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PERIODICO DEDICADO A LA LITERATURA
Serie l. Bogotá, 27 de Noviembre de 1874. Número 12.
•
REVISTA DE LA CIUDDAD.
El hombre no naoe más que una vez, de abí el que
nunca en la vida encuentre segunda madre. La. natu"
a leza no ba presen tado sin{) rad ' i mas excepciones
's e11 la humanidad; el cOl'pion que hace
,tad, el amor frenético y delirante
yel repusado y hone"t(, del matrilll()nio. 'rodos ellos
<:omo en u n ea Icidu,sC'opo, cam Lían, se confunden, des.
aparecen muchas "CCl'!i, sin que en la vida \'uclvan á
presentar,'e otro, iguale )', cuánto dO'icngaño! eu,ínta
amarglll'a en el lonuo de ellos! El cend,al de la fe
y la. inocencia llega tÍ la tlln !.J;t C\lIhO un ududo d -
pedazado por la zarzas de la traicinn, el de engaño y
la bipoere ia que lo desgan'an n el curso de la
vida. Los amore. de hoy ~c confunden con los de
mañana, como las vi"ione, óptica de un feLricitante,
ó se borran como la e tela que d in~ecto deja en el
agua tranquila al cruSlar'la dpido; pero el afecto que
nunca se borr:l, que no se eoulunde, que no se aja y
que muere con quien lo Hevn, és el arnor maternal.
Felices de los que tienen un el' en la vida á quien dar
tan dulce nombre; desgraciados los que tenemos que
mirnr hácia una. tumba para mitigar nuestra bol'fandad!
ne aquí el sentimiento que predomina. y se
rrolla en el drama repre entndo en nuestro teatro, llamado
" La Carcajada," Ull jóven pobre y que gana
un miserable ueldo como escribiente en la de
un banquero, viendo ,í su madre en peligro de muerte
y sin teller con qué acal'la. á otro clima, unico remedio
que podrá salmrla, egun lo dico el médico,
olvida á su novia, de quien o tá loca mente enamorado,
olvida sus debore de gratitud para con quien le
da el pan, olvida sus deberes de hombre de bien y
hurta de la. caja de su patron una Sllmn pnra salv:;uá
su madre. La. suerte hace q lIe pocos dias de pues
obtenga una suma igual ó mayor que la. que habia
extraido y en el acto aprovecha un descuido intencional
del cajero y corre ¡¡, devolver los mil francos.
No hay que decir sino que lo sorprendiel'Oll el banquero,
el padre de su novia, el C3jc1'o y otro depen-
, Mf' .......
diente, quien desea vindicarse de la so pecha que sobre
él hnbia ,obrevenido. Como i le bubie e caido un
rayo á pié~, aquel hombre perdió en e l acto el
juicio ante e~a de, g racia inepamLle, ante e l Ianta,'ma
terrible y sangl'hmto de la vcrgüenza. na risa convulsiva
y 3rdónica hace que el j óven arroje una carcajada
mucho má cruel que lo ' gritos que una conciencia
la timada pudiera producir en un caso semejante,
Loco ya, vienen todos á convencer e de la fal ta
ju. tificada y de lo honroso de su arrepentimiento y
entónce rocuran salvarlo. Las escenas siguiente '
son las que poncD al espectador en la tortura más
terribl e. El loco rie irónicamente con u horrorosa
carcajadn allte las lágrimas de su desventunH.la madre,
ante los e fu~rzo de su prometida y in querer
proj(~ rir' má palabra que su propia acu ¡¡cion, por todas
partes ve e cl'itn la suma de mil Í1'anco" y como
para atonnenta rse i temente e cribe y borra, y
yualve:i e¡,cl'Íbir eon pedazo de ti)r,[I la suma fatal.
Aquí el gnlnde e fuerzo dd actor. Sin e to, el draDla
no valdria. la pena de un juicio. E tn pieza pue ta en
manos de un inexperto, caeri.! irremediablemente en
medio de una frialdad abrumadora.
El señOl' Ol'tiz ha con eguido un tl'Íuufo envidiable,
porque apénas habria en aquella. noche concun'enLe
(hablu de la gente decente porque ha ta para.
el' sen 'ible :se nece ita el' culto) que no lI ol':ll'a 6 no
inticr:.l el COl'azon al dc d,)lo1'. Con qué propiedad
de empeñó, u dificil papel. El extraviall1iento,
el en, la con la tencia maniátien, el
extrayi mo de la locura, la lucidez pasajera; aquel
rel!' y r(!il' tan extraño cuando miraba sin vel' á la
madre y amante anegada en lágrimas, fueron tall
bien imitad",', que levantaron el drama á 111 altura
de una bu na "lira literaria que leida Ó Ulal represcutada
no alcanzaria.
-Irás á teatro e ta noche 1
-Ni me lo propongas, hombre.
-Po,' qué '1
-Porque yo no quiero ir á /mfrir' all:i; para dcs-gracias,
ba tante tiene la. vida y ba, tnute$ t engo
dentro de mí mismo. E to de ir uno á divt'rLir e y no
sacar ino que lo bagan llorar, dcspues de pagar', no
es mu 7 agradable.
-Flsgon, me dice otro, es necesario que ustedes
Jos que e-cl'iben, ca tiguen e ta mUllía de lo tales comediones
con que no r'egalan en el teatro. Dramas
de earáct.el· j' de la la f!'Un ce-a on lo' que deben
representarse, Para comedia, las vemo diariamente
in tener quo pagar.
Cojnme U'ompo en la uña, señor público sen-ato.
A qué nos atendremo ? E tlÍ furlllado el gusto
en materia de teatro? Yo no é, pero l h eeho es
que ean comed iones ó dramones, la COUculTcl]cia es
cada y z má numerosn.
e me p6 e te episodio, yo no é de dónde, pe-ro
ya que e salió lo dl'jar'émo ra al'. uiindo ha de
ser todo tnn njustado que no le permitan :i uno 111\
deshago. Vuelvo á poner la cara f>eria como un demoniu
y continúo llablanuo de las comedias r'epre-cutadas
el dOlllingo,
" Don 'foma "es una comorli,~ bienja[ada como dijera
un tahur de billar. Atcutlida su c:stl'uctura y S.J.
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90 LA TARDE
versificacion fácil basta la naturaiidad y u cbi te lleno
de pimienta y de sal basta bacer r ei r á má no p0'
del', es seguramente una pieza de mérito literario,
Juegan al rededor de un don Tomas que 1 da de
hombre de mundo, y de expel'ienciu, pero qUE: rea l·
mente no e sino un bienaventurado, por no decir
otra ca a, juegan digo unos cuantos caracteres de 10
má curioso para bacer contraste, Son una tia á quién
le ba dado porque muy señora de su ca a y que ba
de gobernarla como ella quiere, entrando en las cosas
gobemables su marido que no es ino un viejo alma
de cántaro y maniq uí de su e posa. Una prima á q uíen
lo que le f¡tlta en años le sobra en hermosura y picardía
para ponerle la peras á cuatro al más pintado, y
la cocinera que, andá cociuera má ladina. Propia e,'itá
para bacer un par con el ordenanza dcl Capitun
don Tomas y mandJí.r elo como l'egalo al diablo, En·
tre todos estos envuelven al Capitan á quien de pues
de tanta bravata, lo bacen poner de rodillas delante
de la niña y luego cantar la palinodia, Qué quiere
usted? Lo casan.
No obstante lo dicho, la comenia tiene su lunar;
cuándo no! Un sermon, sátira ó moraleja es dirigida
al público para que aprenda á conocer, mÍren á quienes!
pues á las mujeres, Sabido es basta por los ruénos
aventajados, que el público jamas ba de entrlll' en
cuentas con los actores. Dirigirse al público es hacerlo
actor, y que tome parte exponiéndose á que cualquiera
baga u 'o, y con mucba razon de la palab!'a como
apoderado del público y conteste á quien lo regaña
con dos piedras en las manos; y qué bien que lo haria,
Entónces sí volveriamos al tiempo de las tragedias
de aquel entónces cuando los espectadores no dejaron
fu ilar por los chapeton~s á la Pala. La en eñanza
en el teatro ha de caer de sí misma, razonada y en
sazon como la fruta madura, sin que el público se
aperciba de que son indircctillas para él. Ya que toqué
este punto, i cuándo dejaremos de ver en los ,,:li·
netes que el autor pida para él y para los actores
algunas palmadas? De buena gana se las diera yo,
Abí tiene usted; lo que realmente es una piecesita
de hacerle á uno chupar los dedos es la llamada" Las
médias Naranjas" Qué enredo tan fácil, qué uesenvolvimiento
tan natUl'al, qué situaciones tan verdaderamente
cómicas, qué cListe tan nacido del asunto
mismo, 1\1uy bien salió de su cuidado quien tal dió á
luz, He oido tacbar de poco ingeniosas y complicadas
en el artificio estas comedias, No señores: la e cenas
reales de la vida comun, corren siempre así; cuando
se á mayores se convierten en comedias
de carácter 6 en tragedias, De donde se viene á acar
en limpiu que es mucho más difícil hacer una buena
comedi:l. que un d1'amOl1, como aquí los !lamamos, Con
dificultad se encontrará hoy una comedia tan estrictamente
ajustada como" Las médias naranjas,"
La Compañía ha continuado haciend() esfuerzos para
agmdar al públi co. Sabido es que el señor Ortiz su
scñvI'a, la señol'a Fernández, el señal' Sig:J.rroa son
lllae tras en el oficío, y que excepto una que otra noche,
como en la de la represen tacion de " Es un ángel"
en que estuvieron flujos hasta dejar caer la pieza, cap·
tan la at.encion del público agl'adablemedte, El señor
Angula Heredia cada dia hace m¿s progresos, y la se·
ñorita Fornaris estuvo en la última noche feliz en el
desempeño de su papel. N"ótase aficcion y deseo de
buen de, empeno en los demas actores; el señor Tórres,
sobre todo, ruerece mencion especial.
• -
E tú ya cerrado el arco del puente llamado del
Telégmfo ; el que se llamó siempre puente nuevo y que
hoy á vuelto á serlo, está transitable ya; los cimientos
del que haya de conducir á la plaza de los
Mártires por la de mercado, se activan diariamente;
de ~uerte que, dentro de poco, tendrá el rio de San
Francisco diez puentes sólidos y elegantes.
El banq ueto dado el mártes 24 bace honor nI país
y á ' lo caballeros que concibieron tan santa idea. Los
seiíol'es miern bros del Consejo de on primaria
ue' p'H!s d" la larga sél'Íe de triunfos que la ciudad
regucijada ha presenciado con motivo de los certámene
' pre. t'ntado por lo alumno ·mae. tro primel'o
y luego por In escuelas elemento.le , dieron un banquete
en el Ilotel Danies en honor de los Directores
y Directoras de las e cuelas.
Lo que aquí refiero lo ví yo, el Fi gon, con e tos
mi~mo ojos que se han de comer la ticLTa, pésele á
más de cuatro que están jubiladas por ello', A las
cinco de la tarde llegaron las señoras Isabel Buncb,
de Cortés, la señora Biviana Várgas de Rueda, la señora
Josefa ROlOel'O de Zapata y la señora Ignacio.
de E, guerra quienes en un salan elegante, bici eran
los honore de la cafa con la galantería propia de tan
di -tinguidas dama, Las jóvenes Directoras, fueron
conducidas al lIotel en comunidad por la señora Eustoquia
Cal'l':I quilla, Directora de la E cuela Normal,
y allí fueron recibidas con las consideraciones debidas
por la señoras y pOI' el Presidente de la República,
los señores Cortés, Gamboa, N Esguerra, Guarni7.
o, V árgas Il, Pal'gn, miembros del Consejo, yel señor
Zapata, Director de instruccion pública, Entre
otros caballeros recuerdo que e taban los señores Villamizar
Gallard:!, PI'e idente de la Corte federal,
el señor doctor Iriarte, Secretario general del Esta·
do, el señal' Juta Bl'iceño, Presidente de la Municipalidad,
el señal' Gutiérrez Nieto, y otros empleados
en el ramo de in truccion, Una compañía de la guardia
colombiana custodió las puertas y una banda militar
tocó durante la fie ta, que duró basta las diez
y média, Inútil Eerá decir que entre tales convidados
dejara de reinar la galantería, el órden y la cordillIidad.
Hablaron los señores Cortés, á nombre del
Consejo, la s ::ñora Carrasquilla, Directora de la Es; cuela,
normal, el ciudadano Presidente de la República,
el señal' Rvmualdo B, Guarin, Directur de la
EscLlela número 4. o y algunos Otl'OS. Fuel'0n treinta
y , iete las personas que se sentaron á una rnes~\
elegantemente preparada y serviua. A la hora del
café y pll1&-caf~ varias /Señoras se sentaron succ"iva¡
nente al ]Ji ano y ejecutaron algunas obertul'as y piezas
de gran llléri to, ada, pues, les sucedió, como lo
creyó alguien, á la senoras illvitadas.
Ahora pl'cgnntll: II ted seiíol'a lectora y señor lector
que COIloció al ellte más dc::preciaule de la suciedad.
al mae tro de escuela, no e enternece de orgullo
al leel' la sencilla y ll0-=: --
El tributo de sangre.
- .Dicen que la ley lo manda,
y te arrancan de mis brazos!
Oon el alma hecha pedazos
Partir allá te veré.
j Anda, y calla, y obedece
Esa ley que Dios maldijo,
Que roba á la madre el hijo
y el báculo á la vejez!
Hijo mio ¿ volverás ? ..... :
Tres veces caido, Jacob se levantó tres veces;
hasta que al fin de pié, vino tí ser el padre de _
Que á su tierra
Pocos vuelven,
y á la guerra
Muchos van ......
¡ 11" vas á la guerra Juan!
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•
•
LA TARDE
- ¿ Quién labrará nuestro huerto,
Que es encanto de mis ojos?
Mañana tristell abrojos
Bañará del solla luz.
El pan faltará á tu madre
Que, al sonar las oraciones,
No oirá las dulces canciones
Que tambien cantabas tú.
H'" 1 ? - lJO mIo ¿ vo verás .......
Que á su tierra
Pocos vuelven
y ú la guerra
Muchos van ......
Tú vas á la ~ue1'1'a, Juan /
-Mira que viene del valle,
Ella que iba á ser tu esposa i
Ni más gallarda. es la rosa
Ni más hermoso es el sol.
Al léjos tus compañeros
Trabajan con alegría ......
j y tú pierdes en un dia
Madre, amistades y amor!
H" , '1 ? lJ o mIO ¿ YO verás ... '" .
Que á su tierra
Pocos vuelven
y á. la guerra
Muchos van ......
I Tu vas á la guerra Juan /
-Mira, reza por las noches
A la vírgen del Rosal'Ío,
Al pié de este escapulario
Que ella me dió para tí.
Colócalo sobre el pecho
Y, al marchar con firme planta,
Su imágen bendita y santa
Será tu escudo en la lid
H " . 1 ? lJO mIO ¿ vo verás .•••.••
Que ;í. su tierra
Pocos vuelven
y á la guerra
Muchos van ......
i Tu vas á lu guena Juan /
-Zagal mio, ¿ porqué lloras? ......
Es por ver á tus hermanos
Levantar las tiernas manos
Amparo pidiendo á Dios?
AsÍ la tórtola gime,
Cuando con vuelo torcido
La roba el pobre nido
Algun gavilan traidor •
H .. . 1 ? IJO mIO ¿ vo verás .......
Que á su tierra
Pocos vuelven
Y á la guerra
Muchos van ......
i l'u vas á la guerra Juan /
-Quién sabe! Acaso mañana
El azar de una pelea
Te arroje á incendiar tu aldea,
La que te ha visto nacer
Y ...... j ll-Y 1 á la voz de tu jefe
Voz tremenda, inexo1;'able,
•
•
N o perdonará tu sable
Ni á. tus hermanos, tal vez
Hijo mio ¿ volverás? .....
Que á. su tierra
Pocos vuelven
Y á la guerra
Muchos van ......
i Tú 'Vas á la guerra Juan!
-Adios prenda de mis ojos!
Vete en la fior de tu vida
A la guerra abon'ecida
Que así lo manda la ley.
Hambre, fatiga y miseria
Tfl aguardan ...... j pobre soldado!
Pero la ley lo ha mandado .....
¡ Confúndala Dios, amen!
•
i Adios ! ...... ¡ Tú no volverás!
Que á. su tierra
Pocos vuelven
Y á. la guerra
Muchos van
Tú vas á la gtte7'ra ¡Juan /
V. RUIZ DE AGUILERA.
•
LA VIDA DE DOS MUJERES.
,
CU ADRO INTIMO.
Por A 1 d e b a r.a n .
( Contimtacion.)
-No diga cosas que no piensa, contestó él con
frio acento.
-Sí las pienso _ ••• y cada dia me be ido con venciéndo
de que ya yo no le convengo á usted, repuso
ella con voz conmovida, añadiendo con más firmeza:
con fácilidad encontrará usted una persona másjóven t
más bonita y más sana. que le hará feliz.
-Habla usted con serierlad, Juana?
-Yo siempre hablo con seriedad, contestó ella.
Es decir, dijo él, que usted, con entera volunta.d
annla n'Jestros compromisos?
-Sí, los anulo y rompo, exclamó ella. con exaltacion,
y le aseguro que de hoy en adelante no quiere>
ser para usted sino una amiga ...• una hermana. talvez,
a.ñadió en voz ba.ja, volviéndole la espalda y ca.lIlinándo
hácia la alcoba en donde yo estaba.
•
-J uana ! dijo él llamándola. ; J uani ta, escuche usted!
pero no pudo ocultar su gozo, pues su acento era
de alegría.
Ella lo comprendió así probablemente, porque sin
quererle ¡'esponder empujó la puerta. del aposento, y
entrando en él se tiró sollozándo sobre la cama, miéntras
que yo salia sin que me viese por la puerta que
da al patio.
III
Más roja que una flor de granado, sumamente conmovida
y sin at¡'everme á meditar ea las consecuencias
que podira tener para mí el rompimiento de mi
hermana con don Ramon, fuímo á esconder en mi
sitio f:n'orito, bajo el emparrado de jazmines •• _. Al
cabo de un momento oí que se acercaban pasos acelerados
y quicse huír sin saber porqué, pero la voz de
don Ramon, pronunciando por lo bajo mi nombre me
clavó en el sitio.
-Ya. estoy libro, querida Andrea! dijo él acercáll
•
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LA TARDE 95
dose, y mirándome con ternura añadió: si, ya puedo
aW:l.rla á las clara y in remordimiento!
-Libre de.amarme! repetí como un eco, mirándole
até que le tenblaban los labios y que se ipclinaba
para ocultar su agitacioll; pero hacielldo un e fuerzo
para afirmar su voz me conte t ó :
turbada. _
- í, Andrea, cante tó él, y e to·no puede orpl'enderla,
puesto que bace dias que sin bablar nos comprendiamos
¿ no es cierto '1
Yo bajé los ojos que se me llenaron de lágl'Ímas y
empecé á temblar,
-Yo sé que u ted me ama, añadió i Quiere ser mi
y hacerme el más feliz de los mortales?
-y Juana. '! dije.
-Ella mi ma. me acaba de decil' que renuncia á su
enlace conmigo, y qne anula nue tras compromisos,
por eso le decia q ne e taba. libre,
-y qué dirán mi pad ?
--Daran su consentimiento sin inconveniente,
'Traté de con tarle pero no pude, y temblando
me dejé caer sobre la viga que me habia servido de
asiento cubriéndome la cara con las manus. El se entó
:t mi lado y de cubriéndomf' la cara con dulce violencia,
dijo con una voz tan dulce que nunC:l be olvidado:
-Andrea, ángel mio, mi precio o y blanco jazmin,
dígame que no se opone á ser mi •... Creamc,
Juana es exelente y un modelo de virtudcs, de talento
y de juicio, pero jamas la amé como á usted, la
ternura que me inspira es inexplicable, y nunca la he
sentido por ninguna mujer .... Yo sé que mi Andrea
me corresponde, así dígalll~ con los labios lo que tantas
veces he leido en $\1 lindos ojos.
No sé qué le cante té y estaba tan turbada que jamas
pude recordar lo que le dije, pero seguramente
seria lo que queria don Ramon, pOl'que apretándome
la mano con ternura y llevándo ela á los labios me
dijo:
-Gracias, gracias, ángel mio! En e te momento
iré á buscar á su padre para darle parte de lo que ba
sucedido.
Al decir esto se alejó y una média bora despues me
llamó mi madre á la sala, preguntándome delante de
mi padre y Ramon, si en I·ealidad yo estaba pronta á
aceptar la mano de ese caballero.
-Es qué, añadió mi madre con enojo, hasta ahora
poco rato era el novio de tu hermana.
-Señora, dijo Ramon, la ,cñorita Juana mi!'ima y
con su entera voluntad anuló nucstn,s compromisos, ,
-Tiene rozan, don Ramon, añadió mi padre que
era un hombre pacífico y enemigo de disputas, Juana
renunció volunturiamente á la mano del caballero;
i qué culpa tiene Andrea y porqué ech;írselo :í ella
en cara?
-Yo me entiendo, repuso mi madre, pero lo que
queremos saber ahora es si Andrea acepta el cambio
de parejas_
Chocada con el jira que tomaba la pregunta bajé
la cabeza y no contesté.
-Rija mia, dijo mi padre con ternura, Je
sin temor si aceptas la mano que dun Ramon te ofrece,
-Si su merced, padre, no tiene inconvenieute y si
mi madre tampoco lo tiene, haré su gusto y el mio,
-Esto se llama bablar! exclamó mi padre quién
DO babia visto gustoso el matrimonio d~ Ja. bija que
más falta le hacia y aceptaba complacido el cambio.
Y para decir verdad, añadió Juana hizo muy bien,
porque el estado de su salud no es propio parÁ el matrimonio,
- Mi madre me babia ya dado cuenta de lo que
pasaba .... y como don }{amon se com prome tió con
tigo apénas se vió libre .... e' decir, apéna rompí
yo con éL. Ademas, me dijo que tú no habias vacilado
en aceptar su mano.
-Así fué, dije, pero siempre que tú no te opongas
á eso proyccto.
-yo oponerme! exclamó, fijando en mi su mirada.
desdeñosa. No se te figure que él me abandonó pOi
ti .... 110, yo, yo misma le notifiqué que nmllnciaba
su mano.
-Así fué, contesté, y celebro que no tome á mal
que yo ocupe su lugar,
-Encontrarás, Andrea, repu o con creciente desden,
el campo enteramente libre; pero te advierto que
aunque seas má jóven, más bonita y más amable que
yo, nunca serás la compañera de su pensamiento, no
lo creas! Jamas podrás distraerle con tu conversacion
porque bien sabes que eres ignorante y poco inte~
ligente.
-Todavía soy muy niña, re pondíle nn tanto chocada,
a í tendré tiempo de instruirme y pueda ser quo
cuando llege á contar tantos años como usted no sea
tan ruda é ignorante como ahora, POI' otra parte,
añadí levantándome, ape al' de mis defectos y falta
de inteligencia, yo le gusté así más á don Ramon que
u ted con toda u sabiduría,
Al acabar de hablar me salí de mu.v mal humor,
pero apénas estuve f'lera, me pesaron mis palabras
h" ta el fondo del alma y resolví no volverme nunca
á dejal'lJe\Tar por un sentimiento indigno de mí. .1: unca
volvimos á tener mi herm::na y yo la menor reyerta
con moti YO de e te tan delicado asunto: elJ a era demasiado
orgullosa y re ervada para manife tarse celosa
y yo estaba, al principio, demasiado feliz para no
tenerle conpaRion á ella que no babia logrado conservar
Slb corazon.
Don Ramon iba á casa diariamente y cuando yo le
oia conver al' con tanta gracia y taleuto llO podia ménos
que enurgullecerme al pensar que aquel hombre,
cuyos concep eran leyes para todos los habitantes
del pueblo y cuyo mérito era apreciado 11 Bogotá,
que aquel caballero tan importante é iJu. trado se habia
fijado en mi ! Natul';,lmente Juana 110 FC presentaba
ya en la ala ú las hora en que él no visitaba,
pero él ni cayó en cllenta <Í le fll~ indiferente aquella
cil'cunstancia. lUi madre, que e habia ruanife tado
cnojada con la conducta de don Ramon, c 1110 te referí,
jama permitia que él hablase conmigo {\ parte y
nunca perdia la. ocasion de decirle alguna co a desagradable,
e to lo sufria el sin qucrer hacer alto en eIJo;
pero yo comprendia q<1e el tono ivo de mi madre
le dLgustaba sobre manera, y que tenia que hacer un
esfuerzo para no estallar. i:lin embargo era feliz y estaba
sati fecha con la per uacion de que todas us palabras
eran didgidas á mí y llevaba mi recuerdo todos
los dias bajo la. fOl'ma de un ramo de jazmin, cuya
bJ:¡ncllra, me habia dicho, y su perfume virginal
eran la imágen dc-mi humIlde persona. , .. en cambio
me dejaba el recuerdo de su m:rada, iluminando con
ella mi e. píritu basta el siguiente dia,
Creí necesario bablar aquella tarde con mi hermana
á. solas; la encontré en su aposento sentada en una
silleta baja, al parecer leyendo, pero notó cuando levantó
los ojos del libro que los tenia colorados, Yo
me senté frente de ella y le dije:
La ca a de Raruon (cuya concfu ion no babia activado
nada durante los últimos me es de u comprometimiento
con Juana) marchaba ya á toda y
todos los albañiles y artesanos e taba n ocupados en
ella, en tanto que yo cuidaba con el mayor e ~ mero
un pié de jazmin que tenia preparado para embrar
en el patio principal de la ca a nueva como un dulce
recuerdo para lo porvenir .•.. Un ramo de ese m
arbusto, que jamas salió de esta calia, fué el que puse
esta noche ('u IIquel ataud! .. _ • A i, bija mia, concluyen
111. mayor parte de los proyecto de los hombres ..
Pero no anticipemos .•. ,Miéntras que Ralllon activaba
la obra de la casa yo procurabll instruirme y e tudiaba
cuanto podia con el objeto de rivalizar a Juana,
. pero fué en vano, porque ademas de que los libros me
-Hermana, vengo á darle parte •••.
-i De tu matrimonio con don Ramon 'J dijo ella
interrumpiéndome; ya lo sabia. Y fijó los ojos otra
vez sobre el Ji bro,
-Queria tambien decirle, repuse, que si este casamiento
no es de su gusto •••• no se hará, aunque se
me despedaza el coraZOD.
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•
96 LA TARDE
fastidiaban para decir verdad, lUuchns veces no enten-dia
bien 10 que leía ni tomaba el menor in en
ello. Le habia suplicado á RaI!10n que me ra
france , pre tándo e él con gu to á mi de eo, pero en
breve no o ám bo. , porque pOI' una parte él
veia que el e tudio me taba. mucho tmbajo, y por
otra. yo me sentía humillada. al encontral' que Juana
habia aprendido aquello y mucho má sin la menor
dificultad. Pero lÍo pes:!r de todo, Ramon tenia con
migo la mayores con~ideraeíones y me mani ba
el cariño m:t. tierno. Lo único que turbaba á
mi tranquilidad era la evidente antipatía que habia
entre mi madre y Ramon el que oportaba cada dia
con ménos paciencia las frecuente de co a que
mi madre u aba con él . De re to, mi novio era naturalmente
altanero y orgulloso con todo, ménos conmigo,
tratando á los miembro.- de mi familia con ciel'to
aire de proteccioFl, que no siempre d mulaba,
pel'O in permitir nunca la má leve familiaridad ni
confianza. con él ; e ta. conducta me humillaba. y dolia
muchas vece, record:í.nrlome lo que contaban de
grandes Señore- del tiempo de la colonia, y del moco
como trataban á los vecinos pobres c1~. us pueblos.
Pocos meses despues de mi compromi o con Ramon,
nos anunció que la ca a estal.H1. enteramente
~oncluida, faltándole tan 010 la pintura, los mueble
y otros enseres nece al'ios que debian tl'aer-e de Bogotá
pa\'(l que el nuevo menaje empezara con toda la
decencia y buen gu to po ibles. En ca a me habian
preparalio un mode-to ajuar que me parecia. el colmo
del e plendor. Ln. boda e debia celebrar al principio
del siguiente año y al regre ar Ramon de Bogota. Un
tl'i te pre entimienlo me hacia min\r con de confian·
za aquella au encia, y todo los dia. hallabn nuevo
pretexto para impedirle la partida, á l' de que
siempre, cuando lograba hablarme á parte, me t1ecia
que no fuera tonta, porque miéntl'as m¡\s pronto p'ldiera
h .. CCI· el viaje más pronto regre¡;nria .
Al fin me avi ó que el lí de :.>etiembre (i bien recuerdo
la fecha!) partiria sin falta. Como yo de!'eabn
hacerle alguna recomendaciones á !'ol:1s y ú él le ucedia
otro tanto, le propu'e que la ví. pera de n partida
fuer:\.:í. ca a :í. una hom inusitada y que le saldria
á. reciLir á la ,!\la y a. í lograr hablar con él ántes de
q ne llegasen los demas.
Calló e tia Andrca como para recoger us rceuer
do ...• La luna que habia e!'tado oculta entre la
nubes se dejó ver pOI' un momento, y su blanquecinos
rayos iluminaron la ajada fi -onomía de tia Anclrea,
la que, inspirada por su pensamiento retro. pectivo
habia. tomado tal exprc -ion, que por un in tante
creí vol ver ú verla de IG año~, tal como e habia descrito
ella mi ma. Pero aquella ilu~ion duró el espacio
de un segundo, y la luz e vol vió á perder tr:\s el cortinaje
de negros nubarrone .
Ella continuó n relacIOno
-No le e peraba tan temprano, dijo suspirando,
así no habia salido aún á la e:ala, sino que entada
aquí mI 0\0 me dejaba llevar por mi pen"amiento y
no vi que Ramon llegaba ha t a la puerta misma de
la alcoba, y viéndome tan distraida, se acercó de repente
y tomándome la mano con cariño se sentó :í. mi
lado, en esta mi ma. tarima, .r empezó ú conver al' de
sus e, pernnzas y á eXpnc.1rme cómo seria nuestra
vida matrimonial, preguntándome lo que de eaba me
trajera de Bogotá ...• Yo le e cuchAba encantada y
oía u voz como si fue e la mú-ica más deliciosa. Pero
de improvi o rompió el ilencío una voz dura y
e tridente y levantando ambos los ojo vimos á la
puerta. de la estancia á mi madre, la. que, con aire
iracundo exclamaba:
-Qué es esto, don Ramon! Cómo se atreve u ted
:i entrar al apo ento de mi hija. sin mi consentimiento
y hablar con ella. á sólas '!
- enora! .... conte tó peniéndose de pié mi in-terlocutor
y palideciendo. ,
-No me explique usted, gritó ell1l, el procedimiento
de usted es indigno del que se precia de ser
un cumplido caballero!
- eñora, repuso Ramon, i En qué le he faltado á
u ted ó á . u ]¡ ij a ?
-Ya le hl) dicho á ti ted que no me replique, sino
que al momento alga u~ted de ese aposento, grito
mi madre más y má furio a.
Ya Ramon no e-taba pálido, iuo lívido y trémulo
de rabia, y tomando I ombrero que habia pue to
ob¡'e una me. a al entrar, dijo con supuebta serenidad:
- enora doña Mana .... Oigame u ted por la
vez, pu e tn . el'IÍ. la última n que ponga
mis pié en la ca n. de u ted: epa usted, , enora., quo
me ha ofendido en lo más sensible de mi alma, ust.ed
olyida que e ta. no es la manera de dirigir e á un ca.ballero
como yo. A i, repit.o que no solamente aldré
de e te apo ento, ino tambien de la ca a para.
sl• empl·e ....
Y . in añadir alguna, ni mirarme siquiera, e
fué ... e fué de mi ca a pllra no volver :i ella IIlO
diez año de pue á hablal' de un m'gocio de linderos
de u t.ierra con las nue tras ....
Aquel dia yo me quedé AnonadAda y mi madre se
sintió tan confu a que olvido reconvenirme. Mi padre
no e taba en el pueblo y cuando volvió y upo
lo que habia ucedido, rcconvino :i mi madre por u
exe lva .everidad y ,e rué inmediatamente á bu. cal'
:i Ram 'n, pero ya no le halló y le dijeron que habia
partido parn Bogotá, dt'jando una carta para mi padre,
en la que explicaba lo que habia sucúdido, añadi
endo que no iendo é,tn la primera vez que mi madre
le trataba mal, con e ta reconvencion tan inju. ta
habia pue to el colmo á!'lu poca prudencia, avergonzándole
delante de, u futura e pO~l\ y humillando u
amor p1'opio por consiguiente e le patentizaba que
él jama podria hacerme felíz, porque ve' a la impo ibilidad
de guardar armonia con mi m1dre. Ademas
comprendia que su cal"Ícter era dema iado independient'
para hombre casado y que debería renunciar
defillitiyamrnte al e tado mat¡·imonial.
-Tia, le dije, me parece inve. o"imil que e to concluya
a í ! Y cuando regre ó don Ramon de la capital,
qué hizo?
-Xada •... Permaneció . eis meses au en te ....
' eis llle ' cs que fueron pam mí los má amargos de mi
vida! A medilla que se pa aban los dia sen tia más
y má el pew de la ausencia, y . e me patentizaba. lo
irnpo. ible que !'eria una reconcilincion; y el de engaño,
el desaliento y la tri tf'za ~e apOtlerllron de mi
COI'azon y reinaban en mi alma dia y noche. inembargo,
habia día'" en que se me figuraba oirle entrar
rl:'pentinamente á 1:1. sala, y corria de alada. :i recibide
.... otra oñabn ,er.e:i mi larlo como en otro
tiempo, amable, ticl'l1o y bonu,tdoso. Parecíame como
si me llamara en el cOl'l'edor y alia:í. él llena de esperanza
para encontrar que. el "iento silvaba. entre
la flores y que todo ba para. mí lúgubre y solitario.
Con freeuencia despertaba llorando porque habia
soñado veerle pasllr :i mi lado frio, indiferente é
impasible, ó creIll. que le oía conversar con alguna elegante
jón!n de la ¡¡pi tal mofándose de la provinciana
á quien hauia auandonado.
Durante aquella au encia de Ramon tuvimos el dolor
de ver morir á nue tro padre, y entónces recibi-una
carta de mi antiguo novio dándonos un ceremonioso
pé ame dirigido ,¡ toda la familin. Bn seguida.
partim para la hacienda del Chamizo á pa al' alguno
me es y durllnte e e tiempo no tuve la menor noticia
de Ramon, ni me atrevia á preguntar por él á
los que nos iban á taro
e habia pa ado un año rlespue de nue tra. separncion
cuando el primer domingo, despues de nuestro
regreso al pueblo, e tando en la igle ia. oyendo misa.
le sentí pasar cerca de mí y ental'-e en un no
léjos de nosotra ; pero su ojos no me buscaron y u
frente permaneció erena, y aunque á mí se roa llenaron
los ojos de lágrimas y tem bIaba de angustia, el
no me miró una ola vez .... y ni entónces ni jamas
su mirada se cruzó con la mia •••. asÍ pasaron dias, semanas,
meses y años.
(Conclu irá.)
•
Citación recomendada (normas APA)
"La Tarde: periódico dedicado a la literatura - N. 10", -:-, 1874. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2092954/), el día 2025-06-09.