La producción de piña en Colombia genera alrededor de 185 000 toneladas de residuos al año, constituidos por cáscaras, pulpa residual, tallos y hojas. Por su naturaleza lignocelulósica, la cáscara de piña muestra un potencial significativo para producir bioetanol, conllevando al aprovechamiento de este residuo. El objetivo de esta investigación fue caracterizar las cáscaras de piña (Ananas comosus) de la variedad Perolera, cultivada en el municipio de Teorama, Región del Catatumbo (Norte de Santander), con el fin de evaluar su potencial para la producción de bioetanol. Se realizó la caracterización físico-química del material lignocelulósico, evaluando el porcentaje de humedad, cenizas, extraíbles etanol-hexano, holocelulosa, celulosa, hemicelulosa y lignina soluble e insoluble en ácido, cada análisis se realizó por triplicado. Los resultados más relevantes obtenidos en la caracterización fueron: 83,51 % de humedad, la holocelulosa, que está constituida por celulosa y hemicelulosa, con porcentajes en base seca de 54,90 y 45,09 %, respectivamente, lo cual indica que un mayor contenido de celulosa significa una mayor cantidad de glucosa, que facilita la producción de azúcares reductores a través de procesos de hidrólisis. Por otra parte, el contenido total de lignina fue del 26,40 %, la cual contribuye a un soporte estructural en la pared celular de las cáscaras de piña, otorgándole rigidez y permeabilidad. El alto contenido de lignina puede dificultar la conversión de la celulosa en azúcares simples, por esto se sugiere realizar un proceso de deslignificación para que la celulosa sea más susceptible a la hidrólisis enzimática, optimizando así la producción de bioetanol.INTRODUCCIÓNLa piña es uno de los cultivos que más residuos orgánicos genera, lo cual es altamente problemático para los agricultores, ya que por cada hectárea de piña existen entre 200 y 250 toneladas de residuos orgánicos, los cuales no han sido manejados adecuadamente, por lo que surge la posibilidad de aprovecharlos y agregarles un valor agregado que beneficie a todos los actores relacionados con la economía que genera la piña [1]. De la masa total de la piña, la pulpa constituye alrededor del 30-45 % y el 55-70 % restante representa desechos (corona, corazón, cáscaras y recortes de fruta); por lo tanto, un incremento en la producción de piña conlleva a un aumento en la generación de desechos, ya que sólo se consume la pulpa y se eliminan componentes inapropiados de la fruta [2]. La producción y procesado de piña genera subproductos como rastrojos, coronas, piel y corazón, así como frutos dañados. A pesar de su potencial, estos subproductos suelen desecharse o quemarse, liberando metano y CO2 , contribuyendo al cambio climático, a la contaminación del agua y del suelo y afectando a la biodiversidad local [3]. La piña, al ser 100 % aprovechable, ofrece múltiples usos para sus subproductos, aunque la mayoría de los esfuerzos se centran en su consumo en fresco. La pulpa (33 %) se utiliza para jugos y alimentos; el corazón (6 %) proporciona azúcares para bebidas, vinagre y concentrados; las hojas y tallos (20 %) son fuente de fibra y carbono para fermentación; y las cáscaras (41 %) contienen azúcares útiles en la producción de metano, etanol e hidrógeno [4,5].
Citación recomendada (normas APA)
Universidad Industrial de Santander, "Characterization of pineapple (Ananas comosus) peel (Perolera variety) as a potential resource for bioethanol production", -:Revista VirtualPRO,, 2025. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3864921/), el día 2025-05-21.