RepÚblica de Colombia
LOS LUNES DEL CORREO
SUPLEMENTO LITERARIO A " EL CORREO NACIONAL"
Director, B. PALACIO URIBE
flERIE J.: ~
~::UMAR.lO ~~1
"Raza\ vencida" por Max Grillo, de Jesús Saot.
prlln.-De la media noche, de Luis Tablanca.Loa
500 francos de Veron (cuento premiado en
un concurso de Le Jo1¿rnaZ de París).-Esta Ha.
ve, de Amado Nervo.-Constantino Richard de
Juan Richepín.-Interpretaciones, San Ma~cos
de Acebedo, de Max Grillo.-El regreso de
Eduardo Castillo.-Los candidatos á la Ac~de·
mia francesa, dj Alberto Bo1·el.-La Princesa
enmascarada, de Charles Talbére. ·
~~~~~~~~
' _J{A~~_,YENCIDA ,
POR MAX GRILLO
('frageaia en dos actos-Bogotá-McMv)
"A los habitadores de estas tierras nos
tooa explotar en lo posible las tradiciones,
la hiatol'ia y la vida americaoR, para que á
lo menos en la elección de los asuntos aparezoamos
baoiendn literatura indígena y no
oual modestos anendajos repitiendo en minúac?~
ae proporciones la aovela, el poema,
la ont10a, el arte de pueblos extraordinarios.''
Así habla Grillo en la iutro<1ucci6n
de IU tragedia. Para él es "casi imposible
orear una litentura genuinamente nacional
ó o1'iolla." Pero como hemos de convenir
en que el empeño de orearla ha sido, cuando
no nulo, sobremanera tibio, podemos alentar
la esperanza de que no es tan dificil como
parece la formación de esa literatura y que
oon los e!fuerzos realizlldos en los últimos
años ae inicia una feounda éra literaria de
t·enovaoión y principalmente de aproxima·
oión á la nr:.tut·a]eza circundante. Bien que
en la e~encia el molde debe seguir siendo
nno ansmo, pues el espíritu recóndito de la
lengua perdura al través de las modificaciones
de la forma, cuando ésh oambin ligeramente
para adaptarse á las necesidades
del medio, la elección de asu~;~tos nacionales,
americanos, es por sí sola una tmerte de
emancipación en literatura. Así nos sus·
traeremos un poo ·' nl influjo extranjero , tan
deplorable cuando únicamente produce co·
pia servil de gestos, emociones é ideas. Y
aun en punto de idioma hay mucho que
d~ir en lo qu~ atañe á letras hispano amerloanaa.
La nación chibcha era, después de loa
aztecas y del imperio de los incas, la máa
civilizada que en el continente hallaron los
cGpqnistadores. Desgraciadamente sus orí·
genes y su historia permanecen sumergidos
en sombras densas, á pesar de las investiga·
ciones y estudios de algunos pocos- hombres
de ciencia. No se preocupaba mucho el
conquistador de recoger noticias sobre los
pueblos que conquistaba ni de conservar
monumentos indígenas. Lo que le importaba
era reunir oro é imponer el cristianismo
para encubl'ir y disimular con el velo piadoso
la fórmula brutal de la conquista. La
raza muisca desapareció y . muy poeas huellas
dejó de su vida. Era un pueblo relati·
vamente muy adelantado, con gobierno ra·
zonablenÍente constituido, religión propia,
artes rudimentarias, pero admírables en un
pueblo bárbaro, y costumbres morales si ae
comparan con las de los pueblos su midoa
aún en la semi-salvajez.
Grillo en su tragedia, que más propiamente
es un poema, á pesar de la forma
dramática en que está escrito, evoca á loa
últimos días del reino muisoa, cuando Jiménez
de Quesada llega á oonq uistarlo oon
la espada y la cruz.
Tomagata, el hechicero, el genio maléfico,
enemigo de la luz, ''conocido con el nombre
de cacique rabón, porque arrastraba cierta
cola bajo los vestidos," el diablo chibcha,
es el nuncio de J esuoristo, del Dios lejano,
que llega vencedor á las nuevas comBl'oas.
Tomagata, mutilado por Zuhó, á quien guar·
da rencor tenebroso y fuerte, profetiza el
triunfo del Dios extraño. Frente al templo
de Iraca principia la tragedia oon el soliloquio
agorero de Tomagata. Isora, vestal de
Chía, aparece luégo luchando con un amor
sacrílego y fatal. Debía oonserval' puro eu
cuerpo y su mismo pensamiento libre de
amores humanos. Pero el amor es más po·
der01~o que la imposición de los dioses y la
empuja hacia Zaquezamín. Su voluntad va.
oilante ó incierta ya se inclina hacia el amante,
como una :B.or bajo la brisa, ya se endereza
repentinamente hacia la diosa, llena
de arrepentimiento, de temor y de angustia,
cuando la diosa asoma en el espacio azul,
sobre la arboleda en que ronda el genio del
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Vuutroa impioa
deleitea arderin •obre la pira,
olama el aumo saoet1lote. ADtea. ha prornun.
pido en terriblee palabras, arrastra.
ao por la o61era ·~te la profan •
bario:
~6 J• maldioi6n 1lt la d•ideA• 1.:: de 11 a amargas deJVenturae
l&a daoladáJ aoledact. .•..••
• Ji rapto- dé dOtoroao delirio -pl"OféWoo
f te¿ la oulpa enorme. Zaqu .. mf.u, .&
q aaima el espíritu rebelcle, iuerepa al
oou 'palábrae de baria, que ren
a.~ftl-~ de1 htamenlo en que- h
Jiu 1i uuaeerdote ' quien lu :eo
~al punw, 4e la 1elva
~--errm.nor-~ ..
••• .•• l'~¡ua lo• vientel.
Ooaia : 1905.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Los Lunes del Oorreo :107
..;;._..;_,;_;;;;__ ________ ~------· -~-------- --
•
AUSENTES PRESENTES
EN LA B.E.tH)lCIÓ}{ 11\UPOIAL DE DANIEL HOLGUÍN Y AMALIA REYES
Si no presente en cuerpo-ya jaula hecha ruinaAquí,
en voz y en espíritu, con vosotros presente
Doy mi abrazo y mi cántiga al nuevo astro en su oriente,
Al PAR que hizo UNO SOLO la bendición divina.
Oólmelo Dios de frutos sin amargor ni espina
Y aleje de su rumbo toda nube inclemente
Para que llegando iNTEGRo al remoto occidente
Guste aún la miel que hoy bríndale su inaugural Lucina.
Si Amalia aquí recibe la bendición paterna,
Jorge y Cecilia en su alma y por electro-vía
Á su Daniel trajéronla de allende el oceáno.
•
No temas que entretanto te falte la materna
¡ Oh Amalia !-con nosotros está también SoFfA
Traída por ·tus preces,-el cable sobrehumano.
Presente á un yo en espíritu ¡cómo ha de faltar ella,
Tu inmejorable madre, tu veladora estrella !
Bogotá, Febrero 12 de 1906.
(Cuento premiado en un concurso de Le Journal
de París).
M. Sopy, capitalista, está en su despacho.
Acaba de tomar su desayuno, una taza
6 chocolate y un panecillo, servidos en una
bandeja de plata sobredorada. Ahora arreU
nado en .un ancho sillón, abre su periódi·
• con lento ademán.
M. Sopy tiene Ja dignidad instintiva. Sus
actitudes más abandonadas revisten Ja amplitud
adecuada á Ja importancia del personje.
lJn fuego de Ja leña alegra la chimenea.
Eat&Haa haces de chispas que crujen y ere-
pitan, y rfen como locuelas. M. Sopy no se
oeupa en semejante cosa. Ha pasado la edad
en que el sueño se aviva con el fuego de las
~ Uemaa. Las cotizaciones de la Bolsa lo abIOtben,
y por prosaicas que 1tan sus re-
1leDones, no dejan de ser alegres, á juzgar
por elllrillo de sus pupilas.
)(. Sopy ha hecho lindos negocios. Sus
rentas, sus acciones, sus obligaciones auben
RAFAEL POMBO
á cuál más Jigero los escalones de la cotiza·
ción. Ciertas operaciones que no dejaban de
inquietarle, resultan muy provechosas, gracias
á la agilidad con que sabe rozar las
márgenes del Código. Pronto realizará el
segundo millón, qQe prepara el camino del
tercero, y usí sucesivamente.
De pronto los ojos del capitalista 8e obs·
curecen; M. Sopy piensa en su amigo Veron,
el banquero declarado ayer en quiebra.
No porque el acontecimiento en sí tenga
nada de sorprendent~, Veron se mostraba
en los negocios de un rigorismo puritano, y
· la exageración de una cualirosidatl discreta ·
mente propalada.
Pero no es posible sacrificar los sagrados
intereses de la familia á la satisfllccióo per·
sonal de hacer el hien. Hay uua especie de
f!gofsmo (}e que el hombre debe cuidarse. M.
Sopy tiene mujer é hijos. Faltaría á sus deberes
conyugales y á sus debert>s pE~rsona.lés
si se adelantara· á uol\ petición de dinero.
Por otra parte, siempre ha condenado este
procedimiento como inmoral y susceptible
de alentar á. los sablistas, gente despreciable
si la hay. Aguardará la visita tle Veron, y
después de alguoaa vacilaciones muy nato·
ralea, fija en quinitmtos francos, ne varietur
la suma que podrá facilitarle.
DPspués de todo, y por inverosimil que
parezca la hipótesis, puede que V E'! ron no se
presente.
M. Sopy ea-rigido en materias de dinero
Ha consentido en el sacrificio de quiniento.
francos. Esta suma ha desaparecido de ss
presupuesto para no Tolver á él. Oonsideru
sin disgusto que quizás pueda dedicarla a
algún extra. Precisamente en un escapa-á
rate ... .
~1 sonido de un timbre interrumpe en
pleno desarrollo los proyectos de M. Sopy.
La llamada es débil, ligera, como escapada
á una mano qua DO se atreve á apretar. M.
Sopy siente desconfianza ....
-El Sr. Veron pregunta si el seúor pue
de recibirlo, dijo el fiel sirviente .
-¡Ya! piensa M. Sopy.
Veron se presenta, cortado, tfmido. S e
bace f'l chiquitito para entrar, y se sienta
en el borde de la silla. Sn voz balbucea. M.
Sopy escucha fríamente. ·
Por fin Veron acaba por explicarse y 1\nte
el billete azul que le tiende M. Sopy, mur·
mura con timidez.
-¡N o podria usted .... no podría usted ...
no ? .. ... llegar basta dos mil francos .... hasta
mil francos ? ...
-ImposibP, mi pobre amigo . .. grandes
gastos este año .... Todo el dinero ~stá. colocado.
Tendría que vender .... Pero me pare ce
que con quinientos francos .. . .
Veron comprende y da las gracias.
M. Sopy le tiende una mano ancha, ge·
oerosa. y escéptica.
Apenas se ha retirado el importuno,
cuando la Sra. Sopy entra en el despacho.
Cuan rreo
~A. f.f{l?\CESA ENMASGAJtAOA
Minette l &xclam6 la princesita palmoteando,
Minette, ¡ has oído 7
Se escuchaba, en efecto, del otro lado del
parque, el ruidoso toque de un cuerno de
caza.
Era ya la quint& vez que en esa mañana
pttdfa un caballero la entrada al castillo.
Y si la princesita se mostraba tan alegre,
era porque entre aquellos cinco caballeros
.podfa al fin encontrarse el que, victorioso de
la prueba impuesta, se con~ertirfa en su señor
y dueño l
El- pasado año habfa sido frustrada la es·
. peranza de la princesita.
De las cuatro partes del mundo habfan
acudido renombrados paladines, y ninguno
fue victorioso en la empresa.
¡ Acaso era ésta muy espantosa t ¡Se
trataba por Tentura ue matar algún horrible
gigante, 6 un horroroso monstruo que vomitara
fuego t
¡Nada de eso! Se trataba únicamente de
qmtar la impenetrable máscara, que hasta
el dfa de sus bodas debía ocultar el rostro
de la princesa á las miradas de los hombres,
por disposición de una hada celosa.
Sf, de aquella belleza nadie conocfa otra
cosa que los dulces ojos azules como los
acianos del bosque, y una boca pequeña y
rosada.
• • • Aquella noche se dio un suntuoso festín
en honor de los pretendientes. La vajilla de
plata y cristal lanzaba ~ntre las flores sus
pálidos destellos.
Ahora se bailaba en otro salón bajo la
deslumbrante claridad de mil bujías de cera.
Sonó la media noche : · babía llegado la
hora de la prueba.
La alegre multitud permaneció inmóvil ;
y aparecieron los cinco caballeros, altiTos,
jóvenes y fastuosos.
Luégo avanzó, conducida or sus damas
de honor, la enmascarada princesita. Estaba
vestida de muselina blanca tan fina, que
parecía cubierta con esos vapores que el sol
hace levantar sobre los ríos. Su rostro ¡ay!
su rostro, hermoso tal vez como una mañana
de Abril, desaparecía bajo la máscara
encantada, y en la nuca, entre los rizos de
cabellera, resplandecía el broche misterioso,
que ninguna fuerza humana habfa podido
abrir.
Se acercó primero el hijo de un Rey de
los pafsea del N o rte. Era rubio y de blanca
tez: su cuello robusto parecía modelado en
un trozo de mármol. En la caza luchaba
cuerpo á cuerpo con los osos que iba á sorprender
en sus guaridas. Llevaba una daga
al cinto: era una daga corta, fundida en
tiempos remotos, y que un hechicero sumer¡
16 en las glaciales aguas del Océano Polar,
pronunciando palabras mágicas. Pesaba
ocho libras y cortaba piedras y diamantea,
como si fueran nueces.
11~
Inclinóse sobre la nuca de la princesita,
brilló en su mano la daga, y hábilmente
dirigida, se apoyó en el broche, buscando el
resorte: oyóse un ruido seco, y la h~ja de
acero cayó al suelo rota en mil pedazos.
Luégo vino un príncipé de los paiaea
desconocidoa que están más allá del Grao
Desierto : era un caballero de ojos penetrantes
y narices movibles, que el placer y
el peligro hacfan palpitar. Doma~ los potros
salvajes, y jamás había errado ·un tiro
de su largo fusil .incrustado de nácar.
Traía en un crisol tallado un granito
negro, un filtro, del cual bastaba una aola
gota para fundir un bloque de bronce, que
diez hombres no hubieran podido mover.
Pero el terrible licor, derramado en el
broche, se evaporó como un grano de incienso
sobre una plancha de hierro candente.
-Dios mío! Dios mío l suspiró la princesita
; ¡ sucederá esta vez como en la pasada
primavera t
El tercer pretendiente era el Jefe de esas
tribus salvajes que viven en las riberas de
los grandes lagos, más allá del Egipto.
Llevaba en la mano un saco de cuero de
hipopótamo, en que estaban cuidadosa.men·
te guardados los amuletos omnipotentes que
pueden transformar en hormiga un elefante,
y la arena del camino en leche de camella.
El broche resistió á su poder.
Dos pretendientes esperaban su turao •
Uno de ellos parecía un formidable mastodonte,
á quien no se podía señalar ningún
origen ; velludo de cabeza á pies, tenfa brazos
nudosos tan gruesos como muslos ; y
. muslos que parecían columnas. Se le había
visto deshacer entre sus dedos un casco de
acero : cuando se movía, temblaba el pavimento;
y sólo encorvándose había podido
penetrar por la elevada puerta del salón.
No trafa armas ni sortilegio: con~aba
sólo con su fuerza invencible. Agarró el
broche con ambas manos: se oyeron crujir
sus coyunturas, y vi6se cómo brotaba la
sangre de sus uñas ; pero el broche permaneció
intacto, y el gigante lan~ó un rugido
de furor y desesperación.
La princesita no se afligió con aquella
nueva derrota: la habría horrorizado pertenecer
á aquel monstruo. Ah ! si pu'diera
triunfar el último caballero !
Joven, de oscura cabellera que se rizaba
sobre sus hombros, era de estatura común;
pero modelado como una bella estatua. Sus
manos blancas como las de una mujer, ha·
b{an mostrado su vigor en lps combates.
La princesita le conocía muy bien : mu.
chas veces había entreabierto las cortinas de
su ventana para admirar su gentileza ; ·Y no
se retiraba sino después que, cruzando sua
miradas con las del gentil caballero, sentíase
embargada por deliciosa turbación.
Pero, ¡qué podía él esperar aJlf donde
fracasan todos sus riva.les! No poseía ni la
fuerza extraordinaria de unos, ni los sortilegios
y el puñal encantado de los otros.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
116
Todos le observaban, burlándose de su
a dacia.
~1 se acercó sin vacilar: dobló la rodilla
del•nte de la princesa; y levantándose
llevó sus labios á la rubia cabeza, imprimiéndole
en el broche un ardiente beso.
Súbito, cayó la máscara por si misma, y
la princesita mostró al paladín, que, confiado
en la omnipotencia del amor había sabido
conquistarla, un rostro resplandeciente
de belleza, juventud y felicidad.
CHARLES TALBÉRE
-o-
DE "LOS LUNES DEL OO.BEO 11
á la Sra. Reyes de Valenzuela.
Como lo habíamos anunciad<>, nuestro
próximo número está dedicado, en edición
. de lujo, á la Sra. D.a Sofía Reyes de Valenzuela.
Hasta ahora hemos recibido diez hermo-
1&1 producciones ; esperamos de nuestros
amigos que todavía no han remitido, se
airvan hacerlo á más tardar el jueves venidero.
Es á los siguientes amigos nuéstros á
. quienes hemos excitado para que nos en-
Los Lunes del Correo
vfen su colaboración : Rafael Pombo, Antonio
Gómez Restrepo, Max GriJJo, Víctor
M. Londoño, Ismael Enrique Arciniegaa,
Ricardo Tirado Macfas, Alberto Sánthez,
Enrique Alvarez Henao, Clímaco Soto
Borda, Diego Uribe, Pacho Valencia, Gus- .
tavo Gaitán O., Javier Acosta, Carlos Vi- -
- llafañe, Ismael López, Eduardo Posada,
Jorge Pombo, Luis María Mora, Daniel
Arias Argáez, Roberto Me Douall, Eduardo
()astillo, J. B. Camargo, Eduardo Echeverrfa,
lusto Pastor Rfos, Federico Rivaa
Frade, Antonio José Caro, Guillermo Manrique
Teráu, Eduardo Ariat Correa, Angel
JI. Oéspedes, Jorge Per.ea y Rafael Tamayo.
Las poesías irán precedidas de un artfs·
tico fotograbado, obra de Pedro Oarloa
Manrique.
Orque~tal
Díjome aquel poeta decadente :
-"Si azucéoico encuentras mi 13emblante,
N o es por alguna Náyade Volante
Por lo que mi E'tro se halla eornusteceote
Mas al vibrar de orquesta conoaocente
Y antes que Febo llegue á su terraza
V í!Y á comer al Restaurante Isaza
Para templar mi lira emustescente
0~5.u.!!:~~~Q!!:~~~'!Y'!Y!t:O~~:¡;r¡~'!Y""Y~~~~O
~ CERVEZA TIVOLI ~
Hemos instalado nuevamente nuestra Fábrica Tívoli oCJn maquinarias ~ ~ y aparatos modernos apropiados pal'a fabricar una magnífica cerveza que, 1 ~
JI de!pnés de la Bavaria, ocupará sin duda el primer lugar entre las demás r;
cervezas del país, pues Tívoli cuenta con los eleme1ltos importantes é in· ~
dispensables que le suministra Bavaria, como la levadura y el hielo. ~
La coopel'ación de la Bavaria y las economías introducidas con las 1 ~
máquinas y aparatos de la Fábrica Tívoli, nos permiten ofrecer hoy al pú· r;
biioo una verdadera cerveza alemana al bajo precio -de ~
$ 72 LA DOCENA DE MEDIAS BOTELLAS SIN ENVASE ~ l En compras de diez ó más docenas, á $ 65 ~
~ La mejor recomendación que podemos hacer de nuestra cerveza Tí- ~-
'' voli, es la de que su fabricante es el Sr. Santiago R. Kirkpatrick, que ll\
~ cuenta con la práctica de diez años en nuestra Fábrica Bavaria, de la que ~
~ fue Jefe üervecero. ~
~ Nuestra cerveza Tívoli ea fabricada con Jas mejore! matel'ias primas, ~como
lúpulo de Bohemia y Baviera superior, malta de cebada colombia- 1:
na que la hace muy alimenticia y la más nutritiva después de la Bav8l'ia, r;
aegún su examen comparativo con las demás cervezas. ~
~ El agente general para el expendio de nuestra cerveza Tívoli es el ~
~~ oonooido y &impático Sr. ADOLFO VENTUROLI con quien pueden en - ll\ i1 tenderee lo& compradores en la carrera 6.•, número 217. ~
~ Bogotá, Noviembre 15 de 1905. ~
~ DEUTSCH COLUMBIANISCHE BBAUEBEI-G. m. b. H. ~
~ · El Gerente, LEO SIEGFRIED KOPP ~
iifJ'nii:!Lt~~U!:ifl~:iii"'~U!~~~~~ ... ~·
1 .
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Los Lunes del Oorr<'o 116
PRODUCTOS Y PRECIOS DE . VENTA
.. Bpgotá., Septiembre 20 de 19ú5
Cerveza Pílsener, Lager y Bock, docena de medias batelJas .... t 100
de botellas dobles.... . . . 190
Doppel Stout de medias botellas ... _.. 130
Culmbacher (marca Tigre) 130
-Higiénica 180
-En barril, Pilsener, Lager y Bock, el litro ... __ .... __ . . . . . . 10
Agua gaseosa pura docena de medias botellas...... 60
Agua gaseosa con diferentes jarabes- - ..... ·. . 66
/ Sparkling Bavaria Kola . . . . .. . . . 100
Ginger Ale - . . . . . .. . 100
Bavaria Cider (Oidra espumosa} .. • • • • •. . 120
Extracto de Malta - . . . . . . . . 420
Hielo por mayor, la libra .... ~ . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . 6
Oarb6u mineral y vegetal de Zipac6n, vendemos á los precios corrientes
y á domicilio ..
Descuentos sobre los productos embotellados
5 por 100 en 10 6 más docenas.
10 por 100 en cien 6 más docenas.
PREOIOS: son los corrientes del día del despacho, aun en el caso de
anticipaciones de dinero.
BOTELLAS: Vendemos y alquilamos botellas cerveceras.
BARRILES: Para la venta de nuestra cerveza en barril, hay barriles
desde cinco litros.
COROHOS Y LUPULO: Vendemos á muy buena calidad y á dife-rentes
precios.
CEBADA: Compramos al contado y á los mejores pt·ecios de la plaza
grandes cantidades de cebada en grano.
DEUTSCH COLUMBIANISCHE BRAUEREI G. m. b. H.
El Gerente,
LEO SIEGFRIED KOPP
--~--~~~~~eeoczsw~~~==~.~,~~~~~~~~~--~~~--~~
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"Los Lunes del Correo - N. 10", -:-, 1906. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3690784/), el día 2025-05-01.