Dominicales de "EL MERCURIO"
J3ogotá, I\epública de ~otombia==~bril29 de 1906
G. :FORERO, Director
NUMEROS 275 Y 276
ADVERT ENCIAS
N. le 2.dmi~ ft'Ijs c:olab.raciÓ. que l. solicitada upreL'\mentc. por . 1 Di.
cclor.
~ta Rcvuta se elita en Jos taUnes tiporrific01 de El- MERCUR.IO '1 . ,
propiedad de la C":1 Editota.
G. FORERO.
lIL Tl!:l!PlI1!AKENTO
y LA POESÍA.
N0 son únicamente 101 artistas los que tienen
una manera peculiar de producirse y una
inclinación determinaoa por ciertos Rsuntol 6 temas.
El público (Jue consagra sus reputaciones y que
por ellos le aficiona, no es todo el público-siquiera
le trate ue los artistas de fam" unh'ersal-sino únicamento
la parte de público cuyo temperameuto correlpouue
simpáticamente con el del .rtiata, porque
hulla cierta armonía cntre sua ideas y las de éste, en·
tre loa gustos de uno y otro, pareciéudole al leer uua
cltrofa ó contemplar un p.isaje que ya itl iJea conteo
nioa eu el verso había palpitado en su ce rebro, 6 los
colores veucidos y dOlllillados en el cuadro habiau dilatado
su propia pupila, haciéndols entrever la belleza
radiante del mismo paisaje.
Elto es pura y simplcmcnte Ulla cuestión da
tempertltllcntos ufine.. cría muy raro. por ejemplo,
quo no fncoe un ente de lllsci l'ia_qnien gnsta de las
pornogrdius escritus 6 pintadas, y de seguro que Ion
enKmomuoa sombríoo. de ea .. s que parecen odiar al
objeto de su umor, los lectoros asiduos del tétrico
pero gl'lIuue y sobCl'bio Esprouceda.
De mudem de revolucionarios parece que somos
todos 101 que campamos por uuestros respctos en esta
América eapanolll, que pudior!' llsmarse la parte cómic"
dol U uiverso. Pues así me explico por qué en
Ilut&tras "'plíblicas ticue tintos aficionados é imitadOI'es
D. José María Vargas Vil~.
Ea él un eacritor IItrevido, lleno de ideas.
'1'od08 los cargos que se lo quieran bacer pueden
aceptarse desde luego, menos el de Hciedad.
Quo escribe con rabia, qne profesa nna moral
domoledorA, que cultim intensamente el YO, quc in·
juria porque 110 y porque sí; todo eso y mucho más
puedo decirso de él.
Per/) quo la injuria eu sua labios adquiere .,ida
duradera al f .. or de su elocuencia origin"l y ardientc;
que 01 aofisma diluido en "us reuoma" surge con bri·
110 de verdad inconcusa, y que ese ).0 ensalzado eu
fra es vigorosas, punzantes y de una f"ctura brillanto
y SOllorll, se destaca Ií m pido sobre el cristal de sus b il'érbol~
B-quién lo negar,i, quién lo discutirá?
Para \'arg .• a Vila no merece respeto sino el vencimieuto,
y como eu la AmériclI eipllllol .. casi todoa
aomos vencidos-y no así oomo se quiera, siuo rtaly
","ttri"I,"DIIlt-resulta que touos touemos 1I1gún pun
to ue coutacto con él, y de ahí su iumeuaa popularidlld
en el Contiuente amuónico.
y no •• oru. que el hUIIIÓvg eato de la popul.ridH
tl. Var, .. Vlla,
Vol. I-N.o 2 Vale $ 5
La csss Bonret, de París, no tieue inconveniente
en declarar que D. José María es el escritor castellano
que le ha hecho ganar más dinero, como que sl1slibros
se leen y, lo que es mejor, le veudeu deade Chile y la
Argentina basta Méjico y Califoruia, sieudo acaso en
la patria del autor donde tienon menos acogida. ¡Pero
es que la patria del autor si es an humbug ta;nallito
en tratándose de leer pagando 1
Pero me he ssli vol·
viendo á u fla scrie dd l!:stados li bres. De un tal
C 3~0 lo. sociali stas (raneeses suell.ün upl'o vecha .. se
d ~ la vi cturia f r" n ccs~ I'"ra volver á empezar aqu í
la COllluna, pero eS'a , ez con un éxito más seguro,
pues la Comuna fue h echa sin prepul'.lci6n y por
una ínfima minoridad de soñadores y exaltados.
Su idea genMnl es que de todas maneras ha·
\, .... que lIdg ll' !Í >,lIa neutralizaci6n de la FranClu
ya la caducidad ,:, . u sistema mil itar, á lo menos
reuuoirlo para la defensiva y para ga rantía de la
paz francesa y de E uropa, midi a n~ e el abandono d e
lus colonias inú til "3. ~I p"iocipio d ~ In Idea sOCIa·
lista edti ahí, en e, te punto de partida, de un real ·
oe bUlllanitario y • ,,,ial-i nternaciona lista.
Yo expongo "sta ideM . No pretendo apreciar·
la. Ella contiene "eruaues y puori liu fldes. Parece,
ante tout), en o~ rrar un elemento ele er ro, sob re este
r"nto : el de que las inteueioues de los socialis ta~
alemaaes son las de hacer u na g uerra de tarifas á s u~
hermanos france8e~, en C3S0 dc paz, y estar á bue·
nllS con el ejérci~o ca pitalista á imperial en caso de
guerra, para aloan zar con ella las colo ni a~ fra nce·
saa, útiles para la prosperidad del p ro l ~tar1ado ger ·
mano. En Franoia babrá sobre este t6plco crueles
equivocaoiones. Los sociali stas alemases quieren
la guerra más que el trono alemán. E ste ~ 6 expo·
ue ¡¡ todo, viotoria ó derrota le uprovec~a rian menos
'[uo al pueblo, enemig.) del Gobierno SI es v~nCldo,
enemigo de este lll i~ll'" g"bieruo s\ la Vlctona ?bre
01 pueblo alemán L, expHnsitiu cnloni,¡l y ~ ISUl1n U
ye la importancia ,le In u.l'L.6poli , [ .. vorec l ~nuo el
poderío de la da ,¡ ohr~ra . ~:. bastante slOgular
que los 8ocialista ~ f,uuIlc3ed cuell ten con. la fra·
\ernizaci6n de aq u\Jllos de mlÍ3 allí. del RhID, para
11
inpedir uns gnerra, cuando esta fraternidad no pue.
de cumplirse sino después de esa guerra, fuese
oual fuese su resultado.
Se pretende que Jaurés, cuando la inminente
declaraci6n de guerra en Septiembre último, había
preparado mallifiestos para inducir á los obreros 111
militarismo y advertirlos del peligro. En efecto,
Jaurás es capaz de medir la locura con que habría
que contar ante el desarme voluntario del proleta .
tariado germánieo. Entrc tanto, 61 finge contar con
ál y la Cámara quiere votar la reducci6n de los
períodos de instrucci6n reilitar. Verdaderamente
la Francia está excedida de la nece.idad de presta·
ciones de guerra y su estado de ánimo viene ti ser
fe brt!.
F~n cuanto á la conferencia, nadie duda del
r e~ u l tado uulo de e3t~ las~im08a comedia. Los en·
v iauos no son más quc monigo~ eB, á quienes el
t c!ég.·,,(o de París, Londres y Berlín dicta los me
lI(,rOR gestos. La guerra 110 resultará abora, pero
ell. ~g fatal para ur ntro de dos aílos. Inglate.
IT:' 11,) pertnitirá la potencia marítima al emana,
y Ri el 8uelo alemán fueso rico, los alemanes no
barían "Iecornercio por mar y no tendrían necesi·
na,1 d ~ :ocornzados para protegerlo. Son la natali Ind
g~rm¡llicn y la ct) ntex~ura de un suelo ingrato las
que causn .':ill la guerr,!. L os hombres no harán
más q ue obedecer á eAtas leyes inmodificables.
P arfa, Marzo de 1906.
Notas 6eo¡r4ficas
RESURRECCI6N D~ BRUJ ES
U N A de las más 60recientes ciudades del comercio
en un pasado no lejano fue .Bruges, Brujas, situada en
el antiguo país de Flandes, un poco al Sur del Mar del
Norte y al Occidente del Escalda. Rivales mejor situa ·
das p~ra hacer e! comercio de nuestros días puesieron
en mortal decadencia á Brujas. La más importante de
estas rivales es, sin duda, Anvers, situada sobre e! pro·
pio río, un poco arriba de su desembocadura en el Mar
del Norte.
Pero las neces1dades de! comercio moderno y los
progresos de la ingeniería, hicieron que se pensara <:n
convertir á Bruj as en una Ciudad adecuada para el trafico
con un puerto seguro y capaz en la desembocadura
del 'Escalda. De esta manera se espera volverla á su antigua
prosperidad.
Después de cuatro años de trabajos que son verdaderas
maravillas de ingeniería, ha quedado tenrunado el
célebre puerto que los ingenieros europeos consideran como
la obra más original de nuestra época.
Gracias á este puerto. l' rujes ha visto renacer su extinauido
comercio y es, desde que la obra qued6 termi ·
nada, punto de escala en la navegación del Mar del Narte
y el Escalda.
Este río que nace en territorio francés y cruza á
Bélgica y Holanda, es navegable por grandes embarcaciones
en una extensión de 90 leguas.
TR<.S cnmADES EN UN A
E N el Departameotodel orte, en Francia. exi,ten
tres ciudades que constituyen 105 vértices de un imncnlo
triingulo: Lila, capital del Departamento y plala fuerte,
Roubaix y Tourcoing, ciudades manufactureras.
Algunos capitalistas f,onceses se han propue>to hacer
de las tre uoa sola ciudad, r al efecto han empezado
á construIr entre ellas una inmensa a"enida de 50 metros
de anchura por la cual .viajará muy pronto el tramía
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
12
eléctrico. Sobre esta avenida, los empresarios han adquindo
lotes de terreno para construír quintas muy lujosas
y habItaciones cómodas é higiénicas para obreros.
Las trc!!l ciudades tienen una población de poco más
de cuatrociento! mil habitantes.
•
PEDRO CARLOS MANRIQUE
Se engalana nuestra publicaci6n con el fotograbado
de quien tan hermosos los ha hecho.
MANRIQUE, ha sido un obrero infatigable. D() tado
de mano ligera, gusto exquisito y ojo experimentado,
y habiendo hecho su educaci6n artística
en los grundes centros del viejo mundo, n0 !la te·
nido, no ha podido tener competidores entre nosotros
en la eapecialiJad á que él se ha dedicado.
Presta con ella un gran servicio al País, plles nclimata,
mediante sus bien dirigidos esfuerzos, lo. prccedimientos
modernos de ilustraci6n que Lan tÍtil e ~
son en la ensefianza y en la prensa.
GUY DE MAUPASSANT
LO HORlIIBI.F.
LA noche templada se a«rcaba lentamente.
Las mujeres quedaron en el salón de la quinta.
Los homhres, sentados á caballo .obre las sillas del
jardín, fumaban ant. una mesa redonda llena de tao
%as y copitas.
Los cigarros brillaban como ojo. en la sombra
cada vez más den,a. Habían contado un terrible
accidente acaecido la "íspera: dos hombres y tres
mujeres que se ahogaron en el río frenle á la quinta,
á la "ista de los invitados.
El gen«al G .. . dijo:
-Sí, esta(cosns son conmCJvedorn!J, pero no 80n
}¡orribl ...
Horrib.k, esa 'Vieja palabra , es más t'xpresiTa
que ts, los que nos hemos
auto-ba utizado con el nombre de CIvilizado. y que
tan t olerantes DOS mostramos en Occidente, unos
con otros, en materias religiosas, olvidamos tan c?m ·
placiente papd cnando se trat~ de pueblos perdido.
en la noche de! Oriente, cuyas riquezas, despert.?odo
nuestra codicia, nos descomponeu el rostro benevolo
y sonriente de occidentales cultos .
REVISTA POLlTICA
PASADA. la agitaci6n extraordinaria que
de Diciembre á Marzo se apoder6 de
la sociedad colombiana, muy especialmente en
la capital, ha venido una él?oca de calma co~pleta,
casi pudiéramos deCir qne de fastIdIO.
Puede deci~se que no ha habido acontecimientos
políti cos, si se exceptúa la pUblicaci?o
de un Mani.fie&to conservador, firmado por velO·
tiún ciudadanos y en el cu::.l se habla de apoyar
al Gobierno para defender la Constitución de
1886. Parece que este documento ha hallado
eco simpático en el partido á que pert~necen
sus autores 6. por In menos, en grupos Imp:>rtantes
de ese partido y entre Jefes connotados
del mismo, por ejemplo, el Geu~ral D. Marce·
liano Vélez.
Sean cuales fueren las interpretaciones 4ue
al Manifiesto conservador quieran ó pueda c
darse lo esencial en él-nos parece á nosotrosson
s~s declaraciones en el sentido de guardar
la paz y no salirse de los caminos legales en
las labores polític~s .
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Esto es 10 que le importa al paí9, cansado
ya de la agitación y la inseguridad, y bie:1 está
que todos 105 elementos políticos le den pren·
das de orden y de respeto á la Autoridad y á
la Ley.
• * *
Lo que debe preocupar más seriamente los
ánimos, no es la política sino las fina nzab. Un
pueblo con fi~n1.as averidas no puede ser un
pueblo libre.
El actual Gobierno ha hecho grandes esfuezos
para mejorar la situaci6n tenebrosa en
medio de la cual acept6 el a cervo de un siglo
de errores financieros y políticos.
Desgraciadamente nuestras dole ncias cco
n~micas son tan profl1nna s, tienen táutas y tan
dIversas causa s, que la obra de r.:constrl1cción
no podrá dar fruto sino con el a uuar de los
años, y mediante esfuerzos con mucha tenaci dad
y acierto dirigidos .
Aunque el arreglo hecho en Londres para
el servicio de la Deuda externa ha le vantado
un poco el abatido crédito colombiano facil i tando
la consecuci6n dn capitales ext¡anjerus
pua obras como los ferrocarriles de Girardot
Cauca, Bucaramanga y Norte, aún se observ;
una apremiante necesidad de numerario, cuya
f~lta es.t~ a ~fixiando á la industria y el comer·
CIO naclOnall!s. Es verdad que las compaffías
ferrocarrileras invierten sumas cuantiosas en
el desarrollo de sus líneas, pero es necesario
tener presente que la mayor parte de esas sumas
no Tienen al país sino en forma de materiales
comprados necesariamente en el Exte·
rior, y <¡ue en ~a práctica á nuestras plazas
comer~Iales ~o mgresa sino el dinero r epresentatIVo
de Jorn a les y vívert:s, yeso con g ran
lentitud.
Por estas r ~ zon.e s se ha peusddo por muchoe,
en la convemenCla de obtener un Emprést ito
extranJero, y al estudio del Gobiern o se h an
sometido dos propuestas que á agentes suyos
han sido hechas en Europa.
Pr.opiamen~e, este es el único punto de la
cr6mca finanCIera del día, y el que ha dado lugar
á comentarios.
Las dos propuest 3s han sido rechazadas por
el Gobierno, por juzgar que hay en ellas condiciones
inaceptables, pero es de esperar que
por parte de los prestami st as no sean ellas definiti
vas.
El empréttito, bien empleado, puede ser
salvador, y estamos seguros de que el Gobierno,
que trata de obtenerlo en condiciones ventajosas,
sabrá darle una inversi6n reproductiva
que mueva enérgicamente las aletargadas enero
gías del País.
Sobre este asunto nos hemos ocupado, y se·
guiremos ocupándonos, en la edici6n dia ria de
este peri6dico. . • •
Terminamos esta cr6nica reiterando nuestra
confian za en la conservación de la paz y en los
esfuerzos que se hacen por mejorar las cond iciones
econ6micas del país.
Enmienda
El autor del artículo Santiago 8amper como pen.
ador, que publicimoBlln el número l.' de DOlUNI-O"
L1I8, el el Dr. Oarlol Eduardo Coronado, _har
muy oonocido y apreciado en el pala, 1 DO "'.
Edllardo Ooroltllrlo, 001110 apareci6 al\(.
RogamOl alllOliuente penlador y .. tililta •• Ir·
TA exculISrno ... te lap."' que ya habrán oorregido
108 numer0808 admirador"l de BU prOA loberbia • illconfandible.
M. MORERA Y GALlOIA.
ILUSIoNES Y lIARIPOSAI
MARIPOSA, 'tú y yo BomOB peqnetlosj
menguado! 80n mis Buellos y tus galllB;
tú, qna puede~ volar, no tienes 8ue1108;
JO, q '10 puedo Bollar, no tengo .Iftll.. .. ..
'l'ELESFORO FOREIW
EL TEGUA.
LA RAZON DE SUS EXI'IOS.
,
CONOCffiN los lectores <.1e e~La Revista
al célebre curandero lIa :na,lo El Tegua,
cuya fama corre de boca en boc~ y de caballa
en cab",ña, entre las gentes senCIllas.
El Dr. Telésforo Forero, distinguido médico
que ha seguido con inteligente curiosidad
los progresos de este iluminado, se.ha servido
escribir para las DOMINICALES, el Interesante
artículo que va en seguida.
_..--...-
El 'r eg ll !\ no sabe leer ni escribir. Es hoy el
primer médico de Sur AméricJ. Puele juzgár.sele
por la n,n to que percibe. Cobm da q.U1 T1ce & veinte
mil pesos diarios por consultas y tiene contratos
por curaciones hasta por cincu.,ntll mil l'es1tlÍn de medicina encuentl'a públi co.
No hay cnrandero que no exhiba grande! curacioDes
certificadas por personas de valimen to.
En lna COS88 ordinarias de la vida y en todo
aquello que está ni alcance de la inspección inmediata
de los sentidos, In credulidad DO eDtra eD
juego; porque lo que es mentira ó error se rectifica
inmedintamente.
De segnro que si alguDo afirma que eD el río
San Francisco de Bogotá, ;hay caimanes y peces
ninguno de los del 1 ugar lo cree.
Cuando es difícil para el público la verificación
de los hechos aseverados, entonces la creduli.
dad queda libre, impera sin niDguDa limitación.
La credulidad se ejerce con táDta mayor intensidad,
cuanto más eD relaoión está el hecho
llfirmado con el deseo del iDdividuo que cree.
Por esa ra4l6n se cree todo lo que se oye decir
eD materia de curacioDes, porque todo mUDdo
desea que se curen tod:lS las enfermenades.
DiariameDte se oye afirmar los errores más
disparatados eD relaci6n con asuDtos de mediciDa
por personas que se creeD entendidas debido á que,
ignorantes de la ciencia médica, se atienen á las
apariencias yal vuelo de su faatasÍll, para formarse
teorías y sacar consecuencias que daD como hechos
demostrados.
Hoy nadie pone en duJa lo que del Tegua su
afirma. Sus curaciones son tan proJigiosas y su
popularidad ha crecido Muto, que "Igun:ls personas,
relaoionando llls COSIIS Jel Teguu con los demás
sucesos políticos y cóslI!i~oi habidos en este
alIo, "re~D que ya llegó el AlItacl"Ísto.
Las aparienoi~s y las coincideDcias le Jan mu·
cha fuerza ó. la credulidad.
Se sabe que en todas las eDf"rmsllaJes provocadas
por microbios, el organismo lucha y ~e de·
ti.nd., t:¡1l.dowdo vO.QQedur un la mllloria de loa
casos, sin necesidad de medicamento.. Sólo puede
dar· medicamentos acertados el médico científico
que CODozca el rnmlo de ataque de los microbios y
el modo y los medios de la defensa del organismo.
Se Rabe que muchas enfermedades tienen una
marcha de alternativas de mejoría y do agravación,
lo que da lugar á coincidencias que ex:plotan en su
favor los curaDderos.
Se sabe que muchos cDfermos al cambiar de
clima y'aúD con sólo trasladarse de un lugar á otro,
mejoran.
Los efectos de todas estas circunstanoias los
imputa la credulidad al curandero y no á su verda·
dera causa.
Hay que agregar que el T egua es lo que en el
leDguaje vulgar se llama un pícaro.
Tiene repartidos sus agentes en la población
de Subach oque, los cuales se iDforman con bastante
disimulo, no con 108 propios enfermos, sino cOu
los sirvientes 6 compafieros, de la eDfermedad que
los lleva á la consulta. Estos ageDtes le pasan sus
informes aDtes de que el enfermo se presente. CuaD'
de éste llega no le permite que hable, siDO que le
va relataDdo lo que siente y le dice cuál es su en·
fermedad. El eDfermo se 'queda maravillado creyendo
que el Tegua lo adivina todo.
U na de mis clientes me refiere que dlls horas
desp ués de haber llegado á Subachoque fue .admi.
tida á la cODsulta del T egua. lLlevaba la orina de
otra eDf~rma, quien la había co misionado para ha·
cerle la consulta de su eDfermedad . Como el Tegua
le viera la botella en que llevaba la oriDa, se lapidió,
la mir6 detenidamente y despué3 le dijo: "Esta on·
na no es la suya; es de otra enferma, quien debe
sufrir fu ertes dolores de caderas, causados por un
gol~e en que cayó de espaldas. " C)mo, esto era la
sustancia de la consulta y como no habla hablado
con nadie, mi cliente ha quedado firmemeDte CaD·
ve.Dcida de que el Tegua cO,ooce y adivina por la
arma.
Este empeño del Tegua en hacerse paeur por
"divino le sirve admirablemente para ejercer sobre
el público la sugestión.
La sugesti60. en el seDtido más geDeral. con·
siste en i m plantar eD el cerebro una idea que do-·
miDe las otras.
El 'l'egU:a no conoce la palabra sllgesti61<, IOU·
cho menos el fen6meno que rep resenta, ni el modo
de acci6n que ej erce; pero sí se encuen tra en con·
diciones de producirla á ce da momento, mc?nscieDtemente
y co,o feliz resul tado, 10 que no Slem·
pre logra un médico por muy enterado que esté
del asunto.
El T egua su¡~estío na á sus enfermos imponién.
doles la idea de la curación por modos ordl08nos ,
Extraordinarios y maravillosos.
El Teaua cuenta cinc·ueata afios de edad. Es
homhre de calta estatura, de color moreno; tiene
fisonomía atrevida; el ojo pequefio, vivo, brillante;
la mirada escrutadora.
Los enfermos en su pres,~nci" sufren una im ·
presióD proto nda; les parece que algo sobrenatural
ronea á este hombre vulgar. S~ sienten tras¡>asados
po!" 8U mirada y cogidos en sus más recondltns ,e·
c}'etos; creen qlle todo lu t.uivioa y que nada le
pueden ocultar.
Por nntnraleza l
Citación recomendada (normas APA)
"El Mercurio - N. 2", -:-, 1906. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2079276/), el día 2025-05-06.