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Piano Recital: Schirmer, Ragna - SCHUMANN, C. / SCHUMANN, R. / BRAHMS, J. (Love in Variations)

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  • Año de publicación 2015
  • Idioma Inglés
  • Publicado por Naxos Digital Services US Inc.
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
"Piano Recital: Schirmer, Ragna - SCHUMANN, C. / SCHUMANN, R. / BRAHMS, J. (Love in Variations)", -:Naxos Digital Services US Inc., 2015. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3488396/), el día 2025-09-14.

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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 311

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Imagen de apoyo de  Una idea descabellada: instantáneas del rock en Bogotá (1957 - 1975)

Una idea descabellada: instantáneas del rock en Bogotá (1957 - 1975)

Por: Umberto Pérez | Fecha: 05/12/1907

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 ¡ \ \ l J 4 1 1 1 IEi\1DRE G DE 1907.-N.0 312 rra¡ rm ~tl1JL14~ y "oticioao Pln·ctu¡ IlL R R, iC \ ll l'R 1 '-!'!\ S úo1·n ele Fct..-cyros Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 3396 gL COHREO DEL VALLE LA INMACULADA CONCEPCION DE MARIA Queriendo Dios. salvar al mundo y habiendo escog1do desde toda la Eternidad á la que debía ser lama­c1re de su Hijo amado, le concedió un privilegio único y maravilloso. Cuando todos los hombres nacen marcados con la mancha original, Jlaría fue exenta .. de esta mancha: ella sola entre todas las criaturas fue Jnmaculadn ele ele el primer ins­tante de sc1 concepción. ¿ Se comprendería, en efecto, que el demonio hubiera podido tener ba­jo su imperio, aunque no fuera más que un momento, á Aquella que de­bía llamar á Jesú. : ":\li hijo?" ~o olamente Dios prese1TÓ á su :\la­clre del pecado original, sino que también. e complació en enriquecer­la con gracias superabundantes, á las que ella correspondió perfecta­mente, lo que hizo ele ella la mú. san­ta de la criaturas. La creencia en la Inmaculada Con­cepción estaba encerrada en el L' tus di\ inos ojo!"' al calor' Ln E~pct·nnzn l'~ la ~e nda, ~Jndn:· tnia! Que de esla 1·ida uos conduet· á llios. I\' \ uch l ' hacia n1í tus ,-¡r~inaJcs OJOS, Qnc me predig-an dios el i~<·rclón, · \'a que tú <:res la Espcnwzn mín. CoudLlct·tnc li Jcs(t~. tni Snh·nrlor ' /l IX A. S.(: trocnndo \..'ll jo_vl'lc~ l'l sudario !Juc <:11 1 ud 1 e al pccnclor, \!,· Jl>>Slro n:IL'L'11lc · hahln1· 110 puedo, Y h:dhucc mi !nhio quedo, quedo: j' E 'U l 'S ntadn: ch.· Dio~ ! .... '· ExiH!.!UE Rm;TREPu G Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 EL CORREO DEL VALLE 3397 ------------------- fa __gnm~culada ¡z:,cm,cepcién Si Jesucristo es Dios, pura es l\laría Desde la eternidad, y en todo instante De su sér natural ; y semejante En esto al Dios que en sus entrañas cría. Porque si Cristo es Dios, Dios se gloría En ser Cristo también, y el tiempo andante Es para Él eternidad constante Y Dios fue iempre lo que fue algún día. ~ Jy'[aría ¡Oh i\ladre de jesús de Galilea! Tú hablas al corazón y al pensamiento Del graYc artista que en trabajo lento Calla, medita, se estremece y eren. Que en tí el mí tico artista se recrea, Y á ritmo ó mármol, al soplar tu aliento, Da el eterno ideal del sentimiento Y el sentimiento etemo de la idea ! Y al dejar el artista los enojos ~esta Y!da infeliz tras luchas tantas, Cuando entrega á la so m hra sus despojos, Más allá de los c1 tros lo leYantas, Y haces que el aiclo se abra ante sus ojo <¡ uando se abre la tierra ante sus plantas. 1 J. Hn•.\ . GIWOT. Ah ;:eterno ordinata. surn SALO:IIÓX, ProY. Cap. 8<1 1\Jatría peperit a seculo Salvatorem S. Jt:A'I CRJSÓSOI'OMO. Luego fue siempre Cristo concebido De su ~ladre en el seno eternamente, Alla, en el seno eterno de Sí mismo. Luego si hasta 1\lARÍ..\ osó atrevido El pecado llegar, forzosamente Llegó hasta Dios ...... ¡ Absurdo y ateísmo! RAFAEL POMBO. ¡ Oh \'irgen l\laría! Oh l\1 adre clemente ! Tu eres el ama apacible que apaga El fuego que encienden humanas pa iones Allá en lo más hondo y obscuro del alma. Tú eres la fuente de nda, y en ella Abre,·an tus hijos sedientos ele gracia ; Alli las dolencias del cuerpo se curan, Allí los dolores del alma se sanan. Tú tt'aes á los hombre la rama de oli\' O, Tú eres la níYea paloma del arca, Tú eres la Aurora del ol do la Yida Tú alumbras tus sendascon luzdecsperauza Consuelo de todo aquellos que sufren, Refugio del triste que llora en tu aras. Confiado en tu auxilio, yo \'Cngo á pedirte ¡ Oh Madre querida, que sah·cs mí a lma ! ( 'ali , Dbrc. 1907. jLA.:\ A. $,\XCHEZ. Jy'[aris 5teUa Yo soy un pereg-rino Que va mart.:hando con incierto paso Del Dolo1· por el áspero camino ; Y me acc1·eo al Ocaso, No como el sol r¡ue despidió In aurora Inundando la esfera cristalina Con clhl\'ios ele luz rcparauora, Sino como ln sombra mortccina, Que desde enhiesta cumbre Descienuc á los abismos de la nada, Huyendo d n:~planuur de excelsa lumbre. ca.·gndo de tristezas, A 1 anzo de ·peña do á la Ycnlura Entre las sombras de b not·hc oscura; \' cegados mis ojos, ro ruiran las espinas y tnalczas Que desgarran mi fdtgil Yestidunl, <'c·diendo al aguijón de las pasiones, A Y,uo traficante de placeres, En tnar ctnbra , .. ecida \'a mi na\e cargada de ilusiones Al puerto del ol \'ido : Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 3398 EL CORREO DEL VALLE \'en la playa remola Brillar Oi,·ina Estrella Que cierra los eonfi nes ele la ,·icln, Triste despojo mi cspe1·anza flota ; 1\las, náuf,·ago y pro crilo, Próximo á perecer, miro lt lo lejos Que g-uía mi nicicm brc de 1907. RonERTO DEr.G ADO. EL VIEJ0 DE L1\ SELV1\ Y o tuye un amor. ¿ Por qué extrañas, Yiajero, que yo hubiese tenido un amor ? 1o siempre fue ele lino esta barba que pesa con sus años sobre mi pe­cho. Parece un peso ele tumba. 10 sicn--)re estas arn.1g-ns acuchillaron esta frente y estas manos y es­te cuerpo. La ju,·cni.ud cantó en mis ycnas su recia canción y me clió á b - ber el licor cálidamente rojo ele sus ,-iñas inmortale . ¡ Oh! haber ido ..... . haber sid'()! Hé ahí la fórmula clel más grande dolor ele la Yida : ¡Haber sido! Yo tuve un amor. De entonces acá ¡ uántos lustros han enne,·eciclo mis cabellos y han cansado mis ~jos .. ... . ! Fue una niña p11ra como el ,·cllón ele los corderos que tarde á tarde llevábamos ú se, tear al campo. ¿Su nombre ...... ? :No lo sé: nunca supe cómo se llamaba, ni quién era, ni ele clónde hahía yenido. A í se ama, señor ..... . (na tarde ella no fue al campo á llc,·ar susconlcros. Lo que había pa­ado era muy SC'ncillo : había mncrto. ¿ Queréi : seiior, una cosa mfts sencilla ? Por este camino La traje fl enterrar. Junto ele este pino Descansando est:í. ..... De entonces acft-¡ y han pasado, señor, muchos, muchos lustros!­car¡, to clehajo de c:>tc pino mí utnci<'m ele clolm. De tare] como ele maña­na, de día como ele noche, e11 in' iL rno y en estío, en toclas las horas, en te­do los momentos, cnnto bajo este' pin-o mi canción ele dolor. Ella duerme aquí junto al tronco y sé qne me escucha ... me Yiene e-­cuchanclo desde hace muchoc; aúo<;. ¡Ah! pero yo también h estucl·o :t ella. ¿Oís, se!wr.. .... > El pino se mece ¿verclacl? Y sns n~hilc•; J"'llll[ls modulnn como 1111 lejano c:t11to ele mar. Cualquiera clirín qne es Ll 1 ino el que se queja . Pues no, no es el pi­no, es Ella que el yue!Ye mis canciones con las suyas .... ¿ Oís ..... ? lelos en paz rle Dios, lnJlll cnmin~nte. -No 1J,-. ele irme, \~i.·jo d• !:1 '-'eh n. D(¡ me utl lng;¡r llajo tu pino, y el á­me un po o rlc i.t1 contz.'111 y eh 111<' 1111 p1 ll'O ele clolm .' cl{¡mc un po ·o el tu canto. \'o también tengo un ¡•it1o ¡ l n pino qut llora ct.tre mi corazón! Lns RosA no YEG.\. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 ' 1 EL CORREO DEL VALLE ~arid.ad Dad al pobre, dad al pobre paz, consuelo, alivio, pan, á las niñas miserables cl'aclles pan y claclles flores. Bondadosas y discreta 3399 ¡ que recobre la esperanza y la alegría con la ayuda que le clan ! dad un beso al-pobre niño ..... A las mano bondadosas desde el cielo Dios enda ¡Dios bendiga, Dios bendiga las violetas el perfume ele los rosas que se arrancan clel corpiño para darse á la mendiga ! ele ]a eterna Alejandría . Dad limo na al que se agita por crüel miseria opreso ; Si á los tristes dais con uelo, sensitivos corazones, tenc1 réi!S alas en el cielo á la triste cieguecita y en la tierra bendiciones. cladle un beso. Damas bella y adorables RunÉN DARío . que vivís entre é plcndores, Palma de :\lallorca: 1907 ._d:\ una a.1ma l.eju.na En la paz del crepúsculo, ñ la hora en que del ol al taciturno lampo, se acluenue el cmnpo y vibra como una ls. y ]JPJ'(lidos ]m:; hermo­ROs ojos en vap:n lejnnía, semPjahn una estfl tnn entregarla á un ensueño dolo1·oso hnjo Plum ln·ío pn bellún el el bosque. Me detuYc á contemplarla; los bu­cles ele sn pelo, q nc no proteg·ía la sombra. ln·illa hnn.ilnminnclos por In luml))'e vespe1·t ina, <·on fnlgorde oro fundido, vc-oronaban como ¡·on dia­dema de -trinnfo sn rostJ'c> entrist('­cirl o. :\li roJ·azé>n voló luwin elln, con t->1 entusiasmo q ne sipn te <>1 priHionern al Yf'r hrillnr, en la puerta el<> sn c·el­< la, rinwros ra\'OH dP lln spl primavercil. · Ella pnreci<'> no YPr·mc; mis lnhios se en ti-en 1 lJ·ic·J·on pa rn el n r pa :-;o (l. una sñ p]i('H n rd ÍPntP, y p;u·N·ié>nw q1w Sll YOZ, 1'01101'11. ('01110 ('] !'C'O c]p \111/t cnmpann ele nistal. rPilP;nhn ungnH-tia y clolor. · OsP c•ntonces Yerla, y Plln, paHa n­el o sus d('clos ele rosa por sus Jl<Í 1'­pnc] o:-;, snli{) cleAu l>xtnsis. y me elijo: -(lniPnqnient qnP sp{lis, lmícl, dP­jaclmP. Soy la de:-;grncin: sppm·iíos de mí. Xo me miréis :-:;i nm{li:-;laaiP· g-rfa y ROñáis con la die ha. En mí palpita el dolor. ¿ SoiH mm princt"sa eonclenncla por un hada injw.;ta á RI!PrtP tan C'l'lJPl? ¿ Padeci>iA la desdicha el(' Ye1·os abandonada por un amnnte eAtúpi-do? O sois un ánuel que sufre el do­lor inconsolable ele ~uspirar eterna­mentp por el percliclo cielo? Su voz fue entoll( l'S una súplica: -Dejndme, si amáis la calma de \·uestra vida. si tl•m.Sis el tormento clecacln día. clecacla hora,decacln mi­u u to,decuda inHtHnte; tormento que en Yenenn ní \'IWstJ·o corazón, que no os dará reposo ni tregua; tormento inPmPclia !>le y etPmo. Ah! dejad me, y no me intenog;uÍ>is siquiera. -Pero, quir.n !;OÍI"? -l'or nwr-;tl'a dicha, no lo sepáis. IdoR. -.:\i aun permitís que os dirija la palabra? -En Yue:-:;tro interé está el no oírme. -Y me contlemíi: á ese otro tor­mento de no ,·en1s m á~; ele no acl­mirm · YUeRti'OR hPI'1110HOS ojos que hacen morir héiH \'PI'tne tnflS. . (~ niíon sois? l'(ll' fn Yor decid me· -Si os lo clijem. rolcwnría en Yues­trn fr('nte Pl Pstip:nm de ·n 1 erpetua inf<'licitlnd. -Aun á pse prPcioqniero !'Rberlo. -,'oiR tan im pi'tHlentecomoteme-rn rio. Pn1· 1íltima yez, retiraoR. 1o! dPC'irlme qniÍ>n sois. -PuPA hil'n: to¡la In culpa Rerá Ylléstra. Dentro ele nnn hora lades­espPracton :-:e habl'á :llojado en Y \le ·ti·o pecho v OR n rrepentirPis ele hn berme enC'onhndo. Y uez;;tra in i - ten<'in L'S v;l, PI c·omienzn de YliPRtra desgra C'in. -.·o mP n JTt>pentircS. y nnteR bien, bendeciré elmomPntoE>n qlwtn\·e la dicha de \'CI'OH. -Lo queréiR? -Lo rnt>go. -<~ni(>n :-oy yo? (~nien mnta.rá en \'11Psi ro pec·ho In alegría y ahnrá n (>] In fnPntP de turlaR In deRgracia : SO\' In mniPr mfis hermosa del mun-clo...... . \', PsplÍ>nditln ele belleza, le utó­se nl PxtitJ~nirse en snM labi 1 úl­tima palabra. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 EL 'ORREO DEL VALLE Salió ele la penumlnn del ho:,;que y la luz ilumin(J de lleno la lersn al ­bura de s11 freute. Sus ojos, negros y profundo:-:, bri ­llaban con mHjL•:-:tnd rt>n] ln1jo t>l ru­bio manojo ele sn omlulnnle <:tille­llera. Soy la más bella., ¿lo oís? la mu­jer má.'< hermosa clel nHilHio. Y no teméis todaYía mi poder. mi trititP poder? ([u<' esperái:s aún jt1nto fl mi? Toclada es tiempo de¡ 1011eros á salvo. Un sopor clP tlu]('(,• llll'OII;..c:ienc·ia me emburg<:tua los Hentidos. -Sí-responclíle- sois la mujer má;.; bella de la creaeiúu, PI sér por qnicn suspiraba hú tiempo mi alma soña ­dora, el c"tngel e¡ tll' desea lm y que hoy me enYueh·e con sus alas luminosas. Sois la más hermo~n y ú vos rindo mi corazón :os amo (o>' amo! Riósc de mis ¡m lnl>ra:-:, Jl<'I'O su ri­sa era sólo In e11\·ollura hrillnntc· de nn ¡.;ollozo, que rt'pPn·uti(, <'11 l'l aire con lét :-;uprPmn tristezo yo (·omo nua injllrJn1 o. Sois como lo;.. d ~­m{~ o.o; hombres : lo t¡llP os :-:cd tll'l' <'11 mí son mi-; ojo:-:, mi:-: <' mi sét·. lo <¡tH' JIU me pt•ricn<'ee. Quisicnl tJ ·oc·uJ· <•sl:-:C:-I'Pil! Jía. -Y por quP de:--es¡H,•n\,is de hallar ese amor \'ercladPranwnte pnro y ;..im·ero '? - Porque e;.. 1111 po;..ible a mar á la m ujl't' m á:-: lwrmusa el el muudo, Fin qtw al ludo c1P (',e amo1· naz<·a. ~om­brín, la duela; eluda más nuel cuan· io mñH profnndn se cn•e lu pasión : y !] llC, aleiHH't'Hllde vos, si me amáis y me lo decís. -Tratáis de engañarme. -Nó: digo lo que siento. -Tenéis la presunción de creeros más fuerte que los demá . -0 el único que os ha amado. -Cuando no se ama, el hastío, que sigue á lo primeros días de la embriaguez amarga toda la vida. Evitémonos esos disgustos sepa rán­donos desde .:~.hora para siempre. -Imposible! ¿Cómo dominar el amor? Dadme Yuestra mano para conduciros al altar. -.l\li conciencia me ordena no ac­ceder porque se trata ele vuestra fe­licidad. -Es que no comprendo la dicha sin vos. -Pero os aseguro que no muy tat-­de os arrepentiréis, y entonces 111 i dolor igualará á vuestra desvell­tura. -Ponclre1nos con nuestro afecto una valla á la aflicción. Juntos los dos ...... -Bien. l\le habC>is rencltdo. Oja­lá no o hayáis engañado. Algunos meses clespu{>s era mi es­posa. * * * Con todos los encantos de nn día prinwveral tn1scurrieron dtpidn­mente para nuc:;lra mutua cltcha Octubre, No\·iemht-c y I>icicmhrc. Tres meses que no fueron sino un sueño rlelicioso, tt·es me eH de amor y ele veni.ut·a, suficientes para llenar ele luz lochl una existencin. A 1 día siguiente de cfcct. uadn tlttes­tnt h_oda emprendimos Yiajc, muy cerqu~ta el uno del otro, por (.'1 iti ncrano que mat·caba uueslt·o c:tpri­cho y que había de conntros que otra alg-una: la so­ledad. Eramos felices. pues confiftbnmos en lo pen.lt1rablc de la dicha que aca­bábamos ele conquistar, y no nos preocupaba el pon·cnir. -Llévame lejos del bullicio del mundo, muy lejos de Jos hombres,­me hahíaclicho ella; á un sitio don­ele P?clamos amarnos sin que nadie nos 1111pC?rtune. ¡ Nolos los dos, qué mavor cltcha! E"n Pbocide, donde nos llevó la ca­sualidad fue donde transcurrieron e c;s tres meses de qu~ he hablado; y a fe que no podíamos haber en­contrado itio más delicioso· todo allí nos hablaba de amor: cada pie­dra. cacla oculto rincón evocaba un recuerdo lejano y melancólico. Cuando, múl> bella que nunca, pa­saba cerca ele la fuente de Castalia y se detenía como interrogando el pasado, yo respondía por éste di­ciéndole: - inguna ele las ninfas que se han lwíiado en esa fuente era ni más be­lla, ni más cautiYadora, ni más atrayente que tú ...... Pero llegó el día en que me vi for­zqclo á dejar mi nido de amor, don­de t.an felices se deslizaban las ho­r~ s. a handonando tántas cosas que­nclas, para rcgre ar á París, llama­do por mis negocios. La víspera de nuestra partida nos clelu\'imos delante ele las melancóli­cas tumbas de los Atridas, y 111i amada habló así <Í una ele ellas: -Oh ! ~¡icen as, quisiera no a han­donarte nunca, clormit· aquí eterna­ntcnte y enterrar conmigo cu mi tumba el recuerdo ele la<> delicio. as horas r¡uc he pasado junto{¡ tí. ,· D<'>tHie estaba el Dios IJondaclo­so que no c~ntch{> este ruego? * * * Cunnclo lkg<1mus fi Pat ís. caÍd la nic\'e acolltp<~iwda de utta llu\'ia g·l: -¿ .l\Ie amnn\s siempre? -Niclllprc !-le respondí. \'a en I'ai'Ís, tuvimos que enlrnr en la nl'liva vida social, que t t·ocó nne tt·o idilio encantador en la tri - te realid a el tlc las co~as. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 3404 EL CORREO DEL VALLE El dolor no se hizo esperar mucho tiempo, cuando mis negocio me obligaban á pasar algunas horas separado de mi mujercita, una inte­rrogación muela me golpeaba sin cesar el <:ráneo: ¿Dónde estará aho­ra? ¿Qué hace en este momento? Y estas dos preguntas me seguían á todas partes, atormentándome. Cuando salía á la calle, pensaba yo que atraería sobre ella todas las miradas y que, á su paso, recoge­rían sus oídos, en palabras de admi­ración, el himno que arranca la su­prema hermosura. Creía más: que alguno, más osado que los otros, la había galanteado y que ella, por no afligirse seguramente, nada me decía. ¡Cuán engnñado estaba! Su con el ucta generosa no me eximía del martirio que ya se preparaba á in­vadirme, que ya me había invadido. Sufría horriblemente, y eso que lo que existía era sólo el temor de la sospecha. Ay de mí si ésta entraba ele pleno en mi cornzón ! * * -::· Concluía Febrero. Estábamos in­vitados á un baile que tendría efec­to el último día de ese mes. Muchas \-eces, pre. a mi alma ele presentimientos extraños, estuve á punto ele decirla que no fuéramos á la fiesta; pero mi amada parecía 1.an feLiz en sus preparativos para el bai­le, que desistí el(' ello. Ella sería la reina del sarao, la más hermosa de toc1as las mujeres, y qué? Eso mismo era un moti YO más ele placer para ella, que yo no le negaría. Llegó por fin la noche del baile, y mi muje¡- triunfó de todas las belle­zas! Disputada y halagmln porto­dos, apenas si pude hablarle en esas mortales horas; no obstante, las--­guía en todos los torbellinos del val­se, loco ele rabia, celoso hasta la des­esperación. Trataba de razonar, pe­ro el mal no estalm sólo en el cere­bro: mi corazón era la víctima ! En este estado de sobreexcitación ner­viosa, vagando á la \'entura porlos salones, llegué á un jardincito, Oh dolor! Sentada á la sombra de un arbolillo estaba una pareja. l\1iro mejor y descubro á mi mujer que con\·ersaba con un joven. ~entí en el corazón una cosa ho­rrorosa, como si me lo hubieran atravesado con un clar.do envene­nado. Al acercarme, el joven salió del jardín, y ella, sonriente y enamora­da, vino á recibirme. El sufrimiento había descompues­to de tal modo mis facciones, que al verme de cerca me preguntó sobre­saltada: -Estás enfermo ? Que tienes ? Hice un signo negativo. Volvió á interrogarme y no lecon­testf>; el dolor, ag·arrándose á to­das mis entrañas, me impedía ha­blar. Por último vol\'Í en mí, y co­mencé á llorar. Suplicóme de nue\·o que le dijera qué tenía, y entonces, con toda la -.:ergüenza ele mi debili­dad y de mis sos.pechas, le dije ; -No me amas sino á mí solo ¿no es cierto? Repítemelo una, mil ve­ces. Que lovueh·aáoír detuslabios. Su rostro se contrajo como bajo la influencia ele un sufrimiento atroz, y sin decir una palabra, clm·óen mí ~ u mirada incierta. -Respóndeme, te lo ruego ; res­póndeme !-díjele en el colmo de la exaltación. -Para qué ? No creerás nada de lo que te cliga ni te sati fará nada de lo que haga. Laduda ha tocado á las puertas de nuestra dicha, y la estimación ya no exi ste; ha huído a \'C:~rgonzacla. Estamos en presen­cia (lel terrible final previsto por mí, que cnYctH::nar:í. por siempre tu exis­tencia. I'Hra dicha nuéstra, gozá­mos algunos días de completa felici­dad, y ellos Ynlcn por toda una \'Í­cla de placeres. Pobre amigo mío ! l\le arrojé ú sus plantas y le pedí perdón, pero me rechazó dicién­dome: - 1o, no puedo perdonaros, pues ten!>is razún : amo á 0tro! 1\lc levanté enloquecido de rabia, y la agarré furioso por los brazos; la angre que sofocaba mi. corazón Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. / EL CORREO DEL VALLE suhié> ú mi cerebro y ptt o un velo 1·ojo ante mis ojos. -Eso fine has dicho no es verdad ...... Dí que mientes ...... Respondiú ('011 tal dulzura á esta imprecación, que em preciso que yo est u\·icra com pl<:tmncnt loco para no haber adivinado que aquella criatura se inmolahn generosamen­te por mi felieidacl, nrro trando to-das las consecuencias de mi furor. . 'o supe adh·inar que prefería la muerte antes que vivir separada de mí por la duela, cuando cayó de sus labios esta sublime mentira: -Amo á otro! .Me presentó su garganta ...... ¡y la maté! LEÓN MALTICE. EL FRIO DE LA TARDE En In mitnt·soJJnjel', un viejo C"arg·ndo elP año!' y clP penal' qne .·e apoya en un nncloso Y fornido IJnstón de via­je. y clos nn-C"innns Indina¡.; que hnn snli clispone á \'<•lar f'l clesfilp r)p :ns horas no<'fur­nn¡.;; 111111 palomn sp queja con voz de mujf'r, y lo;; grilloH alternan bnjo la ,\"Pdm 1-'\ls ng·tHlns c·n neionPs. Pm· 1111 I'Hlllillo distante !]llC uuja. rcpta11rlo ni poblado, Sl' n· pnsiu· 1111n pnll·esi(nt dP l'lllll)lPSÍilos quP clc>H<"i<'IH )e len t 11111!'11 t 1'. Dic·p la llllH dP las nutwhtl': -¿ YPs, ~lug-cluiPIIfl ? Alllí YHII á Pnternn :1 DoloJ'Ps, In JtoYia ciP An­tuc ·o. l'11a linda nnlf'hnc·hn muerta Pll hora mula. Yú es la ¡.;pg·undn .... ¿ HN·tH•J·clns? l\lnl nfHl estP· para mozas c·nsaciPJ'Hfl ...... -l\lnloH años tocJo¡.; y . iempre; hnPn año PHtP Jllli'H las muchacha¡.¡ con novio ...... A t.riijtezas de olvido prefiero el deRcanRo bajo la rosas y los mirtos. -¿ Por f1UP dices e o ? .Juilta Yil110IS Ja deseRperacÍÓn dE:' aquel mozo que enYindó ·in ca ar e· jun­tas le Yimos cubrir á la difunta de ramaH florecidas, como para¡ impe­dir que la tiel'l'n hedionda ma:q~li~ ra In pa 1 id ez de aq u.ella .car­ne mue1·ta. Además ha tra plf.\nta­clo ni cementerio todos e o 11fio rojos de In montaña que e ,abren po1· la tardecita como lagrimone ele sangre que llorara el ol mori­bundo; v en la noche de lu han lleg·iulo á orprenderlo, a<;qda­do c·n el Larda] mnsgG o, e ~l'an­do algo que ni él mismo habrá lo­gTado e.·plicarse ...... -Por e o prefiero la muerte ...... E tas muchacha que de aparecen PU el alborear de la pube ncia, d - jan g-rabado u recuerdo d una mnnt>ra borrosa pero indeleble· di­j(> rnsc un jir(m de neblina que e po­ne i\ s y mp C'Scribn:-; mucho; ya ver(ts, cuándo vuelnts, cómo sct·cn;ws felices: pHdt·e no e.· i· ¡;?:e impo ible: un p€'dazo de tierra de labor para que uo 110s coma la miseria ...... " - TalYez no le escribiría iR, inf'i­núa con Yoz muY clf'bil una de la · abuelitas. · ·-¿ Para qutS? yo coufiaha Pll rP· gresftr á los pocos mer-w:-; haciendo cascabelear en 111 i bol:-;a muchas monedas de oro, y oh·idé quP con­migo ,·iaja ría la infelicidad. Nufrí mucho, padecí demasiado, y al fin He cenó en mi corazón ese hueqneci­to donde anida la Yentura. Hoy . .. tras de tá.ntos año::;, YnelYo ft mi tierra, sólo á buscar un rincón 1le paz donde son polYo lo::; hnesos de los que me engenchn mn. 1\Iagda-lera ...... 1\tla.gJalena habrá. muerto .. . Una ue la abuelitas se siente nw­la, se levanta, y se Ya con su mucha­chito de la mano. La otra la igue. -Adió , buen señor; si entráis al pueblo, en mi ca a hallará cama y cena. En la lumino idad de la tanlP. qne ha tomado un Yivo color de namuja el río, lamiendo la barran­ca 11e¡2:ra, brilla con brillo me tálico. Los satu::es cabecean lentamente y se be ·an co11 rumoreo pa.:-;ionai. Las dos ancianas ;.;e alejan dejam1o marcadas en el polYo del camino la::; huellas Je :-;us pa:so ' , como la::; cuC'nüts de un rosario de tl'ÍJ:"teza rezado cu :-;ilencio. -¿ Por q u<' lloras ? ¿ Te d nelc ::;n abandono ?-Sí, me tlnclc .... E inclinándoHl' al oído do su com­paiiern, muy par-;o. como para e,·i­ün que lo e;.;cnchen los niiios que lleYnn clC' la mano: - Yo soy c:-;n :\lag·dalpua- le <1icc­.... .. ¿ no había:-; eom¡n·l'JJtlitlu ? Ll'IH T ,\ liLA 'd',\. SUELT0S Nutnerosa y selecta fue la concut·f·encia que solemnizó con su presencia la cc¡·cmonia nup­cial del simpático caballcw clon 1\II.amH.J ::'daría Buenaventura y de ·la clisi.ingnida seiiorila clo­íia \.na I?.osa Lalincle. Enlace que se Yerifico con toda pompa Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 EL CORREO DEL VALLE 3407 -------- ----- ---- --- -------- ---- ------------- ~ --- - -- --- - .. ------ ---- ..... ------ ... -- .. -......... -...... ---....... en la iglesia de San Pedro el día 28 de Noviembre. Las fa­milias de los contraventes con la cultura que los ~aracteriza, hicieron que las horas pasadas á su lado, nos fueran intensa­mente gratas. Que la felicidad les sonría, y que el dios A mor deshoje sus mejores flores á los pies de la n oble pareja. Nuestros colegas y finos amigos d on Alberto CanTajal y don Francisco !' ... Palau, han partido para el Sur d el Cauca en Yiaje ele recreo. De eamos r ecojan buenas im­presiones en la Capital. Los admiradores y amigos del in olvidable d octor Zenón Fabio Lemos, se pt·oponen pu­blica r una Cot-ona Fúnuhre, en el pt-imet- a ni \'e t·sario el e su muerte. .1\tluy justo nos pare­ce el h omenaje que se le piensa tribu ta1· á uno ele los hijos m?ts esclarecidos ele Cali. De la nwnct·a. más afable da­mos la bien \'Cn ida al int.elis ele intentar todo lo posible para curarlo ele tan ori­ginal dolencia, dijo un día al con­tramaestre: -La primera .-ez que te vea en ese ! ~staclo,. lo consignarf> en el libro de á bordo. DuraiJte muchos · días el conüa:­m aestre no bebió, }Jera llegó al fin u11o en que volYió á caer en su .Yi­ci o, y aquel mismo día el capitáu e cribió en el libro de á bordo: "1 :2 de Ago ·to ele 1900. 60 ~:raclos lon­gitud ~orte, ()(j grados latitud Oe - te. El contramaestre Jones ef'tá hoy borracho''. El pobre contramaC'!'tre supli<..:ó al capitán que i"uprimiera e ta úl­tima nota, poco honrosa para PI, y que sería cau ·a de que no aclelantn­se en su carrera. El· Capitán le cante tó : -Pero ¿ es Yerclad lo que uice la nota? -¡;í-replicó Pl otro:-pero ........ . -¡Basta! Nad~ lHIPdo hacer. Lo e. crito. esc-J:ito e tá. . Jones no dijd'nna ' palabra, pero pensaba en la ''enp;anzn. Ocho día má. de la humanidad; la me­jor cm tilla para lo!S niños; el \'C r­claclero amigo ele! pueblo; el mayor enemigo de quienes violan la leves morales. - El vijía que {t tmln hora vela por el bieu público: Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE !H09 La distracción más agradable en cualquier situación de la vida. Aprended ú leerlo; vecl en él el es­funr. o perenne de hombres que sí aman sn patria; dintlgad ~us noti­cia ; aprovccluíos ele sus enscñnn­za~; aco~lumbrad ft ,·ncstros hijo~ ú que jamÍls se pri\'en de ese pan cotidiano. y tened ~cguriclad de que a:í lwbréis cumplido uno de los de­beres más sagrado. y m{t n:pro­d tlClÍ \'OS.-j E .. ~~- -E:-: FR.\. TI.\ se clevnrá dentro de peco un "Faro parhnte" que comunicará, en rro fosl~1tos y otras sal~·s. Las espittaca::-;, ;al ck potasio y hicr'\'o. Los especia 1 istas en al i nH.:n· tos estiman que este e~ d miis pn.:- cioso ele Jos yegetales. El repollo, el coliflor y las espina­cas son beneficiosas para las perso­nas anémicas. Los tomates estimulan la acción snluclahle ele! hígado. Los cspft rragos son prcn·echosos ú los nfiones. El apio sin·e para el reumatismo y la nen ra lgia y tiene propiedad e:.; ClllCLHI gúgica . La zanahoria forma sangre y em­bellece el cuti". La remolacha y los nabos purifi­can la sangre y dan apetito. La lechuga es buena para los ner­vios cansados. El perejil, la mostaza, la Yellori­ta, el rábano v eldientedeleón, lim­pinn la sangre y regulan el sistema. -PE.·s.\:.IJJ-:.'TOS JAPONE E'.-Si quien:- conocer ú un hombre, tóca­lc l:t cuerda del interés pecuniario. -Lient cada rlía al mismo punto un cesto ele tierra y con ·eguiri>is ha­ce¡ · una montaña. -. tutea hable ele tí mi mo t•n htcn ni en mal: en bien, porque no te cn•erún; en mal, porque todos clarún crédito. -Dí, "quiero ser esto" y lo scrús :tlgún dín _'o permita que ningu­no clig<' "l.!' me debe lo que es". .\lgm.n::-; YCC!'S los muchos amigos JH.IJtHii~·< tll mús que no teuc1· nin­guno - , ·o te dejes alucinar por gntos cid populacho ni por los a hu. os de Jo~ ell<:umhradt ~- -, ada temns de los homhn~s li­bres pero tiembla de lo:,; e.cl:t\'OH que romp{'n sus L' ELOY L. BOLAÑOS (Diagonal al IIot.el Centrnl) Mantiene completo surtido de pnpclcríns, de (ttilcs pam escntorio; escuelas y parn flores; sombreros, cuellos, ca mi as, corbatas, caL~;auo. l¡b~os para escuelns y colegio., místicos; ,-cs lido pam homhr.:-8, jóvenes y niños y otros muchos artículo Telegra mns.-ELBO. Cali, Octubre dc1 !107 . 20-~ C EOC S '• '• Llegaron instruTilcnlos ele mú..,ic~t muy finos, ele t o d :t cl:t ,'e, gn ntuli­zados y ha •·a t os. ucrda ele v;u ias dn e", se \Tilden clondc Hay un mae lro que se ene¿¡•·ga ele eopin1 m(t;;tcn . :~- 1

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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 312

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