Por:
Andrea Rico
|
Fecha:
1930
LAV· ACCION ES.COLAR
ORGANO DE LA ASOCIACION DE MAESTROS Y PROFESORES
DR. TOM:AS CADA VID RESTREPO
uno de nuestros pedagogos de verdad, Secretario del Ministerio
de Educación Nacional, autor del muy jugoso INFORME
que venimos reproduciendo en nuestro Organo y cuyo
final insertaremos en el próximo número.
Número 7 Novbre. 1930
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
IV ---·-······ ······ ···························· .................................. ········· ··········· ·········· ..... ................................. . ... ·················· ·········· ··· ...................... . ~
1
Si Ud. se interesa por la 1 nstrucción Primaria Su s críbase
hoy mismo a «La Acción Escolar. »
cLa Acción Escolar » es el órgano de los maestros.
«La Acción Escolar» publica artículos científicos de pedagogía.
En «La Acción Escolar» se discututen serenamente los problemas y reformas de la escuela pn-mana
.
« La A c ción Escolar» defenderá los derechos del magisterio.
«La Acción Escolar» asp ira a establecer comunicación con los maestros y c entros científos de
otros países .
c La Acción Escolar>> es un lazo d e un;ón entre los maestros de la República.
« La Acción Escolar» no ti e ne ~ o l or político.
« La Acción Escolar» apoya las reformas a qu e aspira el Gobierno y el país: para la Escuela
primaria nacional.
Avise Ud . en «La Acción Escolar», que circula en toda la Repúblic a .
CON J)ICIONES:
LA AC C ION E SC OLAR
Se publica por ahora men~u a lment.e.
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Los artículos q ue no., se pu bli q uon, e- ~ po1qu e no h ::.n tenido e l p ase de la j unta d e R e vi sió n .
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1 La Acción Escolar
111
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Por telégrafo: ESCO LA R. Por Correo: Apartado 18 ·72. • Dirección y Admoo. Carrera 4a . NC! . lO 1
SEGUNDA EFOCA NUMERO 7.0 PRI MERA S ERIE
Director: J efe de Redacción: Admi ni strad or : ·
FILIBERTO BERNAL R. C ENON D I AZ QUEVEDO Sa ntiag o Hurtado d e Mendoz a
BOOOTA (Col ombia) N OVIEMBR E DE 1930.
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R E FORMA EDUCATIVA
I 1
Teniendo Ya un bu n Director
Educación, '!; . uponie.ndo un hecho la
--;el eión de In ·p d or s y maesh·os .
vean1o.· la · otras n ee sida les ch>l Hamo
pnra lograr la l'efonlm edn ·atiYn e
jn.· tru ·eioni . ta.
LOC \LE ." I~.JSCOL.\.RE
Lo que . crib n sobn' p eclagog:ía
frenie a n11 1nontón el tP .'io abiPrto.y
·in s a b r qnP e. una : <'n la pt inwrja,
y lo: qu e piel n bu e nos locale · p--;co1ares
porqu e Pli llos h a n ap]nna lo
u . alma . ntre tortn r a.· propia. 1 ara
el qn a . P . ina a ]a 11wdre , o el qu e
abandona la rtanoro ·a Y e on ~ oladora
labranza para a .· a1tar ·n.I a.., nrta-danH"
nte ed it'h·iu e ... wola r.
o otros crP 1110, qu e los Nbficos e · colar
", l ben s t al' n t 'l'l'Pno · :unplios
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luunana. · ~ lPjos de las YÍa: d gTan
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lo d Alí-Bnhá, y jarín p r
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humana:, Pl P.'pantable prohlenu1
d l .- h 1nbr .· :-:in trabajo. <1<'
la. nmjere · y lo: hijo.- hn mbr a do.- ~
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pagarle. loble .-uelclo a lo. (1ue l m·
la mañana n . eñaran lo qu ho. · s<.>
<.>n eña, y por la tarde dirigí l'<"ln un
rall r de art ·, con vernt la duea ·i "n in s , no
con el abs urdo ,'i, t m a que alguna · z
qui o iniciar. C' <:>nYiando a cada C'.· ·nela
un azadón P. tnd. OttP la. }Wllña a11rora ilumina la
e n el viYifi ·antP . ol drl optimi.- nw,
que infiltre en s u nlma noblc's a pira cione
y le en.· ñ n tener <'Onfianzn
en el porYenir.
Alej 1110 ja
una h 1·ida qn(' m á.- ta rcl0 ·p t l'a10111 nto.' que la ·on. tltuyen
para que proce liPn lo de mane1·a
ra ·ional y con.- ·i nte, fol'lne para el
porvenir hombre . pleno.- ele jtn ntud
y ele ntu sia.- nw qu s pan, eon el I11ayor
acopio el ' . r nidacl, hacer frent
a lo in vitabl s golpe del cle. 'tino.
Lo · el 111 nto. gne r nstitu ·en la alegría
puecl n , r de tr · órdene:-;: fí i
·o , int lectna1e, , o moral
Entre lo · I rimero ten mo · onw
n1á üuportante la alucl el 1 niño y la
higi ne de la ·cuela. El niño e por
naturaleza alegr inquieto y juguetón;
/
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LA ACCION ESCOLAR
por <'On ·iguient , euanclo decae u áninw
o lHanifie== ta en ·u nlirada de suyo
viva y e crutadora, tri. teza o fa tidio,
debe 'el nm . ·tro oh rvar atentnn1 nte
c"sta an01nalía. rev laclora de algo anormal
en .'n organi ·nw. El niño nferlno
rechaza lo que · ta ( · Ja
llamada. a, llenar los nt ·íos del hog·a1·
en lo que e r fi re a la h ig:i('n '• ('O m
o t a . 1bién a la part int< leetHal y
moral. ..... llí d be encontrar el niño
nna atin ':fera r¡n r lHt('YP la <]ll • Yi eiada
n tonmlo prin('ipi n ll l a <'. ·ahro:n :p n da
de la Yida: lcYde haber
educación.
Por eso ni Bélgica, ni Holanda, nacioneR
tan cultas, han aceptado la ~ anseñanza obligatoria;
España rechaza los maestros de
imposición oficial; Alemania que tanto sobresale
por su organización escolar y por
la solidez de los estudios, prescribe la enseñanza
obligatoria pero deja libertad absoluta
en cuanto a los planteles y a las materias
de enseñanza. Francia que siempre ha
ejercido un influjo decisivo en el desarrollo
intelectual y social de los pueblos latinos,
tiene la enseñanza obligatoria, pero permite
la creación de establecimientos privados,
donde se educan la mayor parte de
los jóvenes, pues los planteles oficiales se
hallan casi desiertos; en Inglaterra, el Estado
proclamó la enseñanza primaria obligatoria
y laica; pero ese pueblo tan religioso
no aceptó tal imposición, por lo cual en
1871 se permitió la instrucción religiosa y
después de varios cambios en la or~nización
escolar hoy domina un espíritu de
equidad, de justicia y tolerancia.
La enseñanza obligatoria en Colombia es
de necesidad social urgente; la educación
es ·el fund•amento de la grandeza nacional
y de la ventura pública y privada; la educación
no es sólamente un adorno sino una
gran fuer7.a; al mismo tiempo es un gran
bien y como tal debe ser aceptado libremente
por los individuos; no puede darse
a La escuela el régimen de un cuartel; es
imposible instruir a quien no lo desee;
el estimulo, la persuasión, la ciencia, la
loa virtud y dignidad del magisterio serán
factores más valiosos en la propagación de
las sanas ideas, que las amenaz·as y las
multas.
Corresponde a los maestros suavizar los
rigores de la ley haciendo de la escuela
nn lugar agradable y alegre, donde no haya
ni asomo ele tiranía porque el perfeccionamiento
moral no se obtiene sino por
la libertad y para dar una educación verdaderamente
nacional, sin buscar un fin
1étamente utilitarista, demos a las tarea.
dScolar s un carácter más práctico y realista.
Afortunadamente ya asoma entre nosotros
loa aurora de la Escuela Nueva, que
modela las almas sin torturarlas, forma los
corazones dentro del amor y la libertad
y prepara al hombre por el trabajo libre,
inteligente y fecundo pal"a las luchas de la
vida.
Sólo bienestar traerá para Colombia la
(mseñanza obligatoria; entre nosotros será
siempre la escuela el cimiento de la Patria
y no el instrumento de una secta o partido;
el Gobierno es cristiano y hace gala de religiosidad
y de honradez; el magisterio es
creyente, ilustrado y de sanas costumbres;
la enseñanza no v.a a ceñirse al modelo estrecho
de la escuel•a oficial, sino que se
brindan garantías y se estimulan las ini-
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198 LA ACCION ESCOLAR
ciativas particulares; los derechos sagrado-
s de la Igles:La, sociedad pública, docentte
y jurídica, respecto a su misión de enseñar,
serán no sólo respetados sino que entre
nosotros la acción social y educativa de sus
ministros es indispensable; a su celo, ilustración
y patriotismo, debemos la civilización
de que gozamos.
Nosotros denunciaremo-s sin vacillaciones
ni cobardías a los maestros de dudos-as ideas;
a los que por ignorancia sigan doctrinas contrarias
a los principios de la Filosofía católica;
a los que mezclen su altísim .:t misión
con actividades políticas y p-artidaristas,
a los que sean una amenaza para la buena
formación d te los niños, porque hipócritamente
llevan el título de maestros en un
país esencialmente cristiano.
No tememos que se nos tache de fanáticos
o retardatarios porque no toleramos el
error; tampoco importa que se nos llame revolucionarios
si somos altivos cuando se
desconoce la verdad o la justicia, o se hieren
los derechos de la Iglesia o de la Patria.
Desde los más afamados centros cie ntificos
h •asta la escuela rural, perdida allá
donde comienza la selva virgen , s e va formando
el ped,estal para la ascensión gloriosa
de Colombia; esirá la voz
justiciera que a ellos aplique las palabras
que Moltke dirigió a los maestros de escuela
de Alemania, después de haber derrotado
a Francia, en' 1870 : "Vosotros sois los
que habeis hecho triunfar a la Patria".
A. ESPL EL.
D~~pert~mo.> ~n lo> niños
~l amor a lo beHo
Auncuando no s lJ ·ata de onuu ir al discípulo
más alla de su propia esfera en busca
de una belleza que no puedl8 hallar, ya
porque sus capacidades apreciati as no basten
para ello, ya porque el ambiente en
que se desarrolla y vive sea impropicio, sino
simplemente de abrir sus ojos a la contemplación
de los objetos que lo rodean
y al análisis elemental de los sonidos que
hieren su tímpano, desde su aspecto de fuentes
de belleza, la tarea es un tanto dificil.
Todo tiene que hacerlo el maestro.
Los hogares en que se desarrolla la infancia,
sobre todo en las ciudades, las habitaciones
donde residen los niños, insalubres
y malsanas, se oponen con firmeza
a la germinación de cualquier iniciación
del sentido estético en ellos, lo mismo que
los espectáculos que contemplan sus ojos,
y que son los naturales dentro del medio
rudimentario en que se desarrollan. Nada
contribuye a despertar en sus almas infantiles
el amor a lo bello, pues la principal
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LA ACCION ESCOLAR
condición para la creación del buen gusto,
es la frecuente contemplación de obras bellas,
no sólo en el aspecto material ue lo·s
sentidos, sino en el espiritual de la inteligencia,
con la apreciación de las bellezas
inmateriales.
Debemos procurar, como una eficaz contribución
a esta parte esencial de nuestra
labor educativa, que en el salón donde dictamos
nuestras clases, y donde los pequeños
han de pasar algunas horas al dfa, reinen
la armonía y el buen gusto . Un aseo
perfecto y un orden absoluto en la colocación
de los objeto que lo llenan. y otros
detalles de aparente insignificancia, pero
que a la larga resultan fomentadores d e
la facultad apreciativa de la bellezn: .po r
ejemplo, un vaso que ccntenga florr:> s frescas
y graciosamente colocadas, nn cuadro
de valor estético, y cuando é. to falte, la
abundJancia de luz y de aire decora las
paredes desnudas y pone en ~ e llas no,·edades
que asombran al espil'itu habituado a
observar. En el campo hay tantos motivos
de admiración y tantas fuentes de creación
estética. (Los más notable cuadros d
célebres pintores, están inspirados en motivos
campesinos, y las poesias más inmortales
son eglógicas y olorosas a h no) _
Es lógico que existe una diferencia d
capacidJad natural res pecto a las posibilidades
de sentido t éti co , como la~~ hay en
todas las otras facultades racionale _ Un
gusto cultivado es algo más qu una fuer
te intuición, y e s el resultado de una sistemática
observación y de un cultivo adecuado
del sentimiento de comparación .
El gusto tiene varios campos para su
ejercicio. Las circunstancias en que se encuentra
nuestro pais respecto a estos a untos,
no ofrecen para nosotros sino la naturaleza
como fuente esencial. En otras ciudades
hay vastos museos donde se han acumulado
las obras máximas de todos lo
tiempos, hay suntuosos jardin~es, hay e · tensas
explanadas, hay bosques y hay hasta
parques zoológicos, donde la naturaleza ha
sido corregida, adecuada al gusto formado
por centurias de disciplinas. En nuest1·a
capital, demasiado incipiente .aún, no exis ten
todos esos orígenes de estética, y tenemos
que contentarnos con la vista permanente
de las dos montañas que pesan como
una amenaza continua, y con los prados agos-tados
de parques lejanos y diminutos, vigilados
continuamente por uniformes policivos,
que co.ntienen la expansión que pudiera
producir el espectáculo.
Parecería incongruente ha1>lar de todas
estas elevtadas fuentes de estética, como el
teatro, donde cien unisono.s instrumentos
producen arrebatadoras armonías que sumergen
al espiritu en fuertes emociones
de belleza, al referirnos a la necesidad de
despertar el sentido estético entre los niños
de las escuelas elementales. Pero dentro
de la estética hay grados, y nosotros
no aspiramos a descubrir en los pequeños
el sentido critico. Nos consideraríamos satisfechos
con que la presentación de un objeto
bello despertara en ellos, por su comprensión
exacta, frases admirativas reveladoras
de inter11!as emociones.
Así, tenemos que limitarnos a las pequeñas
fuentes de que disponemos, y que bastan
para nuestro fin elemental. La flor cogida
diariam•ente para adornar la escuela,
la talla de la piedra destinada a un hermoso
edificio, y que constituirá por su maravillosa
arquitectura una preciosa obra de
arte, el canto de tonalidades alegres y diáfanas,
la estrofa de sentimientos sencillo:.
basados en los goces enteramente espirituales
de las almas puras e infantile , son
material s, que, aprovechados, bastan para
mantener en continua actividad el espíritu
infantil, propicio a la estética.
Y aún, los mil incidentes de la diaria
labor, son origen de apr•eciaciones estéti ·
cas, si es qu~ el maestro obra bajo esta
preocupacwn. Hágase recaer la atención
del niño en el fondo de belleza que hay
en todo cuanto e 1·efiere a la naturaleza_
Búsquese la belleza de las acciones de nuestros
héroes, la estética del amor a la Patria,
la atracción irresistible de la virtud
y del bien. Con esto se obtienen dos fines;
el útil y el bello; se hace más grato el
aprendizaje para los pequeños, que encuen·
tran las cosas tantc más fáciles cuanto
más hermosas, y se dirige el sentido estético
con la enunciación de imágenes bellas.
El sentimiento contribuye con la inteligencia
y la voluntad a realizar la vida del
espíritu. Mediante el entusiasmo que comunica
al ser íntimo, el sentimiento sostiene
y estimula la inteligencia, impidiendo su
perniciosa ociosidad, impulsándola y forta
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200 LA ACCION ESCOLAR
leciéndola en el estudio y en la investigación
para encontrar la verdad . El sentimiento
robustece también la voluntad, la
cual vence así las dificultades que se oponen
a sus determinaciones y su fuerza para
alcanzar el fin que se ha propuesto llega
a ser extraordinaria y aun heroica . Es obvio,
que la carencia o debilidad de esta facultad
anímica influye en la vida de manera
decisiv.a y negativa, co·municando al
espíritu indiferencia, frialdad y apatía, causas
evidentes de fracaso, o impulsándolo a
pasiones que ~~bajan la personalidad, y que
no se pueden contener porque av.anzan sin
control de ninguna especie. Los fenómenos
del sentimiento son los más variados: van
desde lo inconsciente hasta la idealidad suprema,
si el objeto final que pe rsigue es
la belleza. Y la estética es la que expresa
el grado superior de la facultad dl3 sentir.
Lo bello considerado como el carácter sensible
que despierta la idea de perfección,
está asociado, casi siempre, en una misma
alma, al culto del bien, pues bien sabido
es que los grandes investigadores e scolásticos,
llegaron hasta confundir los dos conceptos.
Se ha dicho con exceso de salJiduria,
que las grandes virtudes han nacido
del sentimiento de la belleza .
Y es po1· todas estas razonf'. por las qu
la educación moral de los niño~, se realiza
en gran parte por el cultivo del sentimiento.
Habituar a los niños a compr ender y
a amar lo bello, casi equivale a hacerles
an1ar lo bueno y verdadero, pero (> una tareR.
más fácil. Lo bueno y lo Yerdadero,
presentados desde el punto de vista entera
mente didáctico, suelen .aparecer ásperos y
toscos, y con frecuencia superiores a las
inteligencias infantiles. Pero esto::. concep
tos revestidos bajo el ropaje de lo bello, y
dentro de almas ya pr paradas a apreciar
lo bello, prosperan con e .·traordinaria efi<'
acia.
Nadie duda que el sentimiento es perfectible,
y en consecuencia educable, requiriéndose
para ello el ejercicio Ol'denéldo de la
'olunt:ad, los cuidados permanentes para
nvantenoerlo en el estado normal de equilibrio
cuando llega a alterarse, como sucede
con las pasiones, que nos atreYeríamos a
<'alificar, cuando marchan desordenadas y
dominantes, como verdaderas enfermedades
del esp1ritu.
Procuremos, pues, que haya en la escuela
un ambiente poético, aunque sencillo y
modesto, que sea capaz de alegt·ar el ánimo
del niño y de pruducirle sensación estética,
auncuando sea indefinible, y nuestra
tarea de enseñanza se facilitará. El
niño en un ambiente sucio, indecoroso, prosaico,
se acobarda, se empequeñece, y sólo
piensa en la hora de la 'libertad; convierte
la asistencia a la escuela en una penosa
obligación de la cual desea a todas horas
verse libre, y sobre tales aptitudes de
resistencia, todos nuestros desvelos, todos
nuestros esfuerzos, se perderán.
Como complemento de oeste aspecto material,
quitémosle a la clase ese terrible aspecto
de seriedad, que fue la caracteristica
de las pedagogLas arcaicas, que atemoriza
a los niños y que apaga sus iniciativas;
procuremos que los trabajos de toda
índole que ejecuten los niños, carezcan de
deformidad, y muestren, en cuanto sea posible,
una relativa perfección; que sus diminutas
y absurdas esculturas de greda o
arcilla, sus dibujos rudimentarios, sus manifestaciones
artísticas, encuentren una excelente
acogida por parte del maestro, que
aprovechará tal-es manifestaciones para
guiar el incipiente sentido estético. Durante
los paseos procm·emos que 1 ~ niños e.·perimenten
emociones hondas y gratas qu
sean origen de regocijo y de alegna, de esa
alegria sana y ruidosa QUe es característica
de los niños sanos y normales; llamarles
la atención hacia todas las cosas bellas que
encontremos a nuestro paso, e .·plicarles en
presencia de los grandes fenómenos, que
sobrecogen por su grandiosidad y por su
hetmosura, los motivos que los produce_n,
sin exigir que penetren en los grandes co-nocimientos
físicos, sino buscando el aspecto
elemental y bello.
Preocupado continuamente el maestro
con esta neces1dad de despertar en los niños
el sentido estético, apartará de sus almas
en formación la vulgaridad, y desterrará
el mal gusto. Y al propio tiempo,
como queda dicho atrás, abonará terrenos
donde la verdad y el bien germinarán.
Y es en esta germinación espléndida en
lo que radican las virtudes civicas que
adornan más tarde al hombre y lo hacen
un ciudadano perfecto.
Las grandes reformas educativas que se
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LA ACCION ESCOLAR 201
piden ahora a voz en cuello, en detrimento
de todos nuestros esfuerzos, deben arrancar
de bases más firmes que las de los
princip ios elementales que se han dado en
p roclamar. Estas grandes reformas no necesita
n de la construcción de grandes edificios,
ni la adaptación completa de sistemas
extrajeras a nuestro medio sui géneris.
Lo que se necesita es la iniciativa del maestro,
el estudio de las condiciones psicológicas
de los niños, la compr,ensión exacta
de la reacción que ellos experimentan ante
lo bueno y ante lo bello . Es imposible
que de las escuelas primarias salgan profesionales,
como lo quieren los reformadores.
Pero es lógico que de ellas salgan niños
con excelentes inclinaciones, aptos para
formar de ellos los profesionales llenos
de sentido moral y de honradez civica, cuy
,a falta es la crisis más grav que pade e
nuestra República.
EL\f).J.\ ÜROHIO L .
L l\ TRI y TF DORA
(Recotvla·ndo a Jfanu-{' 7 Pgal'fe ).
uiso Lu i f r <1 ar una tregua a la
nton t nía 111 lan (}1ca 1 1 infi<:rno e l
brado una gra.n fie. -tn en qu . e c o ¡
·onaría d 1 einn. a la 11111jPr qn hn bi
ra 1 r cistas asignaturas irán el di bu jo y el conocimiento
de la agricultura y de las industria
s que se refieren al campo; la lechera,
la ganadera, cultivo de árboles frutales, etc.
En cada escuela se fomentarán el cultivo
y la industria propias de la región.
Para que la escu18la rural realice el papel
que le corresponde es urgente que ella
(1) Luis H. Monroy.
sea dignificada, por la predilección oficial
y por la ciudadanía cooperadora. Buenos
sueldos y elevada categoría en el escalafón
de maestros llevarían al campo a los educadores
más aptos. Con propiedad pedagógica
y honda justicia establece el proyecto
"que los sueldos de los maestros no se
clasificarán en adelante por las escuelas
que regentan. sino por sus merecimientos
y tiempo de servicio".
De modo que el más insigne maestro de
Colombia, puede ir a un rincón campestr€
a organizar una Pscuela activa, ejemplat· .
Así su inteligencia se desdoblará para ejercitar
sus exquisitas dotes en bien de la clase
campesina. esperanza de la patria. Nada
más propicio que el ambiente rural para
educar: la calma que allí impera, el paisaje
variado y ameno, con la fuente y los
animales amigos y servidores del hombre,
clan excelentes moti os par.a que el maes-
.. tro guie a los alumno por el send ro de
la virtud y del estudio. Esa dulzura qu
emana de los escritos de Tagore, produ t o
es de la vida, poética y fecunda ele los
campo , medio natural del hombre; la ciudad
enloquecida, obra es del lujo y doel artificio.
De ella hu yen los 'a rones de austeridad-
y de ciencia, omo los cultores de
lo bello. A esto tiende la sint1es1s del si guiente
arlículo del proyecto, que di e:
"La escuela rural se orientará hacia la
agricultura o las industrias propias de cada
región, doe modo que los campesinos sP
hagan capaces de explotar racionalmentt=>
todas las riquezas ele nuestro suelo, y conseguir
de esta manera, sin salir de los cam pos,
una posición desahogada indepoendiente".
En cada escuela rural se debería establecer
como un centro de interés, digamos,
la enseñanza d~C la higiene, p or ejempl o:
el paludismo, medios de evitarlo, de c u rarlo,
mosquito que lo inocula, etc.; después
la anern-ia tropical, etc.
El genio de Mussolini, quien en fuerza
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L.A ACCION ESCOLAR 203
de la ley de reversión moral, vuelve a la
Italia de Augusto, está cimentando su obra
de regeneración en la escuela del campo,
como centro industrial y de instrucción de
la higiene. El gran dictador, no olvida que
Roma cifró la grandeza en el trabajo de la
tierna, y que generales y magistrados alternaban
la espada y la pluma, con el manejo
del arado. Esta fue la Roma grandiosa
señora del universo; la otra, disoluta
y ociosa, fue la presa para los labios de los
enfurecidos bárbaros.
Como, según el nuevo plan, corresponde
a los departamentos y a los municipios lo
referente a la enseñanza agrícola y queda
prohibido a los últimos subvencionar establecimientos
de ensefianza secundaria, aquellas
dos entidades unidas, podrán organizar
la instrucción agr1cola práctica.
Que cada escuela posea su campo de experimentación,
en el cual los alumnos aprendan
los cultivos aprovechables en su respectivo
lugar.
Un lote de tierra, herramientas para el
trabajo y algunas semilLas, bastan para que
poco a poco se esta:blezcan granjas. En todas
las poblaciones existen agricultores
prácticos que pueden servir de consultores
de los maestros. Los inspectores provinciales
pueden nombrar juntas agrfcolas que
colaboren con maestros y discípulos.
Es laudable el interés que los concejos
demuestran en toda la República por sostener
colegios de segunda enseñanza, pero
para el país es hoy mucho más urgente fomentar
la agricultura y otras industrias
que crean riqueza. La instrucción secundaria
debe corresponder a los particulares;
los fondos de los municipios deben destinarse
al impulso de la escuela primaria,
con su ensefianza de artes y agricultura.
Es hora que nos demos cuenta de la dispersión
anticientffica y estéril de los dineros
públicos, pues al cabo de una centuria
de vida independiente, poco hemos hecho
por explotar las riquezas del suelo.
La agricultura es base de civilización estable,
y se observa que donde ella prospera,
el bienestar es permanente. Es triste,
es desolador, confesar que en Colo-mbia las
dos carreras preferidas son: la de empleado
público y la de polftico.
No fijan la atención en esto los impugnadores
d-e la actividad escolar. Muy arro-gantes
y engre1dos se preguntan qué de malo
tiene la escuela que ha educado varones
tan conspicuos como ha dado Colombia.
Es fácil responderles que esa escuela puede
producir eruditos, más no sabios genuinos
y hombres de fuerza inicial. Lo más
que se puede admitir es que por obra de
autoeducación esos personajes se alzaron
del nivel ordinario a despecho de los métodos
de pasividad que estaban en auge.
Hubieran esos pseudo-educadores encerrado
a Zea, a Caldas, a Céspedes, a Triana a
Posada Arango, a Zerda y a cuantos se distinguieron
como cultores de la ciencia, en
un salón de cuatro paredes, y habrian obtenido
en vez de hombres superiores, a Upos
impreparados, propios sólo para la vida
de oficina. Digan también los asertores
de la pedagogia de la inactividad, dónde
están las riquezas e. ·plotadas y dónde
las industrias florecientes, merced al v~r balismo
que tenemos en Colombia, y si el
naciente comunismo no se deberá a que miles
de hombres carecen de un arte para
vivir de su esfuerzo y no hallan otro medie
de conseguir fortuna que apropiándose lo
ajeno. Ni con articulos de periódico, ni con
discursos ni consejos c;e combaten las doc·
trinas del sovietismo: es con la educación
cristiana, sanamente activa y social.
La organización eficaz de la escuela rural
y de la primaria, favorece directa y principalmente
al pueblo, en cuyo fondo existe
gran capacidad virtual para ascender,
que el estado debe aprovechar.
AlU el capital humano duerme escondido
esperando una mágica voz que, como a Lázaro,
diga: "sál fuéra".
En las clases campesinas y obreras,
en las cuales la vida sencilla y casi ve·
getativa ha mantenido vigorosas las células
nerviosas de los padres, los hijos
nacen sin las deficiencias consiguientes al
gasto de energla cerebral y a los vicios de
los centros populares y agitados. No saben
los conductores de la nación cuánto vale
para el porvenir de la sociedad ese tesoro
inexplotado de la modestia y austeridad
del medio agreste y obrero, cuando el refinamiento
de las clases ricas y licenciosas
no ha llegado aún a esa porción bendecida,
donde se incuba la prosperidad futura.
Es un crimen dejar que pase ignorada
esa fuerza que podrla redimirnos. La
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
204 LA ACCION ESCOLAR
escuela democrática, cri:-;tiana y activa, es
el programa de la hora que vivimos. epan
esto los go-bernantes y legisladores, los
cuales se hallarían sorprendidos si hubiese
quién les revelase ese depósito sagrado.
No de otra manera el poseedor de haciendas
gritarla de contento el dia que un experto
le anunciara que en el fondo del bosque
se despeña susurrante una calda de
agua, se recata un rico filón de oro o se
muestra un yacimiento de petróleo.
Incumbe al educador ser el Colón que
guia las carabelas hacia ese continente que
se llama alma.
Con criterio de selección democrática, la
Junta Asesora propone lo siguiente:
"Con el fin de hacer posible el terminar
sus estudios a los alumnos de las escuelas
nacionales excepcionalmente bien dotados,
se fundará suficiente número de becas nacionales,
o sea una para cada quinientos
alumnos que terminen la escuela primaria,
las cuales se adjudicarán, previo concurso,
a los mejores alumnos de cada zona escolar.
Estas becas no tienen por objeto favarecer
a los colegios, sino a los alum.nos,
y por tanto se dejará libertad a los favorecidos
para que ingresen en el colegio
que prefieran".
No habrá en Colombia quien no acate esta
noble iniciativa. Ella es el principio de
selección que, con éxito br111ante, se :practica
en Francia .
• •
El proyecto de ley a que me refiero, dis
pene que la enseñanza complementaria sea
costeada por los departamentos.
Esta creación viene a colmar una exigencia
imperiosa en el plan educativo de
Colombia, ya que él carece de unidad cientlfica.
Es urgente organizar la escuela rural de
modo que alH se formen los hombres para
el campo, es decir, los agricultores e industriales
que sean creadores de riqueza; que
la escuela primaria sea activa para que
desenvuelva las facultades del alumno, de
manera armónica y que, al finalizar la enseñanza
elemental, a los 12 o 13 años, el
estudiante no quede abandonado por el Estado
en esa época ardua de la vida. Conviene,
por lo tanto, que haya una enseñanza
que afirme lo conocimientos pri-marios
y les dé aplicación por medio de la
práctica.
Nuestra escuela se ha preocupado por instruir
y nó por dar habilidades para la vida.
Desde Moreno y Escandón, y el Arzobispo
Virrey, viene esa amarga queja; el
patricio José Eusebio Caro habló contra el
empirismo educativo en 1840, y se preguntaba,
qué harfan con las manos esos jóvenes
tan instruidos en letras y filosoffa, pero
que carecían de medios de subsistencia
y de elementos para el trabajo. Casi, casi
se puede decir que al cabo de noventa at\os
el estado de nuestra educación es igual al
que censuraba el gran poeta. Poco se ha
hecho para llevar a la escuela el trabajo
manual, del cual se burlan los anquilosados,
los que hoy como ayer, por evitar que
la actividad despierte sus células dormidas,
se oponen a cuanto diga observación y experimentación.
No han querido comprender el hondo significado
que para los educandos y para la
patria tienen las frases del Arzobispo Virrey
cuando decla con visión que franquea
los siglos: "por que un reino lleno de producciones
qué utilizar, de montes qué allanar,
de caminos qué abrir, de pantanos y
ruinas qué desecar, ciertamente necesita
más de sujetos que sepan conocer y observar
la naturaleza y manejar el cálculo, el
compás y la regla, que de quienes entiendan
y discutan el ente de razón, la primera
materia y la forma sustancial".
Y los que se hallan muy satisfechos con
el estado actual de la educación no piensan
que Colombia vive en perpetua crisis
de producción y y que de ésta se derivan
la económica y la fiscal; que tenemos una
prosperidad de relumbrón, porque el dfa
que nos falta el dinero del extranjero caemos
en la más absoluta miseria; que ha
habido afios en que se importan víveres
por cerca de veinte millones y, sin embargo,
esos patriotas sostienen que no conviene
la agricultura en las escuelas ni tiene
razón de ser los trabajos de manipulación
cuyos fundamentos arrancan de encumbradas
leyes biológicas y psicológicas. Leáse
lo que dice el doctor Miguel Jiménez López,
hombre eminente: "Todo niño es originalmente
un obstinado trabajador manual,
un manipulador de utensilios y de objetol!5
que casi a ningún momento repo a . Esto
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LA. ACCION ESCOLAR
obedece a una necesidad innata de sus órganos
sensoriales y musculares en forma ción
y a una disposición de sus altas facultades,
que en los primeros años de la
vida trabajan solamente sobre la impresiones
sencillas y por medio de las intuí
ciones directas de la realidad ambiente".
Quien quiera informarse de lo qur? es Ja
formación complementaria y dC' lo qu sig
nifica para el educando y para la so ie
dad, lea el libro /;a Bs t ltr>la JI la r iro ' t. del
ilustre colombiano poco há citaclo, lib r o que
debieran estudiar constantem:mte cuantos
se interesan por la educación.
La enseñanza complementaria difiere de
la primaria en grado, n o en esencia. Ella
toma al niño que ha cursado los seis año. ·
primarios, lo perfecciona en Im; conocimientos
adquiridos y lo habilita para el ejercicio
de algún arte. Esta educación se da en
los Estados Unidos en los par-tirne sc1wuls;
en la Argentina en las escuelas intcrme.
días, y en Bélgica, en las famosa del 4.''
grado, creadas por Devogel ( 1), quien las
llamó hermosamente Escuelas de la Libe r tad,
para demostrar asf que, siendo, como
son, tan útiles, pues responden a una necesidad
social evidente, no es preciso de retarlas
como obligatorias. En el vroyecto
del Ministerio se proponen dichas escuelas
como libres y pueden ser nocturnas.
Con la organización que se cont mpla e n
el proyecto, tendremos: escuelas infantiles
de iniciativa privada, de los 3 o 4 años a
6; escuelas de párvulos hasta los 8; pri·
marias hasta los doce, y dos años de for ·
mación continuati a o complementaria. Asf .
a los catorce o Quince años el E s tado entrega
a la familia jó enes p r eparados para
el trabajo reproductivo. Alll termina el
deber del gobierno.
Al establecer la enseñanza de párvulo s
en el lapso de seis a ocho años se acata,
ante todo, el desarrollo fisiológico del ni ·
fío. No es cientifico ni humano recargar
demasiado la labor intelectual e n la é poca
precisa en que el organismo atiend a
su desarrollo de manera visible. El ápic
de los siete años coincide con una de 1 a.·
evoluciones más intensas del crecimiento, el
cual implica gasto de energía:; es com·e-
(1). En 'aint G-ill e& organi .z ó D<' COfJ( ' l l u
prime1'a escuela de esta clase.
niente procurar que el organismo se vigorice
para que el cerebro trabaje en buenas
condiciones.
"Tenemos, enseña la doctora Montesso1·i.
un ritmo trienal durante toda la infancia:
en el primer trienio, el crecimiento e s
máximo, los dos segundo trienios se co
rresponden perfectamente, y al último corresponde
el crecimiento menor".
En la edad vúber, el credmiento se intensifica
nuevamente . Luego tenemos que
la entrada a la escuela coincide con una
evolución de crecimiento y que la pubescencia
pasa en los jóvenes en época en que
se ocupan generalmente en estudios secundario
. ;.Será esto pedagógico y humanira·
rio?
La misma autora precitada, anota: "Con
la más cruel ceguera castigamos y desani·
mamos al niño que al llegar a la edad pú
ber no adelanta en sus estudios de la misma
manera brillante que adelantaba en el
periodo de rPposo fisiológico de su crecí
miento; y en lugar d ver en esto un ind i ce
psíquico d la gran transformación fi siológica
que deberíamos proteger, forza mós
su organismo, sin imaginar siquiera que,
según los grados de resistencia individual
de nue tro discipulo, pod mos contribuir a
provocar en él una debilitación permanente,
o contener u desarrollo, o a ocasionar·
l le una enfermedad y la muerte.
" u estra responsabilidad d ducadores
es grande porQue se nos confían los hilo!;
de la vida; el hombre s un paso c ont"
nuo a través de sucesivas forma s , y el pe·
rfodo actual prepara el siguiente".
Altas razones e .· isten qu e dis ponen qu
la enseñanza de várvulos sea suave y pro
cure completar en los niños el " des arrollo
sensorial y adelantar su desarrollo fisiccJ,
iniciándolos en la instrucción . in perjuicio
de su salud".
Todo el que haya manejadó e studiantes ,
observa cómo en ciertos periodos decae la
fuerza intelectiva y se hac m a nifiesta la
debilidad del organismo .
La ciencia manda que en tales casos la
tarea intelectual se suavice( pues es seguro
que entonces la receptividad morbosa
es mayor y puede peligrar hasta la vida
del escolar. No han faltado entre nosotros
quiénes hayan al menos columbrado esta
clase de vroblemas, pero la indiferencia
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
206 LA ACCION ESCOLAR
del medio para estos estudios, no ha permitido
que avance la pedagogía científica,
cuando no ha suoedldo que a los trabajadores
entusiastas se les diga que cuanto exponen
es copia de malos autores o malas
traducciones. Esto lo afirman los que no
han tenido una sóla iniciativa en bien de
la educación y que cuando se han visto en
puestos elevados se han distinguido por la
ineptitud má.s absoluta.
Prudente y sabio es, en consecuencia, que
la legislación escolar vele por la salud del
nifío y que en ciertos periodos el trabajo
no exceda de lo que aquél pueda resistir,
porque establecido está: " existen edades
en las cuales también los fuertes son débiles
y la debilidad es de tal naturaleza
que expone a los individuos a la muerte".
"No se domina a la naturaleza, sino obedeciéndola",
afirma un docto educador.
La organización correcta de las escuelas
de párvulos y de la enseñanza complementaria
atiende admirablemente a esta exigencia,
dando una instrucción bien dosificada
en las primeras, valiéndose del trabajo
manual en las segundas.
• • •
Si la nación tomara a su cargo la enseñanza
primaria, la dirección de las normales
y de la inspección esco.lar, los departamentos
destinarian sus fondos para la en::>
eñanza secundaria, las obras de protección
de la infancia, el servicio médico y odontológico
escolares, la fm mación de los Petrasados
morbosos y la enseñanza de agricultura
y de artes.
Un movimiento saludable de protección
a la infancia agita al mundo: la pediatría
es una de las ciencias más amadas por espiritus
elevados. "Como Pan en el centro
de un mundo de dolor y de muerte, dice
Ernesto Nelson, debe colocarse hoy dia el
legislador que desea atacar en todos suR
reductos al enemigo del párvulo y, por eso,
se han generalizado en estos últimos tiempos
los movimientos tendientes a organizar
la información y los medios de lucha
contra la mortalidad infantil". ( 1)
Esa acción previsora en bien del nifío
se extiende a la madre, al niño y va hasta
( 1) Ernesto Nelson La S1alud del niño.
Hu protección social.
la escuela y aún más allá. Con tal fin se
han creado oficinas de información mediante
las cuales "la experiencia realmente
valiosa, recogida en la obra social pudiera
ser accesíble a todos, y se instituyese, además,
un plan vasto en el campo nacional,
con la mira de efectuar una investigación
técnica que abrazase todos los aspectos de
aquella protección".
En Europa y en Norte América se ha realizado
una obra admirable de protección
a la infancia. En la América del Sur se
ha seguido tan bello ejemplo en la Argen·
tina, Uruguay, Brasil, Perú y Chile, de
manera especial.
En Montevideo funciona el Instituto Internacional
de Protección a la Infancia, debido
a los esfuerzos del sabio profesor Luis
Morquio. El Boletín de dicho instituto es,
sin duda alguna, la mejor revista que en
su género se publica en Hispano-América.
En Colombia se dan los primeros pasos
en este sentido: la Cruz Roja impulsa la
protección de la infancia, y en algunos departamentos
se está organizando, aunque
de manera muy vacilante, el servicio médi·
co escolar cuya necesidad y cuyos benéfl·
cos resultados a nadie que haya leido una
página de pedagogia moderna se escapan,
aunque no falten quienes qr" blasonando
de pedagogos o de médicos, gritien que eso
es inútil .. .
Los desayunos, las sopas y los roperos escolares,
las colonias de vacaciones y el servicio
médico, deberlan ser legalmente obligatorios,
bien fuera para la nación o para
los departamentos. Esto es obvio; es urgente,
es cristiano.
Colombia ha erutrado definitivamente en
la ~ra ae Stb desenvolvimiento; necesita
hombres para la industria, el comercio, las
artes, las letra.s y la ciencia. No poctemos
esperar Q'l.te gentes traídas del exterun·, como
la meroanda y el dinero de los empr~stitos,
vengan a rna1wjarnos. Debemos jo?·m.
hT un personal ntwstro, y es en la escuela
donde hay que explota1· la eneroro hum.la-
111(1,, qtte en ent..brión 1·e8ide en los niños.
La escuela es la base y el centro de la
defensa social. Todos saben la influencia
funesta del ambiente escolar en los nifios
débiles, anémicos, escrofulosos, etc. Méd1·
cos y pedagogos conocen los perjuicios que
acarrean las labores del aula cuando no ae
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LA ACCION ESCOLAH 207
adaptan a organismos minados por el hambre,
la pretuberculosis, la herencia luética,
alcohólica, etc. Constituye esto un capítulo
de asistencia pública, al cual dedican suma
atención las naciones donde la legislación
sobre protección social surge del estudio
con ciente de los males que azotan la comunidad
y comprometen el porvenir de los
ciudadanos. Porque si los jóvenes robusto::;
se fatigan con el trabajo intelectual, ¿qué
sucede á a los mal nutridos y a los que
vinieron a la vida con la ca1·ga de una herencia
desgraciada?
En un país cristiano, como el nuestro, son
la caridad y el trabajo los llamados a resolver
los problemas sociales. Un sistema
de educación, basado en principws científicos,
dará excelentes resultados. L;l pedagogía
fraterniza con la medicina y con las
ciencias sociales. Ellas unidas, no confundidas,
harán que el escolar sano vaya po 1·
la senda de la prosperidad y que el de ur
desenvolvimiento orgánico preca1·io mejore
o se cure.
Por las calles discurren sos pobres desgraciados
que vinieron a la vida agobiados
por la carga que sobre sus hombros pusie
ron la miseria o los vicios de los antepasa
dos: son anémicos, macilentos. Su talla y
peso son anormales, su porte angustioso, y
quien quiera que los vea, sin ser clíni o.
advierte que en no lejano dia esas victiltlas
van al asilo o al hospital, taladrados los
pulmones por la peste blanca, si es que n o
son candidato para el manicomio o 1 presidio.
Y para individuos asi constituidos tiene
aún el pais en muchos lugares, locales sin
aire, sin luz, sin campos de juego: la higiene
alli luce por su ausencia.
Y de la enseñanza ;.qué se dirá? Que es
una misma para todos, sanos y enfermos;
fuertes y débiles; inteligentes o nó. Y J>OJ
lo común los métodos que se emplean ::>Ol~
pasivos, inadecuados para desarrollar facultades.
Un paradigma bien elocuente, o mejor un
hermoso simbolo, es el duelo de que habl-t
Manouvrier. D6s individuos se baten a du3-
lo: el arma escogida es la misma pa1 a am
bos: la espada. Las condiciones de los du !listas
son distintas: el uno tiene brazos lar·
4:0s (macroscélico), el otro los tiene cortos
( braquiscélico). Seguramente el primP.-
ro posee ventajas sobre el segundo, quien
será vencido, si con otra arma o con recursos
especiales no contrarresta la superioridad
del adversario.
Para muchos será un asunto baladí el
que se traten puntos de esta clase. Y cuenta
que no lo son. El médico escolar observa
el crecimiento del niño, mide la talla,
el peso, la circunferencia toráxica, etc. Y
estas medidas dan al maestro normas precisas
para saber qué ejercicios físicos impone
al alumno.
No es pedagógico, por ejemplo, que se
ponga a niños de distintas condiciones antropólogicas
en una carrera o en un ejercicio
de resistencia.
El macrosélico, como más ágil, ganará
en el primer caso y a él se le dará el premio,
sóJo por su inferioridad fisiológica.
En el segundo, el braquiscélico, de corazón
robusto y grandes pulmones, se llevará la
palma. Y es este el criterio usual para juzg.
ar problemas de tanta trascendencia en la
vida posterior del educando.
El padagogo puede, con ligera observación,
comprobar diariamente la influencia
del ct cimiento en el clesenvolvimiento psíquico.
Errores que se cometen en estos pf!riodos
de la vida suelen ser funestos. El
médico escolar los evitaría.
(Continua rd)
ENTRE PARENTESIS
La unión del Magi t'erio s indispensabl()
para los maestros, es útil para la sociedad,
es benéfica para la niñez, es necesaria para
la Patria.
aso fuera mejor QUE' no se les diera el
dictado de 1l,aestros a quienes ese título impide
reconocer sus deficiencias y someterse
al critel"io de los que piensan mejor que
ellos.
El orgullo es el más grande e:scollo que
encuentran los hombres pa1 a cumplir sus
deberes colectivos.
En la humanidad hay dos clases de inconformes:
los orgullosos sin fundamento y
los humildes por virtud. A los primeros todo
les disgusta porque son incapaces de concebir
algo; a los segundos poco les satisface
porque casi pueden analizarlo t c du.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Nuev os Maestros de la Escuela Normal
El día 16 del pasado recibit 1'< n <'1 grado de Maestros de Escuela Superior, conferido
por la Escuela Normal entral d • Institutores, Jo. siguientes señores: De izquierda
a derecha; sentados: Didacio cgura Luis A. Barrios, Elisio Rodríguez, Oliverio
Cuéllar, Miguel Acuña; De pi, : Luis E. Leal, Otoniel Varela, :Miguel Bonay, Antonio
.Mesa.
Felicitamo a los nuevos maestros y les deseamos opimos resultados en su noble
cuanto ingrata lnbor.
Las a lumn a s del Colegio del Sagrado Corazón se educan
también físicamente.
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Colegio del Sagrado Corazón
De la señorita J.osefina Rodrhtuez , para señoritas y niñas
L~ APROBACION ECLESIASTICA DEL COLEGIO
Alumnas Mae~tras con
un grupo de ir·fantiles
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210 LA ACCION ESCOLAR
IIC111 SECCION LITERARIA ~ICJII
LEYENDO
---:o:---
El más dulce cordial del sufrimiento
es un libro dte páginas hermosas
que aprisione del alma el sentimiento,
del estudio las huellas luminosas
y los rayos del sol la Historia,
sentimos en el alma las grandezas
que con sus lauros coronó la Gloria.
La frase escrita en extt-anjeros lares
traza el perfil de nuevos horizontes,
y nos dice de témpanos volares,
de agrios abismos en oscuros montes,
y hondas tormentaR en revueltos mares .
Todo el que observa, en relatar se ufana
cuanto en el mundo el hombre ha vroducido
en la lucha sin tregua que lo afana. :
el esfuterzo del músculo fornido
y las victorias de la mente humana.
El nos dice con frase conmovida
que el cincel retemplado entre los hornos
do la llama del Arte está vrendida,
deja en el mármol nítidos contornos
donde se siente palpitar la vida.
La verdad vence al despotismo avaro
y a el alma brinda carifioso albergue
donde ayer la crueldad encontró amparo:
hoy sobre el Circo de Nerón se yergue
inmensa Cruz cual luminoso faro.
El varón fuerte nos produce asombros
al luchar del error con los vestiglos,
y cuando saca en sus potentes hombros
el monumento que durmió por siglos,
de una extinta grandeza en los escombros.
Es la lectura un astro que nos guia
del vivir escabroso en la pendiente,
y a los rayos de luz QUe no.s envfa,
se disipan las sombras de la mente
y entra en el alma el resplandor del dla.
Guarda el libro la sangr del atleta
cuyo fértil pensar no halló reposo,
del sentimiento la expresión concreta,
y un laurel en el canto sonoroso
de la vibrante lira del poeta.
Ya en oscura tormenta o dulce calma,
un libro sabio es verdadero norte,
en el mar, brisa; en el desierto, palma;
fuerza que impulsa, elástico resorte,
avia que nutre el corazón y el .al ma.
Por eso el hombrte cuando estudia y piensa,
de lo supremo el ideal realiza,
y tiene por gloriosa recompensa
el triunfo que engrandece y electJ-i za,
y que deslumbra con su luz intensa.
El Genio guarda la inmot·tal vislumbre
que recibió de inaccesible arcano,
y al envolverse con su provia lumbre,
se transfigura en el cerebro humano
cual de un Tabor en la fulgente cumbre.
Jo.AQ MALDO. ADO PLATA.
ELOGIO DE LA ENVIDIA
1- <> -1
Sefiora de los viles que marchas por el
mundo adornando las sienes de todos los
protervos, permiteme que llegue a tn mal"
sión de infamia y, con mi voz qne nunca
supo de tus bajezas, cante de tu reinado
las enormes hazañas.
Tú pones en los ojos del inocente nifío
reflejos donde tiembla !a lumbre mortecina
que se entra por las grietas de los sepulcros
fétidos .....
En la boca rosada de la pura doncella,
hecha para el arpegio de las palabras dulces,
tú pones del gusano el mordisco implacable
Que con fruición extrafia se saeta
en los cadáveres ..... !
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
U ACCION ESCOLAR 211
Y el anciano que triste, sólo espera la
muerte,-negra niveladora que de todo re·
niega,-siente, a tu fiero impulso, que en
su pecho renacen anhelos de reptiles nostálgicos
de cieno!
Tu imperio enorme y trágico tiene bases
muy sólidas: son cimientos muy hondos
que no saben de altura, ni del azul del cielo,
ni del brillo que irradia por el espacio
eterno donde la luz domina, pues sólo
entre las charcas más infectas has sido
dueña de las tinieblas y reina de las sombras.
Tú pones en los rostros un gualda envilecido
que renace en el linde de emulación
salvaje, y en los ojos irradias con luz donde
un ocaso triunfa con negros tintes que
de auroras no saben ..... .
La Venganza y el Odio-tus absurdos engendros-
aprestigian tu estirpe, cuyas oseas
legiones salieron vencedoras siempre en
todas las gestas que emprendió Ja ruindad
por sus sendas oscuras.
Tú no sabes de lágrimas ni de tristezas
suaves, ni has gustado las mieles del dolor
redentoras, que si el llanto a tus ojos alguna
vez asoma, es para convertirse en ácido
infecundo que las mentes corroe y en-venena
las almas ..... .
Tu risa no es la ris.a. del inocente niñocanto
suave y eterno que fluye blandamente
de una flauta sonora de cristales for
mada-ni es tampoco la franca y agradable
que emerge del pecho donde tiene el
Deber su morada. . . . Que entre tu boca
donde instilan baba infecta los hispidos rep-
, tiles que entre tu entraña engendras, la
negra y espantosa y brutal carcajada, el
cubil de la hiena y del chacal anuncia ....
Señora de los viles, mentora de canallas!
goza de tus conquistas eternamente bajas;
reina sobre las charcas de negros corazones
donde el Vicio atesora su caudal de tris-tezas
...... !
Pero oye, reina infame, yo que nunca
he querido sentirme de tus triunfos émulo
afortunado; por tu bien te suplico que
no intentes tu baba echar sobre nosotros
los artistas que en cumbres altísimas clavamos,
hace ya mucho tiempo, nuestras nobles
banderas, porque una gran vergüenza
habrá de cobijarte,-una rara vergüenza
de colores extraños, un pudor que en tu
rostro ascua quemante sea-cuando veas
Dr. LUJ, AVOU TO CUERVO, precursor
de ~nludrtblPS n fonnw; (}/Ir' r·omienz.an u
inir·iar.\·t• rn lo .r lriministm<·ión Púl>li('(t . .11
qu<> los nl.(tf'stros hrmos espenl(lo anhelantea
t•ambién en nur'stro Ramo. En su periuao
presidf'nCir(il de lo Ar'adcrnia resp '<: tira.
se lle-vó a efecto n11Pst ro primer Congreso
de Historia. Actzwlnu nte r>s director de la
BIBLIOTECA XACIO.J. ~AL, por recientr Decreto
dPl .il-Iinisterio de Educación.
11111• "11 :11 !1 11118 ;11 11. :11!1 . 11111. 1llllg llll • . llll . :llll. llll • .lill :lli • illl
que sale de entre el limo asfixiante donde
vives muriendo, nuestra estirpe gloriosa
con las alas más blancas, y la frente más
pura, con el triunfo en los labios y en la
sien, mil coronas ..... !
C!llióN DiAz QuEVEDO.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
212 LA ACCION ESCOLAR
EL CUENTO MENSUAL
~lmu~rzo5 lit~rarios
- x-X-x-
Llego un poco tarde al hotel. El comedor
reboza de comensales; van en los postres;
principian a encenderse cigarrillos.
Los personajes son interesantes: uno tie ne
varias docenas de dientes de oro; tal es
el fulgor de su boca .. e ga s ta una sonrisa
como la de Barba Azul cuando estaba de
buen humor, lo que le acontecía cada vez
que moría, de m ue rt r l/Ofll Jl(l,f. alguna de
s us mujeres.
Otro semi-manteen, pero bastant in ·trufdo.
¡Oh eterna bohemia, bendita seas!
Otro de pantalón de fantasía, en el dedo
anillo de brillante, ademanes magistrales,
voz vrosopopéyica, como complemento de
tan bello conjunto, una panza heroica y bolchevique.
¿Representante, Ministro, Senador?
No lo sé. Por lo pronto sé que es alm
orzarior, y que, como tal, no merece tacha.
Yo, incógnito, avergonzado de mi exigüidad,
mascullo un saludo: ¡señores!, y
"acto seguido", como dicen las actas ramplonas,
me engolfo en mi vlato . de sopa.
Pero oigo, tengo que oir, porque no soy
so1·do. El tema es interesante, y los versonajes
taro bién .
Se habla de los origenes de los ameri<'anos.
Bonito asunto. ¡Qui n pudiera tomar
parte en "l! Pero tengo que contentarme
con pasar saliva y. . . . com r pan, porque
no tengo anillo con brillante ni pantalones
de fantasía.
Habla el semi-bohemio: xpone teol'fa ,
eita autores, a\· entura ~uposiciones, describe
vaíses. \Vashigton Irwing, Juan Valera,
'rardieu, García Cal el rón; los mayas, los
iroque es y hu1·ones , la raza malaya, la nunismática,
Ja arqueología. pasan por mis
oídos omo sonidos múltiples y agradables
de una gran caja de mú ica. Termina un
pánafo con estas palabras: "Es probabl
que el rchipi "lago de las rleutianas hacia
en un tiempo parte de la tierra firme,
y por alli o por lo que hoy es Estrecho de
Béring, debió p.asar una parte de los prime
ros habitantes de la América".
El ambiente está saturado de humo . La
temperatura es agradable. Yo estoy dándo-le
mate a los p rinci pios .....
El señor ventrudo y majestuoso está de
pie . Fuma un exquisito habano. Su actitud
es digna y triunfal. Me imagino a un
Miguel Antonio Caro, n su Cátedra de Derecho
Internacional, o al eminente Ramón
Y Cajal, cuando espetaba a sus discípulos
la sarta interminable de etcéteras.
-Putes, sí, dice: o tal vez los aborígenel:i
.I>asarían a la América por ' ' 1 Cnnal rif'
,.~uez ..... !
Una sonrisa canina c1·uza por el rostro
del bohemio, y se d ja sentir nn silE>ncio
angustioso.
Yo no sonrío.
-'.rraiga café tinto, le ordeno imperiosamente
a la maritornes, mientras arrugo
el ceño terrible, antropófagamente, omo
queriendo tragarme con mi enojo a aquel
retabizca espantoso, de gran .anillo en el
dedo, de ademanes heroicos y pantalón de
!antasia!
Y ¿en qué paró el asunto? vreguntarán
varios que no distinguen el Canal de uez
de la alberca donde lava sus ro.I>as mi &ia
Casimira ....... !
C!!:~ ó Di z QUl~ !!:DO.
ECOS DE LA PRENSA
DE "El · urvo Tiempo" del 17 df' los coJTicnt
s reproducimos el siguiente discurso
cuyo autor. act IWl R ~presentant del Honora7>
lc Oonyrcsu Nacional, vi ne en apoyo
d ' 11Hll'1W8 r/(' las ObSP/'1'0Cicmes Qllf' Vr?Limos
hucienrio rn zas col'ltmnas ae nuestro
Orgcrno.
Ilustrfsimo señor Arzobispo Primado, señor
Secretario del mini~terio de educación
nacional, señores:
Nada tan grato pa1·a mts sentimientos
como el apar cer hoy en este lugar y en
estas ircunstancias. porquE> todo esto me
recuerda los días lleno~ de \" ntura corridos
aqui, bajo el abrigo d e estos viejos muros,
bajo la dirección de sabios y eficaces
educadores, con el corazón henchido de en·
tusiasmo y con el alma tocada del e nsu...eño
de ver un dia transformada mi patria .I>Or
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LA. ACCION ESCOLAR 21~
la influencia del educador es una hornaza
maravillosa en donde se fundieran los caracteres,
se templaran las voluntades y se
acrisolaran las mentes de las generaciones
colombianas. Este anhelo que entonces como
hoy prende en mi ánimo, no es sino un
sentimiento natural en todo colombiano que
ponga sus ojos en el futuro patrio y en manera
alguna es patrimonio de un hombre
ni de una agrupación. Pero como acontece
que en esta época está de moda el tornarse,
sin ejecutorias ni estudio, en reformador
de la instrucción pública, en alzar la
pica destructora para tratar de hacernos
aparecer como el pueblo más ignorante, retrasado
y rutinario, es preciso y hasta oportuno
que hablemos de nuestro analfabetismo,
que traigamos al análisis la escuela,
colombiana, que dlgamos una palabra de
nuestro magisterio para que asi notemo
si nuestra instrucción primaria se halla
tan postrada que se pueda decir con verdad
que en esta materia todo está por hacer.
Ciertamente que el analfabetismo es un
mal social que es preciso eliminar, porque
todos nuestros conciudadanos deben capacitarse
para gozar de los beneficios de la
civilización, aunque es muy cierto qu€' vale
más para la sociedad y para la patl'ia
un obrero analfabeto y fiel obser ante d
la ley divina que uno instruido pero a
quien se ha envenenado la inteligencia y
corrompido el corazón. Contra el analfabetismo
luchan hoy todos los pueblos fundando
instituciones, acudiendo a la iniciatiya
privada, destinando en lo presupuestos ingentes
sumas para su extinción.
En Colombia, señores, también se ha luchado
contra el analfabetismo n forma satisfactoria
y ha sido parte importantísima
en esa obra el interés de nuestro abnegado
clero que desde la época de la conquista saca
de las tinieblas de la ignorancia y de la
barbarie a nuestros indígenas; que en el
curso de la colonia extiende su celo paternal
hasta los más apartados confines del terri torio,
en forma que hace exclamar a don
José J oaquln Ortiz: "¿Dónde está la plaza
y,a desierta, dónde la serrania áspera, dónde
la inculta sabana que no guarde, o las
huellas del viejero de Cristo o la sepultura
de un mártir?"
Este mismo celo de nuestro clero se con
tinúa en la guerra de la independencia en
la que los párrocos alternan los oficios de
su ministerio con las preocupaciones y
aprestos de la revolución y con la instrucción
de sus feligreses; se acrecienta en la
repúblca y se afirma en nuestros dias, hasta
el punto que ha merecido una palabra
de justa y franca felicitación del excelentísimo
señor doctor Olaya Herrera.
El Estado colombiano no ha quedado indiferente
ante el problema, ·Sino que siempre
le ha merecido su atención y sus desvelos,
naturalmente que en una forma proporcionada
a sus capacidades fiscales y económicas.
El porcientaje de nuestro analfabetismo
alcanza hoy a un 48 vor ciento
aproximadamente, cifra alta sin duda pero
que, comparándola con la de otros paises
como Italia, que tiene un 37 por ciento;
España con 45.8 por ciento; hile con un
49.7 por ciento; Méjico con un 62 por cien·
to y Portugal con un 68.8 por ciento, no
tiene p or qué sonrojanws porque algunol"
de esos :paises tienen una existencia secular,
su territorio tiene alguna mayor d nsidad
de población y viven una holgada vida fis
cal y económica.
En el Uruguay .según 1 informe de 1918
del presidente del cons jo nacional de nseñanza,
el 61.6 por ciento de los nifios com:
prendidos ntre 6 y J 4 años son analfab -
tos.
Pero no hay por qué admirarnos ante
nuestro analfabetismo si re ordamos 1 he
cho alarmante que se comprouó n los Es
tactos Unidos en 1917, cuando e realizó In
conscripción militar, pues se llegó a la conclusión
de que 700.000 soldados no sabían
leer ni escribir.
En 1914 el profesot· yanqui Le' í eely,
citado por el Hermano (.:r astón Maria en su
luminoso estudio sobr le e cuela norteamericana,
publicó su "History of Educa
tion", en la cual afirma que el 28,46 po1·
ciento de los niños no e~t án inscritos en los
registros escolares y que de los inscritos l
31 por ciento no concurren. egún estos
datos, tendrlamos que las dos terceras partes
de los niños yanquis no recibil'ian ninguna
instrucción
El número de escuelas en nuestro país
se ha ido aumentando progresiYament . en
la medida de las posibilidad s del fü;co.
Permitidme, señores, qu al tocar esta ma-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
214 LA .A.CCION ESCOLAR.
teria acuda a la estadística, ciencia de la
que no debemos prescindir si no queremos
que nwestros razonamientos queden sin basamentos,
como que ella es la expresión de
los hechos sociales poj· medio de números.
En el año 1882 llahía en la República,
según el informe del secretario de Instrucción
Pública, 1.262 escuelas, a las que asis·
tian 71.000 niños, es decir, casf los mismos
que hoy asisten en Cundinamarca.
En 1891 había 1.843 escuelas que albergaban
115.300 alumnos. En la memoria df'
Instrucción Pública, publicada en 1904, se
afirma que en 1903 fnncionaban 1.554 escuelas,
con 91.022 alumnos número inferior
al de 1891, sin duda por ¡·azón de la guf'·
na que acababa de asolat· a la República.
En 1920 el número de escuel:l~ subía a
la cifr.a de 5.607, es d~ir, caRi se cuadrnplicaba
con ralación a 1891 . La población
escolar se eleYaba entonoes a 301.165 asis'tentes.
6.í30 escuelas y 386.238 ac:;istentes son las
cifras que no::; suministran las estadísticas
del año de 1928. ~n E>ste mismo año los
gastos en la edncación pública ascendieron
a $ 15.170.376,88, los que se d istribnyeron
asi:
Gastos nacional s .
Departameütales .
Municipales .
$ í.-144.906,20
$ 5.221.407,56
$ 2.504.063,12
No puedo ¡·esistir a la tentación de ha·
cer un cálculo de los gastos que seria n~
esario sufragar en cnso de que SP rlrcretara
la obligación para los analf,abetos de
1·ecibi r instrucción. JHl es sería
abrir 8.681 escuelas si calculamo
necesario
en un 4~
por· ciento el porcientaje d<' nue~tro analfabetismo,
y si dcc1·etamos que a cada escuela
concurran 50 Alumnos, número demasiado
erecido pam log1 ar la individualización
de la enseñanza, sobre todo si se tie
nen en cuenta los consf'jos del Dr. Decroly,
quien quiere que este número no suba
de 20 a 25 alumnos.
Los gastos serían poco más o menos los
siguientes:
$ 17.362.000 para edificios escolares, a
$ 2.000 cada uno.
$ 4.340.500 para mobiliario y material esC'olar,
a $ 500 por escuela.
$ 6.390:310 anuales para sueldos de maestros,
a $ 60,00, sueldo muy reducido en ver
dad. lo qu€ da un total de ~ 28.092.810,
que sumados a los quince millones que hoy
se gastan, daría una suma de cuarenta y
tres millones aproximadamente, es dec~r.
una suma casi igual a la que invertir~ la
nación en la próxima vigencia.
De suerte, pues, señores, que al tratarse
de analfabetismo, no hay que hacer a un
lado la cuestión fiscal, así como tampoco
puede achacarse la responsabilidad de este.
hecho social a un gobierno, o a una co·
lectividad, porque se ocurre en notoria in
justicia. Hay que apelar, para remediar es
ta dolencia, al patriotismo de todos los colombianos;
hay que organizar una verdadera
cruzada en la que tendrán la dirección
el maestr·o y el sacerdote.
Pero aquí llegamos a otro asunto que debemos
tratar, porque se afirma en todos los
tonos que no hay maestros, que el magisterio
colombiano es una vergüenza, que
su impreparación es una de l.as causas de
nuestro atraso.
Cierto es que la mayoría d nuestro~
maestros no tienen titulo; en Santander solamente
el 17 por ciento son graduados; en
Antioquia, un 20 por ciento; en Cundinamarca
un 25 por ciento.
Pero esto no tiene por qué causarnos sorpresa,
porque hay pueblos más civilizados
que a pesar de sus esfuerzos no han podi
do resolver el problema.
El ya (litado Levi Seely, estimaba que el
número de maestros y maestras de la
Unión ascendía a 540.000, de los cuales só·
lo un diez por ciento babia recibido formación
profesional. Cada año buen número
de maestros abandonan las escuelas y
hay que reempLazarlos por otros, pero es
el caso que las normales y las universict.ades
no alcanzan a graduar los necesarios,
por lo cual, concluia, que el ochenta por
ciento dé los maestros noveles eran improvisados.
Ultimamente las estadísticas calculan
que hay 700.000 maestros y maestras
en la Unión, de los cuales 300.000 son totalmente
impreparados; 200.000 no terminaron
estudios secundarios, 30.000 recibieron
grado inferior y solamente 170.000 han recibido
su grado superior.
Si pues la mayor parte de nuestros maestros
no son graduados, también lo es que
éstos han progresado en punto a métodos
y procedimientos, a pesar de la carencia de
elementos necesarios, en forma que puede
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LA ACCION ESCOLAR 215
afirmarse que la mayorta de nuestros maes·
tros no graduados, no se ha quedado retrasada
en el movimiento educativo moderno.
Basta, para comprobar este aserto, el visitar
una de nuestras escuelas urbanas pa·
ra convencernos de que en la escuela colombiana
están completamente proscritos procedimientos
que enantes se usaban y que
eran la encarnación de la rutina; en nues·
tra escuela ya no entra la letra con san·
gre, sino que se procura hacer de ella un
lugar de alegria y de regocijo, una conti·
ción del hogar en donde si el niño encuentra
la mano que lo corrige y lo conduce,
también halla la voz cariñosa que lo alienta
y lo sostiene en la dificil obra de la educación.
El memorismo, tan ruda y justa·
mente combatido por quines de estos acha·
ques entienden, es procedimiento que se ha
desechado desde hace tiempos de nuestras
aulas para ser reempLazado por una ensefi.
anza activa, basada en la objetividad y
en la intuición, que tántos t·ecursos suministtan
a un hábil educador .
La individualización de la enseñanza no
es una novedad para nuestros educadores,
sino que antes por el contrario, es una de
las preocupaciones que vivifican y hacen
fecunda su obra patriótica de la duca.ción
del pueblo; para ellos es el niño un verdadero
microcosmos, en d0nde todas las ma·
ravillas de la naturaleza tienen s u asiento
y a donde e s preciso penetrar con la plan
ta descalza y la reverencia en la frente , como
lo hiciera Moisés al acercarse a la zarza
ardiente del Horeb .
Encuentran ellos que lo principal para
realizar la obra educativa es el conocimiento
de la personalidad del niño, antaño tan
desconocida, hoy tan investigada ; de la que
se prescindía ayer por completo, y que en
el presente forma la base de la educación,
como que se sigue el aforismo de que el
nifio lleva la escueLa dentro de sí mismo.
No son extrañas a nuestros educadores
las teorías de los modernos pedagogos, si
biten ellas tienen su critica al ser aplicadas
en nuestras escuelas, y con muy buen
acuerd9, señores, porque yo también pienso
con el gran educador, lumbrera de la
España contemporánea, Virgilio Hueso, que
no basta decir pomposa mente escuelas nue·
vas; es necesario hacl3r un esfuerzo de reflexión
y de critica ante~ de aceptar o re-chazar
las cosas de Chaperéde, Ferriére,
Decroly, la Montessori o Kerschenstiener.
Las teorías pedagógicas d~eben revaluarse
antes de llevarlas al terreno de la práctica
y deben adaptarse con inteligencia a nuestro
medio, so pena de c~.minar hacia el fracaso.
Hay que tener en cuenta que se es educador
de un pueblo esencialmente católico;
de un pueblo cuya principal industria
es el cultivo de la tierra. Y si por ahora earecemos
del material pedagógico necesario
para aplicar sistemas que serían aconsejables,
no hay que perder de vista que son
filones de los cuales podemos explotar lo
que tienen de metal precioso .
Esa · corriente que ha tomado cuerpo entre
los educadores colombianos de ensefíar
al niño la agricultura. de hacerle amar el
surco que él mismo trabaja con sus manos
débiles todav ía, y al cual dedica los má
sabrosos ratos escolares, y en el que también
siembra infantiles esperanzas, merece
el aplauso de todo el que rinda culto al
patriotismo.
Ved, pues, señores, cómo la instrucción
pública avanza con la misma rapidez o lentitud
con que oo mueve nuestra economía
nacional; allí se alza el suntuoso edificio
que indica que se vive una etapa de progreso,
y a su lado t ambi én s e leYanta la
escuela llena de luz y de aire, imagen deJ
saber y la alegria que fluye de sus aulas;
por nuestras montañas y valles se tienden
paralelas de acero qu~ van a sacar regiones
enteras rte su sueño milenario y también
se trazan paralelas de luz en los cerebros
infantiles; se reunen, ávidos de lu cro
los consocios mercantiles, para t ratar
de multiplicar sus capitales, y los educadores
colombianos también se congregan en
asambleas pedagógicas para ver de conser·
var y acrecentar el capital humano que la
patria en buena hora les confió a su saber,
a sus cuidados; el puente de acero junta
en un abrazo de progreso regiones separadas
antes por el rio del aislamiento, y
nuestros maestros s asocian, y los alum·
nos de nuestras escuelas toman el bastón
de excursionista y van a conocer ciudades
y comarcas en donde viven niños que con
ellos sienten, piensan y anhelan; escúchase
este ajetreo de la vida moderna, llena
de zozobras, de movilidad y de inquietud,
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216 LA ACCION ESCOLAR
y la actividad penetra en la escuela; es
oel mismo niño quien nutre su inteligencia
con su esfuerzo y el veloz impulso de su
curiosidad y de su propia investigación; es
el mismo niño quien, acudiendo a su reflexión
sobre sus actos y a la comparación
de su conducta con el Supremo Ideal d
Belleza, echa los cimientos de su personalidad
moral y su conciencia; es el mismo
niño quien reclama la necesida~ de su educación
física, necesidad que ha penetrado
ya por todos los rincones del territorio
patrio.
Notad, ¡ntPS. cóm-o la instrucción ¡niblica
no se enc1tentra P-n r>l cstado de postración
en q1te nos la mur>stran quienes no
esgrirnen ot1·a arma qur> ln del 'l.:c rl)'([lismo.
ni otra razón q 'u la m¡al tNulucid
enc11Pnt1~an en extrai1os mdo1·es sin que se
hayan tonwdo el trabajo de visii'ar 'ltna es·
cuela colo?nbiana.
Ved, finalmente, señores, cómo surge la
11c>crsidad ([ que> r> l 11/ •agi ·trrio colo m biano
se o1·ga.nice con la 1nente puesta en ,aztos
pens.antirntos de cult'nro para formar
la armada del progreso, ávida de luces, pletórica
de abnegación y sacrificio, pero también
presta a defender sus fueros y derechos,
su reputación y buen nombre, que na
conquistado, no con vana palabrería, sino
consumiendo sus mejores años en aulas escolares-
nueva hostia inmolada en el altar
del patriotismo,-y esparciendo la simiente
del bien, a imitación del Divino Sembrador,
de que nos habla la parábola incomparable
de la Escritura.
DE NUESTRA CORRESPONDENCIA
Fresno, octubre 30 de 1930.
Señor Presidente de la "Asociación de Maestros
y Profesores de Colombia" .-Bogotá.
Estimadísimo colega y amigo·
Intencianalment demoJ'é la r Rpuesta de
su amable epístola de fecha 15 del pasad
agosto, porque me hice el cargo de que
no debía hacerlo sin r mesar alguna suma
a esa Entidad, ya que si no se pagan la.
cuotas reglamenarias no es posible gozar d
los beneficios ele la A~ociación. Hubiera
qu l'ido darme el placer de enYiar una cuota
considerable, apenas se me hizo el honor
de contárseme como miembro del Sindicato
que preside usted con lujo d'3 acierto;
pero ¡cuán difícil es para un educador
cumplir sus mejores deseos! Usted que es
Maestro, plPde imaginarse las angustias
que estaremos pasando sus colegas de esta
sección del país, si le cuento que desde el
principio del año se vienen pagando los
sueldos con un retardo desconcertante, no
obstante q.ue la Asamblea los rebajó para
normalizar los pagos. Mientras esto no suceda,
seremos víctimas de agiotistas desalmados,
quienes además de descontar el 10
por ciento del valor de la nómina, sólo la
cubren por pequeños contados. Ahora sí
que podemos parangonar nuestro haber con
el de los abnegados hijos del Serafín de
Asis.
Cada dia veo más de bulto el beneficio
que esa Entidad hace a los maestros, as!
como la necesidad que éstos tienen de ingresar
a ella a la mayor brevedad. Yo siempre
he creido que mientras los maestros
no busquen una cohesión firme y estable,
no lograrán hacerse sentir a!lte la incomprensión
del medio y menos aún hacer primar
en las esferas gubernamentales la
fu rza del derecho sobre el derecho de la
fuerza. Cuán insensatos, para decir lo me·
nos, son aquellos colegas que miran con
malos ojos la feliz iniciativa del insigne
Profesor Lleras!
Temiendo hacerme difuso ante usted,
quiero llamar su atención acerca de la manera
como el Tolima recompensa a los
que gastan sus energías fisicas y morales
en "la dulce ingratitud de enseñar": Para
que un maestro pueda gozar de su pensión
vitalicia de medio sueldo, necesita haber
servido lo menos veinte años en el Departamento
y tener la kilométrica edad de 55
abriles largos de talle! yo que he servido
ya 14 años, y tengo 36 de edad, me desconsuelo
cuando pienso en una jubilación tan
remota. Ofrecerle a un educador una pequeña
recompensa en una edad en que ya
han muerto todas las ilusiones, es un sar-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LA ACCION .ESCOLAR 217
casmo que equiYale a prometer una limosna
para la hora de la muerte. ¿Qué opina
usted de esa manera ele c>stimular a
quien tanto se le e"·ig<:>''
Para confirmar mi aserto antel'ior, le remito
el decreto que reglamenta la última
Ordenanza sobre jubilación, ot·denatua con
que quisieron mostrarse muy largos con
los maestros, los hono1:ables diputados de
la Asamblea qu clausm·ó en el año que
corre.
Huelga significarle que estoy altamente
agradecido a la Asociación por el honor
que me ha concedido contándPme •.:mtre sus
miembros, y a usted pnr los conceptos encomiásticos
con que me abruma en la co
municación que ha daclo piP a las presentes
líneas.
Mientras tengo el gm~lo d ''er nuevamente
letra suya, reciba la e.·prcsión de mis
mejores deseos pot su cumplido bienestar,
Bcrnunl() .l,Tíni<'uas.
t llll, .llll 11111.1111, lllll.lll.'.lllli.lllll.lllll.lllll.lllll.lllí:.lllll.lllll.llllll
A NUESTRO COLEGA
Señor Virgilio Ospina R. .. ltuclrid .-Con
placer le manirestamos que ya :u nombre
aprestigia nuestra Asociación. Su disertación
histórica la publicamos en nuestra pasada
edición.
.'cliora foJster ". rlt• .llelo.
Hemos inscrito ~u nombr nlre los de
nuestros socios. R cibimos el dinero mwiado,
y se le euviat·á la R .vi:ta.
Sr. B. A .-Fresno .-Nuevamente agra·
clecemos a usted su gran interés por nuestra
obra patriótica.
eñora A . B. de J.- 'áchica. -Recibi·
mos su amable carta. Enterados de sus
buenos deseos, cumplirémoslos con gusto.
El 1nae.tro 1 e: ·upla qnP clP. pnrs el
haber ·e pue. 'to en <:ontaeto ('011 la: cla:
e. n1ás baja. de la sociedad, y dP habel
· tenido la oportunidad le .'Ondear
el tenebro:o abisnw ellón
Nacional.
A poca distancia de la población de Sáchica,
punto de partida, se hallan las haciendas
del ··olivar" y "Sopotá", cubiertas
de frondosos e imponentes olivares que
traen el recuerdo de aquel hue1·to sagrado ,
donde el Divino Maestro hizo su árande
y dolorosa oración.
A las 10 pasa!llos por las ruinas del templo
de "Monquira". donde fue bautizado el
General Juan José Neira, (cuya partida de
bautismo se encuentra n los libros panoquiales
del municipio de Gachantivá). En
todo ese lugar que en época · remotas era
una población, hoy ·on pesar se contemplan
escombros que tal Yez ocultan en su
fondo las riquezas que los indios enterraban
y que muchas \'ece. éstos se sepultaban
con ellas; algunas han sido descubiertas.
Un poco al oriente, al otro lado del rio,
encuentran los escombros de pilares que
la tradición indígena asegura fueron los
fundam ntos de un templo qu los antigu s
aborigenes levantaron a sn~> dioses. Una hora
después alcanzamos a divisar una vetusta
casa y acercándonos a ella hallamos a
una anciana que al interrogarla nos dijo
que cerca a esa casa-decian- hubo un
oratorio y que todo ese lugar lo llama·
ban "Ricaurte"; apenas del oratorio quedan
pedazos de paredes.
Un poco más adelante pasamos por la casa
donde nació el General Juan José Nei·
ra; alli hay una placa de mármol commemo
rativa, que la municipalidad de Leiva colo·
có solemnemente en el centenario de la
muerte de Nariño. Después de haber caminado
un buen trayecto, comenzamos a atravesar
un sendero pedregoso, estrecho, donde
no se contempla más que cimientos de
piedras, cubiertas de espinas, chamizos, llenos
de barbas grises, y grandes pencales.
¡Oh, qué aspecto tan triste y lóbrego! Por
ese camino llegamos al Valle, que viéndolo
de cerca, no es más sino un valle de
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
• 1
218 LA ACCION ESCOLAR
piedras, piedras estas majestuosas que ostentan
su musgo gris, verdes y pintorescos
helechos que en partes semejan copos (le
grisosas nubes. Al rededor de estas piedras
está el colonial convento de Santo Ecce Horno,
encerrado por grandes murallas, que
por su aspecto, son las de otro Jerusalén.
Al llegar aqui, tanto el P. Guillermo Pineda,
como el P. Cayetano Rojas, nos prodigaron
múlteples atenciones y nos alhergaron
en la casa de hospedería que fundaron
en 1924. Sea esta la ocasión de presentar
a los mencionados PP. nuestro profundo
agradecimiento por sus generosida·
des.
Después de almorzar, los PP. nos pasearon
por el templo y el convento. La fa chada
del templo es muy particular pOI'
sus grabados. Entramos y fuimos agradablemente
sorprendidos por un Sagrario Expositor
hermosísimo que está en el altar
mayor; tanto éste como la cruz que adorna
la cúpula del púlpito, son de riquísimo
valor por su antigüedad y el brillo de sn
dorado. Adornan los muros cuadros del siglo
XVI y XVII; tres nos llamaron eRpecialmente
la atención: uno de Santo Domingo
de Guzmán, y dos que representan
los misterios de la Flagelación y Coronación,
por la naturaleza y vivacidad de !?\lfl
colores. En el coro, admiramos un bello
crucifijo del siglo XVI; un breviario del
año 1754; en él rezan algunos padres, los
Oficios divinos, en memoria de sus antiguos
hermanos. En una tabla de madera coral
del siglo XVI, hay la Riguiente inscripción :
HIC EST CHORUS.
Entramos en seguida al convento. En la
porteria hay esta inscripción en una placa
de piedra: Funct.aron este convento los PP.
Dominironos, a 13 de mm·zo de 1620, en estancia
cedida al objeto por Juan D. Ma1¡0r·
{ICL, enconmende1·o de Sorcotá y M oniqui1·á.
Fundó este convento el Padre Fr. Francisco
de León, español; uno de los primeros
superiores que hubo fue el P. Fr. Francisco
de Garfias, también español. A este
convento se le puede dar el verdadero nombre
de CLAUSTRO, porque reune todas las
condiciones que el P. Lacordaire definia
asi: "Un claustro es un patio rodeado de
un pórtico; en el centro del patio debe haber,
(según las antiguas tradiciones), un
pozo de agua, simbolo de aquella otra agua
manantial que vuelve a brotar en la vida
eterna". Las arquerías están basadas en
famosos monolitos; la dura mano del tiempo,
que todo lo arruiJ!.a y deteriora, derribó
una pa1te de esa bella arquería; los PP.
consen-an la esperanza de que en no lejano
día haya una mano bienhechora que la
levante, como hicieron tan generosamente
el distinguido caballero señor Teodolindo
Rodríguez y su virtuosa hermana la seño·
rita Luisa, con otra parte de arquería que
se habia caido. Las celdas que habitaron
los PP. que ya d~saparecieron, están en
completa ruina. En el mismo convento, en
un salón entablado amplio y bien decorado,
funciona una escuela con 25 niños, que el
P. Pineda ha fundado cumpliendo asi con
la bella obra de misericordia: "Enseñar al
que no sabe"; con la sublime --misión del
magisterio que allí se ha impuesto, se proporciona
una distracción en aquellos parajes
solitarios.
Después entramos al huerto; tiene una
inmensa alameda en forma d cruz, en la
que se encuentra variedad de árboles silvestres,
frutales, e infinidad de mata::; dP
rosa muy finas y delicadas. Nos llamó la
atención un frondoso guamo que hay en
uno de los brazos de la cruz, que tiene la
forma de un paraguas ; su sombra ha ser·
vido como lugar de oración a muchos Padres
que llegan allí en busca de descanso
para sus cerebros. Este pintoresco huerto
encierra el mérito de haber sido plantado
por el P. Cayetano Rojas, honra y gloria
de la comunidad dominicana, que síempr0
se ha mostrado solicito por la reforma y
conservación del convento. El interés de
este santo religioso, es la columna de sostf'nimiento
que ha impedido la destrucción
total de esta preciosa reliquia histórico-colonial.
En este convento, nos dijeron, existió
un noviciado en tiempo de Mosquera;
boy, al hacerle algunas reparaciones al ed i·
!icio como lo desean los PP. Pineda y
Rojas. bien podria funcionar ahí el noviciado,
ya que el lugar por su tranquilidad,
su soledad, su silencio, convida al estudio
y a la contemplación de lo divino. Este
claustro sirvió de preparación, en épocas
lejanas, a los misioneros, donde hacian rigurosa
penitencia y disciplina. También
era el lugar santo de los padres ancianos
que encanecidos por los años, venian alll
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LA ACCION ESCOLAR 219
a preparar tranquilamente sus almas para
luego buscar el reposo que sólo en la tumba
lo hallaron. Se pu ede decir que estos
ve nerables ancianos pasaron de una tum ba
a otra tumba. En el Camposanto, situa do
en el mismo convento, se guardan sus
restos mortales, que lejos de tener flores
que los perfumen, tienen tostada y triste
hierba.
Salimos de ese santuario de recuerdos,
que siempre ha sido propiedad de los dominicano
, y nos dirigimos a una gran piedra
que hay cerca, desde donde se divisa
Leiva y esta población de Sáchica; la vista
que presenta es muy e. tensa.
Ana 13. ele Júnénez -JI arco .rt . J,
los pobr~s pequeñuelos des, mparados, quie·
nes reciben gratuitament . pan, techo, abri go,
y una sana y verdadera educación. armonizada
con el dulce anlo clel trabajo ,
ya en artes, o bien abri ndo los surcos en
la madr tin·a para . ·traer de ella el alimento
cotidiano.
Su e.·tensión es de diez y seis fanegadas,
convenientemente determinadas para los
distintos fines. El plantel está construido
según las nuevas normas de la Pedagogía
y de las sanas y sabias reglas de la higiene.
Cuenta él con parques artísticamente
demarcados; distintas y pequeñas parcelas
de horticultura y campo de deportes; amplios
e higiénicos salones para dormitorios;
clinica, enfermería, peluquería y baños, todos
ellos debidamente embaldosinados; am·
plios comedores; biblioteca, salón de actos,
talleres de mecánica, 1atoneria y carpinterla.
En el centro, sobresale la construcción
de un hermoso templo, morada del Altisi-los,
a rendirle y tributarle el hnrnenaj y
los actos que le son debidos, ·a en las
lloras matutinas, ora en las tardes cl·e¡msculares.
La formación militar, disciplina,
orden y pe1 fección con que manejan las
armas aquellos tl•escientos soldaditos admiran
y s01·prenden ciertament a st. ,.¡_
si tan tes. Planteles como aqu l, el herían .·e!'
todos, los llamados a formar le s nHe,·as
generaciones, los buenos y laborioso~~ cwdadanos
del mañana. Sin grandes ni co ·tosos
planos y fachadas, podría el gobie no dar
nueva, benéfica y eficaz o1·i nta ióñ a la
importante y trascendental fo1 maC'i í u de1
alma nacional, como muy bien Jo manifes
tó no ha muchos dias, nuestro actual ministro
de educación, . en una sabia y P" triótica
circular a los seño1·es director s de cln
cación departamental.
·Con cuánto anhelo ,-erdadero entu-siasmo,
no deseamos los educaclo1·e·. de la
juventud, ,contar con planteles como aqn 1,
libres de todo aire malsano qne into"'-ica n
las ciudades populares, no solo 1 c:urerpo sino
principalmente el alma. (1) Dignos de 'e t·
dadero encomio y a reedores a la más reconocida
gratitud, uon los fundaclnres y
acrecenta lores de aquoel benéfico plant 1,
por cuyo progreso y eng¡·andecimeinto, fo1 -
mulamos nuestros má ren·ientes voto ..
(1) . El ostenimiento de dicho plantel
está a cargo de ln .Junta d B nefi<' ncia
de Cundinamarca, enlre cuyos miE>mbroR,
merecen citarse especialmente, l ya e . · tinto
pero de imperecedera memoria, sñor Ramón
Pedreros, y el actual indico seño1·
Luis de Brigard, ilustre y benémerito ciudadano.
Cinco verdaderos maestros
A continuación publicamos la petición qu
hacen los maestros de esquilé, para que los
inscribamos entre nuestros socios.
Nada más satisfactorio para nuestra Asocioción
que el ingreso de tan distinguidos
maestros a la falange de los que, preocupados
verdaderamente por los problemas trascendentales
de la escuela, aspiramos a ver
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LA ACCION ESCOLAR
a Colombia como la sofió nuestro Liberta~
or: grande, gloriosa y verdaderamente libre.
H oy cinco, mañana diez, uespués por centenares;
no cejaremos hasta no ve1· asociados
a todos los que verdaderamente entienden
lo que significa el apostolado de
la educación. Cuando todos los buenos
maestros estén unidos, los disociadores y
enemigos del bien colectivo serán tan pocos.
que tendrán que huir de las aulas tantas
veces profanadas.
Bienvenidos sean los maestros- de Se.
quilé.
La petición dice así:
" eñores Presidente y Secretario de la Asociación
de Maestros y Profesores Católicos.
-Bogotá.
Muy atentamente solicitamos de esa Corvot
·ación, nos considere como socios para
lo cual estamos dispuestos a llenar lo: re
quisitos que sE> nos exijan.
Esperamos que . ea acogida ue
favorable nuestra petición. nos
mos afectísimos ss., ss.,
manera
suscribi-
Demetl'io .lfrtria Tejacla .• lnlf 'l'crc ·o Ca1'dia,
.María Inés Durán Vásqucz. Adelu .tcosta
G., Sara María Roclrí!J1t( ';:: r.
Sesquilé, no' iembre 20 d<' 10:?0".
Canjes
"La 1 oz df~l 11utnst,•rio'' ót•gano de Jos
directores de las escuelas Ht·banas d '·arones,
de Chiquinquil·á . HaC'e tre~ años que
se edita y ha librado nobles batallas en pro
de la educación. Lo dirige a ·tualment el
señor Luis Gonzálo Vargas y son ¡·ectactores
los señores José María Páez y Arcadio
Benitez. En el número 45, último que recibimos,
leímos con mucho interés la conelusión
de una conferencia dictada por el
señor Julio César Aponte, y otros artículos
de importancia. Deseamos que siga cosechando
muchos triunfos el ilustre colega.
Graduados y no .....
Dice "La Voz del Magisterio", de Chiquinquirá:
"Ine .. -plicable nos parece por parte
de la provincia de Sugamuxi .el que los
maestros no hayan tenido en cuenta al ha-cer
la elección para representante al Centro,
que tal designación debía recaer sobre
un maestro graduado; este proceder parece
poco acorde con las actuales tendencias
del magisterio que trata de depurarse y
clesconocer todo elemento extraño."
No es que pretendamos iniciar polémica
con tan culto y apreciable colega, ni tampoco
queremos que nos den el titulo de entrometidos,
pero como se esboza en el anterior
suelto una tesis que va contra la lógica
y la justicia, nosotros. empapados 'en
las mismas tendencias del noble y ejempla1·
magisterio boyacense, quisiéramos que se
hubiera dicho que
sente año.
G.raUaima. imp1·esión experim n al
la. inteligente y acertada organiza·
ción del tel y la incomparable obra
educativa que en ~~ ~ realiza.
AlU se acostumbra a ra niña al traba.io
que redime y engrandece, y se le comun1·
ca habilidad y destreza a la mano que
crea · se forma en las niñas el buen gusto,
el amor al arte, a la elegancia, al aseo
y al orden; se enriquece su inteligencia
con los conocimientos que le son indispensables,
y se embellece su corazón con la
prActica de las virtudes cristianas; se le
infunden sentimientos delicados y nobles Y
modales distin~idos al mismo tiempo que
se le abren nuevos horizontes para que
pueda ganarse la vida con honradez y dignidad.
Con derroche de acierto y de gracia estaban
arreglados los salones del establecí-miento;
arte y belleza encontramos >en lo~
trabajos de bordado, de frutas y de flores;
no podemos callar los nombres de las señoritas
Adela Cuéllar y Alicia Márquez,
sus bordados son de gran valor y llaman
la atención por la delicadeza y acertada
combinación de los colores; reconocemos
que las profesoras señorita Dolores T 'llez
y señora Margarita de Reyes son Yerdaderas
artistas. El salón de modistería, a cargo
de las proresoras señoras Dolores d .
alas y María Luisa de Camacho, presentó
un variado surtido de ropa para señora,
confeccionada con tanto esmero, ·que es increíble
el adelanto de las niñas.
Los trabajos de sastrería, di rígido por (! )
señor Marco A. Lozano, los de guarnición,
por la señora Agueda de Prieto, y los de
sombreros, por la señora Concepción de Galvis,
merecen todo elogio, lo mismo que el
decorado de la señorita Ana Luisa González.
Las niñas aprenden además, Telegrafía,
Mecanografia y Taquigrafía.
Calurosamente felicitamos a la señorita
Directora, por la buena dirección del Plantel,
por el adelanto de las niñas, y por el
incomparable bien que pr sta a la sociedad.
Quisiéramo;:; que visitaran ese stablecimiento
todos aquellos p dagogos que
tanto hablan de reformas educacionistas sin
tomarse el trabajo d 'isitar siquier·a una
primaria; el Gobierno en , ·ez d"
pensar en la creación de Jardin de In-fancia,
cuyo establecimiento puede aplazars
para mejores dias, haría una obra más be·
néfica, creando es u las de trabajo, pues
favorecería más la buena educación del p ue blo;
el bienestar de la sociedad, la ind s tria
del paí y la riqueza nacional.
OUADOR DE HONOR DEL T LLER
MUNICIPAL NUMERO 2
Aura Ariza Muñoz, Isabel Reina, Concepción
Gutiérrez, Leonor Flórez, Regina Mlll·cia,
Ana Julia Castro, Hedilberta Martín z,
Cecilia Parra.
Directora, María Rosario Lezaca.
AGRADECIMIENTO
La "Asociación de Maestros y Profesores
de Colombia" presenta la más rendidas
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LA ACCION ESCOLAR ~23
gracias al Reverendo Hermano Gastón por
el incomparable servicio que ha prestado al
magisterio bogotano; su sabiduría, su abnegación,
y ese cúmulo de virtudes que lo
adornan, han captado el cariño, la gratitud,
el respeto y la estimación de todos los maestros.
En el año próximo, oir-emos nuevamente
su voz autorizada sobre el mismo estudio
de Antropometría, sobre E cuela Nueva, y
sobre enseñanza actüal en los países más
cultos.
Reciba, pues, el Hermano Gastón, nuestra
sincera prueba de gratitud; nosotros siempre
lo consideramos como uno de los mejores
servidores de Colombia, y la Asociación
se enorgull-ece de llamarlo u maestro.
Simón Bolívar
( ontinua ión)
. imoncito cumplía apena n u e\' años,
euando por segunda Yez quiso la imperdonable
parca cortar con . n de piadada guadaña
la xistencia al único ser qu silTiera
d amparo de consuelo al altiYo, pero
sencillo y g .n ¡·oso niño. Qu dó huérfano
d madr .
Hasta la dad de clieciReig años . tun> bajo
la tutela de us tío • . En su arácter habían
influido mucho ]Oi,': p . ares , y las sabias
y prudentes en. ñam~as el sns maestros
y parientes. u figu1 a e1 a la el un joven
d•e pr s ncia imponente, de fino. y cultos
modales, chispeant e ingenioso y >e specialmente
cortés y amable con el bello se¿o.
Prefería el baile a ualquier otra disYersión,
distinguíase en éste deporte por la elegancia
y bu n gusto, el que comunicaba fácilmente
a los que depa rtian con él.
Por la nobleza de su linaje, fue admitido
n el ejército del Rey, con el grado de alférez,
Deseando sus parientes que siguiera al guna
carrera y completara su educación fue
tenviado a España, a fin de que allí eligiera
lo que mejor le agradara, pues mostraba
vocación para las leyes y para las armas.
Salió de la Guaira, puerto vene~olano en
el océano Atlántico, el 17 de enero de 1799.
El buque atracó en el puerto de Veracruz,
ciudad perteneciente a la República de Méjico.
Sabedor el joven Simón de que el buque
demoraría: allí algunos días, resolvió
ir a la capital de la república.
El Virrey de aquel país tuvo conocimiento
de la llegada de tan distinguido
huésped, deseando conocerle personalmente,
le invitó a palacio.
La conversación fácil y elocuente del joven
Bolh-ar fascinaba al Virrey. Aquel haciendo
alarde de su autoridad, y queriendo
provocar a imón para que. aplaudiera
la actitud del Rey, le habló de lo muy estimado
que .era en América.
- " eñor Virrey-replicó el joven,-AméJ"
ica no ama al Rey, y, por el contrario,
quiere ser independiente" .
Aquella ente1'16za de ca1·ácl r nojó al Virrey,
quien con acritud reprendió a imón.
y dispuso que inmediatamente abandonara
a Méjico y siguiera a España.
imón volvió a el'acruz para tomar el
barco, pero antes de partir escribió a su
tío, y en frases respetuosas, pero categórica
dio a conocer el e>stado dte su e píl'itn
y lo ocurrido durante su p rmanencia en
la capital mejicana.
nte d abandonar 1 tenitorio azt ca,
visitó imón las ciudades de Puebla y Jalapa.
Conoció luego la capital de la RJepública
de Cuba, por ntonces colonia spa ñola;
poco d spu ·s imón se hallaba en la
capital d 1 Reino de España.
En .Madrid lo recibió su tío Est bau, (lUien
l!izo que el joven mpezara los estudios d
cler cho y matemáticas, sin dejar de pertenecer
el ejército del Rey. Dtesafortunadamente,
bien pronto pudo darse cuenta el
tío de que su sobrino era, además de desaplicado
muy aficionado al juego.
Una tarde, mientras paseaba a cab-allo en
la ciudad de Madrid, la policía quiso registrarle
con el pretexto de saber si llevaba
diamantes n otros objetos de valor. Bolívar
desenvainó su sspada y aprestándose como
el combatiente que debia serlo después, dijo
a los guardias: "Antes que dejarme registrar,
perecerá el primero que se atreva
a tocarme". Nadie se resolvió a tocarle y
el joven continuó su paseo.
r. ,'. Reiu.rt.
(Continuará)
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LA ACCION E COLAR
LOS PLANES ETC ????'?
Un "conductor autorizado" del chisme suspicaz
ha U.evado a El Espectarl'H una Circular
que di7. que excita a los párro os a
un movimiento se t-ario.
Y agrega el afortunado Zoilo, ílesde l depósito
de su mercancía moral carcomida
muchas veces por el gorgojo del· fracaso, que
"un grupo d'e maestros del Departamento''.
autor de la circular, "paPece contar para sus
PLANES con un órgano de publicidad."
"El plan diYino lle la· Edades", "el plan
ele n1arzo" y "el plan comunista" le quedaron
cortos al afortunado sabueso que descubrió
los plrtncs de la "A ociación de
Maestros". Esos planes pondrán en cono imiento
del público que hay suj tos que no
pueden tolerar qne los maestros se a. ocioen
porque en tal disposición constituyen un:~
verdadera amenaza pa1a ciertos equilibristas
de la instcucción pública qne no podrán
hacet· de las uyas mient1·ac:; e. ist~ un
grupo de ma ~tt'O.· que les griten el "¡alto!
¿,quien 'i\ ?" ewmclo lcYanten la ¡·ed sol)
l'e las primicias clel río re,·uelto.
Pet·o como !' posihlt que el "autorizado
conductor" el uspicacias no se ha ··att·e·
vido", acaso por no Cl' crse tnuy "ignot·ante",
a revelar al cjecntiYo ele Cundinam, rc·a la
e;-isten ia d 1 órgano :->tigación"
diciendo que no es que ··par c:e contar" 1
i\Iagist rio con llll órgano ele puhl ieiclad sino
qu en realidad cuenta c:on LA ACC:I01 ~
g COL R mu·a denunciar todo~ f()s Jlf•lllr'.'
de l( s ,onemi,oo; de los maestros, yn Rean
E>! lo. los p1 of sionales el • la el ir ·nrdia, ya
los émulos que t.1nt~ s 'ecc>s han sa Jnr ado
el ama1 go pan dP. la d nota.
Hacer insinuaciones \ eladas ont ra la "política"
siempre limpia de L AC ION E. -
COLAR, es solicitar con ahinco el d sprecio
público sin derecho a i.nd mni~ación,
porque la labo1· ele nuestra r vista uo es d
aquellas que pu den dis~ut irse entre conil1oR
de c01nadres, mas o meno entr nadas
en los ¡·itos de la hortaliza. uestra labot·,
nuestras tendencias, nuestras palabras e
puNlen examinar ::~ pleno sol, en lugar s alejados
de la jurisdicción de la jun a de Higiene
... Pero en estos menesteres de los que
se llan amparado a la sombra de la innat.
t aballerosidad de Luis Cano y Enrique
Santos para dispararnos fogonazos de pól-ora
humedecida muchas veces, nos produce
una hilaridad, sincera y desbord'ante, la
bufa seriedad conque se pide a los señores
Gobernador y Director de Educación que
"se inflija a los respon ables la sanción a
que son acreedores"!
Qué dicha no sintieran nuestros modestos
catones si rompiéramos lanzas contra
los doctores 'amper ordo y Borda Roldán!