio 1 - Veintiun años, respondi6 el soldado. . Chocó le al• rei su juventud, que no dejaba presumir hu­biese llevado el mosquete tanto tiempo, i así le dijo con sorpresa: - ¿ Qué edad tienes? -Un año con mucho gusto de V. M. ~Ia:s admirado todavía Federico. esclamó: ' -O tu o yo hemos perdido el juicio. El soldado que tomó estas palabras por la tercera pre­gunta, re pendió con firmeza i aplomo. -El uno i el otro, si no disgusto a V. M. . Hé aquí~ dijo Federico, la primera vez que me he v1sto tratar de loco a la cabeza de mi ejército. El soldado, que había agotado su provision de aleman guardó entónces silencio, i cuando el rei levantándos~ á.cia él ~~ preguntó de nuevo para penetrar aquel mist e· r1o, le diJO en frances que no comprcndia ni una jota de aleman. H.abiéndose echado a reir Federico, le aconsejó que aprendiese la lengua que se hablaba en sus Estados, i lo exhortó con un ai1·e de bondad a cumplir con su deber. :E:l Drama Antiguo. La primera comedia se representó en Até nas, en unta· blado, por Sa~ariano i Dolon, 56'2 años ántes de Cristo ; las de Tercnc1o se representaron por la primera vez 154 años ántes de Cristo ; i la trajedia se representó por pri­mera vez en Aténas en un carro, 535 años ántes de Cris­to; por liéspis, natural de Icaria, ciudad de A ti ca en Gre­cia. En su tietnpo era conducida la trajedia por una ban­da de músicos 1 de danzantes, quienes a la vez que baila­ban, cantaban himnos en alabanza de Baco; i para que estos tuviesen tietnpo de descansar, i los espectadores mas diversion, se introdujo un actor que, a cada dos cantos, re­citaba algun discurso sobre un asunto trájico. El discurso de e~.te actor se llatnaba episodio. Héspis tambien dió ac­tores a la sátira, i Horacjo dice que él dió a luz sus sáti­ras en un carro dese u bierto, en el cual los actores recita· ban sus poemas, con las raras pintorreadas de heces de vi­no, O; egun Suidas, pintadas de albayalde o cerusa i ber­mellon, para in1itar mejor a los sátiros, a quienes se re­presentaba con .... emblantes rojizos, i de color mui subido. Habiendo sido bien recibido el episodio por la jente espec­tadora, Esch y lo introdujo dos actores, i Sófocles añadió un tercero, lo e u al dió a Ja trujedia perfcccion ¡Jor entónces. El tio .Juan i el Cura. En un pueblo de la Alcarria, situado a pocas leguas de Sigüenza, exi "tia aún hace pocos años un rnariscal herra · dor llamndo tio Juan, que muchas veces durante el ser­tnon dirijia observaciones al cura, el cual las acojia con grandísin1a bondad. Un di a, por un error bastante d iver­tido, en lugar de decir que Jesus habia alimentado en el 1 El poder de una botella. El primer sultan que se cree haberse emborrachado es Amurátes IV· La ocasion que dió lugar a esto i el gusto que tomó por el líquido merecen ser referido .... Paseábase un dia por la plaza pública, placer que todos los .sultanes .suelen tener, bajo un ve tido que le disfraza· ba,1 encontro a un hombre del pueblo llamado Dleki-l\1us· taf~, tan ébrio, que se tambaleaba al andar. Era nuevo pa­ra el aquel espectáculo. Preguntó lo que era: le dijeron que era un hombre borracho: i miéntras se hacia esplicar cómo se ponía uno borracho, Bleki-r Iustafá, habiéndose­le acercado sin conocerle, le mandó con un tono inlperio­so que continuase su camino. Sorprendido Amurátes de aquella osadía le respondió: -¡Sabes, miserable, que yo soi el su ltan ! - I yo, respondió el turco, soi Bleki-lVI ustafá : si quie-res venderme a Constantinopla te la compro: tú serás en· tónces M u'"tafá i yo el sul tan. Aumentóse Ja sorpresa de Amurátes, i replicó que con qué pretendia comprar a Constantinopla. -No andemos en razones, porque compraré a Cons­tantinopla i a tí, que no eres mas que el hijo de una es­clava. Sábese que los sultanes nacen de las esclavas del se­rrallo. Par~ció t_an estraño i tan admirable este diálogo al gran señor, 1 sabiendo que en pocas horas volveria a la razon Bleki-n'lustafá, le hizo llevar a su palacio para observar en él lo que resultaría de su trasporte i ver lo que recor­daba su memoria. . Pn'"á~onse aJg~ nas horas; Bleki ·l\i ustafá, a quien ha­blan c~eJado dormtr en un cuarto . dorado, se despertó i mostro mucho asombro del estado tlugar en que se halla­ba. Contáronle su aventura i Ja promesa que habia he­~ ho al sultan. 1\cometióJe un terrible temblor, porque no 1gn o.ra.ba el. carácter cruel_ de A m nrátes i se e reyó ya en s~1 phc1o; s1~embargo, habiendo a pelado a toda su presen­Cia de espíntn para buscar un espediente que le evitase la muerte, tomó el partido de finjir que se hallaba lleno de terror i que si no le daban vi u o para reanünarse iba a , e pirar. Sus guardas, que temieron en efecto no se les 1nuriese ántes de ser pr sentado al ernperador, le hicieron traer una botella de vino, de la que aparentó traD'ar a]o-u-b . d ..., t> nos sor os para tener oca~Ion e guardarla bajo sus vesti-dos. Lleváronle delante del etnperador, que recordándole su oferta, le exiji6 nb'"'olntatnente el valor de Constanti­nopla, corno se babia cotnprometiclo. El pobre turco sacó su botella. -¡Oh, ernperndor! respondió, he aquí lo que rn e hubie­ra hecho cotnprar a Constantinopla; i si poseyeses Ja ri­queza que yo gozaba entónces te pareeeria preferible a la n1onarquía d ;11 unirerso. Preguntó Amurátes cómo podría ser eso. -No se necesita mas, dijo el borracho, que traaar este divino licor. b • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ; • _,...... ___ __ ueriendo el emperador probarlo por c~riosidad,c.l cfec- hombre, dijo S. E. Ola! gritó a uno de sus pajes· haz tose sintió mui pronto en su cabeza; que Jamas h~bta per- lo que pida rse bu en hombre, pero dale suave. · ' cibido los vapores del vino. Púso e su humor mu1 alegre El pescador se desnudó i el paje se preparó a ejecutar i todos sus ~entidos se entregaron a la alegría i creyó que las órdenes de u amo. todos los encantos de su corona no igualaban a su situacion. Ahora, amigo, dijo el pescador, lleva bien la cuenta Siguió bebiendo; pero habiendo llegado al periodo de~~ porque te prevengo que no quiero ni un golpe mas de lo~ embriaguez cayó en un profundo sueño Jel que no volvto debidos. sino con un gran dolor de cabeza. Todos se quedaron atónitos miP,ntras se ejecutaba ]a El dolor de e.Je nuevo estado le hizo olvidar el placer operacion . .. .t\.1 fin cuando el ejecutor le habia dado el que le habia producido. Hizo llamar a Bleki-IYiustafá a qnincuajésimo palo, Alto! gritó el pescador, ya he re· quien se quejó de aquel o-ran dolor. FJste, a qu1en la es- cibido toda mi parte del precio. periencia daba muchas luces, cotnprometió s~ vida a que Tu parte? pregunt~ el Marques, qué quieres decir desapareceria en el acto el dolor a Amura tes 1 no Je ofr~· con eso? cia otro remedio sino el de volver a comenzar a beber vt- Vaya! Debcis saber que tengo un socio en este ne· no. Consintió en ello el sultan, vol vieron sus alegrías i se gocio, Eccellenzfb. He empeñado mi palabra de que le to· disipó su mal. rran encantado quedó de su descubritnien · caria la mitad de lo que me diesen; i se me antoja que to que continuó usándolo todo ul resto de sus dias sin de- su Ectellenza se persuadirá dentro de poco de que seria jar uno solo de embriagar e. una lástima robarle ni un solo palo. Belki-1;Justafá fué su consejero privado! i le tuvo siem- I querrás decirme, amigo, quién es tu socio? pre al lado de su per~ona para tr incar con él. A su muer- Es .el portero, señor, que cuida la puer t a pr incipal te le hizo enterrar con mucha pompa en una bodega en del palacio de V. E. Me reusaba la entrada a mé nos de medio de toneles i declaró que en lo sucesivo no había ; que le diese la n1itad de Jo que yo lograse por el pescado. vuelto a t~ner un 'solo dia feliz desde que habia perdido Oh, oh! csclamó cll\1arques ron1piendo en risa, vi - aquel hábil maestro aque l h áb il oficial i conseje ro. ve Dios, que tendrá doblado lo que pide a manos llenas. ' I trn yendo al portero dos pajes lo desnudaron i le die-llstratajema. LAFONT4rNE te nia la costumbre de tomar todas las tar· des una manzana cocida. Un dia salió dejando su man­zana sobre la chime nea; i, mién tr as estuvo fuera, entró en el cua r to uno de s us a migos q u e a l ver la manzana se la comió. De vutlta "' Lafontaine, echó de tnénos su manza­na, sospechó lo que habia pasado i esclan1ó finjiendo una g rande emocion : - Qué se ha h echo, Dios mio, la man­zana q ue dejé ar¡uí? - No sé, cont es tó el otro. - Me alegro de oirlo, porque le habia puesto arsénico para matar rato- ' nes. - P obre de mí! estoi enve nenado! - esclamó el ami­go con la tnayor al~rma; pronto ! mande U. buscar un médico!- Amigo, dijo Lafontaine, tranquilícese U; aho­ra que me acuerdo, no le puse ningun ars~nico esta vez; pe r o me pesa de que haya sido necesaria una mentira pa­r a descubrir la ve r dad. • El socio comanditario. ron una tanda hasta dejarlo beatificado como un segundo San Bartolomé. El Marques mandó en seguida asu ma ­yordomo gue pagase al pescador veinte libras esterlinas i le manifestó que viniese todos los años por la misma su ­ma en recompensa del servicio amistoso que le b abia prestado. El a l guacil bien recibido. Preguntaban a un alguacil a quien habían mandado a hacer una ejecusion a una casa de campo , cómo lo habian recibido. 1ui bien, respondió, me han querido hacer co mer. Rabian soltado contra é l dos enormes álanos, que estu · vieron a punto de devorarle . La botella. A un hombre mui alegre que se hallaba comiendo a la mesa de un gran señor, le hizo ~ervir este a los postres una botella de un vino precioso, del que no cesaba de ala­bar sus buenas cual ida des, i sobre todo, la edad. -1 bien iqué tal encuentra U. la botella, amjgo? le di­jo e] amo de la casa. -A fe mia, caballero, dijo el otro, que la encuentro mui pequeña para la edad que tiene. Un Marques i tal iano h ab ia convidado para una g ra n fiesta a toda )a nobleza de su vec indad, i por lo tanto ha­bia encargado todos los rega los de l a estacion. Algunos con vidados habian 11egado ya para hacer con anticipacion sus c umplidos a S. E, cu a ndo el mayo rdomo entró pre­cipitadamente e n la sa la. - Monseñor, dijo, ah í abajo está el pescador mas estra- Mala costumbre. or dinario que trae uno de los mejorrs pescados que a mi Sr. Editor del" KJLickerbocke1· Magazine ." lVI ui señor ente nder hai en Italia; pero pide por é l un precio 1 • • • • mio. lVIe tomo la libertad de llamar la atencion de U. -No te pares en precio, esclamó el Marques, págale ~ ácia un asunto que, aunque se con idera como una chanza en el ar.to. de buen gusto, me ha causado mucha incomodidad j gas- - Lo habria hecho, E ccellenza, pr ro no quiere dinero. tos. !\le refiero nl cambio de sombreros que se hace en los - t Pnes qué quie re ese hon1bre? bailes i soirées. I-lai ciertos jóvenes que con~ideran las . Cien palos en las espa ldas desnudas, Eccellenza, i rennione~ elegantes corno sitnple oportunidad para cam-dlce que no rebajarél ni u n solo palo. biar sus son1breros viejos. o hace mucho que asis t í a 'l'odos bajaron inmed ia ta me nt e pa ra ver a un pescado r un baile privado con un somb rero nuevo , i cuando lo tan raro. pedí al despedirme, el criado me dijo con risa sardónica - Elermoso pescado ! esc la mó e l Marques. Que pi- que los sombreros nuevos se habian marchado hacia tne-des, a m igo 1 1.'e paga ré a l mome nt o. di a hora, 1 que solo quedaban los de terce r órdcn. Vjme - Ni un centavo E cce ll en za, no quie ro dine ro. Si qne- pues obligado a ponerme lo que encontré. Creo seño r edi­r eis mi pescado me. manda r ~ i s, da r cien palos sob re las es- tor, que lns señoras harían perfectamente en pdner en u~ pal das desnudas; s1 uo, me 1re a otra pa rt e a venderlo. esquela de convite: "Se prohibe en toda forma catnbiar -Antes que pe rde r e l pesc ado , se le dará gusto a este chales i sotnbreros., Soi de U. &. W. lRviNG . • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • Se sup]ica por segunda vez a los suscritores a la BIBLIOTECA que no hayan pagado el trimestre, que se sirvan hacerlo al repartidor, o en la ajencia, portales de Ar.ruhla, nUmero veintiocho, o en la oficina de esta imprenta . • • Ovalles i Compañía ofrecen en venta a cualquiera de los Estados de la R epública, o al particular o particulares gue 1~ q~isier~n una irnprenta surtida d~ .~~do a todo, i con una mngnífica prensa de hi rro, norteamericana, fabrica de R. I-l oe & C.a Pu eden diriJirseles propuestas por el correo, o r econ1endar a alguien en esta ciudad para entender e con ellos. La venta se hará de contado o a plazos, segun \a ga­rantía que se ofrezca. • \ ' Este periódico consta de 8 pájinas en cuarto n1ayor a dos columnas, i fortna una serie ind efinida de totnos anuales de 400 pájinas. Su edicion es esmerada. - Consagrada la BIBLIO'rECA DE SE ORIT AS al recreo e instruccion de ]as dan1as neograna-dinas, no contiene mas que artí c ulos de an1ena literatura, versos, biografías, juicios críticos, co tu1nbres, n1odas, revistas de teatro i conciertos, novelas i descubrimientos. Tan1bien entresaca de los peri ódicos las principales producciones literarias , i les da cabida en su colurnnas. CONDICIONES DE SUSCRICION: La suscricion a la BIBLIOTECA DE SEÑORITAS será anual, pero el pago de ella puede hacerse por tritnes tres, a razon de 2 fuerte ~ anticipados el trim es tre. La suscricion puede hacerse en cualquier época del año, pero impritniéndose un número de terminado de ejemplares para forn1ar otro igual de tomos, habrá que tomar siempre lo " nún1 e ro s pubhcados, en1peza ndo desde enero próximo anterior, por lo tnénos. S e suscribe en ]a imprenta de ÜVALLY.: '"' 1 Co;\TPA ~I.\, cas a que fué del parque i en l os portales de Arrubla, número 28. En los Estado , en las ajencias que se indican. Las cartas de los particulares pidiendo ~u~criciones, se diri juán francas de porte a ÜVALLE · 1 Coi\tP AXÍA-Bogotá. La en1presa no ha on1itido gasto alguno para hacer de la BIBJ...~IOTECA una obra digna del país , i para darle un carácter de pertnanencia i duracion , que, por desgracia, no han tenido hasta ahora aquí lo periódicos literarios. Por fortuna el presente está encoanendado a las damas, quienes, esta1nos segu­ro , le darán larga vida i honor. Antbalema ..•.... . A.,tl ioq u ia . ...... . Ban anqu i!la •.... B ·ucara nta ttga ... . Bur;a .... . ...... . ('a t -z.. •...•....•••• Ca ,-taje na •.. . ...• Cúcut n ......... . Guád nas .... .... . R oHdll ..... •.....• !b agué ......... · · ]~'[e d elf i,t •..•....• "iliom¡J08 ••••• • • • • • Clen1ente Nieto. Ant o~ t io Correa. Arí..., tide ::, \ oig t. J acobo D. J 61ncz . An el n1 o R. Delgado. Ce n on F. Lé1nu~. J o a q u in F. ' ' él e z. n amon Serrano. José l\1. Aco~ta . Fr anci~co 1\ 1 urillo. l\Ianu el J. Rodrí!.!uez. Lui s l\ l. Co rre n. ­Julian Ponce. .lllo11iquirá ••... • •• Policarpo OJa rte. llforc110 • ••••••••• J ~nacio Várgas. 1 rciva ........ •... hatnon Pedreros. Ocañ a •.......... Jo é de J. lloyo · 4 Paltna .. .•...•... H uperto Anz ola . PatnJJlona •... •.•. Felipe Zapa ta . }Ja 11U1ná • • . • • • • • • C[ulo l. Aro se 1nena. l)tedecucsta •..... . Leonida OrbPgozo. P opayan •....•. .. Julio . '7 e la~co. Puri(t.cacioJ z ••..•. 1 iarcelo Bárn os . Jli ohacha •....•... l\loLfs ~á la . l~i o ,t egro •.....•.. 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Biblioteca de Señoritas - Año I Suplememto N. 8

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El Porvenir - N. 129

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