Por:
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Fecha:
24/07/1869
COLO~fBIA :... E. S. DE ANTIOQUIA.
,_ - -- - -
PER ODICO D DIC DO AL BELLO SEXO.
Este p~r~ódicJ se ~ublica cada 15 dias. Se suscribirá en esta i mpn'nta y en las res •.
lA suscnc1on por tnmesh:e de 6 ns. vale pectivas agencias. Editor,
fi{) centavos que se pagaran ANTICIPADos. VENANCIO A. CALLE.
:
--+ttLA AURORAit+-- i mino. 1
t NUM. 20. · .
r ~ , l "V amos, jóven, levantaos i venid con
LA JU\ EN'IUD. 1 nosotros, que tambien hemos conocido ·
La vida es un camino áspero i escarpa- l el desfal~ecimiento. i las lágrimas. Ani~
do que se eleva al eielo: us pcrspecti- ¡ roo, enromaremos JUntos; a mí me será
·us . on severas i producen duras impre· ¡ ag~~dable el ac~rdarme ~n vuestra com·
iones que muchas almas no pueden so- ¡ P.ama de esa ptadosa t~·1steza qn~ espe·
Jl rtar. La juventud ee detiene a la fal- 1 nme~ta el alma en.l~ JUVentud, 1 a vos
· de la cne"ta, seducida acas0 por algu- ¡ os se~ á de mucha utlhdad el saber como
aa florecilla qne crece a orillas del pre- ¡ se tnunfa de ella trabajando. El corazon
cipicio, o acometida tal vez de un v1lgo ¡ dcll~o~bre nunca se .c~ntenta en la tie·
amor pur la ábana a1.ul qw~ presenta el ¡ rra, 1 m aun, ~sa actividad que deseais,
l go en el fondo del rcdur ·ido valle. En ! cuando !an f~cllmente ~a podrig obtener,
t. nto que el jóven contempla esos ador- ¡ ~? sabna tampoco satisfacerle. V amo~,
1 s con qne la natural<>za engalana la ¡ JOV~n, la verdadera satisfa(·cion está allá
f erra por todas partes, ~e va apoderan- arnba: .sub.amos l,ll cuesta sin temor del
d de él una languidez qu~, enen·ando cab~sancw, 1 mostremonos mútuamente et ·
s i\~ntidns todos lleO'a a abatir hasta o ~eto que debemos alcanzar i que pare- ....
' 1"1 l . sn alma; olvida el termino rte su viaje a- ce a .~Jars~ mAs a c~da paso. La divina
roburdado acaso por la aspereza del ca- Pn.~v1drncm nos gnta: Anda mas aun i
miuo, vuelve a otra parte sus ojos, se ¡ soporta las pruebas de los bienes i males
Ni nta, e inc:linando su cabeza sobre su l de este mundo, hasta el dia en que yo té
p dw, se abandona a su desaliento. 1 conceda los bienes i males verdaderos;
El hombre furtificaclo ya por una lar- ¡ p~r? hasta. que llegue ese dia, debes virsperiencia,
cuntra las seducciones i i VIr
1 trabaJar.
d ~ d 1 . ..J l d 1 ,, "Tt • ' 'd 1 . t srno·a 10s e n ':ua sr acerca a a o- ~ 'nmosl jv\:en, 01 . e gnto que repi-lt:
~·rn~r: l!C'n\ la cwtura C'e'lHh para el , ten t()da~ las J€11(ll'a<'tnue de la especie
TI.)<', 1 hrro tra valrro amrnte el viento : hnmHna 1 aun la~ rÍflO':t , fuerzas de la nalt
lns montañas que levanta sw vestidos : ~urRlrr.n. Bajo el frío rielo rle nuesto Oc•.,
mo una alegre vela: en p1e delaute del cidente, los hombre ~e exhortan red·
ó ·en, erguido i firme, le tiende una ma- procamrnte dr~dr hnrc tres mil años a
10 i con la utra le señala lo alto del ca- subir ese rscarpado camino de la vida
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
15-l L \ .\.tHOR .\.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LA AUitOIL\.
todo, i entrambo~ nos hallábamos es- j tómago la cnrne et'a un bocado esquisito.
ttados de cansancio i de hambre, lo- i La c(1baña en donde habiamos sido in·
gre hacerle convenü· en ello. . ! tt'oducidos sin ceremonia, tenia un mise-
Por broma le reconvine acerca del a- i rabie aspecto. Componiase de una sola
no, i Alfredo me respondió: ! pie:~,a en la cual habia un fogon de ladriDe
nada to sirve preg0nar así nurs- ! Jlos toscamt~nte construido. Algunas picttos
percances a los cuatro vientos; no l9- ! les de tigre i una vieja mnnta de l~ma
rás otra cosa sino atráer a las paute- l esbban estendidas en el suelo en un rin-
' l'IS i a loi o~:;os. Es preciso haeei' de tri- ! con para serv1r de fama, i en r.nnnto ~
as corazon i dormir sobre un árbol. 1 asientos, no babia mas que do~ tronco&
--Por mfls que digas, yo no soi una l de pino cerca del fogon. No Be veia allí
·dilla, i no &é Jon h: &entruJo. ¡ ninguna mela. Una larga escopeta col·
Aprenderás, pueA de no hacerlo así ¡ grtda de la pared completaba el muebla·
rás dcforado por los osos . l je de la choza.
N o, estoi decidido a cnminar toda la 1 Si la habitHcion escita ha la curiosidad,
cl1e. ~las si no me eng año , yo distingo mucho mas aun la despertaba su amo.
lo léjos un rt lul. :En mi vida he visto un hombre de pepr
-Es cier to, nlabado sea Dios; debe traza. De una estatura de maf.! de ~e1s
r la cahan a de rm s ol i~a r io. pies, rem anchos hombros i unas manos
La luz qu e de rcrente había llam ado ePorm ~ ~, debía ser tm compue sto cstra-trnciun
(ie Al fre do era mui débil i ordinario ele fuerza i de de .. _;treza. T&mia
ar •(']'a ell('O l!tra J';·(' como a media miJla 1 la cabeza estrecha Í larga: SUS cabellos
d di:, t. lllC'I~t.; ¡> ·r ). J ~nariuo :~ punto de 1 rudos i ~n. de órdcn c~ian s~bre su frent
aufraga r ttene l:t v1sta mm penetran· ¡ te dcpnm1da, como s1 hubie sen estado
e ara Ji :, tíugnir una estrclb de salva- , untadc)s de jabon. Sns 0jo s negros mira'
·ion. Nos dirijimos inmediatamen te há cia '¡' ban enttambos hácia su tlariz, lo que le
qu~l fMd, i se habría di cho que habia dnba la taimada espn,sion de un salvnj ..
t aprLrccido nuestro caneanc io,,pues mar ! Examinando atentamente sus facciones,
bamos como si nuestros ffillsculos hu- j! en las cnales creí recon0cer todas las ma-iesen
sido de hierro. las pasiones, confieso que me sentí sohre-
Al cabo de nn buen rato llegamos a ¡ cojiuo de cierto sentimiento de terror, de
na vasl a plazoleta, i eu uno de eus es- ¡ que yu no pude desprenderme.
'err:os descul)rimos los contornos mal di- ! En tanto que nos traia lac.omida nnm\-
• ujad os tle tina (·abaña cuya única ven- 1 ciada, 1~ dirijimos algunas preguntas paa
dejaua es eapar un débil rayo de luz. ¡ ra hacerle hablRr. pero se mo stró mai si-
Corrimo s a llamar a la pnerta; noG a- 1 lencioso i rrscrvado. J.; o. dijo qn e vivía
rieron iumedü.tamet.te, i un hombre n- i com¡1letamente solo, i qnc lwuia levanttl-
eció en e] umbral. Le espusimos nues- ! htilo i' tt orque el houor del Lic lo
Dejo así comprometido;
~la~- mi miedo lo ha qnerido .
1 yo rcmeuio no veo.
-:--Para elitar nn f]i~gu . tu
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LA At ROR.\.
este público induljente,
áz un esfuerzo, Vicente!
ver si te pasa el susto:
JO haré con el mayor gusto;
ero es tan grande mi miedo,
ue nada decirle puedo
ue se alcance a comprender:
)iré algo de LA MUH:R.
ara salir de este enredo.
LA MU.TER! fuente de amor,
Dio a que del cielo vino
Para guiar al peregrino
En el vall~ del dolor.
- L4 MUJER es nuestro iman,
u ., stra lnz, nuestra alegria,
llel universo armonía
l d 1 hombre talisman.
-Es In estrella bienh~chora
Qu ilumina nuestra mente,
N m\ tro faro refuljcnte,
N uc tra bendecida aurora.
-1ásis fresco i frondoso
Uel de ierto