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80 BUENA LECTURA í
==================~;c==================~t~======~=:====~
mu rt el Juez m· 1no que preside este
tribunal, ·odo · votrtron en favor
de ella. .~on . ns votos é influenci~
S~ , o} vieron { abrir lf.ts cr .n.
tina que han hecho de n1í lo que
. o.v.,
I.~as palabras conmovedoras
d .l 1 re o cay ron con1o (. scu, .
s r tno ardientes en el corazón d lo.
presentes y n1uehos de ellos,
aun algunos d los é: bogadoo;;;, derraln
ron lágrima de emoción.
Entonce el Ju z hizo un ademán
co1no para ·evitar 1 [l¡ continuaión
del di curso, más el preso
prosiguió re ucltamonte,diciendo:
'· ... o,no señor Juezno, tap€is
tui boca que aún tengo que d -
ir. Empezó Jni degradación en
una ca.ntina legalizada . ,. protegid
·t por los lectorc d ste pu -
Llo , y ahora que las cantina u•
r apertura, permitieron UStodeR
m han conv rtido en borracho
. ' a. e in o, mP hacen compc rec r
ante el tribunal de ju. ticia parn
qu 1 poder de la ley me conduzra
llugar de la jeruci6n lanzand
1ni alma ·1 1 t rnidad. Allí
tengo qu cotn¡ arecer ante el tribunal
d J >io , en donde todo
o otro~ , qn habéi p rn1itid0
y lcgi lado este inf Ine tráfico,
tendrri tan1 bién qu Olnparecer
CG n rn igo.
'¿Crr(-;¡ qu el .Ju z Suprc1no
1n ondenurá á mí, pobre, d -;bil
. d . antp<~rado, víctirna de ese
u e tro t ráfico, con1o el único
1'<'. pon.·n hl le l a. esinato de 1ui
e sr o~¿ ? ' o. Yo, '11 1ni tnhria~;
uez. <'11 1ni lo nra: .u un P •. tndo
(1 irre~pon. ·n hili 1ad 1nató ·1 una
per. ·o tuL· pero ,~( ·otros qu 'ott
st6i delibern.donH:.nte en f· VOr
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BUEJ. A LECTURA 481
e la cantina , oi r{ pon ahl~
e miles de crÍinene uc
·'in cometiendo ahora 1 i Illo,con
ruestro con ontiJniento.
'Todos o otro sa 0i qne
ta palabra mía no son de1iio
de una inutginaci6n enferma,
in la Ycrdad d~l Dio· Todopoeroso.
'osotro legalizá t i ·la·
"1ntiuas que 1ne con Yirti ron n
orracho y a e. ino y i 1 r
on iguiente cul¡ abl , a f con1o
;. ro delante d lo ojo de Dio y
tatnbién de lo hombre del sesinato
de 1u i spo a.
" eilor ,J ucz, ho ternlinado.
E toy di puesto ahora, á recibir
1ni ·cntencia y á ser conducido
a 1 lugar del castigo. O ·ruego que
1, lJ'lllÜlenlo pronto. • olatn Ht
pido al Señor que tenga rniset~i;
ordia de 1nf. 'l'ermino pidien lo
Dios que abra vue. tro; ojo .
haga ver vuestra re. pon abilidad
par·1 que no vol vái. :· a poeste
terribl tráfico .'
VARIEDADES
SOR BLANCA
(CONDESA DJt SAN-MARTIAL)
Al pie de nieves eterna , Jigerawente
sonrosadas por la apacible luz del
sol poniente, y en uno de lo parajes
más pintorescos del mundo, 'bre e una
trech y delicio. a llanura, que por
su. delicado encanto cautiva la atención
dol que anda en busca de ublimcs
emociones .
Uu tupido velo de follaje la oculta
á 1· mirad·ts indiscretas del tudstu
ordinario, inc p· z d penetrar on ol
mi terio de su "' belleza . iE Bern.t!
·Quien ignora el nombre d~ e.;a repúllica
inónimo en otro tiempo de op -
1encia y poderío?
En la cima de un promontorio r erad
por el inuo o curso del Aar :·e levanta
la antigu metrópoli con un aire
solemne de pasadn gr ndeza . Hu call
antigu sus puentes de estilo medi eval,
us ca a mnciz de greda verde
lominadn por típicos tejados· aquellas
fac·hadas de podero o. contrafu ri .Y
aquellos arcos de pila tras y b6Yed s caP
e d oportar un mundo: todo contribuye
á dar ; n rna un a pecto grande
~- au t ro. Unicamente 1 s qu han mo·
rado en. u histórico r cint , ·amiliarizándose
con ·us maravillosa campiña ·,
on ca pace de comprond r el ten' z apego
que á la icja ciudad . ·ienten todavía.
su habitante . .
Alguno barrios, sinembargo, ofre•
cen caracteres :Peciales que les distinguen
de los dem . Magnífico palacios,
todos del mismo estilo, con sus ventana
festoneadas de baluart de hierro primorosamente
labrado, sirven de morada
señorial á 1 más antigu familü cu yos
blason coronan los dintele ó se entrel
:' n por los fri os. o hace mucho to·
daví s6lo o aba interrumpir 1 calma d
su calles olitarias el chocar de los jaeces
de las cabalgaduras· pero hoy un rumor
stent6reo é interminable, debido al pa o
brutal y profanad r de los tranvía léct
rico , la ncude brúscamente, robándole
aquel su legend rio repo o.
En una d~ Ltts ca antigua , en
que todo respira calma so iego y bien -
tar vino al mundo el 11 de Agosto de
1856 la fntur condesa de ~ aint- n-Iartial.
El nombre de u padres era Federico
Rodolfo de i cher 6 Isabe1 Blanca
María de Wa.ttville.
Los Fischer pertenecen á la antigua
noblez bernense,:,y desde el igloXlii
figuran oc u pan do cargos muy elevados eu
el e:obiorno de la ari .. bocrática rep~blica.
Uno le su miembro , nieto del avoye1·
Bertoldo 'ir-IIenri .Y que muri6 en
J 268. fué comendador, en Buch ée, u
la orden de 'an Juan de J crnsal :m.
tr<, el noble; y IIH(Inz/ico FunkcT Réat
de Fi eh r, 1641 ·16!)7,bar6n de Reichcu·
bach e ballero del anto Imperi . alcalde
de \Van,..:en ~ n dor é intendcn te
gener l d correo. del Estadu bernen-e
inició las p ·imer corrospondenci s
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8 FJNA LECT
internacion 1 s,
Infancia.
1'
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.. . )
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4- BUENA LECTURA
Sin embt1 ·go, tanto 6xitos no lo·
g·ran . educirlc, y al poco tie1npo renuncia
á la carrera de 1 armas para buscar
. u porvcni r on un cargo oficial, donde
la facultades de su espíritu. noblemente
ecundo en r cur. os, podrán despl(\gar.
e ' su. nchw . . Al poco tiempo e le
confiaban y lo.· má e piooso asunto ,y
n todos ellos el éxito má brillante vi·
no á coronar . u desvelos. Desde enton·
e s, si h y una misión ardua en cualquier
itio, en Conchinchina por ejeml
lo · llí e:tará el conde de Saint-I~ar·
tial par llevar, con pasmo de todos, á
I liz t'rmino la empt· a. ltn Rom en
B rlín, u ~an Peter burgo en Londres,
"'n todo· . quellos Congreso telegráficos,
doncl , . ventilaban 1 s grandes proble
1nns que 1 bían ele regular las relacion s
int rnn ·.ionn.l recoge numerosa dis
L' ncione:. ' la e u les añade t0davía . u
J>U tria la cruz de ca llero de la Legi6n
le Ilouor.
Pm· tí ltimo e: 11 mado á Be1·na, donel
• parece q e q u cría el ciclo colmar lo
d ~· co de . u nhn· IH'opol'cio ándole la
otn ión el encontrar á la futur· c01npa·
iie1 a de su ·icl:t.
P ro ..... «ITodn ro ,a tiene pinas.
Y toda. no ho u nluot·nl~
t ~u ié1 no couoce el tnañan de
11 H tras t err na.· ~ le~ en 1· i nt
a.turado de ,. rtigo de la gr .. d capi.
ales, todo la sorprende y enajena d
·>lac r. Y cl1a se ab ndonn al ole je euctor,
con esa adol'able ina:.enuid· d ue
:1ace renacer aliento de juventud en el
· .r zón de los qu la contemplan· con
alegre candidez que uscita en el al-a
la memoria de má fresca ati fac
·ion s y de lejanas ~ IY marchitas! onisa
.
Despu s de ese rénte i de re-uerdo
imperecederos contint1an . u
isita de familia. Desde el e tillo de
ordes traza ' vuela pluma esto ren-rlones:
e La familia es muy numerosa,
ero se muestran todos tan deferentes
econmigo, que e han disipado como por
ensalmo mi más leves recelo . Aye ·en
a mesa éra.mo veintitrés, y á la comida
einticinco. Por la tarde tenemos m ' ica
y baile, todo lo cual hace estas veladas
muy atractiv . »
( Contitzuará)
¡fílc VAI.!8R!
Era una ob-ra mae tra· un cuadro
definitivo.
Bajo la luz cenital del e tudio, lo
amigos del pintor-el ya célebre Mau
ricio Ventín-lo contemplaban con entu
iasmo, saboreando las bellezas del
cuadro con voluptuosidad de verdade.
ros amateurs.
Fni es de admir:tción calurosos
comentarios, extensas c,isquisicione artísticas
so~re el color, la luz, la com ·
pos·t:">Sn, y por último, agotado ya el
capítu1o de elogios, 1 e comenzó á hablar
sobre el título áel cuadro:
tE! valor!,.
¡ o todos pensaban lo mismo; y al
artados ya los ojo uel lienzo, la charla
tomó carácter { de discusión. Bien
pronto la conver ación se animó, y lo
argumentos y sofi mas se cruzaron como
aceros de compate.
Un joven trtel nudo, modernista,
y discípulo de N etzche, sostenía con
vcrb ~idad de at n ista qu • el valor
era la única virtud d 1 mundo· ser vigoro
o, ser fu rtc r valer o: e aquí
lo importante d la vida. Lo d ·.
má eran preocupaciones de preciables-
-Pcro oiga u ted joven - le conte
tó Perder, un vi jo pintor mae tro
de rauri io-ante todo e preciso que
me defina u ted el valor para q u podamo
ntcnderno . ¿Que ntiend u ted
por valor?
Despu' d pen ar un po , el m -
dernista emitió u definición: El de -
precio de la vida; e o era el valor~.
-Ya podemos entendernos. D
modo que t'ldo el que de preci su vida,
ea n la forma q u c. ;:,Ca, e un
hombre de valor, ¿no es so?
-Si, señor.
-Entonce el torero, ¿ un hom-bre
de valor?
-¿Quién lo duda?
_Y el matón d oficio y el q 1
e destroza Jo esos en un p ligrv ·o
sport, y el baratero de garito, y el sui
cida, todos eso que desprecian u vida
¿son hombres d valor?
-lnd udablemen te.
r-Pue yo lo califico de otro modo.
Sí, amigo mío, usted cree que el
que por un estúpido puntillo de honra
s pone ante el cañón de un pistola
sin temblar es 'un valiente, y yo creo
que e un caso de incon cienci y de
incultura. La vida es un precio o don
un tesoro ine timable. Lo hombre
con ci ntes la aprecian en lo qu vale
y tienen el deber ie defenderla com
un gran bien; ólo un necio:pued des.
preciarla.
--Entonces, ¿qué entiende ust d
por valor?
-Para mí s. ~n valiente el que ·
sabe vencer sus vtctos y sus fta ucza
el que se vence á sí mismo, ue e la
más heróica de la vi~torias; el que s
obrepone á lo convencionalismos )
estupideces del vulgo en todo eso d
duelo y demás b rbariJade ; el qu abe
acrificar su vida, sí, porque á vece
también hay que acrificar l a vida,
pero in despreci'ar.la, sabiendo lo que
vale teni ndo conci ncia d 1 sacrificio
cuando el deber loe~rige ó C\.\ ado el a,
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lo ro ara
lo.
1.~ •.,(' fl 1
'1: pcr
mira 1m
1 rcvól er ·
imponiendo •
jimo ......
¡Aquello í. a tlUC11o e: · "al r!
ftr Lv. •
La IDU rt o alas
Aventuras de un rtis a bohemio
•o1 ln A i ts ~"':e de
lo má .. grande y m á bien e . ... e· ado •
los cuaJe marc!1ando al tea · --; ~~ pa o
r gular á la voz de u gua··¿_ ... , formanban
un círculo sin perd - l --om -
pás y en scO'uida di vid a:- 0r- do
partido e parciendo flore o re la ar
na. En loe:; intermedios u st· danza,
y guardando u formaci6n, marcha-ban
al com música con toda
e actitud. D spués del espectáculo, lo
romano d Jan un gran convite á los
elefantes e ~t pródiga magnificencia se
llevaban ' ~a arena espléndidas ca~as
adornada · con pinturas y cubiertas d~
alfombras. En f"l"ente de las camas, sobre
mesas de marfil y cedro, se ponfa
el banquete para los elefantes en vasos
de oro y plata. Terminados estos
preparativos los doce elefantes iban
al fe tín; seis, vest~1os de mujer y seis,
de hombre; se rechnaban sobre sus camas
ó triclini u m," y á una señal estendían
sus trompas y comían con la
mayor compostura. Ninguno de ellos
nos dice Eliano, daba muestras de que:
rer participar de una parte mayor de
lo manjares, y ni aun excedía á los
demás en voracidad. Bebían con ig-ual
moderaci6n, y recibían las copas que
se les brindaban con el decoro más
grande. En los espectáculos dados por
.Jermánico, nc era una cosa desusada
ver elefantes arroiar dardos al aire y
cojerlos con sus trompas; batallar unos
con otros como gladiadores, y des pué
bailar la dan~a pírrica, Caminaban sobre
dos cuerdas tersas paralelas, y su
destreza era tal, que cuatro de ellos las
atravesaban llevando una litera con
uno de sus compañeros dentro que representaba
el papel.de enfermo. Pudie·
ra d u darse de estas proezas si su relación
descansara sobre la autoridad de
Plinio solam nte, pero otros muchos
autore antiguo de nota las confirman,
quienes convienen con Plinio en que
los elefantes enseñados en Roma no
sol o caminaban en dos cuerdas hácia
adelant , sino que ejecutaban el movimiento
inverso con igual precisión.
-----~ ~i hay en 1 tierra un placer que no
puedan gozar lo ángeles y cuya posesión
casi pud1era envidiar al hombre,
el poder hacer bien al desgraciado. 'i
hay algunn ¡>en que pueda inclinar á los
demonio á compadecer al hombre que se
v atormen" do de ella es la irretlecci6n
n los postreros momentos de la vida, de
haber tenido el poder de hacer bien .Y
haber abusado de él emplé ndole en hae
r mal.
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ENA. L
SOY · CRISTIANO
-· ·-
A ' 7 os ot·ri n lo voy, br zo. s'" gr o ,
En la Cruz sacrosanta escubierto ·
u e p ra re<;ibirt stúi · biert
por no castibarme e t·' i lavad
A v.o , 0jos divinos eclipsado
De tñnta n 0 re y le. gril · cubi rt
Que par perdone rtn c.·t¡ i. e e.·piertoH
Y p r no confundirme st rá1 dol un ticm·
po pl'ecioso.
' El spaff 1 replica:
--Pero cr .e u ted que representa
mucho tiempo un inuto?
4 1 . anqui vuelv á cont t r:
-1 tanto! ¿ o abe ust lo qu se
hace y ucodc en un minuto 7 ¿ o'. Pu
voy á d cír elo:
En un minuto 1 tierra recorre trece
millas en su movimiento de rot· ción
diurno; 1.080 en el de traslación.
En un minuto un r yo de 1 luz del
!:iOl recorre 11. 160~ 000 mili s para lle
g r á la tierra.
En un tninuto n cen n el mundo
cerc· de 80 niño., .V en el i ·mo pacio
tiempo mueren in·ual número de er
s )1umanos.
En u'n minuto 1 ac un reo obr la
cuenla 999 ibr cione , y el stttlllJJldo
el un e· ñonazo 2. 28 , 000.
En un minuto, un tr6n expr so d •
'ma.lquier ferroc· rril que no se ·pañol
'ecurr una milla; un trct.r ín tira o pot·
ruor~a animal :2 O tuétr ~s; un e· b lln,
· l troLe lal'go, 836 (t 'r·ulino tncclio y
un hombre· nd· n<.l de ¡ri , 1l2.
E,n ·acla minuto del lía .v d l noche,
·obl'a el obicrno t:nori¡,;ano 639 duro ,
\' o·ast a l.
' Ji,~n un minuto .·o ·o ocl au en lo E ~
t os Unidos 9 5 libr· · el tab co y el
llll' pa1·te de eJla .·e h· cen 6 67. tipo.'l
distinto le cig rros puro , y d 1 •·e ·t
ce n. um en ci ,·arrill .. Y en pip ·una·
() 8 lil )' . .
acero.
Eu el propio ·) cio e o tiempo ()
exLr· en 66 duro de oro, e ·onstit·u. cu
Lo uu.rril~ .Y acuna el obi ruo uneric
· no 121 duro'i en di tiuta .lnon da
i v·1.len ó no os e
alcgr rh\ vcrl
.. ñor 'On nit·
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L
uls ert ánde ·
EL
no era rencoro n1
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de la mano golpeó los postigos de una
de las ventanas del piso bao.
Una voz preguntó d sde el interior:
..... . ~JEre. tu, Julio?
J. brió e la ventana y asomóse á ella
un hombre, el cual preguntó de
nuevo:
¿Eres tú, Julio?
--Nó; vengo á ...
El la hrador no le d jó terminar y,
cerrando la ventana, xclamó:
-Vaya unas horas de venir á despertar
á la gente!
El m ndigo, ante tan brutal con testación,
pensó:
-¿Que e habrá fib urado e e hombre?
Siu tuda le he orprendido dur-miendo......
robemo otra vez ...... .
El pobre volvió á llamar con in~istencia.
-¡Déjame en paz! dijo la voz que
partía d ·l interior-·¡ Ya verás si me
evanto! .....
-¡Abra u ted, por Dio ! ¡ El caso
e- muy urgente!
Abrlóse la vent na y pregentóse el
abra<.lor con una e copela n la mauo.
- Si uo te retira ue aquí en el ac·
t. o te pego u tl ti ro.
Dese! .1 lo tdo de una cama partió
na voz de mujer.
- ¡ látalc. de una vez y prestarás
1.111 buen s r ,icio á la aldea!
.EJ me-u igo, al ver la escopeta, e
alejó prcci¡itadament · , olvid'u lica del il u tre iajero: t om~t un
- - -·-
taza de loz ·e paiíola fina y rapa en ella
un trozo ·~ panela de caña, la llena
hasta. el ·. .,rde de agua y agita el con·
tenido r ulta.ndo así una gran ración
de (f?J«ff• ·Jo, que brinda ' los labios sitibundo
del Libertador. Durante la
oper ci6n. Bolívar habla á la gentil se·
ñora y por . us xpresiones comprende
que hubla á una <.lama e pañola por raza
.Y trndici6n y ocultando su nombre,
aostien~ anim dn diálogo con la di tingu
ida eñora.
-¿E usted patriota.?
-
1o, señor, soy e .. paffola y como
ta~ iento veneraci6n por mi Dios y por
mt Rey.
El Libertador guarda ilencio; luéao
le exige la repetici6n del refresco y
mientt , la dama la practica el Libertador:-
poeta y galante-sacando su
carter a, llena de puntacion~ célebres,
e cribe con lápiz en una de sus hojas:
'' eñora, usted no puede er española;
usted misma lleva en sí 1 bandera querida
de mi patria: en u ca.beza lleva,
como penacho de oro, la amarilla flor
de los araguaneyes; en sus ojos brilla
lo azul de su cielo; en sus labios carmesíes
los botones entreabierto de la flor
de lo dragos y en la rítmica gentileza
de u cuerpo tiene us ondulaciones de
tri unfo y sus gestos rle victoria. Yo
. oy Simón Bolívar.
Dobló el papel y lo colocó debajo
de la taza en que acababa de tomar la
egunda raei6n de (JUil'rapo · se despidió
cariñosamente de la Señora Sifonte .v
en compañía de su ayudante. e reuni6
á us soldados que lo esperaban ansiosos.
Cuando la , efiora encontró el poé-tico
vn.pel no tu límites su a ombro
y de. de (•se día fué patriota e. altada
que adquiría con su tt·abajo armas y
municione' ~¡nua los republicanos, y fu
tanto su re 11eto y veneraci6n por la
taza de lloln· r-con1o ella la Uama.baquc
desde e~e d~a la guardó cuidadosamente
. · la trasmitió ' . us descendiente
como una reliquia acrosanta que
a.l'tn con en a n Ulft.rines [hoy pueblo
CUlto y dP bastante poblaci6n , 1 COmerdo
1 la respetable señora Gertrudis i·
fouL de García, nieta de la patriótica
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ra cautivadora que vibr6 ~~n vibracio·
de bronce y de cri tal en el Con
·r o de Ango tura, para uloria del
undo americano. '
La galantería y el oportm. t ingenio
el loco inmortal de Casacoima, pudo
á que las viejas tradicione de la ra·
a y que los inpu lsos de la angre.
Arturo Medina Alfonzo
oledad: [Venezuela] 13 de Mayo 1911
·~·
A BATALLA. DE BO-YACA
EN 1.819
1&s fuerzas que combatí ron en t gloiosa
jornada que sell6 nuestra indf:lpenencia
nacional, taban a·. puestas asf:
EJERCITO COLOMBIANO
General SIMO~.: BOLIVAR, Líber·
ador, Pre idente y General en Jefe del
:~jército-· General C&rlo.· ~ ,oublette Je·
de Estado Mayor GeneralDIVISION
DE VA GUAltDlAcneral
Francisco de Páula Santander,
Comandante General- Coronel Pedro
ortoul, Jefe de E tado·Mayor -lnfanteia
Batall6n 19 de Cazadores .v Batall6u
fJ de Línea.- OabaUC?·fa-Regimiento
uías de Ca. anare. Regimiento de Drago·
1 n s· DIVI "'I DE RETAGUARDIA-oneral
José •Antonio Anzoátegui, Co-mandante
General· Tn[,anteria-Batall6n
!! de Riflcs.nat U6n 'Bravos de Pácz" y
1 B tall6n 1° de Barcelona .Y R tallóuBriLá ·
nico Albi6n- Caballa,•ta- Regimiento
Guíns da Apure. !9 Escuadr6n de Lance·
ros de Llano arriba 2~E cuadr6n de Lan ·
ceros Llano arriba y Escuadr6n de Cara·
bineros. Fuerza efectiva J. 000.
E.JERCITO E .• PAÑ0L
Brigadier José ?viaría Barreiro. C omandante
General de la 3c:t Di vi i6n de
ueva Granada, Col'onel Frnnc;isco Jitnr ·
n :r.,.Jefe de Estado f· yor-lnf..LJ1t( rf,,Regimienento
del Res. at 116n 2° del
4 7
Regimiento Numancia y Batallón 1 ~ del
Regimient del Tambo- Oabalbería-Regimiento
Dragones de Granada- Fuer:r.a
efectiv 3.000
PARTE OFICIAL DE LA BATALLA
Ventaquen1tada 8 de Agosto 181.9
A la do de la tarde la primera divisi6n
enemioa ll~gaba 1 puente cuando se
dej6 ver nuestra descubierta. de caballería
El enemigo que aún no había podi«o
descubrir nue tra fuerzas y que crey6
que l que se le oponia. era un cuerpo
de observaci6n. lo hizo atacar con su·
e zadores para alejarlo del camino, mientr
" el cuerpo del Ejército seguía u movimiento.
Nuestras diviaione aceleraron
la marcha, .Y con gran sorpresa del enemigo
se presentó toda la infantería. en
columna sobre una altura que dominaba
su posiei6n. La. vo.nguardia enemiga ha
bía ~ubido una parte del camino persiguiendo
nuestra descubierta . el resto
del Ejército estaba en lo b jo á un cuart
de 1 gua del pu nte · presentaba una
fuer:r.a de tres mil hombres.
El bat 116n de Cazadores de nu . trn
vangua.rdia de plcg" una compañía n
guerrilla · con lo demás en columna
atacó á lo ca:r.adores enemigos ~ lo
obligó ' retirarse precipitad mente ha ·
ta un paredón, de donde fueron tambi a ·
Hería marchaba por el camino.
El enemigo intentó un movimiento
por su derecha y se le opu. ·ieron los H.ifle
.r la Compañía ingl~ a. o. Batallo·
n<;· primero d B rcelona . ;T Brn vos de
Pae:r., con el E cuadrón de caballería de
LlanJ(J alr Piha, march ron por el centro.
Ef bn.Lallón de línea de Nueva r1vtada y
los uía do retaguardia se reunieron al
Bt~LuJlóu Car.tadores y formaron la izquierda.
La columna do Tunja y lu, del
Socorro quedaron n reserva.
En el momento e empeñó la · ccióa
en todo lo. punto de Iínc·1. }~l ·onor
G .nera l nzoát.egui 'di1·ig·ía la perneiOl)
éS üel ,;_ ntro . · la derecha: hizo at
e l' un J tallón quo el enemig habí·
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BUENl\. LECTURA
desplegado en §:.YUerri Ha en una cañada Y
lo obligó á retirarse al cuerpo del Ejército,
que en columna obre una altura
con tres t iezas de artiJlería al centro y
dos cuerpos de cabaJlería á los costados,
aguardaba e] ataque. La · tropa del cen·
tro, despreciando el fuego que hacían alguno
cuerpos situados sobrt' su flan '
izquierdo, atacaron la fuerza principal.
El enemigo hacía un fuego terrible; pero
nuestra tropas, con movimiento lo
más audaces y ejecutados con la má estricta
d' ciplina, envolvieron los cuerpos
enemigo . . El Escuadrón de caballería de
Llano-an·iba caro-6 con u costumhrado
valor, y d;sde aquel momento
todos lo esfuerzos d 1 General español
fueron infructuo o,· · perdió su po ici6 i1 .
La compañía de grana eros á caballo.
todos españoles, fué la pr1mera que cob rclemente
abandonó el campo de batalla.
La infantería trató de rehacerse en otra
altura .Y fué inmediata-monte destruí da.
Un cuerpo de caballería que estaba en re.
· rva ttguardando la nue. tra con lanzas caladas
fué despedazado á lanzaso ; y todo
el Ejército español en completa derrota,
y cerrado por toda partes, desp~
és de sufrir una gran mortandad, rindiÓ
us arma · .v se entreg6 ris ionero.
Cu. i simultáneamente ol señor Gen~
n·al antander, que dirigí las operacJone
de la. izquierda y que h bía encontrado
u na resistencia temeraria en la
vanguardia enemiga, á la que ólo había
opuesto . u cazadores cargó con una
Compañía del Batallón de linea y los
Guias do r taguardia, p só 1 puente. ~
completó la victoria.
T do el Ejército enemigo qu dó n
nuestro poder; fu6 prisionero el General
Darre'ro, Coman dante General del Ej 'rcito
de ~ u e a Gt·a nacla, ' q uieu tom6 en 1
campo o batalla el olrlado d e l prim r
do Riftc,:, Pedro i· rtínez. u' pr· ione
ro su segundo el G eneral Jiménez, ca i
todo lo Comand ntes .r Ma ' Ores de los
uerpos multitud ele :iubalterno ~· m' s
le mil seiscientos oldado : todo su armam
nto, municion \ rtille ría, e balJel'Ía
etc. pt'n . :; e hau salvado unos cion
to c incu nta hombl' . entre ello tmo
j .fr.s .\ oficial de caballcrí. qn huyeron
ántes d decidil·se 1~ ccióu.
El Gen al Santander con la van
g·uardia 1 ~Guías de retaguardi· sigui6 1
en el mi. m acto en persecución de lo.
disperso. . sta te sitio .Y eJ General
Anzoáteg :i, con el resto del Ejército,
permaneció toda Ja noche en P.] mismo
campo. 1 o on calculabl s la · ventaj
que ha consPguido la República con la
crloriosa victoria obtenida .re r .• Tamt.
nuestras tropas habían tl'iunfado de un
modo má decisivo y pocas veces l1abían
combatido contra tropa tan disciplinadas
y tan bien mandadas.
N ad es comparabl á la in trepide%
conque el señor General Anzoátegui á
la cabeza de dos batallones y un escua
dr6n de c1.ballería atacó y rindi6 el cuer·
po pricipal del ,nemig . A él se debe en
gran parte la victoria. El señor General
"antandel' dirigió sus movimientos con
acierto y firmeza. Los batallones Bravo.
de Páez y primero de Barcelona y el ·cuadrón
de Llano-a!J•,·iba combatieron
con un valur sombroso. Las columna
de Tunja y el Soc rro se reunieron ' la
derecha al decidí rse 1 batalla. En uma,
l .E. ha quedado ltamente satisfecho de
la conducta de todos lo Jef , Oficiales
.Y • oldados del Ejército Libertador en
'SLa mmnorable jornada.
Nuestra pérdida h con istido en die~
. O< ~ho mu rtos .Y ciucuenta . , ocho heridos.
Entre lo.· primeros el Teniente do
caballería ·. Pérez y el Reverendo Pndre
E r·a. • Migu 1 Díaz, C pell 'n de angua.r dia
· ;r en rr. lo egundos, el Sarjento
Mayor José afael de In II r ·, el a
pitán Jobn ·ot , ' 1 enicntc Rivcro.
CAHLO. 'OU11LE1'T8.
Valor a toda pr.ueba
HEUll Ill Tül{ICO .
El 2b de J fa.vo de 1828, día domiu·
ra mirada
obr 1 fr co y r1co valle de J1úlellín,
cuna d 1 iwpático personaje objeto de
este e crito.
II
cuenca de que hablo, con que el Criadotr
quiso enriq ue,cer á este país.
Encicrra.tt el valle de Medellín dos; ·
altas cordill ,ras, doscientos años atrá
cubiertas ~tt.; magníficas selvas seculares
hoy cala enteramente desmontadas;·
per'o todavía coronadas de bosques d
robles y de otros robustos árboles,
iempre verdes. Las cuestas de esas ,
montañas descienden hasta el val le en
su a' e y variados declives, formando
arruga y dobleces grado os, como las
faldas de ancha y ligera capa agitada
por el vi nto. Desde sus cumbres corren
precipitados numerosos arroyos y r~achuelos,
en los cuales no fa! ta nunca aO'Ua
fresca y purísima. Estas cuestas,
~unca desnudas. de animada ve~etación,
están salpicadas hoy de pequenos caseríos
de ca bañas aisladas, de rebaños
de vacas blancas, y cubiertas de pra.
dos de sem nteras diversas y bosquecitos{
no e ven en ellas las ásperas y
tristes escarpa muy comunes en la
altas montañas. Alguno contrafuer·
te , ad lantándose por uno y otro lado
ha ta el centro del valle lo dividen en
comarca más ó menos e ·tensas y contribuyen
á u belleza, excluyedo lamonotonía
de un largo callejón uniform .
añado el valle por el río y r ga··
do por la numerosas corrientes d
gua que bajan de las montañas, es de
una fertilidad excepcional.Conservando
un u ve declive .hacia la linea
del rio, no contiene p ntanos ni terr -
uo anegadizos que pcriudiquen á la
salubridad; y como goza de una temperatura
media con tan te de 20 á22 grados
e utíu-rados, se pre ta maravillosa.men·
t 1 ~ultivo de la caña d az:Ícar, del
caf' del maíz del plátano, de la yuca
y d ~á plantas a!imenticias propia
de lo clima hmplado. Lo árboles
arbusto y plantas de e tos climas y
much s d los paí e calientes pro peran
muy bien en e te valle. La frondo-idad
y fre cur de la vegetación durante
todo el año son embele adoras. Lo
naranjos y otros mucho árboles fruta.
les se mantien_n rerpétu m nte adornado
de flore y d fruto embal·amando
lo!! aire e n u delicad · y la
plant de lo jar iu in in·
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
BUENA 1JECTtmA 5
rrupción en todos lo me e del ano.
El orden de la lluvia e t' tan
: elizmente distribuido ea el año, en do
.pocas seca y dos lluviosaf, interrumidas
la primera por algut. s aguaceos,
y las segundas por días sereno y
·ecos, que, aunque todo el valle puede
er facil mente regado, los labradores
o han iuzgado hasta ahora que haya
ecesidad de acudir al riego.
El valle está en u mayor parte di.
· idido en posesiones de pequeña y de
. ediana extensión, separadas por cer-
,. os vivos, iempre verdes y frcndosos.
ada posesión tiene una casa rodeada
· e elegantes árboles frutales y de oramentación,
de plantas floridas y de
~pléndidas enredaderas. El aseo más
merado reina en estas habitaciones,
n lo general espaciosas y elegantes,
u e denuncian el bienestar y la a e ti viad
inteligente d~ sus moradores.
Mirado el fondo del valle de cualniera
de las alturas que lo cercan, paece
un extenso y rico tapiz. en el cual
ontrasta graciosamente en figuras geo·
métricas arrojadas al acaso, los varios
y animados colores de los pequeños
prados, de las arboledas y de los di vero
sembrados que esmaltan todo el
campo; percibiéndose aquí y allí, por
encima de los setos vivos, las humeantes
chimenea de los trapiches, y d los
blancos campanarios de las iglesias parroquiales.
En la estación serena, durante
las largas horas en que el cielo
ostenta un sol brillante en el azul más
puro, pequeñas nubes pasan ligeras de
la una á la otra montaña, y sus som.
bras, recorriendo veloces las cuestas y
el valle, dan al paisaje extraordinaria
animación.
En la parte del valle que comprende
las poblaciones y campos de · Envigado
é Itagüí par ce que se aumentan y
aquJatan la fecundidad, frescura, fron·
osidad y belleza de la tierra. Allí, n
1 banda oriental del rio, está la má
hermoso y fértil de sus vegas, La . a~
óaneta: en ella estuvo la cuna de Jos
FítLIX DB RBS'tR PO . Bañan esta
vega ;os claros arroyos que desci nden
de la verde montañade La Romera,
que lleva todªvía sobre su frente una
espl 'n1ida corona de magníft o robl s.
Al lado opuesto, dominando le\ rica
explanada de La E trella y San Anto·nio,
se o tentan la alta cima del R -
meral lo tre elegante pico que los
habitantes de la parte norte del valle
llaman ''El Calvario "y los indígenas
' El Alto del Encanto ' .E to nombr s
misteriosos t no on acaso la sombra u
una antigua tradición de haber sido
aquella cumbre si m" trie~, en los íglos
de la gentilidad, un monte sagrado,
como lo fueron en otros 1 unto del globo
el limpo, el Merú, Lof u,el amanala
y otros m u eh os~
"Hay poco punto sobre la super·
ficie del globo,dice el sabio y elocu nte
Calda , má ventajoso que la ueva
Granada para observar y, puedo J.ecir
para tocar el influjo del clima sobre la
constitución fí ica del hombre sobre
su carácter, su virtuáes y sus vicios. '
Yo me permito hoy decir, de pués e
aquel ilu tre prócer: no presenta nuestro
país un punto en que la condiciones
y circustancias físicas qu costitu yen
lo que se llama cli1na, en esta acepción
del vocablo. hayan producido efectos
mas patente obre la consti tuci6n
física del hombre, sobre sus cualidades
síquicas y u carácter que los campos
de Envigado. ¿Qué lugar del vasto territorio
de Colom'uia ha producido, con
igual número de población y d medio"
de educación, en e1 espacio de un siglo
tántos hombres notabl s por su inteligencia,
su saber,su carácter y sus virtudes,
como aquel campo privílegiado?¿En
qué punto la raza caucasiana, n uno y
otro sexo, presenta ti pos m á legan tes
y correctos de sus bellas formas? Cuando
en el curso de los años la artes hayan
alcanzado entre nosotro un alto
grado de perfección, nuestros rtistas
irán á buscar allí los modelos de su
obras como los Praxiteles y los Fidia~
iban á Mileto, Lesbos 6 á Ténedo á
buscar las formas más dignas de represenh.
r sus divinidades.
La civilización d un pueblo e re¡;
resen ta por el grado de moralzdad, d
t·1J, trt4cciótz y de b·z'e11cstar de que él dis·
fruta. Par.a dar una idea d 1 punto en·
que se hallaba la civili~aci6n de A -
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
l!)OJ B EN
tioquia en 1760 e me permitirá dar
lguna li~eras pinceladas má sobre
su ituacion ocial de d e to. tr
puntos de vist
III
Eran los habitantes de e ta aislada
reg·ión profund-amente rclígio o . La
fe católica dominaba en absoluto en to~
d(ls lo ánimos, y la n oral cri tiana era
la ley upr ma. No se sospechaba siquiera
que una teoría filo ófica ó política
pudiera ntrar eu competencia co!l
ella para d trigir las acciones en la vida
pública ó privada. Cumplían e la leye .
se acataba y obedecía á las autoridade~,
se re petaba ' la personas su derecho
y propiedade. , porque el hacer lo
era un e tricto deber religio o q u á nadi
se 1 ocurr-ía pon r eu duáa La
sanción penal y la opinión pública eran
fuerzas ecundaria coadyuvante que
en caso d contradicción, no habrían
podido contrabalancear la ley suprema.
lJn hereje, unjudío uu infiel que nadie
conocí· de vista, eran sére mon truo os
cu o contacto habría hecho horripilar '
aquel os sinceros cri tianos.
Las prá tica r.elig-io::sas primab· n
. ober a namente en todas parte la ocupado
s serias. Las imponentes soh::muidadcs
d l culto católico eran la única
1icsta populares. L recreacione
y ~ cctáculos público eran acce ocios
d aquellas solemnidade ~ ; la cuales al
mi mo tiempo que elevaban y,dcleitaban
las alma renovando la grande y sublim
idea de la eternidad de la creaci6n
de la redención d la inmortalirlad
del espíritu humano, del juicio fi_
nal de los destinos futuros del hombre
atr í n y reunían á aquella poblaci6n
dispersa en los"' mpo y en los bosques,
y daban e.·pansión y vuelo á los senti-mientos
simpático civilizadore d
s ci~ bi
Citación recomendada (normas APA)
"Buena Lectura - N. 21", -:-, 1911. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3683808/), el día 2025-09-13.