La Ilustración: política, literatura, noticias, filosofía, relijión, artes i oficios, instrucción pública, bibliografía, medicina, variedades, revista de la ciudad, revista de los estados, de Europa i mercantil - N. 4
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Políticu-Literatura-N oticias-Filosofía-Relijion-Artes i oficios-Instruccion pública- Bibliografía.
Medicina-Variedades-Revista de la ciudad-Revista de los Estados-De Europa i mercantil.
Se publico. los mlÍrtes, mi6roolos, vi6rnes i ~lÍbo.dos,
i el mismo dio. se llevo. a lt~s c:tSo.s de los susorltores do
lo. co.pital iso 1·omit.e o. los de fuero. por los oorreos 1'~Spectivos.
Los lúnes i juéves se publioo.rá si es neoeso.1'1o.
TRIMESTRE 1.
LA ILUSTRAOION.
PA.RTE POLiTlCA-Rcdacto1'CS, Cárlos Holgnin-Eliseo
T6rres-Emilio l\I. Escov:~r--Ezequiel Canal-Fro.noisco
de P. Co.nMos.-Jua.n C. Arbeláez-Mo.nuel
Mo.rio. l\!ltdiedo-l\Iunuel l\1ario. Mnllarino-N. Ponton-
Pl'6spero So.lcedo-:So.lolSlon Forero.
Los adversarios.
Qué es lo que busca la escuela liberal en
el mundo?
Busca el progreso?
Qué es, pues, el progreso? .
El proO'reso, no es otra cosa que ese Impulso
quecllt}va al hombre a mejorar s~ sit~acion,
en el hogar, en las artes, en las CIenCIas,
en la literatura, en la filosofía, etc.
Pero no solo en el hombre como intelijencia
existe ese jérmen de mejoramiento: ~l
empieza en el embrion, pasa al niño ; d~l. 01-
ño al jóven, al hombre completo en 10 fISICO,
en lo moral i en lo intelectual, que ya es el
hombre íntegro, maduro. De ahí pasa a la
vejez, depósito precioso de la circunspeccion
que da una saluriable esperiencia. Dormido
en la tumba, su cuerpo va a dar vida a otros
seres, disuelto en /Zases o en tierras elementos
de otras apariciones en plantas i en animales.
Esta decadencia no es sino aparente
i cuando mas, relativa a una forma q'.le se
ha O'ozado.
Es claro que aquí no tratamos de los misterios
i de los destino!! del alma, cuya esfera
sobrenatural pertene.ce a la lójica divina de
un Dios indiscutible.
Los animales i las mismas plantas obedecen
a un impulso de mejoramiento mui semejante
al que hace el hombre en los sucesivos
períodos de su exi~tencia i desapo.ricion
sobre la tierra.
En efecto, el progreso QS una lei universal,
impuesta por el Creador a sus obl'as ; i bajo
esta faz, no puede dudarse que la lei del progreso
es una lei divina.
¿ Quién, pues. podrá oponerse con fruto a
esa voluntad de Dios, tan lujosamente estampada
en todas sus creaciones? ¿ 1 por qué
habrá alguno bastante insensato para pretender,
para desear siquiera contrariar la voluntad
divina?
¿ Quién no anhela progresar? ¿ Hai alguna
CI'eatura humana que ganando un peso
diario no aspire a ganar dos, cuatro, ocho,
&.a? ¿ Hai quien no desee gozar de mejor
salud, de mejol' reputacion, de mayores conocimientos?
Delirio! He aquí, pues, que
todos !'omos progresistas. Entónces, ¿ quié·
nes son los adversarios del progreso humano?
¿ Los hai, puede haberlos? Sí los hai: los
malos intereses. Esos son los adversarios.
Pero esto merece algun exámen.
Progresar es ir de lo malo a lo bueno; de
lo bueno a lo mejor, de lo mejor a 10 excelente,
a lo óptimo.
Pero hai jentes para quienes esa val'Íacion
en los demas, seria un mal para ellos. Una
clase, una casta pl'ivílejiauo., no soporta que
su privilojio se anule por el progreso ajeno.
Declara que sus ventajas propias no son adquiribles
sino por ella", aunque de esa espansion
resulte un bien jenel'al superior a la suma
del bien que ellas disfrutan a titulo de
exclusion. Sine'. bargo, to. as clases o castas,
no son extr'lñas a la lei del mejoramiento
individual: p.l conde quiere ser duque, el duque
príncipe, el plÍncipe rei ! Hola! Pero eso
Vo.lol' del trimestre, tres fuertes.
Vo.lor del semestre, oiuco fuertes sesenta centavos.
Valor delllño, diez fuertes.
Valor del número suelto, diez centa.vos.
AÑ O l.-Bogotá, 7 de enero de 1870.
sí, cuidado con querer ampliar esas ventajas
a los que no son ellas. Por qué? Porque ellas
serian perjudicadas, no obstante las ventajas
que reportaria la sociedad. Para los ~rivilejiados,
no hai mas moral, ni mas patna que
ellos. Estén ellos bien, mejor que todo el
mundo ¡asunto conoluido!
Hemos, pues, pintado la idea progresista,
la idea liberal.
Qué es idea conservadora? ¿ Algo contrario
al progreso, favorable al statu quo, al
privilejio ? No! Entónces qué es? En qué
consiste? ¿ Pa ra qué sirve?
La idea. conservadora, no es otra cosa en
su esencia, que la regularizacion del progreso
humano.
Ser conservador no es ser estacionario. El
que pretenda semejante cosa, está loco perdido
j porque él mismo avanza mal su grado,
a una condicion que si no lo mejora a él personal
e inmediatamente, va a mejorar a algun
otro de los séres que existen o que existirán
a espensas de él mismo; i todo esto es
el progreso.
Ser, pues, conservador, es desear que no
se edifique sobre arena. Es desear que el
progreso lo sea en realidad; que no abandone
lo real por lo imajinario, ni lo que existe
sino por otra existencia superiOl·.
Pero aquí hai progresistas i hai conserva·
dores, i segun vemos,todos son obreros en la
magna tarea de la elaboracion social hácia
el porvenir. Entónces, por qué luchan? por
qué se creen incompatibles?
Este fenómeno puede tener oríjen en dos
causas.
Porque los liberales o progresistas no lo
son en realidad,
O porque los conservadores sirven a intereses
distintos de la regularizacion del progreso
jenera!.
El primer caso tiene lugar, cuando se deja
lo existente por lo imajinario, lo malo por
lo peor, lo bueno por lo malo, lo excelente u
óptimo por lo simplemente bueno, etc. Cuando
se aspira a hechos que carecen de elementos
de existencia o duracion. Nada. pone en
evidencia esta locura, como ese luminoso
análisis de Cárlos Comte sobre los elementos
de las leyes; i deseariamos que nuestros
hombres públicos estudiaran ese autor ántes
de pretender que se puede formar un triángulo
sin tres ángulos i tres lados.
El segundo caso tiene lugar, cuando so
pretexto de conservar la sociedad, se pretende
la conservacion de abusos, de privilejios
odiosos o inmorales.
Entre nosotros hai dos cuestiones mui cIaras:
la estructura esencial de los partidos i
su estructura material o práctica.
El liberalismo jenuino es cosa bellísima..
El conservatismo jenuino es cosa necesa*
rísima.
Pero el liberalismo ha tenido dos grandes
elementos de perturbacion : la impaciencia i
la cólera.
El conservatismo ha llevado en su seno
dos rémoras, dos parásitos exóticos, que lo
han embarazado i hasta lo han comprometi.
do : la tarlufería i el monarquismo.
A nte un pueblo que lucha i se desangra
espulsando a la España de América, no cabe
mas doctrina que la que repara ese inmenso
sacrificio popular, la República democrática.
Llevar a un pueblo a la lucha i a. la muer-
Se publioan remitidos i avisos, a un preoio sumamente
módico, que se arreglo.r(~ con los editores. Todo
lo de interes j enero.l se inserto. griítis.
Los editores, NrcoLAs PONTO N 1 C~
NUMERO 4.
te para imponerle el privilejio i el absolutis*
mo político, no es solo un absurdo, es una
infame iniquidad.
Apelar a la relijion, a la relijion cristiana
que entraña el dogma de la unidad de la. especie
humana, defendido por Wiseman comO
teólogo i por Buffon i por Müller como sabios;
apelar a esa. elevada relijion para defender
el privilejio de la vanidad colonial, la
mas absurda i sucia de las vanidades imajinables;
apelar a esa relijion que mide al
hombre por su fe i sus obras, para rechazar
la democracia que no tiene otra norma de
calificacion, es hacer de esa santa i bella relijion
un elemento de maldad i de mentira.
Rechazar la reyedad del español europeo.
que babia descubierto i colonizado la América,
implantando en ella desde el gato hasta
la vaca; i su lengua i su raza, i sus códigos
i sus altares, despues de tres siglos de una
posesion tranquila; i esto para establecer una
"eyedad criolla, a costa de centenares de
millares de rpártires, esto es inícuo, inhumano,
monstruoso. ¿ Es acaso toda esta abomi.
nable i pedantesca iniquidad, la regularizacion
del progreso humano? ¿ La. idea conservadora?
Esto tiene otro nombre: esto se
llama en buen castellano, un delito de alta
traicion a la América. 1 los que han querido
esto i los que lo quieren aun, son los respon·
sables de esos vergonzosos desmanes producidos
por nuestras luchas domésticas.
En esas luchas, la. injusticia. de los unos
ha rivalizado con la cólera de los otros, hasta
llegarse a conclusiones tan irritantes como
estas:
Que la República es incompatible con el
cristianismo.
Que la democracia es incompatible con la
relijion cristiana.
Ante tales paralojismos, todo cristiano ~$
un absolutista i todo demócrata un impío!
Digámoslo mui alto:
La relijion es un mero derecho civil personalísimo
; i basta asegurarlo en su ejerci cio
sin que nadie sea osado definir su esencia,
cuya estimacion pertenece a Dios i solo
a Dio:3, para que haya paz i armonía entre
los hombres de diversos dogmas.
Jesucristo mas que diciéndolo, pagando
tributo a unos usurpadores romanos en su
patria, demostró de un modo irrefragable,
que ¡, su reino no es de este mundo."
Si la democracia es la impiedad, la piedad
debe ser la no-democracia, la quijotería i la
usurpacion del sable conquistador ; la monarqula
fundada en Europa por los bárbaros
que destruyeron el poder romano con e l
incendio. el violo, el asesinato i el pillaje ,
estableciendo el pernaje i la gleba i los señoríos
de horca i cuchillo. Si el cristianismo
fuera esta infamia, no tememos decirlo, e l
cristianismo l>eria la mas descarada impostura
que hubieran visto los siglos i afrentado a.
la humanidad. Nada de esto es la verdad-
El progreso sin el órden es el cáos.
El órden sin el progreso es la muerte.
Es preciso ir adelante: pero con la verdad
por delante.
Un partido de visionarios sin lójica i otro
partido de quijotes, de tartufos I de escla vos,
no se entenderán jamas ni dejarán de luchar
sin tregua.
Progresemos, porque otra cosa es imposi-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la RepPúbroligcare, sCeomlooms,b iap.orque impos i-
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ble; pero progresemos verdaderamente,
respetando los hechos i apoyándonos en ellos;
es decir, con órden. De esta manera, todo
antagonismo desaparece, i todos somos obreros
en la ventura de la patria.
Las precedentes reflexiones tienden a sacar
al pais de un círculo fatal que nos mantiene
en ese estado .paralítioo que nos atormenta
nos arruina. i nos desacredita; en que
]a gue~ra produce la miseria i la miseria nos
lleva a la guerra. , ..
La guerra trae el alarma, la parallsls de la
industria. la destruccion de los brazos productivos
i de los capitales. Nndie encuentra
en qué ocuparse, porque nadie J:liensa ~,i puede
pensar en empresas de nmgun Jenero,
cuando falta. la :seguridad. Entónc.es es preciso
ir a los cuarteles o a las oficlOas para
buscar una colocaoi'Ün cualquiera. PeFo como
esos puestos son limitados, re~ulta ~na por:
cion de hombres que no sabe como DI de que
vivir' i toda esa. falanje atormentada por las
rena~ientes necesidades de la vida, a.1 cabo
capitula con la desesperacion, i conspira por
necesidad. Esto es doloroso.
Con la paz renace la confianza, los capitales
se ponen en accion i hai entó~ces oc.up~
·cion para todos, en todas partes I de mil dlversas
maneras.
i 1 qué enorme diferencia, entre estas ocupaciones
i la de destruir el pais para buscar
)a subsistencia !
Por otra parte. miéntras la paz no sea un
hecho, los partidos no pueden depurarse,
porque el estado bélico hace necesarios los
hombres de pura accion para los combates,
a los cuales es preciso mimar i mantener
adictos, por mas que por sus ideas i co~tumbres
sean dignos d~ censura. Los antIguos
echaban mano de los elefantes para sus campañas,
i los españoles colonizadores de América,
de feroces mastines! Hasta las bestias
han merecido la atencion de los hombres en
esos dias sin luz de las carnicerías humanas.
Pero que la paz reine como una madre robusta
i fecunda, que adquiera el prestijio de
su misma importancia, i Jos malos elementos
sociales de que solo hai necesidad para luchar
i vencer, volverán a la nulidad de donde
jamas debieran haber salido.
El militar mismo gana con la paz. El tiene
como el ciudadano, un corazon de hombre,
i no pocas veces una amada esposa i unos
caros hijos. El necesita como el ciudadano,
LA NOVELA
D E UN
( lJontinuacion. )
No sé qué pensamientos malditos han atravesado
en este momento mi espiritu débil i fatigado:
me he representado súbitamente bajo los mas insoporiables
oolores el porvenir de lucha contínua, de dependencia
i de humillacion, al cual yo entraba por las
puertas del hambre; he sentido un disgusto profundo,
absoluto i como una imposibilidad de vivir. Al mismo
tiempo una oleada de rabia salvaje i brutal me subia
al cerebro, he tenido como un vahido, e inclinándome
hácin. el vacio, he visto toda la superficie del rio llena
de lentejuelas de fuego .. ... .
No diré, siguiendo el uso: Dios no lo ha querido.
No me gustan esas fórmulas vulgares. Me atrevo n. decir:
yo no lo he querido! Dios nos ha hecho libres i
si lo hu~iera dudado ántes, ~seminuto supremo en q~e
el alma. I el cuerpo, el valor I la cobaruia, el bien i el
mal, se comLn.tian en mi tan mortalmente, ese minuto
hubiera desvanecido mis dudas para siempre.
Vuelto a ser duefio de mi, no he experimentado ante
esas ondas temible.~ sino la tentacion mui inocente i
bastante necia, de saciar en ellas la sed que me devoraba.
Despues he reflexionado que encontraria en mi
cuarto uua agua mucho mas limpia j he tomado el camino
del hotel, representándome deliciosamente los
plllceres qUe me esperaban a1li. En el Boulevard me
he encontr.ado con Gaston de Vaux, a quien no ~eia
hacia. dos afios. El se paró despues de un momento de
duda, roe estrech6 cordialmente la mano, me dijo dos
pala.bras de m.is viajes.i m~ dejó a la.?arrera. Despues,
volViendo báCl& mi: mi amIgo, me dIJO, es preciso que
me permitas asociarte a mi buena fortuna. Re puesto
las manos sobre un tesoro: he reoibido un cargamento
d e oigar~os qne me. cuestan dos fr~ncos cada uno; pero
que no tIenen preCIo. Toma uno 1 hablaremos. Adios
mi amigo. . . . .
He subido penosament.e~s seU! pIses 1 he agarrado,
trémulo de emocion, Dll dIchosa. garrafa, cuyo contenido
lo he n,gotado a peq~efios. trng~B.:. en seguida be
enoendido el cigarro de ~1l a.mlgo, dlrlJléndome. en .mi
espejo una sonrisn. de ammaClon. Re vuelto a sahr bIen
LA ILUSTRACION.
educar su familia; i como el ciudadano puede
tomar parte en las tareas del progreso de
la patria, colgando su e~pada para ~o.mar
asiento en el hermoso festm de la fehCldad
de sus conciudadanos.
EXTERIOR.
REVISTA DE A~ItruCA 1 EUROPA-Redactores, José Maria
Vergara i V.-Ch. C.-Nulema-* *
EUROPA.
mspaña.
Madrid, noviembre 5 de 1869.
REVISTA DE LA SEMANA.
Vl#maa notü;iaa.
¿ A quién elejimos? ¿ Quién se vá, i quién S6-
queda '? ¿ Se rompe o se conserva la c081ioioD?
Todo el mundo ha hecho i se ha hecho esas preguntas'
todo el mundo ha buscado su contestacion
en lo q~e se contaba acerca de las reunio?es. que
mañana, tarde i noche celebraban 10.8 uDlODlstas,
los progresistas i los demócrata~ jun~os o separados,
i esta es la hora, despues de dIez dlas de duda, en
que, fuera del cambio o modificacion ministerial
ya realizado, nada s~ s.abe ~n ('..lant? a lo demas.
Siempre se han dlstmguldo los hberales por el
desenfado con que tratan a los pueblos, por i para
los que dicen que lo hacen todo i pero jamas, como
ahora, se ha llegado a insultar a .los mismos
pueblos, a disponer con ménos aprenslOn de sus
destinos.
La situacion no puede ser mas angu~tio~a. L~s
ingresos de aduanas marcan una parahzaCIon rUInosa
en el comercio, de cuyo triste estado dan
igualmente fe las quiebras mas desastrosas i son
ya muchas las fábricas, siendo l~mitado el Rúmero
que hai en España, que han teDldo que cerrarse o
que han suspendido todo tr:tbajo i la miseria se
deja sentir en todas partes, i en ninguna se goza
de seguridad; la administracion se encuen~ra des·
organizada, i el tesoro exhausto i Espana solo
inspira compasioI1 i ~esprecio. a los dem~s p~eblos ;
en Cuba arde una lDSUrl'eCClOn sangUInarIa que
compromete nuestroi mas altos intereses i i, finalmente,
cuando lloramos las desgracias de ayer de
nuestras luchas fratricidas, tenomos que angustiarnos
con la perspectiva de nuevas luchas para
mañana. Pues bien: en esta situacion, en esta
confusion, en este cáos, nuestros constituyentes,
los que tantas dichas nos prometieron, para nada
se acuerdan del país, i ocupados únicamente de
sus pequeñas ambiciones i de sus miserables rencores
i celos, aumentan la confusion, el cáos i las
desgracias que sufrimos,i que son ya inagu!lnt~bles.
i RfJvz"sta de la semana! Nada mas fáCIl Dl mas
pronto, convencido de que el movimiento físico i las
distracciones de la calle me eran saludables.
Al abrir mi puerta ví con descontento en el estrecho
corredor a la mujer del portero del hotel que parecia
sorprendida de mi repentina aparicion. Esa mujer ha
estado ántes al servicio de mi madre, que le tomó afecto,
i que le dió, al casarla, el puesto lucrativo que todavía
hoi ooupa. Rabia creido notar desde algun tiempo
que ella. me expiaba, i sorprendiéndola esta vez en
fragante delito :-Qué quereis? la dije violentamente.
-Nada, sefior Máximo, nada, ha respondido mui
turbada: estaba arreglando el gas.-Levanté los hombros
i partí.
El dia acababa. Re podido pasearme por los lugares
mas públicos sin tener desagradables encuentros. Me
he visto obligado a anojar mi cigarro porque me hacia
mal. Mi paseo ha durado dos o tres horas, horas
bien crueles. Rai algo de particularmente punzante en
sentirse atacado, en medio de todo el brillo i de toda
la abundancia de la vida ci vilizada por el azote de
la vida salvaje, el hambre. Es de volverse 1000; esun
tig"e que os salta a la garganta en pleno Boulev,trd.
Racia nuevas reflexiones. No es una vana palabra,
el hambre! Rai una enfermedad que tiene ese nombre.
hai criaturas humanns que sufren todoglos dias, lo que
sufro por casualidad una vez en mi vida. ¿ 1 en cuántas
de ellas ese sufrimiento no tendrá un cOI'bejo de penas
i dolores que no he pasado aún? El único ser que me
interesa en el mundo está al ménos al abrigo de los
males que sufro: veo su rostro querido, feliz i sonreido.
Pero aquellos que no sufren solos, los que oyen el grito
desgarrador de sus entrafias repetidos por labios
adorados i suplicantes, los que al volver a la sombria
mansion, encuentran pálidas las mujeres i los niños sin
sonrisa 1. ..... Pobre jente 1. ..... 0h santa caridad!
Esos pensamientos me quiLaron el valor para quejarme;
i me dieron fuerzas para soportar la prueba
hasta el fin. Podia evitarla. llai aquí dos o tres cafés
donde soi conocido, i me ha sucedido con frecuencia,
ouando era rico, entrar a ellos sin esorúpulo aunque
hubiese olvidado mi bolsa. Yo podio. emplear ese medio.
No me hubiera sido dificil encontrar cinco fr ancos
prestados en Paris; pero esos expedientes que revelaban
l.a miseria me han repugnado. Para los pobres e~a
pendIente es. ~uave, i no quiero ni allD poner los piés
en ella: qUIsIera perder hasta la. probidad, a trueque
de no perder la delicadeza. lle notado frecuentcmente
con qué terriblc facilidad ese sentimiento exquisito de
la honradez se degrada aun en las almas mejor dotadas,
no solamente al soplo de la miseria, sino al simple
triste que haoerla: unionistas, progresistas i demócratas,
en J'unto cuatro o cinco docen. as de san1-
guijuelas, dueños de hacer cuanto q';l1era:t;l, so ~
han hecho ]0 que convenia a su sed InsaCIable 1
exclusiva de la sangre del pais.
Teníamos ya presupuestos confeccionados por
el señor Ardanáz, que al ménos i a falta de otra
cosa, nos ofrecian,entre algunas grandes injustioias,
el conauelo de una mentira, porque en ellos el
déficit no excedia de algunos millones. Pero hasta
e!'O. consuelo mentido nos falta, í desde luego viene
a nosotros la calamidad mas grande: el presupuesto
del señor Ardanáz desaparece tan pronto como
apareciera, i en sustitucion al señor Ardanáz, que
nada bueno hacia, tenemos otra vez al señor Figuerola,
que ha hecho ya lo peor que podia hacerse.
I Oh admirable revoluoion! Ni sus hombres
revolucionarios han sabido darnos nada, pues que
Figuerola es el hombre necesario. I en esto han
parado las conciliábulos i cabildeos de nuestros
prohombres: desde el parto de la montaña no se
recuerda cosa mas ridícula; pero lo desastroso
excede todavía a lo ridículo. Ah! se nos olvidaba;
)os nuevos ministros Mártos i Figuerola juraron
sus cargos i se presentaron a la Asamblea el ~ia
de difuntos. sin que a esto nos ocurra pone~ Dlngun
comentario, porque el hecho lleva conSIgo el
mejor comentario.
Otra cuestion no ménos grave e interesante, i
que ha dado, i aun dá, gran pábulo a la chismografía,
que aquí constituye toda la política, ha siuo
i es todavía la cuestion Topete. ¿ Saldrá Topete
del ministerio con sus demas compañeros
unionistas mártires? i Seguirá unido en el ministerio
a los progresistas, con quienes departe tan
amistosamente en la Tertulia? Todas las opiniones
llndaban divididas en este. gravísimo punto ;
i aun cuando se supo que el ínolito héroe de la Zaragosa
habia presentado su dimision, se creyó que
solo se trataba de un juego de compadres; i razon
habia para creerlo, puesto que al darse ouellta de
esa dimision, se la rechazó porque solo se fundaba
en motivos de delicadeza. i Oh delicadeza, i dónde
i cuándo debia encontrarse!
Pero debe haber algun unionista bajo la yerba.
Topete estaba ya convencido i reazgnado a quedarse
en el ministerio i los progresistas habian vuelto
a mirarle como en los buenos tiempos de Cádiz i
los unionistas empezaban ya a tratarle como a
cualquiera de los insurrectos de junio al ser vencida.
la insurreccion, cuando se anuncia que insiste
en su dimision, i que está irrevooablemente decidido
a sostenerla. Nuevos cabildeos i conciliábulos;
Prim no pára en sus viajes del rejente a Topete,
i de Topete al rejente i consejos de los tres
héroes una hora sí i otra no; consejos de ministros
a todas horas; i resultado de todo, por un momento,
i en vista de las declaraciones de Prim,
contacto de la necesidad, para no velar sobre mi oon
severidad, para no desechar como sospeohosas las oapitulaciones
de la oonciencia que parecen mas inocentes.
Es preciso, cuando llega el mal tiempo, no habituar
su alma a la flexibilidad; ella tiene mucha inolinacion
a ceder.
La fatiga i el frio me han hecho volver a las nueve.
La puerta del hotel estaba abierta: subia la escalera
con pasos de fantasma, cuando he oido en el cuarto del
porLero una conversacion animada, cuyo gasto lo haoia
yo, porque en aquel mismo instante el tirano de la oasa
pronunciaba mi nombre con el acento del desprecio.
-Rasme el favor, decia él, de dejarme quieto con tu
Máximo. ¿ Soi yo acaso quien le he arruinado i qué
quieres entónces? Si se mata le entc-rrarán.
-Te digo, Vauberger, replicó la mujer, que te hu-biera
partido el oorazon, verle tragll,r su garrafa ... .. .
Si creyese que piensas lo que dices, cuando exclamas
como un oómioo: "Si se mata, lo enterrsl.l'án! " ..... •
Pero no lo creo, porque en el fondo tú eres un buen
hombre, aunque no te gusta que te saquen de tus oasillas.
Piensa en lo que es carecer de fuego i de pan! Un
jóven que ha sido alimentado toda, su vida con manjares
delicados, i criado bajo armifios como un gato mimado!
¿ No es esa una vergüenza i una ignominia, no
es un picaro el gobierno que permite cosas semejantes!
-Pero eso no le toca en nada 'al gobierno, respon-dió
con bastante razon Mr. Vauberger ...... Pero tú te
engafins, él no ha llegado a ese oaso, no careoe de
pan ...... Eso es imposible.
-Bien, Vauberger, voi a decÍl·telo todo: le he segui~
o,l.e he.expiado i le he hecho expiar por Eduardo; i
estol bIen segura de que no ha comido ayer, que no ha
almorzado hoi, i oomo yo he rejistrado todos sus bolsillos
i no hai en ellos ni un oentavo, es indudable que
no habrá comido tampooo, porque es bastante orgulloso
para ir a mendigar una comida.
-Tanto mejor para él! Cuando uno es pobre no
debe ser altivo, ha dicho el honorable portero, que en
esta oircunstanoia manifestó sentimientos dignos de un
portero.
Estaba satisfecho del diálogo, i le di fin abriendo
de repente la puerta del ouarto i pidiendo una luz a.
MI'. Vauberger, que se sorprendi') tant.o como si le hubiera
pedido su cabeza. Apesar de mi deseo de mostrar
buen talante, no me ha sido posible dejar de tropezal'
dos o tres veces en la esoalera: la cabeza me
daba vueltas. Al entrar en mi ouarto, de ordinario
glacial, .he tenido el placer de encontrar una temperatura
oálIda, dulcemente sostenida por un fuego vivo i
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
que aseguraba demitiria. si Topet~ no ~ejaba. ~n
su resolucion, que estuviéramos SID Gobierno I 8ID
rejente, porque tambien ell'ejente, pretendia que
se convocara la Asamblea para llevar a ella la renuncia
de su alto cargo.
Por fortu?a, o por desgracia. s.e ha salido de
este temor, 1 al ménos lo del Gobierno está concluido:
si Topete no sigue, p~IDtO aun du~oso,
Prim, no solo se resigna a seguir con la presld?n.
cia del consejo i el ministerio de la Guerra, silla
que acepta ademas, hasta que no sea necesario, el
ministerio de Marina. Serrano, segun todas las
probabilidades, seguirá de rejente, teniendo hoi un
banquete i mañana una cacería; i solo quedan a
pié los unionistas rabiosos. Por si . a~aso., puede
decírsele a Topete aquello de non bUl ?n ZI:l~m,. o
en otros t érminos: ni te volverás a ver, m pondrás
a tus amigos una vez mas en lo de Cádiz.
Tenemos ya ca.\i rei en un medio hombre: el
duque de J énova triunfa en toda la !inea progresista,
i va haciendo prosélitos entre los . ~e. la
Un ion ; a Espartero se le ha enterrado definItiva.
mente, i Montpensier ha recojido ya calabazas con
que puede hacer tan buen negocio como con. las
naranjas. Es la última ignominia. Por espacIo de
un año se ha estado ofreciendo el Trono do Isa.
bel la católica i de Cárlos 1 al senil Coburgo, al
sibarita de Lisboa, sin qlle desalentaran a progre·
sistas i demócratas las desdeñosas repulsas que
respondian a sus ofrecimientos; ahora. se dice :
a falta M tn'~jo baboso, bueno es un niño mocoso,.
ya que nos falte el de la familia de herejes, cojámono:;;
al sobrino del escomulgado ; i ahí tienen
ustedes electo en petit comité al 'Pequeño saboyano.
Para el cuadro final solo falta una cosa, i es de
creer o de temer que la tengamos; falta que la
eleccion hecha en petit comité se ra·tifique en plena
Asamblea por el voto de cuarenta o cincuenta
diputados, que ya no lo son por los empleos que
han recibido, estando en suspeneo las garantías
individuales, i bajo la mano sagas tina todos los
periódicos i todos los ciudadanos que no aclamen
al niño de Saboya. Es verdad que, despues de
todo faltará lo mejor, es deoir, lo que aquí se lla.
ma ilesollal" el rabo.
Tenemos aquí, cerquita, en los alrededores de
la capital:
Veintiun batallones de infantería,
Veinte escuadrones,
1 un número respetabilísimo de cañones.
Con que veremos si la semana es ruidosa, i pien.
sen ustedes entre tanto en lo de ])on Szmon:
" La 'Vida es fugaz,
Ninguno previó
Su trance fatal."
Aquí el nt'nfJ~mo somos todos, desde el Gobierno
incluRive.
alegre. No he llevado mi rigor hasta apagarlo; he
bendecido los buenos corazones que hai en el mundo;
me he extendido en un viejo sillon de terciopelo de
Ut,recht, que, como yo, ha sufrido los reveses de fortuna
subiendo desde el piso baj o hasta la bohardilla;
i traté de dormir. E5taba. hacia media hora sumido en
una especie de letargo soñando con suntuosos festines,
cuando el ruido de la puerta que se abria me despertó
en sobresalto. Creia soñar todavía cuando vi a Mma.
Vauberger cargada con una gran bandeja en la cual
humeaban dos o tres platos suculentos. Ella habia colocado
ya su platon en tierra i principiado a teuder un
¡:año sobre la mtlla, ántes que yo hubiese salido de mi
letargo. Al fin me levanté precipitadamente :-Qué es
eso ? la dij e. Qué es lo que h aceis ?
Mma. Vauberger finjió una viva sorpresa.
-Traigo la comida que el señor me pidió.
-No he pedido tal cosa, tal vez algun pensionista
del lado la ha pedido i Eduardo se ha engañado.
-No hai ninguno alIado. No comprendo .... ..
-En fin, no soi yo. Qué quiere decir eso? Vos me
incomodais. Llevaos eso.
La pobre mujer se puso entónces a doblar tristemente
su mantel, dil'ijiéndome mÍl'adas llorosas, como un
perro a quien se ha castigado.
-El señor ha comido probablemente ?
-Probablemente.
-Es lástima, porque la comida estaba pronta, i va
,s. perderse; el muchacho va a ser regañado por su padre.
Si el señor no hubiera comido por casualidad, yo
le quedaria mui reconocida ......
He dado una patada. con violencia.
-Idos! os he dicho.
Al salir me le acerqué:
-Mi amiga Luisa, le dije, os comprendo i os doi las
gracias; pero estoi enfermo i no tengo hambre.
-Ah! seITor Máximo, exclamó llorando, si vos supiérais
c6mo me mortificais! 1 bien, vos me pagareis
la. comida; pero cree que aunque me diéseis cien mil
francos, no tendria el mismo placer que si os viese
gustar mi comida! Sí, es una limosna que vos me haceis.
Vos que teneis talento debeis comprender eso,
señor Máximo.
-Bien, mi querida Luisa, no puedo daros cien mil
francos, pero voi a comerme vuestra comida. Vos me
dejareis solo, no es verdad?
-Sí, señor, gracias! teneis un buen corazon.
-1 buen apetito tambien, Luisa. Dadme vuestra
mano; pero no crenis que es para poner dinero en ella,
estad segura. Hasta la vista, Luisa.
LA IL USTRACION.
A ÚLTIMA HORA.-.MaMid, 13.-El señor To.
pete ya no es ministro de ~arina ; pero n~ por
eso ha. dejado de St'r P~esldente del consejO de
ministros el jeneral Primo Bueno es que nos
apresuremos a dar esta segundn Il:0ticia,. para que
la primera no cause tan grande lmpreslOn, c.omo
causaria por sí sola a los que la lean por pl'lme-ra
vez. ;jo .
AMERICA.
Peru.
El Nacz'onal de Lima, fecha 13 de noviembre,
nos suministra las siguientes noticias :
Aunque durante la quincena de que damos
cuenta, no ba ocurrido ningun acontecimiento por
el cual pueda colejirse que esté amenazado el ór·
dén público, incidentes de segundo órden, interpretados
en sentidos varios, han hecho Ilurjir te·
mores sobre la estabilidad de la paz.
Si hubiera de apreciarse la tranquilidad de la
nacion, por el número de presos políticos que
existen actualmente, i por las medidas que el gobierno
toma, podria creerse que alguna revolucion
va a estallar. Felizmente esas medidas no tienen
en el pais la significacion que podria dárseles en
Estados sólidamente constituidos; i por mucho
que se exajeren los temores de revueltas, hai razon
para creer que el órden no peligra.
Siguen a la órden del dia las destempladas discusiones
entre el Poder Judicial i el Gobierno. La
nota pasada por el que fué ministro don Manuel
Ferreiros a la Excelentísima Corte suprema de justicia,
nota en la que se revelaron los enojos de la
administracion con franqueza nada constitucional,
fué contestada por el presidente de la Corte supre·
ma, con firmeza i dignidad.
Creyóse el Gobierno por esto nuevamente ofendido,
i replicó al momento, en un documento en
el que se han repetido las quejas, se han reagravado
las acriminuciones i no han e/lcaseado ame·
nazas.
El Gobierno permite al señor Piper, que inscriba
su compañía en California, asegurando de este
modo la proteccion de los Estados Unidos, tanto
a los buques como a la propiedad en el Océano;
el privilejio de importar todos los artículos para
el uso de los colonos, libertad de derechos por el
espacio de diez años, todas las mejoras públicas
que sean necesarias, tales como caminos, puentes.
canales, i el derecho de establecer peajes o impues·
tos. Tambien le permite establecer un banco, la
emision de papel moneda, i la navegacion de todos
los rios de la república.
El señor Piper se compromete por sí i a nombre
de sus socios en la empresa, a traer i establecsr
no ménos de cinco mil familias en dichas tierras,
Lo. excelente mujer salió sollozando.
Acababa de escribir estas lineas, despues de haber
gozo.do de la comida de Luisa, cuando oí en la esoalera
el ruido de unos pasos pesados i graves ; al mismo
tiempo creí oir la voz de mi humilde providencia en el
tono de una confidencia aj itada . Pocos in stantes despues
tocaron a la. puerta, i miéntras que Luisa se ocullaba
en la sombra, ví apar ecer la figura solemne del
viejo notario. Mr. Laubepin dirijió BUS miradas hácia
el platon donde habia, puesto los despojos de la comida;
despues avanzándose hácia mí i abriendo los brazos
en signo de confusion i reproche a la vez:
-Señor marques, dijo, en nombre del cielo, cómo
no ,habeis ? ......
El se inter rumpió, se pase6 por el cuarto i determinándose
de repente:
-J6veu, continuó, no habeis hecho bien, habeis
ofendido a un amigo, habeis hecho avergonzarse a un
anciano!
Estaba mui conmovido, le miraba no sabiendo qué
responder, cun.ndo me ha atraido hicia sí, i abrazándome
ha murmurado en mi oido :
-Mi pobre hijo l. .. .. .
Hubo en seguida un momento de silencio entre nosotros
i nos sentamos.
-Máximo, dijo l\fr. Laubepin, estais siempre dispuesto
como os he dej ado? ¿ Tendreis el valor de aceptar
el trabajo mas humilde, el empleo mas modesto,
siempre que sea honroso, i que asegurando vuestra
existencia personal, aleje de vuestra hermana, en el
presente i en el porvenir, las penalidades i los peligros
de la pobreza?
-Ciertamente, señor, ese es mi deber i estoi dispuesto
a cumplirlo.
-En ese caso, amigo mio, oidme. Vengo de Bretaña.
Existe en esa antigua provincia una opulenta familia
de Laroque, la cual me honra hace muchos a.ños con
una entera confianza. Esa familia está representada
hoi ppr un anciano i dos mujeres, a quienes la edad o
el cd.rácter hace inhábiles para ~os negocios.
Los Laroque poseen una for tuna terri torial consideráble,
cuya aclmiuistracion estaba confiada, en estos
últimos tiempos, a un intendente a quien yo miraba
como un bribon. He recibido al día siguiente de nuestra
entrevista, Máximo, la noticia de la muerte de ese
individuo, i me he puesto en camino inmediatamente
para el castillo de Laroque, i pedido para vos el empleo
vacante. He hecho valer vuestro titulo de abogado
i particularmente vuestras cualidades morales. De
conformidad con vuestros deseos, no he hablado de
15
a razon de mil cada cinco años, cuyos colonos
tendrán el derecho de ciudadanos.
Se presentaron las propuestas para la construc·
cion del ferrocarril de Arequipa a Puno, no habiendo
otros postores que los señores Meiggs i
Salinas.
El señor Meiggs propone construir el ferrocarril
en el término de cinco añ os i ofrece trabajar
el camino por dinero efectivo o por bono~. En
el primer caso pide 25.000,000 de soles efectIvos ;
i 32.000,000 en el segundo.
El señor Salina se pone tambien en los casoa
propuestos por el señor :M:eiggs. Ofrece construir
la línea por 26.000,000 de soles efectivos, o
por 33.000,000 de soles en bonos.
La comision encargada de dictaminar acerca
de las propu~stas para el ferrocarri~ de Lim~ a
Jauja, expedll'á dentro de poco ~u dlCtám~n, 1 a
juzgar por el anhelo que el Gobierno . mamfi~§.t.a
en esta clase de asuntos, esos ferrocartlles se 10lciarán
en breve.
Entretanto, aun no resuelve ese mismo tribunal
la cuestion de despojo interpuesta. por los éa.pit3lisLas
nacionales Can OC3sion del contrato
Dreyfus. . .
El señor fiscal de la suprema Corte expldló un
nuevo dictámen, probando que segun las leyes,
h an sido despojados del derecho de preferencia a
la compra de guano, los capitalistas nacionales.
Ese documento como todos los que salen comunmente
de la pluma del doctor Ureta, es un nuevo
i poderoso esfuerzo del talento, i será mui raro
que no produzca en la Corte una impresion ·decisiva.
A la vez que la opinion pública reóhaza intransijente
el negociado Dreyfus, que la comision lejislativa
le opone la valla de la Constitucion i que
es probable que la Corte suprema declare el derecho
do preferencia de los nacio,nales, el Gobi~rno
ha expedido algunas resoluclOnes secundal'las
que se refieren al contrato mismo.
Entre otras, se ha señalado el tipo a que deben
recibirse las monedas estranjeras i las pastas que
entregue la casa de Dreyfus al Gobierno; se ha
mandado devolver a los consignatarios algunos
libramientos, i se ha r elevado, por último, a la
consignacion de Alemania, de la obligacion de
acudir con .f!, 62,000 al año, para el servicio del
empréstito de 1865.
Se han aprobado las adjudicaoiones de t errenos
hechas por el Prefecto de Loreto a algunos pobladores
de nuestros t errenos de Amazonas. Pa.
rece que cl Gobierno se ocupa actualmente de estudiar
con detencion la manera de atraer al Perú
una inmigracion poderosa.
Anticirá.ndose al Perú, el Gobierno de Bolivia
acaba de concluir una negociacion con el señor A .
D. Piper, de San Francisco de California, por la
vqestro nacimiento , no sois i no sereis conocido en la
ca'jla sino bajo el nombre de Máximo Odiot. Habitareis
un pabellon separado donde os servirán vuestras oomída~,
si no quer eis asistir a la mesa de la familia. Vuestro
sueldo será de seis mil francos por año. ¿ Eso os
CQnviene?
-A las mil maravillas, i todas las precauciones, todas
las delicadezas de vuestra amistad las agradezco
como debo; per o, para deciros la. verdad, temo ser un
hombre de negocios un poco nuevo, un poco inútil.
Sobre ese punto, amigo mio, tranquilizaos. Mis escrúpulos
han adivinado los vuestros, i no he ocultado
nada a los inter esados.- SeITora, le dije a mi excelente
amiga Mma. Laroque, vos teneis necesidad de un intendente,
de un administrador para vuestra fortuna, i
os ofrezco uno. Está mui dislante de poseer la ha.bilidad
de su predecesor; no está versado absolutamente
en los misterios de los I?ontratos i arrendamienios; no
sabe ni j ota de 108 negocios que os digneis conferirle ;
no tiene conocimientos especiales, ni práctica, ni exper
iencia, ni nada de lo que se aprende ; pero tiene algo
mas que faltaba al predeceaor, que sesenta años de
práctica no habían podido darle, i que diez mil años
no le hubieran dado tampoco; él tiene, seITora, la. probid",
d. y o le he visto en accion, i respondo de él. Tomadle
i vos me quedareis reconocida i a. él tambien.
Mma. Laroque se ha reido mucho de mi modo de recomendar
la jente; pero parece que es un buen modo,
pues he logrado mi objeto.
El digno anciano se ha puesto ent6nces a darme nociones
elementales i jenerales sobre mi empleo, i me
ha ofrecido algunas notas i observaciones sobre la familia
Laroque, que ha tenido 1'1 trabajo de reoojer i
r edacta.r para mi.
- 1 culÍndo debo partir?
-A decir verdad, Máximo, ( no se trataba ya del
señor márques): lo mas pronto será lo mejor, p~rque
esa jente no es capaz de poder hacer un recibo. 1t1i
excelente amiga lUma.. Laroque en particular, mujer
por todos respectos recomendable, es en negocios de
una neglijencia, de una ineptitud que traspasa 108 límites
de la. imajiracion. Es una criolla.
-Ah! Es una criolla ? r epeti yo.
-Sí, una vieja criolla r espondi6 MI'. Laubepin. Su
marido era breton, pero esos detalles vendrlÍn a su
tiempo ...... Hastamañana, Máximo .. .... Ah ! me olvida
ba ...... El juéves por la mañana, IÍntes de mi partida,
he hecho una. cosa que no debe seros desagradablf:'.
( Continuará. 'f
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
16
(lual se le adjudica una vasta extension de territorio
para ser colonizada. La concesion com,
prende toda la parte norte de Bolívia de lato 120 ,
adema s de una seccion considerable mas al sur,
que componen una superficie como de 100,000
millas cuadradas.
El señor don José Félix Luque ha sido reconocido
en su carácter de Encargado de negecios
de la República del Ecuador.
BIBLIOG RAFIA E HISTORIA_
Redactores, Florencio Briceño-Ignacio Gutiérrez Ponce-
José Maria Quijano D.-José M. Groot-Manuel
Briceño.
Tradiciones perdidas.
Artículo escrito por Florencio Briceño i dedicado al señor
Nicolas Ponton, como un recuerdo de amistad leal i franca.
La injusta preocupacion de que el nuevo mundo
no ofrece ántes de su descubrimiento nada que interese
a la historia i desarrollo del espíritu humano,
ha ido desapareciendo a medida que las cienoias
de observacion ensanchan su dominio, i que
el hombre con el pleno conocimiento de sus dereohos
ama i explota /Dejor la patria heredada de
sus padres; desmintiéndola últimamente los importantes
trabajos de algunos sabios, entre ellos
los del abate Brasseur de Bourbourg. Pocos paises
ofrecen tan abundantes materiales a las intelijenoias
que saben reconstruir el mundo antiguo,
como la pequeña República de Guatemala conocida
por sus eminentes circunstancias jeográficas,
por la magnificencia de sus despojos tradicionales
i por la vigorosa hermosura de sus paisajes. El
aspecto de esta comarca conserva efectivamente
aquel sello que la naturaleza imprime a los fenómenos
cuya causa nos oculta, i tambien el que el
hombre primitivo ha sabido estampar a la obra de
sus manos: así es como alIado de la historia física
del globo, se conserva la fisonomía de la edad
heróica i fabulosa de América.
En los campos, en las ciudades i en las aldeas
reina cierta ~esolacion, cierto indefinible estrago,
que nos explica de un modo solemne la severidad
de esos conos calcinados i erguidos sobre las COI'·
dilleras de distancia en distancia' inmensos faros
plutónicos que dominan desde la; nubes dilatadísimos
horizontes. Al lado de estos indicios de antiguas
catástl'ofes í perturbaciones violentas, se
encuentran aqui í allá, limitados por frescas i lindas
montañas. algunos vallcs bien cultivados i
esos lagos solitarios, profundos, armoniosos. a cuyos
encantos se unen las reminiscencias de épocas
desconocidas.
Bajo este punto de vista consideraremos princi.
palmente a ~uatemala ; ya que sus soledades sembradas
de rumas, sus famosos monolitos, sus oircos
monumentales, sus ciudades exhumadas i las tradiciones
llenas de novedad que todos los dias salen
a luz, ha~ despe~tado el interes propio de las grandes
cuestIOnes hIstóricas.
~a Amé~ica tiene, lo mismo que Asia, sus exfinJ
e~_l BUS Jeroglíficos: conserva igualmente los
vestlJIO~ de una civilacion cuya historia apénas se
presumIa, expresada como todos los altos heohos de
los pueblos primitivos, pOI' medio del símbolo.
Este hecho que aparece hoi lentamente de entre
el osario .de muchas jeneraoiones, no fué completamente
19~orado por los descubridores; aunque
!as t~ndenClas ~on que se consumaba la conquista
1 las Ideas dommantes, no les permitiera considerar
filoso~camente su importancia.
TodavHl no estaba terminada la conquista de
don Heman Cortés en Méjico, ni la de su teniente
don ~edro de Alvarado en Guatemala i cuando
el_espíritu penetrante de Bernardino de Sahaaun
senalaba con timidez a sus contemporáneos <> el
valor hi~tó~~co de estos monumentos vener~dos
p~r los lUdlJenas, i en ruinas hacia millares de
a~os. Pero, quién habia de oir al noble anticua-
1'10 en el estruendo de los combates? Quién habia
de detenerse un momeuto en el rápido camino de
la fortuna, cuat;Jdo la jeneralidad de los conquistador~
s 00 conOClan /Das móvil que el oro, ni mas
glona qu.e la de las armas? ApeBar de todo sus
o.bservaClones fueron recojidas i continuadas ~uceslvamente
por Benaducci,Clavijel"O i don Antonio
de Gama. ~stos exploradores tienen, por lo l11énos,
la glOrIa ~e haber sido los 'primeros en estable~
el': que ~I el nue~ " Continente hace refluir la
sáv~a do .BU VIda ~ast, ,¡ ~l1tigu o vivificándolo i
eurIq~eclendo su mdustnu, sus artl's i BUS cioncias'
tamblen es deposi~ario de las graDdes eDseüanza~
del pasado, escondidas en el hacinamiento de ma
nífi~as ruinas nosllioronaLlns ya i defendidas po!' ~ ...
olvI~o. Despues de cllus, ti ba, o~ de Humboldt,
el digno representante; (le la ClOuCla modema ilust~
ó estas ruin,, /! interrogándolas con su palab~'a habItuada
a desclfear los misterios' i sin iéndose de
la tradi~ion i d~ ~()s recursos de s~ gran 's~gn cidad,
estableCIÓ aefimtlvamente una cuestion importan.
LA ILUSTRACION.
te, aplazada, sin duda, para el porvenir. Animado
por las opiniones de este sabio, el señor Ramon
Ordóñez se dedicó al estudio de las antigüedades
de su pais, i a él se deben, segun parece, las ~ejores
observaciones recojidas entre los aboríJenes
chiapanesos. Últi~amente, los trabajos de muchos
ingleses i americanos han suministrado e~ nu~stros
días bastante luz a esta parte de la. hIstOrIa de
América, que aoaba de ilustrar el abate Brasseul'
con su gramática de la lengua quichée i con s~
" Historia de las naciones civilizadas de l.'t'Iéjico 1
de la América central. "
En esa interesante série de ruinas que el extranjero
visita hoi con sorpresa en los bosques, se observan
ciertas figuras representativas o tal vez
simbólicas i la repeticion de algunos signos que
pudieran conducir a la formacion de un sistema
nuevo. El uso de esta escritura revela por sí solo
el estado de cultura en la Nacion a que pertenecia,
pudiéndose conjeturar que a esa forma jel'oglffica
acompañaban conocimientos del mismo órden
que los qne produjeron aquellas combinaciones
formadas por los ejipcios en la inmensidad, i
sirviéndose de las eternas leyes del universo.
La necesidad de representar ideas elevadas ha
conducido a los hombres a la invencion de la imájen,
i en ella reside el secreto que la ciencia aun
no ha podido arrancar a los inmóviles despojos de
las sociedades mas antiguas del mundo.
Despues que se han interpretado la insr.ripcion
de Roseta i el zodiaco de Denderah, creemos no
solo posible sino lójico ordenar i descifrar los monumentos
que en Guatemala i el Yucatán parecen
señalar una época hasta ahora desconocida en las
tradiciones americanas. Estas ruinas recuerdan
la edad de los mitos, en que las sociedades dueñas
ya de los primeros elementos de la vida pública,
ensayan sus aptitudes morales en un arte subordinado
frecuentemente a las ideas relijiosas. Hé
ahí la escritura hierática, la que especialmente
distingue a este jénero de ruinas, de las conocidas
i descritas por los historiadores de la conquista.
Pero cuál fué ese pueblo escultor que con ocia ya
los rudimentos dc un arte gráfico? Fué realmente
anterior i de diverso orijen de los aztecas i peruanos?
Cuáles fueron las causas de su engrandecimiento,
i qué circunstancias, qué sucesos promovieron
su caida ?
El vivo interes que deFpierta una cucstion de
tanta transcendencia es cl que nos incita a escribir
estas líneas, no para dilucidarla con el criterio
de la ciencia, que de ninguna manera conocemos i
sino para señalarla a la consideracion de nuestros
hombres de letras, i movidos únicamente por la
admiracion i el entusiasmo que esperimentamos en
presencia de algunos de esos monumentos. Digamos
algo acerca de ellos miéntras la arqueolojía
le dedica sus luminosas investigaciones.
( Continuará ).
REVISTA DE L.A. CIUDAD.
Redactores, Manuel Briceño-Manuel de J. Barrera.Nicolas
Ponton.
Empezaremos hoi nuestros trabajos, dando cuenta
a nuestros lectores de que en el próximo mes
habrá muchos espectáculos teatrales, pues ademas
de la Compañia del señor Ariza, cuya llegada
anunciamos, el miércoles por la mañana ll~gó la
que dirije el señor Toral. Le deseamos buen éxito
en sus trabajos.
-Las 40 horas que tuvieron lugar en la iglesia
de San Juan de Dios del 1.0 al 3 del corriente,
estuvieron mui concurridas i no dejaron que desear.
Los oradores sagrados que ocuparon la cátedra
en esos dias, fueron los señores doctores
Manuel F. Saavedra, Antonio M. Amézquita i
Justo González.
~D~ los jueces de distrito que el 1.0 del cirCÚltO
ha nombrado para este año, no ha empezado
a: funcionar el primero, porque el Secretal'ÍO sahente
no ha entregado el archivo a causa de encontrarse
en Facatativá. En otro número nos
ocuparemos de este negooio.
. -~l S falleció el Sarjento Mayor señor IgnaCIO
.SIlva, que prestó importantes servicios a la
patna.
-Han empezado a. llegar los miembros del
Congreso de este año. Entre los que sabemos
que están aCLuí, se encuentran los Senadores por el
~stado de Bolívar, señor doctor Agustin Núñez
1 Jeneral Antonio González Carazo.
---:-Qucrr~ decirnos el gobierno a qué uso piensa
dostmur elmmenRo muladar que han fOl'mado en
l~ casa que se incendió a espaldas de San Agust~
n, qua segun el decreto i leyes de desamortizaCI011
le pertenece?
-:-La municipalidad de Bogotá, que ha introdUCido
tan notablcs reformas en su policía, acaba
de ?ar un acuerdo p.ara que se multiplique 01 número
de luces sostemdas por el diatrito i tambien
el de aerenos, en el radio de oualquiera' de las que
hoi sostiene dicha corporacion, de acuerdo con la
Junta de comercio.
La utilidad de esta resolucion es patente, i felicitamos
por ella. al público i a la. Municipalidad.
-Deseariamos que el señor Director de obras
públicas o el Presidente de la Union nos dijeran
si entró en el espiritu de la desamortizacion el
convertir los conventos de monjas en lupanares,
pues hemos notado que en Santa Clara, la Concepcion
i otros, se han fundado establecimientos
de esta especie, por haber cedido el gobierno estos
edificios, que no han sido rematados aún, a personas
que por hacer negocio, no se paran en arrendar
las piezas a jentes no mui santas. Si a esto se
agrega que dichos locales son pura inmundicia,
llenos de cerdos, palomas, gallinas i otros animales,
no puede ser mas detestable la aplicacion que
se les da. En uno de estos que se habia cedido a
los artesanos para establecel' talleres i fundar una
escuela, existia una de niños hijos de artesanos
pobres; i entónces habia aseo i órden i pero la
política que todo lo destruye, hizo que se les de»pojara,
para darle la aplicacion que hoí tienen; lo
cual puede ser todo lo que se quiera, ménos honrOldo
para un gobierno que tenga algo de moralidad.
-Bueno seria que el señor Aloalde dispusiera
que la venta de carnes podridas. que regularmente
despachan entre semana las que se llaman menuderas,
no fe hiciera en la plaza del mercado, pues
el mal olor que despiden, daña el aire j i existiendo
lugares apl'opósito para su expendio, oomo la
plazuela de la Carnicería, la Huerta de Jaime,
&c, no creemos que haya inoonveniente para que
se establezca en ellos este negocio.
-En estos dias se han empezado a poner los
cimientos de una nueva galería en la plaza de mercado.
Si es, como suponemos, para especular, edificando
mayor número de tiendas i i no se construyen
tambien corredores espaciosos para los
oampesinos que traen mercado, tiempo llegará en
que descarguen los productos que traigan en todas
las calles i plazas, i no tengamos por dOlide
caminar. B.-B.-P.
REMI'fIDOS.
Arquidiócesz's de Santafé dc Bogotá.-Ministerio
Cural de Zas Nieves.-Bogotá,16 de nom."eIm!Jre
de 1869.-Número 18.
Señor Redactor de « La. I1ustracion."
La Junta jeneral de fábrica que tuve el honor
de presidir espera de la bondad de usted se sirva
insertar en su interesante periódico la resolucion
que inserto, esperando así un acto de justicia
distributiva.
1( El señor Felipe Roa R. pidz'ó la palabra i propuso
lo szguzente: La Junta jeneral de fábrica del
barn'o de las M'Yves de esta ciudad, compuesta de
mas de ochenta vernnos notables del ba?'rio i padres
de fcvmzez'a, en su seaúm de 7 de noviembre, aprobó
unánzrnemente la 81guzente proposz'm'on:
" La Junta consagra en la sesion de este dia, un
voto de gratitud i reconocimtento al üustrado i jÓV6f¿
sacerdote, señor doctor J ESUS MARÍA U RIBE, por su
celo apostólz"co, por los 'tmportantes i de~nteresacks
serviez"os que prestó a la parroquia durante el tiempo
que desempeñó este benificio. Publíquese esta resott4-
ez"on. El señor aura excusad01', doctor F. Tamayo H.
apoyó esta proposz'ez"on recomendando q1~e en justicus
debía aprobarse por unamlm'dad, i votada la prop08t'oz'on
así resultó."
El infrascrito no duda que usted prestará este
nuevo servicio a la Iglesia.
Soi de usted mui atento servidor.
FRANCISCO TAlI1AYO H.
ANUNCIOS.
Rifa de .los 19 p~emios-~sta rifa que estaba
anunCiada para hOl, no puede verificarse todavía
por no haberse colocado un número suficiente de boleta.
s; pOI' l? que la he t.rasferido paru el dia 2 de
abnl prOXIlDO. Mas SI esto no conviniere a los
tenecl( 'J'Cs de .boletas, pu.eden los que no convengan
en ello ocurrll' ).lor e.1 dmero que hayan consignado.
La venta ?e.boletas sIgue abierta hasta el dia 20 de
marzo proxlmo.
Bogotá, 1.0 de enero de 1870.
HERlIIÓJENES GARAVITO.-6-1
S~--e-- -h--a-- p--e--r-a-.-d--o-- -u--n- --g-a-r-n-j-e-i--d~--t~;ci~~~I~--~-;~~~
bordado dI! seúas, que contenia entre otras eos~s
un r~loj inglés ?,e oro, con cadena larga de oro. Est~
gal'lllel Sil perdlO a la salida del pueblo de Ubaté.
~a .1~~rsona que lo entr~que,.a lo ruénos el r"loj, reCI
bll a una buena gratlficaclon. HaLl al' en Bogotá
con el señol' José JORquin Borda, en Chiquinquirá
con el señor Juan José Borda.
'olejio d~ ~endoza:,-S~GUNDO AÑo.-Este
. estableclmlento contmuara sus tareas, en esta
Cludnd, desde el 15. de enero de 1870.
TUIl.ia, noviembre 15 de 1869.
El director, FRANOISCO MENDozA.
IMI.>RE:iTA DE NIOOLAS PONTON l COMPA:ÑÍA.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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"La Ilustración: política, literatura, noticias, filosofía, relijión, artes i oficios, instrucción pública, bibliografía, medicina, variedades, revista de la ciudad, revista de los estados, de Europa i mercantil - N. 4", -:-, 1870. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3687241/), el día 2025-05-09.